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 ¿Es Dios bueno y poderoso si el mal es real?

Esta es una de las preguntas más difíciles de responder para un cristiano.

El "problema del dolor" como una vez dijo el conocido erudito Cristiano C.S. Lewis,
es el arma más potente del ateísmo contra la fe cristiana.

Toda la ciencia verdadera y la historia, si son bien entendidas, soportan la


existencia de Dios. Esta evidencia es tan fuerte, que, como la biblia dice "dice el
necio en su corazón: No hay Dios" (Salmo 14:1)

Muchos ateos, sin embargo, sin ninguna evidencia objetiva en la cual basar su
creencia en que "no hay Dios", deben recurrir finalmente a objeciones filosóficas. Y
este problema del sufrimiento es la más grande de ellas.

Esto es, dicen ellos, ¿cómo puede un Dios de amor permitir en su mundo cosas
como guerra, enfermedad, dolor y muerte, especialmente cuando sus efectos, a
menudo son sentidos más intensamente por quienes son aparentemente
inocentes? Entonces Él no es un Dios de amor y es indiferente al sufrimiento
humano, o Él no es un Dios de poder, y, por lo tanto, es incapaz de hacer algo al
respecto. En cualquier caso, el Dios Bíblico quien es supuestamente de poder
absoluto y perfecto amor viene a ser un anacronismo imposible… O, eso es lo que
ellos dicen!

Esta es una verdadera dificultad, pero el ateísmo ciertamente no es la respuesta, ni


tampoco el agnosticismo. Mientras que hay mucho mal en el mundo, hay aún
mucho más bien. Esto se prueba por el simple hecho de que la gente normalmente
trata de aferrarse a la vida lo más que puede. Además, todos, instintivamente
reconocen que “bueno” es un orden mayor de verdad que “malo”

Debemos también reconocer que nuestras mentes fueron creadas por Dios. Sólo
podemos usar nuestras mentes hasta donde El permite y, además, totalmente
presuntuoso para nosotros, usar la mente para cuestionarlo a Él y sus motivos.

"El juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?" (Génesis 18:25)
"¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?" (Romanos
9:20).

No hemos establecido por nosotros mismos los estándares de qué es correcto.


Sólo el Creador de todo puede realmente hacerlo. Debemos creer esto, en nuestra
mente y corazón, así lo entendamos o no, que cualquier cosa que Dios haga es,
por definición, correcta.

Habiendo aceptado esto por fe, somos libres de buscar formas en las cuales
podamos obtener beneficios espirituales del sufrimiento en nuestra vida, de la
misma forma que de las bendiciones. Del mismo modo que consideramos estas
cosas, es de gran ayuda mantener continuamente las siguientes verdades en
nuestra mente.

Realmente no existe ningún “inocente” sufriendo.

Ya que "…todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23),


no hay nadie que tenga el derecho de librarse de la ira de Dios basado en su
inocencia.

Tan pronto como los bebés, u otros que puedan ser mentalmente incompetentes,
puedan distinguir lo correcto de lo incorrecto, es claro según las Escrituras y la
experiencia universal que ellos son pecadores por naturaleza, por lo cual,
inevitablemente, serán pecadores por elección propia tan pronto como sean
capaces de serlo.

El mundo está hoy bajo la maldición de Dios (Génesis 3:17) a causa de la rebelión
del hombre en contra de la Palabra de Dios.

Esta "esclavitud de la corrupción" con "toda la creación gimiendo a una, y a una


con dolores de parto hasta ahora" (Romanos 8:21-22), es universal, esto es, afecta
a todos los hombres, mujeres y niños en todo lugar. Dios no creó el mundo de esta
forma, y un día pondrá todas las cosas en orden nuevamente. En ese día
"Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá
más llanto, ni clamor, ni dolor" (Apocalipsis 21:4)
Jesucristo el Señor, quien fue el único hombre verdaderamente “inocente” y “justo”
en toda la historia, no obstante, ha sufrido más que cualquier otra persona que
haya vivido.

¡Y lo hizo por nosotros! "Cristo murió por nuestros pecados" (1ª Corintios 15:3). El
sufrió y murió, para finalmente librar al mundo de la Maldición, es más incluso
ahora Él puede librar del pecado y la esclavitud a todo aquel que le reciba por fe
como Señor y Salvador personal. Esta gran liberación del pecado inherente, así
como el pecado cometido, muy posiblemente también asegura la salvación de
aquellos que han muerto antes de alcanzar la edad de elegir conscientemente lo
incorrecto por sobre lo correcto.

