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net/publication/237064838
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26 2,120
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Marisol Santos-Acevedo
Universidad de la Guajira
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Actualización del diagnóstico de la actividad pesquera comprendida entre los asentamientos pesqueros de Los Cocos (Magdalena) y Punta Gallinas (La Guajira), en el norte
del Caribe colombiano. View project
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3
© Esta obra deberá ser citada de la siguiente manera:
ISBN 96972-4-0
Palabras clave:
Peces marinos
Colombia
Libros rojos
Especies amenazadas
Foto portada: Emblemariopsis tayrona, INVEMAR - Credito Fotográfico: Gabriel Navas y Adriana
Bermudez
Cartografía: Daniel Rozo y Norella Cruz, Laboratorio SIG, INVEMAR
Mapa solapas: Daniel Rozo, Laboratorio SIG, INVEMAR
Apoyo Editorial: Norella Cruz
Diseño y Diagramación: Angela Gil y Silvia Barreto
La publicación de esta obra se realizó gracias al apoyo del Ministerio del Medio Ambiente, el Instituto
Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología Francisco José de Caldas -
(COLCIENCIAS).
Derechos reservados conforme la ley, los textos pueden ser utilizados total o parcialmente citando la
fuente. Los documentos que componen este libro han sido editados con previa aprobación de sus autores.
La serie Libros rojos de especies amenazadas de Colombia ha sido liderada por las siguentes
instituciones:
Fundación
INGUEDE
4 Impreso en Colombia
marinos de Colombia
Junio de 2002
5
6
Contenido
Agradecimientos 13
Siglas y abreviaturas 17
Prólogo 19
Prefacio 21
Introducción 23
Metodolgía 27
Especies Amenazadas 39
7
8
La serie Libros rojos de
especies amenazadas de
Colombia
L
a preparación y publicación de la serie libros rojos de especies
amenazadas de Colombia es el resultado de la colaboración inter-
institucional y una muy amplia participación de la comunidad
científica colombiana. Este proceso fue iniciado en 1996 por el Ministerio
del Medio Ambiente y el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos
Alexander von Humboldt quienes convocaron a un taller en Villa de Leyva a
un grupo de profesionales de la comunidad científica nacional y del SINA
para compartir con Bernardo Ortiz de la UICN y con Frankiln Rojas de la
Fundación PROVITA de Venezuela experiencias de elaboración de los libros
rojos a nivel mundial, y sentar las bases para iniciar un proceso de
elaboración de los libros rojos del país.
9
Bernardo Ortiz de la UICN. En esta oportunidad se conformó un equipo
coordinador que se encargaría de liderar un proceso de convocatoria a
conocedores de diferentes grupos biológicos, dando origen al Proyecto Libro
Rojo de Especies Amenazadas de Colombia. El comité coordinador se
conformó con representantes del Ministerio del Medio Ambiente, el Instituto
Alexander von Humboldt, el Instituto de Ciencias Naturales, el Instituto de
Investigaciones Marinas y Costeras José Benito Vives De Andréis
(INVEMAR), Conservación Internacional Colombia y la Fundación Inguedé.
A inicios de 1999 el comité coordinador estaba constituido por: José Vicente
Rodríguez, coordinador del grupo de mamíferos; Ana María Franco y Luis
Miguel Renjifo coordinadores del grupo de aves; Olga Castaño Mora,
coordinadora del grupo de anfibios y reptiles; Ricardo Alvarez-León,
coordinador del grupo de peces; Eduardo Calderón, José Luis Fernández y
Gloria Galeano, coordinadores del grupo de plantas superiores; Luis
Guillermo Henao, coordinador del grupo de Hongos; Jaime Uribe, coordinador
del grupo de criptógamas; Cristián Samper, en representación del Instituto
Humboldt; Gonzalo Andrade, en representación del Instituto de Ciencias
Naturales y Adriana Rivera y Claudia Rodríguez, en representación del
Ministerio del Medio Ambiente.
10
Presentación
Ministro del Medio Ambiente
N
uestros padres y abuelos tuvieron el privilegio de conocer animales
como el pato zambullidor y el caimán del Magdalena. Se acogieron
a la sombra generosa de formidables árboles maderables y gozaron
de un paisaje salpicado de belleza y originalidad. Muchos de nosotros no
contamos con la misma suerte.
11
de la comunidad científica nacional e internacional, quienes participaron
en la elaboración de las fichas por especie.
Los libros rojos identifican aquellas especies con mayor riesgo de extinción
en el país y recomiendan una serie de medidas apropiadas para su
conservación, por lo cual se se convierten en valiosos instrumentos de
divulgación y orientación para las autoridades ambientales, la comunidad
científica, la sociedad civil y los entes de control de todo el país.
12
Agradecimientos
G
racias al esfuerzo del Grupo de Biodiversidad de la Dirección de
Ecosistemas del Ministerio del Medio Ambiente, en especial, Ángela
Andrade, Claudia Rodríguez, Maureen Montenegro, Diana Vaca y
Adriana Rivera se comenzó a trabajar en la categorización de las especies y
se creó el Comité de Libros Rojos que colaboró constantemente en este
proceso. Agradecemos a todas aquellas personas que en algún momento
hicieron valiosos aportes durante el proceso de categorización y edición de
los libros rojos, en especial a las siguientes personas del Comité sin los
cuales no hubiera sido posible la culminación de esta publicación: Eduardo
Calderón del Instituto de Recursos Biológicos «Alexander von Humboldt»;
Olga Castaño, Gonzalo Andrade, Eduardo Flórez, John Lynch, José Iván
Mojica, del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de
Colombia; Gabriel Navas, Néstor Ardila y Javier Reyes del INVEMAR; José
Vicente Rueda de Conservación Internacional y finalmente gracias al apoyo
y constante colaboración de Ana María Franco y Luis Miguel Rengifo del
Instituto Humboldt, encargados de la coordinación del Comité.
13
Al Instituto Nacional de Pesca y Acuicultura INPA, en especial a Luis Zapa-
ta, por sus comentarios acerca de las especies que se encuentran en el
Pacífico colombiano; a Luis Manjarrés y Mauricio Valderrama por sus ob-
servaciones
14
Este libro fue posible gracias al apoyo financiero del Instituto de Investigaciones
Marinas y Costeras (INVEMAR), el Instituto de Ciencias Naturales de la Universi-
dad Nacional de Colombia, el Ministerio del Medio Ambiente a través del proyecto
Macrofauna-FONAM No. 001065 y los Convenio SECAB-INVEMAR No. 052-029/
01, FONAM 01F, Convenio 04/02 Ministerio del Medio Ambiente - INVEMAR y
finalmente, el Instituto Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnolo-
gía Francisco José de Caldas (COLCIENCIAS) a través del proyecto Macrofauna
- COLCIENCIAS No. 210509-10401 y el contrato 295-2000 de apoyo a grupos de
Investigación.
15
16
Siglas y
abreviaturas
A: Aleta anal
EN (Endangered): En Peligro
D: Aleta dorsal
LH: Longitud horquilla: Medida de los peces que va desde el extremo ante-
rior de la cabeza, hasta el vértice de la horquilla de la aleta caudal.
LE: Longitud estándar: Medida de los peces que va desde el extremo ante-
rior de la cabeza, hasta el inicio de la aleta caudal, donde termina la colum-
na vertebral.
17
LT: Longitud total. Medida de los peces que va desde el extremo anterior de
lacabeza, hasta el extremo de la aleta caudal.
VU: Vulnerable
18
Prólogo
E
l desarrollo industrial en los últimos siglos, los enormes recursos
necesarios para lograrlo y la falta de conciencia de nuestro papel y
responsabilidad en la dinámica y conservación del planeta, han
ocasionado un grave deterioro de los ecosistemas. En este proceso muchas
especies se han extinguido y otras pueden llegar a estarlo en las próximas
décadas. La degradación del medio ambiente ha alcanzado una magnitud
tal que llevó a la comunidad internacional a promover una estrategia mundial
que garantizara un desarrollo sostenible en armonía con el medio ambiente,
la cual quedó plasmada en los acuerdos logrados en la conferencia de Rio
de Janeiro en 1992, en particular en la Convención sobre Diversidad Biológica
(CDB), ratificad0 por Colombia mediante la ley 165 de 1994.
Para Colombia, adherirse y aceptar los acuerdos del CDB implicó tomar un
papel proactivo en la conservación y aprovechamiento sostenible de su
enorme riqueza en diversidad biológica, tanto en sus territorios continentales
como oceánicos, así como asumir y cumplir cabalmente las responsabilidades
que como país signatario le corresponden.
La biodiversidad marina del país se ha visto cada vez más amenazada por el
cambio climático global, la pesca excesiva, el desarrollo desordenado de las
zonas costeras, la actividad turística insostenible, la contaminación de las
aguas y los efectos de otra serie de actividades humanas sobre los ecosistemas
marinos y costeros. La conservación de estos ecosistemas y sus recursos es
importante, no sólo para que las futuras generaciones puedan disfrutarlos,
sino para garantizar hacia el futuro, el bienestar económico de las
comunidades que dependen de ellos para su sustento. En Colombia es
particularmente importante y esencial que fomentemos y promovamos el
desarrollo de estrategias para una gestión sostenible de nuestros mares y
19
costas, partiendo de la premisa que la biodiversidad es el fundamento de
nuestra vida cotidiana y es esencial para el desarrollo de nuestro país.
Esperamos que la lectura de este libro motive a todo aquel que lo consulte a
aportar en la medida de sus posibilidades su granito de arena para que
estas obras de la naturaleza sigan deleitando la vida de los colombianos de
ahora y del futuro.
20
Prefacio
E
ste libro hace parte de la serie LIBROS ROJOS DE ESPECIES
AMENAZADAS DE COLOMBIA la cual recoge la información de
las especies presentes en nuestro país que se consideran amenaza-
das. En esta primera edición se incluyen en la serie los libros de aves, rep-
tiles, peces continentales, peces e invertebrados marinos y algunas fami-
lias de plantas superiores.
Las fichas fueron elaboradas por Arturo Acero P. del Instituto de Ciencias
Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, Luz Stella Mejía y Mari-
sol Santos-Acevedo del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras
INVEMAR.
21
Aunque este libro es el resultado de la suma de esfuerzos de diversas perso-
nas y entidades, es apenas el primer paso para dar a conocer a la comunidad
cuáles son las especies de peces marinos colombianos que se encuentran
seriamente amenazadas, así como aquellas que a escala global se conside-
ran amenazadas y existen en nuestras costas, por lo cual se debe determinar
su estatus en el ámbito nacional. Es claro que, siendo esta lista aun insufi-
ciente, se debe continuar con el trabajo de evaluación de las poblaciones
explotadas y de las especies endémicas de nuestros mares territoriales, así
como de todas aquellas especies que de una u otra manera se consideran
amenazadas. A partir de este trabajo se podrían establecer planes de mane-
jo que permitan la explotación racional de los recursos ícticos en nuestro
país.
22
Introducción
C
olombia se halla ubicada en la esquina noroccidental de Suramérica.
Su porción continental se encuentra entre los 12º 26 46 latitud
norte y los 4º 13 30 latitud sur, y entre 66º 50 54 y 79º 02 33
longitud oeste, dentro de la franja intertropical. El territorio colombiano
ocupa una superficie de 1.141.748 km2 continentales y 930.000 km2 marinos.
Limita al norte con el mar Caribe, por el oriente con Venezuela y Brasil, por
el sur con Perú y Ecuador y por el occidente con el Océano Pacífico y Panamá
(IGAC 1992, Arango y Lagos 1998).
El país tiene una topografía compleja dominada por los Andes, que atraviesan
el territorio de sur a norte. La mitad oriental del país es predominante plana
y la mitad occidental es topográficamente más compleja, pues incluye tanto
las llanuras caribe y pacífica como la región andina. Los Andes colombianos
están conformados por tres cadenas montañosas que corren en sentido
más o menos paralelo de norte a sur: la Cordillera Occidental, la Central y la
Oriental, separadas por profundos y amplios valles de los ríos Magdalena y
Cauca. La Cordillera Occidental tiene una altura media de unos 2000 m,
mientras que las Cordilleras Central y Oriental tienen alturas medias
superiores a los 3000 m, y alcanzan elevaciones de más de 5000 m en sus
partes más altas. Estas tres cordilleras se unen en un solo macizo al
suroccidente del país, cerca de la frontera con Ecuador. Al norte de los
Andes, en la llanura del Caribe, se encuentran la Sierra Nevada de Santa
Marta, que alcanza una altitud de 5775 m; al nororiente de los Andes, hacia
la frontera con Venezuela, se encuentra la cuenca del río Catatumbo, que
drena hacia el golfo de Venezuela; en el occidente del país, en la frontera
con Panamá, se encuentran la Serranía del Darién y el Cerro Pirre, los cuales
continúan hacia el sur en la serranía del Baudó. La mitad suroriental del
país se divide en dos regiones: la Orinoquia en la cual predominan las
planicies con formaciones de sabanas y la Amazonia en la cual predominan
las planicies cubiertas por formaciones selváticas. En la Orinoquia y la
Amazonia se encuentran algunos sistemas montañosos de poca o mediana
elevación (pertenecientes al Escudo de las Guayanas), entre los que se
destacan las Serranías de La Macarena y Chiribiquete (Hilty y Brown 1986,
23
Rangel 1995, Chaves y Arango 1998). En el mar Caribe, el país cuenta con
1600 km de costa y en el océano Pacífico con 1300 km, en donde se encuentra
una gran diversidad de ecosistemas marinos y costeros como los arrecifes
coralinos, manglares y bosques de transición, sistemas de playas y
acantilados, estuarios, deltas y lagunas costeras, lechos de pastos marinos
o praderas de fanerógamas y fondos blandos sedimentarios. Entre estos
ecosistemas se destacan los bosques de manglar y los arrecifes coralinos,
por su alta productividad y diversidad de especies (INVEMAR 2001). La
complejidad climática y topográfica del país determina sus grandes regiones
naturales: Caribe, Pacífica, Andina, Orinoquia, Amazonia, Oceánica Caribe
y Oceánica Pacífica (Hilty y Brown 1986; Chaves y Arango 1998).
Colombia cuenta con más de dos mil especies de peces en sus aguas juris-
diccionales marinas, lo cual corresponde al 8% de la riqueza íctica mundial
y aproximadamente un 14% de los peces marinos conocidos por el hombre.
Sin embargo, una porción significativa de esa aparentemente ilimitada ri-
queza está siendo explotada y amenazada por los colombianos. Acero et al.
(1986) y Acero (1993) consideran que 449 especies de peces marinos del
Caribe colombiano son de importancia comercial actual o potencial.
Los peces han sido siempre un importante recurso para el hombre. Desde
épocas muy tempranas en la historia, la humanidad ha tenido en la pesca
una importante fuente de proteína animal. También las aletas y órganos
internos, especialmente el hígado de los tiburones, han sido usados tradi-
cionalmente por algunas culturas en la medicina, y hasta su piel rugosa se
24
utiliza como lija o se curte y se transforma en cuero para la fabricación de
diversos objetos. Los peces también han jugado un importante papel re-
creativo, ya sea en la pesca deportiva, en la acuariofilia o como curiosidades
y adornos.
En el país, diversas son las amenazas que se ciernen sobre las poblaciones
de peces. Una de las más importantes es el uso de métodos de pesca ilegales
y perjudiciales para el recurso pesquero o el ambiente. Aunque el Acuerdo
00005 de 1993 del INPA Ley 13 de 1990 y su Decreto 2256 de 1991
regula el uso de los artes y aparejos de pesca y prohíbe la utilización de
aquellos que perturban el recurso pesquero, tradicionalmente éstos se han
utilizado sin que exista un control efectivo para erradicarlos; en este contexto
se destaca la dinamita, que no sólo tiene la capacidad de matar todos los
ejemplares de peces sin discriminación de su tamaño o importancia
comercial, sino que también deteriora en gran medida los ecosistemas
marinos sobre los cuales se utiliza e incluso mata o lesiona permanentemente
a investigadores y pescadores. Otra práctica ilícita de pesca es la utilización
de la raíz molida de una planta denominada barbasco, que al dejarla dentro
del agua, consume el oxígeno disuelto ocasionando la asfixia de los peces,
facilitando su captura. Otros métodos igualmente dañinos incluyen al boliche,
el cual consiste en formar un cerco con una red de enmalle y con la ayuda
de un motor realizar giros golpeando el agua con una porra, lo que provoca
remoción del sedimento alterando la columna de agua; aunque
aparentemente esta actividad no afecta a la comunidad asociada, el problema
es que se utilizan tamaños de malla muy pequeños. De otro lado tenemos al
zangarreo, que consiste en colocar redes de enmalle alrededor de las raíces
de manglar y golpear el agua con las manos y palos, removiendo el sedimento
hasta asfixiar tanto peces juveniles como adultos refugiados en las raíces.
