AÑO XIII – N° 47 – IX/2020

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y sede 147 c/ 12

En respuesta a Berni
El ministro Sergio Berni dijo “los derechos frente a la Quinta de Olivos y los numero-
humanos son puro blabla. Le ofrecí a ese sos casos de violencia institucional que la
sector al que no pertenezco que pusieran en involucran, incluido el de Facundo Castro”.
práctica todo lo que dicen sobre la Policía Por decisión del gobernador Axel Kici-
Bonaerense en Asuntos Internos. Ninguno llof, Berni firmó dos twits rectificatorios y
aceptó, porque hay que trabajar. Cualquiera se limitó a atacar al presidente del CELS,
en derechos humanos cobra cinco o seis veces Horacio Verbitsky, quien le respondió con
más, viaja por todos lados, empiezan a tra- una breve columna en
bajar al mediodía, se van a las 4 de la tarde, https://www.elcohetealaluna.com/psique/
whisky de por medio. Ninguno acostumbra a
estar a las 7 de la mañana trabajando”. Desde el EMVJ de Berazategui, hacemos
Los organismos (Abuelas, Madres, Hijos, nuestras las palabras de la Mesa de orga-
Familiares, el CELS, la Asamblea, la Liga, nismos de derechos humanos.
el Movimiento Ecuménico, la Fundación
Memoria Histórica y Social, los Familiares
de los 12 de la Santa Cruz, la APDH de La
Matanza y Comisión MVJ de Zona Norte)
repudiaron esas palabras “despectivas y es-
tigmatizantes, que ofenden nuestra historia y
lucha. Los Organismos, que desde hace más
de 40 años levantamos las banderas de Me-
moria, Verdad y Justicia y trabajamos por la
plena vigencia de los derechos humanos, de-
bemos señalar que sus dichos no pueden te-
ner lugar en un movimiento popular que ha
asumido tales banderas como pilares para el
sostenimiento de la democracia. Llamamos
al Ministro a ocuparse de los graves proble-
mas que atraviesan la provincia y el país.
Le recordamos, además, que la exposición
mediática no reemplaza a la gestión, y que
debería abocarse a atender las problemáticas
de su cartera, entre ellas la forma inaceptable
en la que la policía –bajo su mando– reclamó
El apriete policial en la tierra
de Facundo Astudillo Castro
Por Alberto Moya
Periodista de
El Cohete a La Luna
“
Estamos muy conformes con que
Berni haya tratado el tema de Ba-
hía Blanca de la forma que lo trató.
Berni está sosteniendo al personal
policial por el caso de Facundo
Castro, el fallecimiento de ese chico,
y la forma en que falleció, todavía
no está esclarecido. Berni no tomó
ninguna medida con el personal
policial porque no tiene pruebas y
me parece perfecto; lo bancamos
a muerte, y en eso nos sacamos el
sombrero con él”.
Estas declaraciones en vivo para el canal TN
corresponden a Luis Tonil, quien se presen-
tó como titular de una Defensoría Policial,
en medio de la algarada uniformada del
martes 8 en Adrogué.
No se refirió al “crimen” por asfixia sino al
“fallecimiento” de quien “falleció”. Solo.
Curiosa mirada la de Tonil quien en la pro-
testa de 2013 del Sindicato Policial de Bue-
nos Aires, se presentó como su “secretario
de Derechos Humanos”.
Ese SIPOBA, liderado por Nicolás Masi, es
una Asociación Civil con Legajo 238366 y
Matrícula 45526 que se presenta como “Or-
Boletín del EMVJ. 2 Nº 47 / Septiembre 2020.
“Alberto Moya, que siguió el caso (de Facundo)
desde el comienzo”, escribió Horacio Verbitsky
en su sitio ECall, es además un compañero del
EMVJB. Por eso le pedimos esta columna.
ganización Sindical de los Trabajadores Po-
liciales de la Provincia de Buenos Aires e in-
tegrante de la CTA”, con 14.700 seguidores
en la red Facebook. https://www.facebook.
com/sipoba
Parece que en materia de impunidad, no
hay conflictos internos.
La madre de todas las batallas
Esa mañana, Cristina Castro había declara-
do ante los dos nuevos fiscales que la Pro-
curación dispuso en la causa por la desapa-
rición de su hijo. Antes, había pedido que
no estuviera Ulpiano Martínez, cuestionado
por no avanzar en las causas de lesa huma-
nidad y considerado por la querella como
“el mejor abogado de los policías”.
Luego de cuatro horas, pudo terminar su
declaración, más tranquila. “Dije todo, me
quité un peso de encima”, definió. Por fin,
en el Poder Judicial, había hallado oídos
atentos en pos de hacer justicia, personas
que prestaran atención cuando relataba
haberse sentido hostigada por policías que
buscaban su desestabilización emocional.
Respecto de la jueza Gabriela Marrón os-
curo en su proceder, no fue necesario pedir
nada porque está apartada de momento ya
que tiene coronavirus, al igual que Aldo Ca-

Bahía Blanca, septiembre de 2020. Foto: Apepe Periodismo Móvil.
minada, el superintendente de la Policía de
Bahía Blanca (fotos al pie).
La magistrada había dado su interpretación
al cruce de mensajes entre los agentes impli-
cados: “Se advierte la intención de colaborar
con la pesquisa, el deseo de que aparezca o se
encuentre a la víctima, la preocupación por
verse involucrados y el enojo por las versio-
Jueza Marrón / Caminada
Boletín del EMVJ. 3 Nº 47 / Septiembre 2020.
Luis Tonil, en
defensa propia.
nes que los sindican en la prensa (…) Sosa,
al afirmar que ‘nadie sabe que fuimos noso-
tros’, se refería a que la prensa no conocía los
nombres de quienes labraron la infracción
por violación a la cuarentena”.
Lo afirmó en relación con los mensajes que
no fueron entregados por los efectivos o sus
jefes (que borraron más del 80% de sus au-
dios e imágenes), sino que fueron recupera-
dos mediante el sistema de análisis UFED.
Ahora, a partir de la conformación del nue-
vo equipo fiscal, la querella cifra sus ex-
pectativas en las peritajes de la Dirección
General de Investigaciones y Apoyo Tec-
nológico a la Investigación Penal (DATIP)
cuya intervención había sido solicitada por
la Comisión por la Memoria, querellante
institucional.
Vale la pena repasar lo recuperado hasta
ahora de los celulares de los policías...
Los teléfonos los carga el diablo
•Diálogo entre Mario Sosa y Siomara Flores (16 de junio)
Flores: ¿Qué sabés de lo tuyo, pudiste averiguar algo?
Sosa: Jajaja, vamos a ir todos presos, pero eso no lo dicen en ninguna parte.

•Comunicación entre Sosa y Jana Curuhinca (3 de julio)

Ella le envió un link a una nota acerca de la desaparición de “As-
tudillo” y un audio de su jefe, quien sugiere quedarse tranquila
ya que hicieron bien su trabajo y nada los puede señalar como
autores de una desaparición forzada:
“El fiscal Dimas dice que el federal nunca le pidió la causa ni le
avisó nada, no te preocupes porque está todo muy bien hecho y
no nos va a traer problemas ni a vos ni a Grillo (Fernando Grillo-
ni de la seccional 2ª de Pedro Luro) ni a Sosa ni a nadie (...) acá
no ha pasado nada por el estilo, gracias a dios puedo decir que
Sosa cierro los ojos y se con quién estoy laburando”.
Curuhinca está preocupada porque los desafecten,
pero Sosa responde:
-“No creo, que se dejen de joder”.
Curuhinca insiste:
“Sí, por eso, pero como dice que tres testigos vieron como lo subía-
mos al patrullero en Burato y lo llevábamos eh y como lo hostiga-
mos y toda esa cosa digo bue (...) yo preguntaba para no venirme
ver el sogazo de golpe, estar alerta aunque sea para tomarme unas
vacaciones jaja”.
Sosa: “Tendríamos que pedir las declaraciones por las horas y fe-
chas, ja, porque yo ahora ni me acuerdo”.
Curuhinca: “Sí, tenés razón, por si tenemos que declarar en Mé-
danos. Nos salvamos de hacer operativo para buscarlo porque no
podemos estar en contacto con la investigación”. Curuhinca

•Chat del 5 de julio en que un número agendado como Contra Alee

Alee le comenta a Curuhinca que ella y Sosa fueron mencionados en la
prensa.
Curuhinca: “Sii, el hijo de puta de Peretto nos conoce, nos dio clases en la
escuela. (…) Qué vergas que son”.
Peretto es Luciano, uno de los dos letrados de Castro.

Boletín del EMVJ. 4 Nº 47 / Septiembre 2020.

