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UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACION A DISTANCIA Ministerio de Educacién y Ciencia FILOSOFIA Y LETRAS LATIN II Unidad Didactica/3 ESTILISTICA TEMA XIII Esquema/resumen A) Tradicional B) Individualista I. Estilistica: concepto } ©) Idealista D) Post-saussureano EI requisito de «convergencia» A) Bajo II. Estilo en la antigiiedad clisica: acomodacién al genero |B) Medio ©) Elevado ML La Retérica a) con propiedad A) En sentido amplio: arte de hablar { b) [licencias) ) sin defectos B) En sentido estricto: escolar ©) En sentido transferido: literaria LATIN IL XL Instrucciones de estudio Empiece con la lectura de las Explicaciones complementarias, para percatarse de! climulo de cuestiones que todavia hoy estin suscitadas sobre los conceptos fundamentales de esta III Unidad dedicada a Estilistica. Una vez leidas, lea tambien los §§ de los Elementos de Retdrica literaria de Lausberg (en lo sucesivo, esta obra se le designara a lo largo de esta Unidad como Elementos...) 91-102; 464-465 y 1-28, que, con aquellas Explicaciones, constituyen el contenido del presente tema, Una vez, del contraste de unos y otras, se haya formado Vd. su opinion, pase @ aprender dicho contenido, ahora estudiindolo y no sdlo leyéndolo, ya de acuerdo con el orden que le resulte mis comodo. No se deje intimidar al comienzo por el aparente firrago terminolégico de los tecnicismos de la nomenclatura ret6rica: le serin de gran utilidad como fildlogo (no olvide que el propio Lausberg presenta su obra como una especie de introduccién a la Filologia). Aborde cada término con paciencia y reflexion, tratando de entenderlo en sus elementos constitutivos; ayidese de los indices terminologicos (especialmente del 11) de la propia obra. Los conocimientos de griego que Vd. posee le allanaran el camino. No se apure si en una primera etapa de estudio confunde ocasionalmente algunos de dichos términos: lo corregira con el uso. Cosa distinta es el conjunto de ejemplos no latinos con que se hallara a lo largo de su estudio: en principio no debe aprenderlos. Pero pueden serle de gran utilidad os que se refieren a lenguas que Vd. maneje, porque le permiten la comparacién con los latirtos que se le aducen y le facilitan la comprension de la doctrina a asimilar. Para contraste y ampliacién de perspectivas sobre el presente tema le pueden ser especialmente iitiles, de la obra de MAROUZEAU que se le mencioné en la Bibliografia de la Introduccién a este curso, las pp. XI-XXI y 337-343; ademas, las siguientes obras. ALONSO, D.: Poesia espafiola (Ensayo de métodos y limites estilisticos). Madrid, 1960. Herwanpez Vista, V. E.: Eneida, L. I, Madrid, 1962 Herwinpez Vista, V. E.: Figuras y sitwaciones de la Eneida, Madrid, 1963. XIIL'S Explicaciones complementarias DISTINTOS CONCEPTOS DE LA ESTILISTICA A LO LARGO. DE LA HISTORIA Todavia en una obra tan sensata_y profundamente reclaborada como es la parte de Sintanis y Estilistica de la Lateinische Grammatik del Handbuch de Milles’ edges Se echa telativamente reciente (1964) por A. Szantyr, al llegar a la segunda auton ei elumen no se formula el titulo sencillamente, sino entre interrogantes {Qué es Estilistica?», Durante el medio siglo transcurrido desde que E. Otte ne Preguntaba Anilogamente «Qué se entiende por estilo? ;Qué es Estiistiea (Reinichenlet 1914) {a bibliografia sobre el tema es abundantisima y muy importante. sin embargo, a pesar e (0, tal vez, por?) esta abundancia e importancia, el interrogante sigue ee pie Su ersistencia, ademas, no se debe a que el objetivo que se plantea sea Iejano, Tras ald de donde la investigacion tiene conciencia de haber alcaneado, y en espera dia mediante la prosecucién de trabajos emprendidos, o han dahads no ya «el hombre mismo», sino que lo es todo en el lenguaje aqui el estilo También estas concepciones han tenido wipervivencia mas acd de tos limites de la propia escuela de la «Filologia idealista» de Vossler. En una forma. ciertamente. mitigada se hallan en la base de una de las posturas mis difundidas en los estudios de Estilistica latina. la de J. Marouzeau. Para él el lenguaje no se identifica con el estilo, pero se le relaciona en el sentido de que «la langue apparait... comme un total Ie style comme le résultat d'un choix», Todavia. de entre ambus entidades. el total ¥ la eleccion, ésta es la predominante, como se desprende de la asercion que en su obra (p. XIII) precede inmediatamente a Ia citada: la lengua sometida a la eleccion del usuario, Tr Es cierto que no presenta esta eleccion del usuario como ilimitadamente arbitraria necesidad de expresarse inteligible y correctamente condicionan al usuario en st sieccion. E incluso —aunque sea s6lo en nota— matiza también, ¢.. otra parte, en uno de los sentidos que luego serin fundamentales en la tesitura de D. Alonso: reconoce _ que no siempre es necesario que la lengua offezca al usuario diferenses medios de Expresion entre los cuales él pueda elegir. ya que, en ocasiones, le cabe también la -eleccién entre un clemento de la lengua y cero. J concepto de estilo tras las ensciianzas de Saussure ____En una primera etapa, representada por las investigaciones de Ch. Bailly sobre todo, los seguidores de Saussure entroncan perfectamente con la idea de «estilo = eleccion» que acaba de considerarse. No en balde el propio Marouzeau en el lugar citado —y también en nota— reconocia «un cierto paralelismo entre la distincion de lengua y estilo por un lado y la de lengua y habla establecida por F. de Saussure» por otro, Sin embargo, otros autores han ido mucho mas lejos en la superacion de las posturas __ indicadas. Démaso Alonso __En la obra citada entre la bibliografia especial para este tema formuld dos serios vances sobre la fundamentacién de lo estilistico en la eleccién individual del autor: En primer lugar, generalizé lo que Marouzeau reservaba sélo para determinadas “gcasiones: el escritor siempre es libre de no escribir, si lo que le ofrece la lengua ho le satisface. La opcién con cero, pues. ocurre siempre. Ello supone. de rechazo, _tna orientacién muy distinta de las investigaciones estilisticas: en lugar de dirigirse Preferentemente hacia aquellos campos donde las posibilidades linguisticas eran multiples, ¥; por ello, permitian la eleccion, ahora no hay preferencia, y cualquier campo de _ Hi Tengua se hace materia de la Estilistica de manera general. Lo que importa es que un elemento del lenguaje, equiparable 0 no a otro, haya satisfecho al escritor tanto ‘Como para decidirse a emplearlo. a LATIN IL 119 La segunda gran aportacion de la misma indicada obra incide todavia mas directamente sebre la superacion del individualismo como buse de la investigacidn estllisica ty autor observa que, incluso en un terreno donde la lengua oftezca opciones varias: la eleccién oe iseeibe nae eTtOr © del hablante no esti s6lo limitada por los condicionres de inteligibilidad y correccién. de modo que cada escritor 0 eeda hablante puedan Hanguilamente escoger segiin su arbitrio individual; al contratio, muchas de lng variantes suslen estar coloreadas de matices que se imponen a todos los usuarios de ca manera fan general. que se puede decir que pertenecen a toda la comunidad «hay tambien una Estilistica de la lengua». Asi, Por ejemplo, de dos variantes a primera vista tan sindnimas como las dos fermenaciones de 3." pl. perf. indic. activo, -erunt | -ere, se vio en el cure pasado gus Salustio empleaba la segunda con una frecuencia que supera la de olvn escritores de su época. Seria erréneo creer que ello es sélo una predilescion individual; en realidad. i codes los escritores coetineos en prosa, les resultaba ya esta terminacion coloreada de arcaismo. Fo due hay en Salustio, pues, no es una preferencia individual por -ere (debida motivo de pradneeosfonico. oa la cantidad de su 2* silaba, p. ej, como puede oc in ce redilecci6n para un versficador), sino que él — igual que los demds tress. se la encuentra matizada de arcaismo: Io que le individualiza es ce Propension al Penetrante hasta su misma esencia, mucho més que pudiera serlo en estadice anteriores {a simple observacién de que -ere, preferida por Salustio, seria wn arcana Coseriu: «Sistema, norma y habla» Esta tricotomia de Coseriu frente a la dicotomia saussureana Fepresenta, con la introduccidn del concepto de «norman, la consagracion de la «Estlistiee de Ie Jengua» de D. Alonso. Tan cierto es que en muchos juegos de variantes algunas se presentan Matizadas para todos los usuarios, que Coseriu conforma con las que no offece, matices de excepcionalidad aquel concepto intermedio entre los de lengua y habla de be Saussure, sefialando que incluso hay posibilidades del sistema que habitualmente son rechazadas Por todos los usuarios de una comunidad, esto es, aunque posibles. son anormalee Naturalmente, hay diferentes grados de posibilidad, que a su vez determinan grados también diferentes de excepcionalidad: desde la anormalidad total hasta la sencilla singulari- dad frente al uso més corriente 0 neutro. No parece adecuada la calificuciow de «lenguaje desviado» aplicada por algunos transformacionalistas a toda expresion difereme de aquel fuera al ane 0 newtro, porque comporta una cierta valoracién (como si este uso corricare fuera el «recto») que, en rigor, es ajena a muchas de estas singularidades, ton correctas ¥ tan posibles en si (es decir, tan «normales») como la variante corriente 0 neuira Jakobson: connotaciones y cédigo Por ‘otro lado, es también de grados distintos la importancia de estos matices gue coloreun determinados elementos del lenguaje de un modo perceptible andlogamente Por los diferentes miembros de Ia comunidad idiomatica en general, Puede haber ceding ‘ " err XHI10 LATIN IL del lenguaje en que lo «connotado» por los elementos del codigo transmisor del «mensaje» sea tan importante 0 mas que la informacion «denotada» por este mensaje mismo asi, p. ej.. muchas veces en el lenguaje poético. en el que caben incluso los casos-limite de versos como «verde que te quiero verde y verde verde limon» o estribillos como «la la ra la ta ra la la ra la la» donde la informacion denotada es pricticamente nula todo es connotacién La procuran en ambos casos la repeticién y el ritmo de acentos; en el primero. ademas, el simbolismo del término de color y de su especificacion precisa, el coloquialismo supuesto por el pronombre de 2.