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Curso basico de racismo y de machismo os subordinados deben obediencia ‘mujeres deben obediencia a los hombres. Unos nacen para mandones, y otros nacen para mandados. EI racismo se justifica, como el ma- chismo, por la herencia genética: los po- bres no estan jodidos por culpa de la his- toria, sino por obra de la biologia. En la sangre llevan su destino y, para peor, los ay cromosomas de la inferioridad suelen mezclarse con las malas semillas del cri- men. Cuando se acerca un pobre de piel oscura, el peligrosimetro enciende la luz roja; y suena la alarma, Los mitos, los ritos y los hitos En las Américas, y también en Europa, la policia caza estereo- tipos, culpables del delito de portacién de cara, Cada sospe- choso que no es blanco confirma la regla escrita, con tinta invisi- ble, en las profundidades de la conciencia colectiva: el crimen es negro, o marrén, 0 por lo menos amarillo. Esta demonizacién ignora la experiencia histérica del mun- do. Por no hablar més que de estos tiltimos cinco siglos, habria ue reconocer que no han sido para nada escasos los crimenes de color blanco, Los blancos sumaban no mas que la quinta par- te de la poblacién mundial en tiempos del Renacimiento, pero ‘se decian portadotes de la voluntad divina. En nombre de — wo Dios, exterminaron a qué sé yo cuantos millones de indios en las ‘Américas y arrancaron a quién sabe cudintos millones de negros del Africa, Blancos fueron los reyes, los vampiros de indios y los, traficantes negreros que fundaron Ia esclavitud hereditaria en América y en Africa, para que los hijos de los esclavos nacieran cesclavos en las minas y en las plantaciones. Blancos fueron los autores de los incontables actos de barbarie que la Civilizacién cometié, en los siglos siguientes, para imponer, a sangre y fuego, su blanco poder imperial sobre los cuatro puntos cardinales del globo, Blancos fueron los jefes de estado y los jefes guerreros que organizaron y ejecutaron, con ayuda de los japoneses, las, dos guerras mundiales que en el siglo veinte mataron a sesenta y cuatro millones de personas, en su mayoria civiles; y blancos fueron los que planificaron y realizaron el holocausto de los ju- dios, que también incluyé a rojos, gitanos y homosexuales, en. los campos nazis de exterminio. La certeza de que unos pueblos nacen para set libres y otros para ser esclavos ha guiado los pasos de todos los imperios que en el mundo han sido. Pero fue a partir del Renacimiento, y de la conquista de América, que el racismo se articulé como un sis: tema de absolucién moral al servicio de la glotoneria europea. Desde entonces, el racismo impera en el mundo: en el mundo colonizado, descalifica a las mayorfas; en el mundo colonizador, margina a las minorfas. La era colonial necesité del racismo tan- to como necesité de la pélvora, y desde Roma los papas calum- niaban a Dios atribuyéndole la orden de arrasamiento. El dere- cho internacional nacié para dar valor legal a la invasi6n y al despojo, mientras el racismo otorgaba salvoconductos a las atrocidades militares y daba coartadas a la despiadada explota- cin de las gentes y las tierras sometidas. En la América hispana, un nuevo vocabulario ayudé a deter- minar la ubicacién de cada persona en la escala social, segrin la degradacién suftida por la mezcla de sangres. Madlato era, y es, La identidad eDinde estin mis ancestros? 