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a a me a ES See SS Ee SS Oe ee ee ee eee ee Ee eee é 1 E] alma en la época antigua lpropésito de este capitulo es presentar algunas de las acepcio- mes que ha tenido el concepto de alma cn diversos momentos de la historia, sus variaciones y riqueza de significaciones. De esta manera podremos aprehender mucho mejor las multiples reso- nancias de este vocablo que, antepuesto como afijo a Ja palabra logos, forma el compuesto psyché-logos, es decir, psicologia. Esta\ perspectiva permite comprender que una de las razones —quizé la | més importante— de las diferencias entre las escuelas psicolbgicas| €s precisamente el énfasis y privilegio que cada una daa ciertas| facetas del alma. Asimismo, se captarén con mayor claridad los aspectos comunes en corrientes psicolégicas que, aparentemente, no tienen nada afin. Comencemos con el pensamiento griego, referente obligado en cualquier indagacién sobre la psyché. Ferrater Mora denomina “representaciones primitivas sobre el alma” a aquellas elaboraciones en torno a este objeto realizadas antes de Sécrates, que son.variadas y asistemAticas, y llama “concep- ciones clasicas sobre el alma” a aquellas qué son inauguradas por Sécrates, Platon y Aristoteles, filésofos considerados centrales en el pensamiento griego.' En este texto tomamos esa misma division. Se comenzard con las concepciones primitivas y luego se plantearan los aspectos esenciales de los puntos de vista del alma en Sécrates, 1 José Ferrater Mora, Diccionario de filosofia, Barcelona, Ariel, 2004, p. 110. So ple aieale halle rey sonnei 4 | Blobjeto de la pricologta: el alma come cultura encarnada Platény Aristételes, pues estos filésofos constituyen los pilares fun- damentales de las orientaciones que ha tomado la reflexién sobre elalma: por un lado, la bisqueda de la ascesis —cuidado y elabora- cién del alma—y, por el otro, la construccién de un conocimiento sistemdtico y formalizado (episteme) sobre la misma; en esta pers- pectiva epistémica se incluyen las orientaciones idealistas (Platén) y waterivlistas (Aristételes). Si bien las claboraciones conceptuales de Sécrates son menos precisas, por cuanto tenemos noticias de ellas indirectamente a través de los diélogos de algunos de sus disc{pulos, yen particular de los dé Plit6n, su aporte fundamental parece estar era de toda duda: Ja insistencia en el cuidado del alma, siempre dirigida a todos aquellos con. quienes se encontraba. Algunas representaciones primitivas del alma En su Didcionario'de filosofla, Ferrater Mora expone tres iianeras como fue concebida el alma prittitivariente: “"°~ Bl alma es concebidira veces como-un soptp, aliento 0 __to; equivalente a la respiricién; cuando falta tal aliento, el “individuo muere.‘Aveces:es concebida como wna especie de firego; al morir el individuo, esté “fuego” —que es “calor: vital"—- se apaga. A veces, finalmente, se concibe como una sombra, presentida o de algén modo “entrevista” durante el ssuefio, En Jos dos primeros casos, el alma es mds bien como: un principio de vida; en el dltime caso més bien como una “sombraounsimulaco"? * ot Desde los poemas homéricos la concepeién del alma aparecta, referida al hilito de vida —aliento vital— y a la sutiléza de la misma. Segin Erwin Rohde, la psique: [ec] al igual que fa palabra “alroa” que récibe la lengua de muchos otros pueblos, {Homero] nos la presenta como algo aéreo, etéreo, como un hilito de vida que se escapa 2 Ibid. a Le Elalma en ta época antigua | 5 J cilido Feb tras fi del cuerpo con el titimo aliento. Sale de.él por ka boca y también, sin duda, por Ja herida-abierta del-agonizante y, una ver libre, recibe también el nombre de “fdolo” {ti- dolon), irpagen? . = ‘La relacién con fa vida; clesde Ja perspectiva del alieuto vital, es quizd una de las caracteristicas biisicas del alma que deriva de estas concepri: 3s primitivas, Carl Gustav Jung sefiala: -, Deamerda come antigo concepto, elalma era esenciatinen “tela vida del cuerpo, cl alicnto vital, una especie de energia vital, que duianteel embarazo 0 el nacimiento penetraba en ia physis, es decir'en el espacio, abandonandé el cuerpo que fallece con el postrer aliento. Hl alma és de por sf un ente."\ no espacial y, por existir antes y después de la vida corporal, es tambigu extratemporal, o sea.précticamente ihinortal’ El alignto vital es: ntendidir tomo un soplo eu ocasioues c ‘eit taitto’ relacionsido con, ki vida, se representa coing fuerza riOvil’ Lo cAlido dé este aliento ileva a coiiio Fuego, iid dle fos elemeins fi xdaiméntales enel pe nto antiguo, como, véremos maa, adelante.” Larelacién.con Is vital copdujo a que se considerara al. novi- miento ya la sensacidm como caracteristicas esenciales delo vivo, pues la diferencia entre:lo.animado. y lo inanimado esta dada precisamente por la capacidad.del priinero para mnoverse y sentir El movimiento lleva a entender al gliaa como motor primero, o por To menos, como aquello que mueve todo Jo demés siendo motor de s{ misttio o siendo' movido por otra cosa. Alicra bien; lo que 3° Erwin Rohde, Pique la iden del elma ya inmostabidad onte is grrgos, México, Fondo de Cultura Econdmiica, 1948, p. 9: Carl G. Jung, La wealided dal alma, 4 ed, Buenos Aires, Losada, 1968, p. (3. Thtd. Ibid, p. U4 Jung anexa dos acepciones més del alma, que tarabiéa hacen