Está en la página 1de 5

www.juventudrebelde.

cu

Sin cultura no hay libertad posible


Fragmentos de las intervenciones del Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, en el

intercambio con los delegados en la sesión final del Primer Congreso de la Asociación

Hermanos Saíz, el 18 de octubre de 2001

Publicado: Sábado 13 octubre 2018 | 08:40:48 pm.

Publicado por: Juventud Rebelde


Si algún valor tienen las muy repetidas palabras que yo les dije a los intelectuales, a

partir de intuición, a partir de conceptos, que dije unas palabras: Dentro de la

Revolución todo, contra la Revolución nada. Eso tenía un sentido: libertad total en

cuanto a la forma de expresión. Ya entonces era un pecado capital decir eso. (…) Yo no

conocía mucho la pintura abstracta y trataba de entenderla, porque nadie me la había

explicado bien. Discutía con Alfredo, no es que discutía, le preguntaba, porque a él le

gustaban mucho —a Alfredo Guevara— y allí tenía una serie de cuadros abstractos, y

yo ignorante, le preguntaba: ¿Qué significado tiene, explícame? ¿Por qué te gustan? Yo

no entiendo nada de lo que hay en los cuadros esos. ¡Ah¡, pero la idea clara de que era

muy ignorante y él es un compañero que uno apreciaba y los criterios y todo; pero si

quería pintar alguien así, ¿por qué darle una patada a un cuadro, prohibir el cuadro?

Lo único, realmente, que tiene importancia de lo que les dije a los intelectuales es

esto: «Pinten como quieran pintar, usen el estilo que quieran usar». (…)

Ahora ustedes dicen: Nos han tratado bien, muy bien, algunos han dicho que les han

dado esto y lo otro. No, nada, lo que hicimos fue aplicar una política de libertad en las

expresiones del arte y de la música.

Hay una cosa, yo tengo esa tendencia; pero, además, tengo la suerte de que soy amigo

de Harry Belafonte y no hace mucho tiempo, un día me explicó toda la historia del rap

y cómo surgió, dónde surgió, fue en Nueva York, de la población negra de Estados

Unidos oprimida, discriminada, con una música de protesta y advertía: «Los enemigos

y los reaccionarios están tratando de utilizar toda esa música, comercializarla y

convertirla…». Y aquí se horrorizaba la gente con el rap. Y ese mismo día, la política:

«Señores, hay que darles apoyo a todas las manifestaciones, no hay que tener temor a

ninguna».
Nosotros queremos multiplicar con la máxima calidad el número de grupos de danza,

(…). Y si aceptamos el ballet, ¿tenemos que tenerle miedo a la música que han

inventado los negros norteamericanos, el rap y todo lo demás? (…) ¿Es que acaso van a

desplazar el ballet, o van a desplazar la danza folclórica?

Construyan la fantasía
Bien temprano la Revolución construyó, o intentó construir la Escuela Nacional de

Arte. Yo recuerdo que vi los proyectos, discutí con los que los presentaban, yo de

arquitectura sabía tan poco como de todas las demás cosas; pero encontraba bellos

aquellos proyectos. Eran una fantasía. Entonces digo: «Construyan la fantasía». No

llegaron ni a terminarla porque un día en el Ministerio de la Construcción —no voy a

mencionar el nombre del que estaba allí, pero es un arquitecto, era una persona que

conocía de eso—, digo: «¿Cuando vamos a terminar la escuela?». Dice: «No es

posible». Digo: “¿Físicamente es imposible terminar esa escuela?” Y me dice: «Es

imposible físicamente construirla». Pues nada, con lo que se hizo —y le faltaban

algunas cosas— se hizo famosa en el mundo la escuela, y nosotros dijimos: «Vamos a

terminar esta escuela». (…) Invitamos a los arquitectos que habían participado y

tomamos la decisión de terminar aquella escuela en los conceptos que tenía, arreglar

el río ese, y llegar a tener la escuela con la que habíamos soñado hace más de 40

años, hace 41 años.

Hay que trasmitir ideas


Vamos a seguir apoyando todos los géneros, y a los trovadores, por supuesto, no hay

ni que dudar de eso en lo más mínimo.

Es que este va a ser, además, en nuestro concepto, el país más libre del mundo,

porque la libertad está en la razón directamente proporcional a la cultura de la gente,


(…)

Lo que Martí escribió es una de las más grandes verdades, esto fue lo que nos llevó a

la historia esta. Fue aquel día en que compartiendo con unos compañeros les dije:

Miren, es que sin cultura no hay libertad posible, es imposible. Pienso en los miles de

millones de personas que tienen prohibido pensar: aquellos que fuman tal marca de

cigarro, toman tal cosa y todo lo demás, porque alguien les ha dicho que hagan eso. A

tales extremos ha llegado el sistema que combatimos, que le ha suprimido a la gente

el equipo de pensar.

El hombre de las hordas podía descubrir algo, ver que un palo era más duro que otro,

y lo utilizaba. Este hombre de hoy tiene menos libertad de pensar que el hombre de

las hordas primitivas, porque casi todo lo que hace es lo que le han metido en la

cabeza, a través de los medios masivos, que haga: «Consume eso, lo otro, lo otro». Y

de la misma forma le introducen hasta el pensamiento político. Con esas armas jamás

el hombre podría liberarse. El hombre se va a liberar porque lo están conduciendo a

un callejón sin salida y las crisis van a ser cada vez más profundas. Desde luego, ¿qué

hay que hacer? Hay que transmitir ideas.

Nosotros tenemos la ventaja de la unidad


Le vamos a prestar el máximo de atención a la Asociación Hermanos Saíz. Yo me he

llevado muy buena opinión del congreso, estoy admirado de la cantidad de talentos,

en el otro sentido de la palabra; porque yo hablo de talento, la capacidad de

comunicación que tienen, las cosas que han expresado, el sentimiento, la forma en

que lo han hecho, y veo con claridad lo que pueden hacer ustedes, claridad total.

En otro encuentro —parece que hace un siglo que yo me reuní con ustedes—, en

1988, hace 13 años, ¿qué teníamos por delante? Nada, no teníamos ni la sombra, por
lo menos yo, de las ideas que posteriormente se fueron desarrollando. (…) Era un

momento muy diferente a este momento.

Me alegré, porque habiendo sido hace 15 años, me encontré unas cuantas cosas unas

cuantas ideas, que son las mismas que hemos estado defendiendo y desarrollando

ahora; pero hay un abismo de diferencia entre 1988 y este año 2001, somos un pueblo

mucho más curtido, mucho más sometidos a durísimas pruebas, un pueblo que tiene

una comunidad de pensamiento, por la experiencia que todos hemos tenido que vivir.

Nosotros tenemos la ventaja de la unidad.

http://www.juventudrebelde.cu/cultura/2018-10-13/sin-cultura-no-hay-libertad-possible

Juventud Rebelde | Diario de la juventud cubana

Copyright © 2017 Juventud Rebelde

También podría gustarte