25
que van a dar a las costas provenientes de los ríos, han estado deteriorando
las bahías, estuarios y lagunas costeras de nuestro país, llegando a niveles
de degradación tan preocupantes como el de la bahía de Cartagena, donde
predomina la anoxia en la mayor parte del fondo, afectando seriamente la
vida marina. Ecosistemas tan productivos como los arrecifes de coral y los
manglares también están perdiendo parte de su cobertura viva por la muerte
de las especies que los sostienen.
Ya que de diversas formas los peces nos han acompañado por milenios,
nuestra responsabilidad ahora es que en el futuro las próximas generacio-
nes también puedan disfrutar de sus beneficios, sin poner en riesgo la exis-
tencia de sus poblaciones y de los ecosistemas que las albergan.
26
Metodología
27
medida, de inferencias, proyecciones o estimaciones. La existencia de
diferentes sistemas de categorización impone cautela a la hora de establecer
comparaciones entre las categorías aquí propuestas (según la versión 3.1) y
aquellas empleadas para las mismas especies en el pasado, pues el significado
de las categorías ha cambiado aunque el nombre de las mismas se haya
mantenido.
28
En Peligro (EN)
Un taxón está En Peligro cuando no estando En peligro crítico, enfrenta
un alto riesgo de extinción o deterioro poblacional en estado silvestre en el
futuro cercano, según queda definido por cualquiera de los criterios A a E
(Tabla 1).
Vulnerable (VU)
Un taxón está en la categoría de Vulnerable cuando la mejor evidencia
disponible indica que enfrenta un moderado riesgo de extinción o deterioro
poblacional a mediano plazo, según lo definido por los criterios A a E (Tabla
1).
No Evaluado (NE)
Un taxón se considera No evaluado cuando todavía no ha sido clasificado
en relación con los criterios presentados en la Tabla 1.
29
(EX) o Extinto en Estado Silvestre (EW). Si no lo está, entonces se procede a
considerar la posibilidad de que sea un taxón Amenazado (VU, EN o CR) y
para ello hay que confrontar el taxón contra los criterios de los taxones
amenazados (Figura 1).
E xtin to EX
E n P elig ro C rítico CR
A M E NA ZA D O E n P elig ro EN
D ATO S Vu ln erab le VU
ADECUADOS
C as i A m e naza do NT
E VA L U A D O P re o cu pa ción M e nor LC
N o E va lua do NE
30
Cada taxón debe ser evaluado contra todos los criterios posibles, conside-
rando los umbrales especificados. Sin embargo, debe aclararse que, de una
parte, no todos los criterios son aplicables para todos los taxones; pero, de
otra parte, sólo basta con que uno de los criterios sea plenamente satisfe-
cho, para llegar a una categorización válida. Si un taxón ha sido categorizado
como CR según alguno de los criterios cuantitativos, es posible que el mis-
mo taxón pueda ser categorizado también como EN o VU según otros crite-
rios; en este caso se toma la mayor de ellas (CR) como la categoría válida.
Aunque los criterios para las categorías de amenaza son de naturaleza cuan-
titativa, la escasez de información de alta calidad no es un impedimento
absoluto para aplicarlos, pues el método permite el uso de estimativos (de lo
ocurrido en el pasado), así como de inferencias y proyecciones (de lo que
puede ocurrir en el futuro), siempre y cuando éstas puedan justificarse
razonablemente. En caso de una amplia variación en los estimativos, la
UICN recomienda aplicar el principio preventivo y usar el estimativo que
lleva a la categoría de mayor riesgo. En los casos en que existan amenazas
evidentes a un taxón, por ejemplo por el deterioro de su único hábitat cono-
cido, es importante intentar categorizarlo como amenazado (VU, EN o CR),
aún si existe poca información biológica sobre el mismo.
31
§ Para los individuos reintroducidos (al medio natural) deben haber pro-
ducido descendencia fértil antes de que puedan ser contados como in-
dividuos maduros.
32
Area de ocupación (Criterios A, B y C): Se define como el área dentro de la
extensión de presencia, efectivamente ocupada por el taxón, excluyendo los
casos de actividades asociadas al deambular. La medida refleja el hecho de
que un taxón comúnmente no aparecerá en todo el área de su extensión de
presencia, ya que puede contener hábitats no ocupados o inadecuados. En
algunos casos, el área de ocupación es el área más pequeña esencial para la
supervivencia de las poblaciones existentes de un taxón, cualquiera que
sea su etapa de desarrollo (por ejemplo los lugares de nidificación colonial
irremplazables, los sitios de alimentación cruciales para los taxones
migratorios). El tamaño del área de ocupación será una función de la escala
en que se mida, y debe darse a una escala apropiada para los aspectos
relevantes del taxón, la naturaleza de las amenazadas y la información dis-
ponible. Para evitar inconsistencias y sesgos en la evaluación debido a la
estimación aplicando un factor de corrección de escala. Es difícil dar un
método estricto de cómo llevar a cabo la estandarización, ya que los diferen-
tes tipos de taxones tienen diferentes relaciones de escala - área.
33
Tabla 1. Resumen de las categorías y criterios de la UICN para especies amenaza-
das, extractado de IUCN (2001).
34
Metodología
En países como Colombia, la investigación científica de la diversidad bioló-
gica terrestre tiene una historia superior a dos siglos, lo cual se refleja en
un número importante de especialistas dedicados a su estudio y un amplio
conocimiento de las especies y comunidades florísticas y faunísticas de nues-
tro territorio continental. Por el contrario, la investigación marina es relati-
vamente joven, produciendo un conocimiento limitado en cuanto a los re-
cursos biológicos marinos. En su mayoría, este conocimiento se centra en
cruceros y trabajos de investigadores nacionales o extranjeros, gran parte
de ellos orientados al inventario de la diversidad, pero es relativamente es-
caso en cuanto a la evaluación de las poblaciones y observación de las co-
munidades vivas en general; esto se debe principalmente a la dificultad y
alto costo de las exploraciones marinas.
En primer lugar, con el fin de identificar las especies que podrían ser inclui-
das en el Libro de Especies Amenazadas, se realizó una consulta a especia-
listas de cada uno de los grupos faunísticos escogidos y a entidades cientí-
ficas, académicas y ambientales, con lo cual se elaboró una lista preliminar
de especies. Para cada una de ellas se efectuó una revisión bibliográfica
para acopiar la información existente, encontrándose vacíos acerca del es-
tado de las poblaciones, bien sea por no existir datos acerca de su abun-
dancia y distribución, o bien por no tener datos suficientes sobre la dinámi-
ca de las poblaciones a lo largo del tiempo.
35
ecosistemas presentes. Las ecorregiones costeras tienen su límite externo
en la isóbata de 200 m, límite convencional de la plataforma continental o
insular, mientras que las oceánicas comprenden todas las áreas jurisdic-
cionales de Colombia a partir de los 200 m de profundidad (INVEMAR 2000).
Para las ilustraciones de las fichas que fueron producidas por los autores,
se utilizó un escáner convencional siguiendo la metodología propuesta por
Reyes y Navas (2000) y una cámara digital Nikon D1 con lentes 35-80 mm y
un macro de 105 mm. Otras ilustraciones fueron facilitadas amablemente
por algunas personas las cuales se encuentran relacionadas en la lista de
ilustraciones y créditos.
36
Esquema general de un pez
Mentonianos
37
Especies
amenazadas 39
40
Orden
Orectolobiformes
Familia
Ginglymostomatidae
Especie
Ginglymostoma
cirratum
(Bonnaterre, 1788)
Nombre común
Pejebobo, tiburón gato,
gatas, nodriza
Categoría Nacional
VU A2ad
Diagnosis
Esta especie se caracteriza por
presentar el cuerpo más o me-
nos cilíndrico, sin crestas late-
rales. Cabeza ancha y deprimi-
da dorsalmente, orificios nasa-
les con largos barbillones pun-
tiagudos, boca en posición
subterminal con dientes peque-
ños y muy juntos entre sí. Pe-
dúnculo caudal sin quillas late-
rales ni fosetas precaudales.
Aletas más bien grandes y an-
chas; la primera dorsal es con-
siderablemente mayor que la
segunda y esta última es
aproximadamente igual a la
anal; aletas pectorales, dorsa-
les y anal redondeadas (Cervi-
gón y Alcalá 1999).
41
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
tas marcas suelen desaparecer un metro de profundidad) hasta por
(Cervigón y Alcalá 1999). lo menos 30 m. Se encuentra fre-
cuentemente en arrecifes coralinos
Talla: Alcanza una talla aproxima- o rocosos, sobre parches arenosos,
da de 3 m, aunque excepcional- en canales que conectan zonas de
mente puede llegar a los 4.30 m manglares y en bancos de arena.
(Cervigón y Alcalá 1999). Especie activa y veloz de noche,
durante el día es muy lenta y des-
cansa sobre la arena o en cuevas.
Distribución A menudo se presenta en cardú-
geográfica menes o en pequeñas agregaciones
de unos 3 a 40 individuos (Cama-
En el Atlántico Occidental se en- cho y Galvis 1980, Beltrán y Vergara
cuentra desde el nordeste de los 1990, Compagno et al. 1995,
Estados Unidos hasta el sur de Cervigón y Alcalá 1999).
Brasil, incluyendo Bermuda, todo
el mar Caribe y el golfo de México. Se alimenta principalmente de in-
En el Atlántico Oriental, en las vertebrados como calamares, ca-
costas de África desde las islas de marones, cangrejos, langostas
cabo Verde hasta Gabón (Cervigón (Cervigón y Alcalá 1999), erizos,
y Alcalá 1999). Pacífico Oriental pulpos, gasterópodos y bivalvos,
desde Baja California y golfo de además incluye en su dieta peces,
California hasta el Perú (Allen y inclusive bagres marinos, lisas,
Robertson 1994). tamboriles y rayas látigo, ocasio-
nalmente sus estómagos contie-
Registrada en las ecorregiones Pa- nen algas. Su mecanismo de ali-
lomino: Camarones; Tayrona: bahía mentación es por succión debido a
Concha (Camacho y Galvis 1980); la forma y tamaño de la boca
Magdalena (Rey y Acero en prensa); (Compagno 1984a, Compagno et al.
Morrosquillo: bahía de Cispatá 1995).
(INVEMAR 2001); Archipiélagos
Coralinos (Dahl 1971, Patiño y Ovovivípara; durante el período in-
Flórez 1993); Darién (Gómez 1972); trauterino, los embriones se nutren
Archipiélago de San Andrés y Provi- del vitelo disponible en gran canti-
dencia (Garzón y Acero 1983a, Mejía dad en sus sacos vitelinos. El nú-
et al. 1998). En el Pacífico colom- mero de crías oscila entre 21 y 28,
biano en las ecorregiones Baudó: las cuales al nacer miden de 27 a
Togoromá, Naya: Boca Candelaria 29 cm (Compagno 1984a, Compagno
(Rubio 1988a); Malpelo (Rubio et al. et al. 1995, Cervigón y Alcalá 1999).
1992) y Gorgona (Rubio et al. 1987, La talla de maduración es de 2.25
Franke 1992). m para los machos y 2.30 m para
las hembras (Compagno 1984a).
42
nejo y resistencia, pues puede per- En los últimos 10 años, en más de
manecer hasta 20 a 30 minutos fue- 100 horas de observación subma-
ra del agua (Beltrán y Vergara 1990). rina, los autores han visto menos
de cinco individuos en los arreci-
fes del Caribe continental colom-
biano, mientras que en aquellos
Amenazas oceánicos la especie es relativa-
mente frecuente. En el Pacífico
En el Caribe colombiano es objeto colombiano, esta especie es poco
de pesca, especialmente en la cos- común.
ta continental. Se captura con lí-
neas, anzuelos, redes de enmalle,
redes de fondo fijas, redes de arras- Medidas de
tre de fondo, arpones y palangres. conservación tomadas
Es de alto valor por su piel extraor-
dinariamente gruesa y resistente Ninguna para la especie, sin em-
de la cual se obtiene un cuero de bargo parte de su área de distribu-
excelente calidad; también se uti- ción se encuentra protegida por los
liza en ocasiones como lija. Aun- Parques Nacionales Naturales
que su carne es de baja calidad se Tayrona, Corales del Rosario y San
utiliza en fresco y salada para con- Bernardo, Gorgona y “Old Provi-
sumo humano, así como para la dence and McBean Lagoon”; así
elaboración de harina; de su híga- como por el Santuario de Fauna y
do se extrae aceite (Compagno et Flora Malpelo y el Área de Manejo
al. 1995, Cervigón y Alcalá 1999). Especial los Corales del Archipié-
lago de San Andrés, Providencia,
Como habitante de los arrecifes Santa Catalina y Cayos, declarada
coralinos, el deterioro de estos además como la Reserva de
puede afectar seriamente su super- Biosfera “Sea Flower”.
vivencia. En los últimos años se
ha visto cómo los arrecifes del Ca-
ribe colombiano se han degradado Medidas de
constantemente y la cobertura del
coral ha disminuido como conse-
conservación
cuencia de las enfermedades, el propuestas
blanqueamiento coralino y los da-
ños físicos sufridos por causas Se debe establecer la veda total,
naturales o antropogénicas. Facto- simultáneamente con estudios de
res como el calentamiento global las poblaciones en el Caribe y Pa-
del agua, turbidez, sedimentación cífico colombianos. Adicionalmente
y contaminación son en gran me- se debe propender por la conser-
dida los responsables de este de- vación del hábitat, especialmente
terioro. En San Andrés ha habido los arrecifes coralinos y las zonas
una tendencia sostenida de reduc- estuarinas de manglar.
ción de cobertura coralina, de 70%
en los años 70, a menos de 25%
en el 2000 (Garzón-Ferreira y
Rodríguez-Ramírez 2001).
43
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Carcharhinus limbatus
Orden
Carcharhiniformes
Familia
Carcharhinidae
Especie
Carcharhinus limbatus
(Müller y Henle, 1839)
Nombre común
Tollo aletinegro,
tiburón macuira
Categoría Nacional
VU A2c para el Caribe
LC para el Pacífico
Diagnosis
El género Carcharhinus se carac-
teriza por presentar la segunda
aleta dorsal considerablemente
más pequeña que la primera;
menos de 40 hileras de dientes
en cada mandíbula. Los pliegues
labiales son cortos, casi imper-
ceptibles o rudimentarios y los
orificios nasales pequeños
(Cervigón y Alcalá 1999). Esta
especie posee un cuerpo fusi-
forme, moderadamente esbelto.
Rostro largo y puntiagudo, su
longitud es aproximadamente
igual o levemente menor que la
anchura de la boca y mayor que
la distancia entre los orificios
nasales (Compagno et al. 1995).
Presenta unas manchas negras
en los extremos de las aletas
que caracterizan bien a esta
especie; carece de crestas
dérmicas entre las aletas dor-
sales. El origen de la primera
dorsal se encuentra por detrás
de la axila de la aleta pectoral,
pero por delante del extremo de
su borde interno (Cervigón y
Alcalá 1999).
44
Carcharhinus limbatus
45
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Carcharhinus limbatus
46
Orden
Rajiformes
Familia
Pristidae
Especie
Pristis pectinata
Latham, 1794
Nombre común
Pez peine, pejepeine, guacapá
Categoría Nacional
CR A2a
Diagnosis
Presenta entre 24 y 32 pares de
dientes en la espada o sierra. El
origen de la primera aleta dor-
sal se encuentra sobre el origen
de las pélvicas; la aleta caudal
no tiene un lóbulo ventral
definido (Cervigón 1992).
47
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Talla: Alcanza 5.5 m de longitud con sus aletas dorsales fuera del
(NOAA 2001). agua (Rubio 1988b).
Normalmente se alimenta de
pequeños organismos que viven en-
Distribución tre el fango, el cual remueve con la
sierra. También ataca cardúmenes
Geográfica de sardinas y otros peces pequeños
(Cervigón y Alcalá 1999).
