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Disposiclonks GENERALES Art.6° Gl CoacuILA sostienen que la nueva regulacién peruana sobre arbitraje representa tanto la importante experiencia acumulada en el Perti en materia arbitral, como la voluntad de los autores de la nueva norma de adoptar las medificaciones aprobadas a nivel internacional (sobre todo la Ley Modelo de Arbitraje Comercial Internacional de ja Comi- sién de las Naciones Unidas para el desarrollo del Derecho Mercantil Internacional —por sus siglas en inglés, UNCITRAL—, actualizada en el 2006) y a nivel comparado (por ejemplo, en las leyes de arbitraje espafiola, chilena, alemana, suiza y holandesa}, Asimisma, ambos autores resaltan el hecho de que la nueva LA tenga como objetivo ar- monizar ej lenguaje utilizado en la ley y estandarizar las instituciones adoptadas en Ia versién 2006 de Ia Ley Modelo de la UNCITRAL&), Como sefiala FERNANDO CANTUARIAS SALAVERRY: “La legislacién anterior habja significado un importante avance, no sélo en Ja regulacién normativa del arbitraje en el Pert, sino en sus efectos so- bre la practica efectiva. Sin embargo, la experiencia recogida en la ultima década, la sancién de nuevas y mas modernas legislaciones comparadas (Alemania en 1998, Espafia en 2003, Austria en 2006) y la reciente actua- lizacién de la Ley Modeio de UNCITRAL (2006), estimularon al Pert a continuar el proceso de perfeccionamiento de sus normas sobre arbitra- je, que habia comenzado recién entrada la década del 90; con Ja sancién de la Ley General de Arbitraje (LGA) Ne 25935 en 1992 y que continué con la LGA Ne 26572 en 1996”°", Los autores de la LA sefialaron en la Exposicion de Motivos que al haber asumido el Estado Peruano —en el Acuerdo de Promocién Co- mercial con Estados Unidos—. e] compromiso de promover y facilitar el desarrollo del arbitraje como mecanismo alternativo para la solu- cién de controversias en materia arbitral, la LA: “(...] persigue justamente cumplir con lo establecido en el Acuerdo de Promocién Comercial, mejorando la regulacién del arbitraje y, en parti- cular, mejorando Ja regulacién sobre el convenio arbitral y fa ejecucién. de laudos arbitrales como su propio texto sefiala, ajustandose a los es- tdndares internacionales contenidos en la Convencidén de las Naciones Unidas sobre el Reconocimiento y Bjecucién de Sentencias Arbitrales Extranjeras de 1958 y la Convencién Interamericana sobre Arbitraje Co- mercial Internacional de 1975” 09), (122) Sanr1STEVAN DE Norreea, Jorge y Carlos Alberto Soro CoaGutLa, “Presen- tacién" En: Revista Peruana deArbitraje, N°7, Magna Ediciones, Lima, 2008, ps. VIIyIX. (123) Ibid., p. TX. (124) Ibid,, p. 43. (125) CaNTuARtAs SaLAVERRy, Fernando y Roque J. Cavano, “La Nueva Ley de Arbitraje Peruana: un nuevo salto a la modernidad” En: Revista Peruana de Arbitraje, Ne 7, Magna Ediciones, Lima, 2008, p. 44. 62 Art.6° COMENTARIOS A LA Ley PERUANA DE ARBITRAJE De igual manera, en la Exposicién de Motivos se afirma que la fina- lidad de la LA es la promocién de la seguridad en el comercio y en las inversiones privadas y que, en ese sentido, se considera que las venta- jas del arbitraje deben encontrarse reflejadas y protegidas por la legis- jacién arbitral con el objetivo de lograr una solucidn de conflictos mas raépida y un mayor control de las partes sobre las reglas del proceso “[...] en un entorno eficiente con una mayor autonom{a privada y des- cargando al sistema judicial del conocimiento de determinadas ma- terias[...]” Asi, debido a que el arbitraje requiere de un marco juridico estable y facilitador de la resolucién de controversias en un mercado global“), PeRALEs ViscasILLas destaca la naturaleza dispositiva dela LAy afirma que esta nueva legislacién arbitral establece la consagra- cién del principio de ta autonom(ia de la voluntad, tanto en relaci6n con el convenio arbitral como con la organizacién del procedimiento arbitral), En la Exposicién de Motivos se dice que, asi como el Perti se ha convertido en “[...] uno de los casos ejemplares en América Latina en esta materia, siendo el pafs que ha consolidado con mas fuerza y cla- tidad la instituci6n del arbitraje en la regidn|...]’, se persigue que lo- gre dicha consolidacidn en materia de arbitraje internacional, lo cual implica mejorar en la capacidad institucional para poder afrontar una mayor demanda de arbitrajes, no sdlo en numero sino también en im- portancia y complejidad. En consecuencia, como sostienen sus auto- res, es importante que las caracteristicas de la LA sean reconocibles y comprensibles para los inversionistas y comerciantes, nacionales y extranjeros, con la finalidad de que “[...] se genere confianza de que en el Perti se arbitra siguiendo las reglas y principios internacionalmente aceptados” Por ello, segiin los autores de la LA, las cambios propues- tos tienen como objetivo aumentar la competitividad del Perti como sede arbitral con la finalidad que nuestro pafs: [...] pueda ser elegido en la regién como lugar adecuado para arbitrar en raz6n ala existencia de un marco legal seguro y predecible, ajustado a es- tandares internacionales. |...) La experiencia nacional acumulada en los ultimos afios ha sido una guia constante en esta nueva regulacién pero también el interés de aprovechar la experiencia comparada a nivel de tra- tados, leyes, reglamentos arbitrales, jurisprudencia y en general practica arbitral internacional. (126) PpnaLes Viscasi.tas, Maria del Pilar, “La globalizacién normativa del ar- bitraje comercial internacional: la labor de la CNUDMI/UNCITRAL! En: Arbitraje co- mercial y arbitraje de inversién. El arbitraje en el Perit y en el Mundo, N° 1, Instituto Peruano de Arbitraje, Lima, 2008, p. 695. (127) 1bid., p. 698. Disrosiciones GENERALES Art.6e 63 De esta manera, para efectos de la elaboracién de la LA, sus autores realizaron una revision de fuentes del Derecho internacional y compa- rado, tales como la versién 2006 de la Ley Modelo de la UNCITRAL (asi como la revisién de los documentos de trabajo sobre su Reglamento de Arbitraje), las legislaciones arbitrales de Espafia, Suecia, Bélgica, Alemania, Inglaterra, Suiza, Holanda, Francia y Estados Unidos y los reglamentos arbitrales de la Camara de Comercio Internacional (CCI), de la Asociacién Americana de Arbitraje (AAA), de la Corte de Arbi- traje Internacional de Londres (LCIA) y del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI)”. Al respecto cabe sefialar, como sostiene FERNANDO CaNTUARIAS SALAVERRY, que pese a que Latinoamérica ha sido tradicionalmente considerada como un subcontinente hostil al arbitraje, en la medida que no contaba con buenas legislaciones arbitrales, a partir de ta déca- da pasada ello ha comenzado a cambiar“. Asi, es posible afirmar que en Latinoamérica y, especificamente, en el