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Qué visitar en Zamora

La ruta monumental por Zamora, o ruta románica, suele iniciarse en la Plaza


Mayor y consiste en un recorrido de poco más de unos 2km hacia el castillo y la
catedral, terminando normalmente en las cercanas «Aceñas de olivares», a orillas
del Duero. Todo esto puede hacerse fácilmente en dos o tres horas, dependiendo
de cuánto nos entretengamos en cada visita, de si decidimos entrar a algún museo
o de si nos detenemos a tomar unas tapas (algo realmente aconsejable).
Plaza Mayor
La Plaza Mayor de Zamora se ubica en pleno corazón del casco antiguo. Allí
destacan cuatro elementos: el Ayuntamiento Viejo, construido en 1493 y
reconstruido en estilo plateresco a inicios del s.XVII; el nuevo Ayuntamiento,
que ejerce como tal desde 1950 y se encuentra justo enfrente; el Monumento al
Merlú, una estatua de 1996 en homenaje a las procesiones de Semana Santa; y la
Iglesia de San Juan (s.XII), con su característico rosetón. Zamora, conocida como
una de las joyas del románico en España, cuenta con 14 iglesias de este estilo en
su casco histórico, aunque sin duda ésta es de las más destacadas.
Calle de Ramos Carrión y alrededores
La Calle de Ramos de Carrión nos llevaría directamente hasta el castillo desde la
Plaza Mayor, aunque por el camino cambiará de nombre y en nuestra ruta
haremos algunos desvíos. Podemos, por ejemplo, salir de la plaza en dirección a
la Iglesia de Santa María la Nueva, construida en 1158 y con una pila
bautismal del s.XIII; bajar hasta la Plaza de Viriato, saludando a la estatua del
héroe; y cruzar Ramos de Carrión para visitar otra iglesia románica, la de San
Cipriano (s.XI), una de las más antiguas, pero también de las más restauradas.
Rúa de los Francos y alrededores
Si volvemos a Ramos de Carrión (que en este punto se convierte en Rúa de los
Francos) y continuamos nuestra ruta en dirección al castillo, nos encontraremos
en seguida con la Iglesia de la Magdalena (s.XII), una de las más importantes de
la ciudad. Sobresale por su portada principal y por el exquisito sepulcro románico
de su interior. Siguiendo por la misma calle no tardaremos en encontrar a mano
izquierda otra iglesia, la de San Ildefonso. Aunque su estructura principal
también es románica, lo primero que veremos de ella es su fachada neoclásica del
s.XVIII.
Desde ahí podemos pasar bajo el arco que nos lleva a la plaza de Fray Diego de
Deza para contemplar la fachada meridional de la iglesia, con el campanario y la
entrada principal. Después de visitar el interior hay que bajar hasta la Plaza de
Arias Gonzalo para acceder al Mirador del Troncoso, que nos regala unas
espléndidas vistas sobre el Duero y el Puente de Piedra a mano izquierda.
También se pueden ver los escasos del restos del Puente Viejo (de época
medieval) en la otra orilla del río, a mano derecha.
Catedral de Zamora
Si abandonamos el mirador por la coqueta Calle del Corral de Campanas, nos
plantaremos en seguida junto al Palacio de Arias Gonzalo, más conocido como
«Casa del Cid«, ya que -según la tradición- allí se crió el famoso caballero. No
se puede visitar, pero el conjunto en sí es muy valioso por ser un ejemplo único
de arquitectura civil románica. Desde este punto ya podremos ver la
imponente Catedral de Zamora. Ahora bien, estamos en la ciudad del románico,
así que no esperéis ver la típica catedral gótica con espigadas torres y enormes
vidrieras. La Catedral de Zamora, consagrada en 1174, es de estilo románico,
aunque muchos elementos añadidos a posteriori pertenecen a otros estilos.
Lo más característico de la catedral es el cimborrio de influencia bizantina, con
un curioso revestimiento de escamas de piedra y cuatro torrecillas en las esquinas
rematadas con sus propias cúpulas. Otro elemento de gran valor es la Puerta del
Obispo, la única románica que se conserva, con valiosos relieves en los laterales
y un equilibrio perfecto en sus proporciones. Por último, en el exterior también
destacada la Torre del Salvador, de 45 m, construida en el s.XIII en estilo
románico.

En el interior de la catedral sobresalen el Claustro del s.XVII (sobrio, sin


decoración) que da acceso al Museo Catedralicio; la Capilla de San Miguel, la
más antigua, de estilo renacentista; la Capilla de San Ildefonso, también
renacentista, pero más bella y más profusamente decorada; el Coro, con sillería
de 1505; y la Capilla Mayor, con el Retablo Mayor de 1775. [Consultad horarios
y precios en la web oficial].

Castillo de Zamora y alrededores


Justo detrás de la catedral se encuentra el Castillo de Zamora, o lo poquito que
queda de él. Del castillo original no se sabe a ciencia cierta la fecha de
construcción, pero se cree que habría sido levantado en tiempos de Fernando I de
León, en el s.XI. En todo caso, quedan escasos restos de esa época. Hoy en día,
de hecho, apenas se conservan tres pequeñas torres restauradas, algún tramo de
muralla, parte del foso y las ruinas del patio de armas. En todo caso, el Castillo
de Zamora nunca fue uno de estos castillos semejantes a palacios, sino una
fortaleza defensiva en toda regla. [Más info y horarios en romanicozamora.es]
Aceñas de Olivares
Para terminar esta propuesta de recorrido clásico hay que volver hacia el sur,
pasando de nuevo frente al castillo, la catedral y la Casa del Cid. Después
cruzaremos la Puerta del Obispo, del s.XI, desde donde volveremos a tener unas
buenas vistas sobre el Duero, y descenderemos hasta las Aceñas de Olivares.
Estos antiguos molinos, que ya estarían en funcionamiento allá por el s.X,
produjeron harina de trigo durante siglos, hasta que en el s.XIX quedaron en
desuso. En 2008 se recuperaron para el turismo y actualmente albergan un centro
de visitantes, la reconstrucción de un martillo pilón, un batán, etc., así como
varias exposiciones. [+ info y horarios en romanicozamora.es]
https://turismo-zamora.com/imagenes/archivos_adjuntos/horarios-y-entradas-a-
museos-y-monumentos/horarios-a-partir-del-2-de-enero-1-.pdf

https://turismo-zamora.com/imagenes/archivos_adjuntos/ruta-del-modernismo/
modernismo-.pdf

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