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rn CUERPO Y REALIDAD: LA METAFORA EN LA TERMINOLOGIA MEDICA ESPANOLA Marek BARAN Universidad de Lodz (Polonia) La metafora en la tradicién retériea se presenta como un artificio estilistico, dotado generalmente de una notable fuerza expresiva. Ya para los Antiguos, la metafora constituyé una especie de escape para jas emociones intensas, asi que con una gran frecuencia trazahan paraielos inesperados con el fin de producir efectos sorpresivas Se “Aristoteles. “la cosa mas grande era, con mucho. poseer el domin ja metafora. Esto era lo umico que no podia ser impartido por otro; era la marea del genio" Lewis 1947). La poética, la estilistica o la neoretérica son algunas de las numerosas disiplinas citadas a menudo al referirse a camp: ae estudios que abarcan la metafora. No podemos olvidar que ésta ultima. tan estrechamente entretejida con la texiura micma de! habls humana, aparece bajo otros aspectos. Nosotros hemos escogido como punto de referencia una de ias mas antiguas terminologfas, quizds de dificil acceso por sus re eriegas y latinas, pero al mismo tiempo, préxima a cada uno por este relacionada con el cuerpo y todo el abanico de sensaciones y dolencias ligadas a éste. No cabe duda de que la vision antropomérfica prevalece en las realizaciones coneretas de las comparaciones y referencias verbales: es increible la extraordinaria frecuencia con la qué aparecen las metafo- ras donde el ser humano constituye el principal punto de referencia. Como subraya S. Ullmann (ed. 1991: 242), la mayor parte de las expresiones que se refieren a objetos inanimados estén tomados traslaticiamente del cuerpo humano y de sus partes (as{ como de los sentidos humanos y de las pasiones humanas). “La ceja de una colina", “las costillas de una béveda", “la boca de un rio", “el nervio de una guerra”, son unos de los numerosos ejemplos que se podrian citar, Preguntados por las metdforas que estan comunmente asociadas con el campo de la medicina, enumeramos algunas denominaciones eufemisticas: la tendencia a evitar designaciones tejantes relativas. por ejemplo, a dolencias o enfermedades, no es nada sorprendente (ya sélo la palabra <> suscita alarma entre aquellos que la 146 Marek Baran padecen. En su presencia se prefiere <s, 0, tal vez, se recurre a la litotes, al indicar una cosa negando su contrario de forma que disminuya la impresién desagradable que la secuencia afirmativa produciria en nuestro interlocutor) (cf. Montero 1981: 164), Asi, de modo general, se escogen alternativas léxicas, sustituyendo, por ejemplo, “lepra”por “mal de San Lazaro” o “epilepsia” por “mal. santo”.! Las denominaciones de origen metaférico en la terminologia médica se extienden, sin embargo, a un campo mucho mds amplio. Desde el punto de vista semantico, podriamos clasificarlas reeurriendo a tres criterios basicos que son los siguiente: 1) ladefinicién del término —objeto del analisis (es obvio preguntar- nos a qué clase semantica pertenece el término que estudiamos); varias clases se presentan como posibles: enfermedades, dolencias, sintomas, deformaciones. malformaciones. partes del cuerpo, técnicas de intervencion, instrumenivs, etc. 2) Ja_significacion literal de Ja palabra que constituve la base _o el origen de la metafora (asi podra descubrirse como e] sentido recto de las voces esta trasladade a otro figurado). Se trata de un abanico riquisimo de términos relacionados, por ejemplo, con: — nombres de animales: — elefantiasis. — pierna de elefante, — coraz6n de toro, — tos perruna — labio leporino, — nombres de vegetales: — urticaria, — manzana de Adan, — rama cutanea, rama muscular, — raiz del diente, — colores: — diabetes bronceada, — sustancia blanca, — objetos, fendmenos: — tubo auditivo, — tubo digestivo, — vias respiratorias, — cordén espermatico, — diafragma en la silla turea, — vena basilica, — vena satélite, — corona del glande, 1. Seria interesante estudiar los valores eufemisticos de los términos de procedencia médica, Notemos que en algunos casos no son solamente perifrasis las que se presentan como eufemismos, Ocurre a menudo que los denominados