Pert, la institucién del ar- bitraje es materia de constante estudio, revisién y andlisis juridico a fin de desarrollar un mecanismo id6éneo para la solucion de controversias. Dentro de este andlisis, uno de los presupuestos que, segtin CAN- TUARIAS y CAIVANO, resulta esencial para un avance sdlido y durade- ro del arbitraje es, precisamente, contar con “|...] una legislacién que brinde confianza y seguridad juridica” “*", Por consiguiente, los obje- tivos de la LA deben ser proporcionar celeridad, simplicidad y acceso a una justicia que (i) responda a las necesidades del comercio y (ii) limi- te las interferencias judiciales a lo minimo indispensable para tutelar derechos fundamentales“*”, Como se sostiene en la Exposicién de Motivos del Proyecto Modi- ficatorio dela LA“*), uno de los elementos o principios que inspiraron Ja reforma era: (128) Asimismo, los recientes documentos de trabajo sobre la revisién del Regla- mento de Arbitraje. Se han tenido en cuenta, adicionalmente, la Convencién sobre Reconocimiento y Bjecucién de Sentencias Arbitrales Extranjeras de 1958 (Conven- cién de Nueva York), la Convencién Europea de Arbitraje Comercial Internacional de 1961 (Convencién de Ginebra), la Convencién Interamericana de Arbitraje Comer- cial Internacional de 1975 (Convencién de Panama) y fa Convencién sobre arreglo de diferencias relativas a inversiones entre Estados y nacionales de otros Estados de 1965 (Convencién de Washington). (129) CANTUARIAS SALAVERRY, Fernando, Arbitraje comercial y de las inversiones, Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, Lima, 2007, p. 80, (130) CANTUARIAS SALAVERRY, Fernando y Roque J. CaIvano, op, cit., p. 46. (131) Ibid, p. 46. (132) Elaborado por la Comision Técnica para la Revision de la Ley Ne 26572, conformada por Resolucién Ministerial, N° 027-2006-JUS. 64 Art, 6° ComENTARIOS A LA Lev PERUANA DE ARBITRAIE “[...] a. reforzar el cardcter auténomo del arbitraje, tanto de la jurisdiccién ordinaria como de las reglas procesales comunes, reconociéndolo como una institucién que tiene sus propios principios y reglas. [...] b. Dar una mejor regulacién que proteja a la institucién arbitral de intervenciones indebidas por parte del Poder Judicial. Precisamente, como parte de dicha busqueda de autonomia y de una mejor regulacién que evite interferencias que afecten la continui- dad del proceso arbitral, las reglas de interpretacién de la LA constitu- yen una de las modificaciones que trae la nueva ley y que responden al objetivo de armonizar el lenguaje a partir de estandares internacio- nales. Por ello precisa efectuarse un andlisis del articulo 6° de la LA referido a las reglas de interpretacion. 2. CAMBIOS INTRODUCIDOS POR EL ARTICULO 6° DE LA LEY DE ARBITRAJE Como hemos sefalado, la Ley N° 26572 (LGA) no contenia una dis- posicion similar al actual articulo 6° de la LA, por lo que la inclusion del mismo representa uno de los cambios de la nueva legislacién. Asf, el articulo 6° establece lo siguiente: “Articulo 6°.- Reglas de interpretacién Cuando una disposicién de este Decreto Legislativo: a. Deje alas partes la facultad de decidir tibremente sobre un asunto, esa facultad comprenderé la de autorizar a un tercero, incluida una institu- cidn arbitral, a que adopte esa decisién. 4. Se refiera al convenio arbitral o a cualquier otro acuerdo entre las par- tes, se entendera que integran su contenido las disposiciones del regla- mento de arbitraje al que las partes se hayan sometido. c. Se refiera a un contrato, también se entendera a un acto juridico. d. Serefiera ala demanda, se aplicar4 también a la reconvencién, y cuan- do se refiera a la contestacién, se aplicard asimismo a la contestacién a esa reconvencién, excepto en los casos previstos en el inciso a) del articu- lo 46° y en el inciso a) del numeral 2 del articulo 60°. e. Se refiera a un tribunal arbitral, significa tanto un solo arbitro como una pluralidad de axbitros. F Se refiere a laudo, significa entre otros, tanto un laudo parcial como el que resuelve de manera definitiva la controversia’: Al respecto, el articulo 2° de la Ley Modelo de la UNCITRAL de 1985, con las enmiendas aprobadas en 2006, prescribe lo siguiente: “Articulo 2°, Definiciones y reglas de interpretacién A los efectos de la presente Ley: Dusposictones GENER ALES Art.6° 45 4) “arbitraje” significa cualquier arbitraje con independencia de que sea © no una institucién arbitral permanente la que haya de ejercitarlo; b) “tribunal arbitral” significa tanto un solo arbitro como una pluralidad de arbitros; ©) “tribunal” significa un érgano del sistema judicial de un pais; a) cuando una disposicién de la presente Ley, excepto el articulo 28, deje a las partes la facultad de decidir libremente sobre un asunto, esa faculiad entrafia la de autorizar a un tercero, incluida una instituci6n, a que adopte esa decisién; ¢) cuando una disposicién de la presente Ley se refiera a un acuerdo que las partes hayan celebrado o que puedan celebrar 0 cuando, en cualquier otra forma, se refiera a un acuerdo entre las partes, se entenderdn com- prendidas en ese acuerdo todas las disposiciones del reglamento de arbi- traje en él mencionado; J) cuando una disposicién de la presente Ley, excepto el apartado a) del articulo 25° y e! apartado a) del parrafo 2) del articulo 32°, se refiera a una demanda, se aplicaré también a una reconvencién, y cuando se refiera 2 una contestacién, se aplicard asimismo a la contestacién a esa reconvenci6n. Articule 2° A. Origen internacional y principios generales (Aprobado por la Comisién en su 39° periodo de sesiones, celebrado en 2006) 1) En la interpretacién de la presente Ley habran de tenerse en cuenta su origen internacional y la necesidad de promover la uniformidad de su aplicacién y la observancia de la buena fe. 2) Las cuestiones relativas a las materias que se rigen por la presente Ley que rio estén expresamente resueltas en ella se dirimiran de conformidad con los principios generales en que se basa la presente Ley’. De esta manera es posible comprobar como el articulo 6° delaLGA incorpora las disposiciones principales del articulo 2° de la Ley Mode- Jo de la UNCITRAL y con ello se da reconocimiento a Ja importancia que las normas que regulan el proceso arbitral respondan a las exigen- cias de la practica comercial nacional e internacional. Sobre este punto, la Resolucién 61/33, aprobada por la Asamblea General [sobre la base del informe de la Sexta Comision (A/61/453)|"™, reconocié la necesidad de que las disposiciones de la Ley Modelo se (133) Sobre los Articulos revisados de la Ley Modelo de la Comisién de lag Na- ciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional sobre Arbitraje Comercial In- ternacional y recomendacién relativa a la interpretaci6n del parrafo 2 del articulo ly el parrafo 