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2. Como padres pensamos que esta responsabilidad no es una carga, es algo que hacemos por
amor.
Sin embargo, esta promesa de proteger a nuestros hijos de todo peligro no significa que debas
protegerlo de cualquier posible fracaso. Significa que debes dejarlo fallar de manera segura.
3.
A muchos padres no les gusta ver “fracasar” a sus hijos. Y, ¿quién los culpa? Solo queremos que
nuestros pequeños tengan éxito, entonces, ¿cómo podríamos soportar verlos batallar con algo? ¿Hasta
dónde se supone que debemos intervenir?
Un buen padre está involucrado y es responsable, pero respeta la autonomía de su hijo. Aunque puede
resultar incómodo, los padres deben dejar que sus hijos cometan errores. Dejar que aprendan de estos y
de sus fracasos ayuda a los niños a desarrollar resiliencia, ¡algo esencial para convertirse en un adulto
seguro de sí mismo, feliz y exitoso!
Se ha demostrado que los niños más felices y exitosos tienen padres que los dejan hacer las cosas
pueden, sin ayuda. Una parte fundamental del crecimiento es desarrollar un sentido de autonomía,
confianza y dominio. Por ejemplo, si tratas a tu hijo que camina como si no pudiera caminar, disminuirás
su confianza en sí mismo. Si siempre estás tratando de protegerlo y rescatarlo, lo estás privando de la
oportunidad de enfrentarse a desafíos nuevos, lo que afecta el desarrollo de las herramientas que
necesitará en el futuro para manejar las inevitables y difíciles exigencias de la vida.
La mejor manera de preparar a nuestro hijo para los desafíos de la vida es brindarle oportunidades para
desarrollar su resiliencia dentro de un entorno seguro, amoroso y de apoyo.
A menudo, los padres se apresuran a ayudar a sus pequeños cuando estos tienen
dificultades, ya sea por falta de tiempo por parte de los padres o porque no les gusta verlos
batallar. De cualquier manera, primero deja que tu hijo resuelva sus problemas o dile que lo
hagan juntos. Esto puede ir desde atarse los cordones de los zapatos hasta servirse un vaso
de leche.
Es posible que tu hijo necesite varios intentos para atarse los zapatos o incluso que derrame
un poco de leche, pero hacerlo solo le ayudará a desarrollar la confianza en sí mismo, ¡ya
que dominará una tarea y podrá resolver las cosas por sí mismo!
Si tu pequeño ha fallado en algo que hizo, intenta enseñarle a aceptarlo para que aprenda
habilidades de resolución de problemas. Trata de preguntarle qué podría hacer para
obtener un mejor resultado la próxima vez, qué ha aprendido de eso o qué podría cambiar.
Con esto, le ayudará a desarrollar la tolerancia a la frustración.
Conclusión:
En general, recuerda que una pequeña decepción puede beneficiar a tu hijo, siempre y cuando le
enseñes cómo recuperarse y afrontar el fracaso. Aprender a lidiar con los contratiempos es como
aprender a andar en bicicleta, a veces te caes, pero siempre vuelves a subirte. Al aprender a lidiar con el
fracaso, tu pequeño desarrollará habilidades importantes que le ayudarán a tener éxito, ¡como el
pensamiento creativo, habilidades para resolver problemas y resiliencia emocional!