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ENSAYOS DECADENCIA:’ POLITICA: Conceptos y perspectivas; Una comparacién entre las teorias de la crisis politica de Carl Schmitt, Antonio Gramsci y Samuel ‘Huntington. Eugenio Kvaternik El presente trebajo es parte de-uno més amplio sobre erisis politica que conts ‘son el apoyo de una Beca del Cono Sur'de CLACSO (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales)... : Agradezco a la Comision Fulbright, a la Agencia para la Comumicacién Inter nacional del Departamento de Estado y a la Fletcher School of Law. and Diplomacy ‘merced a cuyo apoyo pude consulter en el afio académico 1981-82 1a Widener Library de la Universidad de Harvard para le bibliografia y la primera versién de este trabajo. En la Fletcher School, en especial las atenciones recibidas dé los Prof, H. Ryan y Bill Bames. ~ A Daziel Samoilovich que colaboré com mis necesidades de bibliografis alema- nay mi snsiedad por no tencrim en bibliotécas argémines, durante cuatro aflos, envidén- dome bros, articulos y fotocopias desde la Universidad de Heidelberg. Tembién a G. ‘Makin que Jo hizo al comienzo de la investigacin. A Emilio Cvitkovie por razones anfloges al envierme una fotocopia de varios ensayos constitucionales y del libre de C. Schmitt sobre el Leviathan de Hobbes. Finalmente al CONICET ya la DAAD del gobiemo alemén que me permitieron durante tres meses recoger material para este trabajo en la Universidad de Bonn, en 1981. Agradezco Iss atenciones recibidas en Ja oportunidad por el Dr, Karl D. Bra- cher, as{ como sus observaciones a las primeras ideas de cate trabajo, Finalmente « Paula Eppenstein, que me ayudé a recuperar el slemin. Introduccién Este estudio se propone comparar:las visiones y teorfas que sobre los fenémenos de crisis politica han: desarrollado los siguientes autores: el nor- teamericano Samuel Huntington, el maraista Antonio Gramsci y el reaccio- nario alemén Carl Schmitt, EI primero de ellos, a través del concepto de pretorianismo, nos propor- ciona una racional para entender la crisis de las institaciones y la inestabili- dad politica que en el marco del proceso de modernizacién da lugar Iq 36 + ENSAYOS expansi6n sibita de 1a participacién de los grupos sociales en la arena polf- tica. EI segundo, a través de la nocién de la “crisis orgnica”, nos propor- ciona desde el marxismo ung visidn de la crisis de autoridad como una crisis fruto del deterioro de la hegemonia de un grupo social, a partir del andlisis de la crisis del estado liberal italiano Iuego de 1a Primera Guerra Mundial. El tercero, finalmente, nos da, a partir de un famoso concepto de lo polftico como un campo delimitado por la relacién amigo/enemigo, una interpretacién de la crisis del parlamentarismo del entreguerra, a partir de un andlisis del régimen politico de la Repiiblica de Weimar. El argumento de estas p4ginas tratard de probar que en tomo @ nocio- nes y teorlas tan disimiles como la “crisis orgénica” de Gramsci, la visién de Carl Schmitt sobre el parlamentarismo de Weimar, y el “pretorianismo de masas” de Samuel Huntington se enhebra una tradicién de discursos en tomo al tema de la decadencia polftica. En otros térmings todas estes interpretacio- hes constituyen perspectivas, no necesatiamenite antagénicas, que nos permi- ten abordar aspectos referidos a los problemas y fendmenos de decadencia institucional, ‘Las notas analiticas que caracterizan a los fenémenos de decadencia institucional -expresadas en Ja coetaneidad entre instituciones polfticas y fuerzas sociales- (1): motilizacién y debilidad institucional, conflictos no institucionalizados entre los grupos sociales, han sido asf sintetizados por Samuel Huntington. Y si bien es cierto que su formulaci6n es la mds expli- cita frente al problema, se argumentaré que su visién, junto a las restantes, nos permite hablar de ls existencia de-una tradicién de discurso. Hablaremos Pues de tres visiones del pretorianismo de masas: una en clave de desarrollo Politico, otra marxista 'y una réaccionaria (2). Instituciones politicas y fuerzas sociales: Decadencia Politica A los efectos expasitivos daremos una breve sintesis de los elementos de andlisis y las categorfas basicas de estos autores presentando el proceso 0 modo por el cual la relacién entre fuerzas sociales ¢ instituciones pollticas afectan tanto Ia estabilidad como la decadencia de los regimenes politicos. Tomaremes la visi6n de Huntington como pardmetro para ilustrar las diferencias y semejanzas entre estos enfoques: pretorianismo, crisis orginica, y la visién schmittiana de la crisis. La visi6n del orden politico de Huntington supone y requiere institucto- hes auténomas de los grupos sociales, que se constituyen en el locus del interés piblico y pueden asf mediar en los conflictos de interés entre los Bfupos sociales. Ello hace que el proceso politico transite por formas insti- ENSAYOS - 37 tucionalizadas -no violentas- de conflicto politico. Cuando usualmente, por la expansién de la movilizacién, éstas pierden autonomfa y quedan e merced de los grupos sociales, surge ef pretorianismo, la violencia, el bellum omnia contra omnes de la modemnizacién, “los grupos se enfrentan con los medios que le son propios: tos militares golpean, los estudiantes protestan, los sifi- tticatos hacen huelga, etc"(3). La visién schmittiana capta el sentido ms profundo det pretorianismo, reformulaci6n modema del mito clésico del estado de naturateza o de guerra: 8 decir, la de una sociedad que arrasa con el Estado. El estado schmitiand, empero, no ¢s una institucién politica en el sentido que este térming y concepto recibe ea la ciencia social contempord- nea: procedimientos y grupos funcionales -politicos/profesionales- en condi- ciones de mediar en los conflictos de interés entre los diferentes grupos sociales, En ottos términos, la relacién enire el Estado y la sociedad no es la de instituciones que regulan conflictos entre grupos de interés, toda vez que en Ia visién schmittiana no hay lugar para la idea del conflicto institucionaliza- do. En rigor de verdad, la relacién y el vinculo que se establecen entre Estado y Sociedad son el de proteccisn, El Estado es esencialmente el garante de la paz interna, y debe tener a su disposicién todos los medios para, tlegado el caso, hacer frente al resurgimiento de la enemistad. El desiderata schmit- tiano del Estado es et estado absoluto, expresi6n hisiérica del “protego ergo obligo, cogito ergo sum del Estado”(4). Por ende, a relacion entre la sociedad y ef estado no es el modelo pluralista de instituciones politicas que filtran, incorporan, moderan y agre- gan alternativamente Jas demandas que les presentan los grupos de interés, el lobbying y las organizaciones corporativas. En la visién schmittiana del pretorianismo de Weimar, como habremos de ver més adelante, la crisis no surge como decadencia y pérdida de auto- nomfa de instituciones desbordadas por los gmupos y movimientos sociales, sino como un vaciamiento del Estado -reducido al rango de una asociacién més, despojado de su condicién de organizacién decisiva- de sus competen- cias propias: mandar, obligar, proteger, combatir al enemigo o trazar la distincién entre amigo y enemigo, por parte de grupos de interés privado que hacen politica, es decir que gozan de todas las ventajas de hacer politica sin asumir los riesgos ni proporcionar las ventajas al Estado. Finalmente, Is crisis de hegemonia de Gramsci parte de supuestos, diferentes ¢ incluso opuestos a los de Huntington. 38 - ENSAYOS La idea cs que el “Estado es ¢] conjunto de actividades teérices y préctices con las cuales la clase dirigente no sélo justifics su dominio, sino logra obtener ¢] consenso activo de los gobernados” (5). Es decir que la hegemonfa de un grupo social sobre las ingtituciones politicas explica la estabilidad del orden polftico, en oposicién a la vision de Huntington.que hace de Ia autonomia de las instiniciones vis a vis de los grupos sociales el secreto de su vitalidad. Hegemonfa que se agrieta cuando como fruto “de una empresa perdida (guerra) o de la “movilizacién de masas que de la pasivided han pasado a la actividad politica” Ia clase dirigente entra en crisis y srastra de ese modo "sus" instituciones: “Los grupos sociales 58 separan de sus partidos tradicionales” y abren el camino a soluciones de fuerza (6). En el cuadro siguiente proporcionamos una comparaci6n de estas cate- gorlas. ESTADO. FUERZAS SOCIALES Orgmizaciém docitiva Sindicatos y partidos, (paede exigir diferen- Iglesia qua poderes do la cia de las cures aso~ sociedad ciacioner la vida de SCHMITT sa miembrot) Las tcorias ploralines (Laski Cole) reducen al Estado al rango de una asociacién mis Institucjones Politicas; Partides, pariamento, Grupor de interts, lobbing HUNTING. police, proferionales, mediadores entre los grupos de interés y auténomos de éstos, Estado clase, mds ‘Clases Sociales ‘GRAMSCI conse CRISIS: Vaciarniento: del Erado por los 'poderes indizec- tos’ de ta Sociedad que hacen politica, sin ast- mir los riengos del Bria- do. ENSAYOS - 39 Instituciones politicas y fuerzas sociales: Institucionalizacién Politica. Contrario sensu, estas diferentes perspectivas sobre la crisis nos marcan la existencia.de tres diferentes criterios para aproximamos a la instituciona- lizacién politica. La oposicién que Huntington encuentra énire la teorla de 1a constitucién mixta -una fuerza social para cada institucién- y Ja idea de los Founding Fathers americanos de evitar la correspondencia entre instituciones politicas y fuerzas sociales, le permite postular un criterio de institucionalizacién que excluye la presencia de grupos controlando al. Estado como condicién de institucionalizaci6n exitosa, Gramsci suministra un canon metodolégico desde supuestos opuestos. Su visidn. vincula la solidez de las instituciones politicas con la hegemonta de un grupo social y, reciprocamente, sn crisis y decadencia, con Ja ausencia de hegemonfa social. El dictum “El.Estado es el conjunto de actividades teGricas y précticas por el cual una clase justifica sa dominacién y obtienc también el consenso de los gobernados” formula en términos netos la racional que vincula la estabilidad de las instituciones polfticas con la hegemonia de una fuerza social que las captura: Por dltimo, en Schmitt al no haber, como veremos, espacio para la idea de conflicto institucionalizado no. hay stricto senéu un criterio alternative de institucionalizacién politica. No habiendo espacio para instituciones media- doras del conflicto politico, el Estado deviene cocténeo con ¢l régimen politico , viceversa, cl régimen politico deviene coctineo con el Estado, Fuera de las agencias del Estado -baroeracia, ejército y policfa- no hay lugar para instancias mediadoras coro partidos polfticos, profesionates, etc. Instan- cias caremtes de autonomia no pueden, en su condicién de vasallos de los poderes indirectos de la sociedad, suministrar un locus a lo piiblico o general, como Jo atestigua la disolucién de bo paiblico en “el estado pluralisia de partidos en coalicién Labil”, Pretorianismo: El enfoque liberal-conservador: de Samuel Huntington Para Huntington la clave del orden politico “cfvico” 0 estable lo propor- cionan. instituciones politicas auténomas de los gripos y fuerzas sociales. Contrario sensu, los procesos de crisis y descomposicién institucional se avecinan o tienen lugar cuando las “fuerzas sociales son coeténeas con Las instituciones politicas” 0 sea, cuando.