Se encuentra a ambos lados del
Atlántico; en el Atlántico Occiden- Pueden vivir hasta 25-30 años y
tal desde Nueva York y Bermudas alcanzan la madurez sexual a los
hasta Brasil y la parte norte del 10 años (NOAA 2001). Ovoviví-
golfo de México (Crvigón y Alcalá paros, las hembras pueden
1999). Tambien en el Pacífico contener de 15 a 20 embriones que
americano (Allen y Robertson 1994). en el momento de nacer tienen
unos 60 cm de LT (Cervigón y Alcalá
Registrada para el Caribe colombiano 1999).
(Acero et al. 1986) en las ecorregiones
Tayrona, Magdalena: Ciénaga Grande
de Santa Marta, Golfo de Salamanca
y Bahía de Cartagena (Franky y
Amenazas
Rodríguez 1976, Rey y Acero en
prensa); Morrosquillo: en la bahía de Es extremadamente vulnerable a la
Cispatá, donde se adentra por el río sobrepesca debido a la propensión
Sinú por lo menos hasta Montería de quedar enredada en las redes
(Dahl 1964) y Darién: en el Urabá de arrastre, a su hábitat restrin-
Chocoano (Gómez 1972). En el gido y la baja tasa de crecimiento
océano Pacífico colombiano (Rubio poblacional en la mayoría de áreas
1990) ha sido registrado en las de distribución. En el Atlántico la
ecorregiones Pacífico Norte: bahía reducción en la abundancia del pez
Cupica; Baudó: boca Charambira; peine ha sido causada principal-
Buenaventura: Golfo de Tortugas; mente por la captura incidental en
Sanquianga; Naya: boca Yuru- diversas pesquerías, agravado por
manguí y boca Candelaria (Rubio la degradación del hábitat (NOAA
1988a,1988b, Rubio y Estupiñan 2001). Su carne es apreciada
1990). (Cervigón 1992) y su sierra se
utiliza para decoración o como
curiosidad.
49
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Orden
Rajiformes
Familia
Pristidae
Especie
Pristis perotteti
Müller y Henle, 1841
Nombre común
Pez sierra
Categoría Nacional
CR A2a
Diagnosis
Se distingue por tener menos de
20 dientes a cada lado de la si-
erra (Cervigón y Alcalá 1999).
Tiene el origen de la primera
aleta dorsal muy por delante del
origen de las pélvicas, aleta cau-
dal con un lóbulo ventral bien
definido (Cervigón 1992).
Distribución
geográfica
Se encuentra a ambos lados del
Atlántico y en el Pacífico; en el
Atlántico Occidental desde
Florida hasta Santos, Brasil y el
norte del golfo de México
(Cervigón y Alcalá 1999). En el
Pacífico Oriental, desde México
hasta Perú (Allen y Robertson
1994).
50
Registrada para el Caribe diado. Su longevidad, lenta tasa de
colombiano (Acero et al. 1986), en crecimiento, maduración tardía y
las ecorregiones Magdalena: en la bajo número de descendientes por
bahía de Cartagena y frente a la isla camada dan como resultado una
de Salamanca (Franky y Rodríguez tasa intrínseca de crecimiento
1976, Álvarez y Blanco 1985); poblacional muy lenta; este factor
Morrosquillo: bahía de Cispatá sumado a su propensión excep-
(Dahl 1964); Dahl (1971) menciona cional para ser capturado por las
que se han capturado ejemplares redes de pesca comercial y a su
de esta especie en el río hábitat restringido, lo hacen
Magdalena, hasta Calamar y en el extremadamente vulnerable a la
río Sinú, hasta Betancí. En el sobrepesca (NOAA 2001).
Pacífico colombiano ha sido
registrada en las ecorregiones Esta especie tenía una amplia
Baudó: bahía Cuevita; Buenaven- distribución en el ámbito mundial
tura: bahía de Málaga, bahía de anteriormente, pero se ha notado
Buenaventura, desembocadura del una drástica declinación en su
río San Juan y golfo de Tortugas; abundancia. En Europa ha desa-
Naya: punta Coco y Yurumanguí; parecido y se sabe que su estado
Sanquianga (Rubio 1988 b, Rubio y de conservación en el Lago Nicara-
Estupiñán 1990). gua y otros lugares de Centro
América es bastante grave (Hilton-
Taylor 2000). En Colombia la
Ecología situación de la especie es crítica,
pues en los últimos 10 años no se
han observado ejemplares.
En Venezuela se encuentra princi-
palmente en aguas costeras
salobres y dulces, en fondos muy
someros generalmente fangosos
Medidas de
donde se entierra. Penetra en conservación tomadas
aguas dulces y asciende por los
ríos; se ha encontrado en el río
Amazonas hasta Manaos, a 1340 Ninguna para la especie en Colom-
km del mar (Rubio 1988 b, Cervigón bia, aunque parte del área de
y Alcalá 1999). Se alimenta de distribución del pez sierra se
pequeños peces gregarios y encuentra protegida por el Parque
organismos del fondo utilizando la Nacional Natural Sanquianga.
sierra para escarbar el sustrato y Categoría global: En Peligro Crítico,
para matar sus presas cuando CR A1abc + 2cd (Hilton-Taylor
persigue cardúmenes de peces 2000).
(McEachran 1995).
Medidas
Amenazas de conservación
propuestas
En Venezuela se captura principal-
mente en la pesca de arrastre
camaronera (Cervigón 1992) y ésta Se debe establecer la veda total de
es su principal amenaza. El pez la especie.
sierra está muy pobremente estu-
51
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Comentarios
Esta especie es muy similar y
posiblemente conespecífica de
Pristis microdon Latham, especie del
Indo Pacífico con la cual se ha
confundido (Allen y Robertson
1994). Así mismo ambos nombres
pueden ser sinónimos de P. pristis
Latham (Eschmeyer et al. 1998b).
52
Orden
Elopiformes
Familia
Megalopidae
Especie
Tarpon atlanticus
(Valenciennes, 1847)
Nombre común
Sábalo, tarpón
Categoría Nacional
EN A2ad + 3d
53
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Registrado para Colombia en las cambios bruscos de temperatura
ecorregiones Guajira: bahía Portete (Riaño y Salazar 1982). Está
y plataforma del departamento asociado a planos de inundación.
(Manjarrés et al. 1988, Garzón- Soporta bajas concentraciones de
Ferreira 1989); Palomino (Rey y Acero oxígeno y puede respirar aire
en prensa); Tayrona (Acero y atmosférico (García y Solano 1995).
Garzón 1987a); Magdalena: bahía de Residente de la CGSM (Santos-
Cartagena, ciénaga de Tesca, Martínez et al. 1998) la cual usa
plataforma continental del golfo de como zona de refugio y alimen-
Salamanca y ciénaga Grande de tación de alevinos (Santos-
Santa Marta (Franky y Rodríguez Martínez y Acero 1991).
1976, Álvarez y Blanco 1985, Ospina
y Pardo 1993, Rueda y Santos- Especie carnívora, se alimenta
Martínez 1997, Navajas 1998); principalmente de peces (80% de
Morrosquillo: en la bahía de Cispatá, la dieta en peso), como sardinas,
ciénaga de la Caimanera y anchoas y lizas; consume pocos
Tinajones (Gómez 1972, López et al. invertebrados aunque en tallas
1991, Patiño y Flórez 1993, menores su importancia es
INVEMAR 2001); Archipiélagos notablemente mayor (Riaño y
Coralinos: islas de San Bernardo; Salazar 1982, Cataño y Garzón-
Daríen; Archipielago de San Andrés Ferreira 1994, Santos-Martínez et
y Providencia (Barriga et al. 1969). al. 1998).
También se distribuye en las
cuencas de los ríos Atrato, Sinú, Alcanza la madurez sexual a 1.2 m
San Jorge y en el bajo Magdalena y aproximadamente, a los 19 Kg las
bajo Cauca (García y Solano 1995). hembras y 10 Kg los machos (Dahl
1971, Chacón 1993). Tiene una alta
fecundidad (García y Solano 1995),
Ecología estimada en 12 millones de huevos
en una hembra de 2 m y unos 70
Kg de peso (Dahl 1971, Cervigón
El sábalo forma cardúmenes o nada
1991). La reproducción ocurre en
solitario (Riaño y Salazar 1982).
abril-mayo (Dahl 1971), para lo cual
Posee una gran movilidad y
forma agrupaciones de 25 a 250
capacidad para recorrer grandes
individuos. En Colombia hay
distancias en aguas abiertas
registros de estas agrupaciones
(Chacón 1993). Es extremada-
pero no en tiempos recientes
mente eurihalina; puede remontar
(García y Solano 1995).
ríos por una distancia consider-
able, así como vivir en aguas
La larva leptocéfala en su primera
hipersalinas de lagunas litorales y
fase o de crecimiento aumenta de
desde aguas costeras hasta
talla hasta unos 28 mm, durante
oceánicas en áreas insulares. Sin
esta fase no ingiere alimento. En
embargo, parece concentrarse de
la fase de decrecimiento lepto-
preferencia en aguas salobres
cefálico la talla se reduce a unos
estuarinas, con vegetación de
13 mm y comienza a ingerir
manglar, especialmente las larvas
alimento, esta fase tiene una
una vez que han abandonado la
duración entre 20 y 25 días. En la
fase inicial pelágica. La repro-
tercera fase o de crecimiento
ducción se efectúa en el mar
alevínico el cuerpo comienza a
(Cervigón 1991, Cataño y Garzón-
adquirir la forma de juvenil con los
Ferreira 1994). Resistentes a
54
caracteres de adulto (Riaño y En la CGSM la situación de este
Salazar 1982, Cervigón 1991). recurso es preocupante, pues se
Puede vivir hasta 16 años (García capturan los juveniles para criarlos
y Solano 1995). en cultivos de engorde, donde todos
los ejemplares son sacrificados y
no existe una cuota de devolución
Amenazas al medio. Adicionalmente, el
deterioro de las áreas de manglar
La pesca con dinamita ha sido afecta negativamente a la especie,
utilizada sobre los cardúmenes de pues es su zona de criadero natu-
sábalo desde hace más de 30 años. ral (Grupo Ecología Pesquera,
Dahl (1971) advierte que este INVEMAR. Com. Pers.). Consi-
método criminal podría disminuir derando que los ejemplares
la abundancia del recurso, lo que menores de 1 m, de gran aceptación
fue confirmado por Franky y en los mercados, son aún inma-
Rodríguez (1976) quienes obser- duros, es obvio que los individuos
varon la merma en las densidades que llegan a reproducirse al menos
de sus poblaciones debida al uso una vez son muy escasos.
de la dinamita en aguas cercanas
a la costa y en las ciénagas Según las estadísticas pesqueras
salobres de la isla de Salamanca, del INPA (2002), la captura del
pues éstas son áreas de recluta- sábalo se mantuvo alrededor de las
miento de la especie y con esta 10 ton por año al principio de la
práctica se están eliminando las década de los 90; en 1996 tuvo un
larvas masivamente. incremento significativo, a 134.92
ton, disminuyendo drásticamente
El sábalo solía utilizar las ciénagas para los siguientes tres años a
del bajo Magdalena como área de menos de 2.5 ton por año.
alimentación; debido al deterioro
ambiental de estos cuerpos de
agua, ha disminuido su presencia Medidas de
en ellos. En general las ciénagas y conservación tomadas
lagunas costeras del Caribe
colombiano han sufrido un
deterioro acelerado debido a la Ninguna para la especie, sin em-
contaminación que reciben por el bargo parte de su rango de distribu-
aporte de los ríos que desembocan ción se encuentra protegido por el
en ellas. Las descargas de aguas área de influencia de la Vía Parque
servidas de las zonas urbanas, Isla de Salamanca, el Santuario de
contaminantes industriales y Fauna Flora de la CGSM y la
agroquímicos de las zonas rurales Reserva de Biosfera y Humedal
están causando un impacto RAMSAR de la CGSM.
negativo sobre estos ecosistemas.
Una de las más perjudicadas es la
bahía de Cartagena y cuerpos de Medidas
agua aledaños, los cuales han de conservación
llegado a un estado de máximo propuestas
deterioro por la anoxia predomi-
nante en la mayor parte del fondo
Se propone una veda total por cinco
(Marín 2001).
años. Se debe prohibir el cultivo de
engorde del sábalo en la CGSM o
55
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
proponer que exista una cuota de
devolución al medio. Una vez
recuperada la población, se debe
reglamentar la talla mínima de
captura y propender por la
conservación de las áreas de
manglar (Grupo Ecología Pesquera,
INVEMAR. Com. Pers.).
Comentarios
Megalops atlanticus Valenciennes es un
sinónimo (Eschmeyer et al. 1998a).
56
Orden
Clupeiformes
Familia
Engraulidae
Especie
Cetengraulis mysticetus
(Günther, 1867)
Nombre común
Carduma, agallona,
sardina
Categoría Nacional
VU A3d
57
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Distribución Se alimenta de diatomeas en la
geográfica fase juvenil y de organismos
bentónicos en la edad adulta,
también ingiere un poco de fango
Es una especie tropical y subtropi- (Zapata et al. 1990, Whitehead y
cal del Pacífico oriental. Se Rodríguez-Sánchez 1995).
distribuye desde el golfo de Cali-
fornia hasta el norte del Perú La talla de la primera madurez en
(Whitehead y Rodríguez-Sánchez las hembras está entre los 125 y
1995). 130 mm, aproximadamente a los
siete meses de edad, con pesos
Registrada para el Pacífico colom- entre 29.50 y 33.86 gr. Presenta un
biano en todas las ecorregiones desove anual, entre octubre y
(Zapata et al. 1992), específica- enero. La proporción de machos y
mente en Pacífico Norte: en bahía hembras es de 1:1. (Zapata et al.
Cupica, bahía Solano y Utría; 1990, Maldonado y Remolina 1979).
Baudó: Docampadó y boca
Togoromá; Buenaventura: bahía
Málaga y bahía de Buenaventura
(Rubio 1984b, Rubio 1988b); Naya: Amenazas
bahía de Guapi; Sanquianga (Rubio
y Estupiñán 1990); Tumaco: Tumaco Es considerado el primer recurso
y cabo Manglares (Maldonado y entre los pequeños pelágicos y la
Remolina 1979, Rubio 1988b) y especie de mayor captura en el
Gorgona (Rubio et al. 1987). Pacífico colombiano. Se utiliza en
la producción de harina de pescado
para la elaboración de concentrado
para animales. Se captura con
Ecología atarraya y redes de cerco, en zo-
nas de poca profundidad y soporta
Es una especie pelágica, costera y una de las presiones naturales más
estuarina que normalmente se fuertes, ya que se constituye en la
encuentra hasta 8 km mar afuera, base alimenticia de muchas
hasta profundidades de unos 25 m. especies de peces y varios grupos
Forma grandes cardúmenes que al de aves (Maldonado y Remolina
parecer se desbandan y reagrupan 1979, Zapata et al. 1992).
con gran rapidez, generalmente
sobre fondos fangosos o fango- Los individuos de carduma de uno
arenosos, cerca de la boca de los o dos años de edad son los que
ríos (Whitehead y Rodríguez- soportan en gran parte la pesquería
Sánchez 1995). Las larvas aparecen en el Pacífico colombiano. El éxito
a lo largo de toda la costa o falla de un desove en un año dado
colombiana, pero su abundancia es la afecta mucho más que a aquellas
baja excepto en noviembre y pesquerías apoyadas sobre un
diciembre cuando alcanza cifras recurso con amplio rango de grupos
elevadas por ser ésta su época de de edad (Zapata et al. 1992).
desove (Beltrán-León y Ríos 2000).
58
La captura de la carduma ha diciembre, época en la cual se re-
aumentado ostensiblemente desde produce. Así mismo se recomienda
la década de los 80. En 1986 ésta que la veda sea ágil y susceptible
fue de 38 ton, cifra que se de implementarse en el momento
incrementó a mas de 20000 ton a apropiado de manera que la especie
partir de 1992, aunque en 1999 complete libremente el período de
esta captura disminuyó a 15000 reproducción.
ton (INPA 2002).
Permitir el ingreso de máximo 10
barcos a la pesquería de la
Medidas de carduma, manteniéndose un
monitoreo permanente para
conservación tomadas observar su comportamiento ante
un incremento del esfuerzo
Resolución 1152 del INDERENA de pesquero, de manera que el cupo
mayo 13 y septiembre 24 de 1975 esté cerrado hasta que se conozca
por medio de la cual se establece más sobre la dinámica poblacional
una época de veda durante el mes de la especie y se establezca el
de diciembre para la pesca de esfuerzo pesquero óptimo.
carduma, en aguas jurisdiccionales
del océano Pacífico colombiano. El En cuanto a los artes de pesca, no
Acuerdo No 00013 de octubre 12 de permitir la disminución en el ojo
2000 estableció la cuota de pesca de malla en los boliches utilizados
de la carduma en 30000 ton en los actualmente (1 ¾ de pulgada) para
espacios marítimos jurisdic- que no haya presión sobre los
cionales del Pacífico colombiano individuos inmaduros. Así mismo,
para la vigencia del año 2001. Los se debe evitar el uso del boliche
Parques Nacionales Naturales en la primera milla náutica, ya que
Sanquianga y Gorgona protegen este método arrasa el fondo.
parte de su área de distribución.
