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Inneaoscan Davin Husa (1949-2022) 4 a miisica de la que pasa {2997} David Huerta pide al curioso lector pe raduzc y entienda la ease Sharp a 2 azor blade, aprega que 4 go serrata solamente de que la palabra del poeta sea filosisima como 4 a cuchilla, sino que la poesia sea un sfilo para cortar el tiempo en os pedaz0s de espejo, de silaba o fuego, de ropaje caliente o de hos- j palaria desnudes» ‘Afios més tarde, en Canciones de ta vida comtin (2008), esta a seria formulada por una sombra a modo de consejo para el poeta, -n se queja de una confusion: la imposibilidad, explica, de que las. bras adigan lo que quiero decir», La respuesta que la sombra da a ate lamento es la siguiente: Busca en todos lados de cada palabra y atin detris de ellas. Obedécelas, Corta cada experiencia con el filo de cada una yy desata, como si fuera niebla, con tu mano eseribiente las voces ocultas, los misterios del ritmo, de la conversacién y de los libros. Elogio d David Huert Teresa Gonzale (Guedoajrs, 1971), Une de us libros ms eientes es Lo mala memaric (Universidad At be Queretaro, 2020) Once afios més tarde, en un poema de Los instrumentos de la sin (2019), el mandato poético emerge en un suefio: una ardua ca sinata a través de un tertitorio incomprensible que el poeta trata de orter, fustigado por una Vor tirdnica, tenaz e imperturbable ante la a y el desfallecimiento del caminante. 109 a 600 yniant use Dani Hugara (1949-20 a Davio-Huenta (1949-2022) Ya en la vigilia, el poeta confiesa ignorar si él y su gufa I a alguna parte. Sabe, en cambio, que tras ese recorrido cambi noches y las maftanas. Intuye, también, que el tertitorio entrey el suefio no estaba tan lejos como él suponia. Lemos en Ay nocturnos»: Neruda y de Gorostiza y de las narraciones de Borges y de Rulfo, en 5 correo de los narvales (2006) y El vaso de tiempo (2017) tiende conti joamente puentes entre unos ¥ otros. ‘Al premiar a David Huerta el jurado reconoce implicitamen. toda una generacién de poetas mexicanos, aun con las disputas diferencias que son propias de toda generacin, Esta, la de Huerta, la que se formé tras el movimiento estudiantil de 1968; la que se onocié a la vez en las universidades y en la calle; la que tomé cami- [1 Sospecho que esa Parte estaba y esta dentro de mi, siempre a Ia escucha de aquella vor, de aquellas érdenes: «Camina, avanza generacion de Jaime Reyes y Elsa Cross, de Coral Bracho y Ricardo por la noche, no tengas miedo, lo estis astllo, de Ricardo Yafiez y Francisco Hernandez, de Mario Santiago haciendo bien, yo te acompano yy te digo por déndes. David Huerta ha sabido atender el mandato de la poesia, y se- jr los pasos de todos esos autores y maestros admirados que confor- David Huerta nacié en la Ciudad de México, en 1949. Hijo ‘man la misma materia de la que él esta hecho « reconocido poeta mexicano Efrain Huerta, tuvo contacto des infancia con el ambiente literario del pais. Estudié Filosofia y Inglesas y Espaftolas en la Universidad Nacional Auténoma de co, donde conocié a Rubén Bonifaz Nuno y Jestis Arellano, quienes publicaron en 972 su primer libro de poemas, El jardin de la luz Fue sobre todo en su segundo poemario, Cuaderno de novi bre (976), donde acerté a construir un mundo de introspeccién y i tad psicolégica, de lucidez cotidiana y penumbra intima, de sue paisajes alucinantes —con algo del versiculo de José Carlos Becerra, poco de la locura de José Lezama Lima y algo més del sonambuli de Xavier Villaurrutia— que se proyectaria once afios después en universo inagotable y efervescente de Incurable (1987). Las maravillas y desastres de lo que suele lamarse la vida ria, por mucho que nos parezca menos constante o menos vivida Jo que sugiere la expresion, alimentan libros de Huerta como Hist Estas palabra fueron leldas por la autora el 30 de noviembre <4e2018, como laudatio del ganador del Premio ride Literatura ‘en Lenguas Romances 2018. sin embargo, no se conforma con reproducir esa ilusién de cotidiar dad. Como al bailarin de Lépez Velarde, clos desvarios de la concien y de la voluntad humanas le sirven de tramoya», David Huerta es, como ensayista, un admirable cazador analogias y concordancias. Profundo conocedor del Siglo de Oro, romanticismo inglés, del modernismo hispanoamericano, de la po sez u 1 Davio Wueara (1949-2022 * La poesia de David Huerta guarda la poten Para iniciat, me gustaria que nos hablara del origen de la poesia. de una semilla a punto de abrirse a Elautor portugués Nuno Jidiceescribié: «Es verdad que las palabras no i an nacen dela terra ni traen consigo el paso de Ia materia, pero sizven de vida, y escucharlo es un acontecimientg alimento a otros que las leen como si en ellas estuviese toda la verdad del Su voz queda contrasta con la palabrg mundo», Para David Huerta, zdénde nacen las lenguas? ;De dénde vienen incendiaria de su poesia. Huerta, ganadg las palabras que hacen Ia poesia y qué mensajes guardan? del Premio FIL de Literatura en Lengua _ Nuno es un contemporineo mio, nos conocimos en Finlandia. A pro- Romances 2 id yésito de tierra y palabras, nos encontramos no en su pais ni en el fee ei re torte) BU lS aR ine ease fet cea G Wa an a casa una mafiana increiblemente soleadg Jandeses, quienes, a pesar de que habitan una tierra tan pequefita, del otofio capitalino. Sentado en su sillég ‘tilizan por lo menos tres o cuatro lenguas distintas, y eso me hace e a - mnsar en que en la lejania y el aislamiento los obligan a pensar mas verde y acompaiiado por viejos cojines q Replamentee mands. a parecen tejidos por manos antiguas, el po Las palabras, las lenguas, surgen con muchas fatigas a lo largo id i de inmensos periodos histéricos. Ese es uno de mis temas favoritos, compartio su pensamiento y su amor p “especialmente las lenguas romances, algunas de las cuales, como el el lenguaj falisco y el umbro, ya desaparecieron, Parientes nuestros que ya mu- . 