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eel PENSAMIENTO TEOLOGICONM'| EN eS PENSAMIENTO TEOLOGICO EN VENEZUELA lll: F. TORO Y LOS LIBERALES Sumario FERMIN TORO: EL ULTIMO VENEZOLANO El Cristianismo como dinamismo de la Historia Contra el Positivismo y e| Capitalismo ~ Conservador consecuente — Modernidad y Cristianismo NOTAS LA TEOLOGIA DE LOS LIBERALES La Doctrina Liberal: Amor al Préjimo Proposiciones Liberales Otras Polémicas Liberales E] Peder como Esperanza — Una Eclesiologfa mas radical — La Accién de la Palabra NOTAS CENTRO GUMILLA Av. Cristobal Rojas, 16 — Santa Ménica Apartado 40.225 — Tfs. 661.28.40 y 661.95.15 CARACAS 1040-4 — VENEZUELA 1981 FERMIN TORO: EL ULTIMO VENEZOLANO Fermin Toro (1807-1865) es una personalidad rica y multiple. Orador, poeta, narrador, ensayista, pedagogo, legislador, diplomatico, palftico. Su ca- pacidad, mesura y honradez lo constituyen camo el idedloga de mas valfa del incipiente partido conservador venezotano. Dentro de su actividad polftica descollo especialmente en el ramo de Hacienda y en las delegaciones interna- cionales que le fueron encomendadas. A él, como Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario ante los Gobiernos de Espaia, Francia y Gran Bre- tana, le correspondié canjear en Madrid las ratificaciones del Tratado de Re- conocimiento, Paz y Amistad (1846) por el que se sellaba !a Independencia de Venezuela. E| presidié la comisian encargada de preparar en Caracas los funerales a los restos de Bolivar con motive de su repatriacién (1842). El di- rige también la Convencion de Valencia en 1858. A su muerte Juan Vicente Gonzélez, ese otro idedlogo conservador mucho mas clamoroso, polémico y desmesurado, lamentard en sus Mesenianas: ‘‘Acaba de abrirse una tumba, y ha caido en ella el ultimo venezolano". Toro se confiesa en toda momento profundamente cristiano, conscien- te de que esa afirmacién le quita categarfa “cient ifica” frente a los ilustra- dos de su época. Rara vez se detiene, sin embargo, a motivar su fe, Las veces que lo hace percibimos que es su preocupacién por el hombre la que le em- puja al cristianismo. “Nada eleva tanto el alma de! hombre como el amor y la religidn; uno y otra sentimiento ennoblecen el corazén, le hacen tierno y ge- neroso, y como que le rescatan de sus ordinarias flaquezas’' (1). "Religion y moralidad son las faltas reales de Francia —dird en otra parte—. Un pueblo in- moral e irreligioso no puede por mucho tiempo ser libre porque es esencial- mete egoista; incapaz es de comprender otro motivo de accién que no sea el propio interés, y la libertad requiere propio sacrificio’ (2). Dirfamos que para Toro la religién ennablece al hombre porque |e obli- ga a trascenderse, Por eso defiende.en fa prensa al Colegio de la Indepanden- cia donde él regenta la cdtedra de filosofia, “porque en él se ensefan la exi: tencia del Ser Supremo, de la inmortalidad det alma y de creencias intuitivas (3). Con esta uiltima expresién se opone al empirismo mal asimilado de sus adversarios, que simplifican los fendémenos intelectualés hasta reducirlos a la experiencia y él testimonia de los sentidos. Por otra parte, las ideas sobre Dios y la religion que aparecen en las o- bras de Toro reflejan la complejidad de las apreciaciones culturales del mo- mento, y se debaten. entre la imagen deistadel Creador que lejano y encum- brado rige el universo, hasta ef Cristo romantico que conmueve con sus léqri- mas y fortalece en la adversidad EL CRISTIANISMO COMO DINAMISMO DE LA HISTORIA No es facil encontrar una | ines evolutiva en su pensar, Mas bien habr/a que recono- cer que estas diversas imagenes coexisten en él en bisqueda de una sintesis. Es un hombre de frontera a caballo entre dos épocas, Segun el auditorio, las circunstancias o !a situacién animica, echari mano de una concepcién mas clasista o se recreard en un languido senti- matalismo romantica, Desde una perspectiva més cereana a la |lustracion afirma: tige la marcha de la humanidad, y su manifestacién es la histori: Una ley providencial , la historia en el sentido mas universal y profundo, La razon superior que ordena los mundos encama-en la huma- nidad, su ley es el Hado de las naciones y el destino del Universo” (4), Estas cosmovisiones en tas que el cris- tianismo aparece como elemento dinamiza- dor de fa historia o como la culminacian del desarrollo del espfritu, evocan en alqunas o- casiones casi literalmente las concepciones hegelianas: ‘La marcha-absoluta y progresiva del espiritu en todas las edades del mundo; la verdad inmortal que lentamente se revela en la larga sucesion de los tiempos; el espi- ritu profétice con que en grandes y determi- nadas épocas ha sido inspirada la humanidad, Ja idea de lo infinito, la concepeion de la li- bertad, y la alta nocién de la Unidad Supro- ma; he aqui la manifestacion de la razén superior, gufa de la humanidad y espiritu de la historia” (5), Una visién tan positiva no puede me- nos de ver también en el desarrollo contem- pordneo de las ciencias un paso adelante en la evolucion humana del espiritu. “La anti giedad nos vence en obras de imaginacién, en artes estéticas; pera la vencemos en las obras de la inteligencia, principalmente en la -acién de los fonémenos naturales, en Ja inyencién de artes utiles, y en el dominio y apropiacion de las fuerzas brutas de la na- turaleza"" (6). Sin embargo, precisamente porque ve a fa ciencia como producto hu- mano, y al hombre sometido a su creator, mas de una vez va a trasfadar este somet mignto al dominio intelectual. Dios se habria reservado un cierto saber que s6lo conoce: mas por la fe. Si el hombre intenta penetrar en él por ta razén, 0 si decide guiarse Gnica- mente por lo que ésta le dice, termina por es- trellarse, Entramos con esto en un plantea- miento de las relaciones entre fe y ciencia que influye todo el pensamiento del s. XIX. “Las leyes césmicas empiezan a ser conoci- das; por lo menos, poseemos hipétesis ra- cionales que explican una gran parte de los fenomenos naturales: Las leyes providencia- Jes que rigen la humanidad no son todavia del dominio de la ciencia.,. pero la fe cree en su existencia, y la razén sin cesar las busca como negesarias a la armonia del universo" m. Acerca de la contradiccién que parece existir entre la ciencia y la Biblia respecto al origen de la humanidad dird en otra parte: “Cuando [as cuestiones antropoldgicas son resueltas por la fe en la revelacion, la historia del género humano y su aparecimiente en la faa de la tierra es un altisimo misterio; pe- ro en los misterios no se ejercita la critica ni se ponen las bases de los conocimientos ra- cionales. Los ordculos de la Divinidad son os- curs, las revelaciones no se repiten y las var dades que ha ensefiado exigen el asentimien- to y prohiben la contradiooion; asi es como Ja razén, que no halla en esta ensefianza ni evidencia ni demostracion logica, abdica su autoridad sila admite, 0 so extravia sf la re ‘chaza, en la senda tenebrosa de la impiedad y la desesperacién"' (8). Con palabras que recuerdan al mito de la Tarre de Babel dectarara también: “No impunemente marcha el hombre en la senda de la inteligencia como aceredndose a la di- vinidad la necesidad, con sus manos de hie- rro, le sigue de cerca, y a cada paso que él dalla pone nuevo aguijén en su vida, que le punzay le recuerda su triste mortalidad”’ (9). CONTRA EL POSITIVISMO Y CAPITALISMO En esta misma 1ea se puede colocar su caracterizacién eritica y demoledora del es- Piritu positivista que “es hoy el dominador de la sociedad... Se diria que es un pequefio Dios que se ve a si mismo reflejado en todos les seres dal universo. El hombre positive, el hombre de la realidad, es el que subordina siempre lo universal alo particular, lo abs- tracto a lo concreto, la sociedad al individuo; y haciéndese como el centro de un mundo puramente material, busca siempre una ecuacién en todas las relaciones sodiales, y calcu- la con guarismos las ventajas del honor, de la probidad y de todas las demas virtudes... De aqui el favor exclusivo de las cuestiones de economia como ciencia que conduce ala rigueza por el camino mas corto, entendiéndola cada uno 2 su modo y aplicandola a su exclusive interés" (10). Esto nos Hleva a la condenacion entati- ca que Toro hace en numerosas ocasiones det espiritu capitalista, Aqui el estilo abandona su frialdad expositiva y alcanza un tono pa- tético de alegato en favor de las clases mas despose fdas, Serfa demasiado largo citar en detalle todas !as ocasiones en las que con ve- hemencia y ampulosidad ietérica fustiga To- ro los erimenes de la nueva sociedad consu- mista, que explota a los trabajadores y excita ala vez su codicia creando necesidades supér- fluas que sdlo los grandes van a poder distru- tar, En Inglaterra existe “una tribu de pa tas, una raza de victimas que arrastra los a- rreos de 1a miseria, de la ignorancia, del envi- Iecimiento y del crimen; sin pan-y sin hogar; lanzando en derrredor miradas de envidia y desesperacion; buscando a quien pedir o a quien arrebatar el alimento y dispuesta a cometer todo linaje de delitos... He aqui 226.000 individuos, es decir, mas de la sexta parte de la poblatién de Londres, a quienes la enorme acumulacién de la riqueza-en ma- nos de pocos, la funesta aplicacion de algu- nos printipios de economia sin ninguna res- triccién: la tiranta, en fin, ejercida bajo esta o aquella forma por una parte de la sociedad sobre la otra, han reducida a la mas espanto- sa miseria y conducido a la depravacién y #1 crimen" (11). Algo somejante so puede decir de Fran- cia, “que aglomerando en manos de un pe- queiio mimero fortunas colosales, abando- nan las masas ala indigoncia que las conduce ala desesperacion y ef orimen'” (12). “A pesar de todos los beneficios del orden social, a pesar de todas las: ventajas que el hombre ha sacado delas artes, tentacién hay algunas veces