Preguntas

1. ¿Hay algún punto del llamado “evangelio de la prosperidad” que a usted le parezca
que no se ajusta a lo que se enseña en la Palabra? ¿Por qué? Razone su respuesta
con argumentos bíblicos.
El enfoque del llamado “evangelio de la prosperidad” solamente en el bienestar físico
y en obtener bienes materiales no se ajusta con lo que enseñan las escrituras, pues de
acuerdo a la declaración de Jesús en Lucas 12:15 “la vida del hombre no consiste en la
abundancia de los bienes que posee”, así también podemos entender de Hebreos 11,
que la verdadera fe no siempre se relaciona con el bienestar o poseer riquezas.

2. En vista de lo estudiado en este pasaje, ¿Qué tienen de malo las riquezas?

En sí mismo no tiene nada de malo las riquezas, lo malo está en poner nuestra
confianza en ellas y apartarnos de Dios por buscar cosas materiales.

3. ¿Por qué dijo Jesús: “¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen
riquezas!”? ¿Por qué los discípulos se asombraron por ello?
Porque en la mayoría de los casos, los ricos suelen confiar en sus riquezas y se creen
autosuficientes no aceptando la necesidad de un salvador. Los discípulos se
asombraron porque ellos creían que más bien los ricos estaban más cerca de Dios, ya
que eran bendecidos y honrados por él.

4. Explique con sus propias palabras lo que Jesús quería decir con la frase: “Más fácil es
pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios”.
Pues Jesús estaba diciendo que era imposible, no había manera que alguien que
confiara en sus riquezas o en sus propias justicias entrara en el reino de Dios.

5. Analice y comente cada una de las cosas que el Señor prometió que les daría a
aquellos que dejaran sus posesiones por causa de él y del evangelio.
El Señor nos promete recompensarnos en esta vida por todo el sacrificio que hagamos
por servirle y agradarle; sin embargo, no debemos servir al Señor buscando ser
recompensados sino más bien debemos hacerlo por amor y con el fin de que Dios sea
glorificado. Así también nos promete la vida eterna, pero esto solamente por su gracia
más no por nuestro mérito.
Asimismo, el Señor nos advierte de las persecuciones que sufriremos si decidimos
seguirle.