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Yevisva Evve maestros Vl 2 QevesetPeResegi cn Nactone Aue, 2000 LSS 40s Bh T4 Las trampas de la identidad o cémo ser maestra y no morir en el intento' Samuel Arviaran La raz6n le decta que sélo podia baber sido ta mujer del médico, ella es a que ve, lla es la que nos ba protegide, cuidado yalimentado, no seria de extranar que bubiera tenido también esta disereta atencion, eso era to que a razon le deca, pero no cretan la razon. José Saramago, Ensayo sobre la ceguera The primero que me tam ta atencién dle {exe libro de Aurora Elizondo es su enfoque fuertemente hermenéutico (que es el mismo " FLIZONDO, Aurora. Las Trampas dela identidad en wn muda de mujeres. México, Naca 1989, p. 213 ara la bib que yo utilizo en la investigaci6n educativa) Se tata de partir de la autocomprensién de nuestros actos para comprender su sentido y poner en comtin las diversas interpretaciones que tienen os sujetos para aribar a una comprensi6n adlecuacls, Ete enfoque nos obliga a repensar en el proceso de enyenanza, ~aprendlizaje en el aula como imeductible al orden racional cognitive, Dicho de otra manera, coincide plenamente con la autor cuando insiste en que necesitamos dominar Ja hermenéutica para salir de las trampa de la identidad que reducen la educacion «4 un proceso mental o puramente biologico. Con la hermenéutica se puede entender mejor €l proceso educativo como accion simbslica sto significa interpretar las determinaciones sociales ¢ hist6ricas (por ejemplo lo que hace el modo de ser docente) como procesos que tienen {que ver con la conformacion de los cuerpos y de su identificaci6n sexual. Mientras que yo planteo una teorfa de kt educaci6n a partir del ethos barroco, es decir, de las necesidades afectivas y simbslicas del cuerpo y el modo de ser latinoamericano, Aurora Elizondo elabora sus propios conceptos como la * sminizacion| del magisterio” o la “masculinizacion” del personal universitario, Otra cost es si esta feminizacion o masculinizaci6n es valorada negativa o positivamente. En segundo lugar me llama la atenci6n Ja manera en que ke autora trata un tema imporante hoy en dia ka dominacion ‘masculina, particularmente a trvés de las instituciones educativas. Desde el principio de su libro, la autora delimita muy bien su ‘objeto de estudio. Desde la hermenéutica hay que abordar la identidad y la no identidad, centre el sujeto y el objeto de conocimiento. destacando el asunto de la produccién de la verdad. Este abordaje no supone necesariamente fimitarse a un debate epistemoldgico ya que como bien dice, apoyiindose en la hermenéutica de Ricoeur, cl problema de la validez debe ser desplazado de la Orbita de la flosofia plat6nica de la verdad. Yo anadiria, también de la tradicion postivista de la ciencia, Actualmente contamos con diversas metodologias derivadas de Jos enfoques cuatitativos. La aplicacién de estas -metodologias en la educacidn esti demostrando ser sumamente fructifera. Fl propio libro de ‘Aurora es una prueba de dicha aplicacion fecunda cuando problematiza la educaci6n preescolar desde un enfoque antipositivista. Y puede decirse que la aportacion de Aurora lo es tambien para la educacion en general, * tomado en cuenta que la problemstica ceclucativa exige pensarse a la luz de los procesos simbolicos. En la medica en que la accion ceducativa es fundamentalmente un proceso de accion simbélica no hay otros métodos alternativos al positivismo que los enfoques hermenéuticos contemporineos. A lo largo del libro la autora se refiere a la hermes tica en general destacando para la investigacién educativa su importanci Precisa los aportes de Habermas, Apel, Ricoeur y Gadamer subrayando cuidadosamente sus aciertos y limitaciones. Entre los principales aportes recupera la critica de la ideologia y la reconstruccion de los mitos. No hubier estaclo de mis que la autora se refiera a la hermenéutica de fildsofos posmodernos como Vattimo, Rorty y Derrida. Lo que parece valorar mais es el enfoque de Castoriadis y la hermenéutica ilustrada de Habermas y Apel, aunque no deja de senalar las deficiencias de estos titimos Entre las limitaciones de Habermas y Apel sehala su desacuerdo con el planteo abstracto, logicista que implica plantear una hermenéutica reducida a sujetos desencarnados