*, etc.; en el segundo, la aliquidez» de las consonantes y la «claridad» de la vocal que entran en la repeticion, R, Jakobson (Linguistics and Poetry) llamé la atencion sobre este caricter connotador de los elementos del cédigo lingtiistico por el que se transmiten los mensajes informativos, afadiendo esta funcién connotativa (Ilamada entre nosotros «postica» por A. Garcia Calvo) @ las otras tres que habia detectado K. Buhler. De la misma manera, p. cj. un anuncio, 0 una yarticipacién o una tarjeta de visita, ademas de informar por su contenido acerca de unos actos o unos datos, pueden connotar caracteristicas de quien los edita o entrega segiin los elementos (tamafio, forma, figura de las letras, espacio en blanco, etc.) que tienen como objetos transmisores de un texto y con independen. cia de éste. El conjunto de estos elementos capaces de connotar en tales ejemplos bien puede Hamarse «estilo» del anuncio. participacién o tarjeta. De modo anilogo, en el lenguaje Puede transmitirse una misma informacion con estilos diferentes segiin sean las connotacio- Res capaces de comunicarse a los interlocutores 0 a los lectores mediante los distintos elementos del lenguaje a los que se confia dicha informacion. En el nivel literario {= artistico) del lenguaje —prosa y, sobre todo, poesia— la importancia de estos elementos €n cuanto tales, capaces de connotar, es fundamental, Herndndez Vista y Rifaterre: la convergencia de estilemas Pero en el mismo ejemplo de la participacin o tarjeta podria ocurrir una cosa distinta: por definicién, han de tener un tamafio u otro, estar impresas en uno u otro tipo de letra, etc; y bien podria ser que ni tamaio ni tipo tuvieran nada ‘que ver son la persona de quien informan ni con la imprenta que las ha editado. Podrian ebedecer a haber sido el tamaiio que cabia bien en unos determinados sabres de los que habia existencias, 0 el tipo de letra que mejor manejaba el operario de turno. En tal caso seria inadecuado considerarlos como elementos de un estilo en el sentido et que sirvieron de ejemplo pacrafos atras. Y._E. Hernandez Vista destacé esta mera virtualidad en los elementos estilisticos del lenguaje, sefialando cémo la vocal w del castellano. con toda justicia tenida por vocal «obscura» —y magistralmente citada como elemento estilistico de gran rendimiento Por D. Alonso en su anilisis del verso del «Polifemo» de Géngora infame turba de nocturnas aves en el que aparece en silabas 4." y 8.*, portadoras del acento ritmico de este endecasilabo, en que se describe la lobreguez de la gruta del Ciclope—, es también la vocal (jinica!) 12 LATIN IL XIE Gel vocublo con que en esta misma lengua castellana se expresa el nombre de la maxima claridad pensable: /uz junto a la virtualidad. pues, de que este sonido vocilico connote oscuridad lobreguez hay su capacidad de que no connote nada, de que se ue indiferentemente en lo que al estilo respecta. Esta doble posibilidad se admite poco menos que comunmente ¥ desde antiguo. Mas entonces los estudios de estilo parecen abocados riesgo Zrande: el subjetivismo, {Cémo poder probar que en un pasaje unos clementer det {pwuae son validos estlisicamente (= son «estilemas» en la terminolosia de Hernandez Vista) oque los mismos son s6lo fonemas, morfemas, sintagmas, ete. puramente denotativos| Los dos autores aqui citados. trabajando independientemente, llegaron @ una misma Fropuesta de solucion. Habria gran probabilidad de detectar valores estilstivos en aquellos clementos del lenguaje virtualmente capaces de presentarlos atendiendo ae ofrecen fin caueréencia con otros, corroborindose y potenciindose mutuamente hacia un mine fin expresiva. Asi, en el mismo verso gongorino que antes hi cenit de eiemplo, la capacidad de la w para connotar oscuridad se .aliza positwamente Puesto que Convergen hacia este fin de expresar oscuridad varios elementos mas en el pusaje ‘2 misma repeticién de la w en ambas silabas ritmicamente acentuadas en el verso; él significado del lexema en el calificative nocturnas cl caricter peyorativo del calificativo infame y del sustantivo turba (irente a multitud grupo, ec.) 1a situacién de nocturna y turbas (oscuridad y despectivo) precisamente en dichos lugares destacados del verso Como ha podido comprobarse en este mismo ejemplo, el método basado en la spavergencia deberd rehuir los estudios estilisticos estancos: no ser conveniente separar cl de los sonidos del de las formas, de los significados, de kt sintaxis, cine al contrario, atender a todos los niveles globalmente para cada pasaje o unidad de la obra literaria (0, en su caso, de la conversacién coloquial, etc.) Ello no quita, naturalmente, que, como producto de los resultados de estos anilisis, de la expresion concreta, quepa elevarse hacia jalones abstractos de teorn estilistica de cada uno de los campos del lenguaje: fanico, semantico, sintictice: pero sin perder de vista que, dentro de estas abstracciones tedricas. s6lo cabe hablar de valores estilisticos virtuales de los distintos elementos lingiiisticos de dichos campos. 13 LATIN I XIE Ejercicios de autocomprobacion Sefiale qué enunciados son correctos en referencia a las distintas cuestiones en torno a las cuales aparecen agrupados fos } tpdROS. toot to: KI 6 46705 es un lema a) Antiguo, b) Tradicional. ©) Clasico, d) Normative, e) Sintactico, «Le style, c"est homme méme» es una asercion a) Moderna b) Atribuida a Buffon, ©) Positivista, d) Normativa. €) Sintactica. 3. «Le style [apparait] comme le résultat d'un choix»: a) Lo ha escrito Marouzeau, b) Pudo haberlo escrito L. Spitzer, de escribir en francés ¢) O D. Alonso con la misma condicién, d) O Hernandez Vista con id. ©) O Jakobson con id 4. «Hay también una estilistica de la lengua», frase de D. Alonso, cuadra también ampliamente con las opiniones sobre estilo de: a) Aristoteles. b) Marouzeau. c) Hernandez Vista, 4) Rifaterre. ¢) Jakobson. 5. Pertenecen al estilo elevado los géneros: a) Satirico. b) Trigico, ©) Comico. 4) Epico. ¢) Epigramatico. XU 14 LATIN IT Actividades recomendadas Trate de recordar las definiciones de estilo y opiniones sobre él, que ha conocido Vd. a lo largo de sus estudios anteriores. Clasifiquelas segin estén mis de acuerdo con las que se le han propuesto en este tema. Soluciones a los ejercicios de autocomprobacién {. a), b), ©), d). 2. a), b). 3. a), b). 4. ©), d), e). 5. »), d). TEMA XIV sy Esquema/resumen Fonostilistica 1. Los fonemas latinos desde el punto de vista estilistico A) En la estimacién de los propios latinos a) apreciados: 2, y b) no apreciados: f, r B) En la expresividad potencial de su empleo: r, s, oclusivas, m I. Prosodemas A) Acento B) Entonacion ©) Cantidad IIE Fenémenos y figuras A) Tropos 1. protesis a) por adicién | 2. epéntesis 3. paragoge 1. aféresis b) por supresién } 2. sincopa 3. apécope B) De contactos en su aspecto estilistico a) vocales 0 histo b) de consonantes ©) De proximidades i a) apreciados | 2 3 ) no apreciados HS aliteracién homeoteleuto paréchesis| cacofonia paratonia LATIN IL LATIN I xIV3 Instruccione> de estudio El comodo manejo de este tema requiere una actualizacion al maximo de sus Conocimientos de Fonética. Repase, por tanto. si nota que le hace falta (en realidad, hubo de hacerlo ya para los temas de la I Unidad de este 2° curso), los temas $ ¥ 6° de la 1 del 1.