A través de nuestra completa fe en la bondad de Dios y la redención de Cristo,


podemos reconocer que nuestros sufrimientos presentes pueden llegar a ser para
Su gloria y para nuestro bien.

El sufrimiento de la gente no salva, es comúnmente usado por el Espíritu Santo


para que ellos se den cuenta de su necesidad de salvación y se vuelvan a Cristo
en arrepentimiento y fe. Los sufrimientos de los cristianos deben ser siempre un
medio de desarrollar una mayor dependencia de Dios y un carácter semejante al
de Cristo, si son adecuadamente "ejercitados en ella" (Hebreos 12:11)

Por lo tanto, Dios es amoroso y misericordioso incluso cuando "en el presente" El


permite que vengan a nuestras vidas pruebas y sufrimientos.

"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto
es, a los que conforme a su propósito son llamados." (Romanos 8:28).

 Creo que Jesús fue un hombre real, pero todo el mundo sabe que falleció
como el resto de las personas, y luego sus discípulos inventaron la historia
de la resurrección.

No hay duda de que la tumba de Jesucristo estaba misteriosamente vacía. Tal


como Paul Althaus ha dicho, "el mensaje de la resurrección " no podía haberse
sostenido en Jerusalén ni siquiera un día, ni una hora, si la tumba vacía no hubiera
sido un hecho establecido…" El Dr. Craig observó que, "En ningún lugar aparecen
tradiciones opuestas al relato de la tumba vacía, ni siquiera en la polémica judía."

Al menos un escéptico (El Dr. John Dominic Crossan) ha afirmado erróneamente


que la ley romana automáticamente prohibía el entierro de Jesús, y que Él en
consecuencia debe haber sido arrojado a una fosa común. Esto no puede
sostenerse. Raymond Brown ha demostrado que la política de entierros romana
variaba con las circunstancias y permitía la posibilidad de entierros personales de
algunos de los crucificados. Este escenario también contradiría las consistentes
protestas judías de que el cuerpo había sido retirado. Además, los evangelios no
podrían haber inventado con éxito que el propietario de la tumba era alguien tan
específico como un miembro del Sanedrín llamado José de Arimatea (Marcos 15:
43). Si los evangelios hubieran sido falsos en este asunto no habrían sido capaces
de soportar la rápida rectificación y ridículo de los judíos.

¿Cómo han reaccionado los escépticos de la resurrección de Cristo? Algunos han


dicho que alguien debe haber robado el cuerpo de Jesús de la tumba, y que esto
provocó los relatos de la resurrección milagrosa ¿Es posible?

Los judíos y los Romanos

Ni los judíos ni los dirigentes Romanos, que custodiaban la tumba (Mateo 27:62ss)
habrían tomado el cuerpo de la tumba. Si no que, ambos tenían todos los motivos
para mostrar el cuerpo en público para humillar a los discípulos y cortar su
movimiento de raíz. Y dado que la escena en cuestión sucedió justo en Jerusalén,
estaba enteramente a su alcance localizar el si todavía existiera. Pero sin embargo
para su consternación, ningún cuerpo fue mostrado. Si los judíos tuvieran el
cuerpo, lo habrían exhibido en el día de Pentecostés cuándo todo Jerusalén estaba
alborotado por causa del sermón de Pedro sobre la Resurrección de Cristo.

Los seguidores de Cristo


Del mismo modo, es extremamente improbable que los seguidores de Jesús
pudieran haber retirado el cuerpo con una guardia Romana protegiendo la tumba,
además de una gran piedra como puerta. Y no valdría acusarles de inventar la
explicación de los guardias durmiendo en Mateo 28:11ss. Esa historia tan solo
hubiera servido como propaganda apologética si los guardias hubieran estado
despiertos.

¿Por qué iban los discípulos (o alguna otra persona) a querer arriesgar sus vidas
para robar el cuerpo de Cristo? El registro Bíblico muestra que los discípulos
estaban acobardados, desanimados y desalentados. Su único motivo podía haber
sido engañar. Pero todo lo que leemos acerca de estos hombres indica que eran
buenos honestos. ¿Cómo podrían haber salido a la calle el resto de sus vidas y
predicar todos los días que Cristo se había levantado de los muertos cuando ellos
sabían durante todo ese tiempo que era una mentira? ¿Se habrían sacrificado y
habrían sufrido tan grandemente por algo que ellos sabían que era un engaño
absoluto?

