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Capítulo 1V. Desarrollo económico sectorial.

La estrategia neoliberal y la alternativa.

Calva, José Luis.


El modelo neoliberal mexicano.
Costos, vulnerabilidad, alternativas.
Ed. Fontarama.
México, 1993. Págs. 69 -- 94.
IV

DESARROLW ECONOMICO SECTORIAL


LA ESTRATEGIA.NEOLIBERAL y LA ALTERNA,TIVA

La penuria microeconómica de la abrumadora mayoría de los


mexicanos: empresarios, obreros asalariados, campesinos y clases
medias, no es sino un efecto de las políticas macroeconómicas neo-
.
liberales.
No existe una pared de alto vacío entre los fenómenos macro-
económicos y los microeconómicos. Si las microeconomías no van
bien es porque la macroeconomía tampoco va bien.
Son las políticas macroeconómicas las que en primer término
han hundido a la mayor parte de nuestro aparato productivo: la po-
lftica comercial, que obliga al productor nacional a competir en
condiciones de desventaja por las asimetrías estructurales; la políti-
ca cambiaría, que remata en la sobrevaluación del peso y ahonda
esta desventaja; y la política crediticia, que eleva las tasas reales de
interés, y es la puntilla que arruina a pequeños, medianos y grandes
productores.
Además, el modelo neoliberal que convierte en herejía la inter-
vención del Estado en la economía, ha desmantelado las políticas
de fomento sectoriales (dejando que cada uno se las arregle por su
cuenta con "la mano invisible del mercado") y ha provocado el de-
terioro y la mayor acumulación de rezagas en áreas de' desarrollo
general: infraestructura, formación de recursos humanos, desarrollo
regional y urbano, etc.
Así, el desarrollo sectorial de la planta productiva y de servicios
no financieros se ha visto obstruido por las políticas macroeconómi-
casadversas y por el achicamiento de las funciones del Estado. en
el desarrollo económico
y social.
69
"1) DESARROLLO ECONOMICO SECTORIAL

Sector agropecuario forestal y pesquero

Las políticas de ajuste económico y estabilización afectaron de


un modo particularmente severo al sector agropecuario, forestal y
pesquero. La producción agrícola (PIB) per cápita resultó en 1992.
inferior en 18.5% a la de 1981; la producción pecuaria per cápita
declinó 14.1% y la producción forestal en 17.1 %. Además, el to-
nelaje de la captura pesquera sufrió un descenso per cápita del
36.6%. Como resultado, las importaciones de alimentos se dispara-
ron de 1,429 millones de dólares en 1986 a 4,017 millones en
1990, ya 6,094 millones de dólares en 1992 (veáse cuadro XVII).
Las causas del desastre agrícola derivan de la aplicación de los
principios e instrumentos esenciales del programa neoliberal. La
apertura comercial (combinada con la política cambiaria estabiliza-
dora que ha rematado en la sobrevaluación de nuestra moneda) ha
hecho descender los precios reales de numerosos productos así co-
mo la rentabilidad agregada del sector agropecuario, forestal y pes-
quero. Los ténninos de intercambio del sector, respecto a las de-
más actividades económicas, se deterioraron 24.6% entre 1981 y
1993. La caída de los precios reales agropecuarios afectó particu-
larmente a los productores de granos: los términos de intercambio
del maíz, respecto a los precios de las materias primas de la activi-
dad agrícola, disminuyeron 49.1 %; los del frijol, 41.7%; los del
trigo, 38.2 % (véase cuadro XVIII), repercutiendo en las condicio-
nes de sobrevivencia de más de tres millones de familias campesi-
nas que dependen del cultivo de los principales granos.
En segundo lugar, el abrupto repliegue del Estado de sus. res-
ponsabilidades en la promoción del desarrollo agropecuario, fores-
tal y pesquero, motivado tanto por el fanatismo neoliberal como
por la política de eliminación abrupta del déficit fiscal, afectó de
manera particularmente severa al sector agropecuario. A contraco-
rriente de lo ocurrido durante los ochenta y noventa en los países
con sectores agropecuarios vigorosos (Estados Unidos, Canadá, Co-
munidad Económica Europea, etc.), que reforzaron su intervencio-
nismo gubernamental en el campo (llegando hasta la guerra de gue-
rrillas de los subsidios), en México se produjo una precipitada su-
presión y reducción de los programas de fomento sectorial. La in-
versión pública en fomento rural disminuyó 79% entre 1981, afec-
tando tanto la necesaria expansión de la infraestructura (v.gr. la su-
SECTOR AGROPECUARlO 71

perficie anual abierta al cultivo irrigado disminuyó de 146,050 has


en 1981 a 32,103 has. en 1992), como las inversiones requeridas
para mantener en operación la infraestructura previamente construí-
da (v.gr. la superficie de riesgo rehabilitada disminuyó de 77,142
has. en 1981 a 23,938 has. en 1992).24Además, el gasto público'
global en fomento rural declinó de 152.1 miles de millones de pe-
sos en 1981 (a precios constantes de 1980) a sólo 51.3 miles de mi-
llones de pesos en 1992, afectando partidas estratégicas de investi-
gación, extensionismo, sanidad vegetal, ete., así como programas
de apoyo (v.gr. supresión del programa de maquinaria agrícola)
que atendían el desarrollo agropecuario.
En tercer lugar, el escaseamiento y encarecimiento del crédito
(resultante tanto de las políticas monetarias y crediticias contracti-
vas, como del fanático achicanÜento del Estado), impactó de mane-
ra particularmente adversa al sector agropecuario. El crédito rural
ejercido por la banca nacional de desarrollo disminuyó (en saldos
a diciembre, a precios constantes de 1980) de 85,459.6 millones de
pesos en 1981 a 38,055.9 millones en 1992 (véase cuadro XIX),
afectando severamente a los campesinos más necesitados: el área
habilitada por Banrural se redujo de 7,263.000 hectáreas en 1982
a sólo 1,226,000 hectáreas en 1992,25sin que el achicamiento de
Banrural fuera compensado por los créditos de miseria de Pronasol
(que, con préstamos ridículos de 300,000 viejos pesos por hectárea
en 1992, a precios de 1980, sólo ejerció 2,422 millones de pesos
en "solidaridad para la producción "). 26
Simultáneamente, los créditos agropecuarios concedidos por la
banca comercial se redujeron, en un primer momento, de 85,238.5
millones de pesos en 1981 a sólo 4ú,406.8 en 1988, cuando habilitó
2.3 millones de hectáreas con redescuentos de FIRA. Posteriormen-
te, está área oscila entre 2.3 millones y 2.5 millones de hectáreas,
de manera que el aumento registrado (193.2 %) en el volumen de
crédito agropecuario de la banca comercial entre 1989 y 1992 no
24
Comisión Nacional del Agua, SARH, en CSG, QuiIUO Informe de Gobierno. Ane.;cos
EslaiÜslico, México, 1993.
25
SHCP-BANRURAL y Carlos Salinas, loc. ciL
26
Se refiere a la partida "solidaridad para la producción" srricru SOISU; con el mismo
nombre también se designa un conjunto de partidas que incluyen infraestructura pesquera,
agroindustrias, becas de capacitación, ctc. El presupuesto agregado de este conjunto de
partidas en 1992 ascendió a 8,455 millones de pesos, a precios de 1980 (ron base en Carlos
Salinas de Gortari, loc. CiL),
'72 DESARROLLO ECO NO MICO SECTORW.-

