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EROS
Aquél dia, se encontraba
con la moral por los suelos.
Hacia tiempo que no se halla-
ba a si mismo y la noche, la
habia pasado entregado a la
busqueda de su identidad,
empapado en alcohol y sus-
tancias alucinégenas, que le
destruian la vida.
Estaba desorientado, cansa-
do y pasando una mala racha.
Pero aquella mafana, algo
vino a modificar su talante. El
cartero le trajo un paquete,
conteniendo un libro que al-
guien, desde la carcel se lo
enviaba con gran empefio.
Sin embargo, apenas se in-
tereso. Recibia cartas y obse-
quios de todo el mundo y aquél
libro, era uno mas, de los que
habitualmente llegaban por su
casa.
Primero mostré indiferencia,
lo dejé sobre la mesita y siguio
recostado sobre el sofa, con la
mirada humeda, perdida en la
evanescencia de la tarde, que
se filtraba por las ventanas y
hacia mas apagada y morteci-
na, la vida que entraba del ex-
terior.
Pero la curiosidad pudo y se
decidié a hojearlo. Lo firmaba
Rubin Carter “Huracan’, un
boxeador negro de Nueva Jer-
sey, que habia sido arrestado
y condenado, por la muerte de
tres hombres blancos, en un
tiroteo producido en un bar.
Durante las largas horas
pasadas, entre las lébregas
paredes de su encierro, habia
escrito y lo habia enviado a
varias personalidades, una de
ellas, Dylan, dada su compren-
sion hacia los marginados.
Bob qued6 impresionado. El
relato de Rubin Carter, le hizo
reflexionar sobre las trampas
de la vida, la injusticia y el mal
vivir de muchos seres huma-
nos. Se interes6 por la historia
y se fue a verlo a la carcel.
Su gesto conmovid a los
periodistas, asi como perso-
nas comprometidas con la so-
ciedad, generandose una co-
triente de simpatia que se ex-
tendié por todo el mundo.
Bob Dylan, inspirandose en
“huracan, compuso una can-
cién, narrando la historia del
crimen y las investigaciones
policiales posteriores, asi
como el encarcelamiento de
Rubin Carter.
Se animé ante la desgracia y
decidié dar un recital multitudi-
nario. Un concierto en el Madi-
son Square Garden en el que
intervinieron politicos, artistas,
personajes conocidos progre-
sistas y musicos, actuando el
boxeador Ben Ali, como ani-
mador de! espectaculo.
Después Dylan, se desplaz6
a la carcel y junto con Rubin
Carter, mont6 un concierto
donde canto para toda la co-
munidad carcelaria, formada
por presos negros, que asistie-
ron asombrados al encuentro
musical, que fue retransmitido
por television
La cancién que compuso
Bob Dylan, resulté un “numero
uno”, un Hit de su album “De-
seo” que grabé con musicos
de reconocida fama.
Carter fue puesto en libertad
bajo fianza y unos afios mas
tarde, se demostré finalmente
su inocencia. Recobré la fe en
el ser humano.
Bob Dylan, habia logrado
uno de sus mayores éxitos de
su carrera musical, libertar a
un negro victima de la injusti-
cia y la incomprensi6n, restitu-
yéndole la dignidad.
Una cancion “Huracan”, bas-
t6 para poner a cada cual en
‘su lugar.
José Gonzalez Ortiz