*, referentes a la pronunciacién y clasificacion de los elementos Fonicos de la lengua latina, a cuyo valor estilistico se refiere la presente leccién. A continuacién, empiece el estudio del tema segin se le ofrece en la primera Parte de las siguientes explicaciones complementarias. Prosigalo con los §§ 118-124 de los Elementos..., parte que seguramente le resultara mas conocida que la anterior. Termine con la materia de la segunda parte de las explicaciones complementarias. Naturalmente, cl volverse a encontrar con fendmenos ya conocidos en cuanto a su esencia —como. P. ¢j.. el hiato, la aliteracion, ete,— le ha de facilitar grandemente este estudio. No lo considere, sin embargo. como una mera repeticién 0 repaso: fijese que lo gue ahora se pretende es el conocimiento de su valor estilistico, al margen de que Puedan ser elementos importantes dentro de la prosodia: pueden encontrarse en la Prosa menos métrica que quepa hallar en latin, y —sin ser elementos de ningun ritmo Por no venir a intervalos ni siquiera convenidos— provocar los efectos estilisticos que se les atribuyen. Para contraste y ampliacion de la materia del presente tema le seri de excepcional utilidad el tratado que se le cité MaRouzeau, pp. 1-86 y, si pudiera disponer de ella, la obra fundamental de GRramMont, Le vers francais, a que él alude. ‘Vea también, si le son accesibles, las comunicaciones al III Congreso espafiol de Estu- dios Clasicos de los Profesores: Goxzato Matso, D.: La onomatopeya o armonia imitativa en Virgilio y HeRnAnpez Vista, V. E.: La aliteracién en Virgilio: una definicidn estilistica 19 LATIN U1 XIV/s Explicaciones complementarias FONOSTILISTICA Dentro de los condicionamientos sefialados al final de las explicaciones compl tarias del tema anterior se vio que cabia un estudio de las virtualidades estilisticas de los elementos de los distintos niveles de una lengua. El estudio de estas virtualidades en los elementos de la «segunda articulacion» martinetiana (fonemas y prosodemas y combinaciones de unos y otros y entre unos y otros) recibe corrientemente el nombre de Fonostilistica. No se limita, desde luego, a los valores estilisticos derivados de su entidad como elementos significativos, sino que atiende también a los que puedan derivar de sus distintas realizaciones o variantes (= «al6fonos»). Fonemas y aléfonos Las consideraciones sobre el valor estilistico de estas entidades se remontan a la apreciacion de los propios autores y criticos latinos clisicos. Es cierto que con inevitables imprecisiones terminologicas: su manera de referirse a ellas es habitualmente con el Bombre de «listerae», exactamente igual como denominaban a los elementos de su escritura, Sin embargo, precisamente en esta materia se pisa terreno bastante firme, puesto que el mismo hecho de referirse a los efectos de la pronunciacion de una «littera» ya indica que en tal ocasién este nombre no se refiere al signo escrito, sino al emitido oralmente, 5 Como en tantos otros aspectos, en_éste el testimonio de los antiguos vale mé Gue_sus_juicios. Es decir, cabe aceptar que tal o cual fonema les resultaban gratos © ingratos; pero ya es mas dificil que siempre acierten al dar las razones con que tratan de justificar el por qué de un tal agrado 0 desagrado. Por ejemplo, es dificil Tesistirse a la sospecha de que su educacién en escuelas esteticas griegas o helenizantes 21 XIVi6 LATIN IL no sea. mis de_una.vez_la responsable de haber considerado agradable 0 desagradable la emision de un fonema determinado 0 de un aléfono. si Justamente, con respecto al_recreo que, pura los oidos de Quintiliano, XII 10, 28, offecian la = ¥ la. precisamente las dos alitterse» que sélo se encontrabin en vocablos tomados del griego. Podria aducirse que este agrado tal ver estribaria gn el mero hecho de tratarse de sonidos exsticos. pero es sospechoso que justamente se dedique a exotismos helénicos, en tanto que la emision de otros sonidos ¥ combinaciones de ellos en nombres exéticos de otras lenguas mas bien era calificado de desusradable Por «barbaron: Marcial se siente obligado a excusar lo malsonante de los toponimos de su Celtiberia ante oidos romanos. Por el reverso de la medalla, este motivo de estética filohelénica sigue operante (lo cual sirve para corroborarle): la «letra» considerada de mis desagradable conde Por Cicerén (Orat. 163) —y por Quintiliano (XII 10,29) en su seguimiento— es justamente ‘af, ausente del inventario de los fonemas del griego clisico. (Es cierto que ya Ciceron Pudo oirla en labios griegos como consecuencia de li transformacién de ia aspirada @ en un sonide “icativo: pero no lo es menos que. en su época. esta fricativieac debia ser tenida cabalmente como una pronunciacidn vulgar o no del todo eortecta POr sus maestros griegos). de estos dos grandes «gustadores» del latin no es tan obligatorio confiar en las justiffencince del mismo, al atender a éstas en directo. Cicerén manifiesta su desagrado por la forma af de la preposicién ab (Orar. 158). pero ello podia venir motivado por su carncre, arcaico y desusado; © por su repeticin aliterada en un verso. pero el motivo podria ser a aliteracign misma. Mas gratuita parece todavia la explicacion de Quintilane ¢l pronunciarse la f sin voz entre los extremos de los dientes. En tal caso, mas aiveuares debia ser la p, también sorda y que suena todavia mas en el extremo de le beer Nada hay que decir, en cambio, frente a la afirmacion ciceroniana del desagrado Producido por la acumulacién der: los griegos la tenian de manera practicanente andloga; y las razones de su caricter malsonante a oidos latinos, hasta el punto de ser llamada por Persio litera canina» deben aceptarse segin nos son propuesias: su emision —seguramente mas cuantas mas eran sus vibraciones_ producia una sensacion de casperitasy, Ademis de estas consideraciones que afectan a la totalidad del aprecio 0 desprecio de la_virtualidad connotativa de un sonido, conocemos también —sea asimismns por testimonio de los mismos autores antiguos, sea a la luz de anilisis estilsticos llevalog 2 cabo por filblogos— las eapacidades expresivas de bastantes de las realizaciones de ios fonemas latines. Las que se indicaran a continuacidn, ademis de poder comprobatse mediante el recurso ab principio de convergencia estudiado en el tema anterior, pueden SSezivarse M general gracias a su recurrencia en onomatopeyas. esto es. en aquellos Noeablos constituidos por sonidos que tratan de reproducir la sensacion de aquello que designan Asi hay en latin vocales claras (a, e —ef. halare—, i —ésta, ademis, aguda: ef Ainnire celinchar») frente a vocales oscuras y graves (0,1, cf. ululare). Entre las consonantes, 1s ¥a indieada_r puede potenciar expresiones de conmocion fisica (ef. frugor, stridor) © espiritual (cf. horror). Las fricativas (f, s), soplo y silbido (cf. susurrum). La liquida Fabunda en descripciones de corrientes (agua y aire), Muidez y, de aqui, suavidad LATIN I xIv7 5 abeeto (ef el ueliuolus grato a Ennio —nn, 338 y Trae. 79—, maravilloso compuesto que ha encantado a Virgilio, que lo adopta en den. 1, 224). La nasal m, wlittera moscren para Quintiliano (XL 10, 31), los ruidos oscuros (cf. murmur Tal vez en menor grado. puede sefalarse también virtualidad expresiva en la aspiracion de ah (ef anhelus, halare) y en ta percusion de las oclusivas (cf. tarutantarm: dicho por Ennio —Ann. 140— del toque de ta trompeta militar). Entre estas. las bilabisies eared eidlizadas para la expresividad virtual de la cepeticién de sonidos anilovos © Pereibidos como tales. como ya en griego (ef. BxpBxpo:: en latin. pipiare «poriea») Prosodemas ‘os propios tratadistas latinos percibieron la_virtualidad estlistica de Ja cantidad Asi. Quintiliano (IX 4, 131) adoctrina acerca de“que a k asuntos «graves, sublines ¥ elegantes cuadran mas las silabas largas», en tanto que «sus contrurios ve avienon mejor con las breves». Pueden servir de ejemplo para ello los hexaimetros estudiados en el tema VIII de la 2.* Unidad sobre el papel estilstico de la abundancia de espondeos ¥ de dictilos, respectivamente. Y no se detuvieron en solo esta consideracion weneral no que Uegaron al detalle de tas mismas distribuciones de largas y breves, dando lugar al cuidado de las cliusulas segim pies métricos. tal como se vioven el tent, XIT de dicha Unidad, Se hablo alli de lo evitada que era la welausula heroica», porque podia hacer confundir Prosa con verso. Ahora procede generalizar aqui, indicando que esta aversion a la mezcla de los dos tipos expresivos se nos ofrece como una constante de los estiliiae latinos de todas épocas y tendencias en la Antigiiedad. Advertidos de lu frecuenes de dictilos y sobre todo yambos en contextos latinos neutros o inintencionados (et Cie. Orat, 56, 189: «magnam partem ex iambis nostra constat oration), se aplicaron la destruccion de la impresiOn de verso que estas secuencias podian causar, procurande la mescolanza de pies distintos en la prosa: «in uaria et perpetua oratione, sunt inex Se miscendi et temperandi> (ibid. ). Fueron incluso sensibles a la diferencia de pies ascendentes y descendentes. Para Quintiliano (IX 4. 