de maldecir la divisién del trabajo y la invencién de las manufacturas, cuando $e ve a.qué estado ellas han reducido a seres que fueron creados nuestros semejan- tes... Si, coma dijo en celebrada ocasion John Smith, de Cambridge, ‘el infiemo es mas bien una condicién que un lugar’, pode- mos creer con fe firme que la actual ong: zacién europea ha traide por primera vez el infierno a la tierra... (13). Frente a esta degradacion, América se levanta como el lugar “donde el cristianismo, que ha dado un cardcter peculiar a la civiliza- cion europea, desenvuslye con menos emba- razos sus sociales principios de libertad e i gualdad. América posee yael pueblo mds libre ¥ mas religioso que han visto las edades"’ (14). Esto no elimina sin embargo ta existen- cia de sbusos muy semejantes a los fustiga- dos en Europa. La denuneia de tales fendme- nos en Venezuela aparece sobre todo en la amplia exposicién que como jurista y polti- co hace contra las leyes que los prestamistas intentan introducir en las sesiones del Con- greso de 1834, y que él considera inhumanas y anticristianas vor ser favorecedoras de la u sura, Toro insiste on la inmoralidad de tales actos incluso en el campo de Ia filosofta, pues desea argumentar en el terreno de sus advarsarios que le acusan de dejarse influen- ciar por su religion en cuestiones que han de regi 3 toda una nacin libre @ ilustrada, dig- nificada por fa libertad de cultos y pensamien- to. Sus principios de moralidad recuerdan a fos enunciados en la ‘Critica de la Razon Practica’ por Inmanuel Kant: "Busca el bien s6lo por el bien... Obra de manera que tu ac- cién pueda servir de regla para las acciones de todos” (15) Pero en lo mas profundo de su concie- td ante todo el convencimienta de que de injusticia es contraria ale vangelio: ‘La religién cristiana es la que ha revelado él sentido de las palabras humani- dad, libertad e igualdad, La religién del po- bre, la religion democratica, fue la que ense- id que la fuerza material puede sobre la ver- dad, sobre la conviccidn, sobre el derecho; que el extranjero es nuestro hermano, el su- perior muestra igual, y que el esclavo, el es- clavo que se postra trémulo a nuestros pies jes también nuestra igual! Para el pobre, pa- ra el. pueblo, para la turba doliente son las promesas del reino santo; para el rico, para el déspota, para el poderoso las puertas estan verradas; sentencia profunda hasta ahora no. entendida; gran ley social que encierra al dogma y el anatema. {Maldicese acaso el oro y las riquezas? No; que el pobre diga; también ‘tengo derecho a los bienes de la sociedad, na- die sin injusticia puede despojarme de lo que el Creador me concede; que el afligido siervo, alce la frente cargada de afanes y enojos, y diga al ver la luz del dia: para mi también fue hecha, y tengo también derecho al descanso y al placer; que tiemble el poderoso que, en- golfado en un mar de deleites, ss muestra sordo a la plegaria del indigente; que tiemble el rico que da el pan al perro de caza y lo niega a la familia que perece de miseria. He aqui el sentido y el objeto dela tremenda amenaza del Evangelio contra el rico, objeto eminentemente humano, eminentemente so- cial” (16). CONSERVADOR CONSECUENTE Seria ilusorio, sin embargo, ver en Toro a.un revolucionaria sacial, El es un conser- vaclor consecuente. Ni siquiera wtilizara el descontento de la poblacién como an el mismo tiempo |o hardn los portavoces del partida liberal, para abtener dividendos politicos. Su voz de alarma ird encaminada a los dirigentes de la sociedad para que pongan remedio 6 una situacién que conduce a la desesperacin, el crimen y la anarqufa. Para mantener el orden y el sosiego es necesario destruir los po: Sus consiceraciones sobre ta historia de Francia muestran cleramente esta tenden- cia. A pesar del dramatismo con que describe Ja desigualdad y ta opresin en ese pais, su juicio sobre la revolucién frencesa es absolu- tamente negativo: “;Fue su movimiento el de la libertad? Mentira... Perfodo. destructor de todo lo racional, fcundo en monstrugsi dades y el més Ileno de abominaciones que pueden sefialar las edades"' (17). ¥ si es in- moral y anticristiano oprimir al pobre“ ;cuadn- tainmoralidad, cuanta irréligion (hay) donde vata miserable, sin temor de Dios ni de los hombres, sin respeto a las instituciones tute- lares, a la santidiad de las leyes, ala majestad de un trono que un gran pueblo acata y reve vencia, puede concebir y llevar a cabo el ne- fario intento de sepultar a su patria en los les focos cle disturbios, horrotes de la més espantosa anarquia’’ (18). Qué remodio queda entonces? Toro cree solo en la posible viabilidad de una ri forma, “'Creemos en el progreso, en la mar- cha, aunque lenta, a una mejora de condi- cin. La Mustracion ‘de lar matas conjugard las tormentas politicas; la mavidad de las costumbres impedira los furores de las con- mociones populares; la equidad y la justicia en las leyes y en la administracion impediran que venazcan los odios de las clases; las re: sistencias morales conduciran por la senda le- gitima la tendencia democratica; y entonces no habra que temer las tevoluciones las ha- bra porque son necesarias a la marcha del en- tendimianto y al crecimiento de las nactones; pero no sean sangrientas, no destruiran la obra de la paz ni el fruto de muchas genera- ciones, sino que conservardn la fuerza vital y el espiritu de la reforma, condiciones ne- cesarias a la vida de los pueblos" (19), Mientras tanto la reli masas de consuelo con su afirmacién de que, después de todo, esta vida no es definitiva, Liegaré una época o lugar donde por fin, aunque al margen de {a historia, se hard jus- ticia. En ‘Les Mértires’, novela breve ubica- da an {os barrios: bajos londinenses, Toro hace decir 8 su protagonista en un momento. desesperanzadio: " }Qué monstruosa desigual- dad! jCuanto no acusaria de impotencia o de injusticia al Creador, si su voz no nos dije- ra: hombre, esta no es tu patria!" (20). Es aqui dandecuadra I imagen roman- tica de, la religion que tan a menudo penetra su pensamiento. Bastaria recordar la compa- racion que hace entre el vitalismo chisico de la antigiieded y el ascetismo casi inhumano del cristianismo. Tensién que aqui se resuel- ve a favor del cristianisme, y que poces afios mas tarde llevaria a conclusiones absolute- mente contrarias a W.F. Niestzsche. “Una religion fundada en un suplicio, con sus tris tezas consoladoras, con sus dogmas terrificos de maldiciény tormentos, vino a derribar el antiguo edificio de la gentilidad, ese mun- do magico, de formas esplendentes, mansion del placer y la hermosura, poblade de heroes y semidioses, ¥ esa religion severa, tan tre- menda en sus amenazas como rica en sus promesas; que anatematizé la belleza de las formas; que divinizd el sentimiento hermo- seando el dolor, el martirio y la muerte; esa misma religion fue la que inspird al Dante ol horror sublime de su ‘Infierno’, a Miguel An- gel su tremendo ‘Juicio final’ y a Rafael la ‘transfiguracion' del Hombre-Dios'' (21). De forma semejante hablara frente 6 los restos de Bolivar de un “Dios que no da vida sin dar muerte, que no crea sin destruir, y cuyas diarias creaciones no son mas que despojos reanimados" (22). MODERNIDAD Y CRISTIANISMO 2éCémo une Toro estas visiones del cristianismo? No cabe duda de que su educacién tradicional y su experiencia politica le influyen para frenarle en sus denuncias ¢ impedirle asimismo el que las Heve hasta sus Ultimas consecuencias, El} desconfia de la demagogia que estan demostrando por ese tiempo los dirigentes del partido liberal. Ve como Ia predi- cacion de la igualdad esta Ilevando a una intencion de mei violencia anarquica, Pero su problema es atin mas profundo. En su mismo interior se debaten dos tenden- clas distintas; su afin de modernidad y su cia cristiana, En sus recuerdos auto- biograficos deja alguna vez asomar sus difi- cultades internas para asimilar en una unidad coherente su eri mo y sts concepeion moderna de ta vida, ‘'En las colonias espafio- las todo fue nuevo, todo costé esfuerzo y sangre; una idea se adquiria a traves del do. bla velo de una inquisicién politica’y religio- sa; un derecho se conquistaba rompiendo la wacion de la-que se aprovechan unos pocos sin rar la miseria de las masas. Teme en fin ver al pais destrozacdo por une triple barrera del poder, la ignoraneia y el fa- natismo" (23). “Emancipada Venezuela y puesta on libre contacta con el mundo civili- zado, recibié de repente todo lo que antes le estaba vedado.., Tratados de politica eran de urgenite necesidad; elles formaron, pues, el primer alimento de nuestra juventud, Un sis- tema filoséfico éra tambien preciso alos no- veles politicos; el del siglo XVIII era el nico que simbolizabe la reaccién que experimen: tabamos y la necesidad de romper con toda autoridad, Rousseau, pues, Voltaire, Helve- cio, Diderot, Desttut Tracy, fueron los auto- res favoritos" (24) Algo de estas lecturas se refleja en los juicios histéricos, por lo demas acertados, que hace ocasionalmente sobre algunas in- fluencias negatives que de hecho ha teniclo el cristianisme en el desarrollo de los pue- blos, ‘La politica y la religion han obteni- do durante muchos siglos un predominio casi exclusivo en las naciones civilizadas. De aqui el absolutismo de los gabiernos, el de- racho de conquista, 1a dominacion del clero, las jerarquias politicas y eclesidsticas; y sus consecuencias, las guerras injustas, las con- tribuciones minosas, la multiplicacién de los monasterios, el establecimiento de la Inqui: sicién, 1a servidumbre del pueblo” (25). “Al leer un tratado de moral, los hombres creen que no pueden dar un paso en la vida sin infringir una ley moral; de aqui el ascetismo, la vida contemplativa, la interrupcién de to- dag las relaciones; esta es la manera de verla sociedad con un sole ojo, camo los ciclopes. Lo mismo diré de los