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EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN

Usar adecuadamente las comas en textos específicos

I- Use la coma [,], Cuando sea necesario, en las siguientes oraciones.

1. Todos sabían que sus temas preferidos eran: el amor, la libertad, la justicia y la paz.
2. Ni lo pienses, Pedro.
3. El padre, sentado en la orilla de la cama, trataba de tranquilizar a la hija enferma.
4. A usted, siempre se le ocurre lo peor, doña Nana.
5. Procura leer los siguientes libros: El oro y la paz, La guerra del fin del mundo, El
Quijote, doña Bárbara.
6. Enseguida las chicharras que se habían dormido, a ras del mediodía despertaron,
llenando la tierra de rechinados.
7. En el verano, en la baranda del largo y angosto edificio, recostado contra la pared del
cuarto, don José se asoleaba.
8. Las mesas volteadas , las sillas dispersas, las ropas tiradas, los libros rotos, indicaban
la violencia del encuentro.
9. Juan, debes comprender que esa actitud, no es la adecuada.
10. Aquí en cambio, en el cuarto de vestir hasta la vista se descansa, se refresca.
11. Elena, la más pequeña de la familia, había decidido marcharse.
12. Para el nuevo curso, debe extraer lo siguiente: lápices, papel de dibujo, pinturas y
pinceles.
13. Todas las mañanas, antes del desayuno, caminaba 2 kilómetros.
14. tomó el niño, no lo apretó contra su pecho, lo alzo, lo mostró a lluvia.
15. Lo más conveniente, creo yo, es que te recluyas en tu casa.
16. Los niños, cansados por el juego, se durmieron rápidamente.
17. Santiago, la ciudad más importante del Cibao, conserva muchas tradiciones.
18. Espero, Laura, que te haya gustado el libro.
19. Sí, debes llegar lo más pronto posible.
20. Te autorizo, más no te garantiza el éxito de este plan.

II- Use convenientemente la coma [,] en los siguientes textos.

<<Un negro viejo, pero firme aún sobre sus pies Juanetudos y escamados, abandonó la goleta
recién atracada, en el muelle de Saint Marc. Muy lejos hacia el norte, una cresta de
montañas, dibujaba con azul, apenas más oscuro que el del cielo, un contorno conocido… así
guardando las monedas que el amo le había dado, año tras año, había logrado pagar la suma
que le exigiera, el patrón de un barco pesquero para viajar en cubierta. Aunque, marcado por
dos hierros, tío Noel, era un hombre libre. Andaba ahora sobre una tierra, en la que la
esclavitud, no había sido abolida para siempre. >>
<< eran cuatro: el padre, la madre y dos hermanas perturbadoras. Llegaron en un Ford T, con
placas oficiales cuya bocina de pato alborotó las calles a las 11 de la mañana. La madre,
Alberta Simonds, una mulata grande de Curazao, que no hablaba el castellano todavía
atravesado, de papiamento había sido proclamada en su juventud, como la más bella, entre
las 200 más bellas de las Antillas. Las hermanas acabadas de florecer parecían dos potrancas
sin sosiego. Pero la carta grande era el padre: el general Petronio San Román, héroe de las
guerras civiles del siglo anterior y una de las glorias más grandes de régimen conservador,
por haber puesto en fuga al coronel Aurelio buen día, en el desastre de Tucirinc. > >

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