1 del artfculo VII de la Convencién sobre el Reconocimiento y Ja Ejecucién 66 Art Ge COMENTARIOS A LA LEY PERUANA DE ARBITRAJE ajustaran a las practicas vigentes del comercio internacional y a los medios modernos de concertacién de contratos con respecto a la for- ma del acuerdo de arbitraje. El propio Tribunal Constitucional perua- no, en el Exp, N° 6167-2005-PHC/TC (Fernando Cantuarias Salaverry), ha sefialado respecto de la institucién del arbitraje en el Perti que: “4, El desarrollo de esta institucién en el derecho comparado ha sido enorme en los ultimos afios: es practicamente el proceso més utilizado para tesolver conflictos comerciales. La configuracién de un nuevo orden. econémico internacional ha requerido del arbitraje como el prototipo de proceso de resolucién de conflictos entre particulares e incluso entre es- tos y los Estados, lo que le otorga una importancia significativa, forman- do parte integrante del modelo jurisdiccional ad hoc a la resolucién de controversias, no sdlo entre particulares, en el marco de Ja Constitucién econémica” En los Analytical commentary on draft text of a model law on inter- national commercial arbitration: report of the Secretary — General (A/ CN.9/264)4, realizados por la Comisién de Derecho Mercantil Inter- nacional de las Naciones Unidas, se realizaron los siguientes comenta- rivs del articulo 2° de la Ley Modelo de la UNCITRAL: “a, Pese a que la definicién de los términos “tribunal arbitral” y “tribu- nal” (0 “corte”) puede ser considerada evidente y, por lo tanto, superflua, dichos términos han sido conservados por una cuestién terminoldgica, a fin de establecer una clara distincién entre los dos diferentes tipos de érganos de solucién de controversias. b, Los primeros pardgrafos, sin intencién alguna de interferir en el siste- ma nacional de justicia, sefalan que el término “tribunal” no se restringe a aquellos érganos realmente llamados “tribunales” en un determinado pais, sino que incluiria también a cualquier otra “autoridad competente” (esta es la expresién utilizada en la Convencién de Nueva York de 1958). Por otro lado, cuando se hace referencia al sistema judicial de “un pais” (en lugar de un Estado), el propésito es evitar que en una situacién de una federacién de estados, estén comprendidos en Ia legislacin los “tri- bunales estatales” mas no los “tribunales federales” c. Los parrafos (d) y (e) han sido elaborados para prevenir una interpre- tacién demasiado literal de las referencias en la Ley Modelo de la UN- CITRAL a la libertad de las partes de determinar sn asunto, asi como a ja libertad respecto del convenio que hubieren adoptada. Seguin la in- terpretacién razonable establecida en el parrafo (Q), tal libertad cubre la libertad de las partes no sdlo de decidir ellos mismos sobre un asunto, de Jas Sentencias Arbitrales Extranjeras, hecha en Nueva York el 10 de junio de 1958 {18 de diciembre de 2006). (134) Yearbook of the United Nations Commission on International Trade Law. Volume XVI. Part Two. International Commercial Arbitration, 1985. Disrosiclones GENERALES Art.6° 6? sino también de autorizar a una tercera persona 0 una institucién para que tome la decision sobre dicho asunto en su nombre. Los ejemplos practicos de tales asuntos que se menciona en los comentarios son, por ejemplo, el numero de drbitros, el lugar del arbitraje, asf como otros as- pectos procesales, d. Fl pardgrafo (e) reconoce la prdctica comin de las partes de hacer re- ferencia en el convenio a las reglas de arbitraje, en lugar de tener que negociar y elaborar un convenio arbitral totalmente original. Por ello, se consideré que era preferible introducir una regla general de interpreta- cién que tener que incluir una clarificacién en cada disposicién dela Ley Modelo que lo requiriese’ El hecho de haberse adoptado varias de las disposiciones previstas en el articulo 2° de la Ley Modelo de la UNCITRAL en la LA, impli- ca también la adopcién de los comentarios realizados por la Comi- sién de Derecho Mercantil Internacional de las Naciones Unidas. Asi, la Comisién Técnica para la Revisién de la Ley N° 26572, sostuvo que la LA tiene como objetivo ser reconocible y comprensible para los in- versionistas y comerciantes, tanto nacionales como extranjeros, y que, por tal motivo, se ha buscado usar la Ley Modelo de UNCITRAE como un referente importante. Por ello se ha aprovechado 1a experiencia comparada a nivel de leyes, reglamentos, jurisprudencia y, en general, practica arbitral internacional. De hecho, en mas de cincuenta paises anivel mundial, se han promulgado leyes basadas en la Ley Modelo de Ja UNCITRAL®), Al respecto, los paises en los que se han promulga- do leyes basadas en la Ley Modelo de la CNUDMI sobre arbitraje co- mercial internacional, con las enmiendas aprobadas en el 2006, son: Irlanda (2008), Mauricio (2008), Nueva Zelandia (2007), Peri (2008) y Eslovenia (2008). (135) Armenia (2006), Alemania (1998), Australia (1991), Austria (2005), Azer- baiydn (1999), Bahrein (1994), Bangladesh (2001), Belartis (1999), Bulgaria (2002), Camboya (2006), Canadé (1986), Chile (2004), China: Hong Kong (1996) y Macao (1998), regiones administrativas especiales; Chipre, Croacia (2001), Dinamarca (2003), Egipto (1996), Espafia (2003), Estonia (2006), la ex Reptiblica Yugoslava de Macedonia (2006), la Federacién de Rusia (1993), Filipinas (2004), Grecia (1999), Guatemala (1995), Hungrfa (1994), India (1996), Irén (Reptiblica Islimica de Iran) (1997), Inlanda (1998), Japén (2003), Jordania (2001), Kenia (1995), Lituania (1996), Madagascar (1998), Malta (1995), México (2005), Nicaragua (2005), Nigeria (1990), Noruega (2004), Nueva Zelanda (1996), Oman (1997), Paraguay (2002), Polonia (2008), la Repuiblica de Corea (1999), el Reino Unido de Gran Bretafia e Irlanda del Norte: Escocia (1990) y las Bermudas, territorio de ultramar, Serbia (2006), Singapur (2001), Sti Lanka (1995), Tailandia (2002), Ttinez (1993), Turquia (2001), Ucrania (1994); los Estados Unidos de América: Califomia (1996), Connecticut (2000), Hlinois (1998), Louisiana, Oreg6n y Texas; Uganda (2000), Venezuela (Republica Bolivariana de) (1998), Zambia (2000) y Zimbabwe (1998). 