tedlagos" (26). Res- pecto al Arzobispo de Londres, anglicsno, es verdad, pero cristiano al fin, dird en una de sus novelas que “prefiere hacer una platica contra lo que él.llama la impostura de los que se dicen pobres, que dar un chelin al que perece de hambre!! (27). Toro sin embargo renueva su profesién de fe con el mas crudo realismo. “No se pros- cribiré la religion porque a su nombre se ha- yan degollado millones de victimas’’ (28). Percibimos-aqui ol problema (ntimo de una coneiencia y una épeca. Las ideas mas evolucionadas y eruditas venfan envueltas en un silencio o desprecio-absoluto dela religién, cuando no en ataque corrosive @ sus convic- ciones mas centrales. Los representantes reli- giosos, por su parte, en vez de aceptar el rato y lanzarse a crear una vision del cristi mds acorde con el evangelio y con al sentir de Ia época, cerraron filas en una actitud en- tre intolerante, temerosa y agresiva, y ast perdieron la ocasian de entablar un diatoga desde posiciones de igualdad. Mientras tanto, los cristianos que deseaban estar presentes en Ja marcha de Ja historia se encontraron en la dificil posicién de tener que alimentar sus NOTAS conecimientas @n libros prohibidos por la Iglesia, y de tener que alimentar su fe en ma- nuales y tratados absolutamente impermea- bles a los progresos de su tiempa, Situacién comprometica en la que Fer- min Toro supo mangjarse eon honradez y e- legancia, pero no sin quedar mas de una vez marcado por sus perplejidades (1) Las citas de las obras de Fermin Tora las tomamos dé las siguientes antologias. PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA; La Doctrina Conservadora — Fermin Toro: Pensamienta politica venezolano del s.XIX, vol, |, Caracas 1960, ACADEMIA VENEZOLANA DE LA LENGUA: Fermin Toro — Clasices Venezotanos Vols. 5 y &, Caracas, 1963. Las mencionaremos mediante las siglas P y A respectivamen- te. En este caso lacita partenece a Los Martires— A..1,98. (2) Europa y América ~ P42. (3) Los estudios filoséficos en Venezuela—P,3. (4) éLa humanidad no tiene historia? — A. 11/125. (5) Ibid. A. 11,126, Véase también fa descripcién que hace de la s(ntesis medleval en duleio Gonzalez —P,396. (6) Ideas y Necesidades — P98. (7) Cinco de Julio— P,357. (8) duicio — P.386-7. (9) Ideas y Necesidades —P,100. itico acerca de la ‘Historia Antigua y de la Edad Media’, de Juan Vicente Reflexiones sabre la Ley de! 10 de abril de 1834 — P,100. Descripcibn de los Honores Fdnebres consagrados a los restos del Libertador Si- mén Bolivar en cumplimiento del Decreto Legislativo de] 30 de abril de 1842 — ahi mismo el entusiasmo de Toro ante el barroquismo de las cere- Intervenciones en la Convencin Nacional de Valencia (1858). Sesion del 19 de (it) Europa y América — P38, (12) Ibid. P,49-50. (13) Ibid. P,56-7. (14) Ibid, P64. {15} Reflexiones sobre la Ley del 10 de abril de 1834 —P,122. (16) Europa y America —P.67-68. (17) Ibid. P43. (18) Ibid. P,50. (13) Cinco de Julio — P,360, (20) Los Martires — A, 1,123. (21) Ideas y Necesidades — °,97, (22) P51, Vé monias liturgicas oficiadas en tal ocasion. (23) Europa y América ~P,59-60, (24) —P,102. (25) Ley del 10 de abril de 1834 —P,120, (26) octubre — P,316-7. (2?) Los Mértires — A. 1,109. (28) Europa y América ~ P,86. LA TEOLOGIA DE LOS LIBERALES Ya para 1840 aparece en la vida publica venezolana o! "Gran Partido Li- beral de Venezuela”. Pera el Liberalismo criollo mas que un partido de masas con dactrina coherene ajustada al pensamiento manchesteriano es una bande- ria 0 tendencia que aglutina a diversas personalidades ilustradas y al tanto, desde lejos, de las polémicas de Europa, Se trata de un liberalismo sui generis Aunque como corriente politica este liberalismo surge contra el domi- nie politico de Paez y sus seguidores, apodados “Godos" @ "Conservadores", estos Uiltimos son mas partidarios del “laissez faire’. Hubo entre quienes se. proctamaban |iberales gobernantes adn mas despdticas que losconservadores. Los Monagas, por ejemplo. Muchas veces aparecerdn los liberales coma los primeros defensores de la agricullura. La polémica anticlerical también sera propia de los conservadores. Practicamente todos los politicos que emergen eri la vida nacional des- de mediadas del Siglo XIX se proclaman liberales aunque se opangan y de- fraten unos a otros: Los Monagas, Julian Castro, Falcon, Guzman Blanco, Alcantara, Rojas Paul, Andueza, Crespo, Cipriano Castro, y el mismo Gomez “Liberal Rehabilitador’’, En estos liberales de todos los colares no encantra- mos tanto una doctrina comin sino mas bien la sucesion de facciones perso- nalistas en la busqueda de control politico. Es ya lugar comun la frase de Antonio Leocadio Guzman a propésito de la terrible guerra federal (1859-64) : "Si los contrarios hubieran dicho federacidn, nosotros hubiésemas dicho centralismo"’, A pesar de la complejidad y las ambivalencias a que hemos hecho refe- rencia, el movimiento liberal, ademas de su significacién politica tendria una gran repercusidn en la vida, la practica, y el pensamiento de la Iglesia Catali- ca en Venezuela desde entonces hasta nuestros dias. Hemas escogido, para hacer una cala en el pensamiento de esta corrien- fe liberal, a dos periodistas de los mas significativos en la discusién publica, vehementes y combativos ambos; Tomas Lander (1) y Antonio Leocadio Guzman (2), muy metidas ambos én la vida polftica. El otro liberal de que trataremos es Antonio Guzman Blanco “El Ilustre Americano” (3). Cuentan que uno de nuestros liberates del siglo pasado decfa de un con- servadar con el que manten{a una polémica publica en materia religiosa: “Fu- lano cree que yo creo que él cree". Muchas veces encontraremos toda una re- torica sobre los argumentos religiosos para cuya interpretacién no nos queda- ra mds remedio que remitimos a los textos mismas. Quede clara desde ahora que estos liberales criallos aparecen como liberales cristianas. 10 LA DOCTRINA LIBERAL: AMOR AL PROJIMO Quizés el documento que mejor recage el fundamento filosbfico positive de la dostrina del nuevo evangelia liberal es el Manual det Colombiano o Explicacién de la Ley Natural (4), escrita por Tomas Lander. Se trata de un catecismo da preguntas y tespues- tas, de modo que cada quien sea instruido en el cumplimiento de dicha ley, ya que “El amigo de [a naturaleza no sera nunca enemigo de sus semejantes; ni el intérprate de sus leyes apéstol de la falsedad”’. La ley natural es entendida coma aquel orden regular y constante de hechos con que Dios rige el Universo, orden que conocido por fos sentidlos y 1a razon humana sirve de pauta a todos para alcanzar la perfeccion y la felicidad. Ley en cuanto que son mandatos y prohibiciones que estan en ta misma naturaleza, entendida ¢sta como las operaciones parciales de la fuerza que mueve al Universo en cada clase da seras, Reglas constantes y generales del orden del Universo. Gon relacin a la especie humana estas leyes tienen por objeto Gnico el conservarla y hacerla dichosa. La ley natural os anterior a toda ley positiva, viene inmediatamente de Dios, vale para todos y siempre (las leyes humanas.se- rian locales y accidenteles), es uniforme @ in: variable, evidente y palpable, conforme a le razon humana, justa (las penas son propor- cionales a los delitos), pacifica y tolerante, iqualmente beneficiosa para todos, y tiene camo fin hacer a los hombres mejores y mas felices. La ley natural, viniendo de Dios; nos su existeneia como Ordenador, Su: premo Agente © Motor Universal, Suprema Sabidu Siempre fue conosida pero impartec- ‘tamente y se la conoce no por el instinto, que hos atrae indistintamente a lo que halaga los sentidos, ni por jas ideas innatas, (que no existen), 0 sentimientos comunes al género humano (aunque los hay), sino por la razén y el conocimiento de muchos hechos. La ley natural no es arbitraria ni ideal, consiste en hechos demostrables y su conocimiento es una ciencia exact: iW El precepto fundamental es la conser vacion de sf mismo. La conservacion es posi- ble por ef dolor y el placer, sensacianes po- derosas ¢ involunterias, una advierte del dano (reputsa de ta muerte) y Ia otra inclina a lo que tira a conservar y dosarrollar 1a existen- cia (estimulo de la vide), Ni el placer ni el dolor son el objeto de la existencia ya que of placer més all de la necesictad es destructivo y el dolor cs muchas veces necesario para la conservacion. De mode que las sensacionas pueden engaiiarnos momenténeamente por ignorancia y por pasion, Luego la instruc- cin y la moderacién son necesarias para nuestra conservacion. Pero estas nociones tan necesarias pai su existencia no las encuentra el hombre por 3{ solo aislado sino con el auxilio de sus se- mejantes, en la sociedad. La vida en sociedad es una necesidad, una lay de ta naturaleza: la atraccién sexusl fleva a la vida en familia que ya es un estado de sociedad; fa estructu- fa humana sensible ala comunicacian, o su ser-abierta-a-los-otros-que dirfamos hay; y el mismo hecho do que la sociedad atiende a si tisfacer las necesidades del hombre nos lo ponen de manifiesto. El hombre en estado salvaje, sin la sociedad, no puede satisfacer sus necesidades ni as libre, La necesidad de la propia conservacion que es el fundamento de la sociedad, nos po- ne en la precision de “no hacer dafio a nadie, Para que en pago tampoco nos lo hagan"’. Na dobe por tanto canfundirse can el egofsmo a amer propio. Mas bien, de este principio de- ben derivarse las ideas de bien y mai, verdad o error, vicio y virtud natural, justoo injusto, que forman ta base del hombre coma indi duo, o del hombre s1 A Es bien, segdn la ley natural, todo lo que se dirige a conservar y perfeccionar al hombre; mal, lo que se dirige a destruirio o empeorario, No se trata sélo del bien o mal fisicos —estos obran inmediatamente sobre ol cuerpo— sino de los morales que produ- cen, respecto del individuo, ciertas