0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
237 vistas1 página
El documento enfatiza la necesidad de esforzarse espiritualmente para entrar por la puerta angosta que conduce a la vida eterna. Se debe luchar y combatir contra el pecado y oponerse firmemente a aquellos que se oponen al evangelio, no de manera desordenada sino con disciplina y unidad, para recibir la corona de la vida eterna y no ser destruido.
El documento enfatiza la necesidad de esforzarse espiritualmente para entrar por la puerta angosta que conduce a la vida eterna. Se debe luchar y combatir contra el pecado y oponerse firmemente a aquellos que se oponen al evangelio, no de manera desordenada sino con disciplina y unidad, para recibir la corona de la vida eterna y no ser destruido.
El documento enfatiza la necesidad de esforzarse espiritualmente para entrar por la puerta angosta que conduce a la vida eterna. Se debe luchar y combatir contra el pecado y oponerse firmemente a aquellos que se oponen al evangelio, no de manera desordenada sino con disciplina y unidad, para recibir la corona de la vida eterna y no ser destruido.
Lucas 13:24 Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os
digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. Ver 25 Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo? 1 corintios 9:25 Ver Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Ver 26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, Filipenses 1:27 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio, Ver 28 y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación; y esto de Dios. Colosenses 1:29 para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí. 2:1 Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro; Hebreos 12:4 Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado;