SELENA

Pequeña niña blanca,

Esbelta princesita de mis sueños.
En tu alegre risa, niña de agua,
Están escondidas las suaves flores,
La ternura, la candidez, querida.

Yo evoco a otra niña en tus andares,

Se me viene al pensamiento sin querer
Esa otra mirada traviesa, juguetona.

Y pienso…
¿Qué ha sido de esa niña de agua?
¿Se ha convertido en la adolescente
de mis sueños?

Ya no es el alegre cascabel
Que cada mañana, con su risa
A mi me despertaba.

Y ahora, que se está convirtiendo ya en mujer

Me siguen desvelando sus desvelos;
Aunque ya no son míos.
Yo, un día, quise darle con un beso
Sus alas, para que volara del nido
Que fue suyo, cuando pudiera hacerlo.

Y ahora…
Me siento sola e infeliz por lo que hice.
Pero pienso…
Ha llegado su hora,
Es su tiempo de vuelo.
¡Alcanza con tus alas a las estrellas!,
Cumple tus sueños, todos los que tengas.
Querida mía, niña que fuiste mía,
No temas mis desvelos,
No cargues en tus livianas alas
Ninguna lágrima mía
Ni ningún sufrimiento.

Y te vuelvo a decir:
 ¡Vuela ya alto , tesoro,
Mi niña de mi alma!.

Elena Rodríguez Macías