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DILEMAS ÉTICOS

Candela Vendrell Blanco

1. Identifica el dilema que se plantea

El dilema que se plantea es la decisión entre mantener el secreto profesional con


respecto al posible embarazo inesperado de la paciente (menor) y su determinación a
ponerle fin si se confirmase su estado, o ponerlo en conocimiento de sus padres y que
sean ellos quienes deciden cómo abordar el problema.

2. Diferentes alternativas para resolver el dilema

El dilema es de difícil resolución porque cualquier implicación del paciente, más


allá del consejo que pueda darle a la paciente sobre cómo asimilar su situación, rompe
con el secreto profesional.

Una opción sería acudir a la familia directamente nada más escuchar la noticia del
posible embarazo y consecuente aborto que expone la paciente. Esta alternativa dejaría
el problema en manos de los padres desde el primer momento, que son los
responsables legales y los principales interesados en el bienestar de la paciente; pero
rompería totalmente la relación de confianza del terapeuta con la paciente, ya que
quebraría el secreto profesional desde el principio.

Otra alternativa sería hablar con los padres de la paciente, pero pedirles que no lo
comentasen con ella. Así, aunque se ha roto el secreto profesional, la paciente seguiría
confiando en el terapeuta, dejándose ayudar por sus consejos, además de permitir a sus
padres que aborden el tema de forma más indirecta y sutil, pero también
potencialmente beneficiosa.

Por otro lado, el terapeuta podría considerar comunicar el caso a sus compañeros
con más experiencia. Esto rompe el secreto profesional, pero hace menos urgente
implicar a la familia y facilita conocimiento valioso al psicólogo para aprender a
abordar temas complicados.

Por último, el terapeuta podría decidir llevar el caso por su cuenta. No hablar con
ningún familiar ni con el novio, siendo el mayor y único apoyo para la paciente sobre el
posible embarazo. Este es el único caso en el que no se rompe el secreto profesional. Sin
embargo, implica que el psicólogo asume completamente la responsabilidad de cuidar
el bienestar psíquico y físico de su paciente y, posiblemente, su futuro hijo; lo que
supera con creces los deberes de un profesional de la salud, más tratándose de un
menor.

3. Comenta cómo actuarías ante un caso así

Para acercarnos a una solución acertada, habría que tener varios aspectos en
cuenta:

En primer lugar, es importante que, antes de iniciar cualquier acción que afecte a la
paciente, se confirme su estado de embarazo, ya que podría pasar que, finalmente no
esperase un hijo, y, por tanto, dejase de existir el dilema.

En segundo lugar, será necesario conocer la situación real de la paciente, tanto a


nivel personal-psicológico, como familiar y en la relación con su novio. Esto ayudará a
concretar en qué medida la paciente es capaz de tomar decisiones razonables, así como
acercarnos a la disposición que tendrían en su casa y su relación para ayudarle con el
hijo.

En tercer lugar, si se confirma el embarazo, lo primero será tratar de tranquilizar a


la paciente y hacerle ver que, aunque no es la situación ideal para una joven de su edad,
el aborto no es la única salida. Se le explicarían las diferentes opciones que existen,
como la adopción o el cuidado del niño con la ayuda de su familia. En este punto, sería
recomendable explicarle el caso, por supuesto sin aportar datos personales, a un
compañero psicólogo con experiencia en problemas éticos, de forma que se cuenta con
respaldo por quienes comparten la profesión.

Por último, si la paciente continúa determinada a terminar con el embarazo “como


sea”, será momento definitivamente de poner la situación en conocimiento de sus
padres. Esto se debe a que la paciente, aunque está en la edad tardía de la minoría de
edad, sigue siendo menor, y su conducta podría poner en riesgo su vida y la de su hijo.
Esto se debe a que debe prevalecer el derecho a la vida y la integridad física al derecho a
la intimidad.

Llegados a este punto, en el mejor de los casos, la paciente decide continuar con la
terapia y se podrá terminar el tratamiento en un plazo de tiempo razonable, llegando a
cumplir con los objetivos acordados.

4. Referencias bibliográficas

Urra, J. (2007). Dilemas éticos de los psicólogos jurídicos. Anuario de Psicología


Jurídica, 17, 91-109.
Colegio Oficial de Psicólogos (1987). Código Deontológico del Psicólogo. Servicio de
Publicaciones.

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