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122, 11:40 \Vages, putas yvilaras con voz propia - Revista Anfibia LA CUMBIA QUE PARIO EL 2001 VAGOS, PUTAS Y VILLERXS CON VOZ PROPIA La banda sonora del 2001 fue la cumbia villera: sus letras contaban la realidad agobiante con un lenguaje crudo y directo. La novedad del trap es que tiene entre sus estrellas a varias mujeres que ponen su voz para visibilizar la vida del barrio y el valor del cuerpo femenino en una sociedad patriarcal y machista. Las desigualdades de clase y género se hacen carne en en las calles, en lacumbia y el trap, pero también en las fiestas y en las puestas en escena de los cuerpos que bailan, gozan y luchan para exorcizar la experiencia de un mundo injusto y desigual. Por: Malvina Silba | Arte: Sebastian Angresano Iitpsslwwnrevistaanfibia.com/vagos-putas-y-vllerxs-con-vaz-propial a6 1122, 11:40 \Vages, putas yvilaras con voz propia - Revista Anfibia courarn] QQ OOOO imperfecto La banda de sonido de la crisis de 2001 fue la cumbia villera. Nacié hacia fines de la década del ’90 en los barrios populares y se caracteriz6 por contar en sus letras una realidad social agobiante, sin matices ni tapujos, con un lenguaje crudo y directo. Sus mensajeros: varones jévenes habitantes de barrios populares del Conurbano bonaerense, una de las poblaciones mas afectadas por los altos niveles de desocupaci6n de la época. Estos jovenes protagonizaron un fenémeno novedoso y revulsivo al interior de la cultura popular y de masas, cuyo nombre referia al lugar en que habia sido ideado y engendrado: las villas miserias de la zona norte del Conurbano. Segtin cuenta Pablo Lescano, productor pionero de este tipo de bandas y actualmente lider de Damas Gratis -un emblema de la cumbia villera que por estos dias esté cumpliendo 21 afios de trayectoria-, la industria y sus voceros supieron /eer muy bien el particular contexto social. Asi, convirtieron una musica con valor testimonial en una estupenda oportunidad de hacer negocios. En este doble juego, aquellos varones jovenes que poseian escasas competencias en el mercado de trabajo, pero que se habian criado escuchando cumbia, inventaron oportunidades laborales en un contexto critico. Iitpsslwwnrevistaanfibia.com/vagos-putas-y-vllerxs-con-vaz-propial ane. 1122, 1140 Vagos, putas yvilees con voz propia - Revista Anfibia Las historias de sus letras narraban experiencias de la vida cotidiana, daban testimonios de vinculos conflictivos con el mundo de la autoridad policial, el uso y abuso de drogas, distintas formas de participacién en actividades delictivas, y diversos tonos de denuncia en cuanto a las formas en las cuales la desigualdad social se les hacia carne cotidianamente (Seman y Vila, 2011; Spataro, 2008). Traiko, cantante de Metaguacha, lo describia con claridad en “Alta Cumbia. Una pelicula de negros”, la pelicula que Cristian Jure estrené en 2017: “en ese momento creo que dio la cabida de que nosotros representaramos la voz de la gente”. En aquella época habia comenzado a operar con mayor virulencia el imaginario sobre el varén joven, pobre y delincuente, quien al no haber sido supuestamente socializado en la cultura del trabajo, veia en el ataque a la propiedad privada una forma "facil y rdpida” para conseguir recursos. Ariel Salinas, lider de una de las bandas emblemas de aquel momento, “Pibes Chorros”, recordaba en “Alta Cumbia”: “Los temas salian de ahi, salfan de la calle, del noticiero del mediodia, y ahi salié el tema de las apologjas... pero no era apologia, nosotros estabamos describiendo lo que pasaba, no diciendo cémo hacerlo. Llegaba a un lugar, nos presentan; “Los pibes chorros” [y me preguntaban]: “vos, ;sos chorro?”... eso me cansé mal”. Lo que el musico sefialaba no es otra cosa que la ausencia de mediaciones en el anilisis y la reflexién en torno a la cumbia villera y sus protagonists. Pareciera ser que para la construccién de este tipo de discursos no hacia falta mas que una asociacion libre entre prejuicios, discriminacién y sanciones morales tendientes a disciplinar y controlar a los miembros de ciertas poblaciones juveniles de clases bajas y medias bajas que de repente habian aparecido en la escena publica con voz propia. Algo de esto resoné en el COMFER cuando, en julio de 2001, emitié las Pautas que prohibieron a las distintas bandas de cumbia villera sonar en radios y presentarse en programas televisivos. Como sefiala el propio documento del COMFER, venian de barrios y villas miserias de las periferias urbanas, pero eso no les impidié convertirse en representantes de un modo de vida popular y desafiante, aunque hitps:siwwnrevistaanibia.comivagos-putas-y-vllerss-con-vaz-propia! 