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(Ocurre en el patio de una casa funeraria.

Omar (60) y Rosa (35) fueron al velorio porque la difunta es la mujer


del primo de Omar. Ocurre en la ciudad de Rosario, principios del año 2000. Están hartos de la relación que
llevan.)

Rosa: es amargada y avara, solo le interesa su imagen y utiliza constantemente una ironía mordaz. Se casó con
Omar por obligación aunque le tiene algo de cariño. Ama de casa.

Omar: es tranquilo y humilde, no le gusta llamar la atención, es hasta un poco ingenuo. Se casó con Rosa para
no quedarse solo, siempre la quiso. Abogado por jubilarse.

Rosa (vestida toda de negro con lentes negros y fumando. Entra Omar)

Omar: ¿qué haces acá?

Rosa: bajé a fumar, el olor a geriátrico de ahí adentro me baja el bótox

Omar: podrías mostrar un poco de respeto, falleció la señora de mi primo, era de la familia

Rosa: ay Omar, no seas ridículo, si la última vez que la viste fue ese año nuevo donde todo se desmadró y el tío
Carlos quedó colgado de la campana de la iglesia

Omar: ni me hagas acordar, nunca más lo dejamos tomar sidra. Fue un momento muy duro para todos

Rosa: yo me morí de risa, el tío bajó diciendo ding dong ding dong

Omar: no puedo creer que sea tan insensible Rosa, son las tragedias de mi familia de las que estamos hablando

Rosa: esas no son tragedias Omar, tragedia sería un tsunami en Bolivia

Omar: por una vez en la vida te pido que respetes un poco a mi familia, ¿sabes lo que nos costó hacer el
funeral?

Rosa: un montón les costó, los ratas de tus sobrinos con toda la herencia no pusieron ni un peso. Aparte, ¿quién
les dijo que era buena idea hacer una ceremonia? Ceniza y pal´ río

Omar: Rosa por favor, fue su última voluntad

Rosa: Si yo llego a su edad tan echa mierda quédense tranquilos que yo sola me tiro al río

Omar: yerba mala nunca muere. ¿Podes apagar ese cigarrillo? Sabes que me molesta que fumes

Rosa: a mí me molestas vos y no te digo nada.

Omar: rosa, esto tiene que parar llevamos 30 años juntos, tenemos dos hijos y nunca nos llevamos bien

Rosa: sabes que tenés razón, por primera vez en la vida, mi perro cazó una mosca

Omar: para un poco rosa, es un funeral

Rosa: ¿porque nos casamos Omar? ¿Vos te acordas?

Omar: había mucho vino y un cura, el resto es historia

Rosa: que buen tinto ese, y te digo que el primer hijo nació bajo sus efectos también

Omar: ¿hay algún recuerdo de nuestra relación que no involucre alcohol?


Rosa: el verano en mar de ajó, ¿te acordás? El pendejo nos rompió las botellas y por una semana estuvimos que
estar sobrios

(Los interrumpe un familiar de Omar)

Familiar: van a llevar a la prima al cementerio, hay que irnos

(Rosa apaga el cigarrillo y ambos salen de escena, apagón. Se encienden las luces, van caminando en fila por la
calle con el cajón hasta el cementerio)

Rosa: (susurrando y acercándose a Omar) escúchame, ¿te dejó algo?

Omar: ¿qué?

Rosa: si la esposa de tu primo te dejó algo, herencia, un terrenito, algún mueble, un caballo aunque sea

Omar: ¿y eso que tiene que ver?

Rosa: es para saber cuánto llorarla, una cuestión de proporción

Omar: ay dios rosa, ya no quiero pelear. Nos dejó un departamento

(Rosa rompe en llanto desconsolado y se tira sobre el cajón)

Rosa: ay la prima, la prima, cuanto la vamos a extrañar, ella que era tan buena

Omar: (se acerca a Rosa, susurrando) tampoco tanto, que es en zona sur

Rosa: ah bueno (Rosa se reincorpora y vuelve al lado de Omar)

Omar: sabes rosa, no sé si será todo esto de la muerte de mi prima o qué, pero anoche soñé que volvíamos a ese
viaje en mar de ajó y yo te veía correr por la arena, jugar con el nene, hacer castillos, jugar con las olas. Sin
ninguna sustancia nociva dañando tus órganos, solo el viento rozando tus cabellos y la belleza curva de tu
sonrisa (se le salen una lágrimas) me emociona hasta recordarlo

Rosa: (pegándole con el abanico que lleva) ay, no me digas que ahora la vas a llorar vos también, tampoco es
que te va a dejar más herencia con más lágrimas

Omar: ¿no escuchaste lo que te conté?

Rosa: 10 años y todavía no sabes que mi cerebro bloquea tu voz. Si queres hablarme tenes que avisarme

Omar: mala mía

Rosa: ay perdón, no te hagas el ofendido. Toma, te falta un poco de whiskey en las venas (le pasa una petaca)

Omar: rosa, ¿cómo vas a traer alcohol a un funeral? está totalmente fuera de lugar

Rosa: quédate tranquilo que en dos horas el lugar se vuelve una fiesta, se olvidan todos del velorio

Omar: no podes ser así rosa, me tenes harto

Rosa: si te queres divorciar avísame que tengo que llorar más a tu tía para quedarme con el depto.

Omar: la esposa de mi primo Rosa, mi primo. Y sí, me quiero divorciar

Rosa: pero ya es tarde Omar, ya no alcanzó a llorar encima del cajón, están muy adelante

Omar: te lo digo en serio, esto se tiene que terminar, tu indiferencia me mata


Rosa: perdóname García Lorca, no sabía que eras poeta

Omar: me cansé de que no tomes nada en serio

Rosa: Omar, la vida es una mierda y lo sabes muy bien, es mi forma de sobrellevar un poco esta miseria a la
que llamamos vida

Omar: pero me estas hundiendo con vos

Rosa: somos como el titanic

Omar: dame una razón para que sigamos juntos

Rosa: estas calvo, gordo y con 60 años encima, ¿quién te va a querer ahora? Soy tu única opción, nos
aguantamos y eso es suficiente, a la larga es lo que nos queda.

(Ella le da un sorbo a la petaca y el baja la cabeza y sigue caminando)

Omar: lamentablemente, siempre tenes razón

Rosa: ¿Qué pasó? ¿Por qué pararon?

(Ambos caminan hasta adelante y se encuentran con que se rompió el cajón y la muerta perdió un zapato. Todos
están muy conmovidos. Rosa comienza a reír. Silencio y todos las miran mal, ella deja de reirse. Le da un sorbo
a la petaca y se lo pasa a quien está al lado sin darse cuenta que es la abuela. Esta la agarra y también le da un
sorbo. Rosa se da cuenta y la mira sorprendida. Apagón)

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