parte le estas represesntaciones prinnitivas: el nombre del individuo y la sombra, proyectada il interponerse a rm rayo de hw 8B Avist6teles, slcerca let aina, 403630. saue > prvret aK Conca Deon 6 | Elobjeto de la psicologia: el alma como cultura encarnada mueve todo lo demas tiene que encontrarse entre los primeros principios, esto es, lo que da origen a todo lo existente —como causa eficiente, motor primero y ser necesario, Elaima, entonces, se entendia en estas concepciones primitivas como uno de los elementos primeros, algunos de ellos 0 todos estos ‘elementos, como el fuego —ya mencionado—, el aire, el intelecto, a a eee el namero, ia tierra, €l agua e incluso la sangre. Es evidente que ino todos estos elementos gozaban de la misma importancia cuan- do se trataba de definir al alma; el fuego, el intelecto, el aire y el ndmero son los que mas se destacan como definitorios del alma. Con respecto al fuego, por ejemplo, se consideraba que éste, al igual que el alma, se constitufa de pequeiias, invisibles e indivi- sibles particulas —dtomos—, similares a las motas en suspensién en el aire, que se mantienen en movimiento, todo lo penetran y todo lo mueven: De ahi que Demécrito afirme que el alma es un cierto tipo \ cuss hos de fuego o elemento caliente; siendo infinitos en ntimero uo Jas figuras y los atomos, concluye que los de figura esférica nde ry son fuego y alma y los compara con las motas que hay en suspensi6n en el aire y que se dejan ver en los rayos de luz a través de las rendijas; afirma que el conjunto originario formado por todos los dtomos constituye los elementos de ja Naturaleza en su totalidad (Leucipo piensa de manera semejante); de ellos, a su vez, los que tienen forma esférica son alma ya que tales figuras son especialmente capaces de pasar a través de todo y de mover el resto estando ellas mismas en movimiento: y es que partein del supuesto de que el alma es aquello que procura el movimiento de los animales. De donde resulta que la frontera del vivir se encuentra en la respiraci6n [...].° Para Rodolfo Mondolfo, Heraclito era también partidario de relacionar al alma con el fuego en tanto elemento primordial, idea que deriva de la concepcién de Pitagoras de que el alma es sustancia astral, que significa sustancia égnea, fuego y, como tal, 9 Ibid., 404210. Elalma en la época antigua | 7 capaz de conocer la naturaleza afin del cosmos." Aristételes mues- * tra que para Heraclito el fuego es entendido como exhalacién: Herfclito afirma también que el principio es alma en la medida en que es la exhalaci6n a partir de la cual se cons- tituye todo lo demas; es ademas lo mas incorpéreo y se encuentra en perpetuo fluir; lo que estd en movimiento, en j fin es conocido por lo que estd en movimiento.” ] La relaci6n con ia capacidad de conocer mencionada en el pé-_ ¢ fides * rrafo anterior se expresa también en Ja homologacién que algunos pensadores realizaron entre el alma y ese otro principio original: el intelecto. Para Pit4goras, el alma del hombre es su inleligencia | (intelecto), a través de la cual el ser humano es una parte del Cosmos: la inteligencia universal." Segiin Aristételes, Demécrito 2 “jdentificaba sin mas alma e intelecto”.'* Desde esta perspectiva, el ; K come hcitlas ( alma se caracterizaria por dos cosas: a) por ser una inteligencia que ‘Permite conocer lo existente, ya sea porque lo semejante conoce Jo semejante —de alli que el alma conozca todas las cosas, pues es el tinico principio o est4 compuesta de todos—,* 0 porque lo : contrario conoce lo contrario —y en este caso el alma es uno de iN ios contrarios originales: lo caliente o lo frio, por ejemplo—; y bb) por ser lo que pone en marcha el universo: una inteligencia o logos que da orden y cohesién a lo existente." Esta concepcién del logos como principio articulador —lo que ordena y cohesiona lo existente permitiendo el paso del caos ori- EJ olen © aides 10 Rodolfo Mondolfo, Herdclito, México, Siglo XXI, 1989, p. 243. 11 Aristételes, Op. cit., 404b25. 12 Wilhelm Capelle, Historia de la filosofia griega, Madrid, Gredos, 1976, pp. 48 y 49. 13 Aristdteles. Op. cit, 404a28. 14 Aristételes sefiala que esta es la concepcién de Empédocles. Véase: Aris- toteles, Op. cit, 404b10. 15 Veremos mas adelante cémo los estoicos y los epicéreos retoman esta acepcién del intelecto 0 inteligencia universal en sus concepciones sobre elalma. 8"| Elobjeto de la psicologia: el alma como cultura encarnada ginal al Cosmos—* sera de suma importancia tanto en la ciencia —que anexa el sufijo logos a las diferentes disciplinas que hacen. parte de su campo—, como en Ia psicologia y en sus practicas zy fundamentadas en la palabra, esto es, en la verbalizacién,!” puesto \Noweed” que el logos es también entendido como verbo, palabra. Sobre este awe Oy.) aspecto volveremos mas adelante, en el capitulo 6. d-\ Arist6teles critica esa proliferaci6n de principios que son alu- didos por sus antecesores para referirse al alma. Reconoce que al- gunos son mas adecuados para definirla—como el fuego—'* pero _ ‘(Critias). No obstante, esto se explica por - Jas tres caracteristicas } basicas que adjudican al alma: “en_resumidas cuentas, tedos| Te definen al alma por tres caracteristicas: movintiento, sensacién ¢ incorporeidad. Cada una de estas caracteristicas se remonta, a , hasta los rincipios”. 