36 11820, 1140 \agos, plas y ile can vor propia Revista Abia solo fuera por el hecho de salir a contar lo que pasaba y no esperar a que otros lo hicieran por ellos. “Lo popular es memoria de una experiencia sin discurso que se deja decir solo en el relato [..] Y esto no significa un popular despolitizado sino un politizar desde otra légica”, dice Omar Rincén (2015), retomando a Martin-Barbero. Y agrega: “Lo popular esta donde estén las historias: en el territorio, en la vida cotidiana y enla identidad de las comunidades” (p. 25). La cumbia villera, como expresién radicalizada de lo popular, se ancla en un territorio —el barrio-, en un tipo de experiencias —las cotidianas— y en diversos procesos de identificacion en torno a lo que en sus letras y en sus formas de apropiaci6n a través del baile y la escucha, se vive como experiencia encarnada en el cuerpo y en las diversas formas que éste habilita: el sufrimiento, por ejemplo, pero también el goce. Imaginacién popular “La cumbia villera nos abrié las puertas de un monton de suefios” El Fideo Supermerk2 La cumbia villera alteré las reglas con las que se habia manejado, hasta ese momento, el campo de la cumbia en la Argentina: introdujo variantes musicales, estilisticas y estéticas propias del rap y el hip-hop. Y, a la par de las narraciones testimoniales, los looks de los integrantes jovenes de las bandas mutaron hacia el estilo deportivo. Junto con los contenidos de corte testimonial, la cumbia villera representé a las mujeres a través de voces masculinas que destacaban distintas partes de su cuerpo y una amplia gama de expertises ala hora de encarnar 0 participar de diferentes tipos de relaciones sexuales. Si ya se habia vuelto disruptivo en relacion a su rol testimonial sobre la desigualdad social/de clase, el campo cumbiero radicaliz6 un discurso que pretendia juzgar a la mujer que no temia disfrutar del sexo ni cumplir distintas fantasias en escenas diversas. Algunos leyeron a través de esas letras que se reforzaba una desigualdad de Iitpsslwwnrevistaanfibia.com/vagos-putas-y-vllerxs-con-vaz-propial ane 1120, 1140 \agos, plas y ile cn vor propia - Revita Abia género, toda vez que la vara de la doble moral se actualizaba al juzgar a la mujer como puta con la misma Idgica que se premiaba al varén como ganador. Pero las pautas regulatorias del COMFER hicieron escasa menci6n al asunto y no las consideraron un peligro real o potencial para las y los jovenes que consumian cumbia villera en ese momento. Es decir, la voz del Estado ignoré el machismo y el sexismo que podia desprenderse del andlisis de ciertas letras y no los consider6 un tema relevante. Los estudios académicos y, sobre todo, ciertas posiciones dentro del campo del feminismo y los estudios de género, salieron a cuestionar fuertemente estos contenidos. Sin embargo, la idea de que la cumbia villera construia una imagen de mujer objeto, de chicas faciles listas para ser consumida por varones heterosexuales, no permitia leer alli también la habilitacién al placer femenino por fuera de la voz masculina y hegeménica al interior del campo cumbiero (Vila y Seman, 2007 y 2011; Silba y Spataro, 2017). Estos temas musicales alcanzaron un alto nivel de difusi6n en la radio y la televisién a pesar de las pautas del COMFER, y las bandas ms representativas del género empezaron a hacer shows en diferentes locales bailables de los centros urbanos de todo el pais, donde compartian escenario con artistas de la cumbia mas tradicional. Un dato sugerente, que vale repetir, es que tanto la gran mayoria de los musicos como buena parte de los publicos compartian tres caracteristicas: eran varones jévenes, pertenecian a los sectores populares urbanos y habitaban barrios populares o villas miserias. Esto garantizaba el éxito en el contacto entre el pubblico y el producto cultural: la cumbia villera funcioné, en sus comienzos, fuertemente apegada a esa légica. Daniel Lescano, voz lider de Flor de Piedra, una de las bandas emblematicas del género surgida en 1999, cuenta que frente a la propuesta de Pablo Lescano, su productor, de grabar “Sos un botén”, uno de los himnos de la cumbia villera, él le respondid: “;Cémo voy a cantar sos un botén? ¢Estas loco? Recién salgo de estar en cana.” Sergio “Fideo” Galvan, creador de Supermerk2, trabajaba en 2001 en una estacién de trenes vendiendo tortillas a la parrilla. Cuenta que en aquel tiempo, mientras jaba a la estacién y pensaba nombres para la banda de cumbia que queria armar, leyé desde el colectivo un cartel que decfa “MERCA”, Cuando el colectivo se corrié vio la palabra completa: “SUPERMERCADO’. Meses después, como hitps:siwwnrevistaanibia.comivagos-putas-y-vllerss-con-vaz-propia! 5116 122, 11:40 Vagos, puas yvilees con voz propia - Revista Anfbia muestra “Alta cumbia’, el equivoco tomé forma de banda, sus integrantes llegaron a Pasion de Sdbado y alli dieron un recital con un changuito lleno de mercaderia que los misicos arrojaban a la tribuna. “Nos dimos cuenta que en el publico habia gente de muy bajos recursos...nuestra idea era mover esa tribuna, no nos importaba si les gustaba la musica, queriamos moverla; ahi me di cuenta que el préximo sébado nos estaban esperando’, dice el Fideo. Mientras la primera parte de anécdota podria vincular el origen de la cumbia villera con el consumo y comercializacién de estupefacientes -la palabra “merca” como sinénimo coloquial de cocaina-, la segunda remite al contexto social: las y los jovenes que llenaban las tribunas y recibian la mercaderia formaban parte de uno de los sectores sociales mas perjudicados por las medidas de fuerte corte anti-popular de toda la década del 90 y principios de los 2000. La precariedad laboral y el deseo de poner en palabras esas experiencias cotidianas atravesadas por la desigualdad social son ejes comunes que atraviesan los testimonios de todos estos jévenes musicos. {Qué peligros representaba la cumbia villera en aquel contexto social?

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