Hubiera sido tonto esconder el cadáver y falsear una resurrección. Las


consecuencias de su lealtad a Jesús comprendieron azotes, encarcelamientos, e
incluso la muerte. Ninguna persona cuerda elige esto por algo que ella sabe que es
falso. Bajo tales presiones, los mentirosos confiesan sus engaños y traicionan a
sus camaradas.

El crecimiento explosivo de la Iglesia es unas contundentes evidencias en favor de


la resurrección de Jesús. Significativamente, no fueron los poderosos, sino los
plebeyos, marcados con todos los estigmas culturales en su contra (1 Corintios
1:26ss), cuyo mensaje de resurrección transformó pacíficamente al imperio
romano. ¿Quién hubiera predicho tan “imposible” hazaña? ¡Y sin embargo en
realidad sucedió!

Que el cristianismo se originara en el judaísmo es una evidencia adicional de su


resurrección. El renombrado arqueólogo F. Albright observó, "En mi opinión todos
los libros del Nuevo Testamento fueron escritos por judíos bautizado entre la
década de los 40 y la de los 80 del primer siglo a.C." Los prejuicios de los judíos
contra el Jesús del Nuevo Testamento eran muy fuertes. ¿Qué otra cosa podría
haber llevado a los judíos a aceptar a un “criminal” vergonzosamente colgado
(Gálatas 3:13) como su Mesías prometido cuando habían anhelado un salvador
militar? ¿ Y qué otra cosa habría llevado a los Judíos a abandonar sus
convicciones monoteístas para adorar a Jesús como Dios Hijo (Juan 1:18), o
cambiar su día de alabanza del sábado al domingo (Hechos 20:7)? Un simple mito
inventado sería incapaz de derrumbar tales esperanzas y tradiciones.

"Jesús fue tan distinto de lo que todos los judíos esperaban que el Hijo de David
fuera que Sus propios discípulos hallaron casi imposible asociar la idea del Mesías
con Él."
     -Millar Burrows

Es, tal como el Nuevo Testamento afirma, la resurrección de Jesús la única que
venció esta “imposibilidad” (Hechos 2:24).

La conversión de Saulo

Además, la conversión de Saulo de Tarso indica un milagro trascendental.


Empezando como un violento enemigo de la Iglesia (Hechos 8:3; 9:1, Gálatas
1:13), fue radicalmente transformado llegando a ser un siervo de Jesús. Eligiendo
sufrir por causa de Cristo (2 Corintios 11:23ss), abandonó todo lo que tenía,
soportó la persecución, y predicó el Evangelio en una ciudad tras otra hasta Roma,
donde murió con muerte de mártir. Se le considera como habiendo tenido mayor
influencia sobre el destino del Imperio Romano que ningún otro personaje del siglo
I aparte de Cristo. Nada aparte de la resurrección de Cristo explica ni remotamente
esta importante transformación.

Los Otros Apóstoles

También los otros Apóstoles, vencieron el miedo para valerosamente sufrir, ser
encarcelados, e incluso morir, a medida que proclamaban las buenas nuevas del
Cristo resucitado por todo su mundo. ¿Puede imaginarse que estas personas
murieran con agrado por un simple mito? " Cada uno de los discípulos, excepto
Juan, murió como mártir… porque ellos tenazmente se aferraban a sus creencias y
afirmaciones observa el investigador Josh McDowel.

A diferencia de otros quienes han muerto por una esperanza no verificable más
allá de la tumba (ej., místicos buscando la reencarnación o militantes musulmanes
esperando una recompensa de Alá), los discípulo de Jesús vivieron y murieron por
la afirmación históricamente verificable que la tumba estaba vacía y que Él había
sido visto vivo nuevamente.

El erudito en temas legales Dr. Simon Greenleaf, fundador de la Harvard Law


School, señala lo siguiente:

"Propagando esta nueva fe, incluso de la forma más pacífica e inofensiva, [los
primeros cristianos recibieron] menosprecio, oposición … y muertes crueles. Y sin
embargo esta fe que ellos celosamente difundían y todas estas miserias que ellos
soportaron más bien regocijándose. A medida que uno tras otro fue ejecutados en
muertes miserables, los supervivientes tan solo [continuaron] su obra creciente
vigor y resolución… Los anales de las guerras militares raramente proveen un
ejemplo equivalente de heroica constancia, de paciencia, y de valor
inquebrantable… Aunque hubiera sido moralmente posible que ellos estuvieran
engañados en este asunto, todos los factores humanos actuaban para llevarlos a
descubrir y admitir su error. A partir de estas [consideraciones] la única salida es la
completa convicción y admisión de que eran hombres buenos, que testificaron de
lo que habían observado atentamente …y sabían bien que era cierto."

Muchos consideran que el Dr. Greenleaf ha sido en temas legales una de las más
grandes mentes que hemos tenido en los EE.UU. Él fue anteriormente un
declarado escéptico del cristianismo que se dispuso a refutar la deidad de Cristo.
Al final concluyó que la resurrección es cierta " más allá de cualquier duda
razonable. " Greenleaf llegó a ser cristiano tras estudiar las evidencias por sí
mismo. Muchos expertos legales están de acuerdo con Greenleaf que, si el caso
de la muerte de Cristo y su resurrección se llevara ante un tribunal de derecho, sin
duda ganaría. Las afirmaciones están muy bien establecidas y verificadas por
pruebas independientes y convergentes.

 ¿De qué manera una profecía cumplida demuestra que Jesús es Dios? ¿No
fueron simplemente historias escritas después de que Jesús vivió?

La Biblia clama ser la Palabra inspirada de Dios (¿Y qué de los otros libros
religiosos que claman ser una revelación divina?). Pero la Biblia posee también
evidencias internas contundentes que apoyan lo que ella dice de sí misma. Y una
de ellas es la enorme cantidad de profecías cumplidas.

Esto es algo que diferencia la Biblia de todos los otros libros que claman ser
inspirados. Ni el Corán, ni el Libro del Mormón poseen ninguna profecía predictiva.
Pero en el caso de la Biblia, el 30 % está compuesto por profecías, cientos de
profecías que se han cumplido en un cien por ciento, exceptuando únicamente
aquellas que claramente pertenecen a un tiempo futuro, como las que están
relacionadas con la segunda venida de Cristo y sus eventos relacionados.

Ese fue uno de los estándares que el mismo Dios estableció en el AT para que Su
pueblo reconociera cuáles profetas hablaban de parte de Dios y cuáles no.
En Deut. 18 Dios promete al pueblo de Israel que les enviaría profetas que
hablarían en Su nombre, pero también les advierte que tengan cuidado con los
falsos profetas. Y en ese contexto, dice el Señor en el vers. 21:

“Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha


hablado? Si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo,
ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal
profeta; no tengas temor de él”.

Los profetas verdaderos de Dios tenían que ser infalibles, y una prueba de su
infalibilidad serían las profecías cumplidas. Ese es uno de los argumentos que usa
Dios para mostrar la falsedad de los ídolos. Dice en Is. 41:21ss:

“Alegad por vuestra causa, dice Jehová; presentad vuestras pruebas, dice el Rey
de Jacob. Traigan, anúnciennos lo que ha de venir; dígannos lo que ha pasado
desde el principio, y pondremos nuestro corazón en ello; sepamos también su
postrimería, y hacednos entender lo que ha de venir. Dadnos nuevas de lo que ha
de ser después, para que sepamos que vosotros sois dioses; o a lo menos haced
bien, o mal, para que tengamos qué contar, y juntamente nos maravillemos. He
aquí que vosotros sois nada, y vuestras obras vanidad; abominación es el que os
escogió”.

Y lo mismo vemos en Is. 46:10: “Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos
antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que
anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era
hecho”.

Como no puedo presentar aquí un catálogo completo de profecías cumplidas, voy


a limitarme a citar unas cuantas que tienen que ver con la persona y la obra del
Mesías, nuestro Señor Jesucristo. Y escojo este tema específicamente por varias
razones:

En primer lugar, porque el mismo Cristo dijo que Él era el tema central de las
profecías del AT. De ningún líder religioso se puede decir lo que se dice de Cristo
en Lc. 24:25-27. El Señor se encuentra con dos discípulos que iban camino a
Emaús, apesadumbrados por lo que parecía ser el fracaso del Mesías. Y Cristo les
dice: “¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han
dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su
gloria? Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les
declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían”. Cristo es el tema central de
las Escrituras.

