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ASP °ITV.G" . Ro. en Lengua y Ui Latn 4 Lit. Lotina T °C tro? n ae | Studia Historica 2-3, A4B4-498S: Ao>-Add. ALGUNOS ASPECTOS DEL PENSAMIENTO POLITICO DE SALUSTIO Himatco pr ra Veca Han sido muchos los investigadores que han estudiado en profundidad, tanto Ja obra histérica de Salustio como su vida publica y pensamiento politico desde distintos puntos de vista. Una prucba de ello constituye 1a recopilacién que Hevé a cabo A.D, Leeman? de los numerosos trabajos sobre Salustio, que se publicaron entre los afios 1879-1964. A partir de esta fecha las monografias, y sobre todo ensayos concretos sobre diversos aspectos de este historiador y de su obra, aumen- tan de forma importante, Por ell, lo que de forma modevia pretend al exit inas es Mamar la atencién sobre las limitaciones y_mediatizaciones que. ifiestan en el pensamiento politico de este historiador, considerado _general- ome con nt, cone un air Sa a ay lena co eg faba aT Ene bieGay eae y aa te dee por su_apoyo a los bomines noui yal ideario politico de César. Hay que tener presente que estas limitaciones v mediatizaciones no sélo estén gna base del discurso_histSrico-poiitico de Salustio, sino que ademts conforman los pilares bfsicos de Ja hhistoriograffa romana de caricter democritico y_pro-itélico. Considero que esto es asi, porque en definitiva estas Himitaciones_y mediatizaciones eslbeioes, propias del movimiento democratico me k genta estén zelsconsdys a_organizativa del Estado romano en conereto y con ee vila necesidad _de ue este_modelo_histéric social se-reproduiers ¢ sf mismo en eu division fundamental, aunque no tinica, de Ii lav Es conodida la interpesiecién de Mommen, sobre Salstio en sa Historia ro- mana, consideréndolo como un esctitor de partido cuya obra tenfa una clara ten- dencia apologética de César y acusatoria de la nobilitas. Posteriormente E. Schwartz siguid esta misma trayectoria ¢ incluso legé a decir que la promesa de objetividad ‘expresada por Salustio en sus obras nunca Hegé a cumplirse®. Después de la primera guerra mundial se desarrolla una tendencia que intenta erevalorizar» a Salustio. Comenz6 con Funaioli y culminé con los estudios de Atnaldi, Drexler, O. Seel y sobre todo con ta obra de Werner Schur, Sallust als Historiker, publicada en 19343, Schur) destacaba en Salustio una «objetividad» L.A. D. Leeman, “A Systematics! Bibliography of Sallust” (1879-1964), Mnemosyne, Spl. Quar- um, reviseda y ‘aumentada en Bd. Leyden, 1965, 2 Sobre Ia llamada “tendency theory” de Mommsen-Schwartz y sus objeciones véase Opper- mann. Gymnasiam, 65, 1958, 185 ss. Bichner, Salluss. Heidelberg, 1960, 367 ss. O. Steen Due, “La position politique de Sailusee", C and M, XXXIV, 1983, 113-139. % Mazatino, I peniro storico clasco, Uy Bai 1966, pp. 364 y 5 0. Steen Dus, of ety 104 M, J. Hidalgo de la Vega madurada a través de su reflexién sobre los resultados de la conquista romana. En este sentido es claro que Salustio se_acercaba_a Polibia_y Pasidonio, a Tos que habfa leido, reconocimiento de que lp comupcié cién._se_in- trodujeron en Ja sociedad romana a raiz de la conquista en ultramar, y més pre- i cisamente fue Ja_destrucciga Ta que alej6 de Jos_romanos todo_temor (los famosas seti filis y metus Punicus), permitiendo Ia_degradacién_de las conumbrett) Ouedaba atrds sduel estenatio ut6pico, pero muy elogiado, que apa- rece en un pasaje de su Conjuratio Catilinae: concordia maxunca, minuma avaritia erat, ius bonumque apud eos nom legibus magis quam natura ualebat. Iurgia, dis cordias, simultates cum hostibus exercebant, ciues cum ciwibus de uirtute certeban! | En cambio «una vez destruida Cartago y abiertos para Roma los mares y todas las. | tiertas, la fontuna lo trastocs todo y le sociedad se pervirti6 te y el ido tan justo vy benéfico se hizo ico ¢ insufriblex*) Es obvio que