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CONFERENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE COMERCIO Y DESAROLLO
LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE
CORPORACIONES TRANSNACIONALES
NACIONES UNIDAS
Nueva York y Ginebra, 1999
Nota
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) sirve
como punto focal dentro de la Secretaría de las Naciones Unidas para todos los asuntos
relacionados con la inversión extranjera directa y las empresas transnacionales. En el pasado, el
Programa sobre Empresas Transnacionales estuvo a cargo del Centro de las Naciones Unidas
sobre Empresas Transnacionales (1975-1992) y la División de Gestión y Empresas Transnacionales
del Departamento de Desarrollo Económico y Social de las Naciones Unidas (1992-1993). En 1993,
el Programa fue transferido a la UNCTAD. La UNCTAD busca promover la comprensión de la
naturaleza de las empresas transnacionales y su contribución al desarrollo y crear un entorno
propicio para la inversión internacional y el desarrollo empresarial. El trabajo de la UNCTAD se
lleva a cabo a través de deliberaciones intergubernamentales, actividades de asistencia técnica,
seminarios, talleres y conferencias.
El término “país” tal como se utiliza en este estudio también se refiere, según corresponda,
a territorios o áreas; las denominaciones empleadas y la presentación del material no implican la
expresión de opinión alguna por parte de la Secretaría de las Naciones Unidas sobre la condición
jurídica de ningún país, territorio, ciudad o zona o de sus autoridades, ni sobre la delimitación de
sus fronteras o límites. Además, las designaciones de grupos de países están destinadas
únicamente por conveniencia estadística o analítica y no necesariamente expresan un juicio sobre
la etapa de desarrollo alcanzada por un país o área en particular en el proceso de desarrollo.
En las tablas se han utilizado los siguientes símbolos:
Dos puntos (..) indican que los datos no están disponibles o no se informan por separado.
Se han omitido las filas de las tablas en aquellos casos en los que no se dispone de datos para
ninguno de los elementos de la fila;
Un guión (-) indica que el artículo es igual a cero o su valor es insignificante;
Un espacio en blanco en una tabla indica que el artículo no es aplicable;
Una barra oblicua (/) entre fechas que representan años (por ejemplo, 1996/97) indica un
año financiero;
El uso de un guión (–) entre fechas que representan años (p. ej., 1996–1998) significa el período
completo en cuestión, incluidos los años inicial y final.
Las referencias a “dólares” ($) son dólares estadounidenses, a menos que se indique lo
contrario.
Las tasas anuales de crecimiento o cambio, a menos que se indique lo contrario, se

refieren a tasas compuestas anuales.
Los detalles y los porcentajes de las tablas no se suman necesariamente a los totales
debido al redondeo.
El material contenido en este estudio se puede citar libremente con las

Reconocimiento.
UNCTAD/ITE/IIT/Misc. 21
yo
Prefacio
La publicación del presente documento por parte de la UNCTAD

parecería exigir una explicación. Después de todo, la idea de que las
empresas lucrativas tienen una “responsabilidad social”, es decir, una
responsabilidad que trasciende la maximización del valor para los accionistas, no es nueva.
Tampoco es indiscutible. ¿Por qué, entonces, deberíamos buscar agregar
a una montaña de papel sobre un tema bien trabajado?
La respuesta de una palabra es "globalización". Si ya es bastante

difícil resolver lo que una empresa le debe a la sociedad en la que prospera,
es muchísimo más difícil cuando la empresa es una corporación
transnacional y las sociedades en las que funciona son numerosas y
diversas entidades soberanas. No sería suficiente suponer simplemente que
la globalización simplemente aumenta la extensión geográfica o demográfica
sobre la cual se debe cumplir una obligación, ya que se puede esperar
razonablemente que sociedades diversas tengan intereses diversos.
Cuando observamos que la diversidad abarca las diferencias entre
sociedades desarrolladas y en desarrollo, queda claro que las diferentes
sociedades también tendrán diferentes capacidades para asegurar sus intereses.
Estas son, entonces, las consideraciones —la forma en que la

globalización económica complica un tema ya controvertido y la forma en
que influye en el desarrollo de los países en desarrollo— que motivan la
decisión de la UNCTAD de publicar este documento, primero como un
capítulo del Informe sobre las inversiones en el mundo de este año y luego
en el presente formato. El interés de la UNCTAD en el tema está en
consonancia con su mandato de ayudar a los países en desarrollo a
integrarse en la economía mundial sobre una base equitativa. También se
comparte plenamente al más alto nivel en las Naciones Unidas, como lo
demuestra el discurso del Secretario General Kofi Annan ante el Foro
Económico Mundial en Davos en enero de 1999, en el que el Secretario
General invitó a la comunidad empresarial internacional a unirse a él en un
“pacto mundial” para mejorar el funcionamiento de la economía mundial a
fin de ayudar a promover la paz y el desarrollo para todas las personas.
Recuperación de Rubens
Ginebra, octubre de 1999 Secretario General, UNCTAD
iii
Agradecimientos
Este folleto fue preparado por John M. Kline en cooperación con

Ludger Odenthal y bajo la dirección de Karl P. Sauvant.
Ed Dommen, Adrian Henriques, Georg Kell, Prakash Sethi y Meg
Voorhes realizaron aportes específicos. Se recibieron comentarios de
Emmanuel Boon, Janelle Diller, Thomas McCarthy, Marlies Filbri,
Brewster Grace, Dwight Justice, Mike Kelly, Klaus Leisinger, Klaus
Lingner, Chris Marsden, Jerry Matthews, Lynn K. Mytelka, Sol Picciotto,
Lorraine Ruffing, Ann Trebilcock , Peter Utting y Mike Wright.
La producción estuvo a cargo de Bartolomeo D'Addario.

El trabajo gráfico estuvo a cargo de Diego Oyarzun-Reyes. Fue una
edición de escritorio de Teresita Sabico.
Para más información póngase en contacto:
Ludger Odenthal (tel: 41 22 9076325, fax:

41 22 907 0194) correo electrónico:
ludger.odenthal@unctad.org
IV
Tabla de contenido
Página
Estoy fingiendo .................................................. ... ............................................................. . ... iii
I. EL CONTEXTO DE LO SOCIAL
RESPONSABILIDAD DE LAS TRANSNACIONALES
CORPORACION S .................................................... .................. 1
I I. SIGNIFICADOS DE SOCIAL CORPORATIVO

RESPONSABILIDAD .................................................... .................. 2
A . Más allá de la filantrofia y el cumplimiento

con la ley .................................................. .......................................... 3
B . Evolución de los contratos sociales corporativos y

interés de los interesados ............................................. .................... 5
C . El alcance y contenido de la sociedad
responsabilidad social ................................................ .................. 7
D . Empresa, sociedad civil y gobierno

percepciones de la responsabilidad social empresarial .......... 9
mi Directrices internacionales y códigos de conducta .......... 11
F. Aspectos internacionales de la empresa

responsabilidad social .................................................. .................. 13
g Ciudadanía corporativa mundial .............................................. . 15
tercero LA CRECIENTE IMPORTANCIA DE LAS TNC

RESPONSABILIDAD SOCIAL .......................................................... 18
IV. DESARROLLOS RECIENTES EN CORPORATIVO

RESPONSABILIDAD SOCIAL .......................................................... 21
22
UNA . Aumento de las actividades de los grupos de la sociedad civil ..................
B . Respuestas comerciales .................................................. ...................... 3 1
C . Acciones de gobierno .................................................. .................. 42
V. PERSPECTIVAS E IMPLICACIONES POLÍTICAS .................. 46
Notas .................................................. .................................................... ...... 5 2
Referencias .................................................. ............................................. 5 3
Publicaciones seleccionadas de la UNCTAD sobre las ETN y la IED ..... 5 7
Cuestionario .................................................. ...................................... 6 7
en
Cajas con
1 . Hacia un pacto mundial para el nuevo siglo ......... 17

2 . Códigos de conducta comparados y sus
procedimientos de auditoría y seguimiento .................................. 2 4
3 . Royal Dutch/Shell: una ilustración ................................ 3 5
4 . Mattel: monitoreando el Global
Principios de fabricación .................................................. ...... 3 8
nosotros
I. EL CONTEXTO DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL

DE LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES
La privatización, la desregulación y la liberalización crean más espacio para que

las empresas persigan sus objetivos corporativos. Los acuerdos internacionales otorgan
más derechos a las empresas para operar internacionalmente.
¿Esta ampliación de la acción, el espacio y los derechos debe ir acompañada de un
aumento de las responsabilidades corporativas? En el contexto internacional, esta cuestión
llama especialmente la atención porque las empresas transnacionales (ETN) son uno de
los principales motores de la globalización.
También se les considera los beneficiarios más importantes de la liberalización de los
regímenes comerciales y de inversión, con una influencia creciente en el desarrollo de la
economía mundial y sus partes constituyentes. El concepto de “responsabilidad social”
captura la búsqueda de una respuesta a esta pregunta. Implica que las empresas tienen
obligaciones que van más allá de lo que exigen los países individualmente, y los acuerdos
prescriben internacionalmente. La asunción de una mayor responsabilidad social por parte
de las ETN sería particularmente importante a la luz de las perturbaciones económicas y
sociales que acompañan al proceso de globalización, que, de no abordarse, podrían
amenazar el marco mismo en el que las empresas construyen sus sistemas de producción
internacional.
La responsabilidad social corporativa se refiere a cómo las empresas comerciales

se relacionan con las necesidades y metas de una sociedad y cómo impactan sobre ellas.
Se espera que todos los grupos sociales desempeñen ciertos roles y funciones que pueden
cambiar con el tiempo con la propia evolución de una sociedad. Las expectativas relacionadas
con las empresas comerciales, y en particular con las ETN, están experimentando un
cambio inusualmente rápido debido al papel cada vez mayor que desempeñan estas
empresas en una sociedad en proceso de globalización. Las discusiones relacionadas con
los estándares y el desempeño de la responsabilidad social de las empresas transnacionales,
por lo tanto, comprenden un componente importante de los esfuerzos para desarrollar una
sociedad global estable, próspera y justa.
La responsabilidad social de las empresas transnacionales
Las ETN, por definición, operan en múltiples sociedades alrededor del

mundo, respondiendo a los requisitos legales de cada país mientras se ajustan
a diversas condiciones sociales y económicas. Ocasionalmente, las ETN se
ven atrapadas entre requisitos o expectativas contradictorias en diferentes
países. Múltiples grupos de los sectores público y privado comprenden
sociedades superpuestas en los entornos locales, nacionales y regionales en
los que operan las ETN. Al mismo tiempo, las ETN buscan mantener su
identidad corporativa y los procedimientos operativos de una empresa global
integrada. El contexto de la responsabilidad social de las ETN, por lo tanto,
abarca un entorno de múltiples niveles de requisitos y expectativas sociales.
Superpuesto a este collage se encuentra el tejido de una sociedad global
emergente en la que también deben cumplirse las normas y expectativas
comunes emergentes, incluidas las preocupaciones por las necesidades
especiales de desarrollo de los países más pobres del mundo.
Los modelos económicos que se basan en disciplinas de mercado

competitivas y el funcionamiento regulatorio de las autoridades públicas no
capturan completamente la dinámica de la economía globalizada actual,
particularmente para los países en desarrollo en los que la competencia en el
mercado a menudo no está lo suficientemente desarrollada y los recursos
gubernamentales a menudo son inadecuados para la tarea de regulación. En
estas circunstancias, puede desarrollarse un vacío de gobernanza, lo que
subraya las responsabilidades de las ETN. De hecho, una mayor responsabilidad
social corporativa puede resultar importante para un amplio apoyo a una
economía mundial en proceso de globalización.
II. SIGNIFICADOS DE RESPONSABILIDAD

SOCIAL EMPRESARIAL
La responsabilidad social empresarial abarca una serie de significados

y aplicaciones previstas que han sufrido modificaciones sustanciales a lo largo
del tiempo. Es importante tenerlos en cuenta y comprenderlos porque influyen
en el diálogo entre los gobiernos, las empresas y otros grupos de la sociedad
civil. El mismo término, o sus variaciones, pueden tener diferentes implicaciones
entre varias partes con respecto a la legitimidad, las obligaciones y el impacto
de las normas de responsabilidad social empresarial.
2
A. Más allá de la filantropía y el cumplimiento de la ley
La responsabilidad social corporativa a veces se equipara erróneamente

con la filantropía corporativa o con el simple cumplimiento de la ley. Estas
dos ideas en realidad se encuentran en los extremos opuestos del concepto
de responsabilidad social, cuyo enfoque se basa principalmente en el
comportamiento operativo de una empresa y sus impactos en la sociedad que la rodea.
La filantropía corporativa involucra una actividad ajena a las operaciones
reales de una empresa: aunque generalmente es apreciada por los
destinatarios sociales, no representa una función comercial esencial o incluso
necesariamente esperada. Por el contrario, el cumplimiento corporativo de la
ley no es más que el mandato mínimo necesario para permitir la existencia
continua de cualquier entidad corporativa legalmente autorizada.
La tradición filantrópica tiene sus raíces en los orígenes personales o

familiares de las empresas comerciales, lo que en muchos países ha llevado
a la entrega de obsequios tanto personales como corporativos para causas
dignas, así como a la participación directa de las empresas en la provisión de
viviendas, escuelas, instalaciones sociales y otras comodidades para los
empleados y las comunidades locales. Donde los industriales ricos como
Rockefeller, Carnegie o Ford en los Estados Unidos o Cadbury en Europa
hicieron donaciones o establecieron fundaciones, fue el individuo y no la
empresa quien determinó la naturaleza, la razón y los beneficiarios finales de
cualquier donación. El surgimiento de corporaciones públicas con acciones
dispersas extendió las actividades filantrópicas de lo personal a lo corporativo.
Los altos ejecutivos de las grandes corporaciones pueden aprobar programas
que incluyen contribuciones a una variedad de actividades sin fines de lucro.
Sin embargo, debido a que los obsequios se derivan de activos corporativos
administrados por el ejecutivo en lugar de fondos personales, el gerente
profesional tiene ciertas responsabilidades fiduciarias de no disponer de los
activos de los accionistas de manera que no avance rendimientos a largo
plazo para esos propietarios corporativos. Los complejos cálculos de impuestos
y la imagen pública y los factores de reputación aún más ambiguos dejan un
amplio espacio para la discreción gerencial, pero el concepto de administración
y las responsabilidades fiduciarias de un gerente profesional influyen en las
contribuciones corporativas a las causas sociales.
3
Puede surgir una confusión entre la filantropía corporativa y la

responsabilidad social corporativa de esta conexión entre las donaciones
corporativas y las actividades comerciales de una empresa. Los destinatarios de
los obsequios corporativos suelen ser comunidades locales en las que una empresa
mantiene su sede o sitios de producción significativos. Otros obsequios pueden
buscar mejorar los programas educativos en campos técnicos relacionados con las
operaciones corporativas, o patrocinar programas para jóvenes o adultos mayores
relacionados con los grupos de edad que comprenden el principal mercado de productos de una empresa.
En estos casos, las motivaciones filantrópicas pueden combinarse con objetivos
de marketing o de mejora de la marca, creando un vínculo entre las “buenas
acciones” y los intereses corporativos. Sin embargo, dicho programa filantrópico
es realmente tangencial a cómo el comportamiento operativo de una empresa
impacta en la sociedad, que es la esencia de la responsabilidad social corporativa.
Un programa externo de “buenas obras” no protegerá a una empresa cuyas
operaciones reales perjudiquen a la sociedad que la rodea, ni una sociedad
rechazará empresas productivas y de buen comportamiento simplemente porque
no se dedican a actividades filantrópicas.
El cumplimiento de los requisitos legales constituye un estándar mínimo

obligatorio de conducta empresarial. Las entidades corporativas son personas
jurídicas a las que se les otorga el derecho de existir y operar dentro de una
sociedad, sujetas a las leyes de esa sociedad. Las violaciones de la ley someten a
las firmas a sanciones civiles o penales y pueden resultar en la revocación de la
licencia para operar de la corporación. Algunos instrumentos internacionales
incluyen referencias a un deber general de las ETN de observar las leyes del país
receptor (UNCTAD, 1996). Sin embargo, estas disposiciones simplemente
reconocen el papel esencial de la legislación nacional en el establecimiento de un
piso mínimo obligatorio para la conducta empresarial. La responsabilidad social
corporativa se eleva por encima de este piso requerido para incorporar estándares
de comportamiento que pueden esperarse, pero no son requeridos, bajo los
estatutos legales de una sociedad.
El cumplimiento de la ley, entonces, no es más que un estándar mínimo de

conducta legalmente necesario para la existencia continua de la corporación. La
responsabilidad social corporativa que se extiende más allá de los mandatos
legales puede ayudar a cumplir con las expectativas de la sociedad en ausencia
de dispositivos legales. Tal conducta puede ser particularmente importante para
satisfacer las necesidades sociales en los países en desarrollo donde los regímenes
legales pueden estar ausentes o subdesarrollados en áreas relacionadas con
ciertos aspectos de la conducta de las ETN. También hay casos en los que el
marco legal existente en un país va en contra de los principios y valores aceptados
internacionalmente en relación, por ejemplo, con la
4
los derechos humanos, así como las normas laborales y sociales. En estos casos, la
responsabilidad social corporativa podría incluso requerir que las empresas
transnacionales ignoren o vayan más allá de la ley local en lugar de aprovechar las
fallas de gobernanza de las instituciones encargadas de hacer o hacer cumplir la ley en un país.
Ejemplos destacados son situaciones en las que las leyes de un país excluyen la
formación de sindicatos o cualquier otra forma de actividad laboral organizada y en
las que las empresas transnacionales que tratan de cumplir con los principios
globales de responsabilidad corporativa, sin embargo, permitirían o incluso alentarían
dicha actividad entre su propia fuerza laboral.
B. Contratos sociales corporativos en evolución e intereses de las

partes interesadas
La base intelectual de la mayoría de los puntos de vista en evolución sobre la

responsabilidad social de las empresas radica en gran medida en la noción de un
“contrato social” entre una empresa y su sociedad anfitriona (UNCTAD, 1994). El
proceso de incorporación legal da como resultado un estatuto corporativo formal que
otorga a una empresa el derecho a operar dentro del cuerpo de leyes y reglamentos
establecidos de la sociedad rectora. Desde un punto de vista, se puede considerar
que estos requisitos legales constituyen el alcance total de la responsabilidad social
de una corporación; para todo lo demás, “el negocio de los negocios es el
negocio” (Friedman, 1983, 1984).
Sin embargo, una filosofía contrastante afirma un contrato social extralegal más
amplio que abarca las suposiciones y expectativas implícitas de una sociedad con
respecto al comportamiento de las corporaciones a las que la sociedad ha otorgado
un derecho de existencia (Donaldson, 1984; Donaldson y Dunfee, 1994). Este contrato
social incorpora las obligaciones legales contractuales de una empresa, pero se
extiende más allá de ellas para incluir expectativas o responsabilidades adicionales
que no son (actualmente) obligatorias. El contenido del contrato social de una
corporación puede evolucionar más rápidamente que su estatuto legal, reflejando las
cambiantes costumbres sociales y culturales de una sociedad. Cuando las partes
gobernadas, como las corporaciones, tardan en cumplir con los nuevos valores
sociales, esas normas pueden formularse en mandatos legalmente vinculantes.
En varios aspectos, la teoría del contrato social ayuda a cerrar la brecha

