8 WILLIAM SOTO SANTIAGO

nuestro amado amigo y hermano Miguel Bermúdez Marín.

“MUJERES LUCHANDO Y PERSEVERANDO HASTA
VENCER.”

MUJERES
LUCHANDO Y
PERSEVERANDO
HASTA VENCER

Es nuestra intención hacer una transcripción fiel y
exacta de este Mensaje, tal como fue predicado; por lo
tanto cualquier error en este escrito es estrictamente
error de audición, transcripción e impresión; y no debe
interpretarse como errores del Mensaje.
El texto contenido en esta Conferencia, puede ser
verificado con las grabaciones del audio o del video.
Este folleto debe ser usado solamente para propósitos
personales de estudio, hasta que sea publicado
formalmente.
(Fue tomado de una transmisión vía Internet)
M UJERES LUCHANDO Y PERSEVERANDO HASTA VENCER 7
pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado,
dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.
Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que
quiere decir, Maestro).
Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi
Padre; mas vé a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro
Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.
Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las
nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas
cosas.”
Ahora, vean cómo María Magdalena es la primera persona de los
creyentes en Cristo que vieron a Jesucristo resucitado. Los soldados
vieron los Angeles, pero no dice la Escritura que vieron a Jesús,
¿verdad? Vieron a los Angeles que estuvieron allí cuando Jesús resucitó.
Y María Magdalena vio a los Angeles, y también vio a Jesús; o sea,
tuvo una bendición doble. Vean, los Angeles eran jóvenes, en alguno de
los evangelios dicen que ‘un joven,’ otro dice: ‘un varón,’ y en otro de
los evangelios dice: ‘Angeles,’ o ‘un Angel,’ o ‘dos Angeles.’
Así que, vean ustedes, vieron a Jesús y vieron los Angeles que
estaban ligados a ese día de la resurrección de Cristo nuestro Salvador.
También para la resurrección tenemos la promesa que Angeles estarán
presentes, y tenemos también la promesa de la Voz de Arcángel, Angel
mayor.
Ahora, siendo ustedes mujeres que están luchando y perseverando
hasta vencer, luchen y sigan perseverando sirviendo a Cristo, y
guardando los mandamientos divinos, y trabajando junto a sus esposos
en la Obra de Cristo; y si sus esposos no son creyentes, tengan
paciencia con ellos, oren por ellos para que Cristo abra el corazón de
ellos. Y que Dios les bendiga grandemente, y les use grandemente en Su
Obra en este tiempo final, y que tengan un galardón grande en el Cielo,
en el Reino de Dios, y en el glorioso Reino Milenial tengan una bendición
bien grande de parte de Jesucristo.
Y que Dios les bendiga y les guarde, y nuevamente con ustedes
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las primeras en ver a Jesucristo resucitado.
Ahora, Cristo resucitado tiene un ministerio, una labor que llevar a
cabo desde el Cielo, y en medio de Su Iglesia en Espíritu Santo, hasta
que entre hasta el último escogido de Dios en la Iglesia de Jesucristo
nuestro Salvador.
Todavía hay mujeres luchadoras que perseveran hasta obtener la
victoria.
¿Y dónde están esas mujeres? Pues acá en Villahermosa, aquí está
un grupo de mujeres que perseveran hasta obtener la victoria.
Vean, aun antes de ascender al Cielo Cristo, porque El tenía que
ascender al Cielo con Su propia Sangre para presentarla en el Cielo, en
el Lugar Santísimo del Templo Celestial; aun antes de ascender al Cielo,
maría Magdalena lo vio, y cuando Jesús vio de seguro en el corazón que
ella deseaba abrazarlo, El dijo: “No me toques.” Parece que ya venía a
abrazarlo, a tocarlo. “No me toques porque todavía no he subido a mi
Padre.”
Vean aquí las Palabras de Cristo, capítulo 20, versos 15 en
adelante... 14 en adelante, dice... todavía hay que comenzar un poquito
antes: “Pero María...” el 11:
“Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras
lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro (recuerden que ya
Pedro y Juan habían entrado, vieron los lienzos y se fueron, no vieron
nada más)...
Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras
lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro;
y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados
el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús
había sido puesto.
Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han
llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.
Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí;
mas no sabía que era Jesús.
Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella,
MUJERES LUCHANDO
Y PERSEVERANDO HASTA VENCER
Por William Soto Santiago
Sábado, 02 de marzo de 2002
Villahermosa, México
Primera Actividad
uy buenas tardes, hermanas, mujeres, que están luchand o y
M perseverando hasta vencer. Lo importante de la lucha es
perseverar hasta vencer. Así fue con aquellas mujeres que iban en los
viajes misioneros con Jesucristo, y otras que no podían ir, pero que
cuando Jesús pasaba por donde ellas vivían, le servían a Jesús; tenemos
a Marta y a María, hermanas de Lázaro, que siempre que pasaba Jesús