refleja una situación de bonanza rural, sino, más bien, la acumula-


ción de adeudas de agricultores que han redocumentado repetida-
mente sus deudas o que han caído de plano en la insolvencia. Las
carteras vencidas agropecuarias de la banca comercial crecieron
1,308% entre diciembre de 1988 y junio de 1993Y
La insolvencia de numerosos agricultores fue provocada, en pri-
mer lugar, por el desplome de la rentabilidad agregada del sector
agropecuario debida al severo descenso de los precios reales de nu-
merosos productos rurales. Pero el encarecimiento del crédito con-
tribuyó también de manera relevante a la acumulación de adeudas
insolutos. En 1989, mientras la inflación anual fue de 18.6%, los
productores de bajos ingresos pagaron tasas bancarias de interés del
43.62% anual (en promedio de los doce meses); los productores de
granos básicos pagaron 47.98 %; y los productores de otros pro-
ductos 51.98 %; es decir, pagaron intereses usurarios por arriba de
la inflación en 25%,29.4% Y 33.4%. En 1990, 1991 y 1992 los
productores continuaron pagando tasas usuarias de interés, aunque
con usura decreciente; y aun en enero de 1993, cuando supuesta-
mente la estabilización se había alcanzado, los productores pagaron
tasas de interés del 16.37%, 19.8% Y 23.88%, respectivamente.
contra una inflación anual fue del 9.6 % .281
Las causas del desastre agrícola, en vez de ser combatidas, fue-
ron trastocadas, inculpándose al ejido como el causante del desas-
tre. En consecuencia, fue decretada una contrarreforma agraria
neoliberal que rompe el contrato social de la Revolución mexicana,
al dar por terminado el reparto agrario antes de cumplir cabalmente
el mandato redistributivo del Constituyente, al suprimir el carácter
patrimonial (inalineable, inembargable e imprescriptible) de la pro-
piedad campesina ejidal y comunal; y al abrir múltiples vías a la re-

27
De awcrdo 0011los Indicado,u [;rOltÓtrUcos del Baogo de Miéxico la cartera vencid.
de la b.nca comercial crea: de 847 IlÚllooes de pe~m Cft 6'~ 4e 19M. J 1.930
millones la precios de 1980) en junio de J 993. !I precios comentes las ciff3s wn 84,974
y
millones y 2, 70\, 936 millones, respectivamente; la cartera vencida agropecuaria global.
incluyendo a la banca de desarrollo pasÓ de 395,144 millones a 4,786,977 millones en ese
lapso. Sin embargo, existen discrepancias respecto al monto de la cartera vencJda' según un
infonne de FIRA. la cartera vencida agropccuaria, a diciembre de 1993. ascendía 3
11,993.500 millones de viejos pesos; 10,383.400 en 1992; 8.280400 en 1991, 5,664.600
en 1990 y 3,741.200 en 1989. (Miguel Baditlo, "Creció el problema de la cartera vencida
en el agro". El Financiao, 27 de diciembre de 1993)
28
Con base al SARII, Bole/ín ~nsUL1l de injormilciÓn básica del seclor agropecuano
y foreslal, varios numeros; y Banw de MéxIco, lndicadores Económiros
SECTOR AGROPEClJARJO 73

concentración de la tierra, incluso bajo la tigura de sociedades mer-


cantiles que podrán acaparar, en sólo 10,933 latifundios por accio-
nes, la totalidad de los 180 millones de hectáreas agrícolas, gana-
deras y forestales de México.
El país requiere un programa integral defomento agropecuario
, con campesinos que, sobre un horizonte de planeación de corto,
mediano y largo plazos, atienda la infraestructurarural, impulse la
investigación científico-técnica, fomente el extensionismo, establez-
ca condiciones preferenciales de crédito y seguro para el campo,
facilite el acceso a los insumos tecnológicos, regule mercados esta-
bilizando precios y otorgando a los productores márgenes adecua-
dos de rentabilidad que les permitan capitalizarse y tecnificarse.
La actividad pesquera debe también ser rescatada de los estra-
gos del modeloneoliberaly reencauzadahacia el desarrollo sosteni-
do. El achicamiento del Estado en fomento pesquero ha sido a tal
grado severo que las erogaciones federales en este concepto decli-
naron a la décima parte de las ejercidas en 1981 (de 18.2 miles de
millones de nuevos pesos en 1981. a precios de 1980, a sólo 1.8
miles de millones de pesos en 1992); como resultado, la in-
fraestructura pesquera prácticamente no se ha ampliado y se en-
cuentra seriamente deteriorada por falta de inversiones de man-
tenimiento. Además, la flota pesquera mayor no ha crecido, sino
disminuido (de 3,684 embarcacionesen 1981 a 3,208 en 1992),29
y presenta grave deterioro y obsolencencia; la industria pesquera
trabaja por debajo de su nivel de producción de 1981 (cuando pro-
dujo 353,193 toneladas de productos pesqueros contra 258,826 en
1992); el consumo interno de pescados y mariscos, frescos y proce-
sados, descendió en cifras absolutas (de 1,391,502 tons. en 1981
a 1,207,397 tons. en 1992); y las exportaciones pesqueras declina-
ron de 546.9 millones de dólares en 1981 a 383.6 millones de dóla-
res en 1992. Además, la contaminación y deterioro del ambiente
marino y de las aguas continentales se ha agudizado por la falta de
regulaciones y controles estrictos en el cumplimiento de normas; la
sobrepesca de algunas especies y regiones coexiste con el sub-
aprovechamiento de otras especies y regiones de nuestro mar patri-
monial.
La dinamización de la actividad pesquera para aprovechar ade-
cuadamente los 3.5 millones de kilómetros cuadrados de nuestro '
29
Secretaría de Pesca. en CSG, QlIilUO ¡TlfO~ de Gobiemo. MéxiCD, 1993.
..--.1
CUADRO 16
SALDOS DE LA BALANZA COMERCIAL MANUFACTURERA
TOTAL Y POR DIVISIONES INDUSTRIALES
1975-1992
(Millones de dólares)
Qulmlca, Productos
Alimentos, Textiles Madera y Papel derivados Productos Industrias metálicos
bebidas y prendas productos Imprenta y del petrole minerales metálicas maquinaria Otrae
y tabaco y caucho no metálicos básicas y equipo industrias
Mo Saldo de vestir de madera editoriales
(216) (889) (1) (371) (2833) (9)
1975 (3924) 295 94 6
(3929) 98 12 (190) (935) 37 (317) (3015) O
1976 381
(2511) 28 (176) (837) 101 (83) (2212) O
1977 442 118
(162) (961) 99 (624) (3 027) (1)
1978 (4043) 496 93 44
(8286) 27 (305) (1289) 24 (782) (5453) (1013)
1979 457 48 O
1980 (13278) (398) (83) (28) (560) (1754) (36) (1757) (8 607) (55) ¡;¡
(399) (223) (28) (624) (1904) (77) (2017) (12586) (81)
1981 (17 939)
(120) (393) (1484) 23 (865) (7321) (32)
~1982 (10176) 16 O O
(207) (51) 168 340 (2388) 55
1983 (1662) 198 144 59 t'""
1984 (3035) 322 176 69 (280) (63) 215 (117) (3398) O 5
(6146) 27 (329) (763) 210 (477) (5113) O
1985 243 51
95 (3322) O O
~1986 (3233) 447 197 52 (293) (766) 282 Z
367 399 (2415) O O
1987 (1355) 853 394 91 (386) (710)
69 (5011) O fS
1988 (5 787) 129 167 102 (475) (1 148) 359 n
(189) (665) (2151) 339 124 (8391) (47) O
1989 (9640) (746) 86 en
(13386) (1 584) (416) (7) (858) (1957) 214 (136) (8722) O
1990
(630) (96) (1036) (3131) 228 (976) (12) (11701)
1991 (18 722) (1368)

i
(1 07a¡ (178) (1363) (4124) 174 (1530) (17) (16793)
1992 (27061) (2151)

fUENTE: Elaboración pr<>pia con base en INEGl y Banco de México, Esradlsricas de Comercio Exterior, en CSG, Quinrr' Informe de Gobierno, Anexo
Esradlstico; y RANCOMEXT, Comercio Exraior, abril 1993.
INDUS1RIA. MANUF ACTURERA 75

patrimonio marítimo, reclama un programa coherente de cono,


mediano y largo plazos que contemple el desarrollo de la infraes-
tructura, el financiamiento para la modernización y crecimiento de
la flota pesquera, el impulso a la investigación científica y tecno-
lógica, la preservación y restauración del ambiente marino y de las'
aguas continentales, mediante el control y reversión de la contami-
nación y la aplicación estricta de normas que incluyan la protección
de especies.

