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El mundo del trabajo

y las organizaciones
desde la perspectiva de las
prácticas inhumanas l

Fernando Cruz Kronfly1.

I Fragmento tomado de un texto de mayor


extensión, en elaboración, que el autor
espera publicar en forma de libro en el
inmediato futuro.
1 Profesor titular de la Facultad de Ciencias
de la Administración de la Universidad
del Valle. Doctor Honoris Causa en litera-
tura. Integrante del Grupo de Humanismo
y Gestión.
La modernidad, en la era del capi- zando camino de la solución, por la
talismo, es la época por excelencia de vía de la eliminación definitiva de lo
las organizaciones. Entre el mundo mo- inhumano en el trabajo. ¿Es esto real-
derno y el reino de las organizaciones mente así? ¿El gran programa de nues-
existe un tejido de relaciones mutua- tro tiempo consiste. entonces. en pro-
mente constituyente. Pues bien, des- piciar y en propender por organiza-
de hace muchas décadas, las organi- ciones cada vez más humanas, como
zaciones empresariales públIcas y pri- la ardilia que acumula en su nido nue-
vadas han venido insistiendo en la ces de humanidad hasta que el nido
necesidad de considerar al suboniina- esté completamente lleno y el objeri-
do en su seno y en los procesos de vo plenamente cumplido? ¿Se puede
uabajo, como un ser humano. ¿Por qué aspirar a organizaciones. empresarios,
razón tanta insistencia, respecto de gerentes y administradores cada vez
algo que parece tan obvio? ¿A qué se más humanos, camino de una Solu-
debe la pertinaz resistencia que actúa ción final. de una salida entendida
en eljefe, capaz de malograr algo que como la eliminación definitiva de lo
parece tan axiomático a la conciencia inhumano en el reino del trabajo?
moderna c! ¡Qué descubrimiento!: el tra- Pero, si lo anterior resulta imposi-
bajador y el empleado también son ble o al menos bastante ingenuo, ha-
seres humanos por igual, no lo sabía- bida cuenta de la bancarrota del he-
mos. ¡Y qué generosidad el admitirlo! chizo del progreso, entonces ¿qué ha-
Finalmente. ¡qué "novedad" de algo cer? ¿Aceptar que no existe salida al-
tan obvio! guna y por tanto no hacer nada, o por
Al trabajador y al empleado hay el contrario proponerse un programa
que tratarlo entonces, de ahora en permanente contra lo inhumano en la
adelante, r,omo a un verdadero ser cultura? Pues bien, en este segundo
humano, puesto que a todas luces lo caso, que parece lo más sensato, la
es. Hasta aquí. vale la noble inten- tarea h2.j' que proponérsela como una
ción. Pero ocurre que la mítica del pro- tarea permanente, a sabiendas de que
greso se mezcla con la propuesta de dicho programa tendría qu~ ser reco-
un trato más humano al subordinado, menzado cada que nace un niño. Se
mezcla de la cual deriva la muy discu- trata de un programa auténticamente
tible suposición según la cual si se secular y por fuera del hechizo del pro-
continúa avanzando por esta genero- greso entendido como camino que
sa dirección, estaríamos garantizan- conduce a una Solución final y defini-
do que, efectivamente, vamos avan- tiva de lo inhumano, ejecutado por

