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El Criterio

DE JAIME BALMES
CAMILA RODRIGUEZ DE LA FUENTE
¿Qué es la atención?

En el primer capítulo, el autor James Balmes comienza a hacer una


clara distinción entre lo que es verdad y lo que es buen pensamiento: la
verdad es la verdad de las cosas. Si algo es real y existe,
inmediatamente se vuelve real, de lo contrario estamos equivocados.

Todo esto lleva a que si conocemos la verdad, la verdad de las cosas,


podemos pensar bien, de lo contrario no podemos pensar porque es
una pérdida de tiempo.

Para pensar bien, hay que saber la verdad. Una mente sana es aquella
que conoce muy bien la verdad, no la que trata de hablar de ella de una
manera aparentemente correcta.

Hay diferentes formas de conocer la verdad y el autor las diferencia. Dijo


que a veces la conocemos y a veces no, y eso es porque la realidad que
vemos no es la realidad cierta. Aunque también podemos comprender
plenamente la verdad, ésta actúa como un espejo en el que vemos las
cosas tal como son cuando las vemos. En conclusión, hay muchas
formas de conocer la verdad: la verdad real y la verdad a medias.

Jaime Balmes sigue distinguiendo entre diferentes molinos. Da ejemplo


de buen pensador y todo lo contrario. Un buen pensador es aquel que
puede ver todo, pero por eso no puede ver nada de lo que existe. A
diferencia de los buenos pensadores, los que miran los objetos sólo lo
suficiente para ver, no más. Pero eso a veces puede ser un problema
porque si ves muy poco, no puedes ver lo suficiente. Los más certeros
son los privilegiados que ven todo con mucha claridad y precisión, y esto
se refleja en sus escritos y acciones.

A pensar bien, no se aprende por medio de reglas, sino por modelos.


Enseñar el pensamiento crítico mediante la teoría es diferente de
enseñar con el ejemplo. La buena enseñanza se hace con ilusión y de
forma sencilla y práctica.

La atención
Según Jaime Balmes, la atención es "la aplicación del pensamiento a
los objetos". Para pensar bien, lo primero que hay que hacer es
participar bien. El pensamiento y el enfoque son dos conceptos
complementarios y sin enfoque nos distraemos y pensamos en otra
parte. Por eso, es importante desarrollar el hábito de fijarnos en lo que
se hace, para que entendamos todo correctamente, sin equivocarnos.

La atención tiene ventajas y desventajas. La clave para la concentración


perfecta es una mente enfocada. Así, podemos organizar mejor las
ideas, percibirlas con mayor claridad y recordarlas con mayor facilidad.
Pero si no estamos atentos, nada de esto puede pasar, tendremos
mucho revoltijo de ideas, quizás, sin prestar atención, perdamos algo
importante.

Mucha gente cree que la atención fatiga, pero se equivocan porque la


atención es un aplicación suave y relajada y es compatible además con
la diversión porque a lo que se refiere es a descansar, a no ocuparse
de cosas trabajosas, no al no pensar. Con el grupo de los distraídos, el
autor junta también a los irreflexivos y a los distraídos porque no tienen
atención. La ventaja que tiene un hombre atento es que es más urbano
y cortés.

Elección de la carrera

Todo el mundo debería tener una carrera para la que se sienta mejor
preparado. Es de vital importancia para elegir una carrera, para el futuro
de una persona. La palabra talento significa competencia absoluta para
algunas personas. Piensan que si una persona es buena en un área,
también lo es en otras, pero no es así. Por ejemplo, si una persona es
buena en literatura, no necesita ser buena en matemáticas. Pocas
personas pueden hacerlo todo. Es casi imposible tener talento para
todo.

El instinto que determina lo más adecuado para nuestro llamado es el


instinto dado por Dios en cada persona que señala el destino. Los
instintos que nos da varían de persona a persona y debemos cuidarlos
para no perder los talentos que nos dan. Por lo tanto, padres, maestros
y pedagogos deben tener esto en cuenta para que los niños no se
queden estancados en tareas no asignadas. La misma persona también
debe mirar sus inclinaciones.

Jaime Balmes propone un experimento para descubrir los talentos de


cada niño. Para esto, se debe proporcionar al niño varias cosas que lo
guiarán en el descubrimiento de sus talentos. El autor nos dio un claro
ejemplo de cómo regalar un mecanismo de reloj a un grupo de niños,
los que estén interesados en el mecanismo se destacarán en hacer
muchas preguntas y entenderán fácilmente todas las explicaciones
sobre el tema. Hay que tener cuidado de obligar a los niños a hacer
cosas que no saben o que no les gustan porque todos tienen talentos
diferentes y no pueden ser iguales.

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