Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tratado de Documentoscopia-José Del Picchia PDF
Tratado de Documentoscopia-José Del Picchia PDF
I.
I'
U)
Tratado
de documentoscopia
(||
-
1- edición en español,
corregida, aumentada y actualizada
Traducción a cargo
de la perito calígrafo
JULIA ELENA DE LA PEÑ
••
«e
Ediciones La Rocca
^.U.^
BUENOS AIRES
1993
BIEN CON
ÍNDICE GENERAL
PRIMERA PARTE
DOCUMENTOSCOPIA
CAPÍTULO PRIMERO
CONCEPTO, DEFINICIÓN E HISTORIA
1. Documentoscopia o documentología 35
2. Porqué "documentoscopia o documentología" 35
3. Grafoscopia, grafitica, grafotécnica y pericia grafista 36
4. Historia 37
5. Desde el empirismo romántico hasta la sinceridad técnica 39
«) En la Edad Media 40
b) En Francia 40
e) En Inglaterra 40
I.S.B.N. 950-9714-50-4 <f) Las primeras referencias a los procesos empleados 41
c) En el siglo xix 42
1. Caso deLaRonciére 42
<o lüliriitiH". I A 2. Caso de La Boussiniére 43
T;ilr.iliii.in.> U , / t m i o Buenos Aires - Argentina 3. CasoHumbert 44
4. CasoDreyfus II
Qucito I H - . he . I i h i » . . - iio (|ne previene la ley 11.723 n Inicio del siglo actual
Dcn-t l n > nli>'. K) ¿Y en Brasil?
Impreso c-n I . , \ ,
TRATADO DE DOCUMENTOSCOPIA ÍNDICE GENERAL 9
1. Documentoscopia 55
2. Documento 55 CAPITULO IV
3. Alfabetos 56 DOCUMENTOS CUESTIONADOS Y PATRONES
4. Grafismos 56 DE COMPARACIÓN
5. Grafoscopia 57
6. Autenticidad documental 57 I Di trunientos cuestionados 81
7. Autenticidad gráfica 58 ' Cal ruñes de confrontación 82
8. Autenticidad documental y autenticidad gráfica 60 i Píiírón gráfico de confrontación 82
9. Los problemas documentoscópicos 61 I Aulenticidad 83
10. Requisitos o preguntas al perito 62 .1. Adecuación 84
11. Examen pericial y prueba pericial 63 (i, Campo gráfico 86
7. Posición del escritor 86
K, Contemporaneidad 87
" Cantidad 88
CAPÍTULO III l'i í íbtención de patrones 89
MÉTODOS DOCUMENTOSCÓPICOS DE INVESTIGACIÓN. 11. Material gráfico expresamente escogido para la confrontación 90
INSTRUMENTAL COMÚNMENTE UTILIZADO EN LA PERICIA 12. Fichas gráficas , 91
I i Fichas bancarias. Archivos ... 92
1. Iriliodiurión 65
2. 1.rnlrs y lupas 66
t < 'imio y t u , i n d o usar una lupa 67
4. lliiiiiin.il ilcl c;impo 68 SEGUNDA PARTE
5. l.tip.r. iiiniii;id;ist binoculares y estereoscópicas 69 GRAFOSCOPIA
o. Mu i"-.' <'i espeí t.tli-.s 71
7. Mu i"'.- "pi" i Miii|Mi;ulor 72
X. 1 Hii.ivH.i. i i 73 CAPÍTULO V
9. Ruy" 1 - Mili. |" 74 GRAFOSCOPIA. CONCEPTO. PRINCIPIO FUNDAMENTAL
10. MUIHn i. ndori • "i"i unciros y espectrógrafos 74 Y LEYES DEL GRAFISMO
11. Mr. I u u, 75
a) l-ío'.l.r. 75 I * ¡iiilbscopía
b) Regl;r: <l. , mnlrin. li.i.l.i . 75 i . l i l u r a y grafísmo.
10 TRATADO DIÍ IKK-UMENTOSCOPIA INDICH UENERAL 11
3. Principio fundumnilul y l'VVs del grafismo 98 I \" .Ir los tía/os 124
4. El principio liimlamrii!;il 99 1 I TI;I/OS llenos y tinos, "llenos y drhilcs" 124
5. Postulado gL-niTiil dr IVIlat 100 l'' (Mieiitación de la pluma 124
6. Primera ley tlel grufismo (subordinación del gesto gráfico) 101 Id Posición de la pluma 125
7. Segunda ley del grufismo 101 I/ Aspecto del trazo de tinta cuando es examinado al microscopio ... 125
8. Tercera ley del grafismo 102 IM Sombreados gráficos 126
9. Cuarta ley del grafismo 102 i'1 .nt. .ido 127
•u I 1 ..-mío surcado 128
.'I Krhaibas 128
1 ' r-.mdi» rebarbas 129
CAPÍTULO VI ,' I Mmiseos 129
DESENVOLVIMIENTO DEL GRAFISMO 'I l ' r l l u j o s de la tinta 130
,'1 Krloijiios 130
1. Variación del grafismo 105 ''• l i o i t i i i K ' N y borraduras
2. Causas modificadoras del grafismo 106 l i,i/,o.s producidos por las plumas estilográficas 132
3. Causas normales modificadoras del grafismo 106 -'H TIII/IM producidos con plumas japonesas 132
4. Edad gráfica.:, 107 "' l i ; i : o , ['inducidos con plumas metálicas comunes 132
5. ^Características de los grafismos producidos en los tres grandes K » l u í / i r , pimiiicklos con plumas de lapicera fuente 132
períodos 108 ' i IVn/,u producidos con esferográficas 133
6. Modificaciones del grafismo como consecuencia de causas emoti- I ' i l los a lápiz común 135
vas 109 llu/n i ' i . , , i i M idos a lápiz copiativo y de colores 136
7. Modificaciones del grafismo derivadas de estados patológicos 110 I 1 11 i • ' i'i.i.l I » , i on ii/.a y carbón 136
8. Modificaciones del grafismo dependientes de causas mesológicas 113 i • i • I i'l ,i < l r |>:ilo 136
9. Modificaciones del grafismo dependientes de causas físicas 113 ' < • IKI n i i i u i < l i " , i OM pluma de caña 137
10. La cuestión de la heredad gráfica 114 i i i " .n i n i i < - , .i,-] aspecto del trazo, como consecuencia de la
n l i v . i ilr l.i tinta 137
l i l i ' -u lunes del aspecto del trazo, como resultado déla natura-
1 i - i - I '."porte 137
CAPÍTULO Vü "ilili-iiin.s ilocumentoscópicos relacionados directamente con el
LA GRAFOCINÉTICA ' "ir.lilutivo de los trazos... 138
CAPITULO XIII
i v. I - I M l ' H ' ACIONES POR IMITACIÓN LIBRE CAPÍTULO XV
ÍNDICES DE AUTENTICIDAD Y DE FALSEDAD GRÁFICAS
1. ¡mil;» i M.I, 199
2. Cualul.nl. . ,1. \ i . i i ih. .. i«ims por imitación libre 199 il<- autenticidad y de falsedad gráficas 217
3. Canu i r i i ' . i n i •!• i • n i M i . i . iones libres 200 > < l r instrumento gráfico en mal estado de funcionamiento, 217
4. ¿Apan-t ni .MI..un i . i ..i. . n < I n.i/.;iilo do las imitaciones libres? 201 unías débiles i
V borrados
16 TRATADO DE DOCUMENTOSCOPIA i ,,, , 17
16. Falsificación de la moneda metálica 328 />) Borrado de los trazos 351
17. Falsificaciones de billetes. Resumen histórico 329 <•) Manchas 351
18. Falsificación de billetes 330 i/) "Foulages", o surcos de la escritura borrada 351
19. Examen del papel 332"
lix;imen bajo la acción de los rayos ultravioleta 352
20. Resumen 333
21. Adulteración de billetes 334 1 xilografía al infrarrojo 353
22. Cartas marcadas... . 334 Procesos químicos de comprobación de los lavados 353
Aplicación de los reactivos de Ehrlich 354
Investigación con correctores 354
I .ivados químicos de textos dactilografiados 354
n.IDOS químicos 355
CUARTA PARTE LIIS conclusiones periciales en los casos de lavado químico 355
ALTERACIONES DE LOS DOCUMENTOS
Aj-.regados. Especies 356
Agregados, aditamentos, adiciones e injertos 356
Urloques y enmiendas 356^
CAPÍTULO XXI Intercalación o interpolación, intervocablos, interlineación 356
ALTERACIONES FÍSICAS DE LOS DOCUMENTOS \nrgados marginales, iniciales y finales 357
'.i'i'ircargas, coberturas, cancelaciones 357
1. Las alteraciones de documentos 339 i 'i luición inicial para la verificación de los agregados 357
2. Rasura 340J n-j'.ados en textos a tinta 358
3. Verificación del raspado 340
4. Exámenes por inspección ocular. Transparencia 341 i ni|>leo de tintas diferentes 358
5. Diferencia de brillo del encolado 341 I i i r i l a d de los escritos a tinta 360
6. Remanentes de la escritura borrada 342 i milico de plumas diferentes 361
7. Examen con auxilio de instrumental óptico 342 ! i ' i i . inicia de génesis gráfica 361
8. Los rayos ultravioleta en la constatación de los raspados 343 i ' i i < mida de grafismo 362
9. Reactivos de Ehrlich 343 I' i ulad de lanzamientos. Cruzamientos de trazos 362
10. Casos ingratos de verificación de raspado 344 1 i M • 1111 icntos de manuscritos con impresiones dactilográficas 363'
11. Lectura del texto raspado 345
i ' u i ¿amiento de trazos con dobleces y otras condiciones del
12. Lectura de los textos a lápiz raspados 345
13. Lectura de textos a tinta raspados 346 i "porte 368
14. Lectura de textos dactilografiados 34q • MIKMUOS "híbridos" 369
15. Distinción entre raspados fraudulentos y correcciones 347Í i/.amiento de trazos con impresiones de computadora 373
16. A l i c i . K iones con empleo de reactivos químicos. Resumen histó- i - i ' ' ios del grafismo 373
• ico 348 i'li >-. de escrituras a lápiz 374
17. Ciiiin t . . i . > | i i i n u V t ) s 34a ' < Liciones finales sobre agregados 374
18. Tipo-, t l r i u i l ' - t I m . ' S 348
• u- Liciones a través de recortes 375
19. Minina ilc .ipln .u tos correctores 349
20. lü |uui'ii IM.I ii. i Lavado químico 35Q I»IH\ simuladas 376
21. MCI I n > < i > • i i i n .1, i.m ile Invadas químicos 35fl - técnicos de verificación 377
22. Lo-, l . i v . i . l . . - . . J i m , , n |n inspección ocular 350 ' • i.inliri;iciones simuladas accidentales
a) K C I M . I I I . ni. 350 i " i i . i M iones simuladas adrede...
22 TRATADO DE DOCUMENTOSCOPIA ÍNDICE GENERAL 23
vinales 411
CAPÍTULO XXII
ii iiocimiento auditivo no constituye prueba pericial 413
LAS ALTERACIONES CRONOLÓGICAS.
• i'i'-ulificación científica de la voz humana ... . 417
LA EDAD DE LOS DOCUMENTOS
un i.lindad 435
CAPÍTULO XXIV i- idniíulad 436
LA IDENTIFICACIÓN CIENTÍFICA DE LA VOZ HUMANA
' l", documentos de identidad 437
niiivi i - . , i l y obligatoria 440
I ' ••" |Ho
di i > i i ululad ¡luténticos y falsos 441
2. ¿lí.-. l . i "i >-i.iiiifflicu" un capítulo de la documentoscopia? 40 i idrnl ¡dad totalmente falsos 443
3. ¿Srn.i M . ¡ - I - i» i u i.ilinciiii-, identificar la voz humana? 4M • i - tdi niidad falsos con datos de identificación verda-
4. ¿ll¡i liiittiiln |MMf.ir-iiri «-u l;i identificación "fonogramática"? 40f
5. ¿IÍS l.i V < > / I M . I M m i I I H h v i l l l l . l l Y 4071
'• "i- n i i d . u l auténticos con falsosdatos de identifica-
6. Lil:. i" Su i u . , i . . i lien» principales. Teorías modernas 409
24 TRATADO DE DOCUMENTOS COPIA ÍNDICE GENERAL 25
1. DOCUMENTOSCOPÍA O DOCUMENTOLOGÍA
Arricia caligráfica, también usada en Italia, asimismo errónea e injustifica- Por consiguiente, la grafoscopia constituye parte de la documentosco-
da. En los Estados Unidos y en Inglaterra, sin la utilización de un término ia, teniendo por objeto verificar la autenticidad o autoría de los grafismos.
específico, predominan expresiones formadas con el vocablo documento Existen otras disciplinas que también tienen lomo objeto el grafismo.
(documentos cuestionados, documentos contestados, documentos sospecho- Se distinguen, sin embargo, por sus objetivos. De esta manera, encontra-
sos, examen científico de los documentos, o simplemente examen de docu- mos la grafología, la caligrafía, la paleografía y la criptografía.
mentos), Grafología sería, por la formación del vocablo, el estudio del grafismo.
Los términos híbridos documentoscopia o documentología se justifican Infelizmente, el término se generalizó con la idea complementaria de que el
por varios motivos: examen tiene como finalidad descubrir las cualidades morales o tempera-
a) por tratarse de lenguaje científico moderno; mentales del escritor.
h) por la imposibilidad de encontrar otro término con la idea inmediata Caligrafía es el arte de escribir bien, esto es, elegantemente. Como
drl contenido; requisito moderno se integró la preocupación de escribir de prisa. Hoy en
c) por la necesidad de metodizar mejor la disciplina; día, la caligrafía procura enseñar a escribir elegantemente, de la manera
d) como significación de su ingreso en el terreno científico, lo que más rápida posible. La parte estética, sin embargo, es dominante en esta
realmente sólo se concretó en un período bastante reciente, disciplina.
Por otro lado, la correcta denominación de la materia diplomacia, tuvo La paleografía trata de la escritura en su aspecto histórico. Revela la
su concepto desvirtuado a través de la historia. evolución de los caracteres, procurando conservar y reavivar los documen-
En la antigüedad, los mensajeros de un rey, se presentaban delante de tos antiguos.
n i i u s , acompañados con su diploma. Eran recibidos y hospedados de La criptografía trata de descifrar los llamados escritos convencionales,
.i» ni ido con las normas del antiguo derecho de gentes. No tardaron en descubriendo llaves y sistemas. Es un lenguaje de códigos.
aparecer mensajes, con diplomas falsos, aunque más no fuese para usufruc- Como se ve, son varias las disciplinas que examinan el mismo objeto
i i i i u - l;is regalías dispensadas a los legalmente acreditados. Por ese motivo, (la escritura), con finalidades distintas. Por consiguiente, al pedirse exa-
varios reyes designaron a hombres de gran saber para examinar los diplo- men pericial para indagar sobre la autenticidad o autoría de los documentos,
mas y verificar si eran auténticos o no. De ahí surgió el arte conocido por no se deberá hablar de examen grafológico o caligráfico (no existe confu-
diplomacia, siendo los diplomáticos quienes la ejercían. sión entre paleografía y criptografía).
Fácil será reconocer la distorsión histórica, toda vez que diplomacia, en
l;i actualidad es el arte de las relaciones internacionales, a cargo de embaja- 4. HISTORIA
doies. ministros, representantes plenipotenciarios o diplomáticos, pasando
lo-, i 1 i | ) l i > [ n ; r , a ll;im;irse credenciales. La documentoscopia como conjunto de conocimientos técnicos metódi-
l't i M j ' . t n e i i i e , se justifican plenamente los nombres documentosco- (.miente aplicados a la solución de problemas específicos, constituye una
¡'i.i i i ( / , - ( ntnrntulttxifi, que vienen siendo consagrados día a día. Es la t l r . i i p l i n a moderna./ Surgió en los días actuales, existiendo aún países en
<l iu i"ii .nl"|>i;nla por la revista oficial de la Organización Criminal i" i nales no es ejercida científicamente.
di i ' i'"i" 1.1 i n i ' - i i u r i o i i a l (INTERPOL) y aprobada en varios congresos, Su pasado no es brillante, como por otra parte sucede con las ciencias
i i " Ion •!' • mi' ni. nales une llevaron siglos para concretarse.
Su historia se debería comenzar a relatar a partir del perfeccionamiento
v v u l j ' . i i ilición de la fotografía, iniciada al principio de nuestro siglo.
r/7l i . . . i . \IWECNJCA Y PERICIA CHAPISTA
i 'IHI i i divulgación se pasaron a descubrir otras características particulares
| ton ni ni rpiahles aunque de aceptación restrin- -i- i ' ii .idrmás de la forma de los caracteres.' j
i d... imienloseopico relativo a los grafismos N I > "1>'.i.mir. d<";dc la antigüedad, se tiene noticííTde pericias para dn. i
I"-. >;, \/ ( >.v gráficos). i i i.ii . il.id <lc los documentos o la autoría de una escritura. I . 1 - > ,
38 D OCUMENTOSCOPIA
CONCEPTO, DEFINICIÓN E HISTORIA
como resultado del sentimiento instintivo de la presencia de algo individua-
lizante en la escritura, no siendo difícil descubrir los vestigios de un fraude a) del empirismo romántico;
en una pieza, pasible de ser examinada por varias personas, en diferentes b) del empirismo científico, y
momentos. Sin ninguna base científica, se procuraba la solución de esos c) de la sinceridad técnico-científica.
problemas a través de las fantasías y creencias entonces dominantes.
Fue la fase del empirismo romántico, que atravesó siglos hasta el inicio /S. DESDE EL EMPIRISMO ROMÁNTICO HASTA LA SINCERIDAD TÉCNICA
del actual.
Después de significativos errores judiciales y culminando con la trage- Primero no se tiene noticia de los procesos o métodos utilizados para
dia Dreyfus, el valor de la pericia de documentos, particularmente la llama- llegar a una conclusión documentoscópica. Aparecen, en general, referen-
da pericia grafista, quedó gravemente desacreditado. Nadie más creía en cias a falsificadores, o a casos en que se verificaron fracasos periciales,
esa prueba, objeto de chacotas y ridiculizaciones. Champollíon, millares de años después, mencionó el más antiguo frau-
Sin embargo, debido a la importancia creciente de los documentos, no de de que se tenga noticia. Entre los jeroglíficos murales egipcios fueron
era posible prescindir de ella. Se debía experimentar con otros métodos y descubiertas modificaciones, realizadas por reyes que consiguieron de este
procesos para restablecer la confianza. Por otra parte, en el mismo perío- modo desprenderse de derrotas anteriores. A través de ramajes o de otras
do, varias ciencias comenzaron a afirmarse y a progresar, fascinando y apa- alteraciones, se apropiaban de las glorias de los que erigieron los monu-
sionando espíritus ávidos de saber. Sucesos destacados de la física y de la mentos conmemorativos de la primera victoria.
química atrajeron la atención, a través de las realizaciones humanas, al mis- Sueíonío cuenta que Titus era suficientemente hábil como para ser el
mo tiempo que la fotografía ganaba prosélitos, con el magnífico milagro de mayor falsario de su tiempo, y se puede leer en Procope, haber sido Priscus
la fijación de las imágenes. ¿No podrían acaso, esas ciencias y artes, pres- d'Emése descubierto por su propia confesión.
tar contribución a la malhadada pericia grafista, restableciendo su foro de En cuanto a la pericia propiamente dicha, se atribuye la primera refe-
confianza? rencia a Quintiliano, que en su Instituto Oratoria, del año 88, recomienda
Principiaron algunos hombres, en su mayoría bien intencionados, esa normas a ser seguidas por peritos.
nueva tarea. Vistieron los laudos e informes periciales de términos pom- En el año 539, Justíniano, en la novela 73, hace mención a un error
posos y fascinantes. Recurrieron a los toques químicos, a los microsco- judicial cometido por peritos. El mismo Justiniano, en la novela 49, nega-
pios y principalmente a las fotografías, dejando boquiabiertos a los pocos ba que se pudiera llegar a una conclusión sólo con el examen de la escritu-
entendidos en el asunto. El objetivo principal era el de causar admiración ra.
(j>imr ¿pater Íes bourgeois), no el de convencer. Con respecto a la falsificación, sin embargo, la primera referencia que
Sin duda, muchos consiguieron ese fin, y aún hoy, ese espíritu predomi- se encuentra en el derecho romano parece ser la lex Cornelia de Falsis,
n.t -u i i i inmiiiados ambientes y regiones. Felizmente, contra el mismo, relativa a la garantía de los testamentos, donde existen dispensaciones
i" • i" ' i.di-.i.r; calificados iniciaron una saludable reacción. expresas sobre el fraude del secreto (signuma dulterinum) (D-28, 1).
i '• rain mimria está terminando la segunda fase de la pericia, aquella El citado Justiniano, en la novela 44, cap. U, recomienda algunas pre-
• n i . u un-, empirismo científico. Esto es porque en la misma, ape- cauciones a fin de non occasionem quibusdam falsitatem committere.
ü ( . 1 , niicioiu's apriorísticas, vestidas, no obstante, de moder- Según Ferrini, hasta Papiniano, no se castigaba el uso de documento
t i' • i n i i l i r o (chavóes; moneda insignificante). i.iKii. En el tiempo de Paulo ya había ese castigo "quifalsis instrumentas
i in t i i i.i -..dudable reacción ya referida, iniciada en Brasil n< -lis, t'fn'síulis, rescripts scies dolo malo ususfuerít,pcenafalsis coerceíur"
|V'|0 (PII iHin |, u . ,il"unos años antes, aunque es verdad que en • ...1.1.25.9, 10).
n i " ' 11 muí 1 1 1 > < - i i n a do documentos parece haber consegui- i ' • .u maiiera, por obrártelos jurisconsultos, el ámbito de la ley Cor-
do N , ' .,1.
i i ' N i M- luí- rxli-iidii'mlo a la producción de otros varios documentos, pasan-
I .i- i •• i u n í . < idos de la especialidad: ''" • l • i " i « - la ramificación a ser considerado, pormucho tiempo, ' V / < /
i. \i,tl'ihtn homicidio eí beneficio1'.
CONCEPTO, DEFINICIÓN E HISTORIA 41
40 DOCUMENTOSCOPIA
María Estuardo fue condenada a muerte a causa de las palabras insertas
^ a) En la Edad Media.— En el derecho germano vamos a encontrar, en en la posdata de una de ellas. No obstante, siempre negó la autoría de esas
el art. 112 de la Constitución Criminal Carolina, la tutela penal de algunas escrituras. La pericia, ordenada por los comisarios, concluyó en la auten-
especies de documentos. ticidad, basada en indicaciones vagas, relativas a la ortografía, a la compo-
En el derecho italiano medieval antiguo, el crimen de falsificación per- sición y a las formas generales de las piezas. Nada podría haber de más
dió importancia, porque entonces tenía vigor el principio "dignior est vox precario. Y como dijo Enrique Rhodes: "¿Quién podría decir hasta qué
viva tesfium quam vox mortua instrumentorum". punto la historia de Inglaterra no hubiera cambiado si María Estuardo, reina
No obstante, con el resurgimiento del derecho romano, no tardó la evo- de Escocia, hubiese tenido a su disposición los servicios de un grafólogo
lución de las ideas. El más antiguo penalista de entonces, Julio Claro, pro- científico?".
curó sistematizar la materia, conceptuando el crimen de la falsificación.
Finalmente, en las obras de Menocchio y Farinaccio se encuentra la d) Las primeras referencias a ¡os procesos empleados.— Si bien ya
cuestión expuesta con gran desenvolvimiento, no sólo fijando el concepto tenemos conocimiento de la existencia de pericias y de casos célebres, poco
de falso, sino también estableciendo las especies y recomendando cautela sabemos de los procesos y métodos de investigación hasta allí utilizados.
para evitar la falsificación. A este respecto, la primera publicación fue la del ya citado Demelle, y en
ella se verifica la deficiencia de los conocimientos de la época. Empero,
^ b) En Francia.— En ese país, los primeros vestigios de pericia gráfi- poco se puede juzgar a través de ese trabajo. Su autor declara que no
ca fueron encontrados en 1370, en Paon; se organizó una colección de desea mostrar las maneras de falsificar y sí cómo descubrir las falsificacio-
acuerdos, teniendo por objeto un caso de falsificación referente al señor de nes. Por desgracia, no obstante, este último objetivo no se puede alcanzar
La Riviére, primer camarero del rey. En otro libro de la misma época, sin un perfecto conocimiento de la técnica de la falsificación.
Simón de Pouvreau de Partenay proporciona varias indicaciones para reco- En 1665, apareció el libro de Jacques Raveneau, Tratado de las ins-
nocer una falsificación, libro éste que inspiró a Francois Demelle a publicar cripciones en falso, obra extraordinaria para la época; en ella se encuentra
su Advis pourjuger les inscriptions emfaiix, la exposición de varios procesos de falsificación y de adelantados medios
Un acontecimiento sin duda relevante, en estos comienzos de la pericia, técnicos de examen. Muchos de los procesos, aún hoy en uso, ya fueron
fue la audaz falsificación de la firma de Carlos ix, en un documento en que expuestos hace trescientos años, por Raveneau. A tal punto fue magis-
el soberano abdicaba del trono de Francia. Para el examen de ese docu- tral el trabajo de este maestro escritor, que Bertillon llegó a afirmar; "La
mento fueron comisionados jurídicamente, por su saber y competencia, los pericia no ha progresado apenas desde Raveneau". Eso, que hoy ya no
míís eminentes hombres de la época. Dio lugar a la fundación, al año es verdad, se nos figura una pretensión de Bertillon, pues en el final del
sií'.uinm- (1570), de la "Comunidad de escritores expertos verificadores", siglo xix, la pericia se encontraba bien lejos de las lecciones de aquel
• , . V " . , n i n | H > i i r i i t r s tuvieron, durante varios años, la mayor consideración maestro.
M J I . , ,i lísiii . niporación de los maestros escritores consiguió no sólo Raveneau, sin embargo, constituye una excepción. Juzgaba al falsifi-
, .u i - . , ligio, sino también inscriptos de renombre, tales como el yamen- r:idor mucho más adelantado que al perito, a punto tal que se transformó en
, n l i i i ' . ni. I I . - y f l ivlebre Jacques Raveneau. falsificador, con la convicción de que no podía ser descubierto. Pero, por
lo que parece, como consecuencia de sus propias lecciones, fue llevado a
,i / i i-,,:i.ii,-fra.— L a atención pública y oficial d e Inglaterra f u e !•>•; hibiiuales y condenado.
.1 i n , i., , u. Mionrs de la especialidad a través del célebre caso I .1 Corporación de los Maestros Escritores, empero, fue cayendo en el
I: I . ' I t n i i I '.hUlllo. .'. .. i r « l n i > , y ;i i-sie contribuyó en gran parte la posición de sus componen-
i . liifti ' -i «Ir líscot-ia se le atribuyó la autoría de varías ton. I i |'n inisiún llegó al punto de hacer afirmaciones que en la época
' . lliilhwi II. .ink-s de la muerte de Damley. Si las mis- l'invu. .mili e-., . i i h h l n : , pero hoy no causan mayor extrañeza. Decían los
in,i. IM |ii nlif a deducir que María Estuaido estuvo impli- 'i,n,'\o ellos, sólo ellos, estaban capacitados para vn H
. i . i . i en 01
42 D OCUM E NTOSCOPIA CONCEPTO, DEFINICIÓN E HISTORIA 43
"alma de la escritura". Para los mismos la pericia gráfica era sólo cuestión Después de las investigaciones policiales, el teniente de La Ronciére,
de impresión puramente subjetiva y sentimental. uno de los participantes de aquella comida, fue preso como autor de las car-
Y todas esas expresiones, "el alma de la escritura", "el aire de la escri- tas anónimas, pasando a responder en un proceso criminal a pesar de sus
tura", que tanta extrañeza provocaban, las vemos hoy repetidas en serios protestas de inocencia.
trabajos grafológicos y hasta en laudos judiciales. Fueron convocados peritos de la época. Después de los exámenes,
Aun en la Corporación de los Maestros Escritores vamos a encontrar concluyeron que no había sido el teniente de La Ronciére quien escribiera
las simientes de las modernas escuelas de grafoscopia, pues en su regla- las cartas. Tal conclusión no fue aceptada y fueron convocados nuevos
mento constaban disposiciones obligando a los maestros, una vez por mes, peritos. Llegaron aún más lejos. No sólo confirmaron la conclusión
a "...explicar y enseñar, como profesor, las reglas y los principios por los anterior, sino que había sido la propia señorita de Morrell, hija del general,
cuales debían ser hechas las verificaciones". quien había realizado las horripilantes misivas.
Pero la Corporación de los Maestros Escritores, como las demás corpo- Ese resultado causó asombro. ¿Sería posible que una joven, de fina
raciones, fue perdiendo prestigio, hasta transformarse en "Academia de educación, católica, de la alta nobleza, engendrase toda una trama, inclusive
Escrituras", la cual acabó por ser suprimida por la Revolución Francesa. simulando un asalto nocturno en su cuarto? Y, más aún, ¿conocería térmi-
Desapareció de esta manera una de las instituciones destinadas a represen- nos tan bajos y pornográficos? Argumentos de orden moral se contraponí-
tar un papel relevante, cuya falta se procura suplir, modernamente, con los an a las conclusiones periciales, las que acabaron por no ser aceptadas. Y,
cursos particulares y oficiales de documentoscopia. sin más pruebas, apenas con el rechazo de las producidas, el teniente de La
Con la supresión definitiva de aquella corporación, cuyos últimos privi- Ronciére fue condenado. Y también sobraron penalidades para los mis-
legios fueron cancelados por Napoleón Bonaparte, se entra en un largo perí- mos peritos.
odo de casi total oscurantismo en relación con la pericia gráfica, entremez- Algunos años más tarde, nuevos hechos y circunstancias denunciaron el
clado con retumbantes escándalos judiciales, hasta culminar con una tremendo error judicial. Realmente había sido la señorita Morrell quien
tragedia de repercusión universal, como fue el caso Dreyfus. escribiera las cartas y simulado el asalto. Y los infelices peritos fueron
condenados apenas por ser correctos e imparciales, haciendo abstracción de
e) En el siglo xix.— Fue el período crucial de la pericia, con errores las circunstancias y elementos morales del caso.
judiciales sucesivos hasta llegar al famoso caso Dreyfus, adentrándonos en
el siglo actual. I/ 2. Caso de La Boussiniére. En 1891, empero, los peritos gráficos
No sería posible mencionar aquí mismo, ni aun por encima, todos los cometieron un grave error. Adolfo de La Boussiniére, rico comerciante de
ruidosos casos relacionados con la pericia de escrituras. Serán citados los Ginebra, falleció en 1885, dejando sus bienes, por testamento ológrafo, a
íií-.i'i »ttiKH-idns, de repercusión internacional, a los que frecuentemente se uno de sus parientes, el señor de Brion. Su hermano Eduardo, como era
M - l n - i r i i lie; di-M-osos de negar validez a las conclusiones periciales grafo- esperado, nada heredó, a pesar de haber prometido al notario Guyard la
|.-i MI. :r¡
mitad de la herencia, en el caso de que consiguiera hacer desistir a su her-
mano del propósito de desheredarlo. Más tarde, Guyard, habiendo trabado
I. ('í/.t/j dt La Ronciére. Involucró materia relacionada con la iden- conocimiento con un grabador llamado Charpentier, quedó admirado de la
i-i , ' i . i i n .1 lin el círculo de las relaciones de un general de Francia, facilidad con que éste reproducía la escritura de una persona a través de tra-
1 i n i . i . oini.lii ofrecida a la oficialidad del regimiento, surgieron bajos litografieos. Recordó, entonces, el caso de La Boussiniére y su
i M i t n - i» . • ul i . unía:. ;ihtili;ul¡t comisión. Entró en conversaciones con Charpeníier y le remitió
1 mili '" '" M i ' n ni I.IH que desacreditaban a la esposa y a la hija del I MU indures de los dos documentos, uno anulando las disposiciones anterio-
i i Ir i.i m;i'; |»;ij;i extracción, con las cacografías frecuen- i'--. y "lio iii.'jifiiyriidn a Fduardo como legatario universal. Le envió tam-
iilin AI >• s contenían amenazas, que casi se concre- I M I u. mi.i serie de cartas del fallecido Adolfo. Con éstas, a través de recor-
i. i" i " I N I i .1. i r. n. i.j ¡ilrgo haber sorprendido a un asaltante en Ift i Ir |>;i1:ihi:is. sílab;is o letras, Charpentier compuso los términos de los
•.u » u, (ION (luí Illll' rilo.
44 DOCUMENTOSCOPIA CONCEPTO, DEFINICIÓN E HISTORIA 45
Ejecutados los modelos, fue fácil obtener copias litográfícas. Pero el En virtud de ello, sólo nos referiremos, a grandes rasgos, a las cuestio-
propio Charpentíer avisó a Guyard que los documentos forjados no escapa- nes técnicas esgrimidas y debatidas durante el proceso.
rían al examen de los peritos. En esto él se engañó. Propuesta la acción, El contraespionaje francés consiguió apoderarse, en la embajada alema-
los peritos fueron convocados y se pronunciaron por la autenticidad de los na de París, de un expediente que contenía informaciones militares de gran
documentos. La sentencia, basada en ese laudo, fue confirmada por la interés para cualquier nación enemiga. En vista de su naturaleza, esas
Corte de Apelaciones de Angers, Eduardo de La Boussiniére entró en informaciones sólo podrían haber partido de uno de los componentes del
posesión de los bienes, dando a Guyard una comisión de 600.000 francos. Estado Mayor del Ejército Francés. Por la confrontación sumaria de las
Éste le pagó a Charpentier, por su trabajo, 300 francos. escrituras, las sospechas recayeron sobre el capitán Alfredo Dreyfus, quien
Charpentier, sin embargo, se aprovechó del hecho para practicar chan- fue detenido inmediatamente.
taje contra Guyard, y cuando éste se recusó de hacer nuevos pagos, lo La imputación ya había tomado cierto cuerpo cuando aparecieron los
denunció, remitiendo a de Brion la correspondencia de Guyard, los modelos dictámenes de los peritos.
y las pruebas litográfícas. En la revisión del caso, el fraude fue reconoci- En 1894 examinaron el expediente las siguientes personas: Gobert,
do y el laudo del químico Bardy confirmó las declaraciones de Charpentier. perito del Banco de Francia; Bertillon, jefe del Servicio de Identidad Judi-
Éste salió Ubre, pero Guyard fue condenado a 10 años de prisión. En este cial de la Prefectura de la Policía de París; Pelletier, redactor del Ministerio
caso sólo se descubrió el fraude a través de la delación del propio falsifica- de Bellas Artes y Tayssoníéres, grabador.
dor Gobert, el único perito con alguna experiencia en el examen de escritu-
Como disculpa al error de los peritos, se podía presentar la alegación de ras, dio corto dictamen, concluyendo negativamente. Tuvo que luchar
haber sido la primera vez que se utilizaba el proceso litográfico en la falsi- contra violentas sugestiones, y a pesar de su conclusión negativa, Dreyfus
ficación de documentos. Empero, faltó perspicacia a los mismos, pues el fue preso. Además, Gobert dice bien del estado de espíritu que lo rodeó
propio Charpentier reconocía la imperfección del trabajo, que según él, no cuando confiesa:
escaparía a una visión ejercitada. "Yo había pensado, al comienzo, que se me buscaba para consultarme,
para tener mi consejo, y yo lo di. Pero me di cuenta, al darlo, que una
3. Caso Humbert. En este caso el ridículo volvió a recaer sobre la determinación ya había sido tomada".
pericia. Un perito atribuyó la transcripción comprometedora de un tele- Bertillon fue llamado después de Gobert.
grama al señor Parayre, motivo por el cual éste fue preso, habiendo queda- No deseamos disminuir el valor de Bertillon con las críticas constantes
do retenido durante 41 días. Argumentaba el perito que, en razón de la de este trabajo. A pesar de su preparación elemental (no llegó a concluir
familiaridad en la casa, el señor Parayre era la única persona en condiciones el curso secundario), se volvió el más completo policía de Francia, ocupan-
tlr ii-;inscríbir el telegrama. Sin embargo, el señor Humbert, cuando vio el do finalmente el alto cargo de jefe de Seguridad Nacional. Fue el organi-
!••,i i no. i i i - r h i n espontáneamente ser el mismo procedente de su mano. zador del sistema de identificación antropométrico y lanzó las bases de la
l'ui lo:, fundamentos referidos, se puede aquilatar la comprensión délos moderna policía científica.
i » rito I .u i - i c ; i de su tarea, en el caso Humbert. Además, nunca fueron No obstante su indiscutible autoridad como técnico de policía, es preci-
i > i n i o , . v '-ii H n.inscurso del propio proceso declararon que ésa era la pri- so destacar, como lo hace Crépieux-Jamin, que en ocasión del caso Drey-
i". i i i .1 j-.i.iln ,i cu c|ue actuaban. fus, "...él no era un perito", no había hecho ni una única pericia "...de ese
• i'','\in\. No nos interesa, en este trabajo, la exposición género".
' i ' ! • • " "i 11.. límenlos que dieran origen y se sucedieran en el Bertillon presentó su dictamen pero no concluyó, sin reservas, por la
•i i- loo i i i . i , '•niocionanics procesos que la historia judicial ¡drill ¡dad de las dos escrituras. Emitió la hipótesis de un documento forja-
rogUtlH u . un I . I I I M . I . i oíinirricron para realzar el trágico acon- ilu, y aún hoy cansa perplejidad el ingenio de su trabajo, a pesar de los fun-
i ' ' i"" iiiiin*. i.- a la historia de Francia y aun a la de il.inicnlo', hiKos.
ni i r.u.i loil.i-. l.r. tlil'ruMicuis gráficas, Bertillon encontró explif:n u > n .
46 DOCUMENTOSCOPIA CONCEPTO, DEFINICIÓN E HISTORIA 47
habiendo muchas veces recurrido a argumentos de naturaleza tan complica- una larga serie de comparaciones. Couard, Varianard y Belhomme afirma-
da que difícilmente podrían ser admitidos en la práctica. ron la inocencia de Esterhazy, Havet concluyó positivamente. Sobreviene
Apenas a una pregunta no contestó Bertillon. ¿Serían posibles tantas la intervención de Zola en el proceso y comienza su gran faz dramática.
explicaciones ingeniosas en un mismo caso? Los peritos son amenazados y sobornados, los testigos perseguidos: Zola se
Bertillon no consideró esa hipótesis y de allí su gran error. Como dice refugia en el extranjero.
el citado Crépieux, se apasionó, él mismo, por sus "invenciones delirantes". Finalmente, después de una serie de exámenes contradictorios, frutos
Pelletier, el tercer perito, examinó el expediente en confrontación con la de simpatías e intereses, se sucedieron hechos esclarecedores. El suicidio
letra de Dreyfus y declaró que las anomalías eran banales, al contrario de de Henry y la confesión de Esíerhazy colocaran las cosas en su debido
las desemejanzas, que eran numerosas. lugar. Crépieux-Jamin dijo que una de las consecuencias del caso Dreyfus
Charavay y Tayssoniéres concluyeron por la autoría. Acompañaron fue el descrédito de la pericia gráfica. ¿Por qué? ¿Por qué un perito no
los trabajos de Bertillon, antes de ejecutar los suyos. No hicieron como calificado se engañó y persistió en el error? ¿Por qué Bertillon se impro-
Pelletier. Éste, convidado por Bertillon, se recusó de comparecer, decla- visó como perito grafotécnico?
rando que un perito consciente no debería ir a la casa de Bertillon, cuya El caso Dreyfus fue la llave de oro de la pericia gráfica. Atrajo para la
conclusión era conocida. especialidad la atención de espíritus notables que pasaron a estudiarla, apli-
Además de la influencia natural de Bertillon, los dos peritos citados no cándole los conocimientos de otras ciencias.
se recomendaban por su seriedad, tanto es así que Tayssoniéres, algún tiem- Surgieron, entonces, serios trabajos sobre cuestiones periciales. Apa-
po después, fue condenado por haber afirmado, contra toda la verdad, que reció, precipitadamente, la obra de Persifor Frazer que, aunque destituida
una pieza difamatoria procedía del puño de un notario. de mayor valor técnico, ejerció singular fascinación en ciertos espíritus, por
En 1897, el periódico "Le Matin" publicó una reproducción del expe- la elegancia del estilo y la osadía de los métodos utópicos de investigación.
y Mathieu, hermano de Alfredo Dreyfus, pidió la opinión de varios El propio Bertillon pasó a considerar con más interés esas cuestiones y,
I M-I iios, presentando escrituras auténticas para la comparación. como resultado de sus estudios y observaciones, publicó su trabajo La com-
Fueron consultados: en Francia, Crépieux-Jamin y Gustavo Bridier; en paración de las escrituras, del cual surgió la metodización de la compara-
Sui/a, Hurst de Rougemont (grafólogo de nombre) y Pablo Moriaud, profe- ción morfológica.
sor de derecho de la Universidad de Ginebra, dedicado a estudios grafotéc-
nicos; en Bélgica, Maneffe; en Inglaterra, Gray Birch, doctor en derecho y f) Inicio del siglo actual.— En 1906, Reiss trajo una magnífica con-
perito en Londres; Thomas H. Gurrien, perito del Ministerio de Finanzas y tribución a la pericia de escrituras (y a la policía técnica en general), con su
del Banco de Inglaterra, y J. Hoíd Schooling, célebre grafólogo; en los notable trabado fotografía judicial. Desde entonces la fotografía pasó a ser
l-stiulo.s Unulo.s, Carvalho, perito oficial de Nueva York y Ames, y en Ale- auxiliar inestimable de la pericia.
"i u n . i , J ' U - V I T . ilustre grafologista y autor de un libro renombrado sobre Paulier publicó su libro con un estudio pormenorizado de la constitu-
/ • i - i l i ' ! < '"i.i ción de los trazos, según su aspecto caligráfico.
l.idir. i .(>•. prriios concluyeron que la escritura del expediente no era Rogues de Fursac analizó detenidamente las tremulaciones gráficas,
ili'l j MU u i < Ir | > i r y | ir; surgiendo su clásico: Los escritos y los dibujos en las enfermedades nervio-
Anii i u.m,l,> l , i , (inclusión de los grafólogos haya sido confirmada pos- sas y mentales.
' • flti 'i i i rila resultó más de la fantasía y del misticismo de En los Estados Unidos, Ames publica su extraordinario libro Ames on
"" ' ' i N I . i , (¡tic se dejaron influenciar por las pasiones y Forgery, apareciendo en 1909 la primera edición del libro clásico de Albert
'•""r i i u , i , 1'uein del campo de las competencias, la desventu- S. Osborn, Questioned Documents, que viene influyendo decisivamente en
rado ' •,, ; hr l.i (oí marión di- los actuales peritos de documentos en los Estados Unidos./
''• i"" i iiulrt lunparición de Esterhazy, y la escritura especialmente con la segunda edición, aparecida en 1929.
1 1 1 1 1 1"U""" i > . M i i i i . h b . Allí entonces se sucedieron ( 'mi la | t u l i l i i anón iln esas obras, había material suficiente para pnsaisr
48 DOCUMENTOSCOPIA CONCEPTO, DEFINICIÓN E HISTORIA 49
del lerreno empírico al técnico. El progreso de las demás ciencias, quími- Las cartas causaron sensación. Fueron declaradas inmediatamente fal-
cas y físicas, se fue acentuando, trayendo nuevas contribuciones a la solu- sas por el pretendido firmante.
ción de determinados problemas documentoscópicos. A la vista de ello, el doctor Edmundo Bittencourt remitió copias foto-
gráficas de las mismas al doctor Edmond Locard, célebre director del Labo-
g) ¿ Y en Brasil?.— En nuestro país, los exámenes de comparación de ratorio de Policía Técnica de Lyon, acompañadas de piezas de comparación
la escritura eran confiados, casi siempre, a los escribanos, por suponer que presentadas como escritura auténtica del doctor Bernardes.
el tratado constante con la pluma los tornaba más capacitados para recono- Locard, después de un minucioso estudio, concluyó que ellas provení-
cer una cualquiera de ellas. an, realmente, del puño del ex presidente del Estado de Minas.
Nuestras leyes no contenían disposiciones expresas al respecto. Tan Concomitantemente, en la entonces capital de la República (Río de
sólo las Ordenaciones del Reino recomendaban, a los encargados de los Janeiro) se realizaba la pericia oficial, bajo la responsabilidad del Club
exámenes de esta naturaleza, la mayor cautela en las conclusiones, nunca Militar, participando como perito el doctor Serpa Pinto, y como asistentes,
Identificando dos escrituras, sino concluyendo apenas sobre su analogía. el doctor Edgar Simoes Correa, por el doctor Bernardes y de parte del
De la práctica procesal de confiar a los escribanos las pericias de escri- "Correo de la Mañana", el general Villeroy. El primero y el último con-
tura derivó el reconocimiento de firma oficial a ellos encargado. cluyeron por la autenticidad de las cartas, siendo contestados por el doctor
Al principio del siglo actual, con la repercusión del caso Dreyfus, Edgar Simoes Correa.
muchas personas de la cultura, en Brasil, pasaron a interesarse por estas Convidado a manifestarse al respecto el profesor Ottolenghi, ilustre
cuestiones, principalmente en San Pablo. Cuando en 1913, el profesor fundador de la Escuela de Policía de Roma, dio su parecer (publicado en su
Keiss fue convidado a realizar un curso de policía científica en Brasil, aquí libro Perizia in scritture) con una conclusión algo extravagante: "...las car-
ya encontró un selecto núcleo de curiosos. tas eran casi ciertamente falsas".
Al profesor Reíss, indiscutiblemente, se debe nuestra iniciación en los Bischoff, sucesor de Reiss en Lausana, ofreció laudo en el sentido de la
asnillos grafotécnicos. Sus clases, sin embargo, se restringían a un peque- falsedad.
m> i i[ culo y sus pre-lecciones taquigráficas jamás llegaron a ser divulgadas. Posteriormente, apareció en escena Oldemar Lacerda, declarando haber
Con el estallido de la guerra de 1914, la atención pública mundial se sido él quien pidiera a un profesor de caligrafía la confección de las dos
desvió hacia otros sectores, sucediéndose un período de relativo estanca- cartas, para dar un trote al Edmundinho (o sea el doctor Edmundo Bitten-
miento en los estudios grafotécnicos, quebrado por una u otra pericia. court).
De ese período se salió con el ruidoso caso de las cartas anónimas atri- Convidado a presentar el nombre de ese falsificador genial, indicó el de
I M m i l i s al ex presidente Arthur da Silva Bernardes, que convulsionó a todo el un raquítico profesor de caligrafía del interior del Estado de Río de Janeiro,
l > ; n . Sin duda, el más impresionante caso de falsificación jamás ocurrido llamado Jacinto Guimaraes, el que acudió a Río, y allí, en presencia de
• u i 1 n i * . i l r n i i a . No se trató de autoría de grafismos, tal como sucediera en varias personas, reprodujo otros facsímiles semejantes a los de las dos car-
i I < .i-.ii l > i < \, y df.s|Hiés vino a acontecer en los Estados Unidos, con el tas, así como de cualquier otra, con el grafismo de cualquier persona. Y lo
lonado • < • > l l n a j u i i i a i i n , sino de la ingeniosa falsificación de dos cartas hizo con las escrituras del doctor Nilo Peganha, del coronel Sarmentó y del
ni mil urlln « .ni,i mi.i «Ir filas en dos páginas, como se verá enseguida. comandante Silvado, secretario y presidente de la comisión pericial institui-
il;i [torel Club Militar.
I / tn.inlfs. En 1921, el diario "Correo de la Mañana",
Posteriormente tuvimos oportunidad de proceder al estudio minucioso
• llloil [ < (ti i « l « - MI fundador, el doctor Edmundo Bittencourt,
stibn: d < aso, con la base de las publicaciones al respecto, sea de los díanos
hllMii.s - i l doctor Arthur da Silva Bernardes, conte-
'!>• l;i ¿poca como de las actas del Club Militar o de la lectura de los laudos
In tcCoicrn In - i - [iiH'llvii i l < i ' - t r i i t i nacional. Se estaba, en esa épo- • Ir I-»:; (x-iiio:; qw actuaron en el caso. Aun sin el auxilio de fotografías
' ii i'.u.i la presidencia de la República, disputa- i i . •mi il<-. l u r p.r.il.li- rninprobar, matemáticamente, la falsificación de las
da poi !•• 'M u . m u , i . ! iursidente del Estado de Minas y • • ni.>
Nilu h ' . . m i l i i i i u I" i!,-Río de Janeiro.
50 DOCUMENTOSCOPIA
CONCEPTO, DEFINICIÓN E HISTORIA
Obviamente, si los origínales hubieran sido exhibidos, nuestro trabajo 51
se habría facilitado mucho, permitiéndonos entrar en el estudio estructural del talentoso doctor Carlos A. de Sampaio Vianna, uno de los pioneros del
de los trazos, o sea en el análisis grafotécnico. estudio técnico policial en el país.
Limitados a las reproducciones fotográficas y los clichés zincográficos, De esta manera se creó en Brasil la primera oficina de trabajo para las
no fue posible considerar varios elementos grafo técnicos. Sin embargo, cuestiones inherentes a la especialidad. Con el curso de los casos prácti-
observando la casi superposición, adivinada por el perito Edgar Simoes cos se fueron coordinando métodos, asentándose principios y abandonándo-
Correa (el único que estuvo más próximo a la verdad), pronto se nos pre- se muchos preconcepíos, hasta aquel momento puramente convencionales.
sentó una teoría que después se reveló como realidad, no dejando margen Paulatinamente, las cuestiones entraron en su lugar, demarcándose definiti-
de duda en cuanto a la falsificación. vamente los campos de la certeza y la duda.
En las dos cartas existían 26 vocablos repetidos, incluyendo la firma Infelizmente, sin embargo, el verdadero espíritu científico viene desa-
"Arthur Bernardes" (con la célebre "t" sin corte), Simoes Correa procuró pareciendo de nuestras organizaciones técnico-policiales, sumergidas en
demostrar la extrema regularidad de esos vocablos, que casi se superponen cantidades increíbles de casos concretos, que no dejan tiempo, siquiera,
entre sí, conservando todos una pequeña diferencia en el largo. para la confección de laudos mejor ponderados.
Esa prueba de superposición, indicadora de calco, no convenció, y eso
porque en realidad no ocurría la superposición, siempre un vocablo era un 3. La Escuela de Policía de San Pablo. Después de algunos ensayos
poco menor que el otro. preliminares, en 1935 se fundó oficialmente la Escuela de Policía Científica
Faltó a los peritos de la época una mejor previsión del proceso gráfico de San Pablo. En 1937 se creó, en esa escuela, la cátedra de grafística,
utilizado en la falsificación de las cartas. seguida de la inauguración del curso de grafo-dactiloscopia bancaría, hoy
Los papeles soporte de las dos cartas eran de tamaños diferentes. Y convertido en curso preventivo contra falsificaciones de documentos.
por eso las matrices de los calcos fueron reproducidas también en escalas Fueron los primeros pasos oficiales para la preparación de técnicos destina-
diferentes en las placas fotográficas o negativos. En esas condiciones, los ción.a colaborar en la represión y la prevención de los crímenes de falsifica-
dos
mismos vocablos nunca podrían ser superpuestos entre sí.
Haciendo nuevas reproducciones y proyectando los negativos de una 4. En los medios forenses paulistas. En lo criminal, prácticamente
sobre la copia fotográfica del mismo vocablo, con auxilio del focomat apenas circulan las pericias de la policía. Y como éstas vienen siendo pre-
(ampliador del foco automático), fue fácil llegar a un grado de ampliación cedidas de gran prisa debido a su enorme volumen, no siempre las conclu-
en que los vocablos homógrafos quedaron exactamente uno sobre otro. Y siones surgen correcta y adecuadamente fundamentadas. Está el peligro
r<:u Mirrdu'i con las 26 palabras repetidas en las dos cartas, inclusive con las de que la libertad y la honra de un individuo puedan ser alcanzadas injusta-
I i i mas. mente.
l v <-:.i;i in.-mrní, la demostración de la falsificación por composición Correspondía a los jueces facultar a la defensa, la producción de la
((/ci <'»/»i/,i.v: ivrorte) se convirtió en prueba matemática, dirimiendo cual- prueba pericial, siempre que se hubiese pedido nuevo examen. El C.P.P.
'I l u . i . i , i l irsprrio. SÍ la hipótesis (la confección de las matrices con no dice nada respecto de ese nuevo examen, ni negándolo, ni facultándolo.
l . i , M i ' i i ' i l m i n'iirs fotográficas) se le hubiese ocurrido a los eminentes peri- Ante el silencio de la ley, se debería adoptar el principio sagrado del dere-
i" < i M t " ''' ii'""ii en el caso, éste jamás se hubiera tornado en un caso de cho, que siempre faculta a alguien a defenderse contra un ataque que le es
i mi i n . t !• i i"M y efecto, aún hoy sentidos en la vida del país. En dirigido.
i > ' " " i l i n • i i u i - i . 1.1 diluido, por no contener controversia. Infelizmente, graves y dolorosos errores judiciales han sido cometidos
snbre la base de pericias oficiales mal conducidas y elaboradas. Y si no
/ '< >licía Técnica de San Pablo. En 1925 se fun-
ii" • ii - 1 " i ibln 1 1 Dolí i " i"n de Técnica Policial, transformada al año luy mayor porcentaje en ese sentido, se debe a la inteligencia y agudeza de
iiiirsiros jueces que, con frecuencia, refutan las pericias erróneamente ela-
••ir.' ' ' ' ' • • " 11 |l I'"'" "'' Técnica, actualmente denominado bondas.
<!• i i . ... i l i n i o eso surgió d e l a iniciativa y e l esfuerzo
I u los medios civiles el ambiente documentoscópico pericial no ex do
52 DOCUMENTOSCOPIA
CONCEPTO, DEFINICIÓN E HISTORIA 53
los más tranquilizadores. Pululan peritos charlatanes, o improvisados.
tiene que ver con los errores del pasado. Lejos, muy lejos, está la época
Proliferan pseudotécnicos que viven rodeando e insinuándose junto a los l de Bertillon, y del propio caso Bernardes. Forman parte tic su historia.
magistrados, llegando no pocas veces a ser tenidos en cuenta como califica-
dos peritos, gracias a trabajos que suscribieron y a fórmulas estereotipadas La documentoscopía no sólo alcanzó al falsificador, como destacó el
gran jurisconsulto americano Wigmore. Ahora procura sobrepasarlo, pre-
que acostumbran copiar de otros laudos. Predomina siempre el criterio de
conizando normas y cautelas destinadas a dificultar y algunas veces a impe-
épater les bourgeois; raramente se procura llegar al fondo de las cuestiones.
dir el éxito del fraude. Se preocupa en prevenir y no sólo en investigar.
El volumen abrumador de trabajo forense no permite a la mayor parte
de los jueces, particularmente en la Capital, el estudio minucioso de los lau- Y es preciso que, por encima de incomprensiones y críticas injustas,
nos enorgullezcamos de servir a la justicia, con los conocimientos de nues-
dos periciales, principalmente cuando éstos son largamente fundamentados, tra especialidad.
como son aquéllos de peritos calificados. Y si de este modo sucede en la
primera instancia, más grave aparece la situación en la instancia superior,
donde el trabajo judicial se multiplica, debiendo ser atendido por magistra-
dos de más edad, a los cuales, si bien más experimentados, no les sobra la
vitalidad de los más jóvenes.
V 5. El progreso técnico. Sin ninguna duda, ha sido extraordinario el
desenvolvimiento de la pericia en los últimos años. Los medios técnicos
de observación progresaron acentuadamente.
Los rayos ultravioleta son hoy rutinariamente usados en cualquier gabi-
nete de la especialidad. Después de la segunda edición de Documentos
cuestionados, de Albert S. Osborn, trabajos notables pasaron a ser publica-
dos: Contested Documents, de Brewester (Calcuta, 1932); vols. V y VI del
Tratado de criminalística, de Locard, en 1936 y 1937; Inks, de Mitchell, en
1937; Suspect Documents, de Harrison, además de decenas de monografías.
La grafología también se inclinó al terreno científico, gracias a los tra-
bajos de Crépieux-Jamin, Saudek y Klages.
La fotografía al infrarrojo pasó a ser usada en la pericia de documentos
.1 partir de 1935; aparatos para iluminación con luz polarizada, microsco-
pios mudu nos (Reichert, Zeiss, Leitz, Bausch & Lomb y otros japoneses)
p r i i i n l n i la uiili/ación con los más diversificados grados de ampliación y
i «u lud.r: l;r. luces (incidentes, directa o por trasparencia); monocromatiza-
< "l<> - l í o s para cuerpos opacos, micrómetros especiales, utiliza-
i IH ilc célula fotoeléctrica, fotografías en colores y en miniatu-
i . i . pl i n h l i i i - i . i i m i i r i i i c í i s , son algunas de las conquistas de los últimos
, < | u > . u n í i MMiinúan.
' l njtti i HII tirl niriinlo grafocinético tomó posición en sustitu-
i- i ll i "i" i . n l o método.de comparación morfológica, res-
i'"ii > i . i . .1 i ile lo.s errores cometidos,
1 1 | - ' •- i ....i ¡u. . unir., uiiblc.
I i i ' id •.<• nf.r poi iiornias científicas. Nada más
• .St
/ - •»• * T *
CAPÍTULO n
DIVISIONES Y CAPÍTULOS.
OPERACIONES DOCUMENTOSCÓPICAS
1. DOCUMENTOSCOPÍA
2. DOCUMENTO
Es la pieza en que se registra una idea.
Ese registro se hace habitualmente a través de la escritura, pudiendo
presentarse bajo la forma de marcas, imágenes, señales u otras convencio-
nes.
Los soportes son los más variados, siendo el papel el más común.
Las escrituras, en un principio, resultaron exclusivamente de gestos
humanos. Con el tiempo, fueron alcanzadas por medios mecánicos. Aún
hoy, especialmente en las firmas, traducen movimientos del hombre. Son
los llamados gestos gráficos. Las representaciones mecánicas, aun así,
también son denominadas escrituras. Las primeras son los grafismos, y
mecanografías las segundas. Numerosas son las mecanografías, g;in:imi"
DOCUMENT0SCOPIA
DIVISIONES Y CAPÍTULOS. OPERACIONES...
día a día mayor utilización en documentos, las conocidas escrituras dactilo-
grafiadas y las efectuadas por impresión de computadoras.
5. GRAFOSCOPIA
3. ALFABETOS
Es el capítulo de la documentoscopía que trata exclusivamente del gra-
En la fijación gráfica del pensamiento, los hombres pasaron a utilizar físmo, esto es, de la escritura resultante directa del gesto ejecutado por el
signos convencionales. Pronto, sin embargo, reconocieron la necesidad de hombre.
unificar esos signos, clasificándolos y metodizándolos. Surgieron los alfa- Varias otras disciplinas, conforme a lo ya referido, también tratan del
betos. grafismo, distinguiéndose sin embargo de la grafoscopia, por sus objetivos
Los alfabetos obedecen a tres sistemas básicos: articulados, fonéticos e (caligrafía, grafología, paleografía y criptografía).
ideográficos. En estos últimos, cada idea o palabra está representada por Tratándose de la misma materia, aunque con objetivos distintos, existe,
un signo o símbolo (alfabeto chino o canjii japonés). En los fonéticos, naturalmente, un relativo entrelazamiento entre esas disciplinas. La termi-
cada signo corresponde a un sonido o fonema (la taquigrafía es un típico nología es común en gran parte y, con frecuencia, una socorre a la otra. El
alfabeto fonético, siendo los taquigramas algunas introducciones conven- grafóscopo, algunas veces aplica conocimientos caligráficos, grafológicos y
cionales de lo ideológico). En el alfabeto articulado, los signos básicos paleográficos. Otras veces, empero, es la grafoscopia la que va en auxilio
(lelras) deben ser adicionados a otros para la formación de los fonemas (el de esas disciplinas, revelando fraudes que podrían desvirtuar sus estudios y
alfabeto latino obedece a ese sistema). conclusiones.
examinado bajo todos los aspectos, principalmente el de la autenticidad y Escritura auténtica es aquélla originaria del puño de la persona califica-
legitimidad. da para producirla. En consecuencia, la autenticidad gráfica está directa-
Un documento alterado físicamente en una parte sustancial (toda vez mente relacionada con la identidad física del escritor. Sólo este escritor
que el cambio no quedó salvado y debidamente autorizado), deberá ser con- podría realizar esa determinada firma. Si fue él quien realmente lo hizo, la
siderado parcialmente inauténtico. Conforme la naturaleza de la altera- firma será auténtica. Si no lo fue, entonces será falsa.
ción, la propia validez del documento se verá perjudicada^ No se debe confundir autenticidad con autoría gráfica. Las pericias
Sin embargo, un documento se puede presentar formalmente completo, relativas a la verificación de la autenticidad son generalmente simples, por-
con su texto y firma auténticos, y aun así, ser parcialmente falso. Eso por- que el cotejo se procesará con patrones de un único origen: el de la persona
que el contexto fue redactado después de la firma, contrariando la confec- calificada para producir la escritura o la firma en examen. Ya no sucede lo
ción normal. Este caso se incluye entre las falsedades ideológicas, las mismo en la pericia de determinación de la autoría de un grafismo. La
cuales, no obstante, por regla general se ofrecen bajo otro aspecto. Mejor exclusión inicial implicará nuevos y sucesivos cotejos con patrones de dife-
se configuran en los casos de omisiones de palabras, expresiones o senten- rentes personas, hasta la identificación del autor. La tarea es más comple-
cias, cuando se trata de la elaboración de segundas partes o partidas. En ja, con un margen más amplio de error. Además, los métodos periciales
general, para su reconocimiento no hay necesidad de pericia y sí de una de verificación son distintos, ya que se indaga sobre la autenticidad o se
mera lectura comparativa. En el documento en blanco, en el cual la firma busca la autoría, de acuerdo con lo que se verá pormenorizadamente en este
fue registrada con anterioridad al texto, existe hechura material contraria a libro.
lo normal. Es la circunstancia física del orden de los escritos lo que será Algunas veces, las dos cuestiones se confunden. Si al estudiar la
analizado pericialmente, constituyendo esto una de las verificaciones docu- autenticidad de un escrito o firma, el perito llega a una conclusión positiva,
mentoscópicas más delicadas. En cuanto a la falsedad en sí, en el sentido implícitamente identificó al autor. Fue él mismo, esto es, aquél calificado
jurídico, otras circunstancias la caracterizarán, para realizar aquella escritura o firma. Empero, si concluye por la false-
Aun en hechura normal, esto es, primero el texto y después la firma dad, se abre el campo para la investigación de la autoría. Por consiguien-
auténtica, asimismo un documento puede no ser verdadero en cuanto a su te, la verificación de la autenticidad o no de un escrito, será solucionada
fecha. Si alguien produce un documento haciendo consignar en él una mediante la comparación con un único tipo de patrón. Pero la autoría,
fecha anterior, ésta no es auténtica, es decir que no corresponde al día en para su determinación, podrá implicar una larga serie de cotejos, y frecuen-
que fue consignada. Fue antedatada. Cronológicamente, el documento temente queda sin solución.
no será auténtico, aun cuando no siempre una fecha anterior invalide el La escritura auténtica también se denomina genuina o verdadera. A la
documento. En sentido inverso, un documento puede ser posdatado, lo inversa, tenemos la escritura falsa, inauténtica o espúrea, algunas veces
que también constituye una inautenticidad parcial. apócrifa (cuando su autor es desconocido).
Como se ve, la autenticidad de un documento puede ser apreciada bajo Al formular una cuestión o requisito con el objetivo de verificar la
dilnriiirs ángulos, pero en muchos de ellos no implicará el reconocimiento autenticidad o no de un escrito o firma, no se debe preguntar: "¿quién rea-
ilr l.i v . ilnliv. del mismo. Por consiguiente, cuando el perito concluye lizó la firma 'tal* en la pieza exhibida?". Preguntas de esa naturaleza
-..'l.i. i., m.miniiicidnd del documento, no se está pronunciando sobre la amplían el campo de la indagación pericial, algunas veces innecesariamen-
viilni« " i- f i i i m i i L u l . Apenas señaló hechos que no pueden ser aceptados te. Si para solucionar el problema basta con que el escrito o la firma sean
como venliiuVroN < » unidos en su confección. falsos o auténticos, la cuestión sería más correctamente encarada expresan-
do: "¿es auténtica la firma (o el escrito) atribuidos a 'fulano de tal' en el
documento en cuestión?". Y cuando pueda resultar útil, entonces sobre-
/ ( / - u - . níin i
vendrá otra pregunta: "en caso negativo ¿a quién se puede atribuir la autoría
l ' l ....... pliulmii ...... ' ..... IM. 1 1 de esta expresión es también específico, de aquella firma?".
no ilt l ...... l" ' ...... i Insronsn unidas jurídicas.
DOCUMENTOS COPIA DIVISIONES Y CAPÍTULOS. OPERACIONES, 61
CAPÍTULO HI
MÉTODOS DOCUMENTOSCÓPICOS DE INVESTIGACIÓN.
INSTRUMENTAL COMÚNMENTE UTILIZADO EN LA PERICIA
1. INTRODUCCIÓN
Existe una creencia generalizada de que un gabinete documentoscópico
exige un gran número de costosos aparatos. Otros juzgan, además, que la
utilización de esos aparatos constituye el criterio distintivo entre el trabajo
realizado por un lego o por un técnico.
Nada más erróneo La eficiencia del perito está directamente ligada a
su experiencia profesional, a su sentido analítico, a su perspicacia, sin
mayor dependencia de vistoso y caro instrumental. El gran laboratorio es
el cerebro del perito, y no los recursos físicos y materiales a su disposición.
Eso no es afirmar que ningún aparato es necesario. Apenas se desea
enfatizar que los aparatos sirven, en general, para reforzar la visión física,
cosa completamente diferente de la visión pericial. Ésta no sólo implica
la constatación del hecho, sino que está ligada de manera primordial al con-
junto de los fenómenos.
El técnico, cuando recurre al auxilio del aparato, sabe de antemano lo
que de él puede esperar. El uso del aparato, por consiguiente, dependerá
siempre de la naturaleza de las observaciones.
En este capítulo, entonces, nos limitaremos a enumerar y describir los
instrumentos comúnmente utilizados en documentoscopia. Ofreceremos
nociones más amplias al respecto para que se sepa cuándo recurrir a su
auxilio y lo que de ellos se puede esperar.
66 DOCUMENTOSCOPIA MÉTODOS DOCUMENTOSCÓPICOS... 67
dicamente, pues la tarea demanda un gran esfuerzo visual, susceptible de
provocar desgaste.
2. LENTES Y LUPAS
Para algunos pormenores gráficos puede ser necesario mayor aumento.
Son sobradamente conocidas. Sirven para aumentar o disminuir la En general, sin embargo, el grado de ampliación no sobrepasa, en los exá-
visión, por eso las hay de aumento o de reducción. menes gráficos, más de 10X (10 diámetros).
Las lentes de aumento se utilizan cuando se necesita reforzar la visión, Cabe hacer notar que cuanto mayor es el grado de ampliación, tanto
ampliando ópticamente el tamaño de los cuerpos. menor es el campo a observar. Surge de ello la menor utilidad en los exá-
Existen varios tipos de lentes o lupas. Algunas están montadas en dis- menes de escritura, de las lentes de gran aumento. Los gestos gráficos
positivos especiales. Otras son de porte manual. De estas últimas se deben ser estudiados en secuencia. Por lo tanto, en el campo óptico debe-
ofrecen varios tipos, que inicialmente se pueden distinguir por el grado de rílu ser focalizadas dos o tres letras con sus ligazones. Tal campo no pue-
ampliaciones. Algunas producen un pequeño aumento de lo normal; otras, de ser abarcado por lentes de fuerte aumento.
dos, tres, cuatro veces y así sucesivamente. El grado de ampliación, en Las lupas pueden presentar defectos o aberraciones: distorsiones de
general, viene marcado en los anillos o en los marcos que las sostienen. imágenes, descomposición de los colores (irisación) u otros defectos. De
Se trata de una marcación adoptada umversalmente: 1.1/4X, 1 1/2X, 2X, nlii l.i necesidad de las lupas corregidas que las fábricas especializadas con-
3X, 6X, 9X, 10X, etc. En el primer ejemplo será una lente que aumenta Nlgucn, con el empleo de vidrio óptico de calidad superior, manipulado
apenas un cuarto de su tamaño normal; 1 1/2 significa aumento de la mitad; Ntsilúit normas técnicas muy específicas. Las lupas corregidas están, en
2X corresponde al doble del normal, etc. Las lentes de ampliación supe- yonorul, constituidas por tres lentes debidamente conjugadas (triplex), a las
rior a dos veces, en general sólo pueden ser usadas con uno de los ojos. • i'" '.i" refieren como aplanáticas y anastigmáticas (amplían igualmente
Por eso se llaman monoculares, i i' > til campo, sin la menor distorsión).
Es preciso no olvidarse de que la ampliación óptica no corresponde a la 1 1 n verificador de firma deberá estar munido de una lente corregida
ampliación lineal. En aquélla es computada la superficie aumentada y no ' i|il M i . i i i r u y anastigmática), con grado de ampliación de 6X. En casos
el eje o diámetro lineal. Cuando popularmente se habla de aumento de i - i.ilrs, recurriría a una lente más poderosa. En la compra de una lupa
tres veces, casi siempre se trata de ampliación lineal. Ópticamente corres- I I M M J I en consideración su tamaño o su precio. Es preciso considerar
ponderá a nueve veces. - üolldades.
Para los exámenes grafotécnicos, una ampliación de 6X (óptica), en
general es suficiente, ya que permite una buena visibilidad del trazado.
< . > m M f 'I!ANDO USAR UNA LUPA
Sin embargo, se debe tomar en cuenta el grado de aptitud visual del obser-
vüiliir. Algunos poseen visión defectuosa, viendo los cuerpos más amplia- '•<• i r t ni u- al uso de la lupa cuando se quiere ver una imagen ligeramen-
< ! . . ' . . - M - . I I M ulo:. ruando los examinan de cerca. Los que ven ampliado (los • > i . | i nl.i
mi"]" i " > i «'ji-mplo), pueden usar lupas más débiles. Para quienes obser- i M i. • ex .uiicnes gráficos, la ampliación facilitará el reconocimien-
van i I M I u - i l i n < ion (vista cansada), sería recomendable el empleo de lentes !'•• nrcs relacionados con la cualidad del trazado. Las tre-
m.i [-"i- ni'-v Cuando se recomienda determinado grado de ampliación, •i. indecisiones, retoques, detenciones de la pluma y la forma
partí - i ' i u | " i < i" <lc que el observador posee vista normal. ni'- 1 ; y remates podrán ser reconocidas fácilmente, así como
Di la i i i ' n i urge el motivo de que ciertos examinadores distin- n Iin |i.irlículas de grafito o de carbón, denunciadores del calco
, i MM MU auxilio óptico o munidos de lupas de igual ' !
(•i.i.i •!' " i>" ' i ' esos pormenores escapan a la visión normal. De ahí la
l'"i 'i u • ni i los que reciben el encargo de examinar 1 < < l « - l 1-mpleo de las lupas. Constituyen el principal auxiliar del
U i i t i i ' i i i l i n |n< 1 1 .mu uli.ilmólogo. parala verificación y eventual " i'. < | i n r n debe estar familiarizado con su manejo,
• In i ' " •' ni.i I--..I (-(Hisultii debería ser repetida poió- i i i i • 11 ni.ido de quien va a utilizar la lupa debe ser résped" <'' ! '
DOCUMENTOSCOPIA
MÉTODOS DOCUMENTOSCÓPICOS... 69
(.8
iluminación del campo óptico. Éste precisa estar adecuado y fuertemente Aunque la luz del día sea preferible, difícilmente se podría recurrir a
ella en ambientes internos, principalmente en los establecimientos banca-
iluminado, sin ninguna sombra.
La segunda operación sería la de procurar el foco. En general, la lente rios y las escribanías. Por eso el uso de la luz artificial. Y de ahí que la
es colocada junto al ojo del observador, consiguiéndose el foco con la elección de una buena lámpara para la iluminación del campo óptico, cons-
mayor o menor aproximación de la pieza a ser examinada. Las distancias tituya otra preocupación inicial del técnico.
ojo'lupa y lupa-pieza varían de un individuo a otro, ajustando cada obser- Las lámparas eléctricas comunes no satisfacen. En general proyectan
sus filamentos en el campo a ser examinado.
vador su punto de focalización.
El empleo de la lupa exige relativa práctica. De cualquier manera, Las principales firmas de óptica fabrican lámparas especiales. Vienen
demandará algún tiempo, implicando la concentración de la atención en tre- acompañadas de condensadores y difusores que permiten mayor intensidad
chos aislados del escrito, la utilización de las dos manos del operador, así y mejor distribución de los haces luminosos, eliminando la proyección de
como la adopción de posiciones incómodas para trabajos continuos. Ade- !'>.•; filamentos. Un diafragma facilita la condensación de la luz, estando
más de ello, con las lentes de más de 3 aumentos es usado un sólo ojo algunas de esas lámparas, provistas de un filtro especial con el que se obtie-
(monoculares), lo que sin duda acarrea serios inconvenientes (pérdida de la nen los efectos de la llamada luz solar. Obviamente, siempre será reco-
mi-iulable el empleo de esas lámparas, que apenas tienen el inconveniente
visión estereoscópica y cansancio en uno de los ojos).
Para corregir tales inconvenientes, en los trabajos continuos (como los de ocupar espacio en la mesa y dificultar los movimientos del operador.
de los verificadores bancarios y los escribanos) son proyectados montajes i - i i ii.il u jos continuos, como los de los verificadores bancarios y notariales,
mi ni. onvcniente de ese tipo se torna muy serio.
especiales de las lupas.
l,ii llamada luz fluorescente (luz fría), no es muy aconsejable, sea por
• ..... i« >i mal oscilación o por provocar el efecto de un filtro relativamente
4. ILUMINACIÓN DEL CAMPO |l i [i
La buena iluminación del campo debe constituir el primer cuidado de l'"i ' MiiMj'.uiente, deben ser tomados cuidados y atenciones especiales
quien se va a auxiliar con cualquier aparato óptico. Se procederá de i'ii I t i r l e í non e instalación de los focos luminosos.
acuerdo con la operación a practicar: luz directa, incidente o inclinada, o i .\, directa, cayendo en ángulo recto sobre el campo, difícilmente
i iil.i, ¡i menos que el sistema de iluminación esté instalado junto a la
por trasparencia.
Los exámenes gráficos comparativos casi siempre son realizados con N i > obstante, una pequeña incidencia de los haces luminosos no per-
luz directa, exigiendo jaramente luz incidente o por trasparencia. Una 'i .1 . I examen. Al contrario, conforme lo ya referido, realza las imá-
lij-.eía inclinación de los haces luminosos, sin embargo, no perjudica el exa- " n l i . mi. i leve sensación de estereoscopia.
Al contrario, en general da mayor realce.
rl ángulo de incidencia es muy fuerte, casi horizontal al campo I i i \: HHWI'AMS, BINOCULARES Y ESTEREOSCÓPICAS
n M. ii iimc la llamada luz rasante.
i Dd • ios por trasparencia son aquellos en que la luz atraviesa la u Minuciosos tipos de lupas montadas, siendo trabajo superfluo la
i- iodos. Nos limitaremos a los que mejor se adaptan al exa-
|.i- | <> el 'lo. ninnilo.
1 ...... I H - l l l t ) ' ,
i' ' - m i I Minia iluminación directa, será necesario elegir el foco
....... H.id.-i:; son, en general, combinación de lentes. divididas eji
luí i- - u.MI.
I M <i i n p . r . nuuuiales, se da preferencia a la luz natural, "i- .ui.r. en los extremos de un tubo (los oculares y los obje-
1 i neidencia directa de los rayos solares. Laluz "i u i ..m los que quedan junto a los ojos del observador,
ti. i -i i hovoi .1. i i i alj'.unos cuerpos, principalmente en lu ...... i el oiro extremo del tubo, junto al objeto.
•i-i I mitin i h u í i • 1 i< i H H i i e n u ile irisación. Excepcionalmen-
1 il M I , | . | I n i ó n de los oculares y objetivos está, en general,
u- . u ,u u n . u n . .1 .- ,,i iluminación. ....... .1 . lentes. Se podrá obtener multiplicando los grado*
70 DOCUMENTOSCOPIA MÉTODOS DOCUMENTOSCÓPICOS... 71
de los oculares por los de los objetivos. Con un ocular 8X y un objetivo do los grafotécnicosLhablan del uso del microscopio se están refiriendo, en
1/2X, se tendrá una ampliación 4X. Con el mismo ocular y objetivos 3/4, realidad, a lupas montadas. La microscopía propiamente dicha, no tiene
1, 1/12 y 2X, los grados de ampliación serían respectivamente 6X, 8X, 12X aplicación en los exámenes gráficos, siendo utilizada apenas en casos espe-
y 16X. Con el ocular 12X y los objetivos citados se obtendrían: 6X, 9X, ciales de examen de documentos.
18Xy24X. Buenos microscopios (lupas montadas), binoculares y estereoscópicos
Los oculares y objetivos, en general se complementan. Cuando se pueden ser adquiridos en las firmas especializadas: Leitz, Zeiss, Reichert,
compra una lupa montada (microscopio), bastará adquirir un juego de tres Bausch & Lomb, Kogatu, etcétera.
oculares y tres objetivos para conseguir nueve grados distintos de amplia- Modernos microscopios Zoom ya se encuentran a la venta. Con ellos,
ción. Los exámenes gráficos propiamente dichos, difícilmente requieren determinados grados de ampliación pueden ser alcanzados dentro de una
ampliación superior a 10X. escala, sin necesidad de cambiar los oculares o los objetivos.
Frecuentemente, las lupas montadas traen dos oculares conjugados por
medio de un prisma. Permiten una mejor acomodación visual, toda vez
que el examen se procesará con los dos ojos del operador. Son los cono- 6. MICROSCOPIOS ESPECIALES
cidos binoculares. Para casos especiales se podrá presentar la necesidad de grandes
Para conseguirse la sensación de relieve, algunos aparatos traen dos ¿mínenlos, recuniéndose entonces a los microscopios propiamente dichos.
objetivos conjugados. Cuando eso ocurre, las lupas son denominadas ""u cxcepcionalísimos. Pueden comprender exámenes de impurezas de
estereoscópicas. i i i i i ; i , diferencias en el corte de los papeles, el estudio de las fibras, etcétera.
Lupa binocular estereoscópica, empero, es aquella en que la imagen se I ,a utilización de un microscopio requiere larga práctica.
observa a través de dos oculares y dos objetivos. Son las de mejor visibi- Modernamente, varios microscopios son fabricados con dispositivos
lidad y por eso las más aconsejables para los exámenes de documentos. in innbiables que permiten ampliaciones de 6X hasta más de 1ÓOOX;
El foco, en las lupas montadas, se consigue con el alejamiento o la - mimes con luces directa, inclinada y por transparencia; exámenes con
aproximación. Generalmente eso se obtiene con el auxilio de la cremalle- ¡ m i i l i u de los rayos ultravioleta e infrarrojo. Muchos de ellos ya vienen
ra. munido', de máquinas fotográficas permitiendo, además de la observación
Los documentos están constituidos, en general, por cuerpos opacos, y ' 'i i l . la ejecución de las correspondientes microfotografías.
normalmente los exámenes se procesan en las superficies (frente y dorso). Mu losi-opios electrónicos, que llegan a grados elevadísimos de amplia-
Alguna que otra vez hay necesidad de un examen por trasparencia. Por '"'«), 50.000 y hasta más de 100.000X) sirven para investigaciones
esc motivo los microscopios, para el examen de documentos, necesitan ser l'li -i • -Ir alto grado. No ofrecen perspectivas de utilización práctica
.i* omoil.iilos para la observación de cuerpos opacos, cuando en general 1 • mi|tu de la documentología o de las pericias de la criminalística.
• .i.m l . i l t i u .ulos para estudios por trasparencia. • u i i l i . M i ion de los llamados potentes microscopios es muy rara en
I ii l « > . niuiiLijrs originales délas fábricas las lupas vienen, comúnmen- • "i»ia, no justificándose la compra de esos costosos aparatos,
10, m i l i » mi.' .1 un mástil vertical que impide colocar todos los sectores del ( . M I por falta de uso durante años y años.
.1 i. u n o ilcl campo óptico. Para evitar ese inconveniente, se ' ' "iiablequeel documentólogo o el criminalístico en gene-
, , , . . , 1 . 1 i i i i,.110 '!' I apáralo, adaptándose otro soporte, con formato de • - i - nr. rsklad, recurriese a los centros universitarios de investí-
i« u i < i m i i|in i" m i i i u . i .u onu>darlo hacia cualquier punto del documento a • u. .mirará operadores más familiarizados con el uso de esos
i- i i ' i i n . n lupus montadas traen soportes perforados, que r " 'i" Comprarlos para propaganda sólo se comprendería en
i n !•• * i i .uiil>ios de colocación de las piezas. Otras in < i< honestas.
11.111,1 " i < . i - I.M M u . i r rl encuadramiento de cualquier sector
M».i i o tlmoininados monocromatizadores están siendo l\íi<t< -metros. — Usados con el auxilio del microscopio, precisa-
r . m u í - n . i . . r| rxiinieii en casi todas las gamas de los diversos ili i'. ...... icdir campos muy exiguos, como por ejemplo la longitud de
i nioi. i t. , i» . l u í - , imprecisos son revelados, algunas veces, con ....... , tww micrómetros son proyectados ya sea para la visión por traspa-
r.i.ui m i n l . | |rfl lid UNÍ i ' ! < • . < > • • a p a i a l o s . • • • > i MI .t cuerpos opacos; milímetros divididos en 100 o 200 partes; han
l'.n i oí '• • "1"" '!• ' nalidades físicas de diversos cuerpos, ••I nombre de micrómetros y son fácilmente encontrados.
muüon i . ,. i r n| v espectrógrafos prestan valiosos
h)
.— Principalmente para los estudios dactilopah •-•
76 DOCUMENTOSCOPIA MÉTODOS DOCUMENTOSCÓPICOS... 77
proyectan varios tipos de medidores, conocidos en Brasil por el nonnbre de pnv;trn algún auxilio, son casi siempre prescindibles, en virtud de que los
^abantos. Consisten en general en líneas paralelas, verticales y horizonta- IMÍMIIOS resultados pueden ser alcanzados con otros procedimientos de elec-
les, dibujadas o grabadas sobre vidrio o película que, por trasparencia, per- ción.
miten la aplicación directa sobre la pieza. Centenas de plantillas -pueden En la documentoscopia en general, son utiliz_adps algunos otros reacti-
ser utilizadas, de acuerdo con los objetivos de las verificaciones. vos: ácido clorhídrico, ácido oxálico, sulfocianato de potasio, ferrocianato
Con más propiedad, la plantilla se destina a hacer encuadrar, más que a de potasio, biclorato de mercurio, nitrato de plata, etcétera.
medir. En el capítulo relativo a textos dactilografiados, los autore;S harán En la documentoscopia preventiva el empleo de reactivos químicos es
una explicación más amplia de las plantillas, con la divulgación de run pro- más amplio, ante la serie de investigaciones que se experimentan para la
ceso universal (gabaritagem-plantüld. patrón), de creación propia. solución de sus problemas.
Un gabinete de documentoscopia, en consecuencia, no necesita dispo-
ner de un laboratorio químico completo. Una decena de reactivos bastará
12. REACTIVOS QUÍMICOS para las investigaciones o exámenes más delicados; el perito deberá recurrir
En algunas investigaciones el técnico puede recurrir a reactivos quími- al químico, al cual propondrá el problema.
cos para la comprobación de resultados. El documentólogo, pues, no necesita ser químico. Además, en general
No obstante se debe consignar desde ya, que el auxilio de la qu .única a los buenos químicos son malos documentólogos.
la documentoscopia no es tan relevante como algunos imaginan. E-n cuan-
to es posible, se procura evitarlo. 13. FOTOGRAFÍA
Hubo una época en que se depositaron grandes esperanzas en lat quími-
cn, ciencia con la cual los documentólogos esperaban explicar muchos de Un gabinete de documentoscopia debe poseer un buen laboratorio de
sus problemas. Y los procesos químicos pasaron a ser utilizados en gran fotografía especializada. Principalmente para atender las exigencias de la
escala, trayendo tan sólo mayor descrédito a la especialidad. Hloy casi documentoscopia judicial. Esto es porque la fotografía constituye uno de
todos los problemas que dependían de la química encuentran soluciión, con los mejores procedimientos conocidos de ilustración y documentación de
enorme ventaja, a través de procesos físicos. Apenas en casos restringi- 1.1. observaciones periciales. Un buen perito, no sólo dice cuál es su con-
dos, la química presta auxilio a la pericia. < lir.ión. Procura demostrarla e ilustrarla con los medios más adecuados.
Pero aun en esos casos, siempre que sea posible, el perito deberá" veri- f esa demostración y documentación constituyen la principal diferencia
ficar si no existe otro medio de examen que pueda ser empleado. En • n t i r la prueba testimonial y la pericial. El técnico que expone su conclü-
¡'(•nn;il sr rnroiiiiuiá ese proceso, con lo cual se eliminarán los toques quí- llón MU demostrarla, la transforma en mero testimonio. Pero si documen-
iii v demuestra su pronunciamiento, realiza una prueba pericial. Para no
( 'nimimnnilr los medios químicos de investigación son condenables en « < i'i .11 i-;e pronunciamiento, cabe al magistrado resaltar los errores, enga-
din ...... -nioM U|H;I. cu;indo se puede disponer de otros al alcance del técnico, ii" o i-i|uívocos de la fundamentación.