136) el caricter ascendente del yambo le hace provocar sensacion de aspereza. en tanto que fuera de contextos desabridos es mejor recurrir al troqueo, fuyo cariicter descendente le hace mas apto para la expresién suave. Por otro lado. los pies de corto mimero de moras tes resultaban mas apropiados para los asuntog menos importantes Cie, Orat. 196-197; Quint. IX 4, 6): en cambio. pies de cuatro coms oiss: como el espondeo, el erético y los peones se les adecuaban mejor a contenidos graves y amplios. (Notese, en el caso de los peones. que ahi no cabe atribuit este efecto a la acumulacién de largas). iS Su Nez el oldo latino fie sensible a la virtualidad estilistica del_avento. No ha de extrafar, aunque no fuese significative firectamente, pues ya se ha indicado al comienzo de estas explicaciones que la capacidad de connotacién estilistica ne es Privativa de los elementos significativos del inventario de un sistema lingiistico, sino fambién de sus realizaciones. Ademis, recuérdese —de la 2* Unidad del curso 1 cLcardcter indirectamente significativo del acento latino a través de su funcion oristica, 23. XIV'8 LATIN II Dentro de estas posibilidades, pues, los estilistas latinos se Percataron de las virtualida- des de sus acentos agudo, grave y circunflejo (ae he ste era porgue existia en realidad en latin —-variacion cn larga o por imitacién del griego, que si lo tenia), Suya sucesion reconocian como (Ge, orai® Gf melodia con sordina; west autem in dicendo quidam came obscurior (Cie. \Orat. 17, $7). perceptible por los oyentes de una muvee, natural: «acutarum Paimave uocum iudicium ipsa natura in auribus nostris collocaun, (ibid. 51, 173), Las tendencias que practicaron respecto a esta sucesion ve engloban asi: evitar la monotonia Gecuencia de palabras acentuadas igualmente) Es pricticamente seguro que la_entonacion de la frase era significativa en_tatin, F pany, Probable que. de modo anilogo a las lenguas neolatinas, date lugar con sus inflexiones a sefalizar la interrogacién, el mandato, lov alec ete, No cabia, jugar estilisticamente con cambios de inflexion. so peligro de alterar Fs ‘natural, por tanto, que las observaciones de loc trataditan latin {a entonacion afecten sobre todo a la intensidad de estas inflexiones; y que, de acuerdo Fa con eineiIOS estéticos generales, recomienden cue sea variada de acuerdo con cada contexto y que nw ‘legue a exagerarse tanto que el hablar oot declamar parezcan luna cancién (ibid. 8, 27; Quint. XI 3, $7) Contactos De vocates 0 diptongos El latin tenia muy reduc Fecuérdese (curso 1.°, Unic Con respecto a la mera coalescencia de vocales y diptongos, pues, no hay otras Peryenciones de parte de los estilistas latinos que la de evinar | exceso (Rhet. Herenn. IV 12.18, donde se censura el verso +. baccae aeneae amoenissimae impendebant sf también Quint. XI 3, 34 y 4, 20 y 33:35), Puesto que, admitida con mesura, les Parece incluso agradable (Cie. Orat. 23, 77 y el iltimo lugar citado de Quint,), En cambio, el hiato sélo lo consideran autorizado como metrismo 0 cuando tal E procurion va eoeoiemintencionado, para recalear todavia mis el que sa por si Procurarian unas vocales, sobre todo, si eran largas, como en el ejemplo de Quintiliano Be 2-26 gitado por J. Manouzeau’ p. 38: apulchra orate fae ney Jongae Per se et uelut opimae syllabae aliquid etiam medii temporis inter uocales, quasi intersistatur, Ratan’ © bien para pronunciar en «staccato» 0 para destacer ayo e nin vocablos, aislandolos. = 24 LATIN It xIVe De consonantes En el mismo lugar del curso.1.* itimamente citado quedo anotada la gran reduccion Tore gee comienzo, interior y final de las palabras latinas: y en los temas subsigh ign, iS 2 estudiaron las condiciones en que dicha reduccion tuvo lugar. Resultuben sy SreePeionales grupos de cuatro consonantes en vocablo no compuesto monstnay y de cinco en caso de composicién /posiscriptum). Por otto lado. una tambon grande serie de cambios fonéticos de asimilacion consonintica —vistos en los tema indicados hhabian determinado la casi eliminacion de encuentros duros 0 ehocontes Posiciones de los vocablos n dichas En cambio, encuentros de consonantes numerosas y que dieran lugar a Pronunciaciones dificiles © desagradables se podian producir abundantemente en juntura da vorabios gn Ja frase. Por ello es natural que también la atencion de los tratadists clans se haya ocupado, en esta materia, sobre tode de dicha situacion, para, le que han rseomendado, en conjunto, evitar los choques «isperos» (Cic. De orar Ill 174 Ora 4.150; Partit. orat, 21), ~ Una consideracién del lado positive permite hacerse ficilmente cargo de en qué Som cies gisPereza de los grupos consonanticos evitubles. Los mejores encucttos Xr yonsiderados aquellos en que las consonantes final e inicial son la misma (Quint X13. 44), ¥ se explica: con ello se producia sencillamente una geminnin y vase jo como en latin la correlacién de geminacién podia alcanzar a todas las consonantes Aux cabia encontrar en final de vocablo (recuérdese el citado tema VI del cuno wenn Han de seguir aquellos en que no haria falta —si se encontraran en interior de vocablo— AYE Se Produjera asimilacion. En peniiltimo lugar, los que si la requeritian: en ltino, los que, ademas, deberian simplificarse. Proximidades No es solo el contacto de sonidos lo virtualmente connotativo de sus combinaciones; lambién la proximidad de unos a otros puede suscitar determinados efectos estilisticos, Unos, que fueron apreciados por el ofdo de los latinos, como la aliteracién el homeoteleuto De ae ot Patéehesis: otros, que les repugnaron, como la cacofonia y la parafonia De ‘los dos primeros se hablé ya ampliamente en las dos Unidades Precedentes. Sus efectos estilsticos fueron apreciados positivamente, simpre que no se Hlegara a la exageracién, qeateg, TO Sstribaran en la repeticion de sonidos precisamente tenidos ya como poco gtatos. Paréchesis Lo mismo puede decirse del papel estilistico de este fendmeno, consistente en repeti ign de_un mismo sonido o de sonidos andlogos, pero no exclusivaments og comienzo final de los mismos (como el homeoteleuto) la paréchesis de ten Cic. Diu 1 18 Lustrasti et laeto mactasti lacte Latinas, 25 XIV/I0 LATIN I Cacofonia y parafoniq Con el primer término se designan tas combinaciones Gue sonaban mal a oidos latinos. Generalmente, de sonidos en sentido estricto, coma tmes ¢lementos. especialmente cuando ya Por repeticién a corta distancia de © fortunatam natam me consule Romam! ~ _ Marowzeau /Traité... pp. 44-45) ha cacofonias auténticas. en las aquellas en que procede di Hamarlas_« propuesto acertadamente distinguir de estas que la sensacién desagrad lable viene de los sonidos mismos, significados inconvenie: LATIN IT XIV Ejercicios de autocomprobacién Sefsle qué enunciados son correctos en referencia a las distintas cuestiones en torno a las cuales aparecen agrupados: 1. La Fonostilistica se ocupa 4) Del estilo de pronunciar de cada hablante. P) De los valores estilisticos de las realizaciones de los fonemas de una lengua €) De los id. de las pausas. 4d) De Ios id. de las entonaciones. ©) De los id. de la velocidad de Ia elocucién. 2. La cacofonia se produce al emplear 4) Palabras de mal gusto. b) Sonidos desagradables ©) Encuentros de sonidos poco gratos es 4d) Sentencias perversas. ©) Series de velares sordas, 3. La expresividad de la r a) No la observaron los romanos. b) Puede depender del niimero de vibraciones. ©) O del contexto. 4) O del significado del vocablo. ©) O de que sea maytiscula, 4 Pueden afectar al comienzo de un vocablo los fendmenos de a) Protesis, b) Epéntesis, ©) Paragoge, d) Metitesis. ©) Sinalefa, 5, Pueden afectar al final de un vocablo los fenémenos de a) Aféresis. b) Sincopa, ©) Apocope. 4) Elision, ©) Contraccién, 27 XIV/12 LATIN 1 Actividades recomendadas Familiaricese con la necesidad Gue la expresividad de los sonidos tiene que estar ectuda con otros elementos del leng cionando algunas docena: ados efectos caracteristicos esté en use la vocal mas obscura, uw, en el case + $ en el cast. seismo, ete. Si lo Prefiere. puede hacerlo tas latinos que ha traducido hasta ahora TEMA XV my Esquema/resumen La palabra en su aspecto estilistico. I. En si misma. A) Urbanismos. La puritas { 1 Verba propria 2, Verba impropria a) aceptados. Cardcter de los helenismos 1. extranjerismos en sentido estricto B) reno | 2. dialectalismos b) no aceptados { a) en Ja consideracién de los puristas 1. terminolégicos b) en la consideracion general { 2. empréstitos 3. caleos D)_Neologismos | a) en sentido sociolégico: términos del vulgo b) en sentido normativo: términos incorrectos ©) en sentido estético: términos aliterarios d) en sentido meramente estilistico: términos coloquiales E) Vulgarismos 29. LATIN II XV Instrucciones de estudio Dos sentimientos.contrapuestos abrigaron los romanos, que pueden hacer chocante cua DO, la impresion con que aparecen valorados los vocablos de su lens de mane ales: el derivado de la supremacia de Roma, concebide no come capital de un Estado, sino como la ciudad-estado misma: y el de una Profunda.admiracion Por la cultura griega, que seria insuficiente decir que imitaron aclimataron en grado sumo. Pel. primero se origind el prestigio y unicidad del latin de Roma. de modo que 'a urbanitas fue la larinitas por antonomasia: a diferencia de lo que ocurrié en el mundo Gf'e20: donde un mosaico de dialectos tuvieron categoria oficial y alcancaron ampliamente cl estadio de lenguas literarias, no hubo mas latin ofeial que_el_de la Vrbs y las cismon. HOndles y comarcales quedaron relegadas al grado de dialectalismos > uve cismos, Del segundo pende la facil entrada en cantidades masivas de préstamos y calcos Beare latin de Roma, donde el.helenismo lleg6 a distinguitse casi evencraleeses de! resto de préstamos, considerados mucho mis ampliamente como barbarismos. Tenga S Cuenta esta doble consideracién para penetrar la doble vertiente del presente tenes Puede serle iitil empezar por la lectura de las Ex continuar aprenciéndose los §§ 103-117 de los licaciones Para fijar también los. extremos de acuerdo Al llegar_a ta iltima parte, referente a los vulgarismos. le puede ser til leer dee render, por el momento— el tema 19, en la IV Unidad Jel Presente curso, donde se le ofrecen amplias explicaciones acerca de las acepciones en que el concepto Se «vulgar» y sus derivados pueden tomarse cuando se refieren al Latin Para ampliacion y profundizacion de la materia de este tema, remitase a la obra ¥4 indicada de MAROUZFAU, pags. 87-189. 