ésias pierden autonomia, Esto suele ocurrir, principalmente, con motive de la movilizacién o incorporacién de nuevos grupos sociales a la vida politica. Estos fendmenos de movilizacién de nuevos participantes, que rompen con parte de los cAno- 40 - ENSAYOS. nes y précticas instimcionales existentes, constituyen lo que este autor deno- mina como pretorianismo. Es decir, un estado en el cual el nivel de institu- cionalizacién es menor que el de movilizacién, lo que refleja, como hemos dicho, la coctancidad entre fuerzas sociales ¢ instituciones politicas. La filiacién teérica que hace de instituciones polfticas auténomas de las fuerzas sociales la clave det orden polftico, debe buscarse, segiin el autor, en los Founding Fathers de la constitucién americana (7). “En el siglo XVII la preocupacién por el gobierno equilibrado se mani- festaba usualmente en el gobierno mixto. De acuerdo a esta woria cada rama del gobierno, como en Gran Bretaiia, debe representar o encamar los interéses del reino... los creadores de la coristitucién... prestaron pota atencién las Yelacionss entre las fuerzas sociales de la sociedad americana y las institucio- ines polfticas que estaban creando” Asi, mientras “en Europa, América Latina y en otras partes, las institucio- mex gubernamentales y bos partidos politicos tienden a estar indisolublemente ligedos y a menudo exclusivamente a una fuerza particular: cuando estas fuer- zas declinan, artastran sus instituciones consigo”. “No ocurre as{ en los Estados Unidos, donde en 1a mds importante inno- vaci6n polftica igualada tinicamente en Ia historia moderna por la creacién del partido leninista, los creadores de Ia Constitucién crearon un sistema de gobier- nO que era responsable hacia 1a sociedad y sin embargo autOnomo dé ésta”. Autonomia.a través de la cual se cumple el supuesto central de la filosofia de los Federalist Papers y-que impregna el rol que el andlisis de Huntington asigna a las instituciones polfticas; neutralizar, equilibrar, balan- cear los intereses contrapuestos o facciones a los efectos de hacer posible un gobierno reptesentantive estable, Veremos que en esta adaptacién del pensamiento de los Padres Funda- dores Americanos a los avatares de la modernizacién, variar4 la organizacién para controlar, equilibrar y neutralizer reciprocamenie las facciones pretoria- nas, La constitucién aristoctética apropiada para una sociedad agraria cede su lugar al partido politico, en el wansito que hay desde uma arena politica restringida y un estilo politico deferencial, a la politica de masas, caracteri- zada por la movilizacién, la participacin extendida, la explosién demogr4- fica y la articulaci6n organizacional de los intereses privados (8). El enfoque de Huntington surge coro alternativa 3 Jas previsiones erréneas de los tedricos optimistas del desarrollo politico (9). Segin este énfoqué, la movilizacién desencadena, supera, vulnera los marcos institucio- nales 'y organizativos existentes: es decir, ENSAYOS - 41 “las tasas de movilizacién social y politica son altes; las tasas de organizacion ¢ institucionalizacién son bajas. El resultado es ia inestabilidad politica y ¢l desordan” (10). Estos fen6menos de crisis reciben la denominaci6a de “pretorianismo”. Al igual.que en la decadencia del Imperio Romano, no existe un “locus” para el interés piblico. La venta de cargos piiblicos al mejor postor revela un caso extemo de cormupcién, de sometimiento del interés piblico ai arbitrio de un 8tupo privado -la guardia pretoriana- y se repite cuando éate es sometido ahora al arbitrio de varios: sindicatos, militares, grupos econémicos, etc. Ahora éste se expresa en ta ausencia de instituciones piblicas.o mas exacta- mente, del estamento que las personifica o hace vivas: el politico profesional. En lugar de conflicto institucionatizado de! pluralismo polftico de los tedri- Cos optimistas, la modernizacién lanza una versién modema de las facciones de Madison: “Los essidiantes manifiestan, los ricos corrompen, los militares intervie- nen y los sindicstos abusan de la hueiga” (21). “Los grupos socisles se enfren- tan con lot medios que le son propios”, Usualmente estamos habituades a ver a América Latina como el lugar Privilegiado 0 casi dnico de los procesos de participacién y ta crisis Politico- institucional, el golpe militar, etc. En nuestro continente, estos fenémenos de movilizacién y protagonis- mo de ios movimientos de masas, y la crisis recurrente del orden constitucio- nal, estdn ligados al protagonismo de los movimientos populares y de izquier- da, a los nombres propios de un Pern o més recientemente de un Allende o al Frente Amplio Uruguayo. ‘Si bien es cierto que la politica movilizacionista, lg debilidad institucio- nal. y la injervencién militar hacen de América Latina el continente por excelencia del pretorianismo, esta categoria de andlisis rrasciende este marco geografico y.es aplicable a otras latitudes, como Ja politica europea de entre- guerra y su caso més famoso, la Repiiblica de Weimar, La republica de Weimar La Repdblica alemana de Weimar:en general, y sus tiltimos tres afios ¢n particular, revelan los rasgos de. un régimen pretoriano, Weimar seria un aso paradigmatico de uno de los rasgos del pretorianismo, a saber la cota- neidad entre instituciones politicas y fuerzas sociales. En. otros términos, las fuerzas politicas serfan prisioneras de los interests sociales. 42 - ENSAYOS Como jo viese Max Weber, el fenédmeno tendria su erigen en que al no tener acceso a la responsabilidad gubemmamental, bajo ei Reich guillermino, los partidos terminarfan por ser prisioneros de los grupos ¢ intereses sociales. En términos de Sigmund Neuman los partidos politicos serfan m4s partidos de “sociedad” que partidos de estado (12). Dado que pretorianigme'es sinénimo de decadencia de instituciones, comencemos por dar el perfil institucional de Weimar. Instituciones principales El régimen polftico de la Republica de Weimar tendria, como caracte- ifstica distintiva, la existencia junto al parlamento de una Presidencia elegi- da por cl sufragio universal. Dada esta singularidad, este tipo de parlamen- tarismo pasarfa a la historia con el nombre de parlamentarismo “weimaria- no”. La crisis de los partidos y el parlamentarismo harfan que a lo largo de los afios, ¢l presidente adquiriese un papel. cada vez més protagénico en la gestién gubernativa. A tal efecto se extenderfa la interpretacién que la Constitucién le otorga para hacer frente a sitaciones de crisis, en ef marco del articulo 48. El articulo 48 decia: “Cuando un territorio no cumple los deberes que le imponen la Constitu- cién y las leyes del Reich, puede el Presidente del Reich obligarlo a ello con el concurso de la fuerza armada. Cuando en el Reich alemdn La seguridad y el orden piiblico estén consi- derablemente alterados o amenazados, el Presidente del Reich pueds tomer aquellas medidas que sean necesarias para su restablecimiento, apelendo a Ia fuerza armade si el cata lo requiere, Con este objeto puede suspender, en todo © en parte, loz derechos eatablecidos en los aiticulos 114 (inviolabilidad de las. petsonas), 115 (inviolabilided del domicitio), 117 (inviolabilidad de 1a corres- pondencis), 188 (libertad de opinién y expresién), 123 (libertad de asimblea), 124 (libertad de asociacién) y 153 (inviolabilidad de la propiedad), Todas tas medidas que el presidente del Reich haya tomado en virtud de los apartados 1 y 2 de este articulo deberé poneria sin demora en conociniien- to del Reichastag; si ef Reichastag lo exige, las medidas tomadas deberén dejarse sin efecto. Si la demora Iiegara a constituir un peligro, puede un gobiemo territorial tomar pare su Territorio lax medidas de cardcter consignado en el apartado 2. Estas medidas se dejarén sin efecto 2 instencia del Reich o de] Reichastag. Una Jey nacional regulard Jos pormenares”. ENSAYOS - 43 El articulo:48 tendria wes usos institucionales y principales: 5) El primero seria su aplicacitn tal como estabe peevisio en la cons- tituci6n. Es decir, como un procedimiento en el marco de! estado de sitio, frente a las amenazas ¢ intentos de insurreccién internos, sin necesidad de consenso previo del poder legislativo; asf fue camo se Teprimieron los levantamientos comunistas en 1920 én Sajonia y ‘Turingia (13), ‘b) El segundo serfa su uso como un gobierno del cjécutivo, capaz de dictar medidas de emergencia mediante la delegacién en contraste 4 la gestién parlamentaria usual. Esta practica especffica consistia en une delegacién de los poderes del parlamento al Presidente, para tomar medidas especificas por un lapso de tiempo determinado (14). La emergencia seria aqu{ de indole econémica, el pariamento delogeris sus poderes a} gabinete Stresseman DYP y al centrista Marx para que hicie- sen frente a la hiperinflacién provocada por el financiamiento dela resisten- cin pasiva de los patrons y obreres'del Ruhr ante la ocupaci6n francesn de la zona, é 1923, En el primer caso fa delegacin otorgeda el 13/10/23 ceseba el 32/03/24 y tenfa vigencia'siempre y cuando se mantuviese la composicién det gobiemo en ejercicio. Ast es como el. sbandono de ler Social Demécratas el 2 de noviembre puso fin a los plenos poderes dé. Ebert- Stresseman. En In experiencia Mars, en cambio que ¢inté del 8/12/23 al 15/2/24 no contenfa una cléusula de esta indole, ‘pero el control sobre el ejecutivo se logré por medio de comisiones parlamentarias que discutirlan con el gobier- no Ie orientacién de las medidas 2 ser adoptadas. ©) El tercer uso seria la interpretacién de lo que Carl Schmitt Hams “el sistema presidencial” en su libro “La defensa de la Constituciin”. La argumentaci6n schmitiiana (15) partirfa del supuesto de que en el gjercicio de las competencias que ¢] texto constitucional le acondaba, el Presidente tenfa ¢1 derecho de suspender otros articulos de ta cons- titucién, adem4s de los siete previstos en el articulo 48. Esta argu- meatacién, desarrollada en 1924, se completarfa o profundizarfa en 1931, afte la crisis parlamentaria, con su teorfa del “poder neutro”, De acuerdo a esta visién, ante la crisis del “estado pluralista de partidos” el presidente se convertfa en el punto focal de la Constitu- ci6n, ejerciendo una funcién y una actividad “mediadora, tutelar y reguladora” (16). En rigor de verdad, més reformadora que reguia- dora, y més en contra del régimen pluralista de partidos que por encima de éste, al postular, como vernos, que la crisis del parlamen- 44 - ENSAYOS tarismo, su contrapartida y la afirmacidn presidencialista marcaban un momento en la tendencia histérica hacia el estado total, Fuerzas Politicas “Las fuerzas politicas principales hasta 1930 -afio en que comienza el crecimiento y ascenso vertiginoso de nazis y comunistas- serfan el partido Social Demécrata, fuerza mayoritaria, apoyado en los sindicatos obreros, pero sin inserci6n en el campesinado; el DDP (Partido Democratico Alemén) y ¢l DVP (Partido Alem4n del Pueblo), su base social serfa el llamado Mittelstand {artesanos, tenderos, pequefios industriales y pequefios comer- ciantes, etc), de orientacién precapitalista. E1 DVP, por su parte, cuyo lider seria Stressemani, serfa a 1a vez el partido de la industria. Et Zentrum cat6lico, Por su parte, integrante obligado de todas las coaliciones, era un partido po- liclasista que expresaba la minorfa ¢atlica de Alemania -pafs protestante- y que inclufa empleados, obreros sindicalizados, empresarios, etc, Finalmente, el DVNP, Partido que oscilarfa entre la aceptacién y el rechazo de la legiti- midad republicana y que contaria entre sus partidarios desde los junkers hasta los burdcratas y sectores de Mittelstand, es decir la constelacién de intereses vinculados al viejo imperio. Esta constelacién de fuerzas politicas darfa lugar a tres diferentes coaliciones. La de Weimar, formada por los socialdemécratas, ef Zentrum y el Partido Democrético (17), la gran coalicién formada por estos tres y el DVP -expresién del acuerdo industria/sindicatos y el bloque de derecha formado por el Zentrum, el DDP, el DVP y el DNVP que gobernaria entre 1924 y 1928, Etapas principales Podemos distinguir ét 1a Repiblica de Weimar tes etapas principales: a) La inicial y revolucionaria, que durarfa hasta 1923, que estarfa carac- terizada por una situacién de gran inestabilidad, con acontecimientos tales como el levantamiento comunista de 1920 y la ocupacién fran- cesa del Rhur en 1923, la hiperinflacion y el putsch “‘cervecero” de Hitler en Baviera, b) La segunda seria la fase asi Hamada de “consolidacién”, que durarfa entre 1924 y 1928, bajo la hegemonfa de! bloque “burgués” 0 coa- licién de centro-derecha, Seria ésta una etapa donde habrfa un go- biemo parlamentario stricta sensu, con ¢1 centro-derecha en ef poder y los socialdemécratas en la oposicién (18). ¢) La tercera, que seria la que va de 1930 a 1933, es la etapa de la “disolucién” (19), con el parlamento paralizado por los nazis y ENSAYOS + 45 comunistas, en el marco de Ia crisis econémica mundial, las rencillas éntré los partidos constitucionales, y terminaria con el acceso de Hitler al poder. EI pretorianismo como sinénimo analitico de la politica incivil encon- trarfa una expresi6n paradigmitica en la Repiiblica de Weimar, donde las fuerzas politicas tendrian sus ¢jéxcitos privados: los nazis las SA y los social- demécratas ef Reichbanner, ademas de la presencia de organizaciones para- militares antipartido, como el Caso de Acero, Estos fenémenos, junto a los putsch-Kapp-Lutwitz-, intentos de derri- bar la Repiiblica por los grupos ligados.ai Imperio, configuran un caso limite. de la politica incivil y ¢1 golpe de estado propios del pretorianismo de masas. Estos rasgos se acentuarfan luego de 1930, Ese afio, el partido nazi se convierte en la segunda fuerza del parlamento,. Al cabo de un tiempo, la. polarizaci6n se intensificarla y crecerla tambiéa ¢l.voto comunista: juntos, nazis y comunistas, superarian a mitad de las bancas parlamentarias, Esto inhibirfa la formacién de gobiernos con mayorfa parlamentaria y ante esta imposibilidad, el poder.y la formacién del gobiemo se desplazé del parlamento hacia el liderazgo del presidente Von Hindenburg. Los Hamados “gabinetes presidenciales” gozaban del apoyo del Presidente y no eran sometidos al voto de confianza del Pariamento, en el marco de ios procedi- mientos y competencias que para arbitrar soluciones en situaciones de crisis le conferia el articulo 48, En 1932 se agravaria la impotencia del Parlamento y el Ejército, a través de Von Papen primero y luego directamente a través del General Von Schleicher, watarfa de moderar entre las fuerzas totalitarias, tratando de “domesticar” (zahmungspolitik) a los nazis y usarlos contra los socialistas, ‘La Repiblica adquiriria asf la fisonoméa arquet{pica del pretorianismo de masas, con el parlamenta paratizado y ‘ef escenario politico protagonizado Por los movimientos sociales -nazis y comunistas: con e! ejército arbitrando de moderador entre nazis, socialistas y el resto de los partidos constituciona- les. Es ya clésico el andlisis que interpreta‘el origen institucional de 1a Republica de Weimar como la resultante de una serie de pactos. Lo racional de esta construccién de Weimar fa resumirfa en sintesis exacta F. Neumann (20). Seguin este autor: “Habla que convertit lx lucha’ de chases en colaboracién entre las clases stal era ta aspiracién del texto constitucional, on realidad, la ideologia del centro catélico habla de convertinse en la ideologia del régimen de Weimar y el partido del centro, cuyos miembros. procedizn de, Jos grupos més disperes; obreros, hombres de profesiones liberales, funcionarios piblicos, artesanos, industriales, 46 - ENSAYOS agricultores- habla de convertirss an el prototipo de la nueva estrucnira politica, Le esencia de la ConstituciGn ora el compromiso entre todos los grupos sociales y politicos. Los imtereses habrian de organizarse mediante el artificio de una estructura polftica pluralista, oculta bajo las formas de una demoerscia parla- mentaria”, Los acuerdos que darfan su origen a ta Repiiblica de Weimar son: a) Ei acuerdo Hindecburg-Ebert, o sea el acuerdo entre ¢l Mariscal Von Hinderburg y el lider de la socialdemocracia Ebert, es decir el acuer- do entre el alto mando militar y 1a socialdemocracia, a los efectos de facilitar una transicién ordenada -dirfamos hoy- del Imperio derroca- do a la joven Republica, evitando la propagacién de los conaios de los grupos de izquierda revolucionaria en una revolucién o levanta- miento al estilo bolchevique. : © bd) El acuerdo entre obreros y patroncs que levarta ef nombre de los representantes de ambos, Liegen-Stinnes. Segiin Neumann: “Los patrones debfan retirar en lo sucesivo todo epoyo a los sindicatos emarillos y reconocer slo a los inidependientes: contrato colectivo para regular salarios y condiciones de trabajo, y promet{an cooperar de modo general con los sindicatos en todos los problemas industriales...” y.acota, “diffcilmente pueda encontrarse un documento verdaderamente més pluralista que este acuerdo ‘entre grupos privados”. Todos estos acuerdos fuezon refundidos en un compromiso entre bs partidos de la coalicién de Weimar -es decir los partidos que dieron origen a la Repablica- la socialdemocracia, el Zentrum y el Partido Democratico Alem4n. La visién schmittiana, puede decirse, daria una interpretacién ala ruptura de esos contratos en. los afios finales de la Repiblica: proporcionarla ast, para decirlo desde nuestro enfoque, otra racional y paralela relacién entre instituciones politicas y fuerzas sociales en los procesos de crisis politica. Su visién serfa la del estado legislative parlamentario furdado en la discusién entre individuos -vaciados por Jos “poderes de la sociedad”- par- tides y sindicatos que, al abrigo de las garantfas del Estado de Derecho, despojarian en su provecho y sin riesgos al Estado de sus prerrogativas propias. Disolucién del parlamentarisme en manos de los grupos de interés, los partidos polfticos y los movimientos totalitarios que, como hemos dicho, podemos definir 0 clasificar como 1a visién “reaccionaria” det pretorianismo de masas. a) La visién schmittiana sigue la racional que hemos mencionado en el ENSAYOS - 47 sentido de que supone como clave del orden politico un estado auténomo de los grupos © fuerzas sociales. Su inspiracién es la teorfa polftica alemana del siglo XIX, segtin la cual el estado aparece opuesto a la sociedad (Gesselschaft), estando éste corpori- zado en soldados y funcionarios, y cuya diferencia respecto de oro tipo de estados -¢1 parlamentatismo- est4 dada, entre otros factores, por la existencia de una figura que es el portador (trager) del -estado: el monarca. En oposicién a este tipo de estado, fa fusién del parlamentarismo con el pluralismo da lugar a un estado de a “sociedad”: partidos, sindicatos y gremios econémicos. Esa serfa la racional de la construccién institucional de Weimar, y asi serfa defendida por los constitucionalistas liberales de ese tiempo, que en tal sentido la opondrian elogiosamente al estado bismarckiano. La crisis del parlamentarismo serfa cbra y consecuencia de estos “poderes indirectos” que, a diferencia del Estado, hacen politica para objeti- vos privades, ejerciendo un poder disociado de la responsabilidad, y requi- riendo de sus miembros una obediencia divorciada de proteccién. Segtin Schmitt (21): 7 “Los viejos adversarios, los poderes “indirectos”, las Iglesias y las orga- nizaciones de interés, han reaparecido en este siglo en Ia. forma de partidos politicos, sindicatos, asociaciones séciales, en una palabra “poderes de Ia socie~ ded”. Eilos se apoderaron por medio del parlamento de Is legislaci6n y pueden creer que de este modo lo hen sometide a m fuerza. Eso les fue facilitado por ‘un sistema constitucional, cuyo esquema fundamental era un catélogo de liber- tades individuales, La de tal modo garantizada, y presuntamente libre esfera privada fue sustraida al Estado para ser entregeda a los poderes “libres”, es decir invisibles © incoritrolables de la sociedad. Estos poderes, completamente hettrogéness entre af, formaron un sistema de partidos politicos cayo niicleo esencial, como JN Figgis lo ha visto clara- mente, son siempre Iglesias y