<|in un <!i'|i'ii i n . i M , i .il)'iin;i en el documento. < ' i m i i i l o las opiniones son contradictorias, al estar fundamentadas e
i i i 1 1 . ' - n i i ' .i* ion.-, ílocumentoscópicas de urgencia, sólo doss reacti- i i " i i . i ' i . r . , los argumentos necesitan ser pesados y contrabalanceados. En
i. N . I I . M I i|u<- M I utih/.iulos: los reactivos de Ehrlich y el sulfhidrato de ' u n . n n i no habría apreciación racional de la prueba.
niñón lo i i. u l m n . . |>.n, \ caso de la revelación de tintas férricaís subya- M i j n i - n i U - r á , por consiguiente, la importancia de la fotografía.
i i Mi< -i 1 " riiflrun botimliiHi <•» corrector químico, no siendo recorr»endable i i i i y r . inniiciiKimunte, el mejor medio de reproducción de las imáge-
|).u,i Itiin tlli MU i l u i r el mal olor. i » .u »!<• uljMiniis de sus deficiencias (faltas de relieve y de la repro-
i • > [MlniPHi ( i i <!'• Rhrlich), utilizados principalmente en los i . i i ilr I"', ' olores).
. <|. , - . . . • ... .MI reacciones químicas propiamente dichas. i n IINOS, Hílenlas de permitir la ilustración de las conclusiones,
Rcvt l . u i i i IM luii ...... i i-t por la superficie del papel. Aua cuando I I . H I .louiia en proceso técnico de examen (reconsim
78 DOCUMENTOSCOPIA MÉTODOS DOCUMENTOSCÓPICOS... 79
de textos raspados o borrados, fotografía al infrarrojo, etc.). Sin embargo, Obviamente, un perito de documentos no necesita poseer todo ese ins-
precisa ser adecuada y honestamente ejecutada para merecer fe; fallas téc- trumental para cumplir con su cometido.
nicas o trucos maliciosos, le pueden quitar a la fotografía su concepto de En el listado precedente están incluidos algunos aparatos que raramente
"testigo mudo que no miente". son utilizados, tales como los microscopios, el sincrisoscopio, el coloríme-
Infelizmente, en este libro no se pueden ofrecer nociones más amplias tro para cuerpos opacos, el espectroscopio y el monocromatizador. Ade-
sobre la técnica fotográfica aplicable a los documentos. Se tendrían que más son caros y exigen atender a su conservación en forma permanente.
enseñar previamente las bases de la fotografía, para después llegar a la apli- Por ese motivo, sería recomendable que el perito entrara en conversa-
cación especializada. Por otro lado, los progresos de la fotografía son tan ciones e intercambio con centros universitarios de investigación o de otras
acentuados, que se tornan obsoletos en los libros. Precisan ser acompaña- organizaciones que usan constantemente esos aparatos en sus estudios.
dos por las últimas presentaciones de las revistas fotográficas. Casi siempre esa colaboración es proporcionada con la mejor voluntad, por
En la documentoscopia judicial, será preciso tener en cuenta reglas y la fácil comprensión de los científicos, siempre listos para auxiliar a sus
exigencias sólo conocidas por el especialista. Por ese motivo, no es cual- semejantes.
quier fotógrafo el que está capacitado para obtener fotografías de documen- Hasta la lupa montada, binocular y estereoscópica, no es imprescindible
tos. Lo más aconsejable sería que el propio perito sacara sus propias foto- (a no ser en casos excepcionales). Y cuando el perito no posee laboratorio
grafías, o al menos estuviera capacitado para hacerlo. fotográfico especializado, podrá recurrir a los que fueren seleccionados, a
los cuales recomendará la confección de sus ilustraciones fotográficas.
1 4. MONTAJE DEL GABINETE DE DOCUMENTOSCOPIA JUDICIAL
15. INSTRUMENTAL PARA EXÁMENES CONTINUOS y URGENTES
Ese gabinete deberá poseer o disponer, como regla genera], de:
a) lupas manuales, aplanáticas y anastigmáticas de 6X, 8X y 10X; En los servicios de exámenes de documentos en bancos y escribanías,
b) lupas montadas; binoculares y estereoscópicas (o sea microscopio muchos aparatos ópticos, conocidos y fabricados, no pueden ser utilizados,
estereoscópico binocular) con un juego de tres objetivos y tres oculares, NOII por el largo tiempo de la tarea (horas continuas de trabajo), por la difi-
permitiendo ampliaciones de hasta 60X; i nliad del manejo o aun por el costo elevado.
c) microscopio de uno de los siguientes tipos: Ultrafoco, de Zeiss, Pan- Una lente común monocular, de 4X o 6X, no podrá ser usada, por cuan-
foto, de Leitz o el Universal M. E, de Reichert, o el Zoom, de Bausch & ID no se podría obligar al funcionario a examinar con un solo ojo durante
Lomb; iim.i-i y por largo tiempo. Inevitablemente sobrevendrían trastornos y
t!) Sincrisoscopio o comparador especialmente proyectado para docu- i'-.h.is, sin hablar de otros inconvenientes.
roí ese motivo, los autores fueron llevados a crear y hacer fabricar len-
< i . < > i < » i unciros para cuerpos opacos; i' ' -i" < uliv;, para uso de las llamadas pericias de urgencia, como son las
i . 1 1< . inr.ropío; • i' .ili/aii en bancos y escribanías.
H i i j i . n . i . ópticas de iluminación; r:.jHv(o al ultravioleta, uno de los autores ya proyectó también un
A i tiiMn". i ..... .iii/.ndores; i- • i" i ial para uso en bancos y escribanías, provistos de lentes y
n M I - . i i ' i ...... >»lus transparentes, milimetradas y decimüimetradas; • i.ii i i . r n . mMiirnioK, de start inmediato.
i i -i ...... i i " • tomillos micrométricos; micrómetros, colección de
..... "i ....... i- <•• ¡lentos (ver capítulo posterior de este libro);
/> l.nri| ..... i ........ (iilhavioleta);
A t noj ill • • i'i . . . . . inli. mojos;
/> uiihlni i. ¡ n i >4|« . uli/.atlo;
//) Ji i ii "i'1" " ..... ..... i 1 " 1
SCCCION ÍATRIMONIU
CN^CON^EN N«i
k
CAPÍTULO IV
DOCUMENTOS CUESTIONADOS Y PATRONES
DE COMPARACIÓN
lin el movimiento de dedo apenas los dedos ejecutan los movimientos Los patrones deben ser contemporáneos. Esta regla necesita ser bien
«|iif liarán lugar a la escritura. El conjunto de trazos realizados sin la . u i i i j t i i ' i i i l i < I a en vista de la elasticidad del término contemporáneo. Su
ii.nr.iririii 1:1 de apoyo será siempre restringido. El escritor tendrá que • "ineptoes relativo.
l > n > i i i M u vanos movimientos a fin de elaborar una única palabra. Cada Cumplimos entonces, en delimitar la contemporaneidad gráfica. Por
viv i|nr •.!- iiinrva se apoyará sobre otro punto, esto es en un nuevo pivot. • ' i iim.r; contemporáneas no se comprende sólo las que fueran realizadas
l n , l i'K'vunu-nt» de pulso, éste se apoya sobre el papel. El campo de • " • l mismo día. Un período más amplio es contemplado, anterior y pos-
l.ni,'.mu. ni«. i ¡miento, será mayor, alcanzando una palabra y hasta f i i i u it i.i lecha de la pieza cuestionada. '
un i i > i i | i m i i » ti i ' i l . i l ' i . r . La línea será escrita con un pequeño número de ; í ' « ' i n o fijar ese período?
ptvotí n MÍO', más ¡nielante, cuando analicemos el desenvolvimiento normal
l - i n - l nmvinih ntodt tinirhrazt>,e¡\r tiene más libertad. Toda la i i ih - M U » , i|nr iv.ir rsiá sujeto a variaciones. El requisito de la contem-
extensión (Ir ln l i n < < i"i. «le ser ejecutada con un único pivot. i ' rxigiilo a fin de prevenir esas variaciones. Sin embargo,
88 DOCUMENTOSCOPIA
DOCUMENTOS CUESTIONAPOS... 89
por regla general, el escritor precisa de un lapso superior a dos años para tesis, será probable la existencia de una gran cantidad de características grá-
incorporar nuevas formas, transformándolas en realizaciones automáticas/ ficas significativas, debido a la automatización del puño escritor.
/Por ese motivo y como criterio arbitrario aplicable a los casos norma- Cuando hubiese apenas una firma cuestionada, el perito procurará con-
les, se acostumbra fijar un período de dos años como lapso caracterizador seguir el mayor número posible de firmas patrón. En general, empero, no
de la contemporaneidad gráfica: dos anteriores y dos posteriores./ existe necesidad de más de veinte.
/ Ese criterio es arbitrario y no siempre tiene que ser tomado en conside-
Es preciso tener en cuenta que la exigencia de un gran número de patro-
ración. En los períodos de transición, el lapso deberá ser reducido. En la
nes, deviene de la necesidad del perito de verificar hábitos gráficos, fijando,
fase de madurez gráfica, podrá pasar un largo período sin ninguna variación al mismo tiempo, el campo de las variaciones naturales.
gráfica, extendiéndose de este modo la contemporaneidad. Cuando sobre- Siendo ello de esta manera, patrones producidos en días diferentes,
vienen ciertas molestias o accidentes perjudiciales a la producción gráfica, satisfacen mejor el requisito cuantitativo, así sea en menor número que
entonces muchos patrones, aun de fechas próximas a las piezas en cuestión, aquéllos producidos en el mismo acto. Por ejemplo, veinte firmas toma-
pueden no ser aceptados/ das en el mismo acto son menos satisfactorias que tres realizadas en días
Siempre conviene tener en cuenta que la exigencia de patrones contem- diferentes.
poráneos se hace para prevenir la interferencia de variaciones. Ahora En los servicios bancarios y de escribanía, no sería posible disponer de
bien, si a pesar del paso del tiempo subsistieran concordancias suficientes numerosos patrones. Tres, sin embargo, deberían ser obtenidos inicial-
para la identificación gráfica, los patrones deberán ser aceptados y no deben i tiente.
ser criticados. El factor tiempo sería a propósito para provocar diferencia. En algunos casos excepcionales, como en los calcos oriundos de la mis-
Por lo tanto, sólo en los casos negativos, esto es, de divergencias gráficas, ma matriz, casi se podría prescindir de todo patrón para el pronunciamiento
sería tomada en consideración la falta de contemporaneidad. Es una regla pericial. Además, como se verá más adelante, en las pericias de urgencia
de orientación que no debe ser olvidada. desuñadas a verificar posibles firmas falsificadas, muchas veces bastará el
Siempre que fuera posible, el perito procurará disponer de patrones • unen aislado de esas firmas.
anteriores, juntamente con los de la época y de otras posteriores a la pieza
en cuestión. De esa manera, será más apto para verificar las modificacio-
nes por ventura ocurridas en el grafísmo y en qué sentido se procesaron. 10, OBTENCIÓN DE PATRONES
En los cotejos gráficos, frecuentemente el perito utiliza escrituras obte-
9. CANTIDAD .r; expresamente para ese fin, cuando no dispone de suficientes piezas
m i ' - m i c a s producidas independientemente del caso.
I ti.-; patrones gráficos deben ser numerosos, a fin de permitir al perito la listos últimos patrones son, en general, más valiosos, porque presentan
v u i h i ,n ion de los hábitos del escritor. Evidentemente, disponiendo de •ios probabilidades de reproducción de los hábitos normales del escri-
un i M I . . .! ].i<-/.;i do comparación, el técnico quedará en duda sobre si deter-
I I M I I . I . I . r . . .u.u iri ícticas son habituales o accidentales.
' . i i i embargo, no se ofrecen en la totalidad de los casos, obligando al
¿Cuál i - i numero cíe patrones necesarios? IM 11 ohiener patrones expresamente para el cotejo.
1 1 .1,- ni tentación pueden ser ofrecidas.
míos son recogidos con anterioridad a la producción de las piezas
• nrMioiiailas fueran numerosas y extensa la cantidad de
r; Son los patrones preconstituidos, de uso generalizado en los
c -i' un nl.i IVro si hubiera una única firma impugnada, t.r. escribanías.
NO • ,01 I I I I I I K u » ilr t u i n a s patrón.
l u í ' | > n n la policial o judicial, por lo general son reunidos después de
'n.nl.i'. l u r i i m de puño automatizado, el número
i n l ' i . ion de las piezas cuestionadas.
di- i-. noi (juc el necesario para la confronta-
i • "las que rigen la obtención de esas pruebas varía de acuerdo i < >n
'i i- i'iiin.iiio-, l'-.ofs porque, en In primera hipó-
sean preconstituidas o no.
90 DOCUMENTOSCOPIA DOCUMENTOS CUESTIONADOS... 91
u menos que haya un motivo especialísimo para proceder de esa manera.
Siempre que fuera posible, el texto incriminado debería ser dictado inte-
11. MATERIAL GRÁFICO EXPRESAMENTE ESCOGIDO PARA LA CONFRONTACIÓN gralmente, aunque sea extenso. Si es corto, a fin de evitar la copia de lo
La técnica dispone que el propio perito oriente la recolección de esos que fue escrito, otras expresiones podrían ser adicionadas al dictado.
patrones. Sin embargo, en muchos casos es el juez o el delegado de poli- Completada una primera página, intercalándose una o dos líneas en
cía, y hasta el mismo escribano, quien la preside. blanco (para mayor claridad), otra sería obtenida con los mismos dichos de
Los materiales expresamente proporcionados para el cotejo lejos de la la anterior y aun una tercera, cuarta o quinta. Si el contexto cuestionado
vista de los peritos son peligrosos y, con frecuencia, deficientes. Algunas fuera largo, bastaría repetirlo una única vez. Cuando fuera posible, las
veces, preciosos elementos no son considerados sólo porque la recolección repeticiones deberían ser dictadas en días diferentes.
no fue asistida por el perito. En el último dictado, todas las expresiones a ser objeto de examen peri-
Infelizmente, con todo, en la práctica no siempre será posible la presen- cial (firmas y contexto), deberían ser repetidas en secuencia, en un campo
cia del perito. Por eso, reglas de orientación serán ofrecidas en auxilio de gráfico análogo al de la pieza en cuestión, guardando las proporciones
aquéllos forzados a realizar esa diligencia. correspondientes. Esa providencia podría reducir los gastos iniciales, per-
a) Inicialmente, quien preside el acto deberá examinar anticipadamente mitiendo, algunas veces, la toma de un único negativo para los trabajos de
la pieza incriminada, considerando: si las escrituras están a pluma y tinta, ilustración fotográfica.
con esferográfíca o a lápiz, si en papel pautado o sin pauta, si en un campo Otras exigencias se proponen en casos especiales, pero ahí sólo el espe-
gráfico extenso o exiguo, si las pautas son estrechas o altas, cuál sería el cialista estará capacitado para sugerirlas.
tipo de pluma probablemente usado, etc. Hechas esas averiguaciones pre- De cualquier manera, siempre que grafismos artificiales o determinadas
liminares, plumas y soportes análogos deberían ser providenciados. (orinas ortográficas fueran expresamente solicitadas a quien está producien-
b) Procurar reconocer las condiciones psicológicas de quien está pro- do el material gráfico, esa circunstancia deberá ser anotada en el auto res-
duciendo el material gráfico —si es nervioso o calmo. En la primera hipó- pectivo y llevada a conocimiento def perito. Sería mejor aun si se asentara
tesis, esforzarse por serenar el ánimo del escritor, conversando con él y pro- en el mismo material gráfico, con anotaciones marginales o intercaladas en
curando ganar su confianza. el contexto.
Es uno de los motivos por los cuales se critica el material gráfico reco- En casos concretos, muchas convergencias, forzadas por quien presidió
lectado en juicio o provisto por la policía. La timidez o el miedo pueden l¡i obtención del material gráfico, fueron señaladas como base de erróneas
provocar nerviosismo y estados inhibitorios de gran influencia en el grafis- iilnittficaciones gráficas.
ino
r) lín el inicio de la recolección, no mostrar la pieza cuestionada. La FICHAS GRÁFICAS
i ' i . n t u .1 de exhibir preliminármente el documento en cuestión al escritor
i"-i lio%o. ¡ml;ij',;mtlo si reconoce su escritura, es peligrosa para el éxito lin los bancos y escribanías se obtienen patrones gráficos con anteríori-
• i- i.i i-111 i.t. En algunos casos, se aconseja obtener una copia dactilogra- • l . n i .1 la aparición de las piezas a ser examinadas. En general, esa recolec-
i i . n i . 1 11- 1 .!•- BU Miin.i'; dubitadas, para que el escritor no vea los caracteres :;o hace en cartulinas especiales, conocidas como fichas de identidad
i,n i (-n i in-stión. i ; / i i / í i <¡, tarjetas de autógrafos o tarjetas de firmas.
./i r i i ni ilu indi) o iiKindar que la firma sea repetida varias veces. I n Ins escribanías, los documentos a ser examinados se presentan bajo
I >• i .IH i ni", Hicimos especialistas recomiendan la redacción de i - "".'-i y condiciones de las más variadas. Las fichas pueden ser obteni-
un i • i- < i i i • • . . . i ' iiilriiírmlo, <-iii|KTO, los vocablos de la pieza cuestiona- elnboradas para ser confrontadas con esas piezas. Obedecen, por
• i.i i •> • i • ilrluMiii proceder, dicen esos especialistas, para que MO, u modelos conocidos, acompañando en cierto modo el estilo de las
• l , nitor i i- i n i i ' d o mi ruido de las piezas en examen. i - luii I'.HU .nías.
NM n.ii.i . ! < • un.i providencia desaconsejable, i i i . iiliimas se destinan, casi siempre, a documentos relntivaiurnir
92 DOCUMENTOS COPIA DOCUMENTOS CUESTIONADOS... 93
paironizados, como son los cheques y requisitos de los talones de cheques. mera) que reciba la escritura sin borrar los trazos. Su color preferencial
Por lo tanto, las mismas deberán ser organizadas de acuerdo con esos docu- sería neutro (beige, ceniza claro, etc.). La ficha blanca, además de cansar
mentos. l;i vista, se ensucia con facilidad. Fichas de colores fuertes pueden perju-
dicar la visibilidad de la escritura. Principalmente, los; azules y rojos
13. FICHAS BANCARIAS. ARCHIVOS deberían ser evitados.
Si el cheque contuviera líneas de pauta para recibir la firma del que lo
En primer lugar se debe tener en consideración el tamaño de las fichas. emite, el espacio inicial destinado a las tres firmas debería ser también pau-
No deben ser grandes ni excesivamente pequeñas. El tamaño medio, stan- lado. Las pautas guardarían, en cuanto fuera posible, los espacios del che-
dard, de 10X 15 cm, es el más aconsejable. Ofrece mayor resistencia, más que, con el mismo largo.
facilidad de manejo y es suficiente para contener los datos necesarios. En la apertura de la ficha, el verificador bancario o el encargado de la
En cuanto a los archivos, aun cuando existen varios, podrían ser clasi- obtención de las firmas, debería tomar algunas precauciones. Dos de las
ficados en dos tipos: a) vertical y ¿) horizontal. En el primero la ficha I u mas serían producidas por el depositante mientras estuviera sentado, y la
queda suelta, pudiendo ser retirada del archivo. En el segundo, ella es fija, olía, con él mismo de pie. La primera firma sería realizada con la pluma
catalogada en soportes especiales. usual del depositante o con la de su preferencia. La segunda con esfero-
Tanto un sistema como el otro tiene sus ventajas e inconvenientes. En jliaTica, dado el uso generalizado, actualmente, de ese instrumento gráfico.
el vertical, en general la búsqueda es más demorada y produce relativo des- Tales providencias tienen por finalidad aumentar las probabilidades de
gaste en los bordes del cartón. Además de eso, la ficha se podrá perder o «'I 'inier firmas patrón, producidas en las mismas condiciones que las piezas
ser sustraída con mayor facilidad. i Ir i-,\amen. El cheque es un documento que se firma en las condiciones
El horizontal, si bien no presenta desventajas, tiene en su contra otros ni.r. diversas. En su gran mayoría las extracciones son firmadas con el
inconvenientes. En primer lugar exigirá que el examinador trabaje de pie. • uentacorrentista sentado.
En segundo lugar, con el aumento de la cantidad de fichas, ocupará gran lin el caso de la renovación de firma, ésta debería ser procesada en la
espacio. En tercer lugar su costo es muy superior al del archivo vertical. M i r . m . L ficha inicial, permitiendo de esta manera al verificador un mejor
Últimamente aparecieron archivos llamados rotativos, dentro del siste- i oiiocimiento de la tendencia de variación de la escritura del cliente.
ma de fichas verticales. Tienen todos los inconvenientes de este último y Existe una gran necesidad de standarizar el tamaño de los cheques y de
ninguna otra ventaja. Obviamente el costo es más elevado. Existen rota- 1.1 I irhas bancarias, lo que ha sido reconocido y reclamado en algunos con-
tivos manuales y eléctricos. • u .1 >.s nacionales de los establecimientos de ese género. En Brasil, el for-
A pesar de que todos los archivos ofrecen ventajas y desventajas, núes- patrón de los cheques ya fue instituido oficialmente.
luí preferencia se inclina por el sistema vertical. Además de sermásbara-
h>. »H u|i;i i NIMIOS espacio, facilitando el trabajo del verificador, tornándolo
ni. no . .m-..nlor y más eficiente.
I in.i h< lu k u i r a i i u debería contener los siguientes elementos:
< < i |» m u 1.1 Imr.i destinada a recibir el nombre del depositante, dáctilo-
lili» i «u i l.uiílud;
M i > i ' " '" '!' '"i.nlo -i n'cibir. inicíalmente, tres firmas auténticas con
ii.i '!'- .i|irjima de la ficha;
• i iln i > . J M I . I 1.1 renovación de firmas en fechas posteriores;
./i • ' • no. , l.uos pura los demás datos exigidos por los
l*.m*o ,
i i lli'lm iti'ln lui|ii .u tiilin;! fina (marfil o Brístol de pri-
CON EN N»
SEGUNDA PARTE
GRAFOSCOPIA
CAPÍTULO V
I •< iSCOPIA. CONCEPTO. PRINCIPIO FUNDAMENTAL
Y LEYES DEL GRAFISMO
rw
i r I\MO
CAPÍTULO VI
DESENVOLVIMIENTO DEL GRAHSMO
' i. IH:I.(;KAFISMO
1 i i i i n . i no es inmutable en todos sus aspectos. Al contrario, la
iiln transformaciones, algunas normales, otras ocasionales. A
1 1 ipn- permanece un residuo constante, fijando la personali-
i ' i r .indios en ese sentido nos dan esa convicción. Examinan-
.1 1 1 /.nías en diferentes fases de la vida, comprendiendo la
M I . I N I . y |;i vejez, analizando estas modificaciones pasajeras y
i ..... l ' i r M- encuentra un sustrato constante de características.
. ' ! • M 1 " 1 I'» 1 - I acsírniles presentan, algunas veces, aspectos aparen-
i i iliv.i ¡nejantes.
tul n.iiuialmente, que la escritura sea pasible de mutacio-
1 "i" . • "inponentes de la personalidad humana se transfor-
- »i''. Y la escritura, una de las formas de exteriorización
i i ' i h »ni|);in¡i esas variaciones. Ciertas veces, al cabo de
...... .Inimadoiics son tan sensibles que se podría admitir
• ii.i n i i t i u i M i l o o i i ; ! personalidad. En estas condiciones sería
MI m i x i i h i ¡u iones gráficas acentuadas, dando la impre-
i •! .1. lameré otro grafismo.
• i i i r . ti launas características se resisten a esas transfor-
• ni ni 1,1, Mcmprc se podría reconocer la individualidad
' i ' Minik-s oriundos del mismo individuo, producidoi
M v n i . i y en cualquier condición.
106 GRAFOSCOPIA DESENVOLVIMIENTO DEL GRAFISMO 107
A pesar de ello, consideramos la afirmación puramente teórica. En la ('tiándo realmente termina y cuándo se inicia cada uno de esos perío-
práctica, para un estudio de esa naturaleza serían indispensables patrones • i" . será también difícil de establecer con precisión.
producidos en todas las épocas, o en las condiciones anormales en que se I ;i escritura está íntimamente ligada a nuestra formación psicofisiológi-
hubiese desempeñado el escritor. i No siempre acompaña la llamada edad civil. De ahí las modificacio-
La grafoscopia es una disciplina de finalidad práctica. De ahí las res- \iravagantes en el desenvolvimiento normal del grafismo.
tricciones en la aceptación de piezas gráficas comparativas y la razón por la Frecuentemente, algunos de esos períodos ni siquiera aparecen. Si el
cual, en • uchos casos, se ve forzada a negar cualquier pronunciamiento h tire no aprendió a escribir, no habrá un primer período. Otras veces,
autorizado. Y para proceder conscientemente, sabiendo cuándo y por qué • i- i " " - , del aprendizaje de la escritura, él abandona su uso y la involución
se manifiesta, el técnico debe conocer profundamente los diversos factores ueii/a, desde luego, sin que sobrevenga la madurez.
susceptibles de acarrear modificaciones al grafismo. .'.i no se realiza ninguno de los tres grandes períodos gráficos se tornará
• 111 u • i 1 fijar el término de uno y el inicio del otro.
2. CAUSAS MODIFICADORAS DEL GRAFISMO Algunos individuos, después de aprender a manejar la pluma y el lápiz,
i ' HUÍ buscar un grafismo definitivo durante toda la existencia, en una
Las variaciones del grafismo se producen por causas voluntarias e invo- meiiie evolución o mutación. Continúan de esta manera hasta la fase
luntarias. i .nulidad gráfica, cuando sobreviene la decadencia de las facultades
Las involuntarias son normales o accidentales. Entre las últimas, se |wlummii>ras. Otros se fijan casi inmediatamente después del aprendizaje
incluyen las emotivas, patológicas, mesológicas y físicas. i .1 iiivolucionan, permaneciendo el grafismo constante hasta la muer-
En las causas voluntarias o de propósito, están las imitaciones y los dis- ¡nulo ésta se verifique a edad avanzada. Finalmente, existen per-
fraces gráficos a ser estudiados en el capítulo posterior. i'.ii.i las cuales la senilidad gráfica sobreviene en períodos de vida en
i " " l i . n i -;er consideradas relativamente jóvenes. /
3. CA USAS NORMALES MODIFICADORAS DEL GRAFISMO i u 1 1 <-volución del grafismo se puede distinguir la fase escolar (o del
i • i |ii gráfico), de la postescolar, justamente aquella en que el escritor
La escritura se transforma con el individuo. Y como éste tiene su ir los modelos aprendidos, en busca de la afirmación de su per-
desenvolvimiento normal, fatalmente, la escritura acompañará ese desen- .. .1, i , . i
volvimiento. M ti'- que la escritura tiene un desenvolvimiento normal, éste no
Tres períodos principales dividen la vida del hombre: la infancia, la M -siempre del mismo modo, estando en dependencia de condi-
madurez y la vejez. En el primero, el hombre se forma, en rápidos cam- i < iheas. Los tres grandes períodos del desenvolvimiento gráfi-
bios. (¡ue van del nacimiento hasta el fin de la adolescencia. En el " mpie aparecen, y sería erróneo fijar para todos los escritores la
M-f-iiiulo, ya en la plenitud de sus facultades físicas, él se afirma y se con- !'!<• uno termina y el otro se inicia.
M i v i « i m a n i r largo tiempo. Sobreviene entonces la decadencia —la
i - u i|nc progresivamente disminuye el vigor físico y/o intelec-
IM., I (MCA
No M» M I I » . r i . i 1 . 1 , - j i decir cuándo termina o cuándo se inicia cada uno 111 ira por las nociones anteriores, sería imposible decir la
' I - ' " i " ..... i" l i ' rnu-ial, se dice que la adolescencia se cierra a los 21 • • mor, exclusivamente por el examen del grafismo. Las
..... t i ni 1.1 ..... lo •(). y la vejez con la muerte. • le éste no acompañan la edad civil. Reflejan mejor la
I i • m u í . »• nmpnnii rsos riandes ciclos. 1 ' M -I- 'f'.n'a. Esto considerando sólo el desenvolvimiento normal
H i" 'i ........ i ' ! • i .1 evolución del grafismo; el segundo corresponde " i Si se tomaran en cuenta determinadas causas patológicas,
al de 1n ostflbllldwl i mail ...... n i u ,r. H ultimo es el de la involución, tam- • Mili u.i mejor la imposibilidad del diagnóstico de la edad civil a
h i t - l i II. un Ul() - I - I ' ••<'< ' . ' ' • ' • • ' / " .' t i l m a . Existen dolencias que producen la decadnn i;i •!• i
108 GRAFOSCOPIA DESENVOLVIMIENTO DEL ORAFISMO 109
grafísmo, asimismo en edad poco avanzada. Por ese motivo, escrituras , u-mates. La presencia de esos tenues trazos depende de la oscíla-
seniles pueden aparecer en grafismos de niños. Y lo contrario también 11 Irl puño, antes que del apoyo o el retiro del instrumento gráfico.
sucede: escrituras producidas por personas de edad avanzada, sin ninguna i in descriptas son las características más comunes en las escrituras
marca aparente de senilidad. •i. Ins cuales también aparecen en determinadas escrituras patológicas.
I'«u mu nlc, por ejemplo, en el grafismo esclerótico, así como en el cardía-
5. CARACTERÍSTICAS DE LOS GRAFISMOS PRODUCIDOS EN LOS TRES GRANDES • u uii:i:; dolencias coronarias de la vejez. /
PERÍODOS
l. ^ 11 >i UBICACIONES DEL GRAFISMO COMO CONSECUENCIA DE CAUSAS
En la fase de la evolución los grafismos se presentan en tres tipos: esco-
MOTIVAS
lar, desprolijo o rústico, y transitorio.
En el tipo escolar, la escritura es lenta y las formas acompañan los i i nNcrilura sufre la infuencia de nuestros estados emotivos (exaltados
modelos caligráficos. En la escritura rústica, además de la lentitud y de la » • !' 1'ionlvos).
forma, indicativas de la búsqueda de modelos caligráficos, se ven quebra- Nú NO debe negar el hecho comprobado por la experiencia.
duras en la dirección de los trazos, principalmente cuando se pretende rea- Nú ulmanie, se debe resaltar que las reacciones emotivas no se traspa-
lizar curvas. En los tipos transitorios, la velocidad es aumentada, apare- n .i. manera análoga en todos los individuos.
ciendo ligeras simplificaciones del gesto gráfico, introducidas por el propio n«1u rilo de esta manera, nada más natural que la escritura acompañe
escritor. Las formas son mixtas: algunas reproducen los modelos de los Itf. v i n i i n es propias de las reacciones individuales. Por esa razón,
cuadernos de caligrafía y otras se apartan de los dibujos enseñados en la i« •»• |»iitr un estudio de esa naturaleza, se deberán ofrecer al técnico
escuela. i . i i n us producidos en diferentes épocas, afín de que el grafismo
En Brasil, la escritura femenina conserva mayormente el tipo escolar. •i i 1 1 ser fijado inicialmente.
Los trabajadores rurales y operarios poseen, por regla general, el grafismo i IM lu general, no obstante, los estados exaltados acarrean tan sólo
rústico. -1 i amaño de las letras, siguiendo la escritura dirección fran-
La escritura madura sólo es alcanzada al adquirirse el automatismo. < Tíldente. En los estados depresivos, resultantes del miedo, fla-
Los gestos gráficos se suceden, entonces, con naturalidad, alcanzando fre- • ' " i , . ion, la escritura disminuye de calibre y el descenso se mani-
cuentemente gran rapidez. Algunas cualidades pueden variar ligeramente, " -ti dirección. Corresponde, empero, tener en cuenta las
así como las formas gráficas, pero el trazado se ofrece indemne de tremula- 11 mus uní males del grafismo. Si éste es una micrografía, el
ciones e indecisiones, a no ser que fueran provocadas por causas accidenta- i i i i n o no posee ninguna significación; tampoco la caída de la
I,-. . < i ui ii
En la escritura senil, los temblores típicos, también llamados temblores muí i "i". Ins estados emotivos traen como consecuencia, en algu-
\i-tnli:\, aparecen constantemente. Esos temblores se muestran en los tra- "' .1 n-lativa desconexión en su facultad creativa, tomándose
7.0M n NI; c míen tes como en los descendentes y hasta en los laterales. En < un ultímenles. Algunas veces, la perturbación es de tal
r.riH-i.il. •.«.l.i.-vii-iir ];i disminución del calibre de las letras. Eso sucede i". |-invoca completa inhibición. En otros casos, al contrario,
• u . n u l o , i . ., H i t . ] |ii(n-iir;i evitar gestos de gran amplitud, para él de difícil .ifotri'iti.
< i • .nulo prcUMulu ocultar las oscilaciones del puño. '• Ni» embargo, se nota cierta desconexión, haciendo que el
' .1 • • u. t u i.i ilc |;i tentativa de reducir el esfuerzo, son frecuen- i i n M . 1 una l orina y luego otro tipo de letra, introduciendo
i' i i - i 11 <"• v li.iMa las supresiones de los trazos de unión, dan- ii< i i i - u i i . r . u-niiiiiscencias gráficas.
i L . l u f . i i ,1 1 1 11,1111 n 1 1 . .1 i M U Í , i yuxtapuesta. En las escrituras seniles apa- i"< i". . -puesto, se verifica la necesidad de que el técnico
in-cii i u n í i ,, ,. i . i i . i i . I < > % conocidos petits cheveux (pequeños u i u n - ni' l . i , variaciones consecuentes de los estados emo-
cabelle»), « • i hltn - i - nnt.i (lilij'.nuius), principalmente en los ata- < •!• emú i|Mlinunlu cuando materiales gráficos destín;» 1
110 GRAFOSCOPIA DESENVOLVIMIENTO DEL GRAFISMO 111
cotejos son efectuados delante de magistrados, delegados de policía o en En esa emergencia, la solución del conflicto sería el examen realizado
situaciones forzadas. ,Los grafotéemeos, sin embargo, no deben confundir en conjunto. Cada uno suministraría al otro los datos necesarios para pro-
las variaciones surgidas de causas involuntarias, con las oriundas de causas M-j'.mr los estudios.
premeditadas (disfraces)/ En cualquier caso, sin embargo, cuando se inquiere sobre el estado
mental, el pronunciamiento corresponderá al psiquiatra. Al perito gráfico
7. MODIFICACIONES DEL GRAFISMO DERIVADAS DE ESTADOS PATOLÓGICOS • itiii|u;te examinar los disturbios de la escritura, apuntarlos e ilustrarlos
'kluilainente. Si el cuadro nosológico fue fijado por el médico de antema-
Varias molestias, estados febriles o de flaqueza, que las suceden o pre- ii". i-ahe apenas al grafotécnico decir si los disturbios del grafismo confor-
ceden, provocan variaciones en la escritura. M ) , H I y abonan'ese cuadro, mediante comparaciones con otros de su
Es el campo de la grafopatología o patología gráfica. • i" iieneia personal.
Infelizmente, la naturaleza y el objetivo de este trabajo no comportan Como ya dijéramos, libros, monografías y artículos, vienen siendo
una exposición más pormenorizada de esta fascinante materia. i ' n h l u a d o s sobre cuestiones grafopatológicas. Todavía se observan
El asunto fue estudiado por primera vez de modo más o menos sistemá- m i i i lias deficiencias en esos trabajos, tal vez como consecuencia de la falta
tico por Rogues de Fursac, en su valioso libro Los escritos y los dibujos en ik nu-jor conocimiento grafotécnico de sus autores. Por eso, decidimos
¡as enfermedades nerviosas y mentales. Desafortunadamente, ese estudio • i l i i ' M - i algunas líneas directrices para esos estudios, de modo de satisfacer
no se encuentra actualizado y otro libro más reciente, publicado al respecto, i.r.riicias del verdadero grafopatologista.
de la autoría de Streletski, no satisface íntegramente. l 'iirmox, para comenzar, que algunas molestias producen serios distur-
Varias cuestiones grafopatológicas, empero, vienen siendo investigadas 1.11 icos. En realidad todas acarrean modificaciones en la escritura.
en los laboratorios de grafología experimental, sea en las universidades i ii .ilpiniis casos los disturbios son más sensibles y pueden ser reconocidos
europeas y asimismo en las norteamericanas. • II luí i hilad. En otros, a pesar del estado mórbido, difícilmente se descu-
A los que se interesan en el asunto, recomendaríamos la lectura inicial n l . i . mareas correspondientes en el grafismo, cuando fueron produci-
de uno de los dos libros citados, seguida de los artículos especializados que n H iicinpo de la enfermedad. En esos casos no resultan tan acentua-
fueran publicados por las imprentas de las universidades de Heildelberg, 1 > k m a n r i a de llamar la atención a través del examen exclusivo de la
Cambridge, Oxford, Columbia, Harvard, etc., sin olvidar el notable trabajo • M i n i . i ,kl enfermo. De ahí, naturalmente, la restricción que hacemos,
de Alport y Vernon, Studies of Expressives Movements. 1 i.niilo.M.' apenas algunas molestias como susceptibles de provocar
También los patologistas y psicopatologistas volcaron su atención en la H'in-s gráficas. Y es por eso que estudiosos de la materia afir-
m;itriia. Rs un terreno en que el especialista en exámenes gráficos entra i ' • " ' < > <-n observaciones apresuradas, que muchos estados patológi-
m mullirlo de competencia con el médico, especialmente el psiquiatra. " •!• i ni ninguna señal en la escritura.^
Tu iiiirsiru opinión, la materia no pertenece al ámbito del médico, ni al 'irado, de acuerdo con lo referido, en razón de la ya citada defi-
• i 1 p a l o i r r n i r o . Constituye una especialidad a ser tratada por el médico • • i• • "¡lucimientos gráficos. En teoría, no sería posible concebir
i ' M i | M i . u i . i «i t - l |i-,u ólogo versado en los estudios grafocinéticos. Especia- m di Minbios gráficos. Éstos se deben manifestar de algún
ii i i"< milenios, en profundidad, no existen en Brasil, y por lo i"i" I.' lonna de temblores, sea mediante el aumento o la reduc-
• i' .'.' • i i n i n g ú n país americano. En Europa, principalmente en ' i i i - n " l ' i r n a través del cambio de la velocidad, en cinetismos
i i ñ u 1 i .ii i n < < l h ns les dedicaron atención, faltándoles no obstante u nii.r, características.
m.i','"' i|'" H ' l ' - ' - ' l 1 J ' i . i l " ! ' ' un o. • i i | » > . lantolagrafoscopiacomo la grafopatología son disci-
1 I p ii m n v H prologo no pueden, en general, hacer diagnóstico ' i m i ' i i i i ' prácticas. Sus deducciones deberán sobrevenir de
r . i . I ! M | . . i i o i . M i- > |)iit il ' i t al riiirmio y la dolencia. Comúnmente, • • " i ' 1 ' "ni nir comprobados por la experiencia.
H mi-lili i» ni- . i i • -.1 i i i u i , i . ni siquiera reconocer algunas de MUS ocasionan disturbios gráficos patentes. De entre
KIIK I I M I H ' i • i'-ii.ihsis general en su fase incipiente, el mal de Paik n
112 GRAFOSCOPIA DESENVOLVIMIENTO DEL GRAFISMO 113
la tisis, la arteriesclerosis, así como estados de intoxicación pasajeros o per- cíonar grafismos pertenecientes a determinadas dolencias. Los disturbios
manentes (alcoholismo, tabaquismo, etc.) (figs. 10 a 12). varían en consonancia con el grafismo normal de cada individuo. Como
La mayoría de las dolencias mentales traen, como consecuencia, distur- mi-ro ejemplo de las manifestaciones más frecuentes de determinadas
bios gráficos sensibles, sea en las cualidades intelectuales o en las faculta- molestias, pueden ser señalados ciertos cuadros grafopatológicos.
des locomotoras. Se comprende, entonces, la medida tomada por cierto Kn general, con la cura del enfermo los disturbios gráficos cesan, retor-
psiquiatra francés, que obligaba a los pacientes internados en su clínica a nando la escritura a la normalidad. Otras veces, no obstante, se conservan,
ejercicios gráficos diarios, aunque limitados a la realización de firmas. i Mando la dolencia provocó lesiones permanentes en los órganos psicomo-
Justificaba esa providencia alegando que, con el examen de las escrituras, hnr.s, no susceptibles de restauración.
con frecuencia podía prever las crisis, tomando los recaudos adecuados.
Esa justificación es, al menos, lógica. En la locura, muchas crisis se reco-
K MODIFICACIONES DEL GRAFISMO DEPENDIENTES DE CAUSAS
nocen por la gesticulación exagerada que llega al desatino. Pero si existe
MITOLÓGICAS
un gesto humano más íntimamente ligado a nuestro cerebro, ése es, indiscu-
tiblemente, el gesto gráfico. En estas condiciones, muchas perturbaciones lil calor y el frío intensos provocan, algunas veces, variaciones en el
mentales pueden acarrear disturbios premonitores, que aparecen en primer inflamo.
lugar en la propia escritura. Las modificaciones acarreadas por el calor son menos frecuentes e
Frecuentemente los disturbios se traducen en cuadros gráficos defini- mil usas. Consisten, en general, en apenas un ligero aumento del calibre.
dos, de acuerdo con determinada molestia. Este hecho llevó a algunos lil frío agudo provoca perturbaciones gráficas más serias. El cuadro
grafopatologistas a fijar ciertos signos gráficos como indicadores de estados i i | » i n > consiste en una relativa discinecia (dificultad de movimientos), pos-
patológicos específicos. i' Mor ni enrojecimiento de los dedos, acompañada de tremulaciones. A
Si esto fuese correcto, sin excepción posible, entonces el diagnóstico de ni ' l u l a que la escritura se desarrolla, los temblores van desapareciendo,
estados mórbidos podría ser procesado a través del examen aislado de la • mandóse al grafismo normal. El ejercicio hace que la circulación de
escritura, sin ver al paciente. Además, algunos estudiosos se proponen i ' u i j ' i c se acelere, restableciéndose el equilibrio fisiológico. Retorna la
para hacer esos diagnósticos. Médicos, en Francia, llegan a publicar anun- ...... .ilnl.id gráfica.
cios en ese sentido.
Como ya subrayáramos, es indiscutible, una vez que la práctica lo com-
M<'/>//•¡('ACIONES DEL GRAFISMO DEPENDIENTES DE CAUSAS FÍSICAS
prueba, que determinadas dolencias se traducen con frecuencia en distur-
bios gráficos específicos. Esto, no obstante, constituye una regla con M U Í : , variaciones de la escritura resultan de la naturaleza de los ins-
luminosas excepciones. nlm j - 1 al icos, de las condiciones de los soportes, de la posición anor-
l,:i misma dolencia, en determinados escritores, algunas veces deja de ' i i i iior, etcétera. '
irr.r.ti.ti rl i iiadio común, ofreciendo el grafismo perturbaciones de otra M i m a puede ser producida por diferentes instrumentos. Cada
, , , • , . ,i, MU embargo, tiene preferencia por un tipo particular. Unos pre-
I .1.1 !-•. l.i I.I/.ÍHI por la cual consideramos deficitarias las publicaciones i i i | - i / . Diros la pluma, y en la gran mayoría de los casos, actualmen-
nibrí oí n " ' , . i < i ' " los autores se limitan a difundir ilustraciones de fac- ica. Como varias escrituras deben ser realizadas, obligato-
•.II mi- . - - i > ! • -i- H' 'inri' "'•• '-i" adicionar otros que contengan el grafismo nor- 'la, cada individuo escoge a su gusto un tipo particular de
i n , i l < l i I lUtUl Illli -I- I Mi.ilrr.lai. i «MI .-lia se siente cómodo. Además, esta elección constituye
Ail. mil i i mu > ilin « 1 1 í/.i-ido la grafología surgen de la orientación 1 " de la personalidad. Con su pluma él se siente capaz de
mo<l< n i i < i < ION lluii i i « o ' , y jurídico-penales. Primero consideran M i m a normal. Con otras, siente cierto malestar y el trabajo
al m i r t i n o puní di r" h / n r y diagnosticarla alteración.
i i lo|miol | >m lo cuito, no se deben limitar a colec- «•i las variaciones provocadas por los instrumento-.
114 GRAFOSCOPIA DESENVOLVIMIENTO DEL GRAFISMO 115
eos diferentes, será necesario saber analizar el trazado, asunto éste objeto de N! unió, no auloriza a deducir que esas características se trasmitan heredita-
un capítulo particular de este libro. u, ni<
Los soportes gráficos también provocan modificaciones en la escritura. I r ,n i'iimcr lugar se debe tener en cuenta la circunstancia de tratarse, la
En papel liso, los individuos, por lo general, escriben más rápidamente. Si N i i i y i i i i . i tic las veces, de personas viviendo en contacto constante, princi-
el soporte es rugoso o irregular, la velocidad será menor. Si el soporte fue- | K i l i n r n i i - en los períodos iniciales de la vida, cuando se torna más fácil la
ra inestable, aparecerán en la escritura, obviamente, no sólo variaciones i. i (Ir los gestos. La tendencia de los hijos de reproducir todo lo
sino deformaciones que podrán llegar a deformidades. ipir lo.-; padiv.s hacen; el hecho de que frecuentemente los hermanos concu-
Estas variaciones obedecen a la cuarta ley del grafismo, acompañadas I I - M I ii la misma escuela y otros factores, facilitan la existencia de grafismos
inclusive de marcas artificiales de acanalado gráfico. Estos signos consis- • • m n i i i r - , , tlando lugar a las llamadas letras de familia. Sería inás fácil
ten, frecuentemente, en las proyecciones alargadas de algunos trazos, acom- mlmilír, pues, que esas características gráficas comunes, fueran adquiridas
pañadas de movimientos bruscos, con los cuales se pretende interrumpirlas. |nl. i|uc heredadas.
Trazos accesorios y aislados aparecen en muchos casos, los que reflejan un Algunos argumentan con los ejemplos de hijos o hermanos educados
desvío involuntario. i- i". <lc la familia, en los cuales las características gráficas aparecen seme-
La posición también acarrea, para ciertos escritores, modificaciones de i.uiirs, sin posibilidad de imaginar una imitación. Es preciso tener en
algunas características gráficas. De pie o sentado, con buen apoyo, o sin DI ni.i, .sin embargo, que antes del aprendizaje gráfico, desde la más tierna
apoyo del puño, la escritura no tendrá el mismo aspecto. i n i . i M i 1:1, el individuo ya se impresiona con determinadas formas que pue-
Como se ve, varios factores físicos interfieren, muchas veces provocan- • I- u »|iKular grabadas en su subconsciente, exteriorizándose después, cuando
do variaciones en el grafismo. r ' . , u i .1 h.irrr uso de la escritura.
l'or otro lado, semejanzas sorprendentes también se observan en perso-
10. LA CUESTIÓN DE LA HEREDAD GRÁFICA
n i MU el menor lazo de parentesco, algunas pertenecientes a grupos étnicos
<h .nulos.
Es un hecho real, que no sólo algunas características sino semejanzas Mrts allá de meras coincidencias, las semejanzas pueden resultar de
en el aspecto general, son comunes en escrituras oriundas de personas liga- m u í .u -iones inconscientes, conduciendo al escritor a reproducir las caracte-
das por lazos sanguíneos. Esas convergencias son, algunas veces, sorpren- > n .is del grafismo de otro.
dentes.
Aparecen no sólo en escritos de padres e hijos o hermanos que viven
juntos, sino también en las de descendientes o ascendientes que jamás
tuvieron ningún contacto.
lisos hechos llevaron a algunos observadores a creer en la trasmisión
de algunas características gráficas.
Sin oponernos, decididamente, por lo menos en teoría, a esa posibili-
l. ] M , r a m o s que el estado actual de los conocimientos grafonómicos no
I" m u í ' . al u--.poeto, ninguna afirmación. Además, la materia se subordina
•i i.c. « i i i ' i . i . i | i n - aparecen en todos los asuntos de la genética, y por eso mis-
u n - i , i ' . opiniones U'iidrían que oscilar de acuerdo con las convicciones cien-
h l n .r. y l i l n - . o i n ;is (U- cada uno.
l-'.n i u.mío ,i i,i , -.r.irneia de grafismos semejantes y a la repetición de
caractrir.ii' •> > ótii ' • v .sobresalientes en las escrituras de personas liga-
das poi la/.tc, •..iiir.iiiniMi-,. mi hay discusión posible. Eso, sin embargo, por
SECCIÓN HA1H1MÜNIU I N V t N i A K i O
BIEN CON EN N»
CAPÍTULO VII
LAGRAFOCINÉTICA
1. CARACTERÍSTICAS GRÁFICAS
Para comparar e identificar grafismos, se torna indispensable conocer
ii < ;iracterísticas.
lin este trabajo los términos características, cualidades y elementos son
• i "ios con la misma acepción. De igual modo, resultan sinónimas las
• "l'M-'iíones características gráficas, cualidades gráficas y elementos grá-
/ 1 . , ' V
plumas en chanfle, muy largas, son conocidas por el nombre de ronde, pro- Entre los tipos de lápiz pueden ser citados:
duciendo la escritura típica (ronde o gótica). a) lápiz común (o grafito);
Las plumas de las lapiceras están constituidas por aleaciones diversas, b) lápiz copiativo (hecho de modo de permitir la copia), y
algunas de ellas de oro. Actualmente, las puntas se protegen con metales c) lápiz de color.
muy duros (iridio) que permiten el uso indefinido. Los trazos que produ-
cen, con frecuencia ofrecen características especiales que sirven para distin-
7. LAPICERAS
guirlos de los de las plumas comunes. Algunas lapiceras fuente, sin
embargo, producen trazos bastante análogos a aquéllos. Son instrumentos gráficos de una sola punta. Comprenden:
Últimamente, están de moda las plumas llamadas aerodinámicas. Las íi) Rústicas (puntas impregnadas de tinta).
puntas son filetes de metal de igual espesor y de gran resistencia, aumenta- b) Plumas estilográficas; también conocidas como lapiceras de escri-
da con la protección de los bordes de la pluma. El trazado de esas plumas bano* Un tipo de lapicera fuente que termina en un pequeño tubo metáli-
casi no registra surcos, pudiendo ser confundido con los de algunas plu- in, obliterado por un cono. Con la presión, el cono se recoge dentro del
mas fuente. Los grafotécnicos condenan ese tipo de pluma. 1 1 1 1 10 dejando pasar la tinta,
Las plumas metálicas son de uso relativamente moderno. Las prime- c1) Plumas japonesas; hechas de vidrio o plástico con varias espirales
ras fueron fabricadas hacia el año 1830. • |iir MÍ cierran en cono. La tinta se escurre entre las espirales, concentrán-
'•n las puntas.
5. PLUMAS DE PATO Y DE CAÑA </) Esferográficas; instrumento gráfico constituido por una pequeña
i • i .1 en el extremo de un tubo, dentro del cual existe una masa coloreada
Hace poco más de un siglo, las plumas de ave (principalmente de pato) i " ' i ' u .-ida especialmente. El trazado es de calidad inferior, comparada a la
eran de uso generalizado. Hoy, prácticamente no se ven más. • i i i.i|>¡/,. Con frecuencia registra líneas blancas (punto donde no hubo
El estudio del trazado de las plumas de pato ofrece interés al documen- ' u na del material) o motas (sobrantes de la masa, laterales o sobre el
tólogo cuando examina documentos de antigua data. n i iia/ado). Las primeras esferográficas, conocidas por birome, traían
Para la utilización de pluma de pato, el escritor necesita saber preparar- ni i .1 de tinta copiativa (defecto posteriormente corregido).
la y principalmente chanflearla. i M 1,1 actualidad, el uso de la esferográfica (ball-peri), predomina en
La pluma de caña aún es usada en algunos pueblos, principalmente en indo:; los países del mundo.
la India. Son preparadas con el auxilio de pequeños bambúes, . ' Hidrográficas; son fabricadas con punta de nylon, a través del cual
•doouadamente cortados. La escritura acusa un trazado relativamente ..... l u í nula coloreada en un reservorio interno de la lapicera.
' - ' . ] « •". i-.-isi .sin surcos. El uso, aun en la India, tiende a desaparecer, • i hrruencia, la punta no resiste el uso y al cabo de algún tiempo
l.nin- nn.Miiins, el empleo de ese instrumento sólo podría ser encarado como .1 producir trazos demasiado amplios o chanfleados, obviamente
u • MI M> de improvisación. u- di- surcos.
U-«i" ' id iniinrión se colocan instrumentos especialmente fabrica- " i o» comúnmente usada en las escuelas, en las demostraciones
''" pnrtii urlhli • "ir.un míos en general por una mina envuelta en madera. 1 U carbón también sirve para escribir en paredes y soportes
I .1 I M I I M ( > • > . h i 11 • u . i . -i i mi oirns envolturas y hasta sin ella. Generalmen- crayones especiales para dibujo. Lógicamente, son
"L 1 1 , i . g M U " (l.i|)¡/. común). i- M U Í . miles que pueden ser usados para escribir.
Olí u " u i " < i - 1 1 , 1 . 1 . i s ion mezclas diversas, dándoles colores
u "ii • '
122 GRAFOSCOPIA LA GRAFOCINÉTICA 123
15. OKIKNTACIÓN DE LA PLUMA I t ASPECTO DEL TRAZO DE TINTA CUANDO ES EXAMINADO AL MICROSCOPIO
I '", r . i v i h i u ' . < ! ' • l;i p l u m a , cuando se unen, forman la punta. Ésta, , Un trazo de tinta se ofrece frecuentemente al examen visual, con sus
nada < < » N .implindón, se presenta en pequeña línea recta, con laterales •Hilos uniformes. No será ésa la imagen en el examen al microscopio,
n n i ' i - • lontiriiilos. Algunas veces, el pico está desnivelado (por lo MUÍ gran ampliación. Los bordes se presentarán irregulares, con entrantes
• >t i Imlru-t h.i), sea de fabricación o por el desgaste de uno de los •ilientes, ora redondeadas, ora en ángulos. Esas expansiones irregulares
mi •n conocidas como dentadas o aserradas.
'. ni ¡' i.milo.'.r esa punta como una pequeña recta, ella se 1 Los dentados se producen por la difusión de la tinta, que se procesa de
pin,! u |> u i i < 1 1 ,i 1.1 I n ir.i de paula o desviada hacia la derecha ola kilo irregular, de acuerdo con la cantidad y con la capacidad de absorción
Í/.l| l.i I " -I l««.
•I papel soporte. Éste, en general, está constituido por una masa
126
GRAFOSCOPIA
LA GRAFOCINÉTICA 127
génea en la cual están esparcidas numerosas fibras. El poder de absorción
de los papeles es diverso, justificándose la anormalidad de las expansiones. U!»", de sombreado son cinco:
La formación del dentado sufre la influencia de la velocidad del trazo y ulti;
de la consistencia de la tinta, además de las condiciones del propio instru- 1 • Mitrado;
mento escritor.
Iniíhii
La tinta tomada por la pluma, en general queda depositada en una de sus mi" irkirbas, y
fases. En la parte cóncava de la pluma, generalmente vuelta hacia el escritor. • MI •
En los trazos laterales, producidos bajo la orientación vertical (picos, límente aparecen sombreados resultantes de retoques, reflu-
gavilanes paralelos a la pauta), el borde inferior del trazo recibe, por consi-
guiente, mayor cantidad de tinta. De ahí el hecho de que en ese borde se
forme una franja dentada más larga que la registrada en el borde superior.
Si el trazo es vertical (descendente o ascendente), las franjas laterales
tendrán el mismo largo.
>i iii/n irsulta de la abertura de los gavilanes de la pluma. Cuan-
En algunas escrituras anormales, cuando el escritor invierte la orienta- ilium, aquéllos se abren, depositando la tinta en la parte interior de
ción de la pluma, colocando el instrumento escritor cabeza abajo, o invir- ' muido la pluma está sin tinta, los picos apenas marcan, late-
tiendo la hoja de papel, la franja más extensa de los dentados quedará en la 1 los del trazo.
parte superior del trazo. Es el llamado signo de Meyer, encontrado i , i \nrcado, por consiguiente, el instrumento escritor deberá
comúnmente en las escrituras de los zurdos (sinistrografías). El signo de i ' i - "• " r.'ivilanes. Con la estilográfica, lápiz, etc., noseprodu-
Meyer también sirve para reconocer las escrituras imitadas, cuando el falsa- - l"'K|iu- existe un único surco, resultante de la presión.
rio coloca la hoja de papel cabeza abajo, copiando de atrás para adelante. •••i tipreciado bajo tres aspectos:
Curiosamente, un trabajo de imitación realizado de ese modo acusará un uní;
trazado con plenos y débiles localizados en los mismos trechos de las escri- A ¡ i I V
técnico/. Cuando el falsario minucioso imita la escritura con meniscos, LA GRAFOCINÉTICA 131
con frecuencia recurre a los retoques. Basta demostrar que se trata de
i ' I- I repasado de los picos de la pluma, y
retoque, y no de verdaderos meniscos, para desenmascarar el artificio.
• i le Continuidad en el trazo.
Esa distinción se hace con facilidad, con el auxilio de una buena lupa o del
• M i n i n o i i pode retoque habrá simple adición; en el primero, ade-
microscopio. Los meniscos no registran marcas de las puntas de la pluma
I K mu, it-iulrán que sobrevenir sobrecargas totales o parciales.
que sí se encontrarán siempre en los retoques (figs. 45 a 48).
• . i n i l u " , irlaiivos a los retoques serán completados en capítulo pos-
Algunas veces el menisco se extiende demasiado, sombreando por i. hl<H>
completo el núcleo del trazo. En esos casos se produce el empastamiento,
el que también puede tener otro origen (rebarbas, pseudo rebarbas o reto-
ques). •M' • l IIORRADURAS
/Con estas plumas los trazos se ofrecen sin surcado y con largo unifor-
me. No presentan plenos y débiles./ La ausencia de los dos surcos servi- "'"'.i -t)N KSFKKOGRÁFICAS
rá para distinguirlos de los trazos producidos con pluma común y pluma ........... iio j-.i.ilu o produce trazos análogos a los del lápiz
fuente. Es preciso considerar la existencia de algunas plumas, particular-
• I n i . h u i l i e n t o es impropiamente llamado pluma,
mente las plumas fuente, que no producen surcados, siendo uniformes los
....... 1111 l.i|'iccra. Su trazado no tiene surcado (sombre-
trazos grabados cuando no se ejerce presión. Por consiguiente, no se debe
1 1 n i , i de los picos) y los trazos resultan del movi-
decir, sin reservas, que el trazo examinado proviene de estilográfica (tam-
1 ' i i- i|Mi'rt¡i esfera, que se impregna de la masa coló-
bién llamada pluma de escribano). Es preferible consignar, apenas, que
ilii l.;i ausencia de surcado constituye una de las
muestra las características comunes a las de ese tipo de pluma (fig. 56). . • • • ! < los Ira/os de zsta pluma.
i ..... lu permitía copiabilidad debido a la calidad de
28. TRAZOS PRODUCIDOS CON PLUMAS JAPONESAS i|i ni.i-, Hoy en día este defecto no existe más,
" l.r, v compuestas por colorantes más firmes y
i Se presentan sin surcado y de largo uniforme, tal como los producidos
por las plumas estilográficas. Adémasela pluma japonesa no pasa de ser
KM c inconvenientes, las esferográficas tienen
un estilo/. Algunas veces, empero, además de aquellas características,
.......... - moralizado, siendo el instrumento gráfico
(muestran ligeras escoriaciones en el papel soporte; acompañando el surco.
1 < • i - " .1 .iclual. Produce un trazo seco; soporta
Ese hecho llevará a sospechar del empleo de la pluma japonesa, en lugar de
i ...... |>iaiile el escribir con mayor facilidad y legí-
la estilográfica (fig. 57). i i i M I , i obtener copias carbónicas; tiene un costo
(^Pero en general será difícil distinguir los trazos producidos por los dos
i", ntc, y p u colorante actual es más resistente a la
instrumentos gráficos.^ • i ...... 11 us que los utilizados en las tintas fluida&J
ii i i i . i . u i i - s , principalmente por su costo módico y su
29. TRAZOS PRODUCIDOS CON PLUMAS METÁLICAS COMUNES • i i " .1 í'.uirt el mercado internacional, siendo utilizada
M . . I M , ION demás instrumentos en conjunto.
Sus características varían mucho, dependiendo de las especies.
ii iluí Miiiriilólogos, entretanto, se levantan contra el
i n p-nn.il lo-; n;i/,os tienen dos surcos correspondientes a los gavilanes
'!• (.u Milán cu mucho el trabajo de los falsificado-
,l. [.i ,,ium.i i \nif(id(>). La mayoría de las veces, los deliés son finos, deli-
n .u iia/.ado Tullas y deficiencias susceptibles de
. ftdOI v i i i i i t l m (ti)'.. 58).
's provocadas por las reproducciones frau-
u) I'H \ rHimtn inos CON PLUMAS DE LAPICERA FUENTE ¡ > • • h ' i n . i n i . r. fácil, loda vez que dificulta la apari-
• ' i ...... 'i- "'. i ' i n i i . i i i o s de las falsificaciones, desde las
i i . inu'loi .i i.ni moimemente de acuerdo con el tipo de plu-
. i -mu i | > . i l i i i r i i t t \a ¡inserida del registro de deten* u-n
i i i . i i i > 1.1 inti mlii ili i" . i ¡ts<v. !<>'. ii;i/,os son reconocidos por la calidad
-I" i i . n r . l i . u- l.i masa coloreada hacia rl ':
LA GRAFOCINÉTICA 135
134 GRAFOSCOPIA
'• '||l(1 se trata de una deficiencia del depósito de la masa y no de
cuando su esfera se fricciona con el mismo. Sólo la rotación de la esfera unii nio).
permite la fijación de los trazos. De esta manera,^! ser ejecutadas las l" cslas fallas longitudinales (claros acompañando el sentido de
paradas, no hay ningún aumento de incidencia del depósito de masa, no • > N Mlúan en los bordes de la esfera, los trazos podrán aparentar
apareciendo nunca, por lo tanto, los desbordamientos que indican las deten- • ]nr se confunden con la indecisión.
ciones de la pluma, con instrumentos gráficos dotados de sustancias fluidas/ luí • de este tipo podrán ser eliminadas con los exámenes a la luz
—lapiceras fuente, plumas comunes, estilográficas, hidrográficas, etcétera. Mtmliados con instrumental óptico), o también por la atenta obser-
Pero si por un lado no dejan trascender importantes elementos denun- !• l.t olía margen del trazo (que no presentará las mismas saliencias
ciadores del trabajo imitativo, por otro presentan defectos o fallas en sus 1 • i'.u.ilelamente a las que son acusadas en la margen perjudicada
trazos, que pueden ser confundidos con algunos de los índices primarios de ul.u distribución de la masa).
las falsificaciones, por inexperiencia o descuido. ili i - 1 io común consiste en la acumulación de la propia masa en
El defecto más común y constante, que difícilmente deja de existir en M del instrumento. Con el aumento de la inclinación de la lapi-
grafismos realizados con esferográfica, principalmente en los producidos H-datles se depositan en el papel, al lado de los trazos,
por mano más rápida, es el que denominamos esquirla, consistente en \r confundidas con retoques. Nuevamente los exámenes a la
mayor cúmulo de masa, formando puntos empastados, dando la impresión " • • i ni eficaces para dirimir la duda, los que demostrarán que no
de tratarse de paradas de la pluma (figs. 61 a 65). '•• -Ir la esfera, en los trechos entintados (surcos que en caso de
Además, algunos peritos en informes presentados clasificaron tales 1 i- i i . u i existir). La propia posición de las suciedades también
fenómenos como detenciones de la pluma. 1 • - i - iruninación, toda vez que las suciedades de este tipo sólo
Tales puntos son causados por dos factores: d) reversión del sentido de Imlo del trazo en que la lapicera tuviera su mayor inclinación.
giro de la esfera; b) alteración brusca de la velocidad forzando a la masa a i aparecer borraduras, principalmente en los ataques de tra-
ser expelida con mayor fuerza/ • por la liberación de partículas resecas de la masa, que se
Normalmente, pues, ías esquirlas se localizan después de las alteracio- . '-gados a la esfera. En días y regiones de calor fuerte, apa-
nes del sentido direccional de los trazos, como por ejemplo en las lazadas n uria trazos de esferográfica conteniendo borrones y empas-
superiores e inferiores (al comienzo de los trazos descendentes, en las supe-
riores, y de los ascendentes, en las lazadas inferiores). Inmediatamente irngráficas, especialmente las de puntas más finas, podrán
después de las esquirlas, por lo general, se localizan pequeñas fallas en los • i i ido de los trazos, surcos sin masa, que aparentan ser bosque-
trazos. Son blancos, claros o sensibles disminuciones del depósito de la t El perfecto paralelismo entre los surcos y los trazos
más coloreada, pues la carga excesiva, liberada, lleva a hacer que la esfera los mismos fueron producidos por el borde de la lapicera y
dé una o dos vueltas en falso (sin que la masa entre en contacto con la mis-
ma). i IC recomienda que los exámenes sobre escrituras produci-
'Tules claros, que siguen a las esquirlas, podrían ser interpretados como MI iras sean efectuados con la máxima atención, para que
anormales. El simple examen a la luz oblicua revelará, •. i t l l . i s comunes a estos instrumentos no sean interpretados en
l.i rxi.siciicia del surco, mostrando que no hubo ninguna inte- i i v para que los elementos denunciadores de la imitación no
I I M | M |l.M ilrl IMiivilMII-IltO. • il-idos.
i I M I I M . u n í » IM-. tni/.os de esferográfica con el auxilio de lentes o de
microNCUpii) •. - u .ilpmos rusos a simple vista, se notará la presencia, en su
i HICIDOS A LÁPIZ COMÚN
• i'H ' i i i Mi is 11 estrías internas. Derivan de fallas en el
< l c | M . . i h , , i « |n mu i ' | n < M" i i > < . i uniformemente la superficie interior de la mas a lápiz, cualquiera que sea su naturaleza, no existen sitr-
estoru tas fallas son perpendiculares oíos tra* >l "• un • . n n - m U - j a d n ¡HH la presión, el que se denomina jonl.tyt
« 0,111 i ' . lililí i ' •!" mi. n i i m p i í l o s (del mismo examen preconizado
136 GRAFOSCOPIA
LA GRAFOCINÉTICA 137
Algunos escritores, hasta con lápiz, consiguen realizar trazos finos y
llenos, con las alternativas de los movimientos de presión (contracciones y
relajamientos musculares). Eso, sin embargo, no se confunde con . n» írritos CON PLUMA DE CAÑA
surcado. Además, los sombreados en las escrituras a lápiz pueden apare-
cer también en virtud del desgaste y facetado de la punta del instrumento. • i non espesos, en razón del tamaño de los picos. Aunque
Examinado al microscopio el trazo a lápiz común (de grafito), muestra I" i . u a ve/ presentan surcados. Casi obligatoriamente la
sucesivas ondas de pigmentación orientadas en el sentido de la dirección 1 • i insistencia pastosa, como las de carbón. Si no fuese de
(fig. 66). Ésta es la principal característica, sirviendo para revelar la direc- I H I I I . i absorbería el líquido escritor.
ción de los trazos de esa naturaleza, toda vez que en ellos, se consiguen dis-
tinguir los ataques de los remates, faltándoles el surcado. i íf ' ,VI .V /)/•;/, ASPECTO DEL TRAZO, COMO CONSECUENCIA DE LA
II i I 'I i A TINTA
33. TRAZOS PRODUCIDOS A LÁPIZ COPIATIVO Y DE COLORES i 1 1 ii.iiiintlcza de la tinta, ocurren cambios en el aspecto del
Cuando el trazo es hecho con lápiz copiativo, las líneas finas, conse- li(|inil;i o pastosa, las expansiones se aumentarán o dísmi-
cuentes al facetado de la punta, son más raras. También será más difícil ........ i h|ii. copiativa o de escasa resistencia a la humedad, las
observar las ondas de pigmentación ante la consistencia pastosa de la mina. •i i" i' ciilcntes se mostrarán de manera distinta.
Aun sin surcados, algunos escritores consiguen realizar sombreados, dismi- i ioi ado de la tinta no se realiza normalmente, dando un
nuyendo o aumentando la presión. Los trazos producidos con esos lápi- mii- al trazo. En ciertas tintas, enseguida de comenzado
ces, por consiguiente, poseen cualidades grafotécnicas inferiores a las de «IM i,i', sólidas en suspensión en el líquido se van concen-
los lápices comunes, con excepción de los accidentes del facetado. Lo H ii" il'-l i laxado. Éste ofrece entonces un aspecto curioso:
referido se equipara a lo de las estilográficas. Sólo con mucha dificultad y i < nj-ado y dos laterales descoloridos. A veces llegan a
bastante reserva, puede ser emprendido el estudio de la dirección del trazo ...... i'- «MI rasgo recubierto, cuando en realidad fue ejecutado
ejecutado con lápiz copiativo. '.' i ufantes como ése precisan ser esclarecidos e inter-
En los trazos producidos con lápiz de color, se encuentran en general llliliuln, por cuanto en caso contrario, podrían inducir apen-
las mismas características de las del lápiz común. H i i de un dibujo, con grave peligro de un error pericial
A Ululo mlnmiaiivn, toda vez que ese tipo de instrumento ya no se usa, MI i.i de ciertos papeles en la formación del trazo.
. I I K M U » ' , ' | M < l" trozos producidos con plumas de pato muestran caracterís- 11 "i" i'.n;i Asentamientos gráficos, absorben demasiada tin-
(i. ,i. i mi- ,1 IM M.ih/.ados con plumas comunes. En ellos, los sur- i.id.i.s expansiones laterales, provocando borraduras
(,/,/,', i i i M i | ' J M . , i (Mistantes, debido a la mayor maleabilidad de las "> «I ., limado). Otras veces las asperezas del soporte
[•mu i i Imito mi u . n i . n i el papel ni marcan surcos (ofoulages), aun ' i ' i ' M u , , (v;rribir con menor presión, modificando las
ron hu ii' | n • i ' u ha/.ado. Finalmente, muchas condiciones
• i " " ' 1 ' '" .r. liman accidentes en el trazo, ¡ t l j M i i n » 1 . •!.
I
SUCCIÓN PATRIMONIO INVENTARIO CSIB
138 GRAFOS COPIA BIEN CON EN N* _2
!•';< liiu-h 1,1 « iWHWNTKS Y FIRMAS " -Ir |'il;i es la designación individual. Los apellidos pueden
"inpueslos. También son llamados patronímicos, apodos,
l..r. • -',. mi i i . i . i ' i .. n i . n i wmo frases o como firmas, cuando se cons- t< r\ >mi nales. Títulos profesionales o de nobleza, así como
. u ! i i. i-i i o i i v i - n r i i m u l del nombre de [apersona. • I - nominaciones, pueden aparecer completando el nombre.
1 , < > ' . r . i . i i i inn - i i ' 1 1 1 ni.r. i n . Mi-mpre guardan las mismas caracterís-
SECCIÓN PAIR1MONIU I N V t N l A W i
148 GRAFOSCOPIA BIEN.CON EN N,
DIVISIÓN INICIAL
Con los resultados de las mediciones se harían diagramas en los cuales Desafortunadamente, algunos laboratorios de policía técnica elaboran
las absisas marcarían el promedio de las alturas minusculares y las ordena- laudos con base en la grafometría. En una mera demostración de atraso
das la respectiva frecuencia. Entonces sería fácil observar el comporta- técnico.
miento de las curvas. Si las líneas se superpusieran se tendría un calco. De todo el esfuerzo de la grafometría sólo se aprovecharon observacio-
Si fuesen análogas sería porque las escrituras provendrían de un único nes de orden general, como las relaciones de proporcionalidad gramática,
puño. Las desemejanzas o desencuentros probarían la dualidad de origen. ya referidas y conocidas anteriormente. No demandan mediciones, siendo
Como se ve, todo el esfuerzo grafométrico se dirigió en el sentido de fácilmente demostrables (figs. 114 a 116).
objetivar características, transformándolas en números y gráficos.
Por lo que fue sumariamente expuesto se verifica que la grafometría se 12. LIMITANTES VERBALES o GRAMÁTICAS
basa en promedios tomados de las medidas. Por lo tanto, las característi-
cas gráficas precisarían ser numerosas para disminuir los errores posibles Son llamadas de este modo las pequeñas líneas que delimitan las bases
en el establecimiento de los promedios. y topes de los gramas. En las bases están las limitantes verbales inferio-
Ahora, en los casos concretos, son raras las escrituras que contengan res; en los topes, las superiores (fíg. 117).
características repetidas en número suficiente para el análisis grafométrico. Para trazar las limitantes gramáticas se debe partir de las bases y de los
Sólo cuando hubiese una serie de firmas impugnadas al lado de una lar- lopf; de la primera minúscula, despreciándose las mayúsculas. Continúan
ga serie de firmas patrón, o cuando los textos en cotejo fuesen excesiva- i" 11 ;i/.os, ligando las extremidades de los gramas, y cortándose las pasan-
mente largos, la grafometría podría ofrecer alguna solución.
Tales casos, infelizmente, son rarísimos en la práctica, constituyendo i Con la marcación de las limitantes, los hábitos gráficos pueden traspa-
los de más fácil y segura decisión pericial, aun con el empleo de procedi- se. Se revela la proporcionalidad de las minúsculas, una en confron-
mientos más simples y menos trabajosos que el grafométrico. i con la otra. La ampliación o reducción del calibre de determinadas
Además, si la grafometría tiene por fin la objetivación de los resultados 1 " i -e manifiesta en el alejamiento o en la aproximación de las limitantes
para la apreciación judicial, sería indispensable que el magistrado pudiese •"i" i lores e inferiores. También se trasparenta la situación de los gramas,
controlar las mediciones realizadas por el perito, verificando la corrección It ii i ir ion con las líneas de pauta o de base, cuando éstas fueran adecuada-
de las medidas. En caso contrario quedaría sin ninguna fiscalización el -.rnaladas.
modo de actuar de los peritos deshonestos y capciosos. i «i la llamada escritura gladiolada las limitantes superiores e inferiores
El trabajo grafométrico, ejecutado conscientemente, demanda aprendi- • " 11 .ni progresivamente. Los gladiolados se muestran bajo tres aspec-
zaje y empleo de lupas y aparatos especiales. Para su elaboración, se n quipos o complejos gráficos; en vocablos aislados; en el conjunto de
necesitarían varios días. ¿Cómo iría a proceder el magistrado, sin práctica ' Mineadas a través de la página. Son los llamados gladiolados de
• •u r-.r ('.CHITO dr operaciones, desprovisto de instrumental y absorbido por ••ipirjos, vocabulares y lineales (figs. 117 a 119).
d M - I V H 10 |Milic¡al, en general, ya de por sí enorme y exhaustivo? Tendría I • >-i xhuliolados pueden constituir hábitos, de los cuales el escritor no
• i'" - i - i .u '!' sel iuez para transformarse en perito. Por consiguiente, ni ' ap.iiiarse aun cuando intente disfrazar su grafismo.
i" i -.o i l i r . i L i i i v o , la grafometría puede ser aceptada, a no ser acce- i u l . i escritura filiforme las limitantes superiores e inferiores casi se
' < "Mío '.imple corroboración en los casos en que su aplicación twiul neii algunos trechos. Eso es porque varias letras son simplifica-
iu. rii uiii, • limitándose en un hilo (fig. 120). De ahí el nombre de escritura
i * cu i n . ' I L - I lu.ula teniendo a la vista ciertos peritos que se pro- líl tiliformismo puede aparecer en el medio de dos vocablos;
• I .mi .u wt'tliin il l.i , ¡ñu ni xnifométrica, con la cual pretenden solu- iiruiencia aparece en los finales. Los grupos in y mente son los
• M ' i u i | i n i l ' l i || . »pn u.-; Los que proceden de esta manera lo rucia, sufren esa transformación.
Imiten p u l • • • • • i | - i . - !>..•. H ( > inconfesable de epatarles bourge-
CUALIDADES GENERALES DEL GRAFISMO 159
158 GRAFOSCOPIA
escritura fue realizada lenta o velozmente. En muchos casos aparecen
dulices expresivos de exagerada rapidez, traducidos en simplificaciones y
13. VALORES ANGULARES Y CURVILÍNEOS U* ves toques de pluma.
Son las únicas apreciaciones, las relativas a la velocidad, que en los
La escritura se realiza en curvas o ángulos que pueden ser señalados y • .r.os se ofrecen al examinador en las piezas ya elaboradas.
medidos. En algunos escritores predominan las formaciones curvilíneas; Pero si el escritor se presenta al técnico, son otras las observaciones que
en otros las angulares. i - " l i a n ser recogidas en lo que hace a la velocidad del grafísmo. Si no
En todos los grafismos, sin embargo, coexisten, en general, ángulos y 1-1. .miaran mayor utilidad práctica, al menos esclarecen varios hechos de
curvas. Es necesario anotar los puntos en que aparecen los ángulos y las M U Í . i importancia.
curvas, y también, si esas formaciones constituyen o no hábitos gráficos. Presentado el escritor al técnico, a través de diversos procesos se podrá
Errores en el trabajo copiativo pueden ser cometidos con formaciones cur- MU i i n la velocidad con que se escribe. Freemah>riotable psicólogo norte-
vilíneas o angulares en trechos que en las piezas patrón se presentan inver- i-ino, puso la mano para ese fin en la máquina fumadora. Regulando
samente (fígs. 121 y 122). I ii Aposición de cada cuadro en 1/25 de segundo, con el objetivo provisto
Las medidas de las curvas dan los valores curvimétricos; las de los <i< l' tilo de aproximación, filmó el puño en el acto de escribir. Revelado el
ángulos los valores goni orné trieos. i i i m rada cuadro, con la eliminación del anterior, registró el trazo ejecuta-
n esa fracción de tiempo.
14. ASPECTO GENERAL DEL GRAFISMO Recurriéndose a ese procedimiento se verificaron resultados altamente
u alivos. Se comprobó que los trazos no son ejecutados a igual velo-
Pasamos ahora a la exposición de las cualidades generales del grafismo "i "I. extensiones lineales correspondientes son realizadas a diferentes
de naturaleza subjetiva. luí ulules por el mismo escritor, variando aun esos impulsos entre los
Comenzaremos por el aspecto general. Él traduce la, impresión de »;, individuos. Existe al respecto un campo de variación imposible
conjunto de la escritura, integrada por sus diversas características. Es la i lij;ido.
fisonomía gráfica a la cual los franceses llamaron también el aire de la i ' u a una mejor comprensión de los resultados pueden ser ofrecidos los
escritura. Aspecto general del grafismo, fisonomía gráfica o aire de la nirs ejemplos; un trazo de 2 mm gasta algunas veces en su ejecución
escritura son expresiones sinónimas. No constituyen características dis- i m l a d Freeman (1/25'); otro de menor extensión (1 mm) podrá reque-
tintas. IH-S o más unidades de tiempo. Una letra del mismo tamaño lleva-
Ese aspecto general queda irreconocible, comúnmente, en los casos de ' i" i U 1 ' para su ejecución, otro escritor hará la misma letra en 8 a 12 UF.
disfraz. También casi generalmente es alcanzado por el falsificador cuan- l'i i" u n í mando sea igual el número de unidades, éstas pueden variar en
do emprende una imitación. Sólo en casos especiales, se muestra conver- "iidades(fig. 125).
gente o desemejante en las dos hipótesis mencionadas. De ahí su relativo • l'in-de comprender el alcance de esas verificaciones. Revelan la
valor como elemento grafotécnico. I u existencia de valiosas cualidades registradas en el trazado.
• i ivonocía y sentía la presencia de esas cualidades pero no se sabía
I '. \'i ¡«i n>\¡> <;HÁFICA • .laban contenidas en la escritura.
• l i o surgieron declaraciones acerca del hecho de que el grafismo
i >' .i' ii- t i l . . i oii lo expuesto, los trazos se desenvuelven con mayor o r/.i.'fj indefinido, inexplicable, no susceptible de demostración,
i . l,i velocidad gráfica, que ahora va a ser analizada. i i|n> iodos sentimos, y que sirve para su identificación. ¿No estaría
• DI MU l.i vcini u l a i l ciertas características quedan impregnadas .u ion del misterioso formniveau de Ludwig Klages, o de la cri-
m .-l h | > h l > l i - , dr apreciación. Habituándose a observar- MOII, el alma de la escritura, usada por los viejos maestros
l,i i itnlVcción rápida o morosa de la escritura. i >i'-cursores de los modernos peritos calígrafos?
No K<Mn H l t ni • i i i i t l i | U K ' i |HTsona está capacitada para decir si uní
160 GRAFOSCOPIA CUALIDADES GENERALES DEL GRAFISMO 161
Los resultados experimentales de Freeman son tan importantes que se n.ii Lis características que dependen de la presión, unas en confrontación
llegó a la convención de adoptar las iniciales UF como medida de la velo- Lis otras, en la secuencia gráfica. Ahí, entonces, se traslucirá el llama-
cidad gráfica. Sólo que, al revés de 1/25 de segundo, los autores dieron • In / iimo de presión.
preferencia al 1/24 de segundo, que es la velocidad de las tomas cinemato- Algunos escritores mantienen el mismo ritmo, con mayor o menor pre-
gráficas, cuando se pretende registrar movimientos normales (tiempo cine- Otros presentan ciclotimias, irregularidades y desconexiones.
matográfico). lixisten especialistas que gustan mucho de la expresión peso gráfico.
Ahora, si las cualidades aparecen en el grafismo dependiente de los i 1 * aracterística no se distingue de la presión. El peso gráfico puede ser
impulsos naturales de velocidad variable; si esas características, después de • i ii'k-cido experimentalmente. Para ese fin será indispensable la presen-
registradas en el soporte, pueden ser apreciadas de manera apenas instinti- i i 'leí escritor. La presión podrá entonces ser pesada recurriéndose a
va, sin existir para los mismos un proceso demostrativo, si ellas se ofrecen s procesos no enumerados aquí, por falta de interés práctico dentro del
altamente indívidualizadoras para cada escritor, adquiriendo en ese particu- i'n'1'i'sito de este libro. En los casos concretos en los cuales escritos ya
lar hábitos inconscientes siempre diversos de los hábitos de los demás • i-lidiados son exhibidos al técnico, no será posible pesar la presión o esta-
escritores, ¿no estaría ahí un argumento práctico, experimental, en favor de M' • ' i el peso gráfico. Todavía algunos autores como Minovici preconi-
la individualización y de la imposibilidad de ejecutarse una falsificación
' :in .ilgunos procedimientos que nos parecen imprecisos y peligrosos.
gráfica perfecta?
El argumento es impresionante y posiblemente resistirá la crítica de que
será objeto por parte de los escépticos en cuestiones grafoscópicas. RITMO GRÁFICO
¿Cómo podría el falsario realizar una copia perfecta, cuando desconoce
lis una expresión muy del gusto de algunos grafotécnicos, aunque
la presencia de esos hábitos a los cuales le sería imposible adaptarse, pues
n ' i l t a imprecisa y difícil.
ni siquiera tendría fuerza para contrariar sus propios hábitos en oposición?
El ritmo gráfico consiste en la cadencia de los movimientos, compren-
Ante todo, los falsarios no saben siquiera de la existencia de los referidos
• li' mío las formaciones armoniosas o contrahechas. Existen escrituras de
hábitos o de sus causas. i Hiño débil y de ritmo fuerte.
Y si nosotros, técnicos, nos sentimos algo decepcionados por no encon- El ritmo está en la dependencia de la educación del gesto gráfico y de
trar medio de disección objetiva de esas cualidades, por otro lado debemos In habilidad muscular del puño escritor. Para su evaluación el examinador
quedar reconocidos a esa deficiencia nuestra que nunca permitirá a cual-
i'M i isa estar también educado.
quier falsario penetrar en los misterios de los hábitos gráficos.
El mismo se verifica en relación con la música. Los compositores,
lirtí haros o civilizados (educados), sienten el ritmo de manera diversa y de
16. PRESIÓN •vuordo con esa manera de sentir elaboran sus composiciones. El oyente
también pasa por esta estela.
A la tuerza ejercida en sentido vertical se la llama presión. Las mar-
Todas las escrituras, por lo tanto, poseen ritmo. Hasta las llamadas
i a-¡ ilr l.i presión dependen de la naturaleza del instrumento escritor y del
• licas no pasan de la decadencia inarmónica, comparable a los sonidos
oportí V mulos predominantes en las diferentes tonalidades de los pueblos primi-
i i" i'.»mas que tienen el hábito de escribir oprimiendo demasiado
tivos. Sin embargo, ciertos ritmos inferiores podrán ser aceptados por
• n i m i ni" p.Lhro. Aparecen, entonces, escrituras fuertemente presio-
"•. mes poco evolucionados, como armonías agradables.
ntulii Ulroit ONcribcn levemente, tocando apenas con la punta de la pluma
ht examinador puede apreciar el ritmo gráfico pero para calificarlo
rl'li i- '!• I |M|irl Son las escrituras leves.
ilrlu-iá proceder con cautela. En los trabajos comparativos, empero, estará
l ' |ui 11 u'ti I invs dejadas por el contacto de los picos délos ins-
• .'i'.intado para verificar si las dos series de escrituras en cotejo presentan
i u "'••'• I -.niiortc, dependientes de la presión y de otras
Mimos análogos o no.
• .MI i luilliuln on un capítulo anterior. Resta apenas exami-
La escuela alemana de grafología da gran énfasis al ritmo gráfico, de
162 GRAFOSCOPIA CUALIDADES GENERALES DEL GRAFISMO 163
acuerdo con las enseñanzas de Klages, su jefe espiritual. Discípulos del las letras. Pero le faltarán la velocidad y la desatención de los grafismos
eminente filósofo alemán se esfuerzan en la demostración de esas caracte- evolucionados.
rísticas, como se verifica en el trabajo de Ana Stein Lewison, en su libro Cuando hablamos de un alto grado de habilidad del puño escritor con-
Handwriting Analysis, publicado por la Universidad de Columbia. sideramos su capacidad de realización grafoscópica y no caligráfica.