31 LATIN II Xxvs Explicaciones complementarias HELENISMOS Para explicarse los diferentes efectos estilisticos del empleo de vocablos tomados del griego es oportuna una consideracion acerca de las distintas_relaciones que han mediado entre ambas lenguas en suelo itdlico. El_griego no ha sido una sola cosa para los romanos, sino que les ha ofrecido una serie de aspectos variados, que se han ido originando en épocas diferentes, pero que han podido llegar a convivir simultinea- mente, cuando ya el nlimero de estos préstamos era de millares, Tecnicismos materiales La indole de los primeros contactos es sobre todo comercial: los mercaderes helénicos, especialmente los dorios del S. de la misma Italia (la Magna Graecia) introducen en el Ambito tipicamente agricola y rural de la Roma primitiva amplias series de productos y objetos nuevos, la mayoria de los cuales entran con sus propios nombres, mas 0 menos acomodados al inventario y distribucion de los fonemas latinos y a sus tipos flexivos, si es el caso. La propagacién es, fundamentalmente, por via _oral-auditiva, segin permite comprobarlo mas de una de las caracteristicas de su acomodacién al latin. He aqui algunas de las caracteristicas de estas acomodaciones primitivas: el dorismo (pronunciaciones propias del dialecto griego de que eran tomados tales préstamos: asi, la y pronunciada como u, cf. Bipex > bursa; el % «impuray pronunciada como a, sin pasar a 1), ef H2y2v% > machina: contrapéngasele al adjetivo correspondiente, entrado mas tarde ya no a partir del dorio, sino de la Kowh, uNZaHKdE > mechanicus), el sometimiento a evolucion todavia vigente en fonética latina (vuelvan a contraponerse, esta ver para observar el paso de % > i en silaba interior libre en machina, frente a su conservacién inalterada en mechanicus). 33 XVv6 LATIN I Al lado de estas caracteristieas, fonéticas, otras de tipo fonologico: acomodacior al inventario de fonemas latinos, mediante. p. ¢j.. empleo de oclusivas para las aspiradas del griego, que el latin de la época no tenia (caso célebre de umpudla, diminutivo a la latina de un ampora < sy0p% al que luego. hacia fines dels. ua. C. un mayor esmero en la pronunciacion del griego habia de devolver su aspira amphora que ya no afecté al diminutivo. por haberse distanciado del positivo en cuanto a la forma y también en cuanto al significado: las ampullae eran no slo mas pequefas que las amphorae, sino que, mientras éstas eran de barro. las otras solian ser de vidric purpura-< Ropouipr, etc.). Otras acomodaciones. mas que al inventario, lo son a la distribucién de los fon: en latin: asi, con la anaptixis vocailica que. p. ej.. en drachuma evita el com en latin— de c/h) con m: 0, en el nombre de otra moneda. mi) acto —insolito <_Bvi destruye el grupo mn, conocido en latin (ef. onmis), pero no en inicial de vocablo. Desde el punto de vista morfoldgico, se encuentran nivelaciones habitualmente con lus flexiones latinas mas proximas. Mas interés. por cuanto vienen a documentar totavia mis esa pro, wwacion oralauditiva que se indicé. tienen las acomoda de flexion a partir de la forma mas habitualmente oida, reinterpretada de acuer con un sentimiento latino de la declinacion. Asi, el grupo bastante numeroso de termines de la 3. gricga pasado a la 1 latina a partir de una forma de Ac. en -2, tomada como si fuera Ac. de la I. con caida de -m: el citado ampora, lampada, absida, sporta < onvpiéa, con sincopa y sorda en vez de sonora, probablemente a través del etrusco como intermediario. jones con Desacomodaciones en otros casos son menos frecuentes, pero tampoco escasean Asi, elephantus, pasado a la 2.* a partir de un Gen. $heoxvt6¢ ude marfil» documenta maravillosamente la indole de estos empréstitos materiales: es evidente que este genitivo de materia debia ser mas frecuentemente usado en las transacciones comerciales que el acusativo en -2 en este vocablo —al revés de lo que ocurria con los citados antes Pues lo corriente no seria comprar «marfiln, sino objetos ude marfily. O los nombres de ciudades pasados también a la 2+ desde la 3.* griega, a partir de un dativo locativo reinterpretado en latin como un locativo en i: Agrigentum < “Axpxyis, Tarentum < Taeas (dats. Axpayavt, T2pavt1), Vocabulario intelectual y artistico ; La segunda y mas importante fuente de préstamos griegos al latin viene representada For Ja gran influencia literaria, filoséfica, cientifica y artistica que la superior cultura helénica ejercid sobre la de sus vencedores, segin ya estuvo reconocido en la famosa confesién de Horacio Graecia uicta ferum uictorem cepit et artes intulit agresti Latio. No se trata, como en el grupo anterior, de una influencia ocasional, sino que ‘se alcanza el grado de imitacién consciente y voluntaria, producto de una admiracion gi LATIN I xvi? Como ha podide comprobarse palpablemente en este mismo curso con los tecnicismos meétricos (desde el mismo nombre de Metrica < Mézpixt)) y. en general con los gramaticales (también desde el mismo nombre de la ciencia Grammatica < Tpauwatixt)), apenas hay término de estos vocabularios especializados literario y artistico’en general, filos6fico y cientifico en general (incluidos ahora los techicismos cientificos de la artesania, industria medicina, farmacia, etc.) que no sea un préstamo griego directo (como los citados) © resulte de un caleo de su denominacién en griego; asi, dentro del mismo dominio gramatical, los nombres de los casos (fuera del ablativo), el del accentus, ete. A diferencia de los del grupo anterior. estos préstamos —a partir de los tomados por Plauto y Ennio de sus modelos literarios— entran sobre todo por. via escrita Ello provocara —junto con el mayor conocimiento del griego que los romanos van teniendo precisamente desde mediados del s. tt a. C.— una mayor resistencia a las acomodaciones a la tipologia del latin, que ha de culminar a fines de dicho siglo con la regularizacién de las grafias PH, TH y CH para las aspiradas, y la admision de los signos Y y Z al final del abecedario latino, después de un tiempo en que se las habia acomodado me'ante u (ef. Odussia) y ss, respectivamente (ef. los verbos plautinos en -issare < -iCe1"). Con ello se origina entre tos romanos la capacidad facil de_reconocer_muchos términos como. préstamos det griego. Lo que no er posible para ampulla o- purpura © lampada, etc.. a menos que se estuviera enterado de la historia del vocablo. pues tales términos tenian una fisonomia del todo coincidente con la de otros vocablos latinos, se hacia poco menos que evidente ante gratias como theatrum, philusophia o chara, por muy acomodados que estuvieran en su parte final a los tipos latinos de flexion. Este facil reconocimiento, a su vez. da origen al planteamiento amplio del problema del helenismo léxico como hecho estilistico, En general, un romano medianamente culto podia percatarse con facilidad del caricter de importados de muchos de los nuevos helenismos. Y podia declararse conforme o ‘no con tal importacién. Las dos actitudes se dieron, segiin consta historicamente: de un lado, una resistencia purista a la helenizacién del vocabulario, con resistentes mas y menos radicales: de otro, un gustar de la precisién, novedad ¢ incluso tipologia fonica de los helenismos —segun se ha visto ya en las Explicaciones al tema anterior—. tambien con partidarios mas y menos entusiastas. Cabian, incluso, posturas eclécticas, que tomaran una u otra actitud segiin la ocasién, Que estas posturas eclécticas se dieron consta también historicamente. Un ejemplo ilustrativo eélebre puede ser nada menos que el de Ciceron. Es conocida su formacion intelectual helénica junto con su nacionalismo en politica, mantenido constantemente a través de sus no pocas veleidades partidistas, Ambos factores se revelan en la postura aludida: amplio aceptador y difusor de helenismos (o de calcos sobre ellos) en_sus tratados filosoficos y retéricos, tan pendientes de sus modelos griegos; cuidador del purismo de su latin en sus discursos forenses y politicos. Se ha hecho célebre y es Gfectivamente paradigmatico que philosophia, tan usado en sus tratados, sea -studium doctrinae en sus discursos Los ejemplos de las_posturas extremas estin también bien registrados: desde la resistencia de Catén el Censor, hasta las exageraciones helenizantes de individuos. mas bien incultos, como los zaheridos en los célebres pasajes de Lucrecio, IV 1100 y 1135 y Catulo, 84, 35 XxVv/8 LATIN IL “EL GRIEGO, LENGUA DE LA INTIMIDAD ENTRE LOS ROMANOS» Este es el titulo de un célebre articulo del Dr. D. J. M. Pabon, revelador de una nueva faceta en las relaciones de los romanos con la lengua griega. Ademas de haber sido un adstrato del latin por razones de vecindad, y un superestrato