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pueden aclarar la situacién que tenia la capilla en 1486!°3, El testador expres6 su deseo de ser enterrado en la Catedral en la capilla de San Miguel, que es del obispo, mi sefior, donde ya estaba su madre, Isabel Arias, razén por la que en dicho texto pudiera pensarse que se desliza un error al mencionar una alfombra verde que Diego habia tomado con giertas armas, las de Ia capilla de mi sefiora; la explicacién puede estar en que se refiera a una capilla en la casa de su madre © que personalice la erigida por el obispo en la catedral en beneficio de la rama familiar de Isabel, madre del protonotario; el clérigo Diego Arias expresé su deseo de que solo fuese sefialada su sepultura con una laude, como la de su madre, y encima se dispusiera una alfombra. Fundé una capellania perpetua en la que se rezaria por las almas de sus padres, la suya, la del obispo y por todas las personas de mi linaje descendientes, asi como una memoria anual por sus padres, tio y él mismo; pero, en primer lugar, afiade que la dicha capellania era revocable a voluntad del dean y cabildo, a los cuales nombra patrones de ella, y, en segundo, no menciona nunca que ninguno de sus hermanos ni descendientes fuera a ser enterrado alli, con lo que, teniendo en cuenta que establece una vinculacién de sus bienes para que correspondiera a un hijo que no fuese el mayor de su hermano Juan Arias (en ese ‘momento conocido como Juan de la Hoz por ser el heredero de Gémez Gonzalez de la Hoz), no se le debe suponer una voluntad de tomar la capilla del obispo como una nueva capilla familiar de la rama de Isabel Arias de Avila, de la cual, por otra parte, todos sus hijos llevaron el apellido Arias de Avila, salvo el heredero del grueso de los bienes de la Hoz. Por otro lado, en ese mismo afio de 1486 se pensaba en la ciudad que Elvira estaba enterrada alli, en La Merced!94. Con el paso del tiempo se aprecia un desinterés por parte de don Julai Arias por la capilla que ni siquiera fue mencionada en su testamento, aunque pudo influir que la Catedral se convirtié en un escenario de luchas entre los simbolos del poder civil, personificado en los Cabrera, y el religioso, en el propio don Juan Arias, ¢ indudablemente tuvo que ser muy importante el peligro que supuso el proceso inquisitorial. Ademas hay que tener en cuenta que tampoco el heredero del prelado, Pedro Arias de Avila, futuro gobernador en América, la presté ninguna atencién cuando a principios del siglo XVI establecié con el cabildo los acuerdos sobre la conmemoracién de los aniversarios de su tio'%25; recordemos igualmente que no la utilizé como capilla sepulcral, lo que quiere decir que no la heredé junto a los otros bienes percibidos del obispo. Algunos afios mis tarde J. de Pantigoso en su Memorial menciona a don Juan Arias varias veces y escribe: cuyo cuerpo se truxo de Roma do fallecio e esta sepultado iunto al altar del 19234.C.Sg., G-35, 1486, diciembre, 6. Segovia, testamento del protonotario y A.H.P.Sg., J-4259, fols. 62-6, memorial de dicho sefior. 1924CARRETE PARRONDO, C., Proceso inquisitorial, (46), 1486, marzo, 11, segin Leonor la Camanona. 1925A.C.Sg,, Liber ecclesiae, 1506, enero, 14. Segovia. 516

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