CUADERNOS DE ADMlNISfIlACIÓN/ UNIVERSIDAD DEL V ALLEI N° 27/1VIARZo DE 2002 15


sujetos y sobre sujetos humanos si- humano tiende a mirar la düerencia del
tuados a conciencia en la dimensi6n otro como una amenaza a su identi-
trágica de la existencia, capaces de dad, y a organizarse en torno de un
depositar todo el optimismo de su co- "nosotros" respecto del cual "ellos",
raz6n y de los sentimientos en él y lu- es decir los demás suelen ser vistos
char, contra el pesimismo de la raz6n y como extraños, sospechosos, enemi-
asumiendo la tragedia humana con rea- gos. Todo lo cual se acentúa cuando
lismo y alegria, para que el mundo fu- existen intereses diferentes de por
turo del trabajo no sea entendido como medio, capaces de marcar la frontera
un paraíso ut6pico idealizado e irreal, de la diferencia entre el "nosotros" y
donde lo inhumano haya sido borrado el "ellos", y cuando el poder se con-
para siempre, sino más bien como el vierte en el eje que hace grande la pe-
resultado de un programa de humani- queña diferencia, como ocurre en las
zación permanente -aunque nunca pro- organizaciones.
gresivo-, a sabiendas de que lo inhu- Insisto en que el acto inhumano se
mano es constitutivo de la identidad produce, ya sea en la sociedad, en la
humana y de que, por lo tanto, resulta cultura o en las organizaciones produc-
ineliminable de la cultura y del reino tivas, cuando de parte de alguien se
del trabajo. niega total o parcialmente al otro que
Demasiadas condiciones, quizás, es diferente su plena condición de hu-
para muy precarios logros. Pero, si esto manidad. De este modo, cuando afirmo
es viable, este sería el camino a seguir, que lo inhumano es ineliminable de la
sin pensar que por eso mismo la hu- sociedad, la cultura y las organizacio-
manidad o parte de ella se consideren nes, lo que deseo significar es que la
en estado de ir avanzando hacia la So- agresividad en general, así como la vio-
lución definitiva de lo inhumano en la lencia y hasta los actos inhumanos, en
cultura y en el trabajo. Lo que deseo particular, fo rman parte constitutiva del
enfatizar, entonces, es que la elimina- proce~o de configuraci6n original de la
ción de lo inhumano de la condici6n identidad de todo ser humano. De ahí
humanan no debe hacer parte de un la dificultad de reconocer en el "otro"
programa realista para las organizacio- que es el subordinado su plena condi-
nes, la sociedad y la cultura. Lo inhu- ción de humanidad. Y de ahí que parez-
mano es ineliminable, pero es posible ca una perogrullada insistir en un trato
inhibirlo, desviarlo, controlarlo, regla- "más humano" para con el subordina-
mentarIo. El control de lo inhumano do, en la medida en que ya está sufi-
debe enfrentarse entonces como un cientemente claro que el subordinado,
programa permanente, como algo que después de todo, también es un ser
hay que empezar todos los dias, como humano como cualquier otro sobre la
algo que debe recomenzar siempre que tierra. ¿Por qué, entonces, ha resultado
nace un ser humano. Porque todo ser de tan difícil aceptaci6n en el reino del

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nbajo y de las organizaciones lo que a y del espíritu ecuménico deriv~.do del
los ojos de todos parece tan obvio? ¿Por principio de la humanidad universal,
qué razón sobrevive hasta el presente un reconocimiento muchas veces ape-
esa resistencia a admitir la plena huma- nas retórico, capaz de dejar intacto el
nidad del subordinado? real trato inhumano.
Hemos dicho al principio de este Pero, ¿en qué consiste en r~aIidad
ejercicio, que el reto teórico para la ad- esa diferencia del subordinado en el
ministración no debería consistir exac- acto del trabajo, capaz de amenazar la
ramente en convencer a los empresa- identidad narcisista de sus superio-
rios, gerente y administradores acerca res? Pues bien, se abre aquí a mi modo
de la conveniencia de un trato "más de ver un campo supremamente fecun-
burnano" con los subordinados, pces- do de reflexión desde el punto de vista
10 que si bien las razones de esta con- teórico, una perspectiva innovadora,
Yeniencia son muchas, incluso como un paradigma diferente para pensar la
negocio, de todos modos parecería orgap.ización y los tratos inhumanos -
como si ningún argumento fuera lo recorte del reconocimiento pleno de
suficientemente poderoso como para humanidad del subordinado- que sue-
convencer del todo a los jefes de la len suceder en ella. Recomendar un
oecesidad de eliminar las distancias y trato ''más humano" para el subordi-
llevar a cabo un programa de recono- nado en la organización significa, en
cimiento general y pleno de la humani- los mismo términos lingüísticos de la
dad del subordinado, ese "otro" en la f6nnula, el reconocimiento implícito de
organización. Siempre habrá un extra- que el trato no es plenamente humano
ño motivo de resistencia inconsciente en realidad, sino apenas el de una hu-
que sobrepasa el poder de los argu- manidad restringida, recortada. Dicho
mentos racionales, siempre el subor- de otro modo, y mediante una expre-
dinado será ese otro diferente en la sión inversa que remite a lo mismo, se
organización, ese otro cuya diferencia trata de una inhumanidad parcial. La
amenaza la identidad narcisista del propuesta humanista radical que recla-
empresario, el gerente y el administra- ma un trato "más humano" para con el
dor. El reto, más bien, desde el punto subordinado, es a todas luces una pro-
de vista teórico, consistiría en empren- puesta digna, justa y respetable, ad-
der con audacia un camino explorato- ministrativamente bie[1 intencionada,
rio encaminado a descifrar el funda- aunque formulada todavía en el terre-
mento de dichas resistencias, que con- no de una humanidad restringida, es
dujeron en el pasado esclavista a ne- decir de una inhumanidad gradual.
gar absolutamente la condición de Además, esta consigna se considera
humanidad al subordinado en el acto dirigida a empresarios y gerentes que
de trabajo, y en la modernidad, a rega- la misma propuesta supone sujetos
ñadientes del principio de la igualdad racionales que obedecen a razones,