que ‘inicamente intercambian informaciones, Para Aurora Elizondo la comunicacién en cl aula, como todo acto de comunicaci6n, requiere otra comprensiOn en términos de una lucha por el reconocimiento de una conciencia aut6noma, Pero también por kt ubicaci6n correcta de la funci6n del ser docente en cuanto éste tiene ademas de una ‘mente, un cuerpo (femenino © masculino) con sus propias necesidades irreductibles al consenso nacional, Y aqui esti el primer mérito del libro de Aurora, Su critica va mis alld de los planteamientos de Habermas y Apel y toca los enfoques tedricos de la educacién como el constructivismo y aquellos que reducen la educacidn a un proceso racional y cognitive, Como dice ella: “En este contexto desisto de considerar a la institucién social como ‘conformada por un discurso y unos sujetos ‘que, bajo una confrontaci6n racional ‘acuerdan © se oponen; parto del supuesto de que es algo mas que una red de intersubjetividades” (pag. 49), Aunque tengo muchas conve metodolégicas con la autora, sin embargo tengo bastantes desacuerdos. No me convencen mucho algunos de sus planteamientos, Por ejemplo en tomo de la cuestiGn del significado hist6rico ¥y conceptual de “lo femenino’ 1. Elsignificado bistorico Es que en realidad ya no sucede aquello que ella critica como opresidn de la mujer mercado de trabajo. Segtin datos de Manuel Castells en su libro La era de la informacién, al contrario de lo que se pensaba antes, las estadisticas revelan que a raiz de la nueva través del division del trabajo impuesta por el proceso de globalizacidn, ha erecido el movimiento de liberacién de la mujer, justamente porque han ingresado a proporcién, Esto significa que hay un ridical en el modo en que se define lo femenino, mercado de trabajo en mayor ambio Ahora es mais bien un ser auténomo, Las ‘mujeres al adquirir nuevas formas de socialidad cen la fibrica, en el trabajo, en la oficin enka escuela, ete, escubren otra manent de ser:n0 dependiente. Las nuevas formas de socialidad. que sungen de la nueva division internaci del trabajo en ver de intensificar la dominacion ‘masculina lo que producen es una crisis de ka estructurt familiar con la consiguiente crisis del orden patriareal en que se fundaments Ja dominacion maseulina 2. Elsignificado conceptual (Otro punto en que no estoy de acuerdo con la autora es con el significado conceptual posmodernista de que la mujer es significante sin referente, Apoydindose cen Castoriadis utiliza el concepto de imaginario para ver cOmo los significantes construyen sus referentes a partir de un des de ordenamiento y control social, En este sentido el modo de ser del docente preescolar es articulaclo en torno de dos significantes: lo femenino y la maternidad. Exe enfoque te6rico es discutible. Tal enfoque explica que no hay nada real, todo es juego de significantes, Baudrillard, por ejemplo, habla de que la guerra del Golfo Pérsico no ha sucedido. Por su parte Lyotard, \Vattimo y Derrida hablan de un orden textual independiente de la realidad, Habria un mundo de la fibula 0 de la realidad virtwal con su propia logica ¥ sus significados, Ya Kierkeggard decia que no se puede conocer a la mujer porque no existe, De lt misma manera, Lacan y Zizek sefalan también que no existe la mujer. La mujer slo es un fantasma, un sintoma del hombre, Todo es imaginario, un puro juego de significantes sin referentes, Dicho en otras palabras, estamos ante una I6gica del deseo que nunca tiene ci6n, Bl de satis eo ahueca, remite siempre 4 otro deseo y as infinitamente. Por eso es que es imposible captar el ser de la mujer, ‘Tenemos inicamente trampas de la identidad. En el caso de ser docente preescolar ~como sefala Aurora jamds la identidad logra fusionarse, Ea vez de identidad aparece iis bien la diferencia (que a su vez es siempre negada), En este circulo infernal es donde se desarrolla la educacion preescolar. El sante de To femenino, ligado a su vez al significante “madre” aparentemente suplanta al significado del ser docente. Si esta falsa identidad solo deriva en una trampa ontol6gica me parece que entonces no es muy afortunada su critica al proceso de feminizaci6n del ser docente preescolar, Mejor seria hablar de tn proceso de infantilizaciGn del ser docente ‘en general. Infantilizacidin que como todos saemos es