¿Estudiar una carrera por vocación o por las salidas laborales?

Un tema muy polémico para los estudiantes, es la decisión sobre si estudiar una carrera por vocación
o por las salidas profesionales, ambas son muy buenas elecciones, a pesar de que sea un dilema
elegir entre la vocación o el dinero. Elegir una carrera por vocación es elegir aquella disciplina que te
gusta y para la que tienes aptitudes. Elegir una carrera por las salidas profesionales significa escoger
una opción que tenga buena demanda laboral para un futuro y en la que crees que vas a ganar
mucho dinero, aunque no seas feliz estudiando dicha carrera.

Por un lado, elegir una carrera por las salidas profesionales es beneficioso desde un punto de vista
económico, ya que una de las cosas que más se necesita en un futuro es el dinero y eso nos lo
proporcionará un trabajo estable y bien remunerado. Otra razón más para estudiar una carrera por
las salidas profesionales es que podrás encontrar trabajo fácilmente, sin necesidad de esperar
mucho tiempo, que si es por vocación. Esta decisión siempre ha estado condicionada por gente que
creemos que son más importantes que nosotros, por ejemplo, nuestros padres.

Por otro lado, elegir una carrera por vocación es lo más correcto según los expertos, por varias
razones. Entre ellas se encuentra la felicidad, ya que se ha demostrado que los trabajos que más
felices nos hacen, son los que aumentan la creatividad hasta un treinta por ciento. Otra razón a favor
de esta decisión, es que en el mejor de los casos nuestra vocación podría llevarnos a un trabajo que
aparte de darnos la felicidad nos da una buena estabilidad económica, lo que solucionaría la mayor
parte de nuestros problemas a la hora de buscar un trabajo.

En conclusión, la mejor decisión para los estudiantes es estudiar una carrera por vocación, ya que
desde pequeños siempre hemos querido buscar la felicidad, por lo que hay que mantener esa
postura para el futuro, y no dejar que otras personas cambien nuestra opinión.

Esta decisión este condicionada por gente que creemos que son más importantes que nosotros, por
ejemplo, nuestros padres