Sacrificios humanos entre los aztecas

El sacrificio humano se remonta a los mitos primordiales, al

origen del Sol y de la Luna. Los sacrificios humanos
desempeñaron un papel muy importante en la vida de los
aztecas. la religión azteca sería incomprensible sin reconocer
estos rituales de sacrificio, de los que tenemos evidencia
hallazgos arqueológicos, pinturas indígenas etc.
El sacrifico debía llevarse a cabo dentro de un espacio y tiempo
que evocaran el mito. Un templo, un cerro, un medio acuático o
cualquier lugar asociado a la deidad a la que se pretendía
homenajear podían ser el lugar del sacrificio. El momento en el
que se llevaba a cabo el sacrificio era sumamente importante,
pues el espíritu de los dioses llegaba a la Tierra en forma de
tiempo, mientras la presencia de un dios se encontraba en el
plano terrenal, esta opacaba a la de las demás deidades y ejercía
mayor influencia sobre la vida cotidiana de los humanos. 
 Los individuos destinados al sacrificio en honor de los dioses
eran llamados ixiptla,  “representante” de los dioses. 
Los sacerdotes que tenían que sacrificar a las víctimas eran
los ixiptla del dios al que estaban consagrados; se presentaban al
ritual, al igual que las víctimas, con la vestimenta del dios al que
estaba dedicado el rito.
Tanto la víctima como el sacerdote se mostraban ante la gente
representando al mismo dios, con la diferencia de que la víctima
tenía la muerte como destino y el sacerdote se alimentaría de la
fuerza contenida en el corazón y la sangre de la víctima para
hacer resurgir al Sol y ayudarlo en su tránsito por el cielo.