Recabar la información que haga
falta para hacer una análisis de
Medidas poblaciones virtuales (APV) para
de conservación que, junto con las estimaciones
directas de las evaluaciones, se
propuestas constituya en una herramienta
para la administración del recurso.
Zapata et al. (1992) proponen las
siguientes recomendaciones para Realizar una rutina mensual de
esta especie con el fin de manejar monitoreo que permita mantener
racionalmente el recurso y evitar una estrecha vigilancia sobre los
su sobreexplotación: aspectos biológicos de este
recurso, ya que al parecer se afecta
Extender la veda de la carduma a ante cambios drásticos del medio
los meses de noviembre y ambiente.
59
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Orden
Siluriformes
Familia
Ariidae
Especie
Ariopsis bonillai
(Miles, 1945)
Nombre común
Bagre, chivo cabezón,
bagre cazón
Categoría Nacional
EN B1+ 2cd
60
el género Ariopsis no ha sido regis- te el prolongado periodo de
trado en las costas venezolanas, incubación ya que ellos guardan los
sin embargo, un ejemplar de A. huevos en la boca y por tanto es-
bonillai colectado en el golfo de Ve- tán inhabilitados para ingerir ali-
nezuela se encuentra depositado mento (Galvis 1984). La talla
en la colección de la Universidad aproximada de madurez sexual es
Central en Caracas. de 41 – 44 cm LE (Galvis 1983,
Santos-Martínez 1998).
Registrada para el Caribe colombia-
no (Acero et al. 1986) en las En la ciénaga de la Virgen el deso-
ecorregiones Magdalena: ciénaga de ve se da en la época de lluvias y
Tesca y ciénaga Grande de Santa baja salinidad, en los meses de
Marta (Riaño y Salazar 1982; Toro septiembre a diciembre, con su
y Villa 1983, Galvis 1984, Santos- máximo pico en noviembre (Riaño
Martínez y Acero 1991) y y Salazar 1982, Toro y Villa 1983).
Morrosquillo: bahía de Cispatá En la ciénaga Grande de Santa
(INVEMAR 2001) y Daríen: (Rey y Marta (CGSM) la época de desove
Acero en prensa). parece cubrir todo el año, con un
desove masivo en los meses de
abril a julio (Galvis 1983). En ge-
Ecología neral tiene una baja fecundidad, de
24 a 36 huevos por hembra madu-
ra (Toro y Villa 1983, Galvis 1983,
Individuos de esta especie se ven
Santos-Martínez 1998). Tienen cui-
en cardúmenes o solitarios (Riaño
dado parental, con incubación bu-
y Salazar 1982). Tienen hábitos
cal por parte de los machos proge-
costeros y bentónicos y se les en-
nitores durante 50 a 70 días (Toro
cuentra principalmente sobre fon-
y Villa 1983).
dos fangosos en aguas turbias dul-
ces y salobres, como lagunas
costeras, partes bajas de los ríos,
estuarios, ciénagas y zonas de Amenazas
manglar (Taylor y Menezes 1978,
Riaño y Salazar 1982). Por ser prácticamente endémica de
Colombia y tener una distribución
Estos bagres son carnívoros vora- tan restringida, la destrucción del
ces, su alimentación cambia de hábitat es una de las principales
acuerdo con la talla y se basa prin- amenazas, situación altamente
cipalmente en invertebrados preocupante, ya que en general las
bentónicos como crustáceos y ciénagas y lagunas costeras del
poliquetos aunque incluye tam- Caribe colombiano han sufrido un
bién insectos, peces, algas y detri- deterioro acelerado debido a la con-
to (Riaño y Salazar 1982, Toro y taminación que reciben por el apor-
Villa 1983, Santos-Martínez 1998). te de los ríos que desembocan en
ellas. Las descargas de aguas ser-
A los cuatro a cinco meses de edad vidas de las zonas urbanas, conta-
alcanzan la diferenciación sexual. minantes industriales y agroquí-
Los machos son de menor tama- micos de las zonas rurales están
ño, debido posiblemente a una in- causando un impacto negativo so-
terrupción del crecimiento duran- bre estos ecosistemas. Una de las
más perjudicadas es la bahía de
61
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Cartagena y cuerpos de agua ale- las capas profundas de la columna
daños, los cuales han llegado a un de agua. Esto sin contar con el es-
estado de máximo deterioro por la tado de deterioro ambiental que
anoxia predominante en la mayor presenta la CGSM, lo cual puede
parte del fondo (Marín 2001). afectar gravemente la superviven-
cia de esta especie, teniendo en
Desde la década de los ochenta, cuenta su distribución restringida
esta especie ganó una gran impor- y su endemismo en Colombia (Gru-
tancia económica en la CGSM de- po Ecología Pesquera, INVEMAR.
bido al empobrecimiento de las Com. Pers.).
pesquerías tradicionales, llevando
a su extracción intensiva a lo lar-
go de todo el año sin ningún tipo Medidas de
de control de talla mínima de cap- conservación tomadas
tura ni vedas. Galvis (1984) consi-
deraba que la abundancia del chi- Esta especie endémica tiene en la
vo cabezón en la ciénaga era alta, CGSM uno de sus principales lu-
pero advertía que ya entonces el gares de distribución, área que ha
nivel de explotación era mayor que sido declarada como Reserva de
el óptimo tanto para machos como Biosfera y Humedal RAMSAR. Su
para hembras. En un período de rango de distribución se encuen-
evaluación que comprende desde tra dentro del área de influencia de
1993 hasta el 2001, las tallas me- la Vía Parque isla de Salamanca y
dias de captura oscilaron entre 26 el Santuario de Fauna y Flora de la
y 31 cm, muy por debajo de la talla CGSM.
media de madurez (41 cm),
notándose una disminución pau- Categoría global: En Peligro, EN
latina a lo largo del tiempo. En la B1+ 2cd (Acero en Hilton-Taylor
actualidad, prácticamente la tota- 2000).
lidad de las capturas son de indi-
viduos juveniles, muchos de los
cuales se utilizan para la alimen-
tación de sábalos que se crían para
Medidas
engorde en cautiverio; situación de conservación
bastante desfavorable para el chi- propuestas
vo cabezón, pues en los criaderos
compran todas las tallas captura- Debido al estado en que se encuen-
das, aun si son muy pequeñas tra el recurso y la alta presión
(Grupo Ecología Pesquera, pesquera que se ejerce sobre los
INVEMAR. Com. Pers.). individuos juveniles, se propone
una veda total por cinco años para
En pasados eventos de mortandad permitir su recuperación, después
masiva en la CGSM, en julio y de lo cual se debe reglamentar la
agosto de 1994, junio de 1995 y talla mínima de captura y las épo-
parte de 1996, el chivo cabezón fue cas de veda (Grupo Ecología
una de las especies más afectadas. Pesquera, INVEMAR. Com. Pers.).
Esto tal vez debido a que por sus
hábitos bentónicos está más ex- Conjuntamente con estas medidas
puesta a las condiciones anóxicas debe hacerse un mantenimiento
y altas concentraciones de regular de las obras hidráulicas en
cianobacterias que se presentan en
62
los ríos y caños que provienen del Se debe regular el uso del método
río Magdalena y aquellos que bajan pesquero conocido como boliche.
de la Sierra Nevada de Santa Mar- Todas estas medidas deben ir
ta y alimentan la ciénaga, esto con acompañadas de una sensibiliza-
el fin de mejorar la calidad del agua ción de la población por medio de
y mantener en buen estado las po- la educación ambiental, así como
blaciones de otras especies que el establecimiento de mecanismos
podrían servir de alternativa a los de vigilancia y control efectivos
pescadores (Grupo Ecología (Grupo Ecología Pesquera,
Pesquera, INVEMAR. Com. Pers.). INVEMAR. Com. Pers.).
63
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Orden
Siluriformes
Familia
Ariidae
Especie
Arius proops
(Valenciennes, 1840)
Nombre común
Bagre, chivo mozo
Categoría Nacional
VU 1ad + 2d
65
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
especie y a llenar los vacíos que
Medidas de se tienen en cuanto a su biología y
conservación tomadas ciclo de vida (Grupo Ecología
Pesquera, INVEMAR. Com. Pers.).
66
Saccogaster melanomycter
Orden
Ophidiiformes
Familia
Bythitidae
Especie
Saccogaster
melanomycter
Cohen, 1981
Nombre común
Ninguno conocido
para el área
Categoría Nacional
VU D2
Diagnosis Ecología
Orificios nasales negros, como Colectada a 7.5 m de profundidad, en
cubiertos de hollín, separados un arrecife de coral (Cohen 1981).
de las órbitas por un área
blanca. No presenta escamas
en la cabeza ni en el cuerpo. Amenazas
Cuerpo comprimido relativa-
mente corto. Línea lateral con-
No existen registros de esta especie
tinua. Color café claro (Cohen
en ninguna localidad diferente, ni se
1981).
Distribución
geográfica
El único espécimen conocido
fue colectado en la ensenada de
Gayraca en la ecorregión
Tayrona (Cohen 1981).
67
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Saccogaster melanomycter
68
Orden
Batrachoidiformes
Familia
Batrachoididae
Especie
Batrachoides
manglae
Cervigón, 1964
Nombre común
Guasa lagunar,
sapo lagunero
Categoría Nacional
VU B2a
69
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Talla: Alcanzan hasta 29 cm de LT reproducen en cualquier época del
y más de 350 gr de peso (Cervigón año. Desovan en conchas vacías de
1991). En la ciénaga Grande de moluscos, donde los huevos
Santa Marta (CGSM), se capturan forman una capa continua, muy
tallas entre 8 y 20.8 cm LE (Santos- juntos entre sí. Al parecer los
Martínez y Acero 1991). óvulos maduran simultáneamente.
Los recién nacidos tienen una
longitud total de 6 a 8 mm.
Distribución (Cervigón 1991).
geográfica
70
bosques con fines económicos y Salamanca y el Santuario de Fauna
para la creación de fincas y Flora de la CGSM. Categoría glo-
camaroneras son factores que bal: Vulnerable, VU D2 (Acero en
atentan contra estos ecosistemas Hilton-Taylor 2000).
denominados frágiles (Casas-
Monroy 2001).
Medidas
de conservación
Medidas de propuestas
conservación tomadas
Cualquier medida tendiente a
Parte del área de distribución del mejorar las condiciones ambien-
guasa lagunar se encuentra tales de la CGSM pueden contribuir
protegida dentro de la Reserva de a la conservación de esta especie.
Biosfera y Humedal RAMSAR de la Se deben realizar estudios sobre
CGSM, la Vía Parque Isla de su biología y ecología.
71
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Orden
Mugiliformes
Familia
Mugilidae
Especie
Mugil liza
Valenciennes, 1836
Nombre común
Lebranche
Categoría Nacional
EN A2ad
72
Distribución Esta especie es consumidora
geográfica primaria, tanto los alevinos como
los adultos. Se alimenta de la capa
superficial del fondo, seleccionan-
Distribuida en el Atlántico Occi- do partículas finas, incluyendo
dental tropical desde el sur de la sedimentos inorgánicos, detrito
Florida en los Estados Unidos, orgánico, algas filamentosas,
hasta Río de Janeiro incluyendo diatomeas bentónicas y pequeños
Bermudas y todo el mar Caribe animales (Suárez 1976, Riaño y
(Cervigón 1993). Salazar 1982, Cervigón 1993,
Ospina y Pardo 1993, Santos-
Registrada para el Caribe Martínez et al. 1998).
colombiano (Acero et al. 1986) en
las ecorregiones Guajira: bahía Migra al mar en cardúmenes con
Portete y plataforma del depar- el propósito de efectuar el desove
tamento (Manjarrés et al. 1988, en el mes de septiembre o entre
Garzón-Ferreira 1989); Magdalena: diciembre y febrero los prove-
ciénaga de Tesca, bahía de nientes de la CGSM (Lamprea 1987,
Cartagena y CGSM (Riaño y Salazar Santos-Martínez y Acero 1991). En
1982, Ospina y Pardo 1993, Santos- el caso de esta última, el desove
Martínez y Acero 1991, Rueda y se realiza en aguas marinas al sur
Santos-Martínez 1997); Morros- de la bahía de Santa Marta,
quillo: bahía de Cispatá y ciénaga llegando en algunos casos hasta la
de la Caimanera (López et al. 1991, bahía de Gaira; realiza un solo
Patiño y Flórez 1993, INVEMAR desove anual (Lamprea 1987). Para
2001); Darién (Rey y Acero en la CGSM la talla aproximada de
prensa) y Archipiélago de San madurez sexual es de 52 cm LE
Andrés y Providencia en la isla de (Santos-Martínez et al. 1998).
Providencia (Garzón-Ferreira y
Acero 1983a).
Amenazas
Ecología Una de las principales amenazas
sobre esta especie es la pesca con
Es una especie eurihalina, o sea, dinamita que se efectúa sobre los
vive en aguas desde dulces hasta cardúmenes de reproductores que
hipersalinas. Se encuentra en salen a desovar al mar, ya que, a
aguas turbias a poca profundidad y diferencia de la lisa, el lebranche
generalmente cerca de la costa desova cerca de la costa. Los juve-
sobre fondos fangoso arenosos. niles que entran a las ciénagas lo
Los juveniles son frecuentes en el hacen a una talla muy pequeña, lo
interior de lagunas litorales en las que los hace presa fácil de los
cuales cumplen un período de depredadores en las bocas de estos
crecimiento y engorde; los adultos cuerpos de agua (Grupo Ecología
se encuentran en mar abierto Pesquera, INVEMAR. Com. Pers.).
aunque también son comunes en
áreas estuarinas de aguas salobres Debido a que la maduración del
en la desembocadura de los ríos e lebranche ocurre a grandes tallas,
incluso penetran en ellos (Suárez los ejemplares que se comercia-
1976, Riaño y Salazar 1982, lizan son en su mayoría juveniles,
Cervigón 1993).
73
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
lo que lleva a la disminución de los Medidas de
individuos reproductores. Las conservación tomadas
capturas del lebranche en el Car-
ibe colombiano han disminuido
ostensiblemente en los últimos Ninguna conocida, aunque su
años, aún teniendo en cuenta las rango de distribución se encuentra
fluctuaciones naturales de las parcialmente protegido por el
pesquerías. Según las estadísticas Parque Nacional Natural “Old
pesqueras, en 1992 se capturaron Providence and Mc Bean Lagoon”,
779.8 ton; en los años siguientes la Vía Parque isla de Salamanca y
la captura fue significativamente el Santuario de Fauna y Flora de la
menor, tanto que sumadas las de CGSM, ésta última declarada como
los siguientes siete años no Reserva de Biosfera y Humedal
alcanzan a ser el 15% de esta cifra, RAMSAR.
llegando a valores tan bajos como
0.26 ton en 1997 y 1.63 ton en 1998
(INPA 2001). Medidas
de conservación
El deterioro del hábitat es una propuestas
grave amenaza sobre esta especie.
Teniendo en cuenta que las
ciénagas y lagunas costeras Se propone una veda total por cinco
cumplen un papel importante en el años, conjugado con el monitoreo
ciclo de vida del lebranche, es de las poblaciones para determinar
preocupante la degradación de si hay recuperación. Se debe buscar
estos cuerpos de agua en el Car- la forma efectiva de erradicar la
ibe colombiano debida a la pesca con dinamita. Ya que los
contaminación que reciben por el ambientes estuarinos de manglar
aporte de los ríos que desembocan son los sitios de crianza de ésta y
en ellos. Las descargas de aguas muchas especies, se deben
servidas de las zonas urbanas, monitorear y establecer una forma
contaminantes industriales y efectiva para su cuidado. Estas
agroquímicos de las zonas rurales medidas deben ir acompañadas de
están causando un impacto una sensibilización de la población
negativo sobre estos ecosistemas. por medio de la educación
Unos de las más perjudicados son ambiental, así como el estable-
la bahía de Cartagena y cuerpos de cimiento de mecanismos de
agua aledaños, los cuales han vigilancia y control efectivos (Grupo
llegado a un estado de máximo Ecología Pesquera, INVEMAR.
deterioro por la anoxia predo- Com. Pers.).
minante en la mayor parte del
fondo (Marín 2001).