4 fieron: familiares de quienes hablamos espafol, quiero deci, Me llama mucho la atencién que una lengua desaparezca y con ella muera una Ayotzina ase cena moe Jas lenguas son como los veneros de los rls, nadie sabe exactamente 3 “dénde nace el Danubio, nadie sabe exactamente dénde nace el espa- es un re t TC. at 0 “ol Aunque el espfol es una lengua neolatna y viene del latin, que {es su venero, su proceso de conformacién es larguisimo y lega hasta To 4 nosotros lleno de esmaltes de otras lenguas, como el arabe y, desde e€XI1cCo ‘os animafosy iments que sugen oo deamenses . procesos histéricos y que se despliegan ante nosotros en su multidi- “mensionalidad histérica. Las palabras, las lenguas, se convierten en 7 "grandes instituciones; probablemente el lenguaje = articulado sea la institucién més grande y comple- | * Enverss waliaad jade la humanidad, 28 de octubre e300 60 en el uso instrumental de la lengua, mientras que |e sence dt rem “tluso expresivo es otto, y ahi «Estas que me dict | “Himas sonoras, / culta si, aunque bucélica Talia.» Veronica Lopez Ga de meres (clones Sn Nomar, BL mena veel. Celebi ving 09 2Qué nos dicen? Lo que tengan que decir cisind destaio con motivo owaian see (.senossan Dania Hugata (1949-2022) Daun Huerta (1949-2022) 5 tiene poco que ver con el lenguaje instrumental, casi nada, di Frente 18 leantamienton en hile, olive yest, ols aleiones Porque expresa una dimensién del espiritu. Estos versos de Lag’ cn Argentina ela importa de ln poesinen el compljecntetoE Géngora son una realizacin intencionada y expresiva que tiene Jatinoamericano? = finalidad estétic, de estimulo ala vida dela mente, que me parece ' 2 fascinante como el agua, o como el origen de las lenguas. poesia cumple el papel que ha tenido siempre a lo largo de la his ‘ori: mantener viva la llama del lenguaje intencionado, del lenguaje = En ese linde voluntarioso entre el uso instrumental y el expresivo de 4a lengua hay una frontera, 2En qué momento se atraviesa para llegar a 10 pottico? z¥ qué sentido cobra en nuestra actualidad el concepto de frontera? ‘politico. A pesar de que las noticias pueden ser tan conmovedoras, tan estrujantes, como lo que hoy ocurre en Chile o las elecciones en. entina, 0 todo lo que pasa en México, no hay nada més viejo que el “cas y nuevas, aunque hayan sido escritas hace quinientos aos, o hace dos mil. Es abi, en la suprarrealidad menos directa, més profunda, mas amplia, de horizontes mas complejos. La poesia no tiene una uilidad inmediata, no tiene a su servicio tanques ni ejércitos. Las exigencias de Ja realidad son a veces sangrientas y opresivas, mientras que la poesia se sitda casi siempre en el reino de la imaginacién, Cruzar esa frontera hacia lo poético es un acto de la voluntad, len set pobres las palabras para explicar procesos tan complejos q éste Po otto Indo, y por despaca, dado el comportamiento de Estados Unidos, las fronteras en los tltimos tiempos dividen, sep rechazan, Tristemente, para eso han estado sirviendo en los tempos, para que los sirios no puedan entrar a los paises que det tian darles acogida y seguridad, Antes de la Primera Guerra Mun as fronteras estaban ahi pero no eran motivo de desconfianza ningtin tipo de quetellas; eso lo sé porque he leldo sobre la vida gran autor Jorge Luis Borges, porque a 61 mismo le llamé la at Porque él vio el ednsito de aquel mundo casi sin fronterasy elm de hoy, en el que as fronteras enfrentan, enconan, por ejemplo, Viejas heridas entre México y los Estados Unidos. Compartimos frontera de cristal de la que hablé Carlos Fuentes, que es tan frig en la que todo se ve, Hay una frontera también en sentido figurado entre el en ie instrumental y el expresivo, y uno la cruza por un acto de la voll tad, pero de una voluntad jaspeada de interés intelectual, en una p ta en marcha de esa capacidad llamada imaginacién para reconfig el mundo, En el momento en que decidimos eruzat esa frontera ‘mos al terreno de la literatura, a la que yo identifico con la ‘poesia: mi, la poesia no es un género, la poesia es la literatura, la novela yt teatro. Todo esta incluido en la poesia. En Homero, el padre Hor todo esta: el drama del que viene el teatro, la narracin de la que: desprende todo tipo de relatos, y estin los hexametros de bronce del iada y la Odisea, alli empieza todo para nosotros en Occidente, En la actualidad nacional, en un pais de fosas, de azufre maldito, de nifios en Hamas y mujeres martirizadas, como alguna vez usted escribié, cla poesia nombra eso que ante el horror pareceria que no puede ser nombrado? Si, exactamente es lo que hace la poesia, Esos versos que usted citd de mi poema «Ayotzinapar, que escribi en 2014, a peticién del creador Francisco Toledo —a quien considero coautor de este poema—, bus. can dar nombre al horror. Toledo me solicité el poema para el Dia de Muertos en Oaxaca, se lo envié y lo expuso maravillosamente en los muros negros del Museo de Arte Contemporaneo de Oaxaca, con un montén de veladoras. Cuando lo releo, después de todo lo que pas6 "en Iguala en esa noche maldita, pienso que el poema tiene un defec- to; se llama «Ayotzinapa», cuando deberia llamarse «México». Porque Ayotzinapa es un lugar muy pequefito, esos muchachos que salieron de la Normal ya los que mataron y maltrataron e hicieron desaparecer en Iguala, nos representan a todos, es la tragedia de las victimas que no terminan. En México a diario surgen heridos, vejados, humillados, "insultados. El poema tiene ese defecto; por desgracia se llama «Ayotzi- napa», pero en cualquier oportunidad que se me presente, como ahora, 8 109 ase Invierwo ' ws a09 In weuoncte Dawa Husnta (1949-2022 lo digo, ese poema deberia llamarse «México», es un retrato de nues pais, un pais en el que la gente no esté feliz porque pasa todo eso q dice el poema. A lume spento José Homero Luego de ser reconocido con el Premio Fi de Literatura en Lenguas Romances, zeuiles son algunos deseos de su propia escritura? .Cusles son sus deseos como poeta? Los poetas somos muy vanidosos, queremos ser los mas grandes nios que ha patido la humanidad, For eso hablo mejor de mis d vvaciar los cajones. Es una frase muy rara, la explico: tengo mucho tito, y de lo que he escrito, sélo alguna porcién muy pequefia se publicado, Tanto asi que, cuando me pidieron libros, los pude dar por ue estaban escritos ya, s6lo tuve que ordenar los poemas y alg ensayos y