2A quiénes be de celebrar? “gDinde encontraré mi materia printa? Mi primer antepasado ¢mevicano...fue-un indio, un indio de los tiempos fempranos. ‘Toc antepasados de ustedes lo ban desollado vivo, y yo soy s# buérfano. (Mark Fwain, que era blanco, en The New York Times, 26 de diciembre de 1881.) el mestizo del blanco y negra, en obvia alusién a la mula, tél del burro y de la yegua, mientras muchos otros términos fueron inventados para clasificar los mil colores generados por les sucesivos revoltijos de europeos, ameticanos y afticanos en el Nuevo Mundo. Nombres simples, como castizo, cuarterdn, uinterin, morisco, cholo, albino, lobo, zambaigo, cambusjo, alba nado, barcino, coyote, chamiso, zambo, jibaro, tresalbo, jarocho, Iunarcjo y rayado, y también nombres compuestos, como fora atris, abi te estds, tente en el aire y no te entiendo, bautizaban a Tos {eutos de las ensaladas tropicales y definian la mayor 0 me- nor gravedad de la maldicién hereditaria. De todos los nombres, 10 te entiendo es el més revelador. Desde eso que Ilaman el descubrimiento de América, levamos cinco siglos de no te entiendos. Cristdbal Col6n creyé que los indios eran indios de la India, que los cubanos habitaban China ‘los hatianos Japon. Su hermano, Bartolomé, funds la pena de nuerte.en las Américas quemando vivos a seis indigenas por de- lito de sactilegio: los culpables habian enterrado estampitas c&- télieas para que los nuevos dioses hicieran fecundas las siem- OO 48 bras. Cuando los conquistadores llegaron a las costas del este de México, preguntaron: «Cémo se llama este lugar?». Los nati- vos contestaron: «No entendemos nada», que en la lengua maya de ese lugar sonaba parecido a Yucatan, y desde entonces Yuca- tin se llama asi. Cuando los conquistadores se internaron hasta el corazén de la América del Sur, preguntaron: «¢Cémose llama este lago?». Los nativos contestaron: «El agua, sefior?», que en lengua guarani sonaba parecido a Ypacarai, y descle entonces se llama asi el lago de las cercanias de Asuncion del Paraguay. Los indios siempre fueron lampifios, pero en 1694, en su Dictionnai- re universel, Antoine Furetiére los describié «velludos y cubier- tos de pelo», porque la tradicién iconogrifica europea mandaba «que los salvajes fueran peludos como monos. En 1774, el fraile doctrinero del pueblo de San Andrés Itzapan, en Guatemala, descubrié que los indios no adoraban ala Virgen Maria sino a la serpiente aplastada bajo su pie, por ser la serpiente su vieja ami- 2, divinidad de los mayas, y también descubtié que los indios veneraban lg cruz porque la cruz tiene la forma del encuentro dela lluvia con la tierra. Al mismo tiempo, cn la ciudad alemana de Kénigsberg, el filésofo Immanuel Kant, que nunca habia es tado en América, sentencié que los indios eran incapaces de civi- lizacién y que estaban destinados al exterminio. Y en eso anda- ban, la verdad sea dicha, aunque no por méritos propios: no eran muchos los indios que habian sobrevivido a los disparos del arcabuz y del caiién, al ataque de los virus y de las bacterias desconocidos en América, ya las jornadas infinitas del trabajo forzado en los campos y en las minas de oro y plata. Y habfan sido muchos los condenados al azote, a la hogueta o a la horca por pecado de idolatria: los incapaces de civilizacién vivian en comunién con la naturaleza y creian, como muchos de sus nie tos creen todavia, que sagrada es la tierra y sagrado es todo lo que en la tierra anda o dela tierra brota. Y continuaron los equivocos, de siglo en siglo. En Argenti — Para la Cétedra de Derecho Penal En 1986, un diputado mexicano visit6 la circel de Cerro tueco, en Chiapas. All encontré a un indi taotzl, que habia dal pou pare yhabia sid condenadoatreinta aos de prsion, Pero el diputado descubrié que el difunto padre leva ba tortillas y frijoles, cada mediodia, a su hijo encarcelado, "Aquel preso tzotzil habia sido interrogado y juzgado en lengua castellana, que él entendia poco o nada, y con ayuda de tuna buena paliza habfa confesado ser el autor de una cos I ‘mada particidio. sa fines del