por motivos de superioridad cultural para los romanos en general, el griego fue para los mis eruditos de entre ellos —los que ya desde el s. ta. C. estudiaban con maestros griegos 0 iban a coronar su formacién oyendo sus lecciones en la propia Grecia— una segunda lengua, que no solo legaban a entender. sino a hablar y escribir, hasta el punto de componer en ella obras literarias. Resultado de un dominio tan intenso era, en la practica, una tendencia a servirse del griego como lengua coloquial con compaferos y amigos. uevamente Ciceron —pero no sélo é— vuelve a ofrecer un ejemplo claro y notable: el empleo de helenismos y el recurso, incluso, a expresarse en griego a base de frases enteras no culmina a lo largo de su obra —como tal vez podria esperarse en sus tratados siosdficos (especialmente en las partes traducidas 0 imitadas muy cerca de sus autores modelos), sino en la correspondencia con su entrafiable amigo Pomponio, a quien una larga estancia en Grecia —con la consiguiente impregnacion de su cultura— habia granjeado el cognombre de iticui. Como él, hay testimonios parecidos acerca de César, Augusto, Tiberio, etc. todos ellos antes de llegar ya al smd. C., en que el griego se impone como lengua de cultura general hasta en la corte con Marco Aurelio. Resultado de este bilingdismo fue, entre otras cosas, la incorporacion de un amplio repertorio de helenismos al latin, referentes al tipo de vida «aprendido» en Grecia por estos estudiantes. Es significativo, por ¢j.. la cualidad de helenismos de practicamente todos los tecnicismos de los deportistas, empezando por el nombre mismo de gymnasia. En otro orden de cosas. el pasaje de Lucrecio citado al final del parrafo anterior ¥ muchos de los plautinos documentan la abundancia, variedad y difusion del_piropo griego entre los latinos. ao Helenismos en el I in_de los cristianos Un altimo gran acopio de préstamos griegos se podujo en latin por diversas cireunstan- cias que acompafiaron la introduccién y propagacion del Cristianismo en Occidente, fen grado mucho mas intenso que el que supuso la difusién de otras religiones de ‘origen oriental. Por descontado, actuaron también las causas que pueden sefalarse a propésito de éstas: alcurnia helénica de muchos de los propagadores; relativo desconoci miento del latin; posible cariz mistérico del exotismo lingi especial penetracion en ambientes helenizados (inmigrados, esclavos, etc.). Pero todas ellas no explicarian Ja peculiar intensidad y arraigo mucho mayor que el helenismo tiene en la lengua y en los textos cristianos por encima de los pertenecientes a aquellas religiones. Los motivos que pueden explicar dicha intensidad y arraigo son seguramente los siguientes: 1.° el basarse la nueva religion precisamente en unos. textos de caracter sagrado o redactados en griego,.0 conocidos por la mayoria de sus propagadores orientales sobre todo en esta lengua (Nuevo Testamento y version del Antiguo por los Setenta) 36 LATIN II xvi9 cllo conferia a determinados vocablos griegos un cierto caricter sacro en sii mismos, lo que les hacia entrar en latin casi sin variacion; asi Paraclitus, parabola, Pentecostes Christus, ete 2° El cardcter de comunidad aparte que procuraba a los adeptos —ineluso ain de no haberseles suscitado persecuciones— el sentimiento de exclusividad de su monoteismo ¥ de contraria al mundo de su moral. Filo les hizo rehuir tenazmente los términos due podian confundirles con la religion pagana: un procedimiento facil para ello ue latinizar los griegos correspondientes. Asi evitaron todo el vocabulario pagano del sacerd. Sig: lumen, pontifex, sacerdos —el primero, casi absolutamente: los dos ultimos tuvieron Sierta vigencia, pero sobre todo en textos poéticos por influjo de sus modelos literanios ¥en su lugar emplearon los helenismos antistes, episcopus, presbyter, diaconus etc Lo propic. los de los ritos; asi legaron buprismus, eucharistia, etc: LATIN IL xvi Ejercicios de autocomprobacién Sefiale qué enunciados son correctos en referencia a las distintas cuestiones en toro a las cuales aparecen agrupados 1. Maxwmus, que aparece frecuentemente en Salustio. es un arcaismo, a) Foneétic b) Morfold; ©) Léxico. d) Sintactico. e) Estilistico. Estilisticamente urbanitas es la cualidad del latin: a) De cada municipio romano. b) Cortés, ©) Caballeroso, d) Opuesto a la rusticitas €) Segiin el modelo de Roma. 3. Cometer un barbarismo léxico puede ser equivalente a a) Decir una barbaridad. b) Emplear un vocablo extranjero no acomodado. ¢c) Usar incorrectamente un término. 4d) Servirse de vocablos germinicos © de otros pueblos barbari e) Admitir voces no forjadas hasta que en el imperio ya dominaban los barbaros. 4. Un helenismo forzosamente tuvo que ser durante algiin tiempo: a) Arcaismo. b) Prestamo. } Neologismo. d) Tecnicismo. @) Caleo. 5. Consta que Augusto empleaba caldus por calidus, vulgarismo, por tanto. de indole a) Social. b) Coloquial ¢) Estilistica d) Fonética. ©) Contestataria 39 xv/12 LATIN I Actividades recomendadas Soluciones a los ejercicios de autocomprobacién 1. a), ). ), e) b), ¢). d). b), ©). b). ©), d) TEMA XVI 2 xv Esqu2ma/resumen La palabra en su aspecto estilistico. II En su significado. Figuras o tropes. A) Por desplazamiento de limites epee eerie |. perifrasis sinéedoque antonomasia L. énfasis, . Hitotes 6 hipérbole a) en el plano del contenido conceptual Seeene ) fuera del plano del contenido conceptual: metonit B)_ Por salto a) metafora ai ‘ b) ironia ©) Combinados LATIN IL XVI3 Instrucciones de estudio La materia del presente tema corresponde fundamentalmente 4 los §§ 1 los Elementos... Anteponga, no obstante, a su estudio la lectura de los §§ de Ia propia obra, que le prepararin para la mejor comprension de la siguiente, que es la que basicamente tiene que aprender (0 que aplicar al latin, sii es que ya la ha estudiado a propésito de otro lenguaje. Si éste es el caso —o alin. si ello es preciso. fuera de este caso— no le desconcierte la grafia helenizante con que aparccen designados en dicho manual tecnicismos conocidos seguramente por usted con grafias mas habituales) La indole de este contenido aconseja un estudio lento y pormenorizado. Sin perjuicio de ‘una lectura complexiva previa, ¢ incluso de otra reflexiva tratando de entender todo, no pretenda —ya en la fase de estudio— adelantar dejando atr’s lagunas de comprension o de adquisicion: se pondria en peligro de que todo se le convirtiera en una masa confusa ¢ indigesta de tecnicismos. En cambio. procediendo por pequeiias dosis, podri percatarse de que no se trata de un contenido dificultoso en cuanto a la comprensidn: los abundantes ejemplos se {a facilitarin, de modo que las mas de las veces todo se reduciri a percatarse del fenomeno y aprender el nombre con que se le designa. jNo olvide que el griego le sera de gran utilidad para este aprendizaje! Lo importante del esfuerzo es precisamente cl de fijar en la memoria estos nombres, cada uno con respecto al hecho a que se aplica. Puede completar los conocimientos asi adquiridos con las Explicaciones complementa- rias que se le adjuntan y con Maouzeau, pp. 190-202 Hormann, §§ 8-45; 51-55; 65-84; 130-144. LATIN I XVIs Explic-ciones complementarias ESTILISTICA Y SEMANTICA, " : La gran renovacién de los estudios lingtisticos en el presente siglo ha_devuelto a Ta materia de este tema una buena parte de la importancia que tuvo para la Estilistica de la antigiiedad y que habia ido perdiendo sobre todo durante el ¢ ay (recuérdese {o anticipado a este propésito en el tema XIII). Fundamentaimente, low argumentos bisicos para ello han sido: el reconocimiento de que la Literatura es al arte cuyo de expresién es a lengua y la constitucién de una Semantica de caricter auténticanare _iienifico entre las ramas ‘de la Lingtistica. Con ellos ha podido desvirluarse in scusaciOn de que estos anilisis de las figuras eran minucias que empequefecian evanda no desviaban de su verdadero objeto— los estudios literarios En ¢fecto, con aquel reconocimiento se implica que no puedan ser minucias los hechos de lengua que constituyen el elemento expresivo del arte literario; Ne he son, falmente, para ninguna otra arte; al contrario, colores y formas: para la Pritecn formas y volimenes. para la Arquitectura y la Escultura: sonidos para’ la Misica Constituyen, respectivamente, objetos importantes de estudio, siempre que en éste se cumplin dos condiciones —que, hoy por hoy. parecen admitidas con gran aceptacion—: Gee lo que se estudie sea, efectivamente, Pintura, Escul etc. y no Historia de la Patura. Escultura... etc. —que es cosa importante, sin duda pero distinta—; y Gue de los colores, formas, ete. se estudie slo su aspecto de elementos del arte pictérico, escultorico, etc. No seria sensato, en efecto, pretender que para el estudio de la Miisica se requiere er Lonecimiento de los sonidos com la misma extensién con que pueden mica a Given estudia Acistica, y asi sucesivamente con los objetos de las demis artes Ex cl caso de la Literatura, proporcionalmente, ello equivale a reconocer que se la puede due, an ars Conocimiento lingiistico que el de puro entendedor de una lengua y Gus. aun para estudiarla, no hace falta el conocimiento exhaustivo de todos los