1 Pero el mismo Aristoteles destaca | una cuarta caracteristica relacionada con el movimiento y que lnmodalsdad es sostenida por Alcmeén: la inmortalidad. Para este ultimo, el alma estd en constante movimiento y es el elemento motor que a todo lo mueve. Se asemeja a los seres inmortales que siempre PA estan en movimiento y que son divinos, como la luna, el sol, los astros, el firmamento entero.”” Empédocles también sostiene la inmortalidad del alma y su naturaleza divina; a causa del odio fue expulsada de su uni6n con el Uno y lanzada a la tierra, en donde recibe un envoltorio corporal, y es destinada a errar hasta 16 Carlos Arturo Ramirez. “Ens. 51, Cronos”. En: Ensayitos. Policopiado por el grupo de investigacién El método analitico y sus aplicaciones en las ciencias sociales y humanas, Medellin, Departamento de Psicologia de la Universidad de Antioquia, 2009. 17 La Mery Zapata, La verbalizacién: de la curacién por la palabra al método psicoanalitico, tesis de grado en Psicologia, Medellin, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de Antioquia, 1995. 18 Dice Arist6teles: “Y no sin razén han supuesto que aquello que mueve a la Naturaleza ha de contar entre los primeros principios. De ahi que algunos hayan opinado que [el alma] era fuego: éste es, en efecto, el mas ligeroy ms incorpéreo de los elementos, amén de que se mueve y mueve primordialmente todas las demas cosas”. Aristételes. Op. cit, 405a5. 19 Ibid., 40513. Elalma en la época antigua | 9 lograr la purificacién. El cuerpo, en cambio, cuando muere se ‘ desintegra en los cuatro elementos primordiales (tierra, agua, aire y fuego). La concepcién de la inmortalidad del alma es originaria de Pitagoras, quien [...] predicé, bajo el influjo de ciertas doctrinas misticas [...] una doctrina hasta entonces extrafia a la multitud: que el alma del hombre tiene origen divino, y por consiguiente es inmortal, y que después de la muerte se encama en los cuerpos de animales terrestres, de peces y pajaros; que, después, tras una larga peregrinacin, puede volver a un cuerpo humano.” . El alma como armonia est4 estrechamente relacionada con la concepcién de Ia misma como ntimero automotor. Los trabajos de Pitagoras (0 de los pitag6ricos) sobre aritmética y geometria, asi mas como su interés en la muisica, le Hevaron al descubrimiento de que la armonja musical depende de ciertas relaciones numéricas; de igual manera, descubre que entre los astros (el sol, la luna, las estrellas y demas cuerpos celestes) se da una relaci6n numérica, una proporcién arménica especffica. Esto le permite hacer una generalizacién: “Niamero y Medida son los principios que do- minan al mundo y qué tienen esencialidad independiente” La armonia resulta entonces de la conveniente proporcién (numéri- ‘@) entre las partes de un todo. En lo que corresponde al alma, seria el resultado de la relacién entre los diferentes componentes del cuerpo. En el Fedén, Platén presenta a través de Simmias la idea de que el alma, al igual que la armonia que resulta de una lira y de sus cuerdas, es una combinaci6n y una armonia de tos elementos y estados del cuerpo: !o hiimedo, lo seco, lo frfo, lo caliente, entre otros factores.** Aristételes analiza todas estas nociones y concepciones: critica la teorfa segin la cual el alma se mueve a s{ misma; rechaza las teorias que la conciben como None y Medcha 21 W. Capelle, Op. cit., pp. 122 y ss. 22° Ibid., pp. 43-44. ~~ 83. Ibid. p. 45. 24° Platén, Fedén o del alma, 86c. Deadede del alone, Hayéel es \ 10 | El objeto de la psicologia: el alma como cultura encarnada armonia y como niimero automotor; finalmente objeta la idea de que el alma esta constituida de elementos. A partir de estas criticas, presentadas en el Libro I de sa obra Acerca del alma, pasa a argumentar su propia concépcién, que sera revisada en el si- guiente apartado, después del examen de la de Platén. Concepciones clasicas del alma En este apartado analizaremos los planteamientos sobre el alma que desarrollaron los tres filésofos considerados clasicos en el pensamiento griego: Sécrates, Platén- y Aristételes. Sécrates Es conveniente empezar estas elucidaciones con la afirmacién de que Sécrates fue “un hombre que no quiso dejar a la posteridad. ni una sola palabra escrita de su mano porque vivié entregado por entero a la misi6n que su presente le planteaba”.* Lo que se corioce de Sécrates —tanto de su biografia como de sus plan- teamientos y preocupaciones morales— deriva de una serie de textos sobre él elaborados por algunos discfpulos suyos.** En esta medida no existe propiamente una doctrina socratica sobre el alma, como si existe de Platén o de Aristételes. A Sécrates habitualmente se le asocia con dos aspectos que constituyen su ran aporte a Ja humanidad: la insistencia en el cuddado del alma” y el método de dar a luz Ta verdad, conocido como nye | fundamentado en la dialéctica de Ja pregunta y la respuesta. Sécrates administraba sus ensefianzas en forma de pre- Hyishes | gtmtasyespuestas. Consideraba el dislogo como a forma “Bagels on pes primitiva del pensamiento filos6fico y como el tinico ca- Heagoat eds 25 Werner Jaeger, Paideia, Los ideales de la cultura griega, Bogotd, Fondo de Gultura Econémica, 1992, p. 392. 26 Ibfd., p. 393. 