68 Art.6° Comentarios «LA Ley PERUANA DE ARBITRAIE A nivel comparado, la Ley de arbitraje espafiola, Ley 60/2003, del 23 de diciembre de 2003, establece reglas de interpretacién en su ar- ticulo 4°: “Articulo 4°,- Reglas de interpretacion Cuando una disposicién de esta ley: a) Deje a las partes la facultad de decidir libremente sobre un asunto, esa facultad comprenderé la de autorizar a un tercero, incluida una institu- cién arbitral, a que adopte esa decisién, excepto en el caso previsto en el articulo 3411, b) Se refiera al convenio arbitral o a cualquier otro acuerdo entre las par- tes, se entenderé que integran su contenido las disposiciones del regla- mento de arbitraje al que las partes se hayan sometido. c) Se refiera ala demanda, se aplicard también a la reconvenci6n, y cuan- do se refiera a la contestacién, se aplicard asimismo a la contestacién a esa reconvenci6én, excepto en los casos previstos en el parrafo a) del ar- ticulo 31° y en el parrafo a) del apartado 2 del articulo 38", En relaci6n con el citado articulo 4°, la Exposicién de Motivos de ja Ley de Arbitraje espafiola sefiala que dicho precepto contiene una serie de reglas de interpretacion, entre las cuales tienen especial rele- vancia aquellas que proveen de contenido a las normas legales dispo- sitivas de esta ley mediante la remisin, por voluntad de las partes, ala voluntad de una institucién arbitral o al contenido de un reglamento arbitral. De esta manera, la ley determina que debe haber una prima- cfa de la autonomia de la voluntad de las partes. No obstante, también sefiala que dicha voluntad debe entenderse integrada por las decisio- (136) “Articulo 34°.- Normas aplicables al fondo de la controversia. 1, Los 4r- bitros solo decidirén en equidad si las partes les han autorizado expresamente para ello, 2. Sint perjuicio de lo dispuesto en el apartado anterior, cuando el arbitraje sea internacional, los arbitros decidiran la controversia de conformidad con las normas juridicas elegidas por las partes, Se entendera que toda indicacién del derecho u or- denamiento juridico de un Estado determinado se refiere, a menos que se exprese lo contrario, al derecho sustantivo de ese Estado y no a sus normas de conflicto de leyes. Si las partes no indican las normas jurfdicas aplicables, los arbitros aplicardn las que estimen apropiadas, 3, En todo caso, los arbitros decidiran con arregio alas estipula- ciones del contrato y tendran en cuenta los usos aplicables”. (137) “Articulo 31°.- Salvo acuerdo en contrario de las partes, cuando, sin alegar causa suficiente a juicio de los tbitros a) El demandante no presente su demanda en plazo, los érbitros davdn por terminadas las actuaciones, a menos que, ofdo el de- mandado, éste manifieste su voluntad de ejercitar alguna pretensién. Articulo 38°,- Terminacién de las actuaciones. 2. Los arbitros también ordenaran la terminacién. de las actuaciones cuando; a) El demandante desista de su demanda, a menos que el demandado se oponga a ello y los arbitros le reconozcan un interés legitimo en obte- ner una soluci6n definitiva del litigio” Disposicionrs GENERALES Art.6° 69 nes que sean adoptadas por la institucién administradora del arbitra- je, o las que puedan adapiar los arbitros, en virtud del reglamento ar- bitral al que las partes se han sometido: “Se produce, por tanto, una suerte de integracién del contenide del contrato de arbitraje o convenis arbitral, que, por motivo de esta dis~ posici6n, pasa a ser en tales casos un contrato normativo. De este modo, ja autonomfa privada en materia de arbitraje se puede manifestar tanto directamente, a través de declaraciones de voluntad de las partes, como indirectamente, mediante la declaracién de voluntad de que el arbitraje sea administrado por wia institucién arbitral o se rija por un reglamento arbitral, En este sentido, la expresién institucién arbitral hace referencia a cualquier entidad, centro u organizacién de las caracter{sticas previstas que tenga un reglamento de arbitraje y, conforme a él, se dedique a la administracién de arbitrajes, Pero se precisa que las partes pueden so- meterse a un Contrato reglamento sin encomendar la administtacién del arbitraje a una institucion, en cuyo caso el reglamente arbitral también integra la voluntad de las partes” (énfasis agregado). La Ley Espajfiola de Arbitraje sefiala que el inciso a) del articulo 4°, establece una excepcién en su articulo 34°, el cual regula la determi- nacién de las normas aplicables al fondo de la controversia. Asi, en la legislacién arbitral espaniola, si las partes del convenio arbitral enco- miendan a un tercero, incluida una institucién arbitral, el ejercicio de facultades de decisién sobre un asunto, ello no comprende la facultad. de decidir las normas aplicables al fondo de la disputa, En cambio, esta excepcién no se encuentra establecida en ja LA peruana. Al respec- to, en el articulo 34° de la LA se reconoce, nuevamente, la libertad de regulacién de las partes, las cuales, segtin dicho articulo lo prescribe, podran determinar libremente las reglas a las que se sujeta el tribunal arbitral en sus actuaciones y que, a falta de acuerdo o de un reglamen- to arbitral, serd el propio tribunal el que decida Jas normas aplicables. Por otro lado, en el inciso c) del articulo 4°, la Ley Espafiola de Ar- bitraje precepttia que cuando una disposicién de la Ley se refiera ala demanda, se aplicara también a la reconvencién, y cuando se refiera a la contestaci6n, se aplicaré igualmente a la contestacién y a la recon- vencidén, Una disposicién equivalente se encuentra establecida en el inciso d) de la LA y al igual que la legislacién espafola, Ja ley peruana establece dos excepciones: (i) Aquella contenida en el artfculo 46° a), el cual prevé que en el caso de que el demandante no presente su demanda en plazo, el tribunal arbitral dara por terminadas las actuaciones, a menos que ofdo el demandado éste manifieste su voluntad de ejercitar alguna pretension. Como sostiene HERNANDEZ BURRIEL respec- to de la legislacién espafiola, en ese supuesto no se dar4n por 70 Art.6° ComENTARIOS A LA Livy PERUANA DE ARBITRAJE terminadas las actuaciones, sino que éstas continuarén, a fin de dar solucién a la controversia planteada“"), (ii) La excepcién contenida en el articulo 60.2.4), en la cual se es- tablece que el tribunal arbitral ordenaré la terminacién de las actuaciones cuando el demandante se desista de su demanda, a menos que el demandado se oponga a ello y el tribunal ar- bitral le reconozca un interés legitimo en obtener una solucién definitiva de la controversia. De igual manera, en este supuesto, como se sostiene para el caso espaiiol, y que es aplicable para el caso peruano, el procedimiento no concluye, sino que continta respecto de la disputa planteada en los escritos de demanda y de contestaci6n®, La fuente inspiradora de la Ley de arbitraje espaficla, como se se- fiala en su Exposicién de Motivos, fue también la Ley Modelo de la UNCITRAL, Sobre este aspecto, los redactores de la Exposicién de Mo- tivos de la Ley Espaiiola de Arbitraje sefialaron lo siguiente: “Espana se ha mostrado siempre sensible a los requerimientos de armo- nizaci6n del régimen juridico del arbitraje, en particular del comercial internacional, para favorecer la difusién de su practica y promover la uni- dad de criterios en su aplicacién, en ia conviccién de que una mayor uni- formidad en las leyes reguladoras del