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Había una vez un mago llamado Merlin, quien vivía en un castillo en lo alto de una montaña.

Era
conocido por ser el mago más poderoso de todos los tiempos, y su habilidad para controlar la energía
mágica lo hacía único.

Sin embargo, a pesar de su gran poder, Merlin era un hombre solitario y triste. Él había vivido muchos
años y había visto muchas cosas, pero nunca había encontrado algo que realmente lo hiciera feliz. Asi
que emprenda un viaje para buscar la verdadera fuente de la energia magica.

Después de meses de viajar por el mundo, Merlin llegó a un lugar mágico llamado El Valle de la
Energía. Allí encontró una fuente de energía mágica pura y brillante, y supo que había encontrado lo
que buscaba.

Merlin comenzó a practicar con la energía, aprendiendo a controlarla ya usarla para hacer hechizos y
encantamientos. Con el tiempo, su poder se volvió más fuerte y más grande. Pero, a pesar de su nuevo
poder, Merlin aún se sintió solo y triste.

Un día, mientras practicaba en el valle, conoció a una niña llamada Lila, quien tenía una gran
habilidad para la magia natural. Ellos comenzaron a conversar ya practicar juntos, y pronto se hicieron
amigos.

Merlin descubrió que, aunque la energía mágica era importante, lo que realmente lo hacía feliz era
tener a alguien con quien compartirla. Así que dejarnos en el valle y enseñar a Lila todo lo que sabía
sobre la magia.

Juntos, Merlin y Lila viajaron por el mundo, haciendo hechizos y encantamientos y ayudando a la
gente donde pudieran. Y, finalmente, Merlin se dio cuenta de que la verdadera fuente de la energía
mágica no era la fuente en el valle, sino el amor y la amistad que había encontrado allí.

Desde entonces, Merlin y Lila se cerraron en los magos más famosos y queridos de todos los tiempos,
y su historia es contada de generación en generación como un recordatorio de que, a veces, lo que
realmente necesitamos para ser felices es simplemente amor y amistad .

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