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Mariana Varela
Verificar este argumento, que fue presentado entre otros por Mario Rovere, médico
sanitarista y ex viceministro de Salud (ocupó este cargo en 2015 durante el gobierno de
Cristina Fernández de Kirchner), y Adolfo Rubinstein, ministro de Salud de la Nación,
presenta un desafío debido a la falta de datos sobre la tasa de mortalidad materna
por aborto que existía en los países que tenían legislaciones prohibitivas o que
presentaban obstáculos para los casos no punibles y que luego modificaron su
legislación.
En efecto, de los 60 países del mundo que hoy permiten legalmente el aborto por
voluntad o solicitud de la mujer, 40 legalizaron la práctica dentro del período
mencionado por la especialista. Sin embargo, a pesar de las dificultades señaladas, sí
existen estudios de casos para los países que avanzaron en este tipo de regulaciones
durante las décadas del 90 y los 2000, y allí se pueden observar descensos en la
mortalidad materna.
En Uruguay, el aborto es legal desde 2012 y el país ocupa uno de los lugares con
menor tasa de mortalidad materna de América Latina. En el país limítrofe los abortos
eran responsables del 37% de las muertes maternas durante el quinquenio 2001-
2005 y cayeron hasta representar alrededor de 8% entre 2011 y 2015, según datos
oficiales de dicho país.
Un informe conjunto del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), el
Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) y la Red de Acceso al Aborto
Seguro (Redaas) señala también estudios sobre Rumania y Guyana, donde las tasas de
mortalidad materna por abortos disminuyeron luego de reformas legales más
permisivas.
En este sentido, Natalia Gherardi, directora de ELA, indicó: “Las muertes maternas
por aborto son muertes evitables cuando los abortos se realizan en condiciones de
seguridad. Y la legalidad brinda esas condiciones de seguridad porque habilitaría
que se realicen con mejor información y con disponibilidad y accesibilidad a métodos
seguros para la interrupción del embarazo”.
En España, por otro lado, donde hasta 2010 sólo se permitía el aborto por ciertas
causales (peligro para la salud de la mujer o violación), a partir de su legalización
hasta la semana 14 de embarazo el número de abortos se redujo: pasó de 113 mil
abortos registrados a 93 mil.
El caso uruguayo, que fue citado por varios de los detractores de la legalización,
mostró un aumento en la cantidad de abortos en los primeros años de la
legalización, en línea con lo que ocurrió en otros países, que luego se desaceleró. El
aumento luego de la legalización, entre 2013 y 2014 fue del 19%, al año siguiente fue
de un 9,6%, luego de un 3,8% y entre 2016 y 2017 fue del 1,4 por ciento. De todas
maneras, esto muestra un aumento una vez legalizado, lo cual no implica que se trate de
cifras mayores a cuando la práctica era clandestina.
A nivel global, un estudio de la revista médica The Lancet concluyó que la tasa de
abortos disminuyó entre 1990 y 2014 en los países desarrollados, donde hay una
mayor proporción de mujeres que acceden a abortos legales y seguros, mientras
que se mantuvo estable en los países en desarrollo, donde suele haber leyes más
restrictivas.