arbitraje ha de propiciar su mayor eficacia como medio de solucién de controversias” Al respecto, en la Exposicién de Motivos de la Ley de Arbitraje Es- pafiola se hace referencia a dos temas que merecen comentario: la au- tonomia de la voluntad de las partes y la integracién del contenido del convenio arbitral (contrato normativo). Elio debido a que el arbitraje es una manifestacién tanto de la autonomia de la voluntad como de la libertad contractual.) Sobre la autonomia privada, como sostienen Drez-Picazo y Gu- LLON, ésta consiste en: “[...] el poder de dictarse uno a si mismo la ley o el precepto, el poder de gobernarse uno a si mismo, Podrfa también definirse como un poder de gobierno de la propia esfera juridica, y como esté formada por relaciones juridicas, que son el cauce de realizacién de intereses, la autonomfa pri- vada puede igualmente conceptuarse como el poder de la persona para (138) HERNANDEz BuRRIEL, Jorge, “Titulo I. Disposiciones generales”. En: Hino- JosA SEGOVIA, Rafael (Coordinador). Comentarios a la nueva ley de Arbitraje, Grupo difusién, Barcelona, 2004, p, 48. (139) Ibid, p. 48. (140) Ganruartras SALaverRy, Fernando y CAIvANo Roque J., Op. cit., p. 47. Disrosiclonas GENERALES Arte: 71 reglamentar y ordenar las relaciones juridicas en las que es o ha de ser parte” &0, Por consiguiente, tal y como sefalan los citados autores, la auto- nomia privada no se reduce solamente a la libertad individual, sino que también implica una soberania para dictar su propia ley en su es- fera juridica, Es decir, la autonomia privada proporciona “{...] un re- conocimiento del valor juridico de sus actos, que seran vinculantes y preceptivos” “?! y constituye “[...] un poder de ordenacién de la esfera privada de la persona, [...] aunque no se quiere decir con ello que el poder sea total o absoluto”", En ese sentido, sefialan que desde un punto de vista institucional, la autonomia privada reviste el caracter de principio general del Derecho, debido a que es “[...] una de las ideas fundamentales que inspira toda la organizacién de nuestro Derecho privado’"*, Asi, la delegacién normativa implica una forma de des- centralizaci6n para “[...] la configuracién de un ordenamiento juridico privado gubordinado, coordinado y armonizado con el ordenamiento juridico superior por su relacién de complementariedad” ©), Ello es particularmente relevante para analizar las reglas de inter- pretacién previstas en los articulos 2°, 4° y 6° de la Ley Modelo UNCI- TRAL, la Ley Espafiola de Arbitraje y la LA, respectivamente, debido a que el principio de autonomfa de la voluntad constituye el fundamen- to de algunas de sus disposiciones, Al respecto, es necesario precisar que estas leyes recogen dicho principio dela manera como éste debe ser entendido. Sobre la autono- mia privada, LuiGi Furrt sostiene que ésta es estructural y sustancial- mente limitada por cuanto crea “[...] normas que son realizacién de un derecho preexistente, es decir, de normas superiores (legales)” 9, Por consiguiente, no es una actividad creativa absolutamente libre y espontanea, sino que desarrolla o individualiza un derecho preexis- tente; es decir, crea normas que, al insertarse en el ordenamiento, asu- men las caracteristicas de la juridicidad. Con ello se hace referencia a una “insercién del acto privado en el ordenamiento" Este aspecto es recogido por el legislador en los articulos mencionados, al recono- (141) Dinz-Prcazo, Luis y Antonio GULLON, Sistema de Derecho Civil, 9* Ed., Vo- lumen, Tecnos, Madrid, 1998, p. 373. (142) Ibid., p. 373, (143) Ibid., p. 373. (144) Ibid., p. 374, (145) Fern, Luigi, Lecciones sobre el contrato. Curso de Derecho Civil. Presen- tacién al cuidado de Leysser L, Ln6n y Romulo Morates HERVIAs, Editora Juridica Grijley, Lima, 2004, p.x. (146) Ibid., ps. iti/i 72 Art.6° Comentarios a LA Ley PeruANA DE ARBITRAJE cer la autonomia privada de las partes pero sefialar, al mismo tiempo, que dicha voluntad aut6noma se integra con el ordenamiento objetivo preestablecido. Como sostuvo el Tribunal Const. en el Exp. N° 6167-2005-PHC/TC {Fernando Cantuarias Salaverry), deben efectuarse las siguientes pre- cisiones respecto del arbitraje: “11. [...] no se trata del ejercicio de un poder sujeto exclusivamen- te al derecho privado, sino que forma parte esencial del orden publico constitucional. La facultad de los rbitros para resolver un conflicto de intereses no se fundamenta en la autonomia de la voluntad de las partes del conflicto, prevista en el articulo 2°, inciso 24 literal a de la Constitucidn, sino que tiene su origen y, en consecuencia, su limite, en el articulo 139° de la propia Constitucién. De allf que el proceso arbitral tiene una doble dimensién pues, aun- que es fundamentalmente subjetivo ya que su fin es proteger los intere- ses de las partes, también tiene una dimensién objetiva, definida por el respeto a la supremacia normativa de la Constitucién, dispuesta por el articulo 51° de la Carta Magna; ambas dimensiones (subjetiva y objetiva) son interdependientes y es necesario modularlas en la norma legal y/o jurisprudencia. Tensién en la cual el arbitro o tribunal arbitral aparece en primera instancia como un. componedor jurisdiccional, sujeto, en conse- cuencia, a la jurisprudencia constitucional de este Colegiado. Asi, la jurisdiccién arbitral, que se configura con la instalacién de un Tribunal Arbitral en virtud de la expresién de la voluntad de los contra- tantes expresada en el convenio arbitral, no se agota con las cldusulas contractuales ni con lo establecido por la Ley General de Arbitraje, sino que se convierte en sede jurisdiccional constitucionalmente consagrada, con plenos derechos de autonomia y obligada a respetar los derechos fundamentales’. En relacién con el sentido que debe otorgarsele a términos como contrato, demanda, tribunal arbitral y laudo, la LA ha decidido, si- guiendo la tendencia de la legislacion internacional y comparada, un criterio de interpretaci6n mas amplio a fin de que la legislacién arbi- tral no sea un obstaéculo para la continuidad y normal desarrollo de un proceso arbitral. Asi, el objetivo de la LA es la simplificacién de los procesos y el establecimiento de estandares en el lenguaje utilizado. Ademas, el articulo 6° de la LA contribuye de manera importante para Ja promoci6n del arbitraje internacional en el Peru. DisposicioNes GENERALES Axt.6¢ 73 3. VENTAJAS DEL ARTICULO 6° DE LA LA PARA EL DESARROLLO DEL ARBITRAJE EN EL PERG Luego de haber comentado los principales aspectos relativas al ar- ticulo 6°, podemos sefialar que las reglas de interpretaci6n previstas en dicho precepto presentan Jas siguientes ventajas: 1. Contribuyen a la consolidacién de la autonomia del arbitraje, al proveer respuestas a posibles incertidumbres juridicas y/o con- troversias que pudieran suscitarse durante los procesos en sede arbitral. 