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En materia de sociedades, originariamente, la actividad mercantil estuvo en manos de empresarios individuales pero,
a medida que la economía se racionaliza y se amplía progresivamente el ámbito espacial de esa actividad, las fuerzas
aisladas de esos empresarios van resultando impotentes para montar, conjugar y mover el conjunto instrumental de
elementos heterogéneos que requiere la explotación de una empresa y para asumir los riesgos cada día mayores que
implica el ejercicio del comercio a gran escala.
Se inicia entonces un fenómeno asociativo de fuerzas individuales que dio nacimiento a las sociedades
mercantiles, como entes jurídicos que, permitiendo repartir entre una pluralidad de personas el capital, el riesgo y la
actividad necesaria para la buena marcha de los establecimientos, podían sustituir a los empresarios individuales en
la titularidad de estos organismos.
los imperativos de orden económico que han ido desplazando al empresario individual del campo de la actividad
industrial y mercantil son cada día más fuertes, hasta el punto de que, en la actualidad, todo el comercio relevante
está organizado bajo la titularidad de empresarios colectivos, e inclusive existen determinadas ramas del comercio
que el propio legislador ha reservado para la operación por parte de las sociedades comerciales, como es el caso de
la actividad financiera y de seguros, etc.
Estos operadores económicos, verdaderos sujetos de derecho que concentran a través de un recurso técnico de
personalidad jurídica a un conjunto o grupo social de empresarios individuales -personas humanas o jurídicas- bajo la
forma de sociedad, constituyen una asociación voluntaria de personas que crean un fondo patrimonial común para
colaborar en la explotación de una empresa, con el espíritu y el ánimo de obtener determinados beneficios a través
de ello, compartiendo el riesgo del emprendimiento común bajo un sistema, también común, de participación en los
beneficios y suportación de las pérdidas.
Con carácter excepcional, a partir de la sanción de la ley 26.994, el legislador también ha admitido que este instituto
-la sociedad- pueda derivar de una declaración unilateral de voluntad emitida de conformidad con lo dispuesto por el
art. 1800 del CCYC.
SOCIEDAD Y EMPRESA
De acuerdo con lo dispuesto por la ley 19,550 al establecer el concepto de sociedad en su art 1 se subsume en ella la
idea de que bajo la forma societaria existe, o debe existir siempre una empresa.
En este sentido es clara la Exposición de Motivos cuando relaciona la sociedad con la idea económica de empresa
(que constituye la actividad normal de las sociedades), y también porque brinda referencia al complejo de intereses
comunes que, para el logro del objeto societario, se unen en el organismo económico patrimonial.
En el concepto de sociedad, entonces, bajo la ley 19.550, reformada por la ley 26.994, subyace la idea de la
existencia de una empresa.
De allí la exigencia en la definición brindada en el artículo 1, según la cual la aportación que realicen los socios (en
las sociedades pluripersonales) o el socio único (en el caso de las sociedades unipersonales) no es requerida para
cualquier
propósito, ni tampoco simplemente para dotar de capital a la sociedad, sino que hay un destino genérico al cual
deben ser afectados los aportes efectuados por los socios o por el socio único, más allá de los aspectos específicos
que integren el objeto social de cada sociedad en particular; así, la obligación de los socios de realizar aportes debe
cumplirse para la aplicación de los mismos a “la producción o intercambio de bienes y servicios... es decir, para que
haya una verdadera empresa.
El Código Civil incorporó dentro de su articulado (artículos 1648 a 1788 bis) un conjunto de artículos destinados a
regular las sociedades “civiles” (en oposición a las sociedades “comerciales” que regulaba el Código de Comercio.
Las reformas introducidas al Código de Comercio El 27 de septiembre de 1870, el Congreso Nacional dictó una
ley disponiendo que el Poder Ejecutivo designara una Comisión de jurisconsultos encargada de informar sobre las
reformas que era necesario introducir en el Código de Comercio.
Recayendo la elección en los Doctores Sixto Villegas y Vicente Gil Quesada, quienes, en 1873, emitieron su
dictamen y recomendaron la supresión de 368 artículos del texto original, a la vez que sugirieron la incorporación de
varios aspectos no contemplados en el primer proyecto.
En 1886, y no habiendo tenido curso el dictamen de la primera Comisión, Juárez Gelman designó a Lisandro
Segovia, con el objeto de redactar un nuevo proyecto, el que fue elevado en 1888 a la Cámara de Diputados,
encomendando su análisis a la Comisión de Códigos que integraban, en esos momentos, los Doctores W. Escalante,
Estanislao S. Zeballos, E. Colombres y B. Basualdo, quienes propusieron un nuevo proyecto de reforma sancionado
en 1889, y que entrara en vigencia el 1 de mayo de 1890.
Con anterioridad a la sanción de la reforma introducida por la ley 26.994 existía una fuerte polémica doctrinaria en
nuestro país, ya que el artículo 8” del Código de Comercio derogado, en su inciso 6®, mencionaba (dentro de los
actos de comercio) a las sociedades anónimas exclusivamente y fuera cual fuere su objeto, toda vez que era el único
caso en el cual las sociedades bajo el antiguo régimen del Código de Comercio eran consideradas comerciales por su
forma; mientras que en los demás casos debía atenderse al objeto social de las mismas para determinar si eran o no
comerciales.
El criterio adoptado por la ley 19.550 en el año 1972 que otorgó la característica de comercialidad a las
sociedades en función no ya del objeto, sino del tipo adoptado -el principio de tipicidad-, hizo que todas las
sociedades constituidas conforme a alguno de los tipos previstos por la ley 19.550 tuvieran carácter comercial
independientemente de la naturaleza de su objeto social, y con ello finalizó la polémica.
El único caso que escapaba a la norma era el de las sociedades de hecho, las que solamente debían ser
consideradas comerciales cuando tuvieran un objeto comercial -art. 21, ley 19.550 en su redacción originaria-.
