Está en la página 1de 4

EL LEGADO DE ROSA LUXEMBURGO*

Por Embajador Jorge Valero

Arrójese por una puerta de la historia los idearios de la


igualdad y la justicia social y ellos entraran por otra puerta.
Las luchas de quienes enarbolan tal ideario han marcado el
ritmo de los tiempos, han hecho avanzar la historia hasta
niveles superiores de dignidad humana. Así han florecido las
más grandes epopeyas de la historia.
Valga este preámbulo para recordar a Rosa Luxemburgo,
quien consagrara su vida a las luchas por la emancipación de
los explotados y oprimidos.
Ella y sus colegas socialistas y comunistas encontraron en los
anales de la historia razones para fundamentar sus
predicamentos. Promovió la creación de la Liga Espartaquista,
emulando así al gladiador tracio, Espartaco, quien luchara por
la liberación de los esclavos en tiempos del Imperio Romano,
desencadenando una rebelión antiesclavista en el Sur de Italia,
en el año 73 a.C.
El día 15 de enero de este año se cumplieron 104 años del
pase a la eternidad de la gran teórica marxista polaco-alemana
Rosa Luxemburgo, quien fuera asesinada a mansalva el 15 de
enero de 1919, por los practicantes del “terror blanco”; padres
putativos del fascismo que ha sido restaurado en estos tiempos
del agonizante imperialismo.
Esta más que demostrado que los explotadores y dominadores
recurren a la violencia y al terror cuando ven amenazados sus
perversos intereses.
Su pase a la eternidad nos congrega hoy en esta Plaza
Rouppe, de Bruselas, para rendirle tributo a su memoria.
1
Rosa Luxemburgo fue una militante revolucionaria, desde la
adolescencia. Teniendo 15 años participó, como integrante del
partido político de Izquierda Proletariado, en la organización de
una huelga general en Polonia, tras la cual el partido fue
diezmado por la represión y cuatro de sus líderes condenados
a muerte.
Huyó a Suiza en 1889 para evitar su detención. Estudió en la
Universidad de Zúrich filosofía, historia, política, economía y
matemáticas.
Rosa Luxemburgo obtuvo en 1896 la ciudadanía alemana al
casarse con Gustav Lubecky y se mudó a Berlín. A pesar de
vivir en Alemania continuó siendo la principal teórica de la
socialdemocracia polaca.
En 1907 participó en el V Congreso del Partido Obrero Social
Demócrata Ruso, en Londres, donde se entrevistó con Lenin.
En el Segundo Congreso Socialista Internacional en Stuttgart,
presentó una Resolución que fuera aprobada, en la cual se
exhortaba a todos los partidos revolucionarios europeos a
unirse para evitar la guerra.
Al ocurrir el atentado de Sarajevo contra el archiduque
Francisco Fernando y su esposa, el 28 de junio de 1914, la
guerra ya parecía inevitable. Organizó varias manifestaciones,
en Alemania, llamando a la objeción de consciencia en el
servicio militar, y a no obedecer las órdenes de los jerarcas
civiles militares, por lo que fue sentenciada a un año de prisión.
El 5 de agosto de 1914 creó junto a Karl Liebknecht, Clara
Zetkinm y Franz Mehing el Grupo Internacional, el cual se
convertiría posteriormente, el 01 de enero de 1916, en la Liga
Espartaquista.
Esta organización junto a otros grupos socialistas y
comunistas, incluyendo la Internacional Comunista Alemana,
crearon el Partido Comunista de Alemania, en enero de 1919.

2
Abundante fue la producción teórico-política de Rosa
Luxemburgo.
Advirtió que cada revolución es única e irrepetible. Que los
revolucionarios de cada país deben dar respuestas a los
desafíos que enfrentan, a la luz de las realidades concretas a
nivel nacional e internacional y diseñar las tácticas y
estrategias apropiadas para hacer las transformaciones en
cada país. Ninguna revolución puede exportarse so riesgo del
fracaso. Así ha ocurrido a lo largo de la historia.
La lucha por la paz mundial y en contra de las guerras
imperialistas estuvo en su agenda. Propuso e impulsó huelgas
generales del proletariado contra aquellos que alimentaban la
Primera Guerra Mundial.
Rosa Luxemburgo creía que una Polonia independiente solo
podía surgir tras una revolución socialista en Alemania, Austria
y Rusia. Sostenía que la lucha debía focalizarse en contra del
capitalismo.
Puntualizó que la antinomia entre capital y trabajo solo podía
ser superada si el proletariado tomaba el poder y se producía
un cambio cualitativo en los medios de producción.
Un elemento central de su pensamiento es la dialéctica de la
espontaneidad y la organización. Manifestó que no son dos
opciones separadas, sino diferentes momentos del mismo
proceso; uno no puede existir sin el otro.
Según Rosa Luxemburgo la clase obrera de cada país solo
aprende a luchar en el curso de sus combates.
Sostenía, así mismo, que los partidos revolucionarios que
expresaban los intereses del proletariado debían practicar en
su seno la democracia y la libertad de opinión. Se oponía al
dogmatismo y el sectarismo ya que sofocaban la creatividad de
los militantes. Y para fundamentar su pensamiento anti

3
dogmático consignó una lapidaria frase: “La libertad siempre
ha sido y es la libertad para aquellos que piensan diferente”.
Rosa Luxemburgo consideraba que la democracia no podía
florecer en el marco del capitalismo. Que la verdadera
democracia surgía en los ámbitos del socialismo.
No negaba la importancia de promover y/o lograr reformas en
una sociedad capitalista, siempre y cuando se inscribieran en
una perspectiva socialista.
El socialismo no era opción inevitable. Había que construirlo
desde las luchas cotidianas emprendidas por los explotados y
excluidos, empoderados con un proyecto de transformación
revolucionario de la sociedad.
La revolución estaba orientada a la demolición del estado
burgués. No para suprimir la democracia sino, más bien, para
hacerla posible. La revolución tenia, por tanto, un profundo
contenido democrático. El pluralismo y la diversidad eran su
fundamento.
El pensamiento de Rosa Luxemburgo es una fuente en la que
podríamos beber; encontrar enseñanzas para abordar los
desafíos que nos presenta hoy el capitalismo, cada vez más
opresivo e inhumano. Su emblema sigue vigente: Socialismo o
Barbarie.

*Palabras pronunciadas en Bruselas, Reino de Bélgica, el 16 de enero, 2023, para rendir homenaje a Rosa
Luxemburgo.

También podría gustarte