Industria manufacturera

La estrategia neoliberal arrancó del diagnóstico de que el endeu-


damiento externo fue provocado por las características del proceso
de industrialización basado en la sustitución de imponaciones, que
hizo surgir una planta fabril ineficiente, poco aniculada en su inte-
rior e incapaz de cubrir con sus exponaciones el impone de sus
bienes de capital e insumos imponados. En consecuencia, la nueva
estrategia se propuso elevar la eficiencia competitiva de la industria
nacional e impulsar las exponaciones manufactureras, a fin de ge-
nerar divisas suficientes para autofinanciar el desarrollo industrial,
superando de este modo la necesidad permanente de financiamiento
externo.
El instrumento fundamental de esta estrategia industrial ha sido
la apertura comercial (operativizada desde mediados de los ochenta
y precipitada a panir de diciembre de 1987 mediante el PSE), para
presionar a la industria nacional a elevar su eficiencia competitiva,
otorgándole a la vez un acceso fácil a la imponación de insumos,
bienes de capital y tecnología requeridos para la modernización
productiva.
Los resultados de esta estrategia han sido diferentes de los espe-
rados. La precipitada apenura comercial--que la política estabili-
zadora hizo acompañar, a panir del PSE, con la fijación o casi fija-
ción del tipo de cambio, que ha rematado en la progresiva sobre-
valuación de nuestra moneda-- en vez de superar la necesidad de
financiarniento exterior, hizo crecer hasta dimensiones sin prece-
dentes tanto el déficit comercial como la dependencia del ahu~ro
externo para equilibrar la balanza de pagos. En 1992, las imporu-
ciones manufactureras superaron en 27,061.2 millones de dólares
~6 DESARROLLO ECONOMICO SECTORIAL

CUADRO 17
CRECIMIENTO DE LAS EXPORTACIONES MANUFACTURERAS
1965-1992
Millones de dólares
Exporlaclones malwfactureras
Dólares Corrientes Dólar.. Con.tant..
Variación % d. .xp. Va¡iación
Exportadones Exportaciones
Valor anual no petrol,.- VaJor anual
Moo totaJ.. no petroleras

1965
, 114 , 069 191 17,~7 887.96
, 163 238 2461 21.35 1 075.95 21.17
t~ 1 115
1061 313 3i51 29.50 1 372.81 27.59
1967 1 104
, 536.20 1190
1968 1 181 1138 365 16.6t 3207
, 931.36 25.72
1969 1385 1345 484 32.60 35.99
1384 t 329 449 (723) 33.78 1 694.96 "2.24)
1970
1420 1 :>95 548 22.05 39.28 1981.92 '6.93
'97'
1972 , 1695 679 23.91 40.06 2379.'2 20.04
73'
2027 960 41.38 47.36 3167.27 33 13
1973 2 '61
3002 2564 1434 49.38 55.93 4260.25 34.5'
'974
3208 2668 , 16.53 62.63 4 549A t 6.79
'975 67'
2823
, 893 67.06 4 872.59 7.'0
1976 38'6 '3.29
4848 3074 2325 22.82 75.63 5620.0' '534
'977
2823 21.42 , 10.84 6342.39 12.85
6312 2647
'978
(592) 3423 21.25 (578.21) 6905.:>9 8.88
1979 9306
3574 4A1 212.36 8352.65 (8.00)
1980 15512 1683
4 '05 '4.86 '02.60 6614.57 4.12
1981 20102 400'
3:>95 (17.30) 5577 5153.31 (22.09)
'962 21230 6087
7 5457 60.74 76.69 8025.00 55.73
1963 22 '":12 "6
887 7000 28.28 64.30 9868.88 2298
1984 24 '96
'O (11.22)
1986 21664 16084 6438 (8.06) 40.0' 8761.23

16158 8281 7969 23.82 96.23 10649.47 21.55


'966
14612 10499 31.75 71.85 13536.62 2711
1967 20 495
20 546 t3254 12332 17A6 93.04 15268.05 '2.79
1968
, 989 22 842 13921 13'91 6.97 94.76 1558'
.5 2.05

15138 14.76 77.34 '6965.15 8.88


1990 26 838 '9573
16751 10.66 85.03 180'3.76 6.18
27120 '9701
'99'
27531 17474 4.32 63.47 '8241.99 127
1992 27531

Crecimiento promedio anual


.982 8.60 1'.54 13.37
1966-1981 2'.13
263 1780 1.30 13.47
'982-'992 '6.29

Promedio de tas<Óts anuales de crecimIento


2 ~- ~G -'7.00 21.84 -37.79 14.1'
'966-1981
3.78 24.95 4.60 1138
'962-'992 '5.76

FUENTE Exporuciones tot<lles y manufactureras 1955-1969, NAFINSA, La Economia


y manufactureras
Mnirnrw m Cifra.' /9711. México, 1978: para exporuciones tot<lles
1991 ) 1Y92, Cumurio EtrulUr, ahril 19<}J
INDUSTRIA MANUfACTURERA 77

a las exportaciones manufactureras, mientras que en 1987 el déficit


manufacturero fue apenas de 1,355 millones de dólares y en 1981
de 17,939. Por lo tanto, nos enfrentamos al déficit manufacrureru
más alto en la historia anterior a la crisis de la deuda (véase cuadru
16). Además, el aumento de la..1¡exportaciones manufactureras pr(-
sentado por la estrategia neoliberal como su carta triunfo (falsamen-
te, puesto que entre 1965 y 1981 las exportaciones manufactureras.
en dólares constantes de 1980, crecieron a una tasa media del
14.1 % dnual, mientras que en el período 1982-1992 su tasa de
crecimiento real fue del 11.4 % anual: cuadro 17), agudizó, en vez
de superar, la desarticulación interna y la desigualdad en el desa-
rrollo de las ramas fahriles, al crecer vertiginosamente el compo-
nente impnrtado de las exportaciones manufactureras (desplazando
componentes nacionales), y al concentrarse las exportaciones en
unas cuantas ramas industriales, productos y empresas.3OEn estas
condiciones, no es casual que la más importante industria de expor-
tación, la automotriz, sea tamhién la principal causante del déficit
comercial manufacturero, lo que indica que sus exportaciones, lejos
de ejercer un efecto de arrastre sobre la industria nacional, transmi-
ten sus efectos multiplicadores sobre la producción, la inversión y
el empleo fuera del país.
Mientras tanto, numerosas industrias que producen para el mer-
cado interno han visto seriamente deterioradas sus posihilidades de
acumulación, tecnificación y expansión y, en algunos casos, incluso
de simple sobrevivencia, al enfrentar la concurrencia de mercancías
importadas ante las cuales están en desventaja por las diferencias
estructurales y la brecha en tasas de interés, en tipo de cambio, en
infraestructura y en políticas industriales. Como resultado, 16 de
48 ramas industriales, que emplean al 36% de los obreros manu-
factureros y generan el 25 % de la producción manufacturera. tie-
nen actualmente un volumen de producción inferior al alcanzado en
1981.31De este mado, se han ahondado, en vez de superarse, los
desequilibrios en el patrón de crecimiento económico.
30
Sólo tn:s divisiones industriales concentran el 80% de las exportaciones: productos
metálicos. maquinaria y equipo (53 %): química (17 %) Y alimentos (10 %): y dentro de estas
divisiones. sÓlo 22 empresas generan el 42 % de las v~ntas extc!1JJs dc manufactu-
.
ras. (CAN ACINTRA. El sector ex portador manufacturero, ¿opciÓn de cambio?, en MacTi!
AfláJisis. México, mayo de 1992).
31
CAN AC INTRA, "Industria mexicana y crecimiento económico" . en Macro Aná¡'w.
México. enero de 1992.
GUADR018
EXAGGION DE PEMEX POR El FISCO
1974-1992
Miles de millones de pesos (MDP) de 1980 -.J
QD

