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Material de estudio
A. INTRODUCCIÓN:
“Los cuatro seres vivientes, cada uno de ellos con seis alas, estaban llenos. de
ojos alrededor y por dentro, y día y noche no cesaban de decir: «Santo, Santo,
Santo es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que era, el que es y el que ha de
venir». Y cada vez que los seres vivientes dan gloria, honor, y acción de gracias
a Aquel que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los 2
veinticuatro ancianos se postran delante de Aquel que está sentado en el trono, y
adoran a Aquel que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante
del trono, diciendo: «Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y el honor
y el poder, porque Tú creaste todas las cosas, y por Tu voluntad existen y fueron
creadas».” Apocalipsis 4:8-11 NBLA
• Cada vez que nos disponemos a crear ambientes de adoración como en el cielo,
estamos proféticamente preparando el lugar para que Dios reine en la tierra y que sea
aquí, como lo es en el cielo. Esto nos conecta directamente con el modelo de oración
que Jesús nos dejó:
“»Ustedes, pues, oren de esta manera: “Padre nuestro que estás en los cielos,
Santificado sea Tu nombre. Venga Tu reino. Hágase Tu voluntad, así en la tierra
como en el cielo.” Mateo 6:9-10 NBLA
Nuestro Dios, es un Dios con voluntad. La palabra griega utilizada es “thelēma” (Strong
2307) que significa “deseo o voluntad (concreto/a o determinado/a)” y “(la totalidad
de la) voluntad (de alguien)”. Como derivado de “thelō”: “querer; desear, anhelar,
codiciar”. Este sustantivo indica en primer lugar una voluntad o deseo concretos, una
manifestación de la voluntad.
Es más habitual, sin embargo, el uso de este sustantivo en un sentido menos limitado
para la voluntad como conjunto de intenciones e ideas que proceden de y se hallan en
el interior de uno. En la mayoría de ocasiones se usa en este sentido para la voluntad
de Dios (Mt.6:10; Hch.21:14).
En conclusión, nuestro Dios piensa, siente y tiene deseos específicos para tu vida, para
tu familia, para la nación en la que has nacido, para toda la tierra y para su Iglesia.
También, debido a su naturaleza, debido a quién es Él y su carácter, podemos tener
la confianza que esta voluntad no es solo para algunos, sino que es perfecta y buena,
para todos.
B. IDENTIDAD PROFÉTICA:
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• Necesitamos ejercer nuestra identidad profética para conectarnos con la voluntad
de Dios y ser catalizadores de sus deseos en la tierra. ¿Cuál es el sentido bíblico del
término “profeta”?
En el Antiguo Testamento:
“Nabi” › Uno que proclama o declara un mensaje recibido; un vocero, heraldo o
anunciador.
El primer profeta mencionado es Abraham (Gn 20:7), pero la segunda mención nos
trae mayor claridad sobre la misión de este tipo de personas.
“Entonces el Señor dijo a Moisés: «Mira, Yo te hago como Dios para Faraón, y tu
hermano Aarón será tu profeta. Tú hablarás todo lo que Yo te mande, y Aarón tu
hermano hablará a Faraón, para que deje salir de su tierra a los israelitas.”
Éxodo 7:1-2 NBLA
En el Nuevo Testamento:
“prophētēs” › De pro, “adelante”, y phemi “hablar”. En consecuencia, un profeta es
principalmente un narrador, alguien que proclama un mensaje divino.
Este término figura 144 veces en el Nuevo Testamento, principalmente en Mateo, Lucas,
Hechos y Juan. El profeta es normalmente un proclamador de un mensaje divinamente
inspirado. El profeta bíblico puede predecir el futuro (Hch 11:28), puede conocer el pasado
(Jn 4:19), y puede mirar el corazón (Lc 7:39), pero es esencialmente un proclamador de
la palabra, no un mago ni un encantador2.
Mientras Dios tenga una historia de reconciliación que proclamar (una historia de amor
y comunión), mientras aún haya necesidad de que su voz se manifieste en lugares que
necesitan ser alumbrados, entonces habrá hombres y mujeres que proclamen palabra
profética en esta tierra siendo catalizadores de la voluntad de Dios preparando el
camino de su regreso.
“Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los
profetas. Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el Señor, ¿quién no
profetizará?” Amós 3:7-8 RVR1960”
• También, En el hebreo bíblico, también se utilizan otros términos para indicar a los
profetas:
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˝Kjozé” › contemplador en visión; también pacto (como mirado a con aprobación):
convenio, los que observan [las estrellas], profeta, ver, vidente. “Uno que recibe y
comunica un mensaje de Dios, entonces tiene el rol de un profeta, posiblemente con
algún enfoque en el aspecto visual de la comunicación de parte de Dios”3.
“Roé” › “Un visionario, vidente; uno que ve visiones; un profeta. Viene del verbo raʼah,
que significa «ver», pero también contiene una amplia variedad de significados
relacionados con el sentido de la vista (tales como «percibir», «aparecer», «discernir»,
«mirar» y otros conceptos similares). No resulta extraño que los hebreos describieran al
profeta como un «vidente», ya que los profetas frecuentemente recibían mensajes de
Dios por medio de visiones.4”
• Las personas con identidad profética son aquellas que han desarrollado la capacidad
primeramente de oír claramente. Alguien con “oído de profeta” es una persona que
presta atención, que entiende para luego ver y comunicar. Es alguien a quien Dios ha
escogido para contarle sus secretos. Tener acceso a ellos y poder escucharlos requiere
un alto nivel de intimidad y amistad.
• Sin embargo, podemos ver que una identidad profética comienza por el oír pero
es integral cuando luego de oír, puede ver, puede comunicar y puede actuar. Todos
nuestros sentidos espirituales deben estar desarrollados para poder conectarnos con
“pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por
el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.”
Hebreos 5:14 RVR1960
Has crecido espiritualmente, has alcanzado un nuevo nivel de madurez cuando la voz
de Dios resuena más en tu interior que las opiniones de los hombres y para eso, es
necesario ejercitar nuestros sentidos espirituales, identificándolos y desarrollándolos.
• En oposición a esto, el sistema de este mundo te llevará a vivir con tus sentidos
adormecidos. Los acontecimientos en estos últimos años nos expuso a un virus que
afectaba nuestros sentidos naturales. El coronavirus dejó a muchos sin gusto y sin olfato
e incluso algunos continúan con estas secuelas. De la misma manera, el enemigo busca
contaminar nuestros sentidos espirituales a través de una “embriaguez” espiritual, una
sobrecarga de información, placeres pasajeros y egoísmo que tapa tus oídos y ciega
tus ojos.
“Pues la mente de este pueblo está entorpecida (embotada), tienen tapados los 5
oídos y han cerrado sus ojos, para no ver ni oír, para no entender ni volverse a mí,
para que yo no los sane.” San Mateo 13:15 DHH94I
Por eso, debemos preguntarnos ¿cuál será mi respuesta ante la propuesta del sistema
que se opone a Jesús y su verdad? La palabra nos da la respuesta: permanecer sobrios.
“Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo
comezón de oídos, conforme a sus propios deseos, acumularán para sí maestros,
y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a los mitos. Pero tú, sé sobrio en
todas las cosas,” 2 Timoteo 4:3-5 NBLA
“¡Cuán dulces son a mi paladar Tus palabras!, Sí, más que la miel a mi boca.”
Salmo 119:103 NBLA
“pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, (...).”
Hebreos 5:14 RVR1960
“y todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de una roca espiritual
que los seguía. La roca era Cristo.” 1 Corintios 10:4 NBLA
“El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de Dios, pues para
él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente.”
1 Corintios 2:14 NVI
“Mis ovejas oyen Mi voz; Yo las conozco y me siguen. Yo les doy vida eterna y jamás
perecerán, y nadie las arrebatará de Mi mano.” Juan 10:27-28 NBLA
“Por tanto, si toda la iglesia se reúne y todos hablan en lenguas, y entran algunos
sin ese don o que son incrédulos, ¿no dirán que ustedes están locos? Pero si todos
profetizan, y entra un incrédulo, o uno sin ese don, por todos será convencido,
por todos será juzgado. Los secretos de su corazón quedarán al descubierto, y él
se postrará y adorará a Dios, declarando que en verdad Dios está entre ustedes.
¿Qué hay que hacer, pues, hermanos? Cuando se reúnan, cada cual aporte
salmo, enseñanza, revelación, lenguas o interpretación. Que todo se haga para
edificación.” 1 Corintios 14:23-26 7