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(como 4 emis se empefian en no entender: que si el instrumento Tin no esti en orden, todo Jo demds cstard en desorden; en lugar de llegar a un saber acaemucla- ble, Vegan 2 las imitiles fatgas de Sisifo. Establecido esto —y es importante cstablecerlo— es también ciet to que el economista disfruta de una ventaja absolutamente suya, no transferible a los otras sectores. Primero, el economista observa los comportamientos econdmicos, comportamientos guiados por un iterio. tdentificedo y constante: levar al méximo el benelicio, la btilidad o 1 interés econdmico. Segundo, les comportamientos €co- rnémicos son expresables (en las economias monetarias) en valores tmonctariog, es decir en valores cuanttatios. Es esta, en verdad, una ventaja inapreciable. Cuando el politélogo o el socidiogo trabajan con valores numéricos esto es, cuando tratan sus datos estadisticamen- te, se vem obligados a recurrie a valores numéricos establecidas, pero establecidos arbitrariamente. Dicho de otro modo, la cuantficarson Ge las ciencias sociales “mide” 2 lo observado con una medida que no etd en ellas, que es una atribucién del observador. En cambio, fl economista encuentra una medida incorporada a los comport: fmientos de los observados: el Romo occonomicus “razona con nim os", con valores monetarios (cudnéo gina, cudnto pierde, eudnto cust) [La economia esté, pues, mds avanzada que las otras ciencias soci Jes por una razén intrinseca, objetiva: porque es més facil (a los efec- tos del tratamiento cuantitativo y matemdtico de los prapios datos) ‘Sin embargo, Ja ciencia politica y la sociologla podrian recuperar Tnucha distancia si hieieven lo. que el economisia ya hizo: ssternati- var de verdad los respectives instramentos. lingdistices. TILE, Ex. vacio oe cousean, Retomemes el hilo de nuestra exposiciém. Hablamos partide de Ia asercién de que las ciencias sociales som mds diffciles que las natu- rales, Para justificar esta afirmacién, seflalamos la diferencia que ge nera todas ins otras diferencias: vimos la enorme distancia que separa a las ciencias del hombre de las ciencias de la naturalera. En cste punto se plantea el problema, gpodemos adoptar el meéiode para. 135, Giencias sociales, del modelo de las ciencias naturales? ‘Quien conczca Ia literatura sobre la metodologia de las ciencias r_—~—~—“‘za‘ [a definicién general de “ciencia"; un conocimiento comprobble, no read dade el punto de vata igi, obenido mediante pe ent, Win funtador yceptbe, He reullado cde parc=y modesto; sin embargo no cs sGlo mejor que nada, sino que « en srr, ea yao pao adelante de eoldad LIL6, CONTROL, INVESTIGAGION Y APLICAGIEN sai as pas pa ele pe x ebaile — egetite sees natticns Ski wt et pe eee eee Fe tle canto ae PSs ie alae lee Se ete 2 ieee age Be Ts ns ses sp a ow ee ds io aoe Se cheolanie hots sobre ioe moder emt del tua ga tid are loa a mate ot enc ord cote i Sacer nk ae ier Lo nin ore Le ee epee Sa asa pr te wt, gmp prevents mead de ade fa centralidad cs alcanzada por las definiciones operacionales), yee, a Te ers es cd meagre ee ee Oo ci peeonmca 2 Te ira lt oe a PREMISAS ‘ante y que-vale también como forma de comprabacién, como instru. mento de control de la teoria: la relacién entre la teoria y la prdctica, ‘A simple vista es facil comprender que se trata de relaciones muy diferentes. Para apreciar su diversidad, se puede establecer lo siguien- te: en el context teoriainvestigacién, el discurso —tomando en cuenta su caracterizacién observativedenotativa— procede por for- mulaciones de tipo operacional, es decir que va en busca de definicio- nes aperacionales (supra § 111.8), de definiciones que le sirvan al vestigador para su investigacién, En el contexto teoria-prictica, en cambio, el discurso —sieinpre tomando en cuenta su caracterizacién observative-denotativa— pre- fiere formulaciones de tipo programético, yfo de tipo predictive, es decir que se expresa por antonomasia en proposiciones del tipo "si entonces": si esto: ocurre o aquello tiene