textos de reflexién y andlisis que he escrito a lo largo de! afios. Eso deseo, vaciar los cajones, conseguir que no queden papele volando, como dice el son, «ojos de papel volando». Para mi, los peles que andan volando por ahi en desorden, no revisados, no list para la publicacién, son mis preocupaciones, quiero ponerme en den en ese sentido, a ver si Io que me queda de vida me alcanza p ‘otdenar mis palabras sabe cémo Beda apresuraba, carifiosamente, a sus caligrafos en © el scriptorium: “Escriban, escriban: queda poca luz’s, recuerda David Huerta en La colocacién de las palabras, y afiade: «Para mi, para al- | gunos contemporéneos preapocalipticos, esa exhortaci6n tiene signi ficados ominosos: debemos escribir, escribir, pues pronto ya no habré ninguna luz», Oscuro presagio que acaso impulsé que, en el itimo lustro, en 1 arco temporal que va de 2016 a 2021, Huerta espigara en su amplia produccién critica y periodistica para compilar los volimenes El vaso de tiempo (Vaso Roto, 2016), Correo del otro mundo (UACM/UdeG/UANL | Grano de Sal, 2019) y Las hojas (Cataria, 2020). Estos tes se sumaron a los dos titulos que habia publicado hasta entonces: Las intimidades colectivas (Cultura/SEP/Martin Casillas, 1982), El correo de los narvales (Acrono/Libros del Umbral, 2006), para conformar la mano de su bi- bliografia ensayistica El vaso del tiempo y Las hojas son facetas complementarias "que nos permiten atisbar el pensamiento poético de Huerta. Expresio: nes vivas, instanténeas, de la reflexién de un poeta sobre otros poemas ¥ poetas, no constituyen una poética; muestran en cambio las nocio- nes del autor sobre la poesia, la literatura, el arte.. a realidad misma, yasientan los puntos nodales de su idea de la poesia. Ciertamente, al acometer un ensayo nos tienta ponderar a par- tir de un punto de apoyo, recurso que permite anudar cada cabo, su- jetando los temas a una jerarquia con base en ese elemento axial que es enteramente lucubracién del escritor. Consciente de ese peligro, no Winatitér,Yeracraz 1965) Eo 221, Fond Eiri Davin Husara (1949 Davie Huenta (1949-2022) obstante, me atrevo a proponer la nocién de la poesia, en tanto of to racional —aunque no légico—, como el eje de la cosmovisién, Huerta, El propio David razoné la necesidad de los puntales, sie y cuando no nos dejemos seducir por sus efluvios metafisicos —Ia. mutabilidad jerarquica—: dos que constituyen el discurso poético, Huerta afiade el comple- mento de ese principio: el poema es forma, no unicamente sentido. Por ello, quien pretenda someter el poema al tormento del aparato critico —ruedas, pottos y demés herramientas de descoyuntamien. to— parte de un equivoco, Paradojal, el poema contiene sentidos, pero su significancia s6lo podra comprenderse si se analiza su for- ‘ma, si se vislumbra su tejido. Por tal razén, escapa a las operaciones racionalistas, sean de Arist6teles, el licenciado Francisco Cascales "pel lingiista Noam Chomsky, para quienes la monstruosidad de la poesia es que evade la garita de la légica lingaistica sin reparar en " cutin otra es la légica que la ordena, Un punto de partida siempre es, en poesia, y en cualquier actividad artistica, un punto provisional —una forma contingente, del devenir—. El punto de partida, cualquier punto de partida, es un punto de trayecto,, ‘Muchas observaciones suyas defienden la idea de que la p sia, siendo emoci6n, es asimismo intelecto bajo el principio de que hay una distincién entre ideas y emociones, Una creacién intelect —y los versos lo son, pese a la supercheria tan del gusto popular de poeta como pararrayos daiménico (no demoniaco)— parte de sen ciones. Por ello la imagen del cuerpo como espacio poético, insim do en un par de ejemplos, ambos dinémicos: uno, la desaparicién d pufio cuando se abre la mano («El fuego de Cartago»), que rela con las desapariciones que dibuja el poema; el otro, «Talleres pi cos», auténtico manifiesto de su visién de la poesia como arte que asocia la imagen de un brazo en el momento en que se extien con el gesto potico originario. Para recalar en esas aguas aéreas, en «Un caracol nocturnas un recténgulo de agua», Huerta refiere la férmula de Lezama segan la cual la poesia es «un ente de raz6n fundado en lo con lo que disuelve la falaz dicotomfa entre razén y poesia, pro} En poesia el significado esti depositado en Ia forma, en et confin abierto de cada poema. La significacién es, en esta perspectiva, la porcién mas cerrada e infértil de la composicién poética. La cita anterior se complementa, en la revisién de Las hojas, _ con este juicio: Un poema puede explicar perfectamente otro poem: _ un verso, iluminar otro verso», lo cual nos permite fluir sin asperezas hacia el segundo nodo de las ideas centrales de Huerta, lo que deno- mino «ecologia poéticar, aunque bien admitiria también la formula de acomunidad poética». No es casual que, para intitular los dos libros | de reflexidn poéstica,eligiera los nombres de dos significativos ensa- yos recopilados en cada volumen: «El vaso del tiempo», en el libro ho- ménimo, «Las hojas» en el segundo, igualmente homénimo. En éste, Huerta discurze sobre la configuracién de las generaciones humanas como hojas arrebatadas por el viento. Mediante esta comparacién —que entraria dentro de las metéforas esenciales que Borges prefiere frente a aquéllas sinventadas— el poeta nos conduce a otro ambito: | ¢1 literario, euyo objeto metonimico, el libro, comparte la afinidad | por el origen metaférico de uno de sus componentes: las hojas. Pre "claro ejemplo del género ensayistico, recurtiendo a esa libertad que concede el viento, el poeta cede ala asociacién libre, ala digresién no fexenta de razones que justifican la ilacin en apariencia arbitraria, y va indicando semejanzas, topicos, imagenes comunes: comunidad. De "esta manera, Dante se enlaza con Virgilio, con el Antiguo Testamento, con T. 8. Eliot, con Percy Bysshe Shelley, con Wallace Stevens. de la escolastica, Otros ensayos destilan disquisiciones parec pero hay uno que destaca especialmente: «Inteligibilidad». Rot aqui el autor sus lanzas en favor de una «poesia dificil», y manifi su credo postico y critico —ges posible disociar uno del otro poeta?