disposi- ciones, habitos 0 costumbres de parte de los demas, 0 que son ditiles o perjudiciales 12 la conservaci6n, y atscan o favorecen los medios para existir. Todo lo que turba el orden de la na- turalaza para la conservacion y perfeccién del hombre y la sociedad es falta; y virtud, toda practica util al individuo y Ia sociedad. Entre la virtud y el vicio hay gradaciones. La simple intencion no es merito o delito, y las consecuencias del acto determinan su bon- dad o maldad por el resultado mismo. Las virtudes individuales son la ciencia, la templanza, la fortaleza, la actividad, la limpieza, La ciencia comprende la prudencia y la sabidurfa, Trétase de conocer Jas causas y lo efectas de tas cosas para proveer de antema- no ¥ con seguridad la conservacién y desa- rrollo de las facultades. EI ignorante, desco- nociends, acttia contra sf mismo y los otras; el necio.afiade a la ignorancia 1a presuncion conosimiento, No bastacon ser clocto (saber) hay que ser sabio (nraeticar). No esta pelea da la ciencia con la pobreza de espiritu, la sencillez y la dicha, porque la verdadera po- breza de espiritu es la rectitud de corazon “y cuando se nos aconseja que seamos sen- cilles como la paloma, también se nos dice que seamos prudentes como serpientes" (5), La templanga es la moderacién de las pasiones, contraria a la concuspicencia. Sus ramas principales son ta sobriedad y ta con. tinencia © castidad. El sabrio digiere bien, 56 mantiane sano, gasta poco, no se embo- rracha. Tanto el ayuno como é! vino pue- den ser buenos, Lo que se prohibe es lo que dafia la salud, Infinitas son los males fi- sicos y morales que implica el libertinaje, preceupaciones, pleitos, enfermedades, pér- didas de fuerza, embotamiento del esp/ritu, vejez prematura. El mandato de la naturaleze es: Reproducios (6), Dado su estado social, no slo el abuso sino el uso mismo del placer tiene més graves inconvenientes para la mu- jer: la prefiez, el parto, la carga de los hijos, pérdida de la hermosura; miseria, envileci- miento y desgracia. El pudor es una virtud natural y en esta materia la ley natural sf eserupuliza los desos y pensamientos ya que éstos excitando y enardeciendo los sentidos provocan fa accion, La fortaleza y el esfuerzo del cuerpo itu son virtudes en la ley natural; jad y cobardfa, vicios; pero ca- aquellas facultades es mas bien desgracia que crimen porgue en gran me- dida son cualidades que se transmiten por generacion y sangre, segin las razas y las mezclas y cruzamientos de castas, La acti- vidad es una virtud porque hace al hombre trabajador y ocupado. Aun al pobre le da bienestar. Toda lo contrario la ociasidad y la pereza, Ni la pobreza es vicio ni la rique- za virtud; pero la pobreza mas dafia que a- Provecha y es principio o resultade de otros vicios; fa riqueza en cambio, no es virtud pe- ro tampoeo visio si se adquirié honradamen- ‘te. Su use puede ser virtuoso o vicioso se gin sea Gtil o perjudicial al hambre y la so- ciedad, Le actividad es el amor al trabajo y al buen uso del tiempo, recer de Lalimpieza 0 el aseo es una verdadera virtud, no sélo por los beneficios sanitarios sino porque conlleva otras virtudes sobre el cespiritu y sus facultades morales. Las virtudes domeésticas, utiles a la fa- milia, son la economia, | amor paterno, of conyugal, el filial, el fraterno y ef eumpli- miento de las abligaciones de amo y criado, La economia en sentido estricto es ef uso y gasto del dinero en lo que toca sola- mente a las primeras necesidades de Ia vida. Es virtud porque quien no hace gastos intti les tiene un sobrante que es la verdadera queza (ahorro), La disipacién y prodigalidad Nevan ala pobreza. El amor paterno es el cuidado de los padres por hacer adquirit @ sus hijos los bue- nos habitos, los virtuosos. Ello asegura la fo- idad paterna. Pero esta virtud #8 poco co- min ya se confunde con el mimo que hace a los hijos despéticos e ignorantes. También |a unian y concordia de los espasos es fuente de prosperidad y conserva: n. Las desavenencias conllevan chismes, vicios, pleitos, descuidas, envilecimienta y ruina, Por tanto ef adulterio es delito. El de Ja mujer casada es ademés robo grav cuanto ésta daa su marido herederos de otra sangre, que detraudan Is herencia legitima de los hijos. Elamor filial surge del afecto de los padres, es una obligacién de justicia y sirve para que los propios hijos aprendan a ser buenas con sus padres. No se trata de una su- misién ciegs y pasiva, sino de una sumision razonable basada en los deberes y derechos humanos. Elamor fratermo también es virtud porque ayuds ala fuerza, seguridad y conser- vacion de Ia familia, Las obligaciones mutuas de amos y Griados consiston en la préctica de las accio- nes “que les son respectivas y justamente U- tiles". Deben buscar “el equilibrio o igualdad entre servicio y recampensa, entre lo que ha- ce uno y el otro da, que es ta base fundamen- tal de toda sociedad! Sociedad es toda reunion de hombres quo viven juntos bajo las condiciones de un contrata expresa 0 ticito y cuyo objeto es su comdn conservacién. Las virtudes socia- les son tantas como aeciones pueden haber tiles a la sociedad pero todas se reducen a Ja justicia que se resume en ol axioma: no hagas a otro sinc lo quisieras que ¢ te hicie- seatt. 13 Tres son los atributes fisices inheren- ‘tes a la organizacién +e! hombre en los que se’basa |a justicia: la iqualdad, fa libertad, fa nropiedad (7). La igualded es un atributo fisico del hombre ya que todos, teniendo iguales orga- os tienen por ese hecho igual derecho a la vida y al uso de los elementos que la mantie- nen: “todos san iguates a los ajos de Dios", No que todos los hombres sean iguates ce he- cho, ya qué el desarrollo de los medios es desigual, pero con una proporcionalidad co- min, por lo que “se dice que somos iguales delante da Dios y en el orden de la naturale- zat’. También a libertad es un atributo fisi- co del hombre en cuanto que cada quien ha recibido sentidos y Organos para su conserva- cién, siendo cada quien independiente y li- bre, No tiene el fuerte derecho natural a a- busar del débil, Nadie nace para estar someti do a otro, ni con derecho para dominar La propiedad es otro atributo fisico del hombre en cuanto que siendo iquales 0 semejantes @ independientes y libres, cada quien es duefio absoluto y logitimo propie- tario'de su cuerpo y de los productos de su trabajo. La justici se deriva de estos tras atri- butos ya que siendo todas los hombres igua- les y libres, y no debiéndose nada, tampoco tienen ningun derecho para pedirse nada a no ser dandose valores iguales. A este equilibrio es alo que se fama justicia o equidad. El amor a los semejantes es un precep- to de fa ley natural en razén de la igualdad o reciprocidad porque al hacerles dafio a otras les damos derechos a perjudicarnos, y hacién- doles el bien tenemos derecho a esperario. El amor a los semejantes solo afiade a la justicia la formulacian positiva: Haz a otros al bien que quieres que @ ti te hagan. El perdén de fas injusticias es bueno en cuanto que contri- buye 4 la propia conservacién. Pero hacer el bien a otras sin tino es perjudicial porque ha- ce ingratos. Asi Ia limosna imprudente dafia al mendigo y ala misma sociedad. 14 La probidad, el respeto an los pro- vios derechos de los ajentos, exige un edteulo sumamente dificil de los complicados dere- chos ¢ intereses presentes en cl estado social, mas cuanto estan de por medio los intereses propios y hay conflictos entre los intereses presentes (inmediatos) y los venideros. El robo, el asesinato, son contrarias a ta lay natural. Los males que se han hecho deben ser reparados con bienes proporcionales, Debe- Mos ser sinceros, modestos, apacibles, de costumbres sencillas. La patria serdé entonces la comunidad de ciudadsnos, reunidos por sentimientos fratemales y necesidades reciprocas, que componen con sus respectivas fuerzas una fuerza comiin, cuya reacci6n sobre cada uno de allos toma el cardeter conservador y bend- fico de la paternidad. Sélo consumiendo mi nos de lo que produce o pose puede el ciu- dadano adquirir medios de hacer sacrificios rasgos de generosidad, Debe por tanto el ciu- dadano practicar los axiomas que se fundan en su misma organizacién: consérvate, ins- trayete, modérate y vive haciendo el bien a tus semejantes para que te lo hagan a ti, Ahora, ja vida en sociedad presupone la renuncia de una parte de los derechos in: dividuales para asegurarlos y adquirir otros mas pacfficos y suaves, La sociedad garanti za los derechos individuales mediante el os tablecimiento del gobierno, apoderades 0 representantes de [a masa general en 1a que reside la soberania del pais, La Constitu cién y las leyes deben ser normas para el go bierno y los ciudadanos, Todos los hombres nacen libres © iguales ante la sociedad civil y la ley. El mejor gobierno sera aquel que fuere més propio para producir !a mayor su. ma de bienes, los cuales consisten principal mente en el goce de la libertad, Iz igualdad, la propiedad y 1s seguridad social, La liber- tad de conciencia y culto, y ta libertad de escribir y publicar deben ser garantizadas. Termina el folleto con una invitacién sapiencial de la Naturaleza a obrar el bien mostrando la infelicidad de los viciosos “Ahora bien, comparate con ellos y te le naras de jubilo al ver que la paz y tranquili- de Vainey, Holbach, Helvecio y otros sabios. Elucubraciones, decimes nosotros, formales, todavia con sabor iluminista aunque con cierta distancia; que prescinden de la histo- ria y de las circunstanelas concratas pero que dad nunca han faltado ni faltaran en tu co: tazén, con lo que ves cumplido en ti y en todos ellos el tremendo decreto del Arbi tera del Universo: Todo delito hallara su castigo en si mismo y la virtud jamas queda: rd sin recomepensa’. El mismo autor del catecismo sefiala que se trata de un extracto do las obras al mismo tiempo