Por lo que parece, esos esfuerzos, a pesar de loables, no tuvieron éxito, Uno de los cuidados preliminares del grafotécnico, cuando tienden mano
siendo insatisfactorios los resultados para la grafoscopia, ciencia práctica • ni caso concreto, es verificar el grado de habilidad del puño escritor, ^pre-
por excelencia. munió apenas esa cualidad pueden ser producidas exclusiones sumarias.
Es evidente que un escritor de un grado de habilidad gráfica inferior al
i|iir so trasluce en la escritura cuestionada, nunca conseguirá imitarla con
18. DINAMISMO GRÁFICO
iili'mia posibilidad de suceso. El mismo razonamiento podrá ser aplicado
Expresión moderna, también de difícil y vaga concepción. m » usos de autoría gráfica, tanto de escrituras naturales como disfrazadas.
Ese elemento tal vez pueda ser comprendido como el estudio concomi- lí* una imposibilidad orgánica, que por sí sola es suficiente para autorizar
tante de la fuerza, presión y velocidad. pronunciamientos periciales excluyentes.
Para algunos, ciertas escrituras son dinámicas, al paso que otras no lo
son. Todas son dinámicas porque siempre representarán el resultado de '' ÍNDOLE GRÁFICA. CUÑO GRÁFICO. PORTE DE LAS LETRAS
fuerzas empleadas.
En la comparación se puede decir si dos escritos poseen dinamismo i .ins y otras expresiones son usadas algunas veces por los peritos en
correspondiente o no. • i l nidos. Pero nunca conseguimos penetrar en sus acepciones, parecién-
La escritura dinamogénica es aquélla de movimientos extremadamente que no se trata de características gráficas distintas. Son apenas
rápidos, aunque ejecutada sin mayor presión. palabras.
índole sería la tendencia del grafismo, pero tal concepto no podría ser
lo en la grafoíécnica. Además, los que usan la expresión parecen
19. GRADO DE HABILIDAD DEL PUÑO ESCRITOR
i|>U-arlaenese sentido. La índole podría ser concebida como el con-
A los que están habituados a examinar escritos casi siempre les resulta < l r características individualizadoras de la escritura, las cuales el
relativamente fácil reconocer el grado de habilidad del puño escritor, apre- • ' i Difícilmente descartaría. Eso es porque no consigue contrariar la
ciando diversas cualidades del grafismo. Además, muchos legos están ''•'• • !<• su grafismo.
capacitados para hacer esas verificaciones. I " mismo sucede en relación con el cuño gráfico. Éste no puede
En primer lugar cumplimos en distinguir las cualidades grafotécnicas 1 < i sino la propia escritura, individualizada a través de sus caracte-
de las cualidades caligráficas. Una escritura evolucionada, para el grafó- • Analizando el grafismo en sus eleñientos constitutivos se llegaría
logo o para el perito gráfico, no es la que posee formas elegantemente eje- i < i •!< < <T el cuño gráfico. Ése, casi siempre, es el objetivo de la pericia.
i ni.iilas. De cierto modo, ni la legibilidad de los caracteres influye en la " i , por lo tanto, que dos escritos muestran cuños diferentes, no sig-
i i i l i l n .n mu de los grafismos. novo fundamento adicionado corroborando la conclusión. Sería
líl p . i l n i í - i IIK-O considera la escritura superior como aquélla realizada • lúe afirmar la diversidad de las personalidades gráficas, justa-
i u t . . i M M I . .un. me. rsiocs, sin mayor atención al proceso gráfico. Esponta- N " i n f l l o que el perito procura demostrar a través del análisis sistemá-
i i ' «i n i • • i i . i - i v iiutomatismo son las principales cualidades para la 1 i- < .nacieres.
i ,M.I' i i« I r i . i l r . i i i K superior. 1 ' i-ii-.ión porte de las letras también es comúnmente utilizada por
i . , i , i . u | . i . l . i . .lilamente caligráfica, constituye, al contrario, lisios, no sabiendo cómo expresarse, acostumbran decir a veces
| i i i « i i > l , i < l j'.ialuscópica. Sin duda, demostrará que el i n i n a s no son del mismo puño porque presentan cuerpos de
,. i| . .i- ilíbujur, con claridad y elegancia, las formas di «' iiii's. La expresión es incorrecta e imprecisa.
GRAFOSCOPIA CUALIDADES GENERALES DEL GRAFISMO 165
164
Según parece, cuando se habla de porte de la letra, se desea llamar la ampliamente discutidas cuando tratemos los textos dactilografiados, en un
atención sobre las características del trazado. Esas características, sin capítulo posterior de este libro.
embargo, precisan ser estudiadas minuciosamente, no correspondiendo
referirse a ellas de modo genérico. 23. MODISMOS. MANEIRISMOS. IDIOTISMOS GRÁFICOS.
IDEOGRAFISMOS. IDEOGRAFOCINETISMOS
21. PROYECCIÓN DE LA ESCRITURA Todas las características gráficas pueden presentar aspectos particula-
Es un elemento gráfico en que se considera la dirección de los asenta- re», constituyendo verdaderos modismos o maneirismos.
mientos juntamente con su ritmo y velocidad. Escrituras de proyecciones lisos modismos o maneirismos eran conocidos antes como idiotismos
• "i/iros; algunos preconizaban, por motivos filológicos, la modificación
diversas son aquellas, por consiguiente, que no obedecen a direcciones aná-
IÍHIII ¡(¡tomismo.
logas (fig. 123). Preferimos usar el término ideografocinetismo, que mejor se combina
l.is modernas tendencias de la grafotécnica, seriamente empeñada en el
22. ESTILO. REDACCIÓN. ORTOGRAFÍA. HÁBITOS DE LA Mluilio de los movimientos.
DACTILOGRAFÍA, ETCÉTERA iVro importando poco la designación, con esas expresiones o palabras
miores quieren traducir las cualidades que trasunta en la escritura de
En los exámenes gráficos frecuentemente el perito dirige su atención
i I" particular cada escritor. Por lo tanto, el ideografocinetismo no pasa
hacia las cualidades que no son propiamente de naturaleza grafotécnica.
• un movimiento gráfico peculiar, que puede dar origen también a un
En casos especiales, el grafocrítico debe examinar el estilo. Cada
* • li" • '.pi-cial o no.
escritor tiene su manera particular de expresarse. "Le style c'est
'•MI duda, son características de gran importancia. Sirven para indivi-
l'homme", ya decía Buffon. 'i i-l trabajo gráfico, permitiendo su identificación. Corresponden a
La estilística constituye la especialidad que suministra subsidios valio-
idos puntos característicos dactiloscópicos.
sos al documentólogo. Pero para reconocer el estilo muchas veces se exi-
Puní i'-conocer la presencia de un ideografocinetismo es indispensable
ge alguna preparación técnica especial. El hábito de la lectura sirve, con
^•g" práctica en los cotejos gráficos. Esto implica decir que sólo el
frecuencia, para capacitarse en las diversidades o semejanzas de estilo.
un o t-stá calificado para esas verificaciones.
Muchas veces, sin embargo, sin encontrar sensibles diferencias de esti-
' " rumor lugar, el número de ideografocinetismos es limitado, siendo
lo, hábitos particulares de redacción auxilian al perito en grafoscopia en la
M t t . l t - (--.tablecer para los mismos una nomenclatura particular. Ade-
solución de sus problemas. Existen escritores que no gustan de emplear
9*0, su caracterización es variable. Aquello que en una escritura o
repetidamente las mismas expresiones y palabras. Todos esos maneiris-
uiado cotejo gráfico pueda ser interpretado como maneirismo
mos deberán ser anotados por el técnico, prestando valiosos subsidios en
• i'n ule esa significación en otro grafismo o cotejo.
muchas cuestiones. • i ' i ' urndió establecer un método de identificación grafoscópica
1.a ortografía también proporciona datos importantes. Los errores
• l<- i-sos maneirismos. Era la llamada teoría de los idiotismos
tu t u ) ' i ; i l ir os deben recibir particular atención.
Si la pieza cuestionada poseyera determinado número de idiotis-
1 n H i a s i l , la confusión ortográfica auxilia en mucho al grafotécnico,
nin :pondencia en los patrones, las escrituras cotejadas no serían
I ,M Formal optativas y la anarquía motivada por diversas reformas ortográ-
H «IrI mismo puño. Si hubiese correspondencia se debería con-
1 1 » .1 ln i < | n r ie i l u d i r í a admitir una ortografía particular para cailn
ilnilklad.
Qgl i i l « i
' • M I I iie abandonada a pesar de lo cual los ideografocinetismos
' 11 u n í i i i l.i m . i q u i í i a de escribir, el dactilógrafo lo hace di
i i ' i n u l o cuidadosa atención.
i n a i n ' i . i ' l i t m i i I U di "i i'i-i.idor. Acaba adquiriendo hábitos, de loi
i i -o grafístico se basa apenas en determinados elementos.
' n.il' > i. • ni ii|uicni u n i r t oum-ncia. Estas cuestiones scrrtí
ÍKCCION ^ A l K l M O N l Ü I N V h N T A K I U
GRAFOSCOPIA B!EN_CON,EN
166
Las conclusiones sólo son alcanzadas después del análisis de todas las
características, sean de orden general o de naturaleza morfocinética. De
ahí el abandono de ciertos métodos, como el morfológico, el grafométrico,
el grafológico, etcétera.
Es preciso tener en consideración que los ideografocinetismos pueden
no aparecer en una pieza gráfica. De ahí la razón por la cual algunos estu-
diosos prefieren, justificadamente, la expresión dominante gráfica. Por el
mismo motivo los peritos exigen siempre una serie de escrituras patrón a ¡
fin de no dejarse engañar por variaciones ocasionales, aunque sean peculia-
res. Este hecho explica también por qué la ausencia de uno o más ideo-
grafocinetismos no autoriza de inmediato a una conclusión negativa, esto
es, el hecho de que las escrituras cotejadas no se originaron en el mismo
puño.
Por otro lado, muchos maneirismos son susceptibles de ser reproduci- CAPÍTULO X
dos por el imitador. Otras veces coinciden fortuitamente. Por lo tanto, la
repetición de más de un modismo y aun de todos, no siempre autoriza a una FALSEDADES GRÁFICAS. FALSIFICACIÓN
SIN IMITACIÓN Y DE MEMORIA
identificación gráfica.
Por las explicaciones vertidas, se desprende la falibilidad de la teoría
de los ideografismos.
Para los casos de imitación gráfica, el técnico siempre da mayor valor a
los ideografocinetismos poco aparentes (inconspicuos), porque ésos, con
mayor probabilidad, podrán escapar a la atención del falsario (fig. 124). ' II ¡11-¡('ACIONES GRÁFICAS
En las cuestiones de autoría, lógicamente los maneirismos inconscien-
• <• n los tipos de falsificaciones gráficas:
tes son los de mayor significación. El escritor, no conociendo las peculia-
ni imitación;
ridades, no las descartará, a no ser, acaso, cuando intente disfrazar su escri-
• ili memoria;
tura. ) (mi uuil;ición servil o con modelo a la vista;
La propia evaluación del modismo depende por lo tanto de la especie
• .ilro, y
en examen. I IIMI imiíadón libre o ejercitada.
2. Velocidad. Sería imposible la realización de todos los movimientos Por otro lado, si algunas características de orden general se pueden ase-
con igual velocidad. Conforme lo ya referido, ni el propio perito está capa- mejar en dos grafismos, la concordancia de todos, aunque admisible en casos
citado para reconocer y demostrar diferencias o coincidencias particulariza- cxcepcionalísimos, es mucho más difícil.
doras en cada trecho de trazado, dependientes de la mayor o menor rapidez.
Subjetivamente, él verifica o siente esas cualidades. Objetivamente, sin H . RESUMEN DE LAS CARACTERÍSTICAS DE LAS FALSIFICACIONES SIN
embargo, sólo puede clasificar el grafismo en largos grados de variación de IMITACIÓN
velocidad (escritura rápida o lenta). Ahora bien, si apenas en grupos se
encuadra la apreciación más objetiva de la velocidad, en ese particular las De acuerdo con lo expuesto se debería diagnosticar la falsificación sin
escrituras deberían ser divididas en tres: grafismos de grande, mediana o copia cuando se verificaren:
pequeña rapidez. a) formas desemejantes, y
b) formaciones gráficas distintas.
3. Presión. Casi las mismas ponderaciones podrían ser transcriptas Las cualidades generales divergen mayoritariamente; excepcionalmente
aquí; apenas se debe resaltar la menor dificultad para el reconocimiento de pueden presentar concordancias.
las características particularizadoras resultantes de las presiones que, en la Por lo general las falsificaciones sin imitación ofrecen un cuadro de dife-
mayoría de los casos, conforme el instrumento gráfico utilizado, quedan u-nciación integral, sea en los elementos de orden morfocinético, en las
estereotipadas en el trazado. raiacterísticas específicas del trazado, o en las cualidades generales (figs.
4. Ritmo y dinamismo gráfico. Raramente son observados en concor- I !6, 127 y 145 a 150).
dancia. Aun así, pueden existir grafismos distintos con ritmos y dinamis-
mos aparentemente análogos. Son raros pero se admiten. '), FALSIFICACIONES DE MEMORIA
5. Proyección del grafismo. Con mayor facilidad las concordancias Son aquéllas ejecutadas con auxilio exclusivo de la memoria, por quien
pueden aparecer. yii vio anteriormente una determinada firma o escritura auténtica.
6. Desenvolvimiento gráfico. Dependerá de la extensión del texto; El autor de la falsificación, por consiguiente, no está en posesión de
las firmas son consideradas textos cortos. Miniii-io físico para sacar copia de él. Reproduce aquellos contornos que
• ousiguió guardar en su memoria.
7. Alineamientos gráficos. Las semejanzas se producirán en la pro- En general comete errores, pues se olvida de algunos formatos. Ello es
porción 1:5. • Hiisecuencia de los lapsos de la memoria.
8. Espaciamiento gráfico. 1:5. Por consiguiente, en las falsificaciones de memoria, trechos formales se
"I i '-ron semejantes al lado de otros divergentes. Será obligatoria esa con-
9. Calibrado. 1:3. ..... niancia para que la cuestiones se encuadren dentro de las características
10. Relaciones de proporcionalidad gramática. 1:10. • i - l.r. falsificaciones de memoria.
11. NATURALEZA DE LOS LAPSOS DE MEMORIA lin general las falsificaciones de memoria están relacionadas con un gra-
I1 1111 > determinado, recayendo casi siempre sobre la firma. Es lo que sucede
Las fallas de los falsarios son de dos naturalezas. > « - n Lis firmas legibles, en las cuales el nombre de la víctima está reproducido.
Algunas formas se graban en la mente del falsificador y él las reproduce. Algunas veces, sin embargo, el falsificador apenas se limita a reproducir
( M í a s , sin i-mhaij'.o, son olvidadas. La sustitución se procesa con el empleo nacterísticas de una clase de grafismo, sin particularizar al escritor.
• ir i m i n . r . i l i i n n i i c s , coexistiendo semejanzas y diferencias morfológicas. I v esta manera proyecta rúbricas arbitrarias, asentamientos contables,
* >h.r. vi-t rs «•! hilsilicudor no guardó bíen la ortografía del escritor-víc- i lluras enmarañadas o femeninas, etcétera.
i » . iihh i . i » i | i | r . . . ultimas veces, de palabras o firmas con ortografías C'on esos procedimientos consiguen eludir a los que no saben quiénes
l . i l < . i M M i f s .son frecuentes en los vocablos de consonantes ""ii iMS encargados de esos asentamientos, desconociendo las respectivas
A • • • . i i i ,1.1 nombres y apellidos son suprimidos. " i , icn'sticas gráficas. Existe tan sólo reproducido de memoria, un tipo de
!'• i " i " \ . . i i ] . > . . >M H".|MV|O ¡ilas falsificaciones sin imitación, las • 'i r.ino, y no una copia de la escritura de determinada persona.
« l i v r i ! • IR'i ti i. (iiilul i Inicien «penas caracterizan la especie gráfica. 'lanío la falsificación de memoria como la sin imitación están encuadi.»
t-AlRlMUNIU INVtNIAKIU
176 GRAFOSCOPIA
BIEN^CON.EN Ni
das dentro de los tipos de falsedad que el lego está capacitado para recono-
cer. Existe, apenas, el peligro de confundirlas con las automodificaciones
por disfraz, conforme se verá en capítulo posterior.
CAPÍTULO XI
FALSIFICACIONES POR IMITACIÓN SERVIL
1. CONCEPTO
Las falsificaciones por imitación servil son aquellas en que el falsario,
colocando el modelo frente a él, lo copia servilmente.
El imitador queda esclavizado al modelo. De ahí la clasificación de
servil. Otros la llaman también falsificación con modelo a la vista.
Las falsificaciones por imitación servil y algunos calcos son considera-
dos tipos de falsificación lenta.
semejanzas morfológicas son, en general, obligatorias para caracterizar las ven con igual rapidez. Existen trechos elaborados menos velozmente al
imitaciones serviles. lado de otros realizados a gran velocidad. Esas diferencias imprimen al tra-
zado su aspecto natural y espontáneo. Con igual velocidad difícilmente el
escritor consigue la dirección deseada. Cuando copia servilmente, sin
4. GRAFOCINÉTICA
embargo, la voluntad interfiere, provocando indecisiones o cambios de direc-
Las divergencias en los elementos grafocinéticos son fatales. Ademas ción cuando el trazo diseñado se va alejando del modelo. Ése es el origen
aparecen en todos los casos de falsificación gráfica. normal de las indecisiones. Por eso, con frecuencia, son encontradas en las
Es bien cierto que el falsario hábil será capaz de obtener algunas carac- imitaciones serviles.
terísticas grafocinéticas, pero fallará en la mayoría, especialmente aquéllos
menos conspicuos. 7. TEMBLORES GRÁFICOS o TREMULACIONES
El falsario habilidoso raramente apela al proceso de imitación servil.
Sólo lo hace cuando copia escrituras primarias. La finalidad específica de este tópico no se encuentra en el estableci-
miento de los diagnósticos diferenciales de los tipos de temblores auténticos,
muí cuando en casos específicos y aislados, éstos puedan aportar colabora-
5. NATURALEZA DEL TRAZADO
ciones interesantes.
Aquí está el punto de diferenciación entre las imitaciones serviíes y las Nos preocupa el ofrecer nociones prácticas conducentes a la determina-
libres. En algunos casos también servirá para distinguirlas de los calcos. ción más segura de la autenticidad o falsedad, específicamente en aquellos
La imitación servil es un trabajo lento. El resultado gráfico, por con- rusos que se refieran a escritos efectuados con la mano izquierda y a los sus-
siguiente, no puede ser normal. ceptibles de ser encuadrados dentro de las grafopatologías.
Los rasgos se realizan con lentitud dispensándose igual lapso a la eje- Para ello deben ser establecidos conceptos y definiciones seguras del
cución de los trazos ascendentes como a la de los descendentes o los latera- i Mtiportamiento del grafismo, en especial las relativas a los temblores y a
les. El puño del falsario está siempre contraído, sin aquellos relajamientos IttN indecisiones.
musculares propios de la escritura natural. La atención del falsificador se Las determinaciones de falsedad de los grafismos temblorosos, dentro de
vuelve, con frecuencia, hacia el modelo. De esas situaciones surgen anor- Ion cuales se destacan los primarios y los patológicos, a pesar de las aparen-
malidades significativas. El trazado se presentará como arrastrado, sin tan dificultades técnicas, resultan seguras y objetivas, dado el conocimiento
diferencia entre los trazos llenos y los finos. La tinta se deposita de igual • M .icnte de los fenómenos específicos defalsum, así como también los inhe-
manera, casi siempre con fuerte descarga en razón de la limitada velocidad. M Mirs a los comportamientos escritúrales auténticos.
Indecisiones en los trazos serán forzosas debido a la igual velocidad que pre- lil primer recuerdo, aun cuando fuera el enfoque específico del trazado,
sentan tanto los trazos ascendentes como los descendentes. Detenciones, I reí icre al análisis de las formas gráficas. Evidentemente no tiene cabida
levantamientos anormales y retoques, son frecuentes. " i n i la exigencia sobre convergencias morfológicas o rigorismos formales
•miniados, tanto de la cuestionada con paradigmas como de éstos entre sí.
(> S GRÁFICAS
I .¡is propias condiciones psicomotoras, o sea de los individuos con esca-
• • ulicslramiento como de aquéllos bajo la interferencia de problemas pato-
........ i- i.m iiulcfisiones las marcas de la interferencia de la voluntad IrtHiros, impedirán la existencia de homogeneidad o la regularidad de las
' ¡i m.l" ' proi N I , . . M i i i r o b r los impulsos gráficos naturales, ocasionando M I ísticas más extrínsecas, como son los componentes de índole formal.
ii IH (Urca ..... tic I trazo. Se distinguen délos temblores, que Anir la eventualidad de valorar excesivamente los aspectos morfológi-
M - n i i n i - i'lu i iMiciiti ilc las oscilaciones del puño. Pueden existir escri- 1 un grafismo, el examinador sería conducido, casi con seguridad, a un
lui.r. u n í ........ ' - I . . . . . -.UN.
Al • ludí • ' i . i i i * .1, vimos que los trazos no se desenvuel- I'i oí oíblemente, determinaría como falsas firmas realmente estampadas
180 GRAFOSCOPIA
FALSIFICACIONES POR IMITACIÓN SERVIL 181
por los firmantes a quienes se atribuyen, del mismo modo que, mutatis
digmas evidencian un grafismo auténtico automatizado, y por lo tanto con
mutandi, concluiría por la autenticidad de aquellas falsificaciones producidas
trazos espontáneos, veloces y firmes, son caracterizadas y diferenciadas.
mediante una copia.
Esos grafismos que se presentan en trazados plagados de indecisiones
Ello ocurriría; en el primer caso, en vista de las alteraciones y de las
serán de naturaleza espúrea, fácilmente detectable. (Evidentemente, existe
acentuadas variaciones del grafismo auténtico. En el segundo, o sea cuan-
la posibilidad, la cual deberá ser descartada, de que se tratara de temblores
do se tratara de copias, exactamente porque el falsificador, atento a la repro-
eventuales, como los provocados por estados emotivos inhibitorios, causas
ducción morfológica, captaría las formas particulares del modelo.
mesológicas del medio ambiente, etcétera.)
En los grafismos auténticos, no resultan extrañas las supresiones de sím-
La mayor dificultad, el problema crucial, surge en los casos de simula-
bolos, la inversión de la secuencia ordenada de los caracteres, la ampliación
ciones o imitaciones de temblores (no los temblores de falsificación, tal cual
o reducción de una u otra formación, la introducción indebida de algunas
eran denominados por los autores ingleses y americanos, entre ellos el
letras, sean todos ellos fenómenos primarios o de naturaleza patológica.
incomparable Osbom), cuando el falsario procura reproducir con la máxima
El óbice grande y real, por paradójico que pueda parecer, se encuentra
fidelidad escritos auténticos que poseen temblores notorios, intentando
justamente en el desenvolvimiento cinético del trazado.
copiar, de esta suerte, los temblores que visualiza en el trazado del modelo.
Aun cuando en apariencia se confunda, los temblores naturales —de los
Para permitir la distinción entre los temblores antinaturales y aquéllos
especímenes auténticos— son visceralmente opuestos a las indecisiones de
simulados por un falsificador, donde lo que en realidad existe son las inde-
los procedimientos imitativos.
cisiones, es preciso conocer las causas inmediatas respectivas. (Cuando
Los especialistas americanos e ingleses, cuyas obras fueron inicialmente
mencionamos orígenes no nos estamos refiriendo a la diferenciación gené-
más divulgadas (Ames y Osbom, para citar a los de mayor proyección), con-
rica, remota: origen natural de los temblores —causas patológicas, mesoló-
tribuyeron en gran forma, a través de una denominación infelizmente inade-
gicas, estados inhibitorios—, ni al origen artificial de los indecisos, sino a
cuada, a nuestro parecer, para que estos dos fenómenos distintos —temblores
las raíces generadoras inmediatas de los fenómenos del desenvolvimiento
e indecisiones gráficas— dejaran de ser individualizados plenamente y con
escritural, prácticamente a su mecánica actuante.)
seguridad.
Las indecisiones son consecuencia del freno aplicado a los impulsos grá-
Los denominaban natural trembling (temblores) y forgery trembling
ficos naturales. Demandan un pleno e incondicional ejercicio y dominio
(indecisiones). físico y psíquico de las facultades y capacidades gráficas del puño escritor.
A pesar de dividirlos en dos clases distintas de fenómenos cinéticos, en
Aun cuando tengamos leído y escuchado los más diferentes justificati-
ambos casos se utiliza una misma palabra como radical genérico: trembling,
vos para explicar la causa efectiva de las indecisiones en los trabajos imita-
cuando en realidad las indecisiones no tienen nada que ver con los temblo-
tivos, el origen real y único es el siguiente: la supresión de los impulsos grá-
res. ficos naturales, es decir de aquéllos inherentes a todo puño escritor en el
Las indecisiones nunca podrían ser consideradas como un género o una
desempeño regular del gesto gráfico al escribir, en síntesis, espontáneamen-
categoría, aun cuando fueran clasificadas como temblores de falsedad.
te. (Ver, a propósito, el reconocimiento y la demostración práctica de las
En realidad, sólo existen tres categorías de trazos: firmes, temblorosos
variaciones naturales de la velocidad, en las experiencias de Freeman, com-
i' I M i l r i ¡SOS
probando que la distribución de la velocidad en los grafismos depende de la
i ... iin-, ( H i m n o s (firmes y temblorosos) pertenecen a los grafismos
facilidad que tenga cada escritor en ejecutar determinados movimientos en
• i'"ni i 10 u,ii MI ¿iles. El último es consecuencia del artificio en la pro-
función, principalmente, del sentido direccional.)
ilu :•« 'i" .1
Sólo puede frenar sus impulsos naturales aquel que los tenga, o sea aquel
I m u .i/" i mon ;ii|ucllos unidireccionales, es decir que poseen una
individuo que además de haber adquirido cierto nivel de automatismo pueda
ilin ' • i"M > i . i i . i MI u ii M i: iones ni pérdidas direccionales en su trans-
piotlucir los movimientos de manera prácticamente instintiva; aquel que ten-
. t u .1.1
Kii la capacidad para dominar, completa y voluntariamente, su puño escritor.
1 " "'•'" i • ' m ir" un facsímiles cuestionados, cuyos paru-
' En otros términos, sólo quien posee impulsos (habiendo alcan/adn un
182 GRAFOSCOPIA FALSIFICACIONES POR IMITACIÓN SERVIL 183
grafismo automatizado, un movimiento espontáneo y sin esfuerzos), los Resultan las denominadas incongruencias o inconsistencias de los tem-
podrá frenar y producir en casos específicos de esfuerzos gráficos, de trazos blores inventados.
indecisos (consecuentes con la tercera ley del grafismo: "No se puede modi- Los temblores reales pueden ocurrir sólo en dos sentidos: horizontales
ficar voluntariamente, en un momento dado, la escritura, sin dejar las marcas o verticales.
del esfuerzo invertido para obtener la modificación"). Un individuo tendrá entonces oscilaciones de puño en sentido horizontal
En el caso específico del grafismo, frenar quiere decir contención de o vertical, nunca en ambos sentidos simultáneamente.
movimientos, ejerciendo el máximo control posible y de manera consciente En el primer caso las quiebras direccionales agudas se fijarán en los gra-
y a propósito sobre su sistema de coordinación psicomotriz durante la pro- mas verticales (aquellos cuya dirección es la misma que la de las oscilacio-
ducción gráfica. nes del puño, podrán ocurrir repasadas, o aun aparecerán gramas con apa-
A la inversa, en el caso de los temblores, sin que importe cuál sea su rente firmeza y mayor velocidad).
causa remota real (molestias o causas patológicas, estados emotivos inhibi- En los temblores verticales serán los horizontales aquellos cuyo desen-
torios, senilidad, capacidad primaria, etc.), son derivados, en esencia, de volvimiento se manifestará con un mayor compromiso direccional.
fallas en el control de la coordinación psicomotora. Al simular los temblores, el falsificador inserta, en general, cambios
Provienen de deficiencias de ese control, de las fallas inevitables que direccionales conjugados en ambos tipos de gramas y al mismo tiempo
ocurren en el desarrollo del gesto gráfico, y no por un voluntario o excesivo (horizontales y verticales). O bien se imponen desvíos direccionales en tra-
control, repetimos, como sucede en las circunstancias que dan origen a las aos que, obedeciendo al mismo sentido de las oscilaciones del puño, no
indecisiones. habrían de registrarlos.
Como/a//aí, en los temblores se presentarán oscilaciones direccionales Además, resulta extremadamente difícil, simulando y forzando las osci-
bruscas, acompañadas por cambios abruptos de presión y velocidad, aun en laciones del puño escritor, dejar de efectuar movimientos en todos los sen-
los gramas rectilíneos, esto es, los de un mismo sentido direccional básico. lulos, temblando tanto horizontal como verticalmente.
Sin embargo, en los trazos indecisos no aparecerán quiebras direcciona- Se encuentran allí las denominadas inconsistencias de los temblores.
les abruptas, como la presión y la velocidad, consecuentes con el control En los análisis de las inconsistencias el técnico dará un enfoque especial
riguroso del freno ejercido sobre los impulsos naturales, se mantendrán prác- •a los gramas circulares y a las líneas de base (interligados de letras y gra-
ticamente inmutables, sin los claroscuros bien delineados y definidos, aun mas).
donde los gramas se alternan, natural y obligatoriamente (los movimientos La razón del mayor enfoque a los movimientos curvilíneos es la de que
aliocéntricos siempre serán más fáciles que los egocéntricos', consecuente- ion aquellos que demandan la máxima coordinación natural posible, por ser,
mente, los primeros serán más leves y rápidos que los últimos), como con- « n realidad, horizontales y verticales al mismo tiempo.
secuencia de la alternancia del propio sentido direccional. Como consecuencia, los temblores, en cualquiera de los dos sentidos
Inicialmente, y en una esquematización simplificada, podríamos distin- tundirán, evidentemente, dentro de sus localizaciones específicas y breve-
guir los trazos temblorosos (fallas de control) de los indecisos (exceso de mente relatadas, y se manifestarán en los círculos o en los arcos de curvas
control): Cuya configuración cinética acopla y demanda la integridad de la coordina-
;i) temblorosos', cambios bruscos en la dirección, presión y velocidad; • M U Í psicomotora (horizontales y verticales áí mismo tiempo, para simplifi-
b) irnli'i í.vc.v: bamboleantes (ondulaciones suaves), con uniformidad en
la [ i i c M i H l V l.l v r l o i - i d a i l . La mejor coordinación del puño del falsificador implicará, en general,
l ' v i i l r i i i r i i n Mir ,CLIN .i]'i raídas otras distinciones para que el trabajo téc- ll predominio de los valores curvilíneos cuyos gramas se mostrarán bien o
ini o í . u , , - ID ni rl '|M. .<• iiiv«".iij'a la presencia de temblores simulados sen incjor ejecutados, sin las deformidades y angulosidades que los temblores
r t r i i i v i / . i ' l < > i , i i | M < I I " .IMM.II- d lalsMicatlor procura imitar los temblores Hiilnralcs fatalmente ofrecen en tales complejos gramaticales.
a i i i a i i i i o . . < h m m l . m i i o i . t ni ,-| U n j o o desenvolvimiento escritura! de su I-'rente a ello, además de una especial apreciación de los gramas circu-
réplica) v curvilíneos, se recomienda dirigir la atención a la línea de base donde
184 GRAFOSCOPIA
FALSIFICACIONES POR IMITACIÓN SERVIL 185
los gramas de ligadura, cuando son resultantes de grafísmos que en realidad
son más evolucionados de lo que procuran aparentar, registrarán un redon- En los análisis de especímenes atribuidos a personas en las que se manifiesta
deamiento, contrariando las angulosidades, la presentación o dentada de los la fenomenología patológica, a la par de su importancia intrínseca, los índices
verdaderos puños temblorosos. primarios asumen también la efectivización de la incapacidad organográfica.
Otras veces el falsario ejecutará con firmeza, sin oscilaciones o quiebras Resulta evidente que en un grafismo patológico, tembloroso, donde
direccionales, gramas que, de acuerdo con la incidencia en la dirección de están bien caracterizadas las fallas de inviabilidad del control riguroso de los
los temblores del puño, forzosamente estarían plagados de temblores. condicionantes psicomotores —donde tales manifestaciones se producen,
No podrían, en síntesis, consignar la ausencia de las manifestaciones inclusive, con el instrumento gráfico apoyado sobre el soporte—, en una
gráficas reportadas. Son las incongruencias.de los temblores gráficos. eventual retirada del instrumento del papel, nunca el firmante, salvo acciden-
También son consistentes o se encuadran dentro de las incongruencias tes o por extrema coincidencia, conseguirá un retomo preciso, una recom-
de los temblores, las anomalías de su distribución en el complejo gráfico o posición o retoma perfecta después del levante.
firma. De esta suerte, retiradas y retomadas precisas, tanto en los casos carac-
En muchos escritores aparecen más acentuadamente en el inicio de la terizados de levantes, como en aquellas localizaciones definidas como reto-
escritura, disminuyendo progresivamente. Tal manifestación inclusive es ques fraudulentos (ejecutados cuidadosamente e innecesarios), son pruebas
frecuente en el caso de que fueran provocados por estados emotivos. -««"- contundentes de la falsedad, evidenciando gestos gráficos para realizar los
En otros no se presentan muy marcados al comienzo del grafishio, pero cuales el firmante sería impotente, incapaz.
se van acentuando progresivamente a medida que la escritura se desenvuelve Adquieren un valor doble. Uno como índice primario de las falsifica-
(esto es más frecuente en los grafismos seniles o producidos en estado de ciones; otro como efectivización segura del coeficiente de incapacidad de
debilidad). cara al atribuido firmante, esto es, aclarando mejor, como reveladores de la
Asimismo se encuentran los grafismos que se manifiestan inalterables superioridad organográfica del puño del falsificador y, por reflejo de esta
dentro de una misma graduación, desde el comienzo hasta el fin (con inci- valiosa definición técnica, de la imposibilidad de que el autógrafo en cues-
dencia más comúnmente en los grafismos primarios). tión haya tenido origen en el puño ejecutor menos capaz.
Esta consistencia de los temblores naturales muchas veces resulta
menospreciada por el imitador. En general, frente a la atención que requie- K. LEVANTAMIENTOS ANORMALES DEL INSTRUMENTO ESCRITOR
re el gesto gráfico, el falsario impregna el trazado de temblores excesivos.
Enseguida, con la conformación de algunas letras o conjuntos, éstos desa- Ya vimos que los levantamientos normales definen movimientos gráfi-
parecen, volviendo a manifestarse con intensidad más adelante. cos, dando lugar al desenvolvimiento de la escritura. Son las pausas, las
Son ésos los temblores incongruentes o inconsistentes, por la distribu- comas del grafismo.
ción dentro del conjunto cinético en análisis. No obstante, algunas veces, en contraposición a esos levantamientos
Otro aspecto que asume altísima relevancia deriva de la presencia de los obligatorios y naturales, el instrumento gráfico es retirado del papel en tre-
denominados índices primarios de las falsificaciones gráficas, que aun cuan- chos extravagantes.
do sean importantes y significativos en relación con todos y cualquier gra- Cuando imita servilmente, ya sea para mirar el modelo o para acomodar
i r . m i > mvr:.ii)',;ulo, son aun más valiosos en aquellas personas con nítidas mejor el puño, o bien en razón de la dificultad en la ejecución de algunos
m i - H< u ni i.i-, ictiológicas. movimientos, el falsario retira el instrumenta escritor del papel en puntos
l u í " ' i m <li r i . i i m s evolucionadas, dinámicas, los índices primarios anormales, esto es, en lugares en que tales/íévantamieníos no suceden en la
i |'i..|u.i n;iluralezao su tipicidad intrínseca, como carac- escritura patrón (figs. 126 y 129 y 161 a 179),
lpi(Ml . l u í ( ion l i . i u i l u I r M t a de los fenómenos pertinentes a un En general no se acostumbra realizar levantamientos en medio de los tra-
di . ¡ i n| " 11 N I M H i . i i t i r l n;i/.;uK>. En síntesis, son tipificaciones de /i >s descendentes o ascendentes. Esos serán, por consiguiente, lugares fre-
I • I'"
i nenies de levantamientos anormales. Aun más, se deben tener siempre en
« nenia los hábitos de las escrituras auténticas en ese particular. Si las ciu-s
FALSIFICACIONES POR IMITACIÓN SERVIL 187
186 GRAFOSCOPIA
Retoques debidos a fallas de la pluma o falta de tinta, son propios de las
tionadas revelaran retiradas del instrumento escritor en trechos no correspon- escrituras auténticas. En la misma categoría se clasifican las ejecutadas con
dientes y extraños, se caracterizarán los üamados-levantamientos-ancirmales. gran ostentación.
Ya el retoque efectuado con cuidado, sin aparente motivo que lo justi-
9. DETENCIONES DE LA PLUMA fique, debería ser catalogado como propio del grafismo sospechoso o imi-
tado.
Cuando se interrumpe el movimiento sin retirarse la pluma del papel, la La interpretación de los retoques como índices de falsedad o de auten-
tinta escurre por los gavilanes, marcando en el trazado el punto de apoyo. ticidad depende del análisis pericial.
Esas marcas definen las paradas o detenciones de la pluma.
En las imitaciones serviles, las paradas se producen porque el falsario no
quiere perder la dirección del trazo cuando se ve obligado a mirar el modelo. 11. POSICIÓN Y ORIENTACIÓN DE LA PLUMA EN LAS IMITACIONES SERVILES
En una misma firma las detenciones se podrán presentar una, dos o más veces. Al copiar servilmente una escritura se podrán producir errores como
Conviene al técnico verificar si las paradas no ocurren en los patrones, consecuencia de la posición y orientación de la pluma.
pues eso puede suceder en algunos raros grafismos patológicos. Algunas veces las auténticas son producidas en posición baja, provocan-
Si las auténticas patrón no muestran paradas entonces las de las cuestio- do rebarbas. El falsario, no obstante, realiza la imitación con la pluma alta,
nadas serán interpretadas como índices de falsificación. Esa interpretación como le es habitual. La escritura forjada de esta manera no acusará las
aumenta de significado cuando la detención se repite. Eso porque la parada rebarbas. La hipótesis contraria también se puede verificar.
de la pluma se podrá producir accidentalmente. Bastará un desvío de la Las diferencias resultan asimismo de la diversa manera^Be orientar la
atención del escritor que lo obligue a descansar la pluma sobre el papel. Si pluma, lo que da origen a surcados localizados en puntos no correspondien-
ocurren dos o más detenciones, las probabilidades de la repetición de acci- Ics del trazado.
dentes, en el breve lapso de la producción de una firma, serán obviamente Estas nociones, obviamente, no se aplican a los trazados producidos con
menores. Sólo el artificio gráfico explicaría la multiplicidad de paradas. esferográficas y aun con determinados tipos de pluma fuente. Por consi-
En las escrituras producidas con esferográficas, difícilmente se caracte- guiente, van perdiendo valor día a día.
riza la marca de la detención, la que no deberá ser confundida con puntos
más oscuros que dependen del depósito de astillas o sobrantes de la masa
12. LAS CUALIDADES GENERALES DEL GRAFISMO EN LAS IMITACIONES
escritora.
SERVILES
fíl-CA
1 ..... • lalsificadores profesionales ejecutan calcos directos con gran
10 CAICO A
Ames de extender en el documento a ser armado la firma cal-
I I I- i" i" i i ' u n í . t •.. ' .1 puede SIT ejecutado con desli/aniiennv. - i i i i xrviamente numerosos ejercicios de prueba, al fin de los cua-
I>M • i i HUperfn i ' - «leí papel un surco o brillo, o I rjceulado por ellos con gran rapidez, sin preocuparse mucho
ninn,i e-. pimliM lili , ...... u liiKirmnunto puntiagudo.
196 GRAFOSCOPIA LOS CALCOS 197
en mantener la imagen vista por trasparencia. Las firmas producidas por i «i i .sellos. Al margen de las firmas, fuera del sellado, son calcadas
esos calcos ejercitados, no ofrecen, en un primer examen, un trazado defec- • < • .u encía. El campo sellado, donde no hay trasparencia suficiente,
tuoso ni aquellas anomalías comúnmente designadas como índices primarios i i « .idor prefiere llenarlo, sea imitando servilmente el trecho corres-
de las imitaciones gráficas. n i r o ejecutándolo sin mayor preocupación de copia. El falsario
Obviamente las falsificaciones presentarán diferencias grafocinétieas la confusión de los fondos coloreados para que las diferencias no
que se reconocerán en un trabajo grafotécnico cuidadoso, con auxilio de tridas.
patrones gráficos adecuados en cantidad suficiente. En apariencia, esas • .1.1 manera, la misma escritura puede ser forjada con la utilización
piezas fraudulentas tienen las mismas características que las llamadas falsi " NI. r; procesos de producción gráfica artificial.
ficaciones por imitación libre. Cuando son ofrecidas aisladamente, el peri-
to no podrá distinguir un tipo de otro. Por ese motivo es que, en esa emei / 'i - < mrAGE" (RECORTE) o CALCO POR COMPOSICIÓN
gencia, se usa un diagnóstico menos preciso, declarándose que la firma en
examen tiene las características de las llamadas imitaciones rápidas (copia 1 ' u miatlo recorte no pasa de ser un proceso de calco utilizado para la
libre o o calco ejercitado). La distinción entre un proceso y otro sólo se »'ii dr textOS.
efectiviza cuando es ofrecida a estudio una serie de escrituras cuestionadas, ..... M . I O a su disposición una gran cantidad de escrituras auténticas el
Cuando se encuentra el grado de superponibilidad que lleva a admitir el cal- 1 t i -u mira elaborar otro texto, de acuerdo con su interés, utilizando
co, obviamente no se especula más sobre imitación libre. Cuando una tío • - i ...... u- .. vorablos, grupos o letras seleccionados de aquellos escritos.
las dos cuestionadas se presenta en tamaño diferente toma más probable U ni M. i i.il elabora o compone la matriz, que es completada algunas
falsificación por copia libre. ululaciones libres de las palabras que por ventura no se encuentren
i- I"-, tic que dispone.
' ii-.i.icii'm de esa matriz varios expedientes son usados. Pala-
13. ¿CUÁL DE LOS DOS TIPOS DE CALCO POSEE CUALIDADES SUPERIORES?
i > .011 colocadas una seguida de la otra y después copiadas por
Evidentemente el calco directo (por trasparencia) muestra cualidad» i " reproducidas fotográficamente.
grafotécnicas superiores a las de los dibujados. En éstos, por mayores i|ii0 i • i l , rl falsario recurre a una hoja de papel trasparente, paután-
sean los cuidados y la habilidad del falsario, los vestigios del dibujo siempí' III.IMO. Después de eso, el papel trasparente va siendo ajustado
serán observados. En ese caso ni será preciso el examen del técnico. ( ' m i MT trascriptas por medio de coberturas, casi siempre rea-
Ml.l Hl|,l.
dado y buena vista serán suficientes.
Es por eso que el calco indirecto está considerado como un tipo ini;uihl ilrln IM . denuncian el calco por composición. Cuando en más
o escolar, al paso que los directos reciben la preferencia de los profesionullÉ ....... iio i i » pido so repiten expresiones o palabras, el perito deberá
Cualquiera que sea el tipo de calco, su ejecución no demanda gm|U tf U i< i" » uva superposición. Eso porque con frecuencia el falsi-
habilidad manual. Escritores primarios y basta analfabetos ejecutan calnn, i > ilr los mismos trechos para la elaboración de otra matriz.
algunos de los cuales son suficientes para eludir la astucia de los vei il u n > i . i i n . H i i/,, e! calco es ejecutado por trasparencia.
dores bancarios. t<-ctmp(iRe o calco por composición revelará todos
' • u i t i i - i . -ules a los calcos en general. Todavía cabe consig-
i ¡i ino'. profesionales consiguen ejecutar découpage con
14. CONt í/H.Síí /)/.; MÁS DP. UN PROCESO DE FALSIFICACIÓN EN LA
pido, |ti>ri|uc no se atienen demasiado a la rnatriz que
II \inm\rnt.\nKKSCiuTOS • i. y\\\.\ pimía.
l ; ,n ;ili'"n" i i - . . i I • .ili u puede ir acompañado, en el mismo esi nio i "i ..... <•! i i . i l i a j o de búsqueda el falsario utiliza trechos de
otro I M M I . 10 . 1 . i ,i i h i. I . . M ( , i n imitación, por imitación servil i > h i » • * i ..... lin idas en días y condiciones diferentes. Perodifí-
I " » -u "ni. • . | i< t u p i » . lundocl falsificador debe reali/ u una ti • M i r - . i - i i l u s i m i p i r de ij'.iiul numera. Ora aníllenla, ora
196 GRAFOSCOPIA Los CALCOS 197
en mantener la imagen vista por trasparencia. Las firmas producidas Po. s. Al margen de las firmas, fuera del sellado, son calcadas
esos calcos ejercitados, no ofrecen, en un primer examen, un trazado d .1. Kl campo sellado, donde no hay trasparencia suficiente,
tuoso ni aquellas anomalías comúnmente designadas como índices prin profiere llenarlo, sea imitando servilmente el trecho corres-
de las imitaciones gráficas. >' .. rircutándolo sin mayor preocupación de copia. El falsario
Obviamente las falsificaciones presentarán diferencias grafocn u l.t i intrusión de los fondos coloreados para que las diferencias no
que se reconocerán en un trabajo grafotécnico cuidadoso, con auxüi ii"i nías.
patrones gráficos adecuados en cantidad suficiente. En apariencia es ..... .MUTÍI, la misma escritura puede ser forjada con la utilización
piezas fraudulentas tienen las mismas características que las llamadas i • I>KK:USOS de producción gráfica artificial.
ficaciones por imitación libre. Cuando son ofrecidas aisladamente, el ]
to no podrá distinguir un tipo de otro. Por ese motivo es que, en esa e, -•i r\<;i" (RECORTE) o CALCO POR COMPOSICIÓN
gencia se usa un diagnóstico menos preciso, declarándose que la tirm
examen tiene las características de las llamadas imitaciones rápidas (copu u ...... l" n-t'orte no pasa de ser un proceso de calco utilizado para la
libre o o calco ejercitado). La distinción entre un proceso y otro soí .1. h -íliv;,
efectiviza cuando es ofrecida a estudio una serie de escrituras cuestionad! i" „ MI disposición una gran cantidad de escrituras auténticas el
Cuando se encuentra el grado de superponibilidad que lleva a admitir el 1 • i ........ i Haborar otro texto, de acuerdo con su interés, utilizando
co obviamente no se especula más sobre imitación libre. Cuando • < * .ihlos, grupos o letras seleccionados de aquellos escritos.
las dos cuestionadas se presenta en tamaño diferente torna más prot .1 HiilHiru o compone la matriz, que es completada algunas
falsificación por copia libre. ...... . libres de las palabras que por ventura no se encuentren
' l i i|iic dispone.
13. ¿CUÁL DE LOS DOS TIPOS DE CALCO POSEE CUALIDADES SUPERIORES? ii ¡"u de esa matriz varios expedientes son usados. Pala-
1 ...... ilncadiis una seguida de la otra y después copiadas por
Evidentemente el calco directo (por trasparencia) muestra cualidad* i >i ' >i luí idas fotográficamente.
grafotécnicas superiores a las de los dibujados. En éstos, por mayores i i H ..n u) recurre a una hoja de papel trasparente, paután-
sean los cuidados y la habilidad del falsario, los vestigios del dibujo siei I ti--. pues de eso, el papel trasparente va siendo ajustado
serán observados. En ese caso ni será preciso el examen del técnico • • i n.i'.i i ipliis por medio de coberturas, casi siempre rea-
dado y buena vista serán suficientes. •i >
Es por eso que el calco indirecto está considerado como un tipo ir • i ..... unan el calco por composición. Cuando en más
o escolar, al paso que los directos reciben la preferencia de los profesioi i -i i -i i" .< «-pilen expresiones o palabras, el perito deberá
Cualquiera que sea el tipo de calco, su ejecución no deman< ' u) i* •] posición. Eso porque con frecuencia el falsi-
habilidad manual. Escritores primarios y hasta analfabetos ejecutan 1 i" mr.nios trechos para la elaboración de otra matriz.
algunos de los cuales son suficientes para eludir la astucia de I i n d i H i ,ih o es ejecutado por trasparencia.
dores bancarios. I ,/, , i ' H / K n y o calco por composición revelará todos
imii . ,i los calcos en general. Todavía cabe consig-
( 'íWí 'HUSO mí MÁS DE UN PROCESO DE FALSIFICACIÓN EN LA
! ' i . . | < '.uníales consiguen ejecutar découpage con
14.
liln i ..... |ur no su alienen demasiado a la matriz que
~H'W IHÍ ESCRITOS
u i-. mía.
Bnell ........... d calco puede ir acompañado, en el mismo escrito . M . l h,iki|n •!<• Itnsqueda el falsario utiliza trechos de
otril prm-cm. .1. i . - l i l l l ' "«' ">" (sin imitación, por imitación servil < In. ni.r. ni .li.r, y condiciones diferentes. Perodifí-
i .. ........ i, , . i ..... ,. niplo. cuando el falsificador debe realizar «i ih i i. i n p i r tlr ij-.iial manera. Ora aumenta, ora
198 GRAFOSCOPIA
disminuye el calibrado; ora inclina, ora verticaliza la escritura; ora varía las
formas y los enlaces de las letras, conforme su situación en la palabra (inicio,
medio o fin) o en la línea (los cambios son comunes en los finales).
Investigando en ese sentido, teniendo en las manos patrones auténticos,
el perito encontrará una larga serie de inconsistencias en esas características,
El découpage es el proceso utilizado generalmente en el armado de tex-
tos. Además, las imitaciones de textos relativamente largos son casi iniul
misibles por otro proceso. Apenas se concibe la imitación libre cuando lu
escritura del propio falsificador posee gran afinidad con la de la víctima
Entonces, bastaría al falsario adoptar los tipos de letras de las auténticas parn
conseguir un trabajo razonable, aunque nunca, sin embargo, suficiente p;ini
confundir al grafotécnico competente (figs. 213 a 218). CAPÍTULO XIII
La falsificación perfecta de una simple firma es inadmisible en la teoríd A ' . I AI ,S IF1CACIONES POR IMITACIÓN LIBRE
y en la práctica pericial. Mucho menos la de un texto, lo que implicaría lit
sustitución total de la personalidad gráfica.
En la práctica, fueron constatados casos de composiciones de calen, < ! >
firmas, especialmente cuando son extensas o cuando el falsificador cuenB
con más de un modelo a su disposición.
Por ejemplo, se puede componer un calco en el primer nombre de un - M i | i n * después de varios ejercicios, el falsificador consigue
firma auténtica, con el segundo de otra y el tercero de la primera. En uní .1 '.m un osidad de modelo. Por ese motivo son también
nueva falsificación se podrá optar por el nombre inicial de la segunda, oí ii.i, tvnts ejercitadas, al paso que otros, impropiamente, las
intermedio de la primera y el último, nuevamente, de la segunda nmin- >le memoria.
Evidentemente el orden citado es un nuevo ejemplo. • pin .Ini ser largos, efectuados en días diferentes o con
Más aun, ya hemos analizado algunos casos en que fueron extraídos trt ii i . hma.s o minutos. Eso dependerá de las facultades
chos o grupos gráficos de más de una firma matriz. Son los calco» É '!•- la respectiva facilidad de acomodación del meca-
matrices compuestas.
CAPÍTULO XIV
ESCRITURAS AUTÉNTICAS
, / / / . K ittN
Se trata de un producto híbrido que participa de la naturaleza de las •u in-nica de auto-falsificación, con sus posibles reflejos en las
escrituras auténticas y de las inventadas. • ' i Ir-; y penales, aun cuando se constate la naturalidad de ese
Para los efectos civiles que determinan la responsabilidad por la obliga- Irl firmante.
ción asumida en el documento, es considerada una escritura auténtica, tal • M . I Ü « l < - rste modo, hoy en día tendrán que ser consideradas como
como lo es grafoscópicamente. 1 i i- iones todas las firmas auténticas distintas, si son portadoras
En lo penal debería ser recibida como si fuera una falsificación, cuyo "< us o diferencias con los paradigmas.
autor es él mismo. Es considerado un artificio doloso, pudiendo caracteri- 1 un noi valor que la intención en el acto productivo, es de poca rele-
zar una estafa o bien un fraude procesal. Miiención previa o si fueran perpetrados vicios en el origen, o
Esa definición histórica y tradicional, en la cual se exigía el propósito un . ludiros, desde que fueran aprovechadas las modificaciones
intencional en el origen, aclarando mejor, en la intención de modificar el >• < - i r . i r n t e s para alegarse la falsedad.
grafismo en el acto de producirlo, ha de ser parcialmente modificada.
Aduciríamos, alterándola parcialmente, que también deben ser conside- i i \IHi: AUTO-FALSIFICACIONES Y SIMULACIÓN DE FALSEDAD
rados como obligatoriamente encuadrados en las auto-falsificaciones todos
los acontecimientos reales donde el firmante, valiéndose de las diferencian i i i 11 u ación no pasa, evidentemente, de una simulación de fal-
—no importa si fortuitas o intencionales—entre la(s) cuestionadas} y los • ' • .i.mir, con características específicas.
paradigmas, se valga de ellas para hacerlas aparecer como falsas. 1 1 por el propio escritor en el acto de estampar la escritura
Para ser más específicos, independientemente del animus modificamli, n l.i definición precedente) u originada en actos futuros que
anteriormente considerado imprescindible para su caracterización (ver I 1 lu.u-ión.
edición foja 136, 7), ella se torna configurada por el injustificado animtin n M'iti-s de falsedad que van a ser tratadas, son producidas por
negandi. • IMI i ulail a la producción gráfica natural.
Las razones de esta ampliación conceptual, no dependen sólo de 1|| I 1 1 ni.iy>i frecuencia de las auto-falsificaciones, particular-
dificultades en determinar la intención, o sea los orígenes reales de In» los gráficos en el nacimiento, se decidió reservarles un
modificaciones gráficas. • i .hiiluiHlose por separado los demás casos de simulación
Son consecuencia de la constatación, en la práctica, de que miu !u • u.i i-1 género del cual la auto-falsificación conformaría
veces el disfraz o disimulo ocurre, por ejemplo, no en y/o durante el acto do ¡
producción del engaño, sino cuando son producidos los patrones destinado» i" n h i .1 la distinción por los efectos prácticos en la deter-
a los cotejos. • i' 11.un Ir, siempre practicada por sí mismo en la auto-
También se justifican por la existencia de aquellas circunstancias on
que el firmante, habiendo producido un autógrafo en condiciones anómaliw,
pero naturales (instrumento gráfico defectuoso, en mala posición, ele.), *• ii i. UIN
vale de las consecuencias o reflejos inherentes a esos grafismos para alegar
la falsedad del autógrafo producido. Mi «I I
líxisten inclusive individuos que se valen para su representación i ' i . i i - • 1 li IMI »••! ( . m í o disfraces);
nalunil, de man de un modelo o tipo de firma. A veces, además, pnihimt i • I - " ( . l l l l n t .íleo);
lueuir dnp.ui •. mi ir si, con alteraciones morfológicas y esquemática, j - i . . "mi i. i.-nr-. \eiviles (aulo-imitación servil).
funda». • i i" u ) es el más común. Los dos últimos han
l M ' i i ' « n i ••"•' '.i1* do la especie, la omisión adrede o no Je los |ui "'• l" muí niales, con casos concretos esporádicos.
mar. ni. i . . ..,,1.1,1. .,.-! nuil, o ofrecimiento de los especímenes quoolfl • i- " " < i < - la aillo-imitación servil interesa mucho
.1 < -i'" ii» - i i i i n i i i ' . ( M i . i los cotejos específicos, raUitul.ua • Itd i u f r n r i a l , existen elementos de fácil d i l r
ESCRITURAS AUTÉNTICAS 207
206 GRAFOSCOPIA
i u lincas generales el razonamiento técnico a ser acompañado es el
renciación en relación con las falsificaciones por imitación servil o poi ..... i i . t ' l n a continuación.
calco. i n 1 1 . .mio-falsificaciones existen discrepancias en relación con los
mu ' i ihros de cotejo. Si no las hubiese, sería imposible lacaracte-
5. CARACTERÍSTICAS DE LOS AUTO-DISFRACES i " ' Mica y la conclusión pericial configuraría una mera negativa
IM ni ni
El propio escritor disfraza su escritura para negarle autenticidad. • distinguir o caracterizar entonces la procedencia o el origen del
Siendo de esta manera, si se confrontara la cuestionada con los patrón'1:, Anulado como el puño del firmante al que se atribuye, particular-
normales, obligatoriamente deberán surgir diferencias morfológicas. • xistir procesos de falsificación con características en apariencia
En general, el disfraz no es integral. Recae, apenas, en algunas de lun 1
formaciones. Eso acontece cuando la escritura o la firma deban ser pro- ...... l.iKificaciones por disfraz (las más frecuentes) se caracterizan
sentadas a quien, aun imprecisamente, las conozca. ..... M ia de diferencias morfológicas, frente a los especímenes
Otras veces, no obstante, el disfraz alcanza a todos los elementos mor- ••
fológicos y hasta a los ortográficos. Abreviaturas de nombres o intercala- " i.n falsificaciones sin imitación como en las imitaciones de
ción de otros no constitutivos de la firma, son frecuentemente empleadon. • .-ti- jos revelarán discrepancias extrínsecas en los componen-
Los criterios de disfraz son diversos: variaciones morfológicas im in
yendo ortográficas o cambios de inclinación; caligrafía (escribir el nombro ' ..... '.as falsificaciones mencionadas, las divergencias no se
con extravagancia); sinistrografícación (pasar a escribir con la mano | I IHH i .iincterísticas más extrínsecas. En los idiotismos o
izquierda); letra de forma o caracteres tipográficos; simulación de desaco <" ., '-n la génesis, en los detalles, los antagonismos persis-
modo gráfico (aparenta no saber o tener dificultades al escribir).
Si los elementos morfológicos u ortográficos sufren modificaci<. 'Minios, al mismo tiempo que suceden alteraciones de los
parciales o totales, otras características permanecen casi inalterables. Lo ii m|iiellos maneirismos o idiografocinetismos de los
mínimos y pequeños gestos se conservan constantes. Muchas veces, üet t» UN de mayor visualización.
minados elementos de orden general no son afectados. Otras veces, il - i . i Lis ponderaciones de las semejanzas y diferencias
embargo, esas cualidades divergen sensiblemente. i análisis grafoscópicos) demostrarán incongruen-
El trazado, en general no sufre variaciones, a no ser cuando ocunr U
simulación por desacomodo gráfico (figs. 244 a 251). "* inri» aparentes y visibles del grafismo investigado,
• u i i i . i i ' i i I. i l l , n í a con tanta notoriedad, trasparecen nota-
6. ¿PUEDE OCURRIR LA AVTO-FALSIFICACIÓN DE ESCRITURAS DE TEXTO?
........ i ' f i más íntimos y prácticamente invisibles para
Evidentemente sí. Esos casos, con todo, son denominados disfrufl •i- 'i ..... l'- el falsificador cometería errores o fallaría en
gráficos. La auto-falsificación casi se restringe a las firmas. A VCUM '• u ' onvtTgcncias.
alcanza la escritura de las fechas. ....... .1 •.. la perfección. En los aspectos más signi-
dades conspicuas que ni aun el más hábil imitador, en sus trabajos más fcli ftli|mora confronta la firma. Resulta obvio que la manera de proce-
ees, conseguiría aprehender? < funcionario debe ser otra, para evitar futuros sinsabores.
La única respuesta admisible para paradojas de esta naturaleza, delante
de estas incongruencias entre semejanzas y diferencias estaría, ergo, en la l< í / 1 1/|> DEL AUTO-FALSIFICADOR
ocurrencia de la auto-falsificación.
Establecidas estas premisas, guías lógicas del razonamiento pericial, so •>. mío i-laborado la firma con el propósito de negarla, o valiéndose
debe destacar también la viabilidad del encuadramiento como auto-falsih c u. i.r. como las coleccionadas anteriormente, el auto-simulador se
cación de aquellos casos concretos en que, aun cuando los componente» i U MI c.jtiva, no volviendo atrás. Es una actitud análoga a la del
peculiares del procedimiento relatado no estén categóricamente positivado», uiii-i anónimas que nunca confiesa.
sean cabalmente alejadas las características pertinentes a los procesos do '•ees, para mantener la negativa, llega a dispensar una impor-
falsificación conocidos. • ¡i l.i que lo podría beneficiar en caso de que la falsedad fuese
En otras palabras, después de producir reiterados cotejos entre la(s) fir- • • • • n i . ¡dimitida. Por esa razón el perito no se debe dejar impresio-
máis) impugnada(s) y los paradigmas, no hay ejecutivo encuadramiento (.10 i i >< n i i i ' i posterior, acaso asumida por la pretendida víctima.
aquélla(s) en uno de los procesos de falsificación existentes. A la inversa,
se tiene la exclusión de características de los reales procedimientos de fal- » / s II <•!( 'ACIONES POS CALCO Y POR IMITACIÓN SERVIL
sificación.
Las diferencias morfológicas se apartan de plano de las hipótesis de fnl« las características extrínsecas délas falsificacio-
sificaciones por copia servil, calcos y por imitación libre. i n por imitación servil.
Los procedimientos por imitación de memoria y sin imitación resbalan u las auto-falsificaciones (retoques, enmiendas, bosquejos,
en las paradojas, incongruencias e incompatibilidades del cuadro de seme- • i . nías. El falsificador quiere que, a la brevedad, las mis-
janzas y divergencias, conforme lo adrede y precedentemente relatado on • • i ' M - i i u s , ¡il contrario del falsario, quien las procura esconder.
este capítulo y en aquellos que tratan las características específicas de i » • • • 11 --I oslado de espíritu, conducirá fácilmente al diagnóstico
1 <<> a 243).
procesos.
Agotándose la viabilidad de tratarse de real falsificación, la conclusióA x de auto-falsificación por calco, el auto-falsificador es
técnica consecuente con esta eliminación de las figuras de falsedad retil, dónde podría ser localizada la matriz, cuando aún ni
será la de auto-falsificación. i • • ' .l;'í caracterizado.
Las auto-falsificaciones por disfraz no ofrecen mayor peligro en lol i' • ilf.uien (puede ser hasta el propio firmante) poseedor de
bancos y escribanías, donde los cotejos se basan en las semejanzas f<rf "i.i ni ..... alíñente, procede a hacerle retoques, coberturas o
males. Casi siempre son impugnadas, en la creencia de que son i «I ' " luí la do falsa.
sas. La impugnación es obligatoria por otros motivos. La auto-fall la aulo falsificación no pasa de ser una simulación de
licación [Hidra acarrear en el futuro, no sólo perjuicios sino sorl( "i- 'i 1 1 1 - N a es ejecutada por el mismo escritor y los vicios y
C O I l t i a h í nipUI. míos (con el acto de producción de la firma o el escri-
l ; .n al|-i cunos, sin embargo, auto-falsificaciones por ilisha/ u : .......... fcncionalcs en aquel momento o en el ofrecimiento
i n i í o u i x nl.r. . u I i I I . I I M os y las escribanías. Eso sucede, en j'.n" i
cuando , I |.n.| u. m.-. imitador del cheque, lo firma en presencia <l • n l.i auto l'.tlsil'ioadón exisio premeditación (o aprovecha-
v c i i l i » ,i'l"i M .1. i . i| 1 - 1 finio,conociéndolo personalmente y viémlnlii i ii< 1.1 l o i i u i í a s que modificarán el grafismo). De cual-
210 GRAFOSCOPIA
ESCRITURAS AUTÉNTICAS 211
quier manera, la firma cuestionada no será perjudicada después de su regii límente reconocibles, al contrario del falsificador que no desea
tro, permaneciendo inalterable desde entonces.
En la simulación de falsedad, además de poder encargar a un tercero su • i>"i'M",e empleo de tintas diferentes, la verificación en general será
ejecución, inclusive el relevo del firmante, siempre habrá una introducción • i . l i i el examen con lupa o con un microscopio. Generalmente,
postuma de los elementos destinados a fundamentar la deseada negativa <l> • .II.Klerísticas físicas serán suficientes para la diferenciación,
autenticidad. 1 i M' i ruídado, tan sólo de ciertos fenómenos que excepcional-
La firma perfecta y natural en el origen sufre modificaciones. i|' u en algunos trazos de tinta (retracción de los pigmentos, iri-
i'íMi'lil)
12. MANERAS DE PRODUCIR LAS SIMULACIONES DE FALSEDAD i « > lo.s retoques fueran hechos con la misma tinta, el examen
f
« <l< i n i n i iar su incorporación posterior, sea porque la tinta del
Estas consisten, en general, en la aposición (incorporación) de vicios Ifl • tin eslrt oxidada (en el caso de que se trate de tinta férrica), o
firmas originariamente asentadas con naturalidad. Con ese expediente,»» • /* lo bien en el trazo ya seco, permaneciendo en capa des-
procura dar apariencia de falsedad a una escritura auténtica. < 1 1 tinia anterior estuviese húmeda, la confusión sería mayor.
Generalmente los vicios consisten en retoques a pluma y tinta o con trH i "i", <-M vista de las diferencias de los estados psicológicos ya
zos de lápiz. Las firmas viciadas de esta manera, según las esperanzas d* I un «-I Nimulador y el falsario, aquél en general impregna el tra-
simulador, tal vez puedan ser confundidas con las falsificaciones por imitn v ostensivos retoques.
ción servil o por calco. • ii-l simulador, por consiguiente, participan de la naturale-
Por consiguiente, la simulación de falsedad se procesa después del lulH lu u* por la ostentación; pero, como los retoques de los falsa-
zamiento normal del escrito, cuando el simulador consigue apoderaw «|. i MI resaiios.
documento, aunque sea por un breve espacio de tiempo (figs. 235 a 23B • H>.uicnda de falsedad constituye, en general, índice de
1 i líl litlfwrio no ejecuta un trabajo perfecto porque no lo con-
13. DISTINCIÓN ENTRE RETOQUES SIMULADOS Y ENTRE ÉSTOS Y LOS "' > .1 h.leerlo mal a propósito. El simulador, ni siquiera
PECULIARES DE LAS FALSIFICACIONES i' • n ini|urs, pues premeditadamente está procurando cam-
i- l.i p.seritura auténtica, para que sea confundida con la
Para comprobar que se trata de una simulación de falsedad granen v
de escritura no auténtica, será indispensable saber distinguir los retí-
simulados de los que aparecen, ya sea en las escrituras genuinas o en IHI
í i \no
falsas, normalmente.
Para ese fin, se debe tener en cuenta que los retoques de la sininl.u m
• M i i u l . H ion licué como objetivo hacer pasar una firma
se realizan futuramente al lanzamiento normal de la escritura, en tunin i|
los demás se procesan en el acto en que la misma es producida, m H . l i i. loi|iie.s a pluma y tinta, otros a lápiz son adicio-
Siendo de este modo, en estos últimos tipos de retoque, se i - . i , m i l - , i econocer que tales trazos a lápiz no resul-
empicado la misma tinta, y cuando las sobrecargas se suceden, el ir i ,ii |'M liiniíiainienle es un esbozo de la firma a ser
i n t r n o i .uní no se encontraba seco. En la simulación, las comlii i"
i i". M-ioi|iies a lápiz son, en general, parciales o
d i l i e i e n | M n < i u e . cu general, él se realiza algún tiempo después. lil H i" i i i r . i i i I i-.'.bo/.o es un esquema previo destinado
l a t l m PH. •(. un . h ' . ] H , n r i ile la misma tinta usada en el lanzamiento p • !• • o i M - i h n a . Por consiguiente, el esbozo estará
tivo. Y i n , u n l i - . » . i m - v i i - i u M i los agregados, ya encuentra la tinta lii • , i- i i i . i . " ile imia o de esferográfica. Ahora, en la
Cn H loportl ''"i "i", latió, el propio simulador, algunas vece:- • u i M i - i i i r n i o ' , iic carbón serán encontrados siempre
ñu 10 . n |» tlir ll lilercnle | I M I < | I I . - está nu.,-H"s:ulci i - n i | i i r |o:..lt !••
212 GRAFOSCOPIA ESCRITURAS AUTÉNTICAS 213
Algunas de las modalidades de simulación vienen siendo examinadaí
en trabajos experimentales. Muchas de ellas, aún no fueron puestas en / n < I '('ION DEL TRASPLANTE
práctica. Un día, sin embargo, eso sucederá, surgiendo como novedades.
Serán suficientes, tal vez, para confundir al perito que no se da al trabajo do mi rl empleo de muchas estampillas a ser inutilizadas con la firma,
pesquisas e indagaciones. Obviamente no hay mayor interés en explicar le i in míe frecuentemente ésta se situaba casi integralmente sobre el
cómo verificar fraudes que aún no fueron practicados. f Mluinpillado. Apenas los ataques y remates se alargaban, algunas
Todos los procesos de fraude conocidos u objeto de investigación- •'•rudamente. De esta manera, fuera de las estampillas quedaban
experimentales dejan marcas ineludibles de su naturaleza artificial. No ,ii n i - \presion alfabética.
concibe la falsificación gráfica perfecta. • i i i u .ido uso, el falsario concibió pronto la idea de aprovechar las fir-
Nuestra experiencia personal nos lleva a afirmar que es más difícil ser i lluras auténticas asentadas sobre las estampillas.
falsario que perito. Aun cuando tuviésemos extraordinaria habilidad d« ' i n - i u l o a despegarlas con cuidado, las estampillas eran separadas
puño y por mayores que fuesen nuestros conocimientos especializad»», • u tientos primitivos sin perjudicar la escritura. En otro papel, el
jamás conseguiríamos realizar una falsificación perfecta. i .1 preparado de acuerdo con los intereses del falsario y las estam-
El suceso del fraude gráfico, en algunos casos deplorables, no contraría i- jM'iiis ahí nuevamente, con el ajuste de los trazos de la escritura.
la tesis. Ese suceso no depende de la perfección del trabajo. Gmsei.n 1 1- modo aparecía un nuevo documento firmado y fechado con
falsificaciones siguen su marcha victoriosa en numerosos procesos judian >< iiiiieniiuis. El falsario sólo necesitaba adicionar trazos y letras
les. Transitan todos los días, gallardamente, por los bancos y escribanía». ,il sector sellado (figs. 259 a 269).
Valen más al falsario la osadía y la buena diosa suerte que, irónicaincn<
te, se complace en proteger por algún tiempo a los que viven del otro In ' / i i / KIHCACIÓN PERICIAL DE LOS CASOS DE TRASPLANTES
de las actividades sociales. Sin embargo, el día en que los hados lo ahí
donan el falsario cae inexorablemente, cualquiera que sea el grado do (|iic el perito examina firmas puestas sobre estampillas, su
habilidad personal. dehe volcar inmediatamente hacia la hipótesis del trasplante.
; u . i Ir excluir esa hipótesis pasará al cotejo gráfico. Eso evitará
.i1.».'; trabajo inútil o conclusiones erróneas.
15. TRASPLANTE DE ESCRITURA
luisas en ese sentido recaen, en principio, en los trazos que
Esta modalidad de fraude gráfico es casi exclusivamente brasiloM i * > i .ni de las estampillas. Al despegarlas las escrituras ya se halla-
De ella no se tiene noticia en otros pueblos, ni referencia de autores en m I >e esta manera, los depósitos de tinta, que a veces llegan a
materia. »i iones, quedaron en el papel soporte del documento original.
Eso tal vez surja de la circunstancia de ser el Brasil uno de los p;i ís« • i i miadas las estampillas para el documento forjado habrá ausencia
que la legislación fiscal llegó a obligar al empleo del mayor número i i -i • .MUS en los trechos correspondientes a los márgenes del borde
nable de estampillas. Por otro lado, los propios trazos de las escrituras podrán ofrecer
Aquí, una gran cantidad de documentos públicos y particulares n .Í .Ir . oiitimiidadenlos trechos de yuxtaposición de las dos estam-
laban M-I estampillados, y las firmas de los suscriptores eran usad.i
i i m i i l i / . i i l i » . I .e ves posteriores, felizmente, restringieron la obligatoi • i» i . i l . la l'alta de proyección de tinta en el papel soporte, basta
del r - . i . m i | > i l l . i d < > i n numerosos tipos de documentos, entre ellos los ro MI rl trasplante. Sin embargo, en algunos casos el falsario
d i M i i m n y i" i" " .iMnnente la repetición del fraude. ... ni. ido completa los tra/os seccionados o provoca proyeccio-
l - n l.i i i m h i , iir las estampillas la ley imponía que la firum ii H » • n el papel sopoile a t r a v e : . ilr retoques. En estas oportunida-
saia todo . 1 M H | n l l ; i < l i > , iniciándose antes y terminando di i f i o s otros exámenes.
GRAFOSCOPIA ESCRITURAS AUTÉNTICAS 215
214
Frecuentemente al ejecutar los retoques el falsario no lo hace con iis, verificaciones ésas de la competencia de la grafística.
misma tinta. Así, demostrado el empleo de tintas diferentes el traspl - »aun cuando el trasplante comprenda toda la extensión de la firma,
ita que ésta sea auténtica, toda vez que resultó de un proceso frau-
quedará evidenciada
Lo mismo sucede cuando, a pesar de utilizarse tinta de la misma e«| dc confección. El respectivo documento será incuestionablemente
cié, los retoques son efectuados en épocas posteriores. Ciertas tinta-.. • <
forme la edad de los asentamientos, muestran diferencias de aspecto. ule» existir casos en que el documento no es negado por el propio
• < i n Hubo en él trasplante de escritos para el reaprovechamiento
* mil- estampillas. Ahí aparece tan sólo un fraude fiscal. En esos
20. SEÑALES ACCESORIAS DE REAPROVECHAMIENTO DE ESTAMPILLAS •I documento podrá ser auténtico.
En caso de trasplante existe, en realidad, un reaprovechamu-ni"
sellos, hecho sin embargo con otra finalidad. No son los valores do Mi a i NEGATIVA DE AUTENTICIDAD
estampillas apenas lo que el falsificador pretende. Más directa y "
| voi i tica cuando alguien alega que es falsa una escritura ofirmaque
exclusivamente, su objetivo son las escrituras.
Por eso los vestigios accesorios del reaprovechamiento de los n i . i diferencia o defecto de importancia grafotécnica, al ser compa-
HMI patrones habituales de esa persona.
podrán servir para indicar el trasplante.
Entre esos vestigios están: a) la presencia de adherencias de fruí» '"i i "i (.siguiente, la conclusión es de autenticidad, cuando sólo se
tos (U- p:i|trl, consecuencia del desprendimiento anterior; h) om I V H I I analogías sin ninguna diferencia de mayor significación. A
)M>m;i di |»< r .,i .iiplcinenlaria. Con el despegado anterior las cstumpf 1 10* no haberse verificado ningún artificio gráfico, surge la alegación
] M . . i ni in i l > M m i . i goma de pegar extraña a su fabricación p i n n n i 'i u i que algunas veces llega a sorprender al perito, debido a la
Alj'Mín oli'.rivau !i«st:i señales de deslizamiento d^ l:i i . ni Hl« de elementos que la pudiesen justificar.
es1;mi|nll.i n l.r. por b j;oin;\e pegar en el papel soporte ii> i tu r.aiiva de autenticidad no siempre es un acto de mala fe.
nimio l..i | «i.. l ... i. ..iiiiv»' ni;imlo se torna necesario regular mi IniMniU- es hecha por personas que ven sus firmas en documentos que
u . . i n i haber firmado jamás. Eso es frecuente en los casos en que
C O I l t i l l i i l i l . i . l -I. I'
SCCC1ON P A T R I M O N I O I N V E N T A R I O
216 GRAFOSCOPIA B1EN-CGN
o inadecuado, etc. Reconociendo las diferencias consecuentes producido! n i i c H modo de razonar del técnico y el del lego,
en la escritura el propio escritor resuelve alegar su falsedad. i ' i n n r i lujíiir a exponer algunos indicios de sinceridad grá-
En esa circunstancia, aunque en el acto de realizar el escrito no Imlnru i i «i 1 "' '"s ('e falsedad.
habido el propósito de algún artificio gráfico, con su negativa futura i-nn- M
tada en las diferencias accidentales acaba por cometer una auto-falsilico* . / NI >MNI'0 fiHÁFICO EN MAL ESTADO DE
ción.
• •u niiivr1111:1 valiosa indicación de autenticidad. El
u uii,i . M u il tarea, que es la de imitar un grafismo
i . i i i u i i r de un IMK-II instrumento gráfico que le facili-
• ' In > tos. Es claro que no iría a auxiliarse de
ii • " culi uno de los gavilanes ligeramente que-
|< inpn -i" 1 • I ln/.ado revele esas condiciones anorma-
1 1 p. u n Ir Li probabilidad de que la escrilm.i
GRAFOSCOPIA ÍNDICES DE AUTENTICIDAD Y DE FALSEDAD GRÁFICAS 219
218
El empleo de tintas muy debilitadas tampoco es propio de los trabujim i" i d el falsario sabe en qué lugar se debe poner la firma de la
fraudulentos, principalmente cuando obliga a un esfuerzo extraordinario 011 i" I M < rsulad de que alguien se lo indique. Si reproduce una fir-
la lectura de lo escrito. El falsario procurará, siempre que le sea p '" ' i'icccdida por esas señales, generalmente no se preocupa en
i
imprimir un aspecto normal a la escritura, para no llamar la atención so'
ella.
«/ n.HtHAS
Son índices de sinceridad gráfica. Así también deben ser interprw t' i uiailos en soportes inadecuados a la finalidad de la
dos los agregados hechos sin cuidado, modificando el aspecto de las lol« " . mudos indican, por lo general, la autenticidad de la
procurando mejorarlas (figs. 74 a 76). >i i i u . i i i o tiempo podrán ser considerados como indica-
i " de firma, o sea de la falsedad del documento.
6. FALTA DE TINTA
11 TÍ UÑADOS
En general, los trazos realizados sin suficiente carga de tinta son pf|
pios de las escrituras auténticas. Raramente eso sucede en los i i . i i ' . i i — • u elementos sustanciales difícilmente aparecerán
fraudulentos. n i ' i.d'.ihcailas. En esos casos, si hubiese alguna
MiMancial, sería más fácil y lógico que el
"U,i ].n-/.;i. formalmente perfecta, y en la núsma fal-
7. REPETICIÓN INÚTIL DE LA FIRMA lí Mi'
Si el documento no exige una firma repetida, la existencia duplloi
m u i d , dr l.i l n tu;i, constituye sin duda una indicación de sinceridad y.iAf
I ] i.iK.i na ii lincer una imitación de más, con mayor p r u b a h i l u í »i •'
ti. MI,II .
"ii]'i'r,n.nlu8 se sitúan en sectores anormales de los
:.m . m i . . n i 11 .il^unos cheques bancarios la firma falsa :i|uiwH ..... i-" u '-u aprovechamiento, pero difícilmente serán
vrn- i r | » h d i ' - i Iísn se tlube al hecho de que el falsificad i " t . i l n i v n i M i n a l i n c n t c procuran realizar las firmas
.1.11 n i i * ni i ln-i|iir, priiiupalmonte cuando es e m i l í d u ]> " < wrcrtoN Di I u díñente colocan firmas muy dis-
p;i)';uli. . i : l i i n y c un niLrru anzuelo psicológico. p'i t'icinplo, a la izquierda del mismo cuando
iCCClUN PAtRIMüNIU INVtMAKi
220 GRAFOSCOPIA
i. i
.
GRAFOSCOPIA IDENTIFICACIÓN GRÁFICA 225
224
1 1 i'nilismos patológicos.
£») grafismos disfrazados, y
(((Huíales son aquéllos ejecutados espontáneamente, sin perturbaciones
c) grañsmos imitados.
El análisis y la evaluación de los elementos gráficos dependen hu ni patológicas. Los grafismos accidentales son los que salen de
naturaleza de la escritura, modificándose mucho en consonancia i •Hlitl, como consecuencia de causas pasajeras tales como:
I - M I . -i iv ¡dad;
clasificación. • o calor intenso;
I momentáneos impedimentos del uso de una de las manos;
5. EL PROBLEMA DE LA AUTORÍA i Inloxicaciones, y
Es solucionado siempre teniendo en vista las semejanzas y di' Lulos de flaqueza.
10 emotividad, las intoxicaciones, los estados de flaqueza o de moles-
cias. H mineados por muchos autores entre las causas patológicas. En
Ya dijimos que la escritura es individual, poseyendo cada gri
características que lo distinguen de cualquier otro. Por lo tanto, lo i | ni carácter transitorio fueron incluidos entre las causas accidenta-
ponde al técnico revelar esas características y verificar, en la prácl
están reunidas en la cantidad requerida para autorizar la identificaclí wii< l;is causas patológicas se citan:
| iPiiilidad, y
Esas características no son exclusivamente de naturaleza fon
(filudo mórbido crónico.
como se entendía antiguamente. Aparecen en la constitución del
la formación del escrito y en las cualidades generales. •mis nos repugna considerar la senilidad como estado patológico.
Empero, cada una de las características es pasible de variiu n •lyr una de las etapas de la vida humana. Algunos autores, sin
voluntaria o involuntaria. Siendo de esta manera, el técnico drN-i i 1 1 Clasifican de esta manera.
capacitado para reconocer las causas de esas variaciones, para •[" • ii i .ipítulo, no obstante, nuestro objetivo es distinguir los grafis-
dar el debido valor a cada una de ellas. Es lo que se llama el análisít ' i i - s conforme las causas modificadoras, partiendo de otro
semejanzas y diferencias, sin el cual ningún cotejo grafotécnicn ,< 1 1| no se manifiestan —grafismos normales; si transitorias — grafís-
• i niales; si permanentes — grafismos patológicos. Las denomi-
racionalmente. i""Men no ser adecuadas pero sirven a nuestros estudios.
Para proceder a ese análisis el perito necesita poseer profundos c
mientos de los diversos procesos de producción gráfica. Ésa es
por la cual el problema de la autoría sólo debería ser confiado a un p • '/.'/ 1 DR ESCRITURAS NORMALES
larga práctica. MU i • r presentan casos de esa naturaleza no hay, en general, mayor
Intentaremos, en este capítulo, ofrecer algunas normas y conH
que se pueda procesar el análisis racional de las diferencias y sei i i ni i;il. Todas las características adquieren valor, hasta las de
Y fue por eso que iniciamos este trabajo clasificando los graflsin«> ^Btf y ortográfico. Si convergen será porque las escrituras cote-
M. non en el mismo puño. Si divergen, la conclusión negativa
grupos: naturales, disfrazados e imitados.
H-O pericial, obviamente, no se asienta en el modus operandi
6. S NATURALES \e de las piezas exhibidas. Por ese motivo, si aKpro-
'.mi .1 |.i -Mu-, producidos sin interferencia directa de la i" i'l perito encuentra completa convergencia de elementos grá-
• • i ' ' "' "MI .1. I , . , i - . ' .ios £r;ítícos, sin procurar modificaciones d< luí I I . I |ior la identidad, llegando al mismo tiempo a la convicción
1 1 <li-1;mie de grafismos naturales, esto es, realizados sin imita-
n.t . l'."i- ii i divididos en: riiz.
ti) ¡'l.lll ¡U . . . . . . L l l l . l ! . " . .
Apenas algunas características muestran una relativa asociación. Si fueran Las imitaciones serviles son susceptibles, algunas veces, de identifica-
obtenidas escrituras de la mano izquierda como patrones, entonces será i'n'm gráfica. Eso sucede, excepcionalmente, cuando existe una serie de
posible encontrar una serie mayor de elementos convergentes. Análogas I ii mas copiadas sin habilidad.
consideraciones se aplican a las escrituras producidas con la boca y con los Los calcos difícilmente permitirán decir quién los ejecutó. No consti-
pies. iii v»-n escrituras propiamente dichas. No pasan de meros repasos sin liber-
En las sinistrografías congénitas el disfraz, en general, consistirá en el l ü ' l «Ir movimientos. El escritor se limita a acompañar el dibujo o la ima-
empleo de la mano derecha. Todavía cumple señalar que el dextrógiro ("•ii vista por transparencia.
casual casi siempre consigue realizar una escritura muy superior a las sinis- l'ara determinar la autoría de escritos imitados libremente, el perito
trografías accidentales. Las escrituras producidas son más fácilmente •(untará: la calidad del trazado, la grafogénesis, y hasta las características
identificables con el grafismo normal, o sea la respectiva sinistrografía len general, en las cuales se podrán transparentar algunos ideografoci-
habitual. ios (ritmo, dinamismo, desenvolvimiento, proporciones, espaciamien-
Por otro lado existen individuos que escriben, indiferentemente, con las ¡llores angulares y curvilíneos, etc.). Sólo semejanzas y diferencias
dos manos. Son ambidextros, y los escritos producidos por sus manos ofre- 1 i"Mn;ts deberán ser descartadas.
cen entre sí numerosos puntos de contacto, permitiendo la identificación. i ii la imitación servil las analogías o desemejanzas de forma también
Los disfraces, con cualquiera de las manos, son comunes en las ambidex- n .ij'.nificación, así como los elementos constitutivos de los trazos,
trografías. ii'inpre también quedan perjudicadas las características de grandiosi-
Con los muñones de los puños (mutilados), con la boca o con los pies, I u los demás elementos podrán ser encontrados indicadores de auto-
puede ser ejecutada la escritura. En algunos casos ni se sospechará del
extraño mecanismo muscular. Las tentativas de disfraz de esos escritores || 10 intentase descubrir la autoría de un calco sería un craso error
son análogas a las de los graflsmos comunes. ii i 1 1 convergencia o divergencia de formas, de relaciones de propor-
i ' i "l gramática, de espacios y otras características, sea como base de
I « ' tli- exclusión.