para Salustio la cafda_de Cartage representa: el punto_crucial jo traumético de une etapa idedlizada de concordia y_virtus 1 fictive de Ja época a; es el momento en que i \ de Ja_nobleza y ia libertas ex i / libertatis dignitatisque™. Desde esta perspectiva el discur: tas. ie a ee también se podria entender mds como litacidn histéric re Ja uista romana. que como una obra de tendenci é oria segtin Ja inter- pretacién momimseniana®, A raiz de la Segunda Guerra mundial se radicaliza esta interpretacién hasta el punto de considerar al Salustio de las Historias como un adversario del imperialismo romano; fue E. Bickerman® el que lanzS cota tesis después de estudiar la carta de Mitridates, que formaba parte del libro TV de esta obra. Hay que advertir que el anélisis de Bickerman estaba contaminado de Ja problemética concreta en torno a los presupuestos de Ja IT guerra mundial. En el mismo sentido se manifests posteriormente R. Syme" en su am a. Al margen del anélisis viciado, y en diversas ocasiones criticado™, en el que caen estos investigadores al considerar a Salustio como anti-imperialista, lo que se ( pone de manifiesto es la legitimidad, a veces no exenta de error, de i \ las obras de los historiadores romanos partiendo precisamente de su_posicionamien- Osa Be Gone. Get 10.1: Sed whi labore sige insite reipblin, Cent. Crago sammie “imperi Romani ab sirpeinterit.. saeuire fortuna ae minete omnia cospis. Sal Yap 41. 2: Cartheginem deltas... metus Boils ni bonis aribus cinitatem retinebat... lasiate aque ta Dorbie inctsere ‘elustana es propia de una_adiciga_representaia en T. Livio, Po- {ibio. Cauéa y Pisén, clr D. C. Earl, The polaicd shongt of Salus, Cambridge 1961, 0 €l Cap. IV. Sobre el metas bostil,, motivo de origen griego, véase La’ Penna, Mais 11 (1959), pe sy Lineipremione ‘allistnna della gueria contta Gingurta", Ano. Sewole Normale Rtperiore di Pian, 78, 1959, p. 270s. Exe motivo sambién aparece en Vell, Pat IL 1, 17 476,12 (S)De Conc. Cat. 9, 2. Ver O. Steen Due, of. cit, p. 133. De Gon. Cat, 10, 26. D, ©. Bail, op. oi, c IV; B. Vag. 5, 2. 8 Mazzatino, op. ci,” p. 365. Para conocer deulles de esta polémica ver A. Ta Penna “La in- terpremzione saliusiana delle congiura di Catlin", Studi Fal filol. cass. 51, 1959, p. 153. OE Bickerman, REL. 24, 1946, 14s. WR Syme, Salles Toodon 1964, p. 196 11 Para una discosiba de esta intérpreacién véase La Penna. Selartio ¢ la rivolasione romana, Milén 1969, pp. 2905s, 2. edie. O. Steen, op. cit, p. 14-y La Penna, LeHistorize dj Sallustio @-Tinwerpretamone dlls crisi republicans", Aibonaowm, XL1, 1963, pp. 201s Algunos aspectos del pensamiento politico de Salustio 105 t0 politico, e au a B edad esto tenfa un mfs_ncto_adin, dada Ja cons SE Ne e eeelnat mnibonieaa oo deiobeatnt No nos puede resulira extrafio pues, que un estudio de tax ideas_politcas de Salustio sea inseparable del andlisis de las razones que le Hlevaton_a_escribir ‘obras histSricas. La Penna dedic6 el primer capitulo de su interesante obra Sallus- tio e [a rivoluzione romana a desentrafiar los prélogos de la Conjuracién de Catilina y de la Guerra de Yugurta y resaltar que los «temas tratados en ellos tienen un tigen griego pero que recobran en Roma una gran actualidad. En. definitiva en Jos procmios se verifica un problema de gran importancia: el de las relaciones sine toutes ooltie Cono ol anor En efecto es sin duda en su experien- Hombre volitica cémo el hismriador he debido captar més_profundanente Ja gravedad de Ja . Salustio intenta explicar_v analizar Tas causas de esta Se na_refle xidn_moral_de carécter_pedagdgico ™. El pesimismo que plasma en el diagndstico no es més que Ja razén_de su Jucider politica. Salustio cree que el destino de Jos hombres y del Estado se juega en Ja accién * y annque se presenta a sus lectores como un hombre a spe met partibus reipublicae animus