siglo x1X, se lamé conguista del desierto alas cam- militares que aniquilaron a los indios del sur, aunque en aguelentonces la Patagonia estaba menos desirta que ahors Hasta hace pocos afios, el Registro Civil argentino no seep a nombres indigenas, por ser extranjeros. La antropéloga Catalina Buliubasich descubrié que cl Registro Civil habia resuelto do: indios indocumentados de la puna de Salta, al Los nombres aborigenes habian sido cambiados extranjeros como Chevroleta, Ford, y hasta habia indigenas rebautizados : letito, paiias cumentar a los norte del pai por nombres tan poco Veintisiete, Ocho, Trece, con el nombre de Domingo Faustino Sarmiento, ai compl fen memoria de un précer que sentia mas bien néuseas por la po- laci6n nativa, Hoy por hoy, se considera a los indios a peso merto para la economia de los paises que en gran medida viven de sus braaos, y un lastre para la cultura de plastico que esos paises ie Pe jnodelo, En Guatemala, uno de los pocos paises donde pus ton recuperarse de la catastrofe demogrifica, los indios sufre ee 50 Me maltrato como la mas marginada de las minorias, aunque sean la mayoria de la poblacién: los mestizos y los blancos, o los que dicen ser blancos, visten y viven, o quisieran vestry vivir al modo de Miami, por no parecer indios, mientras miles deextran- jeros acuden en peregrinacién al mercado de Chichicastenango, uno de los baluartes de la belleza en el mundo, donde el arte in. digena ofrece sus tejidos de asombrosa imaginacion ereadora, El coronel Carlos Castillo Armas, que en 1954 usurpé el poder sofaba con convertir a Guatemala en Disneylandia. Para salvan a los indios de la ignorancia y del atraso, el coronel se propuse «clespertarles el gusto estético», como explicé un folleto de pro. paganda oficial, «ensefiandoles tejidos, bordados y otras labo. res». La muerte lo sorprendié en plena tarea, Pareces indio, o bucles a negro, dicen algunas madres a los hi Jos que no quieren baiiarse, en los paises cde mas fuerte presen. cia indigena o negra. Pero los cronistas de Indias registraron el estupor de los conquistadores, ante a frecuencia con que los in dios se bafiaban; y desde entonces han sido los indios, y mas tar. delos esclavos afticanos, quienes han tenido la gentileza de thas. inits, los demis latinoamericanos, sus costumbres de higiene. Lae cristiana desconfiaba del baiio, que se parecia al peca. do porque daba placer. En Espafia, en tiempos de la Inquisi ci6n, quien se baba con alguna frecuencia estaba confesando su herejia musulmana, y podia acabar sus dias en la hoguera, En la Esparia de hoy, el arabe es arabe si veranea en Marbella, El rabe pobre es nada més que moro: para los racistas, moro ho- diondo. Sin embargo, como sabe cualquiera que haya visitado esa fiesta del agua que es la Alhambra de Granada, la culture musulmana es una cultura del agua desde los tiempos en que la cultura cristiana negaba toda agua que no fuera de beber En rea, lidad, Ia ducha se popularizé en Europa con considerable de. ‘mora, mas 0 menos al mismo tiempo que la televisin, ‘Los indigenas son cobardes y los negros asustadizos, pero SS 51 —— Jlos han sido siempre buena carne de caién_ o las guerras de Fe i \erras civi i de independencia, en las gu conquista, en las guerras nia, fos en las guertas de fronteras de América latina, Indios a tos soldidos que los spaces usaban para masacarindios en la época de la conquista. En el siglo diecinueve, la guer . s, independencia fue una hecatombe par os negeos argentinos i imera linea de fuego. Fn la gu jempre ubicados en la primer: nla tra Paraguay, los eadveres de los negros brasil earn os campos de batalla, Los indios formaban las tropas de Pert y La diosa A, ia es una fiesta. Bahia, La noche de Temanya, toda