—: no hay poesia oscura sino lectores perezosos, todo, incluso el aparentemente mas refractario, es susceptible de su caudal si se posee la lave durea que abre el arca, Ademas de tar el fundamento de su razén critica —pues los ensayos com dos en los vollimenes citados configuran una ensayistica critica que ser sélo atticulos recopilados— al considerar que todo por dificil que sea, admite comprensién, al menos del haz de s fv nsnosian Davin Husara (1949-2022) lu mcaosian Dama Huerta (1949-2022) La reflexién de Huerta precisa correspondencias detectando no sélo la influencia y sus variadas formas de asociacién, sino exten- | diéndola a amplios periodos, con lo que ésta deja de set una rama visible para convertirse en un nudo temético que esta ahi, en la ma- dera del Arbol, debajo justo de la corteza, cada vez més espesa. Para Huerta, el poema entrafia una dimensidn temporal. El conocido verso de Muerte sin fin, de José Gorostiza (es un vaso de tiempo que nos iza en sus azules botaeles de aire / y nos pone su mascara grandiosa»), se convierte, en la apropiacién huertiana, en una atinada férmula, a "un caso metéfora y metonimia, para expresar que el poema es un ente El poema visto —leido, entendido, memorizado, erticado— vivo, un organismo pleno de tiempo: contiene su propio presente, su tuna «red de vinculosy; vincalos dispuestos en series repetidas 9. carga de época, pero, a su ver, al durar, contiene el tiempo de las lec: turas que se van acumulando y Ia imagen de las por venir. Vaso creado por el tiempo (metafora); vaso que contiene al tiempo (metonimia); ‘en un primer caso, un producto de la época, en el siguiente un mo- numento del devenir. Monolito cuyo silencio va asentando el tiempo transcurrido, destila el tiempo del ahora y servird como pila voltaica para irradiar su potencia. Yen el interior de esa piedra que es la obra reverberan también las ecturas, las miradas de sus lectores. Si Walter Benjamin discernié que el elemento aural de un objeto estético estar ba en proporcién con su duracién y con las interpretaciones que se le sumaban, en una creacién de lenguaje el tiempo aparece, en primera instancia, con el significado de las palabras, muchas veces canto de aristas melladas. Esta es precisamente la tarea que por principio ha de ‘emprender el lector acucioso: ubicar los vocablos, sopesar su condi- cidn matérica, interrogar su sentido, para leer mejor, para entender el haz de significados que un gran poema implica. Leido el ensayo «La colocacién de las palabras», en la compila ‘cién denominada Las hojas, cuyo titulo ahora resuena con wna sign ficacién agorera, apenas si se repara en la acotacién confesional que “no figuraba en la publicacién original, como columna de la Revista de le Universidad de México: sPara mi, para algunos contemporaneos pre apocalipticos, esa exhortacién tiene significados ominosos: debemos "escribir, escribit, pues pronto ya no habrd ninguna luz. Tras la muerte | del poeta, esa observacién adquiere un matiz Iigubre: esa luz se ha extinguido. Los cirios estan apagados » En cada hoja hay una escritura y la virtualidad fluida de un viento. En cada hoja un érbol gime, mutilado. En cada hoja se eseribe un destino, se deletrean minucias de la existencia, momentos de maravilla o de miseria. En cada hoja dan la hora las destrucciones y las regeneraciones del tiempo. La poesia es un asunto de comunidad, un verso remite a o los poemas se cotresponden con otros poemas; en suma, la poe literatura, es una red de relaciones. Un tejido. repetitivas, xeiteradas, duplicadas, multiplicadas paral veces, perfectamente simétricas en algunos casos, proporciony ‘© proporcionadas, correspondientes unas con otras, en sus p ‘en la parcial toralidad de cada una de esas seri *Vasos comunicantes de las escrituras dentro de una obra tiforme, es decir, una y varia», denomina a la armonia que rige los sos de Francisco de Quevedo, los acompasados, ritmicos periodos: Jorge Luis Borges; comps secreto, sin embargo audible para el o atento, Vasos comunicantes, sefiales que indican una experiencia f tere intratextual. Pero el poeta no se detiene ahi donde el démit detendrla, sino que va més alla, hasta insinuar una visién de la sin que apenas se delate, en estos ensayos, andantes y cantantes, pretende instaurar una idea poética. Otro de los principios es la correspondencia, los lazos ‘unen en el tiempo, entre las lenguas, alas obras. ¥ si repito este no sin recurtir a otro que suele aplicarse como sinénimo —los ati res— es porque sabemos que no hay autores, s6lo obras. ‘Aun cuando sean recordados en soledad, 0 alejados del ‘organismo al cual pertenecen, los versos, crlaturas memoria contienen dentro de sf, virtualmente, los versos anteriores y | = posterlores a su aparicién: todos y cada uno de ellos regresat 5 pero con otras modullaciones seminticas y con matices diver de prosodia, acentuacién, andadura ritmica —son los mis son diferentes: son otros versos, pero son versos. 1 60t vwiant ON A3IANI * David Huerta Angel Ortufio __. Apenas un afio transcurrié entre la muerte de Angel Ortutio, aco, cida el 24 de septiembre de 2021, y la de David Huerta, el 3 de de 2022, Angel y David, para mi, estan ligados por anécdotas, eet Yy enciemtros que hoy rememoro con una mezcla de tristeza e i dulidad, Sin ir mas lejos, con Angel viajé a Hermosillo para conoc David en 1992, y tiempo después, cuando llegué a pasear con David el centro de Guadalajara, ya bien entrado este siglo, invariablemem quiso visitar la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz para ver si andaba por abi. Al menos dos veces escribié David sobre Angel: aj cn [a Revista de la Universidad de México del mes de febrero de cuando Huerta reseité la edicién de Jardines de Francia de Got Martinez que preparamos Ortuito y quien esto escribe; otra, ct el 28 de agosto de 2019 (fecha extrafia, hoy me parece, por lo cet lo distante) David publicé la nota wOreuito y la poesiar en El Univer Ocurre ahora que acabo de localizar en un librero esta presentacié crita por Angel. No tengo claro en qué fecha o circuns ‘tavo lugar ia mesa redonda en la que Orturio debia