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Madre del Dios Vivo, Virgen maría, te pido que ruegues por

nosotros y que puedas ayudarnos a mantener el mal alejado de


nuestras vidas.
Tú, que dabas la vida por tu hijo y que siempre tuviste una gran
fidelidad a Dios, permaneciendo siempre junto a él.
Te ruego que, aquí y ahora, dirijas tu mirada hacia mí, a este
humilde siervo. Que, a pesar de ser un pecador, pido tu protección
divina.
Por favor, protegeme y líbrame de todo mal. De todas aquellas
personas que lo único que quieren es lastimarte. Librame de todas
las tentaciones y pensamientos malos que puedan llegar.
No dejes que caiga en la tentación y el pecado. Que el deseo de
ofender a nuestro Padre sea mucho más a mí. Piadosísima
Magnífica, te ruego que alejes a las artimañas del demonio de mí.
Madre Amada, te ruego que me escuches, que escuches esta humilde
oración, que hagas que todo el mal que me persiga sea
completamente destrozado por tu divina gracia.
Por favor, protégeme de todas las personas envidiosas y de que yo
pueda sentir envidia. Cuida de toda mi familia y nunca los
abandones, así como tampoco abandonas a los afligidos.
Aleja a todos aquel que tenga mal en su corazón y en su mente.
Pongo mi vida y la vida de mis hijos en tus manos.
Mi familia y mi trabajo, los dejo en tus manos. Pido que me guíes
por el mejor camino posible, que nos cubras de protección bajo tu
manto, que no permitas que nadie pueda hacernos daño.
Sé muy bien que tu conseguirás detener a todo el mal que nos
rodea, y que protegerás a todas las personas que son importantes
para mí.
Te pido que ruegues por nosotros, Santa Madre, ahora que llegue el
momento de poder partir a tu lado.
Amén.
Madre del Dios Vivo, Virgen maría, te pido que ruegues por
nosotros y que puedas ayudarnos a mantener el mal alejado de
nuestras vidas.
Tú, que dabas la vida por tu hijo y que siempre tuviste una gran
fidelidad a Dios, permaneciendo siempre junto a él.
Te ruego que, aquí y ahora, dirijas tu mirada hacia mí, a este
humilde siervo. Que, a pesar de ser un pecador, pido tu protección
divina.
Por favor, protegeme y líbrame de todo mal. De todas aquellas
personas que lo único que quieren es lastimarte. Librame de todas
las tentaciones y pensamientos malos que puedan llegar.
No dejes que caiga en la tentación y el pecado. Que el deseo de
ofender a nuestro Padre sea mucho más a mí. Piadosísima
Magnífica, te ruego que alejes a las artimañas del demonio de mí.
Madre Amada, te ruego que me escuches, que escuches esta humilde
oración, que hagas que todo el mal que me persiga sea
completamente destrozado por tu divina gracia.
Por favor, protégeme de todas las personas envidiosas y de que yo
pueda sentir envidia. Cuida de toda mi familia y nunca los
abandones, así como tampoco abandonas a los afligidos.
Aleja a todos aquel que tenga mal en su corazón y en su mente.
Pongo mi vida y la vida de mis hijos en tus manos.
Mi familia y mi trabajo, los dejo en tus manos. Pido que me guíes
por el mejor camino posible, que nos cubras de protección bajo tu
manto, que no permitas que nadie pueda hacernos daño.
Sé muy bien que tu conseguirás detener a todo el mal que nos
rodea, y que protegerás a todas las personas que son importantes
para mí.
Te pido que ruegues por nosotros, Santa Madre, ahora que llegue el
momento de poder partir a tu lado.
Amén.