Ingresos de PEMEX
Ingresos petroleros Ingresos petroleros Transfe-
del sector público total del Gobierno Federal rencias del Suma
% de los Gobierno % de los % del
Arto MMDP OA¡del PIS MMDP IPGF I oA¡del PIS Propios Federal MMDP IPSP PIS
1974 102.5 3.3 11.1 3.5 0.36 91.4 3.7 951 92.79 3.1
1975 112.8 3.5 31.8 8.3 0.98 81.0 9.3 90.2 80.00 2.8
1976 119.9 36 27.0 6.9 0.80 92.9 4.3 97.3 81.12 2.8
1977 151.3 4.3 50.5 11.9 1.45 100.8 1.1 101.9 67.35 2.9
1978 181.4 4.8 58.4 12.1 1.54 123.0 0.9 124.0 68.33 3.3
1979 248.6 6.0 79.5 14.7 1.93 169.0 0.8 169.8 68.32 4.1
1980 364.4 8.2 173.8 25.4 3.89 190.6 190.6 52.31 4.3
1981 371.6 7.6 200.3 27.1 4.11 171.4 171.4 46.12 3.5 O
1982 601.3 12.4 283.7 37.8 5.87 317.6 317.6 52.82 6.6 ¡;¡
1983 721.5 15.6 386.8 43.9 8.35 334.7 334.7 46.39 7.2
~1984 740.2 15.4 377.5 45.5 7.87 362.7 362.7 49.00 7.6 O
1985 655.1 13.3 384.1 44.8 7.81 270.9 270.9 41.36 5.6 r"
1986 522.2 11.0 296.2 37.6 6.25 226.0 226.0 43.28 4.8 5
1987 573.3 11.9 357.2 41.0 7.40 216.1 216.1 37.70 4.6 Pi
1988 482.6 9.9 278.5 31.2 5.66 206.1 206.1 42.71 O
4.2 Z
1989 452.3 9.0 283.7 29.9 5.62 168.6 168.6 37.27 3.3 O
1990 457.1 8.7 263.5 28.3 4.99 193.6
3:
193.6 42.36 3.7 (')
1991 419.1 7.7 263.0 25.1 4.81 156.1 156.1 37.25 2.9 O
1992 418.8 7.5 279.8 24.0 en
4.98 139.1 139.1 33.20 2.5
~IComo
porcentaje delLOtal de los Ingresos Preiupuestales del Gobierno Federal.

~FUENTE: Secretaría de Hacienda y Crédito Público, CU~nla d~ la Hacienda Pública fidual, en Carlos Salinas de Gortari,Quinro /nfOnM dL Gobierno,
An~xo Estadistica, México, 1993.
INDUSTRIA MANUFACTURERA 79

Se requiere, por tanto, una nueva po[(tica industrial con visión


de largo plazo.
Bajo el actual escenario macroeconómico de desbalance comer-
cial (provocado por apertura comercial unilateral y abrupta que re- .
mata en el TLC neoliberal) , el tipo de cambio sobrevaluado y las
elevadas tasas reales de interés, la mayor parte de la planta in-
dustrial mexicana está siendo condenada a la acumulación de cartas
vencidas, a las quiebras masivas y a su desplazamiento por los
grandes corporativos transnacionales.
Por tantO, la nueva política industrial deberá, en primer tér-
mino, instrumentar polfticas macroeconómicas que favorezcan el
desarrollo manufacturero: política de comercio exterior que com-
bine fomento de las exportaciones con sustitución de importaciones,
política cambiaria competitiva y política crediticia que fomente la
inversión productiva.
La nueva política industrial debe fomentar el desarrollo endó-
geno sobre un horizonte de planeación de largo plazo, mediante ac-
ciones de fomento general y sectorial que desarrollen recursos hu-
manos, investigación científico-técnica, extensionismo industrial e
infraestructura; que reorienten el funcionamiento del sector fi-
nanciero en favor de la producción, promuevan la articulación in-
terna del aparato productivo y prioricen tanto industrias estratégicas
como ramas productivas con alto efecto multiplicador sobre la pro-
ducción, el empleo, el ingreso y la inversión.
La cooperación entre empresarios y trabajadorespara elevar la
productividad y compartir sus beneficios, la atención preferen¡e a
la pequeña y mediana industria, la restauración y preservación del
ambiente, son también instrumentos y objetivosde una nueva polí-
tica industrial.
En particular, la industria maquiladora debe ser redefinida en
favor del desarrollo nacionaL La experi~ncia de Corea:del Sur es
referente para imponer a la empresa maquiladora compromisos de
transferencia tecnológica, de apoyo a la pequeña empresa mexicana
nwdiante redes de subconc.enu'ación, de incorporación progresiva
de componentes nacionales en sus productos finales y, desde luego,
de preservación ambiental y equidad laboral.
80 DESARROLLO ECONOMICO SECTORIAL