reflejan el surgimiento de Slites burguesas en una sociedad colonial gol- peada por la guerra y atin no rehecha. Es notable él intento tactico de reinterpretacion del precepto evangélico de la caridad a partir de una concepcion reductiva de ta justi do ut des, justicia slo conmutativa. PROPOSICIONES LIBERALES Lander es consciente por una parte del hecho de que la poblacién dal pais es catdli- ca, ¥ por otra, de que hay y habré tansiones entre el poder civil y el eclesiastico. En 1831, habiendo ya reventado el conflicto entre el presidente Paez y el Arzobispo Méndez, se de- fiende Lander de los infundios que por la prensa le hacen ciertos eclesiasticos (8) exigien- do “'con formalidad y reverencia"’ que sa le cite o copie algin impreso de Venezuela, des- de el 19 de Abril de 1810, en que se hays negado la existancia de Dios y la necesidad de Ia religion para los estados y los hombres, algdn texto dénde sé haya negadlo 0 combatido al- gin dogma de fa religion de Jesiis, o tan solo un comentario, ya no burla 0 censuta, al Gre- do, los mandamientos de la Ley de Dios y los Sacramentos, A continuacion exige el arti- culista que se le cite algan venezolano “que no se haya bautizado, que se haya negado a confirmarse por impio, que no haya queride confesarse por negar el mérito de la peniten- cia, que no haya comulgado por inerédulo, que haya muerto resisti¢ndose a recibir la'ex- tremauncién, que haya pretendido ser sacerdote sin necesidad de ordenarse y que se haya casado sin intervencién del parroco, por mandarlo ast el Concilic de Trento, aunque es- tamos por ver sila Republica de Venezuela por un acto legislativo recibird o no este conci- lio, asi como no se ha recibido en otras naciones catélivas y muy catolicas’’ Consciente de esto, sin embargo, pre- sontara Lander al Congreso Nacional en 1833 las propuestas para la reduccion de los rédi- tes plos, para la disminucion de los dies fes- tivos, e( establecimiento de jurado, ta fiber- tad de cultos y la secularizacion de la ense- fianza pablica (9), La fibertad de cultos es de- fendida como garantia civil que debe dis- pensar ta sociedad al hombre ya que de ella depende ef aumento de ia poblacion, la industria, las luces y la riqueza nacional. Na- da es mas conforme.a la naturaleza que el a- 15 ‘mor entre los individuos de una misma espe- cig, y mientras cada hombre dirige al Ser Su- pramo sus homenajes y adoraciones a 1a ma- nera 8 que es habituado con su educacién, gentes de diferentes naciones y cultos antran en intorcambio industrial y comercial para of bien cle todos. Ni tas tiranfas ni el fe- ‘natismo han podico destruir estos lazos dea- mor natural, Pero Venezuela, subyugada por fas te- ‘yes fanaticas de Espafia y sumida en el atraso por la querra es adn intolerante para con los extranjeros dice Lander. La libertad de culto posibilitard la inmigracion que al pals le es necesaria. " |Qué! {Los venezolanos no de- ben tener una religién? ;¥ por qué cambiar la que conécemas por otra que ignoramos? y sobre todo {La catdlica no es la verdadera, no es la divina y celestial, y contra la que no provalocerdn las puertas del infierno? Qué podemos pues, temer si Dios esté con noso- tros?”. En poeas paises son tan rectos los ca- télicos como on fos Estados Unidos ¢ Inglate- ra... La libertad de culto alld nos testifica que la civilizacion ha hecho progresos al par de fa liLertad, ellos circunscriben sus leyes al espiritu mismo del evangelio y a pracapta divino “Ama a tu projimo como a La posibilidad del matrimonie mixto también es exigida por los mismos motives. Es absurdo negar estos matrimanios porque los cénones no fos permiten. Si queremos que vangan extranjeros tenemos que permi. tirles que se puadan casar aqui, ‘Los espa. fioles eran iliberales pero consecuentes, y no- sotros queremos ser liberales conservando sus instituciones’’. La libertad de culto no compromete la moral porque todas las religianes concuerdan en los principios morales: mas bien la opre- sién roligiosa obliga a los extranjeros a vivir sin sus prdcticas y buenas costumbres, los hace ateos e indiferentes. Hay que permitir- les que tengan sus templos. La secularizacién de la ensehanza po- blica la defiende Lander como el medio mas 16 idéneo para hacer vigente la constitucién liberal, El control que sobre ja ensefianza u- niversitaria ha mantenido la Iglesia se ha vis- to acrecentado con las medidas del afio 1827, “a la sombra de la dictadura del General Bo- livar'', Es p&blico y notorio el odio implaca- ble que los eclesigsticos —dice Lander— pra- fesan a las aulas de derecho piblico, mate- maticas y adn medicina, como el interes que toman en desacreditar las cétedras que estan servidas por civiles para asf justificar que se- Io tos elérigos pueden dirigir Ia juventud. Con escandala repiten que las ciencias oxac- tas y las verdades matemiticas perjudican | credulidad. Nuestras universidadas no deben ser pontificias sino patrias, no talleres de clé- figos y fandticos sino de virtuosos y honra- dos padres de familia, que eduquen a sus hi- jos para ta patria, en la cual entra 1a Iglesia, que sera lo que debe ser por su fundador, no por las socalifias. Por esto se pide que se so- pare al Colegio Nacional del seminario o bien que ef seminario se convierta en Colegio Na- sional laico. En 1836, habiéndose aprabado con anterioridad la propuesta de libertad de cul- tos, vuelve Lander a presentar algunas peti- ciones, Vuelve a argumentar, an un tone me- nos dcido, sobre ta secularizacion dela ense- fianza, y repropone la reduccién de los dias festivas (10). Es curiosa la argucia tealégica con ta que se propone la reduccién de los dias fes. tivos a s6l0 tos dias domingo. No se habla det precepto de misa sino del abstenerse de ‘trabajar, Lander parte del principio, para él avidento, de que son los legisladores de tas naciones los que pueden y deben pormitir o prohibir el trabajo en tales y cuales dias. Propone que el Poder Legislativa quedé por disposicion del mismo Jesucristo, liberador del mundo, en el cuerpo moral de la Iglesia, Y no en ef colegio apostilico ni en su presi- dente: la Iglesia es la cangregacién de todos los fieles cristianos regida por Crista y el Pa- pa su vicario o suplente hablando en el her moso lenguaje representative, Papas como San Gregorio Magno o San Gelasio Hegaron ‘a decir: somos ejecutores de los canones, pe- ro nada podemos contra ellos; lo cual equiva: le decir: no tenemos el poder legislativo, sino sblo el ejecutivo, Se podria sabreentan det, en este razonamiento de Lander, que el podar legislative en ta Iglesia reside en los congresos civiles de las naciones cristianas. La argumentacién positiva para que se tome la medida es casi arquetipica: al trabajo as fuente de riqueza para todos, la ociosidad leva al vicio. Tantas fiestas como astablecié Espafia, la antigua metropoli, cuando la es- pada y ol bonete se dividian el imperio del tierra, a 1a holganza y lalbeodez, al dispenci ¥ lo mismo al ciudadano. Tantas fiestas van contra el precepto del Creador: "Cum sudo- re vultus tui vesceris pane. Modelo es el Crea- dor que trabajé seis dias y sélo descansé el séptimo”’. "Observemos lo que practican nues- tos fieles guias, los americanos del norte. Su afin por trabajar y ocuparse en seis dias de la semana es tan grande, como cordial y fer- voroso él celo con que oran y meditan en el domingo o dia del Sefior, Imitemosles y prosperamos porque la prosperidad y el bie- nestar es el resultado infalible del trabajo y el célculo, Nuestros campos inspiran compa- sin los dias que suceden a San Juan, San Pe- dro 0 a otros semejantes; abandonadas las se- menteras, y los peones o todavia ambuyados tocando la maraca, el tambor y ef carrizo, 0 janguidos y postrados sobre los bancos de las pulperias, recobrando las fuerzas que perdie- ron por el licor y laintemperanza”’, No se pier- de solo el dia festivo sino el siguiente: “cada santo nos arrebata dos dias”. OTRAS POLEMICAS LIBERALES Todas estos planteamientos tocaban on lo mas vivo los intereses y fas visiones de la institucién eclesidstica de entonces. Lander mismo recomendaré a los gobornantes y legit- ladores, com Vicario Apastolico de Guayana por ser Obispo de Tricala, la dureza: indo el desconocimiento que hace la Corte de Oriente a la jurisdiccion del "La historia de la civilizacién nos ensefla que en la senda de los progeesos sociales, vena con frecuencia la mano poderosa que da el primer hachazc. Lios disfrazados tronos corten el riesgo de verse geducides a escombros: jLoor eterno a la Corte Superior de Oriente!"' (11). Su pluma estar pronta para poner de manifiesto y criticar duramente al elero en casos muy coneretos. Pide, por ejemplo, ta remocion de cierto parroco de Baruta ya que el articulo 161 dela Constitucion asi lo man- da-a los Diputados cuando los pérrocas ab sefven una Conducta notoriamente reprensi- ble y perjudicial al bien de los feligreses (12). Los ajos y cebollas dal capuchino, mas solda- do que cura, granadero de Carlos V., que jus- tifica su mal trato de la gente diciendo que en Espafia hasta: los Arzobispos se explican asi (13), ta codicia en general y el abuso en el trate con los moribundos para hacerse con Jas herencias (14), la facilidad conque difa- ‘man al adversario (15), el fanatismo y orgu- llo de los sacerdotas que niegan sepultura al que muere sin haberse querido confesar (16), asuntos que se van entretejiende con todas las cuestiones de Ja vida politics nacional en los articulos de Lander, aunque él no sera de esos escritores catdlicos de otras maciones “que han tratado a los eclesiasticos (entién- dase en los que lo merecen) de zdnganos, o- 17 cupandose en la holganza la sustancia del tra- bajador, de avejones, de pancistas, de avaros, de hipécritas"’. En la discusion sobre la exis: tencia del convento en 1830, Lander toma partido (17). Muchas veces, en asuntos profanos asu- mira el longuaje 