tecnicismos ‘exactamente por SU “incomprensibilidad™ para los <>) constituyen el grupo de sustitutos atenuativos. CUERPO ¥ REALIDAD: LA METAFORA EN LA TERMINOLOGIA MEDICA ESPANOLA 147 — techo del craneo, — caverna pulmonar, — arco adrtico, — hipoxia relampago. — elementos de armamento: — ruido de pistola, — deformacion en espada, etc. 3) el tipo _de_motivacién; es indispensable preguntarnos por la naturaleza de semas que constituyen la base de la metafora léstos pueden evocar elementos: visuales, sonoros, cromaticos, relativos al tacto, movimiento, forma, gesto, 0, incluso, relacionados con mitologia, historia o literatura. Citemos algunas clases: — forma: — estomago en cascada, — gangrena simétrica. — movimiento: — respiracién ondulante. — abasia trepidante. — pardlisis agitante, — pulse salton, — pulso sentado, — dolor errante, — sonido: — dolor sordo, — sustancias y sus rasgos: — tos humeda. — dispepsia putrida. —— bronquitis fetida. — gangrena gaseosa, — hemoglobinuria fria. ete. Los ejemplos presentados hasta ahora nos invitan a reflexionar tanto sobre el estatus de la metafora terminolégica como sobre el proceso de metaforizacién en diversas terminologias. No hace falta recordar que la metafora se ve sometida a varias tipologias y clasificaciones. Aunque muchos han sido los intentos de perfilar este concepto, los investigadores no logran ponerse de acuerdo al construir su definicién. Algunos pretenden limitar esa nocion a la denominada metéfora libre, que, caracterizdndose por un alto grado de originalidad, ofrece distintas posibilidades de interpretacion. Esa postura llevaria a excluir del campo metaférico las metaforas lexicali- zadas (fijas), asi como las metaforas etimoldgicas. Es cierto que las caracteristicas de las variantes mencionadas no coinciden en varios puntos. En la conversacién diaria el empleo de las metaforas etimoldgi- cas se caracteriza por una notable pérdida del cardcter pragmatico; en general, ni siquiera nos damos cuenta de que estamos utilizando metaforas — su motivacién es a menudo ilegible. Se trata, en gran 148, Marek BARAN parte, de metaforas de origen latino o griego, ct valor semantico se les escapa a los usuarios de la lengua por Ja forma sabia de la palabra de procedencia extranjera. Como ejemplo podriamos citar <> — feto petrificado [gr. lithos: piedra; paidos: nifio]). metdfora lexicalizada (0 fija), delimitada, entre otros, por el criterio de frecuencia del uso, conserva, de modo mas claro, Ja relacién con el elemento bésico de motivacidén, ilustrando, al mismo tiempo, de qué medo disminuye la interaccién entre el significado de base y el significado metaforico. 2Cémo situar, entonces. las metaforas terminoldgicas y, entre ellas, la metdfora médica? No cabe duda de que la metafora terminol6- gica no puede pertenecer a la subclase de metaforas libres: la libertad de interpretaciones constituiria un enorme riesgo de equivocaciones, que no pueden ser admitidas en e} campo de la ciencia. En consecuen. , seria mds conveniente presentarla como una formacion lexicaliza- da y fjada en lenguas de especialidad. La fuerte lexicalizacion no es, embargo, e] unico eriterio al que deberiamos acudir, una unidad a puede convertirse en una unidad estable del sistema. pero ese factor parece insuficiente en el caso de los términos especializados que pretenden una mavor precisién. Teniendo en cuenta esas objeciones pri médico de crigen metaférica debe corresponder a una definicién precisa de orden terminolégico. La frecuenci# de] uso. mas G menos grande, puede indiear la importancia del término pero no es decisiva para su estatus. La palabra tomada de un determinado campo de partida (source-word), metaféricamente motivada, adquiere el estatus de un termino cientifico exactamente a través de la definicion, y. a menudo, en cl marco de un texto especializado. A diferencia de las metaforas libres (vivas), las metaforas terminolégicas no dependen del contexto, referiéndose a conceptos genéricos y no a objetos separados o individu- ales, esas delimitaciones formales demuestran claramente la necesidad de delimitar una subclase de términos de origen metaférico indepen- dientes