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¿COMO HACER UN DEVOCIONAL?

Prepárate para tu devocional


Determina una hora fija para hacer tu devocional y apégate a ese

1 horario. No intentes hacer tu devocional en tu tiempo libre porque lo


más seguro es que nunca encontrarás ese tiempo. Si agendas,
programas y respetas cada día el tiempo que vas a utilizar para tu
devocional, optimizarás cada uno de tus encuentros con Dios

2
Elige un libro de La Biblia y haz tu devocional en él desde el
principio hasta al final. No es recomendable que simplemente abras
tu Biblia al azar cada día porque corres el riesgo de pasar por alto
aspectos importantes del contexto y “hacerle decir” a la Biblia cosas
que en realidad no dice. ¿Cómo leerías una carta de amor?
Empezarías por el comienzo y poco a poco leerías, con calma, hasta el
final ¿no es verdad? ¡La Biblia es una carta de amor que Dios te
escribió! Así es que toma un libro por el comienzo y sigue en él hasta el
final. (NOTA: SIGUE LA GUIA DEVOCIONAL)

3
Elige un lugar fijo en tu casa. Un lugar donde no seas interrumpido
por nada ni nadie y has de ese lugar tu espacio especial donde siempre
te encontrarás con Dios. Eso te ayudará a no distraerte y perder el
tiempo buscando dónde acomodarte para hacer tu devocional.

4
Ten listas todas las cosas que vayas a necesitar. Debes tener a
mano una Biblia, un cuaderno, un lápiz, sacapuntas, etc. Guárdalas en
el lugar donde siempre hagas tu devocional. Tener todo listo evitará
tener que levantarte a buscar algo que hubieras olvidado y así podrás
seguir concentrado en tu comunión con Dios, sin distracciones.
Comienza tu devocional
Ora. Una vez que hayas elegido un libro (El capitulo asignado por la Guía devocional)

1
lo primero que debes hacer es orar para pedirle a Dios que te ayude a escucharle y que
puedas ver cuál es Su Voluntad. Haz una oración corta, que te ayude a recordar
delante de quién te estás presentando y que alinee tu corazón con el de Dios.
Recuerda que este no es tu tiempo de oración e intercesión por otras personas sino
que es el momento en que, como un soldado, te estás presentando delante de tu
capitán a recibir órdenes e instrucciones, no a pedir favores. Tu meta debe ser la de
entrar en conexión directa con tu Creador.

2
Lee y marca. Enseguida comienza a leer el capítulo que te corresponda varias veces,
pero vas a leerlo con un lápiz en la mano y marcando todo lo que te llame la atención,
es decir, puede ser alguna frase que te suene extraña o interesante, alguna palabra
que se repita muchas veces, alguna actitud de un personaje determinado, alguna
relación que haya de causa-efecto (si haces esto… sucederá aquello…), algunos
contrastes que puedas identificar, etc.

3
Medita. En este momento te darás cuenta de que hay algunas cosas que ya has
marcado en tu Biblia, concéntrate en esas porciones (pregúntale a Dios qué es lo que
Él quiere decirte) y elige la que más te llame la atención. Toma un tiempo para meditar
en esa porción.