74
Orden
Cyprinodontiformes
Familia
Poeciliidae
Especie
Gambusia aestiputeus
Fowler, 1950
Nombre común
Ninguno conocido
para el área
Categoría Nacional
VU B1a(ii,iii)
Diagnosis Ecología
Tercer radio de la aleta anal y Habita en pozos de agua dulce
primero del gonopodio (órgano ramificados y conectados subterrá-
sexual derivado de la aleta anal) neamente con el mar, de manera que
con procesos externos o espi- el nivel del agua cambia con las
nas dirigidas hacia el ápice del mareas (Fowler 1950). Encontrada
mismo. Proceso terminal del también en una bahía de la isla de
quinto radio de la aleta anal y San Andrés, con presencia de
último del gonopodio con dos manglares y praderas de fanerógamas
ganchos dirigidos hacia la base (Gómez y Victoria 1980).
de éste. Hocico con puntos
negros; barra inclinada debajo
del ojo formada por 14 manchas
poligonales oscuras; borde de
las escamas oscuro; aleta cau-
dal con siete puntos verticales
en los dos tercios anteriores
(Gómez y Victoria 1980).
Caracteres merísticos: Dorsal:
I, 6; pectoral: 13 radios (Fowler
1950).
Distribución
geográfica
75
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Amenazas Comentarios
Por su distribución tan restringida,
la principal amenaza para esta Algunos autores consideran esta
especie es el deterioro del hábitat. especie como sinónimo de G.
No se conoce el estado de la nicaraguensis Günther, 1866, la cual
población en la isla de San Andrés. ha sido registrada además en
Centro América, desde Nicaragua
hasta Panamá (Rosen 1973).
Medidas de Teniendo en cuenta que esta
distribución es aún restringida
conservación tomadas (menos de 5000 Km2) y que para su
categorización a nivel nacional sólo
Ninguna para la especie en Colom- se está considerando la población
bia, sin embargo su distribución se de San Andrés, este problema en
encuentra protegida dentro del la definición de la especie no nos
Área de Manejo Especial los parece relevante para efectos de
Corales del archipiélago de San conservación en estos momentos.
Andrés, Providencia, Santa
Catalina y Cayos, declarada
además como la Reserva de
Biosfera “Sea Flower”. Categoría
global: Datos Insuficientes, DD
(Hilton-Taylor 2000).
Medidas
de conservación
propuestas
Es urgente realizar un estudio
sobre el estatus taxonómico y
biológico de la población sanandre-
sana.
76
Orden
Syngnathiformes
Familia
Syngnathidae
Especie
Hippocampus erectus
Perry, 1810
Nombre común
Caballito de mar.
Categoría Nacional
VU A3d
77
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Talla: Puede alcanzar una talla de 19 niles en cada puesta, la cual puede
cm de LT, desde el extremo superior, ser hasta de tres camadas de juve-
hasta el extremo de la cola (Cervigón niles en un mes; el número y tamaño
1991). de los recién nacidos es directamente
proporcional al tamaño del progeni-
tor. A los tres meses de salir de la
Distribución bolsa incubadora ya están en
geográfica capacidad de reproducirse (Cervigón
1991).
Familia
Syngnathidae
Especie
Hippocampus ingens
Girard, 1858
Nombre común
Caballito de mar del Pacífico
Categoría Nacional
VU A3d
79
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Distribución varía con la temperatura del agua
geográfica (Lourie et al. 1999).
Familia
Syngnathidae
Especie
Hippocampus reidi
Ginsburg, 1933
Nombre común
Caballito de mar hocico largo
Categoría Nacional
VU A2ad
Diagnosis Distribución
geográfica
Se distingue principalmente de
H. erectus, por tener el rostro Desde Bermudas y Florida hasta las
relativamente más largo y mayor costas de Venezuela, incluyendo la
la anchura del cuerpo (Cervigón
1991). Tubérculos del cuerpo
poco desarrollados (Acero et al.
1984).
81
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
mayor parte de las Antillas y el Ca- Amenazas
ribe (Acero et al. 1984, Cervigón
1991).
Se colectan para acuarios, adornos
y para la preparación de medicinas;
Registrada para el Caribe
en ocasiones mueren al caer en
colombiano (Acero et al. 1984) en
redes camaroneras (Bohórquez
las ecorregiones Guajira: cabo de la
1997). En el Caribe esta especie se
Vela y bahía Portete (Baruque 1978,
considera amenazada dado el
Garzón-Ferreira 1989); Tayrona
comercio de organismos vivos y
(Acero y Garzón 1987a); Magdalena:
disecados.
bahía de Cartagena (Álvarez y
Blanco 1985); Archipiélagos
En un estudio reciente de fauna
Coralinos: isla Fuerte, islas del
acompañante de camarón (Medina
Rosario y San Bernardo (Gómez
2002) no se encontró esta especie,
1972, Acero y Garzón 1985a); Darién:
que tradicionalmente era capturada
en el Urabá chocoano (Gómez 1972,
de manera incidental por las flotas
Acero y Garzón 1987b) y Archipiélago
de arrastre, lo que podría estar
de San Andrés y Providencia (Victoria
demostrando que su abundancia ha
y Gómez 1984).
disminuido. Se le ha buscado
activamente en la región de Santa
Marta y se han visto muy pocos
Ecología ejemplares.
82
Medidas ya que no se tienen datos de la
de conservación abundancia real de esta especie en
nuestras costas. Adicionalmente
propuestas se debe conocer la situación del
comercio de esta especie en el país.
La primera medida que se debe Evaluar la viabilidad de repobla-
tomar es la realización de estudios miento a partir de la reproducción
que propendan por recabar infor- en cautiverio.
mación acerca de las poblaciones en
el Caribe colombiano,
83
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Orden
Perciformes
Familia
Centropomidae
Especie
Centropomus
undecimalis
(Bloch, 1792)
Nombre común
Robalo blanco,
robalo carita larga,
róbalo
Categoría Nacional
VU A2ad + 3d
87
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Orden
Perciformes
Familia
Serranidae
Especie
Epinephelus itajara
(Lichtenstein, 1822)
Nombre común
Mero guasa
Categoría Nacional
CR A2ad
Diagnosis
Especie gigante de Epinephelus.
Presenta el cuerpo robusto, casi
circular en sección transversal.
Cabeza ancha y aplanada y ojos
diminutos Espinas de la dorsal
más cortas que los radios más
pequeños de la dorsal blanda.
Caudal redondeada (Acero y
Garzón-Ferreira 1991, Cervigón
1991).
88
alcanza por lo menos 2.4 m de LT y Ecología
un peso superior a 300 Kg
(Cervigón 1991, Acero y Garzón-
Habita a menos de 30 m de
Ferreira 1991).
profundidad. Los juveniles se
encuentran principalmente en
áreas estuarinas de sustrato
Distribución fangoso, utilizando los manglares
geográfica como áreas de crianza. Los grandes
ejemplares se encuentran también
Especie anfiamericana, en el en fondos someros en una gran
Atlántico Occidental se le conoce variedad de ambientes desde aguas
desde Bermudas, Florida y el golfo salobres frente a la desembocadura
de México, por todo el Mar Caribe de los ríos hasta fondos rocosos o
y las costas de Suramérica hasta coralinos en áreas insulares
el sureste del Brasil. En las costas oceánicas, donde se esconde en
del Pacífico americano se conoce cuevas o grietas profundas
desde el golfo de California hasta (Cervigón 1991, Acero y Garzón-
el Perú (Cervigón 1991, Acero y Ferreira 1991). Es una especie
Garzón-Ferreira 1991, Smith-Vaniz solitaria, muy sedentaria, que se
et al. 1999). adapta muy bien al confinamiento
incluso en espacios reducidos
Registrada para el Caribe colom- (Cervigón 1991).
biano (Acero et al. 1984 y 1986) en
las ecorregiones Guajira: bahía de Se alimenta de crustáceos,
Portete (Garzón-Ferreira 1989); principalmente langostas, peces e
Tayrona (Acero y Garzón 1987a); incluso tortugas pequeñas (Acero
Magdalena: ciénaga Grande de y Garzón-Ferreira 1991). La talla de
Santa Marta (Santos-Martínez y maduración la alcanzan los machos
Acero 1991); golfo de Salamanca a los 113 cm y las hembras a los
(Duarte et al. 1999); Morrosquillo: 128 cm, entre los 5 y 7 años de edad
bahía de Cispatá (INVEMAR 2001); (Bullock et al.1992). El desove se
Archipiélagos Coralinos: islas del efectúa en sitios de congregación
Rosario y San Bernardo (Acero y alejados de la costa, en los meses
Garzón 1985a); Darién, donde fue de julio a septiembre, durante la
capturado muy rara vez (Gómez luna llena (Heemstra y Randall
1972) y Archipiélago de San Andrés 1993).
y Providencia (Victoria y Gómez
1984, Mejía et al. 1998, Pomare Amenazas
1999). En el Pacífico colombiano en
las ecorregiones Pacífico Norte: La principal amenaza para esta
ensenada de Utría (J. Garzón- especie es la sobrepesca, ya que
Ferreira 2002, com. pers.); Baudó: es muy apreciada por la excelente
ensenada de Docampadó; Buena- calidad de su carne y el enorme
ventura: golfo de Tortugas; Naya: tamaño, pero es muy vulnerable
boca de Yurumanguí, boca de debido a su baja tasa de
Cajambre y bahía Guapi; Tumaco: crecimiento, longevidad (hasta 40
cabo Manglares; Malpelo y Gorgona años) y la avanzada edad y talla de
(Rubio 1988b, Rubio et al. 1992, maduración. En el Atlántico Occi-
Franke y Acero 1995). dental se ha visto con preo-
89
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
cupación la drástica disminución tensores antrópicos como las
en la abundancia del mero guasa. interrupciones de los flujos
De ser una especie muy abun- hídricos han propiciado la hipersa-
dante, ha pasado a ser escasa y linización de los suelos, oca-
rara. Por ejemplo, las agregaciones sionado mortandades de bosques.
de reproducción en la Florida Asimismo, el relleno de sus
disminuyeron en la década de los suelos, para desarrollo urbanístico
80, de 50-100 individuos, a menos con fines turísticos, la tala
de 10 por sitio de desove. Poste- irracional de bosques con fines
riormente, gracias a la prohibición económicos y para la creación de
de la pesca es esta área, las fincas camaroneras son factores
agregaciones se han recuperado un que atentan contra estos ecosis-
poco y ya alcanzan hasta 20 a 40 temas denominados frágiles
individuos por sitio (NOAA 2001), (Casas-Monroy 2001).
sin embargo hay que tener en
cuenta que en toda el área del Car- Como habitante de los arrecifes
ibe no existe la misma regulación coralinos, el deterioro de estos
en cuanto a su pesca. Un problema puede afectar seriamente su
adicional es que su alimentación supervivencia. En los últimos años
incluye especies a su vez amena- se ha visto cómo los arrecifes del
zadas, como tortugas y langostas. Caribe colombiano se han
degradado constantemente y la
Ya que los juveniles habitan los cobertura del coral ha disminuido
estuarios y zonas de manglar, el como consecuencia de las enfer-
deterioro de estos sistemas ame- medades, el blanqueamiento
naza la supervivencia de esta coralino y los daños físicos sufridos
especie. En general las ciénagas y por causas naturales o antropo-
lagunas costeras del Caribe génicas. Factores como el calen-
colombiano han sufrido un tamiento global del agua, turbidez,
deterioro acelerado debido a la sedimentación y contaminación
contaminación que reciben por el son en gran medida los respon-
aporte de los ríos que desembocan sables de este deterioro. En San
en ellas. Las descargas de aguas Andrés ha habido una tendencia
servidas de las zonas urbanas, sostenida de reducción de
contaminantes industriales y cobertura coralina, de 70% en los
agroquímicos de las zonas rurales años 70, a menos de 25% en el 2000
están causando un impacto (Garzón-Ferreira y Rodríguez-
negativo sobre estos ecosistemas. Ramírez 2001).
Unos de las más perjudicados son
la bahía de Cartagena y cuerpos de En el Caribe colombiano se ha
agua aledaños, los cuales han notado la disminución en la
llegado a un estado de máximo abundancia del mero guasa al
deterioro por la anoxia predo- punto que ejemplares de esta
minante en la mayor parte del especie son raros en la actualidad.
fondo (Marín 2001). Dicha Acero y Garzón-Ferreira (1991)
contaminación también afecta a los registran desde entonces la baja
manglares asociados a estos abundancia de solo seis ejemplares
cuerpos de agua los cuales se han observados bajo del agua durante
degradado aceleradamente en el más de 10 años. Desde esa fecha,
Caribe colombiano. Además, los autores han observado menos de
90
cinco ejemplares vivos, aunque Medidas
ocasionalmente se observan juve- de conservación
niles capturados por los pescadores.
propuestas
91
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Orden
Perciformes
Familia
Serranidae
Especie
Epinephelus striatus
(Bloch, 1792)
Nombre común
Cherna, mero criollo
Categoría Nacional
EN A2d + 3d
Coloración: La coloración
presenta un patrón marrón
verdusco claro con cuatro bandas
oscuras oblicuas en la cabeza,
otras cinco bandas verticales en
el cuerpo de forma irregular,
unidas entre sí dorsalmente; las
dos primeras más oscuras; la
tercera y la cuarta ramificadas
92
parte inferior de los lados del Ecología
cuerpo así como la ventral, el pecho
y la región gular pueden ser rojo
Especie solitaria y diurna. Se
vivo (Duque y Gómez 1983, Acero y
encuentra principalmente en aguas
Garzón-Ferreira 1991, Cervigón
claras y en fondos coralinos,
1991).
rocosos y aun arenosos, cerca de
cuevas y lugares de refugio. Los
Talla: Alcanza tallas superiores a
pequeños ejemplares pueden
1 m y un peso aproximado de 25 Kg
encontrarse muy cerca de la orilla
(Acero y Garzón-Ferreira 1991).
o entre las raíces de manglar y
praderas de pastos marinos; los
grandes ejemplares llegan hasta
Distribución por lo menos 90 m de profundidad
geográfica (Acero 1977, Duque y Gómez 1983,
Cervigón 1991).
Se le conoce sólo del Atlántico
americano, donde va desde las Es exclusivamente carnívora
Carolinas y Florida en Estado (Duque y Gómez 1983); se alimenta
Unidos, hasta Bahía en Brasil, de peces e invertebrados preferi-
incluyendo el Mar Caribe tanto en blemente crustáceos (Acero 1977),
áreas insulares como continen- siendo mayor la proporción de
tales, Bermudas, Bahamas y sur presas ícticas en los ejemplares de
del golfo de México (Duque y Gómez más de 60 cm, mientras que en
1983, Acero y Garzón-Ferreira 1991, aquellos entre 10 y 40 cm es mayor
Cervigón 1991). la frecuencia de crustáceos (Silva
Lee 1974 en Acero y Garzón-
Registrada para el Caribe Ferreira 1991).
colombiano (Acero et al. 1984 y
1986, Acero y Garzón 1987b) en las Las hembras maduran a los 48 cm
ecorregiones Guajira: bahía Portete LH (Thompson y Munro 1978). Se
(Garzón-Ferreira 1989); Palomino; reúne para desovar cuando está
Tayrona, donde es rara (Acero 1977, cerca la luna nueva, formando
Acero y Garzón 1987a); Magdalena grandes agregaciones de hasta
(Rey y Acero en prensa); Morros- 30000 individuos (Lieske y Myers
quillo: ciénaga de la Caimanera y 1994). Estas agregaciones se
golfo; Archipiélagos Coralinos: islas producen a profundidades de 20 a
de San Bernardo y del Rosario 40 m en los bordes externos de los
(Köster 1979, Acero y Garzón 1985a, arrecifes, entre enero y febrero e
López et al. 1991, Patiño y Flórez incluso en algunas áreas hasta
1993); Darién: ensenadas de abril, cuando la temperatura del
Pinorroa y de Sapzurro en el Urabá agua está entre 25-26° C (Colin et
chocoano (Acero y Garzón 1987b); al. 1987). Aparentemente se agrupa
y Archipiélago de San Andrés y para desovar en las islas del
Providencia (Gómez y Victoria 1980, Rosario a comienzos del año.