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desde una perspectiva racionalista in- el narcisismo de la diferencia menor,
capaz de descifrar el enigma de la resis- a propósito del cual dice Michael Ig-
tencia que la identidad narcisista del natieff: "La distinción de Freud, aun-
dirigente le hace al reconocimiento ple- que poco precisa, sirve para compren-
no de humanidad del subordinado. No der que el grado de hostilidad e intole-
ha sido mi propósito de este breve ejer- rancia entre los grupos no guarda re-
cicio ahondar en este último aspecto, lación con el tamaño de sus diferen-
hasta dejarlo agotado, sino más bien y cias culturales, históricas o físicas
de manera preferencial delinear apenas cuando lo mide un observador ajeno y
unas acotaciones criticas al humanis- desapasionado. En efecto, cuanto me-
mo critico radical y abrir un horizonte nores parecen las diferencias al obser-
de reflexión al respecto, a partir de la vador externo, mayor puede resultar
teoria de lo inhumano en la cultura y en su importancia para la definición de los
la compleja condición humana. que están dentro. Para Freud, esa defi-
Sin embargo, no podemos terminar nición personal de carácter antagóni-
sin decir algunas otras cosas, igual- co estaba vinculada al "narcisismo"
mente en borrador y con propósito (13). Tenemos aquí, pues, una fecun-
meramente hipotético, acerca de la di- da clave teórica para descifrar el enig-
ferencia que representa el subordina- ma de la negación de humanidad al
do para el subordinador, diferencia subordinado en la organización.
cuyo desvanecimiento pudiera tener La mutación inexplicable de los vie-
la capacidad de poner en situación de jos vecinos y hermanos de cultura y de
amenaza la identidad narcisista de sus raza en fieros enemigos, como ha ocu-
superiores. A este respecto, empezaré rrido tantas veces en la historia, consti-
por recordar aquello que le permite a tuye un enigma, susceptible de ser des-
Michael Ignatieff explicar algunos epi- velado a partir de estas claves. Croatas
sodios de violencia inhumana en so- y servios lo demostraron recientemen-
ciedades de nuestro tiempo, cuya con- te, en sus fieros combates inhumanos
sanguinidad y proximidad histórica, yen su mutua exclusión y elirninación.
cultural y étnica son tan evidentes que y lo que aumenta el misterio, concluye
resulta casi imposible entender los mo- Ignatieff en la obra varias veces men-
tivos de su fiera confrontación y mu- cionada, es la exigua diferencia que los
tua exclusión y eliminación. La hipóte- separa a los unos y los otros.
sis consiste en afirmar que, entre me- ¿Qué extraña diferencia separa en-
nor sea la diferencia real, más debe tonces al subordinado de su superior,
exagerarse ésta para defender la iden- capaz de originar la negación total o
tidad narcisista amenazada por ese parcial de su humanidad? ¿Se trata de
"otro" que, por ser tan próximo, casi una diferencia menor, que debe ser exa-
se confunde con el "nosotros". Se tra- gerada incluso imaginariamente, para
ta de lo que Sigmund Freud denominó mantener intacta la identidad amena-