27. John Bumnety Alfred Taylor, Varia soordtice, México, Universidad Auténoma de México, 1990, p. 25. Elalma en la época antigua | 11 mino por el. que podemos llegar a entendernos con otros. Y este era el fin practico que perseguia.2* Para Burnet, la sabiduria de Sécrates, puesta en accién para la consecucién de ese fin, se hace notable cuando asume su mi- sién y empieza a circular como transeante interrogando a sus conciudadanos.”” Su insistencia en el cuidado del alma se relacionaba con sus inquietudes éticas y con Io que consideré esencial en la busqueda del ser humano: la aretéo virtud, entendida como la excelencia del ser huiiiano, Sobre este aspecto dice Jaeger: “Sécrates se circuns- “cribia por entero a los problemas éticos y procuraba investigar conceptualmente la esencia permanente de lo justo, lo bueno, lo bello, etcétera”.°° En este punto podemos establecer una relacién entre Sécrates y el tema que nos ocupa —el alma—. Su interés, no fue tanto la construccién de una episteme (conocimiento ar- ticulado mediante razones) sobre el alma, sino la manera como ‘esta podia transformarse, esto es, como el hombre podia hacerse | virtuoso. Segiin Jaeger, “Sécrates se adentra en el alma misma | \para penetrar en el cosmos morai”.*! Su interés origina una tra- |dicion sumamente importante para la psicologia en la actualidad: ‘ha dado pie a lo que llamamos psicologias ascéticas. Ejemplos~ de estas psicologias son: las humanistas, las existencialistas, las fenomenolégicas, las psicoanaliticas, las transpersonales, entre otras. Michel Foucault muestra cémo el término ascesis, desde la tradicin griega y fundamentalmente en los estoicos y epicireos, implica un proceso de constitucion del sujeto, el acceso aun modo | de ser, asf como las transformaciones que son necesarias en el | | 28 W. Jaeger, Op. cit., p. 395. 29° J. Burnety A. Taylor, Op. cit. 30 W. Jaeger, Op. cit., p. 399. 31 Ibid., p. 404. 32 Juan Diego Lopera et Al., Relaciones psicologia-psicoandlisis: un estado del ave, Medellin, Centro de Investigaciones Sociales y Humanas (CISH) de Ja Universidad de Antioquia, 2007, p. 33. & J te Garhioces pode Ast Ngee 4 He Tout aor 12 | Bl objeto de la psicologia: el alma como cultura encarnada 5 | ascesis cristiana nen mas que constitucién de s{ del sujeto, propo- £ ne una renunci ificacién de k i mundano, ae snail o corpse cxepo sev, os pace ~~ En el pensamiento griego era general fa idea de un principio © + — césmico que daba orden a todo lo existente —el logos, raz6n universal, inteligencia, verbo—. Sdcrates, segtin Plat6n, retoma de Anaxagoras un principio similar, el nods: inteligencia, intelecto, mente, que “lo ordena todo y es la causa de todo”; de allf que, . para Platén, Sécrates haya afirmade: i 4 = | acceso a la verdad que este proceso supone.® No se restringe ala 2 L..-] me parecié que de algtin modo estaba bien el que la i mente fuera la causa de todo, y consideré que, si eso es asi, #3 Jamente lo ordenaria todo y dispondria cada cosa de lama- nera que fuera mejor. Asi que si uno queria hallar respecto de cualquier cosa la causa de por qué nace © por qué perece o existe, le seria preciso hallar respecto a ella en qué modo > le es mejor ser, o padecer o hacer cualquier cosa. Segtin - este razonamiento, ninguna otra cosa le conviene a una : persona examinar respecto de aquelio, ninguna respecto de las dems cosas, sino qué es lo mejory lo Sptimo. ¥ forzoso ‘es que este mismo conozca también lo peor. Pues el saber _= acerca de lo uno y Jo otro €s lo mismo. ‘Vemos pues cémo estas reflexiones llevan a Sécrates a poner en primer plano el asunto moral: la bisqueda de le mejor, lo 6ptimo, lo conveniente... Elalma, regida por ese principio césmico, debia | en-consecuencia aplicarse a Ja bisqueda de lo que para ella era | precisamente lo mejor y mas conveniente: la areté o excelencia \ de sf misma, manera estrecha con su método dialéctico y con sus dos técnicas | basicas: “la exhortacion (protreptikés) y la indagacion (elenchos)".* / | Mediante la exhortacién Sécrates busca persuadir a los demas f en ahacs fa 33. Michel Foucault,"La ética del cuidado de si como practica de la libertad”, Nombres. Revista de Filosofia, vol. 10, ntim. 5, Cérdoba (Esparia), 2000, p. 258. 34° Platn, Fedén o del alma, 97c. 35 W. Jaeger, Op. cit., p. 414. badge chs, Elalma en ia época antigua | 13 acerca de la importancia del cuidado del alma. Es frecuente la advertencia que hace a sus discipulos y amigos del peligro que corren sino tienen cuidado con los “alimentos” con Jos que nutren el alma, en especial, si vienen de aquellos que son mercaderes de Jas cosas del alma, como le advierte a Hipécrates cuando quiere hacerse discipulo de Protagoras sin saber siquicra qué es un so- fista.