Frente a dudas suscitadas respecto del alcance de la disposición prevista en el artículo 8®, inciso 6® del Código de
Comercio, la jurisprudencia mediante el fallo plenario del 20 de abril de 1920 decidió por mayoría que la alusión del
legislador se refería a los actos de constitución, funcionamiento, disolución, liquidación y partición de la sociedad,
pero que los actos que ella celebrara con terceros serían civiles o comerciales, según la naturaleza del acto.
Si la comercialidad se limitara a la sociedad en sí y no a los actos que ella celebrara, no se explicaría su inclusión,
ya que para todas las sociedades mercantiles la comercialidad de sus actos de constitución, funcionamiento y los
otros necesarios aparecía como obvia, pues eran también consecuencia del artículo 8", inciso 11, y otras
disposiciones del Código de Comercio hoy derogado, así como de los artículos 3“ de la ley 19.550 de Sociedades
Comerciales en su versión original.
La ley 19.550 -al ser sancionada en 1972- no reprodujo la propuesta reforma del artículo 8“, inciso 6® del Código de
Comercio, por el cual se declaraban mercantiles todos los actos y contratos celebrados por las sociedades
comerciales en cumplimiento de su objeto social, y dejó intacto su texto, dando así mayor respaldo a la solución de la
mayoría en el fallo plenario mencionado, máxime cuando había quedado derogado el artículo 3® de la ley 11.645 de
Sociedades de Responsabilidad Limitada que sometía a estas sociedades para todos sus efectos al Código y leyes
de comercio, cualquiera fuera su objeto.
Durante el primer tiempo de vigencia de la ley 19.550 se suscitaron variadas controversias en relación a las
cuestiones referidas a la diferenciación entre las sociedades civiles y las sociedades comerciales, en especial en lo
relativo a si el
concepto de sociedad civil contenido en el art. 1648 del Código Civil derogado podía compatibilizarse con el
contenido en el art. F de la ley 19.550; lo que la doctrina en forma mayoritaria ha descartado.
La sanción de la ley 26.994, que dispuso la derogación del Código Civil y del Código de Comercio, estableciendo un
nuevo Código Civil y Comercial de la Nación y reformando el texto de la ley 19.550, ha convertido en abstracta la
discusión en la medida en que se ha consagrado un régimen unificado en materia societaria de donde ya no existen
más a partir del F de agosto de 2015 sociedades civiles y sociedades comerciales, sino meramente '''sociedades^’,
habiéndose dispuesto la modificación de la denominación de la ley 19.550, la que dejó de llamarse “Ley de
Sociedades Comerciales” para denominarse “Ley General de Sociedades”.
La ley 19.550 sufrió una serie de modificaciones a lo largo de los años, entre las
cuales merecen destacarse:
i) La ley 20.468 sobre remuneración del directorio;
ii) Las leyes 20.643 y 24.587, referidas a la nominativita obligatoria de títulos valores privados;
iii) La ley 20.705, regulatoria del funcionamiento de las sociedades del Estado;
iv) La ley 21.375, referida a la publicidad en sociedades de responsabilidad limitada;
v) Las leyes 22.315 y 22.316, que regulan la organización de la Inspección General de Justicia;
vi) La ley 22.686, vinculada a aspectos relativos a los aumentos de capital, emisión de acciones y convocatorias a
asambleas generales;
vii) La ley 22.903, que introdujo importantes reformas en el régimen societario, especialmente en materia de
domicilio social, regularización de sociedades irregulares y sociedades de hecho con objeto comercial, personalidad
jurídica y el régimen de inoponibilidad de dicha personalidad, documentación y contabilidad; reorganizaciones
societarias -transformación, fusión y escisión-; liquidación, e incorporación de un régimen de contratos de
colaboración empresaria;
viii) Las leyes 23.576 y 23.962 sobre obligaciones negociables;
ix) La ley 26.047 sobre Registros Nacionales de Sociedades por Acciones;
x) El decreto 677/2001; y
xi) La ley 26.831 de Mercado de Capitales; entre otras.
A criterio del Poder Ejecutivo, todas estas circunstancias tornaban necesario proceder a actualizar y unificar la
legislación nacional en materia de derecho privado, procurando elaborar una obra que, sin sustituir la legislación
especial, contuviera una serie de principios generales ordenadores.
Durante poco más de un año, la Comisión, auxiliada por cerca de una treintena de subcomisiones -integradas por
cien especialistas de todo el país- a las cuales se les asignaron temas específicos de trabajo acotados temáticamente
elaboró un “Anteproyecto de Código Civil y Comercial de la Nación” con un total de 2671 artículos, el cual fue
presentado en sociedad en la reunión ya mencionada del 27 de marzo de 2012.
Sorpresivamente, y dentro de lo que la Comisión había denominado “Ley de derogaciones” -que se agregaba como A
nexo- se disponía, en el Anteproyecto, una significativa reforma de la Ley 19.550 de Sociedades Comerciales.
La Comisión señaló -en los “Fundamentos” que acompañaban el Proyecto que era una decisión de política
legislativa no modificar las leyes que presentan una autonomía de microsistema pero que, sin embargo, resultaba
necesario hacer modificaciones a la Ley de Sociedades, conforme lo hizo el Proyecto de 1998 y lo sostenía la mayoría
de la doctrina. A juicio de la Comisión, las reformas propuestas no pretendían alterar el sistema, sino ajustarlo a las
reglas generales del nuevo Código que se proyectaba y se referían a temas específicos.
Luego de haber sido presentado el Anteproyecto, el mismo fue girado al Poder Ejecutivo para su revisión, la que se
llevó a cabo en el ámbito del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y, posteriormente, ¡fue nuevamente
evaluado en el ámbito de una Comisión Bicameral! del Congreso creada a tal efecto, tras lo cual el nuevo Código Civil
y Comercial de la Nación fue finalmente sancionado, con su anexo legislativo mediante el cual se reformaba la Ley de
Sociedades Comerciales 19.550- como ley 26.994 con vigencia originaría a partir del 1 de enero de 2016;
pero una ley posterior -la 27.077- adelantó la puesta en vigencia de la norma para el 1” de agosto de 2015.