23. ESCRITURAS IMITADAS
i il<|nier caso de autoría de escritura imitada el perito deberá, pre-
La determinación de su autoría es muy difícil en el dominio de la gra- ' i i r , u-ner en vista las características del escritor-víctima. SÍ
fotécnica. Además, como ya se dijo en muchos casos de disfraz gráfico, u 1 -(Hoilucidas será inútil ver si se repiten en la escritura del sos-
perito jamás llegaría a un pronunciamiento seguro en cuanto a la autoría, 1-¡"lo los elementos en divergencia para la verificación de auten-
Ahora bien, ningún criterio de disfraz es más eficiente que la copia ilol 1 id i " i in 'íer investigados. Es una regla que no debe ser olvidada.
escrito de otro.
Cuando se indaga sobre la autoría de una firma imitada difícilmenti
I MANO GUIADA
habrá un pronunciamiento categórico.
Todavía es curioso notar que para la determinación de la autoría de fifi •u ti.i sitio objeto de estudios y monografías especiales. Es
mas imitadas, las facilidades periciales no acompañan las cualidades de Iftfl • i i i . i n i f . ya sea en su aspecto técnico como en las consecuen-
m u í « mili %. Dentro de éstas, los mejores facsímiles son obtenidos a iravM Al respecto sólo presentaremos aquí algunas nociones.
i l < l.i•- ll.iin;i(l:is imitaciones libres. Pues bien, determinar la autoría dfl • • « M I * ,isos extremadamente raros.
• MI:. i i t i l n • casi siempre, un problema más simple que el n'U • i'iir.l'-n ejecutar conjuntamente la misma firma. Uno es
ruin.nli i i.i i . i K i h i .uñones por imitación servil o calco. Eso es pflfl i i-in.nlo.
que. confornv i" " i « - m í o . m la reiteración de los ejercicios los ¡m l;u uoi;i de colaboración, se dividen en:
Malulo- i< i i . i l . u t o sr van introduciendo inconscientemente^ i> i n . i i i o lor/.ada;
la i- n i ino ;ipoya<la;
GRAFOSCOPIA IDENTIFICACIÓN GRÁFICA 237
236
c) escritura de mano guiada propiamente dicha; do la tendencia natural. Cuando se relaja ese esfuerzo, como consecuen-
d) escritura de mano inerte. cia del cansancio o de otras causas, torna a predominar la tendencia alio-
El primer caso sólo es concebible cuando haya disparidad de fuerzas céntrica y la escritura se inclina hacia la izquierda.
entre el guía y el guiado; los disturbios gráficos se manifestarán desde el
principio. Borrones, arañazos, arrastres de la pluma y otras perturbacio- 26. RESUMEN
nes se traslucen de inmediato. Por otro lado, ninguna característica gráfi-
ca del guiado pasará a la pieza forjada. Ni siquiera las formas gráficas que De acuerdo con la exposición efectuada se verifica lo delicado del pro-
serán las del guía. blema de la autoría gráfica. No siempre el técnico consigue resolverlo
En las escrituras de mano apoyada la colaboración del guía no interfiere satisfactoriamente. En algunos casos ello no autoriza cualquier pronuncia-
en el grafismo. Las características del guiado quedarán registradas con las miento pericial.
perturbaciones propias de su estado patológico. Muchas veces el perito se encontrará en la situación de no poder afir-
En las escrituras de mano guiada propiamente dicha, la colaboración mar ni negar la autoría. Tendrá que restringirse a las filiaciones, esto es,
entre guía y guiado se realiza de manera diferente. En la ejecución de probabilidades en diferentes grados, traducidos por ligera, simple o fuerte
algunos gestos las dos voluntades coinciden y los movimientos reciben un filiación (procedencia, dependencia, afiliación).
énfasis mayor que los de la escritura normal del guiado. En otros trechos,
no obstante, habrá un desencuentro de las voluntades, procurando cada una
ejecutar los movimientos a su manera. Surgen bruscas quiebras del movi-
miento al lado de trazos descendentes, en general más alargados que los
usuales. Una de las características es la prolongación del grama medio de
la "m".
En la escritura de mano inerte, como el nombre lo indica, la colabora-
ción del guiado será nula. Ella reflejará las características del guía, con
las deformaciones consecuentes de las dificultades de acomodación de la
mano inerte transformada en accesorio inadecuado o lapicera.
tensión, tal vez sea la primera tentativa de exposición metódica de la mate- Dejemos pues estos asuntos académicos y pasemos revista a los varios
ria. Magníficos trabajos ya publicados como Questioned Documents, do los de examen que vienen siendo preconizados para la especialidad en
Albert S. Osborn, o Contested Documents, de Brewester, las obras mal • i i i n - i i o de la grafística. La metodología documentoscópica es otra cues-
recientes de Ordway Hilton y Harrison, a los cuales se podrían agregar lo» n
volúmenes V y VI del Traite de Criminatistique, de Locard, pecan por la fal-
ta de esquematización sistemática, sin desconocer las magníficas lección* Mi WnO MORFOLÓGICO O DE COMPARACIÓN FORMAL U "HOMOLÓGICA"
No va en eso la más mínima intención de criticar a ésos y otros autoreí
admirables. Así también, aunque varias enseñanzas se muestren actual- -i 1 .ir en obtener deducciones de las conformaciones gráficas. Pre-
mente obsoletas y ridiculas, mucho debemos a los esfuerzos de Bertillon i i n l i > las semejanzas, las escrituras serían del mismo puño; divergien-
Frazer, Reiss, Rogues de Fursac, Ottolenghi y tantos otros. Inestimabl • • i i i . i n origen diverso.
fueron además las contribuciones de los grafólogos en general, entre 1 i "• el proceso utilizado por el hombre desde que aprendió a escribir.
cuales citamos a Crépieux-Jamin, Ludwig Klages, Roberto Saudi'k, í «n vicios relevantes con conclusiones acertadas en el inicio, cuando
•* M i m . t constituía aquel arte cabalístico del conocimiento de poca gente,
Michaud, Michou, Rougemend, etcétera.
wli.l i tpir se divulgaron, las formaciones gráficas pasaron a ser aprecia-
" i i- iliilad, sobreviniendo inmediatamente la reproducción por los
2. ¿ES UNA CIENCIA LA GRAFÍSTICA? < 'oino consecuencia, los errores de los peritos.
i • i'viira opinión, ésta constituye una indagación puramente nc;uU'-inl I M I I M u-iido o no tomando en cuenta las variaciones naturales, el
"|o con frecuencia a impugnar como falsas escrituras auténticas.
ca, sin mayor militbd práctica.
Alquil" 1 . .miiiH••. :.»'.iu'iien que la grafoscopia es una ciencia, toda v^ i i'i". olvidando las imitaciones, hace que muchos escritos falsos
t". como verdaderos.
i|ur | i. . . ' . I . . U I K iil;ncs y un método propio.
No:. IM |n. in , ( |IK' defienden esa tesis trabajan con equívn i i ' p • • ' i i < - i a l i z a d o de la escritura es una conquista de nuestros
'i' i> • "" y.iiifiilogía científica, la que también podrfui uifriisificándose desde el último siglo. Los peritos, sin
,1.1 •n|t:in¡iron ese proceso y por mucho tiempo quc<1:u<>n
242 GRAFOSCOPIA MÉTODOS GRAFOSCÓPICOS 243
adscriptos al proceso tradicional de examen, o sea a la comparación r n el examen de las escrituras. Sería la revelación a través de cualidades
morfológica. lubjetivas del grafísmo,
Numerosos errores cometidos en el siglo pasado, algunos de ellos m Ahora bien, si la grafología, según sus adeptos, estaba capacitada para
procesos judiciales de repercusión internacional, acabaron por acarrear oí tu/ar con nitidez el llamado retrato grafoiógico, aplicando sus procedi-
descrédito de la pericia. De esta manera comenzó nuestro siglo, con el mientos, sería relativamente fácil decir si dos escritos se originaron o no en
célebre caso Dreyfus, que acabó por liquidar la última confianza que so || mismo puño.
depositaba en la pericia y en los peritos. Surgió, en esa época, el proce.so Tara delinear el referido retrato grafológico se presentaron dos escuelas
homológico de Bertillon, que no escapa de las directrices tradicionales (La •rilii'ipales: la francesa, dirigida por Crépieux-Jamin, y la alemana, creada
comparaison des écriíures}. M In Nombra de las enseñanzas del gran filósofo Ludwig Klages.
A esa altura todos los que se interesaban por el asunto estaban conven- 1 En la escuela francesa, después de la clasificación general de los grafis-
cidos de lo imprescindible de abandonar el proceso tradicional. • •j'.ún diversos criterios (dimensión, dirección, forma, orden, presión,
A todo ello siguió un período de confusión. Búsquedas y pesqui ,.i •miad, velocidad, etc.) se parte en búsqueda de los signos reveladores
incesantes se realizaron auxiliadas entonces por nuevos conocimiento! cualidades morales, intelectuales y artísticas del escritor. Con esos
científicos. Aparece la fotografía y apasiona. Era imprescindible trufe WM. subordinados al grafismo-tipo, se llega a la identificación gráfica.
plantarla para la pericia. Y así lo hizo Reiss, con su Photographie Jmh* i u ln escuela alemana los grafismos-tipo están, por así decir, subordi-
ciare. La química renace. Quién sabe; podría salvar el prestigio de 1| Mhl"« (i las diferentes clases de ritmos gráficos, y conforman los signos sus-
pericia. En ese sentido se dirigieron los esfuerzos de Frazer, Reiss, Aniel, l > i » r los movimientos de contracción y relajación musculares. En
Locard y otros. •«mulo, y según los seguidores de Klages, se identificaría al escritor
Se reconocen las transformaciones del grafismo, en concurrencia cof «Ululo sus cualidades temperamentales.
los estados emotivos y patológicos. Y ahí viene el libro ya citado di i" inda, el método grafológico fascina y trajo un progreso inestimable
Rogues de Fursac. M ««indios grafotécnicos. Pero, como dijo Saudek, eminente grafólogo,
Paulier, con el auxilio de lentes y un microscopio adaptado, peñol! ........ nplcta abstracción de las condiciones físicas en la producción
más íntimamente en la intimidad de los trazos. |H Por otro lado, la interpretación de los movimientos expresivos se
Osborn, en la 1a edición de Questioned Documents (1909) da cuenta J i nn sentido psicológico general, sin subordinación, o mejor, aplica-
sus experiencias personales, abriendo el campo para el estudio de los i<-".i" i •• • d i» .1 a la índole de los trabajos fraudulentos. Además de eso, el
dactilografiados, en una época en que la máquina de escribir iniciaba I di ilógico no sería eficaz para la solución de los casos de calco,
marcha en sustitución del texto manuscrito. nlil.ii .Ir i >i ros procesos mecánicos de reproducción de escritos. Y
Indiscutiblemente, el principio de nuestro siglo fue el período de goffl • • muy impreciso en su propio enunciado.
nación científica de la disciplina. Con el entusiasmo de los primid
resultados, no obstante, se generalizaron ideas erróneas, aliadas a una l»ll
de metodización.
Los grafólogos, que en cierto modo ganaron algún prestigio en el • (••luco de este libro ya dijimos en qué consiste la grafometría.
Dreyfus, intentaron sugerir su manera de proceder al examen. De ahí lU • • ntonces nuestra crítica, demostrando que era un proceso
)-.u» rl llamado. «i. ni/ando siquiera los fines para los cuales fue recordado.
ni' n í a , sin embargo, tiene la virtud de permitir el análisis más
4. rt/l / < • ( " ' '•!• I/<MIM;I<-ÍÍ
- !"•* llamados elementos grandiosos. El esfuerzo de los grafo-
•• '"• ,i,-l iodo inútil.
I i.i' .1 .i'l" • I I ' M " • .i Uní ilion, los grafólogos vieron una gran o|Kif(
niiliiil pan i» n U vidii jiiilidul, el empleo del proceso que u n i i •'
244 GRAFOSCOPIA MÉTODOS GRAFOSCÓPICOS 245
En el método caligráfico no son sólo las formas de las letras las que
nu'iecen atención. El calígrafo se preocupa también por la mecánica del
6. MÉTODO "SINALÉTICO" N .i/.ido, esto es, sombreados, trazos finos, rebarbas, empastamientos y otras
Preconizado por Ottolenghi, y por lo que parece con raras aplicaciones, fiiionialías. A él debemos el estudio del talhe de la letra, expresión vaga e
no pasa, de algún modo, del desenvolvimiento del proceso de comparación < i recta con la cual se pretenden focalizar varios y valiosos elementos
elogiado por Bertillon, según confiesa el propio Ottolenghi. tjiic entran en la composición del trazo.
En la descripción de los elementos gráficos sigue el mismo criterio del lil método, por lo tanto, es superior al morfológico y a varios otros.
retrato hablado de aquél. Pasa a estudiar primeramente las cualidades |>t'jii sin embargo de considerar importantes cualidades, sin pensar en el
generales (connotati) destacando aquéllas personales salientes o constantes h i i i i i i r gráfico.
(connotati personali e salienti) dando a algunas de ellas significado espe-
cial (i contrassegni particolari). Mf'IODOS "ANASTASIOGRÁPICO" Y "SCOPOMÉTRICO"
Realizando ese trabajo en las piezas patrón, el técnico se enseñorea con
los elementos individualizadores del grafismo auténtico, bastando entonccl \ l.i Argentina surgieron esos nombres para la denominación de pro-
verificar si los elementos se repiten o no en las cuestionadas. En el primer n de análisis. En realidad no existen métodos, sino sólo meras expre-
caso se tendría la identidad gráfica (y por consiguiente, la autenticidad). I Mli
En el segundo caso la falta de identidad (o falsedad). • i '-Míen sugirió en dicho país, la ejecución de los cotejos gráficos bajo
Como se ve, el método sinalético descriptivo es un mero criterio en la '• ai de los rayos ultravioletas, los que revelarían características subya-
marcha de las verificaciones preliminares, esto es, en el reconocimiento d|j
las características gráficas. A lo sumo, no pasa de tratarse de palabrin i •••! tuyos ultravioletas, sin duda, son auxiliares excelentes del docu-
diferentes, que no ofrecen ninguna base para la valuación de las caractcrÍH- i "i .i,,ro Ayudan a leer escrituras borradas, facilitan la diferenciación
ticas a ser cotejadas. ' i . y «'tros exámenes. Para los cotejos gráficos, sin embargo, son
Sin duda la descripción, partiendo de lo general a lo particular, constU MI MU- inadecuados. Acabarían inclusive por cegar al observador.
tuye el criterio más racional. Errores graves son cometidos por pcriun .uito al método scopométrico, nadie sabe en qué consiste. Por
que al hacer las confrontaciones buscan de inmediato ídeografocinetismflÉ lii división de la policía técnica de la policía de Buenos Aires
para verificar si coexisten o no. Pero en la solución de los problemas gffll Hrvii mi.i de sus secciones especializadas con el nombre de gabinete
físticos, no basta establecer el orden de clasificación de las característictíl " <• Un esa sección se procesan los exámenes de documentos
Será indispensable interpretarlos, dándoles el debido valor concordante OOB i l u <>.', y balísticos.
la especie. Y para ese fin, el método sinalético descriptivo no ofrece mu- i- nio.s del referido gabinete ejecutan las confrontaciones gráficas
guna orientación. Podrá, cuando mucho, ser considerado un proceso di 1 i . i i f i . n ion a ningún método específico. Y en la dificultad de indi-
análisis de la escritura; no sirve, empero, para conducir a la solución di 1 H-iodo usado, pasaron a referirse a un método propio: el sco-
problema documentoscópico.
>'-tri<¡, según la definición que nos dieran, sería la medida de
Ailciuás, distintos jefes de ese servicio critican la denomina-
7. • .ni,i romo un homenaje a su creador —uno de los hombres a
l " • . i i n - i . i i i " . i . i n i | H H o escaparon a la tentación de sugerir un proci • - i . u- la policía bonaerense, pues fue quien le dio la estructura-
u u ' - i i i n | M i . i i < > [ ' i . - M n i u ' . i'.iafísticos. Como en varios países aún son ii" 1.1 elevó en el concepto general—, el coronel Vasques Mar-
i ; i l i ) - , i . i l " . i" proferido* puní l.is nominaciones judiciales, en caso di* <|u
• i l i r.m I i i . t l • ' I - . 1 - i .< ni", ( -r;i natural que recurrieran a los c om
.1. III |IHI|I| • • |»'l i . i l n l - 1 » !
GRAFOSCOPIA MÉTODOS GRAFOSCÓPICOS 247
246
• miuras encontradas sin la menor historia, no existe ninguna información.
liso sucede también cuando el magistrado o la autoridad policial man-
9. EL MÉTODO GRAFOCINÉTÍCO • i ni ii-tirar el documento, exhibiéndolo al perito sin ninguna gestoría y for-
Diitlando requisitos erróneos, como aquéllos referidos.
En los ítems anteriores nos limitamos a exponer los diversos métodoi
I u la generalidad de los casos, sin embargo, esta fijación preliminar del
preconizados para la pericia, con la respectiva crítica.
i M "i >li-ina se hace independientemente del trabajo pericial. De esta manera
Hoy, la grafoscopia tiene su método propio, denominado grafocinéticot
término que acabamos por preferir a las genéricas denominaciones anterio i • • mistiones grafotécnicas quedan, desde luego, divididas en dos clases:
v. n i n ,u ion de la falsedad y determinación de la autoría.
res: método grafotécnico o grafoscópico.
Resultó del estudio profundizado del grafismo, teniendo en vista no
sólo los diversos procesos de fraude gráfico, como las causas provocadora! 11 VITRIFICACIÓN DE LA FALSEDAD GRÁFICA
de variaciones. No se asienta en características aisladas como lo morfoló- 1
gico (forma de los caracteres) grafológico (cualidades subjetivas) grafomlJ Y» se vio que existen tan sólo cinco maneras de falsificar escrituras:
' ti) sin imitación;
trico (mediciones) sinalético (connotan y contrassegni} o caligráfico (fumín
M <k; memoria;
y tallo). i ) por imitación servil;
Al contrario, considera todos los elementos, dándoles valor consonan!*
th |>or calcos, y
y razonamiento pericial, Y éste se procesará bajo un criterio lógico dorUl
I r) por imitación libre.
vado de un profundo estudio de las diversas maneras de producción gráficfc
|*iu olio lado, las auténticas se presentan en cuatro grupos:
Por otro lado se prestará especial consideración a los movimientos que dtuí
M Mutilación de la falsedad gráfica;
origen a la escritura. Es el importante capítulo de la grafocinéticu, \\\w
' • i mi lo-falsificaciones;
pasa a preponderar en los exámenes gráficos. • i inri a negativa de autenticidad gráfica, y
./i h,r.plante de firmas.
10. PRIMERA ETAPA DEL COTEJO GRÁFICO 11» ni u mío con lo referido los procesos de producción de los escritos
Antes de iniciar los trabajos gráficos comparativos, el perito neceil I II" siempre presentan resultados uniformes. Por ese motivo, será
tomar conocimiento de su finalidad: se debe manifestar sobre la aiitrnin i •.¡inte saber cómo se ofrecen las firmas forjadas, pues difícilmente
dad o señalar quién es el autor de un escrito. Es la cuestión preliminar t|iM • i .1 convidado a asistir al falsario en el momento de producir la
i i < .lamina, en general, escritos ya extendidos en el papel.
debe quedar esclarecida.
En general, esa finalidad está definida con preguntas correctas. , /
falsa o auténtica la escritura sometida a examen? En caso m-;-, I. 11 MÍSTICAS DOMINANTES EN CADA UNO DE LOS TIPOS DE
¿quién es el autor? 11 U ,U 'ION GRÁFICA Y EN LAS AUTÉNTICAS
Otras veces los requisitos no sitúan correctamente la materia.
riendo saber sobre la autenticidad, se formulan cuestiones como • > n li> i|in- hace a las formas de los caracteres, las falsificaciones gráfi-
¿Quitn es el autor de un escrito cuestionado?, ¿de qué puño proceden l> n nutación con las respectivas auténticas, presentan los siguien-
i". diferencias formales, en general en las falsificaciones sin
(Jichi >x (/e/ */<>< tímenlo exhibido?
• i i " M i < > i S t berá vuih<;;!r si entro los probablí-. . n i u . « > - (t-ii < h l i it-iifias y semejanzas, concomitantes en la falsificación de
. i . M i . i ;ii|iirl cuyo puño debía, obligatoriamente, |>i" M . , M U |.m/,a.s morfológicas en las falsificaciones por imitación ser-
n ; hlues.
- M . mi< n • -¡lo es, i-l propio.
l n i ....... i 1 1 IH toritt dol cas» es suficiente para distinguir lo r
• " l i o «|f las auténticas el comportamiento morfológico será el
mas 'Ir .u. . . . . . . .M u í • ! • . u i h n i a . Sólo e n ejemplos especiaUsiinnt |
MH |.m/;ts en las simulaciones de falsedad, en las auto-falsiln .1
248 GRAFOSCOPIA
MÉTODOS GRAFOSCÓPICOS 249
ciones por calco y por imitación servil, en los trasplantes y en las meras
negativas de autenticidad; semejanzas y diferencias concomitantes en las Y finalmente supóngase la existencia de una completa analogía formal.
auto-falsificaciones por disfraz parcial, y diferencias en las auto-falsifica- ¿Hería auténtica la firma en cuestión? ¿Cómo concluir en ello si todas las
ciones por disfraz total. pvuiuiras falsificadas por copia (servil, calco o imitación libre) presentan
Supóngase que la firma forjada sin copia, venga a coincidir en su forma M» misma semejanza?
con la escritura de la víctima. Reconociendo el hecho, el perito sólo podrá l'or consiguiente, el proceso de concordancia morfológica no lleva a
trabajar como estando delante de un facsímil ejecutado por imitación (ser- Hiiil(|nier conclusión. Sirve tan sólo para delimitar el campo de las refle-
vil, calco o imitación libre). Si la falsificación de memoria fuera realizada nrs periciales. Aquí están los resultados de esos cotejos.
por quien es poseedor de memoria fotográfica, obviamente no cometerá • o No se asemejan, en su totalidad, las configuraciones gráficas. Pro-
ningún lapso. El trabajo fraudulento no acusaría, pues, ninguna diferencia !'!• " ' i distinguir si se trata de una falsificación sin imitación o de una auto-
formal en el cotejo con el patrón auténtico. A pesar de producido i u adón por disfraz total.
memoria, la falsificación tendría, morfológicamente, el aspecto de las ir /O Se presentan semejanzas y desemejanzas al mismo tiempo. Pro-
tadas. Al revés, si la memoria fallara totalmente y a pesar del esfuer i falsificación de memoria o auto-falsificación por disfraz parcial.
rememorativo, la falsa no ofreciera ninguna semejanza formal con la aut • i < 'oncordancia de las firmas. Problema: verificar si se está delante
tica, el perito examinaría el facsímil como si fuera el resultado de una fals i- "" i falsificación por copia (servil, calco o imitación libre) o de escritura
ficación sin imitación. •HI< « « n i ,i (simulación de falso, auto-falsificación por calco o por imitación
Ya se dijo en este libro que las falsificaciones por imitación servil y U • '' n.ripiante o simple negativa).
calcos lentos (pero sin bosquejo) no pueden ser distinguidos entre sí. Ttn|i> esto es a lo que conduce el proceso de comparación morfológica,
mismo sucede en relación con un calco directo ejecutado velozmentl l'.u.i '.olucionar los problemas planteados será necesario el estudio de
Después de algunos ejercicios llegan a presentar las características de 1< iniiriitos o gestos gráficos.
escritos falsificados por imitación libre (son las llamadas copias rápidt
Por consiguiente, las características de las escrituras auténticas (pat ' >l¡ '.I-NVACIONES QUE RESTRINGEN AUN MAS LOS CAMPOS DE
nes) como las de las falsas, determinan el diagnóstico. En general, el p< IIGACIÓN
to no declara que la falsificación fue cometida por éste o aquel procí
miento. Se limita a decir que las características dominantes son las de "">" so vio en el ítem anterior, cuando del cotejo surgen analogías
proceso. •i», son muchas las modalidades de escrituras auténticas y falsas
111 examen aislado de la cuestionada, entre tanto, podrá traer
1 - i - limitaciones.
13. ¿HASTA DÓNDE PUEDE CONDUCIR LA APRECIACIÓN DE LAS SEMEJANI 'inminente, es obvio que la hipótesis de trasplante gráfico sólo
Y DIFERENCIAS FORMALES? ' ' pmsada si el documento estuviese estampillado.
1 " 1 1 i>ir/,a en cuestión se observaran vestigios de bosquejos (partícu-
Supóngase que en el cotejo entre cuestionadas y patrones, el
1 'i 10, fonlages, raspados, etc.) entonces sólo se trabajaría en la hipó-
observa una total diferencia morfológica. ¿Eso implicaría concluir qi
una falsificación sin copia? ' 11» .u ion por calco indirecto; o de una simulación de falsedad grá-
( HwiamriiU' no. Se podría tratar de una auto-f ais ificación poi < t i - - i i' - u n í » lalsificación por calco indkecto (las dos últimas muy raras).
total, ivitti (••; ili-l tipo de escritura auténtica en que no se observa nii m'stionuda presentara un trazado lento, con rasgos cargados
:;rmr[.ni.M lmin.il ruin- cuestionada y patrón. • - i - < uva observación surgieran indecisiones aparentes, retoques
S n | i . > n r . 1 •,, .ilini.i <|Mi* en el cotejo sean observadas semejanzas ni un lamientes anormales y paradas, se trataría de una falsifi-
tlr t h l r i t IK Ini i i ' i m . i i t , ' • ' na una falsificación de memoria? Sí, i." ion servil; de una simulación de falsedad gráfica, o de una
poiln.i ••• i i . i i i i i - t nt i t . i l .Miración por disfraz parcial. i líli ni ¡"u por calco directo, o bien de una auténtica, de tipo
250 GRAFOSCOPIA MÉTODOS GRAFOSCÓPICOS 251
Si por el contrario, el trazado fuera rápido, no denunciando al primer ¿j) si los movimientos son simples o repetidos (retoques, bosquejos, menis-
examen marcas de indecisión, retoques, levantamientos anormales y para- co», reflujos de tinta, etc.); h) si dichos movimientos son continuos o inte-
das, entonces tendría que pensarse en un escrito normal; en una falsifica- nlímpidos (desenvolvimiento, paradas, levantamientos anormales, etc.).
ción por imitación libre, o aun de un calco directo ejercitado. lodo esto, observado en las piezas en cuestión, ¿guarda correspondencia
Cuando varias firmas son exhibidas para el examen, la extrema regula- 1 1 MI los patrones? Si hubiera correspondencia o explicaciones razonables
ridad entre las mismas podrá conducir a verificar el grado de superponibili- i - . n . i los accidentes del movimiento, muy probablemente las cuestionadas
dad suficiente, que no deje duda en cuanto a la práctica de un calco. Esto, inríln auténticas. Ofreciéndose en oposición, el aumento de la probabili-
sin embargo, no implica por sí solo concluir por la falsedad. Además de ilnil de falsedad.
las falsificaciones por calco directo e indirecto, pueden aparecer con el mis- No obstante, no bastará la verificación aislada de esa correspondencia o
mo grado de superponibilidad (y hasta con mayor rigor) ejemplares de fir- tllvnsidad de movimientos. Será preciso verificar si se trata de analogías
mas auténticas auto-calcadas. Son las llamadas auto-faisificaciones por 8 desemejanzas habituales, o que por lo menos se escuadren o queden fuera
calco directo o indirecto. lid rumpo de las llamadas variaciones del grafismo.
Cómo distinguir los casos en que las conclusiones se confunden, sea en l'nr ese motivo, los patrones gráficos de confrontación deben ser relati-
el examen formal, sea en las verificaciones previas del trazado (a través de imi me numerosos, producidos, si es posible, en situaciones distintas, con-
los llamados índices primarios de las copias gráficas) es un asunto a ser fititm- ya fue preconizado en el capítulo anterior. Los hábitos sólo pueden
explicado más adelante. >• i .preciados por su reiteración.
Cabe anotar que los elementos señalados para la mejor delimitación do No hay que imaginarse que el estudio grafocinético profundo, investi-
los campos de reflexión grafoscópica, son todos de naturaleza grafocinéti- l " habitualidad o no de los movimientos, sea simple. Existe una dis-
ca. El trazado moroso arrastrado, cargado de tinta, es consecuencia de U IMIKH mu adecuada. Por lo menos, una buena lupa manual, de 6X, corregi-
disminución de velocidad. Las indecisiones resultan de la contención di Hras veces deben ser empleados filtros, así como algunos recursos
los impulsos gráficos naturales. El retoque implica un movimiento de mal •s y fotográficos, de acuerdo con lo referido.
sobre el trazo ya ejecutado. Los levantamientos anormales y detención* Un la interpretación de algunos sucesos grafocinéticos podrá haber, en
son interrupciones del movimiento. Y los bosquejos obligan a la repeti- «ni* Caniculares, confusiones. Por ese motivo se admite una controver-
ción de un movimiento sobre otro. I* limn",ta y sincera entre dos peritos calificados.
i fcviamente, cuanto más competente y experimentado sea el perito, una
f i|ur disponga del instrumental normal para los exámenes gráficos,
15. EL DIAGNÓSTICO FINAL DE LA FALSEDAD •Mi» errores cometerá en esas interpretaciones.
Hasta aquí el problema mayor de la constatación de la falsedad que<
delimitado pero no resuelto. La solución final sólo será alcanzada despi / »/'. UNCIÓN ENTRE FALSEDAD Y AUTENTICIDAD GRÁFICA, PARTIENDO DE
del análisis grafocinético completo. Él es el que dirá si la escritura en c; I í'.V I'KOBLEMAS DELIMITADOS POR EL EXAMEN DE LAS CUESTIONADAS Y
men es falsa o no. I A COMPARACIÓN MORFOLÓGICA
Yn dijimos, en un capítulo anterior, cómo se procede a ese análisis.
ir:ivív: (Ir rl, rl prrilo quiere saber todo lo que sucedió para que el escriu» l'i< tblcma I: falsificación sin imitación y auto-falsificación por dis-
i-xíinu n ( u . si n i r MI :r;pri-u>. Para eso procura verificar: a) cuál oí i formas gráficas enteramente antagónicas). — La diferenciación
din-n ion ili I n . i / n , r.sto es, dónde comenzó (ataque) y dónde t r i n m f a Iravés de los llamados mínimos gráficos, o sea los pequeños
(irin.iii-). M rin | i < iiin esos ataques y remates; c) con qué presión i|ui' dan lugar con frecuencia a conformaciones peculiares poco apa-
ron i-ji-i n i . i . l . . . |,. n i u M ron d mismo énfasis o énfasis varia!'l> I 'na serie no muy extensa de mínimas concordancias (cinco a seis)
conqm- i . i | ' n i - • i ' M i l . i NIMI las formas adquiridas en los gramas c • N . 1 1 nutación de firmas, obliga a admitir la auto-falsificación por dis-
ncnu-s ilr l . i . l« i i i i n i . . <l> ,niií ulación y otros;/) cuál es la inclinad III ni/.onamiento pericial es simple: el falsificador que dejó de rcpro-
252 GRAFOSCOPIA MÉTODOS GRAFOS CÓPICOS 253
lisis grafocinético en su conjunto el que irá a diferenciar los escritos l a l - ' i i " > t imitación servil +
de los auténticos. Pero en la apreciación específica de los vestigios de el i ¡"u calcos +
co pueden .ser ofrecidas algunas reglas de orientación. •i imitación libre +
lín la-. I al-,11 icaí iones por calco indirecto el falsificador procura no d<
i i a r . j i . i n i u . l i I". M- .iij-jos de dibujo. En las auto-falsificaciones y m n n - l M A U E S GRÁFICAS
M i n i i l . i i lont - i . i . i L r d . i i l . al contrario, él desea que esos vestigios *< ' "imlac.ióii de falsedad gráfica +
iiuni-iii.it.i • i - • "M los. Además de eso, en la simulación de- l.ii ' « " i ' » falsificaciones:
tlad lu . h.i. i . .1 I >]•> "u r¡ecu lados encima del trazo de tinta o con C! • • i i " > i disfraz total o+
gráfica. II . l i l . n , in ule, <".u .siempre por debajo. l<\I í l i s l r a / parcial ± o+
254 GRAFOSCOPIA
MÉTODOS GRAFOSCÓPICOS 255
c} por calcos +
d) por imitación servil +
5) trasplante de firmas + ± 21). EL MÉTODO GRAFOCINÉTICO BANCARIO
4} mera negativa de autenticidad + +
El servicio de verificación de cheques en los bancos no puede obedecer
ti l.i técnica usualmente empleada en la solución de los casos judiciales.
18. AUTORÍA GRÁFICA Nivesita ser ejecutada en tiempo relámpago.
En este caso, el método grafocinético consistirá en la verificación p Se trata, prácticamente, de una pericia de otra naturaleza, con objetivos
liminar de la naturaleza del escrito en examen, de acuerdo con los principa- MI unios y recursos diversos. En lo judicial una duda deberá ser dirimida
les grupos: naturales, disfrazados e imitados. Entonces los elementos do i>"i el perito. En el banco la duda es aclarada por el verificador. En
convergencia y de divergencia serán valorizados en concordancia con su Hpirl easo quien va a juzgar será el juez; en este último es el propio verifi-
tflilor quien, además de resolver la duda, deliberará al respecto aceptando o
grupo de acuerdo con lo ya explicado.
.nulo el cheque.
i n el desempeño de su trabajo, el bancario no tiene tiempo para utili-
19. CASOS MIXTOS •f el instrumental óptico más complicado, ni siquiera una lupa monocular.
Es de notar que en la práctica distintas especies gráficas pueden apai MM Ji.pone de patrones en calidad suficiente producidos en distintas
cer concomitantemente. •h(U, Cuando mucho, para los cotejos disponen de tres firmas, casi
En las falsificaciones por découpage (composición), al elaborarse |i "T"' producidas en el mismo instante. Con frecuencia ni le sobra
matrices propiamente dichas, algunas palabras pueden no ser reproducu •Upo para consultar los patrones y proceder al cotejo lado a lado. Es
por calco, o porque no fueran encontradas auténticas homógrafas, o por • "i" .1 concluir de memoria, esto es, con la imagen recordada de las fir-
Rl - • ! . I »líente.
el falsificador encontró difícil componerlas, letra por letra. Prefíoi
entonces, reproducirlas por un proceso análogo al de las imitaciones libr i -i t onsiguiente, el verificador bancario se encuentra difícilmente
acompañando las características generales predominantes en las autónti i» para afirmar si una firma es falsa o auténtica. Esta conclusión
y registrando las formas de las letras que ya conoce de memoria. Ni > i < .m/.a a través de un análisis grafocinético profundo, con el reco-
impide, tampoco, que en lugar de calcar muchas palabras, las copien M h » ,k- la habitualidad y valores de los movimientos.
imitación servil, siendo concebibles lanzamientos aislados en medio Mu -.i'-liante, el verificador bancario no tiene por misión exclusiva
contexto, sin ninguna imitación. Terminada la matriz como proilin • ' l"-. i-lirques que contengan firmas falsas. Otros, con firmas
no pueden ser aceptados.
exclusivo de copias parceladas por calco, o conteniendo trechos imitai
servil o libremente, o sin imitación, pasa finalmente a ser la misma t i . • IM i M nía del emisor o del endosante no se correspondieran en todo o
rida por calco. n rl patnm del cliente (del cartón o memorizado), ella precisa ser
En los casos de trasplante de firmas, trechos de la escritura autéi No importa que sea auténtica, o aun que haya sido realizada por
i » . | . ( . - . i i . nie, conocido personal del verificador, en su presencia. Ella
coexistir al lado de oíros falsificados.
en una única firma se puede verificar más de un proceso do 1 1 M~ > por ser falsa, sino simplemente por no guardar correspon-
l< i • ion p . i i u .1 Por otro lado, ya ocurrieron casos en los cuales mi i i Mirón bancario. De igual modo, firmas auténticas, recubier-
un.i I u m i .mi- ni i i . i t u r utilizada para la confección de la matriz. Hjft» " presentando vestigios de dibujo, deberán ser rechazadas.
r \ i . i > ni< mi ni. . « I método grafocinético se aplica a los casos < < nmple en no pagar, no sólo las falsas, sino otra cualquiera
Sin embftTga puruqui no haya confusión en el análisis, será imprescli .1 r:ms;ir perjuicios o inconvenientes futuros a los bancos,
si*ii;ii.ii i- i - if i ' i n i l i i i nías de manera diversa, aunque concomitad 1 l'i'i 11 muís peligrosas. En esa categoría están todas las falsas,
la pií . n l . i . •Emulaciones de falsedad gráfica, las auto-falsificacio-
iii-s de firmas.
MÉTODOS GRAFOSCÓPICOS 257
256 GRAFOSCOPIA
AUTÉNTICAS
Teniendo a la vista esta misión, el método grafocinético se podrá encua simulación de falsedad gráfica +
drar dentro de las necesidades del servicio bancario. nuto-falsificación por disfraz total - o+
auto-falsificación por disfraz parcial ± - o+
21. CÓMO SE PODRÍA APLICAR EL MÉTODO GRAFOCINÉTICO EN LOS BANCOS »uto-falsificación por calco +
uuto-falsificación por imitación servil +
Si de la grafocinética fuesen destacados aquellos elementos referido» trasplante de firmas + ±
como índices primarios de las imitaciones gráficas, su constatación, en «imple negativa de autenticidad + +
muchos casos, puede ser procedida en la misma fracción de tiempo dispen-
sada para el reconocimiento morfológico. Si esos índices fueran observa* De esta manera, donde se presenta signo negativo la firma tendrá que
dos, se justificaría la separación del cheque para un examen más detenido o rechazada, o al menos puesta de lado para una verificación más profun-
su impugnación.
Como índices, particularmente el trazado arrastrado, las indecisión) Al biincario no le interesa saber si una firma fue falsificada o si se
las interrupciones y los vestigios de dibujo son, algunas veces, más apare mu en presencia de una auto-falsificación por disfraz total o parcial.
tes que las propias semejanzas formales. I n i » n.iiio tipos de escritura son peligrosos y de rechazo obligatorio en el
Si el funcionario se preocupara con los mismos, el reconocimiento n H > lunr;irio.
pectivo se acabaría por tornar instintivo. Tomándolos en cuenta, sólo ' I iiml.irn en presencia de vestigios de esbozos, no le importa a él veri-
buenas falsificaciones por imitación libre escaparían a la sospecha bañes • • i uta de falsificación por calco o de auto-falsificación por calco.
inmediata, sucediendo lo mismo con los calcos ejercitados, con los diven I ii iiHMiio sucede cuando los retoques son observados, o en presencia
facsímiles presentados aisladamente (tienen las mismas características * »• i fio lento, indeciso, con levantamientos anormales, detenciones o
las imitaciones libres). '- MI. ..ir;i:;tcntes. Él no precisará verificar si está delante de una falsi-
Ahora bien, como la frecuencia actual de las falsificaciones por imll ii i " > i ro|»ia lenta, de una simulación de falsedad gráfica o de auto-
ción libre alcanza tan sólo al 1%, y los calcos ejercitados, en especímc" por calco o por imitación servil. Todo eso es inadmisible en
aislados, no pasan del 10% (en otro 20% la firma falsa es repetida, peí i-i liiincario.
tiendo la sospecha a simple vista, ya referida en este libro), la eficicní • • 'tisiguiente, sin llegar a saber si una firma es falsa o no, él podrá
preventiva bancada sería de casi el 90%, en contraste con la actual, q 'i í t . i k i j o rápido, alejando sólo con los dos factores mencionados
depende de la comparación morfológica, la que sólo alcanza al 1%. El i > un porcentaje razonable de escrituras falsas y peligrosas.
extraordinario resultado en materia de profilaxis criminal.
Por consiguiente, repitiendo el cuadro sinóptico ya ofrecido, elimll
do el factor "G" (o sea el estudio del grafocinetismo completo) se tendí u
siguiente:
"p"
FALSA
-0 +
•.ni n u i l , u-ión
± -0 +
,, , m u í . u ion M ' i V l l
ix.i . ali o
llt»l mili.» 1"I1 lll'l'
SECCIÓN PATRIMONIO I N V C N T A K I O
BUEN,CON EN N* „
•z.
TERCERA PARTE
LAS MECANOGRAFÍAS
SECCIÓN
CON
CAPÍTULO XVttl
TEXTOS DACTILOGRAFIADOS
¿A MECANOGRAFÍA
ción norteamericana, aunque obedezcan al mismo criterio —paica, largo cuando las piezas de comparación sean de fechas anteriores y posteriores a
romano, élite, micro-elite, etc. En una pulgada, existe una ligera diferen- i .1 cuestionada.
cia entre el paica americano y el paica europeo, diferencia casi insignifican- Realizada la compulsa de los tamaños y de las hechuras de los dactilo-
te pues no llega a alcanzar un décimo de milímetro (0,06 mm en realidad). Hpos, quedaría por restablecer, en caso afirmativo, aquello que se acostum-
Con la extensión de la línea dactilografiada que alcanza de 6, 8 a 10 pulga- bra llamar identificación de grupo, esto es, que las piezas confrontadas se
das, la diferencia pasará a aumentar progresivamente, alcanzando 5, 7 o 9 oí i Binaron en una máquina probablemente de la misma marca y del mismo
décimos de milímetro. Lo mismo sucede en relación con los tipos élite, modelo. En general, se dice perteneciente al mismo grupo, por cuanto con
Avenencia no siempre el texto cuestionado contiene una variedad suficiente
micro-elite y largo romano.
Por consiguiente, una plantilla de columnas paica, correcta para máqui- de Impresiones de dactilotipos para la indicación de la marca y del corres-
nas de escribir de procedencia norteamericana (2,54 mm), no se ajusta a lo» i > líente modelo.
textos provenientes de la máquina de escribir europea (2,60 mm) (gabaritn ¿Cómo, entonces proceder a la llamada identificación individual de la
es la palabra usada en el Brasil para designar los medidores en películas o ffiflt/mw/? Los documentos en examen ¿se originaron realmente en una
vidrios trasparentes, conteniendo líneas impresas paralelas para el encu Uní' i máquina de escribir?
dramiento de imágenes). i >lw¡amenté, esta identificación se refiere al uso de los dactilotipos, con
En esas condiciones, ya en la preliminar aplicación de plantillas, luí |H« mitinees del teclado. Si hubiera cambio de todas las teclas, práctica-
máquinas de escribir de patrón norteamericano se distinguen de las tío i».. mi r'.i;u íamos delante de otra máquina de escribir. Sólo cuando existen
fabricación europea, aun cuando contengan los mismos tipos (paica, éli- ilHt'M'ti» i;is de tamaño, sea en los espacios laterales o en los interlineares, se
te, etc.). Por lo tanto, la conclusión de que los dos documentos no MI iMliiii decir con absoluta seguridad, que hubo empleo de dos máquinas dis-
originaron en la misma máquina, se impone desde luego tal como ocurri- iini.i i ..ilvo en las modernas máquinas eléctricas y electrónicas de teclados
ría si una fuese del tipo paica y la otra del élite, largo romano o micro* ' iNi••;, que permiten su reemplazo en cualquier momento).
i ' - - i i'i >nsiguiente, para establecer la identificación específica de dos tex-
élite.
En relación con los diseños de los caracteres, las diferencias son faclld • » i i i n miados, después de la correspondencia de los tamaños y hechuras,
mente reconocibles cuando se trata de estilos distintos. El mismo lego • i " u n le verificar si aparecen particularidades coincidentes, en el núme-
distinguirá las formas diferentes del comercial, del shaded-face (sombrcM i lulad requeridos para asegurar esa identidad.
I u i l < . '.on esas particularidades?
do), itálico, gótico, puntillado (pin-point), etcétera.
Sin embargo, dentro de cada estilo, algunos dactilotipos obedecen I i- leí ios de fabricación o provenientes del uso. Los más frecuen-
diseños distintos. En las letras mayúsculas y minúsculas las diferencias mi II ilríonnaciones, barras torcidas, distensión de los resortes y letras
son muy numerosas. En general, en la paica comercial (estilo más genera» i luf'.üi (figs. 300 a 342).
lizado), las fuentes o matrices se diversifican poco. Las variaciones mal • ' ili limaciones son depresiones o desgastes parciales de las salien-
frecuentes aparecen en los dactilotipos "W", "w", "M", "m"( "t" y "«' 1 i • M I iincrs. Se verifican con mayor frecuencia en las partes latera-
• oMsccuencia de los corrimientos en la horquilla o el rozamiento
(figs. 295 a 298).
En los guarismos, no obstante, las variaciones específicas son mil » i i i u rs golpeadas en exceso. Obviamente, los accidentes pue-
numcrostis. Rn cuanto a los signos, también ofrecen ligeras varim i»n. •• • • . • .msas (hasta hechas a propósito cuando se trata de disfraz).
principiilinenle ron la introducción de algunos inexistentes en el teclado di 'lm;i de las barras acarrea la inclinación del dactilotipo impre-
modelo .mi' i n . i • lorcha o hacia la izquierda, provocando muchas veces diferen-
( U w u t n o i i i . l.i ilitonicia de formación en cualquiera de los <l:u nlmt 1 '-u el espaciamiento interliteral.
!«»:;, so.i - i i i n i. n i - ]Mi¡i l.i exclusión, cuando no se deba pensar en b evi n 1 "-nii) de los resortes da origen a impresiones más altas p más
tualuhil < i ' i"i i ' i ' M i e l;i malí i/, o fuente, sea en razón de accidenu- < • i» •"I" < 1 i - l n i v e l d e alineamiento.
cualqnio »'t > o I i;r. nlhmiis hipótesis estarán siempre j i l c | . u l i i '• ' « r. hiera de lugar la impresión del dactilotipo qued.u;i m.r.
270 LAS MECANOGRAFÍAS TEXTOS DACTILOGRAFIADOS 271
cargada, sea encima o abajo, ora a la derecha o a la izquierda (figs. 332,334 La impresión fuera de pie resulta de la pérdida o deficiencia del parale-
Y 335). lismo entre la curva del rollo de la máquina y el diseño de la fuente.
Habiendo coincidencias en esas particularidades la conclusión, categó- Obviamente todos los defectos son pasibles de corrección, total o par-
rica o no, dependerá de su número y calidad. Cuando coincidiera en ln • i . i l . Por ese motivo, el requisito de contemporaneidad de las piezas-
cantidad, la identificación podrá ser enunciada. Si se tratara de pocas par- |inii6n en los cotejos de textos dactilografiados tampoco deberá ser olvida-
ticularidades coincidentes (una o dos) sin ninguna en oposición, la probabi- ,ln
lidad puede ser admitida. Cuando no coincidieran las particularidades, la Ciertos defectos o particularidades son de naturaleza transitoria. Es lo
exclusión será obligatoria. '• verifica con los empastamientos nucleares de los dactilotipos. En
Para apreciar esas particularidades son necesarios algunos cuidados y •1 propio curso del trabajo puede sobrevenir la limpieza, desapareciendo el
aún más, una razonable apreciación técnica. Diversas circunstancias pue- «celo, Tiene gran importancia en el estudio de la cronología de los tra-
den camuflar los defectos o aparentarlos. H|ON dactilografiados.
De este modo, por ejemplo, las marcas correspondientes a aquéllas pro- Por consiguiente, en los cotejos de escrituras dactilografiadas, la mayor
vocadas por deformaciones, producidas por suciedades momentáneas inser- Luí posible de patrones debe ser procurada y presentada al perito.
tas entre la cinta y el papel soporte (como las lacas de la goma de borrar) o )b">> pailones deben ser contemporáneos, anteriores y posteriores a la fecha
por defectos de la propia cinta (rotura del paño, hilos sueltos). i!»- lo |'ir/.a en cuestión.
Por ese motivo, cualquier falla de impresión no puede ser registrada, dM Un algunos casos se sospecha de cuál ha sido la máquina de escribir
inmediato, como una deformación. Para ese fin necesitan ser examinad»» • i H nlografíó el documento. El examen directo de esa máquina será
varias impresiones del mismo dactilotipo. Si todas ofrecieran el misino i •• valioso. El técnico podrá verificar si sufrió reparos y si realmente
defecto, entonces habrá una gran probabilidad de que se tratara realmente > ni las matrices los defectos observados en la impresión. Siempre
de una deformación. i l>osible, la máquina debería ser exhibida al perito. El primer cui-
Por otro lado, defectos provocados por alteraciones leves pueden no • 1 1 .1 el de obtener varias reproducciones del texto cuestionado, proce-
aparecer en las impresiones hechas con cinta nueva, o con un golpe mal ." entonces al estudio como si fuesen series de documentos a ser
fuerte. La deformación, muy probablemente, se redujo a una ligera de ¡>H •don La observación directa de los dactilotipos y del mecanismo de
sión del relieve o alma de la matriz. Con el golpe más fuerte o con la < mu " ...... .1. resolvería las dudas que surgieran en ese trabajo comparativo.
nueva, el trazo queda integralmente registrado porque la cinta alcanzó l| i > iii.-ntiricación dactilografía , por consiguiente, puede ser estableci-
depresión. 1 n'ii factores, no obstante, susceptibles de perjudicar una conclu-
En las impresiones fuera del nivel de alineamiento, el defecto se podift
no presentar en todos los golpes del mismo dactilotipo. Algunos d:n id"
grafos consiguen mantener la misma fuerza de percusión en las teclas y |>or nníí.i DEL TEXTO DACTILOGRAFIADO
eso los resortes no se distienden al máximo. De esta manera, si uiui d|
ellas estuviera floja, la impresión, aun así, conservará el alineamiento. Al r la identificación del autor de un trabajo dactilografiado?
revés, existen defectos en ese sentido que no son de la máquina, pero p decir si dos series de documentos resultaron del trabajo
den ser atribuidos al dactilógrafo o se presentan accidentalmente. 1 1" 'i." nlógrafo?
rjnn|tlo t (Ic.'ipiu'-s i U- accionar la mayúscula, algunos dactilógrafos gol 1 11 i.i. en algunos casos, se realiza con éxito. Concordante con
1.1 I r h . i M e i n - uir MU iiempo para el descanso de la máquina en el camhl i - • .unidad de escrituras en cotejo, la identificación será relati-
del i < . i . n i i » Do iilif que la impresión siguiente quede más arriba i »
abajo <!<•! .ilnu . H I I M n i < > ulular. i "< « i i l u <: Chavigny, la máquina de escribir es una registradora
li» l;i m i ) » ' Ion l u n a torcida, el defecto se mantendrá hasi.i V i (Mímente cada dactilógrafo posee sus hábitos e idiosiiu-ra
sea cornT.ul" • « m I > n |> > i .le l,i máquina. lulos se manifiestan: en la disposición del texto; en el uso
272 LAS MECANOGRAFÍAS TEXTOS DACTILOGRAFIADOS 273
de los espacios; en las marginaciones y entradas de párrafos; en la diferen- Veamos en primer lugar la hipótesis de que los documentos en cotejo
cia de la fuerza de los golpes; en la velocidad; en las correcciones, y en huyan sido producidos corrientemente, esto es, sin imitación y sin disfraces.
varios otros aspectos. La ortografía y el estilo aportan, algunas veces, fUte, felizmente, es el caso más común.
valiosas indicaciones. Aquí, naturalmente, todos los elementos (hábitos e idiosincrasias)
Una experiencia fácil para el lego, demuestra la viabilidad de la pericia. iuli|iiieren valor. Cuando estén en oposición la conclusión negativa será
Se coloca una hoja de papel en la máquina y se manda a una persona dacti- "Nij'.utoria. Cuando sean convergentes, denuncian al mismo dactilógrafo
lografiar hasta la mitad, completándose el trabajo con otro operador. Con ((flus. 351 y 352).
facilidad las dos partes son distinguidas frecuentemente hasta por su aspec- Todavía deben ser observadas algunas reglas en la apreciación de los
to general, aun cuando el segundo dactilógrafo procure seguir la orientación lUmentos.
general del primero. I ,a distribución y la fuerza de los golpes sólo serían estudiadas cuando
Algunos directores, intuitivamente, por su aspecto general, distinguen Im escritos en cotejo fuesen dactilografiados en la misma máquina, debién-
los trabajos de cada uno de los dactilógrafos a su servicio. tftmc tener en cuenta, aun, la contemporaneidad de las piezas y las diferen-
Como todas las pericias, ésta ofrece casos ingratos y favorables. MH en el estado de la cinta.
Preliminarmente, para una investigación de esa naturaleza, se torna I .os hábitos de disposición deberán ser analizados de acuerdo con la
imprescindible que las piezas a ser cotejadas contengan una gran cantidad Rttlmaleza de los documentos, no olvidándose tampoco las épocas de pro-
de escrituras dactilografiadas; sólo de este modo se apreciarían los hábitos M0clón.
del operador. 1 La ortografía, actualmente, dada la gran confusión existente en el Bra-
En segundo lugar, el razonamiento pericial en el reconocimiento dd I oiuíce importantes indicaciones, pudiendo afirmarse que cada escritor
semejanzas y diferencias varía de acuerdo con la naturaleza del caso, Ürr su ortografía particular. Necesitan, no obstante, ser consideradas
Obviamente, los elementos adquirirán diverso significado conforme se traU '•••i" ilrU-rminadas condiciones. El dactilógrafo puede haber copiado la
de escrituras corrientes (naturales), imitadas o disfrazadas. • • . . n u i l escrita por otro, si no la ejecutó al dictado, o aun la redactó él mis-
El mismo problema presentado proporciona, en general, indicacionail .....
sobre la naturaleza de las escrituras en cuestión. I '.n lu primera hipótesis, la ortografía no será la suya y sí la del redactor
Supóngase, por ejemplo, que se desee saber si determinado documento In minuta. En la segunda, la ortografía es, en general, la del dactilógra-
fue dactilografiado por el mismo operador, responsable de la confección cía ..... "'• cuando quien procede al dictado enseña la ortografía de determi-
una serie conocida de otros documentos. Con esa prueba, se pretendí» .t i |. ii.ibras.
invalidar la pieza en cuestión. Demostrada la unidad de origen, la idea tlol '" i'in-ík-n producir, pues, diferencias ortográficas, sin que ello autorice
fraude surgiría implícitamente. ' u n |>or la diversidad de los operadores. Pero cuando la ortografía
Aún más ejempKficadamente, un abogado se presenta en juicio defeiM i" iniMiia, principalmente cuando coinciden los errores ortográficos, las
diendo los intereses de las dos partes litigantes. Propone la acción, la om 1 ' < -.011 valiosas, indicando que las piezas en comparación fueron eje-
testa y continúa hacia adelante. La víctima de ese litigio ficticio, entn-i.m i.. i , |u M la misma persona.
to, será una tercera persona. Ahora bien, obviamente ese abogado, Mtt i " • n.inlo a la redacción y el estilo, cumple distinguir también si el
i mu l o i i . i n i t i . como autor o como reo (uno de ellos a través de su cabeza dd • ' loe copiado, dactilografiado al dictado, o redactado por el pro-
hierro), sólo tendría interés en provocar diferencias en los trabajos dáctilo- Illoj'Iilfo.
grafíadon y no en imitar o reproducir los mismos hábitos. En esa cinor» '•xpuesto, se verifica la existencia de casos distintos: 1^) el pro-
gencin, lan analogía*, cualesquiera que sean, serían siempre valiosas P<>M|H. M'tlli -i'.rnfo redactó y dactilografió las piezas, sin ningún auxilio extra-
no delu-iimí o» M I I I I i «u litografió al dictado, y 3S) copió apenas: sólo el trabajo material
l'oi «-.olí.iN.iiiin mu mímente, de la necesidad de distinguir la natujfl • i .ij'irriado.
leza del cntto, i " i - - -isos en que se deba sospechar de disfraz, las diferencias dliml
274 LAS MECANOGRAFÍAS TEXTOS DACTILOGRAFIADOS 275
nuyen de valor, realzándose las analogías. Eso porque el disfraz provoca puntar al autor de la copia. Si el texto cuestionado fuera exiguo, la
diferencias. Ahora, si a pesar de eso subsisten semejanzas, será porque ;lusión categórica está prácticamente excluida. Cuando mucho, se
ellas resistieron el disfraz. Cumple sólo no confundir esas semejanzas con ruaría una simple filiación.
las que subsistirían en cualquier escrito dactilografiado. Las semejanza! Quien conoce los principios orientadores de la identificación de manus-
deberán ser criteriosamente analizadas, mostrando el perito su significado y M. verificará que sean los mismos a presidir la identificación dactilográ-
si se ofrecieran en número suficiente para excluir la probabilidad de coinci- Respetadas sus condiciones diversas de producción es sorprendente
dencia, en trabajos ejecutados por más de un dactilógrafo. •iiespondencia.
En los escritos dactilografiados el disfraz recae, en general, en la dispo- Sin duda, la autoría de un texto dactilografiado puede ser investigada y,
sición del texto y en la ortografía de los vocablos, habiendo con todo fre- michos casos, permite conclusiones definitivas. Corresponde, sin
cuentes incongruencias que sirven para desenmascarar el artificio. Urgn, a quien propone el problema, colocar a disposición del perito la
Cuando hay disfraz, las dificultades periciales son mayores, indiscutible- '«u cantidad posible de patrones.
mente. Para una conclusión categórica, sería indispensable contar con tex- j 'himbién aparecen otros problemas correlativos, susceptibles de solu-
tos extensos, lo que, infelizmente, no siempre acontece. Principalmente luí \e puede desear saber si uno o varios documentos fueron redactados
cuestionados son, en general, escritos relativamente cortos. Por ese motivo n litografiados en la misma máquina, o si el autor intelectual es el mis-
en los casos de esa naturaleza, son frecuentes las conclusiones reservadas, o mmi|i)c las piezas hayan sido copiadas por dactilógrafos diferentes.
a veces se vuelve inadmisible al perito manifestar alguna opinión. n l i u n o problema pertenece más al campo de la estilística, pero el docu-
Si se debe reflexionar sobre imitación dactilográfica, el perito no pueda ii"l' > r < > experimentado no puede desconocer sus principios básicos debi-
dar valor a las analogías de los elementos más aparentes. Una persnn.t, • i ii iinral entrelazamiento.
deseando atribuir a otra la autoría de un trabajo dactilografiado, estudiuiA
naturalmente sus hábitos de dactilografiado más aparentes, su ortogialm
TEXTOS DACTILOGRAFIADOS
usual y hasta, dentro de ciertos límites, su estilo. Ese trabajo de copia sofl
realizado con mayor perfección, de acuerdo con la exactitud del imitador» un capítulo posterior serán estudiadas las alteraciones de documen-
Con frecuencia, el texto original sirve de modelo para el trabajo. i i iradas por medio de raspados, lavados químicos, recortes y agrega-
En esas condiciones, si la pericia indaga si determinado texto fue dooJ Un el serán expuestos los procesos de pesquisa y la marcha de las
litografiado por alguien cuyo trabajo podría haber sido imitado, evidente- •; aplicables a la generalidad de los casos, sin cuidarse de ciertas
mente se verán muchas semejanzas en las piezas en examen, porque fueroj •• específicas.
procuradas adrede por el imitador. El técnico, entonces, obligadamente, iln-iiiiiio, este capítulo está dedicado a los asuntos relativos a los tex-
deberá despreciar esas analogías como indicación de la presencia de un mu • 'ii.M-iaftados, y en él se desea incluir todo lo que se dice al respecto,
co operador. En oposición a esos elementos convergentes podrán itfj tina cosa vaya a ser repetida posteriormente. Además, los tex-
encontrados otros en franco antagonismo, tales como hábitos de distribu- raliados ofrecen condiciones específicas, justificando un trata-
ción y fuerza de los golpes. Además de eso, por el propio aspecto del n.i iilicular.
bajo (reducción de la velocidad consecuente con la copia, incongruenei.i i u i • posible descubrir y comprobar si en un documento ya dactilogra-
las analogías, correcciones sugestivas, etc.) el técnico puede reconocer m I .«¡'.regados vocablos, líneas o trechos?
motlux opcmndi del falsario. Por el conjunto de esas observaciones m • i .11, sí. Y la demostración del hecho no será difícil.
revela rl . i i i i l u m . (judiando probada, implícitamente, la falsedad. La du.i " - i 1 " i M incipio se asienta esa pericia?
lidail ilr l < > . h.il>.i|i>s dactilografiados, en tales casos, queda evidenciada n i n-Mcia viene demostrando que, por mayor que sea la habilidad
pesai tic l.i i "i'i.i l i - t , no se recoloca el papel en la máquina de escribir de modo de
Ke.-.i.i vmii. .u .1 •.nú ]>osihlc saber quién ejecutó la imitación, l i > n lo; nuevos trechos adicionados, a los mismos alineamientos
pericia t t l i > 1 1 ( u » .1 | > M I | < . i i i i l i i l . n l <le éxito. Raramente el técnico conseguí IPI y horizontales anteriores.
276 LAS MECANOGRAFÍAS TEXTOS DACTILOGRAFIADOS 277
Aparentemente, se consiguen agregados sin desalineamientos o desni- Los gabaritos propiamente dichos son muy útiles, particularmente para
veles. Con los recursos técnicos actuales (ampliaciones y plantillas), h-¡ •I estudio de los alineamientos dactilografieos. Se podría decir que son
diferencias serán reveladas. No se debe olvidar, en estos casos, de invesii Imprescindibles, pues con reglas y señalamientos no se consigue revelar
gar los asentamientos no cuestionados (originarios), procurando golpoi hechos importantes.
repetidos que hayan sido efectuados para perfeccionar los alinearme ni oí En general, en el Brasil, se usaron por mucho tiempo diseños cuadricu-
(tomarlos como referencia). Itulos para la verificación de los alineamientos dactilografieos. Con
Obviamente el agregado se prueba cuando se hubiera utilizado muí >'M rpción de los autores, muchos peritos aún recurren a ellos. Sinembar-
máquina de escribir distinta. Para ese fin bastaría tener en consideración H". fon gabaritos cuadriculados no se consiguen los encuadramientos nece-
las divergencias de tamaño, formas y otras particularidades de lm jlirios. En algunos casos, aun sirven para indicar desalineamientos verti-
dactilotipos (ya referidas en ítem anterior). Mes. En otros, sin embargo, confunden más de lo que esclarecen, siendo
Por otro lado, las diferencias en las condiciones del uso de la cinln, Ht(, muchas veces, acaban por revelarse totalmente inadecuados.
también pueden aparecer en el agregado. Aquí, sin embargo, se debe p i < > I huí técnica particular permitió a los autores por mucho tiempo reme-
ceder con cuidado para no confundir esas diferencias con accidentes provo» •it u los efectos del cuadriculado. Preliminarmente ejecutaban, en reduc-
cados por descargas irregulares de las partículas de carbono de las cintas il« •611. un negativo fotográfico del documento (35 mm, 6x9 o 9x12). Lleva-
las máquinas de escribir: roturas de la trama, o el decoloramiento accidenj •fl el negativo a la ampliadora de foco automático y, al revés del papel
tal, como consecuencia de la paralización de la cinta, que sucede con lrí« •ntirafico de copia, colocaban en la prensa de fondo falso, el gabarito
cuencia en las terminaciones de los carretes. u - ..... ilado. Regulaban el grado de ampliación hasta que las impresio-
Finalmente, el proceso más conocido y que acusará los agregados nufl Nl ile los dactilotipos quedasen bien encuadradas dentro de las líneas del
cuando hayan sido efectuados en la misma máquina de escribir y con la clM •. < (en un único sentido, vertical u horizontal, conforme el interés del
ta en análogas condiciones de uso, consiste en la correcta aplicación - i - 1 • i -Se retiraba entonces el gabarito sustituyéndolo por el papel foto-
gabarito (plantilla), observándose posteriormente los resultados en gran»I- • Hi'ti Obtenida la copia en el grado de ampliación deseado, era ejecuta-
ampliaciones fotográficas. Es tan generalizada y útil esa aplicación, <|in* niieva reproducción de esa copia, ya entonces en conjunto con el
se justifica al respecto una explicación especial (figs. 346 a 350). >'••" "• ' .i[>Hcado a ella. De esta manera se obtenía la imagen del docu-
...... ..... nei lamente gabaritada.
9. "GABARITOS" - PLANTILLAS n n t -;e ve, se trataba de un procedimiento técnico demorado y dís-
• • i'. na corregir las deficiencias del cuadriculado.
No pasan de líneas o dibujos registrados en vidrios o películas t iniirho tiempo los autores reflexionaron sobre la fabricación de
rentes. Aplicados sobre los documentos, permiten la apreciación, ais mas adecuados al estudio de los textos dactilografiados. Dise-
o comparativa de curvas, ángulos, tamaños y distancias de los trazos. - ir; sobre películas y papeles trasparentes no quedaban correctos.
La palabra gabarito, en portugués, es usual entre los ingenieros; 'Impositivos diversos fueron proyectados sin alcanzar los objeti-
fica encuadrar una cosa dentro de otra; por ejemplo, un túnel precisa
Xaharito suficiente para dar paso a las locomotoras. n»\, obviamente, pueden ser construidos por procesos
Medidores en vidrios o en películas trasparentes son muy com < litados sobre vidrios. De esta manera, por ejemplo, se ofrece
Ya se lúe l e i i i n en este libro referencias a las lentes grafométricas, uní • i ile vidrio fabricada bajo la inspiración de Albert S. Osbom
oíale';, . i ' l < n ú . de las distancias, se pueden medir curvas y ángulos. me para la paica americana). Su confección, sin embargo, es
l u p . i . dr I 1 ..Mi i .un a la venta así como escalas en décimas de niilnn a un manoseo cauteloso para evitar una posible quie-
l'ata <•! exi 11 • "ii . 1 ,m x ¡lio del microscopio, aplicables por traspale
existen I, i.n • M t i i r m r i H l i t uti rrnlímctFO dividido en doscientas p . en el Brasil, poco se adelantaría con un gabarito para la
1-n j'.enei.il ."ii nn .li.l.», . y m » v . '.in olio para la paica europea. Además de ésos, se debe-
278 LAS MECANOGRAFÍAS TEXTOS DACTILOGRAFIADOS 279
ría disponer de los élites romano, largo romano, micro-elite u otros, en las fiada y el objetivo, sea tratándose de papel fotográfico, película o el propio
medidas norteamericanas y europeas. Habría necesidad de una serie de documento original. Con eso se eliminan las diferencias derivadas del
ellos, sólo para la apreciación de los espacios entre columnas, sin hablar de espesor de los documentos o de las películas.
aquéllos destinados al estudio de los espacios interlineares. Y más los eje- Cuando se quiere confeccionar el gabarito para el documento específi-
cutados para los dos espaciamientos (vertical y horizontal) al mismo tiem- co en examen, la operación es simple. Se coloca en la ampliadora el nega-
po. tivo con las líneas paralelas. En la prensa queda el documento. Se pro-
Como se verá más adelante, las distancias de los espacios interlineares vi'fian las líneas del gabarito sobre el documento hasta que ellas dejen de
no se mantienen constantes, ni siquiera en la misma máquina, variando de cortar los caracteres dactilografiados, en el sentido de la altura (alineamien-
acuerdo con el espesor de los papeles introducidos en el carro. to vertical) o del ancho (alineamiento interlinear). Se retira entonces el
La confección previa de una colección de gabaritos aplicables a los documento, sustituyéndolo por la película. Hecha la exposición, se revela
casos eventuales, sería no sólo sumamente cara, sino casi imposible de ser 1 1 película. De esta manera se obtiene el gabarito para aquel documento
alcanzada, según nuestro parecer. Son el cual podrá después ser fotografiado en conjunto, revelando los tre-
El remedio sería organizar una colección que atendiese a los casos mal tfhíiK que escaparon del gabaritagem.
frecuentes. Naturalmente, confeccionándose un gabarito paica americano, él servi-
Felizmente los esfuerzos y estudios de los autores condujeron a una ' i para todos los textos de ese origen. Si se quisiera perpetuar ese gaba-
solución relativamente simple y económica, culminando con la creación del Éfí/o, el respectivo negativo podrá ser copiado por contacto en chapa de
gabaritagem universal, para el estudio de los alineamientos de los texto* Vlilnn o en film rígido. Cuantas copias se deseen.
dactilografiados, que viene siendo aplicado satisfactoriamente. El mismo negativo servirá para confeccionar gabaritos en 9 espacios
• ilc una pulgada (romano), de 8 espacios (largo romano), de 12 espa-
10. "GABARITAGEM" UNIVERSAL PARA EL ESTUDIO DE LOS ALINEAMIENTOS M i ' i i r h i c ) o de 14 espacios (micro-elite). También con él se organizan
DACTILOGRÁFKOS jtíhm nos para las distancias entre las líneas. Y si se quisiera un gabarito
••utiiviera al mismo tiempo espacios laterales e interlineares, los dos
Inicialmente, un diseño de líneas rigurosamente paralelas y elaborad» i ><; podrán ser copiados uno sobre el otro, en perfecto encuadramien-
con 100 o 120 espacios. No importa el tamaño básico de esos espai i" -l.iixlo registrados los reticulados permanentemente.
En general, los autores los prefieren ampliados (al doble de lo normal a •Con el tiempo, en nuestro gabinete, ya dispusimos, en película o en
obtenido fotográficamente). La extensión de la línea variará de acucí • 'ir los siguientes gabaritos.
con el número de los espacios, de manera de cubrir una chapa de vidrio .n ' íi'A paica americano (10 espacios en pulgadas);
una película en sus tamaños-patrón: 18x24, 24x30 o 30x40. '•i ' ¡I'E - paica europea (ídem);
Elaborados los diseños con el máximo rigor en la distancia de las Ifru i < ¡KA - élite americano (12 espacios en pulgadas);
(dibujadas en oscuro, en hilos finos de espesor uniforme), los mismos u .'i • ü i K - élite europeo (ídem);
reproducidos en negativos de 35 mm, 6x9 o 9x12. Con esos negativi • i < iKA - romano americano (9 espacios en pulgadas);
podrá ser ejecutado un gabarito de tamaño normal, para cualquier tipo • Id- romano europeo (ídem);
maquina, sea para los alineamientos de columnas o para los interlineare! * > i ¡I KA - largo romano americano (8 espacios en pulgadas);
p;n;i lo-, ili>', concomitantemente). ' i ' -i lili - largo romano europeo (ídem);
i - i i i ' . ' . i .ion de r.se IH i'.invo, bastará tener a disposición una amplil4| MI''A - micro-elite americano (14 espacios en pulgada), y
t'otof'.i.itic ¡i ( HwuMionle, si ésta fuera de foco automático, facilitará el ' - .Mi lí micro-elite europeo (ídem).
bqjo *fi|MM i, -li-spués algunos gabaritos para el estudio de espacios entre
l ' n fin m i t | i l i . i ' i < > i . i i.i-i autores usan una prensa de fondo falso, I ii la máquina existe el espacio-patrón básico. A veces es el
tiendo i " M I I J M I 1,1 u n . i n ; i distancia entre la imagen a ser t"'"í • es el uno. Los demás espacios son múltiples del mt'<h<> < • ilH
280 LAS MECANOGRAFÍAS TEXTOS DACTILOGRAFIADOS 281
uno. Es de relatar que los espacios interlineares dependen del calibrado Obviamente, si el gabaritagem revelara desalineamiento de columnas u
del carro y del respectivo dispositivo mecánico regulado para ese carro. horizontales, esos defectos se tornarán más aparentes, de acuerdo con el
No obstante, con papeles de mayor espesor, o con varias copias, las distan- grado de la ampliación fotográfica ilustrativa.
cias pueden aumentar el espaciamiento regular.
Las películas a ser usadas en la confección de gabaritos son aquéllas no 12. OTRAS INDICACIONES DE AGREGADO
pasibles de distensión con agua, frío o calor, como son las Kodalith, de la
Kodak, y la Line, de la Ufor, Además, todas las fábricas ofrecen películas Las conversiones de punto, en coma o punto y coma; los ensayos de
con esas calidades. En vidrio, las chapas process pueden ser usadas las de Niiperposición en los golpes de los dactilotipos, para ajustar los alineamien-
cualquier marca. Después del revelado normal de las chapas y películas, los; los cruzamientos de trazos y otras verificaciones, se pueden ofrecer
convendrá siempre un baño suplementario en solución diluida de formo!, prrmitiendo al perito una conclusión segura en cuanto al agregado (figs.
para mayor endurecimiento de la emulsión, evitándose de este modo ries- 160 a 363).
gos y suciedades en el uso de las diapositivas. Sin embargo, en muchos casos se necesitan atención y cuidado para no
Evidentemente, fuera de las medidas más frecuentes, se podrán confec- « i i n h i i u l i r defectos accidentales de los alineamientos con indicaciones de
cionar gabaritos para cualquier tamaño de dactilotipo o para cualquier dis- l| " nulos. Algunas veces, son fallas en la fijación del papel. Otras
tancia interlinear. Muchas son las cuestiones que se resuelven con auxilio VtCOR, los desniveles se verifican en los finales de la hoja, provocados por
"ii | M « ) | M o peso.
de los gabaritos.
l'nt eso se destaca que no siempre será posible comprobar y demostrar
• Lindad, el agregado de una única letra o número. Se pueden produ-
11. LOS AGREGADOS DACTILOGRÁFICOS n - i i . I I K ¡nnientos laterales en la impresión de un dactilotipo, sin que el
Conforme lo ya referido, diferencias de máquinas y de las condiciono! |ni|tr| h¡iy;i sido retirado de la máquina. Eso acontece con algunos dáctilo-
de uso de la cinta podrán, desde luego, revelar el agregado en un texto dac- i't»i Talla de distribución normal de la velocidad de los golpes.
tilografiado. Sin embargo, cuando el agregado está ejecutado con el
empleo de la misma máquina de escribir y casi en el mismo acto, esto es, / \W ¡>E LAS CINTAS DE LAS MÁQUINAS DE ESCRIBIR
antes de que se produzca el cambio sensible en el grado de entintamiento do
la cinta, entonces su constatación sólo podrá ser resuelta, en muchos casoit i u ln propia verificación de los agregados ya se dijo que los mismos
con el auxilio de gabaritos, que acusarán desalineamientos en las columna^ i uprohados a través del uso de cintas diferentes, o de la misma
desniveles y pérdida del paralelismo. Mi.|nr en condiciones distintas.
Muchas veces sólo con la aplicación del gabarito de columnas adecuM •"', |Moblcmas relacionados con textos dactilografiados, también
do (no de mero cuadriculado) todo el trecho injertado trasparece inmedüiln • n.iilos a través del examen de las cintas de las máquinas, razón
mrnie nm las líneas del gabarito cortando las respectivas impresiones di i i iii.iin ia tendrá que ser tratada en ítem especial.
I". 11,1. nloii|M)s (líg. 346). Otras veces, los alineamientos no son tan aim 1' Li máquina de escribir está constituida, en general, por una
i n . i i l i . - . v l . i ' . uniuesiones de los dactilotipos de los injertos apenas se ohc i i ' - n i " (o nylon), midiendo cerca de 1,20 m de largo por 9 mm
i i i - - lulüft, li.n-i;i l;i derecha o hacia la izquierda, dentro de las respeoí l n i - l in-ii/ado del paño se embebe una pasta de carbón, con
•i < u.nulo los dislocamientos son verticales, los gabariitu ili " lodo acompañado de tonificador especial cuando se tra-
i'ulumiiN " ' "maulados. No obstante, tales gabaritos deben i » n . iii.i < 'nlnranles diversos son usados para las cintas de color.
M-i iln i * u < i i n . ,r, l i i i i i / o i i i a l r s para facilitar su aplicación. 1 "i ,1: i |..mu ( -s de sumo interés en la fabricación industrial,
un >!«•:.nivul, el gabarito interlinear será m;V> .'i'" 1 Impnilimle, paia Cines documentoscópicos, el reconocimiento
l>i.i'l" l • •!• I M I . i los casos de pérdida de paralelismo, < > t l ' I i i i L .n.-u inísticas de la respectiva trama.
<i mu-, inirilineares que huyen del automáticOi , mi i I M t . v "ii.r, i-opialivas, así como excepcionalmenlr J I M -
LAS MECANOGRAFÍAS TEXTOS DACTILOGRAFIADOS 283
282
den ser fabricadas cintas susceptibles de borrado, con el empleo de correc- En su utilización normal, la cinta de la máquina va perdiendo color con
tores químicos. Algunas cintas de máquina son fabricadas en tiras de la progresión de su uso. Entre las propiedades de la cinta, como lo es la
papel carbónico. Tenemos también las modernas cintas de polietileno, uti- decoloración, siendo más demorada en unas que en otras, es ella la que
determina su capacidad de uso.
lizables sólo una única vez.
Uno de los problemas frecuentes es el de saber si dos palabras o dos En la cinta nueva, esto es, bien entintada, los trazos de las impresiones
textos fueron dactilografiados con la misma cinta o con cintas diferentes. son más llenos; con el uso se van afinando. Por ese motivo, todas las
La diferenciación de las cintas de las máquinas cuando pertenecen a medidas de las impresiones de los dactilotipos deben ser tomadas a través
clases diferentes, esto es de composición y colores distintos, no será difícil. ile las líneas imaginarias centrales (centro de las impresiones).
Ésta puede ser hecha hasta con una simple verificación a vista desnuda. Por consiguiente, habiendo patrones dactilografiados en la misma
Sin embargo, si las impresiones de los dactilotipos son del mismo color, máquina, con la misma cinta, será relativamente fácil reconocer esa decolo-
o negras» el problema ya es más delicado. Diferencias de tono o gama no rnción progresiva. De ahí surge la posibilidad de solución de varios pro-
serán suficientes para concluir por el empleo de otra cinta, pues puede deri- blemas relativos a producciones anacrónicas de documentos dactilografia-
var del uso o de accidentes del trabajo dactilografíe o. Una afirmación dos, conforme será detallado más adelante.
categórica sobre ese particular, esto es, de que se trata de dos cintas diferen- Obviamente existen varios factores susceptibles de provocar la decolo-
tes, tendría que ser procurada, bien en la diferenciación de la trama dol ración de la cinta, sin que sea consecuencia del uso normal. Entre ellos
paño (cuando fuera posible reconocerlas en las impresiones), o a través di tutrtn: el espesor del papel soporte, la fuerza de los golpes, la paralización
• i> l.i cinta y el grado de absorción o adherencia del papel.
toques químicos.
En las cintas negras, las reacciones químicas específicas no deben > i El espesor de la hoja de papel colocada en la máquina, en general no
esperadas, pues el carbono no sufre reacción. Sin embargo, en general, llCnrrca fuerte diferenciación en el tono ds. la impresión. Eso sucede, sin
para dar mayor negrura a las partículas de carbón (el grafito natural es, e •inhnrgo, cuando el espesor aumenta como consecuencia de querer obtener
general, ceniciento o agrisado) son adicionados algunos tonificadorcí u más copias carbónicas. Entonces el dactilógrafo, instintivamente o
Los diversos fabricantes de cinta crean sus propios tonificadores, cons M |n npósito, aumenta la fuerza de la pulsación.
vando las fórmulas en reserva. No obstante, algunas de ellas pueden \s de las otras, a través Dede cualquier
algunosmanera, las diferencias
toques químicos, que dependen del soporte o de la
como re<
i " . ' i (le los golpes, jamás sobrepasarán determinados límites. Es obvio
mienda Cassidy, recordado perito de documentos norteamericano. HUÍ-, i on una cinta vieja (ya reseca), por mayores que sean el espesor y la
Otro medio de diferenciación recordado por Albert Sameford sería i de los golpes, las impresiones nunca adquirirán el aspecto de las rea-
empleo del análisis cromatográfico. Para cintas coloreadas o copiativui, i'l i', con cinta nueva.
proceso ofrece algunos resultados satisfactorios. Infelizmente, no se api 1 nando la cinta de la máquina descansa, algunas de ellas ya son fabri-
ca a las cintas negras a base de carbón. -H'i.t. p.na la recuperación relativa, necesaria a la uniformidad del trabajo
El problema de la diferenciación de las cintas de máquina no oí • t a l i i u l o . En general, es el centro de la cinta el que recibe las
importante como aquel en que se procura verificar si dos palabras l'uei muí";. Por eso la masa de tinta de las partes laterales se deberá
dactilografiadas con la cinta en análoga condición de uso o no. " 1:1 los trechos más afectados por los golpes. Es un problema que
En general, al estado de uso de una cinta de máquina, se refiere " .mies de cintas tuvieron que enfrentar, relacionado con la calidad
gratín <lf wttintwnicnto. Cuando más se usa una cinta más se desprtl l,i naturaleza de la trama.
di-rlla l.r. jui n< nías de carbón que van quedando adheridas en lase*)»' l| lml>iera paralización de la cinta (comúnmente ocurre en los finales
IK-S il.i< i i l u r i . i l i . n l . r . .1 naves del mordiente graso. Por consiguió • • u irles, cuando el automático de reversión no funciona), la decolo-
i:unl'i< u * i . u i ' l " . t |in-(laiulo hi cinta más reseca. En t-o.i ,n m ,.< t l' Lr. impresiones es más rápida. Al fin de algunas palabras, las
una i nii.i i i n i i , n l . i Mt'.mlM-a finta nueva; cinta reseca, correspondí ' pasan a meros surcos.
Pttho HC ve, las causas accidentales susceptibles de modificar la-. < < > n
vieja.
284 LAS MECANOGRAFÍAS
TEXTOS DACTILOGRAFIADOS 285
diciones de uso normal de una cinta, son conocidas y pueden ser debida-
mente apreciadas. Los papeles soporte gruesos o dactilografiados con 14. RASURAS DE TEXTOS DACTILOGRAFIADOS. RECONSTITUCIÓN DE LA
varias copias carbónicas pueden hasta ser reconocidos, sea con medidores, ESCRITURA BORRADA
o a través de cálculos especiales, conforme se verá en capítulo posterior.
En cuanto a la fuerza de los golpes, el simple examen de los relieves en el La verificación de la existencia de rasuras en textos dactilografiados, no
reverso de las hojas, dará indicación de la correspondencia o no, dentro de • •i uve particularidades específicas. Se procesa con la técnica usual. No
aquellos grados susceptibles de causar cambios de los tonos. nbslante, son frecuentes en los documentos dactilografiados, acompañadas
Por consiguiente, existiendo patrones cronológicos adecuados anterio- tusi siempre de textos agregados o puestos en sustitución.
res y posteriores a la fecha de la pieza en cuestión, el perito podrá informar La reconstitución del texto dactilografiado raspado, sin embargo, podrá
si las impresiones de los dactilotipos del texto de esa pieza están encuadra- icr efectuada con relativa facilidad. Existen casos ingratos, naturalmente,
poro el suceso en general es mayor que en los textos manuscritos (figs. 364
das en la correcta cronología. •i U,(>).
Otro problema que se podría ofrecer al perito, sería distinguir si una
impresión dactilografiada resulta directamente de la cinta o de una copia Hso se explica. Los golpes dactilografieos impresionan el papel con
n l . i i i v i i violencia. Cuando se consigue retirar la tinta de impresión dacti-
carbónica. i ' ( l u i d a por medio del raspado, los surcos (foulages) permiten con fre-
En general, la diferenciación es fácil, pues las impresiones en copia car-
bónica presentan halos, o sea aspectos difusos marginales que no se obser- t u- u. 1.1 la reconstitución del dactilotipo impreso.
van en las impresiones con cintas. Por otro lado, las impresiones con '-n-inpre que sea posible, en las pericias de esa naturaleza el solicitante
papel carbónico son generalmente más secas que las de las cintas, las que >li I M - I . I ni formar sobre el texto probablemente borrado. Además de facili-
casi siempre muestran un conjunto pastoso, con la impregnación del mor- >l><T¡ición permitirá al técnico verificar la posibilidad de la existencia
1 i -, lo que se alega haber sido borrado.
diente graso. La diferenciación con el toque químico sólo se puede hacer
a través de los tonificadores que, en general, son distintos. i nsien condiciones peculiares de las escrituras dactilografiadas, que
En un gabinete de documentoscopia bien organizado, las cintas de las i irn la lectura del texto raspado, aun cuando éste hubiera sido profun-
máquinas de escribir más vendidas en el mercado, deben ser anticipada- ' '• i n u l o reconstituibles sólo dibujos o trazos aislados de algunos dacti-
mente adquiridas y testeadas en varios sentidos. Si es posible el examen A veces, con la imagen de un único dactilotipo repetido, se torna
debería alcanzar a todas las cintas, inclusive las importadas. i mili! :n el nombre probablemente borrado. En algunas oportunida-
Uno de los tests importantes es aquel que se refiere a la capacidad de i i H auxilio apenas de las foulages de las comas y de los puntos, todo
uso de la cinta. Para ese fin acostumbramos cortar la cinta de manera que i ' - i i i a l puede ser reconstruido, con la exhibición del primer ejem-
cada línea en la extensión de la hoja de papel registre un pasaje completo. iilo^rafiado. En un caso judicial ruidoso, sólo parte de cuatro gua-
Repetimos la misma frase, seguidamente, hasta que sobrevenga el casi inte- ipoiu-ntes del año permitieron la reconstrucción de la fecha
ni,,
gral resecamiento. '•i i ' u n r , cierto que los raspados de textos dactilografiados son fácil-
Pruebas análogas son ejecutadas con otros trozos de la misma cinta ton
papeles más j'.nu-•.»•; ( > ron golpes más fuertes, guardándose el restante part i . i i iltlcs, y que también sucede lo mismo en cuanto a la recons-
pruebas paralela-, rn la expectativa de un caso concreto (obviamente, al I n-xio borrado, no ocurre lo propio en relación con las copias
cabo de alpino.-, anos, los tests necesitan ser repetidos, aunque se trate dfl • ' lin este tipo de documento se pueden producir rasuras, no
una cinta <lr i.i ini'.in.i n u n c a y especificación). 1 1 < 11 constatación, sino prácticamente sin mayor posibilidad de
iii 'lodo dependerá de la profundidad de los surcos, la que en
' H tnpn 1 os menor.