*° La indagaci6n discurre mediante preguntas y respuestas cortas, buscando que su interlocutor pueda hallar la verdad por simismo y saber acerca de lo bueno, Io justo, etc, esto es, de las virtudes esenciales para llegar a la areté (virtud). En altima instancia, se busca que fos participantes en el didlogo, de manera cooperativa —como compafieros y no como enemigos—, arriben a la verdad. De alif que Platén ponga en boca de Sécrates los versos del poeta, quien dice: “cuando van dos uno se adelanta en advertir al otro lo que le conviene”. Estas consideraciones}permiten deducir qué es el alma para’ ’ Sécrates. En primer lugar, el alma cobra un sentido profun- damente ético, puesto que en Sécrates la “formacion del alma para este ethos es precisamente el camino natural del hombre. el camino por el que éste puede llegar a una venturosa armonia ‘con Ja naturaleza del _universo 0, para décirlo en griego, a la” demonia” * Esto supone un giro que se va dando en los tiltimos tiempos de la Antigiiedad hacia el interior del hombre, que tomaré mucha més relevancia en Agustin, aunque bajo los presupuestos del cristianismo. Segan Burnet, el alma es para Sécrates esa rea- lidad que hay en cada hombre capaz de alcanzar la sabiduria, la bondad y Ja rectitud, una concepcién que, a juicio'de Burnet, "era completamente ajena.a lo que se pensaba sobre-elalma hasta ese momento. Por eso considera a Sécrates, en acuerdo con otros | autores, el verdadero fundador de la filosofia.* En segundo lugar, y en concordancia con lo anterior, se‘esta- blece una nueva jerarquia de valores:® los bienes del alma son mucho mas importantes que los del cuerpo, y debe ser ellala que Buicho miss UMpore pe al ole Jos bine 36 Platn, Protégoras, 312c. gen ety te? 37 W. Jaeger, Op. cit., p. 422. iy dl coe? 38 J. Burnet y A Taylor, Op. cit. 39° W. Jaeger, Op. cit., p. 417. Conpe al pon opeor¥ss Saloon Geo 4 ge cha 9 14 | El objeto de la psicologia: el alma como cultura encarnade domine y sea duefia de sf misma y, por supuesto, del cuerpo que habita. Esto no significa un descuido del cuerpo, pues Sécrates estuvo siempre muy interesado en su cuidado: “ensefiaba a sus amigos a mantener su cuerpo sano por el endurecimiento y habla- ba detenidamente de la dieta mas conveniente para lograrlo”.*? En tercer lugar —a diferencia de Platén—, alma y cuerpo no son opuestos, ni tampoco este ditimo se concibe como Ia cdrcel le la prii 1, en la que el alma estaria en contra de su propia \naturaleza inmortal y divina. ‘Todo lo contrario: El alma de que habla Sécrates s6lo puede comprenderse con acierto si se la concibe juntamente con el cuerpo, pero ambos como dos aspectos distintos de la misma naturaleza humana. En el pensamiento de Sécrates lo psiquico no se halla contrap To fisico. (...] Pero asi como, por la existencia del cuerpo y del alma como distintas partes de una sola naturaleza humana, esta naturaleza fisica se espirittializa, sobre el alma refluye al mismo tiempo algo de la existencia fisica misma. El alma aparece ante el ojo espiritual en su propio ser, como algo plstico por decirlo asi y, por tanto, asequible a la forma y al orden. Al igual que el cuerpo, forma parte del cosmos; mas atin: €s un cosmos de suyo, aunque para la sensibilidad griega no podia caber la menor duda de que el principio que se revela en estos distintos campos de] orden es siempre, en esencia, uno y el mismo.** Lo anterior muestra que las concepciones|érficag y sus miste- rios, presentes en la religion griega, tuvieron su influencia sobre todo en Platén, quizd no en Sécrates, pues es precisamente a partir de dichas concepciones que se supone al cuerpo como Ta “Carcel del alma, y la estadia de esta ultima en él como, una des- ‘gracia derivada de su caida al mundo material y sensible. Para ‘Platén —como veremos mas adelante— el alma es extrafia a su propio cuerpo y debe estar lo mas alejada posible de sus pasiones para evitar extraviarse y poder asi dedicarse a Ja biisqueda de la 40. Ibid., p. 424. 41 Elalma en la época antigua | 15 verdad, que quiza slo lograré plenamente tras la muerte, cuando ' se desprenda definitivamente de su prisién. Para Sécrates, por sabiduria. A ambos debia aspirar el alma, Plat6én La concepcién de Platon sobre el alma se desarrolla en varias de sus obras. Se expondra a continuacién tal como aparece en el didlogo que dedica Precisamente a este tema: Fedén odel alma, y luego, de manera breve, se Presentard el planteamiento cosmo- légico que desarrolla en el Timeo. El Fedén.o del alma escenifica el tiltimo dia de vida de Sécrates y Ja conversacién que este mantuvo con sus amigos, antes de cum- Plir voluntariamente la pena de muerte que le habia impuesto Sécrates confronta a los asistentes con la pérdida de un maestro y amigo amado. Este les reprende, y dice que el verdadero fil6sofo { €s justamente aquel que espera gustoso la muerte, pues toda Ja | | vida se ha preparado para ella:™ si el filésofo en btisqueda de la | que este impone—; si, ademés, evita murar con los sentidos cor- Porales pues estos son fuente de error y extravio; si, finalmente, aleja los placeres del Cuerpo que je atan y esclavizan, desvidndolo de Ia basqueda de dicha verdad, entonces es Precisamente la muerte la que permite esa : Separacién definitiva entre cuerpo y alma, liberandose esta para la bi queda de la verdad en e} | mundo de las ideas, mundo inteligib ado por los dioses | ¥ por los hotubres que han sido sabiog alo largo dé su Vida, Sin \ ee 42 Ibfd., p. 420. 43° J. Bumety A. Taylor, Op. cit. 44° Platn, Fedén o del alma, 84 a-b, Op. cit. 16 | Bl objeto de la pricologia: al alma como cultura encarnada embargo, esto no se logra sin m4s: requiere haberse preparado durante toda la vida en esa purificacién del alma para que pueda recibirse el favor de los dioses. De lo contrario, si el alma se ha habituado a los placeres del cuerpo y se ha hecho su esclava en lugar de dirigirle y reprenderlo, sale impura y manchada, - destinada al castigo de los dioses y a trasmigrar a otro cuerpo 2 correspondiente con sus faltas. : Esta concepcion muestra claramente que para Platon la acti-_ lvidad del filésofo —la biisqueda de la verdad— coincidia con la ipurificacién de su alma, esto es, con el proceso que le Ievaria ai 4 flogro de la vi ste es un primer elemento que puede resal- “aA iarse de la concepcién del alma de Platén: clo hombre, si desea, 34 Ihabiear el Hades y estar al lado de los dioses y de los mejores | 5 3. thombres que ja cuidar de su alma, y esto : | pommores que. OY 0S GUNG, ¥ CSCO. ax ise logra mediante la verdad a través de la razén. | @ fo el pensamiento, acompatiado de fa renuncia a los sentidos ya = llos placeres ‘Tenemios entonces el alia como objeto | de cuidado y cultivo, que es precisamente Jo que resalta Foucault en su obras Tecnologias del yo y Hermenéutica del sujeto. > Un segundo elemento, que se deriva de los planteamientos Previos, ¢s que el alma sigue existiendo tras la muerte del cuer- S eterna, puesto que “el alma de! hombre es inmortal, y a mina de vivir —Io que Hanian morir—, a veces vuelve acer, pero no perece jamas”* De igual manera, preexiste al cuerpo, puesto que llega’a este una ¥ otra vez —dicho de manera mas precisa: Hega a un cuerpo diferente cada vez— en Nat coupe | ese proceso de purificacién que ha de vivir "para conquistar final- ca Cateye | mente el Hades. Esta transmigracién del alma, conocida como + ‘metempsicosis, es una concepcién que, al parecer, Plat6n retoma de Pitagoras. Para Montaigne, Blow Vevnaat bed Wenseatayatrsr Dicha idea consiste en creer que las almas pasan de un cuerpo a otro, de un leén a un caballo, de un caballo a un rey, siguiendo siempre asf de morada en morada. Pitagoras decia acordarse de haber sido Frélides, luego Euforbo, mas tarde Hermétimo, tras este Pirrén y al cabo 45 Platén, Menén, 81b. El'alma en ta época antigua | 17 Pitagoras, teniendo memoria de si mismo desde hacia doscientos seis afios.® Montaigne retoma las criticas que desde la Antigiiedad se han planteado a esta idea de la transmigraci6n, al sefialar, por un lado, que “estarian en lo cierto quienes, combatiendo tal idea de Platén, afirman que el hijo podria cabalgar sobre su madre trocada en mula, con otros parejos absurdos”,"” y por el otro, que no seria posible la purificacién del alma de la que habla Platén si los dioses crean al hombre de condicién defectuosa: este dltimo est conducido a pecar y a que su alma, tras la muerte, habite cuerpos de animales, | que no pueden razonar, ni filosofar, ni, por ende, buscar Ia verdad. ', En el didlogo Fedén 0 del alma, Simmias y Cebes objetan tan- to la preexistencia del alma como el hecho de que ésta suceda al cuerpo una vez muera. Plat6n, a través de Sécrates, expone como prueba de la preexis ade que aprender 65 recordar, que la remi a.es la corroboracién de que el alma’ ya conoce > y que basta con rle interrogar esde si oe ja verdad 0 se aproxime a ella. En para sostener esta concepcién. Por un ‘lado, acude al mito —po- siblemente a concepciones 6rficas— y a las afirmaciones de los “poetas divinamente inspirados”,** y por otro, a una experiencia concreta: la de interrogar a un esclavo para hacer que recuerde el saber que ya lleva en su alma. Sdcrates le propone a este wltimo una figura geométrica trazada en el suelo y, con base en ella y en las dimensiones que le asigna, comienza a interrogarlo para saber si logra construir otra que tenga el doble de su area. El esclavo avanza sin dificultad hasta que tropieza con un escollo, que sélo puede superarse cuando reconoce su propia ignorancia y se dis- pone a aprender y dar sus respuestas desde sf mismo, sin que se le haya ensefado nada. Ha recordado.® 46 Michel de Montaigne, “Apologia de Raimundo Sebond (103)”, en: Ensayas completos H, Barcelona, Orbis, 1984, p. 200. 47° Ibid., p. 166. 48 Platn, Menén, 81b. 49 Ibid., 82b-85d. é 18 | El objeto de la psicologta: el alma como cultura encarnada En cuanto a la primera via, el filésofo afirma que el alma, [..-] siendo inmoraal y habiendo nacido muchas veces, y | __ visto todas las cosas, tanto las de aqui como las del Hades, | o hay nada que no haya aprendido [...] nada impide | que quien recuerde una sola cosa —eso que los hormbres | Maman aprender— encuentre él mismo todas las demds, sies valeroso e infatigable en la busqueda. Pues en efecto, | el buscar y el aprender no son otra cosa, en suma, que una reminiscencia.** | En el Timeo Platon desarrolla toda una teorfa sobre el origen del universo y del surgimiento del alma. Esta dltima, aunque es generada por ei Demiurgo después de la generacién del universo, iio es mas joven, puesto que ha de guiar y gobernar al cuerpo y, en esa medida, es primera en origen y en virtud. En este texto hay una serie de coincidencias con Io planteado en el Fedén o del alma. Por ejemplo, entre las propiedades y caracteristicas del alma, encontra- | mos: el alma es invisible e inmortal, participa del razonamiento \y Ja armonia, esta compuesta de tres elementos: la naturaleza de \lo mismo (lo eterno), la naturaleza de lo otro (lo que deviene) y Jel ser, y es la gobernante de la vida eterna del mundo. Sin embargo, a diferencia de lo que expresa en el Fedén, en | el Timeo Platén habla de tres modalidades del alma y de partes de fa misma, lo que se opone a la idea de que esta es indivisible. Cada una de estas partes esta relacionada con ciertos lugares en el cuerpo, desde donde actiia con base en sus propias cualidades. En la cabeza, relacionada con la facultad de razonar, estaria precisa- mente el alma invisible e inmortai, de naturaleza divina, que seria la encargada de guiar y gobernar al cuerpo. Luego vendria elalma mortal, que a su vez se divide en dos: el alma irascible o belicosa, Idader ded \ Dre os \wsd)® Ld que participa de la valentfa y el coraje [por lo cual esté \\ \\wiimplantada] més cerca de la cabeza, entre el diafragma ( a AEN AN AQe”y el cuello, para que escuche a la raz6n y junto con ella coaccione violentamente la parte apetitiva, cuando éstano 50 Ibfd., 81d. Elaima en la época antigua | 19 se encuente en absoluto dispuesta a cumplir voluntaria- mente Ja orden y la palabra proveniente de la acrépolis.*! Yelalma apetitiva, ubicada entre el diafragma y el limite hacia el ombligo, un alma que “siente apetito de comidas y bebidas y de todo lo que necesita la naturaleza corporal”, y ha sido atada como una fiera salvaje, puesto que: [...] era necesario criarla atada, si un género mortal iba a existir realmente alguna vez. La colocaron en ese lugar para que se apaciente siempre junto al pesebre y habite Jo mas lejos posible de Ja parte deliberativa, de modo que cause el menor ruido y alboroto y permita reflexionar al elemento superior con tranquilidad acerca de Jo que con- viene a todas las partes, tanto desde la perspectiva comin. como de la particular: Sabian que no iba a comprender el lenguaje racional y que, aunque lo percibiera de alguna manera, no le era propio ocuparse de las palabras, sino que las imagenes y apariciones de la noche y, mas ain, del dia la arrastrarfan con sus hechizos.22 Segin Montaigne, cuando Platén sitia “la razon en el cerebro, Ia ira en el coraz6n y la avidez en el higado, es verosimil que haya. masbien querido interpretar los movirnientos del alma que dividirla y separarla, como un cuerpo en distintos miembros” 53 Respecto al modo como conoce el alma, nos dice Plat6n a tra- vés de Timeo que, en raz6n de los tres elementos de tos que esta compuesta, el alma puede determinar la naturaleza de aquello con Jo que entra en contacto, pues es poseedora de todas las esencias: la de Jo mismo, la de Io otro y la del ser. Pese a la separaci6n que Plat6n mantiene entre e! cuerpoy el alma, en este texto reconoce la importancia del cuidado de este Gltimo, cuando afirma que “debe cuidar el cuerpo, el alma y sus partes imitando el universo” 5+ 51 Platén, Timeo, 70a. 52 Ibid. 53 M. de Montaigne, Op. cit., p. 193. 54 Platén, Timeo, 70e. b ieelinbeeaanestteriene él \ | podabd 4) Modern 20 | Bl objeso de la psicologia: el alma como cultura encernada La concepci6n platonica del alma, en Particular Ia inmorta- lidad y separabilidad de esta con Tespecto al cuerpo, es uno de los antecedentes mas importantes de lo que, en la modernidad, se concibe como dualismo alma-cuerpo, un dualismo de profundas consecuencias en la psicologia y en la filosofia (muy particular- mente en la denominada filosofia de la mente). Desde esta con- cepcién moderna, el alma (cada vez menos emparentada con la divinidad) es entendida como una realidad diferente del cuerpo aunque dependiente de este, al cual influye y transforma alinter- ‘actuar con él, A esta posicion dualista se le opone el monismo (espiritualista o materialista) que postula Ja existencia de una sola realidad, y que también tiene consecuencias decisivas en la Psicologia contempordnea. Sobre estas posiciones volveremos en los cuatro Gitimos capitulos de este libro. Lo feo aN Aristételes | (art f° Arist6teles, para su exposicién, comienza analizando el concepto de entidad (ousia), la cual es entendida: ...] en primer lugar, como materia —aquello que por 3) Educlm 7 sf no es algo determinado—, en segundo Ingar, como estructura y forma en virtud de la cual puede decirse ya 3 Geel de la materia que es algo determinado y.en tercer lugar, “le como compuesto de una y otra. Por lo dems, la materia Meas os We €s potencia, mientras que la forma es entelequia.# {Las entidades|son cuerpos naturales y, entre estos, unos tienen vida y otros no. La vida se caracteriza por la autoalimentacién, el crecimiento y el envejecimiento. Asi, todo cuerpo natural con | vida es entidad compuesta (forma y materia). El alma seria la forma especifica de ese cuerpo, su entelequia.* Esta tiltima es concebida de dos maneras: como lo que es la ciencia y lo que es teorizar (la Siencia como conocimiento que resulta de un proceso, y el teorizar como proceso que conduce al conocimiento. En el primer caso, se trataria de un sustantivo —resultado—, en el segundo, de un 55 Aristételes. Op. cit., 412a7. 56 Ibid., 412420. hudarea, » garam wax ¢ eldegla] porous Arita Elalma en la época antigua | 21 verbo —proceso—), Para Aristételes, el alma serie ntelequia en elsentido de Ia ciencia, que puede tenerse y no gjerc yque, ds, desde el punto de vista de Ta génesis, is, precede al sujeto. Asi, “el alma es la entelequia primera de un cuerpo natural que “EI compuesto de alma y cuerpo es entendido desde la pers- pectiva hilemérfica: forma y materia son indisolubles, una sola_ -alidad. Por eso Aristételes afirma: “De ahi ademas que no "led I quepa preguntarse si el almay el cuerpo son una tinica realidad, "i, como no cabe hacer tal pregunta acerca de la ceray la figura y, | en generai, acerca de la materia de cada cosa y aquello de que es materia”. Desde este punto de vista, Aristoteles toma el cuerpo | fi, como la materia, mientras que el alma seria la forma que informa, | conforma, configura dicha materia, i De estas consideraciones parece posible concluir que hay en Arist6teles un monismo materialista; de alli que Tomas Calvo Martinez se pregunte: Hebesigs éNo habra d Juirse_que Ja tmica entidad real es la ‘materia, sustrato tiltimo de todas las determinaciones reales (puesto que las entidades primeras o individuos no serfan sino modificaciones de la materia) y por consiguien- Av te sujeto tltimo de toda predicacion?