Industria energética

La industria energética, eslabón esencial en la cadena productiva


y pilar del desarrollo económico de México, se ha visto seriamente
afectada por las políticas contractivas y de adelgazamiento del Es-
tado, que han obstruido la expansión y modernización tecnológica
de la industria energética, al reducir drásticamente sus fondos de
inversión.
La industria petrolera ha sido sometida a una exacción des-
med ida por el fisco: mientras en el período 1976-1981 los ingresos
petroleros representaron el 16.3% de los ingresos presupuestales
del gobierno federal (IPGF), en el período 1983-1992 representaron
35.3 % de los IPGF; y aún en el período 1988-1992, con precios in-
ternacionales abatidos para el crudo, los ingresos petroleros repre-
sentaron el 27.7% de los IPGF (véase cuadro 18). De esta manera,
se han cercenado las perspectivas de expansión de la capacidad ins-
talada y de modernización tecnológica de la industria petrolera:
mientras la exacciones de PEMEX por el gobierno federal aumen-
taron de 98.2 mil millones de pesos anuales (a precios de 1980) en
el período 1976-1981 (y de 200.3 mmdp en 1981) a 316.8 miles de
millones anuales en el período 1983-1992 (con 279.8 miles de mi-
llones en 1992); el gasto ejercido por PEMEX disminuyó de 305.1
miles de millones de pesos en 1981 (a precios de 1980), a sólo
128.9 miles de millones en 1992 (véase cuadro 19). Como re-
sultado, la perforación de los pozos (en exploración y en desa-
rrollo) disminuyó de 1,261 km en 1981 a 175 km en 1992; las re-
servas nacionales probadas de crudo declinaron de 72,008 millones
de barriles en 1982, a 44,439 millones en 1992; la capacidad ins-
talada de refinación, que se había incrementado 138.5% en el pe-
ríodo 1973-1982, apenas se incrementó 211.8 % en el período 1983-
1993; la capacidad instalada de la industria petroquímic.a.,que había
aumentado 396% en el primer período, sólo aumenfr5 :32% en el
lapso 1983-1993.32
La industria eléctrica se ha visto también afectada por las polí-
ticas contractivas y de adelgazamiento del Estado. La inversión pú-
blica en electricidad decreció de 68,372 millones en 1981 (a precios
32
Con base en CSG, Quimo InfanTIl! de Gobierrw. Anao u/MÚ/ico. México, 1993.
CUADRO 19
GASTO PROGRAMABLE EJERCIDO EN EL SECTOR ENERGETICO
1974-1992 2:
O
Miles de millones de pesos c:
Miles de millones de pesos
precios corrientes ""
~8 a precios de 1980
Porcentaje del PIB
Año Total PEMEX CFE y CLFC Total PEMEX CFE y CLFC t!1
Total PEMEX CFE y CLFC Z
1970 20.90 11.5 ~9.4 106.17 58.42 47.75
1971 2460 13.7 4.54 2.50 2.04 C)
10.9 118.01 65.72
1972 28.70 17.0 117 129.60 76.76
52.29
5283
4.86 271 2.15 §
()
1973 37.00 23.2 4.93 2.92 2.01
13.8 148.12 92.87 55.24
1974 49.10 5.22 3.28 >
28.4 20.7 160.09 9260 1.95
1975 79.00 67.49 5.34 3.09
432 35.8 222.58 2.25
121.72 100.87 7.02
1976 82.70 46.8 35.9 3.84 3.18
194.86 110.27 84.59
1977 106.20 68.6 5.88 3.33 2.55
37.6 191. 85 123.93 6793
1978 157.40 104.5 5.60 3.62 1.98
52.9 243.63 161.75
1979 224 60 81. 88 6.53 4.34
153.8 70.8 289.00 2.19
197.90 91.10 7.06
1980 318.20 217.8 100.4 4.84 2.23
3J820 21780 100.40
1981 514.50 378.6 7.12 4.87 2.25
135.9 414.59 305 08
1982 705.00 109.51 8.53 6.27
500.6 204.4 335.87 2.25
1983 238.49 97.38 6.95
1 098.10 760.1 338.0 4.94 2.02
275.90 190.98 84.92
1984 1 752.70 1206.3 5.96 4.13 1.83
546.4 288.08 19827
1985 2513.90 8981 6.01 4.13
1 6866 827.3 278.33 1.87
186.74 91.60
1986 4 337.30 2922. ¡ 1415.2 306.80
5.66 3.80 1.86
1987 10 165.00 206.70 100.11 6.48
6 6595 3 505.5 4.36 2.11
282.22 184.89 97.33
1988 20 167.60 12855.7 5.85 3.83 2.02
7 311.9 315.10 200.86
1989 2J 622.30 114.24 6.45 4.11
14212.8 9409.5 282.50 2.34
1990 30 896.30 169.97 112.53 5.60
17082.0 13814.3 3.37 2.23
264.12 14603 118.09
19'i1 39 :195.10 22417.8 5.01 2.77 2.24
16977.3 304 .97 173.55
1':W2 43 778 1>0 131.43 558 3.18 2.41
23 128 9 20049.7 237.82
. 128.91 108.92 4.24
- '-0"_- - -.- '..--. - --------- 2.30 1.94 ...
I tJI'N'!l' ()u"t.1 .ir L¡ I/.In",d" /\;!>/¡ClI !rdua/.en Carlos Salinas de Gortari,Quinro
¡'iforTnl' dI' Gobiemo. Anexo ESladísti,.o. Méxicü. 1993.
.82 DESARROLLO ECONOMICO SECTORIAL

de 1980) a sólo 35,876 millones en 1992 (mientras que entre 1975


y 1981 la inversión se incrementó 122% véase cuadro XXV). Co-
rno resultado, la capacidad instalada en generación pública de elec-
tricidad, que había aumentado 187% entre 1971 y 1981, sólo au-
mentó 60.8 % entre 1982 y 1993.33
La determinación de las funciones de la industria energética en
un modelo alternativo de desarrollo económico, así como los ins-
trumentos esenciales de política energética, deben considerar un ho-
rizonte de planeación de largo plazo. La preservación de la pro-
piedad, explotación y comercialización de los recursos energéticos
no renovables por el Estado, no sólo es pilar de la soberanía nacio-
nal sino principio medular para encauzar el desarrollo de la indus-
tria energética en función de su papel esencial en la industrializa-
ción y el desarrollo económico de México.
Además, se requiere desarrollar la oferta de energéticos otor-
gando mayor énfasis a los recursos renovables y promover el aho-
rro y el uso eficiente de la energía, así como internalizar los costos
ambientales del uso de las diversas fuentes de energía.
Un modelo alternativo de desarrollo económico debe otorgar
plena autonomía de gestión administrativa y financiera a las em-
presas energéticas públicas. Su regulación debe ser establecida me-
diante contratos que estipulen sus planes de largo plazo, atendiendo
a los intereses del desarrollo general. La descapitalización y asfixia
financiera de las empresas energéticas debe ser superada, evitando
su exacción desmedida por el fisco y permitiendo la adecuación de
sus tarifas a sus costos (los subsidios a los consumidores. in-
dustriales o residenciales debe pagar los el Estado). Su tributación
debe realizarse mediante una tasa soore sus utitidades brutas (y no,
como ahora ocurre con PEMEX, con un porcentaje fijo de sus ven-
tas); las utilidades netas, después de cubrir sus requerimient06 de
inversión, deben entregarse al Estado.
No existe evidencia empírica de que las empresas eléctricas pri-
vadas sean más eficientes que las públicas. En cambio, existen ries-
gos en su privatización: dificultades de planeación a largo plazo,
deterioro de la calidad del servicio, peligro de elevación desmedida
del precio del fluido eléctrico por constituir monopolios regionales.
33
ldem.
INDUSTRIA ENERGETICA
83

CUADRO 20
PRODUCTO INTERNO BRUTO
INDUSTRIA DE LA CONSTRUCCION y MINERIA
Miles de millones de pesos de 1980

Construcción Minería
Indice Indice
Año PIS 1981=100 PIB 1981=100
1970 145.6 44.3 40.2 58.5
1971 139.0 42.3 39.8 57.9
1972 156.8 47.7 41.8 60.8
1973 179.5 54.6 45.2 65.8
1974 191.8 58.4 49.3 71.8
1975 203.0 61.8 48.0 69.9
1976 212.5 64.7 50.9 74.1
1977 201.3 61.3 51.0 74.2
1978 226.3 68.9 53.1 77.3
1979 255.6 77.8 56.6 82.4
1980 287.2 87.4 62.2 90.5
'1981 328.6 100.0 68.7 100.0
1982 305.4 92.9 68.6 99.9
1983 246.8 75.1 70.3 102.3
1984 260.0 79.1 72.3 105.2
1985 267.1 81.3 75.1 109.3
1986 239.5 72.9 74.9 109.0
1987 246.2 74.9 80.0 116.4
1988 245.2 74.6 81.6 118.8
1989 250.4 76.2 79.8 116.2
1990 267.8 81.5 82.6 120.2
1991 274.3 83.5 79.9 116.3
1992 295.7 90.0 83.8 121.9
Variación porcentual
1971-1981 125.7 70.9
1982-1992 -3.2 22.1
FUENTE: Elaboración propia con ba~ en INEGI, Sistema de Cuentas
Nacionnles y Carlos Salinas de Gortari, V Informl! de Gobierno. Anao
Estadfstico, México, 1993.
84 DESARROLLO ECONOMICO SECTORIAL