promovida por la burocracia de la Secretaria de Educacién Publica para impedir {que los maestros desarrollen una vida autnoma, ‘autogestionaria, Tal pareceria que en todos los niveles descle la educacion basica, media y superior no se busca que el ser docente sea Una persona dotada de inteligeneia y razon y mucho menos de sensibilidad. Por ejemplo, cuando en el caso del confliewo de la Universidad Nacional Autonoma de México, en ver. de la fuerza de la raz6n se opta por ade la raz6n de la fuerza, tuna sala por la es decir, por la via de la intervenci6n policial, se ve claramente que se prefiere mantener a los estudiantes y los maestros universitarios en un estado de infantilizacién prolongada. Por Supuesto que comprendo que Io que a la aute le preocupa no es el ser docente en general, sino el ser docente preescolar, la mujer ‘como maestra o la maestra de preescolar como mujer ire y virgen Masia, En este sentido, sus observaciones son agudas, impecables y hasta cierto punto contundentes ya que resultan dlficiles de rebauir, Insiste en que no hay una diferencia sural, puramente biolégica entre el hombre y la mujer. Eso de que lo masculino ¥ lo femenino son determinaciones biolégicas sélo es una ideologéa patriarcal. Segdn ideologia lo que tiene valor es la r126n, ccualidad propiamente masculina en contra de lo sensible y la afectividad (cualidacles femeninas sin valor social) Ya decfa Sartre que el ser hombre o mujet se determina social y culturalmente lo que subraya Aurora cuando critica las trampas de la identidad o la total artificialidad de la mujer maestra, Lo femenino no seria tra. cosa que un invento social con fines de control social. En la medida en que lo \go determinado simboticam por la sociedad, se articula con significantes femenino es a Ke arbitrarios como los de la sumisi6n, la pasividad, la afectividad, etcét Parece que Aurora insiste en asociar la dominacién masculina con la dominacion de la razén, Resalta en su critica la afectividad como opuesta «la racionalidad, como si la primera fuera cualidad femenina y la segunda algo masculino. Es sintomatico que para ella hay una oposici6n entre lo universitario masculino equivalente al saber cientifico y lo magisterial femenino equivalente al saber prictico, Obviamente aqui la autora se equivoca porque seneillamente el conocimiento no tiene sexo. A mi modo de ver su argumentacion es poco convincente. Cae un falso dilema, algo que se explica porque kt autora arrastra una especie de atavismo feminista, Estas dualidades 0 falsos dilemas hoy son muy discutibles. La realidad no es tan simple. El hombre puede acceder a un saber practic de la misma manera que la mujer puede acceder al saber cientifico, El falso dilema reside en oponer injustiicadamente la teori por un lado y por otro la prictica. También es un falso dilema oponer la ciencia, universitaria y el saber magisterial Por otra parte, también se cae en un falso cllema al pretender que la racionalicad masculina 6s mejor que el saber intuitivo femenino, Basta observar los nuevos enfoques hermenéuticos (como los de Andréz Ontiz, Osés) que seftalan que la mujer tiene su propia racionalidad. diferente de la racionalidad masculina y que la justificacion de esta dtima tiene mas bien un origen cultural occidental, es decir que no es universal sino algo que corresponde 4 una cultura particular. Por eso este autor habla de una racionalidad del patriarcado, que tendria su origen en la cultura greco- wnalidad que desemboca en el machismo y el falocentrismo, romana, Frente a esta ra c] autor valora positivamente otras formas de racionalidad como la racionalidad femenina «que surge del matriarcado, por ejemplo de la sa en Espana ccultura va ue reclama sus raices religiosas particulares a partir de la existencia ancestral de deidades femeninas. ‘También es ilustrativa cierta literatura contemporinea, como las novelas de Saramago, donde la racionalidad femenina es alta nente valorada, No es casual que los héroes de las novelas de Saramago no sean hombres sino siempre mujeres. Tal vez no podlemos generalizar, sin embargo hay que tomar en cue que lo femenino no siempre es considerado algo negativo. Los problemas en las escuelas no necesariamente se deben a lo que Aurora criti

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