En segundo lugar, escojo el tema del Señor porque las profecías concernientes a
Él se encuentran en el AT, mientras que Su cumplimiento se encuentra en el
Nuevo. Nadie puede decir que esas profecías se escribieron después de su
cumplimiento, porque el AT tenía 400 años de concluido cuando el Señor nació.

Y nadie puede decir tampoco que Cristo se empeñó en cumplir tales profecías para
hacerse pasar por el Mesías, porque muchas de ellas estaban fuera de Su alcance
como hombre. He aquí algunas de esas predicciones que comienzan a aparecer
en la Biblia tan pronto ocurre la caída de nuestros primeros padres.

1. En Gn. 3:15 Dios anuncia que el Salvador vendría de la descendencia de una


mujer, para dejar establecido que sería un miembro de la raza humana y no un ser
angelical.
2. En Gn. 22:18 que sería de la descendencia de Abraham.
3. Abraham tuvo dos hijos, pero en Gn. 21:12 se predice que el Mesías sería de las
descendencias de Isaac.
4. Isaac también tuvo dos hijos, pero en Nm. 24:17 dice que el Mesías habría de
venir de Jacob.
5. Jacob tuvo doce hijos, pero en Gn. 49:10 y Mi. 5:2 se predice que el Mesías
vendría de Judá.
6. En Is. 11:1, que sería de la familia de Isaí.
7. Isaí tuvo 8 hijos, pero en Jeremías 23:5 dice que el Mesías sería descendiente
de David, el más pequeño de los hijos de Isaí.
8. En Is. 7:14, que nacería de un joven virgen.
9. En Dn. 9:24-27 se predice el tiempo de Su venida.
10. En Mi. 5:2, que nacería en Belén.
11. En el Sal. 72:10, que en su nacimiento personas importantes del oriente le
traerían regalos., profecía que se cumplió con la visita de los magos.
12. En Jer. 31:15, que conectado con su nacimiento habría una matanza de niños,
profecía que se cumplió con la matanza de Herodes.
13. En Is. 40:3 y en Mal. 3:1 se predice que sería precedido de un mensajero,
profecía que se cumplió en Juan el Bautista.
14. En Is. 9:1, que Su ministerio comenzaría en Galilea.
15. En Is. 35:5-6, que durante Su ministerio llevaría a cabo milagros como abrir los
ojos de los ciegos, hacer oír a los sordos, hacer hablar a los mudos y poner a
caminar a los paralíticos.
16. En el Sal. 78:2, que usaría parábolas en Sus enseñanzas.
17. En Zac. 9:9, que entraría a Jerusalén sobre un pollino de asna.
18. En el Sal. 118:22, que sería rechazado por los judíos.
19. En el Sal. 41:9, que sería traicionado por uno de los Suyos.
20. En Zac. 11:12, que sería vendido por 30 piezas de plata.
21. En Zac. 11:13, que ese dinero sería arrojado en la casa del Señor.
22. En Zac. 13:7, que sería abandonado por Sus amigos.
23. En el Sal. 35:11, que sería acusado por falsos testigos.
24. En Is. 50:6, que sería golpeado y escupido.
25. En el Sal. 22:7-8, que sería burlado.
26. En el Sal. 22:16, que Sus pies y manos serían traspasados.
27. En Is. 53:12, que sería muerto entre malhechores (Cristo fue crucificado entre
dos ladrones).
28. En Is. 53:12, que oraría por Sus perseguidores.
29. En el Sal. 22:18 que se repartirían Sus vestidos.
30. En el Sal. 69:21 que en Su sed le darían a beber vinagre.
31. En el Sal. 22:1 que en la cruz sufriría el desamparo de Dios y gritaría: “¡Dios
mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?”
32. En Is. 53:9 que sería sepultado en la tumba de un rico, profecía que se cumplió
cuando José de Arimatea le cedió su tumba.