® i x Sin embargo, como Calvo mismo sefiala, Aristételes en la | L\o\=* ‘ Metafisica describe al alma como facausa en tanto forma espe- | Lancto © idos )— de que la materia sea algo deterr ade medida, es diferente del cuerpo (ente, materia), alc 2 mina al darle una forma especffica, Esta causa no es un agente | I exterior —como seria el caso de la Idea en Platén— : ‘sino que s, Thoin es inmanente: son las funciones vitales mismas, en el sentido de}... principio de estas funciones; y también es causa final, es decir, |...» 37 Ibid, 412428. \ 58° Ibid., 412b5. 59 Tomas Calvo Martinez, Introduccién a: Aristoteles, Op. cit., p. 105. 60 Aristételes, Metafisica, 1041b6-9. 61 Aristételes, Acerca del alma, 415b22-27. 62 Ibid., 415b15. 22 | Bl objeto de le psicologia: el alme como cultura encarnada la funcién a la que esta destinado (finalidad) un ser en particular, por ejemplo, el hombre. De otro lado, si retomamos la pregunta que Aristételes for- mula: qué es esio (refiriéndose a un determinado tipo de cuerpo), podemos ver que se esta indagando por su esencia: su qué es. Si ese cuerpo es un ser humano, obviamente se esté indagando por la esencia de este tiltimo. Tal respuesta se da a partir de definir lo que ese cuerpo es, con lo que la esencia de un cuerpo es la definicién que demos de este 0, como di e Aristételes, su | entidad defmmiloria. Pues bien, un cuerpo ha de tener una forma especifica para que podamos responder gué es, ya que, de lo contrario, en tanto masa informe, no podria darse ninguna res- puesta. Por eso, fa pregunta qué es esto est dirigida a un cuerpo determinado, conformado, formado 0, como dice Aristételes, a un cuerpo de Zal tipo. Puesto que ya tiene una forma, y esta es su alma —como indicamos en el parrafo precedente—, resulta que el “| alma, en tanto determina e informa al cuerpo, es su u esencia y i }e esta manera el alma es: forma especifica, y_esencia a de 4 un cuerpo viviente, Téngase | en cuenta que Aristételes se est4 refiriendo a un cuerpo natural vivo; solo de este puede decirse que tiene alma. De allf su definicion: “el alma es necesariamente A me coupe siti. Weptedens entidad en cuanto forma especifica de un cuerpo natural que en potencia tiene vida”. Si este cuerpo viviente es una planta, entonces su esencia, lo Aless wy “" que la define, la hallamos si sabemos cual es su funci6n primordial Ben moles \(causa final). En el caso de la planta, es la capacidad para nutrirse yreproducirse (alma vegetativa); si se trata de un animal, su fun-_ ci6n esencial ¢s la capacidad para moverse y sentir, que presupone Ia capacidad nutritiva y reproductiva (alma sensitiva); si se trata oe de un ser humano, su fancién eae esla capacidad de razo- r vivo: sus funciones vitales. Sin embargo, “Y puesto que se trata de un cuerpo de tal tipo dice Aristoteles:' 63 Ibid., 412420. Elalma en la época antigua | 23 - —a saber, que tiene vida— no es posible que el cuerpo sea alma: y es que el cuerpo no es de las cosas que se dicen de un sujcto, antes al contrario, realiza la funci6n de sujeto y maieria”. Por » el cuerpo viviente y el alma son distintos, siesta ¢ la concepcién de Aristételes en torno al alma como breve introduccién al problema de la rela- cién cuerpo-alma (subsidiaria de ja relacion materia-forma), que retomaremos en el capitulo final de este libro, en los apartados “Eidos y morphe”, “El registro simbélico” y, “El alma: émaierial © inmaterial?”. Concepciones posteriores a Aristételes Autores como Leahey, Abbagnano, Brett, Zambrano, Nussbaum, enire otros, coinciden en sefialar que Ja filosofia postaristotélica estuvo considerablemente influenciada por la biisqueda de la eu- daimonia vida buena debido a las condiciones adversas a las que ‘se vi tado el ciudadano griego tras la muerte de Alejandro umerables guerras qué se desencadenaron.” Se- gan Brett, Sécrates es el iniciador de esta tendencia en la filoso- fia, consistente en una reflexién moral acerca del modo de vivir. Esta filosofia moral adopté su mejor forma después de ja muerte de Aristételes, cuando el interés teorético cedié terreno a las re- flexiones sobre ef modo mas conveniente de enfrentar el diario vivir, ¢ Oa C ndiciones sciales y politicas eran cada vez ms dificiles y el suftimiento era causado por fuerzas que no estaban bajo el dominio de cada individuo; Ia vida se constituyd en algo que habja que soportar® y era preferible refligiarse en fo tinico que parecia depender del ser humano: la raz6n; a partir 64 Ibid, 412a17-20. 65 Thomas Hardy Leahey, Historia de la psicologia, 4.* ed., Madrid, Prentice- Hall, 1998, p. 79. 66 George Brett, Historia de la psicologia, Buenos Aires, Paidés, 1972, p. 97.

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