Madre del Dios Vivo, Virgen maría, te pido que ruegues por
nosotros y que puedas ayudarnos a mantener el mal alejado de
nuestras vidas.
Tú, que dabas la vida por tu hijo y que siempre tuviste una gran
fidelidad a Dios, permaneciendo siempre junto a él.
Te ruego que, aquí y ahora, dirijas tu mirada hacia mí, a este
humilde siervo. Que, a pesar de ser un pecador, pido tu protección
divina.
Por favor, protegeme y líbrame de todo mal. De todas aquellas
personas que lo único que quieren es lastimarte. Librame de todas
las tentaciones y pensamientos malos que puedan llegar.
No dejes que caiga en la tentación y el pecado. Que el deseo de
ofender a nuestro Padre sea mucho más a mí. Piadosísima
Magnífica, te ruego que alejes a las artimañas del demonio de mí.
Madre Amada, te ruego que me escuches, que escuches esta humilde
oración, que hagas que todo el mal que me persiga sea
completamente destrozado por tu divina gracia.
Por favor, protégeme de todas las personas envidiosas y de que yo
pueda sentir envidia. Cuida de toda mi familia y nunca los
abandones, así como tampoco abandonas a los afligidos.
Aleja a todos aquel que tenga mal en su corazón y en su mente.
Pongo mi vida y la vida de mis hijos en tus manos.
Mi familia y mi trabajo, los dejo en tus manos. Pido que me guíes
por el mejor camino posible, que nos cubras de protección bajo tu
manto, que no permitas que nadie pueda hacernos daño.
Sé muy bien que tu conseguirás detener a todo el mal que nos
rodea, y que protegerás a todas las personas que son importantes
para mí.
Te pido que ruegues por nosotros, Santa Madre, ahora que llegue el
momento de poder partir a tu lado.
Amén.

Madre del Dios Vivo, Virgen maría, te pido que ruegues por
nosotros y que puedas ayudarnos a mantener el mal alejado de
nuestras vidas.
Tú, que dabas la vida por tu hijo y que siempre tuviste una gran
fidelidad a Dios, permaneciendo siempre junto a él.
Te ruego que, aquí y ahora, dirijas tu mirada hacia mí, a este
humilde siervo. Que, a pesar de ser un pecador, pido tu protección
divina.
Por favor, protegeme y líbrame de todo mal. De todas aquellas
personas que lo único que quieren es lastimarte. Librame de todas
las tentaciones y pensamientos malos que puedan llegar.
No dejes que caiga en la tentación y el pecado. Que el deseo de
ofender a nuestro Padre sea mucho más a mí. Piadosísima
Magnífica, te ruego que alejes a las artimañas del demonio de mí.
Madre Amada, te ruego que me escuches, que escuches esta humilde
oración, que hagas que todo el mal que me persiga sea
completamente destrozado por tu divina gracia.
Por favor, protégeme de todas las personas envidiosas y de que yo
pueda sentir envidia. Cuida de toda mi familia y nunca los
abandones, así como tampoco abandonas a los afligidos.
Aleja a todos aquel que tenga mal en su corazón y en su mente.
Pongo mi vida y la vida de mis hijos en tus manos.
Mi familia y mi trabajo, los dejo en tus manos. Pido que me guíes
por el mejor camino posible, que nos cubras de protección bajo tu
manto, que no permitas que nadie pueda hacernos daño.
Sé muy bien que tu conseguirás detener a todo el mal que nos
rodea, y que protegerás a todas las personas que son importantes
para mí.
Te pido que ruegues por nosotros, Santa Madre, ahora que llegue el
momento de poder partir a tu lado.
Amén.
Madre del Dios Vivo, Virgen maría, te pido que ruegues por
nosotros y que puedas ayudarnos a mantener el mal alejado de
nuestras vidas.
Tú, que dabas la vida por tu hijo y que siempre tuviste una gran
fidelidad a Dios, permaneciendo siempre junto a él.
Te ruego que, aquí y ahora, dirijas tu mirada hacia mí, a este
humilde siervo. Que, a pesar de ser un pecador, pido tu protección
divina.
Por favor, protegeme y líbrame de todo mal. De todas aquellas
personas que lo único que quieren es lastimarte. Librame de todas
las tentaciones y pensamientos malos que puedan llegar.
No dejes que caiga en la tentación y el pecado. Que el deseo de
ofender a nuestro Padre sea mucho más a mí. Piadosísima
Magnífica, te ruego que alejes a las artimañas del demonio de mí.
Madre Amada, te ruego que me escuches, que escuches esta humilde
oración, que hagas que todo el mal que me persiga sea
completamente destrozado por tu divina gracia.
Por favor, protégeme de todas las personas envidiosas y de que yo
pueda sentir envidia. Cuida de toda mi familia y nunca los
abandones, así como tampoco abandonas a los afligidos.
Aleja a todos aquel que tenga mal en su corazón y en su mente.
Pongo mi vida y la vida de mis hijos en tus manos.
Mi familia y mi trabajo, los dejo en tus manos. Pido que me guíes
por el mejor camino posible, que nos cubras de protección bajo tu
manto, que no permitas que nadie pueda hacernos daño.
Sé muy bien que tu conseguirás detener a todo el mal que nos
rodea, y que protegerás a todas las personas que son importantes
para mí.
Te pido que ruegues por nosotros, Santa Madre, ahora que llegue el
momento de poder partir a tu lado.
Amén.
Madre del Dios Vivo, Virgen maría, te pido que ruegues por
nosotros y que puedas ayudarnos a mantener el mal alejado de
nuestras vidas.
Tú, que dabas la vida por tu hijo y que siempre tuviste una gran
fidelidad a Dios, permaneciendo siempre junto a él.
Te ruego que, aquí y ahora, dirijas tu mirada hacia mí, a este
humilde siervo. Que, a pesar de ser un pecador, pido tu protección
divina.
Por favor, protegeme y líbrame de todo mal. De todas aquellas
personas que lo único que quieren es lastimarte. Librame de todas
las tentaciones y pensamientos malos que puedan llegar.
No dejes que caiga en la tentación y el pecado. Que el deseo de
ofender a nuestro Padre sea mucho más a mí. Piadosísima
Magnífica, te ruego que alejes a las artimañas del demonio de mí.
Madre Amada, te ruego que me escuches, que escuches esta humilde
oración, que hagas que todo el mal que me persiga sea
completamente destrozado por tu divina gracia.
Por favor, protégeme de todas las personas envidiosas y de que yo
pueda sentir envidia. Cuida de toda mi familia y nunca los
abandones, así como tampoco abandonas a los afligidos.
Aleja a todos aquel que tenga mal en su corazón y en su mente.
Pongo mi vida y la vida de mis hijos en tus manos.
Mi familia y mi trabajo, los dejo en tus manos. Pido que me guíes
por el mejor camino posible, que nos cubras de protección bajo tu
manto, que no permitas que nadie pueda hacernos daño.
Sé muy bien que tu conseguirás detener a todo el mal que nos
rodea, y que protegerás a todas las personas que son importantes
para mí.
Te pido que ruegues por nosotros, Santa Madre, ahora que llegue el
momento de poder partir a tu lado.
Amén.