 EL SEÑOR DE LOS HUESOS
El otro abogado, Leandro Aparicio, se refi-
rió a la aparición de más huesos humanos
en la costa donde se encontró a Facundo. En
su opinión, las fotos exclusivas que publiqué
en El Cohete a la Luna podrían correspon-
der a “al menos dos cadáveres” en lo que a su
juicio sería “un cementerio clandestino de la
policía bonaerense”.
Hay versiones respecto de que podría tra-
tarse de un par de navegantes perdidos en
2011, pero ya se sabe cuan interesadas han
sido las versiones en éste y otros casos.
Al respecto del cuerpo de Facundo, dio su
testimonio Sergio Paredes, que no es pesca-
dor sino trabajador portuario. Declaró que
vio luces de tres o cuatro vehículos el 11 de
agosto, cuatro días antes del sábado en que
“Estos huesos humanos no son de Facundo”, pero no se avanzó en su identificación.
Boletín del EMVJ. 5 Nº 47 / Septiembre 2020.
fue anunciado el hallazgo.
Si hay registro de que un patrullero se des-
plazó hasta el cangrejal el 8 de mayo, y tres
meses después hubo otros desplazamientos
vehiculares, eso podría explicar que el cuer-
po estuviese semienterrado y esqueletizado
mientras que la zapatilla parecía recién de-
positada. Persistió la duda acerca de la mo-
chila, de la que en un primer momento el
ministro Sergio Berni creyó que había sido
encontrada, algo que incluso fue publicado
por la prensa local, lo que llevó a la madre
de Facundo a pedir “que Berni y el periodis-
ta Germán Sasso me digan dónde está”.
Será hallada recién el 12 de septiembre, con
un par de celulares adentro. Todo irá a pe-
ritaje.
Tres aprietes de la Bonaerense
La Policía de la Provincia está apartada del caso. Igual, intentan intimidar con una carta
documento y con patrulleros en las casas de abogados y del hermano de la ex novia de FAC.

harina, etc.) que me traen dos profesionales

desde Bahía Blanca. Es raro, porque nunca
viví así, tan limitado. (…) En estos días de
huelga policial parece que hubo menos mó-
Foto del viles por la zona de mi casa”, dijo a mitad de
martes camino entre el reclamo y la ironía.
Por fin, pudo declarar ante el Poder Judicial:
18 de agosto “El policía Sosa es el que me apretó para que
a las 11.30 mintiera”. Marcelo se refería a uno de los úl-
timos policías que retuvo a Facundo, a quien
pudo reconocer por la foto que FM De La
El hermano de la ex novia de FAC, Marcelo Calle consiguió para su documental, la que
Gómez, en diálogo telefónico, me confirmó por primera vez fuera publicada en Buenos
que se mantiene escondido fuera de su casa, Aires desde mi columna de El Cohete. Ese
sin poder trabajar, aunque con asistencia fue uno de los policías que lo presionó para
económica y material del Estado nacional, que sembrara la pista de un crimen narco;
tanto para su mudanza como para los ví- junto con Pedro Grilloni, titular de la sub-
veres diarios: “Uso la plata para mínimas comisaría en Luro, a quien también reco-
compras de comida fresca, la que no viene noció. El apriete se dio en el destacamento
en los bolsones de mercadería seca (leche, de Buratovich. Marcelo también identificó
azúcar, yerba, aceite, fideos, puré de tomate, a Jana Curuhinca, quien “caminaba en el
pasillo, nerviosa, preocupada y me observa-
ba muchísimo. Estuve 15 minutos sentado,
iba y venía todo el tiempo. Me parecía rara
la actitud por cómo se comportan los po-
licías”. Según Marcelo, también fue Sosa el
policía que lo regresó hasta su casa con la
amenaza de que iba a revisársela, aun cuan-
do no tenía orden de allanamiento, lo que se
vio frustrado porque, cuando llegaron a su
hogar, había muchos familiares.

Luciano Peretto: Qué lindo amanecer con

un patrullero Bonaerense en la entrada de
tu casa. Sacaron cero en el arte disimular.
Foto del domingo 20 de septiembre.

Boletín del EMVJ. 6 Nº 47 / Septiembre 2020.

Leandro Aparicio: No quisiera terminar en
un cementerio clandestino de la bonaeren-
se acompañada de cadáveres sin identificar
como Facundo. Ni ser empalado como Na-
talia Mellman, ni asesinado y desaparecido
por negarse a robar como Luciano Arruga
ni desaparecido en una comisaria como Mi-
guel Bru. Ni que les pase nada a sus familia-
res queridos. Pero en el último lugar en el
que les podría temer sería en este contexto.

Boletín del EMVJ. 7 Nº 47 / Septiembre 2020.

Rey de Reyes
El del subteniente Saúl Reyes, asesi-
nado en Luro, es otro crimen impune.