conceptual entre la historia temprana de las donaciones voluntarias que involucran la
filantropía personal o corporativa y los conceptos contemporáneos más amplios de
responsabilidad social corporativa. El primer paso esencial
5
es adjuntar un sentido más fuerte de deber u obligación moral a la actividad

corporativa deseada. Si ciertas normas de comportamiento son parte de un
contrato social implícito, entonces el cumplimiento de las acciones corporativas
se convierte en una respuesta más obligatoria en lugar de una “buena acción”
filantrópica cuyo diseño e iniciación descansan totalmente unilateralmente en el
benefactor caritativo. Un segundo elemento surge de la relación potencial entre
los contratos sociales y legales: en la medida en que los valores en evolución
incluidos dentro de las expectativas del contrato social pueden verse como
"mínimos morales", existe una fuerte expectativa de que esas normas se
convertirán en mandatos legales, a menos que se cumplan. con “voluntariamente”.
Esta noción corresponde a la “amenaza” implícita (oa veces explícita) que algunas
corporaciones perciben detrás de los códigos de conducta “voluntarios”, donde el
incumplimiento puede resultar en regulaciones obligatorias aún más restrictivas.
El tercer eslabón vincula más los estándares de responsabilidad social con la
naturaleza esencial de las operaciones corporativas. La teoría del contrato social
abarca una amplia gama de comportamientos corporativos, que ciertamente
incluye los estándares operativos normales para las actividades centrales de una
empresa. Esta agenda operativa introduce nociones de responsabilidad social en
las operaciones internas de una empresa, mientras que los actos caritativos
autoiniciados para grupos externos mantienen los estándares sociales no legales
a una distancia segura de los procesos internos de la corporación. Por lo tanto, la
responsabilidad social corporativa ha llegado a asociarse con estándares de
desempeño que se aplican a actividades corporativas tanto internas como
externas, abordando normas sociales que no son (pero pueden convertirse) en
mandatos legalmente requeridos.
El análisis de las partes interesadas representa un concepto

complementario de la teoría del contrato social. Un enfoque de partes interesadas
busca definir la responsabilidad social corporativa de manera amplia en relación
con los grupos o intereses que afectan o se ven afectados por las acciones de
una corporación (Freeman, 1984). Una visión contrastante de la responsabilidad
corporativa por parte de los accionistas se centra más estrechamente en la
necesidad de una empresa de servir los intereses de sus propietarios buscando
y entregando rendimientos rentables a sus accionistas inversores (Friedman, 1983, 1984; Levitt, 1983).
Los accionistas son indiscutiblemente partes interesadas importantes en las
empresas comerciales. Pero estos dos conceptos tienen implicaciones muy
diferentes sobre si los intereses de los accionistas deben tener una prioridad
exclusiva o incluso relativa sobre los objetivos de otras partes interesadas (Davis, 1977).
6
No existe consenso sobre una lista única de partes interesadas

corporativas, aunque la mayoría de las discusiones incluyen grupos como
accionistas, trabajadores, gerentes, clientes, proveedores, comunidades locales
y gobiernos. Los intereses de las partes interesadas afectadas también pueden
conceptualizarse en términos tales como intereses desconocidos o aún no
reconocidos (generaciones futuras o efectos secundarios inesperados). Hasta
cierto punto, el número de partes interesadas relevantes y la naturaleza de la
responsabilidad social de una corporación hacia ellos varían según las
características únicas de una corporación, incluido su tamaño, sector, producto y
operaciones. En todo caso, comprenderá a todos aquellos que, por una u otra
razón, se sientan afectados por el funcionamiento de una empresa.
El tamaño, el alcance y el impacto de las ETN modernas amplían sus

posibles grupos de interesados más allá del ámbito definido por las actividades
normales de las empresas nacionales. En todas las sociedades, algunos grupos
afectados por la actividad corporativa carecerán del poder económico o político
para asegurar que sus intereses estén representados adecuadamente a través
de mecanismos de mercado o regulaciones gubernamentales (Carroll, 1989;
Donaldson y Preston, 1994). Sin embargo, en una sociedad global, la
subrepresentación de las necesidades y preocupaciones de los países en
desarrollo presenta un desafío de mucha mayor magnitud, con consecuencias
considerablemente más amplias. Surgen preocupaciones especiales de las
interacciones de las ETN con los países en desarrollo, donde la IED puede
desempeñar un papel importante, especialmente en una economía nacional
relativamente pequeña. En países con una disciplina competitiva débil de
mercados eficientes o que carecen de un “buen gobierno” reflejado en instituciones
gubernamentales efectivas para representar el interés público, la responsabilidad
social de las empresas transnacionales requiere que la corporación preste
especial atención a los intereses de las partes interesadas subrepresentadas que
podrían verse afectadas negativamente por los negocios. operaciones.
C. Alcance y contenido de la responsabilidad social empresarial
El alcance de la responsabilidad social empresarial es conceptualmente

bastante ilimitado en la actualidad. Aunque el debate entre las ETN, la sociedad
civil y los gobiernos a menudo se centra en unos pocos temas clave, en particular
los derechos humanos, el medio ambiente y los derechos de los trabajadores,
esta lista no es exhaustiva. En principio, una empresa es ampliamente responsable
de las consecuencias de sus operaciones, incluidas
7
impactos directos, así como efectos secundarios no deseados u otras

externalidades que afecten a terceros. De hecho, una definición más amplia
del alcance de la responsabilidad social también cubriría empresas vinculadas
a otra empresa por lazos comerciales más o menos fuertes (por ejemplo, con
empresas proveedoras), lo que a menudo se denomina “huella
ambiental” (UNCTAD, 1999). Los llamados a una mayor responsabilidad social
corporativa generalmente surgen de incidentes que involucran efectos externos
negativos en áreas en las que las responsabilidades legales (todavía) no están
aclaradas. Estas externalidades pueden ocurrir en una amplia gama de áreas
que involucran a varios grupos de partes interesadas. Los grupos afectados
negativamente solicitarán a las empresas que causan estos impactos que
tomen medidas para prevenir, reducir o corregir tales consecuencias, o que
internalicen los costos resultantes de sus actividades. Los efectos externos
pueden, por ejemplo, relacionarse con los cambios sociales producidos en una
comunidad por la decisión de una ETN de cerrar grandes operaciones
existentes. Las externalidades negativas que implican impactos ambientales son bien conocidas.
Aunque la lista de cuestiones que pueden incluirse en una definición

integral de responsabilidad social empresarial es larga (y podría incluir, por
ejemplo, los derechos del consumidor, la divulgación de información y la
probidad fiscal y comercial), muy pocas cuestiones reciben niveles de atención
pública que puedan convencer a las empresas transnacionales. para incluirlos
en sus responsabilidades. Estos temas clave - que se mencionaron
anteriormente - se distinguen de otros temas en gran medida porque poseen
una base ampliamente aceptada en las normas internacionales existentes y
están vinculados a los debates en curso sobre los instrumentos mundiales
(Annan, 1999) y cuentan con el apoyo de grupos con importantes poder
político o económico. Estos grupos, en su mayoría basados en países
desarrollados, pueden desempeñar una función clave en el proceso de toma
de decisiones políticas del país de origen o anfitrión de las ETN, o tienen
suficiente poder económico como para, por ejemplo, influir en importantes
grupos de consumidores. Muchas otras cuestiones, especialmente las que
pueden afectar especialmente a la población de los países en desarrollo,
suelen pasar desapercibidas para el público en general y las ETN no las
abordan mientras no estén asociadas a una presión pública suficientemente
influyente. Por lo tanto, una serie de temas relacionados con el desarrollo,
como la transferencia de tecnología, la capacitación de la mano de obra local,
la importancia de los vínculos hacia atrás y la promoción del espíritu
empresarial local, que son de gran interés para los países en desarrollo,
generalmente no se incluyen cuando las ETN y la sociedad civil en el
8
los países desarrollados participan en debates sobre la responsabilidad

social empresarial.
D. Percepciones de las empresas, la sociedad civil y el gobierno

sobre la responsabilidad social empresarial
La relación entre los estándares de responsabilidad social corporativa

y los posibles requisitos legales que rigen las operaciones corporativas se
encuentra en el centro de la relación a veces antagónica entre los grupos de
la sociedad civil y la comunidad empresarial. Para muchos grupos de la
sociedad civil, la responsabilidad social corporativa significa una conducta
que se eleva por encima del mínimo exigido por la ley, pero aún así constituye
un deber corporativo de actuar en lugar de una norma más opcional o una
“buena acción” caritativa. Esta visión -que los estándares de responsabilidad
social empresarial son, de hecho, obligaciones normativas- es evidente
cuando los grupos de la sociedad civil amenazan implícita o explícitamente
con buscar mandatos legales si las empresas no cumplen con las pautas
voluntarias aceptables derivadas del contrato social. Las empresas privadas,
por otro lado, generalmente prefieren la flexibilidad de los estándares
voluntarios diseñados por ellos mismos. Sin embargo, cuando las pautas
voluntarias se diseñan como parte de un proceso público que involucra a los
gobiernos y/o la sociedad civil, los ejecutivos corporativos tienden a
preocuparse de que el contenido y la redacción precisa de las pautas
voluntarias puedan convertirse en un precedente para requisitos legales
posteriores. Un resultado es una tendencia a asignar a los departamentos
legales corporativos la tarea de representar los intereses comerciales en las
discusiones sobre cómo los conceptos de contrato social podrían usarse para
desarrollar pautas voluntarias o códigos de conducta, a menudo motivando
un impulso por normas minimalistas en caso de que se conviertan en la base de futuros mandatos legales.
La aversión de la comunidad empresarial a las normas jurídicas

internacionales vinculantes que rigen las operaciones empresariales contrasta
con su firme defensa de los compromisos del derecho internacional aplicados
a las obligaciones de los gobiernos hacia los inversores extranjeros. Este
punto de vista se defiende en temas como las normas de expropiación y
compensación, y las garantías de trato nacional no discriminatorio en relación
con las empresas nacionales. En estos casos, las responsabilidades
gubernamentales son vistas como deberes u obligaciones normativas,
basadas en principios de trato justo, que deben ser respaldadas por sanciones legales internacionales.
9
La defensa legal de las responsabilidades gubernamentales se puede ver en

algunos de los primeros documentos de la comunidad empresarial sobre códigos
de conducta, como el Código Internacional de Trato Justo para la Inversión
Extranjera de la CCI de 1949, o las Directrices de la CCI para la Inversión
Internacional de 1972 (ambos en UNCTAD, 1996), que primero abordó las
responsabilidades corporativas y gubernamentales. Posiciones similares
sustentan el apoyo empresarial a los intentos de negociar altos estándares
vinculantes para los gobiernos en el ejercicio del Acuerdo Multilateral sobre
Inversiones (MAI) de la OCDE (UNCTAD, próximamente), mientras se mantiene
la insistencia en la naturaleza voluntaria de las Directrices anteriores de la OCDE
para Empresas Multinacionales (UNCTAD, próximamente). 1996).
Para los gobiernos, la relación entre un contrato social y las normas

legales que rigen las operaciones corporativas adquiere un nuevo significado y
complejidades cuando el negocio en cuestión es transnacional. Existe un
desajuste entre la autoridad limitada territorialmente de los gobiernos nacionales
y el alcance transnacional del sistema de producción internacional integrado de
una ETN. Aunque un país individual puede tratar de extender su ley
extraterritorialmente, su alcance puede infringir la soberanía de otro país,
aumentando la posibilidad de conflictos y confrontaciones políticas. La solución
obvia es idear una base común de derecho internacional cuyo alcance coincida
con el alcance global de las actividades corporativas modernas; pero en un
mundo de estados-nación diversos con objetivos y prioridades a menudo
divergentes, este remedio resulta difícil, lleva mucho tiempo y, en muchos casos,
es imposible de lograr como resultado a corto plazo.
Las generalizaciones sobre las perspectivas de los gobiernos nacionales

sobre el concepto de contratos sociales y legales de las ETN pueden enmascarar
diferencias importantes tanto dentro como entre países. Existen presiones
internas en conflicto en muchos países que reflejan puntos de vista divergentes
sobre si la IED hacia el exterior y la expansión del comercio son de interés
nacional, y cómo deben gestionarse los costos de ajuste económico y social
resultantes, tanto en el país como en el extranjero. Al percibir una reacción
incipiente contra la globalización en algunos países de origen, los países en
desarrollo pueden temer que las propuestas de nuevos estándares de
responsabilidad social de las ETN puedan representar una forma encubierta de
proteccionismo. Por lo tanto, las propuestas que buscan mejoras en los
estándares operativos globales de las ETN pueden generar reacciones mixtas
dentro y entre países basadas en diferentes puntos de vista sobre cómo pueden verse afectados los intereses nacionales.
10
E. Directrices y códigos de conducta internacionales
Durante la turbulenta década de 1970, fue imposible lograr un consenso

sobre temas relacionados con las ETN capaz de respaldar las formulaciones
del derecho internacional, cuando la acritud sobre las funciones y actividades
de las ETN estaba en su apogeo y los debates en las organizaciones
internacionales se dividieron a lo largo de una división Norte-Sur cada vez
mayor. Ante la aparente imposibilidad de generar estándares internacionales
respaldados por sanciones legales, algunos gobiernos iniciaron discusiones
tendientes a desarrollar códigos de conducta empresarial no vinculantes. Estos
dispositivos se convirtieron en nuevas alternativas de "ley blanda", algo similar
a un contrato social definido, mediante el cual los gobiernos respaldarían y
promoverían los estándares acordados como encarnación del tipo de conducta
que se espera de los "buenos ciudadanos corporativos". Estos estándares de
derecho indicativo se pudieron lograr precisamente porque no requerían un
consenso intergubernamental sobre el nivel de detalle necesario para las regulaciones legalmente exigibles.
En cambio, los diferentes puntos de vista y énfasis podrían acomodarse a
través de un lenguaje creativamente amplio y, a veces, deliberadamente
ambiguo que dejaba espacio para una implementación flexible.
Dichos códigos de derecho indicativo eran de dos tipos amplios. Un tipo

establecía normas generales de comportamiento que permitían una aplicación
adaptable por parte de empresas privadas a la luz de sus circunstancias
individuales. Ejemplos de tales instrumentos son las Líneas Directrices de la
OCDE para Empresas Multinacionales de 1976, la Declaración Tripartita de
Principios sobre las Empresas Multinacionales y la Política Social de la OIT de
1977 y el Código de Prácticas Comerciales Restrictivas de la UNCTAD,
adoptado por la Asamblea General en 1980 (todos en UNCTAD, 1996). . El
segundo tipo está dirigido a tipos más específicos de actividades o conductas
comerciales y, por lo tanto, puede ser más preciso, aunque aún está abierto a
interpretación. Quizás el más conocido de estos códigos de derecho indicativo
es el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche
Materna de la OMS (UNCTAD, 1996). Otro ejemplo es el Código Internacional
de Conducta para la Distribución y el Uso de Plaguicidas de la FAO, adoptado
en 1985, que estableció normas de conducta voluntarias para todas las
entidades públicas y privadas involucradas en la distribución y el uso de
plaguicidas, particularmente en países con leyes nacionales inadecuadas para
regular este producto. El código se basaba en la responsabilidad compartida
de todos los segmentos de la sociedad y
11
un esfuerzo cooperativo entre los gobiernos de los países exportadores e

importadores de plaguicidas.
A veces, los regímenes de cumplimiento voluntario pueden

proporcionar una alternativa que permite la acción pública mientras se
transfiere un poco a las corporaciones la carga de discernir, aplicar y
monitorear los estándares voluntarios de una manera que se considere
aceptable para la sociedad que rodea a esa empresa (que, en el caso de un
TNC, en realidad comprende sociedades numerosas y diversas cuyos puntos
de vista, expectativas y prioridades pueden diferir y quizás entrar en conflicto).
Los gobiernos y otros grupos constituyentes pueden entonces juzgar el
desempeño corporativo caso por caso, con amplia libertad para interpretar
las pautas y responder a las acciones corporativas como mejor les parezca.
Este aspecto podría jugar un papel particularmente importante en países con
déficits de gobernabilidad, es decir, donde los gobiernos carecen (de la
voluntad o) de los medios para hacer cumplir las normas legales. Sin
embargo, la creciente proliferación de varios códigos en una amplia gama de
la vida empresarial provocó cierta preocupación corporativa y signos
incipientes de una "fatiga de código". De manera similar, los grupos de la
sociedad civil vieron la difusión de códigos corporativos voluntarios con cierta
ambivalencia, a menudo evaluando los resultados de los casos como menos
que satisfactorios y conservando una preferencia por alternativas obligatorias
que parecían prometer resultados más seguros. Como mínimo, estos grupos
aumentaron su enfoque en el diseño de programas de monitoreo y de
informes públicos que podrían agregar aspectos de cumplimiento a la implementación de códigos voluntarios.
Independientemente de la cuestión de si las normas jurídicamente

vinculantes son superiores a los regímenes voluntarios o no, las normas
voluntarias parecen estar ganando una renovada aceptación entre algunos
gobiernos. Una razón puede ser que las normas jurídicamente vinculantes
resultan difíciles de negociar a nivel internacional. En otros casos, algunos
gobiernos encuentran que los regímenes de cumplimiento voluntario son más
eficientes y rentables para abordar operaciones comerciales técnicamente
complejas y que cambian rápidamente. El comercio internacional ha
fomentado un ritmo notablemente rápido de descubrimiento científico,
innovación de productos y adaptación comercial. Por el contrario, la
negociación de nuevas reglamentaciones jurídicas internacionales puede ser
un proceso engorroso y lento que puede producir resultados que ya pueden
ser superados por cambios tecnológicos o de gestión el día en que un instrumento entra en vigor.
12
F. Aspectos internacionales de la responsabilidad social empresarial
El concepto de responsabilidad social empresarial abarca estándares