liber, esta pro- fesién de independencia no implica que €1 no tuviese un pensamiento y un pro- grama politico més © menos preciso. Voy a ccntrarme en algunas facetas relevantes de su ideologia politica plasma- das en sus monograffas y a través de un estudio de ellas subrayar las Timitaciones y mediatizaciones que coartan su postura democritica y le impiden que apoye al movimiento revolucionario hasta sus tikimas consecuencias. Posiblemente algunas de estas cuestiones son les que han Ilevado a La Penna a no admitir que Salustio haya sido, al menos en algunas épocas, partidario de los populares. Considero sin embargo, que a partir de aqui Ja cuestién fundamental que puede plantearse con- siste en esclarecer por_qué Salustio representante en la historiograffa romana_de una tendencia pro-itélica v democrética, no fue capaz de defender hasta sus tltimos limites a los sectores més tevolucionatios de la Urbs. Amite it 1s_revoluci IL. Supuesto eanti-imperialismon de Salustio Anteriormente he citado Ia polémica que surge en Ia historiografia actual sobre el supuesto «anti-imperialismo» de Salustio planteado por Bickerman. Yo creo que Mazzarino tiene razé cuando escribe que Salustio era «imperialistay a su modo Es cierto que el historiador de Amiterno pensaba que los soldados romanos no debfan de combatir con el fin tinico de obtener riquezas. EI soldsdo ideal para él” puede desear riquezas, a condicién de que éstas no sean gravosas y como fiz en sf mismas*° y tiene que tener la antigua virtus, por la que no se ‘emia al enemigo 12 La Penow, Salusto, p. 33. 38 J. C, Richard, “Selluste témoin et juge de son temps", REL, XLVI, 1970, p. 50. M De Con. Cat. 4 2 f 35 Mazzarino, of. cit, p. 374. 18 De Com Cat. 10, 24. Sobre la auartie y el pecunise studiam, véase “Luxus ¢ avasitia nelopera di Sallustio", Arbonaewm, 57, 1979, pp. 277s. 106 M, J. Hidalgo de la Vega y se solfan evitar los peligros "". Fue después de Ja destruccién de Cartago, como ya | sabemos, cuando la avidez as riquezas sustituyé a la virfus. Esta idea de Salus- tio es clara, pero de ahi no podemos deducir que condene Ja conquista_en_cnanto con anes ve signe_descamia xcs xigiendo es se Jos omancs irius més que Por otra parte, en Ja carta ae ‘Mitcidates 4o que 9i(dbad. Guieweignsvemavc el punto de vista del enemigo, no el suyo propio 8, Por ello en la carta no se distincién alguna entre los romanos antiguos sin averitia y con virtus y los romanos posterior a la destruccién de Cartago con avarifia, sino que la avidez del Estado romano esté presentada desde sus comienzos ™. Légicamente para nuestro sistema especulativo esta postura del. pensamiento salustiano de querer conciliar el imperialismo y la moral no tiene sentido alguno, son dos términos totalmente contradictorios; incluso para historiadores antiguos como Jerénimo de Cardia pareceria también sbsurdo™*. Jerénimo eta consciente de que el imperialismo debfa de tener una base econémica™ y ésta eta su taz6n fundamental; pero también él ponfa en boca de uno de los bérbaros Nabateos un discutso que podria considerarse «anti-imperialista» en una primera lectura™. Esta tendencia a desarzollar una interpretacién de 1a conquista desde el punto de vista de los pueblos conquistados y oprimidos se coloca sein La Penna en un contexto politico cultural bastante conocido y que hunde sus rafces en Oriente ™*'*. En el caso que te ocupa, el supnesto «anti-imperialismo» de Salustio queda | descalificado si_recordamos el discurso que escribe elogiando la empresa militar y { | walle de su amicus Ventidio Baso contra los pattos, y sobre todo sus plantea- plein Vceurtbinans arse ha tavenigido qucve) elon de I "uta 'de"Mitidanes ssf en las paldbeod que Yoguxtn delta boc pare atrafrede a una alianza; en este pasaje acusa a los romanos de injustos, de estar en posesién de una codicia insaciable y de ser Jos enemigos comunes