leer esas cual aunque intuitivamente (por detalles que seria farragoso describi sitio alrededor de 2008. Angel —esto lo recuerdo con clatidad— confiaba en haberla guardado en alguna parte, y asi fue: plegada muy ilustrativo de las costumbres criticas de Ortufio, que apar (Guadalajara, 1969-2021). Uno de sus imes bros es Gs lacrimsgenotas cosas que m0 oemes (Universite de Guonjuat, 218. la dio a leer por si tenia sugerencias o comentarios que hacerle. ‘mitad, entre las paginas de un libro de David, la encontré como aho Ja transcribo. Me parece que no se habia publicado antes. Es un tea ba desentenderse de los aspectos més elementales de los temas qi w veuos.an Davio Husata (1949-2022) faian su atencién y se concentraba, en cambio, en pequefias elec [siones estilisticas que, a su juicio, expresaban como por descuido el Prerdadero caracter de un escritor, un libro, una época. Ignoro, debo decirlo, por qué Angel, al referirse al prologuista de la segunda edicién fe Cuaderno de noviembre, no menciona su nombre: Jaime Moreno illarreal. Conjeturo que Ortuio pudo haber tomado algunas notas en que omitié el nombre del prologuista y, cuando le fue preciso ave- juarlo, no volvié a dar con la edicién donde habia leido sus palabras. Hagan estas lineas no sélo para rendir homenaje a Huerta y Ortufio, ste por la via de aqueél o viceversa, sino también para restituir el nom: re de Moreno Villarreal en aquellos patrafos que contienen frases de muautoria Luis VicenrE De Acumeaca lirismo de los poemas de nuestra antologia [..] consiste en la ex sin individualizada de la imaginacién verbal de cada poeta: obras intologia poética de Siglos de Oro. El plural para referirse a quien enuncia no es, por supuesto, mayestatico. ¢Quién podria suponer una semejante posicién retérica —aqui el término es crucial— en David Huerta, autor que le- 3s de encastillarse en torre de marfil alguna sale tan de civil por los ve- ficuetos de la vida cultural nacional o, mejor, de la vida asi solamente? 0 Vayamos por partes. oor vam on oe Loscnasian Davia Hucara (1949-202 newancan Davin Hucera (1949-2022) Elmencionado plural (onuestra antologia») alude a Pablo} 6, con quien Huerta comparte créditos de seleccién, prélogo ym Guillermo Sheridan ha escrito que la poesia de David Huerta la de un poeta que no olvida al lector que acecha sobre su eas atrés me referi al modo en que David Huerta ha fomeny pombro, pero también la de un poeta que, al exigirse tanto, aienta g ‘entre nosotros la sana costumbre de verlo intervenir en diversos ‘ese lector, lo predispone y lo impulsa a ese luminoso laberinto». ‘tos piiblicos: usé el adjetivo «civilv, Es un afortunado ejemplo de, sheridan, pues, concuerda con el prologuista de Cuaderno de noviem- 2 racién, por sintesis, del falso dilema entre el artepurista y el jye: la poesia de David Huerta es dificil; pero matiza: se trata de una z comprometido. A un diamante no lo empobrece ninguna de sus icultad incitante, cémplice («slo lo dificil es estimulantes dijo al- owe Uiples facetas. Esto vuelve a traer a cuento Ia antologia citada como los numerosos ejemplos del compromiso estético y vital asun vvez José Lezama Lima, autor admirado, conocido y transmitido or David Huerta). A cesta dificultad cémplice invita, enérgicamente, Huerta, lo smo como poeta que como maestro. «Hiuerta sabe —dice también jeridan— que la total significacién de su trabajo dependera no pocas ces de la capacidad recreativa de su lector. Capacidad recreativa que te de esa imaginacién verbal que Huerta resalta en los autores de os siglos dureos, y que describe también con precisiOn una de las prin ipales caracteristicas de su estilo: la proliferacién de imagenes que se enlazan en el transcurrir de un discurso que, sobre todo en sus prime- '0$ libros, requiere del amplio territorio del versiculo, «Mientras dura | poema, rfo de lava, se configura en su distendido seno, arrebatada por el ojo y el peso de la imagen, la energia voraz de lo disquisitivo», afima Sheridan. No pretendo, en tan poco tiempo —y dentro de una ya de por ‘si abigarrada presentacién—, abordar en extenso la obra poética de David Huerta. Sin embargo, esta iltima imagen del erio de lava lleva Finexorablemente de Cuaderno de noviembre, poemario que la susci- ta, 2 Incurable, definido por el propio Huerta como «un libro més de ra "poetizacién que de poesia», alo que se podria agregar que esté escrito, circulo se cierra: una vez apropiada, participa en el cauce y se hacia los demas. Me parece recordar que Huerta ha afirmado, en de una ocasién, ser un «poeta tradicional». ¥ lo es, por supuesto, mejor de todos los sentidos: su reinterpretacién del canon nos lo senta vivo y renovado, Innovar es la vida de la tradicién. ‘Nadie aqui ignora la tarea que desde hace ya varias décad vid Huerta ha desempefiado como maestro itinerante, a lo largo y: de toda la reptiblica (como solfa decir la propaganda con esas frases en la poesia de Huerta merecen a menudo unas risuefias comillas) experiencia en la ensefianza es también una forma de coautoria, D ‘Huerta trabaja en sus cursos con una energia y una determinacién nunca procuran imponer su innegable autoridad por una mera si cin jerérquica, sino que apunta a horizontes mas amplios. «Me temo que si hoy la poesia es algo que hay que at los lectores, estas palabras preliminares s6lo sirvan para advertir prologuista de la reedicién que Lecturas Mexicanas hizo de Cuad noviembre en 1992, dieciséis aflos después de la primera edicion «que es el segundo poemario de David Huerta. En el prélogo a La {0s destellos y ia sombra, Huerta tampoco evade este asunto de la dif tad, particularmente en la empresa de acercar a los lectores j6ve poesia de los Siglos de Oro: «Nunca antes ni después los poetas de: iginativo» como dificilmente podremos encontrar algin otro ejem- “plo entre la poesia mexicana contemporinea. El mundo es una mancha en el espejo. Todo cabe en Ia bolsa del dia, incluso cuando gotas de se vuelcan en la boca, hacen enmudecer, aplastan ' 8 8 g a & g 5 con finas patas de insecto las palabras del alma humana. con tales perfecciones formales y con semejante esplendot vor. Dicho esto, procede —tal cual—a acercar la poesia a los lector Lovina 109 oe 1H Davin Huenta (1949-2022) luveaonisn Danio Husata (1949-2022) demos anticipar en la primera poesia de David Huerta esta formula. ején de su reciente escritura: Asi comienza Incurable. Ast, la poetizaci6n, la formula de un arte poética que viene desde antes y, para fortuna de no sus lectores, contintia desenvolvigndose y gitando con la py potencialidad de un cédigo genético, Quisiera resaltar una liltimo verso de la estrofa citada: «las palabras del alma hi Es un ejemplo minimo pero tepresentativo —fractal, diria, si conocimientos de fisica cudntica no fueran menos que rudi rios— de la amplitud semantica que suelen desplegar los ve David Huerta: las palabras son del alma humana, le pertenecen; también son sus poseedoras, son el alma humana; y, finalmente palabras walma humanav no son sino eso, palabras; nada mis, tampoco nada menos. «Tendré que decir lo que tenga que decit —o callarmew: es: timo verso de Incurable, pero en ese mismo momento se conv su primer verso. «Tradicidn no es lo que repite sino lo que deja at se abre a lo que no se ha venido diciendo. Bs insistir en escribir. ceder para volver, afirma el ya mencionado prologuista de Cuad de noviembre. {si el nombre: rubor de la cosa: asi el poems: respiracién y mirada de Ia cosa en el nombre que Ia funda, ‘ar de frigiles olas bajo la serie construida, “tal como leemos en los versos de Cuaderno de noviembre. ¥ distruta- os estos altisimos propésitos logrados en toda la obra postica de id Huerta, De hecho, recientemente celebramos —tampoco acudo plaral mayestitico; estoy cierto de que somos muchos los lectores, ue asi lo hicimos— la publicacién de La calle blanca, muestra com- andente de la cabal salud y regocijante virulencia de la poesia de Huerta. 3 Quisiera concluir con unas palabras de David Huerta, dichas “en una entrevista reciente: «La inconformidad, la insatisfaccién con Ja vida que podria ser mejor, con el lenguaje que podria ser mas bello, mis comunicativo, es lo que lo impulsa a uno a escribir. Esa disidencia © no creo que sea un rasgo nada mis, Es algo que le da sentido, direccién conceptistas-culteranistas de los Siglos de Oro, la amplia respirac ysignificado a la vocaci6n artisticar « versicular son, pues, seialadas por la critica como caracteristicas damentales de la poesia de David Huerta, De Cuaderno de noviem! pasando por Versién, hasta Incurable hay ciertamente la posibilida de azar una descripcién sobre esas dos lineas. De hecho, como afirma Ignacio Solares, seria probable postular a Versién como «el bro en que el poeta ha conformado un universo litco propio, una: irtemediablemente personal. Incurable, si he de mencionar otro paradigmitico, es gozosamente inclasificable. No ocurre asi completamente en libros posteriores. La som de los perros 1996), La miisica de fo que pasa (1997), El azul en ta lama (2002), Hacia la superficie (2002) y La calle blanca (2006) contintan vertginosa sucesién de imagenes, as{ como el riguroso entramado dis quisitivo, pero el versiculo se descompone en versos mucho mas b ves. wha fruta desciende / cual un capitulo de ayo: ésta es, por met cionar un ejemplo, la imagen con que abre «Frata», poema incluido e a sombra de los perros. No obstante, al igual que en los larguisimo versiculos de Cuaderno de noviembre, Versién e Incurable se ofrecen a lector disimulados —emboscados, tal vez— y perfectos endecasilaba oor yuan oe /w.aewancas Dayio Husata (1949-2022) in quella parte del Hbro della mia memoria, dinanzi alle quale poco s potrebbe lesser, oor yuinny si trove una rubrica la quae dice Dante ALIGHIERE, Vita NUOvA, 1,1 1 OcTuBRE DE 2003 a3 ian no celebramos nuestros respectivos cumpleatios con wn dia de dife rencia (e17 y el 8 de octubre) y como en la coincidencia nos acompafian otros amigos queridos (el 4 cumple el poeta Chico Magata, el 6 Luis Vi- | cente de Aguinaga y el9 John Lennon, lo cual ya dio pie al chiste de que formamos el nuevo «Cuarteto de Liverpool), de nuevo cumplo hoy con David el ritual de intercambiar mensajes escrtos y una répida lamada telefénica. Como es habitual en é), primero celebra por todo lo alto mi llegada a «la edad del Cristo azul» y enseguida enlista, como si se las djera al viento y no a mi, las responsabilidades inherentes a la cifra ya feusta u ominosa, y en cualquier caso velardiana: «Lo de escribir un libro yysembrar un drbol ya lo hiciste,y en lo del hijo vas un poco atrasado, ‘Ahora, ote crucifican 0 salvas el mundo; pero como estis lleno de ast- cas por tu nombre griego, inventaras una tercera posibilidag, que no se ros ocurte a los demas. A propésto, bien harlas en prepararte a leer 0 releer la Commedia dentro de dos afitos, cuando cumplas los teinta y ‘cinco, que son el mezzo del cammin,segin ls Escrituras, que el florenti- no seguia ceaidamente en cada porcién importante de su poema». ENERO DE 2007 |-A propdsito del nombre compuesto que consta en su acta de nacimien: 'p, formado por dos nombres propios y dos apellidos (David Telémaco Huerta Bravo), del cual s6lo acostumbra usar los primeros elementos | ce ambas categorias, le hago un chiste tonto a David: Vaya broma del éestino tener un amigo como ti, llamado Telémaco, y lamarme yo Uli ses, no poder decir homéricamente que soy tu padre y que tt eres mi ijn. Sin sat del tono socartOn que venimos gastando desde minutos antes, me dice primero: «:Serds mi padre resucitado? Pero ti eres mis osmopolita que los de Silao, que son unos pelones muy atravesados» ((eén, Guanajuato, 178). En 2020 cording el iro Ae sald dl incrable homenajee David Huet (Unvenidad de Gusnajucte). a2 1 invienna wwvina 109 En el tiempo que tengo de tratarlo, nunca me habia tocado encon v mcapsiaw Damo Huenra (1949-2022) ‘yanquilidad, Entre lo nuevo, se va a hacer algo muy bonito con los poe- sninimos, Emiliano vaa hacer la Iconografia y va a prepatar la facsimilar de Los hombres del alba, aunque no para el Fondo. Y quiero que ta te encargues de la antologia del centenario. :Cémo ves, le entras?. No sin titubeos le digo «Si, adelantesy él suelta su siempre contagioso entusias ‘mo: «{Fabuloso, manitols. Luego expresa una seguridad que