de buenas prácticas empresariales que pueden aplicarse a todas las
empresas, ya sean nacionales o internacionales en su alcance y orientación.
Sin embargo, relacionar la responsabilidad social con las ETN introdujo
varios elementos distintivos en los debates a partir de la década de 1970 que
antes no habían surgido de manera tan prominente. Como se mencionó
anteriormente, diseñar una regulación legal internacional de las operaciones
de las ETN puede ser difícil debido a los múltiples gobiernos soberanos
involucrados y la gran diversidad entre las perspectivas, políticas y prioridades
de sus respectivos países. Estas mismas diferencias también dificultan,
aunque algo más posible, forjar un acuerdo sobre lineamientos corporativos
o códigos de conducta no vinculantes. Para las corporaciones, la tarea puede
ser igualmente desalentadora, ya que deben esforzarse por cumplir o superar
estas expectativas diversas y, a veces, contradictorias mientras operan
simultáneamente en muchos países soberanos de todo el mundo. Tanto el
mayor número de interesados gubernamentales y no gubernamentales, como
la magnitud de las diferencias entre ellos, magnifican el desafío de definir y
aplicar los conceptos de responsabilidad social empresarial a las empresas
transnacionales en lugar de las empresas nacionales.
Otro aspecto único de la responsabilidad social empresarial aplicada

a las ETN surge de las presiones activistas generadas por grupos de la
sociedad civil en el país de origen de la ETN (o incluso en el país anfitrión)
en relación con las operaciones de la empresa en otros países. Si bien los
lazos comerciales internacionales pueden permitir que los grupos de un país
ejerzan presión contra los intereses basados en otro país, la presencia local
de una TNC proporciona un canal más fácil con una variedad más cercana
de intereses y actividades a las que apuntar.
Desde una perspectiva diferente, estas mismas interrelaciones de las ETN
significan que los gobiernos anfitriones pueden enfrentar presiones políticas
generadas por grupos de no ciudadanos ubicados en países extranjeros,
canalizados a través de su influencia en las operaciones de las ETN con
inversión local. Las acciones de las empresas transnacionales, ya sea por
iniciativa propia o impulsadas por presiones de grupos de otros países,
pueden ser vistas por un país anfitrión como una injerencia externa no
deseada e injustificada en sus asuntos internos. Por supuesto, este resultado
puede ser la intención explícita de grupos externos, como fue el caso de los opositores del primero.
13
régimen del apartheid en Sudáfrica. El punto principal de este análisis es que

las inversiones internacionales de una TNC le dan un alcance y una capacidad
para actividades de responsabilidad social en múltiples sociedades y
jurisdicciones políticas que amplían la audiencia de grupos externos interesados
al mismo tiempo que aumentan el impacto de las decisiones corporativas sobre
cómo responder a los llamados a acciones basadas en la responsabilidad social
normas
La responsabilidad social de una ETN puede ejercer un impacto

diferencial en los países en desarrollo, que suelen ser el objetivo más que el
iniciador de tales acciones. Gran parte de esta diferencia se deriva de la
realidad práctica de que los países en desarrollo son más anfitriones que los
países de origen de las ETN, lo que significa que una empresa habrá madurado
utilizando estándares operativos desarrollados bajo un conjunto de expectativas
legales y sociales extranjeras. Si bien las ETN pueden adaptarse y se ajustan
a sus sociedades anfitrionas, cuando se encuentran estándares significativamente
diferentes, la empresa en la que se invierte debe decidir cómo responder,
brindando un potencial para introducir cambios dentro de la sociedad anfitriona
en un grado que supera los impactos que surgen en las relaciones comerciales
comerciales tradicionales.
El impacto diferencial que surge de la IED se ve reforzado por la

aparición y maduración más temprana de grupos de la sociedad civil en los
países desarrollados. Las organizaciones de países en desarrollo que
representan varios elementos de la sociedad civil están creciendo tanto en
número como en capacidades, y están ampliando sus vínculos con
organizaciones similares en otros países. Aún así, los grupos de la sociedad
civil de los países desarrollados brindan el principal ímpetu y la influencia de
seguimiento para definir los estándares de responsabilidad social y seleccionar
los temas y las aplicaciones comerciales a los que se apunta. Incluso cuando
se han logrado estándares definidos internacionalmente, como en el caso de
ciertos derechos humanos y ambientales, incluidas las cuestiones laborales, la
propuesta de que las aplicaciones locales de las empresas transnacionales en
los países en desarrollo anfitriones se quedan inaceptablemente por debajo de
esos estándares (a pesar de que pueden ser compatibles con la legislación y
la práctica locales ) es a menudo realizado por grupos de fuera del país. Las
respuestas afirmativas de las ETN a los llamados al cambio alterarán entonces
las operaciones y los impactos locales en respuesta a evaluaciones externas
en lugar de internas de valores y normas sociales "superiores". Este resultado
puede ser cuestionado por los países en desarrollo, especialmente si los criterios y la metodología de evaluación para
14
las medidas de desempeño se diseñan e implementan a partir de datos

experimentales extraídos estrechamente de países desarrollados. En realidad,
las normas y prácticas de los países en desarrollo pueden diferir de las que
se utilizan en los países desarrollados y, a veces, también difieren de las
normas deseables acordadas internacionalmente. En estos casos, sin
embargo, es importante asegurar que las medidas de evaluación y desempeño
se deriven principalmente de estándares normativos internacionales y no
únicamente de países desarrollados. La poderosa influencia de las empresas
transnacionales con sede en los países desarrollados y el papel destacado
que desempeñan las ONG ubicadas de manera similar, a veces pueden
oscurecer los puntos de referencia sociales adecuados para los estándares
normativos de la responsabilidad social corporativa.1
G. Ciudadanía corporativa mundial
La presencia de filiales extranjeras en muchos países también genera

la noción de “ciudadanía corporativa global” (Annan, 1999), (recuadro 1). Esta
idea se puede conceptualizar de manera más amplia que el uso reciente de la
responsabilidad social empresarial que puede parecer unilateral si solo se
analizan las responsabilidades u obligaciones de las empresas para con las
sociedades anfitrionas. La ciudadanía implica tanto derechos como
responsabilidades. Los “derechos” involucran las preocupaciones de la
comunidad empresarial con los estándares de trato en los países anfitriones
para los inversionistas extranjeros (por ejemplo, trato nacional, trato NMF, trato
justo y equitativo) (UNCTAD, 1999; UNCTAD, 1996). Las “responsabilidades”
están capturadas por el concepto de responsabilidad corporativa como se
discutió anteriormente (sección C), excepto que ahora se extienden al contexto
internacional. Sin embargo, a diferencia del contexto nacional, la determinación
del contexto de la responsabilidad social se vuelve más complicada, porque
las ETN pueden operar en sociedades que bien pueden tener normas y
expectativas diferentes.
La noción de ciudadanía también proporciona un puente entre las

regulaciones legales y los estándares de contrato social más amplios,
reconociendo que las responsabilidades de un ciudadano hacia la sociedad
van más allá de un piso de obligaciones legalmente impuestas. La adición de
“global” a “ciudadanía corporativa” enfatiza que, para las ETN, los derechos y
responsabilidades deben reconciliarse dentro del escenario global que
constituye su “sociedad”. Este concepto sugiere que las ETN no son simplemente ciudadanos legales
15
en cada país en el que hacen negocios, responsables de los estándares y

costumbres de esa sociedad. Las ETN son, de hecho, “ciudadanos globales”
cuyo alcance internacional, participación y capacidades las confrontan con
desafíos, así como con oportunidades, que las corporaciones nacionales no
encuentran.
La terminología de ciudadanía corporativa global es naturalmente más

empleada por organizaciones internacionales que por gobiernos nacionales y
por ONG cuando abordan aplicaciones de responsabilidad social corporativa
fuera del país de origen de una ETN.
Las propias corporaciones tienden a usar el término en un sentido ampliamente
ambiguo que especifica la adhesión a todas las normas legales del país
anfitrión, sin mucha especificación de qué estándares pueden ser de carácter
global en lugar de nacional, o cómo se deben tratar las normas nacionales si
entran en conflicto con las normas. responsabilidades de la ciudadanía mundial.
Por otro lado, las ETN suelen tener bastante claro que los derechos de los
inversores internacionales deben respetarse si entran en conflicto con las
normas nacionales (por ejemplo, cuando buscan mejorar el trato nacional y el
estándar del derecho internacional).
La ciudadanía corporativa global ha llegado a enfatizar la capacidad

tanto como la causalidad, con un cambio concomitante a las nociones de
"hacer el bien" en lugar de simplemente "no hacer daño". Este concepto
ampliado genera llamados a las empresas transnacionales con sede en un
país para prevenir o corregir condiciones desagradables en otros países,
porque tienen la capacidad de influir en los resultados, incluso cuando las
empresas pueden estar, como máximo, conectadas de manera distante con el
origen del problema. Este tipo de desafío surge de forma más evidente en el
ámbito de las cuestiones políticas en las que se pide a las empresas
transnacionales que influyan en las políticas del gobierno anfitrión, o incluso
que presionen para que se produzca un cambio en el propio régimen (por
ejemplo, como ocurrió en las protestas contra el antiguo régimen del apartheid
en Sudáfrica). África). Los activistas en tales casos a menudo buscan demostrar
los vínculos planteando varios tipos de apoyo de las ETN o los intereses de los
beneficiarios en la gobernanza de un régimen objetable. Sin embargo, la
tendencia clara a lo largo de los años ha sido la de incorporar una gama de
actores transnacionales lo más amplia posible, a pesar de los diversos grados
de participación en la situación política de un país, a fin de maximizar la
capacidad potencial para alterar los resultados. Esta expansión histórica de los
conceptos de responsabilidad social empresarial, en particular para las ETN, subraya la necesidad de trabajar hacia un
dieciséis
Recuadro 1. Hacia un pacto mundial para el nuevo siglo
El Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi A. Annan, desafió a los líderes
empresariales mundiales en el Foro Económico Mundial, Davos, el 31 de enero de 1999,
a demostrar una buena ciudadanía global “adoptando y promulgando”, tanto en sus
prácticas corporativas individuales como apoyando políticas públicas apropiadas, una
serie de valores y principios universalmente aceptados:
1. La Declaración Universal de los Derechos Humanos
El Secretario General pidió a las empresas mundiales que:

a) apoyen y respeten la protección de los derechos humanos internacionales
dentro de su esfera de influencia; y
b) asegurarse de que sus propias corporaciones no sean cómplices de los derechos humanos
abusos
2. Declaración de la Organización Internacional del Trabajo sobre los principios y

derechos fundamentales en el trabajo
El Secretario General instó a las empresas mundiales a defender: a) la

libertad de asociación y el reconocimiento efectivo del derecho a
la negociación colectiva;
b) la eliminación de todas las formas de trabajo forzoso y obligatorio; c) la
abolición efectiva del trabajo infantil; d) la eliminación de la discriminación
en materia de empleo y
ocupación.
3. La Declaración de Río de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio

Ambiente y el Desarrollo (1992)
El Secretario General pidió a las empresas mundiales que:

a) apoyen un enfoque preventivo de los desafíos ambientales; b) emprender
iniciativas para promover una mayor responsabilidad ambiental; c) fomentar el
desarrollo y la difusión de conocimientos ambientales
tecnologías amigables.
Fuente: UNCTAD, basado en Annan, 1999.
17
la comunidad internacional con respecto a cómo deben entenderse, definirse

y aplicarse términos tales como ciudadanía corporativa global.
En general, la idea de ciudadanía corporativa global se basa en el

vínculo entre los derechos otorgados en un marco regulatorio nacional e
internacional propicio que permite las actividades comerciales globales, y un
conjunto de compromisos de responsabilidad social adjuntos aceptados por
las ETN que operan dentro y se benefician de un integrando la comunidad
global. Las actividades empresariales modernas requieren de la certidumbre
y la regularización que brindan los convenios e instituciones internacionales.
Gran parte de la expansión del comercio mundial durante la última década se
deriva de la extensión de los regímenes de políticas liberales en los que las
empresas transnacionales pueden organizar sus operaciones para buscar
eficiencias comerciales óptimas. Sin embargo, mantener el actual marco de
inversión y comercio y garantizar su implementación, y mucho menos formular
nuevos instrumentos económicos internacionales, bien puede depender del
corolario del progreso hacia el logro de objetivos sociales relacionados que
carecen de una elaboración legal internacional tan específica.
tercero LA CRECIENTE IMPORTANCIA DE LA

RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LAS ETN
La creciente importancia de la responsabilidad social de las ETN

corresponde al creciente alcance de las actividades emprendidas por estas
empresas en la economía mundial globalizada (UNCTAD, 1999).
Otro factor que explica la importancia cada vez mayor de las ETN en la
economía mundial es la expansión conceptual y operativa de la definición de
las ETN, ya que ahora, además de su modo tradicional de IED, se definen
cada vez más por una variedad de inversiones de bajo o ningún valor.
-inversiones iguales.
Los grandes minoristas, por ejemplo, se enfrentan a llamados a la

acción contra las condiciones laborales abusivas en plantas extranjeras que
producen ropa para ellos bajo acuerdos de subcontratación, aunque el
minorista no tiene participación accionaria ni siquiera presencia extranjera en
el país en el que existen las condiciones laborales abusivas ( ver Wal-Mart, Kmart, Kohl's;
grandes almacenes Dillard; Corzo de Sears; Dayton Hudson) (IRRC,
18
1999a). Un alcance igualmente ampliado surge con las empresas cuyas valiosas marcas
reflejan muchos años de importantes inversiones financieras en la construcción de la
reputación y la imagen de un producto. Estas empresas buscan proteger sus activos de la
apropiación o uso indebido en los mercados extranjeros, estableciendo obligaciones
contractuales y controles de acompañamiento que dan forma a las actividades comerciales
relacionadas en esos mercados, con o sin presencia real de la propia TNC. Otras inversiones
de las ETN con bajo o nulo capital social se reflejan en la gama de alianzas y asociaciones
estratégicas internacionales en rápida expansión que combinan las ventajas comparativas
y competitivas de empresas de varios países diferentes en conjuntos complejos de vínculos
en evolución de las ETN (UNCTAD, 1995, 1997).
Los cambios en la magnitud y naturaleza de la actividad de las ETN aumentan la

relevancia e importancia de la responsabilidad social en dos formas interrelacionadas. En
primer lugar, el impacto de las ETN en las personas de todo el mundo ha crecido
exponencialmente a medida que estos agentes de la globalización económica se introducen
en la vida de las sociedades nacionales a través de mecanismos tanto de equidad como de
no equidad. Reflejando su alcance y alcance global aumentado, las ETN se han convertido
en actores más capaces, cercanos y conscientes cuyas actividades pueden crear vínculos
causales con los resultados sociales en múltiples países y culturas. Este impacto puede
generar preocupaciones particulares para los gobiernos si el principal proveedor de cambio
de la ETN ni siquiera tiene una presencia local invertida que sea susceptible a la jurisdicción
legal del país. Esta situación es más probable que ocurra en los países en desarrollo más
pequeños cuyas sociedades pueden estar ya entre las más vulnerables al impacto de
fuerzas externas.
Entre las variables de responsabilidad social vinculadas, la capacidad de las

empresas transnacionales parece emerger como el factor más destacado en los recientes
llamados a una mayor capacidad de respuesta corporativa. La proximidad a través de la
IED ciertamente aumenta la conciencia y la capacidad de una ETN para actuar en situaciones locales.
Pero, como fue evidente con las presiones sociales sobre los minoristas que no invierten, ni
la presencia local ni los vínculos directos de causalidad con las condiciones abusivas son
condiciones previas necesarias para afirmar que los vínculos comerciales extranjeros de
una empresa generan obligaciones de responsabilidad social significativas.
Se puede pedir a las ETN que utilicen sus capacidades ampliadas para prevenir o rectificar
condiciones ofensivas incluso en países en los que una empresa no ha desempeñado un
papel causal en su creación. Estas circunstancias
19
plantear preguntas sobre qué (y quién) debería determinar la función adecuada y los
límites de la responsabilidad de las ETN por las condiciones sociales en todo el mundo.
Sin embargo, una conclusión general es que el alcance ampliado de las eficiencias
comerciales que permiten las condiciones económicas liberalizadas parece traer
consigo una nueva percepción de un “contrato social global” por el cual las ETN que
disfrutan de la libertad y los beneficios de la globalización deben aceptar algunas
responsabilidades ampliadas para gestionar sus efectos en diversas sociedades.
En una segunda forma relacionada, las nuevas visiones expansivas de la

responsabilidad social reflejan no solo el crecimiento reciente en el alcance y la
influencia de las ETN, sino también el impacto más amplio y la incertidumbre provocadas
por las tendencias de globalización que son impulsadas solo en parte por la actividad de las ETN.
La tasa de cambio social en todos los países ha aumentado exponencialmente en las
últimas décadas, afectando a casi todos los segmentos de la población y fomentando
sentimientos notables de ansiedad e inseguridad sobre el futuro. La globalización trae
el potencial para formas de cambio más dramáticas, derivadas de influencias extranjeras,
que las que se habrían desarrollado de manera más natural y lenta dentro de la propia
sociedad de un país.
Cuando se canalizan a través de la IED directamente hacia el tejido interno de un país,
estas influencias externas a veces pueden eludir o abrumar los mecanismos de ajuste
tradicionales de una sociedad, causando así una interrupción o dislocación inesperada
en los procesos sociales y económicos.
Están apareciendo pruebas de una posible reacción violenta contra la

globalización entre los grupos sociales más afectados por los costos de ajuste u otros
impactos adversos de los cambios rápidos que a menudo se asocian, con razón o sin
ella, con las actividades de las ETN. Estas presiones son más evidentes en las
organizaciones laborales y ambientales, pero también están presentes entre las
empresas de orientación nacional que se preocupan por una mayor competencia y
otros intereses sociales que temen una pérdida de autonomía o identidad nacional. En
los Estados Unidos, estas preocupaciones amenazaron la aprobación del Tratado de
Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en el Congreso y ayudaron a descarrilar
los intentos de renovar la autoridad de negociación de “vía rápida” para nuevos
acuerdos comerciales. La suspensión de las negociaciones del AMI por parte de la
OCDE es atribuible, al menos en parte, a la exitosa coordinación de la oposición pública
de estos diversos grupos (UNCTAD, 1999). Los debates en curso en varios foros
nacionales e internacionales reflejan esfuerzos similares
20
condicionar cualquier expansión futura de los acuerdos comerciales a

acciones complementarias en materia laboral y ambiental. Esta fuerte presión
de los grupos de la sociedad civil refleja, al menos parcialmente, su
preocupación por el hecho de que muchas empresas transnacionales han
hecho muy poco hasta ahora para cumplir con las mayores responsabilidades
en una economía global más liberal.
Habiendo organizado su expansión sobre la base de eficiencias

globalmente integradas que fueron posibles gracias a los regímenes
comerciales y de inversión liberalizados, las ETN ahora enfrentan un desafío
sustancial a este régimen permisivo. La globalización podría provocar una
grave reacción negativa debido a las necesidades sociales no resueltas.
Considerada dentro de un contexto global, la responsabilidad social adquiere
una importancia práctica y política inmediata para una comunidad empresarial
internacional cuyas operaciones están condicionadas por la globalización
continua. De hecho, hay una expansión reciente significativa de los intentos
de diseñar formas cooperativas nuevas para que las ETN respondan,
individual y colectivamente, a las expectativas públicas en evolución de un contrato social global.
IV. DESARROLLOS RECIENTES EN

RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA
Los desarrollos recientes que influyen en la aplicación de los

conceptos de responsabilidad social a los negocios internacionales se derivan
de muchas fuentes diferentes que comprenden las partes interesadas de las
ETN, así como de las propias corporaciones. La principal novedad, al menos
en los países desarrollados, es la proliferación de grupos que representan al
público en general o intereses específicos que utilizan una amplia gama de
tácticas de presión pública, entremezcladas con instancias de diálogo más
directo, para promover una visión activista de los deberes de las ETN hacia
una agenda en expansión de objetivos de responsabilidad social. Un número
cada vez mayor de empresas privadas está creando y/o revisando
declaraciones individuales de principios o códigos comerciales, aunque este
grupo aún constituiría solo un pequeño porcentaje de la comunidad total de
TNC. Las organizaciones colectivas de empresas han adoptado un enfoque
mixto. Algunos grupos sectoriales respondieron activamente a las presiones
de la responsabilidad social con iniciativas específicas de la industria, mientras
que la mayoría de las organizaciones adoptan un enfoque más cauteloso, con
21
la notable excepción de una nueva declaración sobre principios ambientales.

