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Base Bíblica:
2. Juan. 1:7-11
Porque muchos engañadores han
salido por el mundo, que no
confiesan que Jesucristo ha
venido en carne. Quien esto hace
es el engañador y el anticristo. 8
Mirad por vosotros mismos, para
que no perdáis el fruto de vuestro
trabajo, sino que recibáis
galardón completo. 9 Cualquiera
que se extravía, y no persevera en
la doctrina de Cristo, no tiene a
Dios; el que persevera en la
doctrina de Cristo, ése sí tiene al
Padre y al Hijo. 10 Si alguno viene
a vosotros, y no trae esta
doctrina, no lo recibáis en casa, ni
le digáis: ¡Bienvenido! 11 Porque
el que le dice: ¡Bienvenido!
participa en sus malas obras.
Propósito:
1Ti 4:16
Ten cuidado de ti mismo y de la
doctrina; persiste en ello, pues
haciendo esto, te salvarás a ti
mismo y a los que te oyeren.
Introducción:
Las batallas que a la iglesia le
están tocando librar en los
últimos días son diversas, debido
al acercamiento de la venida del
Señor; pero en sentido general se
reducen a dos:
De adentro
De afuera.
Pero la batalla más difícil es la que
se libra desde adentro, donde los
enemigos son los de adentro.
Los enemigos de adentro son
entre otros:
Actitudes y hábitos.
Demonios entronizados en la
congregación.
Falsos ministros y falsos
hermanos.
Estos últimos, según las escrituras
divulgan y practican doctrinas
distorsionadas (herejías) del santo
evangelio de Dios, manipulan o
tuercen la verdad a sus propios
deseos o concupiscencia.
Dichas doctrinas son tan letales
como el alimento envenenado, al
grado que provocan la corrupción
de la vida santa de la iglesia,
apartando a los creyentes de la
verdad, cayendo en la apostasía.
Desarrollo:
I. Doctrinas heréticas:
a)Doctrina de la prosperidad:
1Ti 6:3-10
Si alguno enseña otra cosa, y
no se conforma a las sanas
palabras de nuestro Señor
Jesucristo, y a la doctrina que
es conforme a la piedad, está
envanecido, nada sabe, y
delira acerca de cuestiones y
contiendas de palabras, de las
cuales nacen envidias, pleitos,
blasfemias, malas sospechas,
disputas necias de hombres
corruptos de entendimiento y
privados de la verdad, que
toman la piedad como fuente
de ganancia; apártate de los
tales. Pero gran ganancia es la
piedad acompañada de
contentamiento; porque nada
hemos traído a este mundo, y
sin duda nada podremos
sacar. Así que, teniendo
sustento y abrigo, estemos
contentos con esto. Porque
los que quieren enriquecerse
caen en tentación y lazo, y en
muchas codicias necias y
dañosas, que hunden a los
hombres en destrucción y
perdición; porque raíz de
todos los males es el amor al
dinero, el cual codiciando
algunos, se extraviaron de la
fe, y fueron traspasados de
muchos dolores.
Los proponentes de la
Doctrina de la Prosperidad
enseñan a la gente que quien
no aporte dinero a sus
ministerios, no será
prosperado, ni en ninguna
manera bendecido por Dios.
Enseñan que se puede utilizar
el dinero para hacer pactos
con Dios.
Enseñan y motivan al pueblo a
“sembrar dinero” para
cosechar dinero y las cosas
deseadas por el “sembrador”
Algunos de estos
predicadores han llegado al
extremo de ponerle precio a
las “oraciones milagrosas”
según sea la situación difícil
que enfrenta la persona
afectada.
El enfoque de la “Doctrina de
la Prosperidad”, está dirigido
a sobrestimar la riqueza
material en menosprecio de la
riqueza espiritual.
Para los maestros y
predicadores de esta doctrina
su motivación principal no es
la salvación de las almas, sino
el lucro económico que
tienen. Judas. 1:11
Enseñan la confesión positiva.
Enseñan que hay que
arrebatarle al diablo lo que
nos “robó”, desde una
perspectiva humana.
La base central de su
“teología” es Efesios. 2:8-9
Efe 2:8-9
Porque por gracia sois salvos
por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios;
9 no por obras, para que nadie
se gloríe.
Aducen que al arrepentirse de
sus pecados y reconocer a
Jesucristo como su salvador, le
son perdonados los pecados
pasados, presentes y futuros;
por lo cual ellos ya no pecan,
sino solo cometen errores y por
eso no tienen que estar
confesando sus “faltas”
después de haberse
arrepentido.
Esto también significa que el
Espíritu Santo no puede
reprenderlos, porque según su
creencia ellos ya son “perfectos
en Cristo” y no afecta su
relación con Dios.
Afirman que la doctrina de
la iglesia está centrada en las
cartas Paulinas. (perito
arquitecto)
Se burlan de los que
predican de la santidad y
contra el pecado.
8 signos más claros de que una
iglesia está siguiendo la súper
gracia.
1. Los predicadores no hablan
en contra del pecado: Si usted
está en una iglesia como esta,
se dará cuenta de que la
palabra “pecado” por lo
general sólo se menciona en el
contexto del perdón de los
pecados en Cristo. A veces se
reprende a la gente que se
atreve a llevar el asunto,
clasificándolos de “legalistas” y
“fariseos”.