Industria de la construcción y minerla

La industria de las construcción, termómetro de cualquier eco-


nomía, refleja los efectos brutalmente contractivos de las políticas
de ajuste y estabilización. A diez años del experimento neoliberal
de México, la industria de la construcción no sólo no ha crecido si-
DOque su producto interno bruto es inferior al de 1981, mientras
que en la década precedente el PIE de la construcción creció
125.7% (véase cuadro 20).
Las políticas de austeridad, al contraer severamente la inversión
pública (menos 50.3 % entre 1982 y 1992) en infraestructura carre-
tera, hidráulica, etc., impactaron de manera directa a la industria
de la construcción.
Un modelo alternativo de desarrollo económico debe impulsar
fuertemente el crecimiento de la industria de la construcción. Ex-
tender y reconstruir la infraestructura de transporte, hidroagrícola,
industrial, urbana; superar los rezagas agravados por el modelo
neoliberal en viviendas, escuelas, hospitales, cte., es prioridad na-
cianal.
Facilitar el desarrollo de la industria de la construcción me-
diante bancos de proyectos definidos a largo plazo en las diversas
áreas de interés público; maximizar la redituabilidad social de la in-
versión pública atendiendo proyectos prioritarios en vez de proyec-
tos simplemente espectaculares; regionalizar el gasto público en in-
fraestructura, mediante un verdadero federalismo de las decisiones
de inversión; reorientar recursos financieros en favor de la cons-
trucción pública y privada; promover la integración horizontal de
las empresas pequeñas, medianas y grandes; incorporar a los proce-
sos productivos tecnología ecológica de punta, son elementos de
una política alternativa para el desarrollo de la industria de la cons-
trucción.
La industria minera, en contraste con el incremento logrado en-
tre 1971 y 1981 que fue de 168. % (con una tasa anual media de
9.4% a precios de 1980), apenas alcanzó un crecimiento de 16.2%
entre 1982 y 1991 (con una tasa anual de 1.4%).
La evolución de la minería bajo el modelo neoliheral refleja en
general el carácter excluyente del modelo respecto a la mayoría de
los mexicanos. Expuestas a los precios internacionales, numerosas
empresas mineras medianas y pequeñas desaparecen ("23% de las
CUADRO 21 Z
o
c::
TASA DE INTERES VI

MEXICO y ESTADOS UNIDOS 1


~1990-1993 o
m
r"
>
(')
México O
z
VI
Tasa de interes en dólares Estados Unidos ;3
al tipo de cambio corriente Tasa de interes nominal c::
Tasa de interes nominal (')
(')

Año 1 mes 2 meses 6 meses 1 mes 2 meses 6 meses 1 mes 2 meses 6 meses O
z
-<
:S:
1990 22.73 22.65 21.34 8.11 8.04 6.88 7.98 7.98 7.99 Z
1991 14.75 15.23 14.07 8.13 8.59 7.49 5.86 5.89 5.91
~1992 19.20 18.95 18.29 16.51 16.27 15.62 3.70 3.73 3.76

.1993 11.46 11.22 10.55 9.25 9.01 8.35 3.17 3.20 3.24

1
Certificados de depósito y pagares con rendimiento liquidable al vencimiento a plazo fijo respectivamente.

FUENTE: Elaboración propia con base en Banco de México, Indicadores Económicos.


00
'"
86 DESARROLLO ECONOMICO SECTORIAL

empresas registradas en 1983 habíandesaparecidoen 1989"34o so-


breviven en condiciones de penuria; desaparecen los programas de
fomento minero, se reducen los créditos y se desmantelan los servi-
cios de maquila estatal para pequeños mineros; disminuyen los
puestos de trabajo (el Sindicato Minero perdió más de 30,000 pla-'
zas),35 se degradan los salarios y proliferan los pueblos fantasmas.
En el polo opuesto, unas cuantas empresas gigantes con alto nivel
tecnológico y asociadas a empresas extranjeras se desarrollan con
éxito.
Una estrategia económica alternativa incluyente de la mayoría
de los mexicanos debe fomentar el desarrollo de la pequeña y la
mediana empresa minera. La promoción de figuras asociativas que
operen beneficios de minerales, uniones de crédito y comercializa-
doras; la asistencia técnica con capital mixto para elevar la pro-
ductividad de la pequeña y mediana empresa; la extensión y mejo-
ramiento de la infraestructura; y la recuperación del crédito minero
y su canalización a proyectos productivos viables, son algunos de
los instrumentos factibles de fomento minero.

Sector financiero
La liberalización de los mercados financieros ha provocado una
acelerada concentración de capitales en grupos oligopólicos, eleva-
da especulación, excesivos márgenes de intermediación financiera
y profundización de la segmentación de los mercados de capitales.
Además, la política monetaria restrictiva y la necesidad de atraer
y retener inversión extranjera en el mercado de dinero han incidido
también sobre la elevación de las tasas reales de interés, ejerciendo
una enorme presión sobre los costos financieros de las eIl,lpresas,
y su competitividad internacional (véase cuadro 21).
La conformación de veinte poderosos grupos financieros que
controlan recursos equivalentes a más de la mitad del producto na-
cional, mediante la integración de empresas bancarias, bursátiles,
afianzadoras, aseguradoras, arrendadoras, empresas de factoraje y
casas de cambio, no ha ido acompañadade un incrementoen la
34
Miguel Angel RafiÚrez, "La minería. Situación y alternativas", alocución presentada
en el Semi/lflTÍo Nacional so/m! Allemarivas para la ECO/1OmiaMexicana, México, 1993.
35
Miguel Angel RafiÚrez, loco cit.
SECTOR FINANCIERO 37
CUADRO 22
CARTERAS VENCIDAS DEL SISTEMA BANCARIO
POR ACTIVIDAD ECONOMICA
Saldo en millones de pesos de diciembre de cada año

Sector
Agrope- Servicios
Año Total cuano 1 Industria Comercio y otros 2

Corrientes
1984 256 302 62 792 108 058 38 593 46 859
1985 440 266 116 766 196336 66 974 60 190
1986 739 560 193 135 337 870 112914 95 641
1987 1 176 535 337 565 475 819 180 033 183 118
1988 1 608 703 479 660 653 426 182 965 292652
1989 6 209 288 3 398 722 1 714256 522 637 573 673
1990 8 147 057 3 369 069 2 226 407 1 319940 1 231 641
1991 9 387 280 2471 316 2 352 321 2 850 169 1 713 474
1992 16 841 769 3 659 100 4 300 833 3 728 688 5 153 148
1993 27 550911 5 729 634 7 221 226 6 563 589 8 036 462

Constantes de 1980 3
1984 34 807 8527 14 675 5241 6364
1985 36514 9684 16283 5555 4992
1986 29 811 7785 13 619 4552 3855
1987 18 299 5250 7401 2800 2 ~48
1988 16 498 4919 6701 1 876 3001
1989 53 201 29 120 14 688 4478 491"'
1990 53 724 22 217 14 682 8704 8 122
1991 52 109 I3 718 13 058 15 821 9511
1992 83518 18 145 21 328 18491 25 554
1993 126 494 26 306 33 155 30 135 36 898

1 Incluye silvicultura y pesca.


2 Incluye créditos personales al consumo.
3 Deflactado con el INPC de diciembre de ca<hiaño.

FUENTE:Con base en Banco de México. lndicadores Económicos.


