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UNIVERSIDAD TERCERA EDAD

UTE

ESCUELA DE PSICOLOGÍA

CARRERA:
Licenciatura en Psicología Clínica

ASIGNATURA:
Psicología Forense

TEMA:
Consumo de Psicofármacos sin Receta

FACILITADORA:
____________________________

PARTICIPANTE:
Zastaba Matrícula: 2016-00624

FECHA DE ENTREGA
24 de Junio del 2020
Contenido
Introducción.................................................................................................................................3
Objetivos......................................................................................................................................7
General.....................................................................................................................................7
Especifico.................................................................................................................................7
Consumo de Psicofármacos sin Receta........................................................................................8
Conclusión..................................................................................................................................10
Bibliografía.................................................................................................................................11
Introducción

El consumo de fármacos sin prescripción médica se ha convertido en un problema de


salud pública a nivel mundial. Uno de los grupos farmacológicos que en el último
tiempo ha aumentado su consumo corresponde a los psicofármacos o sustancias
psicoactivas, los cuales han incrementado su prevalencia en la población general. Estos
se caracterizan por ser sustancias químicas que actúan sobre el sistema nervioso
central, produciendo cambios temporales en la percepción, ánimo, estado de
conciencia y comportamiento de las personas. Generalmente, son utilizados para el
tratamiento de trastornos de la salud mental.

Existe una gran variedad de psicofármacos, entre los cuales se encuentran, analgésicos
opioides, ansiolíticos y sedantes, anestésicos generales, antiepilépticos y
anticonvulsivantes, antipsicóticos, antidepresivos, antimaníacos, entre otros.

El consumo de estos fármacos sin supervisión médica expone a las personas a una
serie de reacciones adversas como trastornos del sueño, irritabilidad, crisis de pánico,
depresión, y alteraciones motoras y de memoria. Además, el consumo a largo plazo se
ha vinculado con daño en el cerebro, sistema nervioso central, psicosis y a una serie de
trastornos de la personalidad y del estado de ánimo, incluyendo el aumento del riesgo
de suicidio. Efectos, que se acentúan con el consumo conjunto de alcohol y de drogas.
Los psicofármacos presentan una alta capacidad de generar tolerancia en el
organismo, produciendo en algunos casos dependencia o adicción, destacándose entre
estos los opioides, barbitúricos, benzodiazepinas, anfetaminas y anorexígenos.

No es frecuente que una persona sea adicta sólo a estos medicamentos. La


combinación más habitual es la adicción al alcohol y los psicofármacos, seguida de
alcohol, cocaína y psicofármacos. Muchas personas llegan a la clínica convencidas de
que su problema tiene que ver sólo con un tipo de droga (legal o ilegal) y debemos
decirles que también tienen un problema con los tranquilizantes.
Objetivos

General
Determinar factores sociodemográficos y conductas asociadas al consumo de
psicofármacos sin receta en Chile.

Especifico
Consumo de Psicofármacos sin Receta

Definición de Psicofármacos

Los psicofármacos son medicamentos que actúan sobre el cerebro y que, en general,
producen efectos psicológicos. Se utilizan para el tratamiento de distintos trastornos
de salud mental, ya sean agudos (puntuales) o crónicos (permanentes).

Los psicofármacos pueden clasificarse como:

Psicofármacos Estimulantes: Derivados anfetamínicos que se utilizan en el


tratamiento de algunos síndromes, como hiperactividad y otras enfermedades poco
frecuentes.

Depresores: Hipnosedantes, anestésicos, entre otros.

Existen distintos tipos de psicofármacos:

Neurolépticos o tranquilizantes mayores: haloperidol, risperidona, olanzapina… Se


utilizan en el tratamiento de la esquizofrenia y de otros trastornos psicóticos. En
general, producen una gran sedación y efectos adversos importantes.

Ansiolíticos o hipnosedantes: los más utilizados son las benzodiacepinas (diazepam,


lorazepam, alprazolam…), más conocidos por sus nombres comerciales (Valium®,
Orfidal®, Trankimazin®…). Otros fármacos de esta familia son los derivados de
benzodiacepinas (zolpidem, zopiclona…), barbitúricos y carbamatos.