2. Facilitan la eficacia de la institucién arbitral al establecer reglas que permitan el normal desarrollo del arbitraje. 3. Contribuyen a la uniformidad de términos establecidos en la Jey, fo cual resulta idéneo para la solucién de controversias de indole comercial en arbitrajes nacionales e internacionales. 4. Ofrecen un moderno conjunto de reglas de arbitraje, a partir de las normas de la Ley Modelo de la UNCITRAL, elaboradas con ja asistencia de expertos de todas partes del mundo‘. 5. Se logra una mayor transparencia en los estandares, asi como certeza respecto de la connotacién de los términos y de los al- cances de la voluntad de las partes, lo cual contribuye a la auto- nomfa de las mismas'*” y también a la autonomfa del proceso arbitral. 4. CONSIDERACIONES FINALES LaLAconstituye una herramienta que posee una vigorosa vocacién para contribuir al desarrollo y perfeccionamiento de la institucion ar- bitral en nuestro pais y que esté siendo, desde su entrada en vigencia, de gran utilidad para la eficacia de los procesos arbitrales. Asimismo, ja LA representa el esfuerzo de sus autores por incorporar en el dere- cho interno las decisiones, recomendaciones y normas elaboradas a nivel internacional y comparado, las cuales permiten una estandariza- cién de los elementos del proceso arbitral. Dentro de dicho contexto, (147) Sanners, Pieter, “Procedures and Practices under the UNCITRAL Rules” En: The American Journal of Comparative Law, Volumen 27, N° 2/3. Unification of In- ternational Trade Law: UNCITRAL's First Decade (Spring-Summes, 1979). American Society of Comparative Law, p. 453. (148) Marringz-FRAGA, Pedro J., International Commercial Arbitration. United States Doctrinal Developments and American Style Discovery, Editorial Aranzandi, Navarra, 2008, p. 128. 74 Art.7° COMENTARIOS 4 LA LEY PERUANA DE ARBITRAJE la incorporaci6n de las reglas de interpretacién en el articulo 6° per- mite proporcionar una mayor autonomi{a al proceso arbitral, asi como afianzar los principios que dan sustento al arbitraje. En consecuencia, el articulo 6° establece las precisiones necesarias a fin de que la LA sea un texto legislativo que permita un proceso que posea las caracteristi- cas de eficacia, certeza y transparencia y en el que la autonomia de la voluntad de las partes sea debidamente interpretada y aplicada. a Art. 7°. — Arbitraje ad hoc e institucional. Elarbitraje puede ser ad hoc o institucional, segtin sea conducido por el tribunal arbitral directamente u organi- zado y administrado por una institucién arbitral. Las instituciones arbitrales constituidas en el pais de- ben ser personas juridicas, con o sin fines de lucro. Cuando se trate de instituciones publicas, con funciones arbitrales previstas o incorporadas en sus normas reguladoras debe- ran inscribirse ante el Ministerio de Justicia. En caso de falta de designacién de una institucién arbi- tral, se entender que el arbitraje es ad hoc. La misma regla se aplica cuando exista designacién que sea incompatible © contradictoria entre dos o mas instituciones, 0 cuando se haga referencia a una institucién arbitral inexistente, o cuando la institucién no acepte el encargo, salvo pacto distinto de las partes. El regiamento aplicable a un arbitraje es el vigente al momento de su inicio, salvo pacto en contrario. ComENTaRIO ‘™) Sumario: f. Arbitraje Ad hoc vs. Arbitraje Institucional. 1.1. Intro- duccién. 1.2. Aleances del Arbitraje Institucional. 1.3. Alcances del Arbitraje Ad hoc, 1.4. Rasgos y Comparaciones. 2. El papel de las instituciones arbitrales. 2.1. Introduecién. 2.2, Funciones y Garan- tias. 2.3, El papel del Ministerio de Justicia. 3. Regulacin supletoria. 3.1, Tipo de arbitraje en defecto, 3.2. Cldusulas patoldgicas. 3.3. De- (149) Por PAOLo pez Auta Ruiz, DE Somocurcto: Secretario General del Cen- tro de Arbitraje de la Camara de Comercio de Lima. Profesor de Arbitraje, Derecho Concursal y del Seminario de Derecho Mercantil de la Pontificia Universidad Caté- lica del Pert. Disvosiciones GENERALES Art.7? 75 clinacién a la administracién del arbitraje. 4. Administracién y re- glamento aplicable. 1. ARBITRAJE AD Hoc VS. ARBITRAJE INSTITUCIONAL 5) 1.1. Introduccién Al igual que la derogada Ley Ne 26572, Ley General de Arbitraje, la nueva Ley de Arbitraje, Decreto Legislativo N° 1071, también se ocupa de esta tematica. En efecto, los articulos 5° y 6° de la Ley N° 26572 otorgaban, por un lado, facultades a las partes para acordar la intervencidn de terceros, incluidas instituciones arbitrales, en la decisién de cuestiones referi- das al tramite del arbitraje; y por otro lado, permitian a estas tiltimas —bajo la forma de personas juridicas— recibir el encargo de las par- tes alos efectos de la organizacién y desarrollo del arbitraje, pudiendo asi nombrar a los arbitros, establecer el procedimiento y demas reglas propias del proceso arbitral, conforme a sus Reglamentos. En tal senti- do, se consagraba la opcién por un arbitraje institucional, a menos que las partes se decanten por uno de tipo ad hoc. No obstante la regulacién precitada, considero que la norma ac- tual, no sdlo guarda equivalencias con aquélla disposicién, sino ade- més, tiene consigo otros conceptos y previsiones mas completas y cla- ras que analizaremos a continuacién a raiz del comentario del presen- te articulo. 1.2, Alcances del Arbitraje Institucional El arbitraje institucional es un tipo de arbitraje que tiene su rasgo distintivo en la intervencién de una institucién arbitral, especializada y con cardcter de permanencia, en el desarrollo del arbitraje. Son las partes quienes acuerdan en el convenio arbitral la participacién de di- cha institucién con el animo de facilitar las actuaciones propias y de Jos arbitros alo largo del proceso, principalmente, a través de la aplica- cin de las normas reguladoras de La institucidn arbitral, asi como de Jos medios fisicos y logisticos que ésta proporciona. Usualmente el arbitraje institucional ha sido denominado como ‘arbitraje administrado’, vocablo que presenta problemas dada las (150) Un desarrollo mas amplio de este tema puede verse en un trabajo del autor denominado “Arbitraje Institucional vs. Arbitraje Ad hoc: ;He abi el dilema?" En: Re- vista Peruana de Arbitraje, N° 1, Ediciones Magna, Lima, 2005, ps. 231/263. 76 Art.7° COMENTARIOS A LA Ley PERUANA DE ARBITRAJE caracterfsticas que denota. Al respecto, comparto la opinién de José Maria Roca Martinez cuando cuestiona dicho término por cuanto “{...] recoge un aspecto parcial de Ja actividad de la institucién arbitral, olvidando otros como la organizacién o el control del arbitraje, tan im- portantes como aquélla [...]” 