El espíritu de cuerpo es selectivo y deja afuera a

quienes no se reconocen como tal. En voz baja
reconocen que, cuando se comparten negocios
jugosos, se acalla a los disidentes a como dé
lugar. Y en voz más baja aún, dan nombres e
historias de purgas internas. Esta es una:

En la noche del último domingo de mayo de

2012, el subteniente Saúl Reyes, de 43 años,
concurrió con su patrullero al balneario de La
Salada, en Luro. Había sido avisado de que “en
uno de los muelles había un borracho”, según
informara Darío Bruno, por entonces subse-
cretario de Seguridad de Villarino (distrito Avanzada la protesta azul, el
contiguo a Bahía), donde viviera Facundo. jueves 10, la mamá de Facundo,
El cuerpo de Reyes fue encontrado en la calle, Cristina Castro posteó:

“
con dos tiros en la nuca y tres en el cuerpo ro-
deado de ocho vainas, sin su arma reglamen-
taria ni el patrullero, que sería abandonado en
una zona rural, informó el comisario mayor
Gustavo Maldonado, jefe de la Departamental
Bahía Blanca.
La viuda, Liliana Nauto, agradeció la comu-
nicación en torno a su caso, del que pasaron
ocho años “sin saber nada” en una causa que
“pasó de las manos del fiscal Cristian Long a
la de Mauricio Del Cero y después a otro más
pero… sin resultados”, resumió vía telefónica
desde Luro.
Quienes sospechan que su muerte haya sido
a manos de otros policías aportan un último
dato llamativo que se corrobora en los partes
diarios de la época: El llamado que mandó a
Reyes a su último destino, aquella noche fría,
no había sido al 911, sino a su teléfono celular.
No podemos andar explicando
que odiamos a la policía como
institución y no al policía que
se llama Juan que seguro es
padre de familia y con valores.
Odiamos a los corruptos, a los
que tranzan con delincuentes
y hacen desaparecer personas
con total impunidad. A los
que manejan la prostitución,
los que están en el negocio de
la droga y los que detienen por
portación de cara. Se repudia
a la institución que debería lu-
char por una sociedad más se-
gura y que día a día transmite
menos seguridad”.

Boletín del EMVJ. 8 Nº 47 / Septiembre 2020.

En Berazategui
Los policías reclamaron por su sueldo en el
Paseo de la Memoria. Parece una paradoja
que hayan elegido la plaza de los derechos hu-
manos para exigir lo suyo, lo cual subraya la
importancia de ambos reclamos históricos.
Un grupo de enfermeras se sumó a la movida,
como se aprecia en el video subido a
http://centroinformativoberazategui.com.ar/
sigue-la-policia-amotinada-en-el-cruce/
Días después, otra policía fue a la manifesta-
ción de ellas, pero con un fin muy distinto:

“
Los trabajadores de la salud reclaman-
do justamente su lugar de esenciales en
la sociedad y no de administrativos que
les dio la ciudad con mas dinero del
país. Los escudos llenos de su sangre,
de sangre de mujer en este caso, son el
escudo del odio, del poder de pocos que
se separa del dolor de muchos.
Nicolás Avendaño

Boletín del EMVJ. 9 Nº 47 / Septiembre 2020.