2. El pastor nunca toma una
posición firme sobre la
santidad: En un intento por
atraer a más gente, todo se
hace para que las reuniones
sean más agradables,
especialmente el sermón. Los
ministros no toman una
posición pública, o enseñan a
los miembros sobre cuestiones
que están en la agenda como el
aborto, la homosexualidad, la
legalización de las drogas, o
cualquier cosa que pueda hacer
frente a la audiencia. Se ignora
cualquier intento de establecer
a los afiliados los parámetros
para una vida de santidad.
3. El Antiguo Testamento es
casi totalmente ignorado: En
estas iglesias, el Antiguo
Testamento es tratado como
un registro que no tiene un
valor real con nuestro estilo de
vida moderno. Bien, no hay
ninguna mención de los Diez
Mandamientos o las porciones
bíblicas donde Dios se muestra
como un juez.
4. A los líderes se les permite
enseñar y predicar
abiertamente viviendo en
pecado: No hay condenación
hacia los pecados como la
fornicación, la avaricia y la
embriaguez son tolerados. Ya
sea para los miembros
ordinarios o personas en
posiciones de liderazgo, esto
no es “importante”, ya que no
refleja el amor al prójimo y el
respeto a sus decisiones.
5. Los mensajes suelen acudir
en contra de la “iglesia
institucional” ≠ Iglesia
Independiente:
Los pastores que han abrazado
la súper gracia están
constantemente en contra de
las iglesias más
“conservadoras” (que predican
santidad), porque creen que su
mensaje ya no es relevante a la
cultura de hoy. Por otra parte,
estos “fundamentalistas” sólo
colaboraran para que las
personas en general tengan
una mala impresión de los
evangélicos.
6. Los pastores predican en
contra del diezmo: La súper
gracia, no estimula a la gente a
leer la Biblia y llegar a sus
propias conclusiones, pero se
preocupa por decir lo que no se
puede creer. Aunque si hablan
de ofertas y anuncian las
necesidades financieras de la
iglesia. Los pastores afirman
que el diezmo es otra ley que
fue abolida en Cristo. Por lo
tanto, cada miembro puede
decidir si desea o no
involucrarse financieramente.
7. Los pastores predican sólo
mensajes motivacionales:
Desde los púlpitos de las
iglesias resuenan sólo mensajes
positivos sobre la salud, la
riqueza, la prosperidad, el
amor de Dios, el perdón de
Dios y de cómo tener éxito
en la vida.
8. Miembros de la Iglesia no
deben temer a ningún tipo
amonestación por parte de su
liderazgo: Los participantes de
una iglesia que siguen la súper
gracia están convencidos de
que, a causa del fuerte énfasis
en la gracia, todo está
permitido.
1. Juan. 1:6-10
6 Si decimos que tenemos
comunión con él, y andamos en
tinieblas, mentimos, y no
practicamos la verdad; 7 pero
si andamos en luz, como él está
en luz, tenemos comunión
unos con otros, y la sangre de
Jesucristo su Hijo nos limpia de
todo pecado. 8 Si decimos que
no tenemos pecado, nos
engañamos a nosotros mismos,
y la verdad no está en
nosotros. 9 Si confesamos
nuestros pecados, él es fiel y
justo para perdonar nuestros
pecados, y limpiarnos de toda
maldad. 10 Si decimos que no
hemos pecado, le hacemos a él
mentiroso, y su palabra no está
en nosotros.
Rom. 6:1-2,15-16
1 ¿Qué, pues, diremos?
¿Perseveraremos en el pecado
para que la gracia abunde? 2
En ninguna manera. Porque los
que hemos muerto al pecado,
¿cómo viviremos aún en él? 15
¿Qué, pues? ¿Pecaremos,
porque no estamos bajo la ley,
sino bajo la gracia? En ninguna
manera. 16 ¿No sabéis que si
os sometéis a alguien como
esclavos para obedecerle, sois
esclavos de aquel a quien
obedecéis, sea del pecado para
muerte, o sea de la obediencia
para justicia?
Lev. 20:7
Santificaos, pues, y sed santos,
porque yo Jehová soy vuestro
Dios.
1. Ped. 1:15-16
Sino, como aquel que os llamó
es santo, sed también vosotros
santos en toda vuestra manera
de vivir; 16 porque escrito está:
Sed santos, porque yo soy
santo.
Conclusión:
Cuando se considera cualquier
doctrina siempre es necesario
preguntarnos si está en armonía
con las enseñanzas totales de las
Escrituras. La doctrina basada en
menos de un punto de vista
holístico de verdades bíblicas sólo
puede dañar la causa del Señor.
Muchas veces puede ser más
perjudicial que los puntos de vista
que rechazan enteramente las
Escrituras. Alguna gente aceptará
más fácil algo como verdad si está
escrito en la Palabra de Dios,
aunque la enseñanza sea extrema
o contradiga otros principios
bíblicos.
La Palabra de Dios sí enseña
grandes verdades como sanidad,
provisión a los necesitados, fe y
autoridad de los creyentes. La
Biblia enseña que una mente
disciplinada es un factor
importante para una vida
victoriosa. Pero estas verdades
deben siempre considerarse como
la estructura de todas las
enseñanzas de las Escrituras.