88 or:SARROLLO ECONOMICO SECTORIAL

eficiencia en eLmanejo de Losrecursos. Las ganancias de los ban-


cos se han elevado enormemente, tan solo entre junio de 1991 y el
mismo mes de 1992, los bancos aumentaron sus utilidades netas en
75 por ciento de 1.9 a 3.3 míllones de pesos36pero la presión que
los acrecentados márgenes de intermediación y costos financieros
ejercen sobre las empresas industriales, agrícolas y de servicios
(unidos a la apertura comercial, a la sobrevaluación cambiaria y a
las políticas contraccionistas) han provocado el crecimiento vertical
de las carteras vencidas de los bancos (véase cuadro 22). La eleva-
ción de la exposición interna de los bancos y el riesgo cambiaría de
sus acrecentadas deudas en moneda extranjera (más de veinte mil
millones de dólares), gravitan sobre el sector financiero.
Así, la atracción y retención del ahorro externo mediante la ele-
vación de las t~as internas de interés, la mantención a toda costa
de la actual política cambiaria que sobrevalúa cada vez más nuestra
moneda, y la aplicación de políticas recesivas para aligerar pre-
siones sobre el sector externo, están sobrecalentando la caldera del
sistema financiero mexicano.
Es necesario, por tanto, eliminar presiones sobre el sector finan-
ciero, regularlo y reorientarlo hacia la promoción de la inversión
productiva. No es asunto crucial el régimen de propiedad de la ban-
ca, sino la rectoría del Estado sobre el sistema financiero en fun-
ción de los interés generales del desarrollo nacional.
Con este objetivo, se requiere ampliar la banca de fomento, pa-
ra la atención de áreas prioritarias, así como fortalecer y extender
las uniones de crédito.
La liberalización de los mercados de capitales remata en la in-
clusión del sector financiero en el TLC de Norteamérica. Se pro-
picia, así, la pérdida de control sobre nuestro excedente económico
interno. Se procede de manera inversa a las lecciones de países exi-
tosos de industrialización reciente que han subordinado el sistema
financiero a la estrategia de industrialización. La aplicación de la
cláusula de escape o la renegociación del sector financiero en el
TLCN (v.gr. en el sentido de acelerar la apertura parcial del sector
financiero, pero condicionándola a la canalización de créditos a ac-
tividades productivas prioritarias en porcentajes definidos, como
hacen en numerosos países con desarrollo exitoso, como Carea del
36
María de Jesús Espino7.a y Juan Antonio Zúlliga. .Un ano de camhios en el sistem"
.
financiero". In JOnJlldll. ~ de oct1Jhrc (le I
89
SERVICIOS NO FINANCIEROS

Sur), son opciones y condiciones para la reorientación del sistema


financiero hacia las prioridades del desarrollo nacional.

Servicios no financieros

Los severos programas de ajuste irradiaron también sus efectos,


directa o indirectamente a los servicios no financieros, principal-
mente bajn la forma de estancamiento (el PIE del comercio, restau-
rames y hoteles sólo creció 5.6% entre 1981 y 1991, contra una-
expansión del 144% entre 1971 y 1981: véase cuadro 23) o desa-
celeración de su crecimiento (el PIE del transporte, comunicaciones
y almacenamiento sólo creció 17.2 % entre 1981 y 1991 contra
156.7% entre 1971 y 1981; Yel PIE de servicios comunales y so-
ciales: edUl:ación, servicios médicos, profesionales, etc., sólo se
expandió 16.4% entre 1981 y 1991, contra 84.8% entre 1971 y
1981), lo cual hizo que los servicios no financieros por habitante
resulten ahora inferiores a los existentes en 1981, por el crecimien-
to demográfico de 23 % en ese lapso.
Los servicios turísticos, tradicionalmente considerados im-por-
tante fuente de divisas para el país, han perdido dinamismo: y a
causa de la sobrevaluación de nuestra moneda, están dejando de
cumplir (como ocurrió también en los años 1980 y 1981, por la
misma causa) su función de generadores netos de divisas para el fi-
nanciamiento del desarrollo. Nuestra balanza turística global (inclu-
yendo viajeros fronterizos), pasó de un superávit de 1,364 millones
de dólares en 1979 (y 1,134 mdd en 1987) a un superávit de sólo
193 mdd en 1991. En conjunto, el producto interno bruto de los
servicios turísticos se mantuvo prácticamente estancado, al crecer
sólo 2 % entre 1981 y 1991 (contra un crecimiento del 113% entre
1971 y 1981). La causa principal radica en la contracción del turis-
mn nacional, derivada del desplome del poder adquisitivo de la Pl)'
blación. En consecuencia, la inversión turística decreció: mientras
en 1981 se construyeron 15,244 cuartos nuevos, en 1991 sólo se
añadieron 4,665 habitaciones.
El sector transporte presenta una notoria desaceleración reSp~l()
a las décadas anteriores. Entre 1971 y 1981, el número total de pa.
sajeros movilizados aumentó 150%, mientras que entre 1982 ! .
1993 sólo aumentó 71 %; Yel transporte de carga (toneladas mU\I-
CUADRO 23
PRODUCTO INTERNO BRUTO DE LOS SERVICIOS NO FINANCIEROS
Millones de nuevos pesos de 1980 :8
Comercio, restaurantes Transpote, almacenamiento
y hoteles y comunicaciones Servicios comunales, sociales y personales
Restau- Trans- Comuni- Profe- De edu- Medi- De espar- Adminis-
Año Total Total Comercio rantes Total porte I caciones Total sionales cación cos cimiento Otros tración 2
1960 555.9 283.6 243.3 40.3 63.3 60.5 2.7 209.0 17.4 33.5 19.8 19.0 87.1 32.3
1961 585.8 297.1 254.0 43.1 65.5 62.7 2.8 223.2 18.3 37.8 22.7 20.2 90.8 33.4
1962 615.6 308.9 263.5 45.4 68.3 65.2 3.1 238.4 19.4 41.0 25.1 22.1 92.8 37.8
1963 666.4 332.8 284.4 48.4 74.1 70.8 3.3 259.5 20.8 46.2 27.4 22.7 99.2 43.4
1969 1026.1 527.0 450.3 76.7 107.7 102.0 5.8 391.4 31.3 84.4 48.6 26.2 143.5 57.4
1970 1 103.7 566.5 484.3 82.2 115.5 109.1 6.4 421.7 33.6 94.8 52.9 26.7 151.7 62.0
1971 1 158.0 588.9 503.5 85.4 122.5 114.9 7.6 446.6 35.9 102.5 59.1 25.7 154.7 68.6
1972 1268.6 648.9 545.4 103.5 139.2 130.2 9.0 480.5 41.7 108.8 62.4 28.2 162.4 77.0 O¡;¡
1979 2075.2 1 104.0 960.3 143.7 257.6 231.5 26.1 713.6 69.3 170.5 120.5 34.9 195.3 123.1
1980 2 302.0 1249.6 1097.3 152.3 285.6 254.0 31.6 766.8 74.3 185.4 132.8 35.3 203.6 135.5 ~O
38.0 214.7 141.7
1981 2521.8 1 382.1 1 221.4 160.7 314.4 279.3 35.1 825.3 77.6 207.1 146.2
77.7 216.2 155.0 36.6 217.2 151.3
§
1982 2514.7 1 369.6 1203.7 165.9 290.9 254.5 36.4 854.2
1989 2538.2 1302.1 1 160.5 141.6 325.1 271.6 53.5 911.0 84.1 260.3 169.2 30.3 208.7 158.3 8
153.5 346.7 285.1 61.6 927.8 87.3 266.3 173.4 31.1 211.9 157.8 z
1990 2629.6 1 355.1 1 201.6 O
270.7 179.2 31.4 220.8 166.1 ;s::
1991 2 742.5 1413.6 1248.6 165.0 366.9 295.7 71.3 962.0 93.8 ?)
1992 2832.7 1459.0 1288.7 170.3 394.9 318.3 76.7 978.8 95.4 275.4 182.3 31.9 224.7 169.0 O
ti)
Variaciones porcentuales
1961-1970 98.5 99.8 99.1 104.0 82.5 80.3 137.0 101.8 93.1 183.0 167.2 40.5 74.2 92.0
~1971-1981 131.0 118.5 176.4 42.3 41.5 128.5 Ó
128.5 144.0 152.2 95.5 172.2 156.0 448.4 95.7
1982-1992 12.3 5.6 5.5 6.0 25.6 14.0 118.6 18.6 23.0 33.0 24.7 -15.9 4.6 19.3
~I
Incluye ahYUlccnamienlo. 2 Se refiere a administración pública y defensa. FUENTE:Con base en INEGI, Síslema tk Cuenlas Nacionales.
SERVICIOS NO FINANCIEROS 91

