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Proyecto de Religión

Educación Primaria
Los cristianos siempre hemos
sentido cariño
y devoción por
la Virgen María. Son muchos
los pueblos
y ciudades que la tienen por
patrona, celebran fiestas en su
honor
y le llevan flores.
En cada lugar se la conoce
con un nombre diferente.
Pero no debemos olvidar
que aunque se la represente
con distintos trajes o incluso
con caras diferentes, todas
ellas representan a la
Virgen María.
María dijo sí a Dios. El ángel
anunció a María que Dios la
había elegido para ser la madre
de Jesús. María dijo:

“Hágase en mí según
tu palabra”.
En el portal de Belén
dio a luz a su hijo.
Lo envolvió en pañales y lo
acostó en un pesebre.
Con José, su esposo, vivió
en Nazaret, donde cuidó de
Jesús hasta que se hizo
mayor y empezó a predicar
por los pueblos de
Palestina.
El día que crucificaron a Jesús,
María estaba al pie de la cruz
con Juan, el discípulo amado.
Mirando a su madre,
Jesús desde la cruz le dijo:
“Ahí tienes a tu hijo”.

Y mirando a Juan le dijo:


“Ahí tienes a tu madre”.

Desde entonces la madre de Jesús es también


nuestra madre.
La Virgen María es la madre de Dios
porque es la madre de Jesús.
María estuvo siempre con Jesús, desde Belén hasta la cruz.
Allí Jesús nos la entregó como Madre nuestra.

María nos quiere y


nos cuida como hijos
suyos.
La Iglesia nos enseña que debemos querer
a la Virgen como nuestra madre del cielo,
que debemos cantarle, rezarle y hablarle
como lo hacemos con Jesús.
Proyecto de Religión
Educación Primaria

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