sindicatos. Del dualismo del Estado y la sociedad liberada de éste, surgié un pluralisme social en el cual ios poderes indirectos pudieron celebrar sus triunfos sin esfuerzos. “Indirecto” significa aqui, no a riesgo propio sinc para citar la acertada frase de J. Burckhardt: “A tavés de maltratados y envilecidos poderes muridanos”. Pertenece a Ia esencia de tm poder indirecto oscurecer In clara concordan- cia entre el mando o comando estatal y el tiesgo politica, el poder y la respon- sabilidad, Ja protecci6n y obediencia, y desde in isresponsabilidad de un ejer- sicio de poder por vias indirectas, pero no por ello menos intenso, tener en sus manos todas las ventajas y ninguno de los riesgos del poder polities. Este tfpico 48 - ENSAYOS método indirecto a deux mains ies posibilita destinar sus acciones para algo diferente: « la politics, @ saber, para Ie religién, 1a cultura, la economia u otras cosas privadas y, no obstante, user en provecho propio todas Jes ventajas del Estado, Asf pudieron luchar ‘contra el Leviatén y no obstante servirse del mismo haste destruir 1a gran méquina, pues 1a magnifica ermadura de una organizacién estatal fequiere una volunted unitaria y un esplrity unitario. Cuando varios espiritus heterogénéos, en lucha unos con otros, mueven subrepticizmente esta sxmedura, #¢ rompe, se quiebra la méquina estatal y con-ella el sistema de la legatidad jurfdico-estatal. Las instituciones y conceptos del Uberalismo, sobre Jos que descansa ¢l estado de derecho, se transformaron en armas y posiciones de poder de fuerzas extremas antiliberales (22)", Carl Schmitt: crisis plaralista Teniendo presente que el prapésito de esta presentacién es Ja de cotejar las categorias schmittianas de fa crisis, con una interpretacién de la crisis de ‘Weimar en clave de pretorianismo de masas, pasamos a continuacién a exponer sintéticamente estas categorfas, asi coma su aplicacién a los aconte- cimientos que se consumarian con ¢l acceso de Hitler al poder. Los conceptos que nos interesan ademés del ya analizado de “poder indirecto” son: a) La nocién de parlamentarismo. ‘b) La nocién de democracia que, como veremos, se opone en esta perspectiva a la de parlamentarismo. c) El célebre concepto schmittiano que hace de la confrontaci6n en términos de amigo-cnemigo, el nicleo distintivo de la accién y realidad polftica. Parlamentarismo a) Segin Schmitg (23), ¢) Estado Liberal modemo es un estado legista- tive-parlamentario. La clave del proceso gubernamental es la ley y el locus de ese proce- so, el Parlamento (24). Segiin Schmitt, en el Estado liberal no gobiernan los hombres sino lis leyes. Mientras en el Estado absolutista la ley es el resultado de una voluntas humana concreta y arbitraria: Autocritas non veritas fecit Jegem: Ja autoridad y no la verdad hace las leyes; en el Estado de derecho liberal Ia ley ¢s producto de una ratie deliberante, de individuos racionales que a través de la discusi6n, en ¢2 Ambito del Parlamento, Hegan al descubri- miento de Ja verdad politica. La ley es, por lo tanto, producto de esa ratio. Esto hace que en la elaboracién y produccién de Jas leyes, la discusién ENSAYOS - 49 y la “publicidad” sean componentes esenciales del sistema, Sin la discusién 1m es posible “la controversia racional” por la cual un grupo convence al otro, y sin ia “publicidad”, no hay nociéa de “opiniéa piblica” que esté en la raiz misma del Estado Liberal. Para Schmitt, en la sociedad modema de masas, con sus grandes grupos de interés sindicales, partidarios y religiosos, se diluyen las posibilidades para la existencia o vigencia del parlamentarismo. La Ley, entendida como una norma universal y general, pierde pie frente a la condicién clasista y plura- lista de la sociedad. El Parlamento deja de ser la sede de los representantes del pueblo homogéneo y se convierte en el locus de los intereses particula- Tistas de clase y de grupo. “Las agrupaciones tocisles firmes que en la actuslidad aparecen como ti- tulares del Estado pluralista convierten al Partamento, donde sus exponentes aparecen an forma de fracciones, en un mero reflejo e imagen de la distribucién pluralista del Estado. ,COmo puede surgir, en esta situacién, la unidad en que pueden ser superados y fundidos los violentos antagonismos de partidos & intareses?” (25) Este es el primer argumento que demuestma la inviabilidad: del parla- mentarismo en 1a politica de masas. El segundo parte del supuesto de una oposicién entre el Liberalismo y la Democracia. Mientras el primero se caracteriza por hacer del debate de la discusién (26) la forma de-resolver los problemas y cuestiones politicas, -singulariza el parlamentarismo o la institucién parlamentaria por ser locus de la discusién-, la Democracia supone la identidad entre representantes y re- presentados (27), Esto hace que la forma de politica propia de }a politica de masas sea la dictadura: bolchevique y fascista y que, contrario sensu, a la visi6n usual existiria una tensién-oposicién entre Liberalismo y. Democracia. El fascismo y el comunismo son qua dictaduras antiliberales, pero ne anti- democriticas (28). Para Schmitt, el Liberalismo y su acompafiante politico, la democracia parlamentaria, no est en condiciones de hacer frente al desaffo de lo que en ¢] lenguaje de 1a ciencia social modema podemos denominar “la politica de masas”. . Como sede de! pluralismo, ef Parlamento deja de responder a los prin- cipies de la discusién y la publicidad: “Las fracciones parlamentarias se enfrentan tmas con otras con una fuerza rigurosamente ealculeda por el nimero de mindatos; una discusién piblica no puede cambiar nada de su actitad de interés o de clase” (29). 50 - ENSAYOS “La persuacién individual es imposible porque Ia posicién del diputade se encuentra fijada por el partido” (30). No hay discusién sino negociacién basada en las relaciones de fuerza. De Ja misma manera desaparece la publicidad: “La asambles pdblica no es ya el lugar en que, a base de la discusién pdblica, surge Ia decisién. El Parlamento se convierte en una especie de auto- ridad que decide cn deliberacién secreta y que anuncia el resultado del acuerdo en forma de votacién, en una sesién publica...” 0 bien “Las decisiones son adoptadas fuera del Parlamento” (31). Amigo/enemigo Para Schmitt, en ona formulacién que reconoce su filiacién en la visién hobbesiana de las relaciones sociales entre los hombres, gobernadas por el beHum omnia contra omnes y el homo homini tupus, la relacién politica se caracteriza por la dialéctica y oposicidn entre el amigo y el enemigo. Ella es Ia que define la didéctica de lo politico y su contenido especffico, Una forma de ganar comprensién sobre la demarcacidn schmittiana de la politica es, como decimos, oponerla a demarcaciones altemativas. Propo- nemos tomar 2 titulo de ejemplo, la visién de Easton, que hace de la politica el conjunto de interacciones, que: tienen que ver o se relacionan con la “adjudicacién autoritaria de valores”. El anflisis incluye dentro de “lo politico”, en una perspectiva “interac cionista”, todo el conjunto de comportamientos, simbolos -y orientaciones normativas, relacionados con el ejercicio de la autoridad. La metéfora pivotal que los agrupa es la imagen 0 categorfa cibemética de sistema que define su relacién con el medio externo a través de mecanismos de input y feedbacks. De esta manera, se incluyen dentro de la esfera de lo politico, tanto ‘objetos, instituciones © fenémenos evidentes por sf mismos, como las auto- tidades y el régimen politico, y también otros menos evidentes para cl sentide ‘comtin, como los fenSmenos de socializacién politica infantil, por ejemplo Tas orientaciones del nifio hacia los fenémenos o personalidades politicas. Esta delimitacién en témminos de amigo/enemigo, en contraste con un ‘enfoque sistémico interaccionista que gira en tomo a los fendmenos de autoridad, nos permite identificar y aislar como comportamientos pol{ticos aquellos que giran en torno a la nocién amigo/enemigo, en lugar de tomar y ENSAYOS + 51 ver aquellos segmentos.de la actividad y comportamiento humanos colorea- dos por su relaci6n con la adjudicacién autoritaria de valores. Recuérdese asi que una de Jas formas familiares que los politicos tienen de referirse a su actividad, es 1a de denominar a las posiciones, ideologias y esfuerzos de seguidores y correligionarios que los singularizan de otras opciones, como los empefios de un “grupo de amigos”. En un modo a la vez automético ¢ inadvestido, el adversario se convier- te asi en un no-amigo. El que no estd o no comparte el empefio comtin es un no-amigo. El no-amigo es el enemigo, percepcién del sentido cotidiano de “lo politico” que se hace manifiesta y se confirma en ciertos idiomas eslavos -el serbocroata, por ejemplo-, donde la voz enemigo equivale literalmente al témmino no-amige. Asf el amigo es prijatelj y el enemigo es neprijatelj: el no-amigo. Para Schmit: “Lo politico debe, por consiguiente, consistir en alguna distincién de fondo a la cual pueda remitirse todo el obrar politico en sentido espectfico, Asumamos que sobre el plano moral las distinciones de fondo sean bueno 0 malo: sobre el estético, lindo y foo; sobre el eoandmica: witil y dafioso o bien reditable y no reditusble... La distincién espectficamente politica x ln cual es posible remitir las acciones y motivaciones politicas; es la distincién amigo (Freund) enemigo (Feind) ,..". he ahi que: “todo contraste religioso, moral, econmico o étnico, o de otro tipo, se trans- forma en un contraste politico, si es suficientemente fuerte para agrupar a los hombres en amigos y enemigos, “lo cual” no quiere decir que Ia esencia de lo politico no sea otra cosa que guerra sangrienta, dado que muchas veces “la cleccidn polftica correcta seri procisamente evitar la guerre”. en otros términos: “Ia guerra no es el fin y Ie meta o el contenido de Is politica, sino un presu- puesto siempre presente como posibilidad real”, (Schmitt, pig. 108/120). Esta delimitacin analftica opera en dos planos: a) en la politica exte- rior, b) en la politica interior. Es esta 1a que nos interesa a los fines de nuestro andlisis. : “Cuando en el interior de un Estado Jos contrastes entre los partidos 52 - ENSAYOS politicos se tornan los contrastes polfticos tout-court, entonces se alcanze el grado extremo en el desarrollo de la politica imtema “es decir se yuelven decisivos pare el enfrentamiento armado no ya los agrupamientos ami go/enemi- ‘g0 de Ix politica exterior, sino los intemos al Estado. La posibilidad real dela Tucha que tiene que estar sierapre presente a los efectos de que se