“Antes que te formaras en el vientre de tu madre, te

conocía, antes de que nacieras te consagré para ser profeta de las naciones” 1.
Estas palabras que Dios dirige al joven Jeremías parecen sacarlo de sus
casillas y quizá lo hacen con nosotros. Hasta ese momento quizá como tú
también se consideraba un joven común y corriente. Pero para Dios ni él, ni
tú, ni nadie es uno más. En su plan cada uno está pensado, es más si lo piensas
bien lo que tú decides no hacer quedará eternamente sin realizarse, porque
aunque alguien más hiciera algo parecido no serias tú quien lo hiciera, esto es
solo un ejemplo donde se muestra lo único e irrepetible que eres y que somos.
Así que Dios te pensó para algo, tiene un plan para ti, por así decirlo
necesita de ti para realizar el sueño que eres tú mismo. A la vez nadie vive
solo, no somos islas, como decía por ahí un filósofo “yo soy yo, y mis
circunstancias”2 estamos pues en una circunstancias y entre ellas una familia;
un grupo de amigos, de compañeros o de trabajo; en una comunidad, etc…
que que necesita de personas que influyan de manera positiva, que ejerzan un
liderazgo es por eso que hemos pensado en ti para este momento, aunque Dios
se nos adelantó pensándote desde siempre. Nos gustaría que formes parte de
esta agrupación en donde podamos expresarnos, aprender y enriquecernos
juntos para poder ejercer en ciertas actividades, aunque también en el día a día
en el entorno donde juntos avanzamos en esta travesía a la que llamamos vida.
Te esperamos en la hacienda de Margaritas los viernes a las 8:30, con
cariño y aprecio.

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Pbro. José Antonio Ángel González

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Sem. Juan José Muñoz Valle Sem. Rafael Ballesteros Fonseca

1
Jr 1,5
2
Ortega y Gasset, Obras completas, 1966, pág. 322