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zaJa al extremo por el carácter exiguo los intereses, así como el poder y la
_la diferencia e, incluso, por el reco- autoridad en la organización, alrededor
.ocimiento parcial de su humanidad? de todo lo cual se concentra como una
De nuevo, Ignatieff aporta una ligera especie de "esencia" la identidad del
~ sobre la oscuridad: "Ninguna dife- dirigente, parecería que fuera impres-
reocia importa demasiado hasta que se cindible mantener en alto y vigente la
.:oD\'ierte en un privilegio, en el fun- diferencia Dicho a la inversa, parecería
damento que justifica la opresión. El imprescindible no diluir del todo dicha
poder es el vector que agranda 10 pe- diferencia pues, de llevar a desapare-
queño" (14) cer, la identidad del propietario y de los
F1 privilegio y el interés, de una par- jefes estaría en juego. La atenuación de
le.. y de la otra el poder y la autoridad en la diferencia termina siendo, por 10 tan-
la organización para preservar dicho to, en términos generales sólo retórica.
IDIerés y privilegio, he ahí al parecer el Ahora bien, además del privilegio
~·cctor que agranda lo pequeño" y en y de los intereses diferentes ya antes
que se fundamenta la diferencia entre mencionados, aspecto real y central de
el subordinado y sus superiores. Dife- la distancia entre subordinador y su-
rencia que, al disminuir o desaparecer, bordinado, en la organización y en el
Jmenaza de paso seriamente el poder y reino del trabajo dicha diferencia tien-
1& autoridad, como garantías del privi- de a redondearse y terminarse de afi-
~o y del interés. Entre poder y autori- nar mediante unos detalles adiciona-
dad. de una parte, e identidad del diri- les que, no por simbólicos, dejan de
~te, de la otra, existe en la organiza- ser substanciales. Me refiero a ese
C1ÓO un nítido vínculo doblemente cons- determinado modo de hablar y de diri-
bruyente. A todo lo cual debe agregar- girse el uno al otro -el dirigente tutea
se que el poder existe en la organiza- al dirigido, el dirigido no-; a esa espe-
ción, para respaldar el privilegio, es de- cie de veda sobre determinados espa-
cir la diferencia de los intereses en jue- cios y territorios -oficinas, salones-
go. y garantizar su éxito y su perdurabi- donde al subordinado no le es posible
bdad en el tiempo. El asunto del privile- entrar sin antes anunciarse y pedir el
gio y de los intereses en juego, su pre- correspondiente permiso, veda territo-
servación y su éxito resulta absoluta- rial que en algunas organizaciones se
mente crucial en la organización yen el flexibiliza como gran conquista "huma-
reino del trabajo, y el poder es el ''vec- nística" bajo la consigna de gerencia
tor" que no sólo "agranda 10 pequeño" de "puertas abiertas"; me refiero tam-
sino que es capaz de garantizar que se bién a la agenda de trabajo del dirigen-
preserven y perduren dichos privile- te, manejada por una secretaria que
gios, tanto como la diferencia cualita- hace las veces de filtro que traza y ahon-
tiva de los intereses puestos en juego. da la distancia, donde para poder ser
Para preservar intactos el privilegio y tenido en cuenta es preciso hacerse