la costa es Rio de Janeiro, Montevideo y otras oils celebran aa doss 7 1a un lucerio de ve- dela mar. La multitud enciende en la aren: ye tas, yarroja ala aguas un arin de lores blanca y también perfumes, collars, tortas, caramelos y otras coqueteras y olosinas que a ella tanto le gustan. . Ben pntonces los ceyentes piden alain deseo: cl mapa de tsoro escondido, lallave del amor prohibido, el regreso de los perdidos, 4 la resurreccién de los queridos. an Mientras los creyentes piden, sus ee se oe m4 {sel milagro no dure més que las palabras que lo nom aa pr nee mde imo ble, los creyentes son Juminosos y brillan en la noche. ne su cl okesfselealas ofrendas clos retroceden, tra al horizonte, por no dat la espalda ala diosa. Y,a de cara ciudad, aso muy lento, regresan a livia, en Ja guerra contra Chile: «esa raza abyecta y degradadan, como la llamaba el escritor peruano Ricardo Palma, fue enviada al matadero, mientras los oficiales huian gritando ;Viva la pa- tria! En tiempos recientes, los indios pusieron los muertos en la guerra entre Ecuador y Peri; y no habia mas que soldados in- dios en los ejércitos que arrasaron las comunidades india en las montafias de Guatemala: los oficiales, mestizos, cumplian en cada crimen una feror. ceremonia de exorcismo contra la mitad desu sangre Trabaja como un negro, dicen los que también dicen que los negros son haraganes. Se dice: El blanco corre, el negro buye. El blanco que corre es hombre robado; el negro que huye es la drén, Hasta Martin Fierro, el personaje que encarné a los gau chos pobres y perseguidos, opinaba que eran ladrones los ne sros, hechos por el Diablo para tiz6n del infierno, y también los indios: El indio es indio y no quiere/apiar de su condicin/ba na- cido indio ladrén/y como indio ladrén muere. Negro ladrén, in- dio ladrén: la tradicién del equivoco manda que ladrones sean os mis robados, Desde los tiempos de la conquista y de dios y a los negros les han robado los brazos y las tierra, la fuer- za de trabajo y la riqueza; y tambien la palabra y la memoria. En SS Elinfierno En tiempos coloniales, Palenque fue el santuario de liber- tad que escondia, sel adentro, alos esclavos negros fugitivos cde Cartagena de Indias y de las plantaciones de la costa colom- Diana asaron los afios, los siglos. Palenque sobrevivi6, Los pa- Jengueros siguen creyendo que la tierra, su tierra, es un cuerpo, hecho de montes, selvas, ares, gentes, que por los drboles respi- ray llora por los arroyos. ¥ también siguen creyendo que en el paraiso reciben recompensa los que han disfrutado la vida, yen Clinfierno reciben castigo los que han desobedecido Ia orden divina: en el infierno arden, condenados al fuego eterno, las ‘mujeres frfas y los hombres frfos, que han desobedecido las sa gradas voces que mandan vivir gozando con alegria y pasién. elsio de la Plata, quilombo significa burdel, caos, desorden, re lajo, pero esta voz africana, de la lengua bantd, quiere decir, en verdad, campo de iniciacién. En Brasil, quilombos fueron los es- sacios de libertad que fundaron, selva adentro, Jos esclavos fu: sitivos, Algunos de esos santuarios duraron mucho tiempo. Un siglo entero vivi6 el reino libre de Palmares, en el interior de ‘Alagoas, que resistié més de treinta expediciones militares de Jos ejércitos de Holanda y Portugal. La historia real de la con uista y la colonizacién de las Américas es una historia de la dig- nidad incesante. No hubo dia sin rebelién, en todos los afios de aquellos siglos; pero la historia oficial ha ninguneado casi todos esos alzamientos, con el desprecio que merecen los actos de mala conducta de la mano de obra. Al fin y al cabo, cuando los nnegtos y los indios se negaban a aceptar como destino la esclavi- ee ss Se tud 0 el trabajo forzado, estaban cometiendo delitos de subyer- si6n contra la organizacién del universo, Entre la ameba y Dios, el orden universal se funda en una larga cadena de subordina. clones sucesivas. Como los planetas gitan alrededor del sol, han de girar los siervos alrededor de los sefiores, La desigualdad so- cial y la discriminacién racial integran la armonia d, ‘cosmos, desde los tiempos coloniales. ¥ asi sigue siendo, y no solo en lee Américas. En 1995, Pietro Ingrao lo comprobaba en Italia: «Tengo una mucama filipina en casa. Qué extraiio: resulta diff cil imaginar a una familia filipina que tenga en su casa una muca ma blanca». Nunca han faltado pensadores capaces de elevar a categoria cientifica los prejuicios de la clase dominante, peto el siglo xix fue prodigo en Europa. El filésofo Auguste Comte, uno de los fundadores de la sociologia moderna, creia en la superioridad de la raza blanca y en la perpetua infancia de la mujer. Como casi todos sus colegas, Comte no tenia dudas sobre este prine Pio esencial: blancos son los hombres aptos para ejercer el man. do sobre los condenados a las posiciones sociales subalternas Cesare Lombroso convirtié al racismo en tema policial. Este profesor italiano, que era judio, comprobé la peligrosidad de los salpajes primitivos mediante un método muy semejante al ue Hitler utiliz6, medio siglo después, para justifiear el antise- mitismo, Segtin Lombroso, los delincuentes nacian delineuen. tes, y los rasgos de animalidad que los delataban eran los sm mos rasgos de los negros africanos y de los indios amerieanos heredleros de la raza mongoloide. Los homicidas tenian pom. losanchos, pelo cespo y oscuro, poca barba, grandes calmillos los ladrones tenfan nari aplastada; los violadores, labios y par ados hinchaclos. Como los salvajes, los criminales no se sono. Jaban, lo que les permitia mentir descaradamente. Las mujeres oe Snrojaban, aunque Lombroso habia descubierto que ‘chasta las mujeres consideradas normales,albergan rasyos eri ee 55 a Los héroes y los malditos Dentro de algunos atletas, habia un gentéo. En los aftos cuarenta, cuando los negros norteamericanos no podian compartir con los blancos ni siquiera el cementetio, Jack Robinson se impuso en el béisbol. Millones de negros piso: teados reconocian su dignidad en este atleta que brillaba como nadie en un deporte que era exclusive para blancos. El piblico lo insultaba y le tiraba mans, los aes Io csc fan; y en su casa recibfa amenazas de muerte. rete) de ulema aendeccinale a Nelson Mande lay su larga pelea contra el racismo, el atleta Josiah Thugwa- ne se convertia en el primer negro sudafricano que ganaba una olimpiada. En estos iltimos afios, esté siendo normal que los trofeos olimpicos queden en manos de Ken pia, Somalia, Burundi o Sudfrica. Tiger Woods, llamado el ‘Mozart del golf, esta triunfando en un deporte de blancos ri- 0s; y hace ya muchos afios que son negros os astros del ba- Ioncesto y del boxeo. Son negros, 0 mulatos, los jugadores ‘que més alegria y belleza dan al fitbol. Segin el doble discurso racista es perfectamente posi ble aplaudir alos negros exitosos y maldecit alos demas, En la Copa del Mundo que gané Francia en el 98, eran inmi sgrantes casi todos los furbolistas que vestian la camiseta azul yalson de la Marsellesa iniciaban cada partido, Una encues- ta realizada en esos dias confirmé que cuatro de cada diez franceses tienen prejuicios racistas, pero todos los franceses celebraton el triunfo como si los negros y ls drabes fueran jos de Juana de Arco. 5 I minaloides». También los revolucionarios: «Nunca he visto un anarquista que tenga la cara simétrica» Herbert Spencer fundaba en el imperio de la razén, las desi- sualdades que hoy por hoy son ley del mercado. Aunque