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Ninguna casa tiene paredes perfectamente lisas ni sin impurezas, por eso, el
primer paso para preparar una pared nueva para pintar, será quitar las
impurezas que tenga usando una espátula grande, aplicando a continuación
una mano de fijador-sellador para alisar los posibles huecos que hayan
quedado al retirar las impurezas. Lo mismo si hay algún agujero o grieta. Si la
pared es de yeso y no tiene ninguna capa de pintura no tienes que lijarla
nunca, ya que dejaría marcada la pared y al pintar se verían las rayas.
Si es una pared con una o más capas de pintura antigua, tenemos que usar la
espátula para quitar posibles burbujas o desconchados que se hayan creado.
En estas paredes antiguas pueden existir manchas que se han creado con el
tiempo causadas por humo, moho, hongos o cualquier otro factor externo.
Estas manchas tendrán que eliminarse simplemente con agua y detergente.
Aplicar la pintura
Según el color que pongamos necesitaremos 2 o 3 capas de pintura. Es muy
importante leer las indicaciones del fabricante.