puede hablar de politica, se refiere entonces y por consiguiente, en presencia de una primacia de la polftica intema, no # ls guerra entre unidades nacionales organizadas (Estados o imperios) sino » 1a guerra civil. En el concepto de enemigo entra la eventualidad, en ténminos reales, de una lucha” (32), Frente a esta eventualidad: “Al Estado en cuanto unidad esencialmente politica, compete cl Jus belli, ¢8 decir Ia posibilidad real de determinar en casos dados y a través de la fueza de Ia decisién propia, al enemigo y combatirlo...” (33). dado que: “el Estado como unidad politica ha concetrado para sf una competencia inmen- sa: la posibilidad de hacer la guerra y por ello 2 menudo de disponer de la vida de los hombres... La tarea de un Estado normal, sin embargo, consiste en ascgurar al interno del Estado y de su territorio una paz estable, en establecer “tanquilided, seguridad y orden” y procurar de tal modo Ja situacién normal que funciona de presupuesto para que las normas juridicas puedan tener vigor, porque toda norma supone una situacién normal -no hay norma que pueda tener valor frente a una Fituaci6n completamente mormel a su respecto. Esta necesidad de pacificacién interna Heva, en situaciones criticas, al hecho de que el Estado, en cuanto unidad polftice, determina por sf, “mientras exista, al “enemigo intemo” (34). La objecién schmittiana al liberalismo y al parlamentarismo reside en que soslaya estos dilemas con los cuales los confronta 1a politica y la natu- raleza del Estado. “£) pensamiento liberal sobrevuela © ignora de un modo sistemdtico al Estado y a Ia politica... As{ el concepto politico de lucha se vuelve en el pensamiento liberal, sobre ei plano econémico, competencia y sobre el plano espiritual, discusi6n: en luger de tna distincién clara entre Jas diferentes situa- ciones de “guerra” y “paz” se instaura in dinfmmica de la competencia eterna y la discusién eterna” (35). ENSAYOS - 53 En otros términos el propésito det Hiberalismo de convertir a los ad- yersarios en partes que compiten y discuten, pierde pie cuando éstas se cOnvitrter én enemigos que se combaten. Notemos que esta critica al liberalismo y al parlamentarismo en la forma de una oposicién entre el Estado absoluto vs. ef Estado parlamentario, surge como un dilema, dado que en Schnitt no hay espacio para la nocién de conflicto institacionalizado, de donde surge Ja polaridad por la cual la politica oscila entre la discusién y la guerra, polaridad que en un contexto de. violencia y militarizacién de la polftica como ef de Weimar corre en desven- taja de la visién liberal, que aparece asf como un desiderata inalcanzable. La polftica aparece as{ como destinada ai conflicto bélico o guerra civil 0, més exactamente, la violencia y/o ta guerra civil surgen como un horizonte. posible de la potitica, Exclufda la posibilidad de institucionalizacién de !os conflictos, la tnica opci6n o el tinico tipo de orden politico posible es, desde esta Gptica, el de un estado que ponga fin a la enemistad: o sea, el de un orden autoritario, Ambas evidencias, que la politica del conflicto institucionalizado, si es posible, asf como su contrario, la evidencia de que también lo es el pretozia- nismo 0 politica incivil, pone los dilemas schmittianos en otra perspectiva, La opcién no es entre un desiderata inalcanzable y la guerra civil, sino entre la politica civil y la politica incivil. Desde este angulo pierden validéz ‘Sus ataques a la visién un tanto estereotipada del liberalismo. De todos modos, y si bien no existe, en el sistema de Schmitt lugar o comprensién del conflicto institucionalizado, €s cierto qué su visidn €s la m4s econémica, isom6rfica y analfticamente consistente para entender el transito de 1a politica civil a la incivit 0 estado de naturaleza; una vez que ia politica puede adoptar modos o enfrentamientos inciviles, que vayan desde la violencia anémica y esporddica, la militarizaci6n de los coftendorés, hasta Ia guerra civil. En resumen: Desde el Angulo de la politica institucionalizada, lo que existe es un conflicto entre adversarios u opositores -no enemigos-, por cuanto la idea de que existen reglas aceptadas por los.contenedoces rivales 0 adversarios para regiar sus diferencias de intereses, destierra 0 sepulta -al menos en aparien- cia- la visién del amigo/enemigo como eriterio diferenciador de la relacién politica. Simétricamente, en situaciones de violencia generalizada yfo guerra civil, estos fenémenos surgen como un sequitur no necesario, pero sf posi- ble, del criterio y 1a relaci6n originaria. En el primer caso, instituciones 54 - ENSAYOS polfticas -parlamento, partidos, politicas profesionales- regulan y procesan los conflictos y demandas entre los grupos sociales. En el segundo caso frente a la violencia y la confrontaciéa violenta entre grupos y fuerzas politics, la alternativa no es un orden politico fundado en instituciones que regulan conflictos, sino uno donde el Estado -ejército, burocracia y policfa- impone la paz. Antonio Gramsci: Crisis orgdnica Gramsci propone algunas hipétesis sugestivas sobre Ja relacién entre “Instituciones politicas. y fuerzas sociales” y crisis politica en su acdpite: “Observaciones sobre algunos aspectos de ta estructura de los partidos polf- ticos en los perlodos de crisis orgdnica”. “En cierto momento de gu vida histérica, Jos grupos sociales se separan de sus partidos tradiclonales. Esto significa que los partidos con la forma de organizacién que presentan, con aquetlos determinados hombres que los constituyen, representan y dirigen, ya no son reconocidos como expresién propia de su clase o de su fracclén. Cuando estas crisis se manifiestan, ia situacin inmediata se toms deticada y’peligrosa, porque el terreno es propicio para soluciones de fuerze, para In actividad de potencias oscuras representadas por hombres providenciales y carisméticos. “1Cémo se forman esas situaciones de contraste entre “representados y re- presentantes”, que desde el terreno de los partidos se transmiten « todo el organisme ostatal, reforsando la poskién de Is burocracia (civil y. militar), de las altas finmnzas, de la Iglesia y,.cn general, de todos fos organismos relati- vamente independientes de Ia opinién piblica? (subrayado mio). En cada pais, el proceso es diferente aunque el contenido sea el mismo. “Y el contenido es la crisis de hegemonia de a clase dirigente, que ocurre ya sea porque dicha clase fricasé en alguna empresa politica para Ja cual demandé o impuso por la fuerza el consenso de las grandes masas (la guerra por ejemplo), o bien porque Wastes masas (especialmente de campesinos y de ‘pequefios burguases intelectuales) pasaron de golpe de la pasivided polftice a una cierta activided y plantesron reinvindicaciones que en su,cadtice conjimto constityen wma revolucién. “Se habla de “crisis de autoridad” y ésta es justamente la crisis de-hege- monfa © crisis del Estede en sa conjunto. “La crisis crea peligrosas situaciones inmediates porque los diversos estra- tos de La poblacién no poseen la misma capacidad de orientarse répidamente y Teorganizarse con el mismo ritmo. La clase dirigente tadicional, que tiene un ENSAYOS - 55 numeroso personal adiestrado, cambia hombres y programas y reasume. el control que se le estaba escapando con Ia celeridad mayor de cuanto ocurre en Jas clases subaltemas: si es necesario hace sactificios, se expone a un porvenir oscuro cargado de promesas demagégicas, pero se mantiene en él poder, lo refuerza por el momento y se sirve de é1 para destuir al adversario y dispersar a su personal directivo, que no puede ser muy ttumeroso y adiestrado, EE pasaje de las masas de muchos partidos bajo la bandera de un partido tnico que Fepresenta mejor y resume todas fas necesidades de la clase, es un. fenémeno orgdnico y normal,. aunque su ritmo sea rapidfsimo y casi fulminante en rela- cidn alas épocas transquilas. Representa la fusisn de todo'un grupo social bajo una direccién tinica considerada como la Gnica capaz de resolver un grave problema existente y alejar un peligro mortal. Cuando la crisis no encuentra esta solucién orginica, sino la solucién del jefe carismética, ello significa que existe un equilibrio. estético que ningéin grupo, ni el conservador ni el progresista, tiene fuerzas como para vencer y que ¢l mismo grupo conservador ticne nece- sidad de un jefe”. (Notas sobre Politica, Maquiavelo y el Estado Moderna, Ed. Leutaro). Como puede verse, la visién gramsciana introduce en esta relacién un matiz diferente. En lugar de instituciones aut6nomas de los grupos sociales, la teorla gramsciana presupone, siguiendo la tradicién marxista, que éstas estin en manos de un grupo social hegeménico. “El Estado es el conjunio de actividades tedricas y précticas por el cual una clase dirigente no s6lé justifica su dominio sino también logra y obtiene el consenso activo de los gobemados” (36). Al revés de la visién de Huntington, apoyada en los Founding Fathers, la visi6n gramsciana nds sugiere, para decirlo en palabras del propio Hun- tington, que: “.. las instituciones gubemartientales 'y Yes paitide polfticss tenden 4 estar re- Incionados indisolubre y a veces exclusivamenic a fusrzas sociales particulares: cuando esas fuerzas declinan, ellas arrastren sas instituciones pollticas con ellos” (37). Simétricamente, pero por razones distintas de Huntington, la crisis de dominio de una clase arrastra consigo sus instituciones, dado que la crisis orgdnica tiene lugar cuando los grupos sociales se separan de- sus partidos tradicionales. Se puede sostener, pues, que la teorfa gramsciane de la crisis orginica, relaciona la crisis de las institaciones con ta hegemonfa.de un grupo social. 56 - ENSAYOS Cuando esta fuerza entra en crisis, sea por fendmenos de’ movilizacién de sectores y clases excluidos del juego politico, o como consecuencia de una guerra perdida, la clase hegemOnica entra en crisis y arrastra consigo “sus” instituciones. La perpectiva gramsciana ofrece asf, desde el marxismo, un criterio que da cuenta de ciertos fenémenos propios del pretorianismo de masas, tales como kos ciclos o fases de movilizacién, la crisis-decadencia- de los partidos ¢ instituciones polfticas y la emergencia de las fuerzas armadas en su rol de guardi4n, y proporciona a la vez, una racional para entender los feaémenos y procesos de institucionalizacién politica. De Ja formula que ve el Estado como “el conjunto de actividades teéricas y prdcticas por Ja cual la clase dirigente no s6lo justifica y mantiene su dominio, sino también logra obtener ¢! consenso activo de fos gobemados” (38) emerge un criterio de institucionalizacién politica que vincula la estabi- lidad de las instituciones polfticas con la hegemonfa o control de un grupo social que la captura. La idea marxista def Estado como un aparato de coerci6n de un grupo sobre el reto de la sociedad y los grupos subordinados, es extendida y-refi- nada con la incorporacién del consenso en los mecanismos de dominio, En virtad de su capacidad de ejercer consenso a través de institiciones PUblicas -fuerzas polfticas, Srganos de opinién etc.