de’ todos los pucblos™; sin embargo este ataque no implica ni que Yugurta deje de ser considerado un re- yeruelo ambicioso y pérfido en otros capitulos de la obra, ni una condena de la conquista romana ®“". En definitiva, toda ta narracién de Je_gnewa_numidica es / una_slata defensa de Ja intervencién romana dirigida, segin ef historiador, por_un grupo _de nobiles corruptos ¢ ineptos, y de ahi su_ataque a esta clase politica con- \. creta, 1a nobilitas, que con su actuacién_en Ta guerra numidica hacia peligrar los 30 De Con. Cat. 6, 5: At, Romani domi militiseque intenti festinare.... bostibus oluiam ire, libartatom, Datriam ‘parentisque armis togere, 7, 5: Igitur talibus iris (los romanos) non labor Ssclits, wom Toews ales aspr ant ardans ere, nom amaias boss formless: aiias omnia msveras. 38 Mazzarino, op. city p. 374. 29 Hist. IV, 69, 5; Namane Romanis cum nationibas, pobulis, regibus cunctis una ct ca vets causa bellandi ex, eupido profunds imperi es divitiarum, 39bis Mazzatino, op. i, B. 375. 20 Diod. XIX, "97, 3. 81 Diod. XIX, 96,2. ‘bis La Penna, “Le Historiae di Sallustio ¢ T'interpretazione della crisi republicina”, Athenaeum, XLL, DIV, 1959, p. 250. 2B. Yag, 81, 1: Romanos iniustos, profunda anaritia, communis omninm bostis esse... lubi- inom imporitandi, quis omnia rogne aduotsa sint. 22bis La Penna, “Linterpretazione sallustiana della guerra contra Gingurta", Ann. della Scuola Normale suporiore di Pisa TI 28, 1959, p. 6s Algunos aspectos del pensamiento politico de Salustio 107 | «buenos» objetivos expansionistas de carécter_econémico y militar de la ciudad- \ estado. En definitiva, si vamos a la raiz de este planteamiento contradictorio por parte de Salustio de pretender dar ung idn_Etica_d rialismo 20, NOs encontramos con que son las contradicciones propias de una sociedad que, por_un lado _afioraba Ja virtus arcaica y la idealizada concordia, pero que en su realidad concreta_habfa legadoa_alcanzar una fase, de_desarrollo_expansionista que le Hle- varia_a_configurar_su_modelo_socio-econémico de tipo_esclavista clisico. Es, por tanto normal, que las categorias ideolégicopoliticas de Salustio Seprodujeran Tas i ytradiccic que_estaban Tatentes en el seno de i en una a histérica de s_convulsiones internas, detivadas entre otros factores de la politica imperialista del estado romano. Ii. Salustio defensor del movimiento democrético y «del punto de vista itdlico» Genetalmente, como ya he indicado al principio de este articulo, se ha con- siderado a Salustio como un historiador y politico popularis, en el sentido de que en su actividad piblica toma partido por «da causa de Ja gente» de una forma u otra ®, Sin embargo Jas matizaciones que elabora Unto Paananen®"" a partir del estudio de Ja terminologfa politica en las obras del historiador, evaléan el pro- Blema de forma més rigurosa y evidencian las mediatizaciones y limitaciones en Ia postura democratica de Salustis Es obvio el interés genuino que Salustio tiene por el pushlo, pero esto_no es suficiente para considerarlo como un_vir_popularis en su sentido més progresivo. ( El era un popularis en teorfa, en la practica politica desprecigha gue a Roma v que creabs sediciones vy rovueltax™) El pucblo «realy 1 era algo diferente y del cual formaban parte las gentes del ‘Ade- més sus simpatias no a eae Sea ete Say ea Coinepe Os emcHIOE gg Ge también afioraba el antiguo sistema basado en_una concordia entre el_senado_y cl_populus®) Esto es diferente a lo Jaris_en_ *, quedando clara la oposicién politica entre populus y nobilitas. ‘A veces aparece sevatus en oposicién a populus, no como clase social sino como adversario polftico ®. También se puede establecer en época gracana la transformacién que se pro- duce en Ia nocién de los optimates, que pasard de ser un concepto social a tener un valor mds estrictamente politico. Precisamente en este