286 LAS MECANOGRAFÍAS TEXTOS DACTILOGRAFIADOS 287
hojas de papel de copia, intercaladas con las hojas de carbónico; en tal caso,
los dactilotipos penetran normalmente, y los relieves, en el reverso, son más
15. LAVADO QUÍMICO DEL TEXTO DACTILOGRAFIADO
agresivos, formando algunas veces conos típicos en las pulsaciones de los
Son rarísimos. En general, porque la mayor parte de los documentos puntos.
está dactilografiada con cinta negra, a base de carbón. Las impresiones Además de esas indicaciones, con frecuencia se observan adherencias
con esas cintas no se borran con reactivos químicos, aun cuando algunos de de partículas de carbón, junto a los bordes de los referidos relieves, cuando
ellos hayan sido fabricados y utilizados sin mayor éxito. Sin embargo, no sucede la aparición de imágenes impresas en contraposición con los dos
existen cintas especialmente fabricadas con otros materiales para permitir dactilotipos.
correcciones con la aplicación de ciertos reactivos químicos. Otra manera de verificar si hubo copia o no, será el estudio de las dis-
Con la utilización de acetona, no obstante, algunos borrados de textos tancias interlineales. Los carros de las máquinas de escribir son fabrica-
dactilografiados han sido logrados. Pero los surcos ofoulages muy apa- dos en calibres más o menos patronizados: pequeño, medio y grande.
rentes, denuncian la operación. Evidentemente el giro completo del carro obtenido con el accionar de la
Impresiones dactilografiadas con cintas coloreadas (rojas, azules, rosas, palanca, determina el espaciamiento entre las líneas (espacios interlineares).
etc.) son susceptibles de decoloración. Un número determinado de accionamientos, completa el giro.
La lectura del texto borrado, en cualquier circunstancia, se hará a través Si las hojas son más espesas, o el papel con varias copias se introduce
de lasfoulages o surcos dejados por los golpes de los dactilotipos (figs. 383 en el carro, el calibre se verá aumentado forzosamente. Sin embargo, para
y 384). que el giro sea completo bastará el mismo número de accionamientos de la
/ palanca de espacio interlineal.
16. ¿FUE OBTENIDA UNA COPIA CARBÓNICA DE UN DOCUMENTO
Por consiguiente, las distancias entre las líneas aumentan regularmente.
En una única distancia interlineal, la diferencia es mínima y probable-
DACTILOGRAFIADO ? ¿CUÁNTAS ?
mente no será discernida. No obstante, aumentando el número de espa-
He aquí dos cuestiones que causan admiración. ¿Sería posible, en rl cios, la diferencia se irá multiplicando, denunciando conforme el caso, sen-
examen aislado de una copia dactilografiada, saber si hubo copia carbón i sibles diferencias.
ca? Y más aun ¿cuántos ejemplares? Una escala de distanciamiento interlineal podrá ser establecida, permi-
Los dos asuntos son pasibles de soluciones correctas, permitiendo, tiendo diversas consideraciones.
algunas veces, conclusiones categóricas. En general, el documento es ofrecido en original, y frecuentemente no
La primera es la más simple. Cuando se dactilografía directaiin,,i. I leríi difícil reconocer en qué tipo de máquina de escribir fue dactilografia-
sobre el carro o soporte es, en general, duro. Mucho más duro, es o l i v m . do el texto. El espesor agregado al carro, si se tratase de una hoja única,
que aquél constituido por la hoja original, seguida de la hoja carbón i < •« v llirfa fácilmente calculado con la adición de calibre del carro: mínima,
una hoja más de papel destinada a la copia. Aun cuando se trate de ]>.i|» I iwiliay grande.
de seda (florpost), el espesor será siempre mayor. No sería difícil establecer una tabla de cálculos.
Ahora bien, los dactilotipos de diseños exiguos, como los signos it* Con frecuencia es ofrecido más de un documento dactilografiado en la
[mutilación, los guiones y otros en general, penetran y se profundizan «-n I " pítima máquina, tanto como pieza cuestionada o como patrón de confronta-
111:1 -..i di-i |).i|n-|. tanto como para ser observados, con facilidad, en el revifl •Cm. El estudio comparativo del distanciamiento interlineal podrá ofrecer
•llosas informaciones.
'.m MU!... u - . . ,i rl golpe fue aplicado en una hoja colocada direcüiuii I Obviamente, siempre será posible admitir que al revés del carbónico, la
U- snlm • i • n ..... ni. i ol;i hoja), ln penetración r,s bniscaiwnti* m l r i n m i | PBJ» soporte haya sido revestida en el carro, con la colocación de una o más
il;i. li. ....... '" - i " i" " l i - v. • • - . n t i i i i i los reflejos, o sea las marcas tío I BÉU por debajo. En esos casos las medidas no indicarían el número de
M-I...I. • i ..... Ir . 11 n i d u • I original cstíí acol< t n . l n < on un, i .. m i i res carbónicos y sí el diámetro adicional del carro. Totlavi.i l.i
288 LAS MECANOGRAFÍAS TEXTOS DACTILOGRAFIADOS 289
presencia o no de partículas de carbón en el reverso del documento, sería es de otra calidad. Será grande la posibilidad de que ese documento no
una indicación suplementaria para saber si fueron o no ejemplares al carbó- haya sido dactilografiado durante el período en que aquella primera cinta
nico los que determinaron el aumento del espacio interlineal. estuvo en uso en la máquina, a menos que por un motivo muy especial, se
Por otro lado, cuando la máquina es conocida, será más fácil el trabajo pueda alegar que la cinta fue retirada de la máquina y colocada otra en su
pericial, pues podrán ser elaborados tests paralelos. lugar, con la cual se dactilografió el documento en cuestión. Después, esa
Por lo que se explicó en este ítem, se ve cuan difícil sería ejecutar cinta también fue retirada de la máquina, reponiéndose la primera. Es
gabaritos —patrón para los espacios interlineales—, así como también los obvio que esa justificación no parece muy razonable, pero algunas veces
gabaritos reticulados, con espaciamiento de columnas e interlineales al ocurren cosas que los hombres son llevados a hacer, saliendo de lo normal.
mismo tiempo. Ya se vio el caso en que tres documentos de fechas relativamente pró-
En nuestro gabinete poseemos, por así decir, una máquina de gabarita- ximas una de las otras, fueron forjados con sus respectivos textos dactilo-
gem universal. Fue montada con el auxilio del focomat de la Leitz, grafiados en la misma máquina de escribir. Cada uno trajo su texto con la
teniendo debajo una prensa de falso fondo, con cintas medidoras en los cinta en distintas condiciones de uso: la primera, de fecha anterior, menos
laterales, en medio milímetro y fracciones mínimas de pulgadas. Si fuera entintada que la segunda, cuando ya la última aparecía con una cinta total-
necesario, las cintas medidoras son fotografiadas en conjunto con los gaba- mente reseca. Patrones cronológicos de la misma máquina fueron locali-
ritos aplicados a los documentos. En general, eso es indispensable, por zados. En la secuencia de vida de la cinta de la máquina con su resecación
cuanto las líneas del mismo obedecen a medidas-patrón previamente cono- progresiva, no fue posible encuadrar ninguno de los tres textos respecto del
cidas. grado del estado de uso de la cinta.
También algunas veces la antedatación puede ser determinada, a través
17. DETERMINACIÓN DE IA EDAD DE LOS DOCUMENTOS DACTILOGRAFIADOS de la observación de los empastamientos o suciedades de algunas de las
impresiones de los dactilotipos, cuando se consiguen patrones seriados en
¿Será posible informar cuándo un documento fue dactilografiado1? orden cronológico, durante el período que figura en las piezas en cuestión.
Ésta es materia delicada que necesita ser bien comprendida. Cuando se posee colección de los teclados de los diversos modelos de
Previamente corresponde dejar registrado que no existe ningún método máquinas de escribir, acompañada de las respectivas historias (en las cuales
que permita la determinación de la edad de un documento dactilografiada aparecen informaciones sobre la época en que fueron introducidos determi-
a través del análisis químico de la tinta de la cinta. Las tintas de las cintiw nados diseños), la simple identificación de la marca y modelo de la máqui-
de las máquinas de escribir no ofrecen, químicamente, ninguna indicación na podrá servir también para evidenciar la producción anacrónica de la pie-
de la época en que el documento fue dactilografiado. /.a en cuestión.
Las necesidades de la prueba pericial, sin embargo, no siempre denian* Naturalmente, muchas de las cuestiones mencionadas están dependien-
dan la fijación precisa de la época de la elaboración del documento, ili» de patrones dactilografiados producidos en fechas conocidas y ciertas,
Muchas veces, será suficiente demostrar que el documento no ha sido ¡Im estuviera interesado en la solución de un problema de esa naturaleza,
litografiado en la fecha que se consigna, para que su inviabilidad o su I . t i recoger la más amplia información relativa a las fuentes en que
snliul nin-dcn evidenciadas. tilos piezas de cotejo podrían ser examinadas.
I -i ililnenciíi de la calidad de la tinta de la cinta o la no correspoml< n
• 1 1 ' 11 ri p u n i ó de i'niintamiento pueden servir para denunciar el fraude
CRUZAMIENTOS CON LAS IMPRESIONES DACTILOGRAFIADAS
X n | " M i i ' . i i i i « » - . un.i serie de documentos dactilografiados en la im
IM:H|UIII,I. . u IM 1.1 i •loiiolójzica. La cinta, naturalmente, reflcpi.i '» Varios tipos de cruzamientos deberán ser considerados y estudiados,
di-i i»im.it mu | M.-uvii. Sin embargo, aparece otro documento, lamí •ni i uno de ellos aisladamente, como recomienda la llamada pericia de
iiiiftili>i:t,ifi,t,t 1 1 u n ni,i ináiniiiia, con fecha intermedia entre ln.s roOM i i l n .u-iúii de la prioridad de lanzamientos a través de los cruzamientos de
gulas i - i m i i t I M u I I r\;unen demuestra, n o obstante, que 1.»
290 LAS MECANOGRAFÍAS TEXTOS DACTILOGRAFIADOS 291
Las condiciones particulares de los textos dactilografiados exigen ese de tinta existente en el papel soporte, pues el mismo ya se encuentra seco.
estudio. Algunas veces la repulsa no es total, acarreando completa solución de
Son varios los tipos de cruzamientos con las impresiones dactilografia- • ontinuidad. En muchos casos, el trazo de tinta se retrae en contacto con
das. Entre ellos se ven: con otras impresiones también dactilografiadas; el mordiente graso, dando lugar a lo que se acostumbra citar como estran-
con trazos a pluma y tinta; con trazos a lápiz; con tinta de sello; con doble- gul amiento de los trazos. Por consiguiente, en los cruzamientos de esa
ces (ver algunos ejemplos en las figuras respectivas anexadas al final del imiuraleza los fenómenos físicos de repulsa, esparcimiento, inundación y
libro). títrangulamiento, deben ser observados y analizados criteriosamente, ofre-
El cruzamiento de trazos de dos imágenes dactilografiadas, no siempre ' H-ndo con frecuencia indicaciones precisas en cuanto al orden de los lanza-
permite un pronunciamiento seguro. Con frecuencia, de acuerdo con el mientos.
dibujo del dactilotipo, se percibe la prioridad a través de los cortes que a En los cruzamientos con trazos de esferográfica, a pesar de la consis-
última hora deja en \afoulage de la primera impresión. i' IH i.i más pastosa de la masa coloreada que le sirve de tinta, los fenómenos
El cruzamiento del trazo de la impresión de un dactilotipo, con otro tra- i ' n <>•; más frecuentes son análogos. Las repulsas, sin embargo, son raras,
zo producido con tinta fluida, ya ofrece una serie de valiosas observaciones n general no suceden, al menos de manera completa. Son más comu-
de orden físico, varias de ellas constituyendo indicación segura en cuanto al lus estrangulamientos. Entretanto, conforme la velocidad del trazo y
orden de los lanzamientos. " ii p .ra la forma de su cruzamiento con la impresión dactilografiada, fre-
En cuanto el trazo de la tinta fluida pasa sobre la impresión dactilogra- "i. mente son fatales las soluciones de continuidad en los trazos de la
fiada con cinta nueva, esto es, aún bien entintada, un fenómeno físico tiene i "i'.i .íl'ica, indicativas, como es obvio, de su posterior aplicación. Ade-
lugar: el mordiente graso de la cinta de la máquina casi siempre repele la • i surco del trazo de esferográfica escrito en último término es menor
tinta de escribir. De este modo, en el surco dactilografiado no se ve nin- i .meo del otro trazo, en el punto de cruzamiento. Son los estrangu-
gún depósito de la tinta fuida. Por ese motivo, en el examen por inspec-
ción ocular siempre se tiene la idea de que el trazo dactilografiado está i «i los irazos a lápiz los fenómenos son prácticamente análogos.
sobre el trazo de la tinta líquida. Otras veces, aun verificándose la men- • nii tinta de sello pueden ser observados varios defectos cuando la
cionada repulsa, la tinta de escribir es lanzada hacia los bordes del trazo |iH|'i> M I I I I fdcsimilar encuentra, en el soporte, trechos dactilografiados.
dactilografiado. Ahí el papel soporte absorbe la tinta ya acumulada por la '• n Huccdcr borrones e inundaciones, dependiendo todo del grado de
repulsa. Ella, entonces, se infiltra en la masa del papel, apareciendo en el imn uto de la cinta de máquina, así como también de la cantidad de
reverso como puntos o pozos de absorción, cuando no se expande alrededor • nic en el sello.
de las marcas dactilografiadas, llegando, en algunos casos, a manchar el
reverso de la hoja.
( >f >f .\MIKNTOS CON DOBLECES Y OTROS
Cuando el trazo de tinta fluida ya se encuentra seco y es alcanzado des-
pués por el trazo dactilografiado, nada de eso sucede. En el examen al i • i i > . i | ' " - l soporte estuviera liso, es obvio que no se provocará ningún
mu Miscopio en ampliación adecuada, frecuentemente se observan y se dis- u l.i impresión del trazo dactilografiado. Pero si en él aparecen
i i r i i ' U ' n los bordes de la tinta de escribir con sus trazos íntegros, los cualcí un us, arrugas, cortes, manchas de grasa, de colas u otras condi-
i ' ii i" ni" n i < no fueron en nada afectados por la posterior pulsación dacti- I ira/o dactilografiado posteriormente se podrá ver afectado.
,!n , u-nos de los cruzamientos de trazos dactilografiados sobre
'.i • i i > ' " •>•" iili>i',rafiado resultó de cinta reseca, puede no verificarse i "•' v e n t u r a existentes en el papel soporte, varían; como es obvio,
1.1 i - i-") > ' "'i 11 ouicncia, si la tinta de escribir es suficientemente l í t p i i • "u rl grado de entintamiento de la cinta de la máquina y tam-
tl.i (v i'" i - i Ui U i" '"-ira cu los surcos de las impresiones dactilográfioll " i n l i t mncs especiales del soporte. Si se trata de una ligera
IMIJII.M..I o ' > \ tomando las formas de los trazos dactil'M'M 1 i i poco pronunciado, la impresión dactilografiada puede no
fiado ' impresión con tinta reseca no irá a afectar el n.i/n M< i.i
5BCC10N PATRIMONIO INVENTAK1O
292 LAS MECANOGRAFÍAS BIEN.CON _ EN N«
vados con cuidado. En esos exámenes, una buena lupa manual será de elementos constitutivos hubiesen sido recortados y ajustados, sólo con el
inestimable auxilio, justificándose sólo raramente una ampliación más fin de confeccionar la fotografía.
grande o el empleo del microscopio. En general el caso más común de fraude en la reproducción de docu-
Por otro lado, las proporciones fotográficas pueden proponer elementos mentos, consiste en el uso de una firma auténtica debajo de un texto armado
decisivos. Pero esas cualidades deberán ser apreciadas con criterio por adrede, y por lo general dactilografiado.
quien conozca las variaciones proporcionales en fotografía, siempre depen- La operación es simple. Redactado el texto bastaría al falsario dispo-
dientes de los planos y ángulos de la toma. ner de una firma auténtica de la víctima, colocándola luego al pie. El con-
Por último, nos cumple no olvidar que la fotografía es luz y sombra. iinito es reproducido por el proceso óptico o fotostático. Del respectivo
Por consiguiente, cabe verificar si en la copia todas las imágenes obedecen negativo bastaría obtener copias débiles, esto es, sin mucha exposición o
a focos lógicos de iluminación, con proyección natural de las sombras. revelado, a fin de no dejar trasparecer la línea de yuxtaposición denuncia-
Además de ésos, otros factores pueden permitir el reconocimiento del tru- i l i n i i del fraude.
En la copia fotográfica no siempre se encuentran marcas suficientes
co.
Si el negativo fuera exhibido al perito la tarea será facilitada en mucho. i » para concluir con seguridad si hubo o no el artificio. Si fuese posi-
Se verificará si el negativo fue retocado y en algunos casos serán revelados )'!• > ontinuar el revelado después del fijado, en algunos casos tal vez se
elementos denunciadores de la composición, con la ejecución de copias i""Ma demostrar que la reproducción representa la imagen de un único
más contrastadas, utilizando otros materiales y técnicas de revelado. • I-'- ¡miento, o bien el resultado de una composición. Nuestros ensayos al
Algunas veces, después de ejecutar la copia, los vestigios de la compo- • i * • • io no alcanzaron resultados satisfactorios.
sición son apartados, con una nueva reproducción de la misma copia. Si el negativo fuera exhibido, la mayor parte de las veces el perito
Aparece entonces el contratipo. No obstante, casi siempre el perito expe- i" "ii .1 evidenciar con facilidad el artificio, si lo hubo. Será preciso no obs-
rimentado consigue descubrir las marcas denunciadoras de ese recurso. verificar primero si se está frente al negativo original o de otro false-
Los trucos directos en las copias son más fáciles de ser reconocidos, Y isa es una de las razones por las cuales, en las pericias de esa
porque dejan vestigios materiales. Tienen la misma naturaleza de lo» -le/a, se procura siempre conseguir el negativo para el examen en
casos de adulteración de documentos: raspados, agregados, lavados quími- t i » ron la copia.
i evidente que un truco como el expuesto exigirá la colaboración de
cos o recortes.
MU i . ' i . M - i . i i ' o profesional o armador. Por eso, ya fue enfatizada la necesi-
1 • ' i' '[ni- la autenticación fotográfica sea efectuada por una persona de
13. TRUCOS FOTOGRÁFICOS EN LA REPRODUCCIÓN DE DOCUMENTOS >•! •• .ii «i hdad definida, o por una repartición merecedora de la fe pública,
En general no habría interés en la ejecución de trucos cuando se traía . i< "l'vrimenie, no se arriesgarían a echar mano de esos expedientes.
reproducir un documento totalmente forjado. Casi siempre los trucos M "Mu l.nlo debería ser obligatoria la guarda de los negativos, con la
procesan para aprovechar alguna cosa auténtica al lado de otra falsilu•:»!.» i «le los cuales, en muchos casos, el fotógrafo se libraría de res-
I H ! i,!,".
Cabe esclarecer que con mucha frecuencia, el falsificador, en lugai < i <
exhibir el oiij'jnul falso prefiere ofrecer su copia fotográfica. Mu* i « > un ule no será sólo la firma la que podrá ser adicionada en los tra-
veces .simula la ¡tertulia del original, haciendo hasta publicación en la pi, n •iii|iosición. Éstos podrán abarcar cualquier trecho del docu-
sa. Pin" i n . i . < l < ese modo, huir de una amplia investigación peí u i.ii u i i p i l l a s , lechas o contenidos).
Aquí im h.iy " loiográfico. La fotografía reproduce integralmentl • I u i « » ron las circunstancias, otros elementos de naturaleza docu-
documenio i MI |.i<l» y punir haber sido ejecutada adrede para no dejar t i , u n i l ' i n l i á n ser encontrados denunciando el fraude. Por ejem-
i i i i e i i n de texto dactilografiado, se justifica el recurso a todos
parenlai I"
Sin e n i l . |M. . n . i i ; i <lr una hipótesis poco probable, se p< • I- pesquisa relativos a esas mecanografías. No olisiaiite. .-]
admilii la i r p i . u i i . , , , i, un «luí'límenlo totalmente falso, en la quo M| i i. MUÍ ron cuidado, teniendo en consideración el silio en <|in
310 LAS MECANOGRAFÍAS 311
pues de tantos cuidados pierden los originales, inadvertidamente, en carpe- Las conclusiones se asientan en premisas técnicas. Concordantes con
tas olvidadas aquí y allá, conforme publicaciones al respecto en los periódi- la naturaleza y el número de los elementos escogidos, pueden tener carácter
cos. A esos procedimientos no sólo recurren los falsarios, sino también terminante, meramente indiciario, o aun no autorizar ningún pronuncia-
otras personas poco escrupulosas. miento pericial.
La tesis, obviamente, es un estímulo al fraude y sólo podría ser acepta- De acuerdo con lo referido, eso sucede hasta en muchas pericias reali-
da por hombres de mala fe. /.ndas sobre los originales. Algunas veces concordante con las condicio-
Ahora bien, es evidente que ningún perito daría preferencia a la foto- nes específicas del caso concreto, el perito ni siquiera podrá decir si una fir-
grafía si pudiese contar con el original. Varios elementos documentoscó- ma es auténtica o falsa. Ahora bien, si no se pueden exigir del técnico,
picos no son apreciables y detectables en las reproducciones y lo son fácil- examinando el original, pronunciamientos siempre categóricos, ¿por qué
mente en los originales. Ma exigencia cuando el examen es sobre fotografías?
Por otro lado, para proceder al examen sobre fotografías de los docu- Ningún técnico que se precie dejará de proceder al examen de la repro-
mentos, la suma de conocimientos del especialista es mucho más amplia 'iu. < ¡6n fotográfica, con el recelo de no llegar a conclusiones definitivas,
que la exigida para el examen de los originales. Los secretos del arte foto- • u. n u l o se torna difícil o imposible la exhibición del original. Tiene la
gráfico tendrían que ser conocidos por el perito, así como las modalidades uMif.ación de examinar la fotografía y decir, de acuerdo con lo observado,
de fraude y las infidelidades a las que están sujetas las copias. Esta pericia M que" conclusión llegó.
no está al alcance de cualquiera, ya que demanda conocimientos aún míi.s "•'•rA bien visto que todas esas ponderaciones se apliquen a las repro-
especializados. • IHI i iones xerográfícas o a cualquier otro tipo de reproducción documental.
Porque ciertos vestigios de fraude no trasparecen en las fotografías p;u.i líceusundo el examen, el perito dejará de esclarecer a la justicia. En
el examen ¿tendrán que ser siempre cotejadas con el original? ¿Y cuamln ..... • lio-, casos colaborará decisivamente con los falsarios y criminales.
se torna imposible o extremadamente difícil la presentación del original < Ir i
cual sólo existe una reproducción fotográfica? ¿Estará el perito con MI
/ I VINIFICACIÓN DE LA AUTENTICIDAD DE LAS FIRMAS FOTOGRAFIADAS
actuación totalmente inhibida? ¿No deberá intentar verificar si el dom
mentó reproducido en la fotografía es auténtico o falso? ¿No podrá decir 1 1 mi de las partes exhibe la fotografía de un documento en la cual se ve
quién realizó la escritura fotografiada o indagar en qué máquina habrá siiln [TI u v a firma. No hay posibilidades de la presentación del original.
escrito el texto? ¿Quién sería el dactilógrafo? ¿Si es verdadera la fn lu 1 ! H I M - I I se tendrá que circunscribir a la fotografía.
y otros datos? i i «lo. miiento reproducido es rechazado por la parte adversa, alegando
Con absoluta seguridad e imparcialidad podemos afirmar que eaol n U t Ahora, si se consiguiera probar la falsedad de la firma, implí-
cuestiones y muchas otras podrán ser investigadas y resueltas en el exanim n i i ' .1. n í a demostrada la falsedad del documento. No sería necesa-
dr mía reproducción fotográfica. La pericia recae en el documento ui • i ..... .1 indagar si hubo truco fotográfico. La firma es falsa. Está
i «MÍO u i Mímenla y no como el perito desearía que él fuese. Lafotop.iii • 1 > i" ' I «loriniiento, o sea la fotografía presentada. Si también hubo
f. un.i •- . | l ( . ir de documento. Un perito consciente y honesto, qm • i ..... il'ección, será otro fraude a ser considerado.
.u ni.i i , i h i n .iili- p;ua examinar fotografías, nunca dejaría de hacerlo solo • Ir ahí el interés en verificar, a través del examen de la firma
l'oi. ( l i ' i e v m - i a del original. • I oí o)'.i afleamente, si se puede llegar a la conclusión de su false-
i - IIMIM u > i- n i | > i e . liso, sin embargo, no implica decir que ll<
" l" •. < alegóricas. ..... »lel problema dependerá de las condiciones del caso con-
i • ' i M-Miiiiido de los exámenes practicados. El aciu « i - mu-, indubitables aun reconocibles en la fotografía, condiciones
ii.iU i ' " i ' l i r . i . i i perito a una conclusión definitiva, lími ' i i " n'ii de la firma cuestionada y, obviamente, de la calidad y
,i< o,,! ni-.-; sobre fotografías, sino también en I ' . i i n m e s gráficos de confronte.
lio-, i' id "i,,.- originales. ii ntc, debe ser recordado que la escritura reproducida loto
314 LAS MECANOGRAFÍAS EXAMEN DE LOS DOCUMENTOS... 315
gráficamente no permite la apreciación de todas sus características, aun el propio original. Están entre ellos los de las llamadas pruebas de super-
cuando se trate de una espléndida ampliación. Sin embargo, no todos los ¡n>.\ición.
elementos son afectados por la fotografía. Muchos casos, los que quedan Cuando las escrituras cuestionadas son investigadas buscando si existe
pasibles de apreciación y análisis, ofrecen datos suficientes para el pronun- superposición y se encuentran en documentos diferentes reproducidos foto-
ciamiento pericial. 1 1 .lluramente en escalas distintas, existen recursos técnicos que permiten
Consideramos no obstante la pericia en los casos más ingratos de repro- verificar si es real o no la sospechada superposición. Ese trabajo se hace
ducciones, como son las fotostáticas y xerocopias. f n general con el auxilio de la ampliadora fotográfica.
En la fotostática de una firma originariamente asentada con pluma y En relación con el examen de los textos manuscritos reproducidos foto-
tinta, no se podrán aquilatar muchas cualidades de su trazado. Será difícil, i i.iiu-amente, los principios son los mismos aplicables a las firmas.
si no imposible, penetrar en la estructura del trazo, verificando cómo se < libiamente, si los textos fueran extensos, el perito encontrará más facili-
comportan los picos de la pluma: si hubo detenciones o levantamientos •i "i i -ai a llegar a resultados categóricos.
anormales, si existen retoque delicados, y asimismo, si el asentamiento fue
precedido por un dibujo que denunciaría el proceso de calco. I f' / A AUTORÍA DE LOS GRAFISMOS REPRODUCIDOS FOTOGRÁFICAMENTE
Sin embargo, la pericia de firmas no se guía exclusivamente por el estu-
dio de los indicios especificados. Sin duda, la presencia de los mismo» l .la delicada pericia está sujeta a las mismas reglas preconizadas para
será siempre una valiosa indicación que facilitará la tarea del técnico. 1 .imcnes de las piezas originales. Todavía cumple considerar la escri-
Pero ¿cuántos casos de firmas falsas han sido verificados sin tener on ban i "i'rrafiada como equivalente a la producida a lápiz o con esferográfi-
cuenta los referidos indicios? t oí las permiten concluyerttes resultados.
Por ejemplo, una firma a lápiz forjada a través de un proceso df No obstante cabe resaltar desde ya, que la identificación gráfica, tanto
imitación libre. En este caso el perito no se guiará por el estudio de la MI un , ,i •.<> como en otro, no es fácil de ser alcanzada. En general, cuando
estructura del trazo de difícil apreciación, dependiendo de las condicione-, ..... i-s categóricas excluyentes no se justifican, el perito llega sólo a
accidentales del instrumento escritor; no se puede tomar en cuenta la an .ni ion, eslo es, a una probabilidad. Se trata de una regla. Las con-
cia de paradas, levantamientos anormales y retoques, en general inexisten- son excepcionales.
tes en esos tipos de falsificación, y ni siquiera se preocupará por la pi< • • "
cia o ausencia de bosquejos. A pesar de eso, apreciando otros elemmi". / i n Kltt,\ TEXTOS DACTILOGRAFIADOS REPRODUCIDOS
podrá demostrar la falsedad de la firma impugnada. Como los escí n < > >
lápiz están los asentados con plumas estilográficas, hidrográficas, esffll
gráficas, japonesas y aun las llamadas plumas aerodinámicas. ..... « « I . ilidad de la pericia documentoscópica que sufre menos per-
Sin duda alguna el estudio de la estructura del trazo ofrece indica* mi,. i ..... I hecho de que la pieza se presenta en fotografía. Casi todos
precisas, facilitando el análisis de los gestos gráficos. Sin embargo, ni 1 i MUIH Nolucionables con la presencia del original también encuen-
originales esos estudios quedan perjudicados, como ya se refirió en '•" * ..... -n la pieza fotografiada. Las únicas cuestiones en el aire
con las escrituras producidas a lápiz, con esferográfica y otras. " i * 11 a la apreciación de los colores y matices de las ímpresio-
( ' i i . m . l o no permita el estudio estructural, el trazo de la escritui.i i»i
graliail.i .. rrt i imsiilrnulo equivalente al producido por la esferogríítu u o ti '!• nic que si el texto dactilografiado sufrió una sustracción por
l:i|n/ l'.ii.i el i".indio de los trazos, otras cualidades gráficas son p.i n - • - m l n i|uimico, sin agregado consecuente de trechos relativa-
de apin i, i v inMiMs Hn conjunto, pueden autorizar pronuiu-i.mm los hechos sólo podrán ser positivamente reconocidos y
tos prní i.ii in i i •!• u n i ó l e eategórica. u l,i exhibición del original.
I'IH "ii.. i i. n 1 , 1 1 1 . » i e ' . accesorios indicativos del proceso . dr reproducciones fotográficas se podría decir:
cial de p i i H l i u i < i . ñu -lutados en la fotografía como .1 memo fue dactilografiado o no en una determinar!.i m "• '
316 LAS MECANOGRAFÍAS EXAMEN DE LOS DOCUMENTOS.., 317
de máquina de escribir, en una máquina particular, o en la misma máquinu i'-s documentales, se ha de reflexionar también sobre el truco fotográ-
de la cual proviene otro texto dactilografiado; 'i n-iliante el cual se aprovechó una firma auténtica para confeccionar
b) si los textos ofrecidos para cotejo son trabajo del mismo dactilógra MIKI Inlso documento fotografiado.
fo; lili la vida forense, numerosas pericias sobre documentos fotografiados
c) si todo el texto reproducido en la fotografía fue dactilografiado en . •' i'" ion ofrecidas, comprobándose: o) falsificación de la firma; b) auten-
un solo acto o si existen trechos agregados, y ' • i i n i de la firma; c) negativa de pronunciamiento sobre autenticidad o
d) si el texto dactilografiado, reproducido fotográficamente, es real 1 i ' l u í <lc firma; d) trasplante de firma; e) autoría de texto dactilografia-
mente de la fecha consignada. • liil.scdaddelafirmay del texto; g) falsedad de rúbricas o medias fír-
Son las indagaciones más frecuentes que se resuelven, con los mismo» Min-i, /o lavado químico de documentos; i) composición dolosa de docu-
procesos de examen preconizados para los originales. •> ., /) utilización de papeles anacrónicos, fuera de otras, naturalmente,
i» ' " > licuaron a nuestro conocimiento. En todos los casos referidos, la
i-"« i - . i lur conseguida con sentencia favorable confirmada por el Tribunal
18. PERICIAS SOBRE ADULTERACIONES DE DOCUMENTOS FOTOGRAFIADOS
• « u . rilo sin hablar de los casos en que después del ofrecimiento de los
En general, las pericias de esa naturaleza demandan la exhibición < l < I 1 'i, III.H partes llegaron a un acuerdo.
TW2
CAPÍTULO XX
DIVERSAS MECANOGRAFÍAS
1. OTRAS MECANOGRAFÍAS
Obviamente no sería posible discriminar todos los procesos de repro-
ducción mecánica o fotomecánica de documentos. Sucesivamente, nuevos
pKH-csos son creados por el hombre al procurar fijar y divulgar su pensa-
miento, cada vez con mayor rapidez. Sólo serán ofrecidas las nociones
brt\iuas de los más conocidos.
En esta categoría están: las impresiones facsimilares de sellos; el docu-
Itirnlo fotografiado (considerado bajo otros aspectos no tratados en el capí-
i n l . t anterior); las zincografías; los textos topografiados; las mimeografías;
¡presiones protetográficas; las litografías; el huecograbado. Siempre
• i u • 11 u;ra posible, sería aconsejable para el documentólogo el previo apren-
éUnjc de las llamadas artes gráficas, procurando conocer el mecanismo de
"i i uno de los medios de reproducción de documentos, en las más impor-
«livcrsificaciones.
*'l'vhimente en este libro no haremos siquiera un relato circunstancial
I» |m procesos de reproducción fotomecánica, limitándonos a la exposición
i i • líalos imprescindibles para el reconocimiento de las cualidades del
¡" «Ir rada uno: falsedad de firmas, de texto, o falsificaciones totales o
<K- varios tipos de documentos, principalmente cédulas y sellos.
LAS MECANOGRAFÍAS DIVERSAS MECANOGRAFÍAS 321
320
Existen falsificadores que son verdaderos artistas en la confección de
Helios. Consiguen elaborarlos casi exactamente iguales a los que dieran
2. FALSIFICACIONES DE IMPRESIONES FACSIMILÁRES DE SELLOS a las impresiones adoptadas como modelo.
Cualquier persona puede mandar reproducir su firma en un sello de
goma, insertando después la respectiva impresión en un documento. Son 3. FIRMAS FOTOGRAFIADAS
las llamadas cháncelas (en Brasil).
Para saber si una firma resultó de una impresión facsimilar de sello, o Firmas auténticas reproducidas fotográficamente podrán ser usadas en
salió directamente de la mano del hombre con ejecución de los respectivos U confección de documentos. Es un proceso de falsificación aún sin
gestos gráficos, será necesario tener en cuenta la calidad del trazado, la tin- •jrmplo en la práctica, pero que ha sido objeto de estudios e investigacio-
ta, o cualquier otro material utilizado para escribir. nes especiales.
La impresión del sello de goma es blanda, aun cuando se presione con A través de un procedimiento relativamente simple, se consigue despe-
fuerza. Por consiguiente, con el auxilio de una simple lupa manual (6X), litti la emulsión gráfica de los respectivos soportes (papel o vidrio).
será fácil verificar si el trazo se grabó en el papel soporte formando surcos Por consiguiente, al hacerse la reproducción fotográfica de una firma en
o foulages. Si esto sucede, no se trata evidentemente de impresión de *l inmuno deseado, la falsificación estaría en su inicio. Descolocada la
sello de goma y sí de escritura producida con un instrumento puntiagudo. • '""i'iión, la imagen podrá ser pegada con agua en cualquier sector del
Sin embargo, aunque no se observaran surcos, no se podría concluir • i"- 1 miento cuestionado. Los blancos de la emulsión quedarán trasparen-
que se trata de una impresión. Ciertas plumas modernas, como las te. dejando reconocible a ojo desnudo sólo la firma.
hidrográficas (de punta de nylon) pueden producir trazos sin surcos. I os bordes de la emulsión, a veces perceptibles en la inspección ocular
En esa contingencia el examen abarcará la tinta. La de sello, en gene- mrt* mema, pueden ser enmascarados, sea por el límite del papel o sea por
ral está constituida sobre la base de anilina con adherente graso, para permi- " impresos. Para una mejor mistificación, un viraje azul sería útil,
tir la trasposición. Cuando es nueva y muy abundante la absorción en 1» "lo no se hubiera hecho, desde luego, una reproducción en colores.
almohadilla, mayor cantidad de tinta será trasportada para la impresión. En ! < Hw lamente se trata de un expediente susceptible apenas de engañar en
el examen ultravioleta, frecuentemente son observadas luminiscencias de la» | • 1 1 K ación rápida, como las que se hacen en los bancos y escribanías.
impresiones grasas. En los trazos de tinta de escribir, sólo después do i l n i r n i e no ofrecen ningún problema. La simple naturaleza pegajosa
varios meses, y asimismo excepcionalmente, se observan manchas de prop.i 1 1 misión fotográfica, sensible al tacto, revela el artificio.
gación de algunos elementos de determinadas tintas, susceptibles de alguim
confusión con las grasas. Toques químicos podrían ser utilizados para i >
diferenciación; no son aconsejables, por cuanto casi siempre, el examen 11 i
co distinguirá la tinta de escribir, aunque ésta sea la de una hidrográfica. muís veces existe interés en verificar, principalmente en la investi-
Otra pericia comúnmente emprendida en este particular, es la de vrrifl* i ' o l n u l , si determinado documento fue mimeografiado, si se trata de
car si dos o más impresiones salieron del mismo sello. nlo directamente dactilografiado, o es un segundo ejemplar car-
Ali'.uims veces la conclusión negativa será establecida fácilnimtr |>or M
l i i s i l i i i -n -ii« i;i.s ortográficas, de hechuras, tamaños y distancias de losr.n.n i i i ' iniciación se hace en general a través de la tinta. Enlamime-
UHII una especie de tinta tipográfica, con una fina pigmentación
i. i. .
' . n i ' mluiy.n, no será ninguna diferencia de tamaño la que podi.i n 'i •> prnnitir el filtrado a través de la matriz (hoja de sténcil) ya
l n . i l la i i" u n í I .a luer/,a del golpe se podrá ver implicada en l;i impii , ut.l
M I - I I .i. i" i i i i «'i mrts llenos, dundo idea de otro sello. Otras v r . , • n irneral, se presentan fuertemente cargados de tinta y sin
• I j-"l| i- ' " • ' I " I.» l . ' l t a dr paralelismo los que provoquen I i l l i • • .mudad de líquido y grasa mezclado en la tinta, obliga al
uilri|>M t il-L • u I. I. - i., ,!rl -
ni i'.ipH especial del llamado tipo choupon.
322 LAS MECANOGRAFÍAS DIVERSAS MECANOGRAFÍAS 323
Se presentan problemas de raspados y agregados, algunas veces en rela- lada y bien distribuida. Es lo que se llama grabación. A veces ésta es
ción con los textos mimeografiados. La pericia, en esos casos, se orienta excesiva, dejando trasparecer en el reverso de la hoja los relieves de los
por las iiormas habituales a esas modalidades de alteraciones, teniendo a la tipos.
vista también los principios de la pericia de textos dactilografiados. En las escrituras tipografiadas se distinguen:
a) la composición manual;
b) la composición monotípica, y
5. TEXTOS TIPOGRAFIADOS c) la composición linotípica.
Se ofrecen al documentólogo cuestiones varias relacionadas con las Algunas veces será relativamente fácil reconocer si el trabajo resultó de
impresiones tipográficas, principalmente en las llamadas falsificaciones una composición manual (o de caja), monotípica o linotípica.
totales. Para proceder a esos exámenes el perito deberá conocer los respectivos
Entre ellas: procesos, así como la maquinaria empleada en ellos.
a) verificar si dos documentos resultaron de una misma impresión tipo- En algunos casos, se puede reconocer la autoría de una composición
gráfica; tipográfica. Será más simple todavía, llegar a conclusiones negativas, esto
b) distinguir los textos tipografiados de las demás mecanografías. os, demostrar que tal tipógrafo o linotipista no ha sido quien confeccionara
La primera cuestión se resuelve teniendo en cuenta el principio de que l.i matriz del texto mecánico en cuestión. En estos asuntos será de gran
ningún tipógrafo, por más hábil que sea, es capaz de componer dos chapas nnxilio consultar a experimentados tipógrafos y linotipistas.
absolutamente iguales. Se presentarán diferencias, sea en los tipos, sea en
los espaciamientos. 6. ZINCOGRAFÍAS
Aun cuando la misma tipografía intenta la reproducción, aparecen
divergencias en las impresiones de las dos chapas, a pesar del empleo de los Son llamadas de esta manera las mecanografías resultantes de impresio-
mismos tipos y materiales. na hechas con el auxilio de chapas de zinc o similares. Esas chapas, como
Los tipos se distinguen por sus diseños y sus tamaños. Estos últimos '•iit nlf en todas las impresiones fotomecánicas, son conocidas como clichés.
están encuadrados dentro de determinados límites, designados como cuer- I os clichés de zinc constituyeron por mucho tiempo los más usados,
pos, seguidos del número específico: "5", "7", "8", "9", "10", "11", "12", i ii ID* lisiados Unidos y otros países vienen siendo sustituidos por otros
etc. Las formas obedecen a estilos patrón, con distintas denominaciones, .<>•, y materiales.
Dentro de esos dibujos aparecen ciertas particularidades. Resultan de l .1 ha hura del cliché zincográfico se hace como si fuera una reproduc-
defectos del uso o de la confección original del tipo. Las diferencias de i i"n Iiilogritticn. Al revés del papel se coloca, bajo la ampliadora (de luz
formas y tamaños, cuando son correctamente analizadas, evidencian oríge- I' .ni <>), la chapa de metal cubierta con una emulsión especial (en
nes distintos. il a hn.se de betún de Judea). Se hace la revelación apropiada, des-
Por otro lado, una especial atención será siempre dirigida a las IÍIUM-, i ni .1. i.' • '-posición, y quedarán marcados en la chapa los claros y oscu-
medios hilos, puntillados y algunos otros diseños utilizados comúnmenir « n i los punios de mayor y menor relieve.
las impresiones tipográficas, además de las letras y guarismos. 1 - i u n í " l.i ejecución del negativo es directa, esto es que el original es
l . i v . r'.pa» L i n i i r n i o s deberán ser considerados, tanto los interliniMlr-i ni ningún intermediario, sale el llamado cliché de línea.
comí) I"'- n i i ' - i literales. 1 ' i -i •" IM. n .1. después, una impresión de líneas continuas de color unifor-
I ,r. e.-.* i i h n . r ; tipográficas comunes están compuestas tipo por upo. • ' iiiniemenle y sin medias tintas. Son los clichés más rústicos
col*» ,1.1- - u . u M i . i l i i i r n i i ' ludo a lado. Cuando se imprimen tipos ijur i l - ' mi) i i' i i < |ci ución.
pu6; «U- i i M | > i ni l , i n l i - í i de cursivos, será fácil reconocer los puní" i u t . . ¡ . i . i i . i un cliché susceptible de acusar medias tintas (matices de
sep:u,i< u .u .Ir , ttlit tipo i ,,[i el mixilio de una simple lente. i M i l t i r v i n o la necesidad de un recurso técnico especial, i . i l
Un np«'!" • ' ' • i ' n i i p t . -.mil iir los tipos sobre el papel necesita ser i ' Li reproducción fotográfica del original teniendo j n m » .ii
324 LAS MECANOGRAFÍAS DIVERSAS MECANOGRAFÍAS 325
feliz, y parcelas del papel soporte se desprenderán y quedarán adheridas en i ninplimos en destacar, sin embargo, que la lectura de los subyacentes
el reverso del sello. Esas adherencias denuncian los reaprovechamientos. '" ' i l i l i i il en los sellos, en vista del fondo coloreado y del enmarañado
Algunas de ellas son visibles en los bordes dentados. Otras veces se torno 1 ' • • i.iinpilla. Por otro lado, raramente se encontrarán manchas fluores-
necesario el despegado para el reconocimiento de su existencia. En el [ M u q u e la aplicación de los correctores no se hace parcialmente sino
examen por trasparencia, los fragmentos adherentes acusan una mayor opa- •.'•opcionales. La fluorescencia del papel del sello, todo él
i" M.I.IU <!<• reactivos químicos, será bien distinta de la de un sello nue-
I u otros casos la situación es inversa. Porciones del mismo sello se Mir.ina serie,
.1. .¡.u mi. n v ' i ' i r i i . i M cu rl papel soporte del documento originario. HahrA
r n i M i u < . mi .ni li-.i/.iiiiu-nU) que se reconocerá a través del examen por
' Ni W I- (II AMIENTO POR "DÉCOUPAGE"
h,r.|MM ni i.i
» M . I I I . I . ' ,il i. , I | N U V < - . li.uiiiunto lo precedió una rasura de los trazos qutj •mili iones favorables algunos falsarios consiguen reaprovechar
•-> i v i . n i i ..u,i i .i h i i .1 , n.lrinás de los vestigios accesorios yaexpn« • »' • tic varios recortes pegados entre sí, formando un sello de
i"., l.i • "n i . i i i i. l". 1.1 .|-.i)i-s M-ivirá para comprobarlos. Se han I L v». Aparece aquí una especie de découpage o composición.
328 LAS MECANOGRAFÍAS DIVERSAS MECANOGRAFÍAS 329
Evidentemente esa modalidad de reaprovechamiento no resiste el Por otro lado, difícilmente se conseguirían aleaciones que ofrecieran un
menor examen técnico, pues será constatada por el tacto. No deja de ser margen de lucro suficientemente compensador.
ingeniosa, debiendo siempre tener en cuenta su posibilidad, para no dejarse Esa es tal vez la razón del decrecimiento del número de falsificaciones
engañar por el expediente. de esa naturaleza. Con alguna ironía, un viejo falsario monedero confesa-
ba haberse visto forzado a abandonar la profesión, porque no le era posible
competir con el Tesoro.
15. REAPROVECHAMIENTOS DOLOSOS Y CULPOSOS
Cuando se plantean exámenes de esa naturaleza, la confrontación con
Ya se dijo más de una vez que no compete al perito considerar aspectos monedas legítimas no deja margen de duda. Si los exámenes físicos no
subjetivos de los problemas. Sin embargo, algunas veces, datos materiales fueren suficientes (aspecto, forma de los diseños, peso, defectos de molde-
podrán de algún modo auxiliar al magistrado o al Fisco, a decidir sobre esos ado o acuñado, etc.), el examen químico de la aleación dirá la última pala-
bra.
aspectos.
Realmente, al inutilizar sellos, muchas veces el escritor comete enga- Por su rareza actual, esas pericias no precisan tener, en este libro, más
ños, principalmente al colocar las fechas (mes y año). En las fechas abre- larga explicación.
viadas son más frecuentes, especialmente en los pasajes inmediatos de los
años. Al darse cuenta de esos errores, el escritor los corrige casi inmedia- 17. FALSIFICACIONES DE BILLETES. RESUMEN HISTÓRICO
tamente.
En esos casos no hubo reaprovechamiento de sellos. Para que eso Las falsificaciones totales de billetes constituyen un problema que pre-
ocurra sería indispensable que el sello ya hubiera sido utilizado en algún ocupa seriamente a todos los gobiernos. De ahí las severas penas a los
documento, del cual hubiese sido separado para el nuevo empleo en otro. defraudadores de papel moneda. Las actuales, naturalmente, son más
Cuando mucho, podría existir una diferente modalidad de fraude. i -i i ni las que las que estaban en vigor en épocas pasadas, cuando el falsario
Algunas veces ciertas personas pegan sellos nuevos en un documento pujaba con la vida la pretensión de querer asociarse al erario público.
pero no los llegan a utilizar. Los despegan, entonces, guardándolos para Muchos falsarios aún sueñan con esa eventualidad. Para algunos
su uso en otra oportunidad. Ahí aparece un reaprovechamiento efectuado •onatituye una verdadera obsesión de la que no se libran. En muchos
frecuentemente, sin dolo pero prohibido, no obstante, por las leyes fiscales. i-unos, la manía pasa para los descendientes. De ahí que algunos autodes-
Nos parece que en tales casos hubo sólo culpa. •r*nn de la herencia, teniendo a la vista la existencia de familias de falsifi-
En fin, el técnico debe tener cuidado de exponer todas las circunstan- • 't'i'Mt's de moneda.
cias analizadas, esforzándose en no dejar de lado hechos que podrían llegar lía un hecho que tiene explicación natural. En general, los falsificado-
a tener mayor importancia. ••» de billetes no pasan de grabadores profesionales que, otrora, enseñaron
Es preciso tener en cuenta que las conclusiones periciales pueden aca- » i > • 111 u > a sus descendientes y colaterales. De ahí el gran número de fal-
rrear multas fiscales severas y herir a honrados contribuyentes, sujetándolos • mparentados.
a procesos criminales. Antiguamente los procesos de impresión de billetes eran rudimentarios.
i • l" li<- era confeccionado manualmente. Y las máquinas de impresión
i ii»un de meras prensas, algunas toscas. En esas condiciones no
I (i /'Vl/.S'/Mí'/W ION DE LA MONEDA METÁLICA
i M I | a un grabador suficientemente hábil, realizar copias semejantes
1 .1. i . i i - . i t n .i< ntiirs de moneda provocaron, durante muchos años, serial i ' i linos legítimos, utilizando medios análogos de reproducción.
l » i r o r i i | M < mu- l'rin hoy perdieron importancia, en vista de la sustitu- i i jimio de la época, por consiguiente, podría encontrar dificultades
ción cml general I < . i , i <K- la moneda metálica por el papel moneda. • i iiij'uir los billetes legítimos de los falsos.
I' •. |M .ñu urdas metálicas de relativo valor. En Brasil, 1' - u ilía, con los modernos procesos de reproducción fotomecánica,
dl.r. M '!• n ilon < h v i M o n a i i o s insignificantes. " i > fi,Mides maquinarias de impresión, con la confección de papeles y
330 LAS MECANOGRAFÍAS DIVERSAS MECANOGRAFÍAS 331
diseños especiales, la acción del falsario está grandemente dificultada. Sin lu misma escala, a fin de permitir la correcta posición de los dibujos en el
duda, aún consiguen falsificar billetes. Sin embargo, en general, el trabajo acto de impresión.
no resiste el menor cotejo con el patrón legítimo. Esos clichés son confeccionados con la técnica de grabado tallo dulce o
En la guerra del 39/45 las falsificaciones de billetes fueron usadas con el auxilio de fotografías.
como procesos políticos de infiltración. Los japoneses, victoriosos en las En el grabado los cavados son hechos en una chapa metálica (en general
Filipinas, pasaron a falsificar billetes americanos, para que éstos no mere- tío cobre), reproduciendo los diseños. Es un trabajo manual que demanda
cieran la confianza de los nativos. Consiguieron, evidentemente, falsifica- nuil excepcional habilidad. En la copia, fatalmente se cometen errores.
ciones tan meritorias que la preferencia de los filipinos no cambió. Al fotografiar el billete auténtico a fin de obtener el cliché, el operador
Sin embargo, en general el falsificador no dispone de los amplios recur- Iriulrá que hacer la selección de los colores, con el auxilio de filtros adecua-
sos oficiales. Consigue, al costo, reunir el instrumental esencial clandesti- doN. No obstante, por mejor conocedor que sea de la materia, nunca con-
namente, supliendo las deficiencias con la habilidad artística. Y lo que •rguirá un trabajo perfecto.
con frecuencia causa sorpresa no es la perfección del trabajo sino el hecho Los billetes auténticos, además de los dibujos básicos, reciben impresos
de haberlo conseguido con los más precarios recursos. • i- 'iiseños accesorios y delicados (filigranas o grabados) que garantizan
Por otro lado, cumplimos en tener en cuenta un fenómeno psicológico MIIII ho la autenticidad. La reproducción perfecta de esas filigranas, impre-
curioso. No existe documento con el cual el hombre mantenga más |W en matices delicados, es difícil de ser conseguida fotográficamente. Y
contacto constante que los billetes corrientes de un país. No obstante, tmnn casi siempre esos diseños son impresos en colores diferentes, que se
pocos son los que conocen y guardan en la memoria, sus características más »ti|tri ponen, la correcta selección cromática no será alcanzada. Surge por
extrínsecas y objetivas. Si se preguntara a cualquier brasileño cuáles son M" pura el falsario la necesidad de recurrir a retoques, sea en las fotografías
los colores y las efigies de los billetes más usuales, pocos darían respuestas " !•!• ii en los mismos momentos de la elaboración de los clichés.
ciertas. De este modo se justifican algunos éxitos de los falsarios, en UNOS retoques fatalmente producirán divergencias entre los billetes legi-
casos aislados de emisión de billetes falsos. Llegan a transitar libremente ón*1* y los falsificados.
a pesar de sus numerosos defectos. l'or otro lado, cualquier defecto de paralelismo, sea en las reproduccio-
•loj'i;Tilicas o en los procesos de fotograbado, redundará en impresio-
i -iLulas en los márgenes de los billetes falsos. Será más débil en un
18. FALSIFICACIÓN DE BILLETES •|in- en otro.
Se conocen varios procedimientos con los cuales se forjan billetes. En .innpre el falsificador consigue tintas tipográficas de matices aná-
io\e las auténticas, surgiendo en ese sentido diferencias significa-
general son fotomecánicos.
Además, la falsificación podría ser lograda por copiabilidad. Con «I No obstante, el perito deberá tener cuidado, pues muchas tintas usa-
uso de disolventes y un fuerte prensado, algunos billetes legítimos desc.n • u i'illclcs ilegítimos sufren sensibles cambios de matices durante el
gan sus imágenes coloreadas en otra hoja de papel. Por ese medio ••
obtienen copias que, por lo general, son sospechosas desde el primer < nleccionar los clichés, conforme ya fue relatado, son dos los tra-
men, sea por la decoloración o por la impresión de los diseños. La COPM u>iar previamente. El primero consiste en fotografiar los bille-
bilidatl, ademas, acarreará daños al propio billete matriz, el que podrá itf Los negativos fotográficos servirán después para grabar las
rei'li;i/.:i<lo romo billete sospechoso. Ese proceso, pues, además de Un I ii esas operaciones, el falsario no siempre consigue mantener las
i e M i l i ; n l i r . i - i i • .i y peligrosos, puede traer, a veces, perjuicios al pioun. H <)' m í n e n l o o reducción, resultando diferencias en el tamaño de los
l . i K i h . -uloi I >• .ilu MI escaso uso. IU por esa razón que los peritos proceden a realizar rigurosas
< ..MÍO ' n l.i u t . i v ' H i'.mi- tic los casos los billetes auténticos son i m i - i - • "u aparatos especiales, siempre que sospechan de la autentici-
sos en « "'"i- ' 1 | ! i " "i- '•' l.il';.uio tendrá necesidad de confeccionar Imi " .u. -
tosdi' i i i"i. luya. Las chapas deberán ser confeccionai> . i » . < - i i i : n a IIM;I diferencia en el tamaño de los clichés, evidente
LAS MECANOGRAFÍAS DIVERSAS MECANOGRAFÍAS 333
332
mente los billetes tienen origen diverso. Sin embargo, antes de dar mayor lo cual se recurre con frecuencia al empleo de dos hojas de papel, debida-
significación a esas diferencias, el perito deberá verificar si los papeles de mente prensadas y tan íntimamente ligadas que se tiene la idea de que exis-
los billetes auténticos se distienden, como resultado del uso o de accidentes. te apenas una hoja.
Los papeles de los billetes de cruzeiros que estuvieron en circulación en Por otro lado, esos papeles deberán ser de calidad superior; varios
Brasil podían sufrir distensiones que llegaban a 10 mm. expedientes son usados para su mejor caracterización. Las marcas de agua
Algunas veces los falsarios cambian los procesos de reproducción usa- ya tuvieron preferencia (son usadas en el cruzeiro en circulación). Moder-
dos en los billetes legítimos por otros diferentes. Lo hacen por ignorancia namente, otros están en uso, como los hilos coloreados o los confites de
o porque no consiguen disponer de medios análogos. seguridad.
Esos errores, muchas veces son practicados con el espíritu de simplifi- Esos papeles no están a la venta comercial. El falsario, por consi-
car el trabajo. Billetes legítimos grabados a tallo dulce son forjados con guiente, no los podrá obtener, a menos que se disponga a fabricarlos. El
impresiones zincográficas, litográficas u offset. Es uno de los motivos por precio de la maquinaria, no obstante, es de tal monto, que difícilmente el
los que el perito debe conocer las características de las impresiones meca- falsario iría a arriesgar su capital.
nográficas. En la práctica, entonces, siempre se encontrarán diferencias entre los
La grabación a tallo dulce después de impresa produce caracteres en papeles de los billetes legítimos y los de los falsificados.
relieve, debido a la descarga de la tinta acumulada en las cavidades de la Esas diferencias podrán ser reconocidas:
chapa. En la zincografía, la litografía o el offset, la impresión será plana. á) por el mismo sonido del papel (para ese fin bastará hacer que los
Faltarán los relieves, lo que se constatará fácilmente a la luz incidente (tam- billetes se doblen o vibren junto al oído);
b) por el tacto;
bién se percibe al tacto).
En la preparación de los clichés en zinc u otro metal, el falsificador c) por el espesor (medido con esferómetro u otro aparato análogo);
podrá no disponer de retículas finas, indispensables para la grabación. d) por su constitución (naturaleza de la pasta química o mecánica, cali-
Usará retículas más gruesas y ese hecho influirá en la calidad del trabajo. tlml, forma y dirección de las fibras, etc.), y
Por otro lado, los clichés metálicos marcan casi siempre el papel en el e) por las marcas de agua, hilos de seda, confites de seguridad, etcétc-
reverso con relieves ocasionados por la impresión, defectos éstos que no se in
observan en los sistemas litografieos offset.
Difícilmente se pueda decir si una impresión fue realizada en offset o es 10 RESUMEN
litográfica. Los resultados impresos son casi análogos, sin relit "es ofou-
lages. El proceso offset, como ya se dijo, viene ganando la preferencia por Por lo expuesto, se anteponen grandes dificultades al falsificador de
su mayor rendimiento. dill. ir-;, el que no las podrá vencer todas. En alguno, o en muchos senti-
Finalmente, la mayor dificultad que el falsario tendrá que enfrentar '•I tallará fatalmente.
reside en el papel. En la práctica no consigue vencer esa dificultad, aun I os billetes falsos no resisten el examen técnico. Las falsificaciones,
recurriendo a tipos de papeles semejantes a los de los billetes auténticos, «le r. veces, tienen éxito porque el lego es tomado desprevenido y en
pero nunca iguales. • i l <i'-.-;i-onoce las características de los billetes auténticos.
I - »H puntos a ser observados se resumen como se indica a continuación:
fi) características de la imagen;
/•,»/•/;;. M colores utilizados;
l i i I.' I .ti. 1 1 n .i' K-nrs de billetes, conforme ya se dijo, la mayor dilh ni . ) (.miaño de los clichés y de los rectángulos del papel;
tad ilrl l . i K . M n i • 1 1 > n U elección del papel. Los billetes legítimos ion .'i I lillas de la impresión, y
hechos, m j" "' ' '' - l l i' 'i'1'!'** especiales. Tendrán que ofrecer resistí- ..... r ) i ululad del papel.
al dnbl.ii' .1 T" • ' ..... \ '"'• I* 1 ' -'ln' su consistencia extraordinaria. |- u . ' • i ha de que el éxito del falsario no depende de la perfección del
LAS MECANOGRAFÍAS
DIVERSAS MECANOGRAFÍAS 335
334
desnudo. Son adulteraciones que necesitan ser vistas de manera fácil y
trabajo, reside en la ignorancia generalizada de las características más obje-
rápida, ya que en caso contrario, nada auxiliaría a los desplumadores.
tivas de los billetes legítimos; está demostrada en los casos de adulteración
A pesar de algunas marcaciones milagrosas en la literatura o el cine,
de billetes, expuestos enseguida. con empleo de tintas invisibles, etc., las marcas son realmente efectuadas
por los dos procedimientos mencionados: raspados o retoques.
21. ADULTERACIÓN DE BILLETES Por tales medios son alterados (siempre obedeciendo a un esquema
ordenado) diseños, impresos en el reverso de las cartas.
Era con frecuencia sorprendente, que hace algunos años, a través de
Obviamente, las marcas efectuadas en cartas no resisten el examen
meros recortes, se consiguiera hacer circular en Brasil, billetes legítimos de
atento, principalmente el pericial. El simple hecho de que deban ser
pequeño valor, aparentemente trasformados en billetes de valor mucho
observadas a ojo desnudo, rápida y fácilmente por el falsificador, demuestra
mayor. que los exámenes no son difíciles. Aplicándose los medios señalados para
Con un billete de 20 cruzeiros y otro de 10 surgían billetes de 200 cru-
la determinación de las adulteraciones (luz oblicua, ultravioleta, trasluz,
zeiros. De est,a manera, los de 500 y 1000 cruzeiros resultaban con fre-
etc.), la fijación de las adulteraciones se torna aún más fácil.
cuencia de la adulteración de billetes de 50 y 100 cruzeiros.
Algunos falsarios realizaban ese trabajo con notable habilidad. Otros Es interesante notar que, después de la localización de las marcas, los
desplumados, que no las encontraban aun en detenidas observaciones,
lo ejecutaban groseramente y ni aun así dejaban de tener éxito.
pusan a verlas con toda facilidad.
La pericia de los billetes adulterados de este modo no ofrece dificultad.
Por la manera en que son manoseadas las cartas de la baraja, las marcas
El simple despegado de los recortes revela el fraude. No obstante, ni eran
NÍcmpre se localizan en los laterales de los diseños (no se pueden situar en
necesarios esos desprendimientos, pues, en general, eran sólo las declara-
ciones de valor las que sufrían modificaciones. La efigie y otras caracte- el centro de la carta, bajo pena de que queden tapadas por la mano del juga-
dor o asimismo por las otras cartas), o en los cantos (superiores e inferio-
rísticas de la imagen nada sufrían.
roft). Además de esta localización circunscripta, las marcas obedecen a
El falsario sabe que la gran mayoría de la gente no guarda de memoria
•internas que están siempre en una secuencia equivalente al orden de las
esas características. U tullís.
Algunos falsificadores realizan adulteraciones de billetes por procesos
No es posible detallar, en este libro, los diversos sistemas de marcacio-
manuales. Con raspados y aditamentos modifican el valor de los billetes.
En general, son trabajos a punta de pluma, de gran habilidad artística y que Htl. Algunos ejemplos podrán ser vistos en las figs. 422 y 428.
no pagan el esfuerzo y el tiempo exigidos.
Actualmente, en Brasil, los billetes en circulación están impresos en
tamaños diferentes, de acuerdo con su valor. Esa circunstancia, sin duda
dificulta las conversiones de los valores de los billetes.
Sin embargo, no somos partidarios del empleo de billetes de tamaños
diferentes. Sería preferible que se modificase el tamaño de los números
iiuliciitivoH de los valores. Los billetes menores tendrían guarismos mayo-
res que n i,ui disminuyendo gradualmente.
CUARTA PARTE
ALTERACIONES DE LOS DOCUMENTOS
HAIR1MUNIU ¡NVLNlAKiu
BIEN CON EN N9
CAPÍTULO XXI
ALTERACIONES FÍSICAS DE LOS DOCUMENTOS
20. EL PROBLEMA DEL LAVADO QUÍMICO b) Borrado de los trazos.— En casos excepcionales los borrados de los
Irnzos lavados pueden corroborar la sospecha de la alteración. Acontece
Las alteraciones con empleo de reactivos químicos constituyen un moti- cuando el falsario, aplicando los reactivos, no espera que sequen. Se borran
vo de serias preocupaciones, no sólo para el lego sino también para el mismo los trazos, tal como sucede cuando alguien escribe sobre papel mojado.
perito. No se conocían procesos adecuados para saber, con seguridad, si un
documento fue o no lavado. c) Manchas.— Después de la aplicación de los reactivos, el campo
Hoy esas verificaciones son rutinarias. Afectado podrá acusar manchas, ora de aspecto lechoso, ora ligeramente
Amarillento o negro.
21. MEDIOS DE VERIFICACIÓN DE LAVADOS QUÍMICOS Las manchas amarillentas, de aspecto ferruginoso, muchas veces sobre-
virnun después del lavado. Acostumbran aparecer como consecuencia de
Pueden ser sospechadas y resueltas por: 1,1 oxidación. Entonces, cuando la pericia es realizada mucho tiempo des-
a) inspección ocular; iué.s, la presencia de las manchas debe ser considerada un defecto sobrevi-
b) rayos ultravioleta; ftlcutc. En la época en que fue practicada, probablemente las manchas no
c) fotografía infrarroja; reconocibles en la inspección ocular.
d) toques químicos; Finalmente se debe consignar la circunstancia de que la inspección ocu-
e) aplicación de reactivos de Ehrlich, y M ofrece calificaciones distintas de aquéllas realizadas por el lego. El téc-
f) estudio de correctores (figs. 374 a 384). pn tiene su mente entrenada y sabe dónde y cómo procurar indicios. Su
Amen es más cuidadoso, pues cuando sobreviene la pericia, ya se sospecha
22. LOS LAVADOS QUÍMICOS EN LA INSPECCIÓN OCULAR l la alteración. El lego, frecuentemente, es tomado desprevenido, y aun
tundo fuera avisado, puede no ver vestigios fácilmente reconocibles por el
En general los lavados químicos no dejan vestigios reconocibles a MIH ("'< Alista.
pie vista. Ni aun el uso de lentes o del microscopio sería de utilidad en < ,i
verificaciones. i ll) "Foulages", o surcos de la escritura borrada.— Frecuentemente
Entretanto, en algunos ejemplos excepcionales, las marcas quedan m i iiiamientos manuscritos son realizados con una carga de presión, que
documentos lavados, autorizando a sospechar de la alteración; consisten oill - .u i Míreos en la superficie del soporte. Con la aplicación de los reac-
a) remanentes; ll y la consecuente eliminación de los trazos, los surcos no son destruidos
b) borrado de los trazos; " H u i l l í n marcando, aunque sin imágenes coloreadas en la cara del papel
c) manchas, y " t|u, lucran registrados, o aun en la opuesta (cuanto más fuerte es la pre-
d) foulages, o surcos de la escritura borrada. ii-|H-ndiendo del espesor del papel).
I ir .ilu que los exámenes de la superficie del papel, con el auxilio de
a) Remanentes.— En algunos casos el borrado de los trazo;; <!<• mu i • • - i - ln/, rasante, permitirán constatar la existencia de primitivas inscrip-
completo y sus imágenes descoloridas apenas pueden ser divisad;)-, i I
fotografía ejecutada adecuadamente reforzará esas imágenes. Olí ¡r. v . . * « • .MICOS o foulages serán de gran auxilio en los casos de lavado quí-
u penar del éxito inmediato del lavado, los remanentes aparecen di \»>- .1 rituras con esferográficas, las cuales, además, han ocurrido con
l-'.u "'"'•• i -i'•"•.. !"•• ic:u-iivo.s no alcanzan a toda la escritura que r.r < | m . n H»it« ni cu los últimos años. Y los agentes químicos empleados en actos
borrar. l.ii/mln*, NÍgnos de acentuación o puntos de las "i", qm < l » '• i (Deferimos no identificarlos en este trabajo, pues son fácilmente
del caiM|><> I.UM.IM . < > n el aspecto de la tinta original. "¡ en farmacias o despensas domésticas), no dejan ninguna man-
de ser observada al ultravioleta.
352 ALTERACIONES DE LOS DOCUMENTOS ALTERACIONES FÍSICAS DE LOS DOCUMENTOS 353
En estos casos que se han producido, principalmente en cheques, sin de correctores podrá quedar enmascarada. Faltará el contraste necesario
afectar inclusive a casi la totalidad de los papeles de seguridad utilizado» para la afirmación pericial.
actualmente, la detección de los lavados, así como el levantamiento de IO.H Por esas razones se dice que los rayos ultravioleta no siempre acusan los
primitivos y más importantes datos de la emisión, viene siendo realizada con lavados químicos. Los resultados negativos no se excluyen.
exploraciones a la luz oblicua, a través de los surcos de los escritos originii-
ríos (que en los asentamientos esferográficos son normalmente más acentúa 24. FOTOGRAFÍA AL INFRARROJO
dos).
Inclusive pedimos, cuando no se puede determinar perfectamente si loi El sector sospechado será fotografiado con un negativo infrarrojo y eí
surcos habrían sido causados por propagación de los escritos de cheque» resultado deberá ser confrontado con el original. El texto subyacente podrá
antecedentes (por lo común lasfoulages de propagación en vista del calibre aparecer con nitidez sorprendente. Pero muchos lavados químicos no apa-
de los papeles de cheques, tienen márgenes menos delineados), la exhibición recen en esas fotografías. Por lo tanto, sólo los resultados positivos com-
del cheque anterior al cuestionado, para separar definitivamente aquéllo» prueban la alteración; los negativos no autorizan a excluirla.
pertenecientes a las grafías eliminadas.
En los documentos lavados de esta manera, comúnmente aparecerdt 25. PROCESOS QUÍMICOS DE COMPROBACIÓN DE LOS LAVADOS
borrados, sea en los escritos originales alcanzados por los reactivos, sea en
las impresiones facsimilares del sello (ligeramente decoloradas o esfunm- Ciertos agentes y procesos químicos sirven para acusar reacciones con
das), sea en las impresiones tipográficas (parecen ligeramente fuera de foco) el empleo de correctores.
y aun en las impresiones adresográficas (las chapitas con indicación di Algunos especialistas preconizan el papel azul de tornasol, en contacto
cliente y del número de la cuenta). cim los documentos cuestionados. Los sectores alcanzados por el corrector
m.n catán el papel de tornasol de manera acentuada. En nuestras tentativas
nunca obtuvimos resultados satisfactorios con ese procedimiento.
23. EXAMEN BAJO LA ACCIÓN DE LOS RAYOS ULTRAVIOLETA No será preciso repetir nuestras decepciones con los procesos químicos
Es el proceso de elección en los casos de sospecha de lavado químio ltfo examen. Por eso dejamos de relatar varias tentativas, algunas ridiculas,
Los rayos ultravioleta acusan en general y en fluorescencia diversa, las m i'<n .1 ,iar a la química mayor campo de aplicación en las verificaciones docu-
chas de la aplicación de los correctores. Eso se hace sin tocar el documonl »" i'ioscópicas.
y el resultado podrá ser debidamente fotografiado. Otras veces, dentro Nos limitaremos aquí a la aplicación de vapores de sulfhidrato de amo-
campo manchado, aparecen trazos subyacentes, ya sea parciales o tol;ih« "i" Si la tinta borrada era férrica, el insuflar esos vapores podrá servir para
que permiten la lectura del texto borrado. |niipf'.ruccr pasajeramente los trazos subyacentes, permitiendo la lectura,
Los subyacentes son revelados en cuadros positivos (líneas oscurní) limiento, aunque químico, no causa mayor daño al documento, ya
negativos (líneas claras). V lit misma revelación desaparece después de un tiempo, con la volatili-
Si la carga del corrector fuera densa, la mancha aparecerá con tai - M u í
Con frecuencia, no se consigue levantar lo subyacente. I n ,i!)Minos casos especiales la aplicación directa del sulfhidrato podrá
Por otro lado, se debe tener en cuenta que los rayos ultravioleta a. n ni < '• i i u v o r auxilio. La reacción será más enérgica, pues se procesará en
el conlncto de cualquier líquido con el papel, sean aquéllos correctou . llu liumrdn. Sin embargo, se deberá tener cuidado para que el docu-
]•;•, l.i i.1/1 >n ( H.r la cual la simple presencia de una mancha no autor i/u u " Míale seriamente afectado. A pesar de esas cautelas, a veces no
cluir ni l,i |>ifscncia de lavado químico. Será indispensable coir.nl' i » NI ii ih- reponer el documento en su estado anterior, después de la apli-
luí .ili/.n ION y , ' 11 algunos casos, analizarlos correctores para compí • i i del reactivo.
I n • i< 11" . - l i " Mínenlos, con fondos impresos o coloreados, o ron n ú ,
sioin •. t.c • . i n i i l u i r ' i «Ir sollo, la fluorescencia que depende de la ti|>i
354 ALTERACIONES DE LOS DOCUMENTOS
ALTERACIONES FÍSICAS DE LOS DOCUMENTOS 355
1.1 Conforme al tipo de papel soporte, principalmente cuando está revés-
26. APLICACIÓN DE LOS REACTIVOS DE EHRLICH lulo con fondos coloreados impresos tipográficamente, las manchas pueden
No constituye, en general, un proceso adecuado para la verificación de i > r.;ir desapercibidas.
lavado químico. En casos excepcionales todavía ofrece resultados satisfac-
torios. '' >. IÍAÑOS QUÍMICOS
Cuando la aplicación de los correctores se procesa con pluma o basto-
nete, acompañando exclusivamente los trazos a ser borrados, el reactivo "A" En caso de inmersión total del documento, las manchas en general no
de Ehrlich podrá acusar la fricción, revelando el trazo borrado. En algunos "M «liscernibles al ultravioleta. Eso es porque la fluorescencia se genera-
ejemplos el texto aparecerá en cuadro negativo (líneas blancas). ll/ii por igual en toda la extensión de la hoja, sin dar lugar a contrastes.
1'no si un documento sometido a un baño químico fuera comparado a
|| lu/ de la lámpara de Wood, con otro cuyo soporte sea de igual naturaleza,
27. INVESTIGACIÓN CON CORRECTORES 1 1 fluorescencias serán flagrantemente distintas. Por lo tanto, en los casos
Son llamados de esta manera los exámenes con los cuales se pretendo '!• i ' químico, el perito siempre debe procurar muñirse de patrones adc
conocer la naturaleza de los correctores empleados. Esos estudios pueden ( t i . n l i r ; a los cotejos.
ser procesados para comprobar la existencia del lavado. '•i i-sos patrones fueran obtenidos, la verificación será fácil. Si no exis-
Los correctores de cloro son analizados con nitrato de plata. La reac- M M I lucran inadecuados, sólo la presencia de subyacentes o la investiga-
ción se produce en un frasco. Un algodón embebido en agua destilada, el p n M i i v a de correctores autorizarán a concluir sobre el lavado químico.
frotado sobre la mancha (acusada al ultravioleta) o cualquier trecho del '•ni rinhurgo, en algunos casos, la luminiscencia más cargada, principal-
documento (en caso de baño químico). Se toma el material en examen y ' M . li.bleces o perforaciones del papel» servirá de indicio de baño quí-
se transfiere al tubo de ensayo. Ese material podrá ser más diluido, pasan
i u it pericias fiscales relativas a un posible reaprovechamiento de
do después por una ligera acidificación. Luego, las primeras gotas de nitra*
to de plata en presencia de los trazos de cloro, serán acusadas con la forma* •• liivmlos químicos borran los dichos de la inutilización, respetando
ción de copos lechosos. La reacción es altamente sensible. uiipirsn tipográficamente, esto es, el propio sello que adquiere la
Los correctores a base de permanganatos serán estudiados a travól i o de nuevo. Ese fondo impreso, algunas veces confunde los pocos
toques directos con benzidina, después de la preparación del campo con < ••! • i* • « | i n ' se revelan al ultravioleta. La diferencia de fluorescencia
cáustica. Los casos positivos serán develados a través de la reacu « • i M U ir. impregnado del corrector, será fácilmente reconocible en
color rojo intenso. M • i - l i o patrón de la misma serie, conforme lo ya referido en capí-
ral se hacen para perfeccionar el trabajo, lo que frecuentemente sucede rn i > • .mrelaciones constituyen un tipo de sobrecarga en el cual uno o
las imitaciones de escritos. Las enmiendas, al contrario, se efectúan |>;ihi | VIH iihlos son suprimidos, a través de un delineamiento recto o curvo, o
alterar el propio sentido de aquello que ya se encontraba escrito. Vm n is 11 ;i/.ados. En el cancelamiento, la palabra o palabras canceladas,
Los legos hacen frecuentes confusiones entre los dos términos, usáiuln* u j-.enera! su lectura. En caso contrario se trasforman en sobre-
los IndUtintamente. Los mismos diccionarios abonan la confusión i \ MU ,-inlt;ii)M), aun cuando la tolere, no debe incurrir en ella.
tido, el perito demostrará sólo no haber encontrado diferencias entre los iltw • « .mimes físicos, en la mayoría de los casos, se basan en la distin-
trazos, siendo probable entonces que se trata de la misma tinta. • . colores y matices en los trazos de tinta. Muchas veces con la
Las tintas se distinguen a través de procesos químicos o por medios físi- i '" i "-> rion ocular se procesará la distinción. Pero existen casos en
• I- lirada.
cos. A |nv;;u i Ir :.ri lubricadas por medio de varias fórmulas, los recursos i |ni • M parle de las tintas de escribir es de colorante azul o pigmento
micos no p r i m i t a ) mía gran diferenciación. Eso se debe, en gran paiir. i •11 las mezclas y combinaciones, y a través del uso, ellas se fijan
las iHli> ult.uli". «Ir !<>:; métodos de análisis. Casi siempre las investiga ui m.iticcs o gamas variados. Por consiguiente, el problema está
nr.s sr l i i i M i . n i .1 l,r. ir.irriones de toque, sin que se pueda repetir vurloí i u V romprobar diferencias sustanciales de matices o gamas.
I ... n i .. .1 .n ;mali/,;ulos están reducidos, algunas veces, a simpH
360 ALTERACIONES DE LOS DOCUMENTOS
ALTERACIONES FÍSICAS DE LOS DOCUMENTOS 361
Las dificultades prácticas son muchas. En primer lugar, existen l i n i . i - .
con matices distintos, de acuerdo con la cantidad de descarga del líquido • i 1 1 uní, si un documento fue escrito con tinta cuyo aspecto varía con
Por ese motivo, se recomienda la comparación entre trazos del mismo e-,pr • i- 1 1 lempo, y un agregado fue hecho con esa misma calidad de tinta,
i.is de aspecto dependientes de las fechas diversas de estampa-
sor e intensidad de presión. ni para comprobar el agregado.
En segundo lugar, se debe tener en cuenta la naturaleza del soporte. I lu
trazo escrito sobre papel blanco podrá presentar un aspecto distinto ipin - Lulo, no sólo el aspecto sufre modificaciones. Éstas recaen
aquél producido con la misma tinta, sobre fondos coloreados o sobre sclluN, 11. r. características más intrínsecas de la tinta, como por ejemplo
Y por último, la sensibilidad visual para la distinción de matices ñu «••. "Milación (tintas férricas). Si no hubiese correspondencia
muy desarrollada en el hombre, variando de un individuo a otro. De aht ll lihii'. estados, los dos lanzamientos no se habrían procesado en la
necesidad de auxiliarse con instrumentos y otros procedimientos para ol.u • luí. i (improbándose entonces la conclusión del agregado.
"i íes por las que pasan las tintas con el transcurso del tiempo,
ner una mejor diferenciación.
Entre los aparatos para esa finalidad están: el microscopio de compnnM 1 i iK.u ios a cometer errores groseros. Al hacer un agregado uti-
ción de colores, con el uso de las lentes de Lovibond (ya obsoleto). !«•» il i '!'• aspecto análogo al del contexto original. De ahila razón
modernos colorímetros para cuerpos opacos; los espectrógrafos, y muy < i i . « u n os recurren, en casos particulares, a los procesos de ace-
cialmente los monocromatizadores, además de los rayos ultravioleta (•• '" i.il del envejecimiento de los trazos de tinta para comprobar
algunos casos) y la fotografía en colores. La fotografía al infrarrojo '"
i •< i i i i . relativas a las tintas, en los casos de agregados, ofre-
bien presenta, con frecuencia, resultados satisfactorios.
1 . i l u d i d que la verificación déla calidadola edad de las mismas,
n i h r.iales. Eso es porque la propia pieza cuestionada pro-
40. LA EDAD DE LOS ESCRITOS A TINTA 1 'I nios de confrontación, o sea los trechos no cuestionados.
h.iy (|iie preocuparse por las diferencias que dependen de
Constituye otra cuestión largamente debatida. .<-o de las piezas.
Inicialmente no se debe confundir la cuestión de la edad de un
miento en tinta con la edad del documento. Este último problem.i •
naturaleza más amplia, comportando innumerables indagaciones y ' n r.i/.l.V IWKRENTES
sas, independientemente de las que se relacionan con la tinta.
La determinación o estimativa de la época en que fue producido un M!" ilc la utilización de plumas distintas para la compro-
zamiento a tinta podrá dirimir, obviamente, la cuestión relativa a la odl i- • i . i posihle en algunos casos. De esta manera sucede
propio documento. Sirve también para dilucidar casos de a g i c " . n i . . i H" i "n pluma común, y los aditamentos con plumas
Indiscutiblemente, varias tintas, después del respectivo asrni.i i ' 11 jgraTica, o en las hipótesis inversas. Aun cuan-
sufren cambios con el paso del tiempo. Ese hecho llevó a i- - ni.ido con el mismo tipo de pluma, las condiciones
sobre la posibilidad de determinar la edad de un escrito a tinta. u proporcionar indicaciones seguras de que no se
Los cambios son más sensibles en determinadas tintas. 1 1 P.II .1 la solución de estas cuestiones se debe tener
En relación con su aspecto, tintas inicialmente azules (en y< n> i > i pin .iilii en el capítulo referente al estado consti-
loférrictix) van ennegreciendo paulatinamente,hasta quedar hj:r ni
oscuro o nej',10. Oirás tintas de escribir, no obstante, parecen con •<
mismo aspn l o . < Malquiera que sea el transcurso del tiempo (i -h'il-H'A
con las imi.i'. CM luMviunente a la anilina o al carbón). Si ie.ili
rren camino 1 ,, i - • . [ . > . no M U Í suficientemente sensibles en un i < • n "" ni ni-, en l<>s inale.s, con la demostración de la
• i- ION i .nacieres, se obtienen indicios o la
de meinoii.i
.M|ni Me dualidad de grafismos, pues el
ALTERACIONES FÍSICAS DE LOS DOCUMENTOS 363
362 ALTERACIONES DE LOS DOCUMENTOS
luí . ilniriiie cumplimos en distinguir los siguientes entrecruzamientos:
aditamento puede haber sido procesado por el propio autor responsable del '- unía Irosca con otros trazos también a tinta; trazos de tinta con tra-
contexto originario. n a/os de tinta de escribir con trazos de tinta de sellos; trazos de
Para comprender mejor la cuestión vale un simple ejemplo. El gu;n i
* ilbir con impresiones dactilografiadas; trazos de tinta de escribir
mo "4" es ejecutado, en general, con la aposición del trazo lateral izquimln Mi-i.j'.rííficas o de otras mecanografías; trazos de tinta de escribir
en ángulo recto proyectado hacia la derecha. La extremidad es cortada pin I M - I I • 11- carbón; trazos de lápiz común con otros, también de lápiz
el trazo descendente, dando configuración al guarismo. El trazo dc:.i • n i i olor copiativo; trazos de esferográfica con los de tinta de escri-
dente entonces es lanzado sobre el rasgo lateral. Ahora bien, en Ul i dr M-MO, impresión dactilografiada, etcétera.-^
enmiendas el trazo simple representando el número "1" sufre la adición d. i i - i i . •;, numerosas especies de entrecruzamientos, aun más si se
trazo lateral para su conversión en "4". Por lo tanto, el trazo descendmi' iK . ni 1 1 . < lases y especies de trazos. Ya catalogamos una cantidad
quedará bajo el trazo lateral. Si la anormalidad gráfica no se repitiera «n j i l 'O (ipus distintos.
el grafismo en examen, ello denunciará el agregado. i itera" conocer bien las modalidades más frecuentes de cru-
• i - inmienos particulares de cada uno.
43. DIFERENCIA DE GRAFISMO i. pueden ser ofrecidas reglas generales,
i n - a i . d perito no se deberá dejar impresionar por el aspecto
Si el agregado fue realizado por otro escritor, la demostración . 1
Mi/ainicnto. Muchas veces, al examinarlo por inspección
diversidad de los puños servirá, en numerosos casos, para compi»i> .• i
n m l i o d e lupa o microscopio, se tiene una nítida idea de un
Esa verificación se hace de acuerdo con las normas grafoscópicas y.» • i*
Liles impresiones subjetivas son frecuentemente iluso-
blecidas en este libro (fig. 392). >i lir. unías de matices más fuertes parecen estar sobre las de
44. PRIORIDAD DE LANZAMIENTOS. CRUZAMIENTOS DE TRAZOS < ilcl i Mi/inmcnto examinado a la luz incidente, llegando a la
i i n i n i e la duda de manera segura. Algunas veces es
Cada documento tiene su hechura propia. En general, el contr tío l I r í a i nen directo.
redactado de arriba hacia abajo, de manera que al escribir la línea i n l < 11- ••
i iMefe la prioridad con la presencia de fenómenos físi-
superior ya está estampada en el papel. Esas condiciones podrán im v»r i - ' ••>• i K a n : e! corte de las cordilleras (aspecto de los bor-
corseen algunos documentos particulares, debiendo ser el prime-1 i m.i ••!..
• -1 n h i M ni examinados al microscopio); difusión de la tinta
técnico el desconocer la secuencia natural o el alegado orden de los owffl < " oí; inuntlación de \nfoulage o surco del trazo ante-
Frecuentemente los agregados contrarían la secuencia normal, luim i i i i « i h- la tinta ya asentada en el papel.
ciendo escritos en documentos ya elaborados, los nuevos ira/ .i drrsíK fenómenos cuando fueren obligatorios, per-
cruzar con los del contexto primitivo. Muchas veces, demosiiaii'i ' - . .. j-.iin».', en cuanto a la prioridad de los lanzamientos.
trazo está por encima del otro, cuando debería estar por debajo. .-I ,
'd. .1 di- los autores presentar aquí un estudio com-
se tornará evidente. i . i i h l . i t les íle cruzamientos, enlaparte final de este
Surge ahí la cuestión de verificar la prioridad de los lan/.ann
- > • ..is figuras al respecto, las que podrán ser con-
tión largamente debatida en documentoscopia. . ,n
Algunos autores niegan la posibilidad de éxito en iv.a i»
Otros M i M r m . i i i l.i opinión contraria.
l.a r.\|irtiriici;i no nos autoriza a adoptar posiciones extrema i ' / /Y>.V CON IMPRESIONES DACTILOGRÁFICAS
,
de un asentamiento a lápiz; el mismo empleo de un lápiz distinto, en general
no será constatado a menos que trazos de lápiz copiativo o de color sean adi-
cionados en textos escritos a lápiz común. El estudio de la génesis gráfica 52. LAS ALTERACIONES A TRAVÉS DE RECORTES
es más compleja, como asimismo el reconocimiento de la diversidad de los
puños escritores. La determinación de la prioridad de los lanzamientos Con retazos de papel pegados o yuxtapuestos se consigue modificar
también es más difícil. Sólo algunos cruzamientos con dobleces u otras linios o aspectos de un documento.
condiciones físicas del soporte, además de la anomalía del grafismo (aglu- lisas alteraciones son comunes en sellos, como lo fueran en la conver-
tinación, evitamiento, reducción del calibrado) podrán ofrecer indicaciones ••i"ii 'le valores de dinero y en billetes de lotería (los conocidos tocomocho).
de agregado. También en cheques ya se verificaron, adulterándose los valores impre-
En esos casos, la fotografía al infrarrojo y los rayos ultravioleta auxilian IIIN con máquina protectográfica.
poco en la verificación. Pericialmente no ofrecen dificultades. Los bordes de los recortes son
En los casos de escritura al carbón, los agregados son más difíciles de Inmediatamente reconocidos, si no a simple vista, con el auxilio de una lupa,
ser ejecutados, razón por la cual aparecen con menos frecuencia. Los linc- • pciwr de algunos enmascaramientos adoptados. Muchas de esas alteracio-
amientos y espaciamientos deberán ser cuidadosamente examinados y ana- ii' ' -i] efectuadas hábilmente, induciendo a engaño al observador más dili-
lizados.