4300 hectáreas tomadas y
Por Juan Carlos Travela
Lic. en Comercio Inter-
nacional y candidato a
Doctor en Desarrollo
Económico (UNQ).
@TravelaJuan
La toma de tierras es noticia: La Plata, La
Matanza, Tres de Febrero, Merlo, José C.
Paz, Partido de La Costa, Mar del Plata,
Villa Gesell, Moreno, Presidente Perón,
Malvinas Argentinas, Quilmes, Avellaneda,
Pilar, Tigre, Cañuelas, Varela, Bahía Blanca,
San Martín, Brown, Lanús, Ezeiza, Hurlin-
gham, Ituzaingó, Zárate, Junín, San Fernan-
do son algunos de los partidos bonaerenses
donde 4300 hectáreas son afectadas. En
menor escala, se repite en Río Negro. Sin
embargo, para sorpresa de operadores me-
diáticos escandalizados por la fragilidad de
la propiedad privada, esta situación ha sido
una constante a lo largo de nuestra historia.
Las últimas dos décadas, más allá del relati-
vo buen pasar económico en gran parte de
este periodo, han sido testigo del nacimien-
to del 45% de las villas y asentamientos
informales de nuestro país, según pudo re-
levar el Registro Nacional de Barrios Popu-
lares. Los primeros asentamientos datan de
la década del 30, a raíz del crack del 29 y la
explosión urbana de las décadas siguientes.
Meter a todos presos, como sugiere el mi-
nistro Berni, y pasar por encima una to-
padora es la postura de un sector que des-
conoce que ya se ha hecho y el problema
reaparece. La población demanda un lugar
Boletín del EMVJ. 10 Nº 47 / Septiembre 2020.
digno de habitar.
Durante la dictadura, se erradicaron 17 vi-
llas de emergencia y se redujo su población
en la Ciudad de Buenos Aires en 94%.
Avanzaban las topadoras y las familias eran
trasladadas en camiones afuera del territo-
rio porteño. Sin embargo, volvieron a repo-
blar, lo que demuestra, más allá de la cruel-
dad, la ineficacia de esa forma de abordar el
problema, teniendo en cuenta que ni el pe-
riodo de bonanza económica del siglo XXI
pudo transformar esta característica.
Lo mismo sucede en Latinoamérica: más
allá de los buenos indicadores económicos
en muchos aspectos, la población en asen-
tamientos informales persiste arriba de 100
millones, privadas de vivienda digna y ser-
vicios básicos según la Comisión Económi-
ca para América Latina y el Caribe.
La Nueva Agenda Urbana, la Agenda 2030
de Desarrollo Sostenible y todos los órga-
nos de Naciones Unidas donde abordan el
tema y expresan deseos de resolverlo, son
inocuos frente la forma hegemónica de
construir la ciudad, los intereses de los ac-
tores con mayor injerencia en el territorio y
una concepción donde no debe existir pla-
nificación y donde priman intereses de una
minoría de altos recursos.
La solución pasa por una gestión diferente
de la tierra pública y la ociosa.
Varias organizaciones visibilizan este pro-
blema y piden una ley de acceso a la tierra.
Ejemplo de ello es la Unión de Trabajadores
de la Tierra. Zulma Molloja (UTT) afirmó
en una manifestación el 21 de agosto en
Plaza de Mayo, que “con un 35% de lo que
sin ley de acceso a la tierra
Macri le prestó sólo en un mes a Vicentín,
el Estado puede generar un fondo de crédi-
to para dar tierras para producir y vivienda
digna a mil familias por mes”.
Se puede destacar el Plan San Martín de
desarrollo humano integral, propuesto por
movimientos sociales, para repoblar Ar-
gentina, a través de nuevas ciudades, pue-
blos jóvenes, comunidades rurales organi-
zadas y cinturones hortícolas protegidos, a
partir de un loteo de tierras con servicios,
entregadas a pagar en años y con precio
subsidiado por el Estado.
Algunas experiencias prometedoras de-
mandan mayor celeridad y difusión.
En Tapalqué, el Estado nacional, provin-
cial y municipal trabaja en conjunto con la
UTT para poner en marcha colonias agro-
ecológicas en la zona rural. La idea es que
Boletín del EMVJ. 11 Nº 47 / Septiembre 2020.
pueda producir las verduras que consume,
sin usar agroquímicos y con familias trasla-
dadas desde F. Varela para que puedan ac-
ceder a la tierra.
Es necesario abandonar esas falsas solucio-
nes que no hacen más que profundizar la
disgregación social del país, patear el pro-
blema hacia adelante y privar de un dere-
cho humano elemental, como es el dispo-
ner de un lugar digno para vivir, a un gran
número de habitantes. El accionar del Esta-
do es fundamental para regular el mercado
inmobiliario y la forma de construir la ciu-
dad, para gravar la vivienda ociosa, y para
organizar y administrar el otorgamiento de
tierra. Esto, además, permitirá impedir que
algunos hagan negocios privados a partir
de la utilización de una necesidad básica
insatisfecha de la población.
Es momento de cambiar de estrategia.
ACERCA DE LAS TOMAS
Por María Maneiro Santiago Nardin
Investigadora Conicet/ Magister -UNGS- en
Instituto de Investigación Estudios Urbanos
“Gino Germani”, docente en la Facultad
Facultad de de Ciencias Sociales
Ciencias Sociales -UBA- -UBA-

Ante las noticias sobre tomas de tierras en el
conurbano y la periferia de la capital provin-
cial, más allá del tratamiento estigmatizan-
te y las exigencias punitivistas, nos pregun-
tamos por la magnitud y novedad de estas
ocupaciones que revelan viejos problemas
irresueltos y sugerimos itinerarios de acción
acorde a derechos.
Loteo popular, mercado informal
y ocupaciones directas
El hábitat popular en la Región Metropo-
litana de Buenos Aires (RMBA) –abarca la
Ciudad de Buenos Aires y 40 municipios
que la rodean, incluso la capital provincial–
condensa itinerarios de apropiación dife-
rentes. Si bien la compra de terrenos por
loteos fue la forma más extendida, muchas
fracciones quedaron excluidas de ese for-
mato. Así, se instituyó una larga historia de
organización, que constituye una respuesta
frente a la imposibilidad de acceder al mer-
cado inmobiliario formal y a la inconstan-
cia de las políticas públicas de vivienda.
En este marco, se desarrollaron desde la dé-
cada de 1960 diversas estrategias individua-
les y colectivas de producción del hábitat en
el contexto de la informalidad: loteos pira-

La Matanza

Barrios populares por década de ocupación y distribución por cordones. RMBA

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de RENABAP y Techo.
N= Barrios con datos de fecha de creación.
(La Matanza se consigna separada por extenderse en los diversos cordones).

Boletín del EMVJ. 12 Nº 47 / Septiembre 2020.