Los gobiernos continúan utilizando las organizaciones internacionales para
promover lineamientos o códigos de conducta en temas o sectores en los que el
consenso internacional es insuficiente para sustentar estándares legales más
precisos. Solo ocasionalmente los gobiernos nacionales se esfuerzan individualmente
por desarrollar iniciativas de responsabilidad social de las ETN.
A. Aumento de las actividades de los grupos de la sociedad civil
Un desarrollo importante, particularmente evidente durante la última década,

es el aumento del número, el alcance, la coordinación y el activismo entre sectores
de la sociedad civil en temas relacionados con la responsabilidad social de las ETN.
Aunque algunos grupos se organizan en torno a productos muy específicos, como
el tabaco o la energía nuclear, la mayor parte del activismo se centra en un conjunto
relativamente pequeño de temas importantes que luego se ejemplifican y abordan
en términos de productos, empresas o eventos específicos.
Como se mencionó anteriormente, los temas más predominantes durante la última
década involucran los derechos laborales y las condiciones de trabajo, el medio
ambiente y los derechos humanos, lo que refleja principalmente una perspectiva de
los países desarrollados sobre la responsabilidad social de las ETN (recuadro 2).
Algunos grupos optan por centrarse principalmente en una de estas áreas, como
Greenpeace en el medio ambiente o Amnistía Internacional en los derechos
humanos. Otros, como las organizaciones religiosas u otros inversionistas
institucionales dirigidos socialmente, pueden estar activos en un espectro de temas
sociales. Aunque la mayoría de los grupos se originan en los países desarrollados
y atraen a sus miembros más involucrados de esa base, también está surgiendo un
número creciente de organizaciones en los países en desarrollo. Cuando se
comparten intereses y perspectivas, los grupos pueden forjar lazos a nivel
internacional a través de redes afiliadas, conferencias, boletines y un crecimiento
exponencial de enlaces de Internet relativamente económicos.
De hecho, el surgimiento de Internet es virtualmente incomparable en su impacto,
tanto en el aumento de la comunicación internacional entre los elementos de la
sociedad civil como en la facilitación del alcance de estos grupos a los canales de
los medios que pueden enfocar la atención instantánea en las actividades de las
ETN en todo el mundo.
Esta sección ofrece solo una descripción ilustrativa del crecimiento, el

activismo y el impacto de estos grupos en relación con los desarrollos de
responsabilidad social de las ETN, pero los ejemplos informativos pueden sugerir las diversas
22
y la naturaleza evolutiva de sus actividades. Por ejemplo, varias organizaciones

religiosas han desarrollado un conjunto particularmente completo de
estándares de responsabilidad social y emitido por el Comité Ecuménico
para la Responsabilidad Corporativa como puntos de referencia internacionales
que podrían usarse en los códigos de las ETN y contra los cuales se podría
medir el desempeño de las ETN. Este conjunto de normas se basa en varios
convenios de la OIT y otros documentos para abordar cuestiones relacionadas
con una amplia gama de partes interesadas de las ETN, incluidos empleados,
clientes, proveedores, contratistas, accionistas, relaciones con la comunidad
y el medio ambiente (Wild, 1998).
Otra iniciativa reciente dirigida directamente a monitorear el

desempeño de las ETN en temas de responsabilidad social es la Agencia de
Acreditación del Consejo de Prioridades Económicas (CEPAA), establecida
en 1997 por el Consejo de Prioridades Económicas (CEP). Una junta asesora
que incluyó a participantes de sindicatos, universidades, grupos de derechos
humanos, corporaciones y firmas de contabilidad ayudó a redactar un
estándar de Responsabilidad Social (SA 8000), reflejando conceptualmente
el estándar de calidad ISO 9000 que ha sido ampliamente aceptado dentro
de la comunidad empresarial internacional. A partir de disposiciones de
convenios de la OIT seleccionados y principios de derechos humanos, los
redactores de SA 8000 construyeron un conjunto de normas específicas que
abordan muchos problemas laborales y de condiciones de trabajo, incluido el
trabajo infantil, la salud y la seguridad, la libertad de asociación, la negociación
colectiva, la discriminación, las horas de trabajo. y salarios Las empresas
signatarias pueden ser medidas, auditadas y acreditadas bajo SA 8000, lo
que podría proporcionar ventajas de etiquetado o de reputación si se cumplen
los estándares. Varias firmas contables internacionales están estrechamente
asociadas con esta empresa, mientras que otras empresas han indicado su
intención de utilizar este programa (Wild, 1998).
Los sindicatos participaron activamente en el desarrollo de varias

normas internacionales relacionadas con las ETN, incluidas las Líneas
Directrices de la OCDE y, principalmente, los instrumentos de la OIT
(convenios, recomendaciones, la Declaración Tripartita y la Declaración sobre
los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo). Las preocupaciones
de los sindicatos abarcan tanto las condiciones operativas en el lugar de
trabajo como los derechos procesales, como la libertad de asociación y la negociación colectiva.
Sin embargo, los sindicatos ocupan una posición un tanto diferente a la de
otros grupos de la sociedad civil, debido a su posición económica tradicional.
23
Recuadro 2. Códigos de conducta comparativos y sus procedimientos de

auditoría y seguimiento
Posibles precedentes de iniciativas para fortalecer la responsabilidad social

corporativa son dos programas que han buscado, con éxito variable, involucrar a
empresas estadounidenses en códigos de conducta colectivos, aunque voluntarios.
Cada programa requería, o promovía, cierto grado de presentación de informes por
parte de las empresas para su supervisión por parte de terceros.
Uno fueron los Principios Sullivan, que pedían a las empresas que mejoraran las
condiciones laborales y sociales de los negros en Sudáfrica durante la era del
apartheid. El otro, aún vigente, son los Principios Ceres, un programa ambiental que
cuenta con aproximadamente 50 avaladores.
Principios de Sullivan
Los Principios Sullivan fueron una creación del reverendo Leon Sullivan, un
ministro de Filadelfia, activista de los derechos civiles de los negros y miembro de la
junta directiva de General Motors Corp. (GM) en el momento de la génesis de los
Principios. Sullivan invitó a varias empresas líderes de los Estados Unidos a unirse a
él en la formulación de un conjunto de principios diseñados para guiar las actividades
corporativas en la mejora de las condiciones de los trabajadores negros, sus familias
y comunidades, que publicó en marzo de 1977, junto con representantes de las 12
principales corporaciones de los Estados Unidos. , incluyendo GM.
Los seis principios originales requerían la eliminación de la segregación de las

instalaciones, el mismo salario por el mismo trabajo, las mismas prácticas de empleo
para todos los empleados, la capacitación y el avance de los negros dentro del lugar
de trabajo, y la mejora de la vida de los empleados fuera del lugar de trabajo.
Sullivan amplió y amplió los Principios originales cuatro veces antes de dejar el
programa en 1987, para presentar objetivos cada vez más desafiantes a los signatarios
y responder a los desarrollos en Sudáfrica. Las dos ampliaciones más significativas
fueron la segunda ampliación, en mayo de 1979, que requería que los signatarios
impugnaran /...
24
(Cuadro 2, continuación)
Las leyes de control de afluencia de Sudáfrica y permitir que sus empleados se

sindicalicen, y la cuarta ampliación, en noviembre de 1984, que requería que las
empresas apoyaran el fin de todas las leyes del apartheid.
El número de empresas matrices signatarias del programa creció hasta un máximo

de más de 180 entre 1985 y 1996, pero disminuyó a partir de entonces cuando las
empresas estadounidenses se retiraron de Sudáfrica a fines de la década de 1980.
Aproximadamente 50 empresas participaron en el programa en 1994, su último año.
Según el programa, una empresa era elegible para el estatus de signatario cuando
(1) expresaba un compromiso por escrito con los Principios, (2) pagaba una evaluación
anual y (3) enviaba un cuestionario completo a la firma consultora de Arthur D. Little Inc.
(ADL) para evaluación anual. Un vicepresidente senior de ADL supervisó a los signatarios
y redactó un cuestionario anual que se esperaba que completaran los signatarios. Cada
año, ADL proporcionó un informe resumido del progreso de los signatarios en la
implementación de los Principios y enumeró cuál de las tres calificaciones recibió cada
signatario en el año.
Hubo tres calificaciones para los firmantes: I - Progresando bien, II - Progresando

aceptablemente y III - Necesita volverse más activo. Para obtener una calificación por
encima de la Categoría III, una empresa primero tenía que cumplir con 14 requisitos
básicos, entre ellos: permitir la libertad de asociación, ofrecer igual salario por igual
trabajo, pagar un salario mínimo de al menos un 30 por ciento por encima del umbral de
pobreza para una familia de cinco, asegurando que todas las instalaciones de la
compañía estuvieran disponibles para todas las carreras y asegurando que la
implementación del programa y las clasificaciones fueran revisadas regularmente con un
grupo representativo de empleados.
Si un signatario cumplía con los 14 requisitos básicos, entonces era elegible para
obtener una calificación aprobatoria (Categoría I o II), según su desempeño en "áreas
de acción" tales como capacitación de empleados y desarrollo comunitario.
Al evaluar el desempeño de las empresas, ADL se basó en gran medida en /...
25
declaraciones en el cuestionario, pero sí requería que los signatarios enviaran sus

cuestionarios completos, junto con cifras sobre la nómina total, el número de
empleados, el salario de los trabajadores peor pagados y el gasto total en asuntos
comunitarios, a una firma de contabilidad externa antes de enviarlos a ADL.
logros
Durante los primeros años, muchas de las empresas signatarias con

operaciones de fábrica estaban preocupadas por eliminar la segregación en las
instalaciones de la cafetería y los casilleros. Pero, con el paso del tiempo, el
enfoque del programa se volvió hacia la capacitación y el desarrollo, el desarrollo
comunitario y la justicia social. Entre 1981 y 1990, por ejemplo, el porcentaje de
los puestos directivos de los signatarios ocupados por sudafricanos negros
aumentó del 3 al 13 por ciento. Por el contrario, el porcentaje de puestos directivos
ocupados por negros en empresas sudafricanas era probablemente inferior al
cinco por ciento, según analistas sudafricanos. Sin embargo, algunos críticos
sugirieron que el aparente éxito de los signatarios reflejaba, en parte, el
nombramiento de negros para puestos simbólicos con poderes y responsabilidades
limitados. Menos cuestionable, sin embargo, fue la escala de la filantropía de los
signatarios.
Desde 1986 hasta 1993, los signatarios de los Principios Sullivan contribuyeron
colectivamente con casi $30 millones (medidos en dólares de 1996) para asuntos
comunitarios centrados en la población negra de Sudáfrica.
La evidencia anecdótica, así como una encuesta piloto realizada por el IRRC en
1995, sugirieron que esta inversión social de las empresas estadounidenses
superó con creces la de otras empresas de tamaño comparable en Sudáfrica.
La Declaración de Principios también impulsó a las empresas estadounidenses
inicialmente reacias a cabildear en privado y en público para poner fin a las leyes
del apartheid.
Factores motivadores
Una razón de peso para la participación de las empresas estadounidenses en

los Principios Sullivan fue que los Estados Unidos y las empresas internacionales /...
26
El movimiento contra el apartheid cobró fuerza cuando los Principios hicieron su debut.
Muchas empresas necesitaban el programa para defenderse de los críticos que decían
que sus operaciones apoyaban el apartheid. Frente a esta presión, los Principios Sullivan
tenían características que les daban credibilidad ante importantes grupos de interés, en
particular accionistas institucionales, que estaban preparados para permitir que las
empresas demostraran los beneficios del “compromiso constructivo”. Las empresas
fueron calificadas por un tercero respetado (Arthur D. Little), estas calificaciones se
hicieron públicas y durante muchos años el programa fue guiado por una figura
prominente (Sullivan) de fuera de los círculos corporativos.
Los principios de Ceres
Los Principios de Ceres fueron redactados e introducidos en septiembre de 1989

por 15 importantes grupos ambientales, así como por varios inversores institucionales
importantes, incluido el Sistema de Jubilación de Empleados de la Ciudad de Nueva
York, el sistema público de pensiones de California y el Centro Interreligioso de
Responsabilidad Corporativa, que a su vez representa más de 200 denominaciones
protestantes y órdenes católicas.
Los 10 Principios de Ceres incluyen amplias declaraciones sobre la protección de

la biosfera, el mantenimiento de los recursos naturales y la reducción del volumen de
desechos. Otras disposiciones se centran en la conservación de energía, la reducción
de riesgos y la comercialización de productos seguros. Los últimos cuatro principios, y
los más polémicos, piden a las empresas que restablezcan el medio ambiente para
reparar el daño que puedan causar, revelar los peligros potenciales de sus operaciones,
hacer que la alta gerencia y la junta directiva sean más responsables de los asuntos
ambientales y realizar auditorías ambientales anuales de sus operaciones usando un
informe estándar de Ceres, con resultados informados al público.
Hoy, la campaña de Ceres está dirigida por una junta directiva de 23 miembros que
representa a más de 50 inversionistas institucionales, grupos de interés público y
organizaciones ambientales que conforman el /...
27
(Cuadro 2, concluido)
Coalición de Ceres. El director ejecutivo de la coalición encabeza un pequeño

personal, y gran parte del trabajo de la coalición se maneja a través de cuatro
comités de coaliciones y miembros del personal. Durante los últimos 10 años, 48
empresas han respaldado los Principios de Ceres, incluidas 19 empresas que
cotizan en bolsa, entre ellas General Motors, Coca-Cola, BankAmerica, Bethlehem
Steel, Polaroid e ITT Industries.
Los costos principales de respaldar los Principios de Ceres son el pago de

las cuotas anuales (que pueden ascender a $25,000 para una empresa con
$25,000 millones o más en ventas anuales) y completar el formulario de informe
anual de Ceres. Esto último requiere un tiempo y un esfuerzo considerables para
las empresas que aún no recopilan la información solicitada para otros fines. El
ejercicio de presentación de informes proporciona una contabilidad integral de los
asuntos ambientales de la empresa; muchos patrocinadores utilizan el cuestionario
anual como base para sus propios informes ambientales corporativos. Se alienta,
pero no se exige, la asistencia de las empresas a las reuniones periódicas
convocadas por la coalición Ceres. Algunas empresas agradecen la oportunidad
de interactuar con grupos ambientalistas, inversionistas y otras empresas en un
ambiente colegiado para discutir temas ambientales y de desarrollo sostenible.
En 1998, Ceres se embarcó en una nueva Iniciativa de Informes Globales,

cuyo objetivo es establecer medidas voluntarias y estandarizadas de informes de
sustentabilidad corporativa en todo el mundo. La Iniciativa ha crecido hasta incluir
numerosas organizaciones mundiales, como el Consejo Empresarial Mundial
para el Desarrollo Sostenible, la Asociación de Contadores Públicos Certificados
(Reino Unido), el Instituto Ambiental de Estocolmo, el Colegio Imperial de
Ciencias, Tecnología y Medicina (Reino Unido) y el Programa del Medio Ambiente
de las Naciones Unidas. En abril de 1999, los miembros de la Iniciativa presentaron
formalmente en Londres el borrador de las Directrices para la elaboración de
informes de sostenibilidad corporativa que formarán la base de un programa piloto
de presentación de informes corporativos que se espera involucre a unas dos
docenas de empresas transnacionales en el año 2000.
Fuente: UNCTAD, basado en IRRC, 1999b.
28
papel en las negociaciones contractuales con las empresas. Las preferencias

generales de los sindicatos son buscar regulaciones legalmente vinculantes
sobre cuestiones laborales en lugar de códigos voluntarios de las ETN. La
dificultad de forjar tales acuerdos a nivel internacional queda demostrada por
el éxito mixto de incluso los convenios fundamentales de la OIT: no todos los
países han ratificado estas normas y, entre los que lo han hecho, a veces falta
la implementación práctica o el cumplimiento.
Varias iniciativas laborales recientes adaptan el concepto de estándares

de responsabilidad social de las empresas transnacionales al contexto de la
negociación obrero-patronal. En 1997, la Confederación Internacional de
Sindicatos Libres (CIOSL) adoptó una lista de estándares mínimos de prácticas
laborales que deberían incluirse en los códigos de conducta, que comprende
esencialmente un modelo para desarrollar acuerdos con corporaciones que
cubrirían sus prácticas así como potencialmente aquellas de socios
comerciales como franquiciados, licenciatarios, subcontratistas y proveedores
principales. Durante el mismo año, casi dos docenas de empresas y sindicatos
que representan a la industria textil/de la confección europea llegaron al
acuerdo EURATEX que identificó cuestiones laborales fundamentales, a las
que se hace referencia en los convenios de la OIT, que las empresas están
llamadas a adoptar, con un seguimiento, supervisión y revisión. proceso. Los
comités organizadores de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Sydney
también acordaron un código de prácticas laborales para los licenciatarios de
los bienes producidos para esos eventos. En otros casos, los nuevos
estándares de prácticas laborales evolucionaron a partir del uso de las
revelaciones de los medios para generar presión pública sobre las empresas
cuyos productos implicaban prácticas abusivas, sobre todo con el uso de
mano de obra infantil para coser balones de fútbol en Pakistán y la producción de alfombras en la India (Wild, 19
A pesar de tales ejemplos de éxito entre los sindicatos en la

formulación de algunas normas internacionales generales y sectoriales más
específicas, el grado de cooperación y coordinación internacional entre los
trabajadores organizados puede enfrentar limitaciones porque los intereses
todavía se perciben y persiguen esencialmente a nivel nacional, con
trabajadores en otros países que representan competidores potenciales. para
trabajos que las ETN pueden cambiar entre diferentes ubicaciones
geográficas.2 Este factor también diferencia a los trabajadores de muchos
otros grupos de la sociedad civil que parecen perseguir objetivos más
complementarios o al menos no competitivos.
29
Los grupos de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights

Watch a veces se alinean estrechamente con los grupos laborales porque una serie de
principios de derechos humanos se relacionan con las relaciones laborales y las
condiciones de trabajo, ejemplificados por algunos de los casos recientes de alto perfil
que involucran trabajo forzoso, trabajo infantil, restricciones a la libertad de asociación
y el derecho a la negociación colectiva, así como condiciones de trabajo abusivas de
“taller de explotación”. Otras cuestiones de derechos humanos se extienden a los casos
de opresión política, donde la relación con las operaciones de las ETN puede ser
indirecta en lugar de causal. A raíz de experiencias con la lucha exitosa contra el
apartheid en Sudáfrica, muchos de estos grupos emplean tácticas y estándares similares
para presionar por un comportamiento empresarial socialmente responsable en otros
países en los que existen abusos contra los derechos humanos.
Los objetivos pueden abarcar desde respetar y preservar los derechos humanos de los
empleados en el lugar de trabajo y más allá, para no aprovecharse de la situación en
estos países, hasta intervenir activamente para promover el cambio en las condiciones
políticas o interrumpir los vínculos comerciales con el país infractor.
Se puede emplear una variedad de medidas para instar a las empresas

transnacionales a adoptar una agenda de derechos humanos entre sus obligaciones de
responsabilidad social, con una lista cambiante de países como objetivos de acción aplicados.
Las actividades recientes se han centrado en generar sanciones comerciales tanto
públicas como privadas a las ETN que continúan involucradas con regímenes que
abusan significativamente de los derechos humanos. Este enfoque se ejemplifica con
las medidas adoptadas por algunos gobiernos estatales y metropolitanos de los Estados
Unidos para promulgar prohibiciones selectivas de adquisición de productos de dichas
empresas. Las organizaciones empresariales se oponen a este uso de sanciones de
compra y varios gobiernos aceptan que tales regulaciones violan las normas comerciales
de la OMC (Kline, 1999).
Los debates que involucran los estándares de derechos humanos y la

responsabilidad social de las empresas transnacionales generalmente giran en torno a
dos temas fundamentales. El primero se refiere a quién debe decidir si se producen
violaciones significativas de los derechos humanos en un país específico y cuándo. La
segunda cuestión es determinar la relación adecuada entre las obligaciones de derechos
humanos y las acciones que las entidades comerciales (en particular, las ETN con sede
en el extranjero) pueden tomar para influir en los asuntos políticos internos de un país
anfitrión. No lograr una amplia
30
el consenso sobre estos temas, quizás respaldado por los procesos

institucionales de una organización internacional relevante, corre el riesgo de
colocar a las corporaciones en una posición difícil. Las ETN objetivo pueden
verse atrapadas entre estándares de valor en competencia de no interferencia
política en los asuntos internos de un país y la búsqueda de una participación
activista en dicha política o una retirada penalizadora del país destinada a
forzar cambios en las políticas del gobierno anfitrión.
Los grupos de la sociedad civil han sido “impulsores” particularmente

exitosos de las preocupaciones ambientales (UNCTAD, 1999). Las actividades
recientes de las ONG ambientales se han centrado principalmente en instar a
los gobiernos a adoptar y mejorar los acuerdos internacionales y regionales
relacionados con la protección del medio ambiente. Indudablemente, parte de
este énfasis proviene del éxito relativo de las negociaciones internacionales
de los Protocolos de Montreal y Kyoto, con la consiguiente necesidad de un
compromiso de recursos para las actividades de seguimiento. No obstante,
continúan los esfuerzos para definir y aplicar los conceptos de responsabilidad
social a las prácticas ambientales de las TNC, que van desde los Principios
de Ceres (recuadro 2) desarrollados después del derrame de petróleo del
Exxon Valdez hasta varias iniciativas relacionadas con la gestión forestal y la
protección de regiones sensibles de la selva tropical. (IRRC, 1999c). Las ETN
también pueden ser un objetivo más individual a medida que se desarrollan
eventos o acciones particulares, como la decisión de Shell sobre Brent Spar.
Este caso en particular es notable porque Shell modificó su curso de acción
bajo la presión concertada de grupos ambientalistas, a pesar de que los planes
originales de la empresa habían sido aprobados por el Gobierno del Reino Unido.
B. Respuestas empresariales
Por las razones discutidas anteriormente, la comunidad empresarial

permanece generalmente cautelosa con respecto a las iniciativas
internacionales que exigen nuevos compromisos expansivos con las
obligaciones de responsabilidad social de las ETN. Sin embargo, en términos
más generales, la diversidad de miembros de las organizaciones empresariales
en general dificulta llegar a un consenso entre las diversas industrias sobre
una posición común que refleje los intereses y necesidades de toda la
comunidad empresarial. Al igual que con algunas instituciones
intergubernamentales compuestas por diversos países miembros, la dinámica
organizativa puede estancar la acción o llevarla a una posición de mínimo común denominador.
31
Sin embargo, algunas organizaciones empresariales ampliamente

inclusivas como la Cámara de Comercio Internacional (ICC) y la Organización
Internacional de Empleadores (IOE) han logrado definir posiciones conjuntas
sobre temas de responsabilidad social entre sus miembros y, en ocasiones,
incluso han elaborado códigos. o normas para sus miembros. La ICC, por
ejemplo, ha desarrollado y revisado códigos durante el último medio siglo que
se ocupan de las prácticas comerciales internacionales en publicidad, marketing
y ventas. También ha adoptado una declaración sobre Extorsión y Soborno en
Transacciones Comerciales (ICC, 1977) que recomienda estándares y describe
un procedimiento de queja destinado a desalentar tales prácticas. Aunque los
procedimientos de notificación de casos previstos no se usaron, los estándares
se actualizaron recientemente (ICC, 1999a), en línea con las acciones
contemporáneas tomadas contra el soborno y la corrupción por parte de la
OCDE y la OEA (OCDE, 1999; OEA, 1999; UNCTAD, 1999). Otra iniciativa
relevante de la ICC fue la Carta Empresarial para el Desarrollo Sostenible de
1990 (ICC, 1999b) que describió 16 principios para la gestión ambiental en una
acción preliminar a la Conferencia de Río de 1992.
Otros grupos empresariales colectivos se organizan en líneas nacionales,

sectoriales y/o temáticas. Las asociaciones nacionales han estado más
ocupadas en desarrollar aportes y posiciones para influir en las actividades de la ICC.
Sin embargo, la organización japonesa Keidanren se ha destacado por patrocinar
un conjunto de “Directrices para actividades de inversión en países en desarrollo”
en 1973, posteriormente revisadas varias veces y publicadas por última vez en
1996 como la “Carta Keidanren para el buen comportamiento
empresarial” (UNCTAD, 1994; Keidanren, 1999). Las corporaciones japonesas
lo citan con frecuencia como la incorporación de estándares de conducta
relevantes para sus operaciones internacionales. Unos pocos grupos de base
empresarial con miembros diversos se han organizado en torno a líneas
temáticas, particularmente relacionadas con preocupaciones ambientales. Por
ejemplo, el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible se formó
en la fase preparatoria de la Conferencia UNCED en Río de Janeiro en 1992
por líderes empresariales de una variedad de industrias diferentes.
La Iniciativa de Gestión Ambiental Global (GEMI) promueve de manera similar
los estándares ambientales entre sus miembros de manera voluntaria y de
autoaplicación.
32
Varios grupos empresariales se han organizado en torno a un tema amplio de

responsabilidad social, a menudo impulsado por la participación de altos ejecutivos.
La Mesa Redonda de Caux, con su declaración de “Principios para las Empresas”
amplios (CRT, 1999), así como los Principios Globales de Sullivan lanzados en Accra,
Ghana, en mayo de 1999, y el Foro de Líderes Empresariales del Príncipe de Gales,
son ejemplos de este tipo de actividad.
Las organizaciones sectoriales que representan ciertas industrias o líneas de

productos se han involucrado de manera aún más dinámica, generalmente impulsadas
por eventos que arrojan una luz desfavorable sobre la industria y sus miembros,
generando presión pública para la acción. Dos códigos destacados desarrollados a
nivel internacional que incluyen tanto principios generales como algunos estándares
específicos relacionados con el trabajo y las condiciones de trabajo provienen de la
Federación Mundial de la Industria de Artículos Deportivos y el Consejo Internacional
de Industrias del Juguete (OIT, 1998a). Este último código también cubre la protección
ambiental, que es el foco central de la iniciativa “Cuidado Responsable” (OIT, 1998a)
originada por la Asociación Canadiense de Productores Químicos tras la desastrosa
fuga de gas en Bhopal, India; Posteriormente fue respaldado por más de 40
asociaciones químicas en varios países. Las preocupaciones de responsabilidad social
relacionadas con los problemas de los consumidores impulsaron el desarrollo de un
Código de Prácticas de Comercialización por parte de la Federación Internacional de
Asociaciones de Fabricantes Farmacéuticos (IFPMA) (IFPMA, 1984). Este código, que
aún está en funcionamiento y está destinado a ser implementado por asociaciones
farmacéuticas nacionales, se desarrolló simultáneamente con la controversia en torno
a la comercialización de fórmula infantil que llevó a la Organización Mundial de la Salud
a adoptar un Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche
Materna en 1981. (UNCTAD, 1996).3
Muchas empresas individuales adoptan sus propios códigos de conducta que

abordan cuestiones de responsabilidad social, a veces basándose en un código de la
industria o un conjunto de principios comerciales internacionales.
No existe un recuento preciso en términos generales de estos documentos. Su número
comenzó a aumentar a mediados de la década de 1970, particularmente entre las ETN
estadounidenses atrapadas en una serie de escándalos de soborno en el extranjero.
Las adopciones de códigos más recientes por parte de ETN adicionales de Europa y
otras regiones han aumentado considerablemente la cantidad de códigos corporativos.
33
en los cientos. Aun así, estas cifras están muy por debajo de las decenas de miles de
empresas transnacionales que realizan IED, con pocas corporaciones representativas
de las empresas transnacionales de los países en desarrollo. Por lo tanto, la gran
mayoría de las ETN se mantienen neutrales o simplemente inactivas en términos de
códigos de conducta individuales.
El contenido de los códigos TNC individuales existentes varía ampliamente en

propósito, cobertura, especificidad y mecanismos de implementación (recuadro 3). Los
más relevantes para los problemas de responsabilidad social de las empresas
transnacionales responden directamente a importantes preocupaciones de los electores
externos. Sin embargo, para que sean funcionales, los códigos también deben
proporcionar una guía interna práctica para las operaciones corporativas (Kline, 1985; IRRC, 1999a).
Los principios amplios y exhortativos tienen poca credibilidad dentro o fuera de una
corporación si no abordan problemas operativos reales y procesos de toma de
decisiones. En relación con esto, un número cada vez mayor de empresas basan sus
códigos en estándares acordados internacionalmente en lugar de sus normas definidas
individualmente. El interés y la participación sostenidos y explícitos de los altos
ejecutivos también son esenciales para subrayar la importancia de un código, dándole
suficiente credibilidad para resistir las presiones de rentabilidad a corto plazo. La
sostenibilidad de los códigos depende de forma crítica de si reflejan o no los valores y
las expectativas de comportamiento de los propietarios de las empresas, los empleados,
los clientes y las comunidades en las que operan las empresas.
Las ETN individuales adoptan códigos de conducta por una variedad de

razones, que van desde el interés personal y las creencias del director ejecutivo hasta
las expectativas explícitas expresadas por importantes grupos gubernamentales u
otros grupos de interés público. A menudo, el desarrollo del código TNC es reactivo,
provocado por casos de mala conducta percibida por una empresa u otros en su
industria. A veces, las empresas son proactivas pero todavía defensivas, y formulan
códigos diseñados para evitar posibles críticas públicas. Entre los factores más
comunes que impulsan a las ETN a promulgar códigos individuales se encuentran los
siguientes: las empresas, o sus socios comerciales, han recibido críticas por sus
prácticas; la industria es de “alto riesgo” en términos de exposición o participación en
temas reconocidos de responsabilidad social; la empresa tiene un nombre o marca de
producto de “perfil alto” cuya reputación e imagen son comercialmente importantes; y
las ventas de la empresa son vulnerables a boicots de clientes organizados u otras
sanciones comerciales.
34
Entre los ejemplos recientes destacados, estos factores son evidentes

en el ímpetu de la adopción de códigos corporativos individuales por parte de
Reebok y Nike, en respuesta a las intensas críticas públicas sobre las
condiciones laborales existentes en las plantas extranjeras de algunos de sus
contratistas. Estos códigos se basaron en gran medida en la experiencia previa
de Levi Strauss & Co., que fue una de las pioneras en enunciar las normas
laborales que se esperaba que cumplieran las empresas contratistas, con riesgo
de rescisión del contrato para los infractores. Levi Strauss también fue inusual
al identificar explícitamente el historial de derechos humanos de un país como
un factor importante en las decisiones de inversión extranjera de las empresas.
Los ejemplos publicados de la aplicación real de las normas de estos códigos
por parte de la empresa dieron credibilidad a su declaración (UNCTAD, 1994).
Recuadro 3. Royal Dutch/Shell: una ilustración
El Grupo Royal Dutch/Shell ilustra una serie de puntos relacionados con el

desarrollo de códigos de TNC individuales y, al mismo tiempo, proporciona un
vínculo inusualmente explícito con las normas internacionales de responsabilidad
social. La tercera ETN más grande si se mide por activos extranjeros ($ 70 mil
millones en 1997, UNCTAD, 1999), Shell opera en el sector de recursos
naturales ambientalmente sensible, empleando a más de 100,000 trabajadores
en alrededor de 130 países con diversas características políticas y socioeconómicas.
Reconociendo que era necesario un marco de valores comunes para la
devolución de la toma de decisiones en toda la red global de Shell, la gerencia
corporativa inició en 1997 una revisión de su "Declaración de Principios
Generales de Negocios", publicada por primera vez en 1976 después de
extensas discusiones internas y externas, entrevistas y encuestas. . La revisión,
que formó parte de una revisión corporativa más amplia que comenzó en 1994,
también coincidió con dos eventos de alto perfil que sometieron a la empresa a
extensas críticas públicas por su conducta relacionada con la gestión ambiental
y los estándares de derechos humanos.
Una controversia para Shell se refería al impacto ambiental potencial de

deshacerse de su plataforma petrolera Brent Spar en el Mar del Norte, lo que
llevaría a su reciclaje como dique flotante. Antes de que se llegara a un acuerdo,
la empresa sostuvo amplias protestas organizadas e incluso disparó o
bombardeó algunas estaciones de servicio. El segundo /...
35
La controversia rodeó las actividades de Shell en Nigeria, donde sus operaciones

petroleras fueron acusadas de causar daños ambientales sustanciales, lo que
provocó una oposición significativa y, a veces, violenta por parte de la población
local. El régimen militar entonces gobernante de Nigeria usó la fuerza para
proteger las instalaciones de Shell y reprimir la oposición local que involucraba a
líderes de grupos étnicos opuestos al régimen. Los manifestantes criticaron la
participación de Shell con el régimen nigeriano y su incapacidad para garantizar
la seguridad de los disidentes.
Versiones anteriores del código de Shell habían citado su coherencia con

las Directrices de la OCDE y la Declaración Tripartita de Principios de la OIT.
La nueva versión da un apoyo explícito a los derechos humanos. Por separado,
la compañía también ha respaldado públicamente la Declaración Universal de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Se espera que las empresas que
componen Shell “expresen su apoyo a los derechos humanos fundamentales en
consonancia con la función legítima de las empresas y presten la debida atención
a la salud, la seguridad y el medio ambiente en consonancia con su compromiso
de contribuir al desarrollo sostenible”. Para poner en práctica los Principios, Shell
se comprometió a establecer programas y procedimientos de capacitación para
ayudar a los gerentes a lidiar con los dilemas de derechos humanos como parte
de un “Sistema de Gestión de Responsabilidad Social”. También acordó informar
sobre su desempeño con respecto a los Principios y permitir la auditoría
independiente de los resultados y trabajar para auditar los resultados en los
pilares económico, social y ambiental del desarrollo sostenible. El presidente de
Shell, Mark Moody-Stuart, le da cierto crédito por sus propios puntos de vista
sobre la responsabilidad social corporativa a un activista social que supuestamente
lo desafió a revertir la noción comercial estándar de una empresa y sus partes
interesadas. En lugar de ver a la corporación en el centro, rodeada por los
individuos o grupos a los que impacta o por los que se ve afectada, la perspectiva
en competencia vería a la sociedad como central, con la corporación como solo
una de las muchas partes interesadas en la sociedad (Hamilton, 1998).
Fuente: UNCTAD.
36
Aunque la mayoría de los códigos corporativos parecen estar asociados con

críticas públicas pasadas o potenciales, respaldadas por posibles sanciones
comerciales por fechorías, los incentivos positivos también pueden desempeñar un papel.
Para algunas corporaciones, la responsabilidad social corporativa proactiva se
percibe como un buen negocio. Los códigos individuales pueden servir para mejorar
la imagen corporativa y, muy posiblemente, también la rentabilidad final. Las
corporaciones pueden anunciar explícitamente su cumplimiento con los estándares
de responsabilidad social en evolución para obtener un reconocimiento público
favorable, particularmente en temas ambientales que involucran reciclaje, manejo
forestal, productos libres de CFC, pesca de atún amigable con los delfines o políticas
de no experimentación con animales. Algunas encuestas muestran que
aproximadamente la mitad o más de los clientes afirman que sus compras de
productos están influenciadas por consideraciones "éticas" (Wild, 1998).
Los fondos de inversión social también sirven para recompensar a las empresas
por su buen comportamiento en varios criterios de responsabilidad social en lugar
de simplemente penalizar la conducta objetable de otras empresas. Las estimaciones
sugieren que estos fondos administran más de $1 billón, de los cuales más de la
mitad se encuentran en carteras socialmente filtradas, incluidos los fondos mutuos
(OIT, 1998b).
El aumento de las actividades de los grupos de la sociedad civil requiere