lizadas) aumentó 107% entre 1971-1981 y sólo 21.5% entre 1982-


1993. En particular, mientras el transporte ferroviario aumentó en
24,926 miles de toneladas la carga transportada en 1981 respecto
a la de 1971; en 1993 tuvo un grave retroceso al disminuir la carga
transportada en 16,372 miles toneladas respecto a 1982. El trans-'
porte marítimo movió, en 1981,95,682 miles de toneladas más que
en 1971; en contraste, en 1993 sólo movió 26,717 mil toneladas
más que en 1982. El transporte aéreo aumentó su capacidad de car-
ga 150% entre 1971 y 1981; Ysólo 61.5% entre 1982 y 1993. Por
último, el transporte carretero aumentó el número de pasajeros mo-
vilizados en 161% entre 1971 y 1981; Ysólo en 64 % entre 1982 y
1993.37
Además, el transporte se ha encarecido por el incremento de
precios de los combustibles, de los peajes y de las refacciones; y
ha disminuido la calidad de su servicio por el insuficiente creci-
miento de la infraestructura carretera, ferroviaria y marítima. Todo
ello hace muy oneroso el servicio de transporte: "el 20% del costo
38
de producción es por transporte, siendo 10% por mermas".
Por ello, "el transporte no ha sido factor de impulso para la e-
conomía mexicana. En sus transacciones internacionales, México
depende del servicio de transporte del comprador o vendedor del
exterior. Así, el déficit externo promedio en servicios de transporte
39
en los últimos años es de 3 mil millones de dólares".
El sector de telecomunicaciones ha perdido también dinamismo
respecto a las décadas anteriores. Por ejemplo, la longitud total de
la red de corrientes portadoras de circuitos y cables para telecomu-
nicaciones se incrementó 91 % entre 1970 y 1981; mientras que en-
tre 1981 y 1993 sólo aumentó 14.8%.40 Si bien las estaciones de ra-
dio y televisión han aumento en los últimos diez años, se ha desa-
rrollado vertiginosamente su concentración en grupos oligopálicos.
En particular, el grupo Televisa gravita doblemente sobre la vida
37
Con base en Carlos Salinas de Gortari, QIIin10 informe de gobierno. ÁJIC.W
estadislico, México, 1993.
38 y perspectivas alU d
Víctor Islas, "EJ transporte en México. Situación actual
lLC", Semjnario Nacional sobre AÚernaJivas para la Economia MaiCOl'ál, México. 19'13
39
Ibídem.
40
Con base en Carlos Salinas, loco cit.
92 DESARROLLO ECONOMICO SECTORIAL

nacional; primero por las enormes rentas oligopólicas que han con-
vertido a Emilio Azcárraga en uno de los hombres más ricos del
mundo; segundo, porque sus abiertos vínculos con el poder político
son factor obstructor de la democracia.
Teléfonos de México, que es la principal empresa de telecomu-
nicaciones en el país y una de las 500 empresas más importantes
del mundo, ha sido históricamente una empresa altamente rentable
que arrojó utilidades netas superiores a los 7 billones de pesos du-
rante 1992. Su privatización, sin romper el monopolio, fue inme-
diatamente sucedida por la brusca elevación de sus tarifas, que gra-
vita sobre el conjunto de la sociedad, permitiendo un jugoso nego-
cio especulativo con sus acciones, que representan el 40.5% de la
Bolsa Mexicana de Valores.41 No obstante, no ha mejorado la cali-
dad del servicio ni se han superado los rezagas.
El comercio interior se encuentra estancado. Su producto inter-
no bruto en 1990 fue inferior al de 1981 (-1.3%). Considerado an-
teriormente como una de las fuentes más importantes de ocupación
formal en el país, su capacidad de creación de empleos disminuyó.
Entre 1970 y 1980 se crearon 92 mil puestos de trabajo remunera-
dos como promedio anual: entre 1981 y 1990 solamente se crearon
28 ocupaciones al año. En cambio, ha proliferado enormemente el
comercio informal y se ha profundizado la diferenciación de los
mercados de productos. "El comercio interior en México se carac-
teriza por su segmentación. Por una parte existe un sistema de
abasto para clases medias y altas, muy eficiente, con tecnologías si-
milares a las de los países desarrollados. En este segmento los
grandes productores obtienen altos precios y los consumidores de
altos ingresos consiguen precios bajos y competitivos. Además, se
tiene un segmento donde venden los pequeños productores y com-
pran los estratos de bajos ingresos y los consumidores de zonas ru-
rales, caracterizado por bajos precios al productor y altos precios
al consumidor".42
En suma, "el modelo de desarrollo económico neoliberal ha de-
satendido el desarrollo de los servicios no financieros provocando

4\
Bolsa Mexicana de Valores, Anuario BursáJill993.
42
Demelrio Sodi de la Tijera. "Comercio Interior", alocución presentada en el
~minario Nacional sobre Allemallvas para la Economía Mexicana, México, 1993.
SERVICIOS NO FINANCIEROS 93

43
serios desajustes en la estructura económica nacional".
Por ello, se requiere un programa de desarrollo estratégico de
largo plazo para el desarrollo de los servicios no financieros. La re-
construcción y ampliación de la infraestructura, la formación de re-
cursos humanos, el impulso a la investigación científico-técnica,
son acciones de interés general.
En particular, una alternativa para el comercio interno requiere
"llenar los vacíos que dejó el retiro del gobierno como agente co-
mercial, ¡;reando mercados de origen y programas de apoyo al pe-
queño productor".44 Sin embarglJ, sólo el crecimiento sostenido de
la economía nacional ,mitirá la absorción del desempleo ahora
encubierto en el comercio informal.
La reactivación del turismo requiere de un tipo de cambio com-
petitivo, así como de la recuperación del poder adquisitivo de la
población.
En telecomunicaciones es necesario democratizar a la economía,
rompiendo el monopolio de Telmex y el oligopolio de Televisa. En
un modelo de desarrollo con equidad y democracia es necesario que
la televisión responda a las necesidades culturales, sociales y de de-
mocratización del país.

43
Guillcrrno ¡barra, "Los servicios: la cara desconocida de la economia mexican¡¡',
Seminario Nacional sobre A/¡emalivas para la Economía Mexicana, México, 1993.
44
Ibidem.
REFLEXION FINAL

La opción de una estrategia de desarrollo económico alternativa


incluyente de la mayoría de los mexicanos, se sustenta en una eva-
luación rigurosamente objetiva de las realidades del México de hoy,
así como del análisis realista de las restricciones y libertades que
nuestro país tiene (bajo el actual entorno económico y político mun-
dial) para diseñar, instrumentar y aplicar una estrategia propia de
desarrollo económico, convenientemente integrada a los flujos
internacionales de mercancías, capitales y tecnologías.
No se trata de restaurar el modelo económico que se colapsó en
1982; no es objetivo viable ni deseable. No se postula un pro-
teccionismo a ultranza, pero tampoco el aperturismo a ultranza, si-
no una política de comercio exterior por lo menos similar a la de
nuestro principal socio comercial; no se postula un manejo fiscal
irresponsable, consistente en estatizaciones innecesarias, empresas
azarosas y subsidios indiscriminados; pero se rechaza la per-
versidad del superávit fiscal que implica la desatención de la in-
fraestructura, del sector energético, de la educación y del desarrollo
científico técnico y, en suma el achicamiento de los instrumentos
de fomento económico y social; se reconoce la inequitativa distri-
bución del ingreso en el modelo que se colapsó en 1982, pero se
rechaza el severo empeoramiento de su distribución y la hi-percon-
centración de la riqueza bajo el modelo neoliberal, proponiendo, en
cambio, una verdadera modernización económica de México que
debe comprender la modernización de la distribución del ingreso;
no se postula un Estado ademocrático y corporativo grande, pero
se rechaza un Estado neoliberal igualmente ademocrático que elude
sus responsabilidades en la promoción del desarrollo económico y
social, proponiéndose, en cambio, un Estado democrático que asu-
ma sus responsabilidades y eleve la calidad de su presencia en la
vida nacional.

94

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