0 los simbolos religiosas pa- ra alegorizar. Compara por ejemplo el tiem- po de elecciones con la cuaresma: Los po- Iiticos parecen arrepentirse de sus desvios Dero nasarla esta época regresan a las ancadas gritanda iAleluya, Aleluya, cada una coja la suyal (18). Hablando da como tas pasiones desfiguran ta percepcién objetiva de le reali dad colocaen unaventana aunaenamorada y un cura, ella jura ver en las manchas de fa tu na dos amantes que se acerean venturosos, of cura en cambio ve las campanas de la Cate- dral (19}, Hablanda de la capacidad que de- ben tener los congresantes nos propone una hist | campesino Juan tenia frente asu choza un ciruelo en el que amarraba el puer- co y él daba de comer a las gellinas; se empe- EL PODER COMO ESPERANZA 6 of cura del lugar én hacer de esa madera un crucifijo que €olocd entre sus breviarios y biblias, y viendo éste que Juan no acataba la imagen come los demas parroquianos le diee: — ‘Juan, ti no acatas mi santo cristo; jte has vuelto hereje? — No mi padte, pero jedmo quiere Ud., que me arrodille...? ;Silo conoci ciruelo!, Procuremos, pues, no elegir ciruelos para legistadores"* (20). Claro que este tipo de comparaciones y lenguajes herfa ta sensibilidad del clero aunque a veces lacomparacién fuera piadosa. Comparar por ejemplo a los magnates con un limosnero, Manzanares, que recogta de puer- ta en puerta para el Dios crucifieade y que después le hacia trampas al Cristo para que- darse con toda Ia limesna; y comenta Lan- der: “y Iz pobre patria o mayoria venezola- na, (es) ef simbolo del Crucificado"’ (21). Antonio Leocadio Guzman, amigo y compafiera de trabajo y bandera de Lancer, estara en la vida pol ica venezolana de casi todo el siglo XIX como personaje de primer plano. Sera alto funcionario del ejecutivo en las dos primeras grandes tensiones entre ef Estado y la Iglesia, en los gobiornos de Paez y Monagas, y estara activo-en el Congreso en el conflicto que surge durante el dominio polftico de su hijo Antonio Guzman Blanco. Bastante més moderado en a fuerza de estilo que Lander, sin tanto vigor, combatira también on sus discursos, articulos y folletas (22) mas nutridos en el acontecer politica conereto que en los principios abstractos. Ya en 1826, en su “‘Ojeada al proyecto de Constitucién que ¢l Libertador ha presen- tado a la Republica Bolivar" (23), que pre- senta al “Patriarca de la libertad” Mr. de Pradt, comenta y alaba Guzman algunos de 18 los puntos centrales de la doctrina liberal Propuostos an dicho proyecto. La constitu- cién Boliviana aparece como el medio en: tre los dos extremos de ta vida social: entre la accion de [a libertad ojercitada por al pueblo seberano y la del gobierno, accidn de seguridad, que mediante la ejecucian de las leyes pretence la seguridad social. La ac- cion de fa libertad se fundamenta en la Igual- dad, derecho recibido ‘ha seis mil afios"’ por ‘nuestros padres “de las manos del Eterno’’ LEOCADIO GUZMAN EI Libertador sdle copia lo que el dedo del Creattor estampé en ef codigo de la Naturate- za (24), Las garantias de la Igualdad son la extincién de la eselavitud — “';Como se ha podido hacer esclavos alos hijos de Dios?””—, la extincion de titulos, ef derecho universal a los empleos, la extincién de los empleos horeditarios, ta igualdad de derechos y car- gas, La seguridad de! ciudadano estaré ga- rantizada por [a inviolabilidad del domici- lio y fa correspondencia, el establecimien- to de juicios regulados y jurados electos por ef pueblo, 1a abolicin de las torturas fisicas. La propiedad, doble vida de los mor- tales, e tan suya como la quo recibid de la Naturaleza: ''La ley forma un segunda cielo para cubrirla, y nadie, ni ain la misma so- ciedad, puede tocar lo que ya tiene un pro- pietario”. Defendera por tanto la libertad de industria, comercio, agricultura y trabajo, la extincion de los privilegios (25), la libertad dg trénsito, la propiedad de los inventos, la abolicién de las propiedades religiosas impro- ductivas, La autoridad y la soberanta ema- nan del pueblo, por tanto la nacion debe ga- rantizar al ciudadano sus derechos pol fticos: libertad de hablar, de imprimir, de represen- tar ante el gobierno, Entre las instituciones propuestas en la constitucién que alaba Guzman esta ta for. macion det cuerpo electoral. Asamblea for. mada por un delegado por cada diez ciuda- danos, Entre las funciones de los cueros alectorales esta la de elegir los curas y vica- rios ‘sus pastores que los dirijan en ol eami- no de la eternidad por los dulces medios del Evangelio’’ (26) En estos primeros tiempos no hace Guzman disquisiciones ideolagicas largas. En 1831, como Seeretario de Justicia e Interior, en su informe al Congreso se limita, en la enumeracién de problemas referentes a la organizacion de su gestion (27), 2 recantar, desde la Gptica del gobierno, fos incidentes con Ramén Ignacio Méndez y los otros dos Obispos del pais, Otras materias religiosas son tratadas por el Ministro con un pragma- tismo benevolente: las misiones (28) y los seminarios (29), En la exposicion que dirige al Congre- so de Venezuela on 1849, de nuevo como Seeretario del Interior y Justicia, propone la formacion del poder comunal (30) ya es- bozado en la constitucion de ta Republica Bolivar. Todos los notables de cada parroquia formarian la Junta Comunal, El dia de Pas- cua (31) de cada afie, convocadas tos elec- tores eligirian al director y vicedirector de su Junta, Las funciones principales de estas Juntas savian las relativas al culto y a la pri- meraensefianza: organizacion de las finanzas, jurisdiceién coactiva en orden a la ensefian za, supervision sobre la moral, el culto, of templo y el servicio parroquial. Cuando qua- da vacante la sede parroquial, la Junta Co- munal deberé votar para elegir ef candidate que sera presentade al prelado: este sistema crearia fuertes lazos de froternidad y unién 19 filial om Ia parroquia y solucionaria proble- mas para el sacerdote. Al encargarse cada Junta de la gestion econdmica parroquial, el Fisco Nacional quedar{a aliviado del peso de las asignaciones eclesiasticas. Guzmén afirma la necesidad de legislar para-armonizar fos interesas de la “Iglesia ca- télica de Venezuela" con las leyes précticas ¥ Convenientes de ta familia pol tica, ya que de hecho “es catdlica la nacién casi entera’’, ¥ dice “la Iglesia esta esclavizada en puntos en que debiera ser independiente, y en otros, esenciales a la paz y ta armonta en la socie- dad, est fuera de los poderes ptiblicos’’. El fuero eclesidstica debe eliminarse. El Patro- Nato definido al modo del regimen espafiol y contrario ala disciplina primitiva de la Igle- sia debe reformularse. La Iglesia se pertenece a sf misma en lo que toca a las concigncias, en las creencias y la unidad del culte; pero no puede ser independiente del soberano en las sociedades donds ella esta presente en lo que toca a los intereses civiles y poltticos, Por eso la tuicion sobre la Iglesia es una pre- rrogativa natural, imprescindible @ inaliena- ble del poder civ Fijando estos principios propone Guzman que los p&rrocos ya no sean nom: brados por el poder ejecutivo sino por tos pretados eclesiasticos, previa la presentacion del candidate hecha por los veeinos organiza: dos en las Juntas Comunales, El Ejecutivo se reservaria el derecho de suspender al parroco que en su ministerio perjudicase los altos fi nes de la comunidad ya que el ajecutivo es ef encargado de ta paz, la tranquilidad y orden deta Republica, No es Guzman favorable a que se ex- tingan los puestos de Coros: ''Es indispensa- ble que cada carrera tenga sus estimulos, to- da labor su descanso",,. pero piensa que de- be derogarse la ley que creaba dos nuevas prelaturas catedralicias, cargas demasiado grandes para el tesoro, E| gobierno también 20 debe impedir ta entrada del clero extranjero, rezagos de un clero botaca de Espefia por ir quisitorial y absolutista, Estos sacerdotes mi grados 0 son rogulares o son seculares, Si re- guiares, nuestras leyes impiden en nuestro te- rritorio el cumplimiento de sus votos: no puede haber clausuire; ni independencia, por Un voto de obediencia ciega, de las leyes, ni vida conventural y el mismo concilio de Trento prohibe la existencia de religiosos fuera de conventos. Tampoca debe permi tirse la entrada do seculares, porque al venir sin titulo de capellania o de algan beneficio, vienen como elgrigas vagos, Have falta eumentar ef clero para el servicio parroquial y conservar la moral re- ligiosa “una de tas columnas de! bienestar ¥ progreso de la sociedad", Pero debe ser cle- ro del pais y formado en los seminaries dio- cesanos de manera que entren al sacerdocio en conformidad can las leyes canonicas y civites. En esa oportunidad también pe Guzmém que se establezea el matrimonio vil para todos los venezolanos, y que se creen rogistros civiles de nacimiento, estado y muerte ya que da sus constancias emanan en gran parte los derechos civiles. UNA ECLESIOLOGIA MAS RADICAL En 1876, como Senador por el Estado Guarico, tendra Guzman en el Congreso un discurso sobre la cuestién eclesitstica (32), Desde hace cuatro afios el Arzobispo de Ca- racas esta exiliado y el gobiemo de Gueman Blanco ha tratado de declarar vacante la sede. En 1874 Miguel &, Baralt, Vicario Apostélico de Caracas, rechaza la propuesta del Presi- dente al Congreso para ser nombrado arobispo de Caracas y lo hace por fideliciad ala Sede Apostélica. Poca después es propuesto Jose M. Arroyo, Obispo de Guayana, quién acepta el nombramiento, pero es fuortemente reprendido y obligado a renunciar por Pio 1X en carta del 22 de junio de 1874 exigiéndole que aunque ya ha prestado juramento no ocupe la catedra ajena, Para el momento del discurso de Guzman el Arzobispo Guevara y Lira sigue en el exilio y no hay Obispo en Caracas. Estamos proximos ala repropuesta de Guzman Blanco para hacer una Iglesia Nacional independiente, Advierte