Antidepresivos: Se usan para el tratamiento de la depresión y otros trastornos


(ansiedad, obsesivo-compulsivo, trastornos de la alimentación…). Producen efectos en
personas deprimidas y con otras patologías, pero no mejoran el ánimo ni cambian el
humor en personas sin enfermedad.

Estabilizadores del ánimo: sales de litio, que se utilizan en el trastorno obsesivo-


compulsivo.

Los psicofármacos pueden ayudar a encontrarse mejor, pero es necesario hacer uso de
ellos por prescripción y con control médico, como complemento a otras estrategias de
afrontamiento de problemas y no deben mezclarse con bebidas alcohólicas, otras
drogas u otros psicofármacos.

Los psicofármacos depresores, en especial las benzodiacepinas, son los que generan
problemas con más frecuencia. Esto es así por diversos factores: porque son el grupo
de fármacos más recetados después de los antibióticos por su elevado potencial de
provocar dependencia y tolerancia (pérdida de eficacia y necesidad de incrementar la
dosis para conseguir el mismo efecto), síndrome de abstinencia en dependientes.
Además, en ocasiones pueden aparecer alucinaciones, delirios o ideas de suicidio

El uso de psicofármacos en un contexto médico y, en general, asociado a otras


medidas, como el apoyo psicológico, se entiende que es terapéutico. Por el contrario,
se consideran “sustancias de abuso” si se utilizan sin control y sin prescripción médica.

Causas

Una explicación para el abuso de psicofármacos es que muchas personas se


acostumbran a evitar la ansiedad y las situaciones que la provocan. Prefieren el atajo
de la pastilla antes que enfrentarse a los problemas con sus recursos personales y, así,
no aprenden a gestionar su ansiedad. Los afectados pueden ser de edades y niveles
sociales muy diferentes, pero comparten unos rasgos comunes: sufren miedo,
acostumbran a padecer síntomas depresivos, evitan las situaciones que les causan
ansiedad y han interiorizado que no pueden resolver sus problemas sin fármacos e,
incluso, los toman antes de una situación que, tal vez, les pueda crear ansiedad.

Por otro lado, las personas adictas tienen una predisposición biológica a serlo. No todo
el mundo que toma psicofármacos o que no sabe enfrentarse a la ansiedad desarrolla
una adicción. Todas las drogas actúan en el sistema de recompensa cerebral. Cuando
un acto es placentero, el cerebro quiere que se repita. Pasa con el sexo, con la comida,
con la diversión. Y las drogas en general actúan en este sistema. Los tranquilizantes,
por ejemplo, causan el efecto placentero de reducir la ansiedad. Además, es una
adicción que no avisa: poco a poco se aumenta la dosis y llega un día que ya no hay
vuelta atrás.

Aparte de los factores biológicos y psicológicos, es necesario señalar otras causas que
provocan el continuo aumento del consumo de psicofármacos. La saturación del
sistema sanitario público, que deja poco tiempo por paciente al profesional y lleva a
que éste saque rápidamente el recetario. Esto origina otro problema, que la factura
farmacéutica sea muy elevada. Además, la psicoterapia privada exige un desembolso
económico que no todo el mundo está dispuesto o puede asumir.

Señales

Los psicofármacos no tienen la mala fama del alcohol, la cocaína, el cannabis o la


heroína. Por eso, numerosas personas con problemas de dependencia no son
conscientes de ello. "Como se los ha recetado el médico, piensan que no pasa nada.
Sin embargo, sólo si se consumen bien no habrá ningún problema", explica José María
Vázquez-Roel, psiquiatra especialista en adicciones de la Clínica Capistrano.

Aislamiento, cambios de humor, abandono de hábitos o el deterioro de las relaciones


sociales son algunas de las señales de una adicción.
Consecuencias

Factores que se asocia

Quienes son los más propensos y por que

Al igual que en la población general, entre los escolares las mujeres toman más
medicamentos que los hombres. Es muy importante conocer las razones que explican
la ingesta de estos productos.

La motivación ya no es solamente copiar o pertenecer a un grupo, pareciera que hay


otras motivaciones.