Garzón-Ferreira y Acero 1983a,
Mejía et al. 1998, Pomare 1999)
donde era muy común (Acero y Amenazas
Garzón-Ferreira 1991).
El mero criollo es uno de los más
apreciadas en los mercados de Co-
93
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
lombia y Venezuela (Cervigón 1992); Bernardo. En los arrecifes
es objeto de pesca artesanal e in- oceánicos aún es relativamente
dustrial y se captura principal- frecuente.
mente con anzuelos y nasas. Es una
especie muy vulnerable a la Medidas de
sobrepesca, especialmente durante la conservación tomadas
migración y agregación reproductiva
(Lieske y Myers 1994).
Ninguna conocida. El área de
Como habitante de los arrecifes distribución del mero criollo se
coralinos, el deterioro de estos encuentra parcialmente protegida
puede afectar seriamente su por los Parques Nacionales Natu-
supervivencia. En los últimos años rales Tayrona, Corales del Rosario
se ha visto cómo los arrecifes del y San Bernardo y “Old Providence
Caribe colombiano se han and McBean Lagoon”, el Área de
degradado constantemente y la Manejo Especial los Corales del
cobertura del coral ha disminuido archipiélago de San Andrés,
como consecuencia de las enfer- Providencia, Santa Catalina y
medades, el blanqueamiento Cayos, declarada además como la
coralino y los daños físicos sufridos Reserva de Biosfera “Sea Flower”.
por causas naturales o antropo- Categoría global: En Peligro, EN
génicas. Factores como el calenta- A1d + 2d (Sadovy en Hilton-Taylor
miento global del agua, turbidez, 2000).
sedimentación y contaminación
son en gran medida los respon-
sables de este deterioro. En San Medidas
Andrés ha habido una tendencia de conservación
sostenida de reducción de propuestas
cobertura coralina, de 70% en los
años 70, a menos de 25% en el 2000
(Garzón-Ferreira y Rodríguez- Es poco lo que se sabe de la
Ramírez 2001). ecología de esta especie en nuestro
país, pero basados en lo que se
En las áreas arrecifales donde conoce de ella en el Caribe, se
había poblaciones importantes de deben realizar estudios para
esta especie, sus abundancias han determinar la época y los sitios de
disminuido de manera drástica en agregación reproductiva para poder
los últimos años, al punto de que implementar vedas. Adicional-
ha sido prácticamente extinguida mente se debe regular la talla
de las islas del Rosario y de San mínima de captura.
94
Hypoplectrus providencianus
Orden
Perciformes
Familia
Serranidae
Especie
Hypoplectrus
providencianus
Acero
y Garzón-Ferreira, 1994
Nombre común
Masked hamlet
Categoría Nacional
VU B1ab(iii)
95
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Hypoplectrus providencianus
Familia
Serranidae
Especie
Mycteroperca cidi
Cervigón, 1966
Nombre común
Cherna blanca
Categoría Nacional
VU B2ab(iii)
97
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Mycteroperca cidi
Amenazas
Distribución
geográfica Pesca principalmente artesanal con
anzuelo y nasas. Es una cherna de
excelente calidad (Cervigón 1992).
Se distribuye en las costas del norte Aunque en Venezuela es muy
de Sur América, desde Colombia abundante y de gran importancia
hasta Surinam; también registrada económica, en Colombia es una
en Jamaica; se encuentra más especie rara; sólo ha sido registrada
asociada a las aguas neríticas frías en el área del Tayrona. No se conoce
de plataforma que a las áreas el estado de esta población.
insulares de aguas oceánicas. En
Venezuela es una de las especies
de Mycteroperca más abundantes
(Cervigón y Velásquez 1980, Acero y
Medidas de
Garzón-Ferreira 1991, Cervigón conservación tomadas
1991).
Su área de distribución en Colom-
Registrada para el Caribe bia se encuentra protegida por el
colombiano (Acero et al. 1986) en las Parque Nacional Natural Tayrona.
bahías de Granate y Chengue en la Categoría global: Vulnerable, VU
ecorregión Tayrona (Garzón-Ferreira D2 (Acero en Hilton-Taylor 2000).
y Acero 1983b).
98
Mycteroperca cidi
99
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Lutjanus cyanopterus
Orden
Perciformes
Familia
Lutjanidae
Especie
Lutjanus cyanopterus
(Cuvier, 1828)
Nombre común
Pargo dientón,
pargo cubera,
pargo tabardillo
Categoría Nacional
VU A3d
100
Lutjanus cyanopterus
101
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Lutjanus cyanopterus
102
Orden
Perciformes
Familia
Gerreidae
Especie
Eugerres plumieri
(Cuvier, 1830)
Nombre común
Mojarra rayada
Categoría Nacional
VU A2ad
103
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Distribución et al. 1979, Riaño y Salazar 1982,
geográfica Arenas-Granados 1990, Cervigón
1993).
104
en 1995, se redujo a menos de 200 cos han propiciado la hipersali-
ton para el 2001 (Grupo Ecología nización de los suelos, ocasionado
Pesquera, INVEMAR. Com. Pers.). mortandades de bosques. Así
Esta disminución en la captura se mismo, el relleno de sus suelos,
debe principalmente a la muerte para desarrollo urbanístico con
de los bancos de ostras, específi- fines turísticos, la tala irracional
camente del mitílido M. sallei, que de bosques con fines económicos
constituían el principal alimento y para la creación de fincas
de esta especie. Las causas de la camaroneras son factores que
desaparición del bivalvo no se han atentan contra estos ecosistemas
establecido con certeza, pero se denominados frágiles (Casas-
cree que fue debido a múltiples Monroy 2001).
factores que incluyen el aumento
de la cantidad de sedimento La presión pesquera sobre la
suspen-dido, la concentración de mojarra rayada en la CGSM fue
contaminantes, especialmente muy alta en el pasado, haciendo
organoclorados aportados por los disminuir la talla mínima de
ríos de la Sierra Nevada de Santa captura, de 22 cm en los años 70,
Marta y los cambios en las a 19 cm en los 90, lo que sin duda
condiciones del agua especial- contribuyó a la disminución
mente el brusco descenso en la paulatina de la población; sin em-
salinidad tras la apertura de los bargo en la actualidad esta talla se
caños de agua dulce provenientes ha estabilizado de nuevo en 22 cm
del río Magdalena (Grupo Ecología (Grupo Ecología Pesquera,
Pesquera, INVEMAR. Com. Pers.). INVEMAR. Com. Pers.). La talla
media de madurez disminuyó
En general las ciénagas y lagunas también, de 22 cm en la década de
costeras del Caribe colombiano los 70, a 20 cm en los 90 (Rubio
han sufrido un deterioro acelerado 1975, Santos-Martínez et al. 1998,
debido a la contaminación que Rueda y Santos-Martínez 1999).
reciben por el aporte de los ríos Durante la época de más alto
que desembocan en ellas. Las aprovechamiento de este recurso,
descar-gas de aguas servidas de las se implementó el uso del boliche
zonas urbanas, contaminantes para su pesca, lo que contribuyó a
industriales y agroquímicos de las la muerte de las ostras, ya que la
zonas rurales están causando un presión pesquera se ejercía
impacto negativo sobre estos directamente sobre los bancos,
ecosistemas. Unos de las más perjudicando las poblaciones de
perjudicados son la bahía de bivalvos con el sedimento levan-
Cartagena y cuerpos de agua tado con el uso de este método
aledaños, los cuales han llegado agresivo (Grupo Ecología Pesquera,
a un estado de máximo deterioro INVEMAR. Com. Pers.).
por la anoxia predominante en la
mayor parte del fondo (Marín 2001).
Dicha contaminación también
afecta a los manglares asociados
a estos cuerpos de agua los cuales
se han degradado aceleradamente
en el Caribe colombiano. Además,
tensores antrópicos como las
interrupciones de los flujos hídri-
105
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Medidas de estudiarse la posibilidad de
conservación tomadas implantar una veda total o parcial
para esta especie.
106
Orden
Perciformes
Familia
Haemulidae
Especie
Anisotremus moricandi
Ranzani, 1842
Nombre común
Burrito rayado
Categoría Nacional
VU B2b(iii)
Medidas
Ecología de conservación
propuestas
Especie solitaria y nocturna.
Aparentemente evita las aguas En isla Arena (Departamento del
transparentes y las condiciones Atlántico) esta especie se
insulares y prefiere las costeras encuentra bien representada. Se
continentales con aguas turbias. podría incluir esta isla dentro del
Los juveniles están restringidos a Sistema de Parques Nacionales
arrecifes rocosos someros. Los Naturales.
adultos observados en Colombia se
encuentran entre 1.5 y 4.0 m de
profundidad en aguas turbias
(Acero y Garzón 1982).
108
Orden
Perciformes
Familia
Labridae
Especie
Lachnolaimus maximus
(Walbaum, 1792)
Nombre común
Pargo pluma,
doncella de pluma
Categoría Nacional
EN A2ad + 3d
110
Orden
Perciformes
Familia
Scaridae
Especie
Scarus guacamaia
Cuvier, 1829
Nombre común
Lora, loro guacamayo
Categoría Nacional
VU A2ad
111
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
azul-verdoso. Placas dentarias verde tre las formaciones coralinas
oscuro. La combi-nación de los dos alimentándose de algas, las cuales
colores, pardo anaranjado y verde varía obtienen raspando los corales
en los diferentes ejemplares (Cervigón muertos con sus placas dentarias
1994). (Cervigón 1994).
Talla: 94 cm LT y más de 20 Kg de
peso (Randall 1996). Amenazas
Es objeto de pesca comercial
Distribución (Camacho y Galvis 1980) y se
geográfica captura con nasas de boca muy
ancha y ocasionalmente con redes
Desde Bermudas y sur de Florida de enmalle (Cervigón 1992) y arpón.
hasta el sur de Brasil, incluyendo En Colombia ha cobrado impor-
todo el mar Caribe; excepcional- tancia en los últimos años.
mente llega hasta Argentina Anteriormente esta especie no se
(Cervigón 1994). consumía, pero ante la dismi-
nución de las pesquerías tradicio-
Registrada para el Caribe nales la lora comenzó a ser extraída
colombiano (Acero et al. 1984 y para consumo humano. No se
1986) en las ecorregiones Guajira: conoce el estado de las poblaciones
bahía Portete (Garzón-Ferreira pero se ha observado una continua
1989); Tayrona (Camacho y Galvis disminución.
1980, Acero y Garzón 1987);
Magdalena (Rey y Acero en prensa); Como habitante de los arrecifes
Archipiélagos Coralinos: islas del coralinos, el deterioro de estos
Rosario y San Bernardo (Köster puede afectar seriamente su
1979, Acero y Garzón 1985a) y supervivencia. En los últimos años
Archipiélago de San Andrés y se ha visto cómo los arrecifes del
Providencia (Gómez y Victoria 1980, Caribe colombiano se han degra-
Garzón-Ferreira y Acero 1983a, dado constantemente y la cober-
Mejía et al. 1998). tura del coral ha disminuido como
consecuencia de las enfer-
medades, el blanqueamiento
coralino y los daños físicos sufridos
Ecología por causas naturales o antropo-
génicas. Factores como el calenta-
Es una especie común en fondos miento global del agua, turbidez,
someros de aguas claras con sedimentación y contaminación
arrecifes coralinos o rocosos; los son en gran medida los respon-
pequeños juveniles se encuentran sables de este deterioro. En San
en praderas de fanerógamas mari- Andrés ha habido una tendencia
nas o áreas de manglar (Camacho sostenida de reducción de
y Galvis 1980, Cervigón 1994). Los cobertura coralina, de 70% en los
adultos a menudo nadan en grupos años 70, a menos de 25% en el 2000
más o menos numerosos, general- (Garzón-Ferreira y Rodríguez-
mente entre 5 y 20 individuos, en- Ramírez 2001).
112
Medidas de Catalina y Cayos, declarada como
conservación tomadas la Reserva de Biosfera “Sea
Flower”. Categoría global: Vulner-
able, VU A1d + 2d (Roberts en
Parte de su área de distribución se Hilton-Taylor 2000).
encuentra protegida por los
Parques Nacionales Naturales Medidas
Corales del Rosario y San
Bernardo, Tayrona y “Old Provi- de conservación
dence and McBean Lagoon”, propuestas
también por el Área de Manejo Es-
pecial los Corales del archipiélago Veda total y protección del hábitat.
de San Andrés, Providencia, Santa
113
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Orden
Perciformes
Familia
Chaenopsidae
Especie
Emblemariopsis
tayrona
(Acero, 1987)
Nombre común
Ninguno conocido
para el área
Categoría Nacional
VU D2
114
Distribución calentamiento global del agua,
geográfica turbidez, sedimentación y contami-
nación son en gran medida los
responsables de este deterioro
Conocida únicamente en el Caribe (Garzón-Ferreira y Rodríguez-
colombiano, en los litorales rocosos Ramírez 2001).
y arrecifes coralinos de las ecorre-
giones Guajira, Tayrona y Archipiél- Medidas de
agos Coralinos, desde la isla Tierra
Bomba (Cartagena), hasta bahía conservación tomadas
Portete en la Guajira (Acero 1987,
Garzón-Ferreira 1989). Ninguna para la especie, sin
embargo parte de su área de
distribución se encuentra prote-
Ecología gida por el Parque Nacional Natural
Tayrona. Categoría global: Vulne-
rable, VU D2 (Acero en Hilton-
Se ha colectado en arrecifes de
Taylor 2000).
coral o rocosos, entre 2 y 20 m de
profundidad en zonas sin fuerte
oleaje. Los machos viven en
conchas vacías de balanos y en
Medidas
huecos perforados por poliquetos. de conservación
Las hembras no ocupan estas propuestas
cavidades, pero también son
crípticas encontrándose entre Básicamente se deben proteger los
corales y rocas (Acero 1987). arrecifes coralinos, muchos de los
cuales se encuentran incluidos
dentro del Sistema de Parques
Amenazas Nacionales Naturales. Aunque este
es un paso importante en su
Por ser endémica de Colombia, con conservación, es claro que se debe
una distribución tan restringida, el hacer un esfuerzo para que las
deterioro del hábitat puede afectar medidas de protección se cumplan.
seriamente su supervivencia. En Se recomienda darle a la bahía de
los últimos años se ha visto cómo Chengue del Parque Tayrona el
los arrecifes del Caribe colombiano estatus de Área Intangible
se han degradado constantemente (Garzón-Ferreira y Rodríguez-
y la cobertura del coral ha Ramírez 2001), entre otras razones
disminuido como consecuencia de porque alberga algunas especies
las enfermedades, el blanquea- endémicas de las bahías que
miento coralino y los daños físicos conforman el Parque.
sufridos por causas naturales o
antropogénicas. Factores como el
115
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Orden
Perciformes
Familia
Gobiidae
Especie
Priolepis robinsi
Garzón-Ferreira
y Acero, 1991
Nombre común
Ninguno conocido
para el área
Categoría Nacional
VU D2
117
Orden
Tetraodontiformes
Familia
Balistidae
Especie
Balistes vetula
Linnaeus, 1758
Nombre común
Pejepuerco, cachuo,
cachua, oldwife
Categoría Nacional
EN A2ad + 3d
Diagnosis Distribución
geográfica
Lo que caracteriza a esta espe-
cie es su coloración y los carac- Desde el nordeste de los Estados
teres merísticos. Los lóbulos de Unidos y las Bermudas hasta el su-
la aleta caudal son filamentosos reste del Brasil, a lo largo de la costa
y su longitud relativa aumenta del Caribe y en la plataforma de las
con la edad (Cervigón 1996). Antillas (Lara y Cabra 1984, Cervigón
1996, Smith-Vaniz et al. 1999). Tam-
Caracteres merísticos: Dorsal: bién se encuentra en el Atlántico
III-29-31, anal: 26-28, pectoral: Oriental (Cervigón 1996).
15-16 (Randall 1996).