me anima "sconfio en que esto saldré muy bien, trando a requetebién, Marti es un “editor de primera y un buen amigo». Ahora que anoto esto, no puedo no recordar que, si bien Io co- noci en 1993 en uno de sus eélebres Cursos de Literatura Contemporé- “pea, el dedicado a Borges, nuestra amistad se sell6 bajo la advocacién de su padre, dos afios después, cuando volvié a Guanajuato a presentar Ffrain Huerta para universitarios (SeP/cNcA/Universidad de Guanajuato, 1994) y conversamos aqui largo y tendido sobre esa antologia, sobre la portada de German Montalvo, sobre lo mucho que nos gustaba la serie de los «Responsos». Justo antes de despedirse en aquella ocasién, me anot6 la primera dedicatoria suya que conservo: «Para Carlos Ulises, con el enorme deseo de haberle dado un pedacito més de lo que es Efrain Huerta. David Huerta, 3/02/95». Enseguida, sospecho que, ya en serio, me da una respuesta conmo ta: «Ser hijo puede ser tan dificil como ser padre. Efrain fue mi p. imposible contradecir a la biologia, lo triste hubiera sido quedarnos «30. Por suerte no fue asi fe mi maestro un tiempo fue mi tutor lite rio, y sobre todo fue uno de mis mejores amigos». OcruprE DE 2010 David tan afligido y desencantado de todo como en los dias finales este mes sombrio. «Todos andamos muy tristes, gn? Ali, Antonio, demasiadon, La circunstancia se acentda por la lectura de un comentari apariciOn de un pesimismo que, segin he Hlegado a notar, él mismo} tiva ciertas temporadas, como medida paradojicamente salutifera como sea, se despide carifiosamente, no sin antes redactar este ‘Lee el final de “Tl6n, Ugbar..” para que veas cual es mi dnimo. Leer solas, dialogar con quien se puede (cada vez menos) y seguir adelante; ‘medio de este mundillo desastroso». DIclEMBRE DE 2013 yy antes de contarselo a nadie en el Fondo de Cultura, le amo a Devid para decir que no haré la anologia del ‘centenario de Efrain tal como me a pidieron y acordé con él (tan amplia ~ como decidas; sin limite de extensién; bien anotada y comentada») y le doy tres argumentos, segiin yo incontrovertibles: 1) la mejor antologia | de Efrain ya la hizo el tiempo y no tiene caso que me ponga yo a llevarle “Ia contra a la posteridad, por ejemplo, dejando fuera los poemas media- ‘hos que se recitan en las plazas, reduciendo al minimo los poeminimos, 0 sofiando que fue mi sagacidad la que descubrié la gran categoria de ‘Avenida Juarez»; 2) visto de otro modo, la antologia idénea es su obra _ completa: porque no es voluminosa, porque nunca en Efrain lo mediano "llega a ser malo, porque Efrain pide ser leido adesde fuera de la literatura» porque las repetidas excelencias brillan mas en medio del conjunto; y, al fin, 3) porque hacerla implicaria sumarnos a la inercia de celebrar al extraordinario poeta y olvidar al también extraordinario prosista, Mayo pe 2013 Tras remitirme un mensaje en el que me pregunta si puede «ahora mismo», al que respondo diciendo: «Claro, viene de ahis, sos ‘g0 una larga conversacién telefnica con David. Mientras habla, voy entendiendo la urgencia: me da cuenta los preparativos para la conmemoracién del centenario de Efrain Ht ta elafio entrante, me da detalles sobre los homenajes de todo tipo g se van perfilando (congresos, exposiciones, jornadas de lectura, insct cin de los nombres de Paz, Huerta y Revueltas con letras de oro aq xy alld), y al fin se centra en el capitulo editorial. «Entre lo que ya exis cl Fondo de Cultura va a reimprimir la antologia de Montemayor y' a hacer una edicién revisada de la Poesia completa, cuidada por Soler, quien va a coordinar todo, y eso me da una gran alegria y una gt (bs ncwonian Davin Hutata (1949-2022) ‘sot yuna es lu.neansign Davia Husara (1949-2022) lu acnosiam Davin Hueata (1949-2022) . «Ponme por escrito en micorreo esto que me acabas de decir Por la tarde, al participar en el patio de la Alhéndiga de Granadi- e4 contigo, manito. Asi lo vamos a hacer. ¥ fue asi que se hizo El otro tas en una conversacién paiblica sobre la Revolucién rusa, este afio cente- Ez “Antologia prosistica de Efrain Huerta (20u) (afiadido de 2020): primera d naria, la presencia de la triada de pares de anteojos se hace més notoria, e ‘media docena de compilaciones similares editadas a parr del centenary aunque por via paradéjica justo en el momento de comenzar a leer una 3 ‘ita de El caso Tuléyev (Ediciones del Equilibrista, 1993), de Victor Serge, David hace aun lado en la mesa los lentes oscuros y los lentes para ver de z ‘Acosro DE 2016 |ejs, y encima se quita los lentes para ver de cerca Lee, pues, Davi, sin 5 Jentes, aunque trae tes pares, un pasaje de las paginas ma y Ns: por teléfono, me quedé con la impresién de no haber agotado los ten Rublev se sirvié un gran trago de vodka y se lo bebié de ua tt6n. Pendientes. Demasiadas minucias (el futbol; el libro mas reciente t@leido de Stephen Greenblatt; cierto pasaje de «Estétique du Mab ‘Wallace Stevens) se colaron en la chatla y no logramos dejar conclu la definici6n de la forma posible de «nuestro» librito sobre Gorostiza, cual, de un tiempo para acé, ha dado en llamar asi, bajo el argumentod que él es uno de los cuatro gatos que querrin leetlo cuando apare sin jamés mencionar que también es «suyo» porque hace un par de ‘manas me anuncié que quiere poner dinero para imprimirlo, —¥ td, Dora, ti que vives conmigo desde hace dieciséis aos, 2 crees, sie no, que soy un opositor? Dora prefirié no responder. fl se hablaba a si mismo a veces, interrogindola a ella, con una suerte de aspereza. “Dora, mafiana me gustaria emborracharme, me parece que Juego de eso vera mis claro... Nuestro partido no puede tener ‘oposicién: es monolitco porque nosotros reconciliamos el pensamiento y Ia accién por una effcacia superior. Mas bien que tener raz6n los tnos conta los otros, preferimos equivocarnos ‘unidos, porque asi somos mis poderosos para el proletariado. Ya ha sido un viejo error del individualismo burgués el de buscar la OcrusRE DE 2017 verdad para una conciencia, mi conciencia, la mia. YO. Al demonio €1 YO, me importa tn bledo el yo, me importa un bledo Ia verdad, ____Estampa peregrina Ia de David Huerta mientras se pasea pot