Varios son los aspectos a tener en cuenta relacionados con el contenido final de la ley 26.994 en b que hace a la
reforma de la ley 19,550; pues si bien parecería que la reforma se limita a la modificación del texto de muchos
artículos, y la incorporación de un nuevo artículo en materia de disolución de sociedades, lo cierto es que la
envergadura con que estas modificaciones afectan la estructura orgánica de la ley es relevante, pues introducen
alteraciones en institutos básicos y liminares del régimen societario, como los son la validez, publicidad, registración,
tipicidad, regularidad, y responsabilidad; entre otros.
1) El cambio de denominación de la ley, la que dejó de denominarse “Ley de Sociedades Comerciales” para llamarse
“Ley General de Sociedades” ;
2) La restricción impuesta para toda figura societaria respecto de la exigencia de que bajo la estructura organizativa
deba existir -necesariamente- una verdadera empresa;
3) Alteraciones en el régimen de publicidad y control de legalidad de actos e instrumentos inscribibles;
5) La desaparición del régimen sancionatorio referido a las sociedades “irregulares” y “de hecho” ;
Finalmente, cabe destacar que, en el cuerpo principal del Código, y como consecuencia de las disposiciones sobre
personas jurídicas privadas^ la ley 26.994 ha incorporado una serie de regulaciones que se aplicarán supletoriamente
-y en forma integradora- a las sociedades comerciales, en caso de silencio en los contratos, los estatutos o en la ley
especial.
CONTRATO DE SOCIEDAD:
La sociedad en nuestro ordenamiento implica una disposición negocial para realizar un actividad que genera un
sujeto de derecho, mediante una relación que supone comunidad de fin y organización para su funcionamiento. Para
entenderlo mejor debemos distinguir entre :
1) Sociedad como persona jurídica
2) Acto jurídico que le da origen
La LEY GENERAL DE SOCIEDADES (LGS) en su art. 1 nos señala las condiciones para que haya sociedad:
ARTICULO 1º — Habrá sociedad si una o más personas en forma organizada conforme a uno de los tipos previstos en
esta ley, se obligan a realizar aportes para aplicarlos a la producción o intercambio de bienes o servicios, participando
de los beneficios y soportando las pérdidas.
Esta norma se ocupa del acto jurídico constitutivo de la sociedad, enumerando los requisitos esenciales que debe
tener siempre todo contrato societario (que analizaremos mas adelante)
De allí la diversidad de catalogación que la doctrina ha efectuado de este fenómeno tan complejo, al que le ha
atribuido -según el intérprete- la naturaleza de:
a) un acto colectivo;
b) un acto complejo;
c) una institución; y
d) hasta de un contrato -con diferentes variantes en cada caso.
¡Otra parte de la doctrina ha entendido que la naturaleza jurídica de! acto constitutivo es, en realidad, un acto
complejo. Si bien Halperin entre nosotros ya había alertado en relación con la similitud existente entre las teorías del
acto colectivo y del acto complejo y la circunstancia de que durante muchos años ambas denominaciones se habían
atribuido indistinta ente sin diferencias sustanciales, cabe también destacar que mientras en el acto complejo las
voluntades de los declarantes se funden en una sola voluntad única perdiendo su individualidad, en el acto\colectivo
esa unión no alcanza a desdibujar su diferenciación y, discernibilidad en el interior del acto.
Adicionalmente, parte de la doctrina también ha puesto de relevancia la siguiente diferencia:
A) el acto complejo -para algunos autores- es un negocio unilateral de sustrato pluripersonal, constituido por un
conjunto de declaraciones de voluntad formuladas por varias personas que conforman una sola parte, y que obran
todas en una misma dirección en protección de un único interés
B) el acto colectivo está constituido por una sola deliberación adoptada por una pluralidad de personas en una
unidad de tiempo y de lugar, luego de exámenes y discusiones.
La mayoría de La doctrina ha rechazado la concepción otorgada al acto constitutivo de sociedad comercial como un
acto complejo.
La teoría de la institución
Conforme a esta visión, la sociedad comercial en realidad consistiría en un ente o idea fuerza a la cual la comunidad
le ha otorgado un valor al reconocerle instrumentalmente la capacidad de permitir el desenvolvimiento y desarrollo
de actividades económicas que considera beneficiosas para el conjunto de la comunidad.
Consecuentemente, el Estado o el poder administrador le reconoce a esta agrupación el carácter de sujeto de
derecho o permite su nacimiento -como ente- para el cumplimiento de tales fines.
La denominación de teoría de la institución deviene de este hecho de reconocimiento, pues el Estado (a través del
legislador o de un acto particular según sea el caso) instituye la sociedad como medio instrumental para el
cumplimiento de esos fines.
Entre nosotros, la posición institucionalista ha sido especialmente sostenida por Videla Escalada y criticada
fuertemente por Halperin, aunque se ha considerado la posible aplicabilidad del criterio al tipo de la sociedad
anónima, en virtud de la estructura predominantemente organizativa que tal tipo tiene.
La trascendencia que puede acarrear adoptar o aceptar la teoría de la institución se vincula con el hecho de que
habilitaría una mayor intervención del Estado en las actividades económicas privadas, avanzando sobre el ámbito de
libertad otorgada a los particulares.
En forma contraria a la posición institucionalista se encuentran las teorías contractualistas, según las cuales la
sociedad
constituye un contrato, tal como ha sido recogido este criterio en el Código Civil derogado, y receptado
mayoritaríamente en el ámbito del derecho mercantil, a partir de la vigencia del Código de Comercio, primero, y de la
Ley de Sociedades 19.550 (que no admitía originariamente la sociedad unipersonal), después. Claro está que dentro
de las posiciones que sustentan la tesis contractual no hay absoluta coincidencia, pudiendo encontrarse:
1) quienes identifican a la sociedad con los contratos clásicos;
2) quienes la incluyen dentro de los contratos plurilaterales; y
3) quienes la encuadran en los contratos plurilaterales de organización.