He ahí 32 profecías que se cumplieron al pie de la letra en la vida y ministerio del


Señor Jesucristo, y esas no son todas. En el NT se mencionan unas 90 profecías y
más de 300 referencias mesiánicas que se cumplieron también.
Peter Stoner toma 48 de estas profecías y nos dice que las posibilidades de que se
cumplan en un solo hombre son de 1 en 10 a la 157. Ese es un número tan
elevado que nuestras mentes finitas no pueden asimilarlo siquiera. Y esas son
únicamente las profecías de la Biblia con respecto a Cristo. Dios se encargó de
dejar evidencias muy claras de la inspiración de Su Palabra, y nos proveyó al
mismo tiempo todas las pruebas que necesitábamos para reconocer al Mesías:
nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.

 Si Dios creó la tierra, ¿quién creó a Dios?

Los ateos suelen presentar esta pregunta como una objeción para justificar su
incredulidad. En su pequeño pero influyente ensayo, Por qué no soy cristiano, el
famoso filósofo británico Bertrand Russell (1872-1970), presentó este mismo
problema como su primera objeción.1 En la actualidad, algunos ateos como
Richard Dawkins (autor de El espejismo de Dios) o el australiano Phillip Adams,
repiten esta misma objeción. En la Convención Atea Mundial, celebrada en el año
2010 en Melbourne, Australia, Phillip Adams recalcó que:

“El gran argumento para la existencia de Dios fue que tuvo que haber una
creación, un principio. […] Pero mi objeción fue simple: Si Dios fue el principio,
¿quién comenzó a Dios? ”

El universo tuvo un principio; casi nadie discute esto, porque las leyes de la
termodinámica lo exigen. El universo se está agotando y no puede haber estado
agotándose para siempre, o ya se habría agotado. No habría estrellas produciendo
energía y por consiguiente no estaríamos aquí.

Algunos han propuesto un universo dando a luz a otro; pero, una vez más, no
puede haber una serie infinita de tales nacimientos y muertes, ya que cada ciclo
tendrá menos energía disponible que la anterior. Si esto hubiera estado
sucediendo una infinidad de veces ya habría muerto todo.

Tuvo que haber un principio


Uno de los principios mejor establecidos de la lógica / ciencia / realidad es el
principio de la causalidad: algo que tiene un principio tiene una causa suficiente.
Este principio no afirma que “todo tiene una causa”; Bertrand Russell lo expresó
mal. No, el principio nos dice que “todo lo que tiene un principio tiene una causa
suficiente”. Una simple reflexión nos lo confirma: algo que no tuvo un principio no
tiene necesidad de una causa. Además, una causa tiene que ser suficiente o
adecuada. “Te encontramos en un huerto de coles” no es una explicación
adecuada para tu existencia.

El principio de causalidad es tan fundamental que si dijera que la silla en la que


usted está sentado (la cual debería haber tenido un principio) acaba de aparecer
sin ninguna causa, ¡usted podría pensar, con razón, que necesito ir al psiquiatra!

A los ateos modernos les gusta utilizar palabras como “racional”, “razonable” o
“científico” para describir sus creencias; sin embargo, creen que el principio más
grande de todo (el del universo) ¡no tuvo ninguna causa! Algunos admiten que es
un problema, pero afirman que decir “Dios lo hizo” no explica nada, porque
entonces uno debe explicar de dónde salió Dios. Pero, ¿es esto una objeción
válida?

¿Cuál pudo haber sido la causa del universo?

La causa del universo debe haber sido inmaterial, porque si la causa fuera
material/natural estaría sujeta a las mismas leyes de decaimiento que el universo.
Puesto que habría tenido un comienzo en sí mismo, volveríamos a tener el mismo
problema de los de los universos cíclicos de nacimientos y muertes. Así pues, la
causa del principio del universo tiene que haber sido supernatural; es decir, ni
material ni espiritual, sino una causa fuera del espacio-tiempo-materia. Tal causa
no estaría sujeta a la ley del decaimiento y, por lo tanto, no tendría un comienzo.
Es decir, la causa tenía que haber sido el Espíritu Eterno.