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anotar con la debida anticipación; a la como a una tabla en medio del naufra-
rigidez de un horario de trabajo que gio que para su narcisismo significaría
"ellos, los subordinados", deben cum- todo aplanamiento real de las estruc-
plir de un modo estricto y que "noso- turas jerárquicas en la organización.
tros", los dirigentes, estamos en con- Muchos dirigentes y empresarios se
diciones de manejar con flexibilidad y esconden por tanto tras una retórica
relativa autonomía; al tamaño simbóli- humanista, sólo de labios para afuera,
co de un escritorio y de unas sillas abo- para cuidarse de hacer evidente su pro-
llonadas que otros limpian y ordenan, pósito de mantener a buen recaudo las
etc. En esto consiste y en esto se con- señales de su identidad.
centra, a modo de ejemplo, la "grande- La consigna por un "trato más hu-
za" de no pocos dirigentes, sus "in- mano" al subordinado tropieza pues
equívocas" e intocables señales de con la necesidad del dirigente, muy
identidad, la frontera sagrada que los seguramente inconsciente, de mante-
separa de los "otros" y que configura ner vigente la diferencia constitutiva
el bando del "nosotros", a veces tam- de una identidad tanto más amenaza-
bién representado como el bando de da y en peligro de disolverse cuando
los buenos y de los leales. menor sea la diferencia realmente exis-
Oponerse al privilegio de los diri- tente. Disminuir la distancia mediante
gentes y discutir sus intereses, coloca el desvanecimiento de la diferencia
de inmediato a quien lo hace en el ban- podría significar para el dirigente caer
do de los "otros", de los enemigos en el abismo de la pérdida de una iden-
desleales, de los peligrosos y resenti- tidad derivada casi siempre del poder
dos. Es decir, de los diferentes cuya y de sus símbolos. No es del todo fá-
diferencia amenaza seriamente la iden- cil, entonces, acatar a plenitud y a todo
tidad. Dicho de otro modo, en esto costo la consigna de un "trato más
consiste la identidad amenazada de humano" al subordinado en la organi-
muchos dirigentes, que se resisten a zación, pues esto podría equivaler a
la consigna humanista para poder man- desvanecer la diferencia entre el "no-
tener así a salvo su diferencia consti- sotros" los dirigentes y "ellos", los
tutiva, su distancia esencial, represen- dirigidos, tan necesaria a la preserva-
tada por el privilegio y el interés reales ción de la identidad del dirigente, ba-
en juego, así como por la simbología sada en los símbolos del poder y de la
de que estos privilegios e intereses autoridad. Pero ocurre que, de todos
reales se revisten. Diferencia que po- modos, el subordinado es realmente
dría verse dramáticamente en peligro un igual desde el punto de vista de la
si, de verdad, el subordinado fuera especie, es decir un ser humano como
considerado definitivamente como un todos, tan humano como su superior.
igual. Por esa razón ciertos dirigentes ¿ Qué hacer entonces con la igualdad
se aferran a sus señales de identidad, biológica en medio de la diferencia

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-=sal Y cultural, cuya desaparición o generales de una posible hipótesis de
~~cimiento podría colocar en si- trabajo. En efecto:
-=ión de amenaza la identidad del ¿Por qué razón los empresarios y
tllpCrior y, por lo tanto, su poder y su los dirigentes en las organizaciones y
-.idad? en la sociedad -aun en este mundo mo-
Ya sabemos que la legitimidad del derno que ha sido capaz de reconocer
poder y de la autoridad constituyen la humanidad ecuménica de todos los
...as cruciales, acerca de los cuales seres humanos-, le hacen tanta resis-
. , deseo ahora hacer ningún tipo de tencia a la consigna de utilizar con sus
-.rollo. Sólo quiero anotar que exis- dirigidos un trato "más humano"?
ea dirigentes auténticos cuya autori- A lo cual podría responderse: Por-
~ sobre los demás resulta inobjeta- que la diferencia que los separa de los
Wc. debido a la transparencia de sus subordinados no puede desvanecer-
fundamentos y a su legitimidad y acep- se hasta desaparecer, ya que de llegar
tación por parte de los dirigidos, y a ocurrir algo semejante el bando de
nunca al poder condigno o a la simple los "otros" se confundiría con el ban-
fuerza. No me interesa aquí, pues, re- do del "nosotros", la identidad -privi-
flexionar sobre el poder y la autoridad, legios, intereses y formas simbólicas
tan ligados a la identidad narcisista del de soporte- quedaría arruinada y el di-
dirigente que podría verse amenazada rigente podría verse instalado en el
por el desvanecimiento de la diferen- vacío de su crisis de identidad.
cia. Sólo me urge destacar que el po- Si la pregunta y la hipótesis que
der y la autoridad, sin entrar a califi- anteceden son capaces de insinuar un
carlos, constituyen instrumentos en nuevo horizonte para la reflexión so-
iavordel mantenimiento de la frontera bre e! tema de las organizaciones y las
entre el "nosotros" y el "ellos" en la consignas humanistas que se levan-
organización, medios generalmente tan para la gestión, de una parte, así
utilizados en contra del desvanecimien- como sobre la inhumanidad que habi-
to de la diferencia entre los unos y los ta en el fondo de la condición humana,
otros. Y, por ende, en contra de cual- de otra parte, me sentiré ampliamente
quier "avance" real del humanismo en recompensado. Si no es así, debo ad-
la organización. mitir que me he enriquecido en solita-
rio, bajo la ilusión de estar diciendo
EPiLOGO algo de interés para las disciplinas ad-
ministrativas y el mundo contemporá-
Este ejercicio crítico sólo aspiró a neo de las organizacioI'es. Y esta ilu-
dejar planteado un problema, ajustifi- sión valió la pena de haberla vivido,
car tanto el origen como el fundamen- gracias a la alegría que causa todo es-
to de una tímida pregunta, así como a fuerzo íntimo encaminado a organizar
señalar los elementos más gruesos y de otro modo la oscuridad que domi-

