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EPISTOLANA.

SE ME LLENO LA LUNA PENSANDO SI CADA 11 DE MARZO PODRIA ESCRIBIRTE


LA TINTA ME EMBARGA HASTA EL AGONIZANTE RECUERDO DEL NUNCA
VOLVISTE,
MIS LETRAS TOPAN TU PUERTA, AUNQUE YA NO LAS LEISTE
nunca esquivo el grito que refuta: ya la perdiste.
Te recuerdo, al borde del rio en un beso frustrado,
fue tan complice, ese atardecer anaranjado,
anclado a los sonidos enmudecidos de un NO, QUE TE HA PASADO?
No me detuve hasta aquel beso a dos dedos, con un caramelo robado,
era un campo de futbol, se que no lo has olvidado.
Tu vestido blanco, si, tus lagrimas caian, en realidad no fue tan malo
tu telefono anaranjado, su estuche bordado, tus lentes y tus manos
un papel donde pedia ser tu enamorado.
Te recogia en la moto de mi padre, si, la amarilla, en la que casi dejas de ser niña,
la vez que a pie de san juan hasta tu esquina,
cuando cerca a la plaza te me lanzaste encima,
fue duro el camino, pero contigo lo valia.
Tus canciones favoritas, tu gianmarco, tu melancolia
tu cara cuando ya me rendia
cuidabas mis pasos con toda tu vida,
como el angel del credo de la dulce compañia.

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