DE TIERRAS EN PANDEMIA
tas –fraccionamientos en tierras realizados
por personas que no poseen la titularidad
y la comercializan a compradores de buena
fe– y ocupaciones directas con diverso nivel
de organización. Esas ocupaciones fueron
promovidas por movimientos sociales, po-
líticos o religiosos, en esta interacción entre
la necesidad, la experiencia organizacional
popular y la inscripción institucional.
Si los loteos piratas y las ocupaciones or-
ganizadas son modalidades polares, entre
ellas se ubican múltiples variantes que arti-
culan elementos de ambas.
A partir de la década de 1990, las estrategias
del acceso al hábitat por parte de las clases
populares en el GBA se vieron enfrenta-
das a nuevos desafíos: el agotamiento de la
Boletín del EMVJ. 13 Nº 47 / Septiembre 2020.
tierra disponible, sobre todo en el primer
cordón, –como resultado del aumento de la
población y el desarrollo de las urbaniza-
ciones cerradas–, una transformación en la
forma de intervención estatal en los terri-
torios, la privatización de los servicios pú-
blicos, una política penal más severa hacia
las ocupaciones, y el enorme deterioro del
salario y el aumento de la desocupación.
En la década posterior, una política pública
de construcción de viviendas aún insufi-
ciente pero muy relevante, junto con la re-
composición parcial del salario real y una
caída sensible del desempleo podrían haber
resultado en una nueva alquimia para el
problema del hábitat, sin embargo encontró
un límite en el aumento del valor del suelo.
ACERCA DE LAS TOMAS
El constante aumento de la población pre-
sionó sobre los asentamientos consolida-
dos, donde se desarrollaron procesos de
subdivisión de los terrenos; estos tendieron
hacia la consolidación de nichos de hacina-
miento; la sobreposición de mayores tasas
de hacinamiento y barrios populares puede
verse en este Mapa:

Boletín del EMVJ. 14 Nº 47 / Septiembre 2020.