En la preparación de la pieza a ser forjada, sus elementos constitutivos
ilirtn facilitar el trabajo del recortador. En fórmulas de pagarés o letras
51. CONSIDERACIONES FINALES SOBRE AGREGADOS i iimbio usuales en Brasil, los sectores demarcados para los lanzamientos
Es preciso tener mucho cuidado para no confundir los agregados con IIM cantidades (numérica y literal), casi siempre son impresos con fondos
ciertas simulaciones de agregados ejecutadas por personas hábiles y poco furos, filigranados o en líneas horizontales, rectas u onduladas. Recortes
escrupulosas. |julns sobre esos fondos o sobre toda la parte superior del formulario, per-
Por otro lado, las correcciones son efectuadas a diario sin ningún espíritu HIMI uunar la firma del emisor o sacador en los valores reales negociados.
de fraude. El perito se limita apenas a verificar el hecho material, esto es, Hprgiulas las tiras o los trozos de papel, otras declaraciones del mismo
que los dos trechos no fueron escritos o dactilografiados en la misma oca- • .1. ii MT pegadas en los mismos lugares con valores mucho más altos que
sión. Sólo en casos excepcionales, el técnico podrá demostrar la naturaleza pnules.
fraudulenta o no del agregado. Sin arriesgar un diagnóstico decisivo, el i IM <-\|)cdiente análogo ya se usó para conseguir un aval en el reverso del
perito podrá proponer al magistrado señales o indicios de la naturaleza de la I 'ara ese fin, dos fórmulas en blanco quedaron pegadas por los bor-
alteración. lín el anverso de la primera se llenó un título de valor insignificante,
Finalinniir, cabe resaltar que ciertos agregados, principalmente gráficoi, • i i- • t nal el deudor consiguió la firma de un avalista de grandes recursos
son siiscrphblr-; «ir ;.n r¡rentados sin dejar al técnico oportunidad de cons- • ••ios. El aval, aparentemente habría sido puesto en el reverso de un
tatación, i i i - t r cnaiulo el propio falsario hace el lanzamiento pri- • le pequeño valor. Pero en realidad constaba en el reverso del
mitivo, i f s r i v . t n i l n v-i ' I r.'ipariopara futuros aditamentos, los que serán ej i'timutario en blanco. Despegados los dos, el que se encontraba
n »> (segundo formulario) fue llenado con un valor elevado, teniendo
ALTERACIONES FÍSICAS DE LOS DOCUMENTOS 377
376 ALTERACIONES DE LOS DOCUMENTOS
errores o agregados. Entonces se puede presentar el caso de que el intere-
en el reverso el aval dado al título de pequeño valor. Fue fácil descontar
Niulo colocare, a propósito, en el documento vicios o vestigios destinados a
el nuevo pagaré en una agencia bancaria. Con sorpresa, el avalista vio apa-
llevar a alguien a pensar en una adulteración. Esos artificios pueden ser
recer su firma en el reverso de un título para él desconocido. usados antes o después de la confección del documento.
En algunos casos de esa naturaleza la prueba del artificio gráfico puede
En cualquiera de las hipótesis planteadas, desde el punto de vista físico
ser encontrada en la proyección de las foulages, reproduciendo los dichos
o material, nada se ha de discutir, el documento está adulterado. Entretan-
originales del llenado, calcados sobre los recortes o la hoja de cobertura.
io, las consecuencias jurídicas, sean civiles o criminales, serán distintas.
En la constatación, el examen deberá ser efectuado, de acuerdo con lo ya
En resumen, las adulteraciones podrían ser clasificadas en tres catego-
referido, a la luz incidente. El grado de inclinación, el ángulo de incidencia n. is:
y la intensidad de la luz, deberán ser regulados de acuerdo con las condicio-
a) desautorizadas por los firmantes o aquéllos para los cuales se trasmi-
nes específicas del caso concreto. Ir la obligación asumida;
Algunas veces ese tipo de fraude será de difícil constatación pericial, b) autorizadas;
quedando en la pieza final sólo manchas de agua o leves remanentes de cola,
c) simuladas adrede por quien está interesado en escapar a la responsa-
atribuibles a accidentes comunes en la conservación de documentos. bilidad emergente del documento, procurando invalidarlo o bien con el fin
Las alteraciones por medio de recortes no pueden ser especificadas, pues
de hacer creer en un crimen o fraude cometido por el adversario o una ter-
estarán en dependencia del tipo de impresión gráfica y de la calidad del Dcr.i persona.
papel soporte.
Como ya fue referido, la constatación pericial es simple. Podrá ser
reconocida hasta por el tacto. Sin embargo, engaña a mucha gente cuando VI. PROCESOS TÉCNICOS DE VERIFICACIÓN
la verificación se realiza a simple vista. Son aquéllos preconizados documentoscópic amenté, ya referidos en este
\. ALTERACIONES SIMULADAS
•pflulo.
\e en la vida judicial Iaparecen
.i) la mayoría de los casos, cuando el perito concluye que el documento
rechazos de documentos, ale-
ii t sido alterado, sólo se limita a la constatación de un hecho material, sin
•IIi m en el llamado terreno subjetivo de la indagación, esto es, si la altera-
gándose alteraciones en los textos primitivamente elaborados. En la mayo-
Hrm se verificó con el propósito de perjudicar al firmante del documento o
ría de los casos, las alegaciones son sinceras, pero otras veces los contesta-
¡H fiir hecha de común acuerdo entre las partes. No obstante, es su obliga-
tarios sólo procuran sacar provecho de circunstancias fortuitas ocurridas i-n
•¿n procurar saber si la constatada alteración física es fruto de artificio,
la elaboración del documento, cuando no fueran ellos mismos los que perfec-
Wli'iliante el cual alguien quiere hacer pasar un documento por adulterado,
cionaran los vicios o anomalías destinadas a justificar sus falsas alegaciones,
túmulo en realidad representa fielmente lo acordado por las partes. Se tra-
En tal sentido, existen algunas especies de adulteraciones de documen-
•ffn, en este último caso, más de una alteración simulada que propiamente
tos, las que, paradójicamente, se dirían auténticas, esto es, ejecutadas sin el • Una alteración.
fin de modificar desautorizadamente aquello antes combinado.
('niño ya se dijo, existen casos de modificaciones autorizadas, posterior-
Con frecuencia, de común acuerdo o por circunstancias fortuitas, se adi-
Itnle explotadas por aquéllos deseosos de negar la validez del documento,
cionan liedme o se cambian palabras o expresiones ya antes estampad;!:.« n
Iqtir pretenden imputar un falso crimen a un tercero. De este modo, cir-
el tlociiini ni". MU el menor espíritu de fraude. Este, en realidad sobre v ir i u
Hiii'iiniK-ias fortuitas quedan convertidas, a través de esas falsas alegaciones,
cuando, u n í . i.mlr. una persona se quiere aprovechar de esos hechos partí
• Luleros hechos simulados. Hay en realidad una alteración física,
inviilul.il d «U nnirniu. escapando a la responsabilidad. Como se ve, *•
MI i'-.ih/.ada sin el objetivo de perjudicar al firmante o responsable del
li;ii;i dr un MU i M I l u í H U I D Maliciosamente señalado aposteriori por la p;n i<
fulo. No es ejecutada fraudulentamente.
pan» :;;n .u ¡ M M V . i l n > < l< < I
1'ini-i j'.e de allí su carácter de adulteración simulada, aunque distinta de
Oirá-; vecen, i l - . i . i i i i r . no están registrados en el documento orij-.m >'
378 ALTERACIONES DE LOS DOCUMENTOS
ALTERACIONES FÍSICAS DE LOS DOCUMENTOS 379
aquélla clasificada en la tercera categoría. Esta última se efectivizó deli-
beradamente; aquélla fue puramente accidental. En primer lugar deberá considerar si en el trecho en que está localizada
Infelizmente, conforme lo referido en otra parte de este libro, no siempre la alegada alteración, fue susceptible de modificar sustancialmente aquello
el perito consigue descubrir hechos físicos, dentro de su sector especializado, que hubiera sido dactilografiado. Muchas veces, la simple localización y
susceptibles de permitir el diagnóstico preciso de las tres categorías de adul- extensión de la rasura son suficientes para evidenciar la imposibilidad de
teraciones ya mencionadas. Con mayor frecuencia de lo que se puede ima- fraude. Son simples correcciones de letras o sílabas. Además, la propia
ginar, esos hechos existen en los documentos, demandando apenas esfuerzo ley considera alteraciones fraudulentas a las modificaciones en puntos sus-
en la constatación y un relativo trabajo analítico. tanciales del documento.
Como se verifica, no se trata aquí de entrar en un terreno subjetivo, dis- Como se ve, no será el simple hecho de que el documento haya sido alte-
culpa bajo la cual se esconden muchos peritos, encerrando cómodamente sus rado o raspado el que servirá de justificativo para invalidarlo. Siempre será
indagaciones documentoscópicas. Se intenta apenas hacer un diagnóstico necesario verificar cuál sería el alcance de la alegada modificación.
más preciso del tipo de fraude documental. No importa que algunas veces En segundo lugar, cuando palabras enteras sean raspadas y sustituidas
no se encuentren elementos para el diagnóstico preciso. El perito siempre por otras, o se noten agregados de vocablos o frases en el documento, las
se deberá esforzar en alcanzarlo, declarándolo honestamente cuando no constataciones periciales podrán servir para indicar si se trata de una real
encuentra elementos para un pronunciamiento seguro al respecto, o relatando «Iteración con fines fraudulentos o de una mera corrección. Algunas veces,
entonces los indicios verificados en éste o aquel sentido. Esos indicios, las operaciones se realizan sin retirar el papel de la máquina de escribir,
reunidos a otras pruebas independientes de la pericia, podrán conducir al liso podrá ser verificado a través del estudio de los alineamientos y espacia-
magistrado a una convicción suficiente para un juzgamiento justo. mientos dactilografieos. Evidentemente, si el perito verificara que lo fue-
ron sin retirar el papel, entonces se torna evidente su naturaleza de mera
corrección. Ya tuvimos el caso de un punto trasformado en coma para adi-
55. LAS ADULTERACIONES SIMULADAS ACCIDENTALES
cionar un nuevo trecho al final de la línea en blanco. Con la base de esa
Será prácticamente imposible fijar el cuadro de esas alteraciones. Ocu- modificación se pretendió alegar adulteración de documento. Sin embargo,
rren explorando circunstancias particulares, verificadas en la elaboración de •I estudio de los alineamientos y espaciamientos evidenció que el asenta-
los documentos. Éstas son de variados tipos y condiciones. Muchas miento se procesó en el acto en que el documento fuera dactilografiado, tra-
veces aparecen bajo formas nuevas e inesperadas. i unióse de una mera corrección.
En esa contingencia tenemos que limitarnos a la cita de algunos ejem- Por otro lado, el perito no debe dejar de verificar si los nuevos trechos
plos, dando preferencia a los más comunes. fueron o no dactilografiados con la misma máquina usada en la elaboración
Actualmente, un gran número de documentos es elaborado con textos a »IH contacto primitivo. Las correcciones, en general, son realizadas emple-
máquina. En el momento de hacerlos, muchos dactilógrafos cometen erro- • 11, lo la misma máquina. Sin embargo, pueden ocurrir casos en que las alte-
res, algunos constatados y corregidos inmediatamente, otros, en cambio, sólo 1 liciones autorizadas hayan sido practicadas utilizando máquinas diferentes
vci Mirados después de la lectura de la pieza ya retirada de la máquina, líu v Insta en época posterior. Pero la pericia, en esos casos, se limita a infor-
j ' . i - i i i - i ; i i . la p¡il;ibru dactilografiada erróneamente es borrada con auxilio do IM u que la alteración se verificó con auxilio de máquina distinta. Los otros
p.oiiia -Ir I I I H I . i r y .sustituida por otra. fcpt'hos que le atribuirían el carácter fraudulento tendrán que ser probados
Coi i" i IOIH-H de esa naturaleza son frecuentemente señaladas como altr i'«i otros medios.
i ai ii i i . M K l n l i mas. Para señalar el hecho físico de la ocurrencia de l,i Ni-j'/m se ha dicho, muchas veces las modificaciones se procesan con la
a i i i - i , n n m . u., •. ,i, i u.uxl.1 mayor esfuerzo. Sin embargo, el perito no ¡HM ,i. 1.1 máquina. Evidentemente, si fueran realizadas en el mismo acto, la
.11 |i h i . n i i | » l ' i imsiaiación. Deberá verificar y considciai o l i o . ini.i dchcría ofrecer análoga condición de uso relativa al trecho no cuestio-
.1 .]>< < i" 'i." i i-" "'•. "«nichos de ellos suficientes para rcvclai -.1 I.» H < i- IVro si fuera efectuada después de algún tiempo, durante el cual la
a l l i - i . i . i»n In. I. ..i.liil. ni.i n i i < > «irti|iiiiia hubiera sido largamente utilizada en la confección de otros docu-
i >., la misma cinta se presentará más reseca, salvo que hubiera sido
380 ALTERACIONES DE LOS DOCUMENTOS ALTERACIONES FÍSICAS DE LOS DOCUMENTOS 381
reemplazada. Deberá ser dirigida la atención a ese particular, conforme las la parte cuestionada. No faltaron peritos apurados que, sin un cuidadoso
normas técnicas recomendadas para la verificación de las condiciones de uso examen, confirmasen la alegada alteración. Sin embargo, un simple exa-
de las cintas de las máquinas de escribir, o el empleo de cintas diferentes. men del trecho no cuestionado reveló que los mismos dactilotipos inicial-
No se deberá olvidar, entretanto, que en los trechos raspados habrá mayor mente empastados habían sido limpiados aun antes del período que fuera
completado. De esta manera, el segundo período objeto de la impugnación,
adhesión de las partículas de carbón. fatalmente tendría que presentar las impresiones libres de los empastamien-
Algunas veces, después de dactilografiado determinado trecho, defectos
de fijación de papel en la máquina o fallas del dactilógrafo provocan dislo- tos. Además, el estudio de los alineamientos dactilografieos demostró que
camientos. La parte restante del texto, pues, aparecerá totalmente desali- el contexto dactilografiado lo había sido en una única sesión, excluyendo
cualquier posibilidad de agregado.
neada en relación con la parte inicial. Esos accidentes ya han servido de
Cuando los empastamientos de los dactilotipos son señalados como base
base para falsas alegaciones de agregados.
Con frecuencia, el diagnóstico preciso relativo a estos casos de preten- de una conclusión de agregado, el perito debe analizar el hecho cuidadosa-
dida adulteración, se torna difícil. En general, los agregados fraudulentos mente. En general, esos empastamientos provocan diferencias aparentes
son bien estudiados, empeñándose el adulterador en no dejar trasparecer dis- que el adulterador no desea que sean reconocidas. Por eso mismo, él siem-
locamientos. En los documentos auténticos no se nota ese cuidado. Dis- pre procura establecer una relativa igualdad. Si el trecho primitivo no está
locamientos ostensibles, por consiguiente, casi siempre constituyen indicios empastado, es claro que para el asentamiento del trecho cuestionado tomará
un cuidado previo, procediendo a la limpieza de los dactilotipos. Puede
de sinceridad. suceder que escapen a su percepción ligeros empastamientos, pero no serán
Casos de alteraciones de documentos a través de agregados en los últi-
mos períodos del contexto, ya se ha demostrado, no pasaron de maliciosas los más acentuados. En general, los falsificadores estudian y examinan
alegaciones, pretendiendo justificarlas a través de los desalineamientos previamente sus operaciones. Cuando los dactilotipos del texto original se
observados. Exámenes más cuidadosos, sin embargo, demostraron que presentan empastados, no sucediendo lo mismo en el acto en que va a utili-
también las últimas líneas del trecho no observado ya se encontraban dislo- /.ar la máquina para el agregado, si no supiera cómo empastar directamente
cadas y el sector en cuestión se hallaba en perfecto alineamiento con las mis- í las matrices, simulará eso en las impresiones dactilografiadas, a través de
retoques y sobrecargas. Por otro lado, no se debe olvidar que ciertas cintas
mas. de máquina de calidad inferior empastan los dactilotipos después de uno o
Atención y análisis cuidadoso siempre serán dirigidos para agregado-.
alegados en trechos finales de los documentos dactilografiados cuyos cnn I dos choques. Algunos dactilógrafos, entonces, pasan a limpiarlos más de
textos siguen hasta el final de la página. Algunas veces el propio peso ilc una vez al dactilografiar el texto, principalmente cuando es extenso; ora se
la hoja es suficiente para provocar desalineamientos accidentales. Éstos u presentan empastados, ora no, sin que esto constituya indicio de alteración.
presentan con una mayor abertura de los espacios interlineales de la deret-lu Otras veces, después de ultimado el contexto y retirado el papel de la
que se alejan en abanico. Algunas veces, la naturaleza accidental del <!> máquina, antes de firmarlo las partes verifican la falta de una cláusula o de
lineamiento trasparece de manera inequívoca, en vista de tratarse del hn ii tina declaración cualquiera. El papel vuelve entonces a la misma máquina
de un largo período cuyas líneas iniciales aún conservan el alineamiento |(u otra) y el nuevo trecho es adicionado. Si aún no se asentó la firma del
general del texto. Otras veces, sin embargo, principalmente cuando se Haití •ocumento, obviamente no se podrá hablar de injerto o agregado.
de un período corto, las dificultades del diagnóstico serán mayores, l>» Pero ¿podrá el perito informar si el alegado injerto fue hecho antes o
Mpués de la firma?
cuali|mn inam-ia, cuando la alegación de agregado recae sobre un Un l i < >
dai idnj'i.ihado ni la extremidad de una hoja, la circunstancia de la I". MI En muchos casos no existirán elementos decisivos para una respuesta
/ai ion d r i u - i a M I i.irn considerada y analizada por el perito. iricial a esa pregunta. En otros, no acontece del mismo modo.
i ' n - i i . i vi .-. u n . i [ i a i h - alcj'/í el íidicionamiento de un período ni H i Algunas veces la firma alcanza el texto cuestionado. Ahora bien, si a
de un • oni' - i < > il.i. h l i M ' i . i h a d i ) , con base exclusiva en los c m i > a ' . i . i n u > nlii Ivés del estudio de los entrecruzan!ientos del trazo de la firma con el trazo
•!• u U nlohpi.'.. i|nc ocurrían en el Irecho inicial y n ictilografiado se comprobara que el primero está encima del segundo, se
ALTERACIONES FÍSICAS DE LOS DOCUMENTOS 383
ALTERACIONES DE LOS DOCUMENTOS vi. 1111 la (el que sacara el duplicado) sufría de defectos de visión y era cono-
382
• nio de los adulteradores que, en esa época, gozaban de su confianza.
torna evidente que el agregado fue ejecutado antes del lanzamiento de la
Teniendo las firmas en el reverso del documento sobre sellos proporcio-
firma. " ' i • . ejecutaron, en el anverso, los agregados destinados a la conversión de
En un cierto caso concreto se alegó un injerto del último período de un
ION valores. En la cantidad numérica, con alguna habilidad, adicionaron
contexto dactilografiado. Trechos de la última línea de ese período fueron
ipfiias el guarismo "6" y un punto, a la izquierda de la expresión dactilogra-
cubiertos por los sellos, fijados sobre los cuales se veían la firma y la fecha lM.1.1
escrita por la persona responsable de la alegación, la que, evidentemente, era
Contando con que el texto, por su extensión, no sería siquiera leído por
insincera. • víctima, ya que demandaría un mayor esfuerzo visual, consignaron sólo
Otras veces son diferentes factores o circunstancias los que permiten el
i • i K líos: Duzentos e quarenta e dois mil e doze cruzeiros, dejando espa-
diagnóstico de la naturaleza de la alteración, sin dobleces, manchas, períV,
jlloi en blanco para las pretendidas conversiones.
raciones, rasguños del papel, y tantas otras situaciones que sería imposible
I En la segunda línea, dejaron dos vocablos sin registro (Duzentos "E")
prever y enumerar. •p deberían ser dactilografiados, pues representarían lo que estaba decla-
En cierto caso judicial una parte alegó que una cláusula había sido adi-
Hlo. Pero si lo hiciesen, el documento quedaría estéticamente más dese-
cionada en el documento, por iniciativa exclusiva de su ex gerente, quiñi
HUlbrado, pudiendo llamar la atención de la víctima. Obtenidas sus ílr-
propusiera contra ella una acción de indemnización laboral. El reclamaun
•l, en el reverso adicionaron, en el mismo acto, las dos líneas, en la de
no contestó el hecho. Se admitió, entonces, ampliamente. Sólo se jir.n
l|ba los vocablos SeisMilhoes y en la de abajo Duzentos "E", todo previa-
ficó esclareciendo que actuaba de esa manera con pleno conocimiento y con-
•fllc estudiado para no evidenciar desalineamientos iniciales. Entre la
sentimiento de la parte que firmara el documento. Informó, además que n< >
• (Je MilhÓes y la palabra siguiente, sólo un técnico podría observar una
tuvo ninguna duda en hacer el agregado porque el segundo ejemplar, caí i » •
BB diferencia de espaciamiento. Sin embargo, eso no justificaría la con-
nico que el reclamante firmara, quedaba en poder de su antiguo pan nú
Hón en el sentido del agregado, porque podría ser el resultado de la danza
Éste contestó de manera perentoria, negando que hubiese copia carbónlcí
l| letra dentro de su espacio. Igual diferencia, además, había en la línea
del documento, y por ese motivo no podía existir el alegado segundo ejeffl
••jo entre la "E" y la "D".
piar.Ahora bien, el examen del reverso de la hoja original exhibida ]><n ¿' i "i oiro lado, a pesar de la habilidad de la operación, los dos trechos
i-Maban ligeramente desnivelados, hecho éste reconocido por todos
reclamante reveló, de modo indiscutible, que del documento había .ni"
extraída una copia carbónica, inclusive del trecho impugnado, eviden* i.m<it
entonces la insinceridad de la actitud asumida en juicio por el patrón, el im •Vvitlniímnente, en una plantilla colocada sobre el documento en cues-
iftnlvo que se tratara de una especial para paica (10 espacios en una pul-
fue condenado a pagar a su ex gerente la comisión a la que tenía dcrtoM
Como se ve, diversas controversias pueden ser establecidas, con lo . ' < i i i talmente se notarían los dislocamientos y las desalineaciones
v en los escritos dactilografiados de los dos trechos en cuestión.
modificaciones accidentales en documentos dactilografiados.
hontados entre sí, toda vez que fueron dactilografiados al mismo
Sin embargo, es preciso tener cuidado al establecer el diagnóst u
sentido de justificar las alegadas adulteraciones, para que los falsi! u .ulmi |, irmlrían que estar con las impresiones de sus dactilotipos, dentro de
»•!'« uvas columnas. La dislocación del conjunto sólo podría ser apre-
no se aprovechen de las circunstancias particulares de un caso, rom
' . de proyecciones de medidas rigurosas muy delicadas y que
ficalivos a ser generalizados. 1 nicos capacitados y bien instrumentados podrían proceder a
En cierta ocasión, en un caso importante en que se alegaba la ;il
de un domínenlo presentado en copia carbónica con texto ilariilo •Hm Sin embargo, no se verificaba lo mismo en relación con los dos
así tuvieron que admitirlo los peritos deseosos de sustentar la
I» nú.', |IM< n ali'iitos y de poder analítico reducido, llevaron a la |u '
'•-I agrado de los adulteradores.
minal a i l r j a i IMÍ|MUM-S a peligrosos adulteradores. Sr. Halaba i l < "
esos desniveles, procuraban justificarlos atribuyéndoles el
cación qur v < l > • * 1.1 < > i , p i i , i i i.uiKMite llenada por el valor di- < V. ' i
y qnr luliu.i Milu i o n v n l n l a rn Cr$ 6.242.212,00. En el • .1
384 ALTERACIONES DE LOS DOCUMENTOS ALTERACIONES FÍSICAS DE LOS DOCUMENTOS 385
carácter de cambios accidentales en el curso del trabajo dactilográfico. Y Son varias las circunstancias que llevan a alguien a practicar, sin espíritu
apuntaban: igual dislocamiento se verificaba en el trecho inferior, no impug- 11 ande, alteraciones en documentos.
nado; y segundo, esos desniveles podrían ocurrir accidentalmente, en el tía
bajo de una máquina de escribir. ADULTERACIONES SIMULADAS ADREDE
Eso implicaría decir que, en el inicio, las primeras palabras obedecieron
a un alineamiento diferente del de las demás palabras en la misma línea; en Son los casos en que alguien, intencionalmente, modifica las condicio-
la línea siguiente ocurrió un nuevo desnivel, justamente igual al de las d<»-. ii I ¡sicas del documento, pretendiendo hacerlo aparecer como adulterado
palabras iniciales de la línea anterior; después de dos vocablos, en las (!•••• . i» i.ulo en puntos sustanciales. Se trata de un fraude peligroso contra el
líneas la máquina retomó su alineamiento original. Como se ve, es una jir. • i el perito en documentos debe estar prevenido para no cometer graves
tificación absurda, lejos de los hechos probables. Se podría decir, imposi- • i|cS.
KltAIt DE LA TINTA
cuándo fue ella extendida en el papel, o sea cuál es la edad del documento. l I primer trabajo consistió en dividir las tintas en grupos generales, con
La historia de esa pericia, o más particularmente de esa investigación, |in|in"; (|iiímicos cuando fuera necesario.
aun cuando moderna, llega a ser ridicula. l irspués de eso se abría una ficha para cada una de las tintas de escribir,
En un principio, algunos pseudoperitos pasaron a determinar el día en • "u 1,1 respectiva historia industrial. En los casos en que era posible, se
Mocuha en la ficha la fecha en que fue vendida u otras indicaciones de inte-
que fue el lanzamiento. Algunos hasta la hora.
Vinieron inmediatamente las contradicciones, en cierto modo compren- H» i iinicrcial.
sibles. Muchos llegaron a exagerar, a punto de declarar la imposibilidad de tía las fichas se abrían dos columnas: una para los asentamientos con
Mmlo natural, y la otra de secado después de la aplicación del papel secan-
alcanzar ninguna información sobre ese particular.
Más tarde, un grupo de técnicos adoptó una posición intermedia: ciertos , i < '¡ida quincena se hacían las anotaciones en las dos columnas, registran-
tipos de tinta a base de hierro permitirían algunas indicaciones relativamente 01) P! lugar, el día, el mes y el año de la operación.
seguras. Nada se podría decir, sin embargo, cuando el trazo fuera de tinta Después de algún tiempo, nuestras fichas comenzaron a ser consultadas.
nankin (o a base de carbón) o exclusivamente a la anilina. •fn enseguida verificamos que las mismas eran inútiles, como no fuera para
Cuando la tinta era férrica o aniloférrica (comprobada la presencia do MU. .n. i ronvicción persona!. Para su uso como prueba les faltaba la auten-
sales ferrosas con el toque de sulfocianato de sodio), fueron presentados cronológica oficial. Para remediar esa falta pasamos a actuar de la
varios procesos químicos de investigación: verificación del grado de oxida- nir manera: en cada quincena abríamos una ficha general más, que
ción; resistencia a los toques con ácido oxálico (método de Mitchell); la iia las fechas tomadas con todas las tintas de nuestra colección. Debi-
observación relativa a la migración de los cloritos (Metzger y Haal), sin itc asentada, nuestra firma pasó a ser reconocida por uno de los escri-
de la Capital.
hallar otros más extravagantes sin ninguna base científica.
Actualmente vienen siendo procesadas investigaciones electrónicas, <> Anualmente todo ese trabajo viene perdiendo su importancia práctica.
sea basadas en el análisis de los neutrones (Neutrón ActivaíionAnalysis n iiMlnu pocos usuarios de la tinta de escribir.
"NAA"), e inclusive de los trazos producidos con esferográfica. Con las esferográficas, pasamos recientemente a proceder de la misma
nora, pero nada podemos adelantar hasta el momento. Al cabo de tres
f . i i m m i s trazos acusaron cambios, aunque según parece, dependían de.
3. NUEVA ORIENTACIÓN | M . de lefios de fabricación posteriormente corregidos. No nos suminis-
El problema siempre pareció a los autores como mal colocado, l'.n.i ..... nrjures informaciones de interés documentoscópico.
comenzar, porque sólo muy excepcionalmente se necesita saber la ciljul ' • >n las respectivas fichas podemos realizar una pericia estimativa den-
absoluta de un trazo gráfico. En segundo lugar, porque siempre nos parcelé i Ir l¡i|>sos extensos, siempre con bastante reserva: anotaciones de menos
pura adivinación conseguir, con dos, tres o más toques, saber cuánto li.» < un mes, cuando aún no se completó la trasformación de las sales ferrosas
I- 1 1 u ,is (reacción de Rhodes) para las tintas del tipo blue-black (hoy rarí-
que un trazo fue estampado en el papel.
Por ese motivo en estos últimos años, dimos una orientación distim .1 > n Brasil); de más de tres anos, consonante con la resistencia de los
esas pesquisas. Procuramos hacerlo con datos comparativos. • Ir hierro (reacción de Mitchell), y más de 10 años: completa oxida-
Para ese fin pasamos a comprar y coleccionar las tintas de escribu . u tt y 1 1 (ación o quema del papel soporte (además, algunos ácidos utilizados
1 ' • miniadas tintas de escribir provocan esa quema dentro del lapso más
uso en Brasil, nacionales e importadas.
Hicimos una clasificación inicial, con base en los colores estables y un
las i i u x l i h i .n mnr ,i]ui- algunas sufren en ese sentido (las del tipo bine />/•« * se ve, se trata de una nueva orientación, en lugar de extraer con-
por cjnnplo). Consideramos tres grupos fundamentales: tintas exf I H M V . I « I r los toques aislados se procuraba obtenerlas comparativamente.
inenir ;i l-i . m i l i n - i , i i n i . r , üiiílofórricas y exclusivamente férricas. I ai «i-
i-aihon i|unl.in.M hin.i ilr las preocupaciones, a no ser más recientn i*
cuantío |i.i . . I I I I M . .1 , Í . H M . I I i , u d tonner incluido en ellas.
LAS ALTERACIONES CRONOLÓGICAS... 393
392 ALTERACIONES DE LOS DOCUMENTOS
[un (|iic requiere del perito una excepcional perspicacia y experiencia para
• ni onirar las soluciones, de acuerdo con la naturaleza del caso concreto.
4. CONCEPCIONES MODERNAS DEL PROBLEMA DE LA EDAD DE LOS í 'mi frecuencia se puede ver que las soluciones son meros huevos de Colón.
A pesar de eso, enumeraremos soluciones de casos específicos que servirán
DOCUMENTOS itr ejercicio al despertar de la agudeza.
Como ya se ha dicho, raramente se ofrecerá una situación en la que
habrá necesidad de informar sobre la edad exacta en que un documento fue
'• ¿/''E/E LA FIRMA ESTAMPADA ANTES DEL TEXTO?
elaborado. Con más frecuencia bastará decir que no fue hecho en la fecha
allí consignada, por éste o aquel motivo. Lo mismo sucede con los lanza- lista investigación es sumamente importante en cualquier examen de
mientos gráficos considerados aisladamente. nentos, aun cuando se trate de la mera indagación grafotécnica. Si el
Considerándolas de esta manera, son numerosas las circunstancias que piohlema inicial se focaliza en la autenticidad o no de la firma, el perito
permiten resultados positivos, varias de las cuales ya fueron consideradas en • i - 1 " • i á verificar si se trata, en el caso en tela de juicio, del aprovechamiento
este libro. un.i firma dejada en un papel en blanco.
Si una fecha fue adulterada con el uso de un reactivo químico, lavado j Si acaso la pericia se hubiera iniciado con el examen de la firma, con-
de la fecha primitiva, raspado, enmienda o agregado, serán los procesos pre- uy¿ndose en la autenticidad de la misma (en caso de falsedad de la firma
conizados para esas alteraciones físicas los indicados. |N Indagación pasa a ser secundaria), siempre será obligatorio examinar otros
Ése es el motivo por el cual hablamos de alteraciones cronológicas pura «•ipri los del documento, verificando si no se habría elaborado con el apro-
referirnos a las indicaciones fuera de la época declarada sin necesidad do I •eliamiento de esa firma.
borrados gráficos primitivos. Las alteraciones cronológicas alcanzan tanto | No importa la circunstancia de que los requisitos no hubieran podido
las físicas como las llamadas falsificaciones ideológicas. •tingar al respecto. El perito tiene la obligación de examinar los aspectos
\ •Sospechados, o tal vez insospechables al lego.
5. ¿FUE LA FECHA ASENTADA EN CONJUNTO CON LAS DEMÁS ANOTACIONES? Una de las causas del descrédito de la pericia grafotécnica consiste, jus-
(•Mii'iile, en la falta de complementación documentoscópica referida. Una
Es una pregunta común y que, por consiguiente, podrá interesar al procesCfcl r i "na tiene la absoluta certeza de que no firmó un documento y de que
Si se trata de un manuscrito, diferencias de tintas o de instrumento! •fien asumiría un compromiso o aceptaría un negocio en las condiciones
gráficos pueden ser constatadas fácilmente por los procesos ya consignado* Üllpuladas. Inmediatamente impugna la firma (no expresamente el docu-
en este libro. Si se trata de un llenado dactilográfico, la diversidad en luí o Esto sucede con frecuencia cuando los documentos aparecen con
máquinas de escribir, las diferencias en el grado de entintamiento de la cinin, •Ruis de personas fallecidas.
los dislocamientos columnares y desalineamientos, son las indicaciones m.t I .la respuesta se basa en la presunción de que existen falsificaciones
comunes, habiendo sido ya estudiadas. •fíelas. Nada más erróneo. No existe la menor posibilidad, para una
Aún pueden aparecer otros anacronismos. En una antedatación alj-.m • > u ion de esa naturaleza, según demuestran las experiencias de Free-
veces será importante verificar en qué día de la semana cae la fecha cimilft] liso confirma nuestro conocimiento.
nada en la pieza. Por ese motivo, el perito de documentos deberá \- Vamos más lejos aun. En la práctica, nunca reparamos en una falsifi-
sii-iupir a mano un;» de esas hojitas universales, con las cuales se p o i l i . < ,ul« • H. ...u j'.ráTica bien hecha. Ya vimos ejemplos de falsificaciones felices.
cuál es el día di* la semana de la fecha especificada. En nuestro trabajo mu- n i-dc cuando entre los escritos de la víctima y el falsario existe un rela-
ñía!, yn luvimos numerosos casos que se decidieron con esa indicarmn Ni pnrentesco o afinidad gráfica. Y sabemos que eso sucedió, porque más
otn>'.,' o n ' . l i h i y r i u i i un indicio del fraude. liil< envalentonado con el suceso anterior, el mismo falsario resuelve fal-
K i " , , i l i . i i n « . i | i n - ni este particular, como en otros tópicos de e:.ie i lid m la firma de otra persona y no logra el mismo suceso. No es una
no scia pu-.iNr |<h vi i ind,!'. lus eventualidades de fraude, con las r o n . i u • n ilr habilidad y sí de coincidencia.
": p r i M i . i l < . • m i . | M . l i d í e n l e s , lista es una parte de la documente
394 ALTERACIONES DE LOS DOCUMENTOS LAS ALTERACIONES CRONOLÓGICAS... 395
Es natural que una persona normal, aun grandes abogados, se equivo- •a iporte. Un asentamiento gráfico o dactilográfico efectuado en la superfi-
quen en la trasposición del problema, cuando Mittermayer, Malatesta y otros ' ir lisa del papel, puede no presentar el mismo aspecto que aquél realizado
renombrados tratadistas de la prueba, llegan a afirmar la existencia de fal- dobre un doblez.
sarios con tal habilidad que ni aun el más calificado perito sería capaz de Inicialmente cumplimos en anotar la cualidad del doblez: loma o surco
reconocer sus piezas fraudulentas. luriiemente acentuados o una mera arruga. Es obvio que los accidentes
El gran mal de esa mistificación o falta de instrucción al respecto, al no non más comunes en el primer caso que en el último.
focalizar debidamente el problema, es que la víctima nunca acepta la con- Supongamos, por ejemplo, que un doblez alcanzó la firma del pagaré o
clusión como correcta y honesta. ¿Cómo puede ser auténtica la firma si se ln letra de cambio. En el punto del entrecruzamiento el doblez rasgó a seco
tiene la convicción de no haber firmado el documento? Y en realidad la 11 lompió el trazo de la tinta o de la esferográfica. Evidentemente el papel,
parte no firmó aquel documento, pero dejó su firma en un papel que se i uando estaba liso, recibió la firma. El doblez fue posterior. Por otro
encontraba en blanco, o cuyo texto fue maliciosamente suprimido. Imln, otro doblez, ya existente en el soporte, fue alcanzado por los escritos
Actuamos en decenas de casos como peritos que desempatan, donde no del llenado a pluma y tinta o con esferográfica. Fatalmente causará distur-
sería permitido suscribir ninguno de los laudos, uno concluyendo por la fal- bios o accidentes del trazo en el punto de cruzamiento. El doblez es ante-
sedad y otro por la autenticidad de la firma. Por la falsedad no, pues la fir- i i i M Son deducciones simples. Sin embargo, para alcanzarlas y enume-
ma es verdadera. Tampoco por la autenticidad de la firma, pues se trataba i ni las es necesario un análisis correcto, verificando situaciones especiales
de un documento fraudulento, con utilización de ingeniosos artificios para t'iiino las condiciones particulares de la esferográfica o de la máquina de
el aprovechamiento de la firma. •NíTíhir, que puedan influir en los resultados.
Véase ahora la situación delicada que se presenta algunas veces al peri- Otra apreciación común se hace respecto de los cruzamientos con relie-
to: él sabe que concluyendo erróneamente por la falsedad de la firma, cola- Vt» u otros accidentes verificados en el papel soporte.
borará fácilmente para hacer justicia. Pero aceptando como verdadera la lis evidente que una anotación hecha a tinta o con esferográfica no se
firma, que en realidad es auténtica, premiará el fraude. i ' i H - t l t - comportar del mismo modo cuando es hecha en un papel liso que
El perito es un esclavo de los hechos. Compete al magistrado aplicar i'unnilo encuentra en el camino un impedimento cualquiera o una condición
la justicia. ttiim mal del soporte. Esta constatación es de suma importancia cuando se
Uní,i ile firmas o escritos efectuados en los reversos de las hojas ya dactilo-
•Tftliadns en los anversos. Es común, principalmente, cuando haya habido
7. ¿CUÁLES SON LOS MEDIOS MÁS FRECUENTES PARA INDICAR QUE UNA • • • i - ' i'. carbónicas con la aparición de relieves al dorso de la hoja en la cual
FIRMA FUE ASENTADA ANTES DEL TEXTO? i rn otras anotaciones gráficas o la firma. Un trazo cortando o siendo
En general, son los entrecruzamientos. Cruzamientos en sentido geni »"i i ido por el otro determinará el orden de los lanzamientos.
rico. No sólo de dos trazos ejecutados manualmente, uno de tinta y olí i Mwiamente en este capítulo también se incluye una cuestión controvertida
con esferográfica. Son entrecruzamientos con dobleces, relieves, de f ticKiiUla respecto del orden de los entrecruzamientos manuales que se cruzan.
nes, rasgos o perforaciones del papel soporte, o aun de trazos mecanograf i líxisten numerosas condiciones particulares a ser consideradas: cruza-
dos. lltlilos de trazos de tinta con otro trazo de tinta, estando los primeros aún
Existe aquí un listado tan grande de hechos a observar que no se po»l • ii >s o ya totalmente secos; cruzamientos de tintas de colores diferentes;
tener la pretensión de exponerlos a todos, aun más, porque otros disin nimios de trazos de tinta con trazos de esferográfica; cruzamiento
pueden surgir variando las circunstancias. Nos limitaremos entom < feto »í de esferográficas, de tinta de escribir o esferográfica con impresiones
estuduii a < i u r l l < f , unís frecuentes. Con eso se pretende despertar la alrn mulares de sellos, etc. Por consiguiente, son centenas de tipos de cru-
de los I K - N I U - . |-.u.i rl .aso, recordando también que la experiencia y la p > •iios. Y como se trata de pericias que para muchos técnicos son muy
picana -.«m i . i l i l u .i< n n n - > indispensables para el ejercicio de la fwu n»n ' l i i icilmente se encontrará un profesional experimentado en cada uno
I ,;• m : i v < > n . i •!< I " ' - » i ii/aniii'iilos licué relación con los doblo v>, i l « 1 i |»»'iir. Iipns de cruzamientos.
396 NMJ INVI'NIAHÍU
ALTERACIONES DE LOS DOCUMENTOS Hlt-'N CON LN N9
' iWCEPTO
i t > i . li/incntc, los sonidos vocales muchas veces se mezclan en los sis-
i' - i ' n-j'isiro con otros sonidos o ruidos, que deberán ser distinguidos
i '('divos fonogramas.
Un testamento o disposición de última voluntad ¿no podrá ser grabadu listo nos enseña la historia de la escritura. A la humanidad le llevó
en tape o discol ¿O el reconocimiento de una deuda? Por consiguiente, i" aprender a distinguir los grafismos. Y aún hoy se producen confu-
sería imposible dejar de aceptar en una grabación la presencia de un docu- • M. '.
mento.
Al mismo tiempo, consideradas las diferencias entre escritos, las propias
cuestiones documentoscópicas guardan relativa correspondencia. i . II'A HABIDO PROGRESOS EN LA IDENTIFICACIÓN "FONOGRAMÁTICA"?
¿Se puede indagar si una grabación es auténtica, esto es, si la voz repro-
ducida en ella es realmente de la persona que la debería enunciar? O saber, i n lo que se refiere a los procesos de grabación, sin duda son extraor-
indiscriminadamente, ¿de quién es la voz? ¿Cuál su autor? ¿Si hubo imi- llliiiiiios los progresos habidos en los últimos años. Pero no es ése el tema
tación o no? ¿Si toda la grabación es verdadera, si hubo supresión, susti- MI n n.uniente.
I .1 pregunta se refiere exclusivamente a la prueba pericial científica de
tución, cambio de trechos o cualquier otro trucol
Por consiguiente, el fonograma no *• nada más que la escritura de los t-i oí' niidad de la voz humana, debele que se consiguió traducirla en gráficos.
sonidos y ruidos. Constituye, por así decir, un sistema gráfico más, conso- Durante mucho tiempo los autores quedaron con la duda sobre si debe-
nante con el procedimiento usado en la grabación y trasposición. f l u i r este capítulo en el presente libro. No es que el asunto no sea
Obviamente los que interesan principalmente son los sonidos vocales, i < • ni,míe y actual. Justamente porque sólo se podría agregar poca cosa a
Sin embargo, como otros sones y ruidos interfieren en el fonograma, el espe- •Un rMmlios de casi treinta años atrás, interrumpidos por dos motivos: a} por
cialista, o sea el perito, deberá poseer conocimientos suficientes para reco- IfoiKlusión alcanzada, y b) porque no les fue posible la integración total
m l.i materia. Y si a ella hicieran referencia, sería tan sólo porque en rigor
nocerlos y alejarlos de sus estudios.
| ver dad constituye un capítulo documentoscópico, y principalmente por-
tyiH1, ¿i|iiién sabe?, pueda despertar la atención de personas más capacitadas
3. ¿SERÍA POSIBLE, PERICIALMENTE, IDENTIFICAR LA voz HUMANA? •iivr.ia.s de espíritu científico.
El reconocimiento audioscópico de la voz es un hecho corrienlo. Los ítems siguientes forman parte de una conferencia expuesta por uno
Todos los no atacados de completa sordera lo hacen a cada instante. AlgUj b |ON autores en la Escuela de Policía de San Pablo, durante el año 1947.
mío podemos ofrecer.
ñas veces, sin embargo, ocurren confusiones.
Lo mismo sucede con la escritura. Diariamente se reconoce el grai i
mo de personas conocidas. Hasta que un día...
¿I\S IA VOZ HUMANA INDIVIDUAL?
Pero eso no constituye una pericia para los fines de la prueba. En en
será preciso ofrecer los fundamentos de la conclusión de manera objetiva, Apiiorística o teóricamente esta cuestión parece indiscutible.
permitiendo a un tercero reconocer su acierto. | B* con facilidad que se reconoce y se distingue la voz de una persona
Ahora bien, una vez que en la época actual ya se consiguió traducir, poi > l.i. Sin ver, apenas por la voz, se siente la presencia del amigo cuan-
medios físicos, el lenguaje oral en gráficos (fonogramas), parece evidente 1| ii i i . i . i La voz, por consiguiente, es un atributo de la personalidad.
posibilidad científica de alcanzar esa prueba pericial. <k- osas observaciones comunes, no se ha de negar la individualiza-
La identificación de un escrito independiente del alfabeto utilizado cun| • .1 l,i voz humana.
tituye un postulado sobradamente conocido. Pero aun para reconocer l.i • i mío la voz un atributo individual ¿es identificable? Teóricamente
caracU-i íslicas imlividualizadoras que permitan establecer la identidad, MI Ü'r obligatoria la respuesta afirmativa; es una consecuencia del primer
necesaria l.i lamiliarización con ese alfabeto. H JO.
I •>:. .nilón", t-:.i.in convencidos, pues, de que sólo se alcanzará la Ulcntl IVio ¿existe un medio práctico para proceder a esa identificación?
ficai-nm i ir iiu'. i n i K . i ' i . i i i K i s vocales cuando los técnicos consigan leerlo'. 11. .ni filtramos en un terreno técnico donde no interesan las especulacio-
la mayor l.i< ih.l.i.i ' : < > l < > t ir -.pues distinguirán los fonogramas de cad;i voi i i l . i .nhrus.
408 FONOGRAMÁTICA LA IDENTIFICACIÓN CIENTÍFICA DE LA VOZ... 409
Corresponde pues encontrar procesos científicos que permitan < liihl
cer, de manera segura, la individualidad teóricamente indiscutible y ii|ti|ti
I M>,\IIK). SUS CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES. TEORÍAS MODERNAS
rísttcamente admitida.
Para que haya identidad será necesario que no se verifique n i n p m lana no pasa de sonidos, y como dice Woodworth, "...son tal
posibilidad de confusión. Para que la voz de una persona sea ideniili< > • ' portantes de todos los sonidos para los oídos humanos".
se toma indispensable que la voz de otra no sea confundida con la d< ' u INI» i"., para comprender las cualidades de los sonidos vocales, corres-
Por otro lado, si una persona fuera capaz de emitir sonidos vocales qn< n ni JIM»-Líder al estudio genérico de los sonidos.
puedan tener su origen reconocido en cotejo con otros sonidos vocal* poeto cabe acotar que la ciencia moderna no ha llegado a con-
mismo origen, entonces prácticamente la identificación técnica qu ' ' i - l u i i l i v u s . Aparecen controversias y teorías con frecuencia.
Irada. 1 I -vi un opto tradicional de que el sonido, considerado físicamente
Por ahí se verifica la complejidad del problema de la identifica * - n i i M ' i i t o ondulatorio o vibración en el aire u otro medio de con-
la voz. ¿Cuáles son los límites en que puede ser establecida de niiw • n ! • • • . i lempos modernos ha sido puesto en duda.
segura? ¿Cuáles sus campos de duda? ¿Cuáles los procesos o un i..i|,,« • •u. .íes les falta capital científico para esas controversias, aceptan-
para obtener esa identificación? i - l i m i t e , las ideas dominantes entre las más autorizadas.
La voz constituye uno de los atributos humanos que, hasta rccii-n 1 - * oii el referido Woodworth (Psychology, p. 509), "...en el
te, estaba perdido en el tiempo. De las características fisonómicas d« " l u c í Huíste en un ligero movimiento oscilatorio de partículas, un
tros ancestros, antes de la fotografía, los pintores dejaron alguna i<1r,i •u reimal muy leve para que sea notado por el sentido del tac-
escritores también, aunque de manera más vaga. Para la caractci izoi iniiclio más sensible en virtud de sus células sensitivas y apa-
las cualidades vocales, no obstante, los recursos descriptivos son pin .
Además de algunos adjetivos tomados en general en sentido figm.i'i ' > • ' • • ' l "nulo éste podrá producir una sensación auditiva. Laaudi-
de terciopelo, voz nasal, voz de trombón, etc.), nada más se podía agfl i misiiluye entonces la respuesta del oído y del cerebro a las
a no ser los defectos vocales conocidos.
Después de las históricas experiencias de Edison, un extraordh. " i i i los sonidos son arbitrariamente divididos en sonidos propia-
greso se alcanzó en ese sentido. . tniilox.
Además del perfeccionamiento de las grabaciones en la masa, .i|'." • M I soseramente clasificados en sonidos propiamente
ron nuevas pruebas en magníficos descubrimientos. Las cclul;r. : H - M i l o los sonidos relativamente suaves y finos y los ruidos
tricas permitieron la trasformación de la luz en sonido, y las v ¡ l - i . t . "i.Mínenle. El ruido es producido por una miscelánea de
sonoras, ya anteriormente convertidas en oscilaciones luminosas, m i< • I p.r.o que el sonido resulta de una secuencia uniforme de
respectiva conversión. oodwoiih).
Vinieron entonces las grabaciones en películas trasparentes, 1 1 > i » u i"ih , Miniarías se pasa ahora al estudio de las cualidades
rrearon una extraordinaria revolución en la industria cinema toj;rAfUí| .minios.
recientemente, a través de simples inducciones electromagnétit ui, I » • i < > . I r . n - d s distinguen simplemente en los sonidos las tres
baciones se procesan en meros hilos o cintas (tapes), que en h i r ^ til "i. .iliura, intensidad y timbre. Para algunos psicólogos
a los conocidos discos. Día a día aparecen innovaciones que I >i i ules no son las únicas que poseen los sonidos" (Dumas).
alta fidelidad, excluyendo la interferencia de factores eximio i. i n i n p l dice que el sonido tiene aún una cualidad espe-
mecánico. i il II,un.mo).
• u - i i -iinr.iie en los sonidos la vocalización que él denomina
'L I ' lo)
Los autores ingleses, colocan entre las cualidades fundamentales de los i upiendo acotar la existencia de sonidos resultantes objetivos y subjetivos,
sonidos el pitch, término sin correspondencia en portugués y que se podría dependiendo estos últimos, exclusivamente, de las vibraciones de la parte
traducir tal vez como compás, íxicrior de la oreja, del tímpano y de los huecos particulares.
Resumiendo, véanse ahora las nociones de algunas de esas propiedades. Los armónicos tanto como los sonidos fundamentales pueden causar
La altura depende del número de vibraciones dentro de la unidad de muidos resultantes.
tiempo. La intensidad de la sensación, para un sonido de determinada altu- Y aquí se interrumpen estas ligeras nociones generales que parecen sufi-
ra, varía con la amplitud de las vibraciones (Dumas). . i.ules para los fines de esta explicación.
En cuanto al timbre, deberá ser estudiado de acuerdo con las nociones Pasamos ahora al estudio particular de los sonidos vocales, ¿los más
de los sonidos complejos referidos más adelante. Importantes para los humanos?
De acuerdo con Woodworth "...los sonidos difieren en consonancia
con su altura o su compás (pitch) y su timbre. Por pitch se comprende la
alta gravedad de un sonido. La voz de soprano tiene un alto pitch; el SONIDOS VOCALES
bajo, un bajo pitch. Por el timbre se distingue la característica de sono- Según ya lo refiriera Dumas, "Se distinguen dos grupos principales de
rización de diferentes instrumentos y otras fuentes de sonidos. El violín, inniílos o ruidos vocales: las vocales y las consonantes. Las vocales tienen
la corneta y la voz humana pueden dar todos la misma nota o pitch con la "I ' m í a analogía con los sonidos musicales y pueden ser consideradas como
misma gravedad, pero serán fácilmente distinguidos por el respectivo tim- iones, las consonantes o son simples ruidos ('ch', V, V, 'p', 'f, etc.) o
bre". «•nijircndenasu vez, si se trata de consonantes sonoras ('j*, *z', 'd', V, V,
El timbre depende de las composiciones de vibraciones complejas. •c.), un ruido y un sonido, el primero causado por las vibraciones de las
Por esa razón, anota Dumas: "Se atribuye frecuentemente a los propios lin-nlas vocales".
sonidos simples un timbre; se habla de un timbre suave de los sonidos, Woodworth registra: "Las cuerdas vocales emiten súpersonidos, junta-
supuestamente simples de los diapasones". [ftlniír con los sonidos fundamentales que están siendo hablados o cantados.
"El timbre de los sonidos complejos es el que distingue los sonidos de nn> las cuerdas vocales por sí solas no producen vocales o consonantes.
la misma altura y de la misma intensidad, emitidos por la voz humana, por •lo se debe a las posiciones varias de la boca, la lengua y los labios. El
dos instrumentos diferentes, como por ejemplo, un piano y un violín. Con- •pnjuiito de esas posiciones forma una cámara de resonancia, que refuerza
servan el carácter complejo de esos sonidos que son, en efecto, componentes ilt'imos de las súpersonidos emitidos por las cuerdas vocales, dando origen
de un sonido fundamental y de sonidos parciales más agudos que el sonido ocales y consonantes".
fundamental". Numerosas investigaciones fueron consagradas al estudio de la consti-
"Los sonidos parciales, cuyos números de vibración son múltiplos del ........ i acústica de las vocales. Se puede considerar como definitivamente
número de vibraciones del sonido fundamental, son denominados armónicos i ii-i.vido que las diferentes vocales están caracterizadas por los sonidos
de esos sonidos". ten i i i r s relativamente fijos para cada una de ellas (Dumas).
Los sonidos complejos se dividen en sonidos complejos periódico* y Sluinpf, como resultado de experiencias analíticas y sintéticas, llegó
sonidos complejos no periódicos. Los primeros constituyen esencialmente . ..... «-mente, en cuanto a la constitución de las vocales, a las siguientes
los sonidos musicales. 'T. iones.
"El timbre particular de un sonido complejo depende de la categoría y "1 ,n voz humana contiene un número extremadamente grande de sonidos
tli- l;i i n i r i i M d a i l ilr los armónicos que se agregan al sonido fundamental
Los semillo-., uni|ilr|(is no periódicos presentan sonidos parciales que no :.<>n s esos sonidos parciales son armónicos de los sonidos fun-
; u n n n i u u.-; di I -. lo Imulainentar (Dumas). nl.ilrs".
Por m u í l . n i i > doi ."nidos simultáneos pueden dar origen a sonido» i 'i la exposición hecha, será fácil verificar la complejidad del problema.
resultante., rum l < > < u . i l > - • . M- distinguen los adicionales y los diferi'winl- u i '.imple vocal se han de considerar numerosos armónicos del sonido
412 FONOGRAMÁTICA LA IDENTIFICACIÓN CIENTÍFICA DE LA VOZ... 413
fundamental; en cuanto a las consonantes, ellas son simples ruidos o conso- Pero ¿cuál es la constitución del timbre? Apenas una respuesta vaga: se
nantes sonoras, comprendiendo sonidos y ruidos. 11 impone de sonidos fundamentales, acompañados de sus armónicos y subar-
Por otro lado, se debe anotar que en la voz humana las vocales y con- im micos.
sonantes raras veces son emitidas aisladamente. Ellas se agrupan formando ¿Cómo se podrían reconocer las diferencias de timbre y de otras carac-
fonemas. Ingresamos ahora en el terreno de la fonética. i« 11-.ticas vocales? ¿A través de la audición directa o recurriendo al auxilio
Para que aparezca la palabra, tres grupos de movimientos deberán ser tic aparatos especiales?
coordinados: la respiración, la fonación y la articulación. Esos movimien- lin el primer caso se tendrá el llamado reconocimiento auditivo o la sim-
tos son analizados por la fonética experimental que estudia: l-li tindioscopia. En el último, la prueba técnica.
Pero ¿cuál es el valor que se podría adjudicar al reconocimiento auditi-
a) los detalles de la respiración según los movimientos torácicos y
v i i 1 ¿A qué resultados llevan los exámenes efectuados con el auxilio de apa-
abdominales;
• Itos proyectados con el fin especial de analizar los sonidos vocales?
b) los dislocamientos laterales y verticales de la laringe y las vibracio-
nes de las cuerdas vocales;
Et. RECONOCIMIENTO AUDITIVO NO CONSTITUYE PRUEBA PERICIAL
c) los movimientos de la lengua;
Esta afirmación se hace sin reservas.
d) el juego de los labios; Inicialmente la simple audioscopia está fuera del campo de la pericia.
e) los contactos y presiones de la lengua en la boca; Ailciuás, nunca permitirá conclusiones categóricas.
/) el grado de disminución o de elevación del velo palatino; Diversas condiciones se pueden ofrecer para un reconocimiento audios-
g) la cantidad de aire empleado; \a conversación o algunas palabras oídas por una tercera persona, que
h) el número de amplitud de las vibraciones de la glotis; ó a ver a los interlocutores o emisores de las palabras dispersas.
Si el oyente ya conocía a aquellos que hablaron, podrá testimoniar sobre
/) los armónicos producidos por las cavidades bucales y nasales, repre- •cocimiento de las respectivas voces. Pero si aquéllos le fueran des-
sentando los papeles de resonadores, armónicos que se van adicionando a las
nudos podrá ser llamado para el futuro reconocimiento.
notas fundamentales para darle el nombre (Dumas).
lín cualquiera de esas hipótesis se trata de un testimonio con las fallas
Por lo tanto,".. .un sistema fonético es una cosa compleja y que puede variiir prr ules a él, además de los defectos de la percepción auditiva o lapsos de
independientemente del significado o de las formas gramaticales" (Dumas). H'tiioria.
Por otro lado, es sabido que el "...edificio material del lenguaje tiene su*
os sonidos vocales son emitidos a través de un medio común, o sea
propias leyes de alteración".
el reconocimiento de la voz quedará supeditado, de manera exclusi-
"Un lenguaje no está constituido de fonemas aislados y sí por un sisinn.i
ii l . i . personalísímas condiciones del receptor, variables consonantes al
de fonema. Si el número de fonemas posibles es extremadamente anip'i' 1 .
MI. • adquirido a través de audiciones frecuentes de la misma voz o del sen-
el número de fonemas utilizados en una lengua dada es limitado: sesenta, im
'.tico de la percepción más o menos desenvuelto.
más" (Dumas).
i • implica decir que una persona acostumbrada a oír a otra frecuénte-
Además, las palabras tampoco pueden ser estudiadas aisladamente
la en general más capacitada a distinguir su voz que alguien que,
Hilas M- .15-1111 MU ni secuencias obedientes a reglas evolutivas propias <lr im
ii,límente, tiene la oportunidad de oír esa misma voz.
p u r h l n o , l . u n , i I . ' » H . I I Se entra ;ihor;i cu d asimilo lingüístico, a-amlM
i embargo, esa capacidad para el reconocimiento o distinción de los
laminen • I r l n . u l n y ' omplejo.
u vnría de un individuo a otro, hasta en relación con el género de los
l'"i < '"i i>'.ni. n i . i I .m.ilisisde los sonidos vocales no revela l a r x i
cia de e a i a e i e i i M n , i - . i m i l i i | > l e s . Según parece el timbre constituye I:
i "u.is personas poseen mayor capacidad para distinguir determinados
lidad principal d- i n i l i v i i l u a l i / a r i m í de la voz humana.
414 FONOGRAMÁTICA LA IDENTIFICACIÓN CIENTÍFICA DE LA VOZ... 415
sonidos, siendo casi sordos para otros. Un oído educado musicalmente es ¿Qué quedará en los autos como fundamento de una conclusión? Ape-
más calificado para distinguir sonidos musicales que otro individuo sin la lins un testimonio que no permitirá al magistrado ni a las partes efectuar la
menor educación musical. inmparación.
En ese sentido los trabajos de Seashore, Wyatt y otros, demostraron que la Además, para hacer una prueba de esa naturaleza el juez no tendría nece-
percepción de determinados sonidos no se adquiere y difícilmente se desarrolla. inl.nl de hacer procesar el examen. Él mismo podría escuchar las grabacio-
Por otro lado, existen personas sordas para ciertos sonidos y ruidos y con nes, conversando enseguida con el citado speaker. Llegaría a resultados
sentido auditivo normal para otros. directos sin el peligro de ser mal informado.
En el reconocimiento y distinción de los sonidos vocales se admite la Supóngase aun más, un perito más meticuloso. Podría prever la colecta
facultad de progresión en el sentido de la percepción, dependiendo del entre- • material fonográfico destinado a los fines de la comparación. Se diría
namiento y de los estudios especializados. Todavía los psicólogos experi- miiniices que obtuvo pruebas demostrativas de su conclusión. Bastará
mentales afirman, casi en general, que después de los 50 años el oído va per- Inlonces con planificar audiciones sucesivas de las piezas cuestionadas y los
diendo sus cualidades para reconocer los sonidos, en la mayoría de los casos. |iui i unes para reconocer las semejanzas y diferencias vocales.
De todos nuestros órganos el oído es aquel que permanece intensamente en Surge aquí una multiplicidad de factores a ser considerados, demostran-
actividad durante nuestra existencia. Se comprende pues la disminución do o la precariedad de los reconocimientos auditivos.
la capacidad auditiva, como consecuencia del cansancio de los órganos de Aun cuando las condiciones de la recolección sean las más favorables,
funcionamiento permanente. Kcmejanzas y diferencias sólo serán verificadas a través de impresiones
Por otro lado, no basta sólo con poseer órganos de percepción auditiva |Ul'|>'tivas. No fueron demostradas. Pueden haber sido sentidas, haciendo
en condiciones normales para distinguir y reconocer los sonidos. Será tiiiicción de numerosas circunstancias susceptibles de eludir nuestros
necesario también el desenvolvimiento de la memoria auditiva, sin pertur- f I irnos de percepción.
baciones dependientes de causas endógenas y exógenas. Según parece, si la conclusión se asentara en el reconocimiento audios-
En el mismo medio normal de trasmisión, el aire, el reconocimiento di •p" o> la tarea del perito se limitará a la recolección de los materiales fono-
los sonidos está sujeto a numerosas causas de error. fálu os de confrontación, describiendo en el laudo los medios técnicos
Además, conforme ya se ha expresado, ese reconocimiento es parte do j Hplcados y las condicicr.c» en las que se desenvolverán los trabajos de la
la prueba testimonial. No es tarea del perito. pUvIn, dejando ai criterio del juez la apreciación de las semejanzas y dife-
Supóngase, entretanto, que la voz fue registrada, es decir grabada. •tytus vocales.
Es la hipótesis en que el perito podrá ser llamado a proceder a la veril l'oi ese medio es evidente que no se alcanzará la identificación científica
ficación de la voz humana. I» 1 1 vi)/ humana. Eso es porque, conforme se ha referido, numerosos fac-
¿Cómo deberá actuar? ¿Qué conclusiones obtendrá? Existen v;n n •fv» pueden contribuir a provocar sentidas semejanzas y diferencias.
caminos a seguir. I |.us factores diferenciales pueden ser clasificados en tres grupos: a)
El más simple sería el de proceder a realizar varias audiciones y mus tur* ' ! • •., /') accidentales, y c) intencionales.
de mantener con el citado interlocutor largas y reiteradas conversacionili NI» constituye secreto para nadie el cambio de la voz con la edad. La
Después, con el exclusivo auxilio de la memoria, llega a la conclusión .1. i iiitil difiere de la adulta. La trasformación es sensible y consti-
que las dos voces emanaron de la misma persona, reconociendo que posc-lufl » luí ve/, uno de los más curiosos fenómenos de nuestro desenvolvi-
timbres aníílogos o bien de origen diverso, por cuanto no consiguió pmiblf IllM
la incnoi IMUJftnza. l i l i . .Ir i nuestra que las características de la voz humana no están depen-
líl j i n i i i t i|ur prcH-rdiem de esta manera habrá hecho cualqn H|(> ile nuestra constitución anatómica. Causas fisiológicas, principal-
menos unn j»m 1.1 1 hibrá demostrado no sólo un total desconocimienln iti-l ptid lif,.nías a la función sexual, tienen influencia decisiva en la vocaliza-
asunln I O - M H 11. MIIO mu i oinpleta abstracción de las normas . Sólo de esa manera se puede explicar la doble vocalización,
orientan la |>m<-i..i i ul ule en la pubertad, sobre todo en el sexo masculino. Por la mis
416 FON OGRAM ÁTICA LA IDENTIFICACIÓN CIENTÍFICA DE LA VOZ... 417
ma razón, tal vez se observa, en los invertidos sexuales, profundas modifi- tiilivo. La simple sustitución de los interlocutores provoca errores en los
caciones en la voz, con manifiesto acento afeminado. reconocimientos.
Por otro lado, trasformaciones pasajeras tienen por causas molestias o De esta manera se evidencia la precariedad del reconocimiento auditivo
diferencias del estado emotivo, llegando a perder el timbre que lo caracte- mino prueba judicial. Y más como prueba pericial, que no lo es, ni lo
riza. podría ser.
Algunas veces basta con cambiar la altura de la voz para que se frustre
todh tentativa de reconocimiento. V I^A IDENTIFICACIÓN CIENTÍFICA DE LA VOZ HUMANA
También se pueden procurar a propósito, modificaciones de la voz
humana. Son varios los procesos conocidos para lograr esas trasformacio- Si el reconocimiento auditivo o la pura audioscopia no constituye una
nes. Son disfraces adoptados intencionalmente, que algunas veces llegan |n ucha pericial, ni puede ser aceptada como prueba judicial de ninguna natu-
a conseguir resultados sorprendentes. * i l i / ; i , ¿sería entonces concebible que se alcanzara una prueba científica de
Por otro lado, entre las causas accidentales también se colocan las resul- ln identidad de la voz humana?
tantes de los medios mecánicos. Se ofrecen grandes perspectivas en ese sentido, principalmente en estos
Muchas personas conservan su particular timbre vocal al hablar por telé- diurnos tres años. Son valiosos los recientes progresos alcanzados, espe-
fono; tanto es así que son reconocidas de inmediato, con las primeras pala- iMnlinente con el auxilio de las computadoras.
bras. Otras, sin embargo, aun cuando pertenezcan al círculo de nuestrai El simple hecho de que la voz sea grabada, trasportada a través del espa-
relaciones diarias, tendrán siempre que declinar los respectivos nombn". •o y del tiempo, no fue suficiente para despertar el interés en su identifica-
Lo mismo sucede en las trasmisiones radiofónicas, discográficas, grabacio- •6n científica.
nes en películas cinematográficas, hilos o tapes. I .;is grabaciones en discos, a través de las entradas y salidas en la masa,
Es común oír hablar en voz microfónica, queriendo con eso signilu.ii •Crecieron hace casi un siglo. Nadie, sin embargo, se tomó el trabajo de
que algunas personas poseen voces que después de grabadas conservan cufl • i M . i u r el comportamiento de las vibraciones de la aguja y las marcas regís-
Hdades agradables a la audición. •ti us por ella en la masa, para vislumbrar las características de la individua-
Hay muchos que escuchan la propia voz grabada y no la reconocen. Ytt l" i« ion de la voz humana.
se oyó a un imitador, imitar su propia voz después de grabada. No obstante, dentro del campo de la fonética experimental se vienen
En esas condiciones la afirmación de que las voces escuchadas e mar» •tiendo sentir sensibles progresos, construyéndose aparatos que permiten
ron de personas distintas, no se podría basar en posibles desemejanM |1 Hii.tlisis de las cualidades de los sonidos. Principalmente los musicales
Entonces las diferencias auditivas no bastan para alejar la identidad. .non a los experimentadores. En ese particular son clásicos los tra-
Ahora, la otra hipótesis. hn|H-. iir Seashore.
A pesar de los múltiples factores susceptibles de provocar diferenrii ( 'mintió con el progreso científico se consiguieron los registros gráficos
se verifica una sensible analogía entre dos veces grabadas. Esas semojl U I"'. -.onidos, los llamados fonogramas, se abrieron mayores posibilidades
zas ¿justifican la identificación? i .uiálisis más profundo. Una gran parte de las observaciones se debe
No. Dos factores pueden explicar esas semejanzas: imitación y pt ií n.thajos del Instituto Bell, principalmente en cuanto se refiere a los
tesco vocal. vocales.
Conocidos imitadores consiguen reproducir determinadas voces c;ti I * i n i o que las experiencias se desarrollaron en el sentido de con-
do r o i i i i i M n n l'or otro lado, existen voces con sensible parentesco de fín 1 1. 1 .misiones y grabaciones de alta fidelidad, sin interferencia de
bu-, |>i I I K i | u l i n i - n i r después de las grabaciones. Acontece tanto en el 01 " • xiraños. No obstante, los resultados de muchas de esas expe-
como m rl li.iN.i /.('u;'iiil;is veces se escucha un disco pensando que so 1 • .u ven para estudiar los elementos individualizadores de la voz
ta di- un < ,ini" ido y Im'ííO se verifica que no es de él?
l í n .".<>•. . .}'.<>. .1. | . , m - i i i . " . t o vor;i| no sr nav:;¡l;i (le innj'.fm bien, si actualmente se consigue trasformar los sonidos en grííf'i-
418 FONOGRAMÁTICA
LA IDENTIFICAqióN CIENTÍFICA DE LA VOZ... 419
eos (fonogramas), su estudio podrá ahora ser procesado sin el auxilio exclu
T.il vez en una próxima edición podamos anunciar, primordialmente
sivo del oído y de la memoria auditiva. Se materializó, por así decir, en lulos en estudios de otros especialistas que se dedican íntegramente al
cuadros visibles a ser examinados y comparados en cualquier tiempo por di', imito, observaciones más avanzadas y completas.
tintos observadores.
Esa objetivación de los sonidos, al permitir trasportarlos hacia las to|.i
de los expedientes, dio margen a que se pudiese aspirar a la identifica mu
científica, satisfactoria para los fines de la prueba pericial.
El lector ¿ya vio un fonograma? Son comunes en las películas cinemtd
tográficas. En la proyección quedan encubiertos por una pequeña coi i u n
metálica.
En la cinematografía los fonogramas (espectros de la voz) eran conifll
guidos por dos sistemas: movietone yfotofone.
En el primero, una pequeña faja de la película reservada a las gratan i-
nes quedaba marcada, variando los matices, permitiendo un mayor o mor»
pasaje de la luz consonante con la modalidad de los sonidos grabados.
El estudio de los fonogramas obtenidos por el proceso movietontm
mostró, no obstante, sumamente difícil, no permitiendo una observación ^1
para los fines de la identificación. En el futuro tal vez se encuuntiH
medios de análisis más simples.
En el proceso fotofone, aunque actualmente de poco uso cinemato
co, las vibraciones del oscilógrafo son directamente grabadas en la pcKciJl
El fonograma se ofrece en una pequeña faja de bordes irregulares con iltfl
tados marginales característicos. Las vibraciones son más o menos cMfl
sas, de acuerdo con la respectiva amplitud, y se agrupan o se distancí; <
secuentes con la frecuencia.
En general, en cinematografía se aprovecha para una mayor rol u.
del campo, pero apenas la mitad del fonograma, esto es, uno de los boM
Las observaciones de los autores habían sido efectuadas con b;r .
siva en los fonogramas del proceso fotofone usado en cinematogratlu,
Esos aparatos (oscilógrafos) no eran adecuados a las investir \< >
Hoy en día, como ya se ha mencionado, los recursos teYnn i>-, I
ampliados sensiblemente con el auxilio de computadoras y otros m i .
tos coordinados.
En muchos casos existen posibilidades seguras y positivas |>.u .,
tificación científica de la voz.
Sin embargo, permanecen abiertas cuestiones como las i«-l.n,
v a i i a t ionrs naturales, a las molestias, principalmente a las | » i r , i 1 ' i l i . i • i
disiVa/. y oti.i:, .m.iliij'.as, i-n términos generales, a las causa, H K > , I I | ,
del grafisiiio (> u < .n . ya minuciosamente analizadas y COIH-. h 1
SECCIÓN PATRIMONIO INVENTARIO
BfEN CON EN N»
SEXTA PARTE
PINACOLOGÍA
SECCIÓN PATRIMONIO JNVtN'ÍAKU,
BIEN C O f f t f N 9
CAPÍTULO XXV
FALSIFICACIONES EN LA PINTURA
"TlNACOLOGtA"
•01 'lo esos estudiosos, casi sin percibirlo, dando opinión or;i :n|in.
FALSIFICACIONES EN LA PINTURA 425
424 PlNACOLOGÍA De esta manera se explica el pasmo internacional verificado cuando,
ora allá, acabaron por trastornarse en expertos profesionales, cobrando dfN|>ués de la Segunda Guerra Mundial, el pintor holandés Hans Van Mee-
Hrifii, explicando su enriquecimiento después de la ocupación alemana, con-
honorarios porsobrevino
Más tarde sus pareceres.
la necesidad de ese perito para dar un poco de tran- fmó haber fabricado algún Vermeer, Peter de Hoogh y otros pintores, inclu-
quilidad y garantía al comercio internacional que se abrió, con vastos inte- ' ' la obra prima del primero, Los discípulos de Emaús perteneciente al
Musco de Rotterdam.
resesDe económicos
ahí que losenprincipales
juego. museos instituyeran escuelas para la forma- \',\o internacional se amplió aun más cuando las opiniones de
ción de esos expertos. No obstante, hasta un período relativamente recien- bi • • \¡tertos entraron en conflicto, habiendo concluido la mayoría por la
te, era casi exclusivamente la llamada pericia histórica la que se enseñaba. •MU. niicidad de las telas. Y no faltaron algunos que reconocieron la genia-
El desenvolvimiento científico general trajo nuevos medios de análisis, i'.i'i.l del artista apenas por juzgar la obra original del maestro.
construyendo modernos aparatos que en mucho podrían ayudar al perito a ArUiíümente el problema común es el de la falsificación de cuadros de
distinguir lo verdadero de lo falso, en el mundo maravilloso de la pintura. i -irs relativamente modernos, cuya fama y consecuente valorización de
Esas enseñanzas y el manejo de esos aparatos, constituyen hoy escuelas > i "liras se verificaron, como es común en la pintura, después de muertos.
especiales de los cursos pinacológicos instituidos, en general, dentro de la Mientras viven, las falsificaciones de los cuadros no se verifican, como
i «-xcepcionalmente. Tal vez por recelo de un desmentido directo del
museología. Forman parte de la pericia técnica.
Simultáneamente, la pericia histórica, que se basaba en los conocimien-
tos de las habilidades del pintor, en sus preferencias e idiosincrasia, en su Sin embargo, después del descubrimiento, cuando sus cuadros pasan a
manera o técnica particular de desplazar el pincel, de entelar, de barnizar, de i en los catálogos internacionales en cotas ascendentes compensadoras
los materiales a su disposición en la época o en las regiones en que vivió, "•i". . n-iir el fraude.
fue perdiendo cada vez más la seguridad, sea con el acortamiento de las dis- l'ni oiro lado, es preciso no olvidar que el falsario es en general amigo
tancias a través del aceleramiento de los procesos de locomoción, sea con el (|l lu inmediatez. Quiere sacar pronto provecho del fraude.
extraordinario aumento del número de pintores de notoriedad nacional e i l i'tohlema de la falsificación de una obra de arte, principalmente en
internacional, sea, aun, dependiendo de la propia evolución de este género i . r s más o menos actual, ofreciendo perspectiva de progresión y agra-
lll<>
de fraude. I .límente porque copias adquiridas como originales acaban por enve-
ii las galerías oficiales y particulares. En segundo lugar porque en
2. EL FRAUDE P1NACOLÓGICO i " m t | u < - M Í o son muchos los artistas que exponen en varios puntos déla
En su gran mayoría consiste en la falsificación de cuadros, en general, 1 .nulo casi prácticamente imposible una catalogación y conoci-
pintados al óleo. Son los que más resisten al tiempo, adquiriendo por eso I miiversal de las características de sus obras. Eso sin hablar de la
i il» r-.t mpulos de algunos de los llamados marcharías, que no titubean
mayor
Novalor.
obstante, otros fraudes, son parciales, como la venta de cuadros rc»« I M;IS corno si fueran originales aun conociendo la mistificación.
1 nl.i ve/, (|uc se presenta un cuadro a un experto solicitando su parecer,
taurados en partes deterioradas, como si fuesen íntegros, o bien con la mcrt I
adición o cambio de firma, pasándolos como obras de pintores cuyos Ual>,i ^•Ml* liis personas que pueden imaginar cuántas aprehensiones, cuántas
• u.míos estudios están proponiendo a un profesional concien-
jos se valorizan con el correr del tiempo.
En la actualidad, casi no se debería pensar en la eventualidad de fals'lfUl
me:: «Ir tibias pumas. Eso sólo se comprendería a través de aventura! m n ule una compra de un cuadro, algunas veces abultada, no debe-
l . i u i . r . i L ' as, después de robos o desapariciones inexplicables. Mil • ..nl.i sin el parecer o laudo del experto.
. •,<• ;uiimi 11.i \-,\d de que una copia fuera vendida como OB • i un hecho es cierto: ningún perito podrá afirmar con absoluta
i|in .r huía de una obra auténtica. El parecer, en general, \r.\i
¡\inal. I'H" poitpn .umpio será fácil saber, en cualquier punto il
, 11< n u i l - r-.t.m guardadas y bien protegidas esas obras prini »
426 PlNACOLOGÍA FALSIFICACIONES EN LA PINTURA 427
tiendo de un perito calificado y correcto, apenas declara no haber observailo
nada que le permita decir que se trata de una copia de obra restaurada, o do
4 ¿CUÁNDO SE PUEDE SABER si SE TRATA DE UNA COPIA Y NO DE UNA OBRA
la aposición posterior de una firma en lugar de otra. ORIGINAL?
Será muy difícil que en un país como Brasil, se afirme la autenticid.nl
de un cuadro pintado al óleo, de una acuarela u otro tipo de pintura. I .1 En los procedimientos más comunes, generalmente el falsificador apro-
fuentes para la colecta de datos indispensables son frecuentemente limitad;n, > i < tu una copia ya ejecutada, y con algunos expedientes la presenta como
al contrario de lo que sucede en América del Norte y en los países de Europii HH n.ihajo original.
principalmente. Casi todos los museos permiten el tiraje de copias cuando son solicitadas
i>"i utc'lieres registrados. Eso se hace en pro del aprendizaje y perfeccio-
3. LOS MATERIALES BÁSICOS QUE INTEGRAN UN CUADRO AL ÓLEO flammito del arte. En los grandes museos internacionales es común la pre-
Miu ia de un caballete al lado de un cuadro, con alguien (un alumno) repro-
Por el orden de producción, un cuadro pintado al óleo está compuesto; I)H< mulo la pieza archivada.
a) de un chasis, en general construido de madera; Terminada la reproducción, el copista está obligado a poner en el trabajo
b) de los paneles y telas montados sobre el chasis, algunas veces usado* » Icrlaración de que se trata de una copia.
en conjunto; también se usan como soporte: cobre, estaño, pergamino, pap I 1,11 mayoría no gusta de hacer declaraciones extensas, principalmente en
madera, etcétera; HUÍ I MIS de pequeñas dimensiones. Procuran reducir al mínimo esas decla-
c) en general se siguen una o más carnadas de cola para finalmente un »• <-s. llegando algunos a colocar una pequeña marca como registro de
. ..(•! I
ciarlas;
d) preparaciones, en general, con una o más carnadas de yeso, h ; i - 1 l'or ese motivo, se tornó una norma internacional el exigir del copista la
conseguir una superficie bien plana y lisa; en la Edad Media se cubría e " I'.K ion de por lo menos tres letras: "COP" (copia del original permi-
fondo blanco con láminas finas de oro; ,, i>\o las copias son bien elaboradas encuentran compradores ensegui-
e) preparado el fondo se sigue con la pintura propiamente dicha; i'«i|
siempre al óleo, por las razones ya especificadas, y I nire éstos figuran muchas veces los falsarios. Las adquieren, y por
j) finalmente el barniz para protección del trabajo en general con medios procuran borrar la declaración o el "COP". Cuando esas
carnada fina de clara de huevo. Mtiit i unan anotadas casi siempre basta el raspaje hábilmente ejecutado y
Antiguamente había mucho interés en el estudio profundo de todoi M" r ascarado. Sigue de inmediato la imitación de la firma del pintor,
materiales empleados en la confección de un cuadro. Ofrecían, algUI l| muñera habitual en que lo hace en sus cuadros.
veces, pistas valiosas en cuanto a la región o la época de la obra. '•• i i . i i . i . evidentemente, del proceso más simple de falsificar cuadros, no
día, con las facilidades de trasporte, son pocas las indicaciones que oh mío mucho trabajo ni mayor dispendio de tiempo. No demanda
esos estudios. .1 j'.ran habilidad artística.
Por ejemplo, se sabe con relativa certeza, la época en que determini 1 h " > vires, cuando existe una declaración más extensa de que se trata
materiales entraron en la paleta de los pintores; y sólo con esos dato» • ri.i. ° también algunas veces cuando tan sólo el "COP" fue adicio-
posible decir si se trata o no de un cuadro antiguo. h Mlgunos defraudadores prefieren encubrir todo con una nueva carnada
Los autores no entran aquí en más pormenores, por cuanto ya do i.u i l ><"¡pues del secado, imitan la firma del pintor.
sus aprehensiones, al incluir esta materia como capítulo de este libro, ' r.ir.iiiente, siempre que se sospecha de la existencia de una copia,
utilidad que esperan de él es la de llamar la atención sobre el asuiiin. M'l. l i > . | u eliminares cuidados del perito será el de examinar con atención
esperan/,a tic despertar el interés de alguien que desee un día tornarse * («i m <|uc está situada la firma.
en la materia, fistu es unn subcspeciali/ación documentoscópiea qin 1 -i < i n . r i i t e los raspados dejarán vestigios, fáciles de ser descubiertos
como \bfonograindtica, dedicación exclusiva. • <lc una .simple lupa (4X, 6X, 10X o 20X).
FALSIFICACIONES EN LA PINTURA 429
PlNACOLOGÍA
428
Mtfhraduras, es obvio que esas crestas deberían tener continuidad en el sec-
Ya para el reconocimiento de las coberturas pueden ser necesarias varias |m i i-cubierto por el falsario. La quiebra de esa continuidad podrá consti-
operaciones de orden técnico. Será indispensable verificar si los colores luli serio indicio de fraude.
son coherentes con los demás distribuidos en la tela. Se acompañan los (>hviamente existen otros recursos técnicos para resolver este género de
diseños y la secuencia de las pinceladas originales. Algunas veces se pre- fliuide pinacológico, los que deberán ser usados casi habitualmente, toda vez
sentan como indispensables los análisis químicos. qiir se pretenda descubrir si el cuadro exhibido es una copia o una obra ori-
Otras veces se tiene noticia de la edad que debería tener el cuadro ori- ginal, Por ese motivo serán mencionados en ítems especiales.
ginal. Tanto es así, que después del raspado o la cobertura del "COP", el
defraudador también adiciona esa fecha.
Ahora bien, ya se dijo que el falsificador, en general procura la inmedia- /','/. INFRARROJO Y LOS RAYOS ULTRAVIOLETA
tez. Puede ocurrir, por consiguiente, que transcurra un largo tiempo entre \y en día, con la facilidad de poder recurrir a los rayos infrarrojos, sea
la fecha en que fue hecha la copia y aquélla declarada en el cuadro. Por eso •• i mmental especial (algo dispendioso), sea con el auxilio de negativos
motivo las tintas en el propio cuadro no serán de la misma fecha. Y con preparados para actuar en esa faja (injra-red o infra-rot), casi
frecuencia ese hecho podrá ser descubierto y comprobado. el perito debe proceder, enseguida del inicio, a obtener una
Un cuadro pintado al óleo, enseguida de su terminación, recibe una total del cuadro con el empleo de esos negativos. Después de
carnada de barniz para su protección, muy comúnmente constituida de clara ni C;LSOS particulares, se hacen reproducciones con una mayor amplia-
de huevo. Pero aun independientemente de esta protección la pintura al .Ir hechos específicos, principalmente de la zona que circunda la firma
óleo, una vez finalizada, forma una película invisible que junto con el barniz
10') a 411).
protege la obra contra los efectos del medio exterior. MiK-has veces, con ese solo procedimiento, el problema queda resuelto.
Algunos técnicos declaran que ése es el motivo de preferencia para lo» iVn» técnicamente el medio más eficiente de descubrir el fraude es la
soportes de tela, ya que permiten un relativo aireamiento por el reverso,
impidiendo la formación de moho. La explicación no parece muy razona- Un la placa radioscópica con frecuencia se percibe la media tinta con-
ble, por cuanto la preparación del subjeti realizada por lo general con vari»* ' ne con la expansión del óleo en las fibras de la tela. En general, para
carnadas de yeso, impediría el alegado aireamiento. tilo total, de acuerdo con lo referido, pasan más de 10 años. Cuando
Sin embargo, no hay quién desconozca que el secado de tinta al ftlr.. tu . ...(libras dependientes de la expansión de la tinta al óleo se presentan
constituye una operación lenta que demanda varios años. Difícilmente ÑU M U i'l.u-a, eso demuestra que no se ha verificado aún el secado total. Por
podría fijar un lapso relativamente corto para ese secado. Todo esi;m,i -ntc, sería un trabajo ejecutado hace menos de 10 años.
dependiendo de las condiciones y del ambiente en que el cuadro fue conser- I .' .imple dato será suficiente para comprobar el fraude. Todo el
vado, del espesor de las carnadas y de otros factores imponderables y l i . n i .iU- que la pintura es un arte trágicamente ingrato. Casi la totalidad
artificiales. t.mdrs pintores se hicieron famosos muchos años después de muer-
Generalmente se acostumbra decir que un cuadro al óleo lleva co
lio el arte que presenta mayor número de consagraciones postumas.
mínimo diez años para el secado de sus tintas. i rutcmente, una pequeña lectura bibliográfica llega para revelar
Cuando sobreviene el secado las moléculas se ponen en movim¡< m.
n u i l ID el pintor.
