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ca PROFUNDIZACIONES @ucen una preciosa claridad y una ordenaeién analitica en el discur $0, desde el momento que nos indueen a proceder con orden, disee tiendo wna cosa por ver y cosas diversas en distintos momentos. A 10 que se debe agregar que tenemos absoluta necesidad de tramas clas. ficatorias y de reticolados taxonémaicos con et fin de resolver noes tos problemas de factfinding y de factstoring, de investigacion y de almacenamiento de datos. En conclusidn, ninguna sociologia o politologia es viable a eseala lobal si carecen de amplias informeciones lo bastante precisas coma Para permitir wn conirel comparado vilido y significstive. Con este fin, mecesitamos antes que nada un sistema de fichado que sea muy articulado, telativamente estable y por eso mismo acumulable a los fines del incremento y de la actualizaciéa de los datos. Peto la pata. doja eonsiste en que cuanto més nos orientamos hacia el tratamiento electrénico de la informacién, menos estamos en condiciones de sus. tituir informaciones recogidas con eriterios légicos cutandarizados. Es ast que la época de Ja informndtica amenaza con transformase en la edad de las seudoinformaciones. ‘A mi juicio, en el origen de esta desviacién se encuentra una des- Yalorizacidn injustificada de la Hogica ariswotélica de las categorias y 41 indebido perfeccionismo epistemolégico y metodoldgico de quic- nes, coma Hempel, reconocen un sola modelo de “ciencia”: el de las sciencias Fisico-experimentales. De este modo, nos vemos tlevados a scaminar con piernas inadecuadas, @ incluso con piemas que son casi insuficientes para caminar. Pondere et menswre je qué? En las cien- ‘as experimentales —una ver que se constituyen como tales— el ex- Perimento mismo es el que aida y cireunseribe ef “qué. En las de- Rominadas eiencias formalizadas, o en las mateméticas, el “qué” es irrelevante, Pero en las ciencias de observacion, el “que” esti antes que nada. ¥ lo esti igualmente en esas ciencias de observacién bli +428 y consolidadas que son Ia mineralogts, la botdnica y la zoologia. Con mayor razén, cl ‘stard antes que ninguna otra cosa en das ciencias de observacién todavia fluidas, y de 10 fluido: las cien- sas del hombre. De ese modo, el consejo hempeliano y matematiza ‘dor de preccaparnos por las cantidades y por las relaciones, descon: fiando del andlisis par géncro y diferencia, por las propiedad y los atributos, sc resuelve en un verdadero usteron préteron, en el poner la carreta delante de Jos bueyes. De este modo, corremos el riesgo de repudiar una “ciencia de especies” a cambio de nada, [Las consecuencias de estos errores de origen, aparecen a la vista 7 LA POLITICA COMPARADA, 2 después. En. primer lugar, se los ve en una actividad de investigacién alamene diaper fival por ota guid spor or “re res eomeptuales” congruentes. 1 todavia mds es Semen cuando atendemos al ead de In docomentacgn- El ead de los dates es cabtico; y lp serd cada vex mis si no nos convencemos de ania necesarios son cl andlisis y la estandariracién clasificatoria. Sin ef auxilio de reticulados taxonémicos refinados, y sin un sistema cortelativo de fichaje estabilzade, no nos hagamos flusiones; Ios ela- hhoradores nos harén més mal que bien. Se convertirin —y ya se estin convirtiendo— en el opio del estudioso. IX7, La ESCALA DE ARSTRACCION Volvamos a partir de esta consideracién: 1a nueva politica comparada eee ee ae Soares aoe sats fe te eon eee eae pep en Boe ae ran ee ore gee cgee Deere ae eet eee ‘EI problema sigue siendo un problema de formacién de coneep- cic ae see ie Cae eo re ga ee en eee dee eves pan cin La ia GOT chara tree be chorea ries a eee see Cee gee Snniaerat oa je nay pene ge wae de mp taal Te men a tae be ome aes eee or ae ae 7a ee Score ee cen ee oes es ee ie et cer Un dlocoate y pls precedente de compilacin confiada 2 as mquins es ‘Abr 8 Ranke y Rebert Texter, A CresPoliy Sarouy, ser Pres, Cabsidar, 1963. Vers nape, Primers Parte, § TILA — we PROFUNDIZAGIONES ceptorclave de In disciplina; conceptas que suelen coincidir con las “generalizaciones disfraradas” de Bendix. ‘La nociém de escala de abstracciin va unida a la existencia de di- ferentes niveles de andlisis; pero un alto nivel de abstracciém no: necesariamente el resultado de un proceso de ladder climbing, de "escalada abstractora”, es decir, de ascension a lo largo de una escala de abstraccién. Lo que equivale a decir que no se extrae, no se “abs trac” una serie de universales de las cosas observables. En tall caso, tenemos que operar precisamente, com las formulaciones tedrices, 0 términes teorétiees, definidos por su colocacién en el sistema concep- tual al que pertenccen.** Por ejemplo, el significado de términos como isomorfismo, homecstasis, feedback, entropia y similares, se define cen tlkimo anflisis por el papel que asumen dentro de la teoria. ge neral de los sistemas. En cambio, Megamos en otros casos a altos nive~ les de abstraccién mediante una “escalada abstractora", subiendo a Jo largo de una escala. de abstraccién. En tal caso tenemos que ope- rar con términas de observacién, vale decir, con términos extraidos ide cosas observables, o mejor, extraidos por medio de inferencias de abstraccién que se xefieren de alguna manera a observaciones directas © indirectas. Por ejemplo, términos como grupos, comunicacién, coa- lito, decisidn y similares, pueden entenderse de un modo’ muy reoncteto (com referencia a grupos reales, comunicaciones emitidas ‘0 recibidas realmente, conflictos y decisiones que tienen Iugar aqui y ahora), o bien pueden usarse con un aleance altamente rarificado, ‘es decir abstracto (erréneamente Hamado por 1os politdlogos “analt- co"); pero tambign en el segundo caso se trata de términos que se pueden eferir de alguna manera a sucesos y cosas observables. En. « Sigo = Kaplan, The Condoct of Jnguii ci. pp. 36:57, 61-5, ndoptando sa te rinologla. Segin Hemp, ln thrminas tricot xo rulen reysta en “eaidadesdiee- famente cbeabley 7 cm von crateriaieas(-o-] Atenden (.-] & at teen cent fsa dbigidar u formula eneralaaconer” (eu Mizacnte Studies in the Phlsophy ff Sclner, «cargo de Fel, Sesvn y Marea, Uni of Ménacota Pres, Minna ola 1998, vol TT, p42} Ta dotochn entre ursinontecs 7 téminon de ob Srcdn no ee online, y se cocteren or Enis mvs (muchon inet 200 fe dadom wutbucin, euanda no prenscol, ye ico panto regu sbre ol parcae ince In uapotided te redo len primers te spandsy. Pea wan recepilaion Ge cate dete, cr. Alberto Mecti, “L'dininsione det tomini tore ext Rieita di Fisofi. LX, 1969, nc. 2. Ta dno fue Cain pore Ios Gros fine de oer fx eden que lor tnminon teas no be pueden obtener indactamecte, red fe na “eeclads Gr sbetancla”; vito punde devamclineis dedactvamense. Por € Conearig, lon sirmioce de cservaciéa fe saratedian por un deaols. indocvo. Veew tie spre § HE. LA POLITICA COMPARKDA 28 ‘ste sentido, y como antitesis a las formulaciones tedricas, Jos tér- tminos de observacién pueden denominarse también conceptos empl- rioos. En ese caso se dicé que los concepios empiricar son tales porque pueden ser referidos a observables, aun cuando un concepto empirica se puede colocar a muy diferentes niveles de abstraccién, ¢ incluso carscterizarse por el hecho de moverse a lo largo de una excala de abstracciéa. Por lo tanto, nuestro problema se formula de este modo: 1) esta. blecer a qué nivel de abstraccién queremos colocar los conceptos empiricoobservativos, y 2) conocer las reglas de transformacién re- lativas, es decir las reglas para teconocer una excala de abstracién. De hecho, el problema de fondo de la politica comparada es el de poder ganar en extension, o en radio de comprensién (ubiendo a Jo largo de la escala de abstraccién), sin sufrir pérdidas innecesarias o irrecuperables en términos de precisién y controlabilidad. Para enfrentar este problema, hay que empezar por dejar bien es tablecida la distinciémelaciin entre extensidn (o denotacibn) © i= tensidn * (o connotacién) de un término. La definicién estindar di via: “La extensi6n de una palabra es la clase de cos a las que se aplica; la intensién de una palabra es el conjunto de las propirdades ‘que establecen 2 qué cosas es aplicable esa palabra." # De manera anilogs, por denotacidn se entiende Ia “totalidad de los objetos", o acontecimientos, a los que se aplica la palabra; mientras que por connotacién se entiende la “totalidad de las caracteristicas” que algo: debe poseer para entrar dentro de la denotacién de em palabras Extablecido esto, se hace més fécil comprender cudl es el modo: correcto. de ascender por una escala de abstraceidn. La regia es sim ple: para aumentar la extenciém de un término se debe reducir su ‘connotecién, Procediendo de este modo, abtenemos cada ver un tér- ino més “general”, o mis inclusivo, que por ello no se convierte en un término imprecise. Estd claro que cuanto mayor sea el radio comprensiva de un concepto, tanto menores serin las diferencias * Aueque iatewide (cons) eqivle intend, en eve cto apucce explendo ris bien camo epoca w extents, y debe entendene comme lat dgetBeadon cate, tym nie FE] "hs, Waly ©. Salnen, Logic, Frentic-Hal, Englewood Oli, 1853, yp. 9051. Pape tna dofnciba que aparece cn por vate en vibes tenes de ge. = “Cocnetacioe" sewn ambiée con tn sgieade tls