050, Nétese que la intervencién de la institucién arbitral esta enfocada al apoyo e intermediacion en la relacién principal entre las partes y los Arbitros, asi como en la regulacién, por voluntad expresa o defecto de acuerdo de aquéllas, de situaciones diversas al interior del proceso. En tal sentido, en modo alguno puede tener injerencia en las aprecia- ciones de hecho y derecho que formulen los arbitros, mucho menos en sus resoluciones ni en el laudo arbitral, lo cual es concordante con Jos principios de la funcién arbitral, en especifico con aquél recogido en el numeral 2 del articulo 2° de la Ley de Arbitraje“*”, Como sefiala Roque Carvano “{,..] la cuestidn litigiosa especifica es resuelta por dr- bitros escogidos por las partes, sin la participacién directa de Ja enti- dad, quien se limita a dar apoyo a las partes y a los drbitros. Estos son quienes tienen personalmente la tarea de sustanciar y decidir el caso, sin que la entidad como tal tenga injerencia en ello” "™), Existe, por tanto, una relacién de confianza que depositan las par- tes en la institucidn arbitral para permitir, primero, su intervencidn en el arbitraje; y luego, el despliegue de todas sus actividades conducen- tes al desarrollo eficaz del mismo, que se extiende incluso en Ja rela- cién de la entidad con los arbitros. A decir de Bernardo CREMADES “En el funcionamiento real y practico del procedimiento arbitral tiene una misién importantisima la institucién arbitral, si las partes hubieran encomendado la administracién del arbitraje a una entidad que les merezca confianza. La labor fundamental de ésta consiste principal- mente en tutelar el desarrollo del procedimiento arbitral, para garan- tizar que los arbitros estén efectivamente cumpliendo la voluntad de Jas partes manifestada en el convenio arbitral” “, En consecuencia, el arbitraje institucional y la consiguiente inter- vencién del tercero —la entidad arbitral— se justifica porque las par- (151) Roca Martinez, José Maria. Arbitraje e Instituciones Arbitrales, J. M. Bosch Editor $.A., Bracelona, 1992, p. 174, (152) “Articulo 3°.- Principios y derechos de la funcién arbitral. [...] 2. El tribunal arbitral tiene plena independencia y no esta sometido a orden, disposicién o autoridad que menoscabe sus atribuciones |...” (153) Carvano, Roque, Negociacién, Conciliacién y Arbitraje, APENAC, Lima, 1998, p. 239. (154) CreMapxs, Bernardo Marfa, “Bl proceso arbitral en los negocios interna- cionales” En: Themis, Revista de Derecho, N° 11, Lima, 1988, p. 12. Diseosicionts GENERALES Axt.7° 77 tes, conscientes del caracter definitivo e inapelable del laudo arbitral, quieren llegar a éste premunidas de toda la seguridad y estabilidad po- sibles, tanto en el nivel administrativo, como organizative del proceso, y en e} eventual contro[ del comportamiento de los arbitros y de ellas mismas. Esto, sin menoscabar las responsabilidades y competencias que corresponden a los arbitros, sino por el contrario, coadyuvando a la eficacia del arbitraje a través de Ja participacién decidida y perma~ nente de una institucién arbitral. 1.3. Alcances del Arbitraje Ad hoc En contraposicién con las apreciaciones efectuadas acerca del ar- bitraje institucional, en el arbitraje ad hoc solamente se presentan las partes con los arbitros, prescindiendo del apoyo de terceros para la organizacién y administracién del arbitraje. No se involucra, por tanto, a ninguna instituci6n arbitral como facilitadora de las partes y drbitros para la resolucién de la controversia; siendo, en ese sentida, la admi- nistracién y organizacién aludidos de cargo de tales actores. Jorge O’FARRELL.“) describe dos formas de arbitraje ad hoc que nos parece pertinente mencionar: (i) el arbitraje ad hoc en sentido estricto, mediante el cual las partes establecen sus propias reglas procesales; y {ii) el arbitraje ad hoc en sentido amplio, por el que las partes se so- meten a un reglamento predeterminado, adecuando o sustituyendo disposiciones que supongan la intervencién de la institucién arbitral. En una u otra forma, siempre van a tener las partes, con la colabo- racién de los arbitros, las prerrogativas a efectos de llenar de contenido ej proceso arbitral; sea que opten por elaborar reglas ad hoe, es decir, espectficas para el caso concreto; 0 que, basandose en el reglamento de una institucién arbitral, elaboren una mixtura de normas destina- das a pautear el desarrollo del proceso arbitral, eliminando cualquier rezago de participacién de la institucién titular de dicho reglamento. Lo anterior, se ha identificado con el concepto de libertad 0 flexibi- lidad en el desarrollo del arbitraje, denominando por esa raz6n a este mecanismo como un “arbitraje libre” o “arbitraje flexible”; cuestién que, como trataremos mas adelante, puede ser cierta, pero na exclu- yente del arbitraje ad hoc, sino que también puede ser perfectamente aplicable al arbitraje institucional. Finalmente, acerca de la relacién de confianza que en el arbitraje institucional las partes depositan en la institucién arbitral, en el arbi- (155) O'ranren., Jorge, “Arbitraje internacional, solucién de futuro’ En: Revista Juridica Argentina La Ley, Tomy 1992-C, Buenos Aires, 1992, p. 804. 78 Art.7° COMENTARIOS ALA Ley PERUANA DE ARBITRAJE traje ad hoc esa confianza se traslada a los arbitros, quienes son pre- munidos de todas las competencias del caso para resolver el conflicto existente“), Por esta razon, algunos autores, mas que referirse a un ar- bitraje ad hoc, prefieren llamarlo arbitraje personalizado, en tanto son Jas personas naturales, en quienes recae la designacién de arbitros, las que asumirdn directamente la responsabilidad del arbitraje“. 1.4. Rasgos y Comparaciones a) Composicion del Tribunal Arbitral: Tradicionalmente, una diferencia gravitante establecida entre el arbitraje institucional y el arbitraje ad hoc se encontraba en la forma por la cual se iba a componer el Tribunal Arbitral. En efecto, bajo esa. Iinea de pensamiento, en tanto la designacién era hecha por las partes nos encontraébamos ante un arbitraje ad hoc, siendo que la misma de- signacién por parte de una institucién arbitral, derivada del encargo de las partes, suponia ubicarnos ante un arbitraje institucional), Consideramos errada dicha aseveracion por cuanto la forma de designacién directa de un Tribunal Arbitral, es decir, por nominacién. de las partes, no es exclusiva de un arbitraje de tipo ad hoc. El sustento es simple: el arbitraje —sea de tipo institucional o de tipo ad hoc— parte de un principio elemental, cual es la autonomia privada de la que gozan las partes para establecer el mecanismo arbi- tral que més les convenga para resolver sus controversias, sin recurrir (156) Algnnos autores apuntan a una obligacién “intuito personae” del arbitro, quien asume una obligacién personalisima y, por tanto, indelegable para resolver el conflicto. En tal sentido, se