cambios en la forma en que las empresas responden a las expectativas que los
stakeholders plantean con respecto al comportamiento de las empresas. De hecho,
las empresas se ven enfrentadas a demandas cada vez mayores en cuanto a su
responsabilidad e interacción con los grupos de la sociedad civil (Dommen, 1999).
Durante muchos años, generalmente se confiaba en que las corporaciones fueran
buenos ciudadanos corporativos sin que se requiriera ninguna actividad particular
para demostrar que esta proposición era correcta. Sin embargo, durante los últimos
20 a 30 años, las empresas se han enfrentado cada vez más a las demandas de las
ONG en muchos países (especialmente desarrollados) para proporcionar evidencia
sobre sus actividades e impactos en diferentes áreas de responsabilidad social.
Algunas empresas respondieron a este encargo redactando códigos de conducta,
otras elaborando informes especiales sobre temas relacionados con la responsabilidad
social (incluidos informes ambientales o sociales). Pero esto ya no es suficiente:
ahora se pide cada vez más a las empresas que establezcan procesos de control y
auditoría sistemáticos e independientes para demostrar cómo se implementan los
principios y políticas corporativos en las prácticas comerciales diarias (recuadro 4).4
En un paso adicional, algunas empresas están intensificar su interacción con las
partes interesadas en temas de responsabilidad social mediante
37
solicitar las opiniones de las partes interesadas sobre cuestiones sobre las que
pueden surgir conflictos o ya han ocurrido. Este proceso se puede resumir en
una secuencia de cuatro pasos:
Recuadro 4. Mattel: seguimiento de los Principios Globales de Fabricación
Mattel, Inc. es una de las compañías de juguetes más grandes del

mundo con ventas anuales de aproximadamente $5 mil millones en 1998.
Es el hogar de marcas como Barbie, Fisher-Price, Hot Wheels y Matchbox.
Mattel tiene instalaciones controladas o propiedad de la compañía en
muchos países, incluidos China, India, Indonesia, Malasia, México y Tailandia.
Estas instalaciones representan más del 70 por ciento de la producción
total de la empresa. Además, Mattel compra bienes y servicios a proveedores
de todo el mundo.
En noviembre de 1997, Mattel anunció el establecimiento de un código

de conducta, los Principios Globales de Fabricación (GMP) que cubriría
todas las instalaciones de producción propias de Mattel y las de sus
principales fabricantes contratados en todo el mundo. La gerencia de Mattel
se preocupa de que los productos de la compañía cumplan con sus
estándares de calidad global, independientemente del lugar de fabricación;
y que sus productos se fabrican en condiciones humanas y que todos los
trabajadores que participan en la producción de bienes para Mattel reciben
un trato justo y equitativo y de conformidad con las leyes y costumbres nacionales aplicables.
Sin embargo, Mattel también reconoció las crecientes críticas del público y
de los medios sobre las violaciones de los derechos humanos, los talleres
clandestinos, el empleo de niños y las condiciones de trabajo insalubres
que existían en ciertos lugares. Las GMP fueron la respuesta de la empresa
para asegurar que Mattel fuera un ciudadano corporativo responsable y que
sus productos fueran fabricados en las mejores condiciones posibles.
Disposiciones específicas se refieren a salarios y horarios; restricciones al
uso de mano de obra infantil y trabajo forzoso, discriminación por origen
étnico, características individuales o creencias religioso-personales; libertad
de asociación, prácticas comerciales legales y éticas, seguridad y calidad
del producto, entorno de trabajo seguro y saludable; evaluación y
seguimiento, cumplimiento y divulgación pública.
/...
38
Mattel espera que GMP no sea un documento estático. En cambio, está destinado
a ser un proceso proactivo sujeto a constante mejora y expansión a la luz de las
condiciones sociopolíticas y económicas emergentes. Por lo tanto, Mattel se comprometió
a mejorar los estándares GMP para todas las plantas nuevas y elevó los estándares por
encima de los GMP actuales en las plantas que estaban experimentando una expansión
o renovación significativa.
Al anunciar las GMP, Mattel también tomó otra acción que era nueva para una
TNC: acordó voluntariamente crear un consejo de supervisión independiente que
inspeccionaría y verificaría el cumplimiento de las GMP por parte de la empresa y haría
públicos sus hallazgos sin ninguna restricción por parte de la empresa. Se invitó a tres
expertos independientes en códigos de conducta, responsabilidad corporativa y asuntos
laborales y de niños en países extranjeros para crear el Consejo de Monitoreo
Independiente de Mattel para los Principios Globales de Fabricación (MIMCO), presidido
por S. Prakash Sethi.a Mattel acordó seguir las recomendaciones de MIMCO: sujeto a
las realidades económicas y las restricciones competitivas, para mejorar los sistemas ya
existentes diseñados para apoyar la educación, capacitación y habilidades de los
trabajadores que podrían conducir a una mejora significativa en los ingresos y el nivel de
vida de los trabajadores.
Ningún sistema de cumplimiento es creíble a menos que cumpla con tres criterios:
confianza pública en la independencia y reputación de los monitores para los cuales se
diseñó la iniciativa MIMCO; normas de conducta cuantificables y objetivamente medibles;
y un proceso de divulgación integral, transparente y frecuente.
Para cumplir con el segundo y tercer criterio, MIMCO, en cooperación con Mattel,
tomó una serie de pasos para garantizar que las auditorías formales cumplieran con los
criterios rigurosos de precisión de los estándares, objetividad en la medición y evaluación
del desempeño, y transparencia y claridad en los informes públicos de sus
recomendaciones. MIMCO tiene el derecho final e irrestricto, sujeto únicamente a
consideraciones de secretos comerciales y/...
39
privacidad individual, para determinar el contexto y la frecuencia de su informe al público.
• Se estableció un cronograma de auditoría de tres fases. En la primera fase,

MIMCO auditaría todas las plantas propiedad de la empresa y aquellas plantas
donde Mattel controlaba el 100 por ciento de la producción. La segunda fase
incluiría una muestra seleccionada estadísticamente de los principales
proveedores de la empresa donde Mattel era responsable de más del 70 por
ciento pero menos del 100 por ciento de la producción de una planta. La tercera
fase incluiría aquellas plantas en las que Mattel tenía el control de entre el 40 y
el 70 por ciento de la producción. Cada grupo de plantas sería auditado al
menos una vez cada tres años. Se autorizó a MIMCO a realizar auditorías
adicionales, a su propia discreción, cuando se justificaran debido a condiciones
cambiantes.
• Mattel, en cooperación con MIMCO, estableció un grupo de trabajo internacional

de más de 50 gerentes senior y expertos técnicos. Su objetivo era convertir las
GMP en estándares operativos que fueran cuantificables y objetivamente
medibles en la mayor medida posible. Por lo tanto, cada principio único de las
GMP se convirtió en una serie de criterios específicos y cuantificables que
deben cumplirse para satisfacer los requisitos de cumplimiento de las GMP.
• Los estándares operativos fueron diseñados para cumplir con uno de tres criterios.
Como mínimo, cumplirían con los estándares legales exigidos por el país en el
que se encuentra la planta. Donde los estándares específicos del país no
estuvieran disponibles, o fueran más bajos que los estándares de Mattel, las
plantas locales tendrían que cumplir con los propios estándares de Mattel. Como
propuesta a largo plazo, Mattel se esforzará por que sus plantas cumplan o
superen las mejores prácticas de la industria que prevalecen en sus regiones o
localidades específicas. Después de haber desarrollado indicadores operativos
para auditorías de campo a gran escala durante 1998, MIMCO auditó todas las
instalaciones controladas o propiedad de Mattel en Asia, tres plantas en China,
dos en Indonesia, cuatro en Malasia y una en Tailandiab.
/...
40
Informe público de los resultados de la auditoría de MIMCO
Según el acuerdo entre MIMCO y Mattel, cada gerente de planta tiene la oportunidad
de responder a las observaciones realizadas por el equipo de auditoría de MIMCO y,
cuando corresponda, comprometerse a realizar los cambios necesarios en las operaciones
de la planta. Se espera que el informe final de esta primera auditoría de MIMCO para el
público esté disponible durante el tercer trimestre de 1999. Identificará el cumplimiento de
cada planta con las GMP, así como sus deficiencias y las acciones correctivas propuestas.
Fuente: UNCTAD, basado en Sethi, 1999.

a Además, Mattel firmó un acuerdo inicial de tres años con la Escuela de
Negocios Zicklin en Baruch College, Universidad de la Ciudad de Nueva
York, para supervisar todos los aspectos del Consejo, incluidos los
presupuestos. b La auditoría de las instalaciones de la empresa en México
se pospuso hasta fines de 1999, cuando las tres plantas que Mattel
opera en el país habrían entrado en pleno funcionamiento.
•
la fase de “confía en mí”, en la que las empresas no se enfrentaban a ninguna
expectativa más allá del respeto por la ley y el orden; la fase “cuéntame”, en la
•
que se pedía a las empresas que dieran cuenta de sus principios e impactos
empresariales en relación con determinados temas de responsabilidad social;
la fase de “muéstrame”, en la que la sociedad civil pide a las empresas que
•
demuestren realmente que se adhieren a sus principios y normas; y la fase
“únete a mí”, en la que se pide a las empresas que participen activamente e
interactúen con los stakeholders en el proceso de resolución de problemas
•
relacionados con la responsabilidad social.
En la actualidad, las empresas se pueden encontrar en diferentes etapas del

modelo. Sin embargo, muchos no han prestado mucha atención a los temas de
responsabilidad social. Las que lo han hecho no necesariamente responden de la
misma manera a las expectativas de la sociedad civil, ya que las empresas individuales
se encuentran bajo diferentes presiones y, en consecuencia, responden
41
diferentemente. Aún así, parece haber una tendencia general que indica que las empresas
están poniendo más recursos para responder a las demandas de responsabilidad social y
para interactuar con grupos de la sociedad civil en temas relacionados con la
responsabilidad social.
C. Acciones gubernamentales
Las acciones gubernamentales recientes sobre temas de responsabilidad social

de las empresas transnacionales se centran en un renovado interés y actividad en las
directrices o códigos de conducta internacionales previamente formulados. Las iniciativas
en los organismos de las Naciones Unidas relacionadas con el medio ambiente y las
cuestiones laborales, así como las continuas revisiones de la OCDE de las Directrices
para Empresas Multinacionales de 1976 (UNCTAD, 1999), constituyen el enfoque principal
de esta actividad. La labor de las Naciones Unidas en cuestiones de derechos humanos
también es importante y pertinente, pero hasta la fecha no se ha centrado especialmente
en cómo las empresas transnacionales pueden relacionarse con dichas cuestiones.
Merecen especial atención los siguientes:
• La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo

(CNUMAD) sirvió como catalizador para la acción sobre los principios ambientales
relacionados con la conducta empresarial.
Los gobiernos, las empresas transnacionales y una serie de organizaciones de la
sociedad civil interesadas se unieron en torno a debates que unieron la
negociación de acuerdos intergubernamentales e iniciativas del sector privado
relacionadas, lo que generó una oleada de actividad. La Declaración de Río de
1992 (UNFCCC, 1999) proporciona la base para una serie de principios
relacionados con la gestión y la responsabilidad ambiental, algunos de los cuales
se reflejan en las iniciativas comerciales discutidas anteriormente. El Protocolo de
Montreal (PNUMA, 1999a) sobre la capa de ozono y el Protocolo de Kioto
(PNUMA, 1999b) sobre el cambio climático representan pasos significativos en el
desarrollo de metas y estándares internacionales para los gobiernos que podrían
conducir a una combinación de procesos regulatorios y voluntarios a nivel
nacional. .
•
La Organización Internacional de Normalización (ISO), que no forma parte de la
familia de las Naciones Unidas, es un grupo mixto del sector público y privado
cuyos miembros proceden de organismos nacionales de establecimiento de
normas que pueden o no
42
ser agencias gubernamentales. Impulsada en gran medida por expertos

técnicos, esta organización desarrolló la norma ISO 14001, un conjunto
de directrices del sistema de gestión dirigido más al proceso que a los
objetivos de resultados (UNCTAD, 1999). Aunque los estándares son
voluntarios, los auditores externos pueden proporcionar una certificación
de cumplimiento con la norma ISO 14001 que revisan las instalaciones
de las empresas signatarias para certificar que la empresa ha
establecido una política ambiental y un sistema de implementación de gestión.
Este enfoque, por supuesto, no estandariza resultados particulares; se
enfoca más en dirigir la atención a los problemas ambientales y alentar
los procedimientos profesionales para abordarlos. Las normas ISO
14001 han obtenido el apoyo de unas 5000 empresas, principalmente
en Europa y el Lejano Oriente. Las empresas con sede en los Estados
Unidos actualmente parecen estar más enfocadas en cumplir con los
requisitos regulatorios específicos de ese país que en objetivos de
sistemas más amplios.
•
La OIT presenta un modelo diferente, una organización tripartita en la
que los gobiernos, las empresas y los trabajadores han adoptado una
serie de convenios que establecen las normas internacionales del
trabajo, así como la Declaración Tripartita de Principios sobre las
Empresas Multinacionales y la Política Social de 1977 (UNCTAD,
1996). ). Entre más de 180 convenios adoptados a lo largo de los
ochenta años de historia de la OIT, siete convenios fundamentales
(núms. 29, 87, 98, 100, 105, 111, 138) han demostrado ser los más
importantes para dar forma a los cuatro principios básicos defendidos
por la Organización: libertad de asociación y el derecho a negociar
colectivamente; abolición del trabajo forzoso; igualdad de oportunidades
y trato en el lugar de trabajo; y eliminación del trabajo infantil (OIT,
1998b). Estos principios recibieron una atención renovada luego de una
decisión de la reunión ministerial de la OMC de 1996 de afirmar que la
OIT es el organismo competente para abordar cuestiones relacionadas
con las normas laborales internacionales fundamentales. En una
conferencia posterior de junio de 1998, la OIT adoptó una Declaración
de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el
trabajo (OIT, 1998c) en la que todos los Estados miembros se
comprometieron a aplicar los principios subyacentes a los convenios
fundamentales. Los países que ratifican una convención deben adecuar
su legislación y prácticas nacionales a los estándares de la convención,
pero no todos los países tienen
43
ratificó todas las convenciones. La Declaración de 1998 incluye en su

seguimiento un sistema de presentación de informes destinado a identificar
las necesidades de los Estados miembros en relación con la realización de
los principios y derechos fundamentales, y el diseño de esfuerzos de
asistencia técnica destinados a abordar esas necesidades. Además, para los
convenios ratificados en particular, la OIT cuenta con un amplio sistema de
supervisión y aplicación que incluye informes y mecanismos constitucionales
para examinar las quejas presentadas por las organizaciones de trabajadores
o de empleadores, o por los Estados miembros. Los convenios y la
Declaración, que se aplican directamente solo a los gobiernos, contienen
disposiciones pertinentes a la conducta de los asociados no gubernamentales
de la Organización. Así, las disposiciones de estos instrumentos han quedado
reflejadas o referenciadas en determinadas iniciativas privadas voluntarias
en materia de responsabilidad empresarial.
•
Aunque se desarrollaron con aportes de grupos asesores empresariales y
laborales, las Directrices de la OCDE son un compromiso gubernamental
más estricto para identificar estándares generales de conducta de las
empresas transnacionales que sean consistentes con la “buena ciudadanía corporativa”.
Una serie de revisiones oficiales (OCDE, 1997) desde la adopción de las
Directrices dieron como resultado ajustes periódicos a las normas, incluidas
aclaraciones de disposiciones relacionadas con el trabajo y la adición de
una sección sobre el medio ambiente. Las Directrices, revisadas por última
vez en 1994, se encuentran actualmente en un nuevo examen, cuya
finalización está prevista para mayo de 2000. Los temas laborales y
ambientales, junto con quizás la protección del consumidor, encabezan la
agenda de temas a considerar durante la revisión actual. Otros temas pueden
incluir la creación de mecanismos más proactivos para promover y monitorear
la implementación empresarial de las Directrices voluntarias.
Estos desarrollos representan las iniciativas gubernamentales recientes más

activas a nivel internacional que abordan directamente los problemas de
responsabilidad social de las empresas transnacionales. Sin embargo, se ha
dedicado mucho más tiempo y energía gubernamental a formular instrumentos
legales destinados a mejorar el clima internacional para la inversión extranjera
(UNCTAD, 1999). Por ejemplo, la dramática proliferación de más de 1.700 tratados
bilaterales de inversión crea importantes
44
derechos para las ETN, generalmente exigibles a través de mecanismos

vinculantes de solución de controversias sobre inversiones (UNCTAD, 1999).
Las disposiciones sobre inversión en acuerdos comerciales regionales como
el TLCAN, que tiene acuerdos paralelos laborales y ambientales, y el
MERCOSUR, que incluye una carta social, también apuntan a complementar
la reducción de las barreras comerciales con una liberalización paralela de las
regulaciones regionales de inversión.
A nivel nacional, un énfasis similar en la liberalización ha marcado los

cambios relacionados con la IED por parte de los gobiernos (UNCTAD, 1999).
Las discusiones paralelas sobre la responsabilidad social de las ETN han sido
muy limitadas. El Gobierno de los Estados Unidos creó un conjunto de normas
de conducta empresarial (Kline, 1991) para sus empresas que hacían negocios
en Sudáfrica bajo el antiguo régimen del apartheid.
Después de una breve consideración posterior sobre la formulación de otros
códigos específicos de países, la administración de los Estados Unidos
decidió promover un conjunto de cinco breves “Principios empresariales
modelo” que se desarrollaron en 1995 después de consultar con empresas,
trabajadores y otras ONG (OIT, 1998a). Un "Programa de Mejores Prácticas
Comerciales Globales" complementario ofrece un centro de intercambio de
información para ayudar a las empresas a desarrollar códigos de conducta
individuales que reflejen los Principios, así como para fomentar un
comportamiento similar entre socios comerciales, proveedores y subcontratistas.
Además, la administración ha fomentado el desarrollo de códigos basados en
la industria que abordan áreas problemáticas particulares. Por ejemplo, el
programa White House Apparel Industry Partnership buscó establecer un
código de conducta y un sistema de monitoreo para abordar los llamados
problemas de "talleres de explotación" que involucran condiciones laborales
abusivas en plantas extranjeras que producen ropa para la venta de minoristas
en el mercado de los Estados Unidos. El Gobierno del Reino Unido apoyó la
“Iniciativa de Comercio Ético” en 1998 que reunió a empresas, trabajadores y
ONG para discutir estándares y métodos de monitoreo que abordan problemas
de condiciones de trabajo en las cadenas de suministro corporativas (OIT,
1998a). El Gobierno de India cooperó en el desarrollo de la etiqueta “Rugmark”
destinada a promover las normas sobre trabajo infantil y luego desarrolló su
propio programa de etiquetado “Kaleen” (Wild, 1998).
45
V. PERSPECTIVAS E IMPLICACIONES POLÍTICAS
Ciertos patrones parecen estar surgiendo como resultado de estas tendencias