- y privadas- sindicatos, escuelas etc.- un grupo social deviene hegeménico. La concepcidn gramsciana de la hegemonfa en su manifestacién de ‘consenso organizado’ a través de Ja sociedad civil u organizaciones volun- larias, nos proporciona, como veremos seguidamente, una canon heuristico para tres tipos de problemas. a) Una aproximacién al andlisis del consenso en las sociedades de masas, b) Un criterio para entender aspectos de procesos -como el ciclo civico- militar argentino- donde no se estabiliza ni la politica del consenso, ni la politica de la fuerza, c) un criterio de institucionalizacién politica. De la definicién gramsciana del Estado: “Bl estado en el conjunto de actividades tesricas y précticas por el cus! la clase dirigente no slo justifice y mantiene su dominio, sino también logra el consenso activo de los gobernados”. (39) Se desglosan des elementos: Estado y sociedad civil: ENSAYOS - 57 “Es preciso hacer conster que en Ia hocién general de Estado entran elementos que deben ser referidos a ln sociedad civil ( se podria sefialar al Tespecto que Estado = sociedad pol{tica + sociedad civil, vale decir, hegerno- nfa revestida de cocrcién”. (40) “ademds del aparato gubernativo debe entenderse por “Estado” el aparato “privado” de"hegemonia” o sociedad civil", (41) “Se puede fijar dos planos superestructurales, uno que podfamnos deno- minar de la sociedad civil, formado por él conjunto de los organismos vulger- mente amados ‘privados’ y otros de la sociedad politca o Estado, que corres- ponden a la funcién que el grupo dominante ejerce en toda Ia sociedad y a le de ‘dominio directo’ 0 de comando, si se expresa en el eestado y en el gobierno jurfdico",<42) Esta visién del Estado expande y adapta el paradigma del marxismo clasico del Estado como aparato de coercién de un grupo social sobre otro, con Ja incorporacién del consenso, a Jos efectos de dar cuenta de la formacién del consenso en los piiblicas de masa de las sociedades modernas. En esta perspectiva la sociedad civil, apéndice o momento del Estado, se convierte en el aparato que manufactura ef “momento del consenso” a través de la TY, ia radio, la cultura y sus organizaciones 0 gparatos institu- cionales -escucla, Universidad etc.-, visién ésta que proporciona un encuadre tebrico alternativo al de un Wright Mills, por-ejemplo, que vefa en los mismos fendmenos el crecimiento de una ‘élite del poder -militar, politica y econémico-cooperativa- que ocupaba el lugar det piblico critico de la ‘socie- dad de equilibrio’ del siglo XIX. Asf, on lugar de una élite del poder, que gobiema a través del manipu- Jeo del consenso, es la clase dominante que controla al Estado 1a que, a través de la sociedad civil, “educa” y logra “el consenso, activo de los gobemados”. El segundo uso de la dicotomfa gramaciana se emplea heurfsticamente para dar cuenta de escenarios como ¢l péndulo ‘argentino, donde el ciclo polftico-militar 0, en sus téminos, la politica del consenso y la polftica de la fuerza, estd relacionado a la falta de hegemonta o crisis de representacién de determinados grupos sociales, Podemos ver las relaciones entre la coercién y el consenso, a lo largo de la analogia de las relaciones entre el Estado y Ia Iglesia en la sociedad medieval. El Estado es la espada temporal, la coercién 0 la fuerza, y la sociedad civil, la espada espiritual 0 consenso. Al igual que en la teorfa gelasiana de las investiduras, del sacerdotium y del imperium: ecclesiam y regnum, ambas son igualmente importantes; 58 + ENSAYOS pero ia primacfa la. posee, en una situacién de estabilidad “orgdnica”, la espada espiritual, el consenso sobre la fuerza. Siguiendo a Guicciardini para quien en “la vida de un Estado son absolutamente necesarias dos cosas: las armas y la religién” dice Gramsci: “La formula de Guicciardini puede ser wraducida a varias otras menos drdsticas: fuerza y conseniso; coercién y persuacién; Estado e Iglesia; (sociedad politica de Croce); derecho y libertad; orden y disciplina; 0 con un implfcito juicio de saber libertario, violencia y engafio. De cualquier manera en le con- cepcién politica del Renacimiento, ta religién era el consenso y la iglesia Ia sociedad civil, el sparaio de hegemonfa del grupo dirigente”. (43) En su preocupacién por explicar ef consenso, este autor jamds pierde de vista las relaciones intimas entre el consenso y la fuerza, relaciones que pasan por su conexién con los intereses sociales dominantes. Mas exactamente, una de jas caracteristicas centrales del andlisis gtamsciano reside en que es previsamente en la crisis del Estado donde este vinculo, fuerza-consenso y su relacién con ciertos sectores sociales, emerge con mayor transparencia. Ambos momentos surgen como complementarios. Ast: ~ “El ejercicio ‘normal’ de 1a hegemonfa en ¢l terreno devenido clisico det régimen parlamenterio se caracteriza por la combinacién de la fuerza y el consenso que se equilibran en formas varias, sin que la fuerza rebase demasiado al consenso, o mejor, tratando de obtener que la fuerza aparezca apoyada sobre el consenso de la mayoria que se expresa al revés de los érganos de la opinién piblica -periédicos y asociaciones- los cuales, con este fin son multiplicedos artificialmente, (44) / Es por ello que la visién de ta crisis orgiinica gramsciana tiene utilidad heuristica para aquellos casos y situaciones del ciclo.cfvico militar argentino en los cuales la emergencia simulténea y/o secuencia de la politica de la fuerza y la polftica del consenso, én la forma de intervenciones moderadoras, gobiernos militares autoritarios y de recauchutajes constitucionales breves’0 effmeros, est4 relacionada, sino totalmente si en buena parte, con la crisis de representacién de ciertos sectores sociales, como parte de las clases medias, 5) El tercer uso de la concepcién gramsciana del Estado es que proporcio- na, como decfamos, un criterio dé institucionalizacién politica que vincula la fortaleza de las instituciones cont la hegemonfa de un grupo social y, consé- cuentemente, Ia crisis de estos con la pérdida de hegémonfa de un grupo social. ENSAYOS - 59 Esta perspectiva sobre los procesos de institucionalizacién y crisis politica puede seguirse y rastrearse’a wavés de ano de los enfoques mds conocides sobre la inestabilidad y Ja crisis polftica'en Amiérica Latina. Nos referimos al “golpe' militar de clase media” de J.Nun, que nos remite, en el plano analitico, a una conceptualizacién gramsciana en término de “‘crisis he- geménica”. (46) En el plano histérico, esta teorfa trata de analizar las relaciones entre las FFAA y las clases medias, desde los inicios de la politica de masas donde el ¢jército acompafié a los nuevos participantes -Yrigoyen en Argenina y Ales- sandri en Chile- en su lucha en pos del sufragio, hasta las cafdas de Frondizi en 1962 y Goulart en 1964, donde la alianza FFAA y clases medias se orienta en una direcci6n diferente: en vez de incluir, excluye, en lugar de incorporar, desmoviliza. En el plano anaiftico, como decfamos, esta hipétesis reenvia a los temas del pretorianismo de masas visto aqui desde 1a perspectiva de la visidn de la crisis hegeménica: la debilidad institucional, la movilizacién politica de pusvos pafticipantes y la intervencién militar. Todos estos elementos que configuran la politica pretoriana revelan, de acuerdo a esta interpretacién, la crisis de hegemonia de un grupo social -clases medias- que ante la movili- zacién de nuevos sectores populares, y dado que las instituciones de le arena electoral de clase media se han vuelto locas en el sentido de Chesterton, operan en favor de una movilizacién popular percibida como relativamente amenazante. Estos grupos, incapaces de gobernar con e| consenso, optan por Ja intervencién militar. La idea gramsciana de la crisis orgénica Como una crisis de representacién emerge también aquf: estos grupos abandonam a sus partidos orgdnicos y el ejército amerge como Tepresentante de la clase media, ante el fracaso de sus partidos “orgénicos”. Siguiendo una idea de Schumpeter, (47) “Segdn In cual Ja Burguesfa necesita un estrato protector pare dirigir Ia naciOn y defender su intereses, en los paises latincamericanos ‘a falta de un acomodamiento a la inglesa fecilitado por un notable desarrollo econémico y de una burguesia a Ia francesa capaz de amortiguer los impactos del conflicto politico, son'los militares quienes tlenden a cumplir el papel de estrato protector de La clase media. Far con su epoyo que ésta gané el reconocimiento Politico de la oligarqufa en las primeras décadas de éste siglo; es con su pro- weocign que se consolidé después en ef gobierno, es ahora con mu intervenciéa que intenta prevenir la amenaza que le plantesn los sectores populares « los que es incapaz de dirigir”. “Asustada ante Le posibilided da wie. redicalizacién del proceso, la clase media prefiere guarecerse tras.esas trincheras...la suya se convierte en une ‘self 60 - ENSAYOS fuk filing prophecy’ incepaz de ponerse al frente del movimiento popular y, por el contrario, cada vez més distanciads de él, comprueba que éste sigue siendo peronista” (pig. 393), “En éstas circunstancias, Ias elecciones libres que alguna vez fueran ¢l suefio de 1a clase media, pasan a ser una pesadilla”. “Instalada en el terreno ideolégico de 1a oligarqula, s6lo percibe el estan samiento como problema politico; de ahf su permanente presién sobre’ los militares para qjue intervengan impidiendo el triunfo peronista y desalojando del poder a los responsablea de tumo que fracasan precisamente porque Ia represen. tan. Es en el signo de los golpes de marzo de 1962 y junio de 1966. (pag. 394). En esta interpretacién de la clase media sin vocacién hegeménica -clase media frustrada como burguesfa- ef Ejército representa este grupo social: lo ayuda a entrar en politica de masas, articula junto con los partidos de clase media sus intereses y ko proteje ante el fracaso de los partidos politicos de clase media contra La movilizacién popular. Retomando 9 volviendo a la C. Orginica y ¢l pretorianismo, puede verse que en él andlisis