llega a decir que “[...] la resolucién de una controversia por parte de un arbitro es una obligacidn personalisima al consistir en una actividad intelectual en funcién de sus conocimientos, especialidad, experiencia, disponibili- dad, etc. Cuatidades todas ellas infumgibles que contribuyen al cardcter indelegable de las obligaciones intuitu personae del drbitro”. MUNN# CaTarINa, Frederic. La ad- ministracién del arbitraje: Instituciones arbitrales y procedimiento arbitral, Bd. Ara- zandi S.A., Navarra, 2002, p. 22. (157) Lonmany, Juan Guillermo, "El Arbitraje’: En: Biblioteca para leer el Cédi- go Civil, Volumen V, Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Catdlica del Pert, 1989. (158) Asi, “Distinguimos entre arbitraje institucional y arbittaje ad hoc por la for- ma reglada 0 convencional de designar y constituir al arbitro o al colegio arbitral, y por la forma de dar inicio a su intervencién. En el arbitraje ad hoc, las propias partes designan de forma directa 0 indirecta al arbitro, sin que existan reglas predetermina- das, mientras que en el arbitraje institucional las partes encomiendan a una institu- cién la designa o confirmacién del arbitro y la administracién del arbitraje, de acuer- do con un procedimiento preestablecido” MUNNE CATARINA, Frederic, op. ctt., p. 20. Dispostciones GENERALES Axt.7° 79 a la jurisdicci6n ordinaria. En tal sentido, las partes que celebran un convenio arbitral, bien pueden establecer en su clausula un sistema de composicién del Tribunal Arbitral delegado en una institucién arbi- tral, pero sin someterse a su administracion, estableciendo asf un arbi- traje ad hoc; o también, pueden acordar someterse a la organizacion y administraci6n del arbitraje por parte de una instituci6n, pero fijando un sistema de designacién directo del érgano arbitral. Lo acotado es concordante con el espiritu de la Ley de Arbitraje que proclama la libertad del procedimiento para el nombramiento del Tribunal Arbitral, siempre que se respete el principio de igualdad©™, Incluso, habiendo un sometimiento incondicional de las partes a un yeglamento arbitral, algunas instituciones arbitrales contemplan en sus normas procesales mecanismos directos a fin de que las partes compongan su Tribunal Arbitral, actuando tan sélo por defecto 0 falta de acuerdo de éstas para designar al drbitro®™. En suma, definir un tipo de arbitraje, como ad hoc o institucional, por la forma directa o delegada para designar a los arbitros, es abierta- mente equivocado, por cuanto, como hemos visto, en el arbitraje ins- titucional la designacién puede reservarse a las partes, ya sea porque as{lo contempla el convenio arbitral o las propias reglas procesales de Ja entidad a la que estan sometidas; en tanto, en un arbitraje ad hoc, es comun y Iicito que las partes encarguen a un tercero tal designacién, 0 bien ésta sea efectuada, a falta de acuerdo de las partes, por la Ca- mara de Comercio del lugar del arbitraje, opcién novedosa de la Ley de Arbitraje. b) Previsién normativa F arbitraje ad hoc empieza de “cero’, es decir, las partes que acuer- dan dirimir sus actuales 0 futuras controversias a través del arbitra- je, deben también definir las reglas procesales para llevarlo a cabo de una manera efectiva. En ese sentido, el convenio arbitral debe ser lo suficientemente amplio para regular distintas situaciones que se van a generar —o podrfan generarse— al inicio del arbitraje, durante su tramitacién, e incluso, luego de emitido el laudo arbitral. Esto exige de las partes dos cosas fundamentales: (i) una muy buena disposicién (159) “Articulo 23°.- Libertad de procedimiento de nombramiento, Sin perjuicio de lo dispuesto en los incisos dy e de este articulo, las partes podran acordar libremente el procedimiento para el nombramiento del arbitro tinico 0 de los Arbitros 0 someterse al procedimiento contenido en un reglamento arbitral, siempre que no se vulnere el principio de igualdad. [...]” (160) A modo de ejemplo, puede verse el articulo 26° de] Reglamento de Arbitra- je del Centro de Arbitraje de la Camara de Comercio de Lima. 80 Art. 7° COMENTARIOS ALA Ley PERUANA DE ARBITRAJE para negociar; y (ii) bastante conocimiento y experiencia en lo que se esta negociando. El arbitraje institucional es mas simple en ese aspecto, en vista que las partes, al someterse a los reglamentos de Ja institucién arbitral, implicitamente estén consintiendo que las cuestiones que ocurran 0 puedan ocurrir al interior del arbitraje, as{ como en la relacién entre ellas, o en su relacién con los arbitros 0 con la entidad arbitral, sean definidas por lo que la normativa de esta tiltima dispone; sin perjuicio que puedan precisax, eventualmente, ciertos pactos en contrario. Al respecto, Craic, PARK y PAULSSON ponen “el dedo en la Ilaga” cuando dicen “In practice, once litigation ensues, agreements for ad hoc arbitration have created adversity (and in some cases disaster) for the claimant. It is impossible to foresee and provide for all the procedural issues which may come up. In the case of institutional arbitration, such issues are handled by reference to a pre-established body of rules’, En efecto, el arbitraje ad hoc nos conduce a un grado de previsién normativa absoluto, lo cual es muy dificil de lograr, siendo, por el con- trario, un lugar propicio para que aparezcan las denominadas cldusu- las patolégicas, las que rara vez son eliminadas una vez que aparece el litigio 2, Por lo expuesto, las ventajas comparativas que trae el arbitraje ins- titucional sobre el arbitraje ad hoc relativas a la prevision normativa, son las siguientes: - Simplicidad: por cuanto las partes incorporan las reglas del pro- ceso a su cldusula arbitral. Como dice Carvano “el arbitraje insti- tucional simplifica la celebracién del acuerdo arbitral al disponer las partes de normas reglamentarias elaboradas por institucio- nes idéneas y experimentadas, plasmadas en modelos sencillos que permiten concluir un acuerdo arbitral de manera practica y rapida’"*, Justamente, estas clausulas modelo o clausulas tipo pertenecientes a las instituciones arbitrales, buscan sintetizar las cuestiones principales que debe haber en un convenio arbitral, sin que las partes requieran una sobre regulacién innecesaria y predispuesta al error. (161) Crae, Laurence and others. international Chamber of Commercial Arbi- tration. Second Edition. New York; ICC Publishing, 1990, p. 51. (162) CREMapEs, Bernardo Maria, “Espafta ante el arbitraje comercial interna- cional’ En: Estudios sobre arbitraje comercial internacional, Centro de Estudios Co- mereiales (CECO), Madrid, 1983, p. 38. (163) Carvano, Roque, “El arbitraje como modelo alternativo para la prestacion de fa justicia’ En: La Ley, N° 121. Buenos Aires, 1989, p. 1.

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