1) Contrato bilateral
Recuerda Vanasco que quienes sostienen que la sociedad es un contrato bilateral argumentan que las obligaciones
de los socios en realidad no se enfrentan entre sí en forma grupal, sino que corresponden individualmente cada una
de
ellas a la contrapartida de la obligación de la sociedad que nace con el acuerdo de voluntades.
Dicho de otro modo, el contrato bilateral se celebra por cada socio respecto de la sociedad, de un modo tal que el
número de socios incide en la calificación, toda vez que el obligado es en realidad obligado frente al grupo
representado por la figura societaria.
Los fundamentos de la posición no convencen, en la medida en que si los contratos bilaterales son aquellos en los
cuales las partes se obligan, recíprocamente, la una hacia la otra, siendo que del acuerdo de voluntades con
numerosas partes nace un nuevo sujeto de derecho, no parece adecuado:
i) pretender que los consocios de cada socio constituyan un grupo diferenciado en cada vínculo contractual; y
ii) que se pueda admitir que hay una contraparte del socio conformada por la “sociedad” cuando el sujeto de
derecho “sociedad” recién nace a partir de la celebración del contrato, resultando un producto de éste, y no con
anterioridad a dicho contrato como para conformar una contraparte del socio.
2) Contrato plurilateral
Esta categoría de contratos, concebida por algunos autores alemanes, luego acercada hacia nosotros por Ascarelli, y
consagrada en el Código italiano de 1942, trata como contratos plurilaterales a aquellos que tienen, originaria o
potencialmente, más de dos centros de intereses diferenciados, sin que exista reciprocidad o inter dependencia entre
todas las prestaciones nacidas del contrato.
Los contratos plurilaterales suelen presentar una o más de las siguientes notas características:
A) finalidad común;
B) organización administrativa patrimonial de cierta complejidad y duración; y
C) apertura al ingreso de terceros, sin que esto desnaturalice la figura.
Los contratos plurilaterales han sido también considerados como una especie de los contratos de colaboración,
género que se opone a los contratos de cambio.
Muchas veces se ha sostenido que los contratos plurilaterales tienen por objeto el dar nacimiento a un nuevo sujeto
de derecho. Esto no es así; si bien el contrato plurilateral de organización por excelencia es el contrato de sociedad, el
grado de separación patrimonial dependerá de la regulación existente en cada caso, de modo que no todos los
contratos plurilaterales llevan en su esencia la necesidad de generar el nacimiento del nuevo sujeto de derecho.
De acuerdo a cómo se encuentra regulado en la Ley General de Sociedades el contrato de sociedad comercial, el
mismo se adecúa al concepto de contrato plurilateral cuando involucra a dos o más socios.
b) asociativos -donde también hay contratos paritarios y discrecionales y otros celebrados por adhesión a cláusulas
generales predispuestas-; y
c) de organización.
Así:
a) Son contratos de cambio aquellos que cuentan con prestaciones contrapuestas por las partes que los celebran; así,
la prestación de una de las partes es la contraprestación y el interés de la otra, y viceversa.
b) Los contratos asociativos, por el contrario, son aquellos en los cuales las prestaciones de las partes no tienen
carácter contrapuesto, sino que se trata de obligaciones yuxtapuestas que tienden a un fin común para las partes. Por
lo tanto, la causa de la prestación de cada una de las partes no se halla en las contraprestaciones de los demás,
aunque no se pierdan de vista los intereses individuales, sino en la participación que cada contratante se propone
obtener en la gestión de todas las prestaciones asociadas, existiendo un objeto o finalidad común que se persigue
mediante la colaboración de todos los asociados que traían de satisfacer, por esa vía, sus propios intereses
individuales.
c) Los contratos de organización son aquellos que tienen por finalidad organizar grupos o categorías, que mantengan
una existencia más o menos duradera de la colectividad de los asociados que, en muchas ocasiones, llega a
sobrepasar la duración de la vida individual de éstos. Generalmente, los contratos de organización revisten el
carácter, también, de contratos plurilaterales.
EN RESUMEN: a la luz de las disposiciones de la ley 19.550, al menos genéticamete, es decir en el nacimiento del
sujeto de derecho, entre nosotros si la sociedad está conformada por dos o más sujetos, debe ser considerado dicho
como un contrato plurilateral de organización, el que presenta características particulares tales como qué;
a) la afectación del vínculo de alguno de los socios -salvo casos excepcionales- no invalida el contrato;
b) las prestaciones de los socios no son contrapuestas sino yuxtapuestas;
c) la sociedad puede nacer por un acto único o sucesivamente;
d) no es aplicable el instituto de la exceptio non adimpleti contractus;
e) existe igualdad cualitativa de obligaciones y derechos de los socios; entre otras.
Si por el contrario, se traía de una sociedad conformada por un solo socio -sociedad unipersonal- el acto constitutivo
debe ser considerado una declaración unilateral de voluntad.
Es decir que, conforme a lo establecido en el art. 1800 del Código Civil y Comercial, esta declaración unilateral de
voluntad:
i) causa una obligación jurídicamente exigible; y
ii) se le aplican subsidiariamente las normas relativas a los contratos.
NATURALEZA DE LA SOCIEDAD COMO PERSONA JURIDICA En cuanto a la naturaleza jurídica de las sociedades, todas
ellas a la luz de lo dispuesto por la ley 19.550 con las reformas introducidas por la ley 26.994, son sujetos de derecho
en consonancia con las normas contenidas en el art. 148, inciso a) del Código Civil y Comercial de la Nación; en el art.
2 de la ley 19.550 y en la Sección IV del Capítulo I de este último cuerpo legal.
ELEMENTOS DE LA SOCIEDAD
1. ELEMENTOS ESPECIALES DEL CONTRATO SOCIETARIO: Surgen del análisis del art 1 LGS.
A) PLURILATERAL: existe con la voluntad de una o mas personas. También recordar que se permite la
existencia de la sociedad UNIPERSONAL, pero estas solo podrán constituirse como sociedades anónimas.