DE TIERRAS EN PANDEMIA
En este contexto, un nuevo ciclo de ocu-
paciones tuvo fuerza para finales de la pri-
mera década de este siglo. Las nuevas ocu-
paciones se asentaron en terrenos cada vez
más degradados; en general, cercanos a los
arroyos muy contaminados y expuestos a
graves riesgos ambientales.
“El aumento en la precarización de las ins-
cripciones laborales, las dificultades dine-
rarias de la población y la incapacidad de
previsión económica de mediano plazo se
vincularon con nuevas formas de violencia,
disputas por el control de los territorios y
debilitamiento de las redes comunitarias
previas”.
A su vez, en estos ámbitos con escasa ca-
pacidad de regulación estatal, se fueron
desarrollando modalidades de alquiler in-
formal. Estas formas de habitabilidad afec-
taron las dinámicas de sociabilidad, promo-
viendo mayores movilidades y se ligaron a
peores condiciones de negociación para los
inquilinos que poseyeron escasa capacidad
de defensa de sus derechos.
Una política regresiva se conjugó con nue-
vas dificultades para el acceso al hábitat
durante los últimos años. El aumento en la
precarización de las inscripciones laborales,
las dificultades dinerarias de la población y
la incapacidad de previsión económica de
mediano plazo se vincularon con nuevas
formas de violencia, disputas por el control
de los territorios y debilitamiento de las re-
des comunitarias previas. Más violentados
y con menores instancias de protección, los
Boletín del EMVJ. 15 Nº 47 / Septiembre 2020.
habitantes de los barrios populares se en-
cuentran en múltiples situaciones cotidia-
nas de riesgos y precariedad.
Las tomas en la Región Metropolitana du-
rante la pandemia
Desde comienzos de julio se registran cada
vez más noticias sobre tomas de tierras en
el Gran Buenos Aires y en La Plata; muchas
citan como fuente un informe del Ministe-
rio de Seguridad de la Provincia. Según este
informe, en lo que va del año, se registraron
140 intentos de ocupaciones –“usurpacio-
nes” le llaman–.
En el tratamiento mediático se asocia de
manera explícita las tomas con crecientes
episodios de inseguridad y remarcan la in-
capacidad del gobierno para contener estas
situaciones; a mitad de camino entre lo de-
lictivo y la crisis económica que provocó la
pandemia, las notas reponen la voz de al-
gunos intendentes y del ministro de Segu-
ridad Sergio Berni que reclaman interven-
ciones más punitivas.
La información que se brinda sobre las ocu-
paciones, sin embargo, es escasa y confusa.
Las noticias dan cuenta de una treintena de
intentos de tomas en La Plata y repasan la
masiva ocupación que se desarrolla en el
Municipio de Presidente Perón. Hay men-
ciones menos detalladas sobre ocupaciones
en Quilmes, La Matanza, José C. Paz, Mo-
reno, Varela, San Martín, Merlo…
Desde que comenzaron las medidas de ais-
lamiento como respuesta a la pandemia, se
registraron nuevas tomas; la incapacidad
ACERCA DE LAS TOMAS
de regulación de los desalojos en los víncu-
los informales y la escasez de dinero está en
el centro de la cuestión aunque no explica
todo el fenómeno.
En una primera aproximación sistemática
a estos episodios que realizamos a través de
entrevistas a referentes de organizaciones
y funcionarios de gobierno, identificamos
dinámicas que iluminan aspectos invisibi-
lizados en el tratamiento que dio la prensa.
Algunas de las “tomas nuevas” –que inclu-
yen la ocupación directa o alguna forma
de loteo irregular– refieren a casos de hace
hace más de un año. El conflicto en el límite
entre José C. Paz y Moreno, alrededor de un
plan de viviendas inconcluso –denominado
“300 casitas”– se remonta, por lo menos, a
mediados de 2018.
En segundo lugar, las únicas referencias a la
intervención estatal refieren a la represión
–o su ausencia, en cuyo caso, se la recla-
ma–. La Policía bonaerense y otras fuerzas
–de acuerdo a diversas fuentes periodísti-
cas– intimidan, amedrentan y protagoni-
zan desalojos violentos en numerosos epi-
sodios en La Plata, P. Perón y San Martín.
“En las ocupaciones de tierras que se pro-
ducen en la Región Metropolitana de Bue-
nos Aires, desde hace más de tres décadas,
es posible reconocer una diversidad de ac-
tores, con lógicas organizativas y propósi-
tos muy diversos y hasta en abierta contra-
dicción”
Otras iniciativas estatales se han puesto en
marcha para abordar los conflictos habi-
tacionales desde una perspectiva no puni-
tiva, entre las que se encuentra el Plan de
Urbanización del predio de Los Hornos
promovido por la Subsecretaría de Hábitat
provincial. La actuación del Defensor del
Pueblo de la Provincia constituye una mo-
dalidad activa, participativa y en pos de la
resolución de los conflictos a tono con una
modalidad de intervención estatal acorde a
derechos.
Las noticias tienden a centrarse en la pre-
sencia de loteadores y operaciones mer-
cantiles informales como la única forma de
organización de los asentamientos, y ello
conduce a una fuerte deslegitimación de
las demandas habitacionales. En las ocupa-
ciones de tierras que se producen en la Re-
gión Metropolitana, desde hace más de tres
décadas, es posible reconocer una diversi-
dad de actores, con lógicas organizativas y
propósitos muy diversos y hasta en abierta
contradicción.
Si bien existen loteadores que fraccionan
tierra cuya titularidad no poseen y redes
ligadas a ciertas actividades delictivas que
cuentan con algún tipo de complicidad con
las fuerzas de seguridad, también existen
una densa red de organizaciones sociales,
políticas y religiosas que promueven pro-
yectos habitacionales y que son la principal
red de contención contra especuladores y

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Boletín del EMVJ. 16 Nº 47 / Septiembre 2020.

DE TIERRAS EN PANDEMIA
loteadores. En las ocupaciones, en especial ducir conocimiento sobre las dinámicas
las que comprenden grandes extensiones de que caracterizan a estos procesos –las ca-
tierras, es posible reconocer la existencia de racterísticas de la población que ocupa, el
estos múltiples entramados; el fomento de tipo de entramados organizativos involu-
la capacidad organizativa de las entidades crados y las lógicas que ponen en juego, las
territoriales es uno de los aspectos centrales relaciones que establecen con los poderes
para reconstruir otras relaciones de poder y públicos, entre otros–, y con ello, aportar al
de solidaridad en los barrios populares. desarrollo de iniciativas que contrarresten
Cuando se denuncia la existencia de prácti- el tratamiento estigmatizante que predomi-
cas mercantilizadoras, en realidad, se hace na en el abordaje mediático hegemónico.
referencia a un sinfín de actividades de na- “El derecho al hábitat es una deuda de la de-
turaleza muy diversa: desde especuladores mocracia, la producción de conocimiento
especializados en la comercialización de de calidad sobre este problema es un desa-
tierra informal, hasta ocupantes que pactan fío de quienes nos dedicamos a su estudio”.
un pago para que un familiar cuide el lote
en el caso de que aquellos no puedan ha-
cerlo. Este universo de prácticas responde
a dinámicas y actores heterogéneos. Dife-
renciar formas de ejercicio de la economía
de subsistencia, de las relevantes pero aco-
tadas modalidades de mercantilización am-
pliada, es un aspecto nodal para salir de la
confusión acerca de las dinámicas barriales.
Estamos ante un caleidoscopio que contie-
ne ocupaciones pre-existentes que experi-
mentan un crecimiento más acelerado; ante
intentos fallidos de ocupación que son re-
primidos y tratados de forma punitiva; es-
tamos ante tomas, algunas pequeñas y otras
muy masivas. Las noticias aluden sólo a la
presencia de transacciones mercantiles y a
tramas de ilegalidad, desconociendo –de
manera intencional– la enorme heteroge-
neidad de actores que confluyen –de mane-
ra conflictiva– en las ocupaciones.
Sistematizar la situación de las tomas de
tierras en la Región Metropolitana a partir
a de diversas fuentes nos conducen a pro-