más recientes en la forma en que se abordan los problemas de responsabilidad social
de las empresas transnacionales. Las primeras impresiones se forman en torno al
llamativo crecimiento tanto en el número de organizaciones como en la proliferación
de iniciativas que han cobrado importancia en este ámbito. Las preocupaciones sobre
la responsabilidad social reclaman una atención cada vez mayor entre los responsables
políticos gubernamentales y empresariales, en gran parte debido al estímulo de los
grupos y actividades de la sociedad civil. Aunque la gama de temas específicos es
bastante amplia, la gran mayoría de las iniciativas recientes se enmarcan en
categorías generales relacionadas con el trabajo, el medio ambiente y los derechos humanos.
Otros temas, como la transferencia de tecnología, las prácticas competitivas, la
protección del consumidor y las relaciones comunitarias, han atraído una atención
menos reciente o se han abordado en aspectos relacionados con las otras tres
categorías. Además, por la razón explicada anteriormente, muchos de los temas que
atañen al desarrollo y, por tanto, son de particular interés para los países en
desarrollo, han atraído poca atención. El trabajo, el medio ambiente y los derechos
humanos también se relacionan con los instrumentos existentes de las Naciones
Unidas que brindan una base internacional común para identificar valores
fundamentales al tiempo que brindan procesos institucionales que pueden ayudar a
llevar adelante las actividades de seguimiento.
Si bien continúan los esfuerzos para elaborar estándares acordados para

guiar las acciones de responsabilidad social de las ETN, también existe un
reconocimiento creciente de la importancia de diseñar pasos de implementación que
den vida a la aplicación de los estándares. Por lo tanto, se están produciendo más
debates relacionados con los mecanismos de seguimiento que podrían permitir la
revisión, evaluación, revisión y mejoras en el desempeño.
En la mayoría de los casos, las preguntas cruciales de monitoreo con respecto a
“qué”, “quién” y “cómo” siguen sin resolverse, aunque hay claros esfuerzos por parte
de grupos de la sociedad civil para fomentar el uso de técnicas de sistemas de gestión
y medidas de desempeño, así como auditores independientes. Una dificultad con las
medidas de implementación es la gran variación entre los estándares en su grado de
especificidad y aplicabilidad a industrias y operaciones comerciales particulares.
Por el contrario, cuanto más específicamente se apliquen las normas y las medidas
de rendimiento a determinados productos o sectores, más
46
se produce una proliferación de normas institucionales y mecanismos de

seguimiento, generando las correspondientes demandas de tiempo, información
y recursos. De hecho, el crecimiento de la actividad en esta área ha ido
acompañado de una creciente superposición y, en ocasiones, de una aparente
competencia entre las normas en proliferación y sus grupos patrocinadores.
Una plétora de códigos puede contribuir al riesgo de inducir una "fatiga de
código" entre las corporaciones, particularmente cuando una empresa puede
participar en múltiples líneas de negocios en países de todo el mundo. Las
empresas transnacionales alineadas en patrones cambiantes de múltiples
alianzas estratégicas internacionales también pueden tener dificultades para
fusionar los diversos estándares y sistemas de información adoptados por diferentes socios de la alianza.
Un patrón positivo que surge de las tendencias recientes de

responsabilidad social es el aumento de los esfuerzos por mejorar el diálogo
entre las ETN y los grupos de interés social. Las primeras relaciones a menudo
estuvieron marcadas por la desconfianza y los malentendidos que alimentaron
un ciclo de acciones y reacciones antagónicas. Los duros comentarios públicos
y las revelaciones de conductas indebidas de las empresas siguen sirviendo
para centrar la atención en empresas transnacionales específicas. Si bien esto
puede ser necesario, las mejoras sustanciales a largo plazo a menudo
dependen de establecer un diálogo de trabajo o incluso una asociación con
representantes corporativos donde los debates sobre las diferencias tienen
como objetivo identificar soluciones mutuamente aceptables y pasos prácticos
de implementación. Por su parte, las ETN que reconocen compromisos de
responsabilidad social en un contexto global a menudo también reconocen que
los grupos de interés social pueden abrir una ventana al mundo que ofrece
valiosas perspectivas, conocimientos y acceso a recursos humanos que pueden
ayudar a una corporación internacional a buscar mejores alternativas
operativas. . Hasta el momento, este patrón parece desarrollarse más dentro
de ciertas industrias y empresas que en otras, a menudo ocurriendo en sectores
que han experimentado enfrentamientos hostiles en el pasado.
Una dificultad en este diálogo es involucrar a los diversos grupos de la

sociedad civil que persiguen iniciativas de responsabilidad social. Aunque los
grupos de la sociedad civil en algunas áreas intentan forjar coaliciones, o al
menos coordinar actividades, las corporaciones, las organizaciones
empresariales e incluso los gobiernos a menudo enfrentan la tarea de
seleccionar los socios de diálogo más apropiados entre grupos de la sociedad
civil que a veces se superponen y a veces compiten. Además, la
representatividad de un determinado grupo de la sociedad civil en términos de
47
los electores afectados de las ETN no siempre es claro, particularmente cuando

los activistas sociales en los países de origen desarrollados instan a tomar
acciones en nombre de las personas y los intereses ubicados en los países
anfitriones en otros lugares. Aunque algunos grupos de la sociedad civil han
ampliado su membresía internacional y buscan colaborar con grupos locales en
muchos países diferentes, el liderazgo en la toma de decisiones y los recursos
institucionales gastados en muchos temas de responsabilidad social de las ETN
a menudo aún se inclinan mucho hacia las perspectivas y prioridades de los
países desarrollados. países, especialmente instituciones con sede en los Estados
Unidos y Europa. A pesar de todo esto, los grupos de la sociedad civil merecen
un crédito considerable por poner la responsabilidad social en la agenda pública.
Los sindicatos, aunque muestran solidaridad en la campaña para mejorar

las normas laborales en todo el mundo, se enfrentan a una diversidad de
perspectivas e intereses entre las organizaciones de diferentes países, incluidos
lugares en los que no existen sindicatos independientes eficaces. Las
organizaciones de derechos humanos que presionan a las empresas
transnacionales para que influyan en los acontecimientos políticos de otros países
a veces se enfrentan a un desafío particularmente complicado para demostrar
que el camino que defienden hacia los objetivos acordados está en consonancia
con las preferencias y prioridades de la población extranjera más afectada. Este
dilema se ejemplifica mejor en las disputas, incluso entre grupos de derechos
humanos que persiguen el mismo objetivo final, sobre si las transnacionales
deben retirarse de un país con importantes abusos contra los derechos humanos o quedarse y trabajar por el cambio.
Un examen de las tendencias recientes de responsabilidad social de las

ETN puede mostrar dónde han surgido patrones de interacción, pero también
puede indicar dónde no se han desarrollado. Las tres categorías de cuestiones
de responsabilidad social que en los últimos años han atraído la mayor atención
a menudo se han abordado independientemente unas de otras en términos de
objetivos prioritarios. Los grupos de defensa cooperan y se coordinan en los
esfuerzos para presionar sus agendas con el gobierno y las empresas, pero la
colaboración a veces es más táctica que sustantiva, jugando con algunas áreas
fácilmente identificables de intereses superpuestos, como sindicatos y grupos de
derechos humanos que unen fuerzas para apoyar la libertad. de asociación y
negociación colectiva.
Las discusiones son importantes entre los grupos de la sociedad civil, o con las
corporaciones y los gobiernos, con respecto a qué compensaciones pueden existir.
48
y dónde deben estar las prioridades en un mundo práctico donde la atención, el

tiempo y los recursos se asignan entre muchos objetivos que valen la pena.
La discusión es especialmente crucial en relación con la gama de temas

que quedan fuera de las tres categorías dominantes, donde los objetivos deseables
pueden no cumplirse debido a la falta de atención o recursos dedicados.
Los temas de desarrollo son particularmente importantes aquí. También son
importantes los efectos secundarios potencialmente perjudiciales sobre otros
objetivos dignos que podrían resultar de impactos imprevistos (aunque
potencialmente perceptibles) que surjan de acciones específicas tomadas para
proteger el medio ambiente, mejorar las condiciones de trabajo o alterar las
circunstancias políticas en un esfuerzo por ayudar a los derechos humanos. Un
campo en el que tales compensaciones o impactos pueden ocurrir se relaciona con
una variedad de objetivos de desarrollo, particularmente para los países en
desarrollo más pequeños y las economías en transición.
Situadas en el contexto de las metas y objetivos de desarrollo, las

cuestiones relativas a la responsabilidad social de las empresas transnacionales
pueden implicar decisiones sobre cómo la formulación y aplicación de normas
particulares afectará la distribución de costos y beneficios entre empresas, industrias
y países. Una ilustración de esta noción son las diferencias que surgen entre las
perspectivas de los países desarrollados y en desarrollo sobre los estándares
apropiados de responsabilidad social de las empresas transnacionales en relación
con cuestiones de empleo, como las horas de trabajo. Las propuestas de un “piso”
mínimo que podría reducir sustancialmente las diferencias entre los países en
desarrollo y los desarrollados podrían afectar significativamente las ventajas
económicas comparativas centrales para los planes de desarrollo de un país, con
impactos en las entradas de IED, los niveles de exportación e importación y el
desarrollo empresarial local. Muchos aspectos de las demandas de mejoras pueden
justificarse frente a cualquier trasfondo cultural y se cree que es poco probable que
pongan en peligro la ventaja comparativa de los países en desarrollo. Sin embargo,
se requiere un estudio cuidadoso para examinar la relación dinámica y los efectos
interactivos entre los estándares de desarrollo y la necesidad de “medidas positivas”
para mejorar las condiciones laborales en muchos países. Incluso medidas
discretas, como el uso de métodos de certificación y etiquetado para indicar el
cumplimiento de las normas laborales o ambientales, podrían reforzar
involuntariamente los poderes competitivos de las grandes empresas transnacionales,
en detrimento de las empresas nacionales más pequeñas de un país en desarrollo.
49
que pueden carecer de los recursos para cumplir consistentemente con los
requisitos de cumplimiento, informes y auditoría externa de un sistema de gestión.
El hecho de que ahora se haya iniciado una discusión sobre algunos temas
relacionados con las condiciones de trabajo puede ayudar a reconocer cuándo y
qué medidas pueden tener consecuencias indirectas, no deseadas, si se utilizan
para establecer estándares aplicados globalmente sin una investigación previa
completa de los intereses e impactos a nivel internacional. . Desde la perspectiva
de los países en desarrollo, algunas iniciativas recientes de responsabilidad social
pueden dar la impresión de que las ETN y los grupos de la sociedad civil de los
países desarrollados están estableciendo estándares que pueden tener un impacto
importante en los objetivos de desarrollo de un país, sin que los gobiernos de los
países en desarrollo desempeñen un papel importante en la determinación de los
objetivos de desarrollo. el contenido, la implementación o el posible impacto de las
normas. A pesar de todas las mejores intenciones, cuando están respaldadas por
el poder de los consumidores en los países desarrollados, tales iniciativas podrían
funcionar como barreras no arancelarias o aumentar significativamente el costo de
la entrada competitiva en los mercados globales. Esos temores se exacerban
cuando las normas establecidas en otros países se transmiten directamente al país
anfitrión a través de los canales de inversión de las ETN.
Casos recientes muestran que esta influencia puede incluso proyectarse sin los
vínculos tradicionales de propiedad de las ETN a través del poder que ejercen los
grandes minoristas y otras empresas que pueden establecer condiciones
contractuales a lo largo de su cadena de suministro global.
Muchos de los problemas que surgen de las tendencias recientes en las

actividades de responsabilidad social de las empresas transnacionales podrían
abordarse de manera efectiva dentro de un marco que prevea la participación más
amplia posible de todas las partes relevantes. La inclusión sugiere que las Naciones
Unidas podrían desempeñar un papel importante aquí. Con su discurso de Davos,
el Secretario General de las Naciones Unidas inició tales discusiones. Su
intensificación podría tener lugar en el marco de un diálogo más estructurado entre
todas las partes involucradas que podría incluir organizaciones internacionales,
como la Organización Internacional del Trabajo, el Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Derechos Humanos, que ya han tomado medidas serias esfuerzos en materia
de responsabilidad social. El desarrollo tendría que ocupar un lugar central en este
diálogo, ya que es la principal preocupación de la mayoría de la humanidad.
50
y porque está, en todo caso, íntimamente ligada a objetivos sociales,

ambientales y de derechos humanos. La UNCTAD tendría un papel particular
que desempeñar a este respecto. Sobre la base de la propuesta de un pacto
mundial hecha por el Secretario General, el diálogo podría examinar cómo los
nueve principios básicos (recuadro 1), así como las consideraciones de
desarrollo, podrían traducirse en prácticas corporativas. A través de este
proceso, un intercambio de experiencias, un balance y análisis de los esfuerzos
existentes en esta área, así como la identificación de elementos comunes y
mejores prácticas. Después de todo, “las empresas pueden promover mejor los
derechos humanos y mejores estándares laborales y ambientales mediante la
forma en que conducen sus propios negocios y mediante la difusión de buenas
prácticas corporativas” (ONU, 1999, p.2); presumiblemente, esto se aplica
también a las consideraciones de desarrollo.
Además, se pueden hacer esfuerzos para ayudar a la creación de capacidad
entre los grupos de la sociedad civil en los países en desarrollo, para reflejar y
representar las necesidades especiales de estos países en este diálogo y
debates internacionales sobre la responsabilidad social en general.
La creciente interdependencia económica de la comunidad mundial, a

la que ha contribuido significativamente la liberalización de los regímenes
internacionales de inversión y comercio, tiene un gran potencial para mejorar el
nivel de vida de las personas en todo el mundo.
Sin embargo, se deben hacer mayores esfuerzos para manejar los costos de
ajuste y las perturbaciones sociales y económicas que acompañan a la
globalización. Al asumir una mayor responsabilidad social, las empresas pueden
ayudar en estos esfuerzos. Esto es en su propio interés internacional.
Es precisamente el propósito del pacto global contribuir al surgimiento de
“valores y principios compartidos, que darán un rostro humano al mercado
global” (Annan, 1999, p. 2), la base de una sociedad global estable y economía.
Si no se construyen tales cimientos, se podría generar una reacción violenta
contra las políticas de liberalización que, en primer lugar, brindan el marco de
derechos legales dentro del cual las empresas persiguen estrategias comerciales
globales.
Con estos derechos globales en expansión, sin embargo, vienen las
responsabilidades correspondientes de la “ciudadanía corporativa global”,
incluida la preocupación por el desarrollo, la prioridad de la gran mayoría de la
población mundial. Los límites sociales para las ETN en el siglo XXI serán la
comunidad global.
51
notas
1 Para una elaboración del punto de que no todos los estándares que han sido identificados
según sea apropiado en un país tiene que ser apropiado en otro país,
especialmente cuando se encuentran en diferentes etapas de desarrollo, véase Leisinger,
Próximamente, págs. 10-12.
2 Sin embargo, a pesar de esta fuente de potencial conflicto de intereses, la comunidad internacional
El movimiento sindical hasta ahora ha mostrado pocas señales de disputa sobre el tema.
3 Las Naciones Unidas proporcionan otro ejemplo de códigos específicos de la industria.
Convenio sobre el Control de los Movimientos Transfronterizos de Desechos Peligrosos
y su Disposición (UNCRTD).
4 Cabe señalar que los propios procesos de seguimiento, incluidos los
uno presentado en el recuadro 4, y en particular la cuestión de si realmente son
“independientes” son temas de discusión entre las empresas y la sociedad civil.
52
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venta S.95.II.A.9.
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UNCTAD) Publicación de las Naciones Unidas, números de venta.
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Competition Policy (Ginebra y Nueva York: Naciones Unidas), publicación de las Naciones
Unidas, número de venta S.97.II.D.10.
________ (1999). World Investment Report 1999:Foreign Direct Investment and the Challenge of
Development (Ginebra: Naciones Unidas), publicación de las Naciones Unidas, número de
venta S.99.II.D.3.
________ (próximamente). Instrumentos de inversión internacionales: un compendio, vol.

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de octubre de 1998 (Nueva York: OIT), mimeografiado.
56
Selección de publicaciones de la
UNCTAD sobre empresas transnacionales e
inversión extranjera directa
A. Estudios individuales
World Investment Report 1999: Inversión Extranjera Directa y Desafío del

Desarrollo. 536 pág. Número de venta E.99.II.D.3. $45
World Investment Report 1999: Inversión Extranjera Directa y Desafío del

Desarrollo. Una visión general. 75 págs. Gratis.
Inversión Extranjera Directa en África: Desempeño y Potencial. 89 pág.

UNCTAD/ITE/IIT/Misc. 15.
La crisis financiera en Asia y la inversión extranjera directa: una evaluación.

101 págs. Número de venta GV.E.98.0.29. $20
Informe sobre las Inversiones en el Mundo 1998: Tendencias y Determinantes.

430 págs. Número de venta E.98.II.D.5. $45
Informe sobre las Inversiones en el Mundo 1998: Tendencias y Determinantes.

Una visión general. 67 pág. Gratis.
Tratados Bilaterales de Inversión a mediados de la década de 1990. 314 pág. Número de ventas
E.98.II.D.8. $46.
Manual sobre Inversión Extranjera Directa de Pequeñas y Medianas Empresas:

Lecciones de Asia. 200 págs. Número de venta E.98.II.D.4. $48.
Manual sobre Inversión Extranjera Directa de Pequeñas y Medianas Empresas:

Lecciones de Asia. Resumen ejecutivo e informe sobre la Conferencia de
Kunming. 74 págs. Gratis.
Inversión Internacional Hacia el Año 2002. 166 p. Número de venta

GV.E.98.0.15. $29. (Publicación conjunta con Invest in France Mission y
Arthur Andersen, en colaboración con DATAR).
World Investment Report 1997: Empresas transnacionales, estructura

de mercado y política de competencia. 420 págs. Número de ventas
E.97.II.D.10. $45
World Investment Report 1997: Empresas transnacionales, estructura

de mercado y política de competencia. Una visión general. 70 págs.
Gratis.
Inversión Internacional Hacia el Año 2001. 81 p. Número de venta

GV.E.97.0.5. $35. (Publicación conjunta con Invest in France Mission y Arthur
Andersen, en colaboración con DATAR).
Directorio Mundial de Inversiones. vol. VI: Asia Occidental 1996. 192 p.

Número de venta E.97.II.A.2. $35.
Directorio Mundial de Inversiones. vol. V: África 1996. 508 p. Número de

venta E.97.II.A.1. $75.
Compartiendo el dinamismo de Asia: inversión directa asiática en la

Unión Europea. 192 págs. Número de venta E.97.II.D.1. $26.
Empresas transnacionales y desarrollo mundial. 656 pág.