pb, pars designs Is svecaciones de eas evocads por l to de um twine. Por lo Canty qos eaenido up empleo conetacin en 10 signiicado tals resiagide, come Rerdloga de “toni ay PROFUNDIZACIONES —propiedades 0 atributos— que de él se captan; pero cl poder de Aiferenciaciéa que le queda, queda tal cual, esto ¢s, mantiene la pre- cisién que tenia. Pero esto no es todo. Procediendo de esta manera, cobtenemos también conceptualizaciones que, aunque sean ornnicom: prensivas, pueden remitirse siempre —haciendo el camino inverso, 0 sea volviendo a desoender por la escala de abstracciin— a “especif cos” pasibles de comprobaciones de acierto o error empirices, ‘Con esto hemos identificado también Ja maturalera del error en 1 que incurrea los comparativistas en su empeiio por obtener uai- versales capaces de “viajar”, mis alli de la urbe, por todo: el abe. EI “estiramiento del concepto” no es mis que la tentativa por au- mentar Ia extensiéa de los conceptcs sin disminuir su intensién; de exe modo, la denotacién se extiende al precio de ofuscar la connate idm, Con el resultado de obtener, no conceptos mis generales, sino su desfiguraciGn, es decit, meras generalidades, 0 mejor atin, meras \genericidades. La diferencia estriba en que un conceptn general (que incluye una multiplicidad de especies dentro de un género més am pplio) antecede a las “generalizaciones” cientificas: mientras que de Jas meras generalidades, de los conceptos “gentrieos", sélo se obtienen iseursos vagos y confaios. Las reglas para ascender 0 descender a lo larga de una escala de abstraceién son, pues, reglas bastante simples. Volvemos mds abs- ‘acto y general’ a un concepto, reduciendo sus propiedades y atribu- tos. Viceversa, un concepto se hace mis especifico si agregamos o des- plegamos calificaciones, ¢s decir, si aumentamos sus propiedades o atributos, Y étas som las reglas, no sélo de transformacién de los conceptos empirico-observatives, sino también 2s reglas de construc: cidm de una escala de abstraccién. Establecido esto, tratemos de pre sar su esquema. Resulta de por si evidente que a lo largo de una exeala de abstrac idm se pueden ubiear muchisimos niveles de inclusividad, 0 Is in versa, de especificidad. A los fines de una esqueratizacién, basta distinguir tres franjas o 2onas altimétricas: 1) alto nivel de abstrac idm (An): 2) nivel medio de abstraccién (x1), y 3) bajo nivel de abstraccion_(3N). Son conceptes ax, de alto nivel, las eategorias wn vversales aplicables 2 todo lugar (geogrifico) 0 tiempo. (histéricn en este caso, la connotacién queda drésticamente sacrificada al requi sito de una denotacién gicbal u omnitemporal. En la franja de los conceptos xe {nivel medio), encontramos eategorias gencrales {pero no universales); en. este caso, Ia extension es balanceada por Ia inten- LA POLITICA COMPARADA 295 sién, aun cuando ta exigencia ex de “generality por lo tanto de dlestacar Ia semejanaas en deisimento de ls diferencas. Por lao, ton conceptor as, de nivel taj, Tas categorasexpecficas que se det Zrrollan en concepciones lamadas configaratias.(quivs traduelble por el término ideogrdfeas) 'y en definiciones contextuales: en ete f220, Ia denotaciém queda tometida al requisto de una connotacion reuy preci (individualindor), donde ius diferencias predominan sobre Has sermejanzas. Cenviene explicario mejor con un ejemplo, En un ensayo qae esr dia los probicmas de la economia comparaia (que dende ot punta de visa conceptual no son diferentes de los dea politics eampars, da), Smelier observa que, 4 loe fines de una comparaciGn. globe, “sat ex racer que administracion (--1] y adminitracion mejor que Gill seraice™. En efecto, y segin Steer, In nocifa de cil sewece no es aplicable a los ptees que no poseen in aparato staal. etruc- turado; ia nocifn de adminisracién cs relativamente “superior, pero cstl colturalmente condicionsds"; de modo que stof) termina por ser el término "apropiado para abarcat tin dicated los inde vara ox ordenamientor poliico* Suponiendo que sea aceptable esta propuesia terminoligica, en el mejor de los fas0 el argumento de Smeker podria dearollane de In siguiente mancra. En el contexio, de It adminisraci6n publica comparada, la categoria universal ajf. EL concepto. dc Adriniracién ene una, buena apliabaided feneral, pero no ‘universal, traver de las socaciones que To ligan tin idea de burocracia. Todavis mis Taitada es In Genotacin te ail serie, ealifcada por lor atibutos del Estado modern. Si des pads queremos descender por la escata hasta el bajo nivel de abstrac- bn, un examen comparido del civil sevice inglés y frances, por

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