cambio subyace las tenta- tivas cada vez més evidentes de la formacién de un poder personal por parte de Jos jefes politicos y militares, que se apoyarén para conseguir sus objetivos bien en la faccién de los optimates, bien en la de los populares y piblicamente se erigirin como defensores de los intereses del «populus» *, asumiendo asi este término un tipo de significado casi mégico, fenémeno no muy ajeno a la prictica politica actual de nuestra época, En cuanto a Jos gptimates hay que tener claro que este colective politico no: representa exactamente los mismos hombres politicos que Ja nobilitas; de aquéllos. hay que excluir no s6lo a los nobiles que son populates sino también, segtin algu- nos autores ®, los que forman parte del grupo de los pauci; y en_conixapartida = 4 nobilitas, peto sosticnen y apoyan los planteamientos politicos de ésta. En Cicerén hay una cierta tendencia a asimilar optimates con boni y optimi generando una dera que el uso dado por Salustio a plebs y populus es diferente, Popular cendeia una valore- ibn positive 6 snodina y plebs se acompaha de un juicio negativ. 88 Hellegouatc, op. ci, pp. 515s. y U. Paananen, of. c#, 37, 110. 81 Este vocablo ha sido introdacido en Ia Iengua latina, como ccurtla con ol érmino optimates, a partic del modelo. giego “arisoi-demotibos 6 demegogoi", véase Gelaer, “Die romische Ge. sellschafe zur Zeit Ciceros", Newe Jabrb. f. KI Altertum, XIN, 1920, p. 18. Ba hipStesis po- difa justiicarse por Is imporancia que wvo la filospfia.gciege sobre’ las ideas y los programas politicos de los jefes revolucionaios romanos, fondamentalmente sobre Ti. Gracp, fs. W. Easslin, Die “Demokratie und Rom", Phil, LXXXIL, 1927, 317. 82°B, Yag. 84, 5 y también B. Yog. 41, 5 8 B. Yog. 27, 3: Sed ubi sonaius deliti consciontia populum timer. De Com Cat. 38, 3. y ad Cats, Th, 1, 6; sobze ests cusstiones véase U. Paananen, op. cit, p. 42, Hellegovarc'h, op. cis,'p. 517 y RM. Taylor, Part poliscr in the age of Caeser, 1966, pp. 12 y se #9 Cie" Afzelius, “Zitr Definition der rémixhen Nobilitae voo de’ Zeie Giceros", CM 7, 1945, 1p. 199. Sobre el conflico optimater-popalares véase Ch. Wirszubski, Libertas as & political ideo, Cambridge 1968, pp. 31-61. 2 Cc, Ses, 96: Duo genere semper in bac caitate fucrunt corum qui werseri in re publica sigue in ca se excellentioy gerere studuerant, aqnibus ox goneribns, altri se opalds, alter optimates et baberi et esse aolueruns. Sal. Hi. Ill, 48, 22: Neque oos pudet, vindices wii se ferunt libortatis, 0} witos sine uno ath remitire iniuriam non auderé.. 52 Stresburger, Concordis ordinum, Leipzig 1931, p. 34 idem, “Optimates p. 784; Hellegouarc’h, op. cit, p. 502; U. Peananca, op. tit, pp. 528, con -E, XVI, erafia, 110 M. J. Hidalgo de la Vega ién_en Ja concepcién_misma de la noci6s atistGcratas como el_ utiliecioa we hhace_del_yocabulario io po ‘que pueda consi ‘como un vir popularis, Iitico en_sus monografias ¥ enel Sentido de set un politico que defende los intereses dal puchlo de una forma u otra ;, Reto. como se analizaré a constinuacin ¢sta_actitud politica tendré sus Vimites cleros en la prictica concreta. Una_de_tas limitaciones vendii_patadGlicamente de 1o-que_se-llama_<¢l_ punto jo de Ia historiografia del siglo I a.C., que rompfa de forma positiva con el carécter romanocéntrico dela historiografia de tipo «senatorial». Como resalta Mazzarino® el discarso desgraciadamente perdido, que escribié Sa- Justio para conmemorar el triunfo de Ventidio sobre Jos partos en el 27 de no- viembre de 38 a.C. y que fue pronunciado*' por el mismo Ventidio, no tenia s6lo 1a finalidad de una simple exaltacién por la victoria de un jefe militar de Jos romanos, aunque fuese de gran importancia; sino que Ventidio ademas expre- saba los intereses de Ja oligarquia itélica del’ Piceno, como

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