118
Registrada para el Caribe colombia- de Menezes 1979, Camacho y
no (Acero et al. 1984 y 1986) en las Galvis 1980, Duarte y Schiller
ecorregiones Guajira: plataforma 1997).
continental (Manjarrés et al. 2001);
Tayrona (Camacho y Galvis 1980, La proporción de machos a hem-
Acero y Garzón 1987a); Magdalena: bras es 3:1. Cada hembra tiene
golfo de Salamanca (Duarte y entre 165 y 600 huevos y alcanzan
Schiller 1997); Morrosquillo; Archi- la madurez en los meses de enero
piélagos Coralinos: islas de San Ber- a abril y de julio a agosto cuando
nardo y del Rosario (Köster 1979, llega a 26.9-32.1 cm de longitud. El
Patiño y Flórez 1993); Darién: en las desove se efectúa de abril a mayo.
formaciones arrecifales del Urabá Las hembras depositan sus hue-
chocoano (Mejía Obs. Pers.) y Ar- vos en el fondo o en un agujero
chipiélago de San Andrés y Providen- sobre la arena y el macho fecunda
cia (Gómez y Victoria 1980, Garzón- los huevos; la eclosión dura 50 a
Ferreira y Acero 1983a, Lara y Ca- 55 horas (Ferreira de Menezes 1979
bra 1984, Mejía et al. 1998, Pomare y 1985). Las larvas suben a la su-
1999). perficie donde forman parte del
plancton y en enero y febrero apa-
Ecología recen los juveniles, los cuales son
comunes en aguas con concentra-
ciones de Sargassum (Godoy y Es-
Es una especie demersal con pre-
cobar 1984).
ferencia por fondos someros de
aguas claras generalmente con
arrecifes coralinos y corales blan-
dos pero no necesariamente en Amenazas
áreas insulares oceánicas; tam-
bién es común en zonas arenosas La principal amenaza es la
y fondos blandos de la plataforma sobrepesca; se captura principal-
continental (Lara y Cabra 1984, mente con anzuelo, nasas y arpón.
Cervigón 1996, Duarte y Schiller También se comercializa viva para
1997). acuarios (Camacho y Galvis 1980,
Cervigón 1992). En el archipiélago
Carnívoro y generalista, su compor- de San Andrés y Providencia, esta
tamiento es versátil y oportunista especie es base para la alimen-
con hábitos alimentarios diurnos. tación de las poblaciones locales.
Su dieta es esencialmente En los últimos años la cachúa ha
epibentónica, es decir, se alimen- sido sometida a una pesca indis-
ta de la fauna que habita sobre el criminada en la mayoría de las
fondo, lo cual es más evidente en localidades donde se le conoce,
los juveniles, a juzgar por el alto llevándola a una disminución
contenido de arena, piedras y cas- preocupante de sus poblaciones.
cajo de coral en el tracto digestivo. En muchos de los lugares donde
Estos se alimentan de crustáceos, solía ser abundante es ahora
moluscos, foraminíferos, anélidos, escasa o muy rara.
celenterados, equinodermos, es-
ponjas y briozoos. Los adultos in- Como habitante de los arrecifes
cluyen en su dieta peces, crustá- coralinos, el deterioro de estos
ceos, moluscos, foraminíferos, puede afectar seriamente su super-
equinodermos y anélidos (Ferreira vivencia. En los últimos años se
ha visto cómo los arrecifes del
119
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. Marisol Santos-Acevedo
Caribe colombiano se han degra- Parte de su área de distribución se
dado constantemente y la cobertu- encuentra protegida por los Parques
ra del coral ha disminuido como Nacionales Naturales Tayrona y
consecuencia de las enfermedades, Corales del Rosario y San Bernardo
el blanqueamiento coralino y los y por el Área de Manejo Especial los
daños físicos sufridos por causas Corales del archipiélago de San An-
naturales o antropogénicas. Facto- drés, Providencia, Santa Catalina y
res como el calentamiento global Cayos, declarada como la Reserva
del agua, turbidez, sedimentación de Biosfera “Sea Flower”. Categoría
y contaminación son en gran me- global: Vulnerable, VU A2d (Roberts
dida los responsables de este de- en Hilton-Taylor 2000).
terioro. En San Andrés ha habido
una tendencia sostenida de reduc-
ción de cobertura coralina, de 70% Medidas
en los años 70, a menos de 25% de conservación
en el 2000 (Garzón-Ferreira y
Rodríguez-Ramírez 2001).
propuestas
Para poder tomar medidas de con-
Medidas de servación como vedas durante la
época de reproducción y tallas mí-
conservación tomadas nimas de captura, se deben prime-
ro incentivar estudios sobre su bio-
El Acuerdo No 00013 de octubre 12 logía en nuestras costas, simultá-
del 2000 estableció la cuota de neamente con una veda total por
pesca de la cachúa en 6200 ton en un tiempo mientras se recupera la
los espacios marítimos jurisdic- población.
cionales del Caribe colombiano
para la vigencia del año 2001.
120
Lutjanus analis
Orden
Perciformes
Familia
Lutjanidae
Especie
Lutjanus analis
(Cuvier, 1828)
Nombre común
Pargo cebao,
pargo cebal,
pargo palmero,
pargo criollo
Categoría Nacional
NT
123
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Lutjanus analis
124
Lutjanus analis
125
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Lutjanus analis
126
128
Orden
Orectolobiformes
Familia
Rhincodontidae
Especie
Rhincodon typus
Smith, 1828
Nombre común
Tiburón ballena
Categoría Nacional
DD
Diagnosis
La familia Rhincodontidae es
monotípica con un solo género
y especie. Se caracteriza por
tener la boca en posición termi-
nal y aberturas branquiales
excepcionalmente grandes
(Cervigón y Alcalá 1999). Es una
especie de talla extraordinaria-
mente grande, la cabeza es
ancha y aplastada, con cinco
aberturas branquiales, las tres
últimas situadas por encima de
las bases de las aletas pecto-
rales. Sin branquiespinas, pero
con láminas filtrantes formadas
por trabéculas y lóbulos
transversales a través de las
aberturas branquiales internas.
Rostro extremadamente corto y
truncado; boca amplia, dientes
muy pequeños y numerosos,
con cúspides en forma de
gancho. Ojos sin párpados
nictitan-tes. Pedúnculo caudal
achatado, con una fuerte quilla
a cada lado que se continúa
hacia delante sobre el dorso y
por encima de las aberturas
branquia-les como una cresta
dérmica delgada, a la cual se
agregan dos crestas
suplementarias más arriba
(Compagno et al. 1995).
129
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Coloración: Cuerpo de color pardo queños. Durante la alimentación
o azul oscuro con manchas blan- suele adoptar una posición verti-
cas redondeadas y líneas horizon- cal, con la cabeza en la superficie
tales y verticales del mismo color del agua (Compagno et al. 1995,
en el dorso y los lados; Cervigón y Alcalá 1999).
ventralmente es blanco (Cervigón
y Alcalá 1999).
Amenazas
Talla: Por lo menos hasta 15.2 m;
algunos autores mencionan hasta
Es objeto de pesca. A menudo es
18 m, es el pez más grande que
víctima de accidentes causados por
existe (Cervigón y Alcalá 1999).
barcos que lo atropellan mientras
se alimenta en la superficie del
Distribución mar (Compagno et al. 1995). Es co-
geográfica mestible y también se utiliza en la
medicina china (Cervigón 1992).
En aguas tropicales y templadas. En
el Atlántico Occidental, desde el nor- Las poblaciones de tiburón balle-
deste de los Estados Unidos hasta na han declinado en todo el mun-
Brasil (Cervigón y Alcalá 1999). do, principalmente debido a la pes-
ca con arpón y, en menor grado, por
Encontrada en Colombia en las capturas incidentales dentro de
ecorregiones Tayrona: en bahía Con- otras pesquerías. Es muy vulne-
cha e isla Aguja; Morrosquillo: en rable a la sobrepesca por la suma
la bahía de Cispatá (Dahl 1971, de diversos factores como su com-
INVEMAR 2001) y Archipielago de portamiento manso y lentitud de
San Andrés y Providencia (Alvarez- movimiento, alto valor comercial
León y Hernández-Camacho 2000). en mercados internacionales, baja
En el Pacífico colombiano se ha re- tasa de crecimiento, avanzada ta-
gistrado en las ecorregiones Malpelo lla y edad de maduración y baja
(Rubio et al. 1992) y Gorgona (Rubio abundancia (Hilton-Taylor 2000).
et al. 1987, Franke 1992). En Colombia no se conoce el esta-
do de las poblaciones.
Ecología
Medidas de
Especie pelágica, se encuentra conservación tomadas
principalmente en aguas oceá-
nicas, aunque no es raro observarla Ninguna para la especie en Colom-
también en aguas costeras, fre- bia, sin embargo parte de su área
cuentemente en la superficie o cer- de distribución se encuentra pro-
ca de ella. Puede ser solitaria o tegida por los Parques Nacionales
formar cardúmenes (Cervigón 1992, Naturales Tayrona y Gorgona y el
Compagno et al. 1995). Santuario de Fauna y Flora
Malpelo. Categorización global:
Se alimenta por filtración de pe- Vulnerable, VU A1bd + 2d (Hilton-
queños crustáceos, calamares y Taylor 2000)
peces pequeños y medianos como
sardinas, cachorretas y atunes pe-
130
Medidas
de conservación
propuestas
Se debe realizar un estudio de las
poblaciones del Caribe y del Pací-
fico colombiano, en particular en
la isla Gorgona, donde aparente-
mente es frecuente.
131
Orden
Carcharhiniformes
Familia
Carcharhinidae
Especie
Carcharhinus plumbeus
(Nardo, 1827)
Nombre común
Tiburón trozo,
Tiburón pardo
Categoría Nacional
LC
Distribución
geográfica
En mares tropicales a templa-
dos. En el Atlántico Occidental,
132
Vergara 1990); Morrosquillo: en la de un macho por cada seis
bahía de Cispatá; Archipiélagos hembras; sin embargo, sólo del 17
Coralinos: en el Bajo Salmedina al 20% de las hembras llegan a
cerca de Cartagena (como quedar grávidas (Compagno 1984b,
Carcharhinus milberti Dahl 1964 y Compagno et al. 1995).
1971).
Amenazas
Ecología
Se captura principalmente con
Es una especie pelágica, de aguas palangres, así como con líneas,
templadas y cálidas, de la platafor- anzuelos y redes fijas de fondo;
ma continental o insular. Gene- también es objeto de pesca depor-
ralmente se encuentra cerca de la tiva. Se comercializa en fresco, con-
costa sobre fondos fangosos o are- gelado, ahumado y salado para con-
nosos en las bocas de bahías y ríos, sumo humano. La piel es de alto
al igual que en arrecifes coralinos; valor en la fabricación de cuero y
a menudo penetra en aguas otros productos; las aletas se ven-
estuarinas. A veces puede encon- den para sopa y del hígado se ex-
trarse en aguas oceánicas hasta trae aceite rico en vitaminas. Tam-
280 m de profundidad (Compagno bién es usado en medicina china y
1984b, Cervigón 1992, Compagno et los juveniles para acuario
al. 1995, Cervigón y Alcalá 1999). (Compagno 1984b, Cervigón 1992,
Son depredadores de peces, Compagno et al. 1995).
moluscos y crustáceos bentónicos;
entre su dieta incluyen cangrejos, El tiburón pardo es una especie
calamares y gasterópodos, sardi- grande, con maduración tardía a
nas, anchoas, bagres, morenas, grandes tallas y baja fecundidad;
barracudas, peces arrecifales, len- estos factores lo hacen muy vul-
guados, pargos, tiburones y rayas nerable a la presión pesquera, la
(Castro 1983, Compagno et al. cual es muy alta en algunas áreas
1995). del Atlántico (Hilton-Taylor 2000).
En Colombia no se conoce el esta-
Se encuentran grupos mixtos de do de sus poblaciones, pero se ha
jóvenes y crías, los adultos están visto su disminución en los últi-
usualmente segregados (Compagno mos años.
1984b). Los machos maduran en-
tre los 1.31 y 1.78 m; las hembras
entre 1.44 y 1.83 m, lo que tarda Medidas de
aproximadamente de 3 a 10 años. conservación tomadas
Vivíparos con saco placentario, el
número de embriones por camada
es de 1 a 14, con 5 a 12 común- Ninguna conocida para el área.
mente. El tamaño de las crías por Desde que en Estados Unidos se
lo general es de 56 a 75 cm, pero implementó un plan de manejo en
varía directamente con el tamaño 1993, la población del Atlántico
de la madre. Su gestación dura de noroccidental se ha estabilizado y
8 a 12 meses, generalmente nueve ha comenzado a recuperarse
meses. La proporción al nacer es (Hilton-Taylor 2000), pero es impor-
de 1:1, pero al llegar a adultos es tante que en otras áreas del
133
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Caribe se implementen planes se- Medidas
mejantes para que haya una recu- de conservación
peración efectiva. Categorización
global: de Bajo Riesgo (LR) (Hilton-
propuestas
Taylor 2000).
Debido a que no se tienen datos
de la abundancia real del tiburón
pardo en nuestras costas, es im-
portante que se comience por eva-
luar el tamaño de sus poblaciones
y se conozca su biología.
134
Orden
Perciformes
Familia
Serranidae
Especie
Dermatolepis inermis
(Valenciennes, 1833)
Nombre común
Mero mármol
Categoría Nacional
DD
Diagnosis Distribución
geográfica
El género Dermatolepis presenta
un cuerpo muy alto y comprimi- Desde la Florida hasta Río de
do lateralmente, con el perfil dor- Janeiro, Brasil, incluyendo el golfo
sal muy empinado. Cabeza de de México, Bahamas, Antillas y la
tamaño moderado, su longitud es costa norte de Suramérica. Única
del 36 al 45% de la longitud especie del género en el Atlántico
estándar. Escamas ctenoides (Acero y Garzón-Ferreira 1991,
pequeñas con los ctenii (espinas) Cervigón 1991).
muy reducidos o de borde liso de
manera que tienen apariencia de Registrada para Colombia en la ba-
cicloides. Borde vertical del hía de Chengue, ecorregión Tayrona
preopérculo finamente aserrado, (Acero et al. 1984, Acero y Garzón-
con algunas puntas fuertes en la Ferreira 1991).
región angular. Aletas pectorales
grandes; aleta caudal redondea-
da o ligeramente ahorquillada
(Acero y Garzón-Ferreira 1991,
Cervigón 1991).
135
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Ecología ños físicos sufridos por causas na-
turales o antropogénicas. Factores
como el calentamiento global del
Se conoce muy poco de sus prefe-
agua, turbidez, sedimentación y
rencias ecológicas, pero se dice
contaminación son en gran medi-
que habita fondos duros y arreci-
da los responsables de este dete-
fes profundos hasta unos 250 m de
rioro. En San Andrés ha habido una
profundidad (Acero y Garzón-
tendencia sostenida de reducción
Ferreira 1991, Cervigón 1991). Ha-
de cobertura coralina, de 70% en
bita solitario en cuevas y grietas
los años 70, a menos de 25% en el
profundas (Robins et al. 1986). El
2000 (Garzón-Ferreira y Rodríguez-
ejemplar capturado en la bahía de
Ramírez 2001).
Chengue era un juvenil que vivía
entre erizos de la especie Astropyga
magnifica sobre un fondo de arena
y algas a 15 m de profundidad. Esto Medidas de
mismo fue registrado para el no- conservación tomadas
roeste del golfo de México (Acero
et al. 1984). Su área de distribución en Colom-
bia se encuentra protegida por el
Parque Nacional Natural Tayrona.
Amenazas Categorización global: Vulnerable,
VU A2d (Huntsman en Hilton-
Se pesca principalmente con an- Taylor 2000).
zuelos (Cervigón 1992). Es una es-
pecie que a pesar de estar distri-
buida a lo largo del Caribe, gene- Medidas
ralmente se le cita como rara; úni- de conservación
camente en Bonaire ha sido encon- propuestas
trada con frecuencia (Acero y Gar-
zón-Ferreira 1991). En Colombia
solo ha sido capturado un ejem- Se deben estudiar las agrupacio-
plar, lo que hace suponer la baja nes del erizo A. magnifica debido a
abundancia de esta especie en el que aparentemente pueden ser cla-
área. ves para el reclutamiento de esta
especie.