Por lo general se produce una retracción. Con los años, esos movimiento! ' " • i i i Ir eso, el infrarrojo o los rayos "X" revelan otros hechos compro-
o retracciones acaban por quebrar el barniz, formando crestas o rayinltinm . l< I 11 ande, inclusive restauraciones y utilización del soporte antiguo,
(quebraduras). i n.i/os del cuadro primitivo.
La presencia de esas quebraduras constituye en general una u
de que la obra fue pintada al óleo, como mínimo 10 años antes.
Por comif.mi'Mlo, en el proceso de falsificación referido, si ai-;r.<> -.1 u
una copia vieja |>mi.nl.i han- más de 10 años, en la cual ya se noUlwn i >
430 PlNACOLOGÍA FALSIFICACIONES EN LA PINTURA 431
bulo indica una actitud oficial distinta. Corresponde adoptar normas que
6. LA REVELACIÓN DE LA COPIA A TRAVÉS DE LA COMPARACIÓN
oínv.can una mayor garantía y tranquilidad en el comercio de las obras de
irte, particularmente en el de las pinturas.
Este problema se presenta algunas veces. Constituye, en general, una A pesar de parecer difícil, ya existen medios para el control oficial.
tarea más simple. En lugar de procurar mantener pinacotecas costosísimas, esos algunas
Obviamente de acuerdo con las especies, la solución podrá ser ofrecida •tees tediosos e inexpresivos museos deberían recibir, oficialmente, nuevas
con los exámenes comparativos al infrarrojo y a los rayos "X". [funciones y organización.
Pero otras veces no se tratará de una copia. Un pintor desconocido Por ejemplo en Brasil, en primer lugar se crearía la Pinacoteca Nacional,
resolvió pintar un cuadro, y al final, colocó tan sólo la firma o señal usada •uc autorizaría el funcionamiento oficial de las demás pinacotecas estatales
por otro pintor conocido y comercialmente valorizado. « municipales, con las cuales tendría que trabajar coordinadamente.
En el comercio de cuadros se compran más nombres que obras de valor, Ningún cuadro de artista brasileño sería puesto a la venta sin antes ser
La galería de un particular se presenta como preciosa porque posee algunoi •Mentado y catalogado en una pinacoteca oficial. Ésta, después de ejecu-
Corot, Manet, Picasso u otros pintores conocidos internacionalmente. No t-M los microfilmes indispensables, en blanco y negro o en colores, colocaría
importa que sean trabajos renegados por los propios maestros, ensayos aban- ifn el reverso de la obra un certificado en impresión facsimilar declarando el
donados o restauraciones profundas que de la original no contienen siquiera un wiic.ro y la fecha del registro.
tercio. La vanidad está en citar el nombre..., y una explicación cualquier Obviamente existen normas técnicas a ser obedecidas en la ejecución de
Por ese motivo, algunas veces, la obra del pintor que reconociendo MI ti» microfilmes. Serían antes preestablecidas por los técnicos de la Pina-
insignificancia comercial resuelve poner en sus cuadros el nombre (firtmi o •(r i a Nacional, después de un cambio de ideas y acuerdos con otras pina-
señal) de otro más conocido, pasa a ser una falsificación, aunque artística- •UPI as internacionales.
mente puede ser un trabajo superior. Para el establecimiento de esas exigencias uniformes no se ofrecen, téc-
En esas condiciones fue creado un falso. Por consiguiente, no seríi «u ncnte, mayores dificultades. Algunos desacuerdos iniciales acabarían
posible la comparación con un cuadro determinado. En este caso p a i t u n I I--.aparecer con el tiempo.
lar, cuando no existen anacronismos a ser señalados, la pericia deberá HE I Presentado el cuadro para el registro en una de las pinacotecas, sería
efectuada por un experto conocedor de los hábitos, idiosincrasia y preferaM •fol'ilmado con cinta métrica, en la cual figuraría el número de registro y
cías del pintor, o alegado autor, del cuadro. Es la pericia artística o InslA. Momhrc de la repartición que lo procesó. En detalle, la firma del pintor
rica ya mencionada. Sólo el connaisseur estará autorizado a reconocer ln •fn reproducida en otro microfilme. El microfilmado se haría en blanco
autenticidad. •|rn o en colores. No se aconsejaría exclusivamente la microfilmación
Otras situaciones menos delicadas se pueden ofrecer en la práctica. •plores sin primero establecer, para todas las pinacotecas, el empleo del
•din material e instrumental fotográfico. El registro fotográfico de los
7. VNA SUGESTIÓN I!MI. i rales constituye aún un problema técnico, principalmente cuando se
•i conseguir unidad de tono.
Muchos gobiernos nacionales, regionales y hasta municipales, si- Obviamente, una copia de cada diapositiva (slide) sería remitida a la
ñan en coleccionar cuadros de varios pintores. Se enorgullecen M i ' - < .1 Nacional, que así controlaría toda la producción de los pintores
colecciones, logradas algunas veces por donaciones, aunque con nú-. ••flus residentes aquí o trabajando en nuestro país.
cuencia gastando sumas fabulosas. NIMI.I un organismo central, una especie de Biblioteca Nacional. Ade-
Es d i l u il <|nr un país o Estado no se sienta orgulloso de su piínn i» i ' producción musical también ya posee su órgano de fiscalización.
Sin n i i k i i j ' n . h.r.i.i el momento, los gobiernos oficiales procuran ip. '" - i . i ,lr bien ver que las tasas de registro fueran módicas si no gratuitas.
el comercio »lr '"'• ( n.idios. Es una actitud pasiva peligrosa de vcr^ ! ii}',", los certificados para la compra y venta de cuadros comporta-
cuanto ello'. |tn. >l \> i l . i , i-nnu-ras víctimas tic esos tr:mdi:s. Al , | U i ul nanza de tasas a ser previamente establecidas.
432 PlNACOLOGÍA
liti-NTIDAD Y AUTENTICIDAD
La autenticidad documental y más específicamente la gráfica, está en lilnitidad, como los títulos electorales brasileños y las modernas cédulas pro-
gldas.
íntima conexión con la identidad personal. La escritura auténtica es la de
sí mismo, esto es, la que procede del único individuo con derecho a usarla. Las cédulas de identidad son aquellos documentos resumidos a dos eta-
Cuando el nombre de ese individuo se torna conocido, entonces aflora la i"< ' ucuadernadas para proteger los datos de identidad, que constan en una
identidad personal, la que podrá exigir otras características intrínsecas o é líos hojas de papel pegadas en las faces internas.
1.a libreta no pasa de contener varias hojas. Son las cédulas de iden-
extrínsecas para su definición, tfi/i/r/ <lc los miembros de la Orden de los Abogados del Brasil y del Consejo
Con frecuencia, la falsa identidad produce la inautenticidad; lo auténtico,
no obstante, puede subsistir independientemente de la falsa identidad. •lllonal de Ingeniería (Crea), las libretas de trabajo y de salud, etcétera.
Cuando se determina la autoría de un grafismo queda establecida h Los documentos oficiales son en general aquéllos expedidos por los
identidad de quien lo estampó. Se positiva la identificación gráfica. En ••• <le la administración pública, los cuales fueron equiparados a dispo-
general ésta es referida nominativamente objetivando la identidad personal, • Ir leyes especiales, algunos provistos por determinadas organizado-
Y resultan muchos errores, no de la identificación gráfica propiamente dicta i osas o paraestatales. No obstante, se viene haciendo sentir la nece-
pero sí de la referencia nominativa. Las causas de esos errores, indepen- u'l di- uii;i legislación especial al respecto, pues surgen confusiones serias
dientemente de los equívocos de redacción o motivos de naturaleza análoga 'i- i u nrntos de identidad expedidos por reparticiones públicas diferentes
están con frecuencia en presupuestas identificaciones personales o en la do ' i 'I'-'., i-statales y municipales), a los cuales se pretende dar validez
ciencia o irregularidad de los documentos destinados a comprobarlas.
La documentoscopia tiene pues un extraordinario interés en la idcnti documentos de identidad son expedidos por organizaciones
cación personal. Lo cierto o no de gran parte de sus conclusiones depcr ni-. 1 ., principalmente asociaciones recreativas y culturales.
u ñor examen será fácil imaginar la multiplicidad de tipos de docu-
de la garantía ofrecida por esa identificación,
Por otro lado, las exigencias sociales demandan en todo mommin e identidad en circulación en Brasil, provocando dudas aun para
comprobación de la identidad personal, hecha con la exhibición di- i i » » i i < - s son los de validez legal, y cuáles a ser aceptados subsidiaria-
mentos. Compete a la documentoscopia verificar y resguardar la i
eidad de esas piezas, no sólo en interés social sino también para as
mejor el acierto de las conclusiones. M / Ht'IÓN DE LOS DOCUMENTOS DE IDENTIDAD
teniente, aun más simple; para confirmarla bastará la declaración oficial de Sin otra finalidad sino la identificación personal, siendo ésta correcta,
que un documento de identidad, con las mismas expresiones, nunca fiu-m «lila extrañar la presencia de ese tipo de documento. Aparecen en la
usado por el servicio, repartición u organismo. Se duda, sin embargo, ílo ni .1 debido a varias circunstancias.
que muchos directores o jefes de servicios de identificación, en Brasil, so ('icrta vez un despachante mandó imprimir cédulas exactamente iguales
manifiesten en ese sentido, sin miedo de cometer un error. I ION modelos oficiales y las llenaba del mismo modo, con fotografía e
La cuestión, no obstante, se torna menos delicada, porque en general rl •presión digital. Ayudaba al Servicio de Identificación oficial dispensan-
falso documento de identidad trae una fecha ficticia de expedición. En lo 1 ' i 'unas exigencias y abreviando el tiempo de obtención del documento.
mayoría de los casos, los responsables por el servicio pueden informar curtí •ülholsaba, apenas, los emolumentos debidos al Estado. En general, los
era el modelo en uso en aquella época. i"i. i. -..idos no se enteraban de que las cédulas entregadas por el inescrupu-
Finalmente, aun cuando pueda parecer extraño, muchos documentos de iden t<-spachante eran falsas. Otra vez, un interesado declaró que obtenía
tidad son inventados o creados por los falsarios. No existe la repartición o el wt* • dida, sabiéndola falsa, porque no deseaba pasar por la policía, debido
vicio que los expidió. No está aquél, o el nombre, o la firma del responsable do tt un antiguo delito. No faltan asimismo aquellos que declaran su opción
la expedición. El documento (por lo general una cédula) tiene apenas el aspecto i - i r . cédulas falsas, para huir de los inconvenientes y la pérdida de tiempo
común de los documentos de identidad generalmente usados. Nada más. • vi servicio oficial de identificación.
Utilizan diversos expedientes para la confección de esas piezas. I '• < Vdulas nacionales de motoristas también son frecuentemente falsifica-
gan a elaborarlas a mano, con expresiones que imitan las letras de forml >n datos de identificación verdaderos. Aquí se comprende, desde lue-
Mandan imprimir cédulas y tarjetas con modelos propios. Usan papeleí t." l.i i.i/.on.
sobres timbrados oficiales, imprimiendo o diseñando fórmulas, cuando Pericialmente no existe diferencia entre esos tipos de documentos falsos
prefieren simplemente dactilografiar los datos, adicionando firmas fu IM i. y Hipirllos referidos en el ítem anterior.
de autenticación.
Documentos de ese género son exhibidos diariamente y casi sieni|
DOCUMENTOS DE IDENTIDAD AUTÉNTICOS CON FALSOS DATOS DE
aceptados sin discusión. ¿Por qué eso? It'INTIFICACIÓN
Simplemente porque con la multiplicidad de documentos de idmín
existentes, todos acaban por quedar sin saber siquiera los nombres de los lívidentemente tales casos sólo se podrían verificar con la connivencia
vicios autorizados para expedirlos. Aun los interesados en el asunto, dd funcionarios que suministran a terceros cédulas en blanco, o cuando éstas
cilmente conseguirán reunir una lista completa de esos servicios. I • i Tan conseguidas subrepticiamente. Lamentablemente aparecen en la
más de una centena, y esto apenas en lo que se refiere a reparticiones
ciales debidamente autorizadas por ley. Si se pretendiese incluir los d( I 'u i-.os ejemplos, así como en aquéllos referidos en los ítems 6 y 7, res-
mentos de identidad extendidos por asociaciones particulares, entoncci i'-inpre para constatar la falsedad, el examen de la firma del director o
de nunca acabar. Una lista organizada abarcando tipos de docunu-ni" »»l"Hi\alile por el servicio de expedición.
identidad oficiales en uso en Brasil, ultrapasaría el millar (comprendí' , Sin embargo, con frecuencia los falsificadores consiguen apoderarse de
naturalmente las diferentes especies o ediciones). • . l u í r. de identidad auténticas regularmente ofrecidas a terceros, despegan-
P 1 1 fotografía y borrando los datos de calificación con el auxilio de un
7. DOCUMENTOS DE IDENTIDAD FALSOS CON DATOS DE IDENTIFICACIÓN IKI í|uímico (menos la impresión digital). Sustituyen las fotografías
VERDADEROS •NI hr. propias, llenando de nuevo el documento con los datos que les inte-
•tll Ciertos tipos de documentos de identidad, conforme su confección,
Falsas rrdulas de identidad varias (tarjetas, libretas u hojas), CXÍM- " Militen modificaciones deesa naturaleza con facilidad.
datos vrid.idrio. i r l . i h v o s a la identidad del portador. Son falsas aprima '•u. i-iU: también con frecuencia que la cédula sea auténtica sólo parcial-
su aspct lo Ini ni,d H»Mir Muchas veces el falsificador aprovecha tan sólo la tapa, sustituyen-
446 ALGUNOS TIPOS ESPECIALES DE DOCUMENTOS DOCUMENTOS DE IDENTIDAD 447
,
456 ALGUNOS TIPOS ESPECIALES DE DOCUMENTOS IMPRESIONES DIGITALES EN DOCUMENTOS 457
Nuestra preferencia dentro de esa confusión recae sobre la nomenclatuní I ÍA IMPRESIÓN DIGITAL EN LOS DOCUMENTOS DE IDENTIDAD
de Oloriz, completada por Santamaría y Valcárcel, del servicio de identidaí I
español (fig. 512). l ii general, en esos documentos aparece sólo un dactilograma, corres-
"A" - abrupta; mn líente al pulgar de la mano derecha, acompañado de la fórmula dactilos-
"B" - bifurcación; "i"< •'
"C" - convergencia o confluencia; lUhibido el documento será necesario identificarlo, como al portador, a
"D" - desvío; •!• de ese dactilograma.
"E" - entrone amiento; i Imcialmente se verificará si la impresión fue realmente tomada en la
"F" - fragmento; i legra del documento de identidad, o si fue encajada allí a través de
"I" - interrupción; Encurte en yuxtaposición o superposición. Esa verificación preliminar
"O" - ojal; | limpie, pues, comúnmente, el simple tacto acusará la presencia del re-
III I r
"P" - punto;
"S" - secante; i l)cspués de eso se procurará identificar al portador con el documento.
"T" - trasversal, y i < monees, se procederá de dos maneras. La primera es más simple y
"V" - vuelta. i t t i i M i i . i : el cotejo directo entre el dactilograma y el propio dedo del portador.
L lisa lectura directa es una operación que demanda práctica, la cual sólo
ÉMNMI viejos y experimentados dactiloscopistas. No será difícil reconocer
6. LA IDENTIFICACIÓN DE LOS DACTILOGRAMAS
Mritcncias o convergencias de grupos fundamentales. Para la obsérva-
Habiéndose confrontado dos de ellos para saber si proceden del m los puntos característicos en el número exigido la tarea exige lentes
dedo, y establecida la identidad, será indispensable que ambos pertenr. •Myores cuidados.
al mismo grupo, y que existan en ellos un número mínimo de puntos curtM l'ur eso mismo se recomienda la toma de otro dactilograma, destinado
terísticos localizados en los mismos trechos de las impresiones. i " i « - | i > con aquél fijado en el documento. Además, ese trabajo dejará en
Con referencia a ese número mínimo divergen los autores. Al¡'.uiin» •0r de quien hizo la comparación el comprobante de identidad.
dicen que bastan 8 puntos coincidentes; otros elevan ese número hasta 10, I Bxiste cierta resistencia a proceder a esa colecta, principalmente en la
12 o 15. En Brasil se generalizó la idea de la necesidad de un míiiimn iti M« tu .1 bancaria. En general, los cuentacorrentistas o beneficiarios de los
12 puntos coincidentes, para establecer la identidad dactiloscópica. kucs se fastidian con el entiníamiento de las puntas de los dedos con pas-
Cuando los dactilogramas fueran bien tomados y sean original m-, .t> I •vgajosa e insoluble en agua, como es la tinta tipográfica. Sin embargo,
mismo dedo, no será difícil reconocer la existencia de 12 o má: r km ya reactivos químicos inocuos y desinfectantes de la epidermis que
característicos coincidentes. Sin embargo, en fragmentos de impif.i ....... -n la toma de buenas impresiones digitales sin ensuciarse los dedos.
digitales levantados en el lugar del crimen, muchas veces no se ¡ i l r a n / . i . -•• Aln 1 i> s|iués de la aplicación en el papel, las líneas papilares trasparecen con
mínimo de 12, aunque en el sector de confrontación no se note mn I iii-i <-'.;ii ja nitidez para la identificación dactiloscópica.
divergi*n< i < i u • '•"•• • i ".. nos parece razonable aceptar la tesi.-¡ d r - l lu I Conviene esclarecer una vez míís que la simple consignación tic la Im
ALGUNOS TIPOS ESPECIALES DE DOCUMENTOS IMPRESIONES DIGITALES EN DOCUMENTOS 461
460
muía dactiloscópica ("FD") no basta para descubrir y establecerla ideniid.ni •Hpresión digital en el documento, con su simple exhibición e independien-
•innitc de otra prueba, podría recibir la suma acreditada a él. Bastaría su
del portador del documento. •fpNcncia e identificación a través del cotejo dactiloscópico.
l'or otro lado, la impresión digital sería un medio relativamente fácil de
8. LAS IMPRESIONES DIGITALES EN DOCUMENTOS PÚBLICOS i- n u i l u a los cuentacorrentistas analfabetos el movimiento de sus cuentas
Se va generalizando la costumbre de los escribanos de tomar improMo ni IMS huncos, sin los peligros e inconvenientes de las procuraciones.
nes digitales de los analfabetos, dándoles el valor de firmas.
Esa práctica encuentra su base en dispositivos legales y reglamentario J I»' I..\ DE LAS IMPRESIONES DIGITALES
aunque según parece, la materia no fue aún convenientemente considerada
En primer lugar ¿qué garantía ofrece la impresión digital de una persona i\\w \s dactiloscopistas, muy justificadamente apasionados por su
•|N'< i.ilklad. acostumbran incluir entre sus calificaciones de las impresiones
no está previamente identificada en los gabinetes oficiales? ¿Cómo dirimir
una duda? ¿Con qué comparar? Además de eso, si más tarde se proi>.n > ••• (individualidad, inalterabilidad, permanencia, etc.), una más: la
Habilidad. Aducen en favor de esa afirmación un argumento prác-
la falsa identidad, esto es, que la impresión digital tomada no pertenece a •
persona autorizada a suscribir la escritura, ni siquiera se podrá desnilmi H no se conoce, en Brasil, y hasta el momento, un único caso de impre-
•n ilij'jial falsificado.
quién realmente compareció a la escribanía y estampó la impresión. A nfl
I Evidentemente hay una exageración y falta de mejor ponderación no
ser que sobrevenga una sospecha futura. ll* rn la afirmación sino en el propio argumento. Al contrario. Nada
En la práctica profesional ya reparamos en casos de escritura portadoB
de impresiones digitales que no permitieron la respectiva identificacl^H i '.imple de falsificar que un dactilograma. Esa falsificación se hace
Otros casos tuvieron que ser investigados y resueltos a través de distintas ctfl n !<>•; días, aun siendo cierto que en Brasil todavía no fue usada para
"• h .inilulentos. Eso por dos motivos principales: primero en razón de
cunstancias.
La sustitución de la firma por la impresión digital ofrece aspectos ilolfl IpIpK'iite criminalidad, esto es, por el bajo nivel intelectual de nuestros
•pílenles, y segundo, porque no pareció necesario.
cados. Sin aquélla, el escribano no se debe satisfacer con la simple i>
de la impresión digital en lugar de la firma. Si la persona, aunque sea .tu »i i i' 1 '" inicias y observaciones prácticas revelan la facilidad con que se
fabeta, es antes identificada en uno de los servicios especializados del pftfl ifc'ii i.ilsificar las impresiones digitales, tanto visibles como latentes. En
entonces parece razonable la aceptación. En caso contrario, sería nía 1 cfl i >n las últimas no serán expuestos aquí los procedimientos indis-
•les para la distinción entre las impresiones latentes verdaderas y las
veniente exigir que procure un mandato judicial supletorio.
lisio porque seríamos forzados a revelar cómo se ejecutan esas fal-
•'.. Infelizmente, no se consigue enseñar cómo se resuelven los
9. LAS IMPRESIONES DIGITALES EN DOCUMENTOS PARTICULARES H Mili saber cómo se ejecutan los mismos. Cumplimos en registrar,
En Brasil, en general no se aceptan documentos particulares en los ifl •.o, que las estadísticas técnico-policiales del Federal Bureau of
les las impresiones digitales valgan por las firmas. Todavía algunos aflfl u (F.B.I.) acusan un número relativamente elevado de impresio-
H i ' i i , i l < " ; latentes falsificadas en Estados Unidos.
nados de la dactiloscopia acostumbran poner, en cheques u otros docum^H
al lado de la firma, la impresión de uno de sus dedos. Sin duda aljM i . u.u no a las impresiones digitales visibles (dactilogramas), su falsifíca-
determinado sentido esa práctica asegura mejor la autenticidad del dt v to huir diariamente con extraordinaria facilidad. Para comprender eso
to. Sin embargo, jamás podría ser legalizada, no sólo por razones da flfl '• n ' - t i-ii cuenta que sólo se considera impresión digital auténtica a
'" • i - M I .u la directamente en el dedo del identificado. La reproducción de
social sino aun por ponderables motivos de orden técnico.
( ' i m i i i n u f a l;i naturaleza del documento, el empleo de la impresión '• ' u n a constituirá siempre unafalsificadón o copia de la impresión.
tul podiM crtW '•" ilidiidr-, |>ara las transacciones. Por ejemplo, laso <••,. laivcimiento se ve que cualquier reproducción fotográfica di*
de crédito rx|>nliil.r; ( >m algunos bancos. Si el beneficiario estamp •u dií'.ilal auténtica constituirá siempre una modalidad de fal-.i
462 ALGUNOS TIPOS ESPECIALES DE DOCUMENTOS IMPRESIONES DIGITALES EN DOCUMENTOS 463
ficación. En la misma categoría están las ilustraciones o figuras habituales Para alejar todo cuanto sea posible el error de apreciación, la experiencia
en los libros y revistas especializados. • i' muestra que la mejor manera de medir dos impresiones digitales para veri-
Muchos dirán que esos tipos serán fácilmente reconocidos. Ni eso es 11- u sus proporciones es la de tomar en cuenta sólo la parte central, o sea
verdad. Conforme la naturaleza del trabajo será una tarea relativamente i " . 11 u cieos. No se debe escoger un trecho muy amplio de esa parte central,
difícil saber si la impresión digital es falsa o auténtica. iim<|iic también causaría alguna dificultad si ese trecho fuese demasiado
Las reproducciones fotográficas de las impresiones digitales constituyen • |in'fio. La selección del trecho central reduce la interferencia de diversos
fidelísimas falsificaciones. En general, el soporte emulsionado inmediata J iLís. En ese sector, en general, se corresponden las medidas, sean las
mente revelará la naturaleza de la pieza. Si el papel fotográfico contenien- i|-lesiones planas o giradas.
do la reproducción de la impresión fue colado sobre otro documento, casi Seleccionado el trecho central, el perito, tomando como referencia una
siempre, al tacto, se reconocerá el procedimiento. Sin embargo, se requiere « i - 'le puntos característicos, trazará un polígono u otra figura que, en el
tomar cuidado en esa verificación, porque la emulsión (película fotográfica) "no tic igualdad de tamaño de las dos impresiones, serán iguales y super-
puede ser descolocada del papel soporte y pegada en el documento, levan- Hilhlus. Si hubiera diferencias de escalas en las reproducciones fotome-
tando la impresión. La película es muy fina, pudiendo escapar a la sensi-l ni ;is, entonces, y aun conservando el mismo aspecto, una será siempre
bilidad táctil en los bordes. Con frecuencia sólo con el auxilio de una lente i\"i que la otra.
se verificará que se trata de un recorte superpuesto. De cualquier manera, En algunos casos, las diferencias de tamaño entre dos impresiones en
a no ser cuando el examen no se procese con el debido cuidado, sin tener en ilioniación, sólo por sí mismas, llevan a un diagnóstico seguro de false-
consideración las posibilidades de este tipo de fraude documental, no sen En otros casos no se presentan con ese carácter decisivo.
difícil reconocer el truco, desenmascarándose el artificio. ('onviene no olvidar la necesidad de que las impresiones en cotejo estén
A través de procesos fotomecánicos se consiguen magníficas reprodiM • u n > del período de contemporaneidad dactiloscópica. Evidentemente, la
clones de impresiones digitales conteniendo todos los pormenores, inclusUfl •i 1 " • H > n digital del adulto, aun conservando sus principales características,
los poros. La mayor o menor perfección depende sólo de la cualidad ilol Ntni del mismo tamaño que las de los chicos. Finalmente, se torna nece-
cliché y de los cuidados con la impresión. •HOMO olvidar las diferencias de tamaño de las impresiones papilares toma-
Conforme lo referido, el mejor material para la toma de la impresi^H fcdexpués de las molestias que provocan el entumecimiento de los dedos,
digital aún es la llamada tinta tipográfica. Por consiguiente, la misma tinta •orno otras condiciones susceptibles de acarrear la reducción de las papi-
es usada en la falsa impresión digital, siendo inútil pesquisar diferencias tfl I ín este particular la dactiloscopia clínica ofrece sugestivos ejemplos.
ese particular. • I'IH lo visto, el estudio comparativo de los tamaños de las impresiones
Para saber si una impresión digital es auténtica o falsa, otros elemenM •otc|<> (patrón y cuestionada) no puede llevar, salvo excepcionalmente, a
deberán ser investigados. En primer lugar se verificará si la impremí Musiones categóricas. Si se correspondieran, ese resultado nada signí-
cuestionada presenta las mismas dimensiones que la auténtica. CualquUB •fu. pues así como dos impresiones auténticas pueden ser iguales, tam-
que haya sido el proceso fotomecánico empleado, siempre podrá aconir. m • In impresión falsa puede ser exactamente del tamaño de la auténtica.
una diferencia de tamaño o grado de ampliación. Mo siendo la igualdad o diferencia de tamaño un factor decisivo, eviden-
Pero en este particular el perito actuará con cautela. Las propias ii ^B| la atención del perito se deberá volcar hacia otros elementos. Estos
siones auténticas tomadas del mismo dedo comparadas entre sí también p| Mli" iT¡in en consonancia con el proceso utilizado en la falsificación de
den presentar dimensiones diferentes, ya sea en conjunto o en alguno» M inti'i .ion digital.
chos. Todo depende de la toma con mayor o menor presión, dcbu ml«.i
•Vft «e vio en otro capítulo que existen diferentes procesos fotomecánicos
recordar tjiu' la qmlrimis es, por naturaleza, elástica. Las impresin fcproilucción de imágenes. En la zincografía (de uso generalizado en
ñas y y,iniiln\< ilnu-nte acusan dimensiones iguales. Por otro l;i<! H) existen dos maneras de confeccionar clichés. En uno los diseños
ñas arrugas piumi 1 ' 1 -'-- ; < > [ i susceptibles de provocar diferencias parcialM i i'«M directamente grabados en las chapas metálicas sin poros, p;ini l:i
tamaño. '• ' •' > l i !
IMPRESIONES DIGITALES EN DOCUMENTOS 465
464 ALGUNOS TIPOS ESPECIALES DE DOCUMENTOS
paso que aquéllos aparecerán esparcidos por igual en toda la extensión del cli-
registran las medias tintas y sí exclusivamente las líneas constitutivas del ché. Naturalmente, en los casos de grabados originales de clichés reticula-
modelo. dos, también pueden aparecer las diferencias de grabación ya mencionadas.
Para reproducir impresiones digitales no se torna necesario el registro de En los clichés litografiados no existen poros de las retículas sustituidas,
las medias tintas. Las crestas papilares del dactilograma aparecen bajo la en sus efectos, por la porosidad natural de la propia piedra. No obstante,
forma de líneas oscuras irregulares, separadas por las llamadas líneas blan- el grabado tipográfico siempre acusa, en ampliación a la luz relativamente
cas (en el intervalo de dos crestas). Como se ve, el dactilograma no pas;i inclinada, el empleo de tinta más o menos espesa, dando la impresión de
en general de una imagen en blanco y negro. Es consecuencia de ello que, relieve, aunque de modo menos acentuado que las llamadas impresiones al
con frecuencia, las impresiones digitales sean reproducidas con clichés de I tallo dulce. Evidentemente este último proceso no se presta para reproducir
línea, impresiones digitales.
Antes de proseguir el estudio de la materia es preciso llamar la atención A través (del fotograbado) se pueden conseguir excelentes reproduccio-
sobre la circunstancia de que existen dificultades intrasferibles para ofrecer j nes de impresiones digitales, así como con offset. Algunas veces, la tarea
en un libro ilustraciones o figuras demostrativas de las diferencias entre las I ile distinguir las impresiones digitales reproducidas de aquéllas tomadas
impresiones digitales falsas y las auténticas. Esto es porque la imagen do directamente de los dedos es ardua y demanda la observación conjunta de
la auténtica debería ser convertida en cliché para la respectiva grabacinn, varios elementos y fallas accidentales, inherentes al proceso mecánico usado
adquiriendo entonces el aspecto de falsa. cu la confección del cliché.
En una reproducción con cliché de línea, los trazos impresos son duro» I No será posible ilustrar en este libro facsímiles de las impresiones fal-
y negros con los bordes bien definidos; no existen los poros, los que común* i RlCicadas a través de ese proceso fotomecánico. Un perito que desea man-
mente aparecen en las impresiones digitales auténticas. Se trata, ademad tenerse alerta y preparado para distinguir impresiones falsas de las auténti-
de un cliché de calidad inferior. Cualquier grabador lo reconoce ü|| j cus, se deberá muñir de álbumes especiales conteniendo facsímiles de
inmediato. Impresiones auténticas, al lado de los que se pueden obtener con los procesos
Otro elemento denunciador de la impresión digital falsa está en el c\ modernos conocidos para la fabricación de clichés.
de grabación, el cual se reconoce por el relieve en el reverso del papel. IjM Reproducciones de impresiones digitales también pueden ser obtenidas
impresiones auténticas nunca mostrarán diseños en relieve en el reverso dM ñor otros medios independientes de la fotografía, como por ejemplo mólde-
la hoja. La presión del dedo no es susceptible de causar ese relieve. I n nlos directos con copias en goma o material plástico. Los odontólogos, en
tanto, la ausencia de relieve no significará, por sí sola, que la impresión > • i Rm trabajos emplean diversos materiales para el armado de moldes de partes
auténtica. Impresiones digitales falsas pueden ser impresas con gnil» • f (Je la boca, inclusive las papilas del velo palatino. Las copias de esos mol-
nes bien reguladas, y existen procesos de fotograbado que no dejan u .> i > < •VK pueden reproducir las papilas digitales y pueden ser utilizadas como cli-
recer esos errores de grabación. i Muchas de ellas son ejecutadas de manera de servir de guantes, sien-
En la zincografía, la segunda manera más frecuente de confección id* i'||t Mo susceptibles de dejar reproducciones latentes de impresiones digitales.
ches, principalmente los de mejor calidad, destinados a registrar la>; un-illl >re se pueden descubrir fallas en las grabaciones hechas por ese pro-
tinta, se recurre al auxilio de un reticulado. Esas retículas, unas m;is I miM PMU, pero conviene estar alertado contra la eventualidad.
y otras más gruesas, por lo general son aplicadas cuando los negai i v «
gráfico* marcan sus poros en los clichés, permitiendo una mejor ilisini ">
11 I.OS LIMITES DE LAS VERIFICACIONES TÉCNICAS DISTINTIVAS DE LAS
de l.i tinta FALSIFICACIONES DE IMPRESIONES DIGITALES
Hxisieti diversos tipos de retículas. Sus efectos, después de la u n í "
drl i ln l i r . |i.r..m ilr:;;ipercibidos a simple vista. Sin embarco, i a\ -.n u.,.ti lin principio será indispensable informar que nuestra experiencia en este
l » a \ i . u . i < 1 • . . u n í n i < > n una ligera ampliación para reconocer );> ¡ hvtnr está casi circunscripta a las pruebas elaboradas en oficinas de
l o s / x ' / c \i Lantfculu Ellos no se confunden con los poros ¿(/(///i > §|bneión, con la gentil colaboración de técnicos de algunas de las j'.iaml<".
de la:, i M .1,1 | > . i | . i l . n < . Los últimos estarán distribuidos invi'.ul.mni m.
466 ALGUNOS TIPOS ESPECIALES DE DOCUMENTOS IMPRESIONES DIGITALES EN DOCUMENTOS 467
impresoras de San Pablo. También tenemos la oportunidad de agradecer legos en los documentos (muchas veces sin los materiales elementales nece-
aquí algunos ejemplares confeccionados por hábiles protéticos (técnicos sarios para la colecta). Impresiones borradas, corridas y defectuosas en
dentales) de esta ciudad. muchos sentidos, se ofrecerían a cada momento. Las impresiones falsas, al
Como caso práctico de falsificación de impresión digital, en Brasil sólo contrario, mostrarían un mejor aspecto, y los documentos en los cuales ellas
se tiene noticia de una, en la cual, dado el proceso utilizado (cliché reticu- apareciesen serían aceptados con menos reservas que aquéllos portadores de
lado) una simple macrofotografía bastó para evidenciar el artificio. impresiones auténticas.
Algunos dactiloscopistas presentan esta casi completa ausencia de casos En las experiencias particulares ya referidas verificamos que casi siem-
concretos como demostración de la infalsificabilidad de las impresiones pir habrá elementos para distinguir las impresiones falsas de las verdaderas,
digitales. Es una idea errónea y peligrosa, de acuerdo con lo referido, con- mundo éstas fueren bien tomadas. Cuando esto no sucediere las dudas sub-
tra la cual cumplimos en reaccionar en defensa de los intereses sociales. .1 .man, pudiendo ocurrir el caso de que un diagnóstico resultara ser peligró-
Evidentemente no se podría esperar, tanto en Brasil como en casi todos lo. Sin embargo, aun en los casos más favorables, el reconocimiento de la
los países, la ocurrencia de numerosos casos de falsificación de impresiones i.il-.rdad de la impresión constituye una tarea que sólo un técnico experimen-
digitales. Ello es porque, en primer lugar, los falsarios no tienen necesidad i - i d t i en cuestiones mecanográficas podrá emprender con éxito. Además,
de hacerlo. En segundo lugar, porque tal como la situación se ofrece en la luí nucdan apartadas las hipótesis de contradicciones en las manifestaciones
actualidad, sólo con dificultad se encontraría una impresión auténtica de otra I - 1 iciales, tal vez en mayor número que las que actualmente se ven en los
persona para servir de modelo. menes de firmas.
La estampación de impresiones digitales en documentos casi está restrin IV »r otro lado, con el uso generalizado de la impresión digital en el docu-
gida a los documentos de identidad, expedidos en general por servicio! io particular, no será difícil obtener un dactilograma auténtico para
públicos autorizados, organizaciones civiles y comerciales de alta idoneidflfl ni'»ido. Y lo peor es que hecho el cliché, fácilmente se forjaría una serie
Fuera de ello, apenas los notarios permiten, en algunos casos, la estampación • I- ilncumentos. La falsificación de grafismos tiene esa ventaja al menos:
de impresiones digitales en lugar de la firma. •Ulit operación tendrá que ser ejecutada aisladamente, obligando al falsario
En el primer caso, los documentos generalmente quedan en poder clr I"•. i nuevo esfuerzo.
portadores, ya que necesitan de ellos para comprobar su identidad. A no l'inalmente, para no entrar en otras consideraciones, será evidente que
ser momentáneamente, es raro que salgan de su guarda. En el sepunln l • miioría de documentos conteniendo una impresión forjada tendrá que ser
caso, la impresión es tomada directamente en presencia del notario, oí n "I •phatla independientemente del examen del propio documento. Pero las
público de responsabilidad definida. Sería difícil concebir la falsifica i"n j'.ráficas, aun cuando fueran falsas, registran los hábitos del falsifica-
de la impresión digital, siendo más común la falsa identidad. liniendo la responsabilidad por la confección fraudulenta.
Pero existen personas, principalmente dactiloscopistas, que juzgan i|U4 Mirn considerados todos los factores favorables y los adversos, se ve que
se debe permitir el uso de impresiones digitales en documentos particnInrH M Impí es iones digitales auténticas en documentos sólo podrían ser aceptadas
en sustitución de la firma. Quiere decir que en lugar de firmar el dotum- n • • 11 iei an tomadas directamente del dedo del portador, por el propio perito
to bastaría poner en él la impresión digital; juzgan asimismo que es;i m i • i nado de verificar la identidad. Si no fuera tomada en el acto, difícil-
garantizaría la autenticidad de los documentos, los que serían mucho I in'.o sabrá si el dactilograma es auténtico o forjado. De igual modo
falsificados. liirwester, trayendo en su abono la experiencia adquirida en su país.
Que ningún legislador, en ningún país, preste oídos a argumeni< > , - 1
naturaleza si realmente desea preservar la tranquilidad social. l'onim < i • '• / t HERENCIA EN EL TERRENO DACTILOSCÓPICO
en que esa 1101111:1 se convierta en ley será un descalabro. A m n
mucho el m i n i n o dr falsificaciones documentales, con d i r i c u l i a d < > n asunten las características dactiloscópicas de padres a hijos? Esa
insalvable.'- pai.i l.i drmnshadón de la falsedad y resol tu-ion dr l,i mili i| • M*r "i ya llegó a la mente de los estudiosos y especialistas de la materia.
N o M ' i . i i l i l n i l i m . i ' - i n . i i < - | ;r.|n-c1i) lie muchos dacülofraiiLii:, ] > u < .!• i- > < Ir lado las posibilidades teóricas admitidas por algunos, delante de
468 ALGUNOS TIPOS ESPECIALES DE DOCUMENTOS IMPRESIONES DIGITALES EN DOCUMENTOS 469
dactilogramas similares de gemelos, todos llegaron a esa conclusión, dado Ambas traen ingredientes grasos para permitir la trasferencia y fijación de
el estado actual de los conocimientos genéticos y dactiloscópicos, aun cuan- lux imágenes en el papel. El grado respectivo de secado variará de acuerdo
do no se pueda pretender el descubrimiento de trazos de herencia lofoscó- ron diversos factores: cantidad de tinta usada en la impresión, naturaleza del
pica. Pero la materia escapa del terreno de la documentoscopia. soporte y condiciones de la guarda del documento. Se torna difícil deter-
inar con precisión la época en que fue puesta la impresión, sobre la base
lusiva de las expansiones grasas.
13. LA IMPRESIÓN DIGITAL DEL VIVO Y DEL MUERTO
Sin embargo, en los papeles comúnmente utilizados en la confección de
Sería importante, en algunos casos, saber si una impresión digital fuá u méritos, aun en el caso de tintas de fuertes constituyentes grasos, des-
estampada en un documento cuando la persona se encontraba viva o algún s de alrededor de dos años finaliza el proceso de secado. Lo difícil será
tiempo después de su muerte. Supóngase por ejemplo que un notario públi- .•rminar si el secado ya se ha completado o continúa. Por tal motivo, el
co es llamado a labrar el testamento de un analfabeto que se encuentra in ito tendría que repetir la operación de reconocimiento de la zona de
extremis. Pero en el acto de tomarlo el testador muere. Bien o mal intr .iirción grasa en lapsos prolongados (mínimo seis meses), para verificar
cionado, el escribano hace que la impresión digital figure en el instrumen •ntinúa progresando o se encuentra paralizado.
¿Sería posible decir, técnicamente, que el testador ya se encontraba muerto No obstante, puede suceder que el documento haya sido confeccionado
En general, en las personas que acaban de fallecer, la impresión digU lentemente, pretendiendo pasar como elaborado muchos años atrás. En
no acusa ninguna diferencia en relación con las que dejaba cuando estn N casos la verificación de que el proceso de secado aún continúa compro-
vivo. Por otro lado, aun en el caso de dedos amputados o de guantes c Ittti.i la antedatación.
dérmicos retirados de los cadáveres, no creemos que el especialista con ¡ > Para verificar el grado de absorción de las grasas en la masa del papel,
empleando las verificaciones técnicas, suficientes elementos demostrad,. > • puede recurrir a los rayos ultravioleta, aunque en algunos casos más
Este problema, focalizado por Brewester en su libro ya citado, tampoM •lirados se aconseja el empleo de los rayos X. De cualquier manera, es
encontró una solución positiva de parte del conceptuoso maestro i m l i . m . . nvestigación delicada que deberá ser acompañada de la fotografía
Es posible, no obstante, que conforme el estado en que se encuentre el i n a t i v a , lo cual resuta de difícil ejecución. Además, los dos proce-
ver, la dactiloscopia clínica pueda apuntar algunos disturbios de las papll i • nicos aquí referidos son aquellos que fueron utilizados en época del
reflejados en el dactilograma, suficientes para un diagnóstico. 1 i ' ' liento de las impresiones tipográficas o de la pintura de los cua-
ti»-
i .iljumos casos, la identificación de marcas de cicatrices superficiales
14. LA DETERMINACIÓN DE LA ÉPOCA DE LA TOMA DE LAS IMPRESIONES
as en impresiones fijadas en documentos tenidos como de variados
DIGITALES
tos períodos, permitirán definir la concomitancia de ellos, así como
Podrá haber un caso en que haya interés en saber cuándo una imp a falsedad de las fechas consignadas en los textos.
digital fue puesta en el documento. Es una materia generalmente i
con la determinación de la edad de la pieza. CONCLUSIÓN
Como ya se dijo y es común, las impresiones digitales son tom
el auxilio de las llamadas tintas tipográficas. Cuando eso no MU > ya se vio, la presencia de impresiones digitales en documen-
'"*npre son utilizadas tintas de sellos a base de anilina. a varios problemas e indagaciones de alto interés judicial. Evi-
'•• las primeras o de las segundas, aparentemente no s u l u 5, no todos fueron focalizados en este capítulo. Muchos tuvieron
del tiempo. Además, las tipográficas, ron ruto rápido, a título de referencia.
' • no son susceptibles de reacciones t|uinn u .ii.i ac|uí de un asunto relativamente nuevo, principalmente para los
ic atraviesan las referid¡is latinos. En la bibliografía especializada apenas encontramos
o menor rapidez de " ''• mi capítulo al respecto en la obra de Mitchell Documento nrnl
468 ALGUNOS TIPOS ESPECIALES DE DOCUMENTOS IMPRESIONES DIGITALES EN DOCUMENTOS 469
dactilogramas similares de gemelos, todos llegaron a esa conclusión, dado Ambas traen ingredientes grasos para permitir la trasferencia y fijación de
el estado actual de los conocimientos genéticos y dactiloscópicos, aun cuan- las imágenes en el papel. El grado respectivo de secado variará de acuerdo
do no se pueda pretender el descubrimiento de trazos de herencia lofoscó- con diversos factores: cantidad de tinta usada en la impresión, naturaleza del
pica. Pero la materia escapa del terreno de la documentoscopia, soporte y condiciones de la guarda del documento. Se torna difícil deter-
minar con precisión la época en que fue puesta la impresión, sobre la base
13. LA IMPRESIÓN DIGITAL DEL VIVO Y DEL MUERTO
exclusiva de las expansiones grasas.
Sin embargo, en los papeles comúnmente utilizados en la confección de
Sería importante, en algunos casos, saber si una impresión digital fue documentos, aun en el caso de tintas de fuertes constituyentes grasos, des-
estampada en un documento cuando la persona se encontraba viva o algún pués de alrededor de dos años finaliza el proceso de secado. Lo difícil será
tiempo después de su muerte. Supóngase por ejemplo que un notario públi- determinar si el secado ya se ha completado o continúa. Por tal motivo, el
co es llamado a labrar el testamento de un analfabeto que se encuentra in perito tendría que repetir la operación de reconocimiento de la zona de
extremis. Pero en el acto de tomarlo el testador muere. Bien o mal inten- absorción grasa en lapsos prolongados (mínimo seis meses), para verificar
cionado, el escribano hace que la impresión digital figure en el instrumento. si continúa progresando o se encuentra paralizado.
¿Sería posible decir, técnicamente, que el testador ya se encontraba muerto? No obstante, puede suceder que el documento haya sido confeccionado
En general, en las personas que acaban de fallecer, la impresión digital recientemente, pretendiendo pasar como elaborado muchos años atrás. En
no acusa ninguna diferencia en relación con las que dejaba cuando estaba rsos casos la verificación de que el proceso de secado aún continúa compro-
vivo. Por otro lado, aun en el caso de dedos amputados o de guantes epi- liará la antedatación.
dérmicos retirados de los cadáveres, no creemos que el especialista consiga, Para verificar el grado de absorción de las grasas en la masa del papel,
empleando las verificaciones técnicas, suficientes elementos demostrativos. se puede recurrir a los rayos ultravioleta, aunque en algunos casos más
Este problema, focalizado por Brewester en su libro ya citado, tampoco delicados se aconseja el empleo de los rayos X. De cualquier manera, es
encontró una solución positiva de parte del conceptuoso maestro indiano. u n a investigación delicada que deberá ser acompañada de la fotografía
Es posible, no obstante, que conforme el estado en que se encuentre el cadíi- ilnnostrativa, lo cual resuta de difícil ejecución. Además, los dos proce-
ver, la dactiloscopia clínica pueda apuntar algunos disturbios de las papilas, NUS técnicos aquí referidos son aquellos que fueron utilizados en época del
reflejados en el dactilograma, suficientes para un diagnóstico. ilrscubrimiento de las impresiones tipográficas o de la pintura de los cua-
CAPÍTULO XXVIII
CARTAS ANÓNIMAS
í/fTRODVCCIÓN
WIMATO
ficarlo no se realizan sobre piezas anónimas. Son escritos apócrifos, sin r) compuestos de recortes impresos o dactilografiados;
duda, pero no participan de la naturaleza de los anónimos. r) ideografiados o diseñados.
Muy frecuentemente, el autor de un escrito anónimo lo suscribe con un Intentaremos ahora clasificar los anónimos en consonancia con el crite-
seudónimo o nombre ficticio. Otras veces forja firmas de enemigos o ter- ii" MUÍS difícil y subjetivo, o sea el de las causas o razones determinantes de
ceros, a quienes desea atribuir la procedencia de las piezas. Aun contenien- I", .mónimos,
do nombres o palabras a guisa de firma, o firmas forjadas de personas cono- lista distinción parece útil no sólo al interés de la investigación, sino
cidas, la pieza no pierde el anonimato. I '.u. i l i jar mejor los rumbos de la responsabilidad criminal. Por ello le con-
Una pieza anónima pues, será toda aquella en que su autor tiene por fin '.¡"'i.nomos un ítem especial.
único y principio rector, esconder o tornar difícil descubrir su identidad.
Todos los escritos anónimos son apócrifos. Pero existen algunos d( •I ( ' 1 I ISAS O RAZONES DE LOS ANONIMATOS
éstos que no participan de la naturaleza de aquéllos, pues a pesar de desc<
nocer a los autores, ello se practica con objetivos distintos de los que detci Son muchos los motivos determinantes en la aparición de anónimos.
minan el anonimato. fc(K:iir¡iremos clasificarlos teniendo en cuenta millares de casos de nuestra
. i" i inicia profesional.
3. ESPECIES DE ANONIMATOS Motivos de orden sentimental inferior, tales como los celos, la envidia,
i • usanza, etc., determinan la aparición de los anónimos. Sin embargo,
Se trata aquí de un mero trabajo de clasificación, dependiente del crit •• MI míos altruistas son también susceptibles de llevar a una persona a
a adoptar. • • ñ u u al anónimo, con el objeto de alertar a amigos y terceros sobre situa-
En relación con las firmas, los documentos anónimos se presentan: "i. i Ulículas o despreciables a las que se hallan expuestos.
a) sin firmas; lili tercer lugar se incluyen los documentos anónimos que los extorsio-
b) firmados con palabras, nombres, apellidos simples o completos, si ¡ u i.iplores envían a sus víctimas.
resultar posible señalar la real identidad, y lín una última categoría están las piezas anónimas escritas para satisfacer
c) con firmas forjadas. t« II.IMOU mórbida, divirtiéndose el autor con los sufrimientos morales que él
En la práctica, raramente aparecen piezas anónimas sin una \r.\\.\\l o nombre, colocados
I M I - I I I ai alcanzan
guisa de a firma. En general,
sus víctimas. Es elexiste
caso predi!>•< -
psicopatológico del anonimato,
ín los tres primeros tipos, cuando se descubren los autores de los anó-
por determinados vocablos o marcas, tales como "Amigo", "X", ekvi i'.. casi siempre se ponen de manifiesto los motivos. En el último caso,
Las piezas anónimas sin firma o firmadas con esas palabras, si-tul r i n k i i t',o, la propia víctima en general tiene dificultades para encontrar
nombres, no ofrecen, desde el punto de vista documentoscópico, p a i i i - "i »h< ii. mu al acto anónimo. Frecuentemente lo conoce mal, no se trata de
ridades diferenciad oras. No sucede lo mismo cuando se trata de mi H-iíilor o no querido; con éí no tiene ninguna fricción personal.
mentó con firma falsificada. i|nr el ataque anónimo?
Para facilitar su designación, los documentos anónimos referidos i '•lilemente, en los casos de cuarta categoría, no existen razones o
an ser denominados: U H « - , M-iios. Por eso mismo algunos estudiosos acostumbran decir que
a) anónimos simples; -i loiivos.
b) anónimos pseudonominados, y ' fados los hechos, se podría establecer una primera clasificación:
c) anónimos forjados o falsificados. u i.i-; anónimas que tienen un determinado objetivo, esto es, que se
En n-lai ion con la naturaleza de los escritos, los documentos u b i i r en su autor un relativo interés en escribirlas;
Si: p i i r . l r i ] p n - M - n l . i i • u tas anónimas en las cuales, aun después del descubrimiento de los
ti) manir.! IDO:, (m cursiva, o caracteres imitativos de leti.i « h r esclarecen los motivos, o aun cuando éstos sean vislumbrados,
b) ••l'il>". i oí tío para llevar a personas normales a escribir cartas anónima';.
474 ALGUNOS TIPOS ESPECIALES DE DOCUMENTOS CARTAS ANÓNIMAS 475
Esta última división tiene un interés jurídico-científico, comenzando a canil1 • ,os resultados y efectos de esas cartas dependen de las reacciones sub-
terizar y distinguir dos tipos de anónimos que exigen tratamientos diversos. IVHS del destinatario. En su gran mayoría no las toman en serio, tirán-
En el primer grupo están los anónimos que tienen un objetivo con proJ ni canasto. Pero otros se sienten extremadamente ofendidos, más, tal
vecho directo o indirecto para el autor. En el segundo grupo, ninguna vl| ,, que si las injurias les fuesen dirigidas con identificación de quien las
taja espera para sí quien escribió y envió la carta. Es el caso típico do un flere. No se conforman con el anonimato y desean, de cualquier modo,
maniático, que algunos especialistas consideran psicosis específica, den» > M I I 'iihrir el origen de los cobardes ataques.
nada anonimografía. 1 Algunas víctimas llegan a quedar asustadas al verificar que hechos o
Al perito de documentos no le interesa saber si se trata de una molcRltf •Mtccimientos del pasado, que juzgaban totalmente desconocidos, o por lo
mental específica o de una simple manifestación de otros disturbios, f'.itf ••líos olvidados, están relatados por el escritor anónimo. El recelo de que
es un problema para el psiquiatra, aunque la observación práctica de •piliiii ser divulgados trayéndoles oprobio y vergüenza, los llevan a la
rosos casos lleve a creer que la anonimografía no pasa de una gesticuluoifl ••apuración y algunas veces al suicidio.
excesiva, determinada por impulsos incontrolables, tal como sucede cu U I u vimos, en nuestra actividad profesional, un curioso caso en el que el
graforrea. Constituiría apenas una manifestación exterior de disluiltlfl Mlnr anónimo pretendía matar a su víctima con el uso exclusivo de sus
mental, cuyo diagnóstico no compete al perito. Hvndas cartas. Conociendo el delicado estado de salud del destinatario,
Naturalmente, más adelante serán estudiados algunos de los \.\> •Ur por prescripción médica debía permanecer en completo reposo y res-
comunes a la anonimografía. Sólo se desea resaltar aquí la necesklml >ll << lo de problemas morales susceptibles de acarrear la muerte, el relator
distinguir los casos de anónimos. No son todos de la misma naturnlM mino hacía llegar a conocimiento del doliente aquellos acontecimientos
Si las anonimografías se encuadran en los anónimos, muchos de éstos un H \i - i . i eran los que más profundamente lo impresionaban.
confunden con aquéllas. Y es indispensable esta distinción inicial, ]»>füfl \'\\i .segunda categoría están las cartas anónimas, por cuyo intermedio
numerosos especialistas fueron inducidos a analizar cartas anónimas i • • na denigrar la reputación de una persona. Aquí las referencias infa-
cinados por los aspectos psicopatológicos de algunos casos, acataron .1. .1 inii .011 llevadas a conocimiento de terceros. Es la difamación o cam-
candóse a su estudio, denominando anónimograj'os a sus autores. D|l • i amatoria intentada anónimamente.
surgieron discípulos y grafotécnicos tratando los anónimos como I n ii-rcera clase alcanza los casos dictados con fines altruistas. En
resultasen de obras de locos o maníacos. •ION casos la lectura del anónimo no deja dudas en cuanto a la sinceridad
»".. uior, notándose la ausencia de propósitos de injuriar o calumniar,
5. OBJETIVOS DE LOS ANONIMATOS l< '--e lie manifiesto el deseo de hacer llegar a conocimiento del des-
•Mniio un hecho sobre el cual debe ser alertado. A veces, sin embargo,
Los escritos anónimos pueden servir como medio para consi-pn • u 11 saber si el escritor actuó bajo un impulso superior. Supóngase
a) ofender o provocar una grave situación de violencia moral .1 'i M ilr una carta anónima dirigida a un amigo denunciando la infidelidad
natario; I) fiposa. ¿Estaría el autor de la carta sólo conmovido o habría sido lle-
b) denigrar la reputación de terceros; |flla denuncia para satisfacer un mórbido sentimiento personal?
c) avisar a alguien de la ocurrencia de hechos a fin de qm- Bfl r I ii i.i cuarta clase figura una categoría de anónimos que se escapa un
salvo de situaciones ridiculas; Mt los cuadros anteriores. En los regímenes dictatoriales o en los
d) denunciar o relatar Irregularidades o crímenes, y i nortes en que no se permite la libre manifestación del pensamien-
e) hacei llegar a conocimiento de la o las víctimas las orden--, < • ¡ •«"• i . ••. veces denuncias de graves irregularidades administrativas o per-
dones de los cxiorsionadores. llliiiics personales son realizadas a través de anónimos. Lo mismo
l-.l | ti u 11.-1 , .i'.o es aquel en que el autor del escrito anónimo pnu \r o pn.w.. ar un grave i. idaño •i;i moral a lademocráticos,
en países víctima, dirigiónili-l-
debido a,1,la situación del denunciante,
le represalias en caso de que su identidad fuera conocida.
exclusivaiin n i ' l . i . uiisivns. lilemente el autor o autores de esas denuncias anónimas no son
ALGUNOS TIPOS ESPECIALES DE DOCUMENTOS CARTAS ANÓNIMAS 477
is dignas de admiración y elogios. Sin embargo, no deben ser con- • l" líos anónimos. Conforme lo referido, las cartas anónimas provocan, en
|os viles agresores morales, por cuanto no se puede exigir de todos un ai, un profundo disgusto en la víctima, que es mayor justamente por
tamiento que coloque en peligro sus medios de subsistencia y la inir li .1 onocer el origen de los ataques. No es sin razón que muchos escritores
Ide su familia. uN denominan cartas venenosas. En realidad, trasforman a la víctima en
se trata de hacer la apología del anonimato. Pero continúa siendo Un enfermo, una persona envenenada o amargada. Este drama íntimo es
opinión que, siempre que la carta anónima no derive en el terreno de ilil H I | de ser imaginado y aceptado. Muchas víctimas no ven otra salida a
frias personales, sino que se esfuerce en exponer datos, cabrá siempre •i sufrimientos morales que el suicidio.
providencia preliminar indagar sobre la procedencia o no de • De ahí la dificultad del perito al procurar disuadir a la víctima de tomar
e Principio inhumano se considera, como ocurrió tantas veces, el ictitud violenta, o de iniciar un proceso susceptible de provocar un
jo de descubrir e identificar al autor de los anónimos, conelobjei» di kn'rtiulnlo. El perito debe recordar siempre que está tratando con un enfer-
jrlo por no haber firmado lo que escribió; el ignominioso crimen del IIK - intoxicado por el veneno destilado por las cartas. Esta primera fase es
wto, las más de las veces sólo existente en las mentes asustadas d de cura, procurando el perito trasformarse en médico.
jes que usufructúan ilícitamente situaciones ventajosas o viven Siempre que una víctima nos convoca pidiendo el examen gráfico com-
crímenes más graves. Btivo o diligencias para descubrir e identificar al autor, inicialmente inda-
|ro tipo de cartas anónimas a ser catalogadas dentro de la misma C!«M DS a quién van dirigidas las cartas. Si fuera a ella exclusivamente, no
i las misivas dirigidas a las autoridades administrativas, principuluioM Jo noticias de que terceros supieran siquiera de su existencia, sabemos
nales, siempre que ocurren crímenes de repercusión y hasta peqi i'iu'ial cómo actuar. Pedimos aguardar la llegada de una próxima carta,
¡Cuántas falsas confesiones se hacen en las cartas anónimas! i-iisi siempre, no habiendo reacción, otra misiva anónima es enviada.
le eso, ¡cuántas delaciones y pistas! El detectar de manera an< >n ' u,míos entonces que en esa oportunidad se actúe con cuidado, de modo
tuye una plaga. Sin embargo, dentro del elevado número de ctt 0 impregnar el papel con las propias impresiones digitales. En general,
|lor que se reciben, aparecen algunas conteniendo preciosos datos Unios los consultores concordaron con esa sugestión. Procuramos, des-
>rtunidades conducen a la dilucidación del crimen. Una de j . i • • > • n conversación con el mismo, enterarlo respecto de la psicología del
de un buen delegado de policía es la de no perder mucho tiempo i.iio, mostrándole cuántas víctimas existen. Realmente, esos pape-
llaboración anónima, pero aprovechando las informaciones vcul.uli'iii ni transitan diariamente por el correo de toda gran ciudad, dirigidos a
los crímenes fueron develados a través de delaciones anónimas, htf i!e personas.
radas por astutas autoridades policiales. 1 u n-iR-ral no nos tomamos el trabajo de cotejar los escritos de la per-
/identemente las cartas de los extorsionadores colocadas en rl • . - i 1 " l<i víctima juzga autora de las cartas. Colocamos las piezas en un
|, escapan del tipo de anónimo común. No tienen por objuí» nh mi* • < i'i-cial y aguardamos los acontecimientos. Con frecuencia, las víc-
o delatar un crimen. Tienen una finalidad definida: la di-11.« ni M(|uiera retornan para conocer la conclusión pericial. Raras veces
strucciones del extorsionador o raptor, que procura conserva i vt ii para declarar que ya no tienen interés en la solución del caso. En
Naturalmente son piezas anónimas sin las caracterísin .1 - i h . i i'.ibjnete documentoscópíco existe un archivo especial para cartas
i • </c-apreciadas. Son decenas de millares, pues siempre que es
l'l- i (Hiramos del poder de las víctimas las cartas que recibieron. Esto
i . i .i|Mesurar la cura, o sea el olvido. Como promedio, las consultas
ii'i venir en casos en que quedaron bien marcadas las perversiones sexuales,
-io podríamos citar también otros en que la manía alcanzó a personas de
10. LAS "ANONIMOGRAFÍAS"
ilii sexual normal, por lo menos aparentemente, pues se trataba de hombres
La reiteración, según se ha dicho, es uno de los requisitos de la 1 ..idos y con muchos hijos.
mografía, y ello obedece a que el maníaco procura apenas la satisfacción (l| Otros pormenores de las anonimografías interesarán más al psiquiatra
un mórbido placer, consistente en imaginar los sufrimientos morales de U e al grafotécnico. Nos limitamos aquí a consignar los datos que puedan
víctima. trfer a la investigación de su autoría, determinando el modo de actuar del
Será difícil calcular la capacidad de producción de uno de esos enfenqfl 'i ilo.
mentales. Centenas de cartas son comunes en un mismo caso y a l j - i m . lis tiempo ahora de considerar los aspectos periciales del problema.
veces aparecen millares. En un caso de nuestra experiencia personal, niiUft
anónimas llegaron a ser dirigidas a todos los suscriptores de la lista K'llfl
11 NORMAS PERICIALES
nica de San Pablo. En otro, para producir una mayor cantidad, utili/ufJ
un mimeógrafo, y procuraron montar una pequeña oficina tipográfica, j < '< informe ya lo referimos, las cartas anónimas se pueden ofrecer escritas
Los contenidos de las cartas de los anónimograj'os varían bástanlo, | nimio, dactilografiadas o compuestas de recortes. Son los tipos más
veces descubren hechos escabrosos del pasado de la víctima. Las cofl fommies, aunque otras se presenten mecanografiadas, tipografiadas o meca-
entonces, pasan y repasan sobre el asunto. Otras veces, sin embargo, üfl tínt'.iiiliadas y diseñadas.
neran en la más abyecta cacografía. Más tarde, con sorpresa, al descul I ir acuerdo con el tipo de la escritura se orientará la pericia.
el autor de los papeluchos se verifica que han sido escritos por una pefrf l'.n general, en los casos de anonimatos se pide al perito la identificación
de perfecta educación moral. ll» MI aulor. Es evidente que la pericia de un manuscrito no puede seguir
Algunos estudiosos encuentran que la anonimografía es contiigH ' ñas referentes a los textos dactilografiados. Cada uno tiene sus
En cierto sentido nuestra experiencia profesional así lo confirma. U* i - i ' l i específicas, aun cuando los principios generales de identificación
mente, en varios casos de esa naturaleza, descubrimos más de un aulor,« Wli'iiien a todas.
menos la colaboración de diversas personas. El mórbido plací-1 Tu piimer lugar se consideran las piezas anónimas en que aparecen gra-
nimógrafo aumenta cuando puede comentar los éxitos de sus cartas ver • u ir.inarios de cualquier parte del cuerpo humano, manos, pies, boca,
sas. i.i
Otros sustentan que la anonimografía posee un carácter epi.r u Aquí la pericia gráfica comparativa obedece a las normas establecidas
Aun aquí encontramos una confirmación en nuestra experiencia pi "i< •. • 'Irimilinación de la autoría (cap. XVI). Desde el punto de vista gra-
Por eso mismo siempre se deberá rodear con cuidados especié i' ". no hay nada más que agregar. Sin embargo, conviene tener en
ción de esos casos. i- i.u ion circunstancias especiales a los escritos anónimos.
Otra afirmación de algunos especialistas es la de que el an I n (entónente, una de las mayores preocupaciones de quien se propone
muchas veces, adquiere lo que se da en llamar un segundo • i i i ' M < n í a s anónimas, es la de no dejar entrever su identidad. Por ese
escritura, es decir un grafismo para uso exclusivo de las pic/..i 1 ' M- empeña en el disfraz, de la manera más efectiva que imagina.
muy distinto en sus características de sus escritos habituales, i • ' • • M i ' i r i K l i í entonces que el disfraz sea considerado una parte integrante
lo hemos comprobado en la práctica, aunque en forma exivpi n.n .1 ' li un .ivas anónimas.
Todavía no podemos concordar con la opinión de que l;i un. MU. l u i s criterios de disfraz gráfico son los adoptados: cambios de incli-
nace ti- anoimalidades déla vida sexual. En general rsh- •lií formas de las letras, deformaciones, o bien utilización de letras
son liei nenie'. l;i', anonimografías en los conglomerados huí» flwmu Algunas veces se escribe con la mano izquierda, con la boca o
nen por I K > M I I . I l . i .i1v;imeneia sexual, justificando la use.veíai i.>u • H I |.|, .
tiUiyen un.i e•.]!( i i. •!•• ¡xtienle de virginidad. Tuvimo I I M M Í ; casos de cartas anónimas sin disfraz. Se producen c u m u l o
482 ALGUNOS TIPOS ESPECIALES DE DOCUMENTOS CARTAS ANÓNIMAS 483
alguien, sin conocer la naturaleza de las cartas, se ofrece a escribirlas, prin- para la resolución de autoría de escritos anónimos. La publicidad debe ser
cipalmente a escribir los sobres. evitada, pero difícilmente los procesos de esa naturaleza se desenvuelven en
Con frecuencia el autor de las piezas anónimas desea que sean atribuidla absoluto sigilo. Los que fueran sospechados vendrían a saber de eso, con
a otras personas. De ahí la aparición de cartas anónimas con firmas falsas los consecuentes resentimientos y animosidades, agravando el ambiente de
Quieren con eso dar mayor viso de veracidad, o perjudicar a la persona cuya inquietud social.
firma fue falsificada. La investigación debe ser llevada a cabo con el máximo sigilo. Deberá
Es de notar que en los casos de firmas falsas en cartas anónimas, el tru- HIT presidida por un técnico conocedor de la psicología del anonimato y
bajo del imitador, en general, no es cuidadoso, escapando al tipo de firmas «insciente de sus deberes sociales. Cuando fuera posible el procesamiento
forjadas para otros fines. de haría al margen de los actos oficiales, justificándose sólo la injerencia for-
mal del poder público en situaciones delicadas y excepcionales.
En la práctica, las propias víctimas comprenden la necesidad de no
12. GRADO DE ÉXITO DE LA PERICIA
•yantar falsas imputaciones a la ligera. Sin embargo, en algunos casos
De acuerdo con lo referido la pericia de las cartas anónimas manuscritl anticipadamente tan convencidos de la responsabilidad de alguien
obedece a los principios de la identificación de los grafismos, con c no consiguen guardar el secreto.
lidad en aquéllos resultantes del disfraz. En la generalidad de los casos, no obstante, aun desconfiando de una u
En general no se trata de una pericia difícil o ingrata en las probabilidí persona, la víctima no tiene coraje de manifestarle directamente sus sos-
des de alcanzarse un resultado seguro. Casi siempre las piezas son larj ir» has, y prefiere obtener primero el pronunciamiento del técnico.
y seriadas. S( >bre este particular muchos grafólogos son consultados. Esto es peli-
Sin embargo, los errores son comunes en la identificación gráfica de ui i".". principalmente en Brasil, donde la grafología, a no ser excepcional-
tas anónimas. ¿Por qué y cómo conciliarios con la afirmación antci n -. aún no es ejercida con la indispensable seriedad científica. Además,
que se trata de una pericia relativamente fácil? A HNimto no es de la competencia del grafólogo, poco afecto a los grafismos
En esos exámenes se presenta una circunstancia que explica innmm miniados adrede e imitados, los que son apartados en general de sus estu-
bles errores. En su casi totalidad la pericia tiene que ser ejecutada en c< )R y preocupaciones. Naturalmente, con estas reservas, no se excluye la
diciones ingratas. Y conforme se verá más adelante, el perito es f<" sis de un grafólogo que se especialice también en el asunto, o sea real-
sujetarse a esas condiciones, no pudiendo hacer nada para suavizarla.-. competente y honesto para efectuar comparaciones gráficas destina-
En la vida real, uno de los mayores males de los anonimatos, no con • il ¡nitor de escritos anónimos.
sólo en la ofensa o la conmoción moral del ofendido o víctima. Ésta Bltregando el caso al estudio de un competente grafotécnico, en general
una tragedia íntima que, en algunos casos, puede llevar a la deses|> n i n a indica determinadas personas como sospechosas de la autoría,
y hasta al suicidio. Pero en la práctica, uno de los más graves |>< llj •-n-inpre los señalados son enemigos declarados de la víctima. Difí-
depende de la falsa imputación. La rebelión de alguien inoceni< ni r las sospechas se confirman. Muy raramente las cartas anónimas
señalado como autor de cartas anónimas es más que comprensible; r •' i iias por enemigos declarados. Éstos no son anónimos.
na y justa. 1 ' nalquier manera, señalando a un enemigo u otra persona cualquiera
Con frecuencia resultan agresiones y escenas violentas de esas posible autor, la víctima trasmite al perito escritos auténticos de esos
ciones. Muchas veces basta que una persona sepa que otra la jn i - ii" .os, a fin de que sirvan de elementos de confrontación. Algunas
de escribir rartas anónimas para que se rompan largas y valiosa:. .1 i - ' i-airones son extensos, pero otras veces se restringen a palabras o
:>r |n-n Mu- |xu ahí la cautela a adoptar en las investigación!. • • inseguidas a costa de los más variados procedimientos.
que nadir vcn^a a saber que fuera sospechado como uno de su- • |in <-siá la mayor dificultad de esa pericia, y el perito se tiene que con-
autoiv;. i i . r . i . i 1.1 i i n . l i resolución del caso. l'on «-¡os patrones, en la imposibilidad de conseguir otros más adecúa-
Por eso "i" ' i i'1''-' la instauración de una investigai i < m
484 ALGUNOS TIPOS ESPECIALES DE DOCUMENTOS
CARTAS ANÓNIMAS 485
Aun en los casos en que la víctima consiguiera numerosas piezas para
el cotejo, en general, las condiciones grafotécnicas de examen no son satis- Por lo tanto, cuando el perito identifica al autor de una o más cartas anó-
factorias. Eso porque difícilmente se encontrarán palabras homógrafas. las en un trabajo preliminar de investigación reservada, no se podrá cri-
Cuando mucho, seis o siete vocablos. De esta manera, en lugar de estudiar IH .n lo o censurarlo, si en el futuro aparecieran nuevas pruebas que demos-
gestos en secuencias homogéneas, se ve forzado a proceder a comparaciones 11 .u .111 su error. A ese perito siempre se debería asegurar la oportunidad de
aisladas de letras. completar su trabajo, a través de comparaciones con el material gráfico con-
iCKuido adrede.
Naturalmente, la pericia puede ser realizada, y en algunos casos llegar
a arrojar resultados concluyentes y desprovistos de error. Ese trabajo, sin Curiosamente, también deberá proceder con cautela el grafotécnico, si
embargo, deberá ser efectuado por un especialista competente y experimen- PII determinado caso dispusiera apenas de material gráfico expresamente
tado. Es preciso saber seleccionar los elementos de comparación, para que ti miado para el cotejo. No conociendo el grafismo corriente del sospechó-
la pericia no quede resumida al estudio comparativo de formas aisladas, lil lo, se podrá encontrar en presencia de dos grafismos disfrazados, tornando
especialista necesita saber apreciar las cualidades generales, partiendo con ni larca sumamente ardua y pasible de conducirlo a un error.
frecuencia de caracteres heterodoxos. Es tarea difícil y llena de embosca- Sin embargo, si en el caso de cartas anónimas relativamente largas el
pri ito dispusiera de abundante escritura, producida independientemente del
das.
Todo eso, ya se dijo, no implica decir que la pericia esté imposibilitada i o, y además de eso la persona sospechosa se coloca a su disposición, pro-
de llegar a resultados categóricos. Pero éstos son excepcionales, depen- V0yrndo material gráfico de cotejo, y aun así sobreviniera un error pericial,
diendo mucho de las condiciones especiales del caso. >sa es cierta: la pericia no fue conducida por un perito competente.
Evidentemente la capacidad de simulación gráfica varía de un escritor
a otro. Unos la poseen en alto grado, otros no. En general los escriioies I * IA PERICIA DE CARTAS ANÓNIMAS CON FRASES IMITANDO LETRAS DE
más evolucionados son mejores disimuladores, observándose mayor iru-;m.i FORMA
cidad en ese particular en los escritores primarios. Es natural que así sea,
Los últimos, conociendo mal las formas gráficas que utilizan, diflcilmmii \ na de las formas comunes de disfraz en caso de cartas anónimas con-
encontrarían otras para sustituirlas cuando intentasen un disfraz. Por 019 •llo fu la utilización de caracteres imitativos de las formas tipográficas o las
ILuu.iil.is letras de imprenta.
mismo en algunas pericias, errores ortográficos, semejanzas y diferem u . < i .
formas, pueden constituir elementos para la positividad o negatividad do 1| lín esos casos la pericia gráfica comparativa ofrecerá siempre mayor
i ' i •• ulliul, no en lo que hace a las comparaciones, sino en lo que se refiere
identificación gráfica.
« I» . i,-, i ion de los patrones adecuados.
De cualquier manera, a no ser cuando se declaren conclusiones poi < n. i
nía de cualquier posibilidad de error, nosotros creemos que en la fase J« U Evidentemente, para la comparación con escrituras reproduciendo carac-
investigación reservada, cualquier pronunciamiento deberá ser siempn- iwl 111»(gráficos, el técnico desearía disponer de escritos de la misma natu-
bido con reserva. La conclusión final, esto es, la última palabra del le. m- u - "lignarios del puño de la persona sospechosa. Obteniendo esos ele-
será dada cuando el señalado autor aporte material adecuado y s u l » n itl <le confrontación la pericia comparativa sería relativamente simple,
para el cotejo. fchln lemlo las normas generales que presiden las identificaciones gráficas.
En general no apreciamos los patrones gráficos expresamente o l í * '•ni rmhnrgo, en la práctica, raramente el perito consigue esas piezas,
p¡ira el estudio. Preferimos, siempre que sea posible, escrituras ¡ m u l l í , i > l > n i| Mímente en las investigaciones de naturaleza privada, en la fase pre-
• ilel examen.
independienlemcnte del caso. Pero en relación con las cartas u i u m n u > .
| K ) ( l c n n » ' , pie'.i i ni t ir de ese material, y esto es porque sólo con < I " ''" .iriupre es fácil obtener escritura cursiva de determinada persona.
repnnlm n l i > • . lo . > .u.u teres homógrafos. Es preciso recordar i | n < i I' n imaginar entonces las dificultades para conseguir caracteres en
i . t u i nía.
de maten,il M i | i l r m r n i . u i o , ¡mes los escritos realizados i n ü e p e m l i r n i . ñu ni
del ca.'.n l i i i - i i > n r *.,11 n ni.utos con anterioridad. i ii l.i mayoría de los casos, el perito se ve forzado a proseguir con el
.111 esos patrones.
486 ALGUNOS TIPOS ESPECIALES DE DOCUMENTOS CARTAS ANÓNIMAS 487
periódicos y revistas) los tornan bien familiares a casi todos, iu< i • K i "iles son retirados de periódicos y revistas. Las
analfabetos. En esas condiciones, la alegación de dcscoimt n> .nl.is y recortadas pegándose una enseguida de la otra
incapacidad en reproducir caracteres tipográficos no pasa de mero i i'M'tnididn redacción. Con frecuencia, no contando con
En los casos de anonimografía, según lo referido, muchas v »iii|Miiv;tas con grupos, o bien letra por letra.
nimógrafo llega a adquirir un segundo grafismo, con caracu-i [M t • i- IM. .na i;ura fácil descubrir al autor de misivas de esa
tos distintos de los de su escritura habitual. En la mayoría ilr !• ni i . de un problema de investigación policial quepro-
seguiulo grafisiiu) es una composición de letras tipogrítfii M-. •, I I . 1 « ontribución del técnico en esos casos no siempre es
maiu-ia (Ir a i l i | m i i i mayor velocidad.
Las riiit.r; r\ti>is¡vas acostumbran aparecer lanío i-n I .nixilio del perito, se descubren los periódicos,
letras ilr 1 ..... t.i I ín osos tipos de anónimos la preocuparn-n <l i « n rl i r m i i c i i t c para los recortes, aportando datos
ficoes intnr.a !•••, i.ipioivs no quieren dejar una pista >;u .. | > i i ' i pi'lu i.il lín la composición de palabras y
i. t í o - ( . i l n o . >|ur mucho ayudarán a descubrir a ! < > - . ivs
brir sus i
CARTAS ANÓNIMAS 489
488 ALGUNOS TIPOS ESPECIALES DE DOCUMENTOS
iij'iiales ent misivas anónimas, pensando que con ese medio se
ponsables. Otras veces el examen de las colas de pegar o dr I, i i i .niior. Em centenas de casos de nuestra experiencia profesio-
impresas en ella, principalmente líneas digitales, podrá ser t u m l n . unos un únic:o ejemplo en que la identidad fuese descubierta y
tante para la pretendida identificación. En fin, aun cuando no • \- iln i naves de la impresión digital. Además, investigando millares
esperar mucho de la colaboración del técnico, en casos de esa ii.iim .ii> - i-"cus veces ase consigue revelar un fragmento de impresión en
piezas siempre deben ser encaminadas a él. Puede aconten-i « i i - . u . i ul trub»ajo dé identificación dactiloscópica.
experiencia y los recursos que la documentoscopia le proporción i < • ' 'i le, con el uso de polvos magnéticos y principalmente con la
de descubrir hechos importantes que pasarían desapercibidos a tm ñu ninlivdrin spray, han sido obtenidos muchos resultados posi-
i i n n - i i i ü cuando los exámenes son próximos a la producción de
16. IMPRESIONES DIGITALES EN CARTAS ANÓNIMAS
"•I.míos la minhydrin spray producida por Sirchie Finger Print
Mucha gente tiene la ilusión de que a través de posible-, mu
digitales dejadas en el pape!, se consiga descubrir e identilii :n «i > < n
misivas anónimas.
Ciertamente siempre será posible el levantamiento de impic'.n Hí- i i i MKNTOSS A SER CONSIDERADOS
tales dejadas sobre hojas de papel. Existen numerosos pío. • • • i ilu, lucirá de los resultados de las comparaciones gráficas,
para esos levantamientos. En general, consisten en somcín 1.1 ( . i mío '•! estudio del grafismo en sí, otros elementos pueden ser
acción de los vapores de yodo o de ácido ósmico, en rccipirnir . . |... u i ' i ' - i . i n ó n en caso de una investigación técnica para la deter-
creados por algunos investigadores. i i iu i (.na cde cartas anónimas.
Pero en la práctica se verifica que, a menos que se iraír < i > \> >i .. valiosas indicaciones son obtenidas de los exámenes del
superficie brillante, con un buen encolado, y que el dedo inu'ji • i > " H i . de; los instrumentos gráficos, de las tintas de escribir,
ción exagerada, raramente se consigue levantar una buena i i n p i < In I.1SJJOMC5S, cortes, manchas u otras marcas existentes en los
mentó de impresión digital sobre el papel, cualquiera que sea H i
nico utilizado para ese levantamiento. Sucede con míis In • " U " lili Miii}',ú-n investigador dejará de prestar atención especial al
encuentro de marcas dejadas por los dedos refregados, sin nin i «le las piezas anónimas. El disfraz, en este particular, tie-
lidad de identificación dactiloscópica. ' i "M.ii nenie considerado, pero con frecuencia subsisten
Por último, cabe considerar que si se consiguiera levanUí H i .uios estilísticos y de redacción, que por sí solos permi-
digital o un fragmento susceptible de identificación, aun aM i ' K i «le la autoría de las piezas anónimas. En la mayoría
sable descubrir primero al posible autor. Porque con un:i un i M U ! i.can modificaciones acentuadas en las fórmulas esti-
digital será prácticamente imposible pesquisar en los archm >s • l ^y ello por las dificultades naturales que presenta esa
eos comunes organizados por el sistema decadactilar. l ; n ni- 1111 fícil para una persona apartarse totalmente de su esti-
monodactilares la búsqueda sería inútil, pues contienen ¡ipn i ,i i > i "< i.i-i e idiosincrasia de redacción.
los criminales reincidentes. ' • i' I I enguaje como medio de identificación Osborn reco-
Cuando se sospecha de alguien, sólo tomándole las impn- i • i«5n, entre otros, a los siguientes puntos.
se podría d i r i m i r l a sospecha. Ahora bien, lo difícil en In . ¡ i f) I mos técnicos y su significado; 2) referencias a per-
matos es jusiamunte sospechar quién sería el probable ;mioi mes; 3) masculinidad y femineidad; 4) esencia de la
esa sospecha pui-den sur utilizados varios medios de ÍMVI-M i i - i 'lo la comunicación; ó) histeria, incoherencia o insa-
ficar su |)ii> ( rd u, u En general, el examen gráfico comp-. i" i l«fensa o auto-justificación; 9) enojo, despecho, anti-
medio m.r; t.u i l J M I . I ,il- ;m/ar ese fin. lt>) sugestiones, consejos, amenazas, pedidos.
líu esas i o m l t u - ' . . oí la práctica, parece i m 1 ' i
490 ALGUNOS TIPOS ESPECIALES DE DOCUMENTOS CARTAS ANÓNIMAS 491
—Retórica, composición y lenguaje: 1) tono; 2) figuras de redacción; mientos y las malas palabras. Y a cubierto del anonimato esos pensamien-
3) orden de las afirmaciones; 4) conexión lógica; 5) climax y énfasis; 6) tos y palabras pasan al papel.
manera de establecer los hechos e interferencias; 7) continuidad; 8) exage-
raciones o restricciones; 9) elección de palabras; 10} elección de adjetivos; 18. LA CONFESIÓN EN LOS CASOS DE ANONIMATOS
U) localización y frecuencia de los modificadores; 12) estilo débil o fuerte;
73) forma directa o indirecta de expresión; 14) personal o impersonal; 15) Algunos estudiosos acostumbran a decir que los autores de cartas anó-
sentencias cortas o largas; 16) idiomas; 17) estilo original o convencional; nimas nunca confiesan.
18) cortes o brusco; 79) dictatorial u obsequioso; 20) educado o iletrado; Para nosotros es una generalización muy amplia. Sería más correcto
21) refinado; 22) florido o simple; 23) vulgar, profano o elegante; 24) for- ilmr que, en general, los autores de cartas anónimas no confiesan.
En algunos casos de esa naturaleza obtuvimos la confesión de sus auto-
ma extranjera.
—Errores:!) ortografía;2) mayúsculas;3) puntuación;4) párrafos;J) j res, aunque ello se verificó cuando las cartas no estaban redactadas en tér-
títulos; 6) persona gramatical; 7) número; 8) caso; 9) pronombre y ante- minos cacográficos o pornográficos. Sin embargo, aun en ciertos casos de
cedente; 70) verbo y sujeto; 77) tiempo; 12) voz; 13) posesivos; 14) oml» ; fnonimografía, la confesión de los autores vino indirectamente a través de
siones; 15) interlineación; 16) rasuras; 17) repeticiones; 18) hechos y iiuliscreciones dependientes de la exaltación de sus sentimientos enfermizos
(Hi'vocados a propósito.
reglas. l'cro lo común no es conseguir la confesión en casos de anonimatos, y
Las ref rendas citadas son meramente ejemplificad oras, pues todo1, i"
maneirismos de redacción y estilísticos necesitan recibir un análisis cuida» LÉflnu ¡pálmente en los de anonímografías. Muchas veces los autores fueron
doso. En muchos casos de nuestra experiencia personal, encontrami* Htiptrnclidos infraganti con el dedo sucio de tinta. Aun así, negaron el
misivas anónimas, repeticiones de sentencias y proverbios comúnmente uifr • . y con el curso del tiempo llegaron realmente a olvidar que un día
dos por el mismo escritor en sus documentos y cartas. Es una curioHiilifl "-•irron cartas anónimas.
a anotar, pues con la preocupación del disfraz no serían de esperar esas rtpÉ I'.KÜS negativas, a nuestro entender, no deben ser interpretadas como una
liciones. No obstante, se debe tener cuidado con esas coincidencias y» ({• i •".ilición de un espíritu empedernido, insensible al remordimiento. Al
pueden haber sido incluidas a propósito, para imputar la autoría a un im > i" IMII u, tal vez sea un resquicio de pudor, no queriendo admitir la capaci-
Por otro lado, en la parte relativa al estilo y redacción, no deben pMl rsuibir cosas inmundas y repugnantes.
mucho los llamados argumentos de incompatibilidad moral. La m;w lo presenta una de las situaciones delicadas en la pericia de cartas anó-
las cartas anónimas contienen expresiones y términos, que llegan \\* ticmpre habrá una negativa, o sea una oposición al pronunciamiento
enrojecer al lector. Muchas veces se esmeran en la descripción de e« »l l-< mu citándolos autores son identificados. El verdadero culpable tien-
pornográficas y en el relato de hechos escabrosos de tal modo, qn i'ic a negar y a mantenerse en esa negativa, asumiendo con frecuen-
podría decir que la cacografía y la pornografía constituyen elemnii- • > ' i i u l c s violentas. Otras veces prefieren el suicidio a la confesión.
lili. mhargo, es natural que se comprenda también la rebelión del ino-
grantes de las cartas anónimas.