de interpretaciones contextuales y establecidos en e] campo de ja cienciz Estudiemos, entonces, brevemente el proceso mismo de la metaforizacion terminolégica, apoyandonos otra vez, en los ejemplos tomados de la terminologia médica espafola. Este andlisis deberia mostrar a qué modalidades particulares obedece la metafora terminolé- gica, asi como indicar cuales son los puntos en los que ésta ultima coincide con la metafora retérica. Pude resultar interesante un breve andlisis del término analizado ya en el campo francés por Allal Assal (1994). La genética se sirve a menudo del término <> — se le llama asi porque cisemos que cada término CUERPO Y RBALIDAD: LA METAFORA EN LA TERMINOLOGIA MEDICA ESPANOLA 149 cumple las funciones indispensables en la vida de todas las células. El punto de partida lo constituye en este caso el lexema “domestico”, explicado como; — , — (animal), — . — . Observamos que en el caso del sintagma los rasgos tales como: , , , se ven neutralizados, asi que la caracteristica principal sobre la cual va a construirse Ja analogia se limita al grupo sémico : — el gen doméstico esta al servicio de iudas las células, Este ejemplo, igual que las consideraciones de A. Assal, der tran que en el plano lingitistico-semantico la metaforizacién consiste en la seleccién que efectuames dentro de la pluralidad de los rasgos semanticos de un lexema (pueden ser los rasgos basicos, ¢l denominade nucleo semantico. o los rasgos secundarios, los que constituiran ¢! objeto de la transferencia). En consecuencia, puede afirmarse que la transferencia del lexema metaférico, asi como su transposicién, obedece aun mecanismo de abstraccion sémica: la incompatibilidad semantica que existe entre el sentido del lexema vy la nueva realidad que vamos a llamar con su propio nombre, nos obliga a abstraer todos los rasgos semanticos del lexema que no coinciden con los de dicha realidad. Como hemos visto, el proceso de metaforizacién sigue basandose en la analogia, aunque no siempre ponemos de relieve los rasgos que constituyen su eje (la neutralizacion de un grupo de semas se presenta como un fendmeno muy frecuente).” Ha Jlegado el momento de preguntarnos {por qué en diversas terminologias, y, entre ellas, en la terminologia médica se acude, con bastante frecuencia. a los términos de origen metaférico? Parece cierto que nombres tales como “el conducto éptico”. “ei abceso errante”, “el adenoma maligno”, “el delirio egocéntricu”. “el 2 Esa neutralizacién. podriamos ejemplificarla con el sintagma <>., en el que el lexema <> adquiere una significacién pragmatica Comp resulta muy dificil definir Jo que es la muerte para un microorganismo y eémo los mnieroorganismos adquieren su importancia al poscer la capacidad de multipicarse, podemos decir de un microrganismu que “esta muerto” cuando este pierde su capacidad de nvultiplicacist. La metafora <>, con su significacion pragmatica, unterviene jastamente para precisar que 9 muerte en cl caso de un microorganisme no significa la cesecion definitiva de toda actividad. sinc una interrupeion de la capacidad reproduetora |véanse Assal 1994: 239) 150 Marek Baran corazon de toro”, muestran una gran comodidad alusiva y un incuestio- nable poder evocativo, que facilitan la conceptualizacién. La fuerza alusiva y el poder evocative caracterizan también a la metafora en la retérica, pero es obvio recordar que alli ese tropo deberia ser conside- rado principalmente como un artificio estilistico, mientras que en la terminologia se trata sobre todo de un procedimiento de denominacién y de conceptualizacién. (El autor ya mencionado, A. Assal, subraya que ja metéfora terminolégica esté lejos de ser una simple manera de decir cosas. Como un préstamo imaginativo establecido en la practica social, ella no tarda en convertirse en una expresién de nuevos conceptos 0 en una nueva forma de pensar). El mecanismo de metaforizacién, 0 mas concretamente, el establecimiento de una relacién simbdlica de analogia v de transposi- cién, aparece, por consiguiente, como una modalidad semantico- lingitistica cuva finalidad es fundamentalmente conceptual. Poner de manifiesto los valores