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na, como un enigma, el complejo teji- da La Idea del Hombre y la Histo-
do de las relaciones de subordinación ria. Ediciones Siglo XX. Buenos
entre los hombres. Aires, 1959. En la cual el autor rea-
liza un breve inventario de las prin-
cipales concepciones sobre el
Las notas y referencias hombre que, según él, han existido
bibliográficas del texto com- a lo largo de la historia.
pleto, del cual este fragmen- 8. Ver al respecto el resumen sobre
to ha sido seleccionado, se los aspectos que se deben tener
Incluyen en su Integridad, en cuenta para la definición de una
para dar al lector una Idea "esencia genérica" humana, lleva-
aproximada de la blbllogra- do a cabo por el profesor Ornar
tia que, por ahora, Inspira el Aktouf, de la Universidad HEC, de
trabajo en preparación: Montreal. En su texto: "Adminis-
tración y Teorías de las Organiza-
1. FINKIELKRAUT, Alain: LaHuma- ciones en los Años 1990: Hacia un
nidad Perdida: Ensayo sobre el si- radical humanismo crítico". Cuyo
glo XX: Editorial Anagrama, Bar- texto en borrador he tenido la opor-
celona, 1998, pág. 15. tunidad de conocer a raíz de su vi-
2 IGNATIEfF, Michael: El Honor del sita a la Facultad de Ciencias de la
Guerrero: guerra étnica y concien- Administración de la Universidad
cia moderna: Editorial Taurus, Ma- del Valle, en el segundo semestre
drid. 1999, pág. 65. de 1999.
3. MARCUSE, Herbert: El hombre 9. NISBET, Robert: Historia de la Idea
unidimensional. Editorial Joaquín del Progreso. Editorial Gedisa. Bar-
Mortiz S.A. México, 1968, pág. 35. celona. 1981. Págs. 360 y siguien-
4. CACCIARI, Massimo: Hombres tes.
Póstumos. Ediciones Península. 10. BERMAN, Marshall: Todo lo sóli-
Barcelona, 1998. Pág. 35. do se desvanece en el aire: La ex-
5. GERGEN, KennethJ: El yo satura- periencia de la modernidad. Siglo
do: Dilemas de identidad en el mun- XXI Editores. Bogotá. 1991.
do contemporáneo. Ediciones Pai- 11. ARENDT, Hannah: Eichmann en
dós Ibérica S.A Barcelona. 1992. Jerusalén: Un estudio sobre la ba-
6. SENNETT, Richard: La corrosión nalidad del mal. Editorial Lumen.
del carácter: Las consecuencias Barcelona, 1999. Pág 46.
personales del trabajo en el nuevo 12 ARENDT, Hannah. Op. Cit, pág 9.
capitalismo. Editorial Anagrama. 13. IGNATIEfF, Michael: Op. Cito pág
Barcelona, 2000. 53.
7. Ver al respecto, a modo de ejem- 14. IGNATIEfF, Michael: Op, Cito pá
plo, la obra de Max Scheler, titula- 53.

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