En las investigaciones, cuando las sospechas recaen sobre drin i I, i puntado como autor de cartas anónimas a través de una errónea con-
personas, frecuentemente se alega su improcedencia ante la form:u i |ftii |wi u iul. No puede, lógicamente, confesar la autoría de un acto abe-
y religiosa de los sospechosos. En algunos casos, clifíenmeiiM 1 t. \\\w iqmgna a su formación moral y religiosa, cuando nadie más que
concebir que una doncella criada en el más puro ambiente familiar, dK I» tu i imciencia de no haberlo cometido.
ra los li-iininos y expresiones utilizados en las cartas. H n. r,inv;i deberá ser esperada siempre, no pudiendo ser interpretada
Nn i > l > . i . u i i r , l.i experiencia demuestra la falibilidad de < - ni i-ii contra de la autoría.
Es tli' in uní,u «pío en los casos óeanonimografta, las. determinin i
deccn ¡i n i i | M i l . . . . . nlcnuos, muchas veces ligados ;a compl*-|"
sexii;iliv. Se n ' i M | N i-l ili<|iir dentro del cual se recogen lo?, muí
492 ALGUNOS TIPOS ESPECIALES DE DOCUMENTOS
CAPÍTULO XXIX
DOCUMENTOSCOPIA PREVENTIVA
La necesidad de precaverse contra el fraude en este ramo particular de Se justifica pues la atención dispensada por el Estado a la preparación
la actividad antisocial, ha sido sentida por el lego, quien se ha manifestado de los futuros documentólogos, aun cuando el perito se forme con el apren-
de varias maneras: la prohibición del uso del lápiz en determinados docu- dizaje y no a través de lecciones aprendidas en cursos didácticos.
mentos; la preferencia por las firmas complicadas; la elección de tintas; el Pero no interesa tratar aquí la eficiencia de la acción represiva sino refle-
empleo de papel de seguridad. Si algunas veces esas medidas de seguridad xionar sobre la más provechosa prevención.
son felices y eficientes, en otras oportunidades sólo sirven para alentar a los Como ya se dijo, la prevención es casi siempre un problema educacio-
nal, y en nuestra especialidad interesa directamente a dos grupos de perso-
falsarios. nas: a los que examinan documentos en su fase preliminar y a los que pue-
Es indispensable, pues, la orientación del técnico en asuntos de esa natu-
raleza. Sin ánimo de agotar el tema, los autores procurarán ofrecer en este den llegar a trasformarse en víctimas del estafador.
La preparación técnica para el primer grupo se hace en San Pablo, con
capítulo algunos conocimientos básicos en ese sentido.
el curso preventivo contra falsificaciones de documentos de la Escuela de
Policía, destinado principalmente a los funcionarios bancarios, fiscales, de
2. PREPARACIÓN TÉCNICA tórreos y otras reparticiones.
En la lucha contra el falsario cumple al Estado, en primer término, for- Para una mayor eficiencia se necesita hacer divulgación de los conoci-
mar un cuerpo de técnicos suficiente para el desempeño de esa misión. mientos de la especialidad, junto a las administraciones bancarias y notaria-
En el Estado de San Pablo, donde la aceleración de la vida económica les. Esa obra viene siendo realizada a través de una sección especial, anexa
es más acentuada, ese problema tuvo que ser enfrentado en primer lugur. al gabinete de los autores, que se ocupa de conferencias, publicación de lec-
Para la parte técnica represiva, esto es, para las pericias en los procesos eiones y de las últimas conquistas documentoscópicas.
criminales y civiles desde 1927, cuenta con un departamento de policía técnica Cabe también educar a la futura víctima del falsario, enseñándole cómo
en el cual siempre existió un perito especializado en cuestiones documentos- proceder para garantizar sus documentos, salvaguardando valiosos bienes
cópicas. Actualmente figura en él una sección con decenas de especialistai niiiicriales y morales.
En la organización de los cursos de la Escuela de Policía de San Pablo ¿Cómo actuar cuando el objetivo es el descripto? El problema no es de
se adoptó el criterio acertado. Nociones de documentoscopia son suminis- fácil solución.
tradas a los bachilleres destinados a la carrera de delegado de policía. I MI Si la educación colectiva integral no puede ser alcanzada, será de utili-
el curso de criminalística (para la preparación científica de los técnicos o ilml la propaganda adecuada e inteligente en algunos medios escogidos.
peritos de la Policía) se creó, en 1932, una especialización en documentos- Ésa es la razón por la cual se publican estas lecciones, mostrando cómo
copia, con una duración de 2 años. En 1938 fue inaugurado un curso espi- ciudadano común debe actuar en determinados casos para oponer dificul-
da! destinado al perfeccionamiento técnico de los funcionarios de bancos y utles al falsario.
escribanías. Es un curso de preparación preventiva, exclusiva. La exposición será algo minuciosa, pues pretende ser útil. La primera
La mayoría de los documentos de valor transita por los bancos y escri- i tirsiión se refiere a la manera de conseguir una firma difícilmente falsifi-
banías. Si se pudiese evitar el éxito del fraude en ese sector, se habría cum- Vtihle. Sería la llamada firma de seguridad.
plido una eficiente prevención documentoscópica.
La prevención en el fraude documental constituye también un proble » I .A FIRMA
cducadoiüil. La preparación técnica de un número relativamente eleva
Es la representación gráfica de la persona en el ambiente social en que
de personas, i-s absolutamente necesaria.
l u l;i hi< h.i pu-ventiva contra el crimen, el castigo eficiente lint la.
influencia < l m > u I ,;i impunidad constituye, casi siempre, un incentivo lis extraordinario cómo ese pequeño conjunto de caracteres adquiere tan-
la pía» n< .1 < i i n i , ,il I M M X I M C la investigación rigurosa de las respon'..i1>i Mgnificación. Su lanzamiento, en cualquier papel, acarrea para el indi-
"; sirví - i ' ' i- uiplo. |mmrii<lii freno a las tentaciones pasajeras. las mayores responsabilidades. Es extraño, también, cómo hao-iim<.
498 LA LUCHA PREVENTIVA CONTRA EL FALSIFICADOR 499
depender todo aquello que más apreciamos en la vida de un conjunto limi- «lio costo. El Estado puede controlar la venta, estudiando al mismo tiempo
tado de señales. lli idoneidad de los vendedores y adquirentes. Además, el montaje de apa-
La honra, la libertad, los bienes de los ciudadanos, dependen hoy di? ln rutos para la reproducción mecánica de firmas de cualidades gráficas supe-
firma. De ahí la relevancia que adquiere ante las demás exteriorizacionea riores es tan dispendioso, que por sí solo coloca a su propietario fuera de la
de nuestra personalidad. Llegará probablemente el día en que se consegui- i nntingencia de recurrir a expedientes ilícitos para un mayor enriqueci-
rá un cuño individual, más práctico y garantido que la firma, para represen i; u inirntO.
a la persona. Actualmente, sin embargo, no se conoce otro que lo sustituya Además de ello, ciertos recaudos acabarían por excluir el éxito de la fal-
La imposición de impresiones digitales en documentos constituye una pra< til u ación de esa naturaleza. Bastaría prohibir la utilización de las tintas de
tica difícil y peligrosa, conforme lo atestigua la dolorosa experiencia heclu carbón (tipo nankin y otros). Aun en los diplomas, generalmente confec-
sobre el tema, según relata Brewester. • mundos en papel pergamino o apergaminado, debería ser abolida la confec-
Mientras la humanidad no descubra un signo personal más práctico y I i"ii de firmas con las mencionadas tintas, recurriéndose a otras especiales,
más seguro que la firma, se tendrá que aferrar a ella siempre que desee hacer de consistencia pastosa, pero sin semejanzas con la tinta común de impre-
el registro de manifestación de su voluntad. Y según parece, eso aún suce* > i. >n
derá por muchos años. Por los motivos expuestos, las falsificaciones de escritos por medios
Ahorabien, como sólo la firma tiene esa importancia social, y no pin-, ir mei-ánicos no ofrecen gran margen de éxito.
aún ser sustituida por otra señal individual, corresponde resguardarla cuanto
sea posible de la acción del falsificador. : |, FALSIFICACIONES MANUALES DE FIRMAS
¿Cómo actuar para lograr ese fin?
Para una acción eficiente en ese sentido será indispensable conoce i l - Cabe prevenirse con mayor atención contra las falsificaciones manuales.
técnica del falsificador, sabiendo cómo actúa y cuáles son los puntos en qutt Hilas son frecuentes y, por así decir, diarias.
tropieza con mayores dificultades, Cada día aparecen en San Pablo más de 10 firmas falsas. Es una media
-i", .isusta, teniendo en cuenta que hace cerca de 15 años el total anual de
I 1 i ilsiíícaciones no pasaba de los 30 casos. Será imprescindible que el
4. FALSIFICACIONES DE FIRMAS. PROCESOS MECÁNICOS i nlar se convenza del peligro al que está expuesto, tomando las precau-
Las falsificaciones de fumas pueden ser ejecutadas por procesos meofl Mpne.s a su alcance. La primera tiene que ver con las condiciones de su
nicos o manuales. •1:1 firma.
Las reproducciones mecánicas hechas con maquinaria rudimeni.H i >
constituyen trabajos groseros fácilmente discernibles de los mamisrm» CAUTELAS PARA DIFICULTAR LA FALSIFICACIÓN DE LAS FIRMAS
Además de eso la tinta de escribir o la masa de la esferográfica, ofra ru > "
general aspectos bien distintos de los de la tinta de impresión. LUN imitaciones gráficas manuales son ejecutadas mediante tres proce-
Con maquinaria más perfeccionada se podrían conseguir reproduo \> \\A PREVENTIVA • l servil, el calco y la imitación libre.
mecánicas de las firmas, capaces de ser aceptadas por el lego o el df,|> » nutra los calcos, los modernos métodos preventivos alcanzaron una
nido como originarias de las personas que ellas representan. En un • til»lr eficacia, razón por la cual serán expuestos en un ítem especial.
de laboratorio las diferencias serían fácilmente reconocibles. Pero aq LIIS imitaciones serviles y libres todavía no son susceptibles de ser evi-
traía de la imwmdón. Para alcanzar ese fin será preciso garantizar I U. No obstante, algunas dificultades podrán ser aumentadas al falsario.
cuanto si-. i i » ' . i l -U-, no sólo para facilitar el examen del técnico sino la unas personas, por iniciativa propia, procuran tornar difícil la imita-
para i olí» .n l.i v i - n l u .u ion de la autenticidad al alcance de cuaUuiin. H de sus firmas, recurriendo para ello a varios procedimientos. No siem-
í 'oniia i l i- h r i i i <V i unías reproducidas en aparatos de gran |>M rx podientes son adecuados y algunas veces contribuyen al éxito del
existe mu u l i M , ni. Incln nii'.iam ia atenuante de que esos ¡iparniiv, m ftdc. Frecuentemente se ven firmas con trazos ornamentales y fonn.<
500 LA LUCHA PREVENTIVA CONTRA EL FALSIFICADOR
DOCUMENTOS COPIA PREVENTIVA 501
general cualquier persona puede poseer una firma más extensa, debido a la La mayor gravedad del calco directo está en su uso intensivo y con éxito,
arbitraria composición de los nombres. 1 ..... « ipalmente en las verificaciones de urgencia (como las que se procesan
Pero muchos, teniendo nombres cortos, no estarán de acuerdo en us¡n • 11 i".1; bancos y las escribanías).
firmas más extensas. Para esas personas sería aconsejable estampar la I u Sin embargo, algo puede ser hecho preventivamente para no permitir la
ma en un documento importante acompañada de una declaración cualquiera p|i-i nción de ese tipo de copias. Para ello bastará quitar la traslucidez del
del propio puño. Ejemplo: Declaro que firmo L. Luna, Bluz es mifirniti Mtpnrte.
corriente, etcétera. ííso se conseguirá por diversos medios, uno de los cuales fue objeto de
Otra práctica condenable es la de ciertos escritores que, después de fir- i - u. nic requerida por uno de los autores y concedida por el Departamento
mar, hacen revisión de la escritura y retocan puntos fallidos. Existen per- tJ.it mnal de Patentes. Una simple impresión^de faja de líneas desencontra-
sonas con esa manía de retoque, juzgando que con algunos de ellos colocu- tlit'í en el reverso del soporte bastaría, como bastó para quitar por completo
dos en determinados trechos, consiguen producir una firma inimitable. Eva I» h;isparencia de los trazos de la matriz, tornando imposible el calco (figs.
cautela fuera de propósito perjudica el reconocimiento de la firma auténi u .1. J 18 u 520).
pues ningún verificador irá a aceptarla con esos indicios que son comunal Aun otro recurso podrá ser empleado en el mismo sentido, el cual viene
a las firmas falsificadas. llciulo objeto de estudios en cuanto a la viabilidad de su producción indus-
También, algunos escritores de puño poco afecto al manejo de la pluinii, i n . i l . y en la ocasión oportuna deberá ser objeto de comunicado especial.
acostumbran trazar un esbozo a lápiz para después recubrirlo con tinta. Eli Hr líala de un nuevo modelo de papel de seguridad, que los autores van a
firma no debería ser aceptada aunque fuera auténtica, por la confusión que presentar como tipo brasileño, al lado de los conocidos tipos europeo y ame-
establece con el calco. Para las personas de puño zurdo, además de la I h nú i «• .mu. Será nuestro Brasil Seguranza Papel, o simplemente "B.S.P." (que
sería aconsejable la estampación de la impresión digital cuando tuvieran t|in- liimbión podrá ser leído como Brazilian Safety Paper).
firmar documentos de importancia. La escritura de mano izquierda se ase- Como se ve, ya existen procesos conocidos dificultando la acción de los
meja mucho en su producción a la escritura fraudulenta. De ahí la di11< ni entradores.
tad de la diferenciación.
La llamada firma en cruz no tiene ningún valor como representación grá- H I''lKMAS SOBRE SELLOS
fica de una persona en el dominio de la grafotécnica. Páralos analfaU-iui
en general, la colocación de la impresión digital, cuando fuera estampa l.i • n Antes, en Brasil, muchas firmas debían ser estampadas sobre sellos, por
presencia de la autoridad pública, es aún la mejor garantía de autentienl.nl imposición de leyes fiscales. Felizmente, esa práctica fue abolida, dando
I ni ,i un peligroso fraude, muy común en aquellos tiempos: el trasplante de
7. CALCOS i u m.is. Si volvieran los sellos, la ley debería obligar a la repetición de las
is fuera del campo estampillado.
Los llamados calcos indirectos a través de dibujos de carbón, grat n
punta seca, constituyen falsificaciones groseras, fáciles de ser reconoddm
tt LAVADO QUÍMICO DEL DOCUMENTO
por cualquier perito. Sería difícil, eso sí, impedir o dificultar su ejecm ion
Temprano en la juventud, casi todos aprendemos a ejecutar ese tipo il< . .1 l.;is falsificaciones parciales con el empleo de reactivos químicos
eos, h:iM;i t i uno tareas impuestas por el profesor, como elaboración id » úñente llamados correctores, constituyeron por muchos años el espan-
iii;i|i;i:. y olio:, r j n t u 'ios. lit ilr l¡is administraciones bancarias y hasta de los técnicos de sus pericias
I V i n • n i. i.u ion con los calcos directos o por trasparencia, purdm .i|» Ruinarías.
reccr !.»• . n n i l < m u y l»icn elaborados, pasibles de confundir aun a a l g u n o , Con la aplicación de los rayos "U.V.", la pericia en general se tornó sim-
m i i i|nili>. Muchos de esos trabajos equivalen, uixliuli l'l< 1 ,;imentablemente su realización sólo tiene lugar después deconsuma-
» OM i . i > i idn i l . i . humus imitaciones libres o ejercitadas. tli> t-| liaude.
504 LA LUCHA PREVENTIVA CONTRA EL FALSIFICADOR DOCUMENTOSCOPIA PREVENTIVA
Correspondía encontrar un medio capaz de dificultar la proliferación de El papel vendido a destajo en plaza no puede, con propiedad, ser deno-
esa modalidad de fraude. Poco adelantaba saber con certeza que el docu- minado de seguridad, pues se trasforma en un peligroso instrumento en la
mento había sufrido un lavado químico, si por entonces el perjuicio del ban- mano del falsificador.
co o el del particular ya había ocurrido. En cuanto a la consistencia, se dice que es directamente respecto del
Técnicos de diferentes países se dedicaron al estudio de la cuestión; papel soporte. Este *
no debe ser muy fino ni muy espeso, absorbiendo bien
entre ellos cabe destacar los resultados alcanzados por Burgess, notable quí- cualquier especie de tinta y acusando un fuerte levantamiento de fibras y
mico norteamericano (además el problema ya tomó aspectos muy distintos, visible trasparencia en caso de rasura.
en razón de nuevos procesos de alteración puestos en práctica por los falsa- En cuanto al matiz de la tinta sensible no debe ser muy cargada, esto es,
rios). de tonalidad demasiado oscura, dificultando la lectura de las anotaciones.
De esos esfuerzos combinados nació el llamado papel de seguridad. I.<>s tonos pálidos del verde, del amarillo o del azul, son los más comunes.
La constitución de la tinta sensible del revestimiento del papel de segu-
10. PAPEL DE SEGURIDAD J i u l . n l constituye una fórmula secreta.
lis preciso todavía experimentar el grado de seguridad de la tinta sensi-
El papeldc seguridad es nada más que un papel cnmiín revestido lilr. esto es, facilidad de su destrucción por los diversos correctores y difi-
colorantej)rgánico(indicador químico o tinta sensible), que se • u l i a d de reconstrucción.
entrar en contacto con el líquido corrector. liso se hace con la aplicación experimental de los correctores conocidos,
r^estruido el colorante de revestimiento, el fondo del papel contras! llnido preferible el empleo de aquéllos más vendibles en plaza.
con la superficie, pudiendo hacer aparecer las palabras falso o nulo, I .a reconstitución del fondo de seguridad puede ser intentada por medio
ese fin fueron previamente impresas en tinta química invisible,^^^. 1 1 ' crios manuales o con el empleo de procesos químicos. Algunos colo-
Sin embargo, a pesar del efecto psicológico que produce, no es acoi fniiirs son reavivables. Otros llegan a reaparecer con la simple aproxima-
jable el empleo de papel de seguridad en el que aparecen esas palabras on »tun tlel amoníaco. Los papeles de seguridad revestidos de esos colorantes
otras anotaciones, después de la aplicación del corrector. Ello encan < < ilt'ltrn ser rechazados.
costo del cheque, provocando problemas y confusiones en la verificac u >n A l'in de dificultar la reconstrucción manual, son recomendables algunas
caso de lavado químico del campo. •trniiis.
Cualquier corrector químico provocará en el papel de segurid;nl I .os diseños de los fondos de seguridad no deben ser en arabescos o fili-
mancha discernible por simple inspección ocular. De esa manera el I u> r. complicadas. Necesitan ser simples en estrías o círculos de dimen-
ni siquiera llega a ser intentado porque sería descubierto de inmediato. wiiit's variadas. Los diseños complicados son más fácilmente reproduci-
Pero el adulterador descubrió un medio de alejar ese enclave tócn ' mine los errores del imitador pasarán desapercibidos.
Pasó a reconstruir artificialmente los fondos impresos de seguridad, si i I", preciso tener cuidado en las demás anotaciones de la fórmula.
diseños manuales en tintas de colores semejantes, sea mandando a impí i • i " líos establecimientos bancarios gustan de revestir sus cheques de letras
talones de cheques y otras fórmulas de documentos, con papeles di- M . . n ú i ulas (micrografía), reproduciendo el nombre del banco. Esa prefe-
dad análogos a los originales, adquiridos en la misma fábrica. • M< > i in;is que simple propaganda, parte del presupuesto de que procedien-
Surgieron por eso nuevas cautelas. Los fabricantes de papeles (li- >"!' • ..i manera los cheques quedan más seguros, creando dificultades a la
ndad (grandes tipografías) pasaron a ofrecer a los bancos y estableciinli ti huí ilel falsificador. Es imprescindible entretanto que las micrografías
oficiales miníelos do patronazgos exclusivos. La venta al por mem>i • i> n i i h i r n impresas con tinta sensible, esto es, que se destruyan al con-
prohibida, inii-Minióse la destrucción sistemática de los recortes. 'ii i-l reactivo químico.
Se o i i M | M r m U - .iluna porqué las fábricas de papeles de seguritl.i l*oi lo expuesto, se verifica; que el uso de papel de seguridad es útil en
merece i U I . I M I M . I i <>nli,iir/.a, sufriendo una rigurosa fiscalización olii ln i j i u - s o en otros documentos, tales como pólizas, pasaportes, cédulas
como MM , .i. . i. |Q i i i . ! » . . Unidos. • i M i u l a t l , letras de descuento, letras de cambio, etcétera.
506 LA LUCHA PREVENTIVA CONTRA EL FALSIFICADOR DOCUMENTOSCOPIA PREVENTIVA 507
Sobre el asunto, se desarrollan seguidamente algunos tópicos y suges- negro. Sobre esa mancha no se puede escribir. Por otro lado, no permite
tiones de la "Revista de la Asociación de los Banqueros Americanos" la ejecución de calcos por trasparencia. Es el mencionado papel de segu-
("American Bankers Journal"), denunciando la atención dispensada a la ridad de tipo brasileño, o "B.S.P." (Brasil Seguranga Papel o Brazilian
materia en los Estados Unidos. Safery Paper).
"Í-) La impresión de cheques y títulos deberá ser llevada a cabo bajo
condiciones que se aproximen lo más posible a las que son observadas por 11. CAUTELAS PARA DIFICULTAR LOS AGREGADOS
el gobierno";
"2*0 se emplearán papeles especiales (con diseño de seguridad, etc.), ¿Podrán ser prevenidas de algún modo las alteraciones hechas por agre-
cuya calidad no permita borrar con facilidad lo que estuviera escrito; el gados?
empleo de ese papel deberá ser controlado, adoptándose las precauciones Es un problema a solucionar, en la medida de lo posible.
que toma el gobierno en el sentido del conjunto de cada hoja de papel, desde Las alteraciones fraudulentas por medio de agregados no son comunes
su salida de la máquina hasta su trasformación final en cheque o títulos"; en cheques y documentos usados en las transacciones bancarias. Las no
"3e) se aconseja que se declare por memorando que todo y cualquier fraudulentas de esa naturaleza son frecuentes, no pasando de una mera
trozo de papel impreso para determinado Banco o casa comercial, juntamen- corrección.
te con todas las piezas impresas, perfectas, fueron entregadas, y que todos En esta especie de falsificación parcial sucede aquello ya relatado en los
los sobrantes, retazos u hojas estropeadas fueron debidamente computados diversos fraudes documentales. Se recusan sólo las falsificaciones groseras
e inutilizados bajo fiscalización", y más visibles, dejando pasar aquéllas efectuadas con mayor habilidad; esto es,
"4-) para que tales providencias puedan surtir efecto, sería necesario Justamente, las practicadas por el falsario.
restringir la venta de papeles especiales de forma de tornar imposible su Cabe mejorar el criterio. Determinadas providencias ya adoptadas, son
adquisición en el comercio común minorista, para quien quiera que scu, relativamente satisfactorias. Entre ellas se destaca el predominio de lo
excepción hecha de las autoridades de reconocida responsabilidad". extenso en relación con lo numérico. Las alteraciones son más difíciles en
En la prevención contra el lavado químico aun restan ser considerada» los escritos literales de las cantidades que en los guarismos.
otras cuestiones, como la calidad de la tinta, el empleo de máquinas espí- Pero en otros puntos las cautelas no parecen ser de mayor alcance y
dales para el llenado de los claros, el uso de secante, etc., cuestiones a ser pudrían ser sustituidas por otras más seguras.
estudiadas detenidamente cuando se trata de la elección de esos materiali-. Una orientación en ese sentido será ofrecida.
Además de los papeles de seguridad ya referidos, conocidos como El éxito de la alteración por medio de agregado depende principalmente
tipo americano, existen los papeles de seguridad de tipo europeo. (Ir la naturaleza y las condiciones peculiares del documento. Por ese moti-
Estos últimos son de fabricación industrial, al contrario de aquéllos, I- I Vo sería difícil establecer reglas generales aplicables a todas las especies.
que son preparados en las tipografías. Sería pues de mejor alcance práctico singularizar determinadas especies
El papel de seguridad de tipo europeo está constituido por pasta quínn- • i- documentos, extendiéndose los consejos a otros documentos de condicio-
preparada para reaccionar, con manchas oscuras, cuando entra en coni > na similares.
con correctores químicos conocidos. Evidentemente el cheque es el documento bancario de mayor uso. Con
Ese papel de seguridad podrá ser blanco, al contrario del tipo noi ir.u II Iniciaremos los estudios sobre este particular.
ricano, el que obligatoriamente será coloreado. < 'ualquier sector del cheque destinado al llenado podrá sufrir alteración
l.aiiK'iiiahlrmente el papel de seguridad de tipo europeo no fue prefl I liuvrs del agregado. Las cantidades numéricas, y por extensión el endoso
do. El t a l ' - . n i o Mi-mpre encontró un segundo reactivo para neutral: ,. • los datos, son frecuentemente alterados con fines fraudulentos. Las
mancha <lr|.ul.i pin rl primero. 1 1 1 K aciones más comunes se refieren a las cantidades.
I'.n i :i.r, 11 . . . n i r lo ilicho, uno de los autores inventó otra nioi l,iln l,ns verificaciones bancarias son en general efectuadas a simple vista.
en papel dr M ¡MM i.l.i.l. rl »|ur alcan/ado por los correctores deja mam I •••1" « 11 i-nso de sospecha se comprende el recurso de algunos apáralos
DOCUMENTOS COPIA PREVENTIVA 509
508 LA LUCHA PREVENTIVA CONTRA EL FALSIFICADOR
En las declaraciones numéricas de cantidades los agregados finales son
Siendo de esta manera, se hace necesario saber cuáles serían las medidas
linnbién peligrosos. Por ese motivo los claros finales necesitan ser cuida-
para facilitar la inspección física, es decir, el examen hecho sin auxilio de dosamente cancelados.
instrumentos especiales. Extremadamente peligrosos son los espacios en blanco a la izquierda de
En la confección del cheque deben ser tomados algunos cuidados.
1 1 . declaraciones. Pueden ser aprovechados para la realización de abulta-
Muchos bancos acostumbran a marcar los lugares destinados a la ubicación dos agregados sin dejar vestigios de la operación.
de las cantidades con fondos ondulados (costumbre abolida en el modelo ofi-
Esos agregados pueden ser realizados tanto en las declaraciones en
cial de cheque en Brasil), estriados, o conteniendo pequeñas anotaciones con
extenso como en las numéricas. Sería bueno que los clientes bancarios fue-
el nombre del propio establecimiento. Esto es común principalmente en las
itiii advertidos del peligro, recomendándoles no dejar espacios en blanco,
letras de cambio y pagarés. piiiicipalmente en el inicio.
El espacio destinado a la colocación de la cantidad numérica, y por
No siempre quien firma el cheque llena los claros. Estos llenados, en
extensión todo lo contrario, debería ser limpio, sin ningún fondo. Una sim-
unidlas empresas y casas bancarias, son efectuados por terceras personas o
ple línea de pauta impresa será suficiente para señalar ese espacio.
poi medios mecánicos. Es común que se verifiquen agregados con la reser-
De ese modo el fondo tendrá el mismo color del papel soporte. Cual-
vii intencional del espacio suficiente. Reservado ese espacio y firmado el
quier alteración precisará ser ejecutada con habilidad, porque la visibilidad
• hri|ue, el agregado será efectuado por quien lo preparó, utilizando un apa-
es mayor. rtilo análogo, si no el mismo.
Para prevenirse contra la alteración por agregado, lo que el banco puede
Algunas veces esos espacios no son dejados premeditadamente. Más
hacer, consiste en: a) mandar imprimir las fórmulas de los cheques y de los
i . i n k , constatando el espacio y verificando la facilidad de ejecución de un
documentos análogos (cambiarios, pólizas, etc.), conforme la orientación y;i
udo, algunos son llevados a cometerlos.
referida, y b) recusar sistemáticamente cualquier alteración, aunque no sea
Por ese motivo, se recomienda a todos los que firman cheques o docu-
fraudulenta, pero que dé margen a dudas, principalmente en la colocación do
I I I - nios similares, cancelar los espacios en blanco en el acto en que proceden
las cantidades en extenso. • .u lectura. Principalmente los espacios en blanco a la izquierda, deben
En cierta medida, el Banco podrá colaborar en la seguridad de los depó- lar cuidadosamente cancelados.
sitos de sus clientes. Su acción consistiría en un sistema inteligente de pro-
No olvidar: los espacios en blanco a la izquierda de las declaraciones
paganda, sirviendo al mismo tiempo para educar al depositante.
jt cantidades deben ser sistemáticamente suprimidos, sea iniciando la colo-
Existen cuidados a ser adoptados por los particulares en el acto del lle-
fuch -u inmediata, sea cancelando los espacios que pudieran quedar en el
nado de los claros, que dificultarían mucho el fraude. i/e. amento.
Inicialmente, en cualquier llenado de datos, el emisor del cheque ii"
hrcuentemente se verifica en la práctica el agregado a la izquierda de
deberá dejar espacios en blanco, principalmente a la izquierda de las anota-
ln t .uiiidad, tornando obligatoria su ejecución también en el interior de la
ciones. 1.1 declaración. Eso ocurre en las modificaciones del singular hacia el
Los espacios en blanco a la izquierda son mucho más peligrosos qiu-1« • •u ral.
claros finales. Muchas personas acostumbran cancelar esos finales dejando
('' uno se ve, no siempre la ortografía oficial satisface los requisitos vicia-
claros dilatados en el inicio; es decir, antes de comenzar la escritura.
iiin cuando varias formas actuales sean más seguras que las antiguas.
Los claros finales no ofrecen mayor peligro, cuando la declaración < i
I se estudio no significa una falta de respeto a la ortografía oficial.
d r.Míí completa. Si alguien escribe Dos mil cruzeiros y noventa
'tul, i M- preconiza aquí una ortografía de seguridad, y asimismo para uso
'n.v. t l i h < i l i n r n i e se podría hacer cualquier agregado final, a no «or
i i l i i - o en determinados documentos.
í im<li> .ti </H;C. v escribiendo nuevamente. Por ese motivo el Banco no
I I mismo lego ya se vio forzado a hacer alguna cosa en ese sentido.
pui-dr .!• t-|ii.n . i i i r i . u iones con el empleo del digo, aun cuando fuera cingl-
Mu. h,i gente, al llenar los claros de un cheque escribe freís, con "i". Esto
ado MU ' . p i i i l i i .1. h.mdr. )| IIIH saber que tres puede ser trasformado fácilmente en frese o en //< t
I 11 i.r. di . [ . u . i ICH u n omplctas podría haber agregados
510 LA LUCHA PREVENTIVA CONTRA EL FALSIFICADOR DOCUMENTOSCOPIA PREVENTIVA 511
Para la palabra Um, la ortografía mas segura es la antigua Hum. Debe frecuentemente aprovechados para hacer agregados. Por ese motivo debe-
ría ser obligatoria en los documentos de valor. Además, es usada en los ban i i a n ser sistemáticamente cancelados.
eos. Aun más, el Hum deberá ser escrito siempre con mayúscula inicial Cuando el documento ya está dactilografiado con esos espacios en blan-
Para el dois, haciendo tabla rasa de la ortografía oficial, se debería escri io. quien lo firma debería proceder a cancelarlos con dos trazos de tinta en
bir doiz y douse (el último para el "12")- En cuanto al "3", debería ser l < » \s de las líneas y del texío. Esos cierres también deberían ser efec-
escrito treiz, adoptándose trese, para el "13". En relación con el guarism lumlos por los magistrados en el acto de leer y resolver las peticiones.
"4", la ortografía correcta quatro podrá ser mantenida, así como la nuevn El uso de papel carbónico doble-faz para determinadas clases de docu-
ortografía catorze ("14")- El guarismo "5" podrá ser escrito cinco, toda vez nn-nios creará mayores dificultades para los agregados.
que se escriba cinquenta para "50". A continuación brindamos algunos consejos para prevenirse contra los
Todas las formas señaladas fueron ofrecidas como meras sugestión' , •plegados. Otros podrían ser señalados dependiendo de la naturaleza y las
Debería ser procurado un acuerdo en ese sentido. El gobierno podría ton MI t Diuliciones especiales del propio documento.
la iniciativa formando una comisión mixta de filólogos y de documentólogQ^
para estudiar el asunto. 12. RASURAS
Una acción en conjunto de los bancos en ese sentido sería provecín>'..i
mientras no hubiera una iniciativa oficial. Procurarían poner en patnnu'* ¿Sería fácil adoptar precauciones para impedir o al menos dificultar ese
la ortografía de seguridad para uso bancario exclusivamente, de manen i i|in* i» 10 de alteración?
todos los documentos elaborados internamente obedecieran a esa ortoj'i .il M Obviamente no existen medidas capaces de impedirlas, de modo que no
Sin tornarla obligatoria para los clientes, les ofrecería un ejemplo. loria posible evitar la ejecución de cualquier modalidad de fraude. El ira-
En relación con los llenados manuales los consejos dados consl., lnt|<> preventivo procura crear dificultades.
todo lo que se puede ofrecer. Las alteraciones por raspados son aquellas que ofrecen menor peligro
Para los grandes establecimientos comerciales, industriales, bancos, • >• un lal. Constituyen, en general, operaciones groseras que no demandan
los llenados mecanografieos ofrecen mayor seguridad. 11 u u K imientos especializados para su resolución. Cualquier persona, sin el
Muchas máquinas son fabricadas con ese fin. Será preciso < uton • u \ i l i o de aparatos oficiales, consigue reconocer los vestigios con facilidad
verificar si satisfacen la finalidad. i u.nulo éstos recaen en un escrito a tinta. Casi siempre bastará el examen
Una vez que las cantidades sean impresas en la masa del papel (toi •or trasparencia o a la luz inclinada.
dose imprescindible una relativa penetración y que se use tinta de segurtéM Las alteraciones por medio de rasuras son actualmente raras en los
—no borrable con correctores—), ellas satisfacerán plenamente. Mu- ii" • •Pili os bancarios. Ello es porque ya se tomaron providencias contra las mís-
modelos de garantía son encontrados en plaza, como el protecioyi.il» .1. omo el uso de esferográfica o de pluma y tinta. Actualmente, los
Todd, y otros de fabricación de National, Borroughs, etcétera. ti» unicntos de importancia son producidos dactilografiadamente y firmados
Los llenados mecánicos son indiscutiblemente más seguros i|n< \<» »"u esferográfica o pluma y tinta. En esas condiciones los raspados dejan
manuales. Lamentablemente el costo de los aparatos no permití- d 911 f.rnural vestigios aparentes.
generalizado. Al contrario, las escrituras a lápiz son fácilmente rasuradas. La opera-
L;is previsiones mencionadas fueron consideradas en relación con )«- i no siempre deja vestigios, ni aun recurriéndose al equipamiento técnico.
clici|iK-s y Iriras de cambio, pero evidentemente se aplican a tod. •f ese motivo las firmas a lápiz son recusadas en los documentos de mayor
din muí n i o , l'nr lo tanto las precauciones deben continuar. •ipoitancia.
Un t l i u - M I I U - i i i n dactilografiado casi siempre es una invitación al Algunas personas juzgan que, recurriéndose a los llamados lápiz-tinta,
tío. l'oi lal m n i i v o . (Ifltoii ser tomadas algunas precauciones t-n l< H" puede haber posibilidades de éxito en la adulteración por medio de ras-
I I I . - M i l . . ,1. • . , lMhu.ll i •o, En consonancia con la naturaleza del papel soporte, ya se vieron en
l.us l i i m l i - i - !.. l u í ' i 1 ;, los i-v.pariusea Manco al final dr nn i > •práctica varios ejemplos de esas alteraciones.
DOCUMENTOSCOPIA PREVENTIVA 513
512 LA LUCHA PREVENTIVA CONTRA EL FALSIFICADOR
Obviamente el raspado, cuando es posible, debe ser evitado. Pero si
No se preconiza el lápiz-tinta, no sólo porque no evita el raspado sino por circunstancias fortuitas sobreviniera, deberán ser efectuados de modo de
también por producir una escritura inferior, fácil de ser copiada. ilejar en claro la anotación predominante, sin perjudicar la reconstitución o
Existen documentos generalmente llenados a lápiz: notas de entrega, tío la misma legibilidad del texto borrado. Ningún falsificador ejecutaría una
conocimiento, pedidos, etc. Actualmente para esos documentos, conum alteración por medio de rasura, dejando trasparecer lo anotado originaria-
mente confeccionados con más de una copia, se usa la esferográfica, ya i|m mente.
permite una mayor presión. En ciertos documentos la práctica de la rasura como medio de corrección
La consistencia y el espesor del papel soporte constituyen elementos que puede representar un peligro. En la confección de los mismos ellas no pue-
deben recibir la atención del técnico. Los papeles gruesos facilitan la >-'\>- den ser toleradas.
cución de un raspado, sucediendo lo mismo con los de calidad inferior, dci« Los documentos dactilografiados sufren, en general, raspados. Algu-
provistos de encolado. Los papeles para documentos de uso bancario nn nos precavidos, conociendo el peligro de las rasuras, no los aceptan. De ahí
deben ser muy consistentes ni tampoco de calidad inferior. el empleo de un súper dactilógrafo, que nunca se equivoca en el dactilogra-
Los papeles gruesos permiten raspados no acusados en el examen pnr l'íado de una pieza.
trasparencia. Aquéllos de calidad inferior, además de dificultar las apreí 1,1 En teoría se justifica la repetición del trabajo para no recurrir al raspado.
ciones del examen por trasparencia en razón de la irregular distribución < ! • Tero ello en la práctica no sucede.
la masa, ni siquiera revelan los vestigios relativos al levantamiento di* liu En un documento dactilografiado, la rasura de campo limitado para la
fibras. En general ya poseen fibras levantadas, lo que produce frecueniíl Introducción de dos o tres impresiones no ofrece mayor peligro, conforme
confusiones. la redacción del texto. Pero en otros trechos esos raspados no podrían ser
En la mayoría de los casos los papeles de seguridad sirven también | > n > inlrrados: declaraciones numéricas de valor, fechas y declaraciones de can-
prevenir raspados. Con la fricción, el revestimiento de protección i-% '-li llilades, por ejemplo. Cuando ocurren errores en esos trechos sería prefe-
minado, contrastando entonces con el fondo blanco. rible dactilografiarlo de nuevo.
En los libros comerciales, donde las anotaciones se hacen a mano, sr pm La sustitución de todo un sector o aun de una palabra no debe ser per-
ducen con frecuencia rasuras, a pesar de la prohibición legal. Aun i-u.n-i mitida sin confirmación final, como generalmente se hace con los agregados
se pueda recurrir a las rectificaciones, creemos que es rara una escriturnoM PII manuscritos.
sin raspados. Con todo, esas alteraciones no ofrecerían mayor pelij-.m - i i Naturalmente existen condiciones particulares imposibles de ser previs-
caso de que fuesen hechas con menos cuidado. Teniendo conciencia el i 11.
dor de libros de que no son permitidos, los ejecuta de manera que no SIMM i » i Este asunto preventivo, en general no demanda un gran conocimiento
cibidos. Algunas veces llegan a preferir el lavado con correctores, t - ii-i meo. Será indispensable apenas dirigirle la atención, teniendo por obje-
práctica llega a confundir las correcciones con las alteraciones frawlul> m • llvo, con estas aplicaciones, sólo despertarla.
porque pasan a tener una característica común: el esmero con el cual se I I.K • i Con todo, es curioso notar, la influencia del factor prisa. Muchos ale-
Como regla general se comprende la prohibición de los raspad i|fli;ni no disponer de tiempo para esos pormenores. Cuando ocurre el frau-
escritura comercial. Sin embargo, su existencia no implicaría un Ld? originario en esa falta de tiempo, dispensarán días y días en resolverlo,
irregularidad, una vez que fuese posible reconocer el engaño. [|ln contar los perjuicios de orden moral y financiero.
Esa tolerancia, obviamente necesita ser bien comprendida. Sn 1.1 . n i m i Otras cuestiones relativas a los raspados, deberían ser tratadas. Entre
tida si el operador dejara trasparecer qué fue lo rasurado. [illas se destacarían las que se refieren al empleo de medios mecánicos en la
I,as correcciones por raspado no precisarían ser tan profum 1 ;r; i m n pcnluración de los grandes establecimientos bancarios y comerciales.
a< l u a l i i i r i i i r |'i:ulicadas. El que altera, hasta que no hace drs;i|i.ii< • > > ' •Has todavía serán consideradas con posterioridad.
anota» i"n | H i n i L t i v a , continúa con su trabajo. Sobreviene culón- .
muchos ensos. In imposibilidad técnica de la reconstitución del IC.MO M ri
do, pina vn .1 -.r l i . i l . i o t n > di- uno fraudulento.
514 LA LUCHA PREVENTIVA CONTRA EL FALSIFICADOR DOCUMENTOSCOPIA PREVENTIVA 515
Son M I J . . providencias ya concretadas en varios otros países, '" ¿Debe el Estado amparar la autenticidad de los documentos?
1
528 LA LUCHA PREVENTIVA CONTRA EL FALSIFICADOR DOCUMENTOSCOPIA PREVENTIVA 529
Nadie dejaría de responder afirmativamente a la pregunta. ¿No es ver- doras de las falsificaciones, estudiar sus causas y procurar medios tendientes
dad que las legislaciones de todos los pueblos imponen penas a los defrau- a disminuir su propagación dentro de lo posible.
dadores de documentos? Si eso acontece será lícito deducir que, no el Esta- De ese esfuerzo surgió un nuevo capítulo: la documentoscopia preven-
do sino el propio derecho, ya hace siglos, viene amparando esa autenticidad. tiva. Tal vez lo más difícil, como sucede en todas las cuestiones criminales.
El argumento es válido en gran parte. No obstante, los opositores dirán Pero las dificultades de la tarea y los grandes impedimentos a vencer, no los
que el Estado no tiende, con esas medidas, a salvaguardar el documento, deben desanimar.
pero sí la sinceridad de las relaciones sociales. El documento es un simple El Estado no se debe limitar a imponer penas a los defraudadores de
medio, como lo sería la palabra, sin registro gráfico. documentos; le corresponde salvaguardar su producción, adoptando medidas
La vieja máxima del derecho italiano medieval originario —dignior est i|iie tornen difícil su uso indebido.
vox viva testium quam vox mortuan instrumentarían— tuvo que ser paula- El problema de la prevención documentoscópica es, en gran parte, de
tinamente despreciada, hasta el completo olvido. Hoy todas las leyes de los naturaleza técnica. Sólo el especialista, el documentólogo, aquél habituado
pueblos civilizados sólo admiten la ausencia de la prueba documental en u examinar documentos defraudados podrá saber cuáles son las medidas
transacciones de pequeño monto. efectivas a ser puestas en práctica.
La divulgación de la escritura y la facilidad para elaborar un documento Se comprende, entonces, el desacierto de muchas providencias guberna-
particular, reales conquistas de la civilización, permitirán su uso extensivo mentales, varias de ellas adoptadas en las leyes del país, procurando resguar-
y obligatorio. Hoy en día constituye parte de nuestra vida, razón de ser de ilnr la integridad del documento. Se esfuerzan en ese sentido.
nuestra personalidad jurídico-social. El documento marca la existencia del No disponiendo de una organización especializada de consulta, algunas
hombre actual. Al nacer se recurre inmediatamente a él; al morir, es tam- veces sin percibirlo, los gobiernos acaban por colaborar eficientemente con
bién en el documento que deberá quedar consignado el último momento tío los falsarios.
su vida. Y los acontecimientos intermedios están casi siempre ligados a Actualmente, sin embargo, cada vez es mayor el núcleo de los espe-
esos mudos y permanentes registros. cialistas en la materia, muchos de los cuales con decenas de años de expe-
El éxito del individuo, su honra, su libertad y la propia vida, con l i < riencia intensiva. Esos técnicos, o las organizaciones de las que forman
cuencia quedan dependiendo de esos papeles, algunas veces aparéntenme (MI le, podrán ser consultadas, y probablemente señalarán el camino más
insignificantes. " rilado.
En la vida moderna son tan fundamentales como los mismos alimeni»
que nutren el cuerpo. Y tal vez, en cierto sentido, aun más importantol,
UN NUEVO PROCESO PARA LA PROTECCIÓN DE LOS CHEQUES
porque no hacen exclusivamente a nuestra vida material, sino que también
integran nuestra formación intelectual, moral e histórica. No será neo-, Conforme lo ya referido los autores van a presentar ahora un proceso
aducir más consideraciones en ese sentido, pues todos reconocemos l > para la protección de los cheques, particularmente en lo que hace a las
importancia de los documentos. (ilinaciones que pueden sufrir en el llenado relativo a las declaraciones de
Lo que no se comprende es la falta de atención de los responsables por i numérico y literal.
el desenvolvimiento de la sociedad, no procurando salvaguardar nu-|«u Como se trata de algo nuevo, naturalmente muchos lo podrán juzgar
integridad del documento. c •- "lucionario. Y en cierto sentido así lo es en la realidad.
Obviamente no pueden pensar de esta manera aquellos que se ilniu I >r acuerdo con lo ya consignado en este libro, las adulteraciones de che-
a la es|H-i-ialiil.nl. <|nr por función del oficio reciben diariamente c o n . n i t-on la utilización de reactivos químicos siempre preocuparon a las
y solu iin.lr . |..u.i exámenes de esa naturaleza; que acompañan lo?; "i lislraciones bancarias. Como consecuencia surgieron los llamados
y las i r ; i ] M - « l i . t i .iirs consecuentes, y al cabo de un tiempo se h a l l a n • n .'i tic seguridad, tipo ej«;p^p^Ji^p_amencanq.
situación ilr un n n - . h , n rim deberes espinosos. '.MU [úpeles especiales, particularmente caros, ya descriptos.
.> . ni»ni es .1 eslos u l t i m a s investii'.ar l;is l'uenti-s pmv Muchos cheques aún son protegidos con el colorante sensible »-i\i
530 DOCUMENTOSCOPIA PREVENTIVA 531
LA LUCHA PREVENTIVA CONTRA EL FALSIFICADOR
caras. En nuestra opinión no es imprescindible la impresión en el reverso, ser atribuidas a la aplicación de correctores, y los únicos vestigios discerní-
ya eliminada en algunos bancos, naturalmente como medida económica. hles serían los surcos dejados por la esferográfica. Para reconocerlos, sin
Como se informó, la impresión de un cheque con la utilización de papel embargo, sería indispensable el examen a la luz rasante, a través del cual se
de seguridad es un trabajo penoso, demorado. podría algunas veces hasta reconstruir lo escrito con anterioridad, conforme
Estos colorantes sensibles son destruidos por cualquier motivo, aun por 10 registrado en este libro.
el agua o la saliva que escapa de la boca del cliente. Además, un buen Esa técnica de examen no es accesible en las verificaciones bancarias
papel de seguridad es sometido siempre al test de la gota de agua. En su continuas. Sólo podrá ser aplicada en un caso de sospecha ya concretado.
caída sobre un cheque, una gota de agua deberá ser suficiente para provocar Se comprende el empeño de los autores en no ofrecer el tipo de reactivo
la aparición de la mancha. Cualquier reactivo químico, particularmente los usado y la forma en que se procesa la adulteración. Todo eso ya es del
correctores a base de cloro o permanganatos, marcaría un cheque protegido • oLiocimiento de muchos (numerosos son los casos en que se vienen verifi-
por ese proceso. i ando); es preferible, sin embargo, que no todos lo sepan.
Durante muchos años el papel de seguridad mostró un recurso bástanlo Por consiguiente, en el estado actual de los acontecimientos fraudulentos
eficiente para trabar el éxito del adulterador. Los correctores conocido.-.. ni Brasil, quedó patente que el papel de seguridad, tipo americano, ya no
utilizados en el borrado de anotaciones manuscritas, borraban los trazos pero ofrece más la garantía de antes, ni aun cuando lo cheques sean llenados con
dejaban una mancha ostensible de su aplicación. csl'erográfica. Además, lo mismo sucede con los papeles de seguridad del
Con el trascurso de los años, sin embargo, el uso de la esferográfica 111 > upo europeo.
aumentando hasta generalizarse casi por completo. Actualmente son poco* En esa emergencia nos competía a los técnicos encontrar otra solución;
aquellos que aún continúan escribiendo con pluma y tinta. nlinple y fácil de ser aplicada, conforme lo determinan las buenas normas de
No obstante el material utilizado en la preparación de la masa de la esli l'i.-vención documentoscópica.
rográfica, ésta mostró siempre mucho mayor resistencia a la acción de esim La solución acabó presentándosenos en una fórmula simple, que prác-
correctores. No se borraban por completo, dejando remanentes recoinK i 11 .miente no demanda el uso de instrumentos especiales, ni la utilización de
dos a simple vista. l».i|«-l ile seguridad de fabricación industrial (tipo europeo), ni el de inspira-
Con ello, comenzó a disminuir el número de las adulteraciones de du- • ion americana (contraste de la mancha), elaborada tipográficamente.
ques con el empleo de reactivos químicos, no sólo por la utilización •!• I Además, y en cierto modo, ni siquiera requiere un gasto mayor en la
papel de seguridad, sino principalmente por la penetración de laesfeíon.i • oniccción del cheque.
fíca. lín principio, y los autores ya se refirieron a esa circunstancia, la indus-
Y eso continuó sucediendo hasta que los adulteradores profesión . 1 n hi tli' la adulteración de los valores de cheques no tuvo una mayor exten-
consiguieron descubrir técnicas y fórmulas químicas que permitían el I >• .11 •> INC abultara el perjuicio, sólo por una circunstancia particular: en razón
do, sin dejar una mancha fácilmente reconocible en el revestimiento o iim. tic las dificultades del adulterador en llegar a conocer el saldo de la cuenta
ado. Esas técnicas y fórmulas ya eran conocidas por los autores desde h.» • i M I . i del cliente.
más de 20 años. Pero no causaron preocupación, porque el uso ile l,i < i < !• ;a es la razón por la cual este género de fraude es muy común en el
rográfica constituía, entonces, un medio de protección más eficaz. y muy raro en la Capital y los grandes centros. En las ciudades
Por eso hasta el empleo de papel de seguridad pasó a ser de n ; i i m . i i i-s, siempre será más fácil conseguir información de boca sobre las
•;r< n u i l . n i . i ihlcs disponibilidades bancarias de una persona, lo que es bastante com-
PwoWMtOl "Hirnos años (1972), en Brasil se descubrieron pío. . -I" --u la Capital.
travéfi < l i lo-, i u.iliv; se horraban anotaciones hechas con esferogialn »< Iti i'oí i-l misino motivo las adulteraciones difícilmente alcanzan sumas ele-
M i . i i i i luí r| |M|.r| ti.- M-i'uriihil, tipo americano, y sin dejar vcsiij-.io-. i . i | > n i > ' i ' .1 no MT en un caso especial investigado adrede.
i n r n l r n-i »* i l > l < . .1 .ini|ilr visla. ' • n i i - i i i l . a i j ' o , si los cheques adulterados no son en general de j-.n""'1"1
Al n l l i . i v m i l u i.n11[ .,- n-vHüii manchas fluorescentes < | i i r | < m i i •i r;i siempre son numerosos. Poco a poco el adulterador .i« i ! > i
532 DOCUMENTOSCOPIA PREVENTIVA 533
LA LUCHA PREVENTIVA CONTRA EL FALSIFICADOR
consiguiendo una suma relativamente razonable. Es el juego del cocinero. que, ya pueden venir parcialmente rotos, a través de un sistema análogo al
Poco, pero a muchos. usado en Brasil para los impresos de la lotería deportiva.
Obviamente, la primera providencia para la consumación del fraude será Las figs. 514 a 517 ilustran el proceso, facilitando la comprensión de
la de conseguir un cheque de poco valor, firmado por la víctima. Cuanto este pequeño relato, y otro con mayor limitación de los valores, permitiendo
menor sea el valor del cheque básico, menos capital compromete el adulte- inclusive la eliminación de las máquinas protectográficas usadas por bancos
rador y mayor será el provecho. o grandes empresas.
Ahora bien, siendo de esta manera, correspondía delimitar los valores de Los autores piensan que con la implantación del sistema, ya no será
los cheques básicos, permitiendo la adulteración sólo dentro de un entorno. necesario imprimir los cheques en papel de seguridad. Los perjuicios que
Fue establecida, entonces, una escala. Algunos cheques podrán ser podrían sobrevenir a los bancos serían muy pequeños y esporádicos, no com-
pagados hasta 100 cruzeiros; otros de 101 a 500 cruzeiros; otros de 501 a pensando los gastos de esa medida preventiva.
2000; y otra serie de más de 2000. Según se verifica, es un proceso barato, que aprovecha la misma chapa,
Todo eso podrá constar en un único cheque; no habrá necesidad de la que obligatoriamente deberá ser compuesta para la impresión del cheque.
imprimir talones para cada uno de los valores límites. Además de los lavados, evita también cualquier otra adulteración.
¿Cómo podrá ser conseguido eso? Obviamente se trata de una sugestión que los autores tendrán el placer
La solución se presentó, al final, con mucha facilidad. de orientar, acompañar y autorizar su utilización.
En general, en los modelos oficiales de los cheques brasileños, además
del formato patrón, las anotaciones son impresas en lugares determinados.
Sobra, por eso, en la parte superior izquierda, un espacio en blanco, que
algunos aprovechan para dactilografiar o imprimir el nombre del cuentaco-
rrentista al cual cabe el uso del talón.
Esa zona muerta es aprovechada para la impresión de cuatro pequeños
rectángulos, análogos a los que se ven a la derecha, con la indicación del
número de agencia.
Dentro de esos rectángulos, partiendo de la derecha hacia la izquierda,
estarán declaradas las cantidades que pueden ser pagadas.
En el primer rectángulo a la derecha, estará impreso: "pagúese ha .1 >
100"; en el segundo: "pagúese de 101 a 500"; en el tercero: "pagúese de 501
a 2000", y en el cuarto: "pagúese más de 2000".
Por encima del valor del retiro consignado, el propio cliente inutili
los rectángulos que autorizan el pago. Si no hubiera ningún rectángulo inu-
tilizado, el banco pagará el cheque hasta cualquier valor. Si hubiese ulj'.mi.i
alteración además de los límites prefijados, toda la culpa será del cli< m<
Obviamente, la inutilización de los rectángulos cabe exclusivamente ¡d
cliente. Podría recurrir a cualquier medio; inclusive rasgando con cuid.ul- •.
desde la i/,t|uierda hacia la derecha. Podrá también proceder a esa i i i u i i h
zación por im-ilio.s mecánicos, principalmente con el auxilio de una popH M *
ináquinii, ilcl ii|>u Sonicken, que podrá ser fácilmente fabricada para <-l n ..
délas g n i n i l r r . l n m . r . j u i í i l i e a s .
Aun m;r.. M M- i | u r . i n , i , I » , i relímenlos, en la misma impresión ild i l n
8ECCIUN P A I R I M O N I U INVENTARIO tal tí
BIEN CON EN N*
DOCUMENTACIÓN FOTOGRÁFICA
PERICIAL
GENERALIDADES 537
^-, y
Á Q
-><<^* jt^
-
/ /0. 2. Facsímiles de escritos producidos con el pie por la pintora Aimée Rapin
f)uo nació sin brazos {Crópieux).
538 GENERALIDADES GENERALIDADES 539
F/g. 3. Joven mutilada de ambas ma- Fig. 4. Dibujo hecho por la misma jo-
ños, escribiendo (Saudek). ven (Saudek). Fig. 8. Escritura senil producida por un niño de 7 años (Crépieux)
rf¿£. /¿7¿'ts
##*
5» /ó
Fig. 9. Escritura jovial de un educador francés a los 98 años (Crépieux).
Fig. 7. Firma producida con la mano derecha.
540 GENERALIDADES GENERALIDADES 541
cu í w y x
t f *
_
Fig. 11. Trazado grafopatológico —mal de Parkinson (Streletski). Jo» Rodrigues Bor^oss
/ l\j, 15. Firma habitual de una persona con más de 70 años de edad.
Fig. 12, Trazado ora'opatológico —esclerosis en placas (Streletski). 16. Firmas relativamente contemporáneas producidas bajo tensión nerviosa.
542 GENERALIDADES GENERALIDADES 543
\Jw\MAAsQ(_, n<wrn&i>
ff¿
¿¿c^¿^fV I|
u
y
-v r
oo >- U ^v^3-J- C U- í^ ü
£(af<Z
yo
t • i
' • vLcv
*~ V ...
tUU44Ul4
-v
-
1 4 I o- . <í
Vi»i i.,...
l 4 ¿
Fig. 24. Miuiuriiz gráfica —original del fallecido caricaturista brasilnno hulmin ftü ¿8. Trazos: a) "pleins" o llenos; b) "deliés" o finos.
Escritura yuxtnpuiisln dwsligada.
546 ESTUDIO CONSTITUTIVO DE LOS TRAZOS ESTUDIO CONSTITUTIVO DE LOS TRAZOS 547
/• /,
/ \*i
d a a
Fig. 30. Localizaciones diversas del surcado como resultado de la modificación F/gs. 33-34-35. Esquemas representativos de la intensidad, duración y compor-
en la orientación de la pluma.
tamiento de los picos de la pluma en la formación de los surcos: A) intensidad (ex-
tnnsión o espacio entre los picos); B) duración (tiempo o extensión de sombrea-
do); C) comportamiento de los picos al iniciar y al terminar los surcos.
Fig. 31. Esquema de los trazos de tinta cuando son examinados al microscop
1) trazo lateral; 2) trazo descendente, y 3) trazo lateral con inversión de la orll
tación (signo de Meyer).
Fig. 32. Microlotografia de los tres aspectos referidos arriba. Ngs. 36-37-38. Intensidad (A), duración (B) y comportamiento de los picos de la
jma en la formación de los surcos.
548 ESTUDIO CONSTITUTIVO DE LOS TRAZOS ESTUDIO CONSTITUTIVO DE LOS TRAZOS 549
»~ ^
Q Cl CL O.
\ • / •'
Fig. 39. Esquemas de surcado y pseudo surcado: 1) sin abertura de los pico:
Gl/Yn
de la pluma; 2) pseudo surcado y surcado; 3) surcado; 4) trazo circular; a) trazi / ig. 43. Pseudo rebarbas.
que correspondería al surcado y b) pseudo surcado; 5) trazo circular con surcos
1i(¡. 44. Firma con pseudo rebarba inicial producida por un ciego, ¡nrfiediaíamen-
In después de la pérdida de la visión (en el documento se presenta en franca pro-
yocción ascendente).
Fig. 40. Trazos sombreados: 3 y 5 surcado; 1 y 4b} pseudo surcados; 2 y 4a)
trazos con surcados y pseudo surcados.
o
Fig. 41. Esquema de las I ocal izac iones de las rebarbas: 1) en la orientación
tical; 2) en la orientación horizontal. I iij 45. Representación Fig. 46. Macrofotografía de un me-
rmuemática de menisco. nisco.
Figs. 52-53. Trazos escritos sobre papel mo- Fig. 54. Trazo lan-
jado. zado sobre papel se-
co posteriormente al-
canzado por un líqui-
do.
r fj,v
un tj y /i
C Y t Cu fOf^\_ /Jt
A • ,
.Ce rm. jo Y - (3
'
CL ni
..
O. L 4
gs. 50-5f. Mncrotologrnfía de dos retoques. \flff.55. Trazos producidos con plumas: I) japonesa; II) común; III) pluma funn
i", y IV) esferográfica.
ESTUDIO CONSTITUTIVO DE LOS TRAZOS 553
ESTUDIO CONSTITUTIVO DE LOS TRAZOS
552
Fig. 57. Tr.zo producido con pluma F^.58. Trazo producido con plu
común. Fig. 60. Trazo producido con hidrográfica.
japonesa.
ESTUDIO CONSTITUTIVO DE LOS TRAZOS ESTUDIO CONSTITUTIVO DE LOS TRAZOS 555
554
Fig. 61. Firma producida con esferográfica registrando casi todos los fenómenos Fig. 64, Localización de las "esquirlas", enseguida de la inversión rápida del mo-
comunes al instrumento: depósitos de suciedades laterales; "esquirlas"; claroscu- vimiento o del sentido de los trazos.
ros (fallas longitudinales o laterales y fallas estructurales).
fl
I*
Ü B
i
'
t,
Fig. 69. Localización de los surcos de acuerdo con la dirección de los trazos: A,
B) desenvolvimiento normal; a, b) sinistrovertidos.
Fig. 70. Dirección de los trazos indicada por la localización de los surcos: A, B)
desenvolvimiento normal; a, b) sinistroversión.
ARACTE.KE5
Fig. 68. Irregularidad un el secado de la tinta acarreando una concentración de Fig, 72. Ejemplos de cursiva, caracteres tipográficos y escrito simple,
las sustancias aólldm «n tuipenslón dando al trazo un aspecto anormal.
558 ESTUDIO MORFOCINÉTICO ESTUDIO MORFOCINÉTICO
i V /
' * CX ü I C ¿
/
O n' CL n
s t x
F/g. 73. Formas análogas con génesis diversas. M ,( in
í rf /
V^ »— [/ '
o, a. ^ v-t
ct
Fig. 78. Reducción o aumento del número de gramas de acuerdo con las varia-
ciones formales, deformaciones y deformidades.
// hi,<i a t- c oí ¿ / a A // : //?77 T? o
tí p Q /15*/~í/i/xw W 3
I .2-.* , .»
' ' i
Figs. 89-90-91. Cortes de las '1": I) tamaño; 11) altura; y III) situación.
QL
* JK oy&o /lt «.
* J"' *.v*
í?
4¿¿#*~
*
'^í**^^/^4*'**^-
Fig. 103. Situación de las firmas en relación a la línea de pauta.
Fig. 100. Líneas de base o de regla.
--
¿ •
/
^**3o.
^ /
. Se
ZL-
Fig. 102. Desalineamientos gráficos.
/«L. St^li
~rr_ /,,
X7.
i
/
>4 "
¿^^
¿2^ *• -
?c
*¿
/5. Í04. Espaciamientos interlineares.
¿*u*^L<^& .^L
2-f , > I-"- Wf*+¿¿*U
¿J *»*^J **~»¿^
V"IL / ^21
^ y /> '-,.-, r c^l«, * ,
^~UL
• í í f\, y-x.^-0 i i- i . { '<«***
I //'/ / ' » / / " r r , t J t • i - " , i •i • '
Fig, 107. Eipaclnmlanloa Inlergramaticales. í /'g. Í09. Margen derecho de los textos: final de las líneas.
568 CUALIDADES GENERALES DEL GRAFISMO CUALIDADES GENERALES DEL GRAFISMO 569
V ^ AV*™-1» V• *V ^f'* r * J1 * j- ^*
F/g. /í5. Diagrama grafométrico según Locard: proporción de las alturas minus-
culares —en línea de puntos dos escrituras originarias del mismo puño; en línea
llena— escritura oriunda de otro puño.
Fig. 111. Diferencias en la proyección de los pasantes.
'1
6 i)
Fig. 112. Escritura normal y aglutinada.
1.
• Q *.
*^ ^-»
/-
i
.///" • '
Fig. 118. "Gladiolagem" lineal.
Fig. 119. Vocablo! y grupos gjadiolados {Streletski}. Fig. 122. Escritura en la que predominan los valores angulares.
CUALIDADES GENERALES DEL GRAFISMO CUALIDADES GENERALES DEL GRAFISMO 373
572
F /
!
n u ' 4 CX CL CL
!i
4 £:í |
e g i c ,e
i
d áUi'cl
í el d d <^ -
1 c! i 9v r 1 ¡ .•
f./ i.¡ '\
1 t -"^ < i
m m /// ^ M > ?r]
nn, i***.. ^,v*t- it ^-'.-i ' ' ' / *- I f f J -} /
r ir m
Fig. 124. Ejemplos de Ideografocinetismos: I) patrón; II) semejanto;.. lili f?5. Medidas de la velocidad gráfica por el método Freeman (Saudek).
gentes.
SECCIÓN PAJR1MONIU
BIEN. CON. EN N'
k
FRAUDES GRÁFICOS
CUADRO GENERAL DE LAS FALSIFICACIONES GRÁFICAS 577
Rg,3, ^^^^^ .
'(0/^L¿^ A<>
^*céC^r
.-
imulación de escrito con mano iz-
-talsificación por disfraz total (si
Fig. 138. Auto
quierda).
total (sinistrograficación).
imitación libre o ejercitada. -falsificación por disfraz
-«a Fricación por f/g. Í39. Auto
580 CUADRO GENERAL DE LAS ESCRITURAS AUTÉNTICAS FALSIFICACIONES SIN IMITACIÓN 511
<? „
JO*** <
Fig. 143. Auto-falsificación por calco indirecto (con bosquejo). '¡; 149. Cuestinada.
I^^B^HHMMI^^H
l>
" • ' ' -^-
i?
' //
F/g. Í55. Cuestionada.
- - **.
60. Patrón.
/ . Í56. Patrón.
584 FALSIFICACIONES POR IMITACIÓN SERVIL FALSIFICACIONES POR IMITACIÓN SERVIL 585
/ . Í65. Cuestionada.
ti
<.
jz-Q
F/g. í/7. Cuestionada - 184. Cuestionadas (observar la igualdad).
Figs. 183
/
Giorgio Leoí
. Í90 - Í9í. Cuestionadas (observar la igualdad).
Í92. Patrón.
TOMOyCíS^ONNERVI
Dlretor-Superintendente
Í93. Cuestionada.
Fig. 205. Auténtica unntlu como matriz, mostrando el repaso del lápiz. F/ff. 209. Ampliación del trecho de la cuestionada mostrando el aspecto dul it.i 'o
ir.nntado sobre el dibujo a carbón.
594 FALSIFICACIONES POR CALCO INDIRECTO (DISEÑO A PUNTA SECA) FALSIFICACIONES POR CALCO (DÉCOUPAGE) 595
••
I
•<
* S
' | <H
Fig. 210. Cuestionada.
^ ^ <i
wi.i.15> ; V. V
mNW. I S
Fig. 211. Patrón. 1:1. Primera página de una de las cartas falsas (caso Bernardos).
•
^ *í 5
< Jt
X í 5 v-
$
s1 ' ^
' '-*< ^
i ?
í -t
.^ X^
Fig. 212. Macn*li'tiH|i.ilín do trazos de la cuestionada.
Patrón —auténtica del Dr. Arthur Bernardas.
596 FALSIFICACIONES POR CALCO (DÉCOU^GE) (DÉCOUPAGE) PRUEBAS DE SUPERPOSICIÓN
Fig. 215. Primera página de una de las cartas falsas (ídem de! caso Bernardes).
A V X i$ ^ x -^ í
E -w«-T--
5 Ií uS
'í A
s s,
i 5 "I ^.
• \^
*
v-* 4
^ |
V
1 í
.' v
Fig. 216. Otra reproducción hecha por Jacinto Guimaráes. h'igs. 217 - 218. Vocablos superpuestos {caso Bernardes).
598 CALCOS. PRUEBAS DE SUPERPOSICIÓN
FALSIFICACIONES POR IMITACIÓN LIBRE 599
Hl.i.t¡tÍÍHU¡HI,,IJ1¡¡lillJJ.,llíl|¡pf,ilili¡li!¡)üif!|Ítll¡
ASSINATURADOCLIEN
[xiKJL/JNA^tf
ffk gf. y"/ •""»
i «Ir»
,.
r-L
COMPRADOR
/
Fig. 245. Patrones.
Fig. 249. Patrón.
•i ffmf ii i
'••¿-£
Fig. 251. Patrón.
247. Pntr
AUTENTICIDADES FRAUDULENTAS. TRASPLANTES 607
606 AUTOFALSIFICACIÓN POR DISFRAZ
ÍV
tC 10
Fig. 254. Firma inicial a mano libre completada con el auxilio de un tercero.
de 1
s^~
'*;" -j't ^r ^r v;
Fig. 267. La misma cuestionada con la eliminación de los sellos a través de fil-
tros.
Fig. 268. Complementación de los trazos fuera del campo de los sellos.
• ¿~**^G* .
X
-fcZ
Figs. 263 a 265, Fallan de trazos y ausencia de depósitos de tinta en los bordM Fig, 269. Auténtica.
(Imitado:.
(.M
Y TEMBLORES
*ri ¿
\ 276.
/. 277. Retoque fraudulento.
"7
/, /
J J^a^t
Fig. 282. Patrón —escritura con tremulaciones.
c>
f
FÍQ. 284. Patrón —tremulaciones genuinas. 2S6. Las mismas escrituras de arriba (fig. 285) vistas por transparencia
614 CURIOSIDADES GRÁFICAS AUTORÍA GRÁFICA. SINISTROGRAFÍA 615
F/g. 287. Escritura con mano forzada. La guía es mucho más fuerte que el
guiado. La escritura es legible (Locard).
•-A
F/g. 288. Escritura con mano forzada. El texto "venez ce soir" está poco legible
(Locard).
3 91. Cuestionada.
t t
Vi ,i :".n\. Diferencias de formas de los dactilotipos (Hilton).
Figs. 293 - 294. Diferencias en los espacios entre los dactilotipos (observar In
tensión de las lln»ns),
618 TEXTOS DACTILOGRAFIADOS. NEGATIVA DE IDENTIFICACIÓN MECANOGRAFÍAS. TEXTOS DACTILOGRAFIADOS 619
Figs. 314 - 315. Correspondencia de impresión (dactilotipos fuera de pie). ! í<7. 320. En las segunda y tercera líneas, dactilotipos fuera de pie, inclinados a
;i derecha. En la primera línea: el mismo dactilotipo en su posición normal.
_
I <[/•;, 321 a 323. Impresiones de máquinas diferentes, aunque de la misma mar-
i.n, con los dactilotipos fuera de pie (observar los trechos de mayor longitud).
Figs. 318 - 319. Correspondencia de impresión (tíactilotipos fuera de pl«) 1? * 330. Letras "e" dactilografiadas en el mismo documento, con diferen
loa empastamientos (injerto con la misma máquina).
622 MECANOGRAFÍAS. TEXTOS DACTILOGRAFIADOS MECANOGRAFÍAS. TEXTOS DACTILOGRAFIADOS 623
m
' í*,*
f'lgs. 334 a 337. Defectos accidentales de las impresiones después del accionar
dfil teclado mayuscular.
jsao_Lde de ig
,O PAULO
StAl't
, Ovwía.u-y, 5hc^*&3/ _
, *3a« 5,^*-5to si á^&.Síf•;>&##,2lf
ífiátS»iJS **
*>.,
13
V,S, QiW »*tsu rás con o* é , fl-
I" Í* As* «o
<H t j a r U t /ys. 353 - 354. Identificación de la máquina a través de la correspondencia de
13- ,íflS
dilectos.
F/ps. 351 - 352. Identificación del trabajo dactilografiado a través de hábitos opt-
racionales.
i i 1111 * t i i r irrr* í *á
:am
1 &
#
*,* i*-» >
f^CZj
rr--1. M
F/g. 356. Fecha "1960" raspada y sustituida por "1959".
Fig. 360. Reinserción del dactiloti- Fig, 361. Varios rebotes para reto-
po "a" para retomar la alineación mar la alineación.
(agregado).
Fig. 357. Los señalamientos muestran la eliminación del dactüotipo "6" revelada
a través de la respectiva "foulage" acusada a la luz incidente.
-r .
L
¿ J, O ^J
S«
, . I-?*
-4»
¿.ara anticipar a
fír.a Si dl
4o
4
f , no día
D 8 L P I C C H SA * S 3 o -p a u' 1 o **" a . s . í i- *<
F/0. 364. Cheque originario de "1.000,00" (Hum mil cruzeiros), convertido, des-
F/g. 367. Recibo original de "Cr$ 2.000,00", transformado en "Cr$ 92.000,00", a
pués, del raspado det "1"y del"hu"en "100.000,00" {cem mil cruzeiros) con la es
través de interpolaciones e injertos.
critura manual del "100" y de la sílaba "ce", apenas con el auxilio de una estero
gráfica negra.
Fig. 365. La cantidad numérica después de la alteración (el inicial "100" fue 01
crito a mano habiendo el falsario procurado simular, también, la pigmentación In
teriorde los ceros).
4* Mnwt
nú ..Rtgfjie 54,
. jeos rc no *«*-.-
w Si
_**»«•>«» 4* 19*7, 4»
r*^H * e t:!wrfl
"^Ittre 4* l«a»* 8»- it«|f**tí ft'íí * 5f
fi¿>«*/x***
JS?* A . . (A M3ti~Jf¿
Fig. 366. La palabra "cien" después del raspado del "hu" (tambitin con lii \-<
mentos simulados). 368. El mismo recibo de arriba con la cancelación de las anotaciones agre-
ALTERACIONES FÍSICAS. RASPADOS ALTERACIONES FÍSICAS. RASPADOS 635
3*j<
•••••••••••••l
Raspado visible con la aplicación del reactivo "A" da Ehrllch.
374. Raspado demostrado por el erizamiento de las fibras del papel.
636 ALTERACIONES FÍSICAS. LAVADOS QUÍMICOS ALTERACIONES. LAVADOS QUÍMICOS 637
íí - • y ."/#**. ,77*
f^HrA' ^^ •*
OSVALDO CRUZ
J
Fig. 375. Reproducción normal del anverso de un cheque.
-
NJ984688
Fig. 376. El mismo cheque fotografiado bajo la acción de los rayos ultraviolnia
Figs. 385 - 386. Llenados dactilografieos borrados con el auxilio de reactivos quí-
micos y revelados con la aplicación de reactivos de Ehriich, en la visión por trans-
parencia.
Fig. 383. Sector ampliado mostrando lo que sobra del llenado originario, no iti
tegralmente recubierío (el "3" fue "encajado" en el lugar del "punto").
Fig. 384. Sustitución del nombre después del borrado originario con el auxilio dn
un reactivo químico.
Fig. 391. Anotaciones a lápiz rasuradas que pudieron ser leídas en la hoja de pa-
VISTO pel carbónico tirado en el cesto. La lectura fue facilitada con la fotografría al in-
frarrojo (Clark).
SÁQ-FAULQ
Fig. 389. Reverso del mismo cheque en el cual la declaración de la cantidad re-
gistrada con el "protetógrato" fue alterada con aplicación de tres recortes del gua-
rismo "O" tomados de otro documento.
7*n*m3p*WímíftiWffi*mrr»^^
Figs. 394 - 395. Conversión de la fecha "3" en "13" con la adición del guarlsmí
"1". A pesar del aspecto análogo, al infrarrojo quedó acentuado (fig. 395) el con-
traste entre las dos tintas.
ff
Fig. 396. Lavado químico —lectura del subyacente reforzado insuflando vapon
de sulfhidrato de amonio. 399 - 400. Varios trazos de tinta fotografiados con pancromático (flfl. 399)
Infrarrojo (fig. 400).
ALTERACIONES FÍSICAS. AGREGADOS 645
644 LECTURA DE TEXTO CARBONIZADO
> J
Fig. 407. Raspado —comprobación del campo raspado con la aplicación de los
reactivos de Ehrlich.
1í
''' "'J jf
'*". V
Fig. 411. la firma del pintor y la fecha tal como se veían en el cuadro (foto pan-
cromática).
AKG J 109.8 7
1
/;,
'.;*'ú''»£"«:'t'"1''*
i, .,.: II i.
F/gs. 4í6 a 418. Firmas de los directores de la "cautela" de arriba ¿fe*. 419 - 420. Sobrecargas de tinta que sirven para indicar los valores de las
cartas de juego acordes con su localización (v. fig. 419).
652 ALTERACIONES POR AGREGADOS
ANACRONISMO EN LA PRODUCCIÓN DE DOCUMENTOS 633
.; • ••• ' »' ) ¡ A ' fr ' A ' i'. ' t* ' & ' , ¥ "
"/ AtlXJUBL 5QQ,Q'J._.
**Jfcrí-H«i> ti D*tri«-I*l
7 Af 2Í/I/Í* .._ ....
* IMPOSTOS E TAIAÍ...
TAXA AGUA....—..
sur. S i O I !í F * ¿I ? 8 «{fl»!*!
Figs. 423 - 424. Dos recibos simulados, con fechas de 5-2-1962 y 4-4-1963.
Fig. 422. Una de las marcas utilizadas (conde o "j"). . 425 - 426. La mancha de tinta en el recibo de fecha posterior proyectad»
en el recibo anterior a través de un borrón.
654 ANTERIORIDAD DE LA FIRMA EN RELACIÓN AL SELLADO LAVADO QUÍMICO. LLENADO CON ESFEROGRÁFICA v i ; i i i » i 655
E-.Te3T«=-i-c3«t.ii«=W£3T-=arissB'e'i*=»i- -:.--i- . . ••...•< [ti
1Í . V
- .
lo -Til da l?7í pagar -- por e^lo unit PACiUK MJR í.SIJ: < - j n : y i : i , NA l-KAVA tu:
- -•-. ou ó 3'in ordeiii no fi
em rtioedfl corréale déste u
- S»nt'Ani
F/g. 429. Aspecto del cheque cuando fue pagado.
alor recebido——-
.....^ A CUANTÍA DE.
S5i=«SKsas?.s5!5Barj
cimiento.
':H, Con exclusión del nombre, tal como el cliente alega haber llenado el
«hoque reproducido en la fig. 430.
656 MECANOGRAFÍAS. IMPRESOS TIPOGRÁFICOS (CLICHÉS) REPRODUCCIONES DE FIRMAS Y ANOTACIONES DE LA MAQUINA 657
F/p. 434. Reproducciones, por medio mecánico, de la forma del diseño para las
(Irmas del gerente y la confección, a través de la impresión facsimilar de sello, de
Fig. 433. Verdadero. loa escritos de la máquina de "visar" (las impresiones en rojo de esa máquina fue-
ron eliminadas con el auxilio de filtro adecuado).
658
MECANOGRAFÍAS. ALTERACIONEÍ
CRUZAMIENTOS DE TRAZOS
Figs. 436 - 437. Facsímil general del texto de donde se obtuvieron las mícrofo-
tografías que siguen con la identificación de los cruzamientos (letras) y trazos (nú-
meros) conteniendo dactilografías anteriores y posteriores a los manuscritos.
' M l.í.'i ti mismo trecho de la fig. 438 después del filtrado rojo permitiendo oh
" mejor el comportamiento de los trazos de esferográfica en los div«mo« ortí
I nm tantos.
662 CRUZAMIENTOS. MÁQUINA CON ESFEROGRÁFICA CRUZAMIENTOS. DACTILOGRAFÍAS CON TRAZOS DE TINTA 663
Fig. 440. Cruzamiento
de los trazos 6, 7, 8 y 9
con dactilografías ante-
riores y posteriores a su
lanzamiento. Nótense
los estrangu lamientes u
otras perturbaciones de
los trazos, en los cruces
GHIJKT y la ausencia
de disturbios en los de-
más (OPQRS).
Fig. 450. Aspecto general del facsímil demostrativo con señalización de los cru-
zamientos contenidos en la macrofotografía de abajo.
i
Figs. 447 - 448. Macrofolog rafias de los cruzamientos HIJM (primero las dacti- Ftg. 451. Microfotografía acusando las perturbaciones de los trazos de ealero-
lografías) y VXZ (primero los trazos), con o sin filtros, mostrando los fenómeno» cuando son lanzados sobre otros del mismo género.
que son consecuencia del orden de los lanzamientos.
666 TRAZOS DE ESFEROGRÁFICA CON TRAZOS DE TINTA TRAZOS DE ESFEROGRÁFICA CON RELIEVE DE DACTILOOKAI lAS 667
RELB7OS FOSTBRIOBB3
Fig. 455. Reproducción global de los cruzamientos con relieves anteriores (1) y
Fig. 452. Facsímil del "test" identificando los cruzamientos reproducidos en las posteriores (2) identificando por letras los reproducidos en las microfotografias,
maerofotografías siguientes. siendo ABCD con relieves preexistentes y EFGHIJ con trazos anteriores a los re-
lieves.
K E LEVOS
POSTERIORES
Fig. 454. Microfotogratia de otro sector del test" (cruzamientos GHIJKLMN) cl« / ifjs. 456 - 457. Macrofotografias demostrando las perturbaciones de los trazos,
mostrando siempre que los anteriores trazos de esferográfica perturban los poi< posteriores a los relieves (cruzamientos ABCD) y la ausencia de disturbios en Ion
tenores trazos de tinta. mismos cuando anteceden a aquéllos.
668 TRAZOS DE TINTA CON RELIEVES DACTILOGRAFIÓOS CRUZAMIENTOS. TRAZOS DE TINTA CON RELIEVES
EE.LEVOS A1J TEJÍ IO RUS
Fig. 460. Aspecto general del "test" observado por transparencia, con identifica-
ción de los cruzamientos contenidos en las macrofotografías.
Fig. 458. Otra reproducción del "test" con el negativo tomado a trasluz.
Fig. 459. Aspecto de los cruzamientos, en macrofotografías por transparencia, S. 461 - 462. Macrofotografías por transparencia, mostrando los fenómenos
corrientes en el caso de relieves anteriores y a la normalidad de los trazos, cuando
los relieves son posteriores (HIJLMN).
670 CRUZAMIENTOS. TRAZOS DE TINTA CON RELIEVES TRAZOS DE TINTA SECA, CON OTROS TRAZOS DE TINTA 671
RELEVOS POSTERIOR::
Fig. 463. Aspecto general del "test" en foto con luz oblicua. Fig. 466. Aspecto general del "test" con identificación de los entrecruzamientos
reproducidos en la microfotografía.
Fig. 467. El mismo "test" con eliminación de los trazos anteriores, a través de fil-
tro rojo, permitiendo una mejor observación de los trazos post-lanzados.
Figs. 464 - 465. Macrolotografías con luz normal, mostrando que ocurren o no
perturbaciones de los trazos de tinta según hayan sido lanzados después o anlii ' «¡ !<•!<. Maerofotografía acusando las perturbaciones de los trazos posterlorM
de los relieves dactilografieos. •n los varios puntos de cruzamientos.
672 TRAZOS DE TINTA YA SECA, CON OTROS TRAZOS DE TINTA CRUZAMIENTOS. TRAZOS DE TINTA (im •;< A i
Fig. 477. Reproducción integral del "test" (líneas horizontales anteriores lanza-
das, así como en el "test" de ta fig. 479 con cargas de presiones diversas).
Wl)
Fig. 481. Aspecto general del "test" con la casi total eliminación de las imágenes
de los trazos anteriores, a través del filtro.
N ic S
10 ANOS RAF DCUM£NrOSC¿¡-íCOS t
Fig. 484. Aspecto general de los cruzamientos con la impresión menos húmeda
que la reproducida arriba (trazos manuscritos cinco minutos después del lanza-
miento de la impresión).
Fig. 488. Aspecto general de los cruzamientos de impresión con sello ya seco,
con rasgos manuscritos.
v^ '
Fig. 489. El "test" de arriba, diluidas las imágenes del sello, para la mejor obser-
vación de los trazos de tinta.
Fig. 487. Macrofotogralía de otro sector del mismo "test" {fig. 483).
Fig, 490. Macrofotografía de algunos de los cruzamientos del "test" (identificados
•n la figura 489). Nótese que, cuando la tinta de sello está seca, no<>< u n m - i .n
tos derrames de la tinta, habiendo no obstante fallas o estrangulan^ mi.
yor frecuencia.
678 CRUZAMIENTOS DE TRAZOS CRUZAMIENTOS DE TRAZOS 679
Fig. 495. Escritura a pluma y tinta sobre doblez preexistente en el papel acusan-
do inundación.
Fig. 491. Cruzamiento del trazo de tinta fuertemente surcado sobre un trazo dac-
tilografiado.
Fig. 492. El mismo sector de la fig. 491, fotografiado por transparencia mostran-
do la perforación del papel causada por el golpeteo dactilográfico. La tinta do es-
cribir debería, forzosamente invadir el soporte roto, con inevitables "picadas" da
los picos de la pluma. La inexistencia de fenómenos obligatorios prueba lo an-
terior del trazo de tinta.
Figs. 498 - 499. Aspecto del entrecruzamiento de dos trazos de tinta en el mismo
documento, siendo el de la izquierda anterior al doblez y el de la figura a la dere-
cha, posterior al mismo.
Fig. 500. Derrame de tinta en virtud del doblez preexistente en el papel. Fig. 506. Macrofotografía del reverso del orificio
de "papirófago" mostrando el transvase de la tinta.
682 CRUZAMIENTOS DE DACTILOGRAFÍAS Y SELLOS, CON ORIFICIOS IMPRESIONES DIGITALES 683
DEL PAPEL SOPORTE
rH
O
ü
^
O
Fig. 507. Aspecto de las impresiones dactilográficas y del sello al cruzarse los
mismos orificios (de broches) del soporte.
nte.ap H C
•H t*
w a?
CVJ
a>
- -P
-- c
H >«(
Fig. 508. Aspecto ofrecido después que el perito hiciera recomponer las "rebar-
bas" del papel. Nótese que las dactilografías (letras "e" y ",") no se completan, al
paso que la impresión de sello quedó recompuesta. Se determina así la anterio-
ridad del sello en relación al orificio, y la anterioridad del orificio en relación a las CS
dactilografías. A
i-i
•H
CO
•H
ü
-H
&UAS*Ó*
7
BANCO
436
CELSO"MAURO IIBEIRO BEI PICCHIA ti ou
MAT1IZ-P.100-1BO.440
it]. 517. Firma vista por transparencia a través del pape! del cheque.
A N - o S ; > . T Ü ! H 436
tElSO M A U R O RIBEIRO DE1 PICCHIA B OÜ
Fig. 515. Otro tipo de emisión controlada con mayor delimitación de los valores.
Este expediente podría sustituir, inclusive, los "protectores" utilizados por los ban-
cos y firmas en la emisión de sus cheques.
Fig. 516. Ejemplo del cheque después del registro de su valor. 5í9. Documentación de la eficiencia de la protección, enchequr
f)or transparencia.