que del rol del ejército en él pretorianismo de masas hace Hurtington, sigue el sendezo tomado por J.Nun, “A modida que cambia la sociedad, asf Jo hace el rol de fos militares. Ea ef mundo de le oligarquia, el soldado es un radical; en el de la clase media es un participantes y un drbitro: a medida que Ia sociedad de masas sa divisa en el horizonte, él se vuclve el guardién conservador del orden existeme. Ast, peradégica, pero comprensiblemente, cuando més atraseda esté la sociedad, més progresivo es el rol de los militares: cuando més avanzads una sociedad se vuelve, mis conservadores y resccionarios se vuelven los militares de, modo que los militares son os guarianes de la expansi6n de la participacisn politica en una sociedad pretoriana: su rol histérico es abrir Ia puerta a la clase medis y cerrdrsela a In clase baja”, (48) En otras palabras, la teorfa det ejército custodio del orden de clase media, paga tributo a la teorla del golpe militar de Ja clase media no-hege- ménica. Asf es como la crisis de dominio de una clase nos suministra el cédigo para entender el bellum omnia contra omnes de la modemizacién: la des- composicién institucional, tos conflictos no institucionalizados entre los grupos sociales y la intervenci6n militar de Ja arena pretoriana. Esta convergencia remite en el plano analitico a lo que podriamos denominar el aspecto marxista y el aspecto hobessiano presente en toda crisis det Estado 0, como hemos escogido aqui, en la crisis de las instituciones polfticas. La crisis orgénica apunta al primero, el pretorianismo al segundo, ENSAYOS - 61 El pretorianismo qua estado de naturaleza hobessiano surge cuando las instituciones se fracturan y la violencia regula igs relaciones politicas, en la forma de golpes de estado, polarizacién social ¢ ideoligica etc... Por su parte y en la medida en que las instituciones politicas no operan en un vacio de intereses sociales, en un escenario como el argentino, entre 1955 y 1966, la ratio de Huntington (mayor movilizaci6n que institucionalizaci6n), asume la forma histérica de la debilidad de los Partidos de clase media que, frente al poderio electoral del peranismo, abre la puesta al. golpe de veto 0 moderador. El pretorianismo aparece asf como “crisis orginica", es decir como la pérdida de hegemonta de una clase que abandona ‘sus instituciones y apela a la fuerza. Conelustones ‘Cuando lega ef momento de hacer un balance de las ventajas y desven- tajas analfticas de estas teorfas, una sensacién de anticlimax invade el andli- sis, pues la conclusiones inclinan con igal vigor al sincretismo, como a la inconmensurabilidad de los paradigmas. Seria tentador hablar, a partir de la homologfa existente entre la discu- sién schmittiana como nota ésencial del parlamentarismo y la institucionali- zacién de Huntington entre la ‘cotaneidad de instituciones polfticas y fuerzas ‘sociales con el parlamentarismo prisionero dé los ‘indirekte gewalte’ y entre e! conflicto no institucionalizado y la dialéctica del amigo/enemigo, de una concepcién o anticipacién reaccionaria del pretorianismo. Homologfa ésta que encuentra sus ifmites en el hecho que para Schmitt no hay ‘decadencia politica’. El Estado pluralista de Partidos y grupos de interés, expresa y revela una situacién de guerra civil fria, de donde el Surgimiento de un ‘povoir neyte et moderateur’ autoritario ~€l ejército y la burocracia- por encima del Estado pluralista de partidos, representa la resu- rreccién de un locus para Io piiblico y general, por encima dé las particula- ridades de la sociedad civil desgarrada por los intereses de partido y de clases, Para cl teérico pesimista del desarrolio politico, en cambio, la irrump- cién del ejército moderador revela precisamente to contrario: que ante la decadencia de las instituciones politices y de los procedimientos Tegulares para arbitrar' los conflictos de interés, surge una instancia autoritaria, como sintoma de descomposicién. Este ¢s el hiato que separa ambas visiones. Mientras para Huntington hay lugar para el conflicto civil a través de instituciones mediadoras que lo hacen posible, en la vision de Schmitt no hay 62 - ENSAYOS instituciones que, valga la redundancia, institucionaticen et conflicto politico: a politica sometida a la dialéctica del amigo/enemigo tiene como destino la violencia, frente a ko cual el dinico orden politico posible es el de un Estado autoritario, que imponga la paz sin conflicto ni libertades. Si bien es cierto que en los momentos extremos de crisis de orden ploralista -guerra civil, polarizaci6n social y politica, separatismos regionales, fragmentacién de la clase politica etc.-, la politica del coniflicto instituciona- lizado e instituciones politicas concomitantes pierde pie y: gana asidero la idea de un orden politico a la Schmitt; también es cierto que ia politica civil vuelve superflua la propuesta schmittiana. En otras palabras si, segin Schmitt, el Estado liberal no sabe qué hacer frente a los enemigos que se combaten, el schmittiano es superfiuo frente a los adversarios que com- piten, La politica incivil se explica por la falencia intrinseca del parlamenta- rismo y su supucsto espiritual, el liberalismo, al transformar a los enemigos que se combaten en adversarios que discuten. En contrasie con la visién’ de Huntington, donde Ia crisis del Estado surge como un fracaso de las instituciones ofiginado en una malformaciéa de origen histérico que afecta su autonoméa, incapaciténdolas para equilibrar y acomodar ios intereses contrapuestos, se hacen factibles formas civiles de conflicto politico. En Schmist el escenario pretoriano de las instituciones representativas a merced de nazis y comunistas y la calle a merced de sus ejércitos privados, serfa el fruto y la evidencia de 1a imposibilidad de trans- formar a los enemigos en adversarios y alcanzaria su expresin més clara en los avatares del parlamento que de Jocus de la discusién se transformarla en el campo de agramante de la guerra civil donde cada uno de los contenedo- res, segin Schmitt, “Usaré aqiiel fragmento 0 palabra de Ia Constitucién que ie parezca més apropisdo para derriber al partido contrario, también en nombre de la Consti- tucidn: Ja legalidad, La legitimidad y la constituci6n, en ver de impedir la guerra civil, s6lo contribuyen a exacerbaria” (49) La dialéctica de ta enemistad se introduce e impone a 1a dialéctica de la “discusi6n eterna”. Frente a la-amenaza de la guerra civil, hay que poner fin a la discusién-vg. al parlamentarismo- que la hace posible. La crisis del estado en la polftica de masas requiere frente a Ia politi- zacién total de la existencia humana, -politizacién que abarca‘la cultura, la economia etc.- un estado total, es decir, totalitario. El surgimiento del Ejéx- cito y el Presidente: plebiscitario marcarén, segin Schmitt, un paso én esa direccién hacia ef estado total, que en raz6n del caricter absoluto. que habré ENSAYOS - 63 de tomar la enemistad, serd por ello el tinico en condiciones de hacer frente @ su naturaleza absoluta en la polftica moderna. ‘Esto contrasta con Huntington (50) que sostiene que ante et fracaso de Jas Instituciones, 1a entrada de} Ejército en 1a-arena politica lo convertira en objeto de la lucha pretoriana, deslizéndose de su posicién de “Estado dentro del Estado” de mediados de los affos veinte hasta 1930, al de “faccién entre facciones” entre 1930 y 1933. (51) ‘Weimar como test de las teorfas ‘Weimar constituye un caso problemético para el test-pretoriano. En ‘primera instancia, la cafda de la Repdblica parece cuajar sin inconvenientes dentro-del modelo general de pretorianismo. Es decir, la cafda y descompo- si6n de las instituciones de la Repiiblica com motivo de la movilizacién de un movimiento totalitario que usufructiia a su favor la crisis econémica mundial y las consecuencias del tratado de Versailles. Ocurre: sin embargo, como hemos visto, que junto al parlamento prisio- nero de los “vervande” existe una institucién auténoma de los grupos socia- Jes; la presidencia elegida por sufragio universal y que on la préctica institu- cional, especialmente luego de 1930 frente a la pardlisis del partamento, apareceria como el paradigma de la autonomia, el locus de la raz6n de estado al abrigo de las presiones y la sordidez de los intereses privados y las intrigas de los partidos, (52) Lo cierto es que si el parlamento, la institacién mds préxima a la sociedad civil, perdiera su potestad y autonomfa, wn destino similar, pero con derroteros diferentes, habria de seguir aquélia en apariencia més lejana y distante; de Jos intereses privados y de partido, En este aspecto pues, o sea en el destino y comportamiento de Ia presidencia suprapartidaria durante la crisis, Welmar-no pareceria confirmar la intuicién de Huntington segin la cual ¢3:en las dnstituciones auténomas de Jas clases y fuerzas sociales donde debe buscarse Ia garantéa contra la deca- dencia de la ciudad, Independiente de los “poderes indirectos’ 0 las ‘fuerzas sociales’, no lo seria a las intrigas cortesanas. La disolucién y pardlisis dei parlamento sometido al beHum omnia contra omnes de la sociedad civil, tendria su pendant en la abdicacién de Hindenburg sometido a los manejos e intrigas cortesanas. EI “Ersatzkaiser” -Kaiser sustiouto “poder neutral” ‘defensor de la Constitucién’- sucumbiria a su entomo palaciego, cosporeizado, principal- mente, en la figura de su homo. regius el canciller von Pappen, quien lo persuadirfa de que en la combinacién-con Hitler, ¢l cortesano se serviria del 64 - ENSAYOS plebeyo. Si los hechos proberon lo contrario, éste seria el derrotero fatidieo de la presidencia, que tendria eu premonicién en quien, como lo expresase en sus Memorias, su recuerdo -experiencia: de socializacién politica dirfamos hoy- ms importante y decisivo de la formacién de su visién piblica, Jo habla constituido por haber sido paje en la antigua corte imperial. EPILOGO El caso de Weimer y la referencia global a América Latina nos ha permitido poner a prueba estas tres aproximaciones al pretorianismo o visio- nes sobre las relaciones entre las instituciones politicas, las fuerzas sociales y la crisis politica, La schmittiana, donde la debilidad de las instituciones apatace como una falencia intrinseca de la crisis del parlamento inerme frente ala fuerza de los “poderes indirectos” y que da lugar a este fruto hibrido que ¢s el “estado pluralista de partidos en coalicién hdbil”, westimonio y evidencia de la inadecuacién del parlatnento a los requerimientos de la politica de masas; la de Huntington, donde los mismos fenémenos