ha pa. sado mas de un siglo, suenan como de ahora, muy de nuestros neoliberales tiempos, algunas de sus certezas. Sesiin Spencer, el estado debia ponerse entre paréntesis, para no interferir en log Procesos de seleccién natural que dan el poder a los hombres mds fuertes y mejor dotados. La proteccién social no hacia tnds gue multiplicar el enjambre de los vagos, y la escucla publica Procreaba descontentos. El estado debia limitarse a instruir alas razas inferiores en los oficios manuale ya mantenerlas lejos del alcohol, Como sucle ocurrir con la policia en los allanamientos, el ra. cismo encuentra lo que pone, Hasta los primeros aios del siglo veinte, duré la moda de pesar los cerebros para medit la intel gencia. Este método cientifico, que dio lugar aun obsceno exhi. bicionismo de masas encefalicas, demostrd que los indios, Ing negros y las mujeres tenian cerebros més bien livianitos. Gabriel René Moreno, la gran figura intelectual del siglo pasado en Bol Via, habia comprobado, balanzaen mano, que el cerebro indie. na y-cl cerebro mestizo pesaban entre cinco, siete y diez oneas menos que el cerebro de raza blanca. El peso del cerebro tiene, cn relaci6n a Ja inteligencia, la misma importancia que el tam Fo del pene tiene en rclacion a la eficacia sexual, o seu: ninguna Pero los hombres de ciencia andaban a la 1c0s famo. S05, y no se desalentaban a pesar de desconcertan tes des nes, El cerebro de Anatole France, por ejem. plo, pesé la mitad que el de Ivan Turguén literarios se consideraban parcjos Hace un siglo, Alfred Binet invent6 en Paris coeficiente intelectual, con nue sus méritos mer test de sano propésito de identificar a los nnifos que necesitaban mas ayuda de los maestros en las eseue. = _— 7 Nombres. mientras él se ba la vida como caddy, cargando palos y recogiendo pe Is, ELinventor fue primero en avert que ete instrument no servi para medi la inteligencia, que no puede ser medida, y jue no debi ser usado para desclificar a adic, Pero ya en 1513, las autoridades norteamericanas imperon el et de Bi net en as pueras de Nueva York, bien cerguita dea esta Ia Libertad aos reign Iegadosinmigrantes dios, bingaros, italians russ, dees manera comprcbaronquc ocho dec diez inmigeantes tenian una mente infantil. Tres aios apis las autordadesbolvianas lo aplicaron en ls excels pi Potosi: ocho de cada diez nifios eran anormales. Y desde renee besa ours dio deseo cia Sal sot invocand el valor ckentifico de Is medciones del coeficient intelectual que tatan alas personas come si furan mers. 10 The bell curve tuvo un espectacular éxito de ventas en Jos Estados Unidos. La obra, eserita por dos profeso- fs univeritarios, procamabasin pelos en a lengua fo que ma chos piensan pero no se atreven a decir, 0 dicen en voz baj negros y los pobres tienen un coeficiente intelectual inevitable- os ricos, pot herencia genética, mente menor que los blancos y y por lo tanto se echa agua al mar cuando se dilapidan dineros en su educacién y asistencia social. Los pobres, y sobre todo los pobres de piel negra, son burros, y no son burros porque sean pobres, sino que son pobres porque son burros. El racismo sélo reconoce la fuerza de evidencia de sus pro- ios prejuicios, Esta probado que el arte africano ha sido fuente primordial de inspiracién, y muchas veces también objeto de plagio descarado, para los pintores y escultores més famosos del siglo veinte; y parece también indudable que los ritmos de origen africano estan salvando al mundo de la muerte por tristeza 0 bostezo. ¢Qué seria de nosotros sin la musica que del Africa vino y gener6 nuevas magias en Brasil, en los Estados Unidos y en las costas del mar Caribe? Sin embargo, a Jorge Luis Borges, a Amol Toynbee y a muchos otros valiosos intelectuales