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Carlos Central .

Me llamo kennedy, tengo 23 años y soy bien parecido, mi piel es morena clara y mi rostro es delicado pero
varonil, con todos esos atributos, no me podía quejar de cómo me iba con los chicos, el único problema era que
había roto con mi novio hacia varios meses y desde entonces no follaba y eso me estaba empezando a volver
loco, tenia las hormonas por los techos y cualquier cosa que veía medio erótica me lo empalmaba y me
resultaba imposible controlarlo. Todo comenzó cuando contraté a un chico veneco como pupilo. Me senté y
comencé a contar las características del empleo. Su nombre era Carlos, a quien tenia ganas de ver desde hacia
bastante tiempo pues lo extrañaba. El tiene 18 años y un físico muy parecido al mió, aunque es un poquito mas
alto y menos fornido, su piel es blanca aunque estaba bronceado por el sol, el es lindo lo debo admitir, es catire,
ojos grandes y marrónes y un rostro muy bonito. El y yo charlamos un rato y en la noche cuando todos estaban
cansados y en cuanto llenaron el estomago a todos les entro un sueño matador. Yo iba a dormir en el cuarto de
mi hermano, el dispuso unas sabanas y yo me comencé a desvestir hasta quedar con solo un short vino tinto
que usaba siempre para dormir, el hizo lo mismo y ambos nos recostamos en nuestras respectivas camas, y nos
contamos algo de nuestras vidas. El habia decido cursar la carrera de comunicación social y me comentaba que
le iba muy bien, que le gustaba mucho la zona donde vivia, le dije lo de mi novio y le comenté de mis dificultades
para encontrar un chico lindo dispuesto a llevar caña todo el día y me comentó que tampoco tenia novio pues lo
había mandado a volar desde hacia incluso mas que yo porque pretendía ligarse con otro pero que aquello no
funcionó y que también estaba loco por follar. Conversamos hasta cansarnos y entonces cada quien se dio la
vuelta y nos pusimos a dormir. A la mañana siguiente yo desperté por culpa de fuerte luz del sol que entraba por
las ventanas, eran las 10 Am y al ver que Anthony no estaba en su cama me levanté lo mas rápido que pude y
me fui corriendo a la cocina para comerme el desayuno, en el camino vi a Anthony yendo al baño para cepillarse
los dientes, nos dimos los buenos días y yo me senté en la mesa y al terminar de devorar todo lo que había en el
plato me fui a cepillar. Yo me dirigía al baño y lo abrí pensando que Anthony ya había terminado de cepillarse,
pero lo hice me di cuenta de que el estaba aun ahí sentado en el excusado haciéndose la paja. Verga Anthony, tu
si estas bien desesperado, mira que pajearse a esta hora. Le dije riendo. Anthony se asusto y de inmediato se
levantó y se cubrió con el short. Pero no era mucho lo que ese pequeño pantaloncito podía cubrir, era muy corto,
ni siquiera le llegaba a las rodillas y le quedaba bastante pequeño, tanto que sus nalgas se le marcaban porque
eran delgadas pero firmes y levantadas que parecía el culo de cualquier modelo porno.. O al menos eso era lo
que mis hormonas bailantes me hacían pensar. Shhhh, haz silencio que te pueden oír mis papas. Y que ¿A ti
nunca te enseñaron a tocar? Yo reí y le conteste muy alegre: ¿A ti nunca te enseñaron cerrar la puerta con
seguro? Anthony me miro muy incomodo y salió del baño muy sonrojado, cerro la puerta al salir y yo me quede
solo en medio del baño, ahí me empecé a cepillar los dientes, pero mientras lo hacia me di cuenta de que no
podía sacarme de la cabeza el perfecto cuerpo de Anthony, supe que aquello me había calentado mucho y
pensé en arreglarlo en ese momento, porque mi verga, tan ansiosa como estaba todos esos días. Pero por algún
motivo me resistí a masturbarme, tal vez era porque yo quería demostrar que a diferencia de el si podía resistir
la calentura o porque consideraba que no era educado hacer eso en una casa ajena… Aún así… Creo que todo
hubiera resultado mas sencillo si me hubiera pajeado en aquel momento. El mediodía llegó, y luego del
almuerzo, nosotros nos pusimos a mirar tv. Pues a esa hora no había otra cosa mejor que hacer y nosotros,
éramos chicos muy activos he inquietos, lo malo era que ese día se decidiría quien de los dos lo era más...
