Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Lo más importante para nosotros debe ser Obedecer la voluntad de Dios y no ser rebelde a su voluntad.
⁃ Dios hace una gran diferencia entre aquellos que hacen su voluntad y aquellos que no.
(Isaías 10:1-2)
“¡Ay de los que dictan leyes injustas, y prescriben tiranía, para apartar del juicio a los pobres, y para
quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; para despojar a las viudas, y robar a los huérfanos!”
(Éxodo 11:6-7)
“Y habrá gran clamor por toda la tierra de Egipto, cual nunca hubo, ni jamás habrá. Pero contra todos los
hijos de Israel, desde el hombre hasta la bestia, ni un perro moverá su lengua, para que sepáis que Jehová
hace diferencia entre los egipcios y los israelitas.”
Dios hace diferencia entre el mundo, su sistema corrompido y sus hijos, su pueblo.
La puerta tiene que ver con nuestro corazón, Dios pide que la habrámos para que él entre.
La gente piensa que tiene derecho al cielo, porque quizás no hace mucho lo malo.
El mundo te vende que todos somos hijos de Dios y no lo es.
1. La única manera en que nosotros le podemos demostrar a Dios que realmente lo amamos,
es cuando obedecemos sus mandamientos.
AMOR DE DIOS = OBEDIENCIA
(Juan 14:23)
“Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y
haremos morada con él.”
3. Algo que nos muestra que estamos haciendo la Voluntad de Dios, es que cuando lo
hacemos nos va a identificar con su Familia.
(Marcos 3:32-35)
“Y la gente que estaba sentada alrededor de él le dijo: Tu madre y tus hermanos están afuera, y te buscan.
Él les respondió diciendo: ¿Quién es mi madre y mis hermanos? Y mirando a los que estaban sentados
alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios,
ese es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.”
(1 Pedro 1:2)
“elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados
con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.”
Dios quiere obediencia absoluta.
(Juan 4:34)
“Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.”
(Mateo 7:21)
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi
Padre que está en los cielos.”
Obedecer nos da una compresión correcta de su palabra. Por tanto, si quiero hacer la voluntad conoceré
cuál es la doctrina correcta.
(Juan 7:17)
“El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia
cuenta.”
Debemos permitir que el Espíritu Santo cambie nuestras mentes cuando hacemos su Voluntad.
(1 Pedro 4:2-3)
“para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino
conforme a la voluntad de Dios. Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles,
andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías. A estos
les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os
ultrajan;”