con. femporancos, les resultaba evidente la esterilidad cultural de los negros. En las Américas, la cultura real es hija de varias madres, Nuestra identidad, miltiple, realiza su vitalidad creadora a par. tir de la fecunda contradiccién de las partes que la integran. Peto hemos sido amaestrados para no vernos. El racismo, muti. lador, impide que la condicién humana resplandezca plenamen. te con todos sus colores. América sigue enferma-de racismo; de norte a sur, sigue ciega de si, Los latinoamericanos de mi genera cidn hemos sido educados por Hollywood. Los indios eran unos tipos con cara de amargados, emplumados y pintados, ma reados de tanto dar vucltas alrededor de las diligencias, Del Africa s6lo supimos lo que nos enseié el profesor Tarzan, in- ventado por un novelista que nunca estuvo alli Las culturas de origen no europeo no son culturas, sino ig norancias, a lo sumo titiles para comprobar la impotencia de las razas inferiores, para atraet turistas y para dar la nota tipica en las fiestas de fin de curso y en las fechas patrias. En la realidad, sin embargo, a rafzindigena ola raiz africana, y en algunos pat. —— SO _— i ro- Ia ver, lorecen con tanta fuerza como la raz euro dines de la cultura mesial vist est sus fru wn las artes de alto prestigio y ee én et fas, en las cultura o llama artesanias, en ducidasa lgiones descalificadas como superstciones Tae pero no ignorantes, nutren la vi eco is veces la gen- diana dela gente de carne y hueso, aun cha s veces le : ti enterarse, y ¢ es v lo sepa o prefiera no pote cle ie - so ee cada dia revelan lo que somos a avs del que hablamos y de los que callamos, enue nancas comers 10s, en las melo: s ~ cocinar lo que comemos, bilan en ci cpa yen siya een a in a vivi o compartidas, que nos ayuclan aviv Durante siglos estuvieron prohibids das del pasado americano y de las costa ges las dos a peaen los jar fos prodigiosos, © tes que el despreci folklore y en las re sas rafces, ignoradas pero is reducidas a ir ibidas las divinidades veni- del Africa. Hoy dia ya a Justicia \évil de chapa oficial venta circulando a ida de San Pablo. En el 0" En 1997, un autom a eel aan tes mbes En jar y durante cerca de una tn plc EI pola loshizo bajar duran cerca de um Rolo. tavo manosareibs,y de spades, mien esp es eta ‘otra vez dénde habian ro a eaivaldo re es hombres eran negros. Uno de ellos, Edi a eeanenode Justi cel gobierno de San Pablo Les | Ghaoe dos ran funcionarios de la Secretaria, Para Brito est seni nuevo, En menos de un afo, Je habia oct no tenia nada de Sena detenido era, también, negro. £0 SA no viven en la clandestinidad; y aunque siguen padeciendo des: precio, suelen recibir el homenaje de numerosos blancos y mes. tizos que ereen en ella, o por lo menos las saludan y les piden favores. En los paises andinos, ya no son solo los indigenas qui nes inclinan la copa y dejan caer el primer trago para que bela la Pachamama, la diosa de la tierra. En las islas del Caribe, y en las Costas atlinticas dela América del Sur, ya no son sélo los nesros quienes ofrecen flores y golosinas a lemanyé, la diosa de la mar Atris han quedaclo los tiempos en que los dioses indigenasy ne. 80s no tenian mas remedio que disfrazarse de santos cristianos Para poder existi. Ya no sufren persecucién ni castigo, pero son objeto de desdén para la cultura oficial. En nuestras sociedades, alienadas, entrenadas durante siglos para escupir al espeio, ne fesulta facil aceprar que las religiones originarias de América, las que vinieron del Africa en los navios negreros, mereeen tary to respeto como las religiones cristianas dominantes. No mis, Pero ni un poquito menos. ¢Religiones? ¢Religiones, esas super, cherias?

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