ISBN 0-415-08560-8 (tapa dura), 0-415-08561-6 (tapa blanda). £ 65 (tapa
dura), £ 20.00 (tapa blanda). (Publicado por International Thomson Business
Press en nombre de UNCTAD.)
Empresas sin Fronteras: Empresas Transnacionales en la década de

1990. 224 págs. ISBN 0-415-12526-X. 47,50 libras esterlinas. (Publicado por
International Thomson Business Press en nombre de UNCTAD.)
El Nuevo Globalismo y los Países en Desarrollo. 336 pág. ISBN

92-808-0944-X. $25 (Publicado por United Nations University Press).
Invertir en el dinamismo de Asia: inversión directa de la Unión Europea

en Asia. 124 págs. ISBN 92-827-7675-1. 14 ecus. (Publicación conjunta con
la Comisión Europea.)
58
Selección de publicaciones de la UNCTAD sobre empresas

transnacionales e inversión extranjera directa
Informe sobre las Inversiones en el Mundo 1996: Acuerdos de Inversión,

Comercio y Políticas Internacionales. 332 págs. Número de venta E.96.II.A.14. $45
Informe sobre las Inversiones en el Mundo 1996: Acuerdos de Inversión,

Comercio y Políticas Internacionales. Una visión general. 51 págs. Gratis.
Instrumentos de inversión internacional: un compendio. vol. I. 371 pág.

Número de venta E.96.II.A.9; vol. II. 577 pág. Número de venta E.96.II.A.10; vol.
tercero 389 pág. Número de venta E.96.II.A.11; el conjunto de 3 volúmenes,
número de venta E.96.II.A.12. $125.
World Investment Report 1995: Empresas transnacionales y competitividad.

491 pág. Número de venta E.95.II.A.9. $45
World Investment Report 1995: Empresas transnacionales y competitividad.

Una visión general. 51 págs. Gratis.
Contabilidad para la Gestión Forestal Sostenible. Un caso de estudio. 46

págs. Número de venta E.94.II.A.17. $22.
Pequeñas y Medianas Empresas Transnacionales. Resumen Ejecutivo e
Informe de la Conferencia de Osaka. 60 págs. Gratis.
Informe sobre las inversiones en el mundo 1994: empresas transnacionales,

empleo y lugar de trabajo. 482 págs. Número de venta E.94.II.A.14. $45
Informe sobre las inversiones en el mundo 1994: empresas transnacionales,

empleo y lugar de trabajo. Un resumen ejecutivo. 34 págs. Gratis.
Liberalización de las transacciones internacionales de servicios: un manual.

182 págs. Número de venta E.94.II.A.11. $45 (Publicación conjunta con el Banco
Mundial.)
Directorio Mundial de Inversiones. vol. IV: América Latina y el Caribe. 478

pág. Número de venta E.94.II.A.10. $65.
Conclusiones sobre Contabilidad y Reporte de Empresas Transnacionales.

47 págs. Número de venta E.94.II.A.9. $25
59
Contabilidad, Valoración y Privatización. 190 págs. Número de venta E.94.II.A.3.

$25
Gestión Ambiental en Empresas Transnacionales: Informe de la Encuesta

Benchmark de Medio Ambiente Empresarial. 278 págs. Número de venta
E.94.II.A.2. $29,95.
Consultoría de gestión: una encuesta de la industria y sus empresas más

grandes. 100 págs. Número de venta E.93.II.A.17. $25
Empresas transnacionales: una bibliografía selectiva, 1991-1992. 736 p.

Número de venta E.93.II.A.16. $75. (Francés inglés.)
Pequeñas y medianas empresas transnacionales: papel, impacto e
implicaciones políticas. 242 págs. Número de venta E.93.II.A.15. $35.
World Investment Report 1993: Empresas transnacionales y producción

internacional integrada. 290 págs. Número de venta E.93.II.A.14. $45
World Investment Report 1993: Empresas transnacionales y producción

internacional integrada. Un resumen ejecutivo. 31 págs. ST/CTC/159. Gratis.
La inversión extranjera y los vínculos comerciales en los países en

desarrollo. 108 págs. Número de venta E.93.II.A.12. $18.
Directorio Mundial de Inversiones 1992. vol. III: Países desarrollados. 532

págs. Número de venta E.93.II.A.9. $75.
Empresas transnacionales de países en desarrollo: impacto en sus países

de origen. 116 págs. Número de venta E.93.II.A.8. $15
Canjes de Deuda por Capital y Desarrollo. 150 págs. Número de venta

E.93.II.A.7. $35.
Del Mercado Común a la CE 92: Integración Económica Regional en la

Comunidad Europea y Empresas Transnacionales. 134 págs. Número de
venta E.93.II.A.2. $25
60

Directorio Mundial de Inversiones 1992. vol. II: Europa Central y del Este.
432 págs. Número de venta E.93.II.A.1. $65. (Publicación conjunta con la
Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas).
El Directorio de Empresas Este-Oeste 1991/1992. 570 págs. Número de ventas

E.92.II.A.20. $65.
Informe sobre las inversiones en el mundo 1992: Las empresas

transnacionales como motores del crecimiento: un resumen ejecutivo. 30
págs. Número de venta E.92.II.A.24. Gratis.
World Investment Report 1992: Transnational Corporations as Engines of

Growth. 356 págs. Número de venta E.92.II.A.19. $45
Directorio Mundial de Inversiones 1992. vol. I: Asia y el Pacífico. 356 págs.

Cambio Climático y Empresas Transnacionales: Análisis y Tendencias.

110 págs. Número de venta E.92.II.A.7. $16.50.
Inversión Extranjera Directa y Transferencia de Tecnología en India. 150

págs. Número de venta E.92.II.A.3. $20
Los determinantes de la inversión extranjera directa: un estudio de la
evidencia. 84 págs. Número de venta E.92.II.A.2. $12,50.
El impacto de las medidas de inversión relacionadas con el comercio en

el comercio y el desarrollo: teoría, evidencia e implicaciones políticas. 108
págs. Número de venta E.91.II.A.19. $17.50. (Publicación conjunta con el
Centro de las Naciones Unidas sobre Empresas Transnacionales).
Divulgación de Empresas Transnacionales y Riesgos Industriales. 98

págs. Número de venta E.91.II.A.18. $17.50.
Información comercial transnacional: un manual de necesidades y fuentes.

216 págs. Número de venta E.91.II.A.13. $45
Informe de inversión mundial 1991: La tríada en inversión extranjera

directa. 108 págs. Venta No.E.91.II.A.12. $25
61
B. Serie de documentos temáticos sobre los IIA
Trato Nacional. Serie UNCTAD sobre temas de acuerdos internacionales de

inversión. 104p. Número de venta E.99.II.D.16. $12.
Trato justo y equitativo. Serie UNCTAD sobre temas de acuerdos internacionales

de inversión. 64p. Número de venta E.99.II.D.15. $12.
Medidas comerciales relacionadas con las inversiones. Serie UNCTAD sobre

temas de acuerdos internacionales de inversión. 64p. Número de venta
E.99.II.D.12. $12.
Trato de nación más favorecida. Serie UNCTAD sobre temas de acuerdos

internacionales de inversión. 72p. Número de venta E.99.II.D.11. $12.
Admisión y Establecimiento. Serie UNCTAD sobre temas de acuerdos

Alcance y Definición. Serie UNCTAD sobre temas de acuerdos internacionales

de inversión. 96p. Número de venta E.99.II.D.9. $12.
Los precios de transferencia. Serie UNCTAD sobre temas de acuerdos

Inversión Extranjera Directa y Desarrollo. Serie UNCTAD sobre temas de

acuerdos internacionales de inversión. 88p. Número de ventas
E.98.II.D.15. $12.
C. Publicaciones seriadas
Estudios Actuales, Serie A
Nº 30. Incentivos e Inversión Extranjera Directa. 98 págs. Número de

venta E.96.II.A.6. $30 (Francés inglés.)
62
Selección de publicaciones de la UNCTAD sobre transnacional

corporaciones e inversión extranjera directa
Nº 29. Inversión Extranjera Directa, Comercio, Ayuda y Migración.

100 págs. Número de venta E.96.II.A.8. $25 (Publicación conjunta con el
Organización internacional de migración.)
Nº 28. Inversión Extranjera Directa en África. 119 págs. Número de ventas

E.95.II.A.6. $20
Nº 27. Negociabilidad de Servicios Bancarios: Impacto y

Trascendencia. 195 págs. Número de venta E.94.II.A.12. $50
Nº 26. Explicación y pronóstico de los flujos regionales de divisas

Investigacion directa. 58 págs. Número de venta E.94.II.A.5. $25
nº 25. Negociabilidad Internacional en Servicios de Seguros. 54

pág. Número de venta E.93.II.A.11. $20
Nº 24. Derechos de Propiedad Intelectual y Directo Extranjero

Inversión. 108 págs. Número de venta E.93.II.A.10. $20
No. 23. La Transnacionalización de las Industrias de Servicios: Una

Análisis Empírico de los Determinantes de la Inversión Extranjera Directa
por las empresas transnacionales de servicios. 62 págs. Número de venta E.93.II.A.3.
$15
Nº 22. Los Bancos Transnacionales y el Endeudamiento Externo

de los países en desarrollo: impacto de los cambios regulatorios. 48 págs.
Nº 20. Inversión Extranjera Directa, Deuda y País de Origen

Políticas. 50 págs. Número de venta E.90.II.A.16. $12.
No. 19. Nuevos Temas en la Ronda Uruguay de Acuerdos Multilaterales

Negociaciones Comerciales. 52 págs. Número de venta E.90.II.A.15. $12,50.
Nº 18. Inversión Extranjera Directa y Reestructuración Industrial

en Mexico. 114 págs. Número de venta E.92.II.A.9. $12.
No. 17. Políticas Gubernamentales e Inversión Extranjera Directa.

68 págs. Número de venta E.91.II.A.20. $12,50.
63
The United Nations Library on Transnational Corporations (Publicado

por Routledge en nombre de las Naciones Unidas).
Conjunto A (conjunto en caja de 4 volúmenes. ISBN 0-415-08554-3. £

350): Volumen uno: La teoría de las empresas transnacionales. 464 pág.
Volumen Dos: Empresas Transnacionales: Una Perspectiva Histórica.

464 pág.
Volumen Tres: Empresas Transnacionales y Desarrollo Económico.
448 págs.
Volumen Cuatro: Empresas Transnacionales y Estrategia Empresarial.
416 pág.
Conjunto B (conjunto en caja de 4 volúmenes. ISBN 0-415-08555-1. £

350): Volumen cinco: Gestión financiera internacional. 400 págs.
Tomo Seis: Organización de las Empresas Transnacionales. 400 págs.
Volumen Siete: Gobiernos y Empresas Transnacionales. 352 págs.
Volumen Ocho: Empresas Transnacionales y Comercio y Pagos

Internacionales. 320 págs.
Juego C (Juego en caja de 4 volúmenes. ISBN 0-415-08556-X. £ 350):

Volumen nueve: Empresas transnacionales e integración económica
regional. 331 pág.
Tomo Diez: Las Empresas Transnacionales y la Explotación de los
Recursos Naturales. 397 págs.
Volumen Once: Empresas Transnacionales e Industrialización. 425
págs.
Volumen Doce: Empresas Transnacionales de Servicios. 437 pág.
Juego D (Juego en caja de 4 volúmenes. ISBN 0-415-08557-8. £ 350):

Volumen Trece: Formas cooperativas de actividad de corporaciones
transnacionales. 419 pág.
Tomo Catorce: Empresas Transnacionales: Precios de Transferencia y
Tributación. 330 págs.
64

Volumen Quince: Empresas Transnacionales: Estructura de Mercado

y Desempeño Industrial. 383 pág.
Volumen Dieciséis: Empresas Transnacionales y Recursos Humanos.
429 pág.
Conjunto E (conjunto en caja de 4 volúmenes. ISBN 0-415-08558-6.

£ 350): volumen diecisiete: empresas transnacionales y actividades
innovadoras. 447 págs.
Volumen Dieciocho: Empresas transnacionales y transferencia de
tecnología a países en desarrollo. 486 págs.
Tomo Diecinueve: Empresas Transnacionales y Derecho Nacional.
322 págs.
Volumen Veinte: Empresas Transnacionales: El Marco Legal
Internacional. 545 págs.
D. Diarios
Corporaciones Transnacionales (anteriormente The CTC Reporter).
Publicado tres veces al año. Precio de suscripción anual: $45;

ediciones individuales $20.
ProInvest, un boletín trimestral, disponible de forma gratuita.
Las publicaciones de las Naciones Unidas pueden obtenerse en librerías

y distribuidores de todo el mundo. Consulta en tu librería o escribe a:
sesenta y cinco
Publicaciones de las Naciones Unidas
Sección de Ventas O Sección de Ventas

Sala DC2-0853 Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra
Secretaría de las Naciones Unidas Palacio de las Naciones
Nueva York, NY 10017 CH-1211 Ginebra 10
EE. UU. Suiza
Teléfono: (1-212) 963-8302 o (800) 253-9646
Teléfono: (41-22) 917-1234
Fax: (1-212) 963-3489 Fax: (41-22) 917-0123
Correo electrónico: publishing@un.org Correo electrónico: unpubli@unorg.ch
Todos los precios se cotizan en dólares estadounidenses.

Para obtener más información sobre la labor de la División de Inversiones,
Technology and Enterprise Development, UNCTAD, por favor diríjase a
consultas a:
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarollo

División de Inversión, Tecnología y Desarrollo Empresarial
Palacio de las Naciones, Sala E-9123
CH-1211 Ginebra 10
Suiza
Teléfono: (41-22) 907-5707
Fax: (41-22) 907-0194
Correo electrónico: almario.medarde@unctad.org
66
CUESTIONARIO
La Responsabilidad Social de
Corporaciones transnacionales
Para mejorar la calidad y la pertinencia de la labor de la División

de Inversiones, Tecnología y Desarrollo Empresarial de la UNCTAD,
sería útil recibir las opiniones de los lectores sobre esta y otras
publicaciones similares. Por lo tanto, le agradeceríamos mucho que
completara el siguiente cuestionario y lo devolviera a:
Encuesta de Lectores
UNCTAD División de Inversión, Tecnología y Empresa
Desarrollo
Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra
Palacio de las Naciones
Sala E-9123
CH-1211 Ginebra 10
Suiza
Fax: 41-22 907-0194
1. Nombre y dirección del encuestado (opcional):
2. ¿Cuál de las siguientes describe mejor su área de trabajo?

Gobierno Empresa pública
Institución de empresa académico o

privada investigar
Internacional
organización Medios de comunicación
sin fines de lucro

organización Otra especificar)
3. ¿En qué país trabajas?
4. ¿Cuál es su valoración del contenido de esta publicación?

Excelente Adecuado
Bueno Pobre
5. ¿Qué tan útil es esta publicación para su trabajo?
Muy útil De alguna utilidad son irrelevantes
6. Indique las tres cosas que más le gustaron de este

publicación:
7. Indique las tres cosas que menos le gustaron de este

publicación:
8. Si ha leído más que la presente publicación del

UNCTAD División de Inversión, Desarrollo Empresarial y
Tecnología, ¿cuál es su valoración general de ellas?
consistentemente bueno Suele ser bueno, pero con

algunas excepciones
Generalmente mediocre Pobre
9. En promedio, ¿qué tan útiles son estas publicaciones para usted?

¿en tu trabajo?
Muy útil De alguna utilidad son irrelevantes
10. ¿Es usted un receptor habitual de Empresas Transnacionales ?

(anteriormente The CTC Reporter), la revista arbitrada trianual de la División
¿diario?
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CONFERENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE COMERCIO Y DESAROLLO

En las tablas se han utilizado los siguientes símbolos:

Un guión (-) indica que el artículo es igual a cero o su valor es insignificante;

Un espacio en blanco en una tabla indica que el artículo no es aplicable;

Las tasas anuales de crecimiento o cambio, a menos que se indique lo contrario, se

El material contenido en este estudio se puede citar libremente con las

La publicación del presente documento por parte de la UNCTAD

La respuesta de una palabra es "globalización". Si ya es bastante

Estas son, entonces, las consideraciones —la forma en que la

Este folleto fue preparado por John M. Kline en cooperación con

La producción estuvo a cargo de Bartolomeo D'Addario.

Para más información póngase en contacto:

Ludger Odenthal (tel: 41 22 9076325, fax:

Estoy fingiendo .................................................. ... ............................................................. . ... iii

I I. SIGNIFICADOS DE SOCIAL CORPORATIVO

A . Más allá de la filantrofia y el cumplimiento

B . Evolución de los contratos sociales corporativos y

responsabilidad social ................................................ .................. 7

D . Empresa, sociedad civil y gobierno

F. Aspectos internacionales de la empresa

tercero LA CRECIENTE IMPORTANCIA DE LAS TNC

IV. DESARROLLOS RECIENTES EN CORPORATIVO

V. PERSPECTIVAS E IMPLICACIONES POLÍTICAS .................. 46

Notas .................................................. .................................................... ...... 5 2

Referencias .................................................. ............................................. 5 3

Publicaciones seleccionadas de la UNCTAD sobre las ETN y la IED ..... 5 7

Cuestionario .................................................. ...................................... 6 7

1 . Hacia un pacto mundial para el nuevo siglo ......... 17

I. EL CONTEXTO DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL

La privatización, la desregulación y la liberalización crean más espacio para que

La responsabilidad social corporativa se refiere a cómo las empresas comerciales

La responsabilidad social de las empresas transnacionales

Las ETN, por definición, operan en múltiples sociedades alrededor del

Los modelos económicos que se basan en disciplinas de mercado

II. SIGNIFICADOS DE RESPONSABILIDAD

La responsabilidad social empresarial abarca una serie de significados

A. Más allá de la filantropía y el cumplimiento de la ley

La responsabilidad social corporativa a veces se equipara erróneamente

La tradición filantrópica tiene sus raíces en los orígenes personales o

La responsabilidad social de las empresas transnacionales

Puede surgir una confusión entre la filantropía corporativa y la

El cumplimiento de los requisitos legales constituye un estándar mínimo

El cumplimiento de la ley, entonces, no es más que un estándar mínimo de

B. Contratos sociales corporativos en evolución e intereses de las

La base intelectual de la mayoría de los puntos de vista en evolución sobre la

En varios aspectos, la teoría del contrato social ayuda a cerrar la brecha

La responsabilidad social de las empresas transnacionales

es adjuntar un sentido más fuerte de deber u obligación moral a la actividad

El análisis de las partes interesadas representa un concepto

No existe consenso sobre una lista única de partes interesadas

El tamaño, el alcance y el impacto de las ETN modernas amplían sus

C. Alcance y contenido de la responsabilidad social empresarial

El alcance de la responsabilidad social empresarial es conceptualmente

La responsabilidad social de las empresas transnacionales

impactos directos, así como efectos secundarios no deseados u otras

Aunque la lista de cuestiones que pueden incluirse en una definición

los países desarrollados participan en debates sobre la responsabilidad

D. Percepciones de las empresas, la sociedad civil y el gobierno

La relación entre los estándares de responsabilidad social corporativa

La aversión de la comunidad empresarial a las normas jurídicas

La responsabilidad social de las empresas transnacionales