Guzman que frente a as usurpaciones de la Curia Romana sélo podran los pueblos conquistar sus dere- chos en la medida que desentrafien en ta razon natural, en la historia y en la experiencia de! mundo, !os derechos del hombre. Hace entonces un recorrido por sl Nuevo Testamento, los Padres de Ia Iglesia y la historia eclesiastica pera mostrar la extrali- mitacion de la Curia Romana. Esa Curia, “convertida ya en enjambre del jesuitismo. céntenares de cortesanos, que devoran con aparente beatitud, pero con cruel avaricia y extravagante arrojo, la sustancia y los dem chos de la cristiandad”. Comienza Guzmén preguntandose de dénde es que deduce el Obispo de Roma y Primado de Ja Iglesia esa jurisdiccion sultani- cae infinita 4 todo el mundo cristiano en cuestiones de dogma y disciplina. éEn tos evan gelios? El texto que sdlo trae Mateo (16, 18-19): “mas yo también te digo, que ti eres Pedro y sobre esta piedra edificar! mi Iglesia. Y ati te dare las llaves del reino de los Cielos: y todo lo que ligares en la tierra sera ligado. en los Ciclos, y todo lo que desatares en la tierra sera desatado en los Cielos’’ es toda lo que puede alegarse para sostener Ia juris- diccién del Obispo de Roma. Pero, en primer lugar, no todo es de tomarse tan al pie de la letra porque a ren- gién seguido oimos al mismo Jesus (v.23) decirle a Pedro ‘‘Retirate de mi Satanas, és- torbo me ers..." y ciertamente que no se trata de una condenacion a Pedra (33), Si Pedro es llamado Piedra es par ser el primer Hamado a formar la Iglesia (Mt, 4,18: 19), pero esto nada tiene que ver con la juris diccién. Mas bien parece claro que la juris- diccién la tienen todos los apéstoles por i- qual, En Mateo 18,18 dice Jess a todos lo mo que le dice a Pedro en 16 18: “tado Jo que ligareis en la tiera, etc.”. Una cosa es que Pedro tonga derecho al primer puesto de honor, otra que se le atribuya una jurisdic- cién mds extensa pata el gobierno de todas las Iglesias. Cada apéstol tiene Independencia ju- risdiceional: son Hlamados con fas mismas pa- labras (Mt. 4, 19; 9, 9; 11, 1-4; 10, 5-10). Cada texto es analizado por Guzman sin dejar de sacar punta a nada, Asi por ejemplo, sa- ligndose al proposito del tema comenta en ai referencia ala suagra de Pedro (Mt, 8,14): “si este hecho nada probese en materia de jurisdiccion, si prueba mucho en otra muy importante y grave que todos conocemos: el matrimonio de los sacerdotes, tan extra: ordinariamente til a Ia sociedad, como es pernicioso su celihato obligado, y tan fre- cuentemente falso"’. Tanto en los poderes para la mision (Mt. 105-10) como en la recompensa (Mt. 19,28) todos los apéstoles son iguales. Es mas, en Mateo 20, 25-27 se pone ta norma del servicio como distinto do lo que es el poder entre los principes de los gentiles: y antre los apéstoles establecié el Salvador que el que quiera ser el primero vendrd a ser el Gltimo, ;Cémo ha de estar de mas que estas verdades se sepan por todos los cristianos, si son las que predico el Hom bre Dios?” Termina su exégesis Guzmén comentanda Mateo 23, 5-8 para afirmar que ninguno entre los apdstoles debera ser llamado Rabf (maestro) si no que todos son hermanos, Entonees “De dénde ha sa cade ef Obispo de Roma esa omnipotencia universal, y esa demente infalibilidad, que sélo los Jesuitas hubieran podido imaginar, con Ja absurda protensién de imponerla a toda la cristiandad?". Guzman rechaza tanto el indeferentis- mo religiosa como el fanatismo y ta hipocre- sia conservadores. La moral de Jesiis y dela primitiva Iglesia de no ser purificade do las invenciones mundanales de la ambicidn y ta avaricia caeré en la indiferencia y el despre- cio, lo cual seria funesto para tas costumbres y el orden social. Sabe de gente ilustrada (34), ¥ que debe suponerse bien intencionada, que piensa que con of progreso dela humani- dad, desapareceran las creencias’ religiosas, pero piensa que més bien llegara el dfo en que se rinda el verdadero culto a Dios segan la naturaleza “pero estoy lejos de cmer qua se pueda empujar al mundo a dar un salto para llegar a ese siglo’. Por eso concluye que aceptanda nuestra realidad socio-religiosa 22 come es “matitener la doctrina de la primi- tiva Iglesia Gatolica, es sin dispute una labor tan honrosa coma bien intengionada’’ La negative de is Curis Romana a la eleccion de pretado para la sitla “vacante" de Caracas va en contra de la disciplina antigua y verdadora de la Iglesia, dice Guzman, Trae antonces. toda una argumentacién historic sobre el asunto: el canon 40 del concilio de Cartago, los comentadores de 1os Decretales, el concitio de Letran, Barboza en el De Po- testate Episcopi, Don Alfonso el Sabio; pruebas de sutoridad en favor da la obliga cian Romana de confirmar al Obispo efecto, siendo este digno. Ya que Roma aspira a convertir la late- sia de Jesds en una Monarquia absoluta quie re Guzmén como defensor de 1a verdad, la justicia y el derecho de los pueblos hacer ver edmo.en ef origen de ta Iglesia, en ia doctrina establecida por el Redentor y sus apéstoles no hay cimiento para tal pretensién, Disqui- siciones sobre la presencia y el lugar de Pe- dro; ravision sobre la funcion de los veintio: cho siguientes obispos —de Roma— en lo mas minima soberanos absolutos de la cris: tiandad... Ni en el Apocalipsis, ni en el Pas torde Hermas, ni San Clemente, San Ignacio, San Policarpo, ete, hablan de ingerencia del Obispo de Roma en las numerosas contro: versias del primer establecimiento de la Igle- sia. Examina luego 6! autor las herejias del siglo (II para notar como el suéesor de Pe- dro en équeila Iglesia no es atbitro infalible de dogmas y disciplinas, ni to consideran asi las otros Obispos; cudnto menos como sefior absoluto de todas las Iglesias. Hace luega ta historia del tarmino “Pa- pa’’ para coneluir que sdlo se oficializa como ‘titulo espacial de! Obispo de Roma con Gre- gorio VII, electo en 1086. En fa Iglesia pri- mitiva si debe creerse que se reconocia al O- bispo de Roma como sucesor de Pedro, dandosole la presidencia cuando entraba en reunion con sus hermanos, se le atribuia la facultad de convocar Concilios Ecuménicos, fa de exigir a otros Obispos dictamenes para casos dogmiticos, y la de anunciar a los cria- tianos el resultado fiel de los votos emitidos en concilios con libertad plena y hacer ejecu- ‘tar por madios espirituales las determinacio- nes, "Todo lo demas es fruto de usurpavio- nes sucesivas; que han venide transformando Ja Iglesia en una Monarguia absoluta, como Ja que fundé Mahoma con su Aleordn"’. 0 La argumentacion es tal en cifras, au- tores y hechos, en {a casuistica de la mas ran- cia apologética, que podria suponerse una mano clerical ilustrada ayudando a Guzman. En la diltima parte del discurso, con el misma método, demuestra el autor que los Obispos en la Iglesia primitiva eran olectos por el pueblo y que por tanto dicha eleccion es un derecho inalienable de los soberanos (no doja tan claro que esto debe ser asf en cuanto que el soberano tendria so poder delegado por el pueblo), En la tadicion anti- gua los Obispos y Pontifices eran elegidas par el pueblo y clero reunicias |'"Plevis favo- re, Plevisque sufragio”; “uno ai quemente et conjuntis sufra que cum clera romano” si dos por el emperador. Bonifacio Vill (1294) y Clemente ¥ (1302) inician la usurpacion Romana negando a fos cabildos ectesidsticos el derecho a la eleecian mediante las reserva ciones, negadas por los concilios de Constan- za y Basilea. Los concordatos, diré Guzman, no han sido otra cosa que ef precio pagada por los opresores de los pueblos al Papado, par el a- Poyo que éste les ha prestado. Si el derecho de eleccién pasé a los reyes fue por una usur- pacién mantenida mediante “el absurdo que todavia hoy sostiene la Curia Romana, de que el cetro y la corona les vione a las fami- fias reinantes por derecho divino". Es claro. que la intencion del discurso era presionar en defensa de “prerrogativas de Ja soberan{a nacional’ a los diversos sectores politicos y eclesiasticos para darle solucion al problema de fe sede de Caracas. Dados los di- versos goipes que el Papado habia recibido en Europe y América que se reflejan en la rigidez de la enciclica “Quanta Cura’ y el "Sylabus'’ (1864) y ta afirmacién del dog- ma de Ia infabilidad Papal (1871), este tipo de discurso tenia que causar furia y temor en el habil Delegada Apostolice enviade por el Vaticano, Monsefior Roque Cocchia,que Por aquellos dias trataba de mediar en el conflicto de la sede de Caracas, el cual que- daria arreglacio al poco tiempo con la renun- cia de Monsefior Guevara y Lira, por bien de baz y sugeroncia Romana. 