las de Guanajuato: viste un pantalén de mezclilla negra, una camisa acu dros y un saco de pana con coderas de gamuza; tae amarrado al ‘un paliacate rojo y de su hombro derecho cuelga una bolsa de libros e el estampado de «City Lights Books»; anda sobre unos zapatotes nege bien boleados y de la bolsa derecha del pantalén asoma la cadena ‘que lleva atadas sus laves y un fetiche tejido, quizé guatemalteco. Pero el rasgo peregrino no reside en nada de eso, sino en twiada de pares de lentes (lo digo bien: una triada de pares) que s cargat un par «para ver de cerca» colgado del cuello con un cord 4 azul, danzando sobre su pecho; un par mis de espejuelos oscu = para atajar la luz algo ofensiva que en octubre se eleva de las lo citadinas, fijado con un clip al panama que lo protege del sol frio; . fin un tercer par, spara ver de lejos», puesto donde se debe: apoyade el puente de unién sobre la nariz que sacé de Efrain y enganchada las patas a sus largas orejas de évalo trazado con limpieza. con tal de que el partido sea fuerte —2Qué partido? | Las dos palabras promunciadas por Dora con una voz baja i y helada lo alcanzaron en el momento en que, dentro de él, un i cequilibrio interior recomenzaba su curso en sentido inverso, —aEvidentemente si el partido es traicionado, si ya no es el partido de la revolucién, que estemos abies una ridiculez y una locura. Es todo Jo contrario de lo que habria que hacer: en ese caso cada conciencia debe recobrarse para si misma [u] Qué fue lo que dijiste? [No se estaba quieto en la vasta habitacién. Su silueta angulosa se movia a través de ella oblicuamente. Parecia una gran ave de rapifa, desencarnada, encerrada en una jaula muy vasta, pero aun asi demasiado pequefia, Esta imagen aparecié ante los ojos de Dora, ue respondié: No sé. Ie ecwgnam Davip Husare (1949. J acuonian Davin Hucata (1949-2022) ‘Aunque no se detenga a decirlo y reanude después de la leer SEPTIEMBRE DE 2019, UNA SEMANA DESPUES su exposicién, la escena recién transcurrida esta llena de signif personales, incluso intimos, para él, La edicién de El caso Tuléyey gy trae en sus manos, primera realizada en espafiol (la original en es de 1948) es una traduccién de David y lleva un prdlogo suyo elogig simo, en el que cataloga a la de Serge como wuna novela clésica mo na» y como «una de las contribuciones més enérgicas y valerosas a| conciencia de nuestro tiempor (poniéndota por encima de Darkness a ‘Noon, de Archur Koestlen, al tiempo que ejecuta un subterréneo desny damiento moral por persona y por novela interpuestas. ‘Mejor sera ser claro, para luego entenderme. David puede lee el libro de Serge sin anteojos, pues al hacerlo se asoma por partida de ble hacia si mismo: porque lee las palabras suyas dadas a la traduccig cuyo ejercicio adquiere aqui la resonancia de la autobiogratia; porgu el pasaje leido retrata con exactitud su propia experiencia de la duda la decepcién politica q ‘conmocién al leer hoy por la maflana el articulo de David de Jos jueves en El Universal, publicado con el titulo escueto «Francisco Toledo (1940-2019). Una tras otra esta escrito con las palabras que —en. aan orden ligeramente distinto y coloreadas por alguna anécdota— me ijo en la mesa del restaurante hace una semana, cuando estuvimos ha blando del oaxaquefio las horas siguientes a enterarnos de su muerte. «También mi amigo es un chaman y, aunque por razones distintas, tam- bign le cuadra a la perfeccién lo otro: un artista portentoso», me digo al _ conciuir la lectura del articulo. (QUERETARO, DICIEMBRE DE 2021 Redonda les salié a los amigos queretanos (Federico de la Vega y Diz- ‘na Rodriguez, Jordi Boldé y Esmeralda Torres) el plan ranchero de ar "mar una reunion de hacedores literarios y plésticos con el pretexto de scerraty el aio de homenajes a Ramén L6pez Velarde, en su centenario uctuoso. ‘Todo cupo en el fin de semana largo: la exposicién «Alegorias a 1a suave Patria» con cuatro (los hay buenisimos) de Azucena German, Paulina Jaimes, la propia Esmeralda, Alberto Castro Lefero, Antonio Luguin, Gabriel Macotela y Gustavo Monroy; una muestra de primeras ediciones ramonianas tomadas de la Biblioteca Bernardina (asi llamada pues la formé Bernardino Aguilar, padre del pocta Miguel de ese apelli- do); dos mesas de ectura de poemas (Maria Baranda, Kenia Cano, Ernes to Lumbreras, Chico Magafa, Jorge Esquinca, Chema Espinasa, Armando Gonzélez Torres, Mario Heredia) y una de critica» con los miembros de Ja Estacién Fuensanta», un chat de WhatsApp en el que se cocinaron los dos mejores libros velardianos del afio,y del que David es presidente ho- " norario. Como Luis Vicente de Aguinaga no pudo llegar, nos sentamos a Ja mesa Fernando Fernandez, David y yo. q Pasaron muchas cosas memorables en estos dias, pero en sitio | de honor pongo el recuerdo de la exposicién de David, que en veinte minutos —como conversando, sin apenas apuntes— resumi su tesis sobre el significado, mis que del verso, de la escena final de «La sua ve Patria», expuesta por lo largo en una conferencia poco divulgada de SEPTIEMBRE DE 2019 ‘Mientras cenamos en un restaurante de Guanajuato y nos hallamos en ‘regados ala tarea deliciosa de sefialar cudl de los versos de «Muerte si fin» nos gusta més, aunque nos gusten todos, David recibe una llamada y la cara que pone luego de decir «Bueno» y quedarse unos segun eternos en silencio me indica que alguien del otro lado de la linea le transmitiendo unas pésimas noticias. «No me digas eso» y «¢Quién t avis6?» son as tinicas frases que llega aintercalar durante tres largos m ‘nutos. «Ni hablar, manita; te quiero mucho», enuncia a manera de despe: ida. Cuelga y sigue sumido en un firme silencio, interrumpido apen por un balbuceo al percatarse de que estoy ahi. Se anima entonces rmirarme y me dice: «Es Andrea. Acaba de morir Francisco Toledo». R ciono sin hablar, nada mas vigndolo a los ojos. Enseguida me dice asi como esto: sDiscilpame, manito, y que nos disculpe don José Goro tiza.. Estoy aturdido, literalmente boqueando con la noticia. Ahora de qué hablaba Vallejo cuando eseribié sobre esos golpes durisimos d la vida,

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