Además, la causa del universo tuvo que ser increíblemente poderosa. Solamente
el tamaño y la energía vistos en el universo hablan de ese poder: tuvo que haber
una causa suficiente.
Eso suena como el Dios de la Biblia, la cual revela al Creador del universo como:

 Eterno

Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y
hasta el siglo, tú eres Dios. (Salmos 90:2)

 omnipotente

Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor;


porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh
Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos. Las riquezas y la gloria
proceden de ti, y tú dominas, sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en
tu mano el hacer grande y el dar poder a todos. (1 Crónicas 29: 11-12)

 Espíritu (inmaterial)

Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que


adoren. (Juan 4:24)
Tenga en cuenta que la Biblia dice: “En el principio Dios creó los cielos y la tierra”
(Génesis 1: 1). Aquí Dios creó el tiempo. Solo Uno que está fuera del tiempo, es
decir, atemporal o eterno, podría hacer esto.
Ahora, preguntar de dónde vino alguien que es eterno, alguien que no tuvo
principio, es como preguntar: “¿Con quién está casado el soltero?” Es una
pregunta irracional.

La Biblia se corresponde con la realidad, lo cual no es sorprendente si


consideramos que afirma provenir del mismo Creador.

Dos “grandes inicios”, ¡sin ninguna causa!

Aquellos que rechazan al Creador no solo tienen que creer que la materia se
originó sin ninguna causa; también tienen que creer que la vida misma apareció sin
una causa adecuada.

Incluso la vida unicelular más simple es tremendamente compleja. Una humilde


bacteria está llena de nanomáquinas increíblemente sofisticadas que son
necesarias para su subsistencia. Una célula necesita un mínimo de 400 proteínas
diferentes para hacer estas máquinas absolutamente esenciales para la vida. Pero,
aún si todos los ingredientes correctos (20 aminoácidos diferentes, pero muchos
de cada uno) pudieran fabricarse a sí mismos, ¿Cómo podrían estas máquinas
basadas en proteínas crearse a ellas mismas? Los aminoácidos, a menudo miles
de ellos, deben unirse en el orden correcto para que funcione cada proteína.

Solo piense en una de las máquinas que copia las instrucciones del ADN para
producir cada proteína. Luego, tomemos sólo uno de los componentes de esta
máquina proteínica (menos del 10% del total). Solo ésta está formada de 329
aminoácidos. ¿Cuál sería la probabilidad de obtener esta proteína por casualidad,
suponiendo que los ingredientes de los aminoácidos correctos, y solo los correctos,
estaban presentes? Calcule de esta manera: 1/20 x 1/20 x 1/20 … ¡329
veces! Esta es una probabilidad de 1 entre 10428 ¡Un número con 428 ceros
después del 1! Incluso si cada átomo en el universo (1080) representara un
experimento para cada vibración molecular posible (1012 por segundo) para la
supuesta edad evolutiva del universo (14 mil millones de años = 1018segundos),
esto permitiría “solo” 10110 experimentos; muy pero que muy lejos del número
necesario para obtener solo esta proteína. (Y aún quedarían cuatrocientas
proteínas más).

No es de extrañar que Richard Dawkins confiese que los científicos nunca podrán
descifrar cómo podría haber surgido la vida mediante procesos naturales. Sin
embargo, rechaza la explicación de la creación por la razón falaz anterior.

Ahora bien, ¿qué tipo de causa es suficiente para explicar el origen de la vida? La
causa debe ser increíblemente inteligente, mucho más allá de nuestra propia
inteligencia. Nos maravillamos de los científicos que están descubriendo la
nanotecnología en los seres vivos (un trabajo asombroso). ¿Pero qué hay de Aquel
que inventó estas cosas? ¿Cuánto más inteligente es Él? Esto me recuerda otra de
las características del Dios revelado en la Biblia: su omnisciencia (todo lo sabe).
Vea Salmos 139:2-6; Isaías 40:13-14.
Sabemos lo suficiente sobre la creación del Creador para no tener
excusa. Romanos 1: 18-22 dice:
“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de
los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se
conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de
él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del
mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen
excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le
dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio
corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios…”

Y aquí la Biblia explica por qué personas inteligentes eligen creer en cosas
imposibles; es decir, que primero el universo, y luego la vida, aparecieron sin
ninguna causa adecuada. Eligen aceptar ilógicamente que sus dos “grandes
comienzos” no tuvieron una causa suficiente, en lugar de reconocer y honrar a su
Creador.

Es importante alimentar nuestra fe en Dios Creador, que a pesar de que no lo


vemos está presente en cada situación de nuestras vidas, contemplemos la
naturaleza y lo que está a nuestro alrededor y en ellos esta su esencia, como los
expresa la Biblia en el Salmos 19.

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