Madre del Dios Vivo, Virgen maría, te pido que ruegues por
nosotros y que puedas ayudarnos a mantener el mal alejado de
nuestras vidas.
Tú, que dabas la vida por tu hijo y que siempre tuviste una gran
fidelidad a Dios, permaneciendo siempre junto a él.
Te ruego que, aquí y ahora, dirijas tu mirada hacia mí, a este
humilde siervo. Que, a pesar de ser un pecador, pido tu protección
divina.
Por favor, protegeme y líbrame de todo mal. De todas aquellas
personas que lo único que quieren es lastimarte. Librame de todas
las tentaciones y pensamientos malos que puedan llegar.
No dejes que caiga en la tentación y el pecado. Que el deseo de
ofender a nuestro Padre sea mucho más a mí. Piadosísima
Magnífica, te ruego que alejes a las artimañas del demonio de mí.
Madre Amada, te ruego que me escuches, que escuches esta humilde
oración, que hagas que todo el mal que me persiga sea
completamente destrozado por tu divina gracia.
Por favor, protégeme de todas las personas envidiosas y de que yo
pueda sentir envidia. Cuida de toda mi familia y nunca los
abandones, así como tampoco abandonas a los afligidos.
Aleja a todos aquel que tenga mal en su corazón y en su mente.
Pongo mi vida y la vida de mis hijos en tus manos.
Mi familia y mi trabajo, los dejo en tus manos. Pido que me guíes
por el mejor camino posible, que nos cubras de protección bajo tu
manto, que no permitas que nadie pueda hacernos daño.
Sé muy bien que tu conseguirás detener a todo el mal que nos
rodea, y que protegerás a todas las personas que son importantes
para mí.
Te pido que ruegues por nosotros, Santa Madre, ahora que llegue el
momento de poder partir a tu lado.
Amén.

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