23 LA ACCION DE LA PALABRA Guzman Blanco, el Presidente, el hijo, no es un escritor, es principalmente un pollfti- co, Pero es ef politico de la época que mejor enearna en su practica al pensamiento liberal criollo. Providencial y providencialista, su figura carismatica de autécrata se entenderd como quiada por “La Providencia que gobierna al munde en sus més imperceptibles por menotes, por leyes eternas tan exactas como las matemdticas mismas’ (35) y por eso lle: gara a hablar asi: ‘Como en todo aquello en que estd la intencién del Eterno, nos favore- ca ¥ nos acompaia, asi lo. conocide como lo desconocido, lo previsto como lo imprevisto. Nada hay que acometamos que no encontremos facil”... ‘‘todo esto es el milagro de la in- tencién del Todopaderoso en nuestro favor: se esta realizando una verdadera transforma cién se esta regenerando Ia patria sin tener que pedir nada prestado al extranjero, Vene- zuela se basta a si misma, porque tenemos a Dios entre nosotros haciendo el milagro de la patria regenerada" (36). Coneioncia alimentada por los titulos y comentarios que la dedi- can sus partidarios desde ol sefior Guzman quién llegard a referirsele diciendole “Este es i hijo muy amado... escuchadle"' hasta casi aplicarle el titulo de Creador: ',Cudndo ha- bia existido en verdad la Republica de Venezuela: No se os puede llamar Creador porque ese atributo portenece, de manera exclusiva, al Omnipotente; pero si no habdis sacada la Repiblica de la nada, es indudable que la hab¢is desprendido del caos"’ (37). Adulaciones de esta naturaleza estarén en los arcos de triunfo con que serd recibido el Presidente en fos pueblos y Hlegardn a ser proferidas incluso por al Obispo Ponte, sueesor del conflictive Guevara, quien comparard al Hustre Americano no sélo can Carlo Magno —pase— sino con el mismo Moisés (38). que tomara en ef ambito eclesiastico Guzman Blanco come pura secuela accidental del en- Retdrica piblica que expresa la necesi- dad de legitimacian y fundamentacion del Poder que se posee en un momento de tantas innovaciones y conflictos; entendiendo bien, como fo entiende el politico, que al pucbla es creyente y que esa fe es Otil para que se mantenga el orden social, Necesidad retérica que se hace mayor cuando en parte el con- flicto es con fa misma institucion religiosa a la que se adhiore la casi totalidad del pueblo. Las argumentaciones sutiles de Guzman pa- dre eran para la élites del Congreso y los que sabian leer. No debemos entender esta retorica sb- lo coma maquinacion mal intencionada, asi ‘como no podermos entender fas me 24 frentamiento personal con et Obispo Gueva- ra. Ya hemos visto como muchas de tas pro- posicionss qua adelantarén los decretos Guzmancistas estan presentes en el pensa- miento liberal desde los inicios de la vida ropiblicana y expresan toda un proceso social més amplio que vive Venezuela y que no es ajeno a América y Europa. El conflicto Guzman Blanco-Guevara ¥ Lira seta ta ocasién para realizar aqui estas reformas. Entre 1872 y 1876 se organiza la catedra de ciencias religiosas en 1a Universi- dad de Caracas; se expropian los conventas el registro. para nacimientos, matrimonios y defunciones (el decrato de matrimonio civil le cost el exilio al Obispo de Mérida, Juan Hilatio Boset); se terminan de abolir las pi micias, se le prohibe a la Iglesia la posesion de bienes y se secularizan los cementerios; se terminan de abolir tor fueros eclesiasticos, El intento de accién més fuerte en el campo religioso de la gestion politica de Guzman Blanco es la propuesta de Iglesia Nacional independiente qua se repite en sus mensajes presidenciales al Congreso de la Re- pitblica desde 1874 a 1876, No se llegara a dar porque mientras se esté en las delibera- ciones, el afio 86, el Delegaco Apostdlico Cocchia consique la renuncia a la sede det Arzobispo Guevara y depués de algunos in- conveniontes se llega al nombramiento de José Antonio Ponte, amigo de Guzman, do religiosas (39) para ta construceién de o- al frente de la Arquidiécesis, Veamos las bras civiles; se decreta la extincién de los tres propuestas. saminarios, se decreta el matrimonio civil y 1874: "La Iolecia catélica romana sigue a cargo de un vicatio apostélico por las razones que os expuse en mi mensaje del afio pasado. Tal situacién os contraria a patrona- toy leyes de la Republica, como Jo es a los mismos canones ya las santas tradiciones de la Iglesia de Jesis, Pero como el Congreso anterior deciaré vacante la silla arzobispal de Caracas, es de esperarse que el presente haga desaparecer aquella anormalidad eligiendo arzobispo para que pueda ser presentado per el gobierno a su Santidad, a quien toca otor- gar la potestad de orden. Este es el medio unico de evitar una acefalia, desde que el vica- riato lo hacen imposible nuestras leyes; y porque es atentatorio contra la soberanta del pais el ejercicio de todajurisdiccién que no parta del soberano territorial, Esla ocasion tam biéa de que propongais obispo para la Didcesis de Mérica, vacante por la muerte del reve- tendo sefior Boset. Hombre de estudios y meditacion, y en mi calidad de jefe de la revolu- cién de Abril, no tendria disculpa si dejara de afrontar todas las preocupaciones que se 9- pongan a la regeneracion dela patria, Yo me creeria indigno de mi misién, callando, si- quieta, los intimos consejos de mi conciencia. En todo caso aspiroa salvar mi concepto histérico. Todas las exterioridades gentilicias de que el pensamiento redentor tuvo que va Jerse en las edades de a ignorancia y del embrutecimiento, son estorbos pata esta civiliza- cion en que los pueblos son seres pensantes, y en que toda lo aprenden Jo discuten, y lo resuelven, hasta el punto de gobernatse por si mismo, Cuando los pueblos eran aglomera- ciones de seres poco menos que irracionales, necesitdse de mil artificios, y el lenquaje de los sentidos fue de profunda filosofia para seducir masas estultas; y a ello se debe el desa rrolfo de la ¢ivilizacién moderna. La sabiduria de pocos empled tales medios durante mil seiscientos afios, para despertar la razén humana, saturarle de ideas en una centuria més 25 por medio de la imprenta, y hacer de aquellas masas tan inconscientes como inertes, estos ‘otros pueblos soberanos que responden ante Dios y ante si mismo de su sterte moral y material. Esta civilizacion que sustimye Ja razon a la obediencia ciega, la verdad de la cien- cia ala verdad inventada, y que hace de la moral una condicion da la dignidad y del interés bien entendido del hombre, desechando todo lo que la Edad Media interpuso entre el Creador y la criatura, impone tambien a las nuevas sociedades otra mas filosdfica adora- cidn para excelsa Providencia, la religion de la época se reduce a creer en Dios, a practicar la moral y el deber en cada instante de la vida, Unico culto digno de ese Dios y a recordar a Jesueristo como el gran modelo de humanidad. Allé van las sociedades modernas, y nosotros desmentiriamos nuestro manifiesto destino, si dejéramos de incorporarnos a ese movimiento, Por esto, y porque el ultramontanismo de la corte romana se hace cada dia amas in- compatible con nuestra sagrada independencia, juzge que ha llogade la oportunidad de que el Congreso dicte una ley garantizando los derechos de la Iglesia venezolana.ala ma- nera que acaba de hacerlo la ilustrada, deméerata y resuelta Suiza” (40) VEWEZUELA wo ES uA SACRISTI A DE ROHR ESsTAbo. Me CONFESIoN=AL 1875: En cuanto a mi, desde 1873, en la mas'solemne ocasién de mi vida asumia plena eonciencia, toda la responsabilidad de mis profundas convicciones. Venezuela no tiene para resolver esta dificultad clerical, sino uno de dos extremos: 6 abdica su sobera- nia y acepta al sehor Guevara, tal como lo quiere imponer Roma, y deja convertir la pa- tria-en una sacristia extranjera; 0 asumiondo los legitimos derechos de soberano, levantan. 26 dose ala altura de su nacional dignidad y correspondienda a la ilustracién del siglo y au Propia regeneracion, desconoce, leal y valerosamente, las usurpaciones de la Curia, ¢ insti- tuye su Iglesia asencialmente venezolana, reglamentada conforme a los principios y practi- cas de la religién primitiva de Jenis. Ojala aprovecheis esta feliz oportunidad para asequrar a nuestras futuras generacio- nes, todo el bionestar de que ha estado privada la humanidad, desde que la Iglesia romana renuncid a su evangélica misién, y se precipité en el trafico de los intereses y pasiones de pueblos y gobiernos tamporales. De todos modos, acataré vuestra resolucién definitiva, sea cual fuere, limitandase en la ccasion a salvar mi responsabilidad historica como jefe de la Revolucién'de Abril, que comprende los solemnes deberes de su misién regeneradora”. 1876; ‘Ayer me Ilegd por fin la participacién oficial de que el sefior Guevara se ha nega- do a renunciar, y ha venido, ademas, en conocimiento de que tampoco tiene el Nuncio facultad para imponerle |a renuncia ni para destituirlo, En tal situacién, estan ago- tados todos los medios diplomdticos para arreglar la cuestion arzobispal, que no podemos, por otra parte, dejar insoluta al préximo gobierno, sin exponerlo y exponer la causa na- clonal, Como representante hoy de esa causa, por el voto reiterado de la nacién, como el primer responsable ante la historia de la consolidacién de la obra de abril, de que los pue- blos me hicieron conductor, y con la plena conviccion de que nuestros enemigos disfraza- dos con la religion de Cristo, cambiardn el expléndide porvenir que estamos labrando ala patria, por ol oscuro pasado que el fanatisme haria pavoraso, os pido con plena convic- cién y asumiendo la mas grata responsabilidad de cuantas por Henar mi misién he echado sobre mi nombre, la Ley que independice la Iglesia venezolana del Obispado romano, y preceptie que los parrocos sean elegidas por los ficles, los Obispos por los parrocos, y por al Congreso Arzobispo, volviendo asi a la Iglesia primitiva fundada por Jesus y sus Apostoles Esa Ley no solo resolvera nuestra cuestién clerical, sino que seré ademds, un grande ejemplo para el cristianismo de la América republicana, entorpecida en su marcha de Vbertad, orden y progreso, por el elemento, siempre retrégrado, de la Curia romana, y el mundo civilizado la verd como la notacién mas caracteristica de la regeneracién de Ve- nezuela"’ (42). El centro de la argumentacién estaen las cosas iran tan bien que en Enero 1879 le los derechos de Venezuela y el regreso ata escribe Guzman Blanco desde Paris ante una primitiva Iglesia de JesGs, elementos claves inminente crisis politica: "Mi querido amigo. iones de Antonio Leocadio, el Y creo, pensandolo bien e imparcialmente, sin mas consejeros que mi patriotismo y el st tespeoto que me inspiras qué tu debes, en la Pero Guzman’ Blanco, como hemos di- extensa esfera de tu accion, ponerte en acti- cho, es ante todo un politica y por eso sabré yidad también Habla con el General Valera frenar la propuesta cuando encuentra cami- y piblite’ und biena pavidval acdntgends ‘nos menos costosos para resolver los proble- que..."(43). mas de gobierno. Con el nuevo Aarzobispo = fe 27

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