B) ORGANIZADA: conforme a un tipo previsto por la ley. Esta presenta una doble faz jurídica y material. No hay
acuerdo unánime en la doctrina, pero se entiende que el art 1, hace mención principalmente a la faz jurídica de la
organización, aunque ello no implica inexistencia de organización materia la cual es necesaria para el desarrollo de su
actividad
C)TIPICIDAD: debe ajustarse a una de las formas reglamentadas en la ley, no solo debe estar presente al
momento de su constitución, sino durante toda la existencia de la sociedad
Así, el ordenamiento provee regulaciones referidas a determinados tipos previstos que se encuentran regulados en el
Capítulo II de la ley y a los que hace referencia el art. 1, Ellas son las:
1) Sociedades colectivas;
2) Sociedades de capital e industria;
3) Sociedades en comandita simple;
4) Sociedades de responsabilidad limitada; y
5) Sociedades en comandita por acciones.
6) sociedad anónima
7) SAPEM
D) APORTES: Las personas que deciden conformar una sociedad se obligan a realizar aportes para aplicarlos a la
producción o intercambio de bienes y servicios, para formar el capital social, el cual se identifica con el patrimonio de
la sociedad. Este constituye uno de os atributos de la persona jurídica. Cada socio debe aportar en especie o dinero
ya sea que se trate de obligaciones de dar o de hacer dependiendo del tipo societario, por ejemplo, en la SRL Y POR
ACCIONES, solo se permite aportar obligaciones de dar y no de hacer, solo bienes susceptibles de ejecución forzosa,
debido a que el patrimonio es la prenda común de acreedores. Esto se justifica en la diferente forma en la que los
socios responderán frente a las obligaciones sociales, en las SRL resulta lógico que se aporten bienes para que los
acreedores puedan ejecutarlos si llegara en caso.
En cambio, cuando los socios asumen una responsabilidad ilimitada y solidaria se admite que los aportes puedan
consistir en obligaciones de hacer dado que, de no contar la sociedad con suficientes activos, responderán
subsidiariamente con su patrimonio por las obligaciones sociales incumplidas
Estos aportes deben efectuarse para aplicarlos en la producción o intercambio de bienes o servicios, esto determina
el objeto de la sociedad y define la actividad que la sociedad va a desarrollar.
En virtud de que el aporte en propiedad importa la transferencia del dominio del aportante a la sociedad, la pérdida
del bien Debra ser soportada por la sociedad. Ante la disolución de la sociedad, podrá exigir su restitución en el
estado en que se hallare, pero podrá ser obligado a una compensación forzada en dinero en el supuesto del art. 92
inc 4 de la LGS.
TAMBIEN SE PUEDEN REALIZAR OTROS TIPOS DE APORTES QUE SE ENCUENTRAN REGULADOS EN LOS ART 38 A 55
LGS
Bienes aportables.
ARTICULO 38. — Los aportes pueden consistir en obligaciones de dar o de hacer, salvo para los tipos
de sociedad en lo que se exige que consistan en obligaciones de dar.
Forma de aporte.
El cumplimiento del aporte deberá ajustarse a los requisitos impuestos por las leyes de acuerdo a la
distinta naturaleza de los bienes.
Inscripción preventiva.
Cuando para la transferencia del aporte se requiera la inscripción en un registro, ésta se hará
preventivamente a nombre de la sociedad en formación.
ARTICULO 39. — En las sociedades de responsabilidad limitada y por acciones, el aporte debe ser de
bienes determinados, susceptibles de ejecución forzada.
En las sociedades de responsabilidad limitada y en comandita simple para los aportes de los socios
comanditarios, se indicarán en el contrato los antecedentes, justificativos de la valuación.
2) ELEMENTOS ESPECIFICOS DEL INTRUMENTO CONSTITUTIVO: estos se dividen en tipificantes (propios de cada tipo
societario, la sociedad constituida en infracción a las reglar no producirá los efectos de su tipo y quedara regida por lo
dispuesto en la sección IV de la LGS art. 21 a 26) y no tipificantes (los cuales es imperativo que estén, del contrario
podría ser causal de nulidad) que son los que se encuentran en el art 11 LGS:
ARTICULO 11. — El instrumento de constitución debe contener (NO TIPIFICANTES); sin perjuicio de lo establecido
para ciertos tipos de sociedad (TIPIFICANTES)
1) El nombre, edad, estado civil, nacionalidad, profesión, domicilio y número de documento de identidad de los
socios;
El nombre, es un atributo de la personalidad jurídica y permitirá la individualización de la sociedad para la
imputación de las relaciones jurídicas, deberá ser novedoso, con aptitud distintiva respecto de otros nombres por
aplicación del art 151 ccyc. Puede ser identificada mediante una RAZON SOCIAL, quedara conformada con la
incorporación del nombre de uno o mas socios, quienes en todos los casos asumen responsabilidad ilimitada y
solidaria (de lo contrario el nombre de los socios que limitan su responsabilidad no puede aparecer en la razón social)
esta aparte de identificar a la sociedad, da publicidad a la responsabilidad asumida frente a 3eros. Luego tenemos la
DENOMINACION SOCIAL, puede consistir en vocablos de fantasía o S.A o de responsabilidad limitada, contener
nombre de los socios que no responden solidariamente. Este nombre social debe están incluido en el instrumento
constitutivo.