aspectos, de su Gramitica. Sélo de aquellos eapaces de funcionar como elementos del ane literario 45 XVL6 LATIN IT indicad ee etale®, LO que. de acuerdo con los principios de que se ha partido en el indicado tema XIN. viene a decir aquellos que purde, oxy objeto de la Estilistica Por tanto. aunque en realidad los fenomenos objeto de estudio en esta _leccion set, indole semantica.inneguble. ello no les priva. de i ortancia para el cientifico de la Literatura, con tal que pueda probirsele Que todos ellos revisten efectivamenté Foner So dentro. de ta Semdntica. En_otros términos? ec como existe una Fonostilistiea frente a (y a base de) la Fonologia ¥ la Fonética, asi también hay una Parte de la Estlstica que se clabora a base de Semintia, bree que offecen precisamente los fendmenos aqui agrupados. Pero esta uhtims Parte de la afirmacién requiere pruebas petulittes. Cabe anticipar que no son ficiles, antes se relacionan con uno de los problemas més dificiles de la Semantica: el «significado propio» de loc vocablos, ESTILISTICA Y «SIGNIFICADO PROPIOn Se habri observado, efectivamente, que el_sefalamiento de las distintas figuras é significacién como tales se basa casi cominmente er considerar los vocablos gue las expresan como empleados relativa o totalmente al margen de su significado propio, senmdg Dresit un significado mediante elementos que pristinamence yen razon de su Sentido propio, no parecian destinados a ello (asi'en te Perifrasis, litotes. ete.). Todo silo supone, pues, que tal significado o sentido Propio es claro para cada_vocablo auto ts! como si cada posesor de una lengua, por el mare hecho de serlo, tuviese de dicho significado un conocimiento casi intuitwo. Poco menos. Pero, sin negar pueda darseen. muchos casos, hay que reconocer que’ em olros_no_es_asi Po coog RyMMY Probable que fuese discrepante la opinion de hablantes de sastellano acerca del significado propio de encontrar Ghallar’? enfrentar(se)"? Resulta muy facil hacer vacilar en su seguridad a quien hays contestado decidiendose por el Prez Sentido si se le hace partir de ejemplos como «opiniones encontradas»: dificilmente 1, Ureverd a negar que aqui signifique ‘enfrentadas” sin tropo ni otra figura alguna. Ea solucién més inmediata parece ser la de admitir que un vocablo puede tener varios Semtidos propios. Pero con ella no se hace sino diferit el problema. Pues por que, fon ots. no admitir como también propios significados no tenden como tales, p. ¢j.. Flor = ‘lo mejor’, cf. «flor de la harina, la flor de Olmedo flor y nata»? Es natural que, antes de admitir esta generalizacisn due, en rigor, corre el riesgo de resultar una anulacion—del concepto de asentido Propio». se procure salvarlo intentando de sole tent? Partida, a saber, a la no pluralidad de sentiden Propios. y tratando de solventar la dificultad que se planteaba contra esta unicidad en vocablos del tipo Gs encontrar con que se ha ejemplificado aqui. Dos han ade Ine Procedimientos principales cons ieee tt contado para dicho intento: considerar propio «t significado etimolégico; SOnsiderar propio, de entre varios sentidos, el material o elma cercano a esta significacin impos son todavia muy vigentes y_practicades: pero amiss también estén expuestos 4 objeciones de bulto, Fa una consideracién_diacronica, € emdemte que cl sentido etimoligico seria e| Bropio; pero esta evidencia es tam Fayans ea ls tautologia, que llega a hacer iniitil Fie aeconsideracién. Contribuye a ratifiear esta imutilidad.[y reserva que cabe oponer @ la legitimidad de la consideracion diaerSmica misma. Ne Por prejuicio teorizante, 46 LATIN I XVET sino por el hecho —independiente de toda postura teorica— de que en muchisimos casos el hablante medio desconoce la etimologia o incluso la establece mal (= «etimologia Popular»). Segiin ello, pueden darse casos en que el sentido.etimologico este tan olvidade © se haya reducido tanto. que habria que admitir que un vocablo funciona habitualmente en una lengua en sentido no propio. Es, probablemente, lo que sentiria el hublante medio a propésito del ejemplo que se le ha propuesto, Indudablemente, encontrar, parasintetico de contra, signifies etimoldgica- mente ‘enfrentur(se)’. Pretender. sin embargo, que su sentido de “hallar’ sea actualmente sentido como no propio seria de seguro mas injusto todavia que haber negado caricter propio al de ‘enfrentar’ en «opiniones enfrentadas». La «Urbedeutung», pues, no siempre tiene que coincidir con la «Grundbedeutung». Algo parecido cabe alegar frente a la pretendida coincidencia del sentido propio con el material: valido en muchos casos, Porque —efectivamente— en las lenguas suele reflejarse el proceso de la mente hacia una mayor abstraccidn, no lo es, sin embargo, en todos. Pretender hoy que, por ejemplo, el sentido de ideal sea propiamente el de una determinada clase de cigarrillos, porque se trata de objetos materiales. rayaria en humorismo sin gracia, Aparte de que tampoco queda resuelto el problema en aquellos casos en que se trate de sefialar el sentido propio entre varios de un vocablo todos materiales © figurados todos. Asi, cenizas ‘restos de combustién’ no podria pretender ser el sentido propio frente a ‘restos de inhumacién’, al ser éstos también materiales Ante ambos tropiezos se ha intentado enfocar la solucidn en un sentido plenamente sinerénico, postulando como sentido propio de un vocablo el que tiene mayoritariamente frente a los demas. Pero tampoco este criterio resulta satisfactoriamente decisivo. Prescinda- Se, si se quiere, de que ur sentido mayoritario en unos usuarios de una lengua puede ser minoritario en otros (aqui, el célebre ejemplo de W. v. Wartburg a base del polisémico operacion» segin se use entre economistas, clinicos, matematicos o militares). porque cabria escabullirse pretextando que ello se solventa reconociendo a woperacién» un sentido propio distinto segtin sea el lenguaje de cada uno de los circulos en que se ia emplea. “Donde parece que no hay escapatoria, ni siquiera recurriendo a s6lo términos del lenguaje comiin, es ante la necesidad de seguir reconociendo como no figurados sentidos minoritarios en muchos vocablos del lenguaje, Sincrénicamente no parece dudoso de que en la actualidad, banca tiene como sentido mayoritario el financiero o hidico. cHabra que negar entonces propiedad al sentido mobiliario? En caso afirmativo, .qué hacer con banco, tan intimamente relacionado y de sentidos tan poco proporcionalmente relativos? Parece ineludible, por tanto, reconocer que. en el puro. terreno de la Semantica, |a polixemia puede efectivamente comportar sentidos en los que se hace a veces imposible sefialur una diferencia segin scan propios 0 no. Si es asi, {como seguir manteniendo en singular la nocién de «sentido propio» para estos vocablos” Para salvarlo in extremis se ha podido pensar en que éste seria una especie de denominador comun del conjunto, que solo contuviera aquella(s) nota(s) conceptual(es) o semas capaces de aplicarse a todos y cada uno de dichos sentides propios. Asi, encontrar seria propiamente solo luna especie de ‘toparse con’: segiin fuese aguello con que uno se topara, habria enfrentamien- to 0 hallazgo. Apenas hay que advertir cuam desleidos quedarian en tal hipotesis estos sentidos Propios en muchos vocablos. Asi, siguiendo con los ejemplos ya utilizados, operacién are — a7 = . XVI's LATIN IT valdria simple y vagamente ‘actuacion’ y se matizaria en acepciones distintas segun auien actuara fuese el clinico, el matemaitico, el comerciante o el militar: en el caso sobre todo— de la acepeion matemitica. dificilmente serian englobables dentro. del fentido de ‘actuacién’ todos los usos del vocablo. Pero como hacer lo mismo. con Danca sin tener que exigir al hablante un conocimiento diacronico, que le permitiera do canis las operaciones de los prestamistas preckisicos, pues ya éstos habian complica. do con una mesa la sencilla banca en que se sentaron sus. predecesores en la una? Sin negar. por tanto, Ia legitimidad de un andlisis de notas conceptuales de distintas See gees de un vocablo para ir extrayendo las comunes a varias de ellas, parcee obligado reconocer que no siempre se podri llegar a encontrar al menos ans que sea_comiin. E incluso que, en mas de una ocasion, este anilisis legitimo Salo sora real a nivel teérico: a lo mejor. el vocablo asi analizado no se encontrara empleado con el sentido correspondiente a los solos rasgos comunes de sus acepciones. fei ay gl ejemplo de operacién seria muy dificil hallar hoy usado este vocablo como sinonimes de actuacién Si. como resultado de esta critica, se admite que son posibles varios ses dos «propios» én los voablos polisémicos, se aboca a la necesidad de un replanteamiente de Inc fundamentos de este tema. ;Cuales serin, entonces, las sefiales que adviertan de caings hay empleo de un vocablo con valor estlistico? Aunque parezca paradojico, la respuesta la puede ofrecer la Estilistica misma, En efecto, una vez sentadas las bases de su intensa relacién con ta connotacién, ella ofrece una piedra de toque para discriminar los sentidos propios (asi en plural, Por lo menos como posibilidad) de un vocablo de sus empleos en sentido de sfiguran. ocurre con los significados examinados hasta ahora de encontrar. operacién, banca y banco: no son «figurados» porque no se dispone de sucedineos que los puedan sustiar con menos connotaciones. Pero resulta mucho mas rentable todavia examinar a la luz de este conocimiento lo que ocurre con el ejemplo restante, flor. De entrada, se ve que en «la flor de la harina» 0 «de Olmedon, lr.cs. sustituible Por la.mejor, que ya no presenta las connotaciones ennoblecedoras que su expresion metaforica por flor despertaba, En cambio, flor como drgano de reproduccion de'lac fe herégamas carece de sustitutivos castellanos menos connotativos. No importa que tambien Te eaten eyce Jor sea Por designar lo mas coloreado de dichas plantas, sea. por 1a ‘eufonia de sus dos liquidas y de su vocal de abertura media. sea por ln gran serscmracion de sentido en su tinica silaba— despierte también (0 tenga virtualidad de despertar) connotaciones de vistosidad 0 belleza en general, ennoblecedoras tambtae éstas 20 dependen, en tal caso, del sentido con que es empleada, LATIN I XVL9 Ejercicios de autocomprobacién Sefale qué enunciados son correctos en referencia a las distintas cuestiones en torno a las cuales aparecen agrupados 1. El tropo puede constituir materia de estudio a) Lingiistico. b) Estilistico, c) Semantico. d) Literario. e) Estético. 