conceptuales de la metafora no equivale, por lo tanto, a aclarar la postura que toman al respecto los lingiifstas. Deberiamos darnos cuenta de que todavia sigue existiendo un conflicto entre dos posiciones opuestas frente a la metafora, una, considerandola como elemento que contribuye a la deformacién del juicio, y otra, seg la cual la metafora constituiria un enrigquecimiento real de la semantica del pensamiento. Algunos de los investigadores ni siquiera quieren aceptar la implantacion de las metaforas en e] campo cientifico: su imprecisién podria ser aceptada por la ciencia solamente a corto plazo. No olvidemos que los lingitistas de orientacién generativista situaban la metdfora en el denominado “lexicén” que se convirtié rapidamente en un peculiar <> donde se tiraba todo lo que no se dejaba explicar a través de las reglas estrictas. La metafora aparecia en ese planteamiento como una anomalia del Jenguaje o una estructu- ra enferma que iba en contra de los principios de subcategorizacién (cf. Kardela 1992). Sin embargo, parece que ha llegado el momento de vencer las limitaciones derivadas de esa vision tan reduccionista. En la linea de los lingiiistas tales como, por ejemplo, Sticht* se reconoce, cada vez con mayor frecunecia. que la metafora al ser el resultado de la continuidad dinamica de las experiencias humanas, inspira una nueva forma de comprensién. Los cientificos creen y utilizan términos metaforicamente motivados que no se refieren sélo a objetos fisicos, sino también a categorias abstractas o a unas relaciones muy complejas. 8. Citado por Kocourek ‘1994: 3641 pe CUERPO ¥ REALIDAD: LA METAFORA EN LA TERMINOLOGIA MEDICA ’ANOLA 151 Evidentemente seria preciso estudiar, en la medida del posible, cual es la aportacién de términos de origen metaforico a la terminolo- gia médica espaniola, para delimitar asi con mayor exactitud su valor pragmatico, Los ejemplos presentados a lo largo de nuestra ponencia constituyen solamente la ilustracidn de la existencia del fendmeno, pero por su escasez no pueden testimoniar su dimensién real. A nuestro entender, las voces metaféricas en la terminclogia médica ponen de manifiesto la presencia de un fenémeno con diversos aspectos dignos de ser estudiados. A menudo son los términos que podrian acercarse al registro popular (se trata, en mayor parte, de las denominaciones sintéticas, faciles de descifrar), lo que no significa que su penetracién en la terminologia deberia ser interpretada como casual: no es raro que se escojan conscientemente con el fin de denominar nuevos conceptos (por ejemplo en la genetica:. sin recurri como se podria esperarse por lo menos en algunos casos. a nevingis- mos. A veces, las creaciones metaforicas encuentran sus squivalencias funcionales en los Ilamados tecnicismos (“infarto” / “ataque”, “repen- te”), lo que puede traer como consecuencia valores pragmidticos distintos. He pretendido con esta breve intervencién Hamar la atencién sobre algunas modalidades de indole metaférica presentes en la terminologia que. al incluir varios estratos bastante heterogéneos, puede observada desde muy diversos angulos. He intentado también reflexionar sobre el estatus de la metéfora en la terminologia. Espero que el andlisis mas detalladu que desearia emprender resulte fructifero para todos aquellos que ven en la lengua un microcosmos digno de ser explorado. Bibliografia SAL, A. 1994. “La métaphorisation terminologique”. Terminologic et Traduction (Luxembourg-Bruxelles, Commission Eurepéenne). 2: 285-242. DAY, Lewis C, 1947. The Poetic Image. Londres. KARDELA, H. 1992. “Gramatyka kognitywna jako globalna teoria jezska”, En: Jezyk a kultura, t. 8: Podstawy metodologicane semantyki wspétezesne}. Wroclaw: 9-22. KOCOUREK, R. 1994/1995, “Set Mataphors in English Linguistic Terminology”. ALFA, 7/8 (St. John's, NB, Dalhousie University’) MONTERO, E. 1981, El cufemismo en Galicia (st comparacion con otras drees romances). Santiago, Universidad de Santiago de Compostela. Verba-Anexo 17. ULLMANN. §.. ed. 1991. Semdntica — Introduccién a lo ciencia del significado Madrid, Taurus.

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