2)La razón social o la denominación, y el domicilio de la sociedad. Si en el contrato constare solamente el domicilio, la
dirección de su sede deberá inscribirse mediante petición por separado suscripta por el órgano de administración. Se
tendrán por válidas y vinculantes para la sociedad todas las notificaciones efectuadas en la sede inscripta;
Domicilio, se refiere a la jurisdicción territorial, cuidad, localidad o distrito donde se constituye la sociedad, establece
la competencia de la autoridad de aplicación para prestar conformidad e inscribirla en el registro. La sede, en cambio
es el lugar o dirección precisa de determinada ciudad, donde tendrá asiento la administración y gobierno de la
sociedad, esta no es indispensable que se encuentre en el contrato, puede inscribirse mediante petición por
separado del órgano de administración, porque de encontrarse en el instrumento constitutivo esto implica que deba
modificarse el instrumento en caso de cambio de sede. Pero sin embargo esta deberá siempre esta inscripta en el
registro publico correspondiente para conocimiento de 3eros, dado que se tendrán como validas y vinculantes para la
sociedad todas las notificaciones efectuadas en la sede inscripta.
3) La designación de su objeto, que debe ser preciso y determinado; también se debe agregar que debe ser licito y
posible
El contrato como negocio jurídico, cuenta con un objeto que debe distinguirse del objeto que tendrá la sociedad que
crea, ósea no debe confundirse el objeto del contrato de sociedad con el objeto social.
El OBJETO DEL CONTRATO DE SOCIEDAD, serán las prestaciones a las que se obligan los socios que suscriben el
instrumento (ósea los aportes)
EL OBJETO SOCIAL, consiste en el ámbito de actividades económicas prefijado en el contrato, es decir, que estará
constituido por la esfera de operaciones que realizara la sociedad creada en virtud del contrato.
También debemos diferenciar el objeto social de la actividad, el primero reviste naturaleza funcional dado que esta
determinado por la categoría de actos para cuyo ejercicio se constituyo la sociedad. La actividad por su parte es el
ejercicio efectivo de os actos por la sociedad en funcionamiento
4) El capital social, que deberá ser expresado en moneda argentina, y la mención del aporte de cada socio. En el caso
de las sociedades unipersonales, el capital deberá ser integrado totalmente en el acto constitutivo;
Este es un concepto jurídico de carácter estático que constituye una cifra que representa el conjunto de aportes de
los socios. Cumple diferentes funciones:
∎de garantía: el capital sirve como garantía patrimonial frente a 3eros, aunque esta función queda limitada a
asegurar que una porción del patrimonio no será distribuida
∎organizativa: instaura la estructura financiera y la posición jurídica de los socios en la vida social
∎ de productividad: es un conjunto de medios que permitirá a la sociedad desarrollar su objeto.
No debe confundirse con el patrimonio aunque vulgarmente de los use como sinónimos. EL PATRIMONIO es el
conjunto de bienes, derechos y obligaciones que tiene una persona jurídica, es esencialmente variable y se modifica
continuamente según el acontecer de los negocios. EL CAPITAL, es estático. Al momento de la constitución capital y
patrimonio podrán coincidir pero luego el capital se mantendrá invariable y el patrimonio mudara según los
resultados de la gestión social
7) Las reglas para distribuir las utilidades y soportar las pérdidas. En caso de silencio, será en proporción de los
aportes. Si se prevé sólo la forma de distribución de utilidades, se aplicará para soportar las pérdidas y viceversa;
8) Las cláusulas necesarias para que puedan establecerse con precisión los derechos y obligaciones de los socios
entre sí y respecto de terceros;
Cualquiera de los socios puede provocar la disolución de la sociedad cuando no media estipulación escrita del pacto
de duración, notificando fehacientemente tal decisión a todos los socios. Sus efectos se producirán de pleno derecho
entre los socios a los NOVENTA (90) días de la última notificación.
Los socios que deseen permanecer en la sociedad, deben pagar a los salientes su parte social.
La liquidación se rige por las normas del contrato y de esta ley.
∎ incluir elementos extraños al tipo hace a la atipicidad, y esto estaba sancionado, (la cual es mas moderada ahora
que antes de la reforma del ccyc, era nulo de nulidad absoluta) ahora se lo somete a la persona jurídica al régimen de
sociedades irregulares.
Subsanación.
El instrumento constitutivo de una sociedad es un acto jurídico y como tal para su validez requiere de
los elementos comunes a todo acto jurídico
se traduce en que los elementos indispensables son los típicos de todo contrato:
a) capacidad: se rige por las disposiciones del CCYC, sin embargo la LGS establece algunas
disposiciones específicas al respecto:
∎sociedad entre conyuges: art 27 LGS, establece que los conyuges pueden establecer
sociedades, modificando el régimen del CCYC, por el cual se restringe la capacidad de los mismos
∎herederos menores, incapaces o con capacidad restringida: art 28 LGS, adecua el supuesto de
indivisión forzosa de bienes de menores del ccyc. Este deroga lo que estaba previsto en la ley
14934 (de matrimonio). Establece que la sociedad constituida con bienes sometidos a indivisión
forzosa hereditaria, los herederos menores de edad, incapaces o con cap.restringida solo pueden
ser socios con responsabilidad limitada.
d) causa: es el fin inmediato autorizado por el ordenamiento jurídico que ha sido determinante de la
voluntad, la causa fin será la que persigue el negocio, dada por el resultado que obtenga cada socio
del desarrollo de las actividades descriptas en el objeto social. Lo habitual es que el objeto sea que la
sociedad obtenga ganancias para poder repartirlas como dividendos entre los socios.
la ley 19.550 exige la forma escrita el art 4to, al disponer que el contrato por el cual se constituya o
modifique una sociedad se otorgará por instrumento público o privado. Es decir que el acto constitutivo de
una sociedad, ya sea ésta pluripersonal o unipersonal, constituye un acto formal, y la sociedad es un
contrato e instituto -según fuera el caso- que tiene una forma expresamente listada por el legislador.
Los otorgantes pueden, en consecuencia, optar por uno u otro medio ya sea intrumento publico o privado,
(salvo para los supuestos de sociedades por acciones, las que necesariamente deben constituirse por
instrumento público, de conformidad a lo dispuesto por el artículo 165.)
Sin embargo, y pese a que el artículo 165 se refiere al instrumento público, lo que autorizaría a recurrir a
cualquiera de los actos enumerados por el artículo 289 y concordantes del Código Civil, se interpretó, tanto
en sede judicial como administrativa, que el acto constitutivo debía llegar a la autoridad de contralor bajo la
forma de escritura pública.