Anthony puso un programa ridículo y muy aburrido y le dije que cambiara de canal y el me dijo que no. Yo
empecé a lanzarle las almohadas y a insistirle que cambiara y el no soltaba el control y decía que no lo
cambiaria, yo agarré entonces la otra almohada de su cama y lo comencé a golpear con ambas, el se comenzó a
reír pero agarro el control con sus dos manos y volvió a decir que "JAMAS" lo cambiaría, entonces jugando
empezamos a "pelearnos" por el control remoto. Eso se convirtió en lucha cuerpo a cuerpo, y cada uno quería
demostrar al otro que era mas fuerte, era como revivir nuestras peleas de judo o karate de la juventud y ya dejó
de importar el control solo importaba la lucha y quien seria el ganador. Estábamos solamente de shorts y luego
de algunos minutos luchando y haciendo fuerza para ver quien ganaba, el quedó boca abajo en la cama,
y yo encima, y sin querer, tal vez por la calentura de aquellos días por el orgullo de estar ganando, empecé a
tener una erección. Al principio hice como que no lo notaba para ver si pasaba y seguí en lo mió, sujeté fuerte
sus muñecas y mi pene quedó aún por encima de los shorts bien entre sus nalgas. Sentí un poquito de
vergüenza, pero pese a eso no podía negar era una sensación muy linda, no solo lo estaba dominando sino que
además, casi sometiéndolo. Me dijo: que te pasa? Se te paró. No dije nada, solo me quedé quieto pensando en
que debía hacer. En ese momento parecía que no estaba en mis cabales, fui poseído por las ganas de follar y
con mis piernas fui abriendo despacio las suyas. Me sorprendí al ver que no me daba trabajo que las abría con
facilidad, y comencé a hacer movimientos como de cogerlo. Noooooo, kennedy que querés hacerme? Nada
Anthony, solo déjame un poquito, no te voy a hacer nada Noooooooo, ¿Estas loco? no quiero, suéltame. Le solté
una de sus muñecas, pero solo para que me quedara mano libre, con la que lo empecé a acariciar, las caderas, y
el vientre… Anthony no intentó escapar, o al menos no puso demasiado empeño en librarse, así que fui metiendo
esa mano por debajo de su pantaloncito, y comencé a acariciar sus nalgas, las apretaba y las frotaba como
Aladino a la lámpara del genio y me cuando deslice por entre su raja y toqué con mi dedo su culito, lo contrajo y
se estremeció de gusto. Anthony se contorsionaba y hacia movimientos bruscos para soltar su otro brazo, pero
no lo hacia con suficiente interés, mas bien lo hacia con suavidad y torpeza, y parecía que creyera que todo
aquello era solo un juego mió y que nada iba a pasar. La verdad era que ni yo sabía como era que iba a seguir
aquello y para decidirlo, traté de saber si el estaba disfrutando de lo que le hacía, así que hice un poco mas de
presión con mi dedo sobre su ano y vi que sonreía y que se estremecía nuevamente, para mi eso era mas que
garantía de que los dos lo disfrutábamos. Aun así, no sabía hasta donde podía yo seguir con eso… Quité mi
mano de allí y le puse el dedo sobre sus labios, luego hice un poco de fuerza y se lo hundí y como respuesta el lo
empezó a chupar, lo saqué de su boca y otra vez se lo acerque al culito y empecé a forzar un poco. Otra vez,
noooooooo, no lo hagas noooooooo. Hice como que no hubiera escuchado y fui bajándole el short, el no dijo
nada, entonces también me quité el mió, y ambos nos presentamos nuestras vergas. La suya era más bien
pequeña pero gruesa, aunque no se podía comparar con la mía en ningún aspecto, la mía estaba durísima y eso
si que se veía como una verga bien larga. El se sorprendió mucho al verla y entonces reaccionó y comenzó a
moverse con mas fuerza… le había asustado la idea de tener dentro mi mástil. Hey ya para, no quiero que sigas
con esto kennedy. Yo sonreí pues el estaba tan intimidado con mi verga que se contraía evitando que lo tocara
con ella. Eso a mi me éxito demasiado, ver a mi amigo así bajo mi poder, totalmente dominado y hacia sentir
como el hombre mas macho del mundo. Entonces me decidí a hacerle de todo y empecé a pasarle despacio mi
verga por la raja de su culo, muy despacio No kennedy, no lo hagas, nooooooo Tranquilo Anthony, solo quiero
pasártela por el culito, no te la voy a meter si no quieres. Yo se continué pasándosela y llenando su raja con mis
abundantes jugos y en un momento enfrenté la cabeza contra su culito, y forcé un poquito. Nooooooooo, no, no,
kennedy, no quiero, no. Nuevamente lo ignore y mojé mis dedos con saliva y le acaricié más el culito, le puse un
dedo, que ya entró más fácil y le dije: Relájate no te voy a hacer daño, te voy a meter solo la puntita, vas a ver que
no te duele. NOoooo, nooooo, yo no soy puto, no quiero. No vas a ser puto solo porque juguemos un poquito no
te la voy a poner nadita adentro, solo quiero acabarme así, me hago un poquito la paja y acabo en la puerta de tu
culito, anda, déjame hacerlo. Pero no me vas a coger verdad? Prométemelo. Si kennedy, te lo prometo, solo que
estoy por acabar, déjame hacerlo, tu solo abre un poquito más las piernas y vas a ver que también vas a