4
Pasemos ahora al Diario. Vamos a ver las secciones que debes escribir:
- FECHA: En la parte superior derecha, siempre escribe la fecha.
- LECTURA DEL DIA: Escribe el pasaje o los pasajes que te toca leer.
- VERSO RHEMA: En esta sección escribe el verso o los versos de los pasajes que
leíste, con los que Dios habló a tu corazón. Por ejemplo, si leíste Génesis 23-24, y el
verso que tocó tu vida fue Génesis 24:1, escríbelo aquí.
- PALABRA RHEMA: En esta sección de tu devocional, escribe con tus propias
palabras lo que sientes que Dios quiere enseñarte a través de la lectura bíblica del día.
La Palabra Rhema es esa palabra que viene del corazón de Dios para tu vida. Toda la
palabra nos edifica, pero una palabra específica es la que aumenta nuestra fe y nos
hace crecer espiritualmente.
- REFLEXIONA UN POCO: Una vez que tengas escrito lo que Dios quiere enseñarte,
es momento de meditar un poco más sobre ésa palabra específica para tu vida.
Pregúntate: ¿Qué provoca está palabra en mi interior? Y escríbelo aquí.
- MOTIVACIÓN: En ésta sección de tu devocional, puedes escribir experiencias de
personas que hayan vivido algo parecido a lo que Dios te está hablando, incluso
escribe tus propias experiencias. Lo importante es que te mantengas motivado a seguir
aplicando lo que estás aprendiendo.
- APLICACIÓN: Es importante aprender de la Palabra de Dios, pero lo más
importante es aplicar en nuestra vida las enseñanzas de Dios. Haz una lista de las
actividades que puedes realizar para que empieces a vivir la palabra en tu diario vivir.
- NOTAS: Trata de escribir cualquier cosa que creas puede servirte para tu crecimiento
espiritual y ministerial. A mí me gusta ponerle título a cada día según lo que Dios me
hable, me inspiro a sacar predicas.
5
Termina con oración. Termina tu tiempo devocional con una
oración, pero ten en cuenta lo que Dios te acaba de decir. Es decir,
¿alguna vez has estado contándole a alguien algún asunto
importante y cuando terminas de hablar la otra persona
simplemente te cambia de tema o te interrumpe para preguntarte
algo que no tiene nada que ver con lo que platicas?, es que, en
realidad, esa persona no estuvo escuchando lo que tú le decías,
sino que se quedó enganchada en algún pensamiento suyo. A
veces sucede lo mismo con Dios. Él te habla en tu devocional
sobre obediencia (por poner un ejemplo) y en tu oración final le
pides que me dé un aumento de sueldo… o sea no escuchaste
realmente lo que Él te estaba diciendo porque tu oración final no
tiene nada que ver con lo que Él te ha estado hablando unos
minutos antes. Asegúrate de orar lo que Dios te acaba de decir en
Su Palabra y entonces sabrás que tu oración será contestada
(Juan 15:7).

6 Memoriza. Algunas veces, en tu tiempo devocional encontrarás


algún versículo que vas a querer memorizar, si ese es el caso,
escríbelo en un pedazo de papel aparte y llévalo contigo todo el
día por donde vayas. Seguramente tendrás algún momento en
especial en que necesites leer y reconfortarte con ese versículo.
Consejos

 Recuerda que el verdadero propósito de hacer tu devocional no es encontrar


“verdades ocultas” o aspectos novedosos de La Palabra, sino tener comunión con
Dios y recibir instrucciones suyas. No busques nuevos descubrimientos sino
comunión e instrucción.
 Considera siempre que un devocional no es algo “obligatorio”, sino un privilegio. Es
decir, acércate a Dios con una actitud correcta y no a regañadientes. Ten paz, tu
salvación no depende de tus tiempos devocionales (Efesios 2:8-9), pero tu comunión
con Dios será mucho más cercana si realizas tus devocionales.
 Un devocional no es algo “mágico”, no es una fórmula para obtener cosas sino una
manera de fortalecer tu comunión con Dios.
 No hay una forma “correcta” de tener tu devocional. En una relación siempre hay un
toque de singularidad. Ahora, si bien no hay una forma “correcta”, sí hay ciertos
lineamientos que son esenciales:
o Se basa en la Palabra de Dios, no en sentimientos, sensaciones o corazonadas
porque todo eso es engañoso, pero las Escrituras son “la palabra profética más
segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra
en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en
vuestros corazones” (2 Pedro 1:19)
o Hacer tu devocional es una decisión personal y consciente, mucho más allá de
tu estado de ánimo. Es una necesidad como comer, aunque a veces sientas
que no tengas hambre, sabes que necesitas la alimentación. No hay sustituto
para el alimento que recibes a través de La Palabra de Dios.
o Si al principio sientes que no puedes, que Dios no te habla, etc., no te
desalientes. Persevera en tus devocionales y en tu oración. Necesitas aprender
a escuchar a Dios y eso a veces requiere un poco de “práctica”. Si vas al
gimnasio no ves los resultados terminando la primera serie de ejercicios, pero si
eres constante los resultados serán evidentes pronto. No te desanimes,
recuerda que Él ha enviado Su Espíritu para enseñarte Su Voluntad a través de
La Palabra, ten confianza, Él lo hará.

BENDICIONES…

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