Optándose por el instrumento privado para la constitución de sociedades, en aquellas a las cuales la ley no impone el
instrumento público como exigencia, la ley prevé la ratificación de los otorgantes por ante la autoridad de contralor,
salvo en los casos en que la firma de aquéllos sea autenticada por escribano público u otro funcionario competente -
art. 5°, último párrafo, de la ley 19.550-.
Contrato y estatuto societario es lo mismo, este debe necesariamente ser inscripto en los registros correspondientes
para ser oponibles a 3eros. El reglamento, es interno de cada tipo societario
¿Pueden sociedades constituidas por instrumento público modificar su contrato o estatuto mediante instrumento
privado?
Tratándose de modificaciones al contrato constitutivo, las partes pueden optar por uno u otro instrumento, incluso
en el caso de sociedades por acciones donde la constitución debe necesariamente ser llevada a cabo por
instrumento público, tal como ha sido receptado por la doctrina.
Sin perjuicio de ello, debe destacarse que el art. 1016 del Código Civil y Comercial dispone que la formalidad exigida
para la celebración del contrato rige también para las modificaciones ulteriores que le sean introducidas, excepto que
ellas versen solamente sobre estipulaciones accesorias o secundarias, o que exista disposición legal en contrario.
El art, 284 del Código Civil y Comercial dispone, en materia de actos jurídicos que si la ley no designa una forma
determinada para la exteriorización de la voluntad, las partes pueden utilizar la que estimen conveniente; e inclusive
pueden convenir una forma más exigente que la impuesta por la ley. Esta norma concuerda con lo dispuesto en los
arts. 957 y 1015 del propio Código en cuanto establecen que los contratos son actos jurídicos, y que respecto de los
mismos -salvo exigencia legal-rige la libertad de formas.
Dado que el art. 4 de la LGS, impone la forma escrita, al señalar que el contrato por el cual se constituya o modifique
una sociedad se otorgará por instrumento público o privado, el acto constitutivo de una sociedad es un contrato o
acto
jurídico formal, y la ausencia de la forma impuesta implicaría -en principio- que sin el cumplimiento de la forma
establecida por el legislador, la sociedad no podría tener existencia. PERO ESTO NO ES ASI EN SOCIEDADES
Sin embargo, por medio de una disposición específica, contenida en el art. 21 de la LGS, se ha apartado de la regia
general, admitiendo que, a pesar del incumplimiento de la forma establecida, la sociedad igualmente puede
existir, aunque no quedará sujeta a las disposiciones correspondientes al tipo escogido por el o los constituyentes,
sino que estará bajo el régimen dispuesto en la Sección IV del Capítulo I; es decir, al de las sociedades no
constituidas bajo uno de los tipos del Capítulo II y otros supuestos,
contrato estatuto reglamento
EL REGLAMENTO CONSTITUYE UN
DOCUMENTO COMPLEMENTARIO
DEL CONTRATO SOCIAL QUE TIENE
POR OBJETOREGULAR AQUELLOS
ASPECTOS NO PREVISTOS EN EL
ESTATUTO CON RELACION AL
FUNCIONAMIENTO DE LOS
ORGANOS DE LA SOCIEDAD O LOS
DERECHOS DE LOS SOCIOS.
-debe ser inscripto
REQUISITOS FORMALES
Inscripción tardía. La inscripción solicitada tardíamente o vencido el plazo complementario, sólo se dispone si no
media oposición de parte interesada. Autorizados para la inscripción. Si no hubiera mandatarios especiales para
realizar los trámites de constitución, se entiende que los representantes de la sociedad designados en el acto
constitutivo se encuentran autorizados para realizarlos. En su defecto, cualquier socio puede instarla a expensas
de la sociedad.
La reforma del CCYC elimino la facultad del juez de comprobar los requisitos fiscales y legales, lo que llevo a afirmar
que se ha dejado de lado el control de legalidad. Otros autores en cambio interpretan que se mantiene el control de
legalidad a pesar de no estar contenido en el art. 6 LGS.
Ordenada la inscripción se formara en el registro publico un legajo para cada sociedad, con duplicados de las
diversas tomas en razón y demás documentación relativa a ella, cuya consulta será publica.
Inscripción: efectos.
ARTICULO 7º — La sociedad solo se considera regularmente constituida con su inscripción en el Registro Público de
Comercio.
ARTICULO 60. — Toda designación o cesación de administradores debe ser inscripta en los registros
correspondientes e incorporada al respectivo legajo de la sociedad. También debe publicarse cuando
se tratare de sociedad de responsabilidad limitada o sociedad por acciones. La falta de inscripción
hará aplicable el artículo 12, sin las excepciones que el mismo prevé.
la falta de inscripción hará aplicable el art: Modificaciones no inscriptas: Ineficacia para la sociedad
y los terceros.
ARTICULO 12. — Las modificaciones no inscriptas regularmente obligan a los socios otorgantes. Son
inoponibles a los terceros, no obstante, estos pueden alegarlas contra la sociedad y los socios, salvo
en las sociedades por acciones y en las sociedades de responsabilidad limitada.
2)PUBLICIDAD: No debe confundirse el régimen de publicidad societario, que es aquel regulado por la
inscripción de los actos y documentos en el registro Público, con otras exigencias que apoyan o coadyuvan
a hacer realmente efectiva tal publicidad; y este segundo supuesto es el caso de las publicaciones en
medios de difusión -legales o periodísticos- tendientes a que determinados actos que la ley reputa
trascendentes puedan tomar estado público con carácter previo a su inscripción en el registro respectivo,
dando oportunidad a los terceros interesados para tomar conocimiento de ellos y obrar según su interés.