disfrutar. Confiado por mi promesa, Anthony alargó las piernas y las cruzó en mi cintura, luego con las manos se
apretó las nalgas y cuando se abrió mas le dije: Solo relájate, te voy a meter solo la puntita y me acabo. Dijiste
que no me la meterías. No te la voy a meter, solo la voy a hundir un poquito, te juro que no entran ni 2 cm. Su
culo ya estaba bien ensalivado y empapado por mis líquidos y cuando le puse la cabeza en la puerta del culo,
con las piernas lo más abiertas que podía, atrapándolo con mis pies puestos sobre cada uno de sus antebrazos
y agarrándole de los tobillos con las manos, empecé a forzar un poco. Nooo, sácala, sácala que me duele
Relájate, no intentes cerrar que ya casi están los 2 cm adentro Me duele Espera, espera. Hice un empujoncito un
poco más fuerte y golpe le metí toda la cabeza… el gritó de dolor y cerró los ojos con fuerza, pero al acabarse su
grito noté que también soltaba un gemido de placer Ya está, ya entro la cabecita, ahora es más fácil
Noooooooooo, nooooooooo, no quiero que me cojas, sácala. Está bien, no te voy a coger, solo un poquito
mas y acabo, muévete, levanta el culo Ayyyyyyyyyy, ayyyyyyyyyy, duele Ya está, si, pero levanta bien el culo Y con
mi mano empecé a acariciarle el pene y a masturbarlo, y el se movía, y yo sentía que mi verga le iba entrándole
cada vez más. Lo gozas? Estas disfrutando? Duele, duele mucho Yo seguía acariciándolo, le hacía la paja,
mientras enterraba con toda la lentitud del mundo, entonces le hundí de golpe un par de cms y solté un gemido
de placer que se fundió con su quejido de dolor Anthony eres lo máximo, tu culo se come la verga de maravilla,
seguro estás que revientas… Yo me refería a que se reventaba de bueno ya tenia el culo mas rico que hubiese
probado nunca, aunque al mismo tiempo, el se estaba reventado literalmente, ya su virginidad era cosa del ayer,
la había perdido y su amigo, que era 5 años mayor era quién se la había quitado. Yo sentía que su ano se movía,
se cerraba y se abría sin control, el había aflojado todo y ya se había quedado sin fuerzas, sin embargo su ano
seguía cerrándose e impidiéndome la entrada fácil, así que ahora si, se la saqué unos 3 cm y con todas mis
fuerzas le clavé toda mi verga entera en su culo muy apretadito…. Yo gemí de placer, mientras que el gemía pero
de una mezcla entre extremo dolor y placer desenfrenado. Yo se la seguí hundiendo, aunque ya se la había
metido toda, haciendo tanto fuerza que casi hundía a Anthony en la propia cama y en medio de nuestros
gemidos y delirios empecé a sentir que acababa, me estaba por venir sin siquiera haber embestido una sola vez
y entonces le dije: Tu culo vale oro amiguito, ya está ¿vez? ya casi estoy acabando, ya casi, ya acaboooooooo.
Con todas mis fuerzas empujé mi cadera, tanto que de no ser porque estaba sobre un colchón, estoy seguro de
que le hubiera roto la columna, y creo que como la masturbación que le hacia se había hecho tan frenética, en
ese momento también el se corrió, lanzando su semen sobre mi pecho, mientras que yo le llene la entrañas con
mi leche, entonces ambos nos relajamos aún más y nos quedamos quietos un rato, mirándonos el uno otro. Yo
lo solté y me recosté sobre el, junté nuestras narices y nuestras miradas y nuestras bocas quedaron tan juntas
que yo intente besarlo, pero el lo impidió. Permanecimos en esa posición hasta que se ablandó y se fue saliendo,
y cuando lo hizo fue como si le quitaran un tapón del culo, el se sintióo incomodo y preocupado pues trataba de
volver a cerrar su ano y no podía, no podía hacerlo, yo se lo había estirado tanto que simplemente su agujero no
volvería a ser el mismo nunca… Un delicado hilo de sangre junto con abundante flujo de semen se desbordó de
ese culo y Anthony me separó de él y me miró enojado Nunca pensé que un hombre me pudiera hacer esto,
nunca pensé que tu me fueras a coger así, yo no quería que lo hicieras y tu me forzaste. ¿Te gustó? Noooooooo,
ya te dije, no soy gay. Y me dolió mucho, no quiero que vuelva a pasar nunca, me rompiste el culo y me rompiste
el orgullo, ya ni siquiera se si me puedo llamar hombre, soy otra cosa por tu culpa. Lo se, lo siento Anthony, solo
sucedió, disculpa no va a pasar otra vez. Sé levantó de la cama y una mueca de incomodidad invadió su rostro,
camino hacia el baño con mucha dificultad y apretando las nalgas para sentir cerrado el ano. Aun así… gotas de
semen continuaron goteando por su raja y yo las conté cada una, habían sido las 5 gotas más ricas del mundo
para mi y cuando ese culo se perdió de mi vista tras la puerta del baño. Yo no terminaba de captar que lo había
hecho era malo, pero sonreí extasiado y miré con orgullo mi verga, que respondió levantándose de golpe y yo
entonces le respondí. Aunque nos cueste la vida, te juro que algún día vamos a embestir con fuerza ese culo.
Solo espera a que se le cierre un poquito más y veras como te estrangula otra vez…

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