expresan la falta de autonomia del Estado vis-a-vis de las fuerzas sociales, en ei marco de la po- Iftica de la modemizacign; 1a de Gramsci, donde la debilidad, decadencia institucional y vulnerabilidad de las organizaciones politicas-partidos emesge como el fruto y 1a consecuencia de la crisis de hegemonfa de un grupo.o constelacién de intereses sociales, que al entrar en crisis arrastra consigo sus intituciones. Hasta aquf hemos seftalado las diferencias y los aspectos vulnerable de estas tres visiones, diferencias imputables a la ‘inconmensurabilidad de los paradigmas’, como la existente entre una visién que atribuye el origen del estado de: naturaleza y la guerta civil a la ineptitud de la democracia liberal para hacer frente a la enemistad.en una época de politizacién total; otra, en la cual el pretorianismo , os decir, ¢l estado de naturaleza de la moderniza- cién, emerge por la dificuktad de.conjugar institucionalizacién con moviliza- ci6én en-la era del protagonismo de las ‘naciones nuevas’; y finalmente, con otra como Ja de Gramsci, que hace depender la concordia cn la ciudad de la hegemonfa de un grupo social, nocién problemitica a caballo del universo donde reina Ia ilusién y el fetichismo propio de la critica marxista de las ideologias y la socializacién- politica de los piiblicos de masas de la ciencia politica anglosajona. ‘Versién remozada, a fin de cuentas, del viejo apotegma de Engels: de que la ideologia de una sociead es la ideologia de su clase dominante, que tata de entender ta ideologia y el consenso en sociedades dondc-ia Iglesia medieval y el piblico critica de los salones politicos y literarios del siglo ENSAYOS - 65 XIX ha sido reemplazado por ia televisién y Ia radio, como formadores de consenso y opinién, Otros, en cambio, més proclives a la recuperaci6n de las teorfas 2 través de la tradicién de discurso, encontrarén on la visién del amigo/enemigo el esquema més econémico para explicar los origenes de! pretorianismo- secular; el pasaje de la politica civil a la politica incivil. En 1a visién gramsciana en- contrarén a su vez el origen-y la causa social de la decadencia de las insti- tuciones, fruto de la desafeccién de las fuerzas sociales, Desde ia experiencia argentina en cambio, frente a la crisis de un estado sometido a la sordidez de los intereses privados y a través de las coaliciones sociales cambiantes y de una historia de violencia que se desgranaria suce- sivamente en el recurso ilegitimo pero aceptado del-‘golpe moderador’, (pasando por su democratizacion perversa en la “violencia de abajo” para acabar en 1a pardbola hobessiana del miedo a la muerte violenta-tanto en su versién clasica del bellum omnes contra omnes como a ka propiamente argentina del miedo a un Estado espejo de su sociedad), -prestardn atencién a los reclamos de autonom{a institucional de Huntington y buscarén en una lectura benigna de su pensamicnto -a caballo entre Schmitt y Gramsci- (és decir, prevenidos frente a la posibilidad de la violencia politica, como des- confiande de las teorias que hacen de la patticipacién de los grupos sociales la raz6n necesaria y suficiente de ta estabilidad politica), la necesidad de contar con instituciones responsables pero a la vez auténomas de los inte- teses sociales, para hacer efectiva la existencia de un orden publica civilizado al abrigo tanto de la anarquia como del despotismo. NOTAS (2) Los grupos sociales se erifrentan cont los medios que le son propios, los estudiantes Protestan, los sindicatos hacen huelgs, los militares intervienen”, S. Huntington, Political Order in Changing Societies, pag. 196, (2) Agu{ e! adjetivo reaccionaria no se usd en séntido peyorativo. Seguimos aquf al propio Schmitt que establece su filiacién con les contrarrevolucionarios del siglo XIX -De Bonald, De Maistre y Donoso Comtés-. “Teologis Politica”, Cap. IV en Le categorie del politica, II Mulino, Bologna. En adelante T.P. @) Political Order in changing socletles, pig. 196. Yales U-Press, (4) Schmitt Carl, II concetto di politico en je categorie del ‘politico 1 Mutino Bologna, En adelante CP. (5) Notas sobre Maquiavelo “Polithea y Estado Moderna”. Ed. Lautaro, pig 108. (6) Gramsci, A. Notas sobre Maquiavelo, “Politica y Estado Moderno”, Ed. Lautaro p.76 y sig. 66 - ENSAYOS (7) Huntington S, American Politics: The Promise of disharmony. Harvard U. Press- péig. 124-26. (8) La interpretacién de Ia teorfa constimcional, en general, y de los Founthing Fathers americanos, en particular, en clave-orgenizacional y en Wolin, para quien “la teoria constitucional es una variante de la teorla organizacional y una metodologfa politica al mismo tiempo. Es as{ como organizacionistas, metod6logos y constitucionalistas han compeztido Ia fe cn que el método correcto'no puede fallar, El organizacionista afirma que una estructura racionalmente orgenizada uniré talentos no excepcionales, Jogrando uma potente maquinaria que producird tanto discusiones como productos: el metodélogo esté igualmente convencido de que la técnica correcta rendird resultados idénticos para el genio y Ia mediocridad: el constitucionslista, por su parte, sostiene que su sistema de gobiemo es wn artefacto,igualmente ingenioso, productor de res- Puestas que, sin embargo, plantes a sus usuarios exigencias nd mayores qué les impuestas por el organizacionista o el metodélogo. Esta conviccién eplanteaque “un gobierno constitucional es un sistema destinado a encaminar estimulos que contro- larén Ias acciones y enfoques humanos, haciéndolos, con ello, predecibles”. La. pre- gunts “cémo constitucionalizar una sociedad hobbesiana” recibirfa sy respuesta a través de una constitucién, tomando como dato Ia multiplicided de las facociones & intereses. S, Wolin . Politica y Perspectiva, pag 421 y 422, Ed. Amorrortu, Bucnos Aires. (9) Political Order in Changing Societies, Yale. (Paidés). (10) Op. cit. pég. 5. (11) Op. eit. pag. 196. (12}...d/ Neumann, Sigmund: Die partaien der Welmarer Republik Kothammer, 1965, pag.8. E. Fraenkel. “Die historische vorbelastungen des Deutschen Parlarnen- tarismus” en pég.32-48 en Deutschland und die Westlichen Demokratien, Kotha- mer. (13) El gobiemo fue mucho més tolerante con las instituciones derechistas, como el putsch de Hitler en Baviera en 1923 que fracasé por las discrepancias entre el lider. nazi y sus slindos conservadores, que querfan restaurar la monarqu(a bavera). (14) Rossiter, Rossiter: Constitutional Dictatorship. Crisis Government in Modern Democracies, Princeton U.Presa, 1948, pag 45-48. (15) En el opdsculo del Die Diktatur des Reichsprasidenten mach Art. 48 der Reichsver Fassung (Veroffentlichungen der Vereinigung der Deutschen Stsatsrechts- lehrer, Berlin 1924), (16) La Defensa de In Constituckin, pig. 169, Ed. Labor. (17) Asf porque estos serfan los tres partidos firmantes de la carta conatitycional , no as{ el DVP y el DNVP. (18) M. Sturmer, Koalition und Oposittion in der Welmarer Republik. Droste Verlag 1967. (19) KD. Bracher, Die Auflosung, der Welmarer Republik, Villingen 1964, Rhin Verlag. (20) F. Neumann Beemoth FCE Introduccién. El colapso de Ia Republica de Weimar,pAg. 19-53. ENSAYOS - 67 (21) Der Leviathan in Der Staatslehere des Thomas Hobbes. Carl Schmitt, Hansestis- che Verlaganstelt, 1938, pég. 117/118. (22) No hay aqu{ iueger para una teorfa de la decadencia institucional: La debilidad instituicional no se explica, por ende, ni por razones stribuibles a le naturaleza de los partidos alemanes (S.Neumann) ni por la ausencia de una tradicién politica de gobier- no responsable (M. Weber), 0 sea por razones institucionales de-reiz histérica y a priori suceptibles de ser modificadas. Surge como una disolucién dei Estado legislative perlamenterio, incapaz de hacer frente al desafio de los poderes de Ia sociedad, es decir, de fuerzas sociales que como poderes indirectos esumen un protegonisme politico reservade al Estado, sin asumir en contrapartida las reaponsabilidades propiss.de Este. Segtin Schmitt, ello resulta de una vision que niega al Estado su condicién de entidad soberana distinta, por Jo tanto, de Iss asociaciones que constituyen la sociedad civil. En oposicién a lz visidn del Estado como ditima instancia decisoris, cuyas disposi- ciones-leyes, decretos tc,- son vinculantes pera el: resto de la sociedad; esta concep- cién comin a teorfas como el sindicalismo francés 0 el socialiama de guildas inglés convierten al Estado en.una asociscién mas, junto al resto de las asociaciones que coshporteri tra sociedad: los partidos politicos, lox sindicatos, las iglesias, los gremios econémicos. etc. Es decir despoja al Estado de su atributo de asociacién y entided soberana. No es dificil advertir que Ia critica schmittiana a esta concepcién combina un. srgu- menio cierto con uno exréneg, La argumentacién correcta de que las teorfas plura- listas devaltan el rango del Estado, va pari passu con otro argumento que postula que la nica manera de-escaper a las consecuencias indeseable de las teorfes plura- Listas del Estado es aceptar un Estado autoritario. La falacia schmittiana consiste en postular-partiendo de una critica valida a las teorfas pluralistas- que Ia Unica aluernativa a 1a disolucién del Estado que éstas cobijan en su steno, es decir la Unica corporizacién del Estado qua entidad soberana, es un Estado autorilario o dictadura, Esto no es asf. Si de restituir 2] Estado su condicién de asociacién soberana como cri- ‘terio necesario de 1a vigencia de un caquema general de ley y orden se trate, también sun Estado representativo puede allanarse a esie requerimiento, Asi, sin necesidad de mayor elaboracién, conviene recordar lus teorfas de-In representacién a la Burke, donde el representante no esté subordinedo « un mandate concedide por asociaciones. © grupos perticulares, sino subordinado. a su interpretacin del interés general. (23) La mejor exposicién de las ideas de Schmitt ox “The challenge of the exception”. In introduction to the Political Ideas of Car] Schmitt between 1921 and 1936. Berifn 1970 Verlag Duncker und Humblot. Carl Schmitt, Sintesis biogréfica. Carl Schmitt nacié en Julio 11 de 1888, en Ia ciudad protestante de Plettenberg on West- falia. Hijo mayor de una familia catélica,.de cuatro hijos , fue envisdo a.m colegio catslico y, de 1900 a 1907, a un gymnasium, bechillerato humanistice donde esnsdié griego, humanidedes y religién Luego de graduarse, en 1907, entré en 1a Universi- dad de Berifn pero en lugar de estudiar teologfa, y con el consentimiento de sus padres, estudié leyes.

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