Boletín del EMVJ. 17 Nº 47 / Septiembre 2020.

 LA NOCHE DE LOS LAPICES
A 44 años
En este septiembre se cum-
plen 44 años de “La noche de
los lápices”, una de las tantas
“noches” trágicas de la histo-
ria de las dictaduras argenti-
nas, como “la de los bastones
largos” o “la de las corbatas”;
pero ninguna como ésta, que
se conmemora cada 16 de se-
tiembre, por lo que representó
como imagen de la impunidad
de “todas” las fuerzas de se-
guridad. “La represión ilegal
–comandada por el jefe de la
Policía Bonaerense, coronel
Ramón Camps, secundado
por el comisario Miguel Et-
checolatz– hacía estragos en la
capital de la provincia; uno de
sus focos eran los estudiantes
universitarios y secundarios
de la ciudad”, como refiere un
trabajo de Clacso. Qué puede
decirse que ya no se hubie-
ra dicho de las 10 víctimas,
(cuatro sobrevivieron) apenas
adolescentes, que fueran se-
cuestradas y, en un macabro
peregrinar, trasladadas en una
irregular sucesión, a diferen-
tes Centros Clandestinos de
Detención y Exterminio como
Arana, Pozo de Banfield, Pozo
de Quilmes, Jefatura de Policía
de la Provincia y las Comisarías
5ª, 8ª y 9ª de La Plata; 3ª de Va-
lentín Alsina y el Polígono de
Tiro de la Jefatura de la Provin-
cia. Apenas adolescentes, con-
fundidos con niños (“Cuando
la vieron, los secuestradores
se desconcertaron, no podían
creer que era ella a quién ha-
bían ido a buscar. Emilce les
pareció una nena”). Me vieron
tan chiquita, en piyama, tan pe-
queñita, que uno dijo: ‘Esta es
muy chiquita’ y casi se llevan a
mi hermana”, recuerda Emilce
Moler); apenas adolescentes,
pero con ganas de cambiar el
mundo, de hacerlo más justo,
más solidario, militantes de sus
ideales. Fueron secuestrados
porque participaban de la lucha
por un boleto estudiantil en la
ciudad –esas movilizaciones se
habían realizado un año antes,

Berazategui tuvo su Noche de los Lápices el 24 de mayo del ‘77,

cuando se llevaron de su domicilio a Carlos Blanco, y tres días
después a Alejandro Estigarría y a Carlos San Martín, del Instituto
Politécnico. Militantes comprometidos con los ideales libertarios.

Boletín del EMVJ. 18 Nº 47 / Septiembre 2020.

durante el gobierno de Isabel Perón– pero
estaban “marcados” por la dictadura como
“delincuentes subversivos” por sus mili-
tancias, que variaba entre la UES (Unión
de Estudiantes Secundarios), encuadrada
en el peronismo de izquierda y la Juventud
Guevarista (rama del PRT) de tendencia
marxista-leninista. Emilce, Pablo, Gustavo
y Patricia pudieron rehacer sus vidas, con
mayor o menor compromiso, pero con los
ideales intactos. Muchos alumnos de se-
cundarias de la ciudad, como el Nacional,
el Liceo Víctor Mercante y la Escuela de Be-
llas Artes, corrieron igual pesadilla.
Hoy, a 44 años, la memoria nos permite
Boletín del EMVJ. 19 Nº 47 / Septiembre 2020.
afirmar que “los lápices siguen escribiendo”
Emilce Moler es profesora de matemáti-
ca, máster en Epistemología y doctora en
Bioingeniería. Hace 43 años soñaba termi-
nar el secundario y entrar en la Universi-
dad, pero esa noche iniciaría un calvario
que duraría tres años y que le cambiaría la
vida para siempre. ¡No la derrotaron!!!
Emilce sigue considerándose una militante
política y cada 16 de septiembre, vuelve a
La Plata a participar de las actividades en
memoria de La Noche de los Lápices para
hablar con pibes y pibas de colegios platen-
ses que tienen la edad que ella tenía cuando
fue secuestrada.