2. En «non defuere qui crederent» hay a) Perifrasis. b) Sinéedoque. ©) Antonomasia. a) Enfasis. @) Litotes. 3. Hay metonimia en a) Pocula sumere. b) Alcides (= Hercules). ¢) Stagirita (= Aristételes). d) In Platone inuenio. €) Baccho plenus ebrio). 4, Hay metafora en a) Non sine causa b) Ante ostium foras. ¢} Omnia uincit amor. d) Ego sum uia, ueritas et wits. €) meus iste stupor (= ese individuo que me pasma). 5. Hay hipérbole en a) Multa per aequora wectes. b) Gallias Caesar subesit c) Leues pascentur im aethere eerat. d) Sine ira et studio. e) Nouissime uenit XVI/10 LATIN I Actividades recomendadas En 200 versos de Virgilio o de Horacio por usted traducidos —a su eleccion inventarie y clasifique las figuras objeto de estudio en este tema Soluciones a los ejercicios de autocomprobacién 1. todos ciertos 2. a), e) 3. a), d), e). 4d) 5. 0), 50 TEMA XVII xvii Esquema/resumen La frase latina, 1. Orden de palabras A) Fijo B) Variable 1. anteposicion: valores 3) ei ysbazntv {1 tepnin: valor 1, mayoritaria: anteposicion Qa ie {3 minoritaria: postposicién 1. mayoritario: precede el predicado cco nula y eresesaoy 2. minoritario: precede la copula 1, mayoritario: verbo al final verbo precede d) sujeto, verbo y complementos | verbo intercalado 2. minoritarios { Il. Figuras de construccién A) De la forma geminacién en contacto | reduplicacion gradacién a distancia | 1. de repeticin complexion adnominatio en contacto Mat | poliptoto a) por adicion figura etimoldgica a distancia | Ps sinonimia enumeracion 2 ge scumulacion i raears 31 2 XVIN/2 B) LATIN I |. elipsis, 2. zeugma anastrofe 1 ©) en el orden { > hipérbaton 3. mixtura 4. isocolon o paralelismo Del pensamiento 1. repeticion evidencia a) por adicién | 2 acumulacion { entimema epifisis antitesi 3. extensi6n { lugar comin semejanza 1. brevedad b) por supresin | 2. percussio 3. reticencia 1. Aysteron proteron ©) en el orden j 2. paréntesis 3. subnexin 1. énfasis 4) por cambio { 2. perifrasis 3. hipérbole LATIN I XVID3 Instrucciones de estudic Este tema corresponde fundamentalmente a los §§ 237-421 de los Elementos... de Lausberg. Anticipe los § §125-129 y 160-161 de los propios Elementos... que le introduciran rane conveptos y-terminologia que luego le seran basicos para el estudio de los 42 fundamentales indicados. Pase a éstos y tomelos como esquema normal para el estudio de la 2.* parte ‘Tenga en cuenta para este estudio las advertencias que se le formularon. 6p las instrucciones del tema anterior por Io que hace a la terminologia y al procedimisnto mismo del estudio. Observard que algunas figuras ya estudiadas parecen repeurse Sal Tus distingue su objeto, que alli era la palabra y aqui es la frase. Aunque a! comicnr® no le sea comodo, esfuércese por mantener la distincidn, que le hard ganar claridad en la comprension y recuerdo de toda esta doctrina, Para contrastarla y ampliarla, especialmente en lo que respecta a la I.* parte, tiene Va. un gran punto de apoyo si puede consultar la indicada obra de Marouzeav, J-: pp. 202-335; a mayor profundidad los trabajos de él mismo que cita en la pag. 326. Puede afiadir también Morten J. B.: §§ 56-64; 85-93; 98-99; 109-112; 150-160. Una sintesis renovadora le offece el trabajo del Dr. Rumi L: El orden de palabras en latin clésico, «Homenaje a Antonio Tovar, Madrid, 1972, pp. 403-424. 3 LATIN II XVILs Explicaciones complementarias ESTILISTICA Y SINOMINIA Fn ‘tas Explicaciones complementarias del tema anterior se intent sacar partido de la concepcién de la Estilistica segiin unas determinadas opiniones de exe las expuestas 4a-sinonimia, lo mismo si se ta considera a nivel de palabra que sia nivel de frase. Es evidente, en efecto. que quien afirme que no hay auteaticcs sinénimos, lo mismo s aquellos conjuntos de sintagmas — incluso no subordinados. si'se da este caso— entre los que puede haber alguna relacion de régimen 0 construccign en general, de modo que algun empleo de elementos determ del sistema en uno¥llos pueda influir en la construccion del otro: tal la comsequutio femporu, la neutralizacion de modos. la atraccién modal. los anticipadores 0 conlirmadores expresos de dicha relacion, tales como los ya citados para consecutivas, compurativas ¥ concesivas. o bien tum y tune en correspondencia con algunos de temporales idos Desde el punto de vista semantico, por otra parte, cabe hablar de periodo normal y habitualmente en todas aquellas construcciones de sintagmas —también incluso no subordinados, caso que se da frecuentemente— entre los que pueda haber una relacion especialmente estrecha de sentido, peculiarmente mas estrecha que entre cualquiera de ellos y los que le preceden o siguen en el contexto. Asi se legitimaria lo antes sentado acerca de la especial procedencia de considerar como formantes de un periodo. con tantas protasis o tantas apédosis como cada contexto concreto lo requiera, a los sintagmas causal y «causado», ya se presenten en la forma corrientemente llamada «causal». va en la id. «consecutivan. Y. naturalmente, quedaria pertectamente legitimado el empleo del termino desde este mismo punto de vista semiintico en conjuntos como el periodo adversativo, dado que la relacién entre sus elementos puede ser —y es muchas veces— la misma que la que media entre los elementos de uno concesivo, y una vez advertido que, desde este punto de vista, la calidad sintactica de vinculacién entre las partes del periodo no es dirimente. Es decir, de modo andlogo a como se acaba de ver que cabe hablar de periodo causal o consecutivo tanto si la causa o It consecuencia se presentan mediante coordinacién como si con subordinacién. Con esta distincién entre lo sintictico y lo semantico puede quedar mis clarificado el concepto de periodo y sus partes en lo estilistico, que es fo que ahora interesa especialmen- te, Desde este punto de vista, cabe hablar de periodo en sentido lato como referencia 4 unidades de expresion en cuyo interior se den relaciones sinticticas, seminticas, 0 de ambas clases a la vez, en cuanto la expresin de tales relaciones 0 su contenido sea capaz de aportar connotaciones mas alld de lo que en si mismos denotan, sea por su extension, distribucién en partes, disposicion de éstas, etc. Y, desde un punto de vista mas estrictamente estilistico, cabe extender la concepcién de periodo 4 aquellas unidades de contexto, por complejas que sean desde el punto 0 XVIIL8 LATIN I de sista sintictico o semintico. que puedan presentarse afzctadas Por_un mismo estilema de modo continuado. Asi cabe hablar de pasaje o periodo alegorice canede una metifora taser de elias se continian a lo largo de sintagmas diversos, en wos unidad de ee eenciones seménticas. Igual cabria haberio referido, en lugar de le alegoria, a las demas figuras estilisticas capaces de abarcar un periods cnterc Prosopopeya, ironia, apostrofe, etc. 68 LATIN IL XVII Ejercicios de autocomprobacién Sefiale qué enunciados son correctos en referencia a las distintas cuestiones torno a las cuales aparecen agrupados |. La parabola del sembrador: a) Es una simulacion, b) Una digresion, ©) Una alegoria abierta, 4) Una ironia, ¢) Un apéstrofe. Los kola pueden encontrarse a) En determinados versos de la lirica b) En los kommata, ©) En la protasis de un periodo, 4) En la apédosis de! mismo. ©) No fuera de un periodo complejo. 3. Puede haber kommara en un Periodo a) Estilistico. b) Histérico. ©) Cronologico. d) Condicional. ©) Sintactico. 4. La disimulacién, estilisticamente, es a) Lo contrario de la simulacion, ) Una ficcion, ©) Una ocultacién. d) Una falsedad. ©) Una mentira Hay apéstrofe en @) «O fortunatos nimium, sua si bona norint agricolae» b) «Fortunatus et lle, deos qui nouit agresteso. ©) «Fortunate senex, ergo tua rura manebunt», ¢) «Felix qui potuit rerum cognoscere causas», ©) «Beatus ille qui procul negotiis ut prisca gens mortalium paterna rura bubus exercet suis» C

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