En el caso de los menores de edad, a la adicción y peligros de intoxicación se añade


otro elemento. El desarrollo del cerebro de nuestros niños no madura hasta los 18 o 20
años y cualquier consumo de sustancias, obviamente que no sea recetada, afecta al
funcionamiento cognitivo.

¿Dónde obtienen las personas los tranquilizantes que consumen sin receta?
Un punto que preocupa a las autoridades es la forma en que las personas acceden a
los psicofármacos, ya que debieran estar muy reguladas. Especialmente porque cerca
de la mitad de quienes los consumen sin receta los encontraron en su propia casa.

Una de las formas de adquirirlo es Cuando a mí me fue bien con un inductor del sueño,
rápidamente se lo puedo recomendar a mi amiga, mi hermana, mi mamá...
desconociendo el riesgo que eso conlleva", estas conductas son peligrosas y que los
psicofármacos siempre debiesen estar recetados por un especialista.

"Va a ser recetado de acuerdo a la contextura física, a los síntomas que está
presentando la persona y ella debe tomarlo de acuerdo a la receta, en la frecuencia y
cantidad que prescribió el médico. Luego, (también) debe asistir a los controles que se
señalan", detalló a #24Data.

Además, recomienda que cuando una persona es dada de alta en el uso de estos
productos se eliminen los restos de pastillas de la casa. "No dejar ahí los restos, las
cajas a medio abrir o a medio usar en el velador, porque ahí hay una posibilidad de
acceso muy fácil si hay jóvenes o niños en la casa", advierte.
"Nos tenemos que preocupar como adultos del bienestar general de nuestros hijos",
agrega, invitando a los papás a estar atentos a cambios conductuales o emocionales en
los niños para poder ayudar de forma oportuna.

Buscar ayuda
Quienes sientan que ellos mismos u otra persona tienen problemas de dependencia
con tranquilizantes o algún otro psicofármaco -como estimulantes o analgésicos-
pueden llamar a Fono Drogas y Alcohol de SENDA al número 1412 desde red fija o
celulares.
Dicho número funciona las 24 horas del día durante todo el año, y Selva Careaga indica
que "allí puede obtener toda la información de dudas, síntomas, dónde puede ser
atendida una persona que está presentando un abuso o dependencia de una
sustancia".

El tratamiento
Los expertos recomiendan que, siempre que se quiera reducir o interrumpir el
consumo de psicofármacos, se haga bajo control médico. En España hay numerosas
clínicas de desintoxicación donde se tratan diferentes adicciones. "Hay que ponerse en
manos de un profesional", indica Riba. "Cuando ingresa alguien, primero se investiga
qué consume y en qué cantidad, para calcular cuánto se puede bajar la dosis sin que
haya síndrome de abstinencia, que en el caso de los tranquilizantes, es muy duro". Si
una persona adicta deja de tomar los tranquilizantes de golpe, sufrirá un síndrome de
abstinencia con náuseas, vómitos, mareos, ansiedad y taquicardia.

El ingreso en una clínica de desintoxicación dura entre ocho y diez semanas. La


persona sale sin consumir nada y se realiza un seguimiento que puede prolongarse
durante varios años. El tratamiento no se centra sólo en eliminar el consumo de
psicofármacos, es necesario aprender a afrontar la ansiedad.

"En una segunda fase del tratamiento, cuando la persona está casi desintoxicada en un
plano físico, hay que iniciar la fase de deshabituación", comenta Brigos. El individuo
sufre menos temores y es el momento en que debe empezar a aprender que no
necesita los fármacos. Por tanto, hay que tratar la ansiedad desde un punto de vista
psicoterapéutico. Se trabaja el área cognitiva para que modifique pensamientos
desadaptativos ("no puedo enfrentarme a una reunión en el trabajo si no tomo un
tranquilizante"), la emocional con técnicas de relajación y la conductual, para que
empiece a aceptar que debe enfrentarse a situaciones sin medicarse.
Conclusión
Bibliografía
https://www.tupunto.org/sustancias/psicofarmacos/que-son-los-psicofarmacos/

https://www.24horas.cl/data/consumo-de-psicofarmacos-sin-receta-la-peligrosa-conducta-
que-crece-entre-los-adolescentes-2715036

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