lugar, entonces sucederi 10 tro; si se desea determinado fin, entonces se requieren tales medios. En este caso, pues, el control tiene lugar en la aplicacién préctica. Una teorla que falla en la aplicacién estd equivocada, debe ser det cartada o modificada. Por el contrario, una teorfa que tiene éxito en su aplicacién es una teorie exacta, una teoria verdadera, Debe hhacerse notar, de paso, quc este titimo es el tipo de control del cual se vale tipicamente el economista (pese a lo cual el politélogo y el socidlogo que tratan de imitarlo, no dan muestras de valerse de él) Aclaremos de inmediato por qué hablo de formulacién programi- tica y/o predictiva; y también qué cosa no se quiere decir al hablat ast. La diferencia entre un proyecto y una previsién es bastante in- ‘witiva; ast como lo es Ia implicaciéin de que toclo proyecto. contiene elementos de previsién (por ejemplo: si un puente se construye tal como fure proyectado, entonces —previsién— no se caerd). EI punto reside en que la bondad y valider de un proyecto puede también establecerse resrospectivumente; es decir, que la nociim de saber pro- gramdtico no debe hacer pensar en modo alguno en un control que sélo puede ser futuro. No; a los fines del control, también puede uti liaarse el pasado. Las llamadas “Jecciones” de la historia son precisa mente lecciones posdictivas {no predictivas); y son propiamente “ec: ciones" (a los fines del presentefururo) en la medida en que los sucesos histéricos especificos se examinan a la luz del “disefio* (pro- yecto o previsién que se hizo) que lo promovié. Por otra parte, cs Iastante evidente que un control retrospectivo es bastante mds dé bil, bastante menos conciusivo, que un control predictive. Por ello in- sisto en la expresidn: saber programdtico-predictive. {CUAL MeTODO? es No me voy a ocupar de Tos métodos de control en el contexto teo- rivinvestigaci6n. Aparte del mis obvio (que consiste en Ia “repeti cid” de una investigacién), en las ciencias sociales Los métados de con- trol utilizables son. sobre todo estos dos: el control estadistico y el control eomparado? En cambio, me ocuparé del contexto que ha sido descuidado: Ia prdctica como control de te teorde, control dado por laconfirmacién de los hechos. ‘Se habré advertido que mi discurso habia Iegado en el parigrafo anterior a los “enunciados”, pero que ahora estamos retornando a la “coria”. gPor qué? aPor qué estoy volviendo a alargar el discurso? Por dos motives. Primero, para hacer presente que los enunciados de las ciencias sociales no estin solos, sino que forman parte integran- te de las teorlss que los generaron. FI segundo y més importante motive ¢5 que las ciencias del hombre (a diferencia, si se quiere, de algunas ciencias exactas y experimentales) no se resuclven cn sus en} ciados controlables (también Iamados en el mismo sentido enuncia- ‘dos “decidibles”, que se pueden superponer a la decisién de si emp!- ricamente son verdaderos o falsos): son en cambio sustanciados por proposiciones no controlables ono decidibles. Mucho menos se quie- re decir que Ia parte controlable sea la parte mAs importante de un siscurso cientifico. Por lo tanto, los enunciades controlables no son todos; son, si se quiere, las horcas caudinas de una tcorfa cientifica. De alli se deduce que esté bien volver a la nocién de “teria” y rehacerls, después de haber separada los enunciados. . ‘Para concluir, recapitulemos. Tanto la relacién teoria investigacién, como Ia relacié teoria-prdctica, encuentran su “punto de compro- Dacién” en los respectivos cnunciados controlables. Pero Ta relacida: 1s siempre entre teoria e investigacién, o bien entre teoria y practicn. ‘La comprobacién o falsificacién que perseguimos no es solamente Ia ide los enunciados particulares, sino en dltimo andlisis la de una teo- ‘fa en su totalidad. Con esta conclusién, dejo la relacién teorfa-inve ‘igacidn, para pasar a la relacién teorfa-préctica. BL panto seoh desarrollo ox Ja Tercera Parte, especialmente dejes, TX

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