Como habitante de los arrecifes
coralinos, el deterioro de estos Se recomienda darle a la bahía de
puede afectar seriamente su super- Chengue del Parque Tayrona el
vivencia. En los últimos años se estatus de Área Intangible (Gar-
ha visto cómo los arrecifes del Ca- zón-Ferreira y Rodríguez-Ramírez
ribe colombiano se han degradado 2001), entre otras razones porque
constantemente y la cobertura del alberga algunas especies endémi-
coral ha disminuido como conse- cas de las bahías que conforman
cuencia de las enfermedades, el el Parque.
blanqueamiento coralino y los da-
136
Orden
Perciformes
Familia
Serranidae
Especie
Epinephelus nigritus
(Holbrook, 1855)
Nombre común
Mero negro
Categoría Nacional
DD
Diagnosis Distribución
geográfica
Es la única especie de
Epinephelus que posee 10 espi- Desde el nordeste de los Estados
nas en la aleta dorsal. Con ma- Unidos hasta el golfo de México. Los
yor número de radios en la registros de las Antillas son muy es-
pectoral que la mayoría de las casos y los de Suramérica se reducen
demás especies del género a la región nororiental, desde Vene-
(Cervigón 1991). zuela hasta Río de Janeiro (Cervigón
1991). Los registros de esta especie
Caracteres merísticos: Dorsal: en el Pacífico Oriental son en reali-
X,13-15; anal: III,9; pectoral: 18- dad E. exsul (Heemstra y Randall
19 radios; branquiespinas en el 1993).
primer arco: 9-11+14-16 con-
tando todos los rudimentos
(Heemstra y Randall 1993).
137
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Dahl (1971) lo registra para el Ca- lenta tasa de crecimiento, lo que
ribe colombiano pero no ha sido la hace más vulnerable a la
capturado posteriormente, de ma- sobrepesca (NOAA 2001). En Co-
nera que este registro necesita lombia no se conoce el estado de
confirmación (Acero y Garzón- su población.
Ferreira 1991).
Medidas de
Ecología conservación tomadas
Es una especie solitaria, encontra- Ninguna conocida. Categoría glo-
da usualmente sobre fondos roco- bal: En Peligro Crítico, CR A1d +
sos. Los adultos se capturan en- 2d (Sadovy en Hilton-Taylor 2000).
tre 40 y 450 m de profundidad; los
ejemplares jóvenes se encuentran
en fondos poco profundos ocasio-
nalmente en embarcaderos y arre-
cifes someros, hasta de unos 10 m
de profundidad. Los adultos son
Medidas
carnívoros y se alimentan princi- de conservación
palmente de cangrejos, camarones, propuestas
langostas y peces (Cervigón 1991,
Heemstra y Randall 1993). Su estado en el Caribe colombiano
debe ser estudiado y confirmar su
presencia.
Amenazas
Se pesca con anzuelo (Cervigón
1992). Al igual que los otros me-
ros, esta especie es longeva, tal vez
alcanza 25 años de vida y tiene una
138
Orden
Perciformes
Familia
Serranidae
Especie
Epinephelus niveatus
(Valenciennes, 1828)
Nombre común
Mero gallina,
cherna pintada
Categoría Nacional
DD
139
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
al. 1999). Heemstra (1995) advierte ovar hasta dos millones de huevos.
que esta especie ha sido confun- Pueden vivir hasta 29 años
dida con E. niphobles en el Pacífico (Wyanski et al. 2000).
oriental, especie ampliamente dis-
tribuida en esa región.
140
VU A1d + 2d; B1 + 2e (Huntsman
en Hilton-Taylor 2000).
Medidas
de conservación
propuestas
Se debe monitorear el estatus de
la población del archipiélago de
San Andrés y Providencia, para
controlar la pesquería incipiente.
Además, estudiar el estado de las
poblaciones en el país y la inci-
dencia en esta especie de las
pesquerías por arrastre.
141
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Orden
Perciformes
Familia
Sparidae
Especie
Pagrus pagrus
(Linnaeus, 1758)
Nombre común
Pargo, sargo piedra
Categoría Nacional
DD
Diagnosis Distribución
geográfica
El género Pagrus se distingue
por tener los dientes frontales En el Atlántico Occidental desde Nue-
de ambas mandíbulas delgados, va York hasta Argentina a 38° de lati-
con forma de caninos (Cervigón tud sur. También se le conoce del At-
1993). lántico Oriental. Al parecer, en el mar
Caribe solamente se encuentra a lo
Caracteres merísticos: Dorsal: largo de la costa continental pero no
XII,10; anal: III,8; pectoral: 15 en las áreas insulares oceánicas. Apa-
radios; branquiespinas en el pri- rentemente tiene preferencia por
mer arco 6-7+9-10 (Cervigón aguas más bien frías (Cervigón 1993).
1993).
Dahl (1971) la registra como una es-
Coloración: Dorso de color rojo pecie rara en la costa Caribe colom-
o rosado, con reflejos plateados; biana; ha sido registrada en las
parte ventral plateado blancuz-
co. Iris de color amarillento con
tintes rojizos. Aleta dorsal
transparente con un estrecho
borde terminal rojizo; caudal
rosada con borde rojo.
Pectorales y anal rosadas;
pélvicas transparentes o blan-
cuzcas. (Cervigón 1993).
142
ecorregiones Guajira (Rey y Acero en zuelos, su carne es de buena cali-
prensa) y Magdalena: en el golfo de dad (Cervigón 1992). En Colombia
Salamanca (Duarte et al. 1999). no se explota comercialmente dado
que es rara.
Ecología Medidas de
conservación tomadas
Habita fondos duros, arenosos
compactos o rocosos, principal-
mente entre 10 y 250 m de profun- Ninguna conocida para el área.
didad, a menudo se encuentra por Categorización global: En Peligro,
encima de los 150 m (Bauchot y EN A1bd + 2d (Huntsman en
Hureau 1990, Cervigón 1993). Se Hilton-Taylor 2000).
alimenta de crustáceos peces y
moluscos (Cervigón 1993). Madura
sexualmente a los 2.5 años cuan- Medidas
do alcanza una talla de 30.4 cm LT de conservación
(Manooch y Huntsman 1977). propuestas
143
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Orden
Perciformes
Familia
Scombridae
Especie
Thunnus alalunga
(Bonnaterre, 1788)
Nombre común
Albacora, atún blanco
Categoría Nacional
DD
Diagnosis Distribución
geográfica
Los atunes en general se carac-
terizan por presentar el cuerpo En aguas tropicales y templadas. En
fusiforme con el rostro aguzado, el Atlántico Occidental desde las cos-
pedúnculo caudal delgado y ale- tas del Canadá hasta por lo menos
ta caudal semilunar de largos y Uruguay, aunque en las costas de
aguzados lóbulos (Cervigón Venezuela es muy poco frecuente y no
1994). La albacora se distingue aparece en las capturas comerciales
principalmente por tener el mar- (Cervigón 1994).
gen terminal de la aleta caudal
blanco. Segunda aleta dorsal En Colombia ha sido registrada por
netamente más baja que la pri- Dahl (1971), quien menciona que cap-
mera. Aletas pectorales de más turan ejemplares en mar abierto frente
del 30% de la LH en especimenes a la costa de Bolívar (Ecorregión
de más de 50 cm (Cervigón 1994,
Collette 1995a).
Caracteres merísticos: 25 a 31
branquiespinas en el primer
arco (Cervigón 1994).
144
Caribe Oceánico). Sin embargo este los cinco años, cuando alcanza una
registro debe ser confirmado. talla de 85 cm de LE. El número de
huevos por hembra oscila entre
800000 y 2600000. Se reproduce
Ecología entre marzo-junio (Bartoo y Fore-
man 1994).
Es una especie mesopelágica
oceánica que generalmente se en- Amenazas
cuentra en aguas superficiales de
temperatura comprendida entre Las especies del género Thunnus,
15.6 y 19.4° C. Grandes ejempla- los verdaderos atunes, tienen una
res que nadan en aguas más pro- gran importancia pesquera a esca-
fundas se pueden encontrar en un la mundial (Cervigón 1994) y su
intervalo de temperaturas com- estado de amenaza es crítico, sin
prendido entre 13.5 y 25.2° C embargo en nuestras costas no se
(Cervigón 1994). Se concentra es- sabe el estado de sus poblaciones.
pecialmente en zonas de transición
entre masas de agua (Collette Medidas de
1995a). Efectúa grandes migracio-
nes y forma agrupaciones diferen-
conservación tomadas
tes en cada etapa de su ciclo vital;
los cardúmenes formados por adul- La población del Atlántico norte ha
tos son más compactos y a menu- sido catalogada como Vulnerable
do incluyen otras especies (VU A1bd), la del Atlántico sur se
(Collette 1995a). considera En Peligro Crítico (CR
A1bd) y del resto de poblaciones se
Especie carnívora, se alimenta de tienen Datos Insuficientes (DD)
peces pequeños, crustáceos (Uozumi en Hilton-Taylor 2000).
planctónicos y calamares. La dieta
varia según el tamaño de los indi- Medidas
viduos: Juveniles pequeños (me- de conservación
nos de 50 cm de LT) comen exclu-
sivamente crustáceos; juveniles
propuestas
(50-75 cm) dieta mixta de crustá-
ceos, calamares y pequeños peces; Se debe estudiar el estatus de las
de 76-95 cm se alimenta de peque- poblaciones en Colombia.
ños peces y calamares (Murray
1994). Madura aproximadamente a
145
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Orden
Perciformes
Familia
Scombridae
Especie
Thunnus obesus
(Lowe, 1839)
Nombre común
Atún ojón,
atún ojo gordo,
patudo
Categoría Nacional
DD
Diagnosis Distribución
geográfica
Los atunes en general se carac-
terizan por presentar el cuerpo En aguas tropicales y subtropicales.
fusiforme con el rostro aguza- En el Atlántico occidental desde el
do, pedúnculo caudal delgado y noreste de los Estados Unidos hasta
aleta caudal semilunar de lar- Pernambuco en Brasil, aunque en el
gos y aguzados lóbulos (Cervigón Caribe venezolano es más bien esca-
1994). Esta especie presenta el so (Cervigón 1994). No se ha registra-
cuerpo grueso con la altura do para el golfo de México ni para Cen-
máxima situada en las proximi- tro América (Miyabe 1994). En el Pací-
dades del punto medio de la pri- fico, se encuentra en mar abierto, fren-
mera aleta dorsal. Aletas te a las costas de América (Collette
pectorales moderadamente lar- 1995a).
gas, 22 al 31% LH (Collette
1995a).
146
Registrado para el Caribe colombia- da principalmente enlatada y con-
no (Acero et al. 1986) en la gelada (Cervigón 1992). En el Cari-
ecorregión Archipiélago de San An- be colombiano no se conoce el
drés y Providencia (Gómez y Victo- estado de su población; en el Pací-
ria 1980, Mejía et al. 1998, Pomare fico no se ha registrado de ningu-
1999). En el Pacífico ha sido en- na localidad, de manera que no se
contrado en el mercado de Buena- sabe con certeza si se encuentra
ventura, pero se desconoce la lo- frente a nuestra costa, sin embar-
calidad de captura (Rubio 1988b). go aparentemente se comercializa
en los mercados locales y es obje-
to de ciertas pesquerías industria-
Ecología les, ya que existe alguna
reglamentación para esta especie.
Epipelágico y mesopelágico en aguas
oceánicas hasta unos 250 m de pro-
fundidad. Se ha encontrado en un Medidas de
intervalo de temperaturas compren- conservación tomadas
dido entre 13 y 29° C, pero el ópti-
mo se encuentra entre 17 y 22° C, Mediante Acuerdo No 0005 del 14
es decir con el intervalo de la de septiembre del 2000, el INPA
termoclina permanente (Cervigón estableció una restricción a la pes-
1994). Los juveniles y pequeños ca sobre objetos flotantes de todo
adultos forman cardúmenes en la tipo en el océano Pacífico Orien-
superficie, ya sea monoespecíficos tal, del 15 de septiembre al 15 de
o junto con otras especies (Collette diciembre de 2000, con el fin de
1995a). preservar las poblaciones de atún
patudo, una vez analizada y
Se alimenta de una gran variedad avalada por el INPA la información
de peces, cefalópodos y crustáceos, científica sobre este recurso pre-
tanto de día como durante la no- sentada por la CIAT. El Acuerdo No
che (Collette 1995a). La talla de ma- 00013 de octubre 12 del 2000 esta-
duración en el Pacífico oriental de bleció la cuota de pesca del atún
120 cm (Kume y Joseph 1966). El patudo en 130000 ton en los espa-
número de huevos en peces de 150 cios marítimos jurisdiccionales del
cm puede estar entre 2200000 y Pacífico colombiano para la vigen-
2800000 (Miyabe 1994). El desove cia del año 2001.
se realiza entre las latitudes 10º
N y 10º S, a través de todo el año, Parte de su área de distribución se
con intensidades máximas entre encuentra protegida por el Área de
abril y fines de septiembre Manejo Especial los Corales del
(Collette 1995a). archipiélago de San Andrés, Provi-
dencia, Santa Catalina y Cayos,
declarada como la Reserva de
Biosfera Sea Flower. La población del
Amenazas Océano Pacífico ha sido categorizada
como En Peligro (EN A1bd), mien-
Es objeto de pesca industrial; cap- tras que la del Atlántico es consi-
turada en aguas abiertas con derada Vulnerable (VU A1bd)
palangres, caña y ocasionalmente (Uozumi en Hilton-Taylor 2000).
con redes de cerco. Comercializa-
147
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Medidas
de conservación
propuestas
Se debe realizar un estudio de las
poblaciones del archipiélago de
San Andrés y Providencia.
148
Orden
Perciformes
Familia
Xiphiidae
Especie
Xiphias gladius
Linnaeus, 1758
Nombre común
Pez espada
Categoría Nacional
DD
Diagnosis
Se distingue de los demás pe-
ces espada o con pico, por
carecer de aletas pélvicas y, los
adultos de más de un metro,
también de escamas y de dien-
tes. La primera aleta dorsal
tiene la base muy corta y está
muy separada de la segunda; la
espada es aplastada, ovalada en
sección transversal. Posee una
sola quilla dérmica a cada lado
del pedúnculo caudal (Cervigón
1994). Especie de gran talla, de
cuerpo redondo muy robusto an-
teriormente. Arcos branquiales
sin branquiespinas (Collette
1995b).
149
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
pero en el Atlántico no se han cap- C, pero el óptimo se encuentra
turado ejemplares mayores de 320 entre 18 y 22° C. Altamente migra-
Kg (Cervigón 1994). En el Pacífico toria, muy agresiva y preferente-
colombiano se ha registrado hasta mente solitaria (Rubio 1988b,
2.4 m (Rubio 1988b). Cervigón 1994, Collette 1995b).
150
dos con aquellos de Ecuador, Perú Medidas de
y Chile, lo que sugiere que no es conservación tomadas
muy abundante. En el Caribe la
situación es similar, ya que en
aguas venezolanas es capturado La población del Atlántico norte ha
habitualmente, pero no cerca del sido categorizada como En Peligro
límite con Colombia. Las flotas ja- (EN A1b,d), mientras que las otras
ponesas pescan en el Caribe oceá- poblaciones se consideran con
nico, pero al igual que en el Pacífi- Datos Insuficientes (DD) (Safina
co, lo registran como poco abun- en Hilton-Taylor 2000).
dante (NOAA 1997).
151
Arturo Acero P., Luz Stella Mejía M. y Marisol Santos-Acevedo
Lista de las
especies por
categorías
Lutjanus analis
153
Especies de Preocupación Menor (LC)
Carcharhinus plumbeus
* Endémicas de Colombia
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167
168
Lista de
ilustraciones y
créditos
169
Hippocampus reidi: modificado de Pristis pectinata: Modificada de
Randall (1996). Cervigón y Alcalá (1999).
170
Índice de nombres
científicos
171
172
Índice de nombres
comunes
Agallona 57 Nodriza 41
Albacora 144
Atún blanco 146 Oldwife 118
Atún ojo gordo 146
Atún ojón 146 Pargo 142
Pargo cebal 123
Bagre 42, 45, 61, 60, 64, 133 Pargo cebao 123
Bagre cazón 60 Pargo criollo 123
Burrito rayado 107 Pargo cubera 100
Pargo dientón 100
Caballito de mar 77, 80 Pargo palmero 123
Caballito de mar del Pacífico 79 Pargo pluma 109
Caballito de mar hocico largo 81, 157 Pargo tabardillo 100
Cachua 118 Patudo 146
Cachuo 118 Pejebobo 41
Carduma 57, 58, 59, 167 Pejepeine 47
Cherna 92, 98, 155 Pejepuerco 118
Cherna blanca 97 Pez espada 149
Cherna pintada 139 Pez peine 47
Chivo cabezón 60, 62, 160 Pez sierra 50
Chivo mozo 64, 65, 66
Tarpón 53
Masked hamlet 95 Tiburón ballena 129
Mero criollo 92, 94 Tiburón gato 41
Mero gallina 139 Tiburón Macuira 44
Mero guasa 88, 90, 91 Tiburón pardo 132
Mero mármol 135 Tiburón trozo 132
Mero negro 137 Tollo aletinegro 44
Mojarra rayada 103
173
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