por allí lo recibían y le preparaban comida para Jesús y para todos los
discípulos.
Encontramos que hubo entre todas estas mujeres que creían en
Cristo, una parte del grupo de los creyentes en Cristo eran mujeres, y
entre ellas, vean, hubo un grupo de ellas que ayudaba en la Obra de
Cristo. San Lucas, capítulo 8, dice:
“Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y
aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y
los doce con él,
y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y
de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que
habían salido siete demonios,
Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras
muchas que le servían de sus bienes.”
Ahora vean, hubo mujeres que ayudaban a Cristo en Su ministerio,
y de ellas encontramos a María Magdalena, el día domingo de
resurrección siendo la primera que vio a Jesucristo. O sea, que María
Magdalena luchó y venció.
Siempre hay mujeres luchando y perseverando hasta vencer, y las
más bienaventuradas son las que luchan hasta vencer en el Reino de
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Cristo. Hay otras que luchanestudiando para obtener un título, y cuando
lo obtienen, obtuvieron la victoria; y después tienen que buscar trabajo
para que esa victoria que obtuvieron les produzca dinero.
Ahora, en el Reino de Cristo todas las mujeres que luchan para
vencer, obtendrán la victoria, si perseveran hasta el fin, y en el Reino de
Cristo, Cristo les tendrá una bendición muy grande. Así que en el Reino
de Cristo van a tener una bendición grande, van a tener un galardón
grande, de parte de Jesucristo nuestro Salvador.
Y ahora, vean, María Magdalena había ido al sepulcro con otras
hermanas, fueron las primeras que fueron al sepulcro y encontraron el
sepulcro abierto, y se lo notificaron a los Apóstoles (a Pedro y a los
demás). Pedro fue con Juan y encontró que era así, entraron al sepulcro,
Pedro entró al sepulcro y después Juan, vieron que era así; y luego
encontramos que no vieron a Cristo, pero vamos a ver qué vieron ellos
cuando entraron al sepulcro... en Juan, capítulo 20, vamos a ver lo que
nos dice aquí... no, aquí no... solamente vieron los lienzos, pero hay
otro... esto fue lo que vio María Magdalena, pero vamos a ver lo que
vieron Pedro...
En Marcos también dice que ellas vieron... vieron allí un joven
sentado al lado derecho, cubierto con una larga ropa blanca y se
espantaron. Eso está en el 16, verso 5 de San Marcos, capítulo 16,
verso 5. En San Juan dice que fue - vieron dos... que María Magdalena
vio dos varones, y vamos a ver en San Mateo... en San Mateo dice que
un Angel removió la piedra, dice capítulo 28 de San Mateo:
“Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la
semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el
sepulcro.
Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor,
descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó
sobre ella (con la llegada de este Angel de la resurrección, para la
resurrección de Cristo hubo un terremoto y ahí se removió la piedra).
Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la
nieve.
M UJERES LUCHANDO Y PERSEVERANDO HASTA VENCER 5
Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como
muertos.
Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis
vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado.”
Parece que todavía los soldados estaban ahí tirados, y María
Magdalena y la otra María estaban allí y el Angel le estaba hablando a
estas mujeres. Vean, fueron mujeres que trabajaron en la Obra de
Cristo, y después continuaron trabajando pero con más ánimo. Pero
vean, mientras Cristo estaba en Su ministerio estuvieron trabajando en
la Obra de Cristo. Y fueron mujeres las primeras que vieron a Cristo
resucitado, y vieron los Angeles también.
Ahora, el Angel le dice:
“Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis
vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado.
No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar
donde fue puesto el Señor.
E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los
muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis.
He aquí, os lo he dicho.”
Ahora, vean cómo estas mujeres que sirvieron a Cristo en Su
ministerio terrenal, fueron también mujeres bienaventuradas que
perseveraron y obtuvieron la victoria. Habían visto a Cristo en Su
ministerio terrenal, vieron a Cristo crucificado, lo vieron muriendo, lo
vieron ya muerto, vieron cuando lo sepultaron, y ahora lo ven cuando ha
resucitado.
Ahora, estas mujeres fueron mujeres bienaventuradas, y ante las
noticias que dieron de la resurrección de Cristo, los Apóstoles no las
creían, decían que era una locura; pero no es una locura que Dios
cumpla lo que El prometió. Y Cristo prometió que El resucitaría al tercer
día, por lo tanto, aunque parecía locura, no era locura, sino que era algo
cuerdo. El cumplimiento de la Escritura es cordura no locura.
Por lo tanto, la noticia que ellas dieron era verdadera, eran mujeres
victoriosas, habían obtenido la victoria, y recibieron la bendición de ser