Con anterioridad a que se produzca la inscripción, las SRL y las sociedades por acciones deberán publicar
en el boletín oficial un aviso (edicto) tanto su constitución como modificaciones, que deberá contener:
a) En oportunidad de su constitución:
1. Nombre, edad, estado civil, nacionalidad, profesión, domicilio, número de documento de identidad de los
socios;
4. Domicilio de la sociedad;
5. Objeto social;
6. Plazo de duración;
7. Capital social;
2. Cuando la modificación afecte los puntos enumerados de los incisos 3 a 10 del apartado a), la publicación
deberá determinarlo en la forma allí establecida.
La publicación debe hacerse por un dia en el diario de publicaciones legales correspondientes a su jurisdicción. ART
10 LGS.
Sin perjuicio de la enumeración contenida en la norma legal, también requieren de publicación otros actos tales
como la disolución de las sociedades constituidas regularmente (ello en función de lo dispuesto en el art. 98) y
también la designación de liquidadores en las sociedades de responsabilidad limitada y por acciones, atento a la
analogía existente con la norma contenida en el artículo 60 de la ley.
ARTICULO 12. — Las modificaciones no inscriptas regularmente obligan a los socios otorgantes. Son
inoponibles a los terceros, no obstante, estos pueden alegarlas contra la sociedad y los socios, salvo
en las sociedades por acciones y en las sociedades de responsabilidad limitada.
Por ello la preferencia de la Com isión R edactora de haber optado por una enum e-
ración de las personas jurídicas privadas basada en la legislación especial pero que
M anual de Sociedades 73
De un m odo enfático, los m iem bros de la Com isión -en los Fundam entos- indi-
caron que la regulación de las personas jurídicas en la parte general de un Código
nom bre o se utilice cualquier m edio idóneo para inducir una creencia generalizada
parte-
ii) e! art. 2° de la Ley General de Sociedades 19.550 establece que la sociedad
M anual DE Sociedades 75
Es evidente que la prescindencia de la personalidad jurídica sólo puede admitirse,
de m anera excepcional, cuando estam os en presencia de un supuesto en el cual, a
través de ella, se han buscado o se han logrado fines contrarios a la ley quedando
configurado un abuso de la personalidad jurídica de tal entidad que pueda llevar
al resultado de equiparar a la sociedad con el socio y, de esta m anera, sería lícito
atravesar el velo de la personalidad para captar la auténtica realidad que se oculta
detrás de ella con la finalidad de corregir el fraude o neutralizar la desviación.
N uestra jurisprudencia, en algunos casos, siguiendo a Serick, ha precisado que los
tribunales carecen de la facultad de prescindir de la form a de la personalidad jurídica
y de las consecuencias que de ella resultan, excepto cuando ha sido em pleada con
fines reprobables, por lo que la desestim ación de la persona jurídica debe quedar
lim itada a casos concretos y verdaderam ente excepcionales, supuestos que, entre
otros, pueden darse en sociedades aparentes o ficticias, en las cuales se pone de
manifiesto una apariencia engañosa, una sim ulación preconcebida y disim ulada, en
la que la realidad puede consistir en las actividades de una persona física o jurídica
que se oculta tras la sociedad ficticia.
Esta línea de pensam iento parecería asim ilarse a la sostenida por G algano, en el
sentido de asim ilar el supuesto al principio de la responsabilidad del em presario
oculto: el socio responderá p or las obligaciones sociales en aquellos casos en que
haya ocupado, respecto de la sociedad, la m ism a posición que el em presario oculto
ocupa respecto del prestanombre.
Partiendo de la base de lo dispuesto p or el artículo 2° de la ley 19.550, se admite
como uno de los efectos de la personalidad jurídica reconocida a las sociedades, la
separación patrim onial de estos sujetos respecto de sus integrantes. Este principio
legal debe m antenerse y respetarse, en tanto no se violen las reglas superiores del
. ordenamiento jurídico que hagan aplicable el criterio de funcionalidad sustentado
por la citada norm a legal. Pero debe existir energía para aplicar la teoría de la
penetración, cuando se advierta la existencia de un abuso que cause agravio a la
justicia o entidad en perjuicio de alguien, por lo que en caso concreto de situaciones
■socio, sino a proteger al tercero de buena fe, pero sin afectar en principio la norma!
. actuación de la sociedad ni su futura actuación; sim plem ente, lo que se perm ite es
que, respecto de la relación jurídica particular, no se pueda oponer esta personalidad
diferenciada al tercero perjudicado.
El texto es claro: la actuación de la sociedad que encubra la consecución de fines
extrasocietarios o constituya un mero recurso para violar la ley, e! orden público
76 Daniel Roque Vítalo
o ia buena fe, o para frustrar derechos de terceros, se im putará directam ente a los
socios y a los controlantes que la hicieron posible, quienes responderán solidaria e
ilim itadam ente por los perjuicios causados.
form a directa y explícita la imputación de los actos, no en una form a genérica, sino
en relación con una determ inada actuación.
directam ente a los socios o a los controlantes que la hicieron posible, quienes res-
ponderán solidaria e ilim itadam ente por los perjuicios causados. Éste es el instituto
M anual de Sociedades
aplicación específica de la norm ativa general dei ordenam iento civil relacionada
con la sim ulación de los actos jurídicos y del abuso de derecho.
En cuanto a los efectos de la aplicación de la doctrina de la inoponibilidad de la
persona jurídica, se han señalado los siguientes:
mediado burla a la ley o fraude a los terceros, o aún m ás, hay supuestos en donde
es necesario allanar la personalidad a favor del ente o de sus integrantes, cuando
el m antenim iento de la distinción podría llevar a consagrar soluciones injustas y
repugnantes a la buena fe.
En el caso “Ferrari Vasco c/Arlinglon S A y otros s/O rdinario” , la Cám ara N acio-
nal de A pelaciones en lo Com ercial, sala C, confirm ó señeram ente la sentencia del
i) Por fallos de la Corte Suprema: